El primer paso para resolver un problema consiste (el lugar común no sobra en este caso) en reconocerlo. El Gobierno no ha reconocido el problema del empleo. Y mucho menos ha reconocido que el problema se origina, en buena medida, en una serie de políticas equivocadas que vienen de atrás pero han empeorado durante los últimos seis años. El Gobierno, con el Presidente a la cabeza, ha reiterado que la promoción de la inversión es el instrumento más eficaz para generar nuevos empleos. Pero los hechos demuestran lo contrario. Las grandes empresas colombianas han invertido profusamente. Pero no han generado empleo. Muchas empresas probablemente han sustituido trabajo por capital, una decisión racional dado el encarecimiento del primer factor y el abaratamiento del segundo, esto es, dado el sesgo antiempleo de la política.
En el corto plazo, como lo propuso recientemente el ex ministro de hacienda Alberto Carrasquilla, el Gobierno debería disminuir transitoriamente los costos laborales. En el mediano plazo, urge una revisión a fondo de los costos laborales, y en particular de las políticas que gravan la generación de empleo formal con el fin de subsidiar la informalidad. Esta mezcla de políticas no sólo es insostenible, sino también socialmente ineficaz. También urge revisar las políticas de subsidios a la inversión que pueden haber llevado a muchas empresas a sustituir trabajo por capital. El problema del empleo, no sobra repetirlo, es un problema de malas políticas.
Hasta el año anterior, el acelerado crecimiento económico impidió apreciar en toda su dimensión el problema del empleo. Pero las circunstancias han cambiado. Ya el contexto internacional no es tan favorable y las políticas internas llevaron a un inevitablemente enfriamiento de la economía. Incumbe, entonces, insistir en lo obvio: el problema del empleo es cada vez más evidente, y el Gobierno no se ha dado cuenta o anda en busca de un chivo expiatorio.
Alejandro Gaviria
30 agosto, 2008 at 3:29 pmCopio el enlace a una presentación que hice el jueves de esta semana en el Congreso de la República en un foro sobre “parafiscales”. La presentación ilustra muchos de los puntos mencionados en la entrada.
Carlos
30 agosto, 2008 at 6:38 pmAlejandro, totalmente de acuerdo con la opiniòn. Sin embargo, tengo dos apreciaciones:
1. El gobierno para el tema de la zonas francas creo que pone como condiciòn la generaciòn de cierto numero mìnimo de empleos. Digamos que en cierta forma podrìa limitar la sustituciòn de trabajo por capital
2. Creo que el problema no es solamente en las leyes de seguridad social, los costos extralaborales. Hay que revisar los codigos laborales (el sustantivo por ejemplo) y la manera como aplican justicia los jueces laborales. Muchos amigos empresarios me cuentan que contratar un empleado en Colombia es un riesgo legal enorme, porque la legislaciòn y los jueces, gracias a la retorica de la lucha de clases, casi siempre se ponen del lado del empleado ante cualquier disputa legal. En sintesis, los incentivos para no contratar estan en todas partes.
Cordial saludo,
Carlos
Maldoror
30 agosto, 2008 at 8:13 pmAlejandro:
Interesante lo de su presentación. Sus recomendaciones sería, corrijame si me equivoco
1- Reducir los impuestos a la nómina (?)
2- Reducir o congelar el salario minímo (?)
3- Financiar los impuestos a la nómina acabando con grandes excenciones
Respecto a la segunda, ¿ podría aclarar o especificar mas?
Respecto a la tercera, ¿Cuales exenciones suprimiría ud?
Carlos:
Me parece que su evidencia con los empresarios es anecdotica y más bien bastante parcializada. En un país donde el sindicalismo fue exterminado a sangre y fuego o cooptado por el Estado para servir a los intereses patronales, me cuesta mucho trabajo creer ese cuento de que los jefes están a merced de los trabajadores de las empresas
Carlos
30 agosto, 2008 at 8:47 pmSergio: Mi opiniòn obviamente es anecdotica, no es parcializada, y es una hipotesis (por eso use la palabra «creo»).
