Esta semana la prensa nacional reseñó las principales conclusiones de un estudio elaborado por varios profesores de la Universidad Nacional pertenecientes a un grupo de investigación sobre cultura política, instituciones y globalización. El estudio concluye que “en Colombia tenemos una cultura mafiosa”, que la conciencia nacional está reflejada en “el espejo que devuelve la desastrosa imagen de una película de gángsters al estilo siciliano”.
La cultura mafiosa, dicen los investigadores, está por todas partes. En los peatones que cruzan las calles por cualquier lado, en los conductores que parquean sus vehículos en cualquier parte, en los funcionarios corruptos, en los políticos clientelistas y en los empresarios evasores. La cultura mafiosa, tal como está definida, es todo y es nada al mismo tiempo. Pero los investigadores insisten en que el gran culpable es el Estado. “Situaciones como el narcotráfico —dice un reporte sobre el estudio de marras— son el ejemplo de que la mafia en Colombia está presente”. Los investigadores pasan de la obviedad (el narcotráfico indica que hay mafia) a la necedad (los peatones desobedientes ejemplifican la cultura mafiosa). Muestran una evidente propensión a sacar conclusiones apresuradas, a anteponer el discurso político a la investigación.
Los dos estudios mencionados sirven, en mi opinión, para plantear un argumento general, para precisar el papel de la academia en el debate público. En sus investigaciones, los académicos deben evitar las conclusiones infundadas y los atajos retóricos. Deben distinguir entre los juicios subjetivos y las inferencias objetivas. Deben respetar los datos. Uno entiende que los políticos distorsionen la evidencia —al fin y al cabo su oficio consiste en mentir con sinceridad—, pero los académicos deben tratar de opinar con fundamento.
Quisiera terminar con una última reflexión sobre el papel de la academia. Los académicos, como señaló Albert Hirschman hace ya varias décadas, deben mantener un temperamento persuasible, cierto grado de apertura y provisionalidad en sus opiniones. La línea es difusa, la distinción es idílica, pero quisiera insistir de todos modos en un punto ya reiterado: una cosa es el discurso político y otra muy distinta la investigación académica. Infortunadamente los dos estudios citados, el de la Universidad Nacional y el de Claudia López, parecen no tener muy clara esta distinción. Lastimosamente ambos pretenden hacer academia y política al mismo tiempo.
Anónimo
29 marzo, 2008 at 4:51 amQue inteligente reflexión¡¡¡¡. Se comporto como todo un académico y señalo todos los errores que habían cometido los académicos de la Nacional y Claudia López. Bueno el espacio no le alcanzo, pero por lo menos puso dos o tres de cada uno. Y no perdió espacio y tiempo, poniendo sus opiniones en citas de otros ¿no?, pero que inteligencia. Ni mucho menos defendió las doctrinas pasadas del positivismo, de la investigación sin valores. No sea patético Gaviria, en esta columna el que señalo las orejas fue el burro que mas grande las tenia. Dio su opinión sobre dos estudios, la cual fue que los académicos no deben dar opiniones en sus investigaciones. ¿Solo a mi me parece tonto?. Atte. Camilo.
Juan David Hincapié Ramos
29 marzo, 2008 at 11:39 amCamilo, no se por que le pide a Gaviria que escriba este post como si fuera un escrito académico. Si lo fuera, es cierto que tendría que mencionar su tesis, los errores de los estudios, la teoría en la que se enmarca su tesis, etc. Pero esto es sencillamente un articulo de opinión, los cuales no requieren la rigurosidad de un estudio académico. Yo no he leído los estudios, pero continuamente escucho opiniones como la del presente articulo de personas con las que comparto cierta tendencia de pensamiento como el señor Gaviria. Camilo, lo invito a que defienda dichos estudios con métodos similares a los que le pide a Gaviria que utilice cuando los critica.
Tarantini
29 marzo, 2008 at 12:04 pmEste artículo me dejó pensando bastante porque si bien es cierta la distinción entre academia y mera opinión, donde la primera exige rigurosidad metodológica y la segunda sensatez, es bien difícil mantener esa línea cuando hasta el mismo académico tiene concepciones políticas, entonces, ¿cómo mantener esa línea tan separada?
Pienso que el academicismo, en el sentido en que se expone en este artículo, es fácil de practicar para ciencias exactas, donde las creencias íntimas o convicciones personales para nada influyen en el estudio, pero cuando se trata de estudios sociológicos, sicológicos y aún económicos, las convicciones políticas o filosofícas íntimas empiezan a jugar un papel preponderante o por lo menos importante en el sesgo que se le dá al estudio.
Incluso, aunque veo la tendencia academicista de Alejandro en muchas de sus columnas, en sus comentarios en este blog (con referencias a otros artículos o soportados con datos estadísticos) y en sus estudios o escritos académicos, no deja de traslucirsen sus convicciones íntimas, sus afectos o desafectos, sus tendencias filósoficas y sus convicciones económicas (de índole político, en el buen sentido de la palabra).
En resumen, lo que hoy pasa en el país, mueve hasta el sentido íntimo, la sensatez o insensatez de opión de los más académicos. No es fácil no dejarse tentar por tanta realidad que abruma, aunque no pueda comprobarse tan fehacientemente como justamente reclama Alejandro de los académicos o intelectuales.
Maldoror
29 marzo, 2008 at 12:23 pmHabría que leer ambos estudios para hacerse una opinión de los mismos con respecto a esta columna. Ahora, sin haber leído el estudio de la universidad nacional sobre la cultura mafiosa, ¿qué «bias» político deja entreveer? Decir que colombia tiene una cultura mafiosa es un discurso que trasciende las líneas políticas, y se lo oye uno a la izquierda, el centro y la derecha. Cierto, sigue siendo una inferencia muy pobre decir que porque los peatones «cruzan la calle por doquier» entonces eso es producto o refleja una cultura mafiosa. Pero eso no parece una conclusión política, sino un razonamiento malo y ya.
En cuanto a lo segundo e independientemente de los estudios citados en esta columna: yo creo que la objetividad en cuestiones de ciencias sociales es útopica. No quisiera adentrarme en los ya traginados y repetidos hasta la saciedad argumentos contra el positivismo, pero no está de más recordar que nada más las preguntas que uno se hace, las categorías que se construyen para explicar la realidad están mediadas por las preocupaciones políticas e ideológicas del investigador. Eso no quiere decir que no deba existir rigor: respetar los hechos, tener coherencia y seguir un razonamiento que sea plausible y lógico etc…Y aquí me asalta la duda…en todas las ciencias sociales que yo conozco ese debate se ha planteado en mayor o menor grado, incluso cayendo a veces en excesos relativistas. Sin embargo yo no siento que sea ese el caso de los ecónomistas ¿O me equivoco?
Apelaez
29 marzo, 2008 at 12:49 pmEs verdad que muchos académicos colombianos (y de otros lados) tienden a combinar la academia con el activismo político, sobre todo en áreas en donde no se trata de comprobar hipótesis empíricamente como puede ser, por ejemplo, los estudios literarios.
Un ejemplo de académico/activista parecido a Claudia López es Cesar Rodriguez que escribe en semana y es director de un centro de investigaciones de la universidad de los Andes. Varios de sus papers buscan al mismo tiempo ser académicos y promover una agenda política. Así que la cosa no se circunscribe a las ONGs de izquierda o a la universidad pública, es un fenómeno bastante difundido.
Anónimo
29 marzo, 2008 at 1:01 pmLelo 69
No creo que se trate de una cultura mafiosa la que predomina en el colombiano promedio, más bien es la falta de cultura ciudadana la que explica el comportamiento “poco civilizado” de muchos.
Otra cosa es el ejercicio de la política por parte de un grupo nutrido de los políticos que desarrollan su accionar dentro de un marco mafioso con sus reglas y leyes que garantizan la impunidad de sus cohechos, lo que también se extiende a muchas actividades ilícitas y en menor proporción a otras licitas llevadas a cabo por empresarios que van desde el trafico de estupefacientes, el contrabando, los juegos de azar, el chance, la vigilancia privada hasta las EPS del régimen subsidiado capaces de comprar superintendentes de salud a tres mil millones…
Carlos
29 marzo, 2008 at 1:45 pmAlejandro: este bueno lo «mentir con sinceridad»..jeje alguna vez lei a Armando Benedetti (padre) decir que el poder era una simulación
Juan David: no solo es una cuestión de rigurosidad, sino de simple espacio. Las columnas de opinión en Colombia (en USA he visto que algunas son mucho mas largas) no dan para largos argumentos, tablas de datos,etc.
Sergio y Tarantini: totalmente de acuerdo. La objetividad en las ciencias sociales es utopica (Daniel va a saltar de su silla con esto que decimos).
De hecho en las ciencias exactas, se discute si la objetividad tambien es real. Mucha gente no sabe, por ejemplo, que personas como Newton tenían profundas convicciones religiosas, creían en la existencia de un Dios diseñador del Universo, y por lo tanto eso lo motivo a descubrir sus leyes. Varios autores han demostrado (ver Los Descubridores, de Daniel Boorstin) que sin ese tipo de convicciones de caracter religioso, hubiera sido muy dificil que Newton se hubiera aproximado a la física de la manera en que lo hizo.
La objetividad plena es claramente un absurdo. Los datos, los numeros per se no dicen nada. Son simple historia(algo que sucedió en el universo y fue observado y registrado). A partir de unos datos hay que establecer teorías que los expliquen, que los interpreten. Y en el momento de establecer teorías entra en juego los valores y creencias a priori del teorico.
Por otro lado, yo veo mas la cultura mafiosa en los colombianos, no tanto en la falta de respeto a la ley, sino en el apego a la violencia y al uso de la fuerza, a la jerarquía, y a la coacción.
Para finalizar, sería bueno que Alejandro, nos ampliara aquí en el blog su opiniones sobre el estudio, y tambien que nos dijera donde encontrarlos(u otra persona del blog si sabe donde estan) para poder opinar bien sobre el tema.
Saludos,
Carlos
Carlos
29 marzo, 2008 at 1:48 pmApelaez: el problema para mi no es tanto que combinen el activismo político sino que lo niegan y quieren vender una imagen falsa de plena objetividad y de ser apolíticos.
Quieren usar la imagen de «academicos» para posar como personas objetivos y no motivadas por ideas o intereses políticos. Eso es que me parece mas censurable.
Juan Esteban
29 marzo, 2008 at 1:59 pmno quiero entrar en el debate de la naturaleza del blog versus análisis académico … pero si seguimos con el fundamentalismo de Alejandro … pues solo la demostración teórica de los agujeros negros es cierta .. (que me perdone Wittgenstein por el uso de la palabra …!!!!).. pues nadie ha visto ninguno …todo lo que es ciencia positiva .. es pura .. Claudia López…!!!
A este paso … tendremos que coincidir en que es imposible que haya existido paramilitarismo en Antioquia ..!!! (soy antioqueño..!!!).. oooppss…
lo de la cultura mafiosa ya lo había tocado Luis Jorge Garay … uff.. hacia rato no leía algo con tintes de deja vu…!!! …jamás pensé en sentirme 150 años atrás … que viva Weber…!!! .. bienvenida (de nuevo…) la «objetividad valorativa…!!!»
ellos, los científicos, investigadores y observadores (y me imagino que todos los que llevamos 15 años en la academia …) debemos sacrificar un mundo por pulir un verso … y soy enfático …no estoy haciendo la apología de la falta de rigor y la chambonada…!!! sólo estoy utilizando la misma métrica de Alejandro…!!!) …. aggghhhh ….. !!!!
Carlos
29 marzo, 2008 at 2:00 pmBueno aquí esta el estudio de Claudia Lopez.
El de la cultura mafiosa no lo encuentro por ninguna parte.
Saludos,
Carlos
Alejandro Gaviria
29 marzo, 2008 at 2:22 pmPara complementar lo dicho en la columna quisiera mencionar algunos de los problemas del estudio de Claudia López (CL). La enumeración no es exhaustiva. Ni está organizada por orden de importancia.
1. CL muestra que a finales de la década anterior ocurrió un cambio en la política antioqueña. Una serie de nuevos movimientos ganaron participación electoral y los partidos tradicionales la perdieron. Su tesis principal es que el surgimiento de nuevos movimientos (o de nuevos nombres o de viejos nombres reciclados) ocurre mediante alianzas de políticos y paramilitares. Esta tesis está sustentada empíricamente en la consolidación de los llamados municipios atípicos: municipios donde los votos estuvieron muy concentrados por un candidato, especialmente por un candidato sin una historia conocida en esa parte del departamento.
2. Para el año 2002, CL muestra que, en el Bajo Cauca, en Uraba y en el Nordeste, existen algunas votaciones atípicas que sugieren alianzas con los paramilitares. En las elecciones parlamentarias de 2006 (y en las elecciones para gobernación de 2007) la atipicidad disminuye notablemente. Así lo muestran los datos. Pero CL concluye, de manera infundada, que la influenza del paramilitarismo se consolidó después de 2002. “Las tendencias de esa consolidación se mantuvieron en las elecciones del Congreso de 2006 (p. 163)”. La cita no tiene nada que ver con la evidencia. Está basado en una opinión personal. Es un juicio subjetivo en medio de un estudio supuestamente académico.
3. CL argumenta que en los municipios atípicos aumentó la violencia, la coca y la pobreza. Para probar este punto presenta una serie de mapas (p. 138-41, p. 156-57). Pero lo extraño es que, teniendo los datos, no hace ninguna prueba estadística. Una simple prueba de igualdad de medias en la pobreza o en la tasa de homicidios entre municipios atípicos y no atípicos hubiese bastado. El estudio no cumple los estándares mínimos de una investigación cuantitativa.
4. El estudio está lleno de pequeñas imprecisiones. No se definen los conceptos antes de usarse. Las cifras citadas en el texto no coinciden con las mostradas en los cuadros (p. 152). Hay opiniones gratuitas: “el paramiltarismo desvirtuó la circunscripción nacional para el Senado”, como si todo el clientelismo pudiera asociarse al paramiltarismo.
5. El estudio recurre a argumentos falaces (o a opiniones retóricas) que nunca se encuentran en un estudio serio: “Si se suman las votaciones de las listas de candidatos con votaciones atípicas, algunas fuerzas emergentes y otros dentro de los partidos tradicionales, se obtiene un poder electoral cercano a los 400 mi votos…Si se tiene en cuenta que el narcotraficante Pablo Escobar cuando se lanzó a la Cámara en 1982, como suplente de Jairo Ortega, obtuvo 16.650 votos. El potencial electoral de quienes pueden ser afines a un proyecto ilegal, armado y mafiosos en Antioquia creció 23 veces, más exactamente 2.320% en 20 años”.
6. En fin, creo que este estudio mezcla datos, números, opiniones, conclusiones fundadas e infundadas de una forma no convencional y no académica. La mezcla es peligrosa si el estudio está siendo utilizado en investigaciones judiciales. Para tal propósito, primero habría que separar claramente las conclusiones sustentadas de los juicios objetivos.
Alejandro Gaviria
29 marzo, 2008 at 2:32 pmCamilo y Juan Esteban: yo no tengo nada contra las opiniones. Como ven, yo escribo una columna de opinión. Pero cuando uno hace investigación (y cuando las investigaciones tiene consecuencias judiciales), urge, creo yo, distinguir las conclusiones sustentadas y las simples opiniones personales.
charlie
29 marzo, 2008 at 2:44 pmHacer «justicia», si es necesario por encima de la Ley, inclusive por parte del Estado, no es la esencia de la cultura mafiosa ?
Anónimo
29 marzo, 2008 at 3:07 pm¿La universida nacional y sus ex alumnos haciendo estudios? Ve y yo creia que lo unico que sabian hacer las U publicas y sus afiliados eran papas bombas y planfectos pro guerrilleros.
excelente gazapo
29 marzo, 2008 at 3:33 pm«Pero CL concluye, de manera infundada, que la influenza del paramilitarismo se consolidó después de 2002».
Atención: Lo de la INFLUENZA del paramilitarismo empezó a comienzos de los años ochenta.
Alejandro Gaviria
29 marzo, 2008 at 3:52 pmGracias por la corrección. El corrector de Word hace que los gazapos sean más interesantes.
Juan Esteban
29 marzo, 2008 at 4:52 pmBueno … y como ofrenda en el altar de la objetividad .. ese es un buen punto suyo Alejandro…!!! … ya el Fiscal Iguaran salio a decir .. (ojala sea cierto …!!!) que no hay el mas mínimo riesgo que el libro de CL se use judicialmente .. dijo (si la memoria no me falla … casi siempre lo hace …) que será una simple referencia …
repito .. no hago apologías a lo chambón, ni a lo tendencioso .. pero la historia de las ciencias esta plagada de aciertos que comenzaron gracias a una solemne metida de pata …!!!… a veces el pudor excesivo es un lastre del que bien vale liberarse .. de vez en cuando …
De cualquier manera hay un punto en su blog, que me parece central … el carácter de provisionalidad de las opiniones de los académicos … en nuestro ambiente cultural y académico (y ciertos participantes de varios blogs…!!!!) hay quienes creen que el haber mantenido la misma postura durante 30 años .. los convierte en consistentes y coherentes ..!!!
Alejandro Gaviria
29 marzo, 2008 at 5:04 pmJuan Esteban: comparto tu comentario. Yo tampoco quiero llenar de ofrendas el altar positivista. Y sé que la distinción que trato de hacer en la columna es más de grado que de clase. Las opiniones de Hirschman, citadas al final, defienden precisamente la provisionalidad de los puntas de vista, la propensión a cambiar de opinión cuando los datos así lo indican.
Yo estuve en el lanzamiento del libro de Claudia López y le oí decir al Fiscal que él se inclinaba con reverencia ante las investigaciones de la susodicha.
JuanDavidVelez
29 marzo, 2008 at 6:21 pmPero bueno, la investigacion de CL fue muy util por lo menos, yo no se si fue seria, pero fue MUY util.
Y hablando de subjetividad, ya que aca ponen tanta cosa en ingles yo quiero fajarme tambien con una cita, pero no es de un «paper» es de una «movie».
«That is my work! my sweat! my time away from my kids! If that’s not personal, I don’t know what is!» [2000] Brockovich, Erin
Yo tengo clarisimo que la cita no es incompatible con la critica de Alejandro, pero es por hacer un aporte.
Y finalmente, que figura ese Fiscal me imagino que en la definicion del perfil de «Fiscal» se requiere que sea todo un «personaje».
Anónimo
29 marzo, 2008 at 6:22 pmDe todas maneras, a mi me parece que en sì todas las Universidades hacen polìtica por lo que callan o por lo que dicen, por lo que hacen o por lo que dejan de hacer, pero es vàlida la opiniòn de Alejandro,en mi opiniòn tal vez crean que haciendo polìtica asì, tambièn estàn haciendo academia.
Alejandro Gaviria
29 marzo, 2008 at 6:48 pmJuan David: muy buena la frase. Sin duda, las investigaciones de CL han sido útiles. Pero su misma utilidad, su misma importancia, implica que tenemos que mirarlas con mayor detalle, estudiarlas con mayor cuidado.
En la presentación del libro, CL dijo, sin mucha modestia, por cierto, que la suya era la investigación más importante en la historia del país. Si es así, pues toca leerla con ánimo crítico.
Daniel Vaughan
29 marzo, 2008 at 6:52 pmCarlos,
Como siempre, se quedó cortico: la objetividad en cualquier ciencia, incluso las llamadas ciencias fuertes o exactas, es un ideal. Lo que hace que las ciencias no sean 100% objetivas no es el objeto de estudio sino quienes hacen el estudio, sus vicios y sus sesgos. Las ciencias sociales tienen complicaciones adicionales, pero no tienen que ver con el tema de la columna.
Esto por supuesto, no prueba nada… alguien como usted dirá «que no se haga ciencia!». O mejor aún, «que no se haga investigación en ciencias sociales!».
La analogía con la discusión de la semana anterior es importante. Intuyo que su argumento será algo como: La investigación científica tiene sesgos, dados por la misma naturaleza humana. Como las decisiones que se tomen dependen de la calidad de las conclusiones, entonces es mejor no hacer investigación.
Sobra decir que si esta es su posición estoy en desacuerdo con usted. Si esta no es su posición, entonces el argumento suyo de la semana pasada tampoco puede ser correcto (la analogía es clarísima). Y bueno, para alguien como yo, el fenómeno que se discute— los sesgos en los que incurren los científicos— es un área interesantísima para hacer investigación en ciencias sociales (la llamada «sociología de la ciencia», nada nueva, por cierto).
