La figura está por todas partes. En las vallas. En las paredes de las oficinas públicas. En los edificios del centro de la capital. La imagen omnipresente del presidente Chávez es la manifestación más notoria del socialismo del siglo XXI. Pero no es la única. Los carros, los miles y miles de vehículos nuevos, son otro síntoma de los nuevos tiempos. El año pasado se vendió más de medio millón de unidades y la demanda sigue creciendo. Las listas de espera más cortas superan los ocho meses. El pico y placa fue declarado inconstitucional. La gasolina es más barata que el agua embotellada. Al menos desde un punto de vista estrictamente contable, los carros son los grandes ganadores de la revolución bolivariana.
Esta semana Venezuela sufrió un apagón monumental que puso al descubierto las grandes fallas del sistema eléctrico en particular y del Estado venezolano en general. El socialismo del siglo XXI ha producido, además de grandes trancones, un Estado cada vez más grande e ineficiente, un gigante atrofiado. El Estado suma y el país resta. Después de su nacionalización, la Electrificadora de Caracas pasó de ser una de las empresas mejor manejadas de la región a ser una empresa ineficiente, un brazo político del gigante atrofiado. Lo mismo está ocurriendo con la empresa de telecomunicaciones CANTV. También una empresa modelo. Igualmente nacionalizada. Y también en franco deterioro. Mientras más crece el gigante, más se atrofia. Quiere abarcarlo todo pero no aprieta nada.
El miércoles en la noche, el día después del apagón, el presidente Chávez realizó una alocución pública de varias horas. Por decisión estatal, todos los canales de televisión transmitieron el largo y sinuoso discurso. Las emisoras de radio hicieron lo mismo. El dial parecía averiado, atascado en el mismo sonsonete. El Presidente anunció un aumento de 30% en los salarios de los empleados públicos. Firmó los decretos en vivo y en directo con ademanes grandilocuentes. Los beneficiarios (muchos de ellos pasarán a engrosar las listas de espera de los concesionarios de vehículos) aplaudieron a rabiar. En el socialismo del siglo XXI, el empleo público poco tiene que ver con el cumplimiento de una función social o con la producción de bienes y servicios esenciales. Se ha convertido en una forma perversa (e ineficiente) de redistribución. El gigante destruye empresas productivas y genera empleos improductivos.
El socialismo del siglo XXI es una empresa en la cual los trabajadores están satisfechos, pero los clientes, los usuarios, están desesperados. Pero la satisfacción de los millones de empleados públicos tampoco es generalizada. La inflación ha reducido sustancialmente sus ingresos reales (lo que explica el aumento salarial) y la inoperancia estatal también los afecta directamente. El gigante atrofiado aqueja a propios y ajenos. No sorprende, entonces, que el oficialismo sea cada vez más vulnerable electoralmente. En las elecciones regionales de noviembre, la oposición aspira a ganar 10 de las 23 gobernaciones, y la mitad de las alcaldías, incluida la de la capital.
Lo mejor que le podría pasar a Venezuela es que la revolución bolivariana se desmonte democráticamente, que se deshaga tal cual como se hizo, en las urnas. Pero los riesgos son muchos. La oposición puede tratar de forzar una transición abrupta, aprovechando la creciente frustración. El gobierno puede aferrarse inconstitucionalmente al poder. El futuro es incierto. Pero las elecciones —en las calles de Caracas no se habla de otra cosa, los taxistas opinan con la sapiencia de consultores electorales— son, por ahora, una ficción necesaria, un resquicio de esperanza entre las vallas, los carros, los apagones y la omnipresencia del gigante atrofiado.
Alejandro Gaviria
3 mayo, 2008 at 4:19 amAlgunos datos adicionales sobre Venezuela: el agua es entre cinco y ocho veces más barata que la gasolina; las listas de espera no son sólo para comprar carros nuevos: los repuestos no se consiguen (una de las razones de la suciedad de Caracas es la falta de repuestos para los camiones recolectores de basura); el empleo público ha pasado de 1.200.000 a 1.700.000 en menos de dos años, sin contar millones de empleos indirectos; el consumo de bienes durables es impresionante: la publicidad está por todas partes, compitiendo por espacio con las consignas socialistas; Chávez, en su discurso del miércoles, le pidió a los empleados públicos que ahorraran parte del aumento salarial, una suplica inútil pues el socialismo del siglo XXI no parece más que un alboroto consumista.
Anónimo
3 mayo, 2008 at 4:27 amMuy interesante Alejandro, pero esa es la realidad a la que se enfrenta el supuesto socialismo del siglo XXI del presidente Chàvez, como usted mismo lo ha dicho: el que mucho abarca poco aprieta.
Anónimo
3 mayo, 2008 at 6:38 amEl agua es más cara, no más barata.
jaime ruiz
3 mayo, 2008 at 8:05 amPerdón por enlazar textos sobre otros temas, valen la pena. Un retrato de la intelectualidad hispanoamericana, otro de la colombiana, para que sigan creyendo que las FARC son injerencia selenita que aprovecha la adicción prohibicionista.
Javier Moreno
3 mayo, 2008 at 10:25 amCuando empecé a leer el artículo creí que era una descripción distópica de el mundo Chavista dentro de unos años. Luego descubrí que estaba, de verdad, hablando de la semana pasada.
Terrorífico.
Carlos
3 mayo, 2008 at 12:21 pmEl modelo chavista es solo la extensión del sistema rentista que ya existia en Venezuela por lo menos a partir de la nacionalización o creación de PDVSA a mediados de los 70s. Un sistema donde cada se produce menos, pero gracias al aumento del precio del petroleo(que tambien es en parte inflacionario) Chavez puede extender las rentas a mas personas y puede aguantar tanta ineficiencia.
La gran pregunta es hasta cuando. La economía mundial eventualmente encontrará un techo al precio del petroleo, y las ambición de los rentistas causará cada vez conflictos internos.
Apelaez
3 mayo, 2008 at 1:18 pmMuy interesante el artículo Alejandro. Usted estaba en Caracas?
Anónimo
3 mayo, 2008 at 1:23 pmLelo69
Es imposible dejar de establecer diferencias y similitudes entre el gobierno chavistas y nuestro régimen uribista, que al rompe parecen antagónicos pero muchas veces se asemejan más de lo que quisiéramos.
Las mayores diferencias son lugar a dudas de corte ideológico, Chávez el más fanfarrón representante de la izquierda populista, por su parte Uribe representa la derecha dura y populista. Pero en el fondo ambos gobiernos son unipersonales comandados por lideres caudillistas, demagogos y manipuladores que generan en la sociedad sentimientos muy fuertes de aprobación o rechazo, por lo que ambos han radicalizado para mezquinos intereses sus propios países que más que beneficiarse los padecen.
Anónimo
3 mayo, 2008 at 1:29 pmLelo 69
Caudillismo
El caudillismo es un fenómeno social surgido durante el siglo XIX en Hispanoamérica, consistente en la aparición en cada país de líderes carismáticos cuya forma de acceder al poder y llegar a el gobierno estaba basada en el endiosamiento de su persona, al hacer creer a sectores importantes de la población que el caudillo podía llegar a solucionar todos los problemas existentes.
Se parecen o no? el chavo y superman
Apelaez
3 mayo, 2008 at 1:42 pm¿Por qué será que siempre tiene que salir alguien a decir que Uribe es igualito a Chávez? La afirmación ya hace parte de nuestro repertorio tropical de lugares comunes. Siempre será posible encontrar similitudes entre mandatarios por disimiles que parezcan. El ejercicio de comparar e igualar a Chávez podría igual hacerse con mil y otros personajes: Uribe se parecerá entonces, dependiendo de quien empuja la frase, a Stalin, Hitler, Mussolini, Perón, Kennedy, Fujimori, Bush, Lula, Correa, o al arriero de Jardín.
Anónimo
3 mayo, 2008 at 2:08 pmlelo69
Soy conciente que no es nada original establecer diferencias y similitudes entre los personajes públicos y quizás la mayoría de las veces que alguien se atreve hacerlo saldrán defensores de oficio a desvirtuar con razón o sin ella los argumentos del osado e impertinente sujeto que se atrevió a decir lo que parece.
Pero gústenos o no ni Chávez ni Uribe son grandes estadistas que pasaran a la historia como prohombres, ambos son a su manera malos políticos, malos gobernantes y lo peor, malas personas que han hecho todo tipo de tramoyas para quedarse en el poder y en eso se parecen demasiado
Germán Cuervo
3 mayo, 2008 at 2:13 pmSi Uribe se situara cerca de un espejo cóncavo veríamos en el reflejo una imagen en la que lo que está a la derecha pasaría a la izquierda, lo que está a la izquierda a la derecha y la distorsión generaría una imagen más alta y robusta. Es decir, veríamos a Chávez. Mientras en Colombia Uribe aplica paños de agua tibia casi fría, aprobando una bonificación de 100 mil pesitos para empleados públicos y por una sola vez, que dizque para que se refleje el crecimiento económico en los salarios (crecimiento por cierto halonado más por los trabajadores del sector privado), en Venezuela los paños de Chávez están mojados con agua caliente casi hirviendo, decretando un aumento del 30% en el salario mínimo (lo que obviamente mal calculado puede ser peligroso). Ambos tienen el mismo talante dictatorial, pero cada uno parado en su correspondiente lado de la balanza ideológica.
Sin embargo, si la política social de Chávez fuera manejada de modo menos apasionado, más racional (redistribución de tierras, nacionalización de empresas, aumento de salarios), me parecería mucho más acorde a una democracia que la que pueda estar aplicando o llegue a aplicar Uribe. Hay que recordar que Venezuela antes de Chávez no era tampoco un «dichado de virtudes».
jaime ruiz
3 mayo, 2008 at 2:19 pmLa «izquierda» tiene ante Chávez dos posibilidades: o lo aprueba resueltamente como campeón antiimperialista y refundador de las patrias o lo condena como caudillo populista idéntico a Uribe, un uribista colado en la izquierda. Recuerda a la que oye a otra «Oye, tú», «Pues anda que tú».
Por otra parte el parecido tiene puntos de apoyo, ambos gobernantes son profesionales del espectáculo, lo que pasa es que su público es diferente, y parece que en la comparación la izquierda rehúye el propio reconocimiento. Las personas de izquierda que quieren imaginarse que el antiimperialismo es una mezcla de Serrat y Segolène Royal se avergüenzan de Chávez, de modo que el contenido antiamericano de sus discursos, que ellos comparten plenamente, desaparece: es otro Uribe, no como ellos. La verdad es que en el medio plazo esa clase tiene el futuro asegurado en Venezuela, exactamente como en Cuba.
Decir que Chávez y Uribe se parecen es como comparar los zapatos de los ladrones y de los policías. ¿Cuántas empresas se han creado en Colombia desde 2002 y cuántas en Venezuela desde 1998? ¿Qué resultados pueden mostrar ambos países en seguridad o en desarrollo humano?
Decir que Chávez y Uribe se parecen es crear un paradigma diferente: ¡Carlos Gaviria! Y ya que menciono a ese personaje, ¿cuándo entenderán que es mucho más probable que dentro de una década Colombia haya tomado el camino bolivariano o chavista a que no lo haya hecho? La crisis actual deja ver la capacidad de convocatoria que tiene la chequera bolivariana, y sobre todo la casi nula resistencia que encuentra.
Por lo demás, la idea del socialismo del siglo XXI como festín consumista parece un poco superficial. Ciertamente hay esa reacción ante el botín («lo que nada nos cuesta volvámoslo fiesta»), pero los líderes tienen otras perspectivas, como se evidencia en una cita de hace tiempo que trajo el propio Alejandro sobre un dirigente chavista que señalaba el carácter alienante del béisbol, o con la prohibición de los Simpson (consumismo sin libertad es algo más absurdo de lo que parece).
El rumbo de Venezuela es fácilmente predecible, tiene por delante dos ejemplos interesantísimos, Zimbabue e Irak. El primer país cayó en manos de un valiente que se resolvió a hacer la reforma agraria y todos los sueños justicieros y de ser uno de los países más ricos de África ha llegado a ofrecer una esperanza de vida de 36 años; el segundo es más parecido, un Gran Líder omnipresente, nacionalista y voluntarioso terminó matando de hambre a su población al tiempo que se construía infinidad de palacios.
Pero salvo los descendientes de europeos o colombianos que emigren, la jerarquía social está más asegurada que nunca. Hay movilidad cuando hay competencia productiva, en reinos de guerreros los vencedores se casan con las clases poderosas y cultas de antes, o buscan que sus hijos e hijas lo hagan.
Germán Cuervo
3 mayo, 2008 at 3:05 pmAlejandro: le planteé esta inquietud en el espacio para comentarios de su columna anterior, pero como supongo que ya no se va a volver a pasar por allá se la repito aquí. Usted que es sapiente en números, dígame por favor cómo es posible que en un país donde el abstencionismo en las elecciones presidenciales del 2006, y manteniendo la tradición, fue del 55% (14.7 millones de personas habilitadas para votar no votaron) y en el que entre los que sí votaron un 38% (4.6 millones, sin contar los votos nulos y no marcados) no lo hicieron a favor de Uribe, una encuesta hecha a mil personas con teléfono fijo, que viven en ciudades principales –teniendo en cuenta que según el último censo solo el 57% de los hogares colombianos posee telefonía fija–, puede arrojar como resultado (o por lo menos insinuar), y con un margen de error de sólo el 3%, que Uribe tiene el 79% de opinión favorable ENTRE TODOS LOS COLOMBIANOS MAYORES DE 18 AÑOS (21 millones de 27 millones de personas, aprox., habilitadas para votar). Para mí, analizándolo de esta manera, es un resultado que no corresponde a la lógica, pero no sé si estoy razonando a medias.
Me limito a sospechar que por lo menos esta encuesta no incluye muy a propósito a los abstencionistas (que por algo lo son) y a los que no tienen teléfono fijo (que por algo no tienen), porque de hacerlo los porcentajes serían muy pero muuuy distintos.
PD: En esta última columna afirma que el agua embotellada es más cara que la gasolina, pero en el primer comentario dice que el agua es más barata. ¿Se refiere a la del acueducto, o fue un lapsus?
Anónimo
3 mayo, 2008 at 6:18 pmLa imagen de la señora Betancourt en los medios de prensa, secuestrada por las FARC en Colombia durante años, sin información durante años si está viva o muerta, es chocante por la gravedad del crimen del secuestro, como por el uso político del mismo. El espectáculo de hacer alarde de tener buenos contactos con criminales, que son los secuestradores, como si se tratase de un acto político normal, nos impacta por su cinismo. Lamentamos que en Colombia no pueda imperar el estado de derecho. Esperamos que Venezuela puede encontrar el camino hacia la libertad y la democracia, lo que es claro no se alcanza con presidentes vitalicios, que aspiran a poderes de dictador.
Comentario atribuido a Michelle Bachelet socialista de verdad, no como el orangutan venezolano.
Alejandro Gaviria
3 mayo, 2008 at 7:49 pmGermán: lo del precio del agua fue en error involuntario. Sobre su pregunta, habría que decir varias cosas: (i) la encuesta sí incluye los abstencionistas: estos sólo son excluidos en las encuestas electorales; (ii) la exclusión de la población sin teléfono fijo sería un problema si esta población tuviera opiniones políticasmuy diferentes al resto. En mi experiencia ese no el caso; (iii) tampoco creo que pueda suponerse que los abstencionistas tengan opiniones muy diferentes a los votantes. Todo lo contrario: yo creo que la proporción de uribistas es mayor entre los abstencionistas. La mayoría de los antiuribistas votaron mientras muchos uribistas se quedaron en la casa seguros del triunfo de su candidato. En fin, no creo que las cifras citadas representen una paradoja. Puede que la popularidad de Uribe sea unos cuantos puntos menor. Pero los niveles y la tendencia son fenómenos reales.
Apelaez: estoy en Caracas en un seminario académico. Hace tiempo no venía. El socialismo del S. XXI es, de verdad, una cosa bastante rara.
Jaime: pregunté por la frase que usted menciona, y me contaron que Chávez y sus ministros dejaron de usarla. Quise concentrarme más en los aspectos económicos que en las restricciones a la libertad. Hay un dato interesante que conecta las nacionalizaciones con el béisbol profesional. Aparentemente el Gobierno está interesado en compra a Magallanes, uno de los equipos de béisbol más populares de Venezuela. También se comenta que la empresa Polar, podría ser la próxima de la lista. Poco a poco el Estado ha ido comprándolo todo y (en el proceso) ha ido destruyendo la base productiva de este país. Pero nadie parece darse cuenta del problema en medio del festín de consumo de bienes durables, la gran mayoría, por supuesto, de importación.
Lelo: en el tema de la columna, hay una diferencia sustancial entre Chávez y Uribe: el sector privado en Colombia vive un momento excepcional. Además, Uribe privatizó a Telecom, a BanCafe, a Granahorrar, una parte de Isagen, de ECOPETROL, etc. Pero, como dicen Germán, ambos son bastante dados a usar el presupuesto con fines electorales.
Anónimo
3 mayo, 2008 at 9:18 pmNo traten de mirar a Venezuela por encima del hombro. Lo que esta viviendo Venezuela lo vamos a vivir muy pronto nosotros.Con la diferencia de que ellos son ricos dilapidadores y nosotros, a penas, pobres con pretensiones.
Todo por la terquedad reelecionista del Mesías.
Germán Cuervo
3 mayo, 2008 at 9:27 pmAlejandro, me parece aventurado afirmar que la mayoría de los abstencionistas eran uribistas que se quedaron en casa porque sabían que su candidato iba a ganar, primero porque Uribe alcanzó una cifra record de votación, y segundo porque el promedio de abstención en Colombia ha sido desde 1978 superior al 50%; esto implicaría según su explicación que en el 98 la mayoría de los abstencionistas eran pastranistas, en el 94 samperistas y así sucesivamente. Es más bien llamativo lo concordante de ciertos datos:
– Número de personas en la pobreza absoluta y la indigencia según el DNP: 64%
– Número de hogares sin telefonía fija, según el DANE: 47%*
– Abstencionismo electoral: 55%
¿No es más lógico pensar, a partir de estos datos, que aquellos que no votan son los que no creen en el sistema democrático, que son los pobres ancestrales los que tienen más razones para asumir esta actitud, y que es en esta población donde es más probable registrar la escasez de cobertura telefónica?
*Me corrijo en el dato que escribí en mi comentario anterior.
Anónimo
3 mayo, 2008 at 9:48 pmAlejandro estoy de acuerdo con usted en que los colombianos estamos mejor gobernados que nuestros vecinos, no porque Chávez sea socialista y que Uribe este dentro la ortodoxia capitalista.
Preferiría para nuestro país un estadista mejor rodeado dde gente seria y muy alejado ideológicamente de los José Obdulios, de Fernando Londoño, de Pepe Lafourie, de Visbal Martelo de su primo Mario Uribe entre otros.
Del señor Chávez siempre he creído que es enfermo mental, un sujeto inestable, narciso,mala leche y megalomaniaco que esta llevando a Venezuela al desastre
Anónimo
3 mayo, 2008 at 9:51 pmEl anónimo de las 16.48 es de mi autoría
Lelo69
Alejandro Gaviria
3 mayo, 2008 at 9:52 pmGermán: perdón, pero sus cifras están completamente erradas. Corresponden al año 2004, en el mejor de los casos. Hoy en día la pobreza es de 45%. La indigencia es aproximadamente la mitad de la pobreza. La población con Necesidades Básicas Insatisfechas, que se acerca más a su idea de pobres ancestrales, es de 28% ( ver aquí). Además, los datos disponibles muestran que, en el período 2002-06, los ingresos de los pobres crecieron a un ritmo superior a los de los ricos ( ver aquí para una información preliminar ).