No es que los jefes esten a merced de los trabajadores, sino que los jueces, me dicen amigos empresarios pero tambien (ahora que recuerdo) se lo he escuchado a varios abogados, tienden a irse la mayoria de las veces con los trabajadores, tal vez por aquello de que son la parte dèbil,o por influenciados la retorica de la lucha de clases.
Su percepciòn de que los jueces favorecen a los empresarios puede ser cierta en muchos casos para grandes empresas, pero no para las Pymes.Es muy diferente el poder de negociaciòn,cooptaciòn,soborno a jueces, de una gran empresa a una pyme y a ambas les toca afrontar el mismo regimen laboral. Y resulta Dr Sergio Menez, que las Pymes generan el 81% del empleo en Colombia(Fuente: Censo empresarial de 2005), por lo tanto el «problema del empleo»,podriamos decir que es casi exclusivamente el problema de porque las PYMEs no estan contratando
Obviamente la justicia es necesaria. Y lo que menciona del exterminio a sindicalista es sintomatico de uno de los principales problemas del pais, y es la mala calidad de la justicia y de la seguridad.
Su argumento es un «hombre de paja».Nadie esta hablando de que no se castiguen asesinatos o abusos por parte de los jefes.
El problema es que si el codigo y su aplicaciòn es percibido por los empleadores como un riesgo legal para la contrataciòn se reducen aun mas los incentivos(para contratar).»Mejor compremos una maquina que no va venir aqui a demandar..»
Para producir un bien o un servicio hay que en esencia combinar capital y trabajo. Que parte de cada una prevalezca en la muestra depende de muchos factores, pero el precio relativo de uno en funciòn del otro, es uno de esos.
Y mi punto es que el riesgo de usar uno o el otro, tambien es computado inconscientemente en el precio.
Este riesgo es especialmente muy alto para las PYMEs que no pueden pagar departamento juridicos ni costos abogados para defenderse en los tribunales laborales.
Cordial saludo,
Carlos
Tarantini
30 agosto, 2008 at 9:22 pmCarlos:
El Código Sustantivo del Trabajo en Colombia contiene una norma imperativa que señala que la balanza de la justicia deberá, en principio, favorecer al trabajador, quien es la parte débil, sobre el empleador, quien es la parte fuerte en dicha relación jurídica. Creo que no es una retórica de clases simplemente es un imperativo jurídico que deben observar los jueces laborales en Colombia.
De otro lado, este principio de derecho laboral o riesgo jurídico, como usted lo llama, no impide a los empresarios a contratar. Cuando se necesita la fuerza laboral este principio no creo que asuste a ningún empleador. Lo que impide o asusta a los empleadores a contratar son los factores económicos que en este blog se han venido analizando desde hace mucho tiempo, y que mereció otro artículo de Alejandro.
Alejandro:
Yo creo que Uribe se está enredando con su retórica contra el Banco de la República. Es una lástima que la otitis que sufrió el presidente hace un tiempo le haya dejado tantas secuelas.
Alejandro Gaviria
30 agosto, 2008 at 11:13 pmSergio:
1. La propuesta consiste reducir los impuestos al trabajo (no las contribuciones a la seguridad social). Los impuestos al trabajo incluyen no sólo los parafiscales, sino también las llamadas contribuciones solidarias a la seguridad social y algunos impuestos adicionales como el originado en la obligación de contratar aprendices.
2. Yo propongo moderar el aumento del salario mínimo. Este es un punto antipático pero necesario. Requiere, en cierta medida, aceptar la pobreza del país: sólo 8% de los trabajadores ganan más de cuatro salarios mínimos.
3. En particular, estoy haciendo referencia a la exención que les permite a las empresas deducir de la base tributaria el 40% de las utilidades invertidas. Esta exención costó seis billones de pesos el año pasado.
