Sin categoría

Advertencia

Quizás este blog está cayendo en la insoportable pesadez de las interpretaciones. Aunque no comparto plenamente su pesimismo, valdría la pena recordar la advertencia de Susan Sontang:

«Del mismo modo que las emanaciones tóxicas de la industria y del tráfico están contaminando nuestras ciudades, la emisión masiva de interpretaciones intoxica nuestra sensibilidad… Interpretar significa expoliar nuestro entorno y empobrecerlo todavía más de lo que ya está.»

You Might Also Like

  • Anónimo
    8 marzo, 2006 at 11:49 pm

    Pero no es lógico interpretar? Ahora que si la interpretación no coincide con lo que quiso decir el autor, el problema puede ser que éste no expresó sus ideas con suficiente claridad, o que los lectores no tienen la capacidad de entender lo que el primero está diciendo, o que tienen su propios rollos, o que resolvieron hacer caso de la primera advertencia ( o fue la segunda?) y no quieren pronunciarse por el simple hecho de hacerlo sino solo cuando sienten que pueden aporta al desarrollo del tema…
    (Susan Sontang dijo muchas babosadas).

  • Anónimo
    9 marzo, 2006 at 12:47 am

    Seg♪n el DRAE:

    interpretar.
    (Del lat. interpretāri).
    1. tr. Explicar o declarar el sentido de algo, y principalmente el de un texto.

    3. tr. Explicar acciones, dichos o sucesos que pueden ser entendidos de diferentes modos.
    4. tr. Concebir, ordenar o expresar de un modo personal la realidad.

  • Rubén Avendaño
    9 marzo, 2006 at 3:03 am

    Alejandro: Es cierto. Esta forma de comunicar (el blog) permite reaccionar en forma muy fácil a lo que leemos, transformando la columna que antaño leíamos y sobre la que teníamos que guardarnos nuestras opiniones, en un medio de reacción casi directo, inmediato y gratis, lo que trae atados ciertos costos de «democratización» como el inevitable sopor interpretativo.

    Creo que la propuesta que hace es adecuada. Me refiero a las señales que envía a sus lectores, en forma de citas como ésta de Sontang, o la de hace unos días de Trevor Butterworth, para preservar el valor de este espacio que amablemente decidió compartir con sus lectores.

  • Alcontrario
    9 marzo, 2006 at 1:01 pm

    No sabemos si Alejandro quiere convertirse en un oráculo: nos envía señales mediante mensajes enigmáticos para ponernos a dar vueltas, y si no entendemos lo que él quiso decir, nos sale con una de sus infinitas citas eruditas y nos pega la palmada del inteligente al idiota: váyase, que usted no entiende.

    Esto de los blogg como que no les está saliendop bien a los columnistas colombianos. Lean por curiosidad el de Felipe Zuleta y verán lo bajo del nivel de los participantes.

    Y ahora Alejandro Gaviria se vuelve a ofuscar (ya lo había hecho antes) para definitivamente terminar de convencerse que es superior intelectualmente a todos los torpes que no podemos acceder a la inconmesurable altura de sus elucubraciones, tan profundas y… lamentablemente, al parecer, mal expresadas.

  • Anónimo
    9 marzo, 2006 at 2:32 pm

    Coincido con lo que dice R. Avendaño sobre las características del medio,la inmediatez de la retroalimentación, y el efecto que eso tiene sobre el mensaje original de la columna. Sin embargo, habría que aprovechar precisamente esas características para hacer más claridad sobre lo que aparentemento no quedó claro, en vez de quedarse con la frustración de la incomprensión, si la hubo. Creo que serviría relajarse un poquito para tener unos intercambios más frescos, más fluídos.

  • Alejandro Gaviria
    9 marzo, 2006 at 4:39 pm

    Al contrario:

    Mi intención no es convertirme en oráculo. Tampoco he querido menospreciar a los comentaristas. Mi único propósito ha sido llamar la atención sobre las dificultades de este tipo de intercambios. A veces sobreinterpretamos las interpretaciones. Otras veces reaccionamos ante asuntos secundarios. Otras más nos vamos por las ramas. En fin, el asunto no es fácil. Y he querido que reflexionemos sobre estas dificultades utilizando algunas citas.

    Si la vaina sonó petulante o despreciativa, me disculpo. Mi intención nunca ha sido alardear de nada, ni tampoco mirar a nadie por encima del hombro.

    A pesar de todo, creo que este experimento ha sido exitoso. Mucho más de lo que esperaba. Saludos.

  • Anónimo
    10 marzo, 2006 at 4:58 pm

    advertencia. Alejandro demasiadas advertencias. ¿Tres en un solo mes?