Editorial Norma tuvo la generosidad de publicar una compilación de mis columnas y ensayos. Muchos de los textos publicados han sido discutidos intensamente en este blog . Algunos fueron retocados como fruto de las discusiones. Otros ampliados sustancialmente. Otros más simplemente transcritos. Espero que los textos reunidos, a pesar de haber sido escrito para el consumo inmediato (las columnas son, por definición, un género efímero) tenga todavía alguna relevancia, que despierten todavía algún interés.
Como una muestra de la vigencia de algunos de los textos incluidos en la compilación, copio una columna escrita hace tres años que vuelve a tener relevancia como resultado de las declaraciones, reseñadas hoy por la prensa colombiana, de un secretario de Estado británico sobre la naturaleza violenta de los colombianos.
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La literatura nacional tuvo durante los años noventa una fijación con los jóvenes asesinos: los que no nacieron para semilla y adoraban a su propia virgen; los dispuestos a cambiar muchos años de futuro ruinoso por unos cuantos meses de presente feliz; los atrapados en una telaraña sociológica hecha de falta de oportunidades, ausencia de adultos ejemplares y menguadas expectativas.
Aunque los autores nacionales han perdido interés en el género de la “sicaresca”, varios autores (y comentaristas) internacionales han llegado para llenar el vacío dejado por la indiferencia criolla. En su edición de marzo de 2005, la revista National Geographic publicó una crónica ligera sobre la ciudad de Medellín, contada desde la perspectiva de cinco personajes. Uno de ellos es la reencarnación del más trillado de los héroes de la “sicaresca”: el asesino edípico que mata para comprarle una casa a su madre. Nacido en Medellín, abandonado por su padre, con tan sólo tres años de educación y sin frenos de conciencia, Carlos R., de 20 años, parece condenado a ser un asesino de por vida. Esto es, por algunos cuantos meses más.
En febrero del mismo año, The Sunday Times Magazine publicó su propia versión de la “sicaresca”, escrita por el prestigioso novelista británico Martin Amis. Amis no visitó las pendientes de Medellín sino los pantanales de Aguablanca pero su descripción de los sicarios es también una crónica de la desesperanza. Para Amis, un sicario sólo tiene dos destinos posibles: el ataúd o la silla de ruedas. La posibilidad de un cambio de vida está descartada de antemano, pues nadie aspira a la redención y las heridas de la violencia no sanan nunca. “A la entrada de Aguablanca, el olor del canal mohoso, con sus flancos repletos de basura, lo agarra a uno por la nariz. Ése es el olor del futuro”.
Si la obsesión nacional con los sicarios dejó varios personajes memorables, la extranjera terminará por legarnos la idea del asesino irredimible. En opinión de Amis, por ejemplo, el determinismo sociológico es absoluto. Puede escribirse en un sola ecuación: la falta de trabajo más la ubicuidad de las armas de fuego más la corrosión de la moral arrojan como resultado miles de asesinos imberbes que matan hasta morir.
Ante tanto pesimismo, cabe preguntarse qué piensa Amis (y qué piensan los demás) de lo que ha ocurrido en Medellín, donde los homicidios pasaron de contarse en miles a contarse en centenas. Este hecho no sólo contradice el determinismo sociológico, sino que da al traste con el modelo del asesino irredento. Para sorpresa de todos, los que no habían nacido para semilla, ni tenían futuro, ni iban a durar nada, se convirtieron de un momento a otro en muchachos domésticos, ocupados ya no en matar mientras los matan, sino en sacarles provecho a sus exiguas oportunidades.
Pues lo que Amis (el sociólogo) no entiende es lo que Amis (el escritor) debería entender: que las trampas sociológicas no son permanentes y que el espíritu humano consigue muchas veces superar el determinismo de las sociedades dañadas.
Alejandro Gaviria
29 abril, 2008 at 7:02 pmEl título del libro (y la portada) son más una estrategia comercial que una decisión editorial. El autor pecó por omisión. Hasta los diseñadores gráficos parecen convencidos de que Uribe da para todo. Hasta para vender libros.
Anónimo
29 abril, 2008 at 7:17 pmSe nota. Lamentable.
Carlos
29 abril, 2008 at 9:39 pmYo vi el libro en la Feria del Libro. Quise comprarlo pero no estaba seguro si era nuevo.
Igual lo de «Uribenomics» nunca lo habia escuchado aca. Suena peyorativo.
eureka
29 abril, 2008 at 9:46 pmAlejandro, nos queda debiendo por lo menos el título de los ensayos.
JuanDavidVelez
29 abril, 2008 at 10:38 pmEl genero «sicaresco» es bacano, y yo creo que ha producido verdaderas obras de arte: Rodrigo D, Sumas y Restas, La Sierra, y Rosario Tijeras (tanto el libro como la actuacion de los dos protagonistas en la pelicula).
Yo el otro dia lei que Alejandro Gaviria dijo que el pais no esta sobrediagnosticado como algunos piensan, y estoy de acuerdo, y en esto del diagnostico el genero «sicaresco» tiene mucho que aportar, por ejemplo yo la primera vez que oi hablar de «autodefensas» en los barrios fue a la senora del servicio de la casa de mi mama hace por lo menos 14 anos, cuando nadie hablaba del tema, yo no se porque pero tengo la hipotesis absolutamente poco seria de que es en los barrios donde se puede leer el futuro.(no es una hipotesis seria yo se).
Anónimo
29 abril, 2008 at 10:39 pmBien por la publicación. Felicitaciones. Es el segundo de muchos que espero vendrán en los próximos años
Alejandro, cuánto está costando su librito? Si va a hacer el mercadeo, no nos puede dejar en la inopia con esa información, no?
JuanDavidVelez
29 abril, 2008 at 10:46 pmYo en realidad no felicito a Alejandro Gaviria por el libro, lo que me gustaria seria un libro con textos mas largos e ineditos, yo por lo menos no me voy a gastar la plata del muy practico «levantando polvo» en este libro de columnas que ya lei.
Anónimo
29 abril, 2008 at 11:12 pmAlejandro, desde cuándo comenzó a suprimir las entradas del blog?
Obedece a algún criterio específico de lenguaje?
Anónimo
29 abril, 2008 at 11:15 pmAnónimo 17:39 a Juandavidvelez:
Viejo, ud. conoce alguna publicación física de alejandro que no tenga ni una onza de rigurosidad? Qué le hace pensar que esta si va a ser así? Si la conoce me la hace saber porfa?