DV
DV
JuanDavidVelez
29 marzo, 2008 at 7:02 pmMuy charra la falta de modestia de la chica, pero tal vez esa falta de modestia fue lo que impulso tanto la cosa. Sin embargo y con base en los senores Coronel y Bejarano me atrevo a afirmar que no hay correlacion entre falta de modestia y consecuencias de las investigaciones, porque si fuera por falta de modestia las investigaciones mas cacareadas serian las de ese «maravilloso» par.
camilo ernesto
29 marzo, 2008 at 7:47 pmNo se si leyeron la columna de opinión de Molano en el espectador, creo que hace eco del estudio de marras citado por Gaviria y atribuible a un grupo de una de las tantas tribus académicas de la Nacional -con sus peroratas y discursos políticos sentidos-. Soy egresado de la Nacional y se que hay investigación de primera calidad en ciencias sociales y que lo que se menciona tiene un contenido político manifiesto, retórico y dirigido con algun sentimiento de identidad con el pensamiento de izquierdas, autoconmiserativo y desesperanzado, habitual. Además de ser fiel reproductor de lo que Daniel Pecaut llamo la vulgata histórica. Vale la pena insistir una vez más lo cierto: No somos mafiosos por naturaleza, ni eternamente violentos, criminales, deshonestos, indolentes e irracionales.
anónimo el asunto no es de positivistas, supuesta neutralidad oficial o juicio objetivo, pero el relato que habria de transimitirse en Colombia debe hacerse dentro de argumentos políticos, con valoración de la historia, sin accesos de memoria selectiva, descontextualizada y que obre por fuera de la evidencia factual más evidente.
Academia y política. Buen titulo de discusión. Pero iría más alla sin pecar de academicistas ( puristas con objetivos políticos, enfundandose como científicos de vocación para citar a Weber) o de políticos que obran con dignidad de propósito y rectitud moral ( que no es más de que defender sus agendas), es preciso salir de este debate bien antiguo Puristas y no puristas, detractores-defensores, irredentos y conversos.
Me encanta la reflexión de Hirschman su ensayo sobre la opinión y la democracia es un desafio en Colombia y lo que puede ser la democracia deliberativa. Invitaria al profesor Gaviria a ir más alla de su columna de opinión y su participación en los debates y foros académicos. Estan bien no tener opiniones firmes, ser más provisionales, abiertos, flexibles pero también más incisivos.
Del texto quiero extraer un aforismo que el cita y es de Yeats el poeta ingles cito textualmente el parrafo del ensayo de Hirschman:
«Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores están llenos de apasionada intensidad». Yeats explica aquí como sucede que, segun dice antes «las cosas se desmoronan»
Para el es palmario que una sociedad bien organizada exige la disposición inversa: que los mejores, no los peores estén llenos de apasionada intensidad, es decir de opiniones nitídamente expresadas y sostenidas con firmeza».
Mi invitación profesor Gaviria es que académicos de su talla y trayectoria junto con profesores como Francisco Gutierrez Sanín, Alejandro Reyes Posada, éntre otros deberían hacer frente común en mostrar con paciencia y firmeza, sin ruido y estridencia las comprobaciones de sus trabajos. Quienes seguimos a diario la opinión pública y el acontecer de la política lo estamos esperando.
Jairo sabogal
29 marzo, 2008 at 8:01 pmY la investigacion mas importante en la historia del pais fue la que enlazo Carlitos o existe otro paper mas completo?
Anónimo
29 marzo, 2008 at 8:06 pmLo que señala aquí Gaviria es clave. Precisamente por la utilidad que seguramente han tenido las investigaciones de la señora López en los procesos de la parapolítica, ella no puede dejarse tentar por ser «vedette» (le podría bajar el volumen a sus intervenciones en Hora 20 y se le entendería mejor, por ejemplo)y creer que porque ella dice esto o lo de más allá es así. Tiene que probarlo de manera rigurosa y asegurarse de que sus conclusiones se desprenden de una lectura objetiva de las cifras para los casos específicos que está analizando, y no de sus sesgos ideológicos, a los que tiene derecho como persona pero de los que debe mantenerse alejada en su calidad de investigadora. Si aspira a que su trabajo que use como evidencia, la calidad de la evidencia debe ser incuestionable.
syllogismes_mao
29 marzo, 2008 at 9:06 pmHay un ‘virtuosismo’para celebrar en esta columna de opinion… Hay un temperamento persuasible… Habra un Mea Culpa ?
Anónimo
29 marzo, 2008 at 9:29 pmLa investigación más importante en la historia del país tiene 9 páginas??????
Anónimo
29 marzo, 2008 at 10:22 pmLelo69
«No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: Todo el mundo está convencido de tener suficiente»
Rene Descartes
Alejandro Gaviria
29 marzo, 2008 at 10:46 pmLo que enlazó Carlos es un resumen de la investigación de Claudia López. El reporte completo aparece en el libro “Parapolítica: la ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos” publicado recientemente por Intermedio. Pgs. 123-232.
Camilo Ernesto: gracias por el excelente comentario. Y por el desafío planteado. Le cuento que el 5 de junio vamos a tener un seminario internacional sobre Hirschman en la Universidad de los Andes para celebrar los 50 años de la publicación de “the strategy of economic development”. Está muy invitado.
Sergio I Prada
29 marzo, 2008 at 11:00 pmAlejandro, me gustaria saber que pensas de los academicos metidos a politicos y viceversa? Mi opinion al respecto esta en este link, a proposito de los cruces verbales que a veces vemos en la prensa entre ministros (tecnicos) y academicos.
http://siprada.blogspot.com/2007/10/economistas-poltica-y-el-factor-ewww.html
Daniel Vaughan
29 marzo, 2008 at 11:46 pmSergio,
Está bueno su comentario sobre Carrasquilla y Echeverry. A mi, personalmente, me gustó el intercambio. Y me gustó porque es raro ver discusiones académicas en Colombia (Alejandro me corregirá, me dirá que tengo que «crecer» para poder decir esto con autoridad, pero bueno, acepto el regaño de antemano, aunque eso no va a cambiar mi opinión, por supuesto).
Por otro lado no estoy seguro que ese sea un buen ejemplo de académicos que se meten en política. El cargo de ministro por supuesto es político por definición, pero Carrasquilla no era un político, así como no lo han sido la mayoría de ministros de Hacienda de la «escuela uniandina» (atreviéndome, con poco cuidado, meter a todos en un mismo grupo).
De hecho, es incluso difícil clasificarlos como académicos, por lo menos en el momento en que hubo intercambio.
Y bueno, la discusión entre estos dos se puede ver de muchas maneras: como una discusión entre dos académicos, entre un ex-ministro y un académico, entre un ex-ministro y un consultor, o entre dos ex-ministros (poniendo, como de hecho lo es, la dirección del DNP al nivel de un ministerio).
En fin… pero bueno, a parte de los ex-ministros de hacienda hay dos casos de académicos que sí se metieron en política que vale la pena comentar: Fajardo y Mockus.
DV
Gheysel Naranjo
30 marzo, 2008 at 2:28 amQuien quiera llegar a Dios, recomendable una buena dosis de academia e inteligencia unida con la política…pero el gobierno de los sabios, como lo pretendía Platón, nunca se ha dado… y surgen las inquietudes ¿Por qué la política no se interesa por la academia? Y ¿por qué la academia o los más aptos huyen de la política?
Si bien con la academia se puede justificar hasta los crímenes de Hitler, “Academius”, es el sagrado lugar en donde se entienden las cosas y su origen… pero ¿se empieza por un número o se parte de la intuición?… Los números son los hermanos mayores de la sabiduría y lo primero fue el número (Dios es el número)… pero, en palabras de Gary Kasparov, mejor dejarse llevar de la intuición y luego ir a la táctica o academia, … una dosis de gramática elemental y comunicación digital impulsa la fuerza del verbo…entonces, dejarse llevar por las ideas y se encontrará la forma de expresar y comunicar… No está de más para una buena academia una dosis de arqueometría, fonética, álgebra, aritmética, ciencia, poesía, arte, dramaturgia, literatura, economía, retórica, dialéctica, filosofía, Internet y ¡wikipedia!
Muy válido el ejercicio necesario para construir por uno mismo la verdad y los conceptos, y organizar el conocimiento y producción mezclándolo con la esencia y la “intuición”… Esto es, superar la mayéutica socrática o método de Sócrates y construir academia y conocimiento desde el vacío, logrando claridad mental después de ser conversado y rebatido previamente con científicos y académicos… Claro!! sin atentar contra los principios, valores y el humanismo…
Ah, la culpa de la cultura mafiosa es la ignorancia, el analfabetismo político (falta de academia y formación humanista) y el camino fácil… ¿idiosincrasia de los Indios o idiosincrasia que dejaron los españoles?
chess-asociados.blogspot.com
Arielyarisbe
30 marzo, 2008 at 2:51 amEstoy de acuerdo con Alejandro Gaviria. Y añadiría algo: hay una corriente en ciencias sociales que procura hacer concientemente política con la ciencia. Por ejemplo, la Investigación Acción Participativa, de Fals Borda, y muchos seguidores similares hasta llegar a la Boaventura Do Santos. Pero lo contrario también es cierto: hay una tecnocracia que es sólo pose (por este blog pasan algunos) para la que su fin es la política, no la fundamentación de sus asertos. Conclusión: los científicos se conocen por la forma –método- con que hacen sus afirmaciones.
Pascual Gaviria
30 marzo, 2008 at 3:59 amEl fiscal responde en El Tiempo acerca del estudio de la susodicha. Después de oír a Iguarán (no Arnoldo sino Mario) hablando del caso Rojas-Ríos queda uno convencido de que aquella, alias CL, puede darle lecciones de derecho penal.
«¿Van a incluir el estudio de la Fundación Arco Iris como parte de las averiguaciones de la parapolítica paisa?
No es un elemento probatorio, pero es un punto de referencia útil e idóneo.»
Una constancia necesaria: No sé si Luis Alfredo Ramos será paraco, pero es un petardo, el demagogo y el politiquero más mosca muerta de la política colombiana.
Anónimo
30 marzo, 2008 at 7:40 amDoctor: Alejandro Gaviria usted en su columna de opinión con respecto al trabajo de la Universidad Nacional dice:»Muestran una evidente propensión a sacar conclusiones apresuradas, a anteponer el discurso político a la investigación.» cuál es el discurso político? No parte usted del supuesto de que -como diría Schumpeter- existe una tendenciosidad ideológica en las hipótesis del trabajo?, por qué no puede ser cierto que vivimos en una cultura mafiosa?, posiblemente usted nunca ha sentido miedo cuando al hacer un reclamo a un taxista, cuando evidentemente tiene alterado su taximetro, la discusión sube de tono. Yo sí. Es un problema de mentalidades y de peligros reales. Bueno, tengo que darle la razón, quizás molesta que se diga sin una justificación clara que el culpable sea el «Estado», confundiendo claramente a éste con los «gobiernos» o con los que por muchos años han manipulado o puesto a su servicio a las instituciones. Pero, es que acaso es más riguroso el trabajo de Fabio Sánchez y María del Mar Palau en el que se señala que las descentralización intensificó la violencia y convirtió el conflicto en una lucha por la apropiación del poder local. Hay que leer con calma el artículo de Sánchez y Palau y pronto encontraremos que lo que aseguran de la descentralización no son capaces de probarlo, por la sencilla razón de que desconocen las limitaciones de la técnica. Todavía la sofisticación de la econometría no ha sido capaz de demostrar cuando existe una relación de causalidad. Algunas veces los que no se han tomado en serio el estudio de la teoría y de la técnica no son capaces de entender (por citar un ejemplo cualquiera y común) que la prueba de causalidad de Granger no es capaz de demostrar causalidad en el sentido estricto del término. El problema de fondo es que hay que entender que en los trabajos de «investigación» la teoría es el instrumento principal. Lamentablemente en pocas ocasiones es posible exigir que: «La academia debe, por encima de todo, probar lo enunciado.» En la mayoría de los casos son las teorías las que permiten extraer conclusiones. Y también muchas veces no existe ni siquiera una teoría o, los investigadores las desconocen. Y los «auténticos» como los investigadores de la Nacional o como F. Sanchez y M.M. Palau de la Universidad de los Andes buscan -los primeros en el sentido común y los segundos en los datos- lo que sus mentes sugieren.
Atte. El Gran Hermano
elpellizco
30 marzo, 2008 at 10:49 amEl ideal academicista ‘puro’ es una ficción, mi querido Alejandro, y su artículo es un ejemplo de ello, pues utiliza el camino inverso a los estudios que critica: va de la opinión ‘política’ al rigor académico. Desafortunadamente, imagino que no tiene el suficiente espacio para mostrar un argumento ‘académico’ y sólo formula un juicio de valor, trazando una frontera que usted mismo ha quebrantado. ¿Cómo puede llamar al orden a la praxis académica cuando su misma praxis profesional ha sido académica y política al mismo tiempo? Por favor, si usted hace parte del academicismo puro de la nación cite claramente el argumento subjetivo o el abuso que usted considera extra-académico. Sus alumnos de los Andes se lo agradecerán.
Alejandro Gaviria
30 marzo, 2008 at 12:32 pmEl pellizco: lo invito a leer un largo comentario, es uno de los primeros, el número 11 de arriba hacia abajo, creo, en el cual señaló algunos de los problemas del estudio de CL. Yo no defiendo un ideal académico imposible. Si se quiere, lo único que estoy diciendo es que la investigación de CL no pasaría los filtros de ninguna publicación seria que tenga evaluación de pares.
Gran hermano: el estudio de la Nacional define la cultura mafiosa de una forma tan maximalista que la definición pierde todo sentido. Abarcan tanto que no aprietan nada. Plantean una continuidad inexistente, creo yo, entre Pablo Escobar y el taxista agresivo. Simplemente quieren hacer miserabilismo sociológico. Sobre la causalidad, yo conozco los límites del asunto. Pero cualquier investigador serie tiene que tratar de establecer las relaciones causales y explicar claramente los límites de las metodologías.
La causalidad de Granger no es una forma de establecer causalidad sino precedencia. Pero existen otros métodos para tratar de distinguir entre correlación y causalidad. Los métodos tienen limitaciones pero las limitaciones no implican que uno pueda entonces justificarlo todo: “si nadie ha probado, todo vale” incluida la sociología burda del estudio de la Nacional.
JuanDavidVelez
30 marzo, 2008 at 12:40 pmEn una entrevista hoy en el espectador Yidis Medina se queja porque no le consiguen «trabajo» al hijo de Teodolindo, y a ella esto le parece inadmisible. El hijo de un congresista necesita que le consigan «puesto» en el gobierno?. Muy charra, y dice “…porque los hijos de Holguin Sardi si pueden ser embajadores? o los familiares de algunos congresistas pueden estar en otras embajadas?”. Siempre es que son muy poquita cosa estos congresistas que piensan que el estado les debe “colocar” sus hijos.
Anónimo
30 marzo, 2008 at 2:56 pmJuandavidvelez, de acuerdo con ud. La cita textual de esta señora es la siguiente:
«A uno le da tristeza de ver que los enemigos del gobierno de esa época son ahora sus amigos y que un señor de la edad de Teodolindo pide un favor para un hijo y le dicen que no. ¿Por qué los hijos de Holguín Sardi sí pueden ser embajadores o los familiares de algunos congresistas pueden estar en otras embajadas? ¿Por qué puede haber preferencias para la rosca de ellos y no se ayuda a quienes apoyamos una decisión clave para la democracia del país?»
Que vergüenza, absolutamente patético.
Anónimo
30 marzo, 2008 at 5:19 pmCLAUSIA LOPEZ TIENE UN TUFO GUERRILLERO QUE NO SE LO QUITA NI BAÑANDOSE CON ACIDO SULFURICO.
Anónimo
30 marzo, 2008 at 6:12 pmyidis y teodolindo tinen todo el dercho a reclamar. no ve que les compraron los votos de la reeleccion y ahora no les quieren pagar? es como cuando alguien va a dnde una porstituta, hace uso de ella y despues le dice que no le va a pagar porque el cliente no esta de acurdo con la prostitución. este ejemplo no es copiado de jaime ruiz
SebastianJaen
30 marzo, 2008 at 7:52 pmAlejandro, antes que nada quiero decirle que me gustó mucho esa columna, puesto que de manera importante plantea el papel de los académicos. Vivimos en una sociedad que todavía no mira de manera importante a los suyos, o estos no han comprendido cómo deberían aportar.
Este era un debate pendiente, pues en el careo en la W, entre Luis Alfredo Ramos y CL, ella decía que una investigación académica no está obligada a la rigurosidad de pruebas de un proceso penal. A mi juicio, esto no es cierto, y desluce completamente el adjetivo de académico que reclama el trabajo.
De otro lado, no se si por ahorrarse espacio, usted habla de la subjetiva investigación de la Universidad Nacional. Si bien es cierto que dentro de la Universidad Nacional hay investigaciones subjetivas y malas, no por esto se deba invocar la identidad de una institución tan extensa. Desde esta perspectiva, considero que hacer precisiones sobre qué grupo y qué personas fueron los que hicieron esta investigación, es algo conveniente. Más aun cuando las mismas malas investigaciones usufructúan un respaldo institucional. Diga después que son de la Nacional si así lo desea, pero es importante no condenar todo el trabajo de una institución, que en su gran mayoría está enfocado en ciencias básicas en las cuales las posturas políticas tienen poca relevancia.
Alejandro Gaviria
30 marzo, 2008 at 8:35 pmsebastiajaen: completamente de acuerdo. Jamás pretendí hacer un juicio sobre toda la investigación de la Nacional. Ni más faltaba. Mencioné, en la primera línea de la columna, que el estudio fue realizado por un grupo de investigación sobre cultura política, instituciones y globalización. Pero si no quedó claro el asunto, aprovecho para reiterarlo: el artículo hace referencia a un solo grupo, más aún, a una sola investigación de ese grupo. Aquí esta una reseña de la investigación de marras.
Anónimo
30 marzo, 2008 at 9:12 pmJaime, ponle orden a esto…te extraño.
Apelaez
30 marzo, 2008 at 11:01 pmEn la reseña no dice como nada. Al parecer el grupo de la nacional esta trabajando sobre la tesis de mockus de la «cultura del atajo», o sobre la tesis de thoumi del irrespeto de «los colombianos» frente a las normas. Tocaria leer la investigacion completa, pero segun lo que dicen, me parece una ridiculez meter cuanto irrespeto a norma dentro de la «cultura mafiosa», y pero aun, que esta cultura sea culpa del estado
Anónimo
30 marzo, 2008 at 11:54 pmJaime Ruiz está perdido, seguramente rezando para que no vayan a agarrar al tal general Rito Alejo del Río, quien desde la Brigada XVII actuó como cerebro e inspirador de innumerables masacres como la de Apartadó. O le estará organizando otro homenaje de desagravio.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 12:27 amMe imagino que Carlos, el patetico libertario del blog, comenzará a idolatrar al guerrerista Mccain luego de su declaración sobre la crisis de las hipotecas:
«it is not the duty of government to bail out and reward those who act irresponsibly, whether they are big banks or small borrowers.»
Que tipo tan facho y tan desgraciado.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 1:13 amHoy su vecino de columna, Alfredo Molano, hace una buena descripción de la cultura mafiosa.
No podemos negar que en los últimos 30 años Colombia ha sufrido un cambio drástico en su cultura y comportamientos sociales. No es normal que una patrulla del ejercito embosque a una patrulla de la policia y masacre a todos sus miembros. Esto no sucedió una vez, ha pasado varias veces. No es de una sociedad civilizada que a un pueblo lleguen hombres armados, reunan a todos los hombres en el campo de futbol, los fusilen, los desmiembren y luego jueguen fútbol con las cabezas. Y así podemos contar infinidad de historias que han sucedido en estos años. Esto sin nombrar la cantidad de parlamentarios detenidos por paramilitarismo (cultura mafiosa). La misma guerrilla de las Farc esta tocada por esta cultura mafiosa. Cuando los investigadores hablan del peatón se refieren al hombre de la calle.
Esta cultura mafiosa se refleja en la forma de hacer negocios. Hoy en día se rigen por la ley del más vivo. No existe un negocio en donde ambas partes pueden ganar, si uno se comporta civilizadamente lo tratan de bobo, eso se llama ‘dar papaya’.