De otro lado, no creo que los antiuribistas sean más abstencionistas. Los datos de la Encuesta Social y Política (ESP) de la Universidad de los Andes muestran que, paradójicamente, los individuos que se definen como de “izquierda” son más propensos a votar que el resto.
Alejandro Gaviria
3 mayo, 2008 at 9:56 pmLelo: de acuerdo. Hasta al mismo Fabio Echeverri lo oí decir hace unos días que Uribe está muy mal rodeado. Sobre Chávez, la verdad que la tal revolución es una mezcla de estatismo sin freno, corrupción y consumismo.
jaime ruiz
3 mayo, 2008 at 10:09 pmNo olvidemos que el 70 % de los colombianos apoya a las FARC, según declaraciones de nuestro padrecito Raúl Reyes: ¿quiénes? Pues todos los pobres, naturalmente, que no creen en la falsa democracia: ¡por eso son pobres, porque no se dejan corromper por este sistema, de otro modo ya se habrían prostituido y apoyarían al narcoparaestado! Cuando ellos ven que los compañeros de la USO se pensionan cuando el tiempo trabajado + la edad da 70, sienten que ya hay una vanguardia de la clase pobre que ha alcanzado lo que debería ser un derecho de todos y se alegran, llenos de esperanza de alcanzar lo que se hará realidad cuando se consiga vencer al narcoparaestado. Cuando saben que los compañeros de las negritudes cubanas no llegan ni a los diez dólares de sueldo mensual, comprenden que en el territorio libre de América la redención por la pobreza ha llegado a ser universal y ya no hay vendidos ni arrodillados que ganan mucho más que los demás. Son sabios, luego son pobres, que es como decir, son pobres, luego son sabios y además justos.
(Algo del artículo: ciertamente sería muy deseable que los chavistas perdieran las elecciones en 2013, pero ¿por qué no desear que Chávez rectifique y desnacionalice todo y renuncie al armamentismo y se vuelva liberal? Desear no cuesta nada y sin embargo todas las revoluciones de ese tipo terminan del mismo modo, como Irak. Lo único dudoso, aunque no tanto, es cuándo emprenderá Colombia el mismo rumbo. Las perlas que uno lee sobre la CSJ y la crisis, por ejemplo de Kalmanovitz, anuncian lo peor.)
lelo69
3 mayo, 2008 at 10:49 pmlelo69
Venezuela cada vez se parece más a la antigua Colpuertos empresa estatal corrupta manejada por una mezcla de políticos profesionales y sindicatos liderados por una parranda de sinvergüenzas que cuando los denunciaban hablaban de oligarquías y de capitalismo salvaje mientras se robaban con los Names , Gerlein, Davilas y Garcías Romero la empresa.
Colombia hoy se parece a la nueva empresa de puertos privatizada entre otros por los políticos que antes la saqueaban ahora más pulcra y eficientemente sin sindicatos de morochos sino con socios de alto turmequé tipo Guido Nule y compañía.
Cuestión de estilos nada más.
Gran Hermano
4 mayo, 2008 at 1:16 amAlejandro: el CADIVI, que hace parte del Ministerio del Poder Popular de Venezuela, maneja una política estricta de control de cambios, así, los trámites requeridos para tener acceso a los dólares en Venezuela son muchos, lo cual ha provocado el surgimiento de un fuerte mercado negro de dólares: la cotización puede situarse alrededor de 3,600 cuando en mercado oficial está en 1,800. Este control excesivo de las divisas ha provocado enormes distorsiones y una ilusión de escasez cuando el dólar abunda. Algunos sospechamos que desde Colombia se hacen truquitos para poder para ampliar la oferta de dólares en el mercado negro Venezuela, ya sea introduciendo dólares desde Colombia ó a través de la sobrefacturación en dólares de ambas partes para pedir más dólares al CADIVI y luego vender en el mercado negro. Por otra parte, hay la sospecha de que la sobrefacturación explica, en algunos sectores, el incremento de las exportaciones a Venezuela.
Doctor Gaviria: ¿Usted alcanzó a ver cómo se mueve el dólar por allá? Ese tema de los efectos perversos de las regulaciones en Venezuela es un tema de estudio interesante sería bueno ahondarlo. A propósito, me uno a las felicitaciones por su libro.
Anónimo
4 mayo, 2008 at 5:52 amYo creo que es vàlida la semejanza entre Chàvez y Uribe en como se aseguran votos de acuerdo a sus programas asistencialistas, pero Venezuela en cierto sentido es inoperante, depende de un ùnico producto como el Petròleo, y como ya lo han mencionado no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista.
jaime ruiz
4 mayo, 2008 at 6:27 amUna frase de Alfredo Rangel lo resume todo, en especial lo que tiene que ver con la transformación de Colombia en estos seis años: «Antes, el narcoterrorismo hacía estallar bombas… ahora hace estallar escándalos».
lelo69
4 mayo, 2008 at 1:51 pmLa hora del destape
Quizás esta estrofa de una canción de Serrat que tanto le gusta a Jaime, como a mi Rangel explica lo que esta pasando ahora
«Probablemente que todo eso debe ser verdad
aunque es mas turbio como y de que manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quien sirven cuando alzan sus banderas».
jaime ruiz
4 mayo, 2008 at 2:24 pmLelo, a mí me gusta Serrat, todavía me sé muchas canciones suyas, incluso lo considero mejor que Danny Daniel, Emilio José, José Vélez y hasta Juanes. Eso sí, no es alguien como Miguel Hernández, ni siquiera como Barba-Jacob.
Alejandro Gaviria
4 mayo, 2008 at 2:47 pmGran hermano: yo también había oído los mismos rumores sobre los trucos (son varios) para arbitrar la diferencia entre el dólar negro y el oficial. La sobrefacturación de exportaciones colombianas seguramente se ha presentado. Pero el gobierno venezolano está interviniendo activamente en el mercado negro de divisas, lo que ha disminuido sustancialmente la diferencia entre el dólar negro y el oficial. Una de las noticias del momento en Venezuela es la reevaluación del Bolívar en la calle. El dólar callejero pasó de venderse a 6,1 bolívares a 3,1 en cuestión de semanas. La tasa oficial está en 2,1.
Las posibilidades de arbitraje son menores pero, cuando llegué al aeropuerto los compradores de dólares se me abalanzaron de una vez.
Jaime: las elecciones son en 2012. Probablemente la ilusión de una transacción democrática es eso…una ilusión. Pero es lo que sostienen a mucha gente en Venezuela.
lelo69
4 mayo, 2008 at 3:09 pmBueno Jaime me reconforta saber que tenemos algo en común, por lo que te recuerdo esta de Serrat, aclarando que no es un declaración de amor,simplemente un ejercicio de tolerancia en estos momentos tan complicados y peligrosos de radicalismos, además hago otra aclaración para tu tranquilidad en el supuesto que fuera gay, te confieso no eres mi tipo…
No sé si me gusta más de ti
lo que te diferencia de mi
o lo que tenemos en común
Te guste o no
me caes bien para ambas cosas
Lo común me reconforta
lo distinto me estimula.
ENRIQUE VALLEJO AGUDELO
4 mayo, 2008 at 4:56 pmQue más hay que decir, Hugo Chavez, es un niño adoctrinado en la vida militar, al que se le abrieron sus ojos y sus bolsillos al ver la riqueza y el capital que significa todo el subsuelo de su pais, politicas «sociales», pesimamente mal manejadas, corrupcion rampante por todos lados, una ley de tierras, mentirosa, inconclusa y en busqueda más de la foto y la sonrisa complaciente de los campesinos, que la verdadera expansion y crecimiento escalonado del sector agropecuario venezolano, ahora Profesor Alejandro, no entiendo el desabastecimiento, el hambre, la pauperizacion del empleo y de la clase media venezolana, si el barriel de crudo, esta a buen precio; ¿Donde estan todos esos dolares?. Hace dos semanas estuve en Venezuela, y la cosa esta cada vez más polarizada; el puñado de los que viven a costas del asistencialismo dadivoso de Chavez y los que quieren tumbar d euna vez por todas, un regimen con mucho dinero pero mal invertido, dirigido e interesado en hacer jugarretas tontas con sus vecinos, cuando en su casa hay hambre, miseria y sectarismo
Gran Hermano
4 mayo, 2008 at 6:34 pmUna pregunta -difícil creo- para un abogado:
En la columna de hoy del Tiempo de Alfredo Rangel, (que a propósito es interesante y recoge algunas de las ideas ya señaladas por A. Gaviria) refiriéndose al cohecho dice:
«la representante demócrata Nancy Pelosi dice todos los días que aprobará el TLC con Colombia solo si el presidente Bush les otorga compensaciones monetarias a ciertas industrias cuyos sindicatos hacen parte de las bases electorales del Partido Demócrata.”
Si algún abogado del blog puede, le agradecería me diera su concepto frente a la siguiente pregunta: ¿podría considerase en Colombia cohecho el condicionamiento de Nanci Pelosi? Si la respuesta es: “sin lugar a dudas sí” (obviamente con una previa justificación), entonces a todas luces habría que darle la razón a Alfredo Rangel y a Alejandro Gaviria: hay que sospechar del escándalo de Yidis. No obstante, tengo la sospecha de que la cosa no es tan sencilla, y frente a esta pregunta es obligatorio entrar en los detalles del derecho y del delito del cohecho, no basta la generalidad. De lo que si estoy seguro es que hay ciertas contradicciones entre la práctica de las democracias representativas y el delito de Cohecho. En este sentido, dice Alfredo Rangel: “En todas las democracias liberales es una práctica habitual y legítima que los gobiernos utilicen sus recursos de poder, como inversiones públicas, apoyos presupuestales, asignación de cargos oficiales, etc., con el fin de obtener apoyos políticos a sus iniciativas gubernamentales.” No obstante, muchas de estas prácticas se consideran éticamente incorrectas e incluso punibles.
Me parece muy buena la columna de Alfredo Rangel por los interrogantes que plantea.
Germán Cuervo
4 mayo, 2008 at 7:02 pmEl dato de que la pobreza está en el 64% lo obtuve de esta columna de Daniel Coronell del año pasado, pero supongo que por ser esa la fuente menos creíble le ha de parecer. Según usted el dato corresponde al 2004. Pues bueno, encontré entre mis archivos una nota del 2005 de El Tiempo, cuyo link ya no existe, que dice: » La situación de pobreza en Colombia es crítica ya que, según cifras del Gobierno, el 52 por ciento de la población está por debajo de los ingresos mínimos para cubrir sus necesidades básicas. No obstante, otros estudios privados sostienen que la pobreza es mayor y que cobija a cerca del 60 por ciento de la población».
Este artículo del 2006 de Semana dice: » La misión de pobreza, después dos años de investigación, llegó a una conclusión aterradora: el crecimiento económico en Colombia va en contra de los pobres. (…) Tras un par de años de trabajo, la Misión contra la Pobreza, un grupo conformado por el gobierno junto con expertos de Planeación Nacional, varias universidades, consultores internacionales y ONG, encontró las razones para que tanta gente esté estancada. Y el hallazgo no podía ser más dramático: aun en un ambiente de permanente crecimiento económico, hay condiciones sociales, económicas y políticas que impiden a 22 millones de colombianos (quienes están en la línea de pobreza) mejorar sus condiciones de vida».
Al respecto, este informe de El País afirma que «Según el Departamento Nacional de Planeación, DNP, en el período comprendido entre 2002 y 2006 la pobreza cayó en 11 puntos porcentuales, al pasar del 56% al 45%, lo cual significa que el número de pobres bajó de 22,39 millones a 18,94 millones. Al mismo tiempo, dijo el DNP, la pobreza extrema o indigencia también bajó diez puntos en el período. Mientras en el 2002 el 22% de la población (unos 8,79 millones de personas) estaba en esa condición, el año pasado ese indicador llegó al 12% (aproximadamente 5,05 millones de habitantes)».
Pero por supuesto esas cifras pueden ser maquilladas u obtenidas mediante estándares de medición establecidos a partir de cierta conveniente definición de pobreza, con la cual se obtiene su mentado 45%. El indicio de que esto es muy factible está en las presiones gubernamentales que impulsaron la salida de dos directores del DANE en tres años.
El artículo de El País dice además que , según la Universidad Nacional, la Contraloría General y la Iglesia Católica, para finales del 2006 el 50% de los colombianos se encontraban en la pobreza y el 20% en la indigencia, y que según las Naciones Unidas «en total, 64 de cada 100 colombianos están en el umbral de la pobreza».
Al parecer el único organismo que afirma lo del 45% es el DNP, sin embargo es la única cifra que usted acepta como real (a menos que entre el 2007 y lo que llevamos del 2008 la disminución haya sido así de drástica, de lo cual no estoy enterado aún). Claro que… ¿quién le cree a los medios de comunicación?
Por otro lado, no sé en que momento di a entender algo como que los antiuribistas eran más abstencionistas. Dije que los abstencionistas lo son más porque no creen en la democracia tal como se la tienen pintada.
Gran Hermano
4 mayo, 2008 at 7:05 pmQué opinan del siguiente pasaje de A. Rangel:
«Y, a propósito, el caso Suaza parece comprobar que por ahí hay gente ofreciendo mucho dinero a cambio de enlodar al Presidente y a sus amigos políticos. Antes, el narcoterrorismo hacía estallar bombas… ahora hace estallar escándalos.»
Al estilo de Jaime Ruiz, no?
Cuando se dice algo que puede a afectar al presidente, no puede ser sino mentes macabras y terroristas las que están detrás. Se mezcla lo particular con lo general; un pésimo razonamiento inductivo. Lamentablemente estos son los problemas de una sociedad ideológicamente comprometida en exceso. En están sociedades pareciera que la fuerza de la razón es poco importante. Las convicciones imperan.
jaime ruiz
4 mayo, 2008 at 7:54 pmGran Hermano, es difícil encontrar pruebas más increíbles de lo que se dice razonamiento inductivo y hasta de duda metódica que sus opiniones. ¡Resulta que ahora es lo que puede afectar al presidente! Bueno: ¿usted pretende engañar a alguien o es tan cerrado que de verdad ve las cosas así? Sencillamente nadie se inculpa de delitos sobre los que no le están preguntando (caso del supuesto cohecho de Teodolindo) sin tener algún motivo, de modo que Yidis Medina y su abogado tiene algún incentivo poderoso: a ese innegable cohecho de Teodolindo (del que no habla Rangel), habría que añadir el perjurio. Y los casos de presiones a paramilitares para que inculpen al presidente ya son tres (Tasmania, Villalba y Suaza), de modo que no basta la mala fe para llegar a presentar tal montaje como aplicación de la justicia, también se requiere algún daño cognitivo, o… ¿Whisky caro?
Lo de Germán y el crecimiento de la pobreza también es prodigioso, característico de la UN, y eso que no ha llegado todavía a la noción de pobreza relativa, a esa situación en la que uno resulta más pobre con un poder adquisitivo de 3 dólares diarios que con uno de 2 dólares diarios. Eso sí, ningún sesgo, ningún exceso, ninguna parcialidad excesiva, en la UN son raros los extremismos. La ideologización deformante es tan increíble que las víctimas no creen que razonen como una secta fanática sino como los más equilibrados y ecuánimes: a mayor crecimiento económico mayor pobreza de los pobres, lo dicen Semana y El Tiempo, si algo parece indicar lo contrario es porque hay cifras manipuladas.
Maldoror
4 mayo, 2008 at 8:16 pm¿Y como sabemos que el cuento de que están presionando a paras para declarar contra el gobierno, no es sino eso, cuento del gobierno para desacreditar a los testigos? ¿O como sabemos que incluso el gobierno no ha ejercido presión sobre estos para obligarlos a decir que los están presionando? Jaime, deje de creer que todos somos tan idiotas como ud.
Germán Cuervo
4 mayo, 2008 at 8:23 pmJaime Ruiz, sofista excelso, máximo exponente del ad hominem: gracias por iluminarnos el camino.
lelo69
4 mayo, 2008 at 8:49 pmYolanda Reyes, también estuvo en Venezuela y escribió en su columna de hoy del diario El Tiempo algo que cae como anillo al dedo las comparaciones inevitables y casi automáticas que se suscitan cuando alguien defiende o ataca al loquillo de Miraflores con el capataz de la casa de Nariño.
«Para pactar el empate, me proponen adherir a los «Ninis» (ni chavistas ni opositores) y me aclaran que no es un movimiento político sino, más bien, un sentimiento. En el avión de regreso, muevo media hora las manecillas del reloj y pienso que deberíamos imitar ese movimiento, o sentimiento, en Colombia. La posibilidad de ver los matices une a los «Ninis» en los dos lados de esa frontera que ahora atravieso. Como el paisaje común que, en vez de líneas tajantes, sigue las formas onduladas del mismo mar y de la misma cordillera».
jaime ruiz
4 mayo, 2008 at 9:05 pmSergio, del siguiente modo: preguntándose qué motivos puede tener alguien como Yidis Medina para confesar actividades que la pueden llevar a la cárcel. Creo que su entendimiento no llega a tanto, pero ya que pregunta. Bueno, se trataba de los que acusan al presidente: ¿para qué va a pagarle el gobierno a Villalba para que diga que vio al presidente preparando la masacre de El Aro? Bah: seguramente lo ha visto y se le iluminó la memoria después de que lo visitara la guerrillera de los falsos positivos.
Germán, lo del «ad hominem» está buenísimo, sobre todo después de perlas como ésta:
Dije que los abstencionistas lo son más porque no creen en la democracia tal como se la tienen pintada.
Lo dicho, un 70 % de apoyo a la insurgencia, en la abstención hay un potencial de rebeldía que es ya negación del unanimismo forzoso que pretende el narcoparagobierno imponer mediante encuestas manipuladas. Siga así, compañero.
Rafael
4 mayo, 2008 at 9:21 pmDice en el artículo de Semana:
«…No siempre la situación ha sido tan mala. Entre 1970 y 1996, el crecimiento del país permitió que la pobreza se redujera, especialmente del 78 al 95, cuando la economía crecía al 4 por ciento anual y el desempleo no superaba el 10 por ciento. El porcentaje de los colombianos por debajo de la línea de pobreza se redujo en 20 puntos, y la pobreza extrema pasó del 45 al 21 por ciento.
Por entonces hizo carrera la tesis neoliberal según la cual el crecimiento económico generaría inevitablemente bienestar a todos los colombianos…»
Bueno bueno, pero como cuadra eso con esta gráfica recientemente publicada en el blog del liberal colombiano, que es de éste documento.
Claro, claro un aumento tan dramático de la deuda es algo típico del neoliberalismo nada que ver con la austeridad típica de los gobiernos que buscan la «justicia social»….
Siempre el neoliberalismo será el culpable…
Saludos
Rafael
4 mayo, 2008 at 9:23 pmMe refiero al articulo «pobre país» puesto por Germán Cuervo.
Alejandro Gaviria
4 mayo, 2008 at 9:45 pmGermán: aquí está la gráfica de la evolución de la pobreza. Utilizar a Coronell como fuente al respecto es (discúlpeme) un despropósito. La gráfica fue elaborada por la Misión de Pobreza, la misma que cita el artículo de Semana. El párrafo que usted menciona, que alguna vez fue portada de Semana, es una muestra de ignorancia casi risible. Yo me leí el informe completo de la Misión y (créame) es imposible interpretar los resultados como lo hizo Semana. Las idioteces que publica regularmente la prensa colombiana sobre temas sociales son incontables. Es conveniente, de vez en cuando, consultar las fuentes primarias.