JuanDavidVelez
29 abril, 2008 at 11:36 pmAnonimo, yo no estaba hablando de rigurosidad, sino que pense que el libro eran puras columnas hechas libro, pero la verdad es que como cosa rara lei mal, volvi a leer y vi que el libro si trae textos nuevos, o por lo menos los textos son ampliados, por lo que pido disculpas por mi animalada. Realmente despues de esta relectura si necesito conocer lo que es el precio, y tambien el numero de paginas, ya que esos dos factores son criticos en la desicion de compra.
jaime ruiz
29 abril, 2008 at 11:48 pmAlguien sabe dónde encontrar la noticia de las declaraciones del británico que menciona Alejandro en el post.
(Anónimo 18.12: cuando el administrador del blog borra un comentario puede evitar que quede un indicio, cuando lo hace el propio comentarista sale «El autor ha borrado el comentario».)
Alejandro Gaviria
29 abril, 2008 at 11:51 pmJuan David: el libro es esencialmente de columnas con algunos textos adicionales (pocos) y unas biografías comentadas, similares a las del libro anterior. Mándeme un correo y yo le envío un ejemplar de regalo. El libro con textos más largos se demora (la decanatura no deja mucho tiempo)pero ahí va.
Anónimo 18:12: no he suprimido ninguna entrada en el blog. A veces los comentaristas suprimen sus propias entradas. Pero yo no he suprimido ningún comentario hace meses.
Anónimo 17:39: gracias por el mensaje. Creo que vale 35.000. Este es mi cuarto libro. Publiqué dos anteriores sobre temas académicos. Le repito la oferta que le hice a Juan David.
Alejandro Gaviria
29 abril, 2008 at 11:53 pmJaime: aquí están .
jaime ruiz
30 abril, 2008 at 1:13 amAlejandro, muchas gracias por el enlace, creo que usted se pone en contra de lo que dice ese señor tal vez exagerando la interpretación. En mi opinión, no se puede negar que la sociedad colombiana es más violenta que otras ni que haya un daño moral que tiene relación con esa violencia. El episodio de la denuncia contra Valencia Copete es inimaginable en otras partes. Yo he leído varios periódicos extranjeros durante muchos años y jamás he encontrado ningún comentarista parecido a Bejarano, Zuleta o Caballero.
El punto de discusión que se menciona en esa noticia es el asesinato de muchos miles de personas por sus ideas, defendido por los que denunciaron a ese señor. ¿No le parece curioso dejarse llevar por la indignación ante la supuesta descalificación sociológica del secretario de Estado y en cambio dejar pasar una afirmación como ésa?
Colombia experimenta un fenómeno de violencia enquistado que tiene muchas causas, la principal de las cuales es el desarraigo de la población, y hay un daño en los valores de las clases poderosas (sin la menor duda, el legado de la esclavitud) que determina formas muy notorias de barbarie. El que durante varias generaciones la principal universidad sea un centro de algaradas sangrientas (hoy mismo los estudiantes quemaron a unos policías en Neiva) o la parcialidad abierta y alevosa de los jueces son síntomas característicos de eso, lo mismo que la hegemonía ideológica del antiamericanismo y el rechazo al mundo moderno (también es algo que ocurre entre la gente acomodada: quienes no van a la universidad ni leen la prensa son muchísimo más razonables).
Lo grave es que los malos lectores caen en una lectura «genética» de las afirmaciones del secretario de Estado, cosa que en absoluto existe. En Colombia dicen que han matado a 23 sindicalistas este año, pero sin duda a ninguno lo han matado por sus ideas, es lo que quería decir ese señor, que de no afiliados matan a muchos más. Lo terrible es que la perversidad de esos activistas tan dispuestos a mentir en Colombia encuentra no sólo niños hambrientos dispuestos a ser asesinos a sueldo, sino cientos de miles de mentirosos vocacionales dispuestos a salir a matar policías en protesta por esos hechos falsos. Colombia se vuelve algo como «el cine», la gente va a ver decapitaciones y monstruosidades como diversión, en Colombia se cometen en realidad.
Anónimo
30 abril, 2008 at 1:42 amEx ministro Londoño, a devolver dineros recibidos ilegalmente de Invercolsa 5:00 p.m.
Bogotá
La Corte Constitucional dejó en firme la decisión contra el ex funcionario quien adquirió los bienes haciéndose pasar como empleado de la compañía.
El máximo órgano de lo constitucional puso fin a la controversia jurídica generada tras la decisión de una sala de conjueces del Consejo de Estado que revocó el fallo adoptado por el pleno de esa corporación y que al hacerlo avaló la compra irregular de las 145 millones de acciones que los 23 consejeros de estado habían ordenado restituir a Ecopetrol.
Luego de acoger las solicitudes hechas por Ecopetrol y por la Procuraduría en defensa de del erario, la Corte Constitucional revisó la acción de tutela fallada por la Sala de Conjueces de la Sección Quinta del Consejo de Estado, revocó dicho fallo en cuanto a la obligación que tiene el señor Londoño Hoyos de devolver las acciones y los millonarios rendimientos adquiridos de manera ilegal, tal como lo ordenó en su momento la sala plena del contencioso administrativo.
El pasado 8 de marzo, la Corte Constitucional se pronunció negando las solicitudes de aclaración de su propia sentencia, presentadas por Invercolsa y por Arrendadora Financiera internacional Bolivariana S.A. – Afib, cerrando así definitivamente el tema sobre la responsabilidad probada del señor Londoño en este ilícito.
Sobre la Arrendadora Financiera Internacional Bolivariana S.A. – Afib, la Corte Constitucional consideró que esta firma deberá someterse a la jurisdicción ordinaria, pues es indispensable respetar el principio del debido proceso y serán considerados terceros de buena fe, salvo que pueda comprobarsele lo contrario.
Hasta el año 2003, el ex presidente de Invercolsa Fernando Londoño Hoyos recibió por concepto de dividendos decretados y pagados, no grabados la suma de 201 millones 137 mil 943 pesos y recibió dividendos en acciones por un valor total de 768 millones 820 mil 21 pesos. En total, la recuperación patrimonial de Ecopetrol se acerca a los 83 mil millones de pesos, correspondientes al 20.11 por ciento del paquete accionario que tenía el señor Londoño a 31 de diciembre de 2007.