No nos engañemos a este país se lo devoró el narcotráfico y lo dificil esta aún por venir, el ‘desguayabe’ después de la fiesta.
Felix
31 marzo, 2008 at 1:50 amCamilo: ¿no existe un negocio el cual ambos puedan ganar? De dónde saca usted eso. ¿Sabe usted algo del mundo de los negocios? No se ha dado cuenta de que en Colombia se realizan negocios todos los días en los cuales ambas partes ganan. No sé ha dado cuenta de que las empresas tienen códigos de ética, acordados con los sindicatos, que todos los empleados respetan con orgullo. Y de que en el país, a pesar del narcotráfico, tiene una cultura civilista: existen millones de colombianos que salen todos los días a ganarse la vida honestamente, a trabajar largas horas. Claro que el narcotráfico ha traído corrupción y ha cambiado las costumbres de mucha gente. Pero otra gente, la gran mayoría es honesta. Piense en eso la próxima que se suba un taxi y el señor le cobre lo justo y usted le pague lo justo, mucha gente: vive y trabaja honestamente. No se deja echar el cuento tan fácil de cualquier sociólogo despistado.
Carlos
31 marzo, 2008 at 1:57 amMe pregunto si Molano tendrá la suficiente honestidad para ver la «cultura mafiosa» de irrespeto a la ley, que se esta creando en Venezuela, gracias a los opresivos controles cambiarios del regimen chavista(que el ha reconocido admirar) y que son predicados por la escuela «Sarmientista» de Economía.
Carlos
31 marzo, 2008 at 2:06 amCamilo ernesto: la razón por la que el narcotrafico ha creado una cultura mafiosa en colombia es porque el estado lo prohibe. Si lo piensa bien, el narcotrafico per se no tiene porque ser de mafiosos.
Durante cientos de años en muchas partes «traficar licor» era permitido, pero los «progresistas» (si, asi se conoce a ese movimiento en USA) se les dió por prohibirlo y inmediatamente fortalecieron y crearon una cultura mafiosa de corrupción, crimen,etc en los Estados Unidos, que no es muy distinta de que la tenemos acá. La ciudad de Chicago fue el caso mas conocido.
Mientras el Estado se dedique a crear «delincuentes», con prohibiciones estupidas, es mas facil que se creen culturas mafiosas en actividades como la importación (los «delincuentes» contrabadistas), las apuestas, la prostitución, el licor, las drogas, las armas,etc.
Saludos,
Carlos
Anónimo
31 marzo, 2008 at 2:23 amLelo 69
La mafia
Para retomar la discusión del acerca la cultura mafiosa traigo algunos conceptos expuestos por expertos en el tema
«La mafia – escribe el historiador Paolo Pezzino – es una forma de criminalidad organizada que no sólo está activa en múltiples campos ilegales, sino que tiende también a ejercitar funciones de soberanía, normalmente reservadas a las instituciones estatales, sobre un determinado territorio [ Se trata pues de una forma de criminalidad que presupone algunas condiciones: la existencia de un Estado de tipo moderno, que reivindique para sí el monopolio legítimo de la violencia, una economía libre de vínculos feudales, la existencia de violentos con capacidad de obrar a su modo, imponiendo también a las clases dirigentes su propia mediación violenta».
La historia del fenómeno mafioso muestra la falacia de toda interpretación «reduccionista»: puesto que se trata de un «sistema social extralegal» – la definición es del sociólogo Leopoldo Franchetti (1847-1917) -, la mafia no permite aproximaciones unilaterales, tendentes a identificar su esencia con la violencia de los medios, con el fin de acumular de capitales o con el subdesarrollo social; ni responde a la verdad – nota Falcone – presentarla como «un cáncer extendido por casualidad sobre un tejido sano». La mafia constituye una respuesta – organizada, no necesariamente violenta, tendencialmente completa y por ello alternativa al aparato estatal – a la petición de protección por parte de hombres «expoliados» de sus hábitos de agregación social, típicos de una determinada área; su efecto es una ligazón indisoluble y absorbente, cuyo único fin es el beneficio de la organización misma.
Los requisitos fijados por Interpol para considerar un grupo como organización mafiosa.
Los fundamentos son: que el grupo esté formado por más de tres personas; que tenga una actuación en el tiempo, al menos durante seis meses y continuidad en sus acciones; que cometan delitos graves y obtengan beneficios, poder o influencia.
Los siete alternativos serían: que exista un reparto específico de tareas; una jerarquía o control interno; que tengan un ámbito internacional de actuación; que utilicen violencia e intimidación; que usen estructuras comerciales o empresariales; que blanqueen dinero y usen la influencia o corrupción. Interior pretende partir de un mínimo y al ir sumando aumentar el concepto de mayor o menor peligrosidad de la banda
Gheysel Naranjo
31 marzo, 2008 at 3:11 amA lo largo de la historia, la vertiente académica-política ha sido la espina dorsal conductora de la capacidad de desplegar adecuadamente las iniciativas de desarrollo y de evolución de las sociedades.
Grandes constructores del conocimiento que le daban importancia a los sistemas de política, filosofía y pensamiento económico, lograron grandes avances en ello en la medida que respaldaban estos propósitos con metodologías de lógica académica. Sólo así, combinando elementos racionales y sociales, llegaron a ser lúcidos científicos. Es el caso de Pitágoras, quien concedió una gran importancia al estudio de la música, vista su relación con las matemáticas, y esta relación la pudo ir ampliando al resto de objetos que constituyen la realidad, descubriendo en el número la razón de todo lo real, lo que llevaría a convertirlo en el «arjé» o el principio de todas las cosas. Por otro lado, sociólogos como Max Weber, que le daban enormemente importancia a lo social y político, descubrieron que la manera plena de abordar cualquier tipo de Investigación, era gobernarse por la ciencia y respaldar todas las ideas con elementos técnicos y teóricos.
De esta manera la garantía de proyectarse en el mundo y darle apertura y continuidad a la economía y al bienestar de una sociedad, es respaldar las ideas con la lógica racional. Esto es establecer un equilibrio entre el lenguaje universal, que es generado por la preparación científica y empírica, y el lenguaje singular, que se gesta a nivel individual, le da fuerza al contenido y lo hace funcional, único y propio.
Con el ánimo de desarrollar la agudeza de fortalecer los aspectos anteriormente descritos, se traen a colación las siguientes teorías postmodernas:
1. La teoría de “Los Tipping Points” o momentos de transformación que aborda el pensador analítico Malcolm Gladwel, se gestan a partir del “poder social” y surgen gracias a la participación de conectores con enfoque plural y multidisciplinario. Estos llamados mensajeros poderosos referidos por Gladwel, se caracterizan por tener un enorme placer en establecer vínculos en los diferentes círculos y sectores, crear redes de confianza y envolver comunidades enteras. Ello les permite tener acceso a ideas que no hubieran podido acceder si no perteneciesen a hasta esos 17 mundos sociales a los que tienen conexión personal; y si no tuvieran esa potente energía y personalidad que les permite ser mas innovadores y la causa motriz de la transferencia de conocimiento, tecnología y evolución de las organizaciones. Adicionalmente de llegar fácilmente a la estrategia en el manejo de la información y, lo mas importante, hacer posible fortalecer la oferta para atender y satisfacer plenamente, a través de los diferentes sectores y las necesidades del mercado. Por último llevar a la transformación de los diferentes sistemas como los de energía, salud, aerolíneas, arte, música, químicos, industria automotriz, cinematografía, hotelería, construcción de vivienda, cosméticos, software, etc.
2. A su vez, autoridades mundiales en estrategia empresarial como Cham Kim, que parten de la filosofía anterior y de dirigirse a donde están las utilidades y el crecimiento (no donde está la competencia), sugieren en sus investigaciones que hacia la creación y conquista de nuevos mercados o de océano azul, se parte de la orientación funcional o emocional de la industria, incorporando variables estratégicas, industriales y organizacionales.
3. Obviamente es necesario neutrar dichas estrategias e instrumentación de sus movidas y detalles. Allí, es donde teorías como la de Garry Kasparov y su influencia de talento ajedrecista, dan mayor entendimiento al concepto de estrategias soportadas con cálculo. En palabras del varias veces campeón mundial del ajedrez, es necesario darle a la estrategia una segunda oportunidad para alcanzar el éxito y palancar eficazmente ese poder social referido por el sociólogo Malcolm Gladwel. Esto es fortalecer las ideas y conexiones para que se conviertan en proyectos viables y darle al componente ideológico gestión técnica que permita su implementación.
Queda por pensar nuestro proceso, asumir la latinoamericanidad, trabajar con nosotros mismos, seguir instintos, tener confianza en ellos y, lo más importante, fortalecerlos y respaldarlos con la ayuda de las ciencias.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 3:34 amLuís Jorge Garay en Semana.
Yo no creo que tengamos un Estado mafioso, como tampoco tenemos una sociedad mafiosa. Lo que hay son grupos de poder, algunos dominantes, que actúan con prácticas y criterios mafiosos para el beneficio propio, entendidos estos no sólo en lo económico, sino también en lo político y en lo social. Lo que lleva a que se esté reconfigurando un Estado con prácticas mafiosas, pero que en su conjunto no es un Estado ni una sociedad mafiosa. Esto es muy importante diferenciarlo. No todos los grupos dominantes tienen las mismas prácticas.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 4:08 amPaper UN.
Carlos
31 marzo, 2008 at 4:40 amSobre el paper de la UN: Nunca habia leído tal cantidad de incoherencias en un texto farragoso y casí inlegible.
Aquí hay un par de errores que muestran la poca calidad del paper:
«el modelo neoliberal cuya primera expresión en Colombia tuvo lugar durante el gobierno de Alfonso López Michelsen en 1978, profundizándose en el gobierno Gaviria con su “revolución en marcha” en 1990»
El gobierno de Lopez Michelse fue del 74 al 78 y el gobierno de Gaviria fue el de «bienvenidos al futuro» no el de «revolución en marcha», que fue el de Lopez Pumarejo en los años 30.
Otra perlita:
«El Estado comunitario en Colombia puede verse en términos de la etitización de la vida pública bajo la identidad paisa como proyecto ético a seguir, unido a una democracia tradicional autoritaria[ 48 ] . Aquí, el fascismo es la esencia de la democracia liberal, se puede ser autoritario sin dejar de ser liberal»
No que diablos es etitización y que alguien me explique como el fascimo puede ser la esencia de su contrario (la democracia liberal). Y ahi metió el clasico antiprovincialismo bogotano con lo de la «identidad paisa»
gazapo
31 marzo, 2008 at 2:31 pmLos academicos Rolling Stones fueron «perdonados» en Blackpool al noroeste de Inglaterra,donde sus presentaciones estuvieron vetadas por medio siglo.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 3:54 pmLa cademia paisa es un gallinero prefabricado.
Rafael
31 marzo, 2008 at 4:02 pmSe que esto se aleja de la temática de la columna, pero tengo una duda sobre la informaciòn que se encuentra en ésta página sobre el gasto militar en Colombia:
http://www.semana.com/documents/Doc-1581_2008221.pdf . ¿Es verdad lo que ahí se dice?
Saludos
Anónimo
31 marzo, 2008 at 4:32 pmLos ‘academicos’ del Wahg-Postt contra los generales mata-campesinos ?????
Anónimo
31 marzo, 2008 at 4:38 pmSEgun Molano, la cultura mafiosa infecto «para ser exactos al 84%» de los colombianos. ES decir, a los que segun las encuestas apoyan a Uribe. Me imagino entonces que las FARC y toda la mafia izquiedista, o los de FEcode que parecen una mafia, son parte del 16% que aun no se han infectado de la mafia…Conclusiones a la ligera hechas con el corazon, ay Molano…Las infulas de superioridad moral de un grupo de anti uribistas dan asco.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 4:55 pmMuy bien, anonimo de las 11:38. Esa es la conclusion exacta de la lectura de los desvaríos de Molano:
84% mafiosos versus 16% de «limpios». Yo ya sumé y sale 100%, así que no puede haber ninguna equivocación en las estadisticas que presenta AM.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 5:17 pmOpinión de Jaime Ruiz sobre el tema. Está haciendo falta por aquí.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 5:58 pmMe parece desafortunado que Alejandro Gaviria haya planteado está discusión sobre la base de dos trabajos y no desde una perspectiva más general. Es más, para el profesor Álvaro Moreno de la Universidad Nacional en la discusión sobre las causas de la crisis financiera, la interpretación que hace Alejandro de Minsky es equivocada. La lectura de Alejandro Gaviria sobre Minsky se hace desde un artículo de opinión y no sobre los artículos de Minsky. Es necesario predicar y aplicar. Leer el primer capítulo de Bien-estar y macroeconomía
Alejandro Gaviria
31 marzo, 2008 at 6:06 pmAnónimo 12:58; creo que la discusión tiene relevancia precisamente a la luz de los ejemplos. Pero cada quien lee como quiere. Sobre Minsky, su comentario es simplemente una descalificación personal. Nada dice sobre mis argumentos, simplemente hace un comentario frívolo sobre mis fuentes.
Daniel Vaughan
31 marzo, 2008 at 6:22 pmCarlos,
¿Cuál es la definición de «cultura mafiosa» que está utilizando para el caso de Venezuela? ¿Cuál para el caso de Colombia?
Le pregunto porque parece estar hablando de dos cosas distintas.
Yo no estoy seguro cómo definan los del estudio de la UN «cultura mafiosa», pero si significa «la institucionalización de la ilegalidad», sin lugar a dudas en Colombia hay una «cultura mafiosa», que es bastante anterior a Uribe.
DV
Anónimo
31 marzo, 2008 at 6:52 pmLas FARC y los paramilitares cumplen las condicones qeu plantea Lelo69, de la misma manera que algunos facciones grupos al interior del partido liberal, el conservador y el PDA…asi las cosas, no solamente estamos ante un gobierno mafioso, somos un pueblo mafioso, unos mas que otros, para que Carlos, JR, Maldador, Apelaez,Daniel…etc….no se enojen…pero sin duda lo somos…..juepaje !!!
Anónimo
31 marzo, 2008 at 6:54 pmfe de brutatas: donde dice «somos un pueblo mafioso»…debe decir: un pueblo con cultura mafiosa…
JuanDavidVelez
31 marzo, 2008 at 6:56 pmAcerca de la ultima respuesta de Alejandro Gaviria, http://www.paulgraham.com/disagree.html
Daniel, la definicion de mafia del estudio es la siguiente:
“son grupos identificados con intereses económicos, sociales, políticos, y culturales que asumen una actitud frente al Estado y al ordenamiento jurídico que los sustenta y que para resolver sus conflictos no recurre a los jueces ni a los entes estatales sino a organizaciones de paramilitares y sicarios que actúan como agentes locales capaces de infundir respeto y aceptación”[ 17 ] .
La definicion la tomaron de este texto:
Betancourt, Darío y García, Martha. Contrabandista, marimberos y mafiosos “historia social de la mafia colombiana” (1965-1992). Editorial TM
Daniel, a usted que le gusta desmenuzar los asuntos le recomiendo la lectura del estudio, ahi hay para que se entretenga un rato.
En mi opinion de simple buscador de lecturas bacanas puedo decir que en el estudio se encuentran algunos parrafos memorables.
Carlos
31 marzo, 2008 at 7:26 pmceJuan David: me gusta mas esta definición de un historiador del tema, Paolo Pezzino:
«La mafia es un tipo de crimen organizado que no solo realiza actividades ilegales sino que tiende a ejercer funciones normalmente realizadas por autoridades publicas sobre un territorio dado»
Así que para ser Mafia se requiere:
1 Ser una organización criminal. Con una estructura, roles, procedimientos mas o menos establecidos
2. Prestar servicios de protección y justicia sobre un territorio dado. Algo así como un «proto-estado» o un «wanna-be estado»
Recuerdo la primera escena del padrino. No era en un negocio ni un asesinato. Era recibiendo a un dueño de una funeraria que le pedía al don que ejerciera justicia porque la justicia estatal no le pareció efectiva.
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
31 marzo, 2008 at 10:00 pmJuanDavid y Carlos,
La pregunta no es qué es una mafia, sino qué quieren decir con «cultura mafiosa».
DV
Carlos
31 marzo, 2008 at 10:35 pmBueno, es dificil responder la pregunta de Daniel, pero aqui mi propuesta de cuales serían los elementos de una cultura mafiosa, es decir, cuales serían las creencias y supuestos basicos:
1. «Me conviene mas la protección de la mafia que la del Estado en el territorio donde habito»
2. «Los trabajos y negocios tradicionales son aburridos, poco rentables, de tontos o dominados por una elite o una raza o etnia o tipo de gente a la cual yo no pertenezco»
3. «La violencia es necesaria a veces como parte del negocio y para demostrar valía y lograr respeto.»Get rich or die trying». La violencia excesiva es de tontos no de mafiosos porque es mal negocio.»
4. La «colaboración» se puede comprar con dinero. Sino, con violencia
5. «Lealtad a los compañeros de la mafia. Ley del silencio ante las autoridades. Lo peor es el sapo, el soplón.»
6. «Debemos proteger a nuestro gente, de nuestra raza o de nuestro barrio. El estado no los va a proteger»
7. «Confianza es clave. Preferimos trabajar con nuestros familiares o a los de nuestra etnia, o los del barrio o región.»
Saludos,
Carlos
Alejandro Gaviria
31 marzo, 2008 at 11:29 pmLa mafia es un negocio de protección privada. Un podría, entonces, definir cultura mafiosa como la magnitud del mercado por protección privada: la extensión de la oferta y la demanda. Si para cobrar una deuda, mucha gente no recurre a la justicia o a los medios legales sino que contrata a la oficina de envigado o a algo por el estilo, y si existe una oferta importante de negocios similares, de agencias de protección, uno podría hablar de cultura mafiosa.
Las otras definiciones, la cultura del atajo (que hoy usa Mockus pero que ha sido usada muchas veces; Alberto Lleras hablaba de la proliferación de avivatos), la falta de confianza, el irrespeto por las normas sociales, la corrupción etc., son fenómenos culturales distintos. Patologías sociológicas diferentes que han sido estudiadas y analizadas de manera independiente.
Creo que la definición, para tener sentido, debe ser específica, cerrada. Las definiciones maximalistas abarcan mucho y no aprietan nada.
charlie
31 marzo, 2008 at 11:36 pmLa literatura del documento de la Nacional es jartisima como la de todo lo que ustedes llaman «papers». Pero lo que dice, uno lo percibe como cierto.
Lo percibe, porque la «verdad», ahora, depende del quien, del cuando y del como. Por ejemplo: El Gobierno Colombiano dice que la connivencia del Ejercito con los paramilitares es asunto de algunos de sus miembros, pero no política del Estado Colombiano. Pero al mismo tiempo dice que es el Estado Ecuatoriano el que colabora con las Farc. Pues resulta que el Gobierno del Ecuador piensa lo mismo pero a la inversa.
Anónimo
31 marzo, 2008 at 11:44 pmUff Antonio Caballero se convirtió en un viejito verde .
Daniel Vaughan
31 marzo, 2008 at 11:46 pmAlejandro,
Me imagino que quiere decir «un negocio con protección privada», en lugar del «de»…
Bueno, pero eso es muy parecido a la definición que yo sugerí, que a la vez es muy parecida a la de Mockus: «la institucionalización de la ilegalidad».
Y en ese sentido, es difícil argumentar que la sociedad colombiana no es una «cultura mafiosa». Lo que es absurdo es sugerir que Uribe es una causa del fenómeno. Uribe es un producto, como lo somos todos.
DV
Alejandro Gaviria
1 abril, 2008 at 12:39 amDaniel: me refiero a los negocios que prestan servicios de protección privada por fuera de la legalidad y a las personas que los contratan también de manera ilegal. Un buen ejemplo, de nuevo, es la oficina de Envigado. O los mismos grupos paramilitares. La mejor discusión al respecto se encuentra, creo yo, en el libro de Diego Gambetta que discutimos hace unos meses.
Anónimo
1 abril, 2008 at 1:01 amDesconozco las calidades academicas de los autores, pero tienen unos buenos parrafos para explorar aquello de la «cultura mafiosa»…
http://www.mamacoca.org/feb2002/art_perez_almendron_perinola.html
http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=446480#PaperDownload
Alejandro Gaviria
1 abril, 2008 at 1:24 amAquí están los enlaces sugeridos por el anónimo anterior: 1 y 2.