Gran Hermano
4 mayo, 2008 at 9:55 pmNo estimado Jaime, yo no pretendo engañar a nadie, de hecho, yo puedo estar equivocado. Está bien, sino quiere que hablemos del presidente entonces hablemos del entorno político que ideológicamente, económicamente y en otros sentidos apoya a Uribe, en el cuál obviamente está incluido él mismo.
Jaime, si lee bien mi opinión notará que no he negado que es posible que haya incentivos extrajudiciales; lo que pasa es que NO HAY un espacio para la duda si se muestra que si Yidis fuera Nanci Pelosi (pero en Colombia y en la coyuntura actual) también sería acusada de cohecho. Y le recuerdo que reconozco las contradicciones de la democracia y su doble moral.
Jaime, lo que critico NO es que se diga que Yidis pudo tener incentivos para autoflagelarse: ¡claro que pudo tener incentivos! ¡Quién sabe ahora qué ventajas le representa acogerse a sentencia anticipada y quedarse callada! Pero en las democracias cuando los enemigos políticos ven un espacio para cobrarle a un gobierno los errores tenga la seguridad que sin duda se lo cobran, aquí y cualquier país. No es necesario hablar de terrorismo, como lo hace A. Rangel.
Le aclaró, lo que yo critico son esas evasivas comprometidas ideológicamente y carente de razonamientos VERDADERAMENTE INDUCTIVOS, que acusan cualquier señalamiento a nuestro Gran Hermano en el sentido de Orwel (Mr. Uribe), como intentos narcoterroristas de las más bajas fuerzas oscuras del mal, y luego se muestran como imparciales. Hombre, esas son las evasivas de todos cuando están siendo investigados: todos son víctimas de persecuciones políticas sin fundamentos, ¡pobrecitos!, es el caso de Trino Luna. Claro que la oposición tiene que mostrarse en contra de esto ¿entonces para qué están?
Jaime, no sé porqué dice al referirse a mi opinión que: “es difícil encontrar pruebas más increíbles de lo que se dice razonamiento inductivo y hasta de duda metódica que sus opiniones”. Mi razonamiento el mi opinión 13:34 no es inductivo, al contrarió, es axiomático-deductivo, por ejemplo, de definiciones como la del cohecho a través de la razón uno podría mostrar que hay complot sospechoso en la Corte Suprema de Justicia. ¿Cómo? Mostrando que la norma y los delitos señalados conducirían a cursos diferentes de los que ha tomado la justicia. Entonces sin dudarlo diríamos la CSJ está desbocada y hay una persecución política, aunque no necesariamente del narcoterrorismo, eso es otra cosa. Mientras tanto estamos en el campo de la retórica. Como bien lo dijo Maldoror ¿Por qué no puede ser que a Suaza le hayan pagado para que diga que está siendo chantajeado para declarar en contra de Uribe? ¿Qué ganaría Ferney Suaza diciendo que había recibido presiones para vincular a Uribe? En cambio, de quedarse callado y vincular Uribe tendría 200 millones de pesos y asilo en Canadá ¿O será que Uribe también tuvo que dar más platica que los otros o una mejor oferta en otro sentido? ¿O será que le ofrecieron dar esta declaración PARA GENERAR LA SENSACIÓN de que los que hablaban en contra del gobierno de Uribe eran comprados?
Aquí no se sabe quién es el malo del paseo ¿Si ve que estamos en campo de la RETÓRICA, donde todo es borroso?
Germán Cuervo
4 mayo, 2008 at 9:56 pmGracias Jaime, pero su ejemplo de ad hominem no encaja con la definición. Un buen ejemplo de ad hominem, en modo ironía, es todo lo escrito en su último comentario.
Maldoror
4 mayo, 2008 at 9:57 pmJaime
Su argumento con Yidis sólo nos dice sobre los motivos de Yidis, no sobre la verdad de sus acusaciones. Obvio que Yidis se auto incrimina con una intención política de por medio, pero eso no quita que lo que dice sea verdad. Yidis le quiere cobrar al gobierno las promesas no cumplidas, pero eso no quiere decir que no hayan sido hechas y que tales no impliquen un delito
En cuanto a lo de la masacre del aro y lo que han dicho estos testigos…lo que yo dije es que el gobierno podía estar filtrando falsos rumores para desacreditar a los testigos y que incluso podría estarlos presionandolos para cambiar su historia. Pero ud de antemano decidió que todo es una conspiración contra el gobierno y que las cortinas de humo y sus disculpas son verdad de antemano. Bah
Maldoror
4 mayo, 2008 at 10:04 pmDije que los abstencionistas lo son más porque no creen en la democracia tal como se la tienen pintada.
Lo dicho, un 70 % de apoyo a la insurgencia, en la abstención hay un potencial de rebeldía que es ya negación del unanimismo forzoso que pretende el narcoparagobierno imponer mediante encuestas manipuladas. Siga así, compañero.
¿Desde cuando decir que los abstencionistas «no creen en la democracia como la pintan» implica o sugiere que la persona que hace esa afirmación piensa que el «70% de la población está con las FARC»?
Maldoror
4 mayo, 2008 at 10:21 pm(ii) la exclusión de la población sin teléfono fijo sería un problema si esta población tuviera opiniones políticasmuy diferentes al resto. En mi experiencia ese no el caso; (iii) tampoco creo que pueda suponerse que los abstencionistas tengan opiniones muy diferentes a los votantes. Todo lo contrario: yo creo que la proporción de uribistas es mayor entre los abstencionistas.
Alejandro:
Respecto a i)
¿Cuando se refiere a «su experiencia», se refiere a datos que ud conoce que no han sido publicados, y que justifican su afirmación de que la población sin telefono fijo tiene opiniones políticas similares al resto, o simplemente a evidencia anecdótica? ¿Si es lo primero, cuales son esos datos? ¿Si es lo segundo, por qué habríamos de considerarlo un dato relevante?
Respecto a iii)
¿Por qué no puede suponerse eso? No creo que los abtencionistas sean necesariamente anti uribistas, pero tampoco creo que sean PRO Uribistas. Creo que el abstencionista promedio, más bien, es alguién que probablemente desdeña la política y a los políticos en general, uribistas y anti uribistas
jaime ruiz
4 mayo, 2008 at 10:22 pmGran Hermano: bueno, pongamos el caso de Yidis Medina. ¿Por qué le dictan orden de captura y después resulta que ella está muerta de ganas de «cantar»? ¿Por qué no la citan a indagatoria? Bueno, pero el caso del cohecho tal como se presentaba es un disparate: no puede haber delito en recomendar nombramientos ni inversiones porque es más bien parte de la labor del congresista. La realidad es que en eso suele haber dolo, pero es obvio que una persecución específica sin más objeto que hacer ilegítima la reelección de Uribe es un absurdo. ¡Es por eso, porque no hay un delito visible, por lo que por una parte aparece la figura de acogerse a sentencia anticipada, y también las supuestas «colillas» de los cheques de Teodolindo, caso en el que sí habría cohecho, pero ¿cuántos delitos estaría cometiendo la señora? ¿Y cómo es que alguien que comete un delito se busca testigos para quedar más expuesto?
Lo de Suaza está mejor. ¿Qué pasa si a usted mañana le ofrecen un millón de pesos por matar alguien y usted va y lo denuncia? Podría decirse que denunciando no gana nada y haciendo lo que le piden se gana su milloncito. Bueno, traicionar a la gente con la que se está, mentir ante la justicia, etc., son cosas que no todo el mundo puede hacer. (Y menos por 200 millones, que si fueran 2.000 ya no se sabe.)
Claro: podría haber un montaje inverso en el que le pagan a Suaza para que declare falsamente eso, creo que es lo que se figura Alejandro que ocurre con alias Tasmania, pero entonces habría que averiguar los detalles del caso, por ejemplo conocer la versión de Suaza, etc.
De verdad que su DESEO de que no haya una conjura incentivada bolivarianamente lo lleva muy lejos, pero es algo cultural, cada vez me convenzo más de que la moral está fuera de los individuos: toda la clase educada en Colombia responde a los mismos tics.
jaime ruiz
4 mayo, 2008 at 10:35 pmSergio: bueno, ¿cuáles son las acusaciones? No recuerdo a nadie que haya dudado que a la señora le hayan prometido hacerle caso respecto a algunos nombramientos o inversiones. Lo que sólo los sesgados aceptan es que eso se pueda considerar delito. ¡El que sólo se pretenda castigar algo que por una parte es normal, pues los legisladores representan legítimamente intereses, y por la otra es habitual, resulta fascinante, expresivo de la cultura colombiana! Pero el que se pretenda presentar ese atropello como un avance de la justicia ya es un extremo de la percepción de las nociones morales en un sentido ultracolombiano (es decir, universitario): ¿es justo que yo esté escribiendo gratis aquí? Lo justo es lo que le gusta a cada uno y la relación del castigo con las normas es un fastidio (de hecho, los estudiantes de Derecho en los sesenta sobre todo aprendían de sus maestros, como Jaime Pardo: «El Derecho no es más que la voluntad de la clase dominante erigida en ley». No sé cuántas veces he encontrado esa inclinación de los jueces a ir más allá de las leyes, que es como si los médicos juzgaran si el paciente merece vivir o si el tamaño de la nariz del paciente es el apropiado para su felicidad).
Respecto a lo de Villalba hay más cosas: ¿por qué no declaró eso antes sino después de la visita de la guerrillera de los falsos positivos? Aparte, Uribe dijo que mostraría que no podía haber acudido a esas reuniones.
El sesgo perverso en la conducta de la Corte es tan obvio que la inclinación a negarlo no es más que ese increíble subjetivismo que se expresa en la noción de «justicia» descrita arriba.
Gheysel Naranjo
4 mayo, 2008 at 10:43 pmDe acuerdo, Venezuela, de la raíz de la antigua Venecia, la miiiaaaa Itaaalia…, tiene poca actividad mental y organizativa, pero TODOS SOMOS GOBIERNO BOLIVARIANO…, de esa no se escapa ningún país recorrido por Bolívar…digo que también Venezuela brilla por su riqueza en especial de sus selvas profundas y puras, donde entre otras están las majestuosas cataratas del Salto del Angel…y de estructuras como la Atlántida…
Nota: Con respecto a su reciente libro “Uribeconomics” publicado por Norma, no creo doctor Gaviria que la imagen de la carátula lo haya traicionado como ud. Manifiesta porque, como en el fútbol, si algo refleja es EL ESPEJO DE LA SOCIEDAD, LA PROFESÍA DE UNA COLOMBIA PROFUNDA, y el nacimiento de filosofías y el cómo van las industrias, los salarios, la producción en el campo y el funcionamiento del TLC. Con seguridad este signo de identidad saldrá de la frontera. Ello es un aspecto luminoso para quienes quieren hacer negocio con lo que editan. Y para los foristas, pues nada más interesante que uno ser su propio jefe de redacción de un periódico del estilo Newyorkiano… y al final reeescribir todas las piezas inteligentes del futuro donde actuén los hombres del gobierno, los ministros de culto, los guerreros del espiritu y los trabajadores de fuerza…-
gheysel.blogspot.com
jaime ruiz
4 mayo, 2008 at 10:48 pmGermán: claro, no se puede decir que usted haya dicho que los abstencionistas apoyan a las FARC o así, pero tampoco veo dónde está el ad hominem, que es una descalificación por la persona (como: «que me diga eso un Cuervo ya me resulta un poco siniestro»).
El problema es el mismo de GH y Sergio, cierta disposición a ver las cosas de una forma grata a las propias inclinaciones. NO, los abstencionistas no son principalmente uribistas más que en el sentido del CONFORMISMO. No les gusta más Uribe que Carlos Gaviria o cualquier otro candidato, sino que no ven el provecho en votar. El atribuirles la esperanza de una sociedad alternativa (y de ahí a negar la confiabilidad de las encuestas) es puro subjetivismo. Muchos abstencionistas son personas marginadas socialmente, que sufren problemas psíquicos, que tienen retraso mental (Down, por ejemplo), que están aislados culturalmente, etc. Pero sin duda la mayoría son personas razonables a las que no les interesa la política, eso es típico conservadurismo-conformismo, por eso señalaba Alejandro que las personas críticas tendían a votar más.
Hay algo del artículo de Alejandro que me llama mucho la atención, que es la discutidera política de los venezolanos. Recuerdo en la época de Pinochet (una tragedia que empezó antes), que Chile había llegado a esa situación en que todo el mundo se había hecho entendido en política. El historiador Hugh Thomas dice exactamente lo mismo del periodo previo a la guerra civil española. Eso me hace recordar algo que dice Ortega en un texto sobre el amor: dice que la política y el amor son los temas más difíciles con los que uno se puede encontrar, pero respecto de los cuales todo el mundo se cree un entendido (ahora habría que incluir el fútbol). Cuando todo el mundo habla de política sin la menor duda se avecina una catástrofe porque el paso siguiente es la acción, y ocurriría lo mismo si empezáramos a hablar de ingeniería y pudiéramos intervenir en la construcción de los puentes. Sólo hace falta el orador eficaz para arrastrar a la gente a la violencia, sobre todo porque ésta es muy productiva para quien la explota a tiempo (como las pirámides): puede ascender socialmente, crear redes de poder, acceder a rentas…
Sobre los abstencionistas decía una vez Fernando Savater que son personas que dejan las respuestas políticas a los que entienden más que ellos. Uno está aislado y como chiflado tratando de explicar a colombianos que EE UU no es un país desgraciado, que la gente no es mayoritariamente miserable ni excluida y maltratada… Pero es un país con muchísimo más abstencionismo que Serbia o Albania.
jaime ruiz
4 mayo, 2008 at 11:22 pmNo todo está perdido, Chávez lamenta la violencia fascista en Bolivia.
Anónimo
5 mayo, 2008 at 2:18 amYo quisiera preguntarle a don Jaime Ruiz con todo respeto por sus conocimientos gramaticales y de filosofía cual sería su opinion sobre el caso de Yidis si fuera suponiendo, otro partido como, pongamos el Polo que estuviera en el poder y al viejito Carlos gaviria que pongamos fuera el presidente, le hubiera dado por hacerse relegir y cambiar el articulito y sus calanchines se consiguen por ahi a su Yidis para que les dé el votico definitivo por unos cuantos puestos y notar´´ias. Cuál sería su opinion?
y me da curiosidad qeu no menciona lo de la platica que dice Yidis que le dieron a Teodolindo y que ella tiene las colillas. Y lo de las visitas del vice ministro de justicia. Cómo le parece que dizque fueron cuatro en estos ultimosdías, yno han dicho que no, yo oí a Sabas en el programa de Julito y dijo que las visitas habían sido por cuenta de él que estaba muy preocupado po Yidis que estaba como muy nervisosa y que él tenía un gran sentido humanitario y estaba preocupado por el estado de salud de la señora No le parece raro don Jaime tanta amabilidad con una señora que otro hubiera sido el caso, ni la voltean a mirar?
Alejandro Gaviria
5 mayo, 2008 at 2:33 amSergio: respecto a ii) mi experiencia al respecto tiene que ver con unos datos que estudie hace un tiempo sobre percepciones y nivel Sisben; respecto a iii) estoy de acuerdo pero, como dije arriba, existe alguna evidencia que muestra que la gente que se declara de izquierda es más activa electoralmente.
Anónimo
5 mayo, 2008 at 5:21 amAnte la posibilidad de una guerra civil en Colombia a Jaime Ruiz se le moja la entrepierna.
Maldoror
5 mayo, 2008 at 7:15 amEl problema es el mismo de GH y Sergio, cierta disposición a ver las cosas de una forma grata a las propias inclinaciones. NO, los abstencionistas no son principalmente uribistas más que en el sentido del CONFORMISMO. No les gusta más Uribe que Carlos Gaviria o cualquier otro candidato, sino que no ven el provecho en votar. El atribuirles la esperanza de una sociedad alternativa (y de ahí a negar la confiabilidad de las encuestas) es puro subjetivismo .
LEA por una vez lo que escribí
No creo que los abtencionistas sean necesariamente anti uribistas, pero tampoco creo que sean PRO Uribistas. Creo que el abstencionista promedio, más bien, es alguién que probablemente desdeña la política y a los políticos en general, uribistas y anti uribistas
¿De dónde saca que les estoy atribuyendo «la esperanza de una sociedad alternativa»? ¿Ud no es el que se vive quejando de la falta de comprensión de lectura de los otros? En su mundo maniqueo, donde sólo hay gente que piensa como ud y izquierdistas-terroristas-mamertos etc, no puede haber cabida para la idea de indeferencia y mucho menos para la idea de que un indiferente si bien no está en contra del regimen establecido, tampoco está a favor. El conformismo, contrario a lo que ud pretende -con el deseo- no es un «endorsement» del establecimiento. De hecho, el abstencionista colombiano, me aventuro a lanzar una hipotesis, es probablemente alguién que cree que la política no tiene relevancia alguna para su vida, que tener a Uribe o a Carlos Gaviria presidente cambia poco o nada su diario trasegar.
Cuando todo el mundo habla de política sin la menor duda se avecina una catástrofe porque el paso siguiente es la acción, y ocurriría lo mismo si empezáramos a hablar de ingeniería y pudiéramos intervenir en la construcción de los puentes. Sólo hace falta el orador eficaz para arrastrar a la gente a la violencia, sobre todo porque ésta es muy productiva para quien la explota a tiempo (como las pirámides): puede ascender socialmente, crear redes de poder, acceder a rentas…
Sobre los abstencionistas decía una vez Fernando Savater que son personas que dejan las respuestas políticas a los que entienden más que ellos.
A mi lo que me da risa de estas teorías conservadoras y aristócraticas de la política, no es tanto el asumir que la gente sea ignorante sobre política, sino pensar que quienes las proponen en verdad si saben de lo que hablan. Eso es muy conveniente en últimas ¿no?
jaime ruiz
5 mayo, 2008 at 8:03 amSergio, muy mala comprensión de lectura, usted había dicho más o menos lo mismo que yo sobre los abstencionistas, pero yo no le estaba respondiendo a usted sino a Germán (ver párrafo anterior al que citó), que había escrito esa frase de Dije que los abstencionistas lo son más porque no creen en la democracia tal como se la tienen pintada.
Respecto a la politización generalizada, la típica sobreinterpretación: en ninguna parte he querido decir: «déjennos a nosotros que somos los que sabemos de esa vaina», ni nada parecido, pero no se puede negar que la gente analfabeta o con muy poca instrucción es más manipulable y susceptible de comprar utopías alcanzables por medio de la violencia. De hecho, en alguna parte leí que los países latinos eran poco dados a la creatividad religiosa, no se encuentran davidianos ni mormones polígamos sino JEGAs y abimaeles por montones. El paraíso no está en un camino místico sino en un puesto oficial. Y aparte no es lo mismo que la gente entienda de política a que se pase el día hablando de eso. Toda la gente todo el día hablando de política = guerra civil.