4. Más allá de las normas laborales, es importante corregir las distorsiones que han evitado, por ejemplo, el despegue del sector agrícola, que han propiciado lo que podríamos llamar la ineficiencia rentable.
Anónimo
31 agosto, 2008 at 3:18 amAlejandro, muy interesante su columna, era evidente que este iba a ser el tema de discusion de esta columna porque fue en parte la evidencia empirica que sustenta el argumento de la columna anterior.
Quisiera hacerle una observacion. En el mediano plazo, no solo es necesario hacer una revision de los costos laborales, sino de en parte la raiz del desempleo estructural que es la educacion. Porque el gobierno se ha concentrado evidentemente en el frente de la seguridad, pero de una u otra forma el frente de educacion esta muy descuidado.
Esto creo cambiaria la situacion coyuntural, porque la una de las primeras graficas de su presentacion es «el empleo asalariado para los trabajadores sin educacion superior».
No cree que mejorando la cobertura (en primera instancia) obviamente teniando en cuenta la calidad, cambiaria la situacion del desempleo estructural?
Saludos
Carlos
31 agosto, 2008 at 5:09 amTarantini: seguramente si usted le pregunta al empresario promedio, no le va a decir que contrata por miedo a las demandas. Mi punto es que la favorabilidad a la parte debil, en este caso el trabajador, desincentiva aun mas la contratación, en especial en las pymes que comparadas con el trabajador no son tan fuertes.
Las pymes terminan prefiriendo contratos por prestación de servicios, por ejemplo.
Personalmente conozco mas de un caso, incluso con la administración del edificio donde vivo.
Cordial saludo,
Carlos
Maldoror
31 agosto, 2008 at 11:46 amAlejandro:
Ok, puntos aclarados.
Carlos:
Mi punto no es un hombre de paja, porque no se trata de que los asesinatos de sindicalistas se castiguen o no. Eso harina de otro costal. El punto es que no parece tan claro que los trabajadores esten en posición de iniciar pleitos legales contra sus patronos, en un país como Colombia, dada la debilidad del movimiento obrero y lo complejo que es perseguir una acción judicial en este país. Eso a nivel macro. Y a nivel micro, si queremos usar experiencia anécdotica, al menos la mía sugiere todo lo contrario a lo que ud dice. Usualmente son los jefes o los dueños de empresas los que imponen sus condiciones (en particular en las Pymes, y eso no sólo en Colombia). Y no sólo en cuestiones meramente laborales. Estando aquí en Barcelona muchos amigos mios me contaban, por ejemplo, que mientras los jefes empujaban a la gente a la marcha del 4 de febrero, manifestaron una actitud claramente hóstil hacia cualquiera que pensara en marchar el 6 de marzo (por poner un ejemplo), habiendo ocurrido ambas en días laborables.
Apelaez
31 agosto, 2008 at 1:51 pmCarlos, si las pyme estan prefiriendo celebrar contratos de prestación de servicios su argumento se disloca por completo.
Usted afirma que las pymes no contratan (con contrato de trabajo) por miedo a la justicia laboral, es decir, por el riesgo a una demanda. Sin embargo, no puede haber nada más riesgoso desde el punto de vista jurídico-laboral que tener una nomina de contratistas que, en cualquier momento, podrían demandarlo por medio de lo que se conoce como «contrato realidad».
Los empresarios que usted conoce lo que estan haciendo es aumentar (muchísimo) el riesgo laboral para reducir los efectos de los parafiscales sobre sus utilidades. Por eso es que contratan con prestación de servicios, para ahorrarse unos pesos, pero como contrapartida, aumentan exponencialmente el riesgo a ser demandados laboralmente.
Le recomiendo que le explique a sus amigos empresarios que lo que estan haciendo los puede llevar a la debacle en el momento en que sus contratistas decidan demandar. Ah, y haga lo mismo en su edificio.