Apelaez
1 abril, 2008 at 1:50 ampor si a algien le interesa, natalia springer abrio un blog: nataliaspringer.blogspot.com
Carlos
1 abril, 2008 at 1:54 amanonimo 19:27: gracias por el dato de las palabras de Mccain no las conocía.
Mccain es efectivamente un guerrerista así que no lo apoyo (mi candidato menos malo es Obama aunque cada vez se mueve mas a la izquierda en temas económicos que esta cansando). Pero lo respeto por tener la valentía de por lo menos decir esas palabras tan políticamente incorrectas. Ha podido quedarse callado o anunciar ayudas a los afectados. Pero prefirió respaldar la etica de la responsabilidad individual.
Pero de lo Mccain toca analizarlo con mayor detenimiento. Cuando ocurriría algo así en un pais como el nuestro, que un candidato presidencial se atrevería a decir ese tipo de cosas? Mccain es el resultado de que una parte de la sociedad gringa cree en los principios de la responsabilidad individual. Comportamiento como el de los jovenes gringos que abandonan desde muy joven el hogar paterno, evidencia esas creencias. Intuyo que tal vez esa ética tenga su parte en la prosperidad de ese pais.
Cordial saludo,
Carlos
Daniel Vaughan
1 abril, 2008 at 2:15 amAlejandro,
La definición que usted propone, que me imagino es la misma de Gambetta no deja de sonarme rara. Queda la duda de qué fue primero: el huevo o la gallina. Con esto quiero decir que, aceptando que desconozco la evolución histórica del fenómeno, suena que los negocios ilícitos (alcohol, drogas, armas, alimentos o cualquier mercado negro) fueron primero, y necesitaban del segundo, es decir, de una organización que garantizara la seguridad de lo ilícito. El caso de los carteles de la droga se me viene a la mente, o lo mismo con las mafias italianas en EEUU.
Aunque la diferencia es sutil, es clave para tratar de interpretar lo de la «cultura mafiosa» en Colombia. Si es ilegalidad, es difícil negarlo. Si es seguridad (uno de tantos componentes de la ilegalidad, es decir, más particular) es bastante difícil.
DV
charlie
1 abril, 2008 at 2:40 amLa mafia, como la conocemos, nació cuando los sicilianos se rebelaron contra las leyes napoleónicas.
El dilema fundamental del hombre civilizado surge cuando descubre que la justicia y la ley no son lo mismo. En ese momento, quienes tienen poder se unen, por la justicia, contra la ley. Así nace la mafia
Carlos
1 abril, 2008 at 2:50 amDaniel, pero porque no miramos por ejemplo como surgieron los paras:
algunos surgieron primero en el negocio de protección y luego identificaron un negocio lucrativo por ser ilegal (narcoproducción y narcotrafico) que les ayudo a financiarse inicialmente en su negocio de protección pero luego se termino convirtiendo en un fin en si mismo.
En otros casos primero estuvo el negocio ilegal y luego apareció, pero casi al mismo tiempo, el negocio de protección (asi es mas o menos el modelo que muestra la novela «El Padrino» de Mario Puzo).
Porque resulta que la oportunidad de explotar negocio ilegales surge en comunidades donde el Estado ejerce debilmente su poder, así que las dos cosas, explotación de negocio ilegal y provisión privada de protección van casi juntas.
Ah, y notese que la guerrilla tambien se puede entender facilmente como una mafia, aunque en este caso, su negoción de protección, tenga unos clientes diferentes a los de los paras.
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
1 abril, 2008 at 4:52 amCarlos,
Insisto en que queda la duda de qué fue primero, si el huevo o la gallina. Sin lugar a dudas la ilegalidad exige tener una «tecnología», un «know-how», que en este caso es el del uso de la fuerza, que por supuesto antecede a la creación misma de la mafia.
De todas formas no estoy seguro que esta discusión sea la importante, si lo que nos interesa es discutir la hipótesis del estudio, es decir, de la «cultura mafiosa» en Colombia. Si estamos discutiendo esa, necesariamente tenemos que utilizar una definición más cercana a la de «institucionalización del crimen», y en ese caso, creo yo, es díficil negarlo.
DV
Gheysel Naranjo
1 abril, 2008 at 7:00 amSeñor Alejanro:
Su columna sí que suscitó la curiosidad de conocer el trabajo de Claudia López, y a poner en primer lugar a la autora y su trabajo fuese bueno o no tan bueno. Antes nadie conocía el estudio y era indiferente, ahora con seguridad es absurdamente famoso y le rescatan puntos positivos como a Piedad Córdoba en el congreso, debate de cultura mafiosa donde nació su discusión. Pero la inquietud no es esa, sino con respecto a la competitividad de nuestra academia en el mundo. ¿Cómo ve usted el ranking mundial de la academia en Colombia? En cifras del señor Sergio Fajardo, la U Andes está en el 864 lugar en el mundo (la UN en el 868), y en el veinteavo lugar en Suramérica. Cómo es posible que estemos por debajo de países vecinos como chile, argentina y Brasil? Qué es innovar en academia en nuestro mundo contemporáneo? Cómo estimular la innovación académica en Colombia?, y si conoce procesos atractivos que convenzan a la gente que es posible innovar en educacion para que sea más competitiva a nivel mundial, y los mejores estudiantes del mundo se vuelquen para venir a estudiar a Colombia y sean estudiantes con imaginación?
Gracias,
GN
Anónimo
1 abril, 2008 at 11:22 amExcelente el artículo de maria jimena duzan en el Tiempo.!
Apelaez
1 abril, 2008 at 2:11 pmDaniel, no entiendo su punto ni a donde quiere llegar. Por favor aclare un poco sus ideas.
Alejandro Gaviria
1 abril, 2008 at 2:20 pmDaniel: mi opinión es que el narcotráfico vino primero y el desarrollo de la industria de protección (o de la ilegalidad, si se quiere) vino después. Pero el punto no es fácil de probar. Francisco Thoumi, entre otros, opinan lo contrario: que fue la cultura de la ilegalidad la que permitió el surgimiento del narcotráfico.
Pero ambos cosa se retroalimentan, crecen empujadas por una dinámica de refuerzo mutuo. Así que no me parece, para el asunto que nos ocupa, muy pertinente la pregunta sobre el origen.
Yo insisto sobre un punto, eso de la “cultura mafiosa” tiene sentido si se define de manera clara y concreta. Si no, termina siendo, como en el caso de Molano, un atajo retórico, una frase conveniente para denigrar de la moral de los adversarios políticos.
Carlos
1 abril, 2008 at 2:23 pmComo se mide la institucionalización del crimen?
En USA utilizan una métrica que es número de presos sobre el total de habitantes.
Por cierto, el valor de esa métrica ha venido aumentando debido a la estupida guerra contra las drogas. Cada vez hay mas gringos presos.
Carlos
1 abril, 2008 at 2:25 pmYo estoy de acuerdo con Alejandro en que toca definir muy bien que es «cultura mafiosa» pero tambien verificar si ese fenomeno no se esta presentando en otros paises, porque la verdad la delincuencia tambien ha aumentado en venezuela, centroamerica, por ejemplo.
Anónimo
1 abril, 2008 at 2:33 pmLa llamada «cultura mafiosa» no se puede definir de una manera clara y concreta.
panOptiko
1 abril, 2008 at 2:44 pmSi la «cultura mafiosa» se refiere a la «institucionalización de la ilegalidad», entonces el uso de la palabra ‘mafiosa’, en vez de ser un concepto, es una herramienta política, pues sobre un mismo fenómeno, criminaliza a las cabezas visibles del moemento político.
Por otro lado, si nos ceñimos a lo que respecta al monopolio de la violencia – o la protección – pues, me daría la impresión de que tenemos el estado menos mafioso de todos los tiempos. Lo anterior no quiere decir que sea perfecto y eficaz en la tarea, razón por la cual optar por las mafias existentes sigue siendo una opción para el colombiano de a pie- muy a pesar de lo que quisieramos.
Anónimo
1 abril, 2008 at 2:52 pmLa cultura mafiosa de la Exxon Mobil y sus excesos tan bien documentados.
Maldoror
1 abril, 2008 at 2:52 pmIntersante la discusión. Lo que apunta Alejandro sobre si el surgimiento de la cultura mafiosa y el orden de los factores (cultura de la ilegalidad vs cultura mafiosa) es un debate interesante. La otra pregunta que quizás habría que hacerse es si cultura mafiosa es igual a cultura de narcotráfico, que es como usualmente pensamos el termino. Pero si por cultura mafiosa uno piensa la venta de un servicio de protección, la desinstucionalización (entendiendo como institución legitima o posible el Estado), entonces en Colombia había una cultura mafiosa antes de la llegada del narcotráfico (vease la violencia, los pajaros, el inicio de las guerrillas, la misma manera en que el Estado actuaba pasando por encima de los derechos y garantias más elementales).
Por otro lado, me parece un poco necio quejarse de que el termino cultura mafiosa es un artílugio retórico para desprestigiar a los adversarios políticos, cuando se acepta por otro lado el discurso del «narco-bandolero» o la «narco-guerrilla» para pintarnos la realidad de las FARC (¿cuando se ha quejado Alejandro de ese discurso, que tengo la impresión asume como verdadero?). No porque las FARC no merezcan ser desprestigiadas o vilipendiadas, sino porque esa hipersimplificación de su existencia le impide a ver a la gente muchos matices y bemoles de la realidad -mucho más compleja- del conflicto colombiano.
Anónimo
1 abril, 2008 at 3:02 pmEs una conclusion apresurada determinar que La Oficina de Envigado goza de una una ‘institucionalidad’ derivada del narco-estado ?
Anónimo
1 abril, 2008 at 3:03 pmMe gustaria ver la cara de los mamertos de este foro, en especial de su lider danielito, ahora que el gobierno de Cuba, su paraiso de «calidad de vida», ha empezado a entregar tierras ociosas a privados. Que diran los criticos de carimagua como Cecilia Lopez, y los hps ubermamertos del PDA como Robledo, ahora que su regimen de ejemplo hace todo lo contrario de lo que ellos predican?
Maldoror
1 abril, 2008 at 3:17 pmAnónimo 10:03
Aparte de que la comparación entre Cuba y Colombia es un poco tonta, una cosa que me llama la atención es la siguiente: ¿No son los campesinos desplazados, por los que además no recuerdo que Daniel haya abogado, personas PRIVADAS? Ah si lo olvidaba, las únicas persona o entidades privadas que deben poseer tierras en Colombia son los dueños de la agroindustria o los latifundistas tradicionales.
Anónimo
1 abril, 2008 at 3:29 pmEl empresario Raul Hasbum seria un ejemplo de «cultura mafiosa» al servicio de las CONVIVIR ?
Daniel Vaughan
1 abril, 2008 at 4:59 pmEstimado Apelaez,
No entiendo qué es lo que no entiende, dado que los demás comentaristas (incluído Carlos) parecen estar entendiendo. De todas formas ahí va, de manera más clara, espero:
1. ¿Estamos debatiendo sobre si en Colombia hay una cultura mafiosa?
2. Si sí, empecemos por definir qué es una «cultura mafiosa».
3. Para entender qué es una «cultura mafiosa» hay que empezar por definir una «mafia»: Alejandro, JuanDavidVelez y Carlos sugieren una definición que genera una discusión paralela: ¿son las mafias negocios de protección privada, o la protección es un negocio derivado de la actividad principal de la mafia?
4. Si se define «mafia» como protección privada (definición sugerida por Alejandro, tal vez originada en una lectura de Gambetta), y definimos «cultura mafiosa» como la «generalización o institucionalización en una sociedad de las actividades propias de una mafia», entonces, digo yo, no es claro que en Colombia haya una cultura mafiosa.
5. Si por otro lado, definimos «mafia» como el monopolio (o mejor la «concentración de poder») en un mercado ilegal (ej. drogas, whiskey, arroz, gasolina), y generalizamos el concepto a una sociedad como la «institucionalización de la ilegalidad», entonces, aunque no es preciso, la hipótesis de una cultura mafiosa en Colombia por lo menos tiene más sentido.
6. Un problema diferente, que Carlos trajo a colación recientemente es cómo medirlo. Él sugiere el porcentaje de reclusos en una población. La sugiere para hacer comparaciones internacionales (porque en la agenda está probar que en Venezuela hay una cultura mafiosa, que, de acuerdo a la segunda definición, no es del todo incorrecto. Lo que parece molesto de la agenda libertaria es el objetivo último: mostrar que Molano , (los Sarmientistas y Stiglitztas) y los profesores de la Nacional están haciendo «a propósito» una evaluación sesgada del panorama de Colombia: se atreven a decir que en Colombia hay una cultura mafiosa, pero no que en Venezuela la hay.)
Espero haber dejado claro mis puntos. Lamento cualquier confusión que le haya causado.
DV
Apelaez
1 abril, 2008 at 5:19 pmVale gracias, lo que no entendia era la pertinencia de la discusión paralela sobre que fue primero, si el huevo o la gallina (mafias o negocios ilegales. Pero la explicacion del dueño me parece buena y se aclara el tema.
La cosa es que el problema no es tanto la discusión semantica, es decir, si la «cultura mafiosa» puede incluir a Pablo Escobar y al peatón que no cruza por la cebra. Lo importante, en mi sentir, es el uso estratégico y político del termino para desprestigiar a un gobierno.
Es comun oir a la oposicion afirmar que Colombia es un estado mafioso, en parte por los nexos de los paramilitares traficantes con los políticos uribistas y en parte por la forma clientelista en la que, segun los opositores, actua el gobierno uribe. Por ejemplo en el debate carimagua los opositores señalaban la supuesta imbricación entre empresarios privados y el gobierno contra los intereses «generales» como una forma de actitud mafiosa.
Es claro entonces, que la oposición utiliza el termino mafia en dos sentidos: la mafia narcotraficante y las actitudes clientelistas del gobierno.
Y entonces entran los investigadores de la Nacional y amplian a la fuerza el significado del término para incluir la «institucionalización de la ilegalidad» dentro de la sociedad colombiana, y de paso chantarle la culpa al gobierno Uribe. Así, ahora no solo el gobierno es mafioso, sino que la mayoría de la población tambien actua como tal, y todo esto debido a que Uribe es presidente y la mayoría de la gente sigue al señor.
Carlos
1 abril, 2008 at 5:45 pmA mi me parece que el uso del termino «mafioso» es mas o menos el mismo que le dan a «fascista» o «mamerto»: un truco retórico efectista llamado «name calling».
Funciona mas o menos asi: Se toma un termino cargado de connotaciones negativas y se etiqueta al oponente o a sus actuaciones con ese termino.
Asi la definen los estudiosos del tema de propaganda y retorica:
«Name Calling: Propagandists use this technique to create fear and arouse prejudice by using negative words (bad names) to create an unfavorable opinion or hatred against a group, beliefs, ideas or institutions they would have us denounce. This method calls for a conclusion without examining the evidence. Name Calling is used as a substitute for arguing the merits of an idea, belief, or proposal. It is often employed using sarcasm and ridicule in political cartoons and writing. When confronted with this technique the Institute for Propaganda Analysis suggests we ask ourselves the following questions: What does the name mean? Is there a real connection between the idea and the name being used? What are the merits of the idea if I leave the name out of consideration? When examining this technique try to separate your feelings about the name and the actual idea or proposal «
Carlos
1 abril, 2008 at 6:05 pmRecomiendo este articulo de Allan Meltzer, un economista con mucha experiencia en políticas publicas y el tema monetario (ver biografía aquí) sobre las regulaciones. Ha escrito libros de historia sobre la reserva federal, y fue asesor de dos presidentes gringos, uno democrata (Kennedy) y otro Republicano (Reagan). Y es considerado uno de los expertos a nivel mundial en temas de política monetaria.
Y no Daniel, no es libertario, así que tranquilo, puede leerlo.
Algunos apartes:
«The claim that deregulation went too far is coming from many sides. We need more regulation, the argument goes, and even a single regulator to bring stability. Former SEC chairman, Arthur Levitt, Jr., made some of that case on this page. House Financial Services Chairman Barney Frank has prepared legislation, and others are rushing forward with their own plans.
Their diagnosis is wrong. Mistaken regulation contributed greatly to the current problems in financial markets. Take the 1970s Basel agreement between developed country governments, which followed bank failures in Germany and the U.S. The idea was to have equivalent risk standards in all the principal lending countries. The agreement required banks to increase their capital if they increased mortgage loans and other risky assets.
The banks responded, however, by developing instruments that avoided higher reserves by moving risky loans off their balance sheets. Risk moved to all corners of the global marketplace. We find out who holds the risky assets when they announce they are about to fail.
The response to the Basel regulation is not unique. The first principle of regulation is: Lawyers and politicians write rules; and markets develop ways to circumvent these rules without violating them.
The financial markets offer many examples.»…..
«The perennial argument of regulators is: «If only I had more power. . .» Not so. Regulators did not see the chicanery at Enron. Nor did they prevent the dot-com bubble or the Latin American debt problems in the 1980s. A main reason is «capture» — when the interests of the regulated dominate the interests of the public.
Capture is not the only reason regulation often fails. Regulators and most politicians are good at developing rules and restrictions, but poor at thinking about the incentives that the market will face.»
Este es el anti-minsky, anti-sarmiento y anti-stiglitz. Y es todo un gallo fino en el tema. jeje
Saludos,
Carlos
Carlos
1 abril, 2008 at 6:06 pmMe falto el link al articulo. Es este.
Daniel Vaughan
1 abril, 2008 at 6:25 pmCarlos,
Es difícil dejar pasar un post como el suyo (el de las 12:45pm), y lo es porque uno (o por lo menos yo) no deja de preguntarse «¿Cuál es el objetivo de escribirlo?».
Se me ocurren varios:
1. Carlos escribe todo lo que encuentra en la página de GMU.
2. Carlos escribe como esos micos del «infinite money theorem» : aunque si uno lo coge por separado no es más que escritura sin sentido, al final de la semana, si uno recoge todo lo que ha escrito en la «blogósfera» hay una probabilidad no nula de que haya algo medianamente sensato.
3. Carlos quiere mostrarnos las nuevas cosas, conceptos, teorías que ha descubierto.
4. Carlos en serio sugiere que la izquierda utiliza el término de manera retórica.
Yo no descarto (1), por supuesto, dado el bien conocido dogmatismo del soldado libertario. Definitivamente no descarto (2) teniendo en cuenta la fluida y cuantiosa actividad virtual del soldado en cuestión, y la calidad de los aportes en uno y otro blog. (3) también es una posibilidad por supuesto, porque Carlos, más que un libertario, es un educador, un predicador del libertarianismo. (4), aunque obvia en una discusión como la que tenemos, es la que menos me suena viniendo de Carlos.
Ahora bien, de manera simétrica, se preguntará usted qué pretendo yo con este post. La respuesta es sencilla: no es necesario apelar a lo que «los estudiosos del tema» nos dicen o sugieren. La sugerencia de los «estudiosos del tema» es exactamente lo que hemos estado haciendo acá: entender bien qué significa el término y ver si hay concordancia entre el significado y el fenómeno que se está describiendo. No sólo eso: el fenómeno que los «estudiosos del tema» describen es usado con frecuencia en política por individuos de uno y otro bando. Con esto lo que quiero decir es que la connotación negativa que usted pretende darle (dado que la etiqueta «cultura mafiosa» viene de la «izquierda») es usado por todos, incluido, amigo libertario, usted por supuesto. Usted la usa tanto (ver discusiones sobre economistas, tecnócratas, «sarmientistas», «ideólogos del intervencionismo», etc.etc.etc.etc.) como Jaime Ruiz, que es experto en el tema.
Ahora bien, el siguiente paso, uno que sería interesante que Carlos intentara dar es el siguiente: ¿ud. qué cree? ¿Cree que hay algún tipo de concordancia entre el término que la «izquierda» (asumiendo que esta etiqueta esté bien definida, que por supuesto no lo va a estar, pero por supuesto esto no es problema para usted: todos son son «sarmientistas», «stiglitztas», etc.etc.etc) está usando y el fenómeno?
Esa es la parte importante de la discusión, si me pregunta a mi. Y creálo o no, me muero de ganas de saber usted qué piensa, más allá de los datos curiosos de películas de gángsters o de lo que los «estudiosos del tema de GMU» nos sugieran.
DV
pd. Hablando de Jaime Ruiz, en dónde andará metido? Será que también se fue para Costa Rica?