Anónimo 21.18: pues la cantidad de situaciones relacionadas con nombramientos clientelistas durante la alcaldía de Garzón es impresionante y a nadie se le ocurrió denunciar por cohecho. Se trata de una tiranía salvaje que encuentra un pretexto delirante, y naturalmente la apoyan los que quieren que se negocien las leyes con los que castran policías (porque es el conflicto, claro) y los que eligieron a Samuel Moreno, un personaje que se distinguió en el Congreso por votar todos los «micos» que favorecían a los narcotraficantes. Ah, y sí menciono lo de Teodolindo, que de ser cierto confirmaría el incentivo a Yidis Medina, porque ahí aparte del perjurio estaría participando en un cohecho de verdad. Si los posibles encausados la visitan en la cárcel puede ser porque tienen miedo de lo que les hagan los magistrados, pero moralmente esos magistrados no son mucho mejores que los compañeros del monte: condenar a Mario Uribe por tratar de escapar o a esas personas por visitar a Yidis es como hacer legítima una retención porque alguien pagó el rescate. El problema es si hay o no una persecución política y una conducta indigna por parte de la Corte. Pero creo que ésos son términos que usted interpretará de cualquier manera.
Maldoror
5 mayo, 2008 at 12:32 pmJaime, no es mala comprensión de lectura…es una inhabilidad fundamental suya para no contradecirse…
yo no le estaba respondiendo a usted sino a Germán
El problema es el mismo de GH y Sergio
Por mera ley transitiva, así ud no me estuviera respondiendo directamente a mí, es bastante claro que me estaba atribuyendo la misma posición que GH (o su supuesta forma de razonar) respecto al abstencionismo, y por ende me estaba acusando de lo mismo que acusaba a Germán. Pero así es ud para todo
jaime ruiz
5 mayo, 2008 at 12:57 pmSergio, lo que le atribuyo a usted y a Gran Hermano está descrito en la frase siguiente: cierta disposición a ver las cosas de una forma grata a las propias inclinaciones. Eso ocurre por ejemplo con la existencia de cohecho en el caso de las recomendaciones de nombramientos (usted y GH), que eran el tema de mi comentario de unos minutos antes (17:35, donde se menciona el subjetivismo), no tiene relación con los motivos de los abstencionistas.
Maldoror
5 mayo, 2008 at 1:04 pmJaime:
¿A si? ¿Y las siguientes tres frases que tienen tienen que ver con la discusión sobre el cohecho, y sobre todo, porque hacen clara alusión a la discusión sobre las encuestas?
Anónimo
5 mayo, 2008 at 1:08 pmInterpretando al interpretador del régimen, El albañil Hércules Ternura
Que busca Luís Carlos Restrepo cuando intenta hacernos creer que al ciudadano Álvaro Uribe no lo llevaron al poder la U y los otros partidos que se crearon para reelegirlo, si no que fue lo contrario, a la sombra del señor de las sombras los nuevos partidos se acogieron aprovechando su liderazgo para chuparle rueda y llegar a la meta jalonados por Cochise Uribe.
Las componendas, marulladas, cohechos y demás jugadas sucias para ganar la vuelta a Colombia son iniciativas y responsabilidades exclusivas de los coequiperos, Cochise no se dopó no lo necesito y no lo necesitara para la tercera vuelta.
Lelo69
jaime ruiz
5 mayo, 2008 at 2:20 pmNo, Sergio, como si se le dice a alguien: «Usted tiene el mismo problema que A y B, que es la afición a la bebida, por eso hace el ridículo con las señoritas», la similitud se acaba en «la afición a la bebida», los otros no tienen problemas con las señoritas porque al emborracharse no van a galantear sino a buscar pelea. Aparte del subjetivismo, lo que le digo a Germán sobre las opiniones de los abstencionistas sólo corresponden a lo que había dicho él.
Anónimo
5 mayo, 2008 at 3:58 pmYo estoy de acuerdo con Jaime Ruiz. Siendo el doctor Alvaro Uribe nuestro redentor, exijo respeto para la Historia Sagrada, donde dice claramente que el Mesías fue «sin pecado concebido». El Comisionado tiene razón cuando propone que acaben con los partidos uribistas, untados hasta la médula de parapolítica pero que nada tuvieron que ver con la elección del presidente. La razón es tan simple como lo que explica que, siendo hacendado de Córdoba, nuestro presidente nunca se hubiera enterado de lo que hacían todos los demás hacendados de Córdoba, y los de Sucre, y los del Magdalena y los del Magdalena Medio, y los de Antioquia (faltan datos de otros municipios). Y tampoco tiene nada que ver con la corrupción y la politiquería que han caracterizado toda la vida al Partido Liberal, al que perteneció y por el cual fue concejal, alcalde, gobernador, director de Aerocivil, senador de la República. Ese pasado en realidad no existe, porque la encarnación actual de nuestro redentor comenzó justo en el momento que se lanzó a conquistar la presidencia como alma intependiente, como alma en pena por los sufrimientos de Colombia, con su lanza de quijote en ristre, a luchar por la salvación de la patria, en un momento en que sólo contaba con el 2% de la intención de voto. De esas cenizas de su pasado surge el nuevo Alvaro Uribe como el ave fénix para salvarnos de todos esos excrementos producidos por este muladar durante decenas y decenas de años. Y el encargado de destapar las cañerías fue nada menos que el comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo (él mismo nos lo revela), iluminado por el verbo evangelizador de José Obdulio, que es el encargado de revelar la palabra divina, y respaldado por el corajudo Ministro de Agricultura, un muchacho que ya quisieran tener tantas madres de Colombia, tan decente, tan consagrado, tan dispuesto a inmolarse por su guía e inspirador, ese mesías que ya está sangrando, incluso antes de haber sido crucificado por la Corte Suprema de Justicia ante el aplauso de todos los traidores de Colombia que se esconden bajo los ropajes apolillados y podridos de la ley.
Germán Cuervo
5 mayo, 2008 at 4:09 pmBueno Alejandro, supongo que Coronell me diría por su parte que es un despropósito tratar de contradecir las cifras de pobreza que sostiene un ex subdirector del DNP, que como tal fue una de las mentes detrás del Plan Nacional de Desarrollo del primer mandato Uribe. Sería también un despropósito de parte suya por tanto no admitir cifras de disminución de pobreza que vienen desde el 2002 (según la gráfica que usted nos proporciona), año en el que usted asumió dicho cargo. No puedo tampoco, como ciudadano raso, o como cuervo siniestro (buen aporte, Jaime) contra argumentar con cifras de pobreza de la ONU, la Universidad Nacional o la Iglesia Católica que informa un periódico colombiano, pues usted, quien fue el que de verdad hizo la tarea, no va a hacer más que, por lo menos, decir que es otra de las incontables «idioteces que publica regularmente la prensa colombiana sobre temas sociales», y por lo más, concluir que, si las cifras que se afirma manejan tales instituciones son reales, carecen de buen fundamento. He de asumir entonces que ese 45% es el verdadero índice de pobreza, o le restaría merecimiento a su premio Juan Luis Londoño del año pasado y a las palabras elogiosas con las que el presidente Uribe se refirió a usted el día en que se le otorgó (mis sinceras felicitaciones, por cierto).
Habiendo entonces definido términos, y retomando el tema de la última encuesta que le da el 79% de favoravilidad al presidente:
– Número de personas en la pobreza absoluta y la indigencia según el DNP: 45% (dato actualizado)
– Número de hogares sin telefonía fija, según el DANE: 47%
– Abstencionismo electoral: 55%
Ahora que maldoror, usted y yo estamos de acuerdo en que «el abstencionista promedio, más bien, es alguién (sic) que probablemente desdeña la política y a los políticos en general, uribistas y anti uribistas», concluyo que el conjunto de los pobres, sobre todo los de las zonas rurales, es decir, los que menos posibilidades tienen de poseer líneas telófonicas, intersecta con el conjunto de abstencionistas de manera tan concordante que tienden a ser el mismo conjunto (los porcentajes son muy semejantes), puesto que, como dijo usted en su discurso de aceptación del mensionado premio, «el nihilismo lleva a la inacción y el voluntarismo conduce a la frustración». Por esto una encuesta teléfonica realizada en las cuatro ciudades principales no sería verdaderamente representativa del total de colombianos, pues se libra así del problema que generaría una significativa representación de abstencionistas cuando no se los excluye de forma explícita del grupo encuestado.
A partir de todo lo dicho en esta cadena de comentarios, cabría esperar dos reacciones de su parte: sospechar de los datos de abstencionismo y cobertura telefónica pues provienen de cifras proporcionadas por el DANE, o descalificar los resultados de la encuesta de popularidad como una «idiotez» más de la revista Semana. Aceptando que ambas son posibilidades válidas, mis argumentos para continuar se me han agotado.
PD: Espero con ansia el siguiente vainazo de Jaimito el simpático.
jaime ruiz
5 mayo, 2008 at 4:44 pmHay algo que la persona que carece de línea telefónica siente como la única esperanza para remediar su exclusión y su dolor: la solidaridad de los universitarios y en general de los afortunados que cuentan con línea telefónica, que, no sólo en Colombia sino en toda Iberoamérica, ¡se hacen testigos de esa tremenda injusticia y se llenan de odio contra esos desalmados proveedores de líneas telefónicas que dejan a tanta gente sin la posibilidad de acceder a ese bien (pongo en negrita línea telefónica porque el párrafo sirve exactamente igual para «lavadora automática», «computador», «automóvil», «secador de pelo», etc.)
Es lo nuestro, los países que se llaman a sí mismos «civilizados» (ja) inventan todas esas cosas y en sus universidades forman a toda clase de técnicos codiciosos y unidimensionales que las desarrollan y que organizan la producción, pero nadie se atreverá a comparar eso, aun reconociendo su importancia, con el sentido de justicia que se aprende en nuestro continente.
Y si alguien dice que hay pruebas de lo contrario, no hay problema, yo digo que no creo y punto. Es el sentido académico, que ya se me va pegando de leer a tanto pensador aquí.
Anónimo 10:58. ¡Tiene toda la razón, ese Uribe ha sido uno de los mayores obstáculos para que lleguemos a ser como Cuba!
Germán Cuervo
5 mayo, 2008 at 5:43 pmQué gran conclusión, Jaime: los pobres no tienen línea telefónica (ni lavadora automática, ni computador, ni automóvil, ni secador de pelo, ni etc.) por culpa de la academia. Visionario admirable, sofista excelso. Ahora, volviendo al tema, ¿piensa usted que una encuesta telefónica realizada sólo en las cuatro ciudades principales puede reflejar la opinión de todos los colombianos?
Apelaez
5 mayo, 2008 at 5:47 pmPues Germán, yo creo que el resultado de una encuesta que incluya a los «sin teléfono» no diferiría gran cosa de la realizada. Pero claro, no lo sabremos hasta que alguien, tal vez usted, se meta la mano al dril y vaya a encuestar a los emberá o a los colonos del guainía.
Germán Cuervo
5 mayo, 2008 at 7:14 pmApelaez: obviamente no pienso que una persona no esté a favor de Uribe por el simple hecho de no tener teléfono, sino más bien por la causa por la que no tiene teléfono (ni lavadora automática, ni computador, ni automóvil, ni secador de pelo, ni etc.), que, me parece sensato afirmar, es la misma por la que ciertas personas no votan: la pobreza, que denomino pobreza ancestral porque ha sido transmitida generación tras generación, presidente tras presidente. Por tanto, como lo veo, la razón del abstencionismo no es Uribe, es el sinsentido de meter un voto en una urna. Bien lo dijo Alejandro Gaviria en su discurso: «Las bajas expectativas, la ausencia de aspiraciones y la falta de estima personal no son sólo el reflejo de unas condiciones objetivas adversas, sino también el resultado de una sociedad segregada espacialmente».
Ahora, de forma inductiva, concluyo que esas personas que no tienen teléfono son en su mayoría personas que no votan y conforman buena parte de la masa abstencionista, no sólo por la relación en el factor pobreza sino por la similitud porcentual existente entre los índices de pobreza, abstencionismo y cobertura teléfonica que puse más arriba. Sospecho que Gallup está muy consciente de esto, por lo que, en vista de que no puede excluir a los abstencionistas del sondeo, prefiere hacer la encuesta vía telefónica, obteniendo un margen de error de sólo el 3%.
Y la verdad, si tuviera la plata en el bolsillo, de mil amores patrocinaría una encuesta que llegue a donde las firmas encuestadoras ni se asoman.
Alejandro Gaviria
5 mayo, 2008 at 8:08 pmEl aumento del 30% se irá al pozo.
Apelaez
5 mayo, 2008 at 8:29 pmCuervo, entonces usted supone así no más que «los pobres» no apoyan a Uribe?
Germán Cuervo
5 mayo, 2008 at 8:49 pmSupongo que la mayoría de los pobres son abstencionistas, sí. Y por qué no pensarlo: el abstencionismo en el 2006 fue del 55%, es decir, aprox. 14.7 millones de personas. Si la pobreza es del 45%, existen 18.7 millones de pobres. ¿Es demasiado insensata la conclusión?
Germán Cuervo
5 mayo, 2008 at 8:53 pmY si no, por lo menos la mayoría de los abstencionistas son pobres. Abstencionismo no quiere decir antiuribismo.
Anónimo
5 mayo, 2008 at 8:57 pm¿Donde anda teodolindo ?
Gheysel Naranjo
5 mayo, 2008 at 8:58 pmComo dice José María Aznar, en su libro “Cartas a un Joven Español”, los nacionalistas terminan aislándose a su nación y esa realidad es lo que terminará de BLOQUEAR Y AISLAR A CHÁVEZ, a quien no le valdrán las ayudas de otros países, incluso a los mismos que les ha financiado despilfarres. Que mal que un país con todas las posibilidades tenga que aguantar hambre, y es que por naturaleza en Venezuela no se quiere trabajar, porque la mayoría no ha aprendido a trabajar ni lo necesita de a mucho… Y es que por culpa de sus yacimientos de hidrocarburos apenas oprime un botón brota petróleo… y es que por culpa de sus tierras fértiles sin el sudor de la frente se crían las reces y nacen producciones del campo, etc,etc. pero aún así, falta organización para recoger las cosechas. En cambio, doy fe, de que acá en Colombia, la sociedad tiene la virtud y el carácter de diligenciar y trabajar por necesidad o sin necesidad, y que lo lleva al hábito y con seguridad se verán los frutos. En serio, de todos los países latinos, Colombia es el que más trabaja, o dónde se ven a los argentinos o a los brasileros trabajando al 100?
Ah, en las grandes ligas pegar un Jonron para ganar una carrera es limitadísimo porque se puede perder el chance y limitarse a que sea OUT., entonces creo que en el béisbol la competencia no es el jonrón, y el jugador que quiera hacer una jugada notable y que llame la atención… Si bien por naturaleza siempre se quiere pegar al bate con toda y hacer un Jonron, también hay que lanzar normal, correr, pegar y una combinación de trabajo en equipo… el Hit está en cómo hacer que el corredor de la primera base pase a la segunda y el de la segunda a la tercera y llegue alguien a la base y a la fija se gane la carrera. Entonces en el desarrollo de un país poco a poco se gana una carrera con un buen trabajo en equipo… claro, también como en el fútbol, A LA HORA SE SER VALIENTE, HAY QUE SER VALIENTE –
Anónimo
5 mayo, 2008 at 9:16 pmNo es coincidencia que desde Uribe I su relación con la justicia haya sido desastrosa. Su primer acto fue suprimir el Ministerio de la Justicia, y fusionarlo con el de la Política, para nombrar allí a Fernando Londoño Hoyos, enemigo del sistema judicial y en particular de la Corte Suprema de Justicia, abogado de dudosa reputación, como lo confirma el hecho de que al facturar esta nota, la Corte Constitucional ha tomado más decisiones en su contra por el inescrupuloso manejo de las acciones de Invercolsa.
Ese mal comienzo se ha prolongado en Uribe II, cuando conocimos el odio visceral de la Casa de Nariño por los jueces. Tal malquerencia no es fortuita, ni obedece a simple ojeriza.
La Sala Penal de la Corte tenía en sus anaqueles unas investigaciones contra políticos afectos al régimen, por vínculos con el paramilitarismo, y cuando por alguna razón -ajena del todo al Gobierno-, debió impulsarlas, se desató la furia presidencial, a tal extremo que ya hoy nadie duda de que al mandatario no le disgusta que esa institución sea desprestigiada.
El país asiste asombrado a ese deplorable espectáculo de un presidente que denigra de su Corte Suprema, porque le incomodan sus fallos. Cuando esa Corte tomó una determinación que no le gustó al mandatario sobre el alcance de la Ley de Justicia y Paz, no tuvo inconveniente en acusarla de adoptar fallos con sesgo político. Luego vinieron sus insinuaciones sobre el supuesto clientelismo de unos magistrados en la Fiscalía y en la Procuraduría; después ásperas referencias a Yesid Ramírez, ex presidente de la Corporación; para no ahondar en el espinoso litigio que promovió contra el otro ex presidente de la Corte Suprema, César Julio Valencia, por el que paso de lado en atención a mi vinculación profesional como su defensor.
La red que atrapó a los protagonistas de la parapolítica, representa lo que para Italia significó el juicio de «manos limpias». Allá rodearon a sus jueces, salvo las estructuras untadas de mafia y corrupción. Aquí la historia se repite, porque a medida que caen los amigos del Presidente, y su primo, se generalizan los rumores de supuesta inmoralidad de magistrados de la Corte y del Fiscal.
En ese ambiente de conspiración, unos abogados llenos de contratos estatales sugirieron al Gobierno la perversa idea de enfrentar la crisis de los políticos encarcelados, creando unos tribunales especiales que sustituyan a esa Corte que los juzga, como en su momento lo hizo Carl Schmitt, el jurista del nazismo. Jamás se había visto semejante afrenta contra los jueces, propiciada desde las entrañas del poder. Ahora vendrá una Comisión Interinstitucional de áulicos que ejecutará esa y otras siniestras propuestas.
La actual es la hora de la Justicia. El remedio al trauma de hoy, no puede ser otro que fortalecer y respaldar a sus jueces. Lo contrario sería tomar el camino del abismo. Mucho me temo que hacía allá vamos.
Alejandro Gaviria
5 mayo, 2008 at 9:30 pmComo aporte a la discusión, enlazo un gráfico , basado en la Encuesta Social y Política de Uniandes, que muestra las diferencias según el estrato socioeconómico de los encuestados para tres variables: la votación en las últimas elecciones presidenciales, la preferencia por la severidad de la justicia (quienes creen que alguien que se roba un televisor debe ir a la cárcel) y la simpatía por las ideas de izquierda. Los datos muestran que (1) los estratos altos votan más pero la diferencia es pequeña, (2) los estratos bajos tienen a reportar más simpatías por las ideas de izquierda, y (3) los estratos bajos prefieren una justicia más severa (mano dura). Las diferencias en las dos últimas variables no son muy grandes, y sugieren que el apoyo a Uribe puede ser más o menos constante a lo largo de la escala socioeconómica: (2) y (3) se compensan.
Dos datos adicionales: 26% (31%) de los que (no) votaron tienen (o mejor: dicen tener) ideas de izquierda. Los tres estratos más altos están agrupados en uno para garantizar unos tamaños de muestra que permitan la comparación.
Germán Cuervo
5 mayo, 2008 at 10:41 pmDesafortunadamente por alguna razón no puedo acceder al enlace del gráfico. Por ahora tengo un par de preguntas:
1. ¿Al decir «los estratos altos votan más» habla de cantidad o de proporción de votantes?
2. Por lo que entiendo de los datos adicionales, 26% de los que votaron y 31% de los que no votaron dicen tener ideas de izquierda, es decir, es mayor la cantidad de abstencionistas que de votantes ‘zurdos’. ¿No se contradice esto con lo que afirmó en su comentario de las 16:52 según el cual la misma encuesta afirma que «los individuos que se definen como de “izquierda” son más propensos a votar que el resto»?
