Coincidencia de coincidencias. En el último número de la revista SOHO, el columnista Alberto Aguirre reitera la teoría del carrusel y los contratos (la misma de José Roberto Arango). “La Universidad –dice el energúmeno Aguirre hablando de la Universidad de los Andes– recibe prebendas, auxilios y sobre todo contratos (llamados de estudio)…De su lado, el gobierno recibe de la Universidad y sus pensadores, un apoyo irrestricto…Y entre los dos poderes forman una lanzadera: si un alto funcionario sale del gobierno, ahí mismo encuentra coloca en la Universidad”.
Quizá me sentí aludido, tal vez tenga un conflicto de intereses, pero quisiera señalar de todos modos que, más allá de las diferencias ideológicas, a Aguirre y a José Roberto los une un elemento poderoso: la absoluta ignorancia sobre el tema en cuestión. Aguirre, además, tiene un exacerbado complejo de independencia (él y nadie más sabe guardar distancia del poder), tanto así que no se da cuenta de que muchos a quienes acusa de vendidos son acusados de traidores por el mismo gobierno que él combate con la fruición propia de los ignorantes.