Carlos
1 abril, 2008 at 7:00 pmJaime no se ha «ido» para ningun lado. En mi blog publicó su opinión sobre el tema de la «cultura mafiosa»
Si le hace mucha falta, yo le mando saludos y le digo que venga por aca, jeje
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
1 abril, 2008 at 7:10 pmCarlos,
Gracias por la información: quedo tranquilo sólo con saber que se encuentra bien.
DV
Anónimo
1 abril, 2008 at 7:42 pmNo será más más fácil saber qué tan «mafiosos» (sociedad mafiosa)somos si nos comparamos con otros que tengan características similares, para poder decantar eso que nos hace únicos (si es que lo somos)?
(los que le pagan a un «chino» en la calle para que no le roben los espejos del carro (seguridad privada), son exponentes de la sociedad mafiosa?)
Las pandillas juveniles parecen ser un caso típico de microsociedad mafiosa.
Name-calling en español se dice «macartizar». Lo demás es carreta.
Jaime Ruiz no se recupera desde que vio la foto del diablo, SJ en El Espectador del domingo.
Anónimo
1 abril, 2008 at 10:12 pmla academia colombiana está llevada del patas si alguien con educacion universitaria dice «veinteavo lugar» en lugar de «vigésimo lugar»
Daniel Vaughan
1 abril, 2008 at 11:23 pmApelaez,
A mi la discusión sobre si la oposición usa el término «cultura mafiosa» política o estratégicamente no me parece interesante: es claro que si.
Lo que me parece interesante es ver qué tan lejos están de decir la verdad.
Yo no he leido el estudio de la gente de la Nacional y no se si usted lo leyó ya (por su comentario me imagino que si): ¿cómo le «chantan la culpa» a Uribe de la «institucionalización de la ilegalidad»?
Porque uno podría «chantarle la culpa a Uribe de muchas cosas, como por ejemplo todos los problemas que estamos teniendo con la parapolítica y el clientelismo adicional generado, probablemente, por la reelección.
Pero no es claro que Uribe se le pueda «chantar la culpa» de la «institucionalización de la ilegalidad», por lo menos si se entiende por esto último algo más general que la «parapolítica».
De todas formas hay un punto en el que creo que tienen razón quienes asocian «cultura mafiosa» con «aprobación de la violencia paramilitar»: intuyo que si uno hace una encuesta (seguro ya existe) preguntando qué tanto desaprueba la existencia de grupos paramilitares, el porcentaje de respuestas que lo rechaza contundentemente es relativamente bajo. Si esto es verdad, y puede no serlo por supuesto, la hipótesis, por lo menos en cuanto a resultados se refiere, es cierta. No es cierto que Uribe sea la causa del fenómeno, por supuesto: la definición misma de una «cultura» o de la «institucionalización» o «internalización» es precisamente que, de manera inconciente probablemente, adoptamos los códigos morales asociados a la cultura: es decir, si hace 50 años matar con motosierra o secuestrar era considerado una crimen gravísimo, tal vez para las nuevas generaciones (nosotros!) es simplemente algo tan normal como el atraco callejero.
DV
Anónimo
1 abril, 2008 at 11:46 pmEl problema no es que sea una cultura mafiosa, el problema es la falta de educacion del colombiano promedio. No es que sea mafioso, simplemente tiende a ser atravezado…
Policía Bachiller
2 abril, 2008 at 12:10 amEn la fiesta de cumpleaños de mi tío mafioso se presentaron Kenny G y Chichi Peralta y tocaron una versión unplugged de Amor Narcótico. Mi tío los trajo directo desde Las Vegas en su jet.
Me sorprendió mucho verlos actuar. Yo no sabía que Kenny G todavía estaba vivo.
juan farncisco muñoz
2 abril, 2008 at 12:25 amEstoy deacuerdo con Alejandro. No tiene sentido dar una explicación general a diversos hechos de naturaleza distinta. Pero creo que los conceptos empleados para explicarlos sí pueden ser de un mismo tipo. Por ejemplo, se puede apelar a la idea de costumbre, a la idea de regla social, a la idea de transacción… lo importante es que permita identificar relaciones limitadas en el tiempo y en el contexto, y que expliquen las diferencias entre el ejercicio dominar, de convivir o de negociar.
Anónimo
2 abril, 2008 at 12:28 amel policia bachiller!!!!
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 1:23 amAnónimo 18:46:
¿Qué entiende usted por educación? Yo he visto gente de los más altos estratos, con educación de las más prestigiosas universidades del país haciendo las mismas cosas que hace gente sin educación, así que la «educación» entendida como años de estudio (o si prefiere como años de estudio de calidad) no parece explicar el fenómeno.
Si está pensando en educación cívica, estamos hablando entonces de lo mismo (usted lo llama «educación», yo lo llamo «internalización de la ilegalidad», pero es exactamente lo mismo. Probablemente un sociólogo lo llamaría «socialización», que es una manera de llamar «educación cívica».).
De esto salen preguntas que me parecen interesantes, partiendo de la base, por supuesto, que es deseable cambiar:
¿Puede el sistema educativo servir para transmitir e inculcar esos valores que creemos son deseables?
¿Cuáles son las limitaciones y alcances del sistema educativo?
¿Qué papel debe desempeñar la familia, y cuál es su alcance?
El problema, me parece, tiene que ver con la forma como se transmiten los valores sociales, o con la «transmisión de cultura». En términos generales esta puede ser de dos formas: vertical (de padres a hijos) u horizontal (de la gente con la que convive la persona la mayor parte del tiempo).
Si uno le cree al papel de la familia, toca empezar por educar a una generación (la de los «papás» digamos) y esperar que ellos los eduquen y transmitan los valores que la «sociedad» cree son deseables.
Pero el papel de la familia o de la transmisión vertical parece estar bastante limitado: incluso cuando hay transmisión «positiva» de valores culturales, si el niño está 90% de su tiempo en un medio ambiente que transmite los valores negativos (de manera horizontal) el alcance de la familia o del sistema educativo es minúsuculo.
Si uno se cree esta historia que acabo de echar, parece que no hay salida «suave» al problema del país, y si la hay, puede tomar 2 o 3 generaciones (que traduce en 50 años o más de ese caos en el que vivimos todavía).
La pregunta es si hay una solución más rápida, una «terapia de choque»… y bueno ese tema, aunque interesante, es políticamente incorrecto, así que por ahora dejo ahí.
DV
JuanDavidVelez
2 abril, 2008 at 1:30 amSi han resultado tantos problemas para definir que es «cultura mafiosa», no me quiero imaginar como sera el problema para comprender la hipotesis enunciada realmente en el «paper»
«El Estado comunitario uribista constituye una forma-Estado de carácter híbrido que combina elementos tradicional-autoritarios y global-neoliberales, tendientes a garantizar la inserción impositiva de la economía nacional al régimen de acumulación global posfordista, estatalizando por su intermedio las tendencias tradicionales de la cultura política colombiana, así como un pacto entre las elites nacionales, territoriales y regionales que en la figura de Uribe convergen en la consolidación de un Estado y una cultura mafiosa de carácter pre-institucional.»
Esta clarisimo, o no?
Oi Daniel, que opinas del paper.
En honor a la verdad, y para ponerle un poco de cursileria a este tema les cuento que he aprendido como un putas, muchas gracias.
charlie
2 abril, 2008 at 1:37 amYo me pregunto como tendría conexión a internet Raúl Reyes.
Anónimo
2 abril, 2008 at 1:40 amJuan David: gracias por copiar la hipótesis. Ya no tengo que leer el paper. Como decía Estanislao Zuleta, basta una probadita para darse cuenta que algo es mierda.
JuanDavidVelez
2 abril, 2008 at 1:45 amHey Daniel de donde sacas la conclusion donde decis
«Pero el papel de la familia o de la transmisión vertical parece estar bastante limitado: incluso cuando hay transmisión …»
Yo creo que esa conclusion que decis en ese parrafo no es cierta. Acerca de esa conclusion creo que sirve el libro de Alejandro Gaviria de los que bajan y los que suben. Antes de que me digas que soy un ignorante tecnico de sistemas te cuento que yo se que las conclusiones del libro no son acerca de la «transmision de la bondad», pero yo pienso que la «transmision de la bondad» se comporta igual que la «transmision del exito en el icfes».
Ahora si Daniel, regañame.
Anónimo
2 abril, 2008 at 2:14 amVe, Juandavidvelez, bajale al caleno. Me imagino que sonás muy bonito cuando lo hablás; pero no escribás igual a como hablás…
Charlie, pelao, el mundo se maneja por wireless…Eso de tener conexion a internet por medio de una linea de telefono ya casi no se usa. Ve a Comcel y comprate tarjetica wireless y te conectás donde querás, ois…
Anónimo
2 abril, 2008 at 2:24 amQue párrafo, por Dios!, qué párrafo! El finadito Derrida en versión tropical y anfetaminas.
Anónimo
2 abril, 2008 at 2:42 amDV, hablamos de la misma educación. No veo por qué tienen que ser 50 años. Vea lo que hizo Mockus en tan poquito. Aunque ya nos volvimos salvajes otra vez.
Anónimo 18:46
charlie
2 abril, 2008 at 2:53 amanónimo 21:14
comprese una tarjeta wireless y vayase a la selva a espantarse con ella los zancudos.
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 2:58 amJuanDavidVelez,
El párrafo es una conjetura, y da la casualidad que es en lo que ando trabajando ahora (tratar de verificar empíricamente cuál de los dos componentes es más importante, y por qué).
Y bueno, el argumento de la conjetura es sencillo: la cultura, por construcción, se internaliza y se vuelve inconciente (esto no es claro, pero el argumento también es sencillo: empiece por definir «cultura» como el conjunto de valores y creencias que diferencian a un grupo social de otro, espacial o temporalmente. El argumento tiene que ver con un hecho empírico de la psicología: las tareas repetitivas se internalizan y pasan de ser concientes a ser inconcientes. Así que si uno convive con gente de su propia «cultura», o mejor, con características culturales similares a las propias, estas características, por repetición, se internalizan y se vuelven inconcientes.).
Ahora coja el tiempo total que convive un niño con gente de su misma edad o de generaciones cercanas, y qué proporción convive con sus papás. Suponga que los amigos son «malas influencias» y los papás son «buenas influencias» (estas son etiquetas, nada más… no lo tome literal).
Y listo, ese es el argumento: Si me cree el cuento de la «internalización por repetición» y me cree que durante su crecimiento, y probablemente en la etapa más importante (digamos que es la adolescencia), convive una mayor parte del tiempo con sus amigos, la probabilidad de transmisión de los amigos es mayor, o si prefiere, la probabilidad de transmisión vertical es menor.
Esto por supuesto es una simplificación del fenómeno. Es natural imaginarse que sus papás se rodeen de gente con características culturales similares a las de ellos, y que usted, como hijo, crezca con los hijos de los amigos de sus papás, así que en este caso no habría «malas influencias».
Pero incluso en este caso, el problema tiene que ver con el medio ambiente. El ejemplo que suelo dar es el siguiente: suponga que usted es de una familia muy humilde que vive en un barrio de invasión. Suponga que sus papás realmentes on buenas personas: no se les pasa por la cabeza robarle a nadie, son buenos vecinos, etc.etc.etc.
La pregunta es: ¿Será que la transmisión de las buenas costumbres de sus papás es suficiente para contrarrestar los efectos ambientales? Con esto de los «efectos ambientales» quiero decir lo siguiente: su mamá, que es muy buena y honesta, lo lleva todos los días a coger buseta para ir al colegio. El barrio es un barrio peligroso. No sólo eso, en el colegio, que es público (y por lo tanto ese efecto de selección de los amigos de los papás no está presente) convive con gente que tiene buenos papás, como los suyos, y gente como papás menos buenos, por llamarlo de alguna manera.
¿Qué tanto aguantan los valores familiares ante un medio ambiente tan agreste? Usted probablemente cree que mucho. Yo lo dudo mucho. Este efecto del medio ambiente también se conoce como «el capital social».
En fin, por ahí va el argumento. Cuénteme qué piensa.
DV
pd. Lo del trato fuerte hace parte de una relación de vieja data que tengo con Apelaez, Carlos y JR… es pura mamadera de gallo, si me pregunta a mí, pero tal vez para ellos no lo sea… bueno, Apelaez suena a que también lo hace mamando gallo… JR tiene sentido del humor también, pero de Carlos, además de los recientes «je-je» que suelta a veces, nunca le he visto la más mínima dósis de sentido del humor… digamos que esta es la «sociología de los blogs» en donde se van generando relaciones con comportamientos bastante típicos… lo de los regaños es exactamente eso.
JuanDavidVelez
2 abril, 2008 at 3:34 amDaniel, a mi ese tema en particular me interesa mucho, y yo creo que es obvio que las conclusiones acerca de esto son muy necesarias y utiles.
Yo tengo acceso mas o menos cercano a gente de barrios pobres, y tengo acceso tanto a los que se «portan bien» como a algunas que «decidieron» portarse «mal». Sobra decir que no tengo ni idea de la causa del «final» de estas personas. Y aunque yo obviamente no tengo una respuesta pienso que la influencia vertical es muy importante y que incluso se vuelve una tabla de salvacion.
Yo creo que Victor Gaviria sabe de eso, el ha investigado SERIAMENTE ese tema, y ha tratado de entenderlo.
Mucha suerte Daniel con ese trabajo.
jaime ruiz
2 abril, 2008 at 6:02 amEs divertido, el tema original era «Academia y pol�tica», pero ya se va por si Colombia tiene una cultura mafiosa o no la tiene. Respecto a esto detecto el mismo creacionismo que constituye uno de los planos con que un escultor cubista har�a la estatua del colombiano promedio. Esta vez corresponde al viejo problema de nacer en un estrato inferior al que se merece, como si para el sujeto todo fueran campos de orqu�deas, �c�mo es que puede crecer la maleza? Alguien tiene que estar conspirando para destruir el jard�n. De modo que los rasgos de primitivismo de un pa�s jovenc�simo y sumamente desordenado se transforman de una cuesti�n puramente negativa (falta de civilizaci�n) en un dato positivo: �cultura mafiosa! «Corrupci�n». Lo dicho, creacionismo grotesco, el hombre nace ginebrino y la injusticia social lo corrompe.
Una vez, antes de Ch�vez, conoc� a un venezolano que me dijo convencid�simo que la miseria de un pa�s tan bonito como el suyo ten�a que ser el fruto de alguna maquinaci�n. En medios tan cr�dulos prosper� Ch�vez.
Lo interesante de Colombia no es la condici�n moral de quien se vuelve sicario o traficante de drogas sino la de los autores del documento de la U. Nacional, pero para que eso se entienda por los lectores de este foro habr�a que hacer caso al problema de que alguien vea su propia singularidad (como en el chiste de la se�ora que se casa con un griego, o con un coste�o, seg�n otras versiones).
Bueno, como por lo visto hay un orden natural del que Colombia se sale por culpa del ego�smo capitalista que mata y desplaza a tantos campesinos, los cr�ticos del sistema descubren que todo eso desemboca en el uribismo. No hay el menor rubor en todo eso, en el documento de �scar Mej�a la guerrilla no tiene que ver con el tr�fico de drogas (no se dice que tenga que ver). Y quien hace frente a esa cultura mafiosa es la suplente de Martha Catalina Daniels en el elenco de la comedia.
El tema interesante no es si la academia puede dedicarse a mentir «como cualquier pol�tico», que dir�a Luis Carlos L�pez, sino el paradigma que se crea en la realidad del orden social colombiano: la academia contra la cultura mafiosa, la universidad contra el uribismo, el altruismo contra el ego�smo, la «rigurosidad» contra el atajismo, la izquierda contra la derecha.
(Perd�n por la digresi�n, al uso de t�rminos como «rigurosidad» debemos enfrentarnos con toda vigorosidad en aras de una mayor rigurosalidad.)
La cuesti�n de si la escuela servir�a para curar de la cultura mafiosa no deber�a llevar a nadie a perder el tiempo: �no faltar�a m�s! Tanto Ch�vez como Piedad C�rdoba como Horacio Serpa son hijos de maestras. Tambi�n Pablo Escobar, a quien yo emparento en valores y autenticidad con los anteriores (pero ya se sabe que la sangre puede m�s). La escuela transmite los valores de la sociedad, como bien se sabe, y es inevitable que forme personas en el sentido de la tradici�n, de esa mentalidad at�vica de mandarines que tan pulidamente encarna Daniel. Si se tratara de lo propiamente mafioso, no en el sentido del negocio de protecci�n sino de la mentalidad delictiva y de omert� en que floreci� la cosa nostra siciliana, la cultura mafiosa s�lo es la de la Universidad Nacional: seg�n una versi�n muy popular en una �poca, la mafia significaba una sigla de «Morte A la Francia Italia Anela». Pero ya eso ser�a extenderse mucho: es normal que en un mundo primitivo reinen los matones, pero que se sientan legitimados moralmente para imponer su voluntad s�lo es posible cuando hay un ambiente de agravio, resentimiento y deslegitimaci�n del orden reinante. Para Carlos Lehder la coca�na era la bomba at�mica de los pobres, para la academia colombiana todo el negocio del narcotr�fico es culpa de la prohibici�n, para la mente clerical predominante hay un ego�smo aprendido en la televisi�n que destruye las bases morales del pueblo (en realidad, de sumisi�n a los que saben). Si se hiciera una encuesta entre los colombianos que consideran que un banquero es equivalente moralmente a un traficante de drogas il�citas saldr�a una proporci�n mucho mayor que en un pa�s del primer mundo. «Cualquiera es un se�or, cualquiera es un ladr�n», como dice la canci�n de los ladrones (es decir, la preferida de los ladrones por muchas d�cadas).
En fin: no aspiro a convencerlos, pero es simple: primitivismo + clericalismo at�vico + antiamericanismo = crimen (sea a la manera de Pablo, sea a la de Hugo). �sa es toda la cultura mafiosa, por mucho que la mafia acad�mica pretenda volver las cosas del rev�s y convertir el gobierno actual, que reduce el poder de las bandas criminales, en expresi�n de las mafias: �si es todo el capitalismo, por eso Bush y Brown y la mayor�a de los gobiernos europeos muestran un gran reconocimiento por el gobierno colombiano, son otros mafiosos, hombre, defensores de este r�gimen de explotaci�n del hombre por el hombre!
Apelaez
2 abril, 2008 at 2:06 pmDaniel: Me parece intuitiva su hipotesis de que los jovenes son más influenciables por su entorno comunitario (amigos, compañeros de clase, etc) que por su entorno familiar. Pregunta: ¿Como piensa medir el impacto de la cultura del entorno frente a los valores familiares?
Creo que también debería tener en cuenta que la mayoria de estos jovenes viene de hogares destruidos (generalmente sin figura paterna) y con altos patrones de violencia familiar. Así que no creo mucho que haya una dicotomia muy grande entre el entorno del barrio y los «valores» que transmite la familia. Y muy probablemente la cosa tambien funcione a la inversa.
Sin embargo supongo que usted se quiere concentrar en los jovenes de familias «buenas» en un entorno complicado, no?
Apelaez
2 abril, 2008 at 2:09 pmJaime, entonces ahora el concepto de cultura mafiosa no solo abarca a los que siguen conductas propias de los grupos de protección privada y a los que no respetan las leyes y las normas de convivencia, sino tambien a los profesores de la nacional, los mandarines y todos. Ahora la cultura mafiosa es un concepto que aplica a todo y a cualquier cosa.
COmo dicen los semiologos, se convirtio en un concepto «fuzzy». Como el fascismo, que incluye de todo y al mismo tiempo no es nada.
Rafael
2 abril, 2008 at 2:13 pmPienso igual que el anónimo 21:42. Mockus logró en su alcaldía mejorar el civismo de los bogotanos, lo que demuestra que no se necesita mucho tiempo para ello. Lástima que mucha gente no lo tenga en cuenta por no hablar con ‘autoridad’ ni de ‘justicia social’.
Saludos
Carlos
2 abril, 2008 at 2:18 pmApelaez: yo creo que tampoco hay que descartar la influencia de los medios(mas en concreto, la televisión) en los jovenes y niños. O al menos eso se lo pasan diciendo los psicologos y sociologos que investigan esos temas y tienen evidencias al respecto. Yo personalmente le doy una alta relevancia a la influencia de los medios en los jovenes.
Creo que la influencia de los padres es mayor en la infancia y disminuye en la adolescencia. La de los «pares» del joven, es menor en la infancia y aumentan en la adolescencia.