Alejandro Gaviria
5 mayo, 2008 at 11:59 pmGermán: aquí está el enlace de nuevo. Tiene razón en su segundo punto. La ESP es una encuesta rotativa (se recogieron 200 datos cada mes). El dato que mencioné ayer estaba basado en una muestra preliminar de 600 observaciones (tres meses). El gráfico que enlacé hoy está basado en la muestra completa de 2400 observaciones (un año).
CarlosH
6 mayo, 2008 at 12:26 amAlejandro: quisiera hacerle unas preguntas sobre el gráfico de población por debajo de la línea de pobreza entre 1991 y 2006:
1) En qué publicación está el gráfico?
2) La linea de pobreza es la misma entre 1991 y 2006?
3) Los ingresos de los hogares fueron ajustados para hacerlos consistentes con las Cuentas Nacionales?
Muchas gracias por su respuesta.
lelo69
6 mayo, 2008 at 12:26 amAsí de simple:
Una estupidez aunque se la crean 50.000 personas sigue siendo una estupidez, un acto deshonesto que lo realice un gobierno que tenga una abrumadora de mayoría sigue siendo un acto deshonestidad, la denuncia de un acto inmoral por parte de un sujeto que tenga antecedentes personales tiene igual validez que si la hace una casta monjita de la caridad.
Para los más pobres la seguridad personal, la de sus familias y pocos bienes depende más del estado que en las clases medias y altas que tienen acceso a entornos menos problemáticos por la seguridad que contratan privadamente, mejores comunicaciones, mayor cobertura de alumbrado publico, menos hacinamiento etc, y es apenas obvio que son preferibles las limitaciones económicas con un mínimo de seguridad para movilizarse, salir a trabjar, mandar los hijos a las escuelas, por lo que no es extraño que muchas personas de los sectores más pobres apoyen a Uribe aunque su gobierno es más ventajoso para los ricos,por que queramos o no lo de la seguridad es un hecho notable facilmente plpable cuando se viaja po los caminos de este país,por donde antes era imposible
Alejandro Gaviria
6 mayo, 2008 at 1:11 amCarlosh: el gráfico está en el informe final de la Misión de Pobreza (el cual debe estar disponible en la página del DNP); la línea es la misma para todos los años, fue estimada para cada departamento con base en la Encuesta de Ingresos y Gastos de 1994; y los datos sí están ajustados por Cuentas nacionales.
Carlos
6 mayo, 2008 at 1:30 amAlejandro: una pregunta, existe algun estudio en el CEDE que relacione la violencia en Colombia con la pobreza y desigualdad?
Anda leyendo a Urrutia y Robinson («Economia colombiana del siglo XX») y ellos sostienen que la violencia politica en Colombia en diferentes periodos (guerra de los mil dias, años 50s, años 80s y 90s) explica en gran parte malos indicadores economicos en los mismos.
Le agradezco el dato.
Saludos,
Carlos
Alejandro Gaviria
6 mayo, 2008 at 1:44 amCarlos: copio dos enlaces a dos artículos: unode un grupo de investigadores del Banco Mundial que estudiaron la relación entre crimen violento y desigualdad para el caso de América Latina, y otro de Fabio Sánchez y Jairo Nuñez que estudiaron la misma relación para el caso colombiano.
Carlos
6 mayo, 2008 at 2:34 amAlejandro: muchas gracias por los enlaces.
Jaime: algunos columnistas dicen lo obvio pero que igual nadie dice en la prensa. Que todo el embeleco de la constituyente es estrategia para llegar al poder, por parte de los que fracasan electoralmente.
Anónimo
6 mayo, 2008 at 3:35 amDefinitivamente, Jaime Ruiz encarna perfectamente dentro del estrato 1 ò 2, la derecha màs retardataria y recalcitrante, claro eso es apenas lògico aquì en Colombia, el muladar que Jaime adora tanto, ese del que se sirve, pero al mismo tiempo castiga con su justicia lastimera.
jaime ruiz
6 mayo, 2008 at 6:14 amLa relación entre el ingreso y la orientación del voto sería más interesante si en lugar de estratos se hablara de clases sociales, y más si se precisara en castas y clanes. La gente productiva vota por la derecha, la gente parasitaria vota por la izquierda, pero en el segundo caso varía según el rango social, los de arriba reciben esos sueldos que se asignaron los magistrados, congresistas y rectores en tiempos de Samper, los de abajo se emborrachan de retórica (tipo Horacio Serpa, tipo Cecilia López) y de esperanza (de parecerse a Molano y Abad y gente así). Creo que meter en el mismo saco los tres estratos altos puede facilitar las cosas en términos de estadística gruesa, pero la orientación del voto es una cuestión cultural más compleja. Si se tiene en cuenta la movilidad social la tendencia sería clarísima: quienes son nietos de funcionarios públicos urbanos son casi con seguridad votantes de izquierda, quienes han alcanzado el estrato 4 trabajando son de derecha (aceptando esos términos).
Carlos, sigo sin entender qué ganancia obtendría el PDA de una Constituyente. El que parece más sagaz de sus dirigentes, Garzón, dice que no está de acuerdo. Si se eligiera a los constituyentes el resultado sería más inconveniente para ellos que el bodrio del 91. ¿Estarán esperando una asamblea nombrada por cooptación entre sindicatos, gremios, ONG, etc.? No creo, puede que tengan entre manos una propuesta de paz (en 2002 la sola noticia de la masacre de Bojayá multiplicó por seis la intención de voto por Garzón en las encuestas, de una semana a otra). Pero una sucesión muy espantosa de bombas y masacres puede resultar en apoyo al uribismo: ya no estamos en 2002.
En todo caso, la idea de una constituyente la aprueba gente poco amiga del PDA, como Rafael Guarín.
Maldoror
6 mayo, 2008 at 6:25 amLa relación entre el ingreso y la orientación del voto sería más interesante si en lugar de estratos se hablara de clases sociales, y más si se precisara en castas y clanes. La gente productiva vota por la derecha, la gente parasitaria vota por la izquierda, pero en el segundo caso varía según el rango social, los de arriba reciben esos sueldos que se asignaron los magistrados, congresistas y rectores en tiempos de Samper, los de abajo se emborrachan de retórica (tipo Horacio Serpa, tipo Cecilia López) y de esperanza (de parecerse a Molano y Abad y gente así). Creo que meter en el mismo saco los tres estratos altos puede facilitar las cosas en términos de estadística gruesa, pero la orientación del voto es una cuestión cultural más compleja. Si se tiene en cuenta la movilidad social la tendencia sería clarísima: quienes son nietos de funcionarios públicos urbanos son casi con seguridad votantes de izquierda, quienes han alcanzado el estrato 4 trabajando son de derecha (aceptando esos términos).
Yo no sabía que los rectores y magistrados se asignaban sueldos. Los congresistas si, pero ud como que no se ha dado cuenta que los congresistas en su mayoría hoy son uribistas, y que el uribismo (empezando por el mismo Uribe) está compuesto en buena medida de ex samperistas.
Sin embargo sería interesante saber si Alejandro tiene datos sobre el voto y su relación con status socio-ecónomico
jaime ruiz
6 mayo, 2008 at 7:13 amBueno, Sergio, conforme: los sueldos y pensiones fascinantes de los magistrados y rectores no se los asignan ellos mismos, pero sí fueron obra de ese gobierno. No sé cuántos congresistas actuales lo eran en tiempos de Samper, lo cierto es que el izquierdismo es una forma de ser de la burocracia, la inefable Claudia López ocupó un alto cargo durante la Administración Peñalosa. Yo conocí a un maoísta profesionalizado que vivía de una sinecura («corbata») en el Congreso. Se la conseguía un político liberal que apoyaba a Turbay pero en su ser íntimo era comunista. A todos nos pasa que en el fondo estamos enamorados de Audrey Hepburn (de los personajes que encarnó) pero tenemos que conformarnos con las que nos hicieron caso. La utopía de una sociedad sin clases era para ese político un sueño puro como el de ser él mismo el presidente, pero la realidad lo obligaba a buscar votos y robar.
Carlos
6 mayo, 2008 at 11:42 amLoa magistrados no se asignan sueldos, pero si han aprobado fallos que les aumentan sus ingresos y pensiones. Y sin la mínima verguenza. Sin que ninguno se hay declarado impedido.
Los congresistas tampoco se asignan sueldo. Los decretos de aumento vienen de la presidencia. Sin embargo, el congreso si legisla beneficios propios.
Todo eso lo hace el ejecutivo que es quien administra el Estado y sus dineros.
Apelaez
6 mayo, 2008 at 12:42 pmJaime, en la Slate salio un articulito que supongo le encantará (a mi me encantó). Ahí va un aparte:
The typical socialist, according to Orwell, «is either a youthful snob-Bolshevik who in five years time will quite probably have made a wealthy marriage and been converted to Roman Catholicism, or, still more typically, a prim little man with a white-collar job, usually a secret teetotaler, and often with vegetarian leanings … with a social position he has no intention of forfeiting. … One sometimes gets the impression that the mere words ‘Socialism’ and ‘Communism’ draw towards them with magnetic force every fruit-juice drinker, nudist, sandal-wearer, sex-maniac, Quaker, ‘Nature Cure’ quack, pacifist and feminist in England.» (Think «organic food lover,» «militant nonsmoker,» and «environmentalist with a private jet» for a more contemporary list.)
Orwell also rails against the condescension many on the left display toward those they profess to care most about. Describing a gathering of leftists in London, he says, «every person there, male and female, bore the worst stigmata of sniffish middle-class superiority. If a real working man, a miner dirty from the pit, for instance, had suddenly walked into their midst, they would have been embarrassed, angry and disgusted; some, I should think, would have fled holding their noses.»
http://www.slate.com/id/2190378/
eureka
6 mayo, 2008 at 1:17 pmGermán. No sé si usted hará parte del 45% por debajo de la «línea» (que es una referencia definida o acordada, así como los 0°C) de pobreza.
Pero no sé si usted conozca personas que no pertenecen al 45% y que son abstencionistas. Yo conozco gente debajo de la línea de pobreza que vota frecuentemente, es más los partidos les organizan buses y todo. También conozco personas con ingresos de 3 salarios mínimos y apartamento en btá que se abstiene (aunque es uribista).
Concuerdo con apelaez en que hasta que alguien investigue a profundidad la cuestión no se podrá concluír algo al respecto de pobreza=abstención, sin embargo los datos de las encuestas comentados por Alejandro son buenos indicios.
Ahora insistir en su tesis si me parece insensato, de pronto a usted le atráen las relaciones ocultas entre números, o identificar patrones que nadie más ve, pero es sano sometérlos a la crítica, y estar dispuestos a aceptar su falabilidad, o por lo menos su falta de certeza mientras no tenga estudios serios que lo respalden.
jaime ruiz
6 mayo, 2008 at 1:37 pmApeláez, gracias por la cita. En Colombia el progresismo de ese estilo nace entre las clases en que siempre había algún cura simpático y bien relacionado, ahora los reemplaza el caballerista despreciador de todos los gobiernos. La sociedad sin clases reemplazó al Cielo como horizonte del ensueño gratificante, la bandera que encarnan los más atávicos fósiles preindustriales y prelilustrados; y naturalmente sin la menor queja ni ante los legitimadores de la violencia (tipo Otálora o Molano), ni ante los violentos: quejarse de que se fuerce a los ganaderos a aportar para la justicia social sería como quejarse de que se aconductara a los salvajes.
Anónimo
6 mayo, 2008 at 2:12 pmestoy seguro que alias jaime ruiz fue tan izquierdista como lo fueron plinio apuleyo y jose obdulio, es otro converso, a lo mejor con pension del estado que tanto odia
Carlos
6 mayo, 2008 at 2:12 pmApelaez: en general, el elitismo y la arrogancia parecen dominar en los movimientos estatistas (del cual el socialismo es una variante relativamente exitosa). Tiene que ver con su desprecio por el individuo real, de carne y hueso, su endiosamiento de «altos ideales»(que casi siempre exigen el sacrificio del individuo real de carne y hueso en favor de elites), su platonicismo,su creencia de que pueden planear el funcionamiento de sociedades enteras de miles o millones de personas, de que pueden obtener sin costo la información y el conocimiento para hacer funcionar su hipergigantes planes, su utopico racionalismo constructivista y cartesiano.Es la fatal arrogancia de los socialistas. Simulan estar a favor de las masas pero en su desprecio por los individuos, por sus derechos y libertades individuales, revelan su verdadera cara.
Hayek escribió su ultimo libro con ese titulo y basado en esa idea.Si le interesa el tema, es el mejor estudio relacionado
Carlos
6 mayo, 2008 at 2:19 pmApelaez: creo que este articulo tambien lo puede interesar. Cito una parte:
«The idealist says, «I care more about the redwood trees than you do. I care so much I can’t eat. I can’t sleep. It broke up my marriage. And because I care more than you do, I’m a better person. And because I’m the better person, I have the right to boss you around.»
jaime ruiz
6 mayo, 2008 at 3:10 pmCarlos, Fernando Savater lo dijo en español hace años con una frase más afortunada: el yogur del desayuno sabe mejor pensando que mientras uno se lo come hay muchos niños muriéndose de hambre, es la ocasión de exclamar «qué asco de mundo».
Afortunadamente el combate contra el hambre tiene un liderazgo muy notable en Colombia. No deberíamos estar tan acomplejados.
Anónimo
6 mayo, 2008 at 3:32 pmCuando la evidencia muestra que la crisis es producto de la combinación de violencia, narcotráfico y política, el Presidente y sus ministros gastan horas tratando de convencernos de que la crisis es producto de la «sevicia de la justicia». Y como ese es su diagnóstico, gastan otras tantas horas esculcando la vida y obra del Fiscal, los magistrados y los jueces a ver cómo los encochinan ante la opinión pública para restarle legitimidad a su tarea de judicializar la ‘parapolítica’. Ya hasta se dice que el Gobierno está revisando hojas de vida para Fiscal porque tiene armadas las filtraciones que tumbarían al actual y, de carambola, a algunos magistrados de la Corte. Es por meterse con la ‘parapolítica’, en la que están metidos hasta el cuello todos los partidos uribistas, que le resultan tan incómodos al Gobierno este Fiscal y los magistrados. ¿O acaso alguien duda de que si los que estuvieran en la cárcel fueran del Polo Democrático por recibir plata y apoyo electoral de las Farc no sería el propio Presidente el que colmaría de elogios y condecoraciones a este mismo Fiscal y magistrados?
Ese juego sucio para deslegitimar la justicia pone a los medios de comunicación en serios riesgos. Si se sigue aplicando a secas el principio periodístico según el cual chiva filtrada que tenga valor periodístico mata al resto, los medios pueden terminar de idiotas útiles en la pelea de quién encochina más a quién. La solución no es dejar de publicar nada, sino dejarle saber al público de qué fuente proviene información cuyo contenido enloda al Fiscal, a los magistrados o al Presidente. Por ejemplo, los lectores tenemos derecho a saber si la información publicada, casi idéntica tanto por EL TIEMPO como por Semana, sobre supuestos chárters pagados por un abogado cercano a un narcotraficante para llevar a magistrados de la Corte Suprema a un agasajo en Neiva, provino de José Obdulio Gaviria u otra fuente de la Casa de Nariño. Deberíamos saberlo, porque es obvio que en esta coyuntura esa filtración, de un hecho que ocurrió hace dos años, no tiene un fin informativo sino de encochinamiento a la Corte Suprema por una parte afectada por los procesos de ‘parapolítica’ que esta adelanta. Aun si la información es cierta y merece un debate y hasta una investigación a los magistrados de la Corte, no menos importante es saber quién la filtra para que podamos también formarnos libremente un criterio no sólo del contenido de la información, sino de los intereses que rondan su publicación. Me dirán que esto viola principios sagrados del periodismo. Les digo que en esta coyuntura se está pidiendo a todos, incluso desde los propios medios, optar por medidas extraordinarias para proteger la estabilidad institucional. Los medios que tanto exigen, también deben aportar.
El proceso judicial de la ‘parapolítica’ y en general el de la judicialización de nexos entre el narcotráfico, la criminalidad y la política no va a terminar este año. Todavía faltan muchas investigaciones por abrir. El Valle, Nariño, La Guajira, Antioquia, el Eje Cafetero son regiones en las que las investigaciones preliminares apenas comienzan. Incluso, las primeras investigaciones que se abrieron sobre la Costa Atlántica apenas están en proceso probatorio o empezando la etapa de juicio. Las garantías de los investigados y de la sociedad exigen un proceso juicioso y reposado, no azaroso.
Mucho le ayudaría a esta democracia que los jueces e investigadores se hicieran oír por sus sentencias y no por comunicados o entrevistas, que los medios no se presten a una guerra de desinformación y encochinamiento y que el Presidente gaste su tiempo en defender nuestra democracia en vez de dejarnos como legado, además de la ‘parapolítica’, la guerra sucia contra la justicia. Da entre risa y angustia verlo por televisión ofrecer su renuncia, con cara adusta y tono dramaticón, si se comprueba que mencionó a su primo Mario Uribe en una conversación telefónica con el ex presidente de la Corte Suprema, y ni siquiera ofrecer una disculpa pública si se comprueba que compró, con puestos y efectivo, votos para su reelección. Algo por lo que sí debería renunciar, como bien lo anotó el ex alcalde Mockus.
Germán Cuervo
6 mayo, 2008 at 5:36 pmAlejandro: Estas son mis conclusiones sobre la gráfica de la ESP.
– La gráfica es bastante clara en cuanto a los porcentajes de cada estrato que apoya la mano dura y el que se identifica con la izquierda, pero no lo es en cuanto la opinión sobre estos aspectos en los abstencionistas específicamente. Es decir, no se puede afirmar a partir de la gráfica si los abstencionistas se sienten zurdos o si les gusta la mano dura.
– Según la tendencia ahí descrita la abstención entre los pobres fue cercana al 40%. Aplicando esto al total de pobreza actual que maneja el DNP, nos da un total de 7.5 millones de personas (sin tener claro si la gráfica incluye lo que llaman indigencia). Manteniéndome en que son los hogares pobres los más susceptibles a no poseer línea telefónica, sería aún una proporción muy alta de abstencionistas la que se está dejando por fuera de los sondeos telefónicos.
– Si se mantiene la tendencia de la gráfica, y haciendo el promedio, nos da un total aproximado de abstencionismo del 36%, muy distinto al 55% que nos reveló la Registraduría y que se acepta como cifra oficial. En principio se puede pensar que alguna de las dos cifras está errada, pero puede pasar que la tendencia de la gráfica cambie mientras el tamaño de la muestra va aumentando (así como, según su explicación, sucedió que la tendencia de identificación con la izquierda varió de la encuesta de 600 observaciones a la de 2400 observaciones). Como sería lógico esperar, la tendencia de abstencionismo de la gráfica debería ir variando proporcionalmente conforme el tamaño de la muestra va en aumento, hasta conseguir el 55% que asumimos como el porcentaje más cercano a lo verdadero.