Por su parte hasta el mismo año, Afib, recibió en efectivo 4.022 millones 758 mil 865 pesos, y en acciones recibió el correspondiente a 2.038 millones 576 mil 397 pesos.
La posibilidad de hacer efectiva la restitución de estos dineros que son del Estado, queda ahora en manos de la justicia ordinaria, que deberá comprobar si el señor Londoño Hoyos se encuentra en situación de ruina y que su único patrimonio corresponde a dos lotes en un jardín cementerio como lo ha afirmado públicamente.
Alejandro Gaviria
30 abril, 2008 at 2:01 amJaime: como lo hemos discutido anteriormente, yo no estoy de acuerdo con la hipótesis del “daño moral”. Pero reconozco que mi interpretación de las declaraciones del secretario británico es exagerada.
De otro lado, el antiamericanismo dogmático, la parcialidad judicial y las simpatías de los universitarios con los grupos armados no son diferentes en otros países de América Latina. Basta una lectura del periódico de la UNAM para darse cuenta.
Todo este espectáculo político –y la audiencia de hoy– sí me pareen peculiares. Grotescas y trágicas al mismo tiempo.
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Muy buena noticia el fallo en contra de Londoño.
Lanark
30 abril, 2008 at 11:57 amSobre el artículo, no se si lo malinterpreté, pero me parece que llama la atención sobre una variante del «mal de vereda» que consiste, entre otras cosas, en creer que el país propio y su gente son único porque son los peores.
Pero si uno viaja y observa con cuidado, sin una idea fija obsesiva que lo sesgue, va a darse cuenta que el barniz de la cultura local cubre una diversidad de comportamientos bastante universales. Lo que Bordieu llamó las «posiciónes homólogas entre campos», que no sólo permiten identificar patrones comunes entre los obreros polacos y los obreros peruanos que los diferencian más de los hombres de negocios (polacos o peruanos) que entre sí.
No extraña que los sicarios sean parecidos en los países decentes-anglosajones-luteranos-blancos-desarrollados que en los países de «gente deforme». Circunstancias económicas, eso sí, pueden determinar que haya más en un sitio que en otro.
No digo Colombia porque hay muchos en la mayoría de los países del mundo que tienen esa idea de ser únicos que precisamente los vuelve menos únicos. Todos los tabloides del mundo recitan la misma cháchara contra las élites educadas que oímos de los godos colombianos. Los votantes del Partido Nacional Británico son muy parecidos a los republicanos y uribistas de linea dura.
Y hablando de sicariato, me acabo de enterar de que «las horas de los mamertos están contadas«.
Celebremos, Jaime, que se van a acabar todos los problemas del país. Como que ya hay cirujanos dedicados a extirpar quirúrgicamente la «naturaleza» violenta de los colombianos.
Gheysel Naranjo
30 abril, 2008 at 12:05 pmDoctor Gaviria:
En mi opinión Colombia no es una sociedad dañada, simplemente donde NADIE SE AGUANTA LAS CONTRADICCIONES. Eso pasa hasta en este blog, pero lo interesante del blog es que es un espacio amable para el espíritu revolucionario de algunos. Me queda la duda si Jaime Ruiz converge al final, pero precisamente la polaridad en sus columnas es lo que fuerza a pensar Colombia. Muy interesante Uribeconomics, como tratado o el arte de gobernar en Colombia. Algo así como «El Principe» de MAquiabelo- versión Colombia- No sé si este libro sugiera espacios para resolver la “sicarezca” y la “crónica de la desesperanza” de, como ud. dice, la sociedad “sin frenos de conciencia”? Y por qué las propuestas de Belisario y Pastrana fueron un fracaso?
A veces la imperfección se convierte en algo valiosísimo… a veces el silencio tiene un valor y poder de comunicación enorme…Sin pretensiones, creo que el prodigio de la transformación es donde TODO SE RECONOZCA AL TIEMPO… y que las experiencias que iluminen sean CÓDIGOS ESTÉTICOS MÁS QUE ÉTICOS –– por la propensión natural de cualquier persona por la belleza — y entonces, con un toque de honor y lealtad en ambientes elegantes, cambiar la cultura de manera bella…. Y, SOñAR, “PENSAR” Y CONSTRUIR COLOMBIA…y poner en escenas nuevos sectores de clase mundial donde los pobres sean los principales accionistas de la propiedad más valiosa que son ellos mismos cuando ponen su talente en acción y hacen la diferencia por ejemplo en fútbol… y estremecen a cualquier empresario o inversionista por su recurso natural no renovable, su talente (recurso monetizable mejor que el hidrocarburo)…
Gheysel
jaime ruiz
30 abril, 2008 at 1:04 pmAlejandro, claro que en el resto de Latinoamérica hay tendencias idénticas por tener el mismo sustrato cultural, lo que pasa es que, por ejemplo, en México los policías y soldados muertos son una cantidad insignificante en comparación con Colombia. Los comunistas mexicanos son como taurinos o espectadores de corralejas, en Colombia son matadores de categoría. Los gobiernos del PRI promovieron el comunismo con toda clase de subsidios, pero siempre y cuando los activistas fueran solidarios con Castro o Guevara o Mao pero respetuosos con el régimen local. Forzar la equivalencia de ambas actitudes me lleva a pensar en esos arquetípicos rebeldes bogotanos de estrato 5 que después de ver unos cuantos episodios de CSI miran a su alrededor con alivio: un mundo sano y equilibrado en comparación. El paso siguiente es decir que el sicariato es pura imitación de esa sociedad decadente llena de armas y valores insolidarios (propiamente, no altruistas). Creo que todo se agravaría si tuvieran ocasión de saber quién es Takeshi Kitano.
Bueno, aparte, lo de Londoño e Invercolsa es la prueba más increíble de que Colombia es especial: puedo haber leído miles de comentarios sobre el tema y nunca he encontrado a nadie a quien le molestara que se vendieran acciones de empresas estatales por debajo de su precio de mercado, sino que las hubiera comprado quien no era empleado. Como una muchacha de una película que hizo Marco Ferreri en España (El cochecito): «No puedes pegarme, todavía no eres mi novio». «¿Cómo te atreves a robarme sin tener palancas para que te contraten en la empresa? ¿Quién te has creído, godo fascista?»