Juan Francisco que es psicologo podría ilustrarnos sobre este tema, pero no se si en estos dias este leyendo este blog.
Saludos,
Carlos
Carlos
2 abril, 2008 at 2:21 pmApelaez dice: «COmo dicen los semiologos, se convirtio en un concepto «fuzzy». Como el fascismo, que incluye de todo y al mismo tiempo no es nada.»
Pues mi hipotesis es que el termino «cultura mafiosa» lo estan usando como «name-calling», con el fin de desprestigiar al oponente político. Pasa lo mismo con el termino «fascista». Todo el tiempo lo usa la izquierda para referirse a los adversarios.
La derecha usa otros terminos tambien.
Saludos,
Carlos
Anónimo
2 abril, 2008 at 3:09 pmEl oficial Hernan Mejia acusado de cometer ejecuciones extra-judiciales.
Alejandro Gaviria
2 abril, 2008 at 3:13 pmEl tema de la transmisión de valores y de cultura es muy interesante. Yo escribí un artículo al respecto hace unos años. La discusión, sobre todo en psicología, ha sido muy intensa en la última década, en particular después de la publicación del libro de Judith Harris, The Nurture Assumption .
Harris (que había sido expulsada del doctorado de psicología de Harvard en los años sesenta y había desparecido del mundo académico) sorprendió a todo el mundo con el argumento, entonces herético, en el sentido de que la influencia de los padres es muy inferior a la de los compañeros. Harris dice, palabras más palabras menos, que los padres influyen sobre sus hijos de dos maneras: mediante la transmisión del patrimonio genético y mediante la escogencia de los amigos (los padres escogen los amigos indirectamente cuando deciden el lugar de residencia y el colegio). Las demás influencias, dice Harris., son inferiores y han sido sobreestimadas. Esto es, históricamente los psicólogos le dieron a la transmisión vertical una importancia superior a la que tiene.
Pero aquí vale una aclaración. Harris está hablando de transmisión de valores y cultura, y más generalmente de personalidad. Harris no dice nada sobre los temas cognitivos. Y en esta área la influencia de los padres es monumental. Los resultados en las pruebas de aptitud verbal, por ejemplo, han sido ligados a la cantidad de palabras que el niño oye de su madre cada día. La nueva evidencia, el premio Nóbel de economía James Heckman ha sido muy activo al respecto, muestra la gran importancia de los padres en el tema cognitivo. Aquí la transmisión vertical es sustancial y muchas veces insustituible. Mis investigaciones en Colombia sobre el examen del ICFES apuntan en esa dirección.
En fin, como dice un personaje de Fitzgerald: it pays to choose your parents.
Anónimo
2 abril, 2008 at 3:19 pmYo contra mis padres invoco el derecho a la ‘proteccion privada’.
Apelaez
2 abril, 2008 at 3:21 pmEl link al paper entero no sirve. Toca avisarle a los del DNP que no esten trastiando los archivos de un lado a otro.
jaime ruiz
2 abril, 2008 at 3:22 pmApelaez: no, en Colombia hay una poderosa tendencia al delito basada en el desarraigo y reforzada por la mentalidad tradicional. El documento universitario que habla de cultura mafiosa simplemente pretende reforzar el discurso de Piedad Cordoba y Felipe Zuleta contra el gobierno («mafioso») con supuestos elementos «objetivos». La objetividad es tan grande que en contraste con ese gobierno ilegítimo se defiende a Chávez y veladamente a las FARC.
La universidad representa la continuidad de una sociedad esclavista-clerical, según el molde del origen, que puede recurrir a bandas de niños sicarios o a galimatías jurídicos para hacer realidad su sueño.
(Y perdone, pero las cosas no «aplican», las inyecciones no aplican a las nalgas sino que las aplican los enfermeros. ¿Será parte del rigor de la Academia el recurso a una jerga contrahecha?)
Carlos, si la delincuencia fuera producto de la televisión sería mayor cuantos más televisores hubiera, y más o menos comparable en todo el mundo, pues en todas partes se ve lo mismo.
Apelaez
2 abril, 2008 at 3:33 pmGracias Jaime por la corrección, la tendré en cuenta en futuras aplicaciones. Gracias.
paradigmatico
2 abril, 2008 at 3:36 pmLa Cultura Mafiosa de Jaime Ruiz me esta envenenando. Sus definiciones anti-tradicionales se maximalizan en una elocuencia extorsiva que pudre.
moni
2 abril, 2008 at 3:49 pmPienso que Julio Verne se hubiera fascinado con los avances que hoy suceden en la cultura mafiosa.
coda. Se le suplica al langaruto Carlos Liberto que tenga la bondad de concentrar su proxima intervencion en un par de segundos.
jaime ruiz
2 abril, 2008 at 4:10 pmLa idea de que en los jóvenes influyen más los otros jóvenes que los padres merece una consideración detallada, pues siempre salta la sospecha de que se esté creyendo en un adanismo cíclico en el que no hay tradiciones sino que cada generación crea el mundo a su manera. ¿Quién evalúa realmente el impacto de la conducta de los padres? ¿Quién puede certificar que un joven fracasa en la escuela a causa de las inclinaciones fatalistas o retrógradas o «laxistas» de los padres? La tendencia general es a adquirir los peores defectos parentales pese a la ilusión de librar a los hijos de ellos.
Ciertamente a partir de cierta edad los niños no buscan modelos en sus padres sino en sus compañeros, pero ¿de dónde toman modelos los modelos? Yo creo que aquellos en los que los padres consiguen sacar adelante con éxito la transmisión de valores (sobre todo, de valores que resultan útiles para la supervivencia en el medio concreto) se vuelven los modelos de los demás.
Unos amigos míos tenían dos hijas y lo daban todo por su educación, a tal punto que les pagaban colegios carísimos donde las niñas sólo comprobaban lo rústico y torpe que era su medio, sobre todo porque para pagar la educación los padres trabajaban en exceso y no tenían tiempo de estar con ellas y cuando las veían estaban cansadísimos. Los padres eran aficionados a la lectura, pero dada la poca consideración que obtenían de sus hijas, que ya se sentían elevadas de estrato, no podían obviamente inculcarles ese hábito. El hecho de escoger el colegio en que las niñas estarían a salvo de la vulgaridad y el vicio era lo que las excluía de cualquier liderazgo y las convertía en serviles imitadoras de sus compañeras, cuya vida era más relajada gracias al conjunto de seguridades de su medio social.
Pongo ese ejemplo porque creo que es típico y que lleva a mucha gente a confundir las cosas: ¿quiénes son realmente esos padres? Alguien que lea el comentario anterior de Alejandro podría concluir que esas personas esforzadas y amigas de la cultura fracasan en la transmisión de sus valores a sus hijas, pero yo creo que se confunde aquello que ellos han llegado a ser por necesidad con aquello en lo que creen realmente: les inculcan los valores en que creen, el ascenso social a partir de la marca del privilegio. Ese valor no es una responsabilidad suya sino una forma de ser de la comunidad que puede haberse estado transmitiendo durante milenios y puede ser el valor que hace modélico a alguien.
Anónimo
2 abril, 2008 at 4:17 pmmoni,querida mia…
la soberania de mis taitas fue mi primer objetivo politico. ese par siempre me paso informacion envenenada. lamento que los segundones ( tengo 7 hermanos ) continuen bajo el yugo y se presten para jugar monopoly con cuanto estrato se les proponga.
UP………, LLORO
Carlos
2 abril, 2008 at 4:24 pmYo no pienso tanto que los psicologos se hayan equivocado en cuanto a la influencia de los padres sino que no advirtieron los cambios en el tiempo que los niños pasan con sus padres vs con sus amigos vs la TV.
Antes los padres, en especial las madres dedicaban mas tiempo a los niños. Ademas la educación escolar era mínima o con menor numero de años (los niños duraban menos tiempo yendo a las escuelas).Incluso los niños y jovenes trabajaban con el padre y se acostumbraba continuar el oficio que traían.
De manera, que lo que creo que sucedió es que los psicologos no actualizarón su paradigma con los cambios sociales de las ultimas decadas.
Saludos,
Carlos
Don Julio
2 abril, 2008 at 4:29 pmLo que falta hoy en dia es correa, y no el Ecuatoriano, ese sobra; correa que los papas le den a los hijos. No estoy hablando de que los papas cojan al chino a punos o le rompan el tabique de una trompada. Pero si que la mama le meta un cachetadon al peladito cuando este se pase de grosero. Los papas de hoy en dia perdieron total control sobre los hijos.
Una de las teoria mas light que existe es el cuento de «los papas y los hijos deben ser mejores amigos», que vaaa! Los papas son los papas y estan para educar antes que para ser amigos. Entonces como papas e hijos son suuuper amigos, estos son incapaces de meterle un regano al peladito y educarlo. Se perderia la amistad y la confianza…pfff. Mucho playstation, mucha television y poca disciplina y berraquera para decirle que no a un hijo.
Don Julio
2 abril, 2008 at 4:32 pmCasi se me olvida. Si quieren saber cuales van a ser los ampones y ladrones de cuello blanco del manana, para esos estudios de los que hablan, analicen a todos los peladitos educados por los escoltas y las empleadas del servicio y con una mama que solo va a la casa cuando esta en reposo de la ultima cirugia plastica. Ahi estan los futuros Pablo Escovar.
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 4:49 pmApelaez,
Aunque el análisis que usted sugiere es mucho más interesante, no hay datos que yo conozca. El problema es que se necesitan datos de por lo menos dos generaciones para tratar de cuantificar— de alguna forma que toca hacer más precisa— el mecanismo de transmisión cultural. A uno le gustaría tratar de medir, por ejemplo, qué tanto afecta la probabilidad de cometer crímenes haber crecido en un «buen hogar» y en un «mal hogar» y los «efectos ambientales», así que necesita datos de la segunda generación (ejemplo, respuesta a la pregunta «¿Ha estado alguna vez en la cárcel?») y de la primera generación (ejemplo, respuesta a la pregunta «¿Estuvo alguno de sus padres alguna vez en prisión?»). Como no creo que existan esos datos, y si existen no los conozco, por ahora le apunto a tratar de entender el mecanismo de transmisión cultural en situaciones en donde medir la «cultura» es más fácil (en el otro caso la «cultura» es «internalización de la ilegalidad»), como por ejemplo con religión… a eso me dedico ahora y hay cosas interesantes pero preliminares.
DV
jaime ruiz
2 abril, 2008 at 4:49 pmAh, y no se ha mencionado otro mediador básico en la transmisión de valores: el maestro. A mí me deja pasmado comprobar la absoluta disposición de los jóvenes de 20 años a estar de acuerdo en todo con su profesor.
Anónimo
2 abril, 2008 at 4:49 pmLlegó Don Julio al ley.
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 4:56 pmRafael,
El caso de Mockus es interesante, porque es el ejemplo de un choque externo, que logró un relativo cambio en el comportamiento cívico, en relativo corto tiempo
Sin embargo, el caso de Mockus es aún más interesante porque el cambio fue temporal. La pregunta es ¿qué se necesita para que el cambio sea duradero o permanente? Finalmente esa es la definición de cultura, no? Patrones de comportamiento («valores y creencias») claramente identificables en una población que perduran en el tiempo.
Entender bien qué pasó con Mockus me parece que es clave para responder la pregunta. ¿Qué fue lo que hizo Mockus que logró que la gente cambiara? ¿Qué se logró internalizar? Mi respuesta parcial es que logró dos cosas: la primera, y la más obvia y directa, es que logró que la gente se comportara de manera «correcta». La segunda, y la que me parece que es la que explica en buena parte si el cambio es temporal o permanente, fue que logró que la gente protestara y se quejara (mostrara de manera pública su inconformidad o disgusto) cuando otros no respetaban la ley.
DV
Anónimo
2 abril, 2008 at 5:01 pmApelaez:
Aquí le mando esto para que discuta con Ruiz a ver si aplica o no aplica.
aplicar.
(Del lat. applicāre, arrimar).
1. tr. Poner algo sobre otra cosa o en contacto de otra cosa.
2. tr. Emplear, administrar o poner en práctica un conocimiento, medida o principio, a fin de obtener un determinado efecto o rendimiento en alguien o algo.
3. tr. Referir a un caso particular lo que se ha dicho en general, o a un individuo lo que se ha dicho de otro.
4. tr. Atribuir o imputar a alguien algún hecho o dicho.
5. tr. Destinar, adjudicar, asignar.
6. tr. Der. Adjudicar bienes o efectos.
7. prnl. Poner esmero, diligencia y cuidado en ejecutar algo, especialmente en estudiar.
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 5:03 pmCarlos,
Por supuesto que los medios son importantes. De hecho los medios hacen parte de esa transmisión cultural que se denomina «oblicua» o «diagonal».
No conozco estudios serios sobre efectos de los medios sobre el comportamiento, pero definitivamente es una pregunta interesante (en EEUU seguro debe haber estudios parciales: por lo menos las organizaciones cristianas salen a gritar que las matanzas en escuelas y universidades se deben al uso indiscriminado de video juegos y de música «diabólica», como Marilyn Manson).
Intuyo que el principal problema con tal estudio es tratar de identificar qué causa qué (nuevamente el problema del «huevo y la gallina»): son los medios culpables de la internalización de determinados comportamientos, o son los medios evidencia de tal internalización. La respuesta es obvia (una combinación de los dos), pero metológicamente hablando genera una cantidad de complicaciones.
DV
Carlos
2 abril, 2008 at 5:17 pmYo quisiera ver la evidencia de cambios de comportamiento de los bogotanos gracias a las campañas de Mockus. Yo la verdad no percibi nada. Muchas personas observé que decían que ahora eran mas conscientes, pero la verdad, como dice el adagio popular, «del dicho al hecho hay mucho trecho». Pero lo mío es una mera percepción personal.
Hay algun estudio que confirme eso que muchos suponen, que Mockus cambió el comportamiento de los bogotanos en las vías y otros aspectos?
Disminuyeron las infracciones luego o durante esas campañas? Y si sí, es posible establecer nexos causales entre campañas de Mockus y reducción de infracciones? Como sabemos que no fue debido a otras causas?
Saludos,
Carlos
Carlos
2 abril, 2008 at 5:35 pmDaniel : Juan Francisco, que es psicologó, menciono algo en una discusión hace algunas semanas.
Una «goggleada» usando «media cultural influence children» arroja varios resultados.
Este es un estudio en una web brasilena.Dice el resumen:
«To the human being, for some time, the massive means of communication are the institutions that can be considered hegemonic in the socialization processes and ideologization of our time. The present article summarizes an investigation in development on the contribution of the means of communication – from a psychoanalytical theoretical perspective – the process of formation of the psychosocial individual.»
Y aquí hay uno de escuela publica de aquí de Bogota:
«En resumen, los hallazgos de este estudio así como la revisión bibliográfica realizada indican que la exposición de los niños a situaciones de violencia, reales o virtuales, en la televisión y en otros medios masivos de comunicación, e incluso en la nuevas realidades virtuales, genera un impacto mental (emocional, cognitivo, conductual) del cual pueden encontrarse evidencias tanto en forma inmediata como a largo plazo. Esto confirmaría lo que múltiples autores ya han señalado, esta exposición influye en el comportamiento de los niños al favorecer las conductas violentas.»
Para introducciones sobre el tema tambien ver:
http://en.wikipedia.org/wiki/Media_violence_research
http://en.wikipedia.org/wiki/Media_influence
http://en.wikipedia.org/wiki/Uses_and_gratifications
Por supuesto, todo lo que estamos hablando parte de este teoría:
http://en.wikipedia.org/wiki/Social_learning_theory
Saludos,
Carlos
Rafael
2 abril, 2008 at 6:03 pmEn mi opinión lo que hizo Mockus con la cultura ciudadana, se «realimentó» por decirlo de alguna manera, con la buena gestión que realizó él y su equipo. Los métodos pedagógicos de Antanas probablemente no habrían tenido tanto éxito si la gestión hubiese sido pobre.
Cuando una gestión no cumple las expectativas la gente se siente mas reacia a seguir las reglas…
De todos modos creo que la pedagogía por si sola puede cambiar la cultura de las personas, ya que le hace ver al ciudadano la importancia que tienen sus acciones y las de otros para el progreso y el bienestar de la comunidad de manera mas eficiente que la coerción.
Saludos
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 6:10 pmCarlos,
¿Qué es evidencia admisible para usted en el caso de Mockus?
Suponga que hace una de esas búsquedas aleatorias (como con los micos del teoremita de ayer!) en Google que tanto le gustan y encuentra dos estudios: el primero que encuentra dice «Expertos muestran que durante la alcaldía de Mockus el número de infracciones de tránsito por habitante se redujo». Suponga que el segundo, en orden cronológico dice lo contrario.
Intuyo que usted se queda con el segundo. Y como siempre, antes que Apelaez me regañe por ser por poco riguroso, acá va el argumento de mi intuición:
1. «El orden importa»: otro de esas regularidad empíricas que los psicológos han encontrado es que el orden importa. Por ejemplo, si usted tiene que votar y le presentan una lista, la probabilidad de votar por el primero en la lista es más alta que la de votar por los siguientes. De la misma manera, en encuestas, el orden de las preguntas importa afecta las respuestas (como respuesta a este fenómeno lo que se suele hacer en encuestas es cambiar aleatoriamente el orden de las posibles respuestas). Y bueno, en el caso particular que sugiero acá, la razón creo que es diferente: usted se va a acordar más fácilmente del segundo.
2. «Las creencias iniciales importan» (el término en inglés me parece que es más preciso, y no conozco traducción: «prior beliefs»): sus creencias están sesgadas desde antes de recibir nueva información. Usted cree y quiere creer que Mockus no afectó el comportamiento de los bogotanos. Por qué «quiere» creerlo no es claro: no se cómo afecta esto su dogma o sus otras creencias, pero es claro, por conversaciones anteriores, que a usted Mockus no le gusta, o en el mejor de los casos no lo convence.
Esto se relaciona con algo que también se discutió acá hace varios meses y Alejandro recuerdo que mostró estudios sobre este sesgo psicológico: uno cree en lo que quiere creer. Acepta fácilmente la evidencia que corrobora las propias creencias, y rechaza más fácilmente la evidencia que las niega.
Así que bueno, vuelvo y pregunto: ¿qué es evidencia que le sirva en el caso de Mockus? Es el ejemplo del pago adicional, voluntario y (aparentemente) desinteresado de un 10% de impuestos adicional suficiente evidencia? Si no, ¿qué lo es?
DV
pd. Esto está relacionado con comentario de las 12:35: usted en serio parece un miquito del teorema. Busca en Google casi de manera aleatoria. Trae pdfs, definiciones wikipédicas, etc.etc.etc. ¿Pero las ha leído? ¿Cómo recomienda uno un estudio sin haberlo leído? Pero peor aún, ¿cómo cree uno en resultados de estudios que ni siquiera entiende, probablemente porque ni siquiera ha hecho la tarea de leerlos cuidadosamente? ¿Será posible que su fe en el dogma se deba a esa superficialidad intelectual que parece tener? La respuesta para mi es obvia: si. Ningún dogma, incluido el suyo, sobrevive a un escrutinio crítico del mismo.
Apelaez
2 abril, 2008 at 7:11 pmDaniel,
Su investigación sobre la transmisión de costumbres y creencias religiosas en que va, tiene algun borrador o algo?
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 7:18 pmApelaez,
Ahí va… hay algo preliminar pero no he escrito nada todavía (tengo una presentación con resultados preliminares). Si le interesa, cuando lo termine (y tengo que terminarlo en este mes) se lo mando y me cuenta qué piensa.
DV
Carlos
2 abril, 2008 at 7:21 pmDaniel: Me pregunto si su reacción iracunda y casi «primitiva» ante mi duda frente a los resultados de Mockus muestra su marcado sesgo a favor de ese político.
No tengo ninguna prevención con respecto a Mockus y sus campañas. Simplemente quiero ver la evidencia.Asi como usted se la pasa dudando y exigiendo evidencias empiricas (que en este caso no veo que las exija), yo tambien quiero hacerlo. La duda y la curiosidad solian ser la motivación de los cientificos y academicos. Hoy en dia parece ser, para muchos cientificos y academicos, la política.
Y sigo esperando la evidencia de Mockus. Usted dice que esas campañas funcionaron. Muestre la evidencia. Donde estan? Yo solo conozco opiniones, afirmaciones. No conozco ningun estudio sobre ese tema. No NIEGO a priori que hayan funcionado, pero quiero ver evidencia, no opiniones.