Carlos
31 agosto, 2008 at 2:48 pmApelaez: En algunas Pymes contratan por prestación de servicios para reducir los costos extra-laborales (que el empresario no percibe estan asociados a la productividad del empleado que contrata) impuestos por la legislación y para facilitar la terminación de la relación laboral, sin tener que pagar cuantiosas indemnizaciones y asumir el riesgo de demanda por despido sin justa causa.
En los edificios ahora el problema es que la supervigilancia decidió que los vigilantes solo pueden trabajar 8 horas y entonces se han disparado los costos. Las soluciones que estan buscando implican no usar servicio de vigilancia, por lo tanto se van a perder empleos.
En mi edificio habia un problema con una empleada del aseo que era empleada de la empresa que administraba el edificio. Al parecer no le pagaban prestaciones, pero el edificio asumia el riesgo de una demanda, sin que fuera empleada del edificio. El edificio como tal contrataba un servicio «integral» de administración que incluia el aseo.
Solución: se decidió acabar el contrato con esa empresa administradora y la señora perdió su empleo.
Los abogados tienen la vana e ingenua ilusión que todo se puede arreglar cambiando las leyes. El funcionamiento de la sociedad es muy complejo para creer que todo se va arreglar con las leyes correctas
Sergio: lo que paso con las marchas refleja el sesgo del empleador pero no es injusto. El empleador paga por un trabajo cierto numero de horas al mes, y no tiene porque dar todos los permisos que el empleado desee. Esa flexibilidad en el uso de su tiempo la pierde cualquiera que se emplea para trabajar por otro cumpliendo un contrato laboral. Por eso muchos (me incluyo) preferimos trabajar con independientes.
Saludos,
Carlos
Apelaez
31 agosto, 2008 at 3:09 pmCarlos, yo no pienso que los abogados crean que todo se puede cambiar modificando la ley. De hecho creo que ese es uno de los cliches mas pendejos que hay.
Sobre lo de los contratos. Simplemente me parece que usted no sabe de lo que habla, ni tiene la menor idea de los diferentes riesgos implicados en los modelos escogidos. Ignorancia pura y dura. Simple.
Carlos
31 agosto, 2008 at 3:42 pmApelaez: yo no estoy pretendiendo ser un experto laboralista ni mucho menos. Simplemente estoy comentando lo que observo por personas que son empresarias, que tampoco son abogados, pero que viven la realidad de la contratación y los códigos laborales.
Y tambien comento sobre la situación de mi edificio porque fui parte del consejo de administración y ahi discutiamos hasta la saciedad esos temas y algunos de los miembros eran abogados.
No se sienta amenazado en su autoestima y su autonconfianza porque un lego realiza observaciones sobre un tema relacionado con su profesión.
Usted tambien hace aqui observaciones sobre muchos temas que no son de su profesión. Y en general todos los comentaristas habituales lo hacen.
Yo no estoy teorizando sobre la legislación laboral colombiana ni detallando todos sus beneficios y problemas. Estoy comentando anecdotas especificas que pueden servir para plantear meras hipotesis sobre el tema en cuestión de la columna «el problema del empleo».
Existe una realidad y es que la mayoría del empleo en Colombia ( y en todo el mundo) se genera en las pymes.
Y puede consultar las investigación sobre Pymes en Colombia y verá que una de las quejas usuales es la cantidad de tramites y costos que le imponen a estas empresas.
La legislación colombiana, con buenas intenciones (pero eso garantiza buenos resultados) quiere corregir la asímetria de poder entre empresarios/administradores de empresas con respecto a trabajadores.
Pero sus entusiastas solo insisten en recordarnos sus buenas intenciones, y no estan dispuestos o insisten en minimizar las malas consecuencias de sus propuestas.
Y asi nunca resolveremos el problema del empleo.
Cordial saludo,
Carlos