Bah, nada, son ganas de detenerse en detalles pendejos. Lo entretenido es esto: comentando el hecho decía Salomón Kalmanovitz: Aunque la definición de trabajador pueda ser ambigua por los que diseñaron la ley, precisamente para legitimar los abusos, es evidente la transgresión al espíritu de la ley que busca democratizar la propiedad accionaria. ¡Restringir la venta de acciones a los empleados es democratizar la propiedad! Crear privilegios es democratizar. Abrir es cerrar. Menos es más…
Creo que todas las caracterizaciones excesivas y los estereotipos reductores sobre Colombia sólo son exactos cuando se mira sólo la academia. La gente sin educación tiene más escrúpulos para quemar al prójimo.
Anónimo
30 abril, 2008 at 1:27 pmBueno, aparte, lo de Londoño e Invercolsa es la prueba más increíble de que Colombia es especial: puedo haber leído miles de comentarios sobre el tema y nunca he encontrado a nadie a quien le molestara que se vendieran acciones de empresas estatales por debajo de su precio de mercado, sino que las hubiera comprado quien no era empleado.
Ese tal Jaime Ruiz es de lo más «colombiano» que hay. En últimas debe odiarse a si mismo, el pobrecito….
jaime ruiz
30 abril, 2008 at 1:44 pmAnónimo 8.27. ¿Cómo no odiarse cuando se sabe que nunca se podrá ser como tú? ¿Eh?
Anónimo
30 abril, 2008 at 3:06 pmEl virrey Londoño rabió
Debo confesar que el señor Fernando Londoño me genera la más profunda antipatía por lo que es y por lo que representa.: como persona es un tipo detestable, pícaro, engreído y prepotente, además es el más fiel representante de la godarria colombiana catolicona, hipócrita y arrogante y para rematar Uribista.
Lelo69
Carlos
30 abril, 2008 at 3:31 pmEstoy de acuerdo con Lanark con lo que llama el «mal de vereda». Aqui tendemos a darnos mucho palo y a creer que somos los mas malos, que «esto nada mas pasa en este pais», «en que este pais tal cosa..»..Cuando la verdad es que si uno examina la historia y la actualidad de otros paises, incluso de los «avanzados», no somo tan «anormales», por así decirlo.
Por lo demás, eso de «colombiano» es una completa ficción mental. Un pais tan grande, con regiones tan diferentes, con millones de personas, la categoría «colombiana» es una pesima abstracción. Ni Colombia es una nación en el sentido real del termino ni existe algo que se pueda realmente identificar como «cultura colombiana». Puras abstracciones de pereza mental.
Que es ser «Colombiano»? El sombrero vueltiao? Eso es de ALGUNAS zonas de la costa. El futbol? En muchas partes prefieren otros deportes. La musica? En las diferentes regiones tienen gustos muy diferente. Características como se violento, «echao palante»,etc? En algunas regiones son mas pacíficos y menos «echaos palante» (costa caribe, choco, tolimagrande, nariño)
El simplemente ser «ciudadano colombiano» en ultimas es un pesimo predictor del comportamiento de un habitante de este pais. Otra categorias (la región, la clase social, la profesión) son mejores predictores.
Anónimo
30 abril, 2008 at 3:40 pmAnónimo 8:27, excelente APUNTE !!!!
jaime ruiz
30 abril, 2008 at 4:17 pmHombre, Carlos, seguro: los índices de homicidios, de secuestros, etc., son iguales en todos los países (en cambio hay quien cree que son muy parecidos en todas las regiones de Colombia), y los gustos musicales en Colombia son variadísimos: por un lado el canto tirolés, más al sur la balalaika, al norte el rock… Visite usted Colombia y descubra al mundo apretado en un «alef», como en cualquier otro sitio.
Una prueba evidente de las particularidades colombianas: no hay compositores de óperas. Con un tema como Invercolsa un compositor colombiano ya habría desplazado a Mozart, a Verdi y a Wagner, creo que el coro de sicarios regeneradores sería una obra maestra.
(De hecho, sé que hay colombianos ricos que se van de turismo al Bronx, a sentir desprecio por una sociedad tan degenerada. Y no recuerdo casi a ningún colombiano que no declare que es más peligroso pasear de noche en Ginebra que en Cúcuta. Bueno, ahí sí se ve la igualdad, los ginebrinos tienen los mismos complejos… Ahora caigo, ahora.)
Anónimo
30 abril, 2008 at 4:40 pmYidis y Teodolindo es un nombre perfecto para una ópera colombiana. No digan que la tierrita no da….
Carlos
30 abril, 2008 at 5:18 pmClaro que hay compositores de opera colombianos
No serán un Mozart, un Beethoven, un Verdi, pero de que los hay los hay.
jaime ruiz
30 abril, 2008 at 6:24 pmCarlos, Atehortúa sólo escribió una ópera infantil en 1969, mientras que Uribe Holguín escribió en 1943 Furatena, que tal vez nunca se ha representado. El nombre está muy bien, pero se anticipó demasiado, como si se descubriera una película sobre Auschwitz anterior a 1930.
Anónimo
30 abril, 2008 at 6:41 pmA las abogados que por aquí se pasean: ¿que significa o qué implicaciones tiene (especialmente para los «co» del cohecho) que Yidis se haya acogido a sentencia anticipada? (dice El Espectador)
jaime ruiz
30 abril, 2008 at 6:52 pmYo no soy abogado pero interpreto que la señora recibe potentes incentivos para que colabore en la tarea de hacer ilegítima la elección de Uribe en 2006. Ni eso ni la rutinaria incineración de policías hacen de Colombia un muladar poblado por subhombres, pero ¿qué decimos de la suposición de que eso es normal y ocurre en todas partes y mientras tanto evaluamos lo que Rawls dice de Buchanan o las coincidencias entre Jefferson y Hayek?
Anónimo
30 abril, 2008 at 10:31 pmJaime, el problema es ese..que ud es como yo..un «colombiano»: según su propia visión, un «subhombre» que se lucra de las masacres y que además ha invertido todo valor de decencia. Sólo un «colombiano», puro y ramplón (que además se cree de mejor cuna por escribir con una prosa de intelectualoide español) podría hacer una defensa tan descarada de otro «colombiano» de pura cepa…como el DOCTOR Londoño….
jaime ruiz
30 abril, 2008 at 11:19 pmAnónimo 17:31: los gastrónomos dicen que si la cebolla y el ajo fueran difíciles de conseguir serían carísimos, como quien dice el azafrán; es lo que pasa con su comentario, que es una joya de colombianidad pero hay tantas que no habrá quien la guarde. Figúrese que yo no defiendo a Londoño sino llamo la atención acerca del hecho de que nadie se queje de lo que me parece de verdad condenable (el robo al contribuyente que hay al vender las acciones baratas: si fuera un empleado de la empresa todos estarían igual de despojados y contentos). Pero es que tampoco me creo de mejor cuna, cosa que sólo existe en su cabeza (colombianísima, claro) y no he dicho que todo el mundo por ser colombiano se lucre de los secuestros y demás, pero obviamente alguien habrá, digo yo. Y tampoco escribo como un intelectual de ninguna clase sino como una persona humilde que se esforzó por acabar con buenas notas la escuela primaria.