Como usted y muchos se la pasan alabando a Mockus y sus campañas educativas, supongo que tienen evidencia de los resultados de las mismas. Pero solo responde con su arrogancia característica y con las descalificaciones de siempre.
Una reacción positiva y constructiva de parte suya hubiera sido: «Carlos, en tal parte hay un estudio o lo puede encontrar aquí o mire, la verdad no tengo los estudios a la mano, leí algo hace unos meses»
Con respecto a los articulos, yo no dije que los recomendaba. De nuevo se imagina cosas.
Los referencio para que los leamos (yo ya lo hice) porque usted menciono que no conocia estudios sobre el efecto de los medios sobre el comportmiento.Simplemente puse unos ejemplos sobre el tema.
Una reacción positiva y constructiva de parte suya hubiera sido: «Carlos, gracias por esos articulos, voy a intentar leerlos cuando tenga tiempo y los comento.»
Usted siempre reacciona de manera ofensiva, suponiendo n mil cosas, con ganas de ridiculizar, arrogante y como un patan.
No sabe debatir y tiene un serio problema de hubris.
Le gusta dudar y pedir evidencias pero cuando otros se las piden sobre sus afirmaciones reacciona con rabia y descalificaciones.
Si fuera una academico serio, le daría bienvenida al debate, a la duda, a la confrontación de evidencias.Pero su pose de academico no es real.
Saludos,
Carlos
P.D: Hice lo que usted no quiso hacer. Aquí hay un estudio que confirmaría resultados positivos de las campañas educativas de Mockus. Y antes que me diga algo, NO estoy recomendando ese estudio. Simplemente fue lo que encontré en Internet porque los psicofantes de Mockus, en vez de referenciar estudios y evidencias que confirmen las afirmaciones sobre los resultados de las campañas educativas de este política, recurren a descalificaciones y criticas al que se atreve a dudar.
No parece un estudio riguroso pero «es lo que hay».
Ah, y el estudio no dice nada de lo del aporte voluntario del 10%. No se porque lo omitieron.
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 7:51 pmCarlos,
Por supuesto que celebro sus dudas sobre si Mockus logró o no logró efectos. Sencillamente no se las creo. No creo que sea por curiosidad intelectual, y mucho menos por rigurosidad en su pensamiento. Y no lo creo porque ese no es el Carlos que conocemos en este blog.
Ahora, si me pregunta a mi, claro que las tengo y las he tenido desde hace tiempo. Y bueno, ahora que tengo el tiempo, y me dedico exclusivamente a la «investigación» (entre comillas, para que Alejandro no se indigne) me estoy dedicando a tratar de resolverlas.
Vamos por partes:
1. Pago de impuestos, motivaciones intrínsecas y motivaciones extrínsecas. Como se habrá dado cuenta en discusiones anteriores, este tema me parece interesantísimo porque el «experimento natural» realizado por Mockus deja muchas preguntas abiertas: ¿Qué motivó a estos individuos a pagar ese 10% adicional, cuando no había recompensas extrínsecas claras? ¿Fue altruismo puro? ¿Y si fue altruismo puro, cuáles son las condiciones para que esto se de? (esto tiene que ver con el último comentario de Rafael: en el caso de Mockus parece claro que la confianza en su administración, una administración transparente y sin vicios de corrupción y clientelismo aparentes).
Desafortunadamente no tengo los datos de Mockus para tratar de hacer algo con eso, y bueno, como fue un «experimento natural» es difícil. Pero esto sugiere que se puede tratar de hacer algo alrespecto en «el laboratorio», es decir, simular un medio ambiente parecido con «sujetos experimentales» y ver si se puede replicar. Mi principal conjetura sobre esto es que:
El resultado no es robusto ante repiticiones: dicho de otra manera, si Mockus hubiera repetido el mismo experimento al año siguiente, las personas que ya habían donado un 10% adicional habrían dejado de hacerlo.
(Nota al margen: si recuerda hace poco lo regañé por hacer una descripción superficial y sesgada del trabajo de Frey. Bueno, la revisión de literatura que le comenté en ese momento está relacionada con este proyecto de investigación)
2. «Pedagogía y valores cívicos»: hace ya varios años, cuando tomé mi primer curso de econometría (quinto semestre de universidad) intenté probar empíricamente precisamente lo que usted quiere probar: ¿Tuvieron efectos reales las políticas de educación cívica en el comportamiento de los conductores bogotanos? Realmente quería responder una pregunta aún más general: cuáles son los determinantes del comportamiento moral de los conductores bogotanos? La literatura económica habla de «comportamiento delictivo racional», en donde el potencial infractor hace un análisis óptimo de costos y beneficios y decide así cometer o no una infracción (en el caso de los conductores, diría Becker, un conductor se pasa un semáforo en rojo si la probabilidad de que lo cojan es baja o si la multa es baja). Otra alternativa, diferente a la económica y probablemente con fundamento en teoría sociológica, tiene que ver con las motivaciones morales intrínsecas: yo no hago lo que creo que es «incorrecto», independientemente de si me beneficio de hacerlo. El objetivo era mirar cuál de los dos factores era más importante, y por qué, y ver el «efecto Mockus» sobre el segundo factor.
Conseguir datos fue un desastre, porque la Secretaría de Transporte era (y probablemente todavía lo es) un desastre. No sólo eso, mis conocimientos econométricos en ese tiempo eran bastante precarios, así que aunque obtuve resultados, tenía mil problemas (el principal era «endogeneidad» que es una forma pomposa— ahí le va para que la use en su blog, ya que a usted le gusta este tipo de lenguaje— de llamar al problema del «huevo y la gallina») metodológicos.
Estoy buscando esos datos para tratar de volver a hacer ese análisis, ahora si de manera más rigurosa (para que Apelaez esté orgulloso de mi). De todas formas, sería bueno actualizar los datos, porque en ese momento Mockus estaba de alcalde, así que la «cultura ciudadana» era lo que Alejandro llamaría un «fenómeno emergente».
3. Educación, Moral y Transmisión de Cultura: este último es el tema en el que estoy trabajando ahorita, y del que ya le comenté.
Así que como verá, si soy crítico al respecto, y no sólo eso, me parece que hay un montón de espacio para hacer investigación relevante. Tal vez no hay tiempo, por andar discutiendo en este blog!
Cordial saludo amigo libertario.
DV
pd. Bueno, por lo menos me tienen que dar mérito: mi comentario logró que volviéramos al tema original de la columna: academia y política.
Carlos
2 abril, 2008 at 8:17 pmDaniel: mi intuición o hipotesis es que las campañas de Mockus si lograron motivar a la gente a reflexionar, pero solo en algunos pocos casos a cambios de comportamiento. Mi hipotesis es que para lograr cambios de comportamiento permanentes la gente tiene que experimentar «recompensas»(no necesariamente materiales) o «castigos» asociados al nuevo comportamiento varias veces.
Lo del aporte voluntario no estoy tan seguro que no existieran recompensas extrinsecas explícitas. Al menos, en la forma como presentan esos aportes voluntario actualmente, a uno le «venden» un conjunto de proyectos donde cualquier podría percibir ciertos beneficios materiales solo que de manera indirecta. Por supuesto, esto no niega que mucho tomarán la decisión por cuestiones intrinsecas («sentirse bien» , esto es, se congruente sobre la propias creencias y valores como la solidaridad), pero no estoy tan seguro que eso motive a mucha gente.Muchos querrán donar porque ven que «beneficia a la ciudad».
Saludos,
Carlos
jaime ruiz
2 abril, 2008 at 8:43 pmCurioso, más de 160 comentarios y ni uno sobre la lista de ideólogos del paramilitarismo que divulgan militantes del PDA en Medellín. Yo creo que llegará el día en que los hijos les pregunten a los padres: «¿Cómo es que no estabas en esa lista?».
Bueno, librarse es una habilidad muy conveniente en el momento, pero a la larga tal vez no tanto, sobre todo si comporta ofrecer reconocimiento a un líder sensato como Gustavo Petro; puede que eso no ayude a dejar esa imagen honrosa que los hijos esperarán de los padres.
Una frase para enmarcar, lo siento pero es irresistible:
Es que ambos contendores [el gobierno y las FARC] tienen un proyecto político-militar reflejo, dos proyectos totalmente similares.
Seguir relacionando al PDA con las FARC es una calumnia infame para las FARC.
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 9:42 pmCarlos,
¿Usted cree que la vergüenza pública genera un costo, tal vez psicológico, en los individuos?
Incluso mejor: ¿Qué papel cree usted que juega el sentimiento de vergüenza en el desarrollo del comportamiento moral?
Si su respuesta es afirmativa a la primera, verá que el segundo efecto que sugerí en el caso de Mockus actúa precisamente en este canal: la gente con avisos rojos con un dedo pulgar hacia abajo en señal de desaprobación genera precisamente ese sentimiento, incluso si usted no está convencido que su comportamiento sea incorrecto.
Piénselo con un ejemplo de su vida personal: su novia, que lo quiere mucho y lo admira, lo invita un fin de semana a su casa a almorzar con los suegros. De postre hay fresas con crema, y cada un se va sirviendo en copitas de Baccarat (para hacer el ejemplo más real): usted termina su porción, y se da cuenta que queda una fresita, que por su soledad la hace aún más seductora: usted sabe que se la quiere comer. No sólo eso, sabe que la disfrutaría enormemente, incluso más que cualquiera de los otros comensales porque usted siente tanta fascinación por las fresitas como por el dogma libertario. ¿Se la come? No se usted, pero en promedio, las personas que están en su posición no se la comen por miedo al «qué dirán mis suegros». Así que la vergüenza pública efectivamente genera generalidades en el comportamiento de los individuos (esto es obvio, pero doy el ejemplo únicamente para convencerlo… yo se lo terco que puede llegar a ser).
DV
pd. Sobre los impuestos voluntarios, se ve con no leyó bien cuáles son los proyectos posibles donde usted podía decidir que usaran sus impuestos. La mayoría de los proyectos eran inversión social o en infraestructura en barrios de bajos ingresos. Esto significa que no hay el menor riesgo que usted pudiera usufructuarlos o que le generaran alguna ganancia intrínseca.
Carlos
2 abril, 2008 at 9:44 pmNo se si esto se pueda considerar cultura mafiosa
Carlos
2 abril, 2008 at 9:57 pmDaniel pregunta: «¿Qué papel cree usted que juega el sentimiento de vergüenza en el desarrollo del comportamiento moral?»
Por supuesto que juega un papel importante porque queremos ser aceptados y validados por los otros pero…depende. Depende porque a uno le da verguenza con su pares, familiares, amigos. Con un extraño, mucho menos.
Es decir, todo depende de quienes son los otros que uno desea que lo acepten y lo validen (y que por lo tanto le daría «verguenza» hacer algo que uno cree que conduciría a la no aceptación o validación)
Ademas de que personalmente creo que es cierto, lo leí en un texto de psicologia que ahora no encuentro.
Apelaez
2 abril, 2008 at 10:00 pmDaniel,
No me acuerdo muy bien de los formularios en los que uno acepta o no pagar un porcentaje extra para financiar ciertas obras. Pero en la factura de teléfono de la ETB le adjunta a uno una «contribución» para el Deporte. Teoricamente usted esta obligado a pagar la contribución, pero la contribución es independiente del servicio, es decir, usted puede pagar solo la factura del telefono y no pagar la contribución y la ETB no le podrá cortar el teléfono.
Supongo que la mayoría de la gente paga ambos (la contribución y la cuenta) más por falta de información que por un constreñimiento moral o legal. Uno perfectamente podría no pagar la contribución al deporte y no sufrir ningun castigo (ni cobro jurídico), pero paga porque no sabe. Ahi esta esa vaina, se paga y punto.
No se si una parte de los que aportan extra en el pago del impuesto de mockus lo hacen por negligencia o por el hábil diseño de un formulario.
Apelaez
2 abril, 2008 at 10:02 pmCarlos, para ponerle un ejemplo «de texto», usted porque paga propina en meseros o restaurantes que jamás volverá a ver?
Daniel Vaughan
2 abril, 2008 at 10:04 pmApelaez,
Es un buen punto… mi intuición (optimista) es que se hizo tanto alarde al respecto en ese momento del tiempo, que ese efecto es minúsculo.
Pero puede ser como dije una intuición optimista. Tocaría mirar bien la prensa de la época para ver qué tanta información pública se hizo disponible. Viniendo de Mockus, seguro hubo mucha publicidad sobre el impuesto voluntario.
DV
Carlos
2 abril, 2008 at 10:25 pmApelaez: no lo hago simplemente por «verguenza de parecer tacaño sino pago». Cuando el servicio es malo, no pago o pago menos del 10% que usualmente meten por la derecha en la factura (que sigue siendo voluntario). No me gusta incentivar el mal servicio.
Cuando el servicio es bueno, pago ese 10% y le doy una plata adicional en efectivo al mesero.M gusta incentivar el buen servicio pero ademas como recibi un buen servicio es altamente probable que vuelva y espero que me atiendan bien. Me ha pasado que los meseros generalmente lo recuerdan a uno si lo da una propina en efectivo aparte de la factura.
Pero en general la gente que va a ir a un restaurante donde paga propina ya casi lo mete en el precio, y esta dispuesto a pagarlo. En cierta forma lo ve como parte del precio por ir a ese sitio.Poca gente conozco que toma la decisión del pago de propina en el momento de la cuenta.
Por otro lado, se me ocurre un experimento interesante: observar si un conjunto de personas paga la misma cantidad de propina cuando va a almorzar sola, cuando va almorzar con familiares, cuando va a almorzar con amigos cuando va a almorzar con la pareja, cuando va a almozar en una cita amorosa, y cuando va almorzar en una cita de negocios.
Yo esperaría resultados muy diferentes (una variación importante en los valores) entre las propinas almorzando o comiendo solo, y las propinas con los diferentes acompañantes.
Por supuesto que el efecto verguenza juega un papel importante en muchas decisiones. Pero hay muchos otros factores. El sentirse bien con uno mismo tambien es importante y es mejor ejemplo de una motivación intrínseca.
Saludos,
Carlos
Carlos
2 abril, 2008 at 10:32 pmApelaez: yo soy de los que no paga la contribución al deporte que aparece en la factura del telefono. Resulta que ese pago fue declarado ilegal (creo que la ultima vez por el tribunal administrativo de cundinamarca y lo ultimo que leí en la prensa estaba en apelación). Llevo como dos años que no pago un peso a eso y no me han venido a cobrar nada.
En la factura aparece separado los valores y en los bancos pregunta si se paga con aporte o sin aporte. En davivienda.com, si uno lo quiere pagar via electrónica son dos conceptos diferentes (ETB con aporte, ETB sin aporte). Es como si fueran dos facturas diferentes casi.
El punto es que si esta bastante diferenciado. Pero claro, mucha gente podría no pararle bolas.
El impuesto voluntario esta metido en el calculo total en el formulario. Es facil, para alguien que no preste atención, pagarlo sin que se dé cuenta.
Saludos,
Carlos
Apelaez
2 abril, 2008 at 10:35 pmCarlos, como veo que usted paga propina para incentivar el buen servicio, me imaginó que le pagará tambien su propina a los taxistas, o los bomberos despues de tanquear. Claro, siempre y cuando le hayan prestando un buen servicio.
Carlos
2 abril, 2008 at 11:11 pmEn el caso del Taxi le pago un poco mas a un taxista que tengo para llevarme al aereopuerto cuando viajo, porque me recoje a la hora que yo quiero y lo llamo por celular.
En el caso de los bomberos les doy propina cuando me prestan servicio adicionales (calibran el aceite, miran el agua,etc).Casi siempre voy a la misma bomba así que hay «repetición del servicio» como dirian los que saben de estos temas.
Pero no se a donde quiere llegar. No he negado la importancia del factor verguenza.
Saludos,
Carlos
Anónimo
2 abril, 2008 at 11:19 pmAlejandro:
Gran fan de su columna.
Dos cosas:
1. No he leído todos los posts (hay foristas que se pasan de aburridos y cantaletudos) pero no he visto nada sobre la relación entre la cientificidad de los resultados de la academia y su utilización normativa en la política. Sería chevere que aclarara algo sobre dicha «separación» desde un punto de vista metodológico…. Noto un aire de positivismo lógico en la columna que, la verdad, me deja medio confundido….
2. Una consideración por fuera del tema de esta columna. Ud. suele, con refrescante sobriedad y reflexión aterrizada, discutir aspectos económicos y sociodemográficos de las impetuosas propuestas de ley que zozobran la agenda legislativa del país.
No sólo por sensatez intelectual y por curiosidad normativa, sino porque ya pululan juicios inmediatistas y moralistas, quisiera sugerirle/pedirle una de sus reflexiones sobre el tema del matrimonio en los menores de edad.
Gracias
Motivación: F. Thomas ya escribió aberrantes babosadas sobre el tema en El Tiempo.
Anónimo
2 abril, 2008 at 11:46 pmNo he leido el trabajo de la Nacional referenciado, pero creo que los autores estan a tiempo de corregirlo, para que puedan demostrar con evidencias empiricas la cultura mafiosa de la que hablan, por ejemplo que muestren los datos de como las importaciones de motosierras se han disparado en los ultimos años y que calculen el numero de motosierras per capita de colombia y lo comparen por ejemplo con algun pais productor de madera(Canada)y cuanto pesan esas importaciones en el PIB. O el numero de veces que los transeuntes de marras dicen al dia «la vuelta» expresion popularizada, supuestamente,digo yo, por los sicarios y hoy en uso hasta por los estudiantes de la UN.
«El Imperio Retorico»
Apelaez
3 abril, 2008 at 12:25 amCarlos, simplemente me da un poco de risa la forma en la que racionaliza su conducta. Desde su perspectiva, usted no adecua su conducta a las normas culturales por un impulso inconsciente, sino por una decisión racional y consciente. Ejemplo de ello son sus respuestas anteriores sobre las propinas y su uso como incentivos.
Lo chistoso es que yo creo que mas bien usted adecua su conducta a las normas culturales de manera mas o menos inconsciente, como la mayoría. Por ejemplo supongo que usted paga el 10% de propina o un poco más, pero no 20% o más como es la costumbre en USA. Y sin embargo, aca en este blog esta tratando ex-post de racionalizar sus conductas para que encuadren dentro del dogma que profesa.
No hallo la hora
3 abril, 2008 at 12:35 amA propósito de los matrimonios entre los menores de edad, este diciente intercambio entre María Isabel Rueda y Luis Eladio Pérez en la revista Semana:
M.I.R.: ¿Cómo se regula la vida sexual en un campamento guerrillero?
L.E.P.: Oficialmente, las relaciones sexuales entre guerrilleros están permitidas los martes y los domingos. Las parejas deben inscribirse y actuar como tales. Quienes no tienen pareja pueden escoger. Pero las mujeres no tienen permitido decir que no tienen ganas. El sexo es considerado un servicio social y, por lo tanto, están obligadas a colaborar.
Anónimo
3 abril, 2008 at 12:51 amPorque paga usted propina?….
1. Me da miedo que el mesero la proxima vez escupa en mi comida Estadios preconvencional o egocéntrico: temor, miedo a las consecuencias del acto
2. Quiero asegurar una buena mesa la proxima vez que venga Estadios preconvencional o egocéntrico: conveniencia indivdual, doy si me dan
3. Me da oso que mis vecinos de mesa piensen qeu soy tacaño Estadios convencional: deseo de ser aaceptado
Ahi se quedo parqueado Carlos.
Carlos
3 abril, 2008 at 1:28 amPues Apelaez, usted podrá *creer* lo que quiera pero yo me comportó con las propinas así como le dije. Yo no pretendo posar de «contracultura» o algo parecido. Pero en muchos aspectos desde el político (cuantos libertarios «radicales» como yo conoce? Le apuesto que no muchos.), hasta la carrera que decidi estudiar, el equipo de futbol que apoyo, etc, me aparto de la costumbre de mis pares y familiares.
Yo no intento ser «diferente» per se. Simplemente llegado el momento, consciente o inconscientemente evaluó si seguir la costumbre o lo que hace la mayoría me gusta o sigo otro camino.
En cuestiones de propina, a veces pago mas del 10% (no se si ha llegado al 20% o mas, la verdad no hago ese calculo) a veces pago menos. El 10% definitivamente es un punto de referencia porque esta «ahi» en la factura, pero no es determinante en mi decisión.