Sin tener conocimientos de estadística, hice un cálculo muy general para proyectar cuánto tendría que crecer el abstencionismo en cada estrato de forma equitativa para alcanzar el promedio del 55%. El método fue el siguiente:
1. Obtener el promedio de los porcentajes de abstencionismo aproximado por estrato que se deducen de la gráfica: 35.75%
2. Calcular cuánto debía crecer porcentualmente ese promedio para alcanzar el 55%: 53.8%
3. Aplicar ese porcentaje a cada valor de abstencionismo deducido de la gráfica para obtener el valor de crecimiento de cada uno. El resultado de la suma será el porcentaje de abstención proyectada por estrato para alcanzar el 55% de promedio:
-Estrato 1: 60%
-Estrato 2: 64.6%
-Estrato 3: 53.83%
-Estratos 4, 5 y 6: 41.5%
Se observa como, por ser equitativo en el cálculo, el nivel de abstencionismo en las clases altas resulta inverosímil, pues todos sabemos que las personas clasificadas en este estrato son más dadas a votar. Tenderíamos casi instintivamente a restarle credibilidad, pues debe ser mucho menos. Pero lo que le restemos a esta categoría deberemos sumárselo a las otras tres, que de por sí ya están muy altas.
Es notable la forma en que, según este cálculo, aumentaría el abstencionismo en las clases más bajas, sobre todo 1 y 2: entre ambas representan el 62.3% del total, es decir, sobre los datos de la Registraduría, 11.7 millones de pobres no habrían votado (esto sin saber, repito, si los indigentes estén ya incluidos en la gráfica o no). Si esta conclusión es válida, demostraría que efectivamente la mayoría de los abstencionistas (14.7 millones de personas en el 2006) pertenecen a las clases pobres. Sólo faltaría, para redondear mi planteamiento a cerca de lo dudoso de lo representativo de una encuesta telefónica hecha a mil personas en cuatro ciudades principales para medir la popularidad del presidente, demostrar que ese 47% de hogares que según el DANE no tienen servicio telefónico están conformados por familias pobres. Pero pregunto: ¿necesitamos alguna demostración científica para algo tan evidente?
De todos modos, si alguien de los que aquí frecuentan conoce algún documento que diga que en los hogares pobres es donde más se presenta la escasez de líneas telefónicas y nos lo puede suministrar, la demostración de que Gallup prefiere usar el método de la encuesta telefónica para evadir la opinión de los abstencionistas (es decir, los pobres, es decir, los que no tienen teléfono) estaría a pedir de boca.
Carlos
6 mayo, 2008 at 6:15 pmRetomando el tema de la columna: la inflación en Venezuela continua disparada.
Germán Cuervo
6 mayo, 2008 at 6:52 pmFe de erratas: El cálculo con que obtuve que 11.7 millones de pobres no habrían votado no lo hice a partir de datos de la Registraduría sino del 45% de pobres informado por el DNP.
jaime ruiz
6 mayo, 2008 at 7:26 pmBueno, Germán, lo que pasa es que bajo el paraestado narcouribista a los pobres no sólo se los excluye de las encuestas por no tener teléfono, sino que además se los excluye de la posesión de teléfono (pobres) y lo que es peor, ¡a una buena mitad de ellos no los dejan votar por no haber cumplido los 18 años! Eso amerita mínimo quemar a veinte policías (vendidos que a lo mejor ya tienen línea telefónica). Lo que pasa es que hay que hacer bien las cuentas, porque no hay un 55 % que no vota, sino cerca de un 80 %. Más de 15 millones de seres humanos.
Apelaez
6 mayo, 2008 at 7:41 pmSeñor Cuervo, no se muy bien para donde van sus elucubraciones contabilísticas, pero debería tener en cuenta un par de cosas:
1. El abstencionismo se calcúla sobre el censo electoral que viene siendo más o menos los mayores de 18 años que portan cédula (sobre esto hay varios detalles que si quiere podemos discutir).
2. La pobreza se calcúla sobre el total de la población.
3. El abstencionismo es menor en la encuesta de los Andes, no porque tenga fallas, sino porque mucha gente es mentirosa y, en especial, se siente incomoda respondiendo que no vota. Por eso Gallup y otras encuestadoras aplican un filtro como de 8 preguntas para saber si efectivamente el encuestado es un votante potencial y no se limitan unicamente a preguntar si ha o no votado.
Igual no tengo la menor idea de que es lo que quiere probar. Quiere probar que los pobres participan menos en política? Que los pobres no son uribistas? Que Gallup es una mierda?
Germán Cuervo
6 mayo, 2008 at 8:02 pmApelaez:
1. El dato de abstencionismo que vengo manejando es el de la Registraduría.
2. Obvio que la pobreza se calcula sobre el total de la población. No lo he hecho de otra manera.
3. Nunca aseguré que la encuesta de los Andes tenga fallas, pero seguramente esos encuestadores tienen muy en cuenta la mentira y la incomodidad de las que usted habla (¿no ve que son de Los Andes?).
Y lo que pretendo está más claro que el agua, pero se lo transcribo: poner en duda la representatividad de una encuesta telefónica hecha a mil personas en cuatro ciudades principales para medir la popularidad del presidente.
Alejandro Gaviria
6 mayo, 2008 at 8:09 pmGermán: usted confunde dos cosas. La encuesta no es representativa por definición. Pero ello no implica que no sea una buena predicción de las preferencias electorales o política de todo el país. Si las preferencias no difieren grandemente entre ciudades y entre estratos (como lo muestra la gráfica) la encuesta sirve. Hay un dato importante: usando la misma técnica, Gallup logró predecir con error inferior al 1% los resultados de la elección de 2006.
Anónimo
6 mayo, 2008 at 8:16 pmAnónimo 10:32, muy buen apunte !!
jaime ruiz
6 mayo, 2008 at 8:36 pmAvanza el huracán Obama, no pasará ni un mes antes de que descubramos la adhesión entusiasta de Galeano.
Anónimo
6 mayo, 2008 at 9:41 pm¿José Obdulio Gaviria era miliciano clandestino del PCML-EPL, al tiempo que actuaba como abogado?
Ahora entiendo la fusión de comunistas y narcoparamilitares en Colombia.
Anónimo
6 mayo, 2008 at 9:45 pmEl anónimo de las 10:32 está plagiando a Claudia López (o es…). Esa es la columna de hoy en El Tiempo
Anónimo
6 mayo, 2008 at 9:53 pmClaudia López siempre viene y deja si columna por acá.
Anónimo
6 mayo, 2008 at 10:15 pmCarta de una madre desesperada a su hijo
“Mijito lindo:
Hace rato no me llamas y ya estoy preocupada. Yo que te conozco tanto sé que debes estar trabajando mucho ¡Mijito no puedes dejar el puestito que tantas bendiciones te ha traído! o te esperará un futuro triste y solitario ¡créeme! porque lo he visto en mis sueños ¡oíste mijito! ¡Cuidadito papito con bajarte del tigre porque te come!, debes ser cuidadoso y debes pasar con cautela por la Corte; sabes que no me gusta que andes por esa zona tan peligrosa ¡y que la virgen te proteja!
Atentamente, tu mamita que tanto amor te tiene”
Alguien encontró esta carta, pero aún no se sabe a quién va dirigida, algunos tienen sus sospechas pero nadie a ha podido entregar la carta a su destinatario, pero nadie ha podido colaborar; si ustedes pueden ayudarnos, por favor denle este recado porque parece ser un importante consejo de una madre desesperada por su hijo.
PD: BUENA COLUMNA LA DE ANTONIO CABALLERO EN SEMANA.
Anónimo
6 mayo, 2008 at 10:42 pmTan productivos son esos millones de personas como los de familias en acciòn que votaràn en el 2010 por Uribe jajaja, Jaime Ruiz y que opina usted del fraude en las dos ùltimas elecciones presidenciales… raro no serìa ver de presidente a Jerònimo Uribe en el 2014.
jaime ruiz
6 mayo, 2008 at 10:49 pmPropongo una encuesta muy sencilla: ¿cuántos son verdaderamente los anónimos? Los encuentro demasiado parecidos, creo que el mismo energúmeno que copia la perla de Claudia López es el mismo que admira unas horas después su brillante aporte. No hay que pensar mucho para saber dónde dan clase.
Germán Cuervo
7 mayo, 2008 at 12:00 amAlejandro: es lógico que la técnica de Gallup haya servido para predecir los resultados de la elección de 2006, PORQUE EXPLÍCITAMENTE NO INCLUYE A LOS ABSTENCIONISTAS, como usted mismo dijo hace algunos comentarios. Lo que he venido tratando de demostrar es que esta técnica en sí (encuesta teléfonica) excluye a la gran mayoría de abstencionistas así no sea de forma explícita, y esto es importante para que la alta popularidad de Uribe no corra ningún riesgo.
Carlos
7 mayo, 2008 at 12:38 amGerman tiene un prejuicio o sospecha, que Uribe no es tan popular como dicen las encuestas. Entonces trata y trata de encontrar cualquier caída en la metodología o en datos para confirmar lo que ya cree de antemano.
Ese el clasico error cognitivo de confirmación.
Alejandro Gaviria
7 mayo, 2008 at 12:51 amGermán: si existieran diferencias sustanciales entre quienes tienen y no tienen teléfono en las preferencias electorales o políticas (una de sus preocupaciones), Gallup no habría aceptado en su predicción de 2006. Otro punto importante es que el error (de existir) no afecta la dinámica de los datos, solo afecta el nivel. El error, en otras palabras, no puede explicar el aumento en la popularidad de Uribe.
Yo había escrito una columna al respecto. Quines no están familiarizaos con la estadística tienen prejuicios invencibles, están pensando todo el tiempo en manipulación.
jaime ruiz
7 mayo, 2008 at 1:17 amA mí me resulta muy interesante lo que hay detrás de afirmaciones como ésta:
y esto es importante para que la alta popularidad de Uribe no corra ningún riesgo.
«Esto» era excluir a la gente que no tiene teléfono. De modo que la empresa no se plantea ahorrarse pagar a los entrevistadores para que hagan una prueba aleatoria en barrios peligrosos o en el campo, sino que todo está predispuesto para que el resultado sea favorable a Uribe.
Las encuestas las hacen empresas especializadas, pero por lo general las pagan medios periodísticos: ¿cuánta gente cree que los medios en Colombia son favorables a Uribe? No se trata de un problema cognitivo cualquiera, ni de algo que se pueda eludir tan alegremente, pues se ve que Germán cree en lo que dice.
Digo que todo esto me resulta interesante, pero no misterioso: cuando el adolescente entra a la universidad empieza a formar parte de una categoría social especial, se hace incapaz de entender a la gente de fuera, la empieza a convertir en abstracciones siempre gratas. El obrero que concebía el mamerto de hace 30 años sólo salía de algún cuadro de Clemencia Lucena y tenía poco que ver con la realidad, lo mismo que el campesino, el negro, el indígena: puras abstracciones, muñecos con los que el semi-niño construye su epopeya en la que siempre manda él.
Esas abstracciones experimentan un gran descontento por verse sin línea telefónica y aborrecen al imperialismo y al narcoparaestado que las tienen en esa situación. La obstinada campaña de los medios contra Uribe les resulta invisible, una absurdidad muy molesta porque vendría a afectar la agradable utopía en que viven mientras buscan su puestico estatal.
Pero todo eso ya forma parte de lo incomunicable: el mundo de la universidad en Colombia es el de una secta que empieza por convencer a sus adeptos de ser muy superiores al resto de la sociedad y termina por producirles graves daños cognitivos. Pero claro, eso es otra barrabasada mía, ¿qué universitario va a admitirlo?
Carlos
7 mayo, 2008 at 1:42 amSobre lo que dice Alejandro lo que he visto siempre es que en Colombia y America Latina los politicos y sus simpatizantes en general suelen intentar desacreditar las encuestas que no le favorecen. Es parte del mismo (aburrido) debate político que vemos todo el tiempo. Recuerdo que antes de las elecciones de 2002 tanto Serpa como Lucho Garzón y luego Carlos Gaviria decían no darle credito a las encuestas que daban a Uribe ganador en primera vuelta. Y bueno ya sabemos que pasó.
He visto siempre que en general(me atreveria a decir que en mas del 95%) las encuestas de empresas como Gallup aciertan con un margen de error menor al 5%.
Empresas como Gallup saben mucho mas de estadistica(de hecho la fundó George Gallup un estadistico) y encuestas que la mayoría de nosotros. Su negocio depende de su credibilidad como encuestadores. Así que no van a ponerse a manipular encuestas porque sí. Mucho menos una multinacional que no dependen financieramente del gobernante de turno. Las dadivas del gobierno no es probable que lleguen a Gallup y si llegarán sería un mínimo de sus ingresos a nivel mundial.
Para German: aquí explican en detalle la metodología de las encuestas Gallup. Ya que anda tan exhaustivo.
Anónimo
7 mayo, 2008 at 3:54 amGallup tambien se equivocó con samuel moreno.
jaime ruiz
7 mayo, 2008 at 11:09 amEsto:
Gallup tambien se equivocó con samuel moreno.
Luego… Es como cuando el manual de Física dictamina determinada reacción de ciertas sustancias y uno le cambia el rótulo a un frasco. Gallup evalúa la intención de voto con recursos científicos, la izquierda democrática resuelve los problemas con solidaridad bolivariana. Eso es fácil de comprobar, más allá de las encuestas de Gallup: ¿cuánta gente votó al Concejo por el PDA y cuánta votó por Samu? La diferencia, más de la mitad de los votos de alcalde, está en la maquinaria «liberal» de Martha Catalina Daniels y otros querubines filantrópicos.
Maldoror
7 mayo, 2008 at 11:14 amCarlos:
Ese cuento de que las empresas que hacen encuestas no se pueden equivacar de manera grosera, ha sido desmentido más de una vez. Todavía recuerdo el fiasco de las encuestadoras con la elección entre Pastrana y Serpa.
Jaime:
Alguién tan ciego para no ver que El Tiempo, Cambio y los dos grandes canales de Televisión privados (es decir LOS MEDIOS en este país) no favorecen a Uribe, no tiene autoridad alguna para siquiera pronunciar la expresión «problema cognitivo»
Carlos
7 mayo, 2008 at 11:16 amSergio: yo no dije que no se equivocaban. Dije que muy pocas veces lo hacían.
Aviso limitado
7 mayo, 2008 at 12:20 pmGlobalizacion en marcha. Exportemos reinsertados con años de experiencia. Buenos salarios y prestaciones
eureka
7 mayo, 2008 at 12:31 pmParafraseando el post pasado de Agaviria ¿Germán se estaría preguntando lo mismo si la popularidad de Uribe estuviera sobre el 20%?
jaime ruiz
7 mayo, 2008 at 2:15 pmCreo que los economistas podrían orientarnos sobre el tema de la seguridad alimenticia. Ya he leído varios como aperitivos al tema, pero el tufillo demagógico los hace hasta ininteligibles. Un ejemplo.
(Este Sergio tiene la audacia y el aplomo de un genio, ahora hasta Cambio es gobiernista.)
Anónimo
7 mayo, 2008 at 2:24 pmSeguridad alimentaria, no alimenticia
Alimentario, ria.
(Del lat. alimentarĭus).
1. adj. Perteneciente o relativo a la alimentación. Industria alimentaria.
2. adj. Propio de la alimentación.
□ V.
cadena alimentaria
Rafael
7 mayo, 2008 at 2:41 pmQue los pobres son casi todos abstencionistas? Y como cuadra eso con la presión de grupos paramilitares para que votaran por Uribe?. A lo mejor presionaban a los pobres para que no votaran o solo obligaban a votar a esos burgueses con teléfono….
Saludos
Anónimo
7 mayo, 2008 at 2:48 pmLo peor de todo, es que sucede en un país donde más de 60 congresistas son investigados por servir de complices al narco terrorismo.
Y continúa así……
eureka
7 mayo, 2008 at 4:12 pmla seguridad alimenticia es que la comida que te comes no esté infectada con alguna bacteria o compuesto químico dañino. jeje.
De la columna de Maya, más de lo mismo, la conspiración imperialista. sinceramente aburrido, los mismos argumentos los tiene un estudiante «revolucionario» de pregrado
eureka
7 mayo, 2008 at 4:12 pmsi e sque le cabe el nombre de argumento.
Germán Cuervo
7 mayo, 2008 at 4:25 pmCarlos: Lo que usted llama error cognitivo de confirmación, yo lo denominaría razonamiento abductivo (mi conclusión es probable). Y gracias por el vínculo sobre la metodología de Gallup; si lo que ahí dice es cierto y oficial, contradice la afirmación de Alejandro según la cual yo estaba confundido porque «la encuesta no es representativa por definición».
Eureka (y Alejandro): Su pregunta es importante para aclarar los términos de la discusión que planteo. Cualquiera que tenga a bien pasarse por mi blog notará que Uribe no es para nada santo de mi devoción. Sin embargo, lo que yo cuestiono no es si Uribe tiene o no el 79% de aprobación (probablemente lo tenga), sino el que una encuesta realizada a mil personas con teléfono pretenda mostrar tendencias de favoravilidad política de un país donde el 47% de las viviendas* NO TIENE TELÉFONO (Gallup se limita a aclarar convenientemente en las fichas técnicas que, según el DANE, el cubrimiento telefónico en las grandes ciudades es del 85%, obviando el total nacional). Y como he venido tratando de demostrar con cifras (que nadie aquí ha desmentido) y cálculos (que nadie aquí ha desvirtuado), es PROBABLE que la mayoría de la masa abstencionista colombiana resida en esas viviendas incomunicadas, las que, estaremos todos de acuerdo, estarán habitadas casi todas, sino todas, por personas de los estratos más bajos –a menos que alguien se atreva a afirmar que ese 47% de ausencia telefónica está en su mayoría en los estratos medio y alto–. Por tanto, si una encuesta realizada con esta metodología (que podrá funcionar muy bien en Estados Unidos, pero no en Colombia) arroja como resultado que Uribe tiene el 20% de favorabilidad (o el 50%, cifra más razonable en mi opinión), tiene que ser puesta también en duda, porque no estará incluyendo a la enorme cantidad de hogares sin teléfono dentro de la muestra.
Maldoror: Afirmar que LOS MEDIOS de este país no favorecen a Uribe me parece aventurado. Recuerdo bien el editorial de El Tiempo previo a su segunda elección en el que declaraban ser partidarios suyos.
Rafael: Opino, al igual que usted, que la influencia paramilitar tiene mucho que ver con que Uribe esté montado en el trono, pero no creo que su influjo haya abarcado a más de 18 millones de personas, que son las que viven en pobreza. Es evidente también que la presión guerrillera tiene su cuota, y puede que muy grande, en el abstencionismo.
Tienen razón algunos cuando dicen que la única forma de verificar si mis planteamientos son correctos o no sería una encuesta que incluya a los ‘sin teléfono’, por lo que probablemente nunca lleguemos a saberlo con total certeza pues de seguro nadie va a estar interesado en una empresa que considerarán onerosa, costosa, arriesgada e inútil. Y si alguna vez se hiciera, si los resultados refutaran los de las encuestas telefónicas, las derechas denunciarían de inmediato presiones guerrilleras, pero si confirmaran la favoravilidad del presidente, las izquierdas alegarían influencia de las águilas, calvas o negras. No me queda más que reafirmar que mis dudas sobre estas encuestas son razonables, y apelo a la provisión de ‘buen sentido’ de ustedes para, por lo menos, admitir que mi planteamiento es válido.
*Corrijo la denominación: el Censo habla de viviendas, no de hogares, como venía afirmando.
Anónimo
7 mayo, 2008 at 4:36 pmLos raciocinios de Cuervo curiosamente no lo llevan a especular que los «sinteléfono» son los más susceptibles a que se les compre el voto y por lo tanto a ser menos «abstencionistas».
Carlos
7 mayo, 2008 at 4:46 pmGerman: unas preguntas:
Porque supone que los no que tienen telefono tienen opiniones diferentes a los que si tienen?
Es el hecho de no tener telefono un predictor de opiniones politicas (o lo contrario: es el hecho de tener telefono un predictor de opiniones políticas?)
Porque cree que hay mas abstencionistas entre los sin telefono que en los que si tienen?
Lo que usted tendría que demostrar es la muestra tiene poca validez porque excluye a los sin telefono.
Y para eso tendría que tener alguna teoría de verdad bien robusta que explique que la posesión de línea telefonica altera las preferencia políticas.
Si no la tiene, entonces es mejor no asumir cosas.
Gallup le apuesta a lo contrario, y de verdad, Gallup vive de eso, y su efectividad a nivel mundial(que tambien incluye paises como Colombia) es alta, por algo es reconocida.
Por supuesto que Gallup comete errores, pero son pequeños comparados con sus aciertos.
Saludos,
Carlos
Germán Cuervo
7 mayo, 2008 at 5:16 pmCarlos: si viniera siguiendo la discusión sabría que lo que yo planteo es que los ‘sin teléfono’ pueden opinar distinto no simplemente porque no tienen teléfono, sino por LA RAZÓN por la que no tienen teléfono (ni lavadora automática, ni computador, ni automóvil, ni secador de pelo, ni etc.), y no sabemos cómo opinan porque su opinión no queda registrada. El motivo por el que creo que hay mas abstencionistas entre los ‘sin teléfono’ está en mi comentario de las 12:36 de ayer.
Y no dudo de lo certero de Gallup para determinar tendencias. Pero repito, su metodología, por lo menos en Colombia, sólo puede medir acertadamente tendencias políticas entre los que SÍ VOTAN.
Rafael
7 mayo, 2008 at 5:40 pmGerman veo que no notó el tono irónico de mi comentario.
Lo que quise decir es que afirmar, a partir de las estadísticas de abstencionismo y pobreza, que los abstencionistas no votan por que son pobres, implicaría negar la posible influencia de grupos armados en el voto de los ciudadanos de menos recursos (también la compra de votos). Se caería en una contradicción: los pobres no votan porque son pobres y a la vez votan por cierto candidato porque los grupos armados los obligan.
Así que si ud. de verdad cree lo que está afirmando también debería creer que la influencia paramilitar en el voto de la gente no existió o fue raquítico (estoy asumiendo que los paras solo podian afectar el voto de los pobres algo con lo cual creo ud. estará de acuerdo).
Todo eso a menos que los paras obigaran a la gente a abstenerse de votar (lo cual me parece absurdo, ¿porque no obligarlos a votar por Uribe?), o que obligaron a votar a los más pudientes (más absurdo aún).
Bueno y Carlos me quitó la palabra con aquello de que la posesión de líneas telefónicas afectan las preferencias políticas, otra cosa que ud. estaría implicitamente asumiendo.
Saludos
Anónimo
7 mayo, 2008 at 5:50 pmNo asuman; mejor supongan. Menos responsabilidad.
jaime ruiz
7 mayo, 2008 at 7:04 pmEureka, mala ocurrencia venir a burlarse para embarrarla de todos modos, resulta que la seguridad respecto a la existencia de bacterias también es «alimentaria», la única posibilidad de que haya seguridad alimenticia es desde el punto de vista de los que se dedican a la seguridad, porque sería una seguridad que los alimenta.
Pero fuera de eso el tema es muy interesante, sobre todo en lo que lo relaciona con el tema de la columna. ¿No se debe pensar que al subir el precio de la comida aumenta la rentabilidad de la agricultura y por tanto las posibilidades de que crezcan la producción y el empleo en el campo? Lo que uno lee en la prensa narcoparauribista neoliberal es siempre en la misma dirección, acusaciones al imperialismo y todo eso que siempre conduce a la cuestión del poder del Estado: esos personajes, como el tal Aurelio Suárez Montoya de la columna enlazada nunca piensan en otra cosa que en políticas que ensanchen el poder del Estado (es decir, de los políticos). Yo tengo la intuición de que esa columna es basura, pero sé que los entendidos podrán ilustrarnos más allá de nuestras intuiciones.
Germán Cuervo
7 mayo, 2008 at 7:09 pmDebo hacer una corrección importante: a partir de la gráfica de la ESP que aportó Alejandro Gaviria, y ajustándola al 55% de abstención que asumimos como real, obtuve que como mínimo un 62.3% de las personas habilitadas para votar entre los estratos 1 y 2 no habrían votado. Aunque sigo pensando que es un porcentaje plausible, lo apliqué equivocadamente sobre el número de pobres en total, cuando debí haberlo aplicado sobre el número de pobres habilitado para votar. Como no tengo a la mano, si es que existe, un dato concreto de esta cifra, acepto que no tengo forma de dar un dato creíble del número de personas de estratos bajos que se abstuvo de votar, el cual es posiblemente mucho menor que los 11.7 millones que mencioné anteriormente. Así que, aunque manteniendo mis dudas acerca de la metodología usada en las encuestas de favorabilidad política, retiro humildemente esta premisa hasta tener a la mano datos concretos.
Carlos
7 mayo, 2008 at 7:13 pmGerman, esta discusión de verdad se pone interesante.
Creo que usted tiene el supuesto que «NO TENER TELEFONO FIJO= POBREZA».
Resulta que esto no siempre se cumple. La gente puede no tener telefono fijo porque:
a. No tiene plata para pagarlo
b. La zona donde vive es alejada y no llega la cobertura de líneas telefonicas fijas (esto especialmente aplica a zonas rurales pero tambie a zonas urbanas donde la oferta de telefonia fija aun no ha llegado por diversas razones)
c. Prefiere tener un celular
No sabemos para un población dada de personas sin telefono cuantos se debe a cada causa, pero si sabemos que cada vez mas personas caen en la opción c (que esta relacionada en parte con b y en parte con la a).
Segun noticias de los ultimos años, el numero de lineas telefonicas fijas ha venido dismininuyendo incluso en estratos altos. Yo personalemnte conozco personas que han cancelado su linea fija y solo usan celular. Y la pueden pagar y viven en barrios estrato 4 o 5.
Tambien resulta que el número de líneas de celular supera ampliamente las fijas (incluso asumiendo que cierto porcentaje de personas tiene mas de una línea celular, aún así hay mas personas con celular que con linea fija)
Y segun esta noticia, estudios del gobierno confirman que muchos pobres estan usando mas el celular que la línea fija, por lo que no estaría interesados. Citó la noticia de prensa:
«para el Gobierno el efecto del desmonte no será tan grande en la medida en que la sustitución de la telefonía fija por la móvil es mayor en los estratos bajos e, incluso, en estos niveles socioeconómicos el teléfono fijo se usa más para recibir llamadas que para generarlas. «
Seguramente esto esta sustentando en estudios de las mismas empresas de telecomunicaciones.
De manera que usted no puede asumir tan facilmente que no tener telefono fijo indica nivel socioeconomico o ingresos que se cree un mejor predictor de preferencias políticas.
Pero aún si fuera cierto que los pobres no son Uribistas o en general de derecha (lo cual no tiene sentido porque la mayoría de la población colombiana es pobre y vive en las ciudades así que voto por Uribe por razones diferentes a presiones de los paras) ese tambien es un supuesto que se contradice en todas partes donda a cada rato salen elegidos politicos con ideas de derecha. De hecho en Estados Unidos ha dado para libros interesantes como «What’s the matter with Kansas» y cualquier cantidad de estudios.
En fin, sigo esperando una teoría política coherente y robusta que sustente sus discutibles supuestos.
Cordial saludo,
Carlos
Germán Cuervo
7 mayo, 2008 at 8:47 pmDistintas críticas a las encuestas telefónicas:
Problemas de cobertura en la encuesta telefónica
Algunas limitaciones de las encuestas telefónicas en los Estudios de Opinión Pública
Encuestas políticas en Colombia: ¿quiénes cuentan?
La confianza en las encuestas
Encuestas: con beneficio de inventario
Anónimo
7 mayo, 2008 at 9:41 pmVean lo que le escribe el sicario Jaime Ruiz a Jotamario:
Nos pide este columnista
rodear al presidente,
evitando
que a un descuido se «nos» vuele
como el maldito intendente
Frank Pinchao.
Germán Cuervo
7 mayo, 2008 at 10:54 pmDocumento no oficial del MinComunicaciones del 2005
Página 3: «La situación económica y fiscal de los municipios y la baja capacidad económica de la población, de acuerdo con los diferentes análisis realizados, evidencian la baja demanda de líneas que se viene presentando, y por ende el bajo crecimiento de usuarios, el cual no supera el 2% anual en los últimos tres años».
Página 4: «El cubrimiento de servicios de telefonía en estratos altos es del 100% en la gran mayoría del mercado».
Pie de página: «De acuerdo con análisis hechos con los operadores de telefonía básica, la demanda de líneas es cada vez menor, inclusive se está presentando devolución de líneas, entre otras cosas por el desarrollo de productos sustitutos como la telefonía móvil».
Se deduce de este documento que la cobertura en los estratos bajos es mucho menor que en los altos, y que evidentemente las personas de bajos ingresos están prefiriendo la telefonía celular porque es más barata. Esto puede ser un indicador más, no sólo de la situación socioeconómica de la mayoría de los colombianos, sino también de lo poco acertada que puede ser una encuesta teléfonica, a menos que se realice a través de telefonía móvil. Habría que pensar si el hecho de que haya más teléfonos celulares entre los que no poseen línea telefónica es suficiente motivo como para que una encuesta telefónica represente sus opiniones.
Carlos
8 mayo, 2008 at 12:29 amGerman: nuevamente cae en supuestos errados.
Si de verdad lee el articulo de Portafolio que referencie hace unas horas antes, verá una grafica que facilmente muestra que la mayoría de las líneas fijas estan en los estratos 1,2 y 3. Así que aunque los estratos 5,6 tengan 100% de cobertura no suman la mayoría de lineas (esto es obvio al saber el porcentaje de población por estrato, que es desigual, ejem, la famosa desigualdad economica)
Resulta que en las muestras de Gallup (segun la metodologia que dicen que usan) las llamadas son aleatorias. Si son aleatorias, la probabilidad de que llamen a un pobre es mayor, porque la probabilidad de que alguien tenga linea fija y sea pobre es mayor que la probabilidad de que tenga linea fija y sea rica (ver grafica de portafolio. Dado que la mayoria de lineas fijas estan en los estratos 1,2 3 sumados….).
Pero ojo, que lo contrario no es cierto.Si alguien es rico en Colombia, la probabilidad de que tenga línea es mayor.
Así que las encuestas gallup asumiendo que sigan la metodologia que dicen seguir (aleatoria por computador) entonces terminan llamando mas pobres que ricos por simple probabilidad (no creo que las computadoras solo marquen a Chico y Rosales, o sí?)
Creo que ahi se cae su argumento.
Sabiendo que hay mas lineas fijas en los estratos 1,2 y 3 sumados, la encuesta si se acercaría a ser representativa de la población.
Saludos,
Carlos
Germán Cuervo
8 mayo, 2008 at 2:49 amCarlos, cómo hago para explicarle. Según la gráfica de Portafolio, existen aprox. 6 millones de viviendas con línea telefónica, ¿de acuerdo? Según el Censo, el 53.4% de las viviendas en Colombia tenía línea telefónica en el 2005. Supongamos que en estos años haya aumentado, exagerando un poco, hasta el 60% (ateniéndonos al informe de Portafolio y el documento del MinComunicaciones sería demasiado). Si confrontamos ambos datos, obtenemos que, si 60% = 6 millones, 4 millones de viviendas NO POSEEN LÍNEA TELEFÓNICA. Digamos que en promedio en cada vivienda viven mínimo dos personas adultas (papá y mamá). Se estaría dejando por fuera de la representatividad de la encuesta telefónica a 8 MILLONES DE PERSONAS APTAS PARA VOTAR Y QUE NO TIENEN TELÉFONO. ¿Dígame cuál fue el argumento que me tumbó con su gráfica?
Germán Cuervo
8 mayo, 2008 at 6:20 amCarlos, disculpe el tono de mi comentario anterior, me dejé llevar. No comprendí el punto de su análisis hasta poco después de haber pulsado el botón de publicar. Admito que ha hecho tambalear mi argumento, y que la única forma de evitar que se derrumbe sería demostrar que esos 4 millones de hogares pertenecen en su gran mayoría al estrato 1, que es donde se evidencia el mayor vacío de cobertura. Hasta entonces, la razón es suya.
jaime ruiz
8 mayo, 2008 at 7:01 amAquí se ha discutido sobre las recompensas, hoy sale por fin algo valioso sobre el tema en la prensa. Nos dice el inefable Óscar Collazos que la seguridad se ha conseguido mediante la ¡descomposición de valores ciudadanos! Pero cuando había diez secuestros diarios el mismo prócer escribía alegrándose de que los colombianos fueran un pueblo sensato de «bacanes» que no se dejaban arrastrar por las pasiones ni se ponían de parte de ninguno de los bandos. Las recompensas corrompen hasta llevar a denunciar hechos punibles a quienes no lo hacían y sobre todo no debían hacerlo. ¿Qué se descompone? La pasividad e indiferencia, que son los valores ciudadanos que aprueba Collazos.
Genial, lo lógico en un columnista que analiza los comentarios que no permite. Aunque más fascinantes resultan los que leen la prensa del jueves y se sienten igual de distantes de lo que escribe Londoño que de lo que escribe Collazos, bacanes con el deber cívico de no ser sapos ante las conjuras judiciales.
Anónimo
8 mayo, 2008 at 12:22 pmLas «recompensas» a Yidis y Teodolindo por buen comportamiento, por salvar a la patria, terminarán por dejar al emperador completamente empeloto y sin que a nadie le importe porque «eso lo hace todo el mundo». Y lo más importante es que gracias a esa corrupción, a esa politiquería de más fina cepa colombiana, nos hemos salvado de convertirnos en otra Cuba. Le debemos nuestra salvación a verdaderos próceres como Sabas, como Angatita, como Diego Palacios, etc., con su inagotable capacidad de «persuación», como gentilmente nos lo explicó AUV, el gran beneficiario de las pequeñas cochinadas que tan alegremente salieron a hacer sus servidores.
lelo69
8 mayo, 2008 at 7:36 pmEl efecto Yidis….
“De las histéricas líbranos señor”
Las mujeres engañadas no tienen memoria sino rencor
Yidis se llevara por los cachos a Sabitas a Palacios y si no se avispa el que vive en el Palacio
JuanDavidVelez
9 mayo, 2008 at 1:47 amRudolf Hommes de el Tiempo, mas cierto no se puede. Y es que el problema no es de justicia, el problema es que hacen circo de la justicia pensando en las elecciones del 2010, ni se les ocurre pensar que como dijo Hommes lo que esta en juego es el empleo de millones de personas.
Luis Carlos Valenzuela habia dicho mas o menos lo mismo, pero haciendo enfasis no tanto en la estupidez de los politicos sino en el papel absurdo y tambien estupido que juegan los medios en esto.
«Los medios vieron que este juego de revoquémonos todos a todos hasta que no quede absolutamente nada, daba para fantásticos titulares y entre más circo más circulación. Será que circulación viene de Circo? Unos a otros se tildaban de ladrones. Unos a otros se tildaban de ineptos. Que viva el circo.
Mientras tanto los mercados internacionales se enloquecían diciéndole a los bancos que se salieran del país. La tasa de interés implícita de los papeles colombianos que se transan en el exterior superó con creces la de los más atrasado países africanos.
Pero eso que importa? Aquí parecería que ricos y pobres decidieron que eso no era problema de ellos. Lo de ellos no era lo de los spreads, sino incendiar el país polarizando. El peligrosísimo juego de las mutuas revocatorias.»
http://economiacolombiana.uniandes.edu.co/documentos/CUBA.pdf
Campus Blog Colombia
9 mayo, 2008 at 4:29 amAlejandro. Reproducimos aquí un correo que le hicimos llegar a su dirección de gmail. Esperamos su respuesta.
Profesor Alejandro,
En la útima semana de junio tendrá lugar en Corferias la primera versión
de CampusParty que se celebra en Colombia. El Campus es una reunión de
gente que durante una semana llevará a cabo todo tipo de actividades
relacionadas con computadores. Software libre, arte digital, astronomía,
juegos y blogs son algunos de los temas en que se ha segmentado la
actividad.
En el espacio CampusBlog se llevarán a cabo varias actividades
relacionadas con la administración de blogs, desde lo más básico hasta lo
más sofisticado (puede ver más información aquí
http://www.campus-party.com.co/index.php3?SEC=123&action=HOME&checksum=8c29252785de1d529abbdd0878d930ba)
y la dinámica social de este medio de comunicación. No queremos abordar
los blogs y a los blogueros desde la perspectiva de medios de
comunicación, periodismo, producción «seria» de información o control
social, si bien se tratarán estos temas pues es inevitable. Pensamos que
los blogs son, ante todo, discusiones entre personas y, como discusiones,
pueden terminar siendo cualquier cosa y lo enumerado antes es solo una
muestra. Evidentemente entre los autores de los blogs también hay
relaciones de prestigio, competencia y cooperación que
vienen de o van a la «vida real» y queremos que todo eso haga parte de los
páneles.
Queremos también, Alejandro, que usted haga parte de los páneles
blogueros, de las discusiones, de los chismes y de lo que sea que pase en
esos días. Nos interesa su presencia pues su caso resulta, aun hoy en día,
excepcional: usted no es un «famoso» al que hayan puesto a escribir un
blog en un medio (tipo Eduardo Arias, otro personaje que estamos
contactando, o el difunto Kendon McDonald), sino alguien que decidió
hacerlo por su propia cuenta. Desde su columna en El Espectador usted
llama a discutir en su blog y, a diferencia de otros «famosos blogueros»,
participa en el diálogo, discute, aclara, etc. Es decir, usted sí se
comporta como un bloguero. Precisamente esa faceta nos interesa, si bien
es inseparable de su condición de académico.
Esperamos atentamente su respuesta, Alejandro.
El equipo de Campus Blog
Anónimo
9 mayo, 2008 at 4:52 amObama-nomics
jaime ruiz
9 mayo, 2008 at 6:17 pm¿No que Coltejer nadaba en la abundancia a punta de favores del gobierno? Ahora van a liquidar la empresa, ya se sabe que la buena vida cansa y la mala amansa.
Ese Hommes es el colmo: ahora culpa de todo a los políticos oligarcas al tiempo que pasa por alto las presiones para involucrar a Uribe en el paramilitarismo o los móviles evidentes de Yidis Medina. Como cuando hay un atraco y uno de los atracadores va disfrazado de anciano a darle bastonazos a la víctima: «Ésta no es hora de buscar pelea, hay que respetar el descanso de la gente».
Alejandro Gaviria
9 mayo, 2008 at 6:36 pmJaime: los favores del Gobierno no se dieron. Después de las denuncias, hechas aquí y en otros lados, el Gobierno convocó a una audiencia pública. En ella, los confeccionistas, liderados por Arturo Calle, plantearon la inconveniencia del aumento en los aranceles. El Gobierno no tuvo alternativa distinta a echarse para atrás. La esposa del Ministro Plata es la asesora del Presidente de Coltejer, y el escándalo habría sido grande. Pero las denuncias de trafico de influencias no eran infundadas.
jaime ruiz
9 mayo, 2008 at 9:28 pmImprescindible este escrito de Iván Márquez para comprobar que la justicia cojea pero llega.
Gheysel Naranjo
10 mayo, 2008 at 12:30 amIncreible que por integrar a toda América y generar pensamiento bolivariano, el gobierno venezolano al mismo tiempo reduzca o su libertad de nación y un debacle económico… todo por culpa del patriotismo… Creo que le falta mucho profesional que le asesore a Chávez de generar una solida Política de integrarse, de expandirse, y de compartir.
lelo69
10 mayo, 2008 at 1:55 amÁlvaro Uribe, bajo la amenaza del fin de Fujimori
Joaquim Ibarz
Alberto Fujimori se convirtió en el presidente más popular en toda la historia de Perú cuando el 5 de abril de 1992 dio un autogolpe de Estado con el que inauguró un régimen dictatorial. El apoyo al mandatario de origen japonés llegó al 83% cuando meses después las fuerzas de seguridad peruanas capturaron a Abimael Guzmán, el sanguinario fundador de Sendero Luminoso.
Sin embargo, años después, Fujimori renunció por fax de forma vergonzosa a la presidencia tras huir a Japón. Ahora se encuentra encarcelado en un penal de máxima seguridad de Lima.
Hugo Chávez también ha gozado de índices de popularidad superiores al 80%. Sin embargo, el pasado 2 de diciembre el pueblo venezolano, cansado de la escasez de alimentos, la inseguridad y la autocracia totalitaria, rechazó en las urnas su pretensión de perpetuarse en el poder mediante un referéndum que abría las puertas a un régimen dictatorial. Chávez está ahora involucrado en un fenomenal escándalo de corrupción que compromete a toda su familia, padres y hermanos que durante años han saqueado Barinas, su estado natal. Los juristas ya anticipan que cuando Chávez abandone el poder en 2013, podría ser enjuiciado y condenado por múltiples delitos
El presidente Álvaro Uribe cuenta con el mayor apoyo que mandatario alguno haya logrado concitar en Colombia: supera el 80 por ciento. Criticar en público a Uribe es casi una ofensa a la patria. Los golpes contundentes que en los últimos años las Fuerzas Militares han dado a una guerrilla que se financia con el narcotráfico, el secuestro y la extorsión, actúan como una especie de pantalla que protege al presidente del escándalo de la parapolítica (nombre que se da a los vínculos políticos y económicos de congresistas, gobernadores y alcaldes con los jefes de los grupos paramilitares). Las FARC también se utilizan como coartada para pasar por alto los señalamientos sobre la limpieza y legitimidad de la votación del Congreso colombiano que permitió cambiar la Constitución, dando vía libre a la reelección presidencial en 2006.
jaime ruiz
10 mayo, 2008 at 4:10 amLo de Joaquim Ibarz es antológico: mientras que a Fujimori se lo acusaba entre otras cosas de la venta de armas a las FARC, de asesinatos y torturas, las acusaciones contra Uribe consisten en que se le sumaron unos serpistas amigos de los paramilitares y en que tuvo que pagar peaje a unos corruptos para que aprobaran lo que deseaban sus votantes. Genial. El escándalo es bien grande, pero la popularidad de Uribe no ha caído y en cambio la motivación non sancta de las autoridades judiciales no la ven sólo los que no quieren verla.
Pero los socialistas y universitarios no le tienen simpatía a Uribe, y por eso lo que escribe un señor que lee la tendenciosa prensa colombiana y saca sus conclusiones para un público que lo conoce pero no sabe nada de Colombia es prueba de algo para los colombianos que saben en qué mienten los analistas en que se basa a Ibarz: «Di que me quieres, aunque sea mentira». Triste.
Anónimo
10 mayo, 2008 at 4:22 amPrimero disculpas por cambiar el tema, pero es en este blog donde he leido los comentarios mas sensatos frente a la situacion del pais. Acabo de escuchar en la noche de rcn, que el doctor Lombana acusara a Yidis Medina por concusion, cuya definicon cito:
El artículo 140 del Código Penal, definió el delito de concusión en los siguientes términos:
«El servidor público que abusando de su cargo o de sus funciones constriña o induzca a alguien a dar o prometer al mismo servidor o a un tercero, dinero o cualquiera otra utilidad indebidos, o los solicite, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años, multa de cincuenta (50) a cien (100) salario mínimos legales mensuales vigentes, e interdicción de derechos y funciones públicas por el mismo término de la pena principal».
Mi pregunta: porque no fue denunciada en su momento cuando fue a pedir las prebendas para cambiar su voto?…No esta cometindo un error el doctor Lombana al tomar este camino.
Anónimo
10 mayo, 2008 at 4:26 amDon Jaime escribe «…las acusaciones contra Uribe consisten en que se le sumaron unos serpistas amigos de los paramilitares y en que tuvo que pagar peaje a unos corruptos para que aprobaran lo que deseaban sus votantes. Genial.»…la acusacion es pues una maricadita, sin duda don Jaime es GENIAL.
jaime ruiz
10 mayo, 2008 at 6:06 amLo de Lombana está buenísimo, Borges cuenta que su sobrino le dice «anoche te apareciste en mi sueño, ¿qué hacías en mi sueño?». Lombana se entera por la declaración de Yidis de que ha cometido concusión y se plantea denunciarla, entonces le preguntan: ¿por qué no la denunció en su momento? Dentro de poco serán las víctimas de homicidio, ¿por qué estaban allí donde les había puesto cita la muerte? Me estoy empezando a asustar.
Alejandro Gaviria
10 mayo, 2008 at 12:44 pmPersonalmente, creo que la acusación de Lombana a Yidis es un error. Lleva el problema al terreno penal y lo saca del político. He insistido, sin éxito, que el caso de Yidis es, ante todo, un hecho político, reprensible, entre otras cosas, por lo hipocresía del Gobierno, agravado por tratarse de un cambio constitucional, pero no muy distinto a otros incidentes previos de clientelismo. Juan Manuel Santos, cuando era Ministro de Hacienda, aprobó una reforma constitucional mediante un sistema de repartición, a través de Coldeportes, en el cual se le asignaban puntos, con equivalencia en dinero, a cada Congresista.
El problema es que el Gobierno sigue posando de casto. No puede simplemente decir que la reelección implicó dejar atrás cualquier pretensión de pureza. La oficina del secretario general de Presidencia, Bernardo Moreno, es, desde el año 2005, un centro de transacciones políticas, como fue la de Juan Hernández en el Gobierno de Pastrana y así podríamos remontarnos hasta muy atrás. Pero Uribe dice que persuade, que simplemente convence con argumentos. Los ministros dicen que no hay puestos sino representación política. Las embajadas están repletas de leales a sueldo. ETC.
Yo no le he prestado mucha atención al asunto de Teodolindo, a la notaría, a los dos millones y todo el cuento. Aparentemente es más grave, y ya no estamos ante un simple hecho de clientelismo, sino ante un caso más serio de corrupción. Pero vuelvo a lo mismo. Yo no creo que lo de Yidis sea una maricadita. Pero a veces pienso que es una maricada.
Otro asunto: detrás del escándalo de Yidis, hay también una puja por los recursos de la salud en Barranca. Buena parte de este problema (y de la misma parapolítica) está relacionada con las rentas regionales. Pero, como dijo apelaez esta semana, nadie habla del asunto. Todos prefieren el reality de políticos y abogados.
Noticia: los señores de El Espectador me pidieron que este fin de semana no me autochiviara en el blog con la columna. Esta noche la cuelgo.
Anónimo
10 mayo, 2008 at 12:52 pmLos mejores comentarios de Jaime Ruiz con los qe borra. Brillantes.
Tarantini
10 mayo, 2008 at 1:07 pmAlejandro:
Le hago una sugerencia respetuosa, por qué no le damos un respiro a sus columnas cambiando de temas, este tema de Uribenomics, mama, no como lo expone usted, sino porque es repetitivo, cansón y malsano.
Aprovechemos otros temas y dejemos que Bejarano, Coronell, Felipe Zuleta, sigan en ese tema y nosotros caminemos, por un tiempo, por otras sendas.
Oí sus palabras ayer, sobre reclutar ejercito de técnicos en el tema de planeación nacional. Lo felicito esas iniciativas son geniales.
Le ofrezco disculpas de antemano por sugerirle cambiar el tema de Uribenomics and politics.
Alejandro Gaviria
10 mayo, 2008 at 1:52 pmTarantini: tiene razón. Yo también estoy mamado del Uribenomics. Pero en este negocio de la opinión parece existir una tiranía de la política. Y de Uribe, en particular. La reacción de algunos de los foristas de El Espectador, la semana anterior cuando escribí sobre Chávez, fue bastante representativa. Unos se quejaron porque no escribía de Uribe. Y otros dijeron que era un lagarto, que estaba halagando a Uribe al criticar a Chávez. Pero usted tiene razón. Hay que escribir de otras cosas. Y la irrelevancia tiene, en esta época, cierto aire refrescante.
jaime ruiz
10 mayo, 2008 at 2:16 pmAlejandro, perdón pero todo el asunto de Yidis carecería de importancia de no ser por la intención con la que se levanta ahora el escándalo. ¿Que unos funcionarios incurrieron en cohecho al pagar a los congresistas? Bueno, una corruptela, que la castiguen, ¿por qué eso va a significar la renuncia del presidente o la catástrofe institucional? Sólo es la primera escala de la falacia, casi todas las repúblicas presidencialistas tienen reelección por una vez, y de ahí saltan a decir que la elección es ilegítima. ¿Qué pasa si un cardiólogo va a operar a una persona que se está muriendo y un guardia de tráfico se hace sobornar para no retenerlo? Los moralizadores a la colombiana pretenderán que la persona debería morir. ¿Tiene todo el episodio del chantaje de esos pícaros algún punto de comparación con la hecatombe que habría sobrevenido al país con una presidencia de Serpa? Los moralizadores no cuestionan la conducta de esas personas (cuyas «convicciones», en el lenguaje de la CSJ, extrañamente iban en contra de las directrices de su partido y de las aspiraciones de sus votantes), sino que todo es un pretexto para deslegitimar al gobierno.
Pero eso es irrelevante, lo único que debería interesar es ¿por qué resulta tan locuaz y colaboradora la señora? Y la respuesta la sabe todo el mundo porque es lo mismo de Tasmania, de Suaza, de Villalba, de Rocío Arias y la presidenta del Senado, de Pitirri y cien casos más, pero unos callan porque entra en sus cuentas, tienen un ideal superior de justicia social y para eso se convierten en los más estrictos defensores de la probidad funcionarial del enemigo (son como Iván Márquez en versión enana, pero también son casi todos los universitarios del país), y otros nacieron para un mundo en el que no hubiera que hacer frente a esas realidades, como unos ingenieros que protestaran por el polvo y el barro y exigieran que todo fuera hecho de piezas de plástico que encajan perfectamente.
Alejandro Gaviria
10 mayo, 2008 at 2:27 pmTenebroso .
Carlos
10 mayo, 2008 at 2:58 pmAlejandro: el link no funciona
Yo concuerdo con que la sobrereacción a lo de Yidis es sospechosa (o mas bien, confirma que existen motivaciones politicas ante todo lo que esta sucediendo).
Creo que excepto solo los superarchifuribistas piensan que este gobierno no es clientelista ni hace sus «maldades». Pero de ahí a pedir la renuncia del presidente como pretenden Mockus hay un buen trecho. Es una opción válida pero no con base en lo demostrado hasta el momento.
Si fuera por clientelismo todos los presidentes colombianos al menos desde el final de la guerra de los mil dias o incluso antes tendrían que haber sido castigados.
Urrutia dice o decía que el clientelismo es lo que mejor caracteriza a la política colombiana y a las relaciones entre los principales actores sociales y políticos. Ha sido parte esencial del sistema mismo. Las indignaciones morales por lo sucedido con Yidis no son creíbles.
Por lo demás hay varios hechos extraños:
1. El hecho de que lo de Yidis aparezca en estos momento de parapolítica y varios años despues.
2. El hecho de que haya estado dispuesta a autoincriminarse y pagar con carcel
Si a eso le sumamos que el defensor del ex-presidente de la corte suprema que tiene el pleito con Uribe es Ramiro Bejarano y muchos otros hechos sospechosos, a mi no me queda duda de la enorme politización de todo este proceso.
Lo bueno: sin duda se esta haciendo justicia y esta conociendo mejor las porquerías del regimen
Lo malo: Podría resultar en ganancia política para otros actores igual o peor que Uribe. Ya Mockus se embarcó a tratar de capitalizar el potencial descontento antiUribe (que segun las encuestas sigue siendo potencial). El PDA pide constituyente. Por ahora el partido liberal pasa mas bien agachado aunque me pareció leer en alguna parte que apoyaba lo de la constituyente.
Saludos,
Carlos
Anónimo
10 mayo, 2008 at 3:11 pmCatedra de moral: «Si fuera por clientelismo todos los presidentes colombianos al menos desde el final de la guerra de los mil dias o incluso antes tendrían que haber sido castigados.»..como ningun lo fue porque empezar con este, sigamos asi, es lo que nos hace un delicios muladar o no don Jaime. No pienso que haya que castigar al presidente, pero si el realmente fuera una mente superior decente, castigaria a su entorno, lo depuraria, pero hasta ahora lo que muestra es que solo es una mente superior.
Alejandro Gaviria
10 mayo, 2008 at 3:48 pmCarlos: es un enlace al artículo de El País de España sobre Chávez y las Farc.
zarathushtra
10 mayo, 2008 at 4:39 pmAlejandro, cual es el link?
Gracias
Anónimo
10 mayo, 2008 at 4:59 pmChávez y las FARC.
Anónimo
10 mayo, 2008 at 5:12 pmResulta que la labor de la Corte Suprema de Justicia es aplicar la ley. Y resulta que Yidis confesó que había vendido el voto y además tiene, aparentemente, suficiente evidencia para probarlo (y también para probar la compraventa del voto de Teodolindo, por plata contante y sonante). Si ella y Teodolindo vendieron el voto, es porque alguien se los compró. El delíto está configurado, y los compradores probablemente fueron altos funcionarios del gobierno (Sabas, Palacio, Velásquez, Angarita). Tal como se han presentado las cosas, a la CSJ no le puede importar la tradición clientelista del país, ni si parece desproporcionado o no, o si todos los demás presidentes merecen haber sido castigados por clientelistas. La Corte tiene que proceder de acuerdo con los hechos revelados. Punto.
Ahora, al gobierno le queda muy mal salir ahora con los cuentos de que las motivaciones de Yidis son sospechosas (y qué con eso), y que la señora es chantajista y hasta secuestradora, cuando sus funcionarios no hicieron más que cortejar a semejante joya para que les vendiera el voto. Si hubiera sido alguien recto y honesto simplemente no lo hubiera vendido.¿Así que de cuándo a acá salen tan quisquillosos y a rasgarse las vestiduras? Aténganse a las consecuencias de las porquerís que hacen. El argumento del señor Ruiz acerca de que la compra del voto se justifica porque era para conseguir algo que el país quería produce asco.
Iván Márquez
10 mayo, 2008 at 5:38 pmSe me olvidó firmar el anterior comentario.
jaime ruiz
10 mayo, 2008 at 6:06 pmCarlos, el problema no es el aspecto político de todo el escándalo, sino el aspecto escandaloso de toda la política. ¿Cuál es el sentido último de los escritos de Bejarano contra el gobierno? Pongo ese caso porque se puede recordar toda la trayectoria de varias decenas de personas relacionadas con el gobierno de Samper y el sentido de todo eso queda claro: sobre todo lo que permitió a las FARC logros tan increíbles hasta 1998.
La Gran Mentira está en la oposición uribismo-antiuribismo, que es la cuenta en la que Bejarano sale de fiscal que denuncia el clientelismo, sino que el uribismo es una reacción contra el proceso anterior, cuya encarnación política más clara no era ni siquiera Pastrana sino Serpa. No odian a Uribe por clientelista ni por los errores o aciertos de su gobierno, sino por haber debilitado a las FARC. Ya no sé cuántas veces he enlazado una sentencia de la CSJ que parece redactada por Alfonso Cano.
En últimas ya eso ha dejado de tener misterio, lo fascinante es la clase de avestrucismo que lleva a aceptar la hipótesis de la injerencia selenita. Como se trata de una molestia ajena a la sociedad, andamos evaluando si el gobierno es clientelista y si se hace el impoluto (¿qué otra cosa puede hacer?), cuando el abismo está ahí al lado, cuando había diez secuestros diarios y cientos de miles de cómplices activos de esos hechos, cuando los vecinos colaboran abiertamente con los terroristas (lo de los computadores de Raúl Reyes no tiene ningún misterio después de que Rodríguez Chacín dijera en territorio colombiano que ellos apoyaban a las FARC y fuera ascendido a ministro).
JuanDavidVelez
10 mayo, 2008 at 6:43 pmAcerca del cambio de tema, de pronto es posible que en Colombia no pasen muchas cosas como decia Hector Rincon en estos dias, porque si pasan muchas cosas entonces los periodicos deben estar desperdiciando una mina, yo me los despacho en un momentico.
Dentro de una taxonomia de las noticias yo propongo los siguientes grupos como una clasificacion inicial:
1. Escandalo en el congreso
2. Escandalo en las fuerzas armadas
3. Incautacion de coca
4. El ministro de agricultura en una revista, y no precisamente hablando de temas «menores» como agricultura.
Aunque la mia no deja de ser una hipotesis poco seria.
zarathushtra
10 mayo, 2008 at 8:12 pmAlejandro, esto: http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=111741
si es tenebroso de verdad
Javier Moreno
10 mayo, 2008 at 11:10 pmAlejandro: ¿Con los cambios en El Espectador, qué día sale su columna ahora?
Alejandro Gaviria
11 mayo, 2008 at 12:47 amJavier: la columna va a salir los domingos. Kalmanovitz se movió para el lunes. Juan Gabriel Vásquez para el viernes. Entraron Héctor Abad y William Ospina a la nómina del domingo. Mejor dicho: el compromiso es grande. Escribí mi primera columna criticando a Mockus con un punto polémico, tal vez demasiado sutil para una columna de prensa. No la he colgado pues se no tengo una copia a la mano.
lelo69
11 mayo, 2008 at 2:48 amLo que zarathushtra dijo…
Que camino tomara el gobierno de Colombia frente a tanta información obtenida en los computadores de Reyes que implica a Chávez. Será que debemos hacernos los suecos y esperar que la oposición venezolana y algunos sectores menos radicales del chavismo tomen distancia ante el peso de las evidencias y se unan para tumbar al tirano o que los gringos encuentren en esta información suficientes pruebas y argumentos para levantar a coñazos al gorila, lo único que esta claro que no habrá Sarkosy ni Carla Bruni que le ablande el corazón a Uribe para que permita que Chávez que mueva sus influencias en la liberación de Ingrid.
Chiviando a Alejandro quien seguramente le rispostara a Mockus por su bajada de calzones pidiéndole la renuncia al presidente Uribe, no por que no tenga razón Mockus por los visos de ilegalidad que tiene la reelección sino por la inconveniencia que tendría la salida de un tipo que tiene un respaldo inmenso de la población general y lo que es más importante que es la sensación de seguridad que se vive y el momento económico del país.
Anónimo
11 mayo, 2008 at 4:52 amDa la impresión de que Gaviria está pensando mucho en lo que van a decir o no van a decir de sus columnas quienes participan en su blog, y eso le resta frescura…