Carlos
30 abril, 2008 at 11:20 pmCreo que este post podría explicar la violencia existente en Colombia
Andrés Felipe Succar
30 abril, 2008 at 11:31 pmQue Yidis se haya acogido a sentencia anticipada solo significa que va a recibir beneficios como rebaja de penas y demás. De otro lado,el allanamiento de yidis a los cargos no implica la responsabilidad penal de quien le ofreció la promesa remuneratoria.
Saludos
Anónimo
30 abril, 2008 at 11:56 pmAFS: Gracias. Pero entonces, aquí para los legos, Yidis se está acogiendo a sentencia anticipada ¿de qué? Y si la sentencian por cohecho (suponiendo),¿cómo puede ser ella sola la sentenciada y no los que le ofrecieron?
Imagino que esto será como los que se acogen a sentencia anticipada por paramilitarismo, lo que implica admisión del delito. Pero si el cohecho es como el tango (se necesitan dos, mínimo), ¿entonces?
jaime ruiz
1 mayo, 2008 at 12:33 amEl anónimo de las 18:56 es paradigmático: como no es posible ganarle las elecciones a Uribe, ni tampoco han funcionado los intentos de asesinato, pues, adelante, a la ingeniería jurídica. ¡Ahora la aceptación de la culpa por parte de la señora es prueba del delito! ¿De qué delito? ¿Qué pasa si empiezan a ser procesados todos los políticos que han recomendado gente o inversiones? Bueno, no importa, en aras de la decencia se hace una excepción.
¿Cómo puede permitirse alguien eso? Bueno, «alguien», la inmensa mayoría de los colombianos educados están en lo mismo. No podrá resultar agradable quien dice verdades (Veritas odium parit, «la verdad genera odio», es el adagio latino, que explica la rabia con que los sicarios intelectuales reaccionan ante JO Gaviria, Londoño o Plinio A. Mendoza, el que no sea joven recordará eso mismo respecto a Borges, a Octavio Paz, a Mario Vargas Llosa…), pero hay que decirlo: LOS OTROS PAÍSES NO SON ASÍ, LA GENTE QUE OBRA ASÍ DESPIERTA ASCO Y DESPRECIO.
dairon
1 mayo, 2008 at 2:00 amcordial saludo alejandro. la calumna títulada: «Colombia: ¿una sociedad dañada?» tiene vigencia por un simple motivo, a saber: discute uno de los temás más antiguos de las ciencias sociales, la oposición que se plantea en TODA sociedad entre individuos y estructuras. Esta oposición da surgimiento a interrogantes como: ¿hasta que punto las estructuras sociales determinan la acción de los individuos? o ¿son las instituciones y estructuras simplemente el agregado de sus partes ? una respuesta apropiada a este tipo de interrogantes no debería negar la existencia de ciertos margenes de libertad para la accion individual, pero tampoco debería negar que las estructuras sociales ayudan a configurar el pensamiento y acción de los individuos que las conforman. Por ello el espíritu humano por sí solo no resultaría suficiente para que los individuos, comunes y corrientes, alteren significativamente el curso de su acción.
Anónimo
1 mayo, 2008 at 3:40 am«¿Cómo puede permitirse alguien eso? Bueno, «alguien», la inmensa mayoría de los colombianos educados están en lo mismo. No podrá resultar agradable quien dice verdades (Veritas odium parit, «la verdad genera odio», es el adagio latino, que explica la rabia con que los sicarios intelectuales reaccionan ante JO Gaviria, Londoño o Plinio A. Mendoza, el que no sea joven recordará eso mismo respecto a Borges, a Octavio Paz, a Mario Vargas Llosa…), pero hay que decirlo: LOS OTROS PAÍSES NO SON ASÍ, LA GENTE QUE OBRA ASÍ DESPIERTA ASCO Y DESPRECIO.»
JAIME CUANDO USTED DICE LA GENTE QUE OBRA AIS SE REFIERE A JO GAVIRIA, LONDOÑO, O PLINIO A. MENDOZA.?…NO?…ESO PENSE, NO PODIA CREER QUE USTED SE FUERA LANZA EN RISTRE CONTRA ESAS TRES MENTES SUPERIORES, VERDADEROS EJEMPLOS DE RECTITUDA MORAL E INTELECTUAL…GRACIAS DIOS POR DARNOS A JAIME RUIZ Y SUS IDOLOS…AY DIOS.
charlie
1 mayo, 2008 at 3:48 amEl problema, para Colombia, con sus enfermedades leves: cohecho, trafico de influencias, compra de conciencias de parlamentarios, etc, es que las enfermedades leves son definitivas en los enfermos terminales.
El editor
1 mayo, 2008 at 8:57 amA proposito de columnas anteriores, quisiera preguntarle a Alejandro si la informacion aparecida hoy en el El Tiempo afecta o modifica los datos publicados en su columna «Sobre los homicidios de sindicalistas». Dice el Tiempo:
«En lo que va corrido de este año han matado casi tantos sindicalistas como en todo el 2007
La tendencia a la baja que se registraba desde el 2002 en los asesinatos se quebró desde enero pasado. El negativo resultado empaña la celebración del Día Internacional del Trabajo.
Los sindicatos aseguran que los muertos son 24, mientras que el Gobierno dice que 22. En todo caso, la cifra es cercana a la de 2007, cuando fueron asesinados 26.
Si se compara marzo del año pasado con el mismo mes del 2008, los homicidios se han incrementado en 300 por ciento».
El editor
1 mayo, 2008 at 9:07 amSiguiendo con mi comentario anterior, la Editorial del Tiempo también se ocupa de las muertes de sindicalista:
«Los argumentos del Gobierno y sus defensores a menudo son contraproducentes. Intentar demostrar, por ejemplo, que los sindicalistas tienen una tasa de homicidios menor que la media nacional es eludir el problema».
Creo que la editorial es de lectura obligada y reabre la discusion.
Maldoror
1 mayo, 2008 at 10:41 amEl Editor:
Pongale la firma que Jaime Ruiz (y quizás hasta José Obdulio) saldrán a decir que los sindicalistas se están mandando matar entre ellos para dañar el TLC….
ingeniero jurídico
1 mayo, 2008 at 1:23 pmSi a Jaime Ruiz le da un infarto del tipo iratus rabiosus hidrofobicus como producto de unas simples preguntas de sentido común derivadas de una situación que se presenta ante la opinión pública, este «sicario intelectual» pide la anuencia de esta Corte para acogerse a sentencia anticipada y pide casa por cárcel.
jaime ruiz
1 mayo, 2008 at 1:46 pmEste post con su discusión es como una encuesta. El que lea el título puede examinar los comentarios no como crítica sino como puros testimonios, y tendrá que ser muy iluso, tener muchas ganas de engañarse, para no responder escandalizado por la excesiva cautela del adjetivo: «podrida» sería más apropiado.
Anónimo
1 mayo, 2008 at 1:55 pmJaime
Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas
Albert Einstein
Anónimo
1 mayo, 2008 at 2:06 pmpor favor, que no sigan trapeando a la «Organización Jaime Ruiz «..
Anónimo
1 mayo, 2008 at 2:21 pmEl mundo entero se niega a admitir que hay recesión. Eso significa que no es recesión sino quiebra.
Anónimo
1 mayo, 2008 at 5:57 pmLos gobiernos neoliberales son la antesala de los gobiernos de izquierda.
Pero sus economistas de cabecera no cambian.
jaime ruiz
1 mayo, 2008 at 6:07 pmAnónimo 8:55: Ignoro qué relación tiene la cita de Einstein con lo que se ha discutido aquí, pero lo mejor será ignorar el comentario.
camilo ernesto
1 mayo, 2008 at 7:37 pmEnhorabuena, sale al mercado este libro con esta colección de ensayos y columnas de argumentos -no meramente de opinión- solidos, vividos, puntuales y rigurosos a que nos tiene acostumbrados Alejandro Gaviria.
Tengo una pregunta sobre el titulo y la portada, para el autor, ¿ el fenomeno Uribe da para todo -dicen los editores- y el tiulo es estrategia de mercadeo; pero así a pesar de todo por qué esa fijación mental?. Finalmente Uribenomics es una columna o ensayo del libro?.
Profesor Gaviria, abusando de su generosidad con nosotros los foristas y que me antecedieron, podría recibir una copia de su trabajo?
Alejandro Gaviria
1 mayo, 2008 at 11:22 pmSaludos desde la República Bolivariana de Venezuela. Varios comentarios rápidos. Los nuevos datos de asesinatos de sindicalistas son preocupantes. Yo no tengo problema en reabrir la discusión, y en rectificar mi opinión ante los nuevos hechos. No estoy de acuerdo, sin embargo, con la opinión según la cual el uso de cifras equivalga a evadir el problema. Una cosa es evadir un problema y otra distinta, dimensionarlo.
Camilo Ernesto: gracias por os comentarios. Si me envía un correo, con gusto le mando el libro. Ya se me están agotando los ejemplares de cortesía. A precio cero, demanda infinita. “Uribenomics” es una columna. La primera del primer capítulo.
Alejandro Gaviria
1 mayo, 2008 at 11:25 pmJaime: en la época de Pastrana, estuvo de moda decir que Colombia era un país inviable. Esta expresión siempre me pareció curiosa. Una empresa inviable simplemente se cierra. ¿Qué toca hacer con un país inviable?
Anónimo
2 mayo, 2008 at 12:09 amSe nos jodio la patria, la maxima inteligencia no entendio el vinculo entre la cita: Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas y el post. Iba a explicarle, pero pensandolo bien es mejor no hacerlo, es tan capaz que entiende, lo que quiere entender, como siempre. Requiem por la neurona de Jaime Ruiz, dale Señor el descanso eterno, ojala anosotros tambien nos de eld escanso eerno, de el.
Andrés Felipe Succar
2 mayo, 2008 at 12:34 amJaime:
Un comentario fuera del tema (bastante fuera)
Por ahí empecé a ver Six Feet Under. Es una exelente serie, gracias por la recomendación.
Tarantini
2 mayo, 2008 at 1:05 amAlejandro:
Me alegra la publicación de su libro. Creo como dice que este tipo de literatura: columnas de opinión son efímeras, pero espero que sus opiniones trasciendan en el tiempo.
Espero leer alguna columna suya sobre Venezuela y su rojo rojito, aprovechado su estadía allá.
Me gustaría que me contara un poco más sobre el Seminario Internacional: Costo-Beneficio y Calidad de la Inversión Pública. Suena bien y los invitados extranjeros parecen buenos: Arnold Harberger, Elio Londero y Karen Mokate. ¿Usted hablará allí?
Lanark
2 mayo, 2008 at 8:48 amAndrés F. S.: A mi también me encantan las referencias pop-culturales de Jaime, me parecen interesantes por sí mismas, además de que ser una fuente inagotable de inconsistencias ideológicas.
En el párrafo donde menciona «si feet under» se refiere a los personajes de esta serie de otra de la misma época, y de un puñado de producciones de Hollywood de distintas épocas, diciendo que a ninguno de ellos «se le ocurre que esos problemas (pobreza extrema en EE.UU., etc.) se resuelven cambiando el orden social para implantar el socialismo». No a los personajes de westerns de la época de la guerra fría, desde luego, ni héroes ni villanos, pero tampoco a los de las series contemporáneas. Y lo curioso, es que los personajes de estas series muestran lo que los críticos sin imaginación llaman «la otra cara» de los Estados Unidos, es decir, una realidad que la fachada cristiana-puritana, anglosajona, próspera y pragmática está siempre escondiendo. Y claro, no sólo brincan elementos anti-capitalistas a cada rato, sino incluso a veces ideas socialistoides. Y si aplicáramos una purga ideológica al cine de Hollywood clásico (como hizo aquel prohombre McCarthy) tocaría prescindir de Orson Welles, de Chaplin, y, si nos ponemos de linea dura como nuestro amigo, de varias docenas de los mejores directores.