Y este tema de las propinas y en general los incentivos intrinsecos vs extrinsecos no tiene absolutamente nada que ver con «mi dogma». No se se donde saca eso.
Saludos,
Carlos
Apelaez
3 abril, 2008 at 1:37 amCarlos, pues no sé, Maldoror también se considera un libertario creo que radical. Según el political compass que tengo en el facebook, casi todos mis amigos son «libertarios» (como chimbo ese aplicativo, pero bueno).
Mi punto es que hay una serie de normas culturales que cumplimos casi sin darnos cuenta (como la etiqueta por ejemplo). Eso no tiene nada de novedoso. Pero lo chistoso es que usted racionaliza el tema y todo lo encuadra en términos «económicos» y racionales. Habla de incentivos y esos términos que le gustan, y ahora resulta que es un rebelde que reflexiona sobre todo y actua siempre con arreglo a fines, muy moderno usted.
Carlos
3 abril, 2008 at 1:39 amBueno Daniel dijo que «la mayoría de los proyectos eran inversión social o en infraestructura en barrios de bajos ingresos». Esperé llegar a mi casa para comparar esa afirmación con la información real del formulario de impuesto a vehiculos que me llego hace unos dias. Aparecen los siguientes proyectos:
1. «Atención integral a victimas de delitos sexuales y violencia intrafamiliar». Este no esta claramente dirigido a barrios de bajos ingresos y en general cualquier bogotano podría necesitar ese servicio. Falsifica la hipotesis
2.»Comedores comunitario». Aquí si se confirma la hipotesis de Daniel
3. «Atención para el bienestar de la persona mayor en estado de pobreza». De nuevo se confirma hipotesis
4. «Atención integral para adultos con limitación física y/o mental». Otro servicio social que le sirve a cualquier bogotano. Falsifica la hipotesis
5.»Aporte bomberil voluntario». Los bomberos de Bogota necesitan mas plata. No esta dirigido a barrios de bajos ingresos y ni siquiera es inversión social sino gasto de funcionamiento. Falsifica la hipotesis
6.»Arbol de vida para Bogota». Para la gestión de los arboles en espacio publicos de Bogota. Estos espacios publicos estan en todos los barrios. Falsifica la hipotesis.
Solo 2 de 6 confirman la hipotesis de Daniel. Lo cual es la minoria. Lo contrario de lo que dijo Daniel.
Creo que la hipotesis de Daniel se cumplió en la era Mockus. Hoy en dia, no. Tal vez adaptaron la lista de proyectos a lo que vieron que eran mas atractivos para recoger aportes voluntarios.
Saludos,
Carlos
Anónimo
3 abril, 2008 at 1:40 amDespues de leer a Carlos en su respuesta a Apelaez (…»usted podrá *creer* lo que quiera ..», «(cuantos libertarios «radicales» como yo conoce? Le apuesto que no muchos.)», «..Yo no pretendo posar de «contracultura,,»Yo no intento ser «diferente» per se…», solo le falto: «…usted no me conoce, no se meta conmigo o lloro o le digo a mi papa, usted no sabe con quien se esta metiendo…»; el anonimo de las 17:51, pareciera tener razon Carlos es un adulto estancado en la adolescencia o en el mejor de los casos Carlos es un adolescente tardio(profesional entre 25 y 35 años), dependiente afectiva y/o economicamente de su nucleo familiar…llamados desde hace algunos años: bonbriles.
Daniel Vaughan
3 abril, 2008 at 1:45 amCarlos,
Por supuesto que estoy hablando de «la era Mockus». Vaya a semana y en el buscador ponga «los supercontribuyentes»… ahí verá bien cuáles son los proyectos de la «era Mockus».
DV
Carlos
3 abril, 2008 at 1:48 amApelaez: yo no niego la teoría del aprendizaje social y que seguimos muchas costumbres por imitación. Todo eso es cierto.
Sobre lo que dice que racionalizo muchas cosas, pues si es cierto. Soy una persona muy analítica y cada vez mas con tanto leer de economía y ciencias sociales en general. Pero obviamente no racionalizo sobre todo, todo el tiempo y obviamente sigo las costumbres. Simplemente es (nuevamente racionalizo!) una cuestión de economía, si uno estuviera analizando y racionalizando los comportamientos todo el tiempo uno no podría «funcionar» en un dia normal. Perdería mucho tiempo y sería muy costoso.
En el tema de las propinas, lo he racionalizado debido a ciertas ideas que aprendí hace algunos años sobre servicio al cliente (maldita sea! acaba de hacer el 2do gol millonarios)
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
3 abril, 2008 at 1:50 amLeyendo ese memorable post de Carlos (17:25), me sentí oyendo hablar al señor Meursault, de «El Extranjero» de Camus…
Que pasividad, que frialdad… jejejejeje, está buenísimo! El Homo-Economicus existe!
Carlos, déjeme entrevistarlo… eso da para un paper en Science o en Nature: «Colombian Economist Proves that Homo-Economicus exists». Así me gradúo antes de tiempo y me puedo dedicar a mis congas… hasta de pronto me gano un premio o algo así.
DV
Daniel Vaughan
3 abril, 2008 at 2:03 amNo, no, no… no paro de leer la seguidilla de posts de Carlos de hoy… esta tiene que ser la semana más divertida en la historia de este blog.
De hecho me acabo de sentir parte de un experimento social que yo creo fue diseñado por Alejandro: Carlos, este personaje que algunos odian y a otros divierte, tiene que ser un algoritmo.
Tal parece que mi hipótesis de los micos del teorema es medianamente cierta!
Alejandro, por favor, yo exijo saber si somos parte de un experimento o si Carlos en serio existe… si es de carne y hueso (iba decir que llora y tiene sentimientos, pero ahí le respuesta es inmediata).
DV
pd. Y bueno de paso, exijo saber si JR es una versión anterior, menos sofisticada, del algoritmo. Un «versión beta», digamos.
Anónimo
3 abril, 2008 at 2:14 amCarlos me recuerda a esos izquierdistas de antes que andaban leyendo y recitando y aplicando a diario el libro rojo de Mao y toda esa basura porque «hay que ser consecuente, compañero». Carlos tiene que ser consecuente con el Instituto de las Misas ese que cita a cada rato.
Carlos
3 abril, 2008 at 2:14 amNo Daniel, deme unos meses mas y aprendo a diseñar un modelo para calcular los costos de oportunidad de dar x valor de propina y a determinar el valor optimo de la propina teniendo en cuenta mi modelo probablistico de ingresos y costos previstos a 40-50 años teniendo en cuenta tasas de interes,inflación,tasa de cambio,etc jeje..todavia no me entreviste.
Anónimo
3 abril, 2008 at 3:56 amLa lista de ideologos del paramilitarismo la pueden encontrar y escudriñar en los ex agentes del estado.
Miremos hace 6 años.
Anónimo
3 abril, 2008 at 3:57 amAlias MACACO es el precio del TLC . ! ¿ o no?
Felipe
3 abril, 2008 at 4:39 pmAlejandro, una pregunta que no tiene nada que ver ni con la columna ni con lo que se ha dicho; pero me gustaría saber su opinión. En que rango calcula que va a terminar el dolar este año? Gracias, saludos.
Anónimo
3 abril, 2008 at 7:24 pmLa mejor parte de todas las intervenciones de Carlos, es ésta:
Pero obviamente no racionalizo sobre todo…
Y después sale con:
analizando y racionalizando los comportamientos todo el tiempo uno no podría «funcionar» en un dia normal. Perdería mucho tiempo y sería muy costoso.
Él no racionaliza todo porque, ya racionalizó y se dio cuenta de que… le sale costoso… ¡genial!
Me he cagado de la risa.
Anónimo
3 abril, 2008 at 8:16 pmLa Reserva Federal de los EEUU desembolsilla 30.000 millones de dólares de los contribuyentes para rescatar a Bear Stearns Securities and Co. Es un hecho, escueto y simple.
Juan Mauricio Naranjo
3 abril, 2008 at 8:29 pmCarlos: estoy muy de acuerdo con su posición sobre las regulaciones. He trabajado durante mas 15 años en el sector financiero en USA, Panama y Colombia y he observado que la mayoría de esas regulaciones son estupidas y una perdedera de tiempo. El mercado, con el tiempo aprende a sacarle el cuerpo y le toca sacarle el cuerpo porque no tienen sentido. Además el sector financiero esta muy regulado tanto aca en Estados Unidos como en Colombia.
Esta muy bueno el articulo de Meltzer. Estuve ojeando su blog, me gusto bastante, voy a leerlo con calma y le cuento.
Un abrazo desde Chicago,
Juan Mauricio
Daniel Vaughan
3 abril, 2008 at 8:38 pmJuan Mauricio,
¿Cuáles de las regulaciones en el sistema financiero son «una perdedera de tiempo y estúpidas, y por qué?
DV
Anónimo
3 abril, 2008 at 10:01 pmExcelente artículo sobre el TLC y los sindicatos.
regulador
3 abril, 2008 at 10:30 pmLas regulaciones son una «perdedera de tiempo» casi que por definición. Así que no hay nada nuevo. Muchas son estúpidas. Pero ni lo uno ni lo otro implican que no se necesiten. Porque lo de los 30 mil millones es una «perdedera de plata», sobre todo de plata que no es de los beneficiarios de semejante rescate. Ejemplo típico de la «socialización de las pérdidas», que tampoco es nada nuevo. Pero habrá que crear desincentivos a la irresponsabilidad financiera de Wall Street. I para eso hay que diseñar regulaciones que no sean estúpidas y que le pongan límite a la «creatividad» de los especuladores, que terminan convirtiéndose en extorsionistas: » si no nos rescatan, se cae el sistema financiero». Y un compatriota que tiene un altísimo cargo en Bear Stearns dice ayer en La República que él «no va a hablar del tema» porque le parece que se ha dicho demasiado al respecto.
Alejandro Gaviria
3 abril, 2008 at 10:49 pmFelipe: la respuesta honesta es ni idea. Pero te puedo dar mi opinión.
Existe un escenario probable de fluctuación entre 1800 y 1900. Los ciclos de la economía gringa y la colombiana están en momentos opuestos, por lo tanto el diferencial de tasas de interés va a seguir siendo grande (entre siete y ocho puntos); además, la inversión extranjera sigue llegando a manos llenas y las remesas se han mantenido en los niveles históricos.
Existente un segundo escenario (posible pero no probable) de desaceleración significativa de la economía mundial, caída sustancial de los precios de los productos básicos, lo que puede, a su vez, afectar las percepciones sobre el riesgod e los mercados emergentes. Con una probabilidad menor, algo así podría ocurrir hacia finales del año. Si esto ocurre, el dólar superaría con creces los dos mil pesos.
Anónimo
3 abril, 2008 at 10:53 pmJuan Mauricio, lleno de un espíritu pragmático y sin mucho rigor conceptual, al referirse a las regulaciones sobre el mercado, dice que no se justifican porque: “El mercado, con el tiempo aprende a sacarle el cuerpo y le toca sacarle el cuerpo porque no tienen sentido.” A esta apreciación quisiera contraponer el siguiente texto tomado de CNNExpansión: «Las circunstancias que derribaron a uno de los bancos de inversión más poderosos de Wall Street, Bear Stearns, confirman la necesidad de que el gobierno analice nuevamente las regulaciones del sistema financiero, dijo el miércoles el secretario del Tesoro, Henry Paulson»
Parece que el mercado puede sacarle el cuerpo; pero por supuesto, con 30.000 millones de dólares de la FED. Algunos sólo miran una parte de la realidad del sistema financiero. Una observación más global de la realidad NO nos lleva a que “el mercado, con el tiempo aprende a sacarle el cuerpo y le toca sacarle el cuerpo porque no tienen sentido.” SEGÚN JUAN MAURICIO, deberíamos considerar a Guillermo Calvo (1988) y Cole y Kehoe (2000) como unos tipos descabellados, porque de manera atrevida, muestran que una crisis crediticia puede ser una condición de desequilibrio y de profecías auto-cumplidas que se puede dar, por ejemplo, como resultado de una reducción inicial de las tasas de interés de mínimo riesgo con un aumento en el futuro. Finalmente, no hay que salirse del marco teórico convencional y tampoco hay necesidad de imaginar situaciones abstractas, para que la siguiente pregunta tenga relevancia: ¿El mercado funciona “bien”?
Atte. Gran Hermano
Juan Mauricio Naranjo
4 abril, 2008 at 1:05 amGran hermano: no se trata de que el mercado funcione bien. El mercado no funciona bien, si es que eso existe.Lo que quiero decir es que los mercados son mas astutos y tienen mas incentivos para lograr atajos a las regulaciones. De hecho esta crisis, en parte, surgió precisamente por intentos de huir de regulaciones existentes.El mercado es mas agil y mas rapido para descubrir e implementar como hallarle «loopholes» a las regulaciones que cualquier proceso regulatorio.
Yo he vivido con las regulaciones y le puedo decir que muchas fueron mal definidas, mas por sobrereacción politica, que por un analisis inteligente.El ultimo «paquete» regulatorio Sarbanes-oxley ha sido un desastre para el sector financiero y para nueva york. Este pais ha perdido competitividad por esas regulaciones y las empresas se han salido de la bolsa o se han ido a otros paises como londres.
Yo, para que se informe mejor, le recomiendo que lea revistas especializadas como The Economist y no CNN.
Vea estos articulos:
http://www.economist.com/business/displaystory.cfm?story_id=10970799
http://www.economist.com/opinion/displayStory.cfm?Story_ID=10966204
ah, y no le crea mucho a Paulson. el viene de Goldman Sachs y siempre ha sido anti-regulación. Lo que pasa es las presiones politicas lo obligan a anunciar cambios. Pero el plan regulatorio en realidad fue diseñado el año pasado para darle mayor competitividad al sector financiero gringo y quitar o simplificará regulaciones. Agregara algunas para calmar a los politicos en washington, pero Paulson no cree realmente en eso.
Un abrazo,
Juan Mauricio
Apelaez
4 abril, 2008 at 2:02 amAhora los amigos del estudio van a poder decir que la «cultura mafiosa» tambien se puede ver de manera palpable en el futbol. En el blog de dani rodrick se acaba de colgar un paper en donde estudian la relación entre tarjetas amarillas en algunas ligas europeas y la duración de las guerras civiles. Y bueno, los 19 futbolistas colombianos a los que les hicieron seguiemito estan en el top de tarjetas amarillas. Hamponcitos y «mafiosos» nuestros futbolistas
Alejandro Gaviria
4 abril, 2008 at 2:24 amApelaez: Hace un año, se publicó un paper parecido que estudiaba la relación entre las infracciones de tráfico de los diplomáticos en Washington y NY, y los niveles de corrupción en sus países de origen. Los datos de Colombia, en este caso, no sustentaban la relación planteada. Nuestros diplomáticos resultaron mucho más pulcros (cero infracciones en el período de observación) que lo que cabría esperar dados los niveles de corrupción interna.
Ted Miguel, uno de los autores del paper sobre tarjetas amarillas y conflicto, fue el mismo que mostró hace poco que las personas incluidas en la lista Maisanta habían desmejorado sustancialmente su desempeño socioeconómico.
Felipe
4 abril, 2008 at 3:40 amAlejandro, gracias por la respuesta. Interesante que no se considere que el dolar podría seguir bajando y llegar a estar entre 1,700 y 1,800. Estaría el Banco de la República dispuesto a intervenir incansablemente para que esto no pase?
Otra cosa, la página de anncol sigue cambiando su dominio. Al parecer ahora los recibieron en la Unión Europea y les dieron .eu. No afecta que esta lo considere terroristas? Me pareció curioso.
Anónimo
4 abril, 2008 at 4:56 am(Pido paciencia para el que quiera leer esta réplica. Hubiera preferido que fuera más corta)
Juan Mauricio: Le agradezco que me invite a leer a The Economist pero de todos modos la cita la pude haber sacado de The Economist, New York Times, Wall Street Journal, Financial Times o del Espectador, simplemente porque es una apreciación de Paulson. Entiendo el punto, bueno, desde el punto de vista práctico es muy difícil controlar y hacer tranparente la información que reportan las grandes firmas. Enron y su alianza con la firma de auditoría Arthur Andersen para alterar la información financiera es el ejemplo típico. De hecho, como usted bien lo sabe, estos acontecimientos inspiraron la Ley Sarbanes-Oxley. Claro, como diría Tiebot, “la gente vota con los pies” y la SarOx ha generado un desincentivo para que las empresas coticen cada vez más en Londres y menos en New York debido a los riesgos y complicaciones cada vez mayores que implica una auditoría más vigilada. Creo que sus apreciaciones y las mías en esencia son iguales pero en enfoque son lejanas. Y le doy la razón la SarOx ha sido cañón para matar a un escurridizo ratón. Pero tengo que insistir en que si usted dice que las regulaciones en general son una perdedera de tiempo, por lo tanto, es mejor no hacerlas y dejar que opere el mercado!. Pero entonces, correríamos el riesgo de que por ejemplo se repita Enron? Cuál habría sido el efecto de que por más mala que sea la SarOx el mercado hubiera permanecido sin regulación adiconal? No cree que la desconfianza se habría generalizado?
Quizás exageré al preguntar si el mercado funciona bien, pero ahora debería preguntar: el mercado es un second best?.
En los análisis de “riesgo moral y selección adversa” y de la teoría de diseño de mecanismos, uno de los más grandes avances es principio de la revelación de Myerson (Nobel 2007). La solución que se busca a partir de la regulación es que, a través de un mecanismo (una institución), los agentes revelen información, que oculta puede implicar “pérdidas sociales”. Todavía falta mucho camino por recorrer. Pero para autores como Myerson, Laffont , Tirole y Salanie, el consenso no es tirar por la borda la regulación sobre los mercados, sino en avanzar más en una comprensión más profunda del papel que juegan los incentivos para evitar leyes como la SarOx.
Atte. Gran hermano
Germa Contreras
4 abril, 2008 at 12:46 pmNo pude encontrar los dos citados estudios, quisiera que por favor me enviara los links para poder leerlos y tener una mejor visión de conjunto del tema del artículo.
La ley es para es para cumplirla. No se oye eso con la frecuencia con la que se oye que las reglas son para romperlas, no cruzar por la esquina es esa parte faltante de la cultura política quizá, o también de la la excesiva individualidad que aun nos permite considerar con criterio propio como asumir ciertas reglas de comportamiento en la sociedad, en oposicion a ciudadanos demasido estatizados y asimilados por el sistema como en Alemania o Francia. Pero ese detalle que es grande, podría deberse a algo distinto, la permanente discusión sobre si la ley conviene como mecanismo regulador de las costumbres, comportamientos y procidimientos de la vida dentro de la sociedad, y si todas las leyes son para todos, o tienen secciones dedicadas a ciertos grupos de las cuales otros están excluidos (Hablando de la ley que rige los comportamientos báscios en sociedad, como el derecho penal). Para poner un ejemplo de apoyo a esa afirmación, nos parece muy duro que una madre embarazada o con niños pequeños que haya cometido un delito como el secuestro esté en la carcel, para quien entonces se crea un regimen penitenciario especial con el fin de que pueda criar a sus hijos en libertad (condicional), y si es un delito de «poco» impacto entonces más facil porque el codigo penal parece un codigo de contravensiones y existen todos los mecanismos disponibles, este es un proyecto que actualmente se tramita en el congreso, y la razón: los hijos de esas mujeres delincuentes y la descongestión de las carceles. Entonces dónde queda la autoridad de la ley como uno de sus conceptos inseparables y su capacidad coercitva que mantenga la espectativa de castigo ante las faltas, si la estamos reformando para que se acomode a cada situación?, nos da pesar y lástima hacer cumplir la ley, al tiempo que nos da pereza y somos mediocres en la busqueda de las causas que originan los problemas. Estamos enredados en una discusión en donde el que hace cumplir la ley con los recursos de que dispone, se convierte en una persona dura e insensible, y del lado proactivo no se atacan los problemas, teniendo tambien la valentía de hacer públicas las causas y buscarles las soluciones para luego implementarlas, pero no en abstracto diciendo que falta salud, educación o trabajo, si noq que clase de salud, donde, que clase de educación, donde, con que orientación pedagógica, y ni que decir del trabajo, no orientamos la economía para que pueda dar cierta clase de empleo que encaje con lo que se enseña.
Entonces no solo mafiosos,tambien subversivos, porque al