Uno puede leer los clásicos de la literatura buscando personajes mamertos para incorporar símiles a la cruzada por la moral y las buenas costumbres, claro, y encontrar que todo lo que es bueno y puro lo es porque se parece a las opiniones propias. Pero también puede disfrutar la aparentemente inagotable variedad de posibles personajes que cabe en lo que es humano y universal, e incluso puede disfrutar lo pintoresco de los barnices culturales y regionales.
De «six feet under», a Jaime se le olvidó recomendarle el capítulo que dirigió el hijo de Gabriel García Márquez.
jaime ruiz
2 mayo, 2008 at 11:25 amLo de que Colombia es inviable suena a propaganda para que la gente salga a deberles a los que gobiernan: si hay cualquier reproche, dirán que ellos ya hacen demasiado, etcétera. Pero cuando cualquier argumento que se distinga de la proclama unánime a favor del asesinato en masa que es la única enseñanza de la Universidad Nacional se lee como propaganda del paramilitarismo y ¡defensa de las buenas costumbres! (ahí está el baboso Lanark diciéndolo), bueno, cuando la gente «discute» con nada más que la estúpida calumnia y la estúpida intimidación como hacen estos personajes (cuando la cosa es demasiado para su imagen escriben anónimos), se puede decir que es un país poblado por criaturas muy deformes. No sé cuántos miles de páginas habré escrito en foros y blogs, el que encontrara una sola frase que se pueda entender como defensa del paramilitarismo o de las «buenas costumbres», se haría famoso.
La imagen del orangután con sacoleva es bastante precisa, aunque un poco ofensiva para los orangutanes.
Germán Cuervo
2 mayo, 2008 at 1:40 pmFelicidades Alejandro por su libro, y también por este blog en el que los ciudadanos rasos podemos opinar y debatir directamente con el autor.
PD: definitivamente la elección del título fue muy desafortunada.
Sebastián Jaén
2 mayo, 2008 at 4:26 pmEstimado Alejandro,
Con sorpresa vi que el título de su libro tiene semejanzas con el best seller de Steven Levitt y Stephen J. Dubner, FREAKONOMICS. El suyo es URIBENOMICS.
Realmente es una estrategia comercial que a mi me resulta un poco molesta por conocer previamente este best seller, y porque creo que lo que usted escribe se puede vender sin tener que chuparle rueda a este académico norteamericano. De alguna forma yo creo, que a nivel local, que usted puede tener casi la misma influencia que tiene él.
Gran Hermano
2 mayo, 2008 at 4:28 pmJaime: Me podría explicar eso de que: «Pero cuando cualquier argumento que se distinga de la proclama unánime a favor del asesinato en masa que es la única enseñanza de la Universidad Nacional se lee como propaganda del paramilitarismo y ¡defensa de las buenas costumbres!»
jaime ruiz
2 mayo, 2008 at 4:40 pmGran hermano: no sé qué haya que explicar, en todo caso se refiere al comentario anterior de Lanark.
El mal de vereda
2 mayo, 2008 at 6:03 pm…no siempre es malo. Somos únicos. Lo demás son viles copias enanas. Ver y actuar.
reelección que sí vale la pena
Gran Hermano
2 mayo, 2008 at 6:04 pmJaime: ¿usted estudió en los Andes, Nacional o en alguna universidad pública? Digo, Uribe estudio en la de Antioquia ¿Dónde estudió usted? ¿Puedo saber qué estudio? ¿Me podría explicar sus reparos frente a la universidad Nacional? Es sólo curiosidad. Yo estudié en la Nacional y me parece curiosas sus referencias a la Nacional ¿Debería esperar que ahora me considere terrorista?
Ojala, me responda las preguntas sin la amígdala irritada.
Germán Cuervo
2 mayo, 2008 at 6:40 pmJaime Ruiz: Yo también estudié en la Nacional y le aseguro que ahí no existe la unanimidad «a favor del asesinato en masa» que usted proclama. Antes de andar pregonando generalidades sin fundamento debería informarse un poco más, conocer gente, tener amistades. Seguramente se encontrará algún día con un estudiante, trabajador, profesor o egresado de la Nacional que puede resultar tener una personalidad muy distinta a la que nos achaca a todos nosotros, pobres infortunados atrapados en su lánguida retórica.
Alejandro Gaviria
2 mayo, 2008 at 7:11 pmSebastián: la copia es menos descarada de lo que parece. “Uribenomics” fue el título de una columna que publiqué en 2006. El título era una alusión a “Reaganomocis” no a “freaknomics”. Por azar, la columna quedó de primera en la recopilación y a la gente de Norma le pareció un título vendedor. Yo dije que no me gustaba pero, la verdad, no di la pelea.
Hablando de otra cosa, la columna de Mockus publicada hoy en El Tiempo me pareció exagerada. Estoy de acuerdo con la idea de que el tema en cuestión (el escándalo “Yidis”) es político, no penal. Pero pedirle la renuncia al Presidente es un despropósito. Para que las normas sociales que defiende Mockus puedan algún día prosperar tienen que haber una correspondencia entre la falta y la pena.
Anónimo
2 mayo, 2008 at 8:10 pmPuede parecer un despropósito, pero no lo es. ¿Acaso son distintos los votos que eligieron a Uribe de los que eligieron a los parapolíticos que están hoy en las cárceles del país? Son los mismos, y a éstos últimos se les está pidiendo que renuncien a sus curules. Desafortunadamente para Colombia, no va a ser posible seguir haciendo distinciones falsas entre el presidente y su bancada (el primero bueno y limpio, la bancada llena de aliados de los paras). Además el presidente sólo gobernó tres años. Primero se dedicó a hacer campaña para la reelección y ahora se la pasa todos los días dando entrevistas de dos y tres horas a la radio y a la televisión o defendiéndose en cuento escenario internacional visita. ¿Que le espera al país en lo que resta de su mandato actual, y del siguiente, si logra hacerce re-reelegir? Ya empezó a repartir «bonificaciones»entre los trabajadores, además de todos los subsidios que se la pasa regalando Uribito. El otro día salió con el último: pagarle a los cultivadores de arroz para que lo almacenen!
Anónimo
2 mayo, 2008 at 8:11 pmJaime tiene razon con lo del orangutan con sacoleva…el orangutan se ve mejor con capa de superman y cara de garcia marquez…sin ofender al uno o al otro o a los dos…por el relleno…a proposito yo tambien estudie en la nacional terminando los setenta y empezando los ochenta….y las mejores pedreas las organizaban los tiras que estudiaban infiltrados, en los dias que iba a haber un alza de algo…y otras las organizaban los estudianters de ingenieria (principalmente civil) cuando tenian previos de calculo…y otras la clientela selecta del jardin de los culos pensantes cuando el nivel de marihuana los saturaba…y otras los de la juco…y otras los del moir para no dejarse echar tierra…los liberales y conservadores no, porque en esa epoca no era play estudiar en la nacional o sea…
jaime ruiz
2 mayo, 2008 at 8:46 pmGran Hermano y Germán: hombre, la verdad es que son esas cosas que dice uno sin pensar muy bien, y bastan las firmas de ustedes (y de paso del anónimo de las 15.11) para desistir de afirmaciones tan injustas. ¿Son ustedes amigos del paragobierno? ¿Eh? ¿Alguien de la UN? ¿Le gusta a alguien de la UN lo que está pasando en Guantánamo? ¿Eh? ¿Y en Abu Ghraib? ¿Y el genocidio en Irak? ¿Quién es terrorista? A ver, ¿quién es el terrorista? Eso es lo que no sabemos. El único que sabemos que practica el asesinato en masa es George Bush, que obliga a los iraquíes conquistados a autolesionarse, un poco como los tombos esos de Neiva, asesinos en masa al servicio del paragobierno y del programa neoliberal del imperialismo norteamericano, etc.
En la UN se forman luchadores por la paz como el difunto Iván Ríos y muchísimos otros (no todos son del Putumayo, los de buena familia no tienen que emascular agentes enemigos).
En fin: lo de Mockus es obsceno, pero es lo típico en una sociedad dañada: por lo visto lo correcto es callar acerca de las denuncias de Rocío Arias después de la visita de Piedad Córdoba, con la que se había peleado la denunciada presidenta del Senado, o las de Villalba, o las de Suaza, o el caso Tasmania, o las declaraciones del magistrado Valencia Copete a la prensa o muchísimas otras muestras de lo que en buen romance se llama prevaricar, emprender una persecución política desde las instituciones judiciales corrompiendo el sentido de la autoridad última de los jueces y favoreciendo la inestabilidad que podría interesar a los bolivarianos. La conducta de Yidis Medina y probablemente de muchos otros congresistas es repugnante no por aprobar la reforma que permite la reelección (como sugiere Mockus) sino por cobrar por eso. ¿Tenían otras convicciones? ¿Les pedían otra cosa sus votantes?
Nada, que Mockus, como buen profesor de la UN, quería que Uribe no pudiera ser reelegido gracias a una maniobra leguleya, tal es la «defensa de las normas sociales». «Pedagogía» en el sentido de la sociedad colombiana.
En una época los policías salían a capturar enemigos (personas sin influencias), para lo cual bastaba que no llevaran los papeles, o que mostraran eso, no tener influencias. Era su verdadero oficio, lo que se dice un sindicalismo espontáneo: para no pasar un día o dos en un calabozo de una comisaría la gente les daba lo que llevaba encima (en la jerga de los delincuentes eso se llamaba «impuesto»). ¡Pues Mockus habría enviado a la prisión y conenado a quién sabe qué castigo pedagógico a los sobornadores! ¿A quién se le va a ocurrir que los policías están para proteger a los ciudadanos y no para robarlos? ¿O que los congresistas vayan a votar según su conciencia o según las inclinaciones de sus votantes? Como cobraban peaje y así servían a las aspiraciones de otros políticos, como aquellos que podrían haber puesto de candidato a la vicepresidencia a Mockus (si se hubieran puesto de acuerdo entre ellos), el cobrar «impuesto» resulta un paradigma de decencia.
Mockus quiere ser candidato del PDA en 2010 y cree que podrá serlo gracias a que los demás tienen demasiada imagen de amigos de la izquierda democrática armada, es el sentido de su obscena performance. Y la verdad es que el afán de desestabilizar según las prisas de la chequera bolivariana está forzando un resultado tremendo: que ya no hay resistencias a la segunda reelección más de las que ya había antes de que floreciera la conjura judicial. Porque la campaña contra la segunda reelección es una falacia: una cosa es que la ley vigente prohíba varias reelecciones sucesivas; otra, que las facciones opositoras tengan derecho a un triunfo asegurado. Muchos esperamos que Colombia deje atrás para siempre el humanismo altruista que se enseña en la UN, sin reelección seguiría habiendo una mayoría «derechista», y por muchas trampas y conjuras que surjan eso será difícil de cambiar.
En un entorno inestable será más difícil renovar el liderazgo de la «derecha», al tiempo que la dictadura de los jueces legitima la reacción constituyente de la mayoría. El problema es no saber definitivamente de qué lado se está y soñar que Colombia no es una sociedad dañada sino una sucursal del Reino Unido en la que pelean unos laboristas contra unos neocons.
Germán Cuervo
3 mayo, 2008 at 5:42 amAlejandro, por favor respóndame esta pregunta, usted que es sapiente en números: ¿Cómo es posible que en un país donde el abstencionismo en las elecciones presidenciales del 2006, y manteniendo la tradición, fue del 55% (14.7 millones de personas habilitadas para votar no votaron) y en el que entre los que sí votaron un 38% (10.1 millones) no lo hicieron a favor de Uribe, una encuesta hecha a mil personas con teléfono fijo, que viven en ciudades principales –teniendo en cuenta que según el último censo solo el 57% de los hogares colombianos posee telefonía fija– puede arrojar como resultado (o no sé si insinuar), y con un margen de error de sólo el 3%, que Uribe tiene el 79% de opinión favorable ENTRE TODOS LOS COLOMBIANOS MAYORES DE 18 AÑOS (21 millones de personas)? Para mí, analizándolo de esta manera, es un resultado que no corresponde a la lógica, pero no sé si estoy razonando a medias.
Germán Cuervo
3 mayo, 2008 at 5:54 amMe limito a sospechar que por lo menos esta encuesta no incluye muy a propósito a los abstencionistas y a los que no tienen teléfono, probablemente habitantes de zonas rurales y de escasos recursos en su mayoría, porque de hacerlo los porcentajes serían muy pero muuuy distintos.
Anónimo
3 mayo, 2008 at 7:59 pmHablo Jaime: el fin justfica los medios…por eso tenemos que promover y apoyar la tercera, esa es la vencida, en esa acabamos con la caterva de mamertos y paraguerrilleros…quedamos entonces solo los decentes, nosotros: Jaime, Jose Obdulio y YO (el 84% de los colombianos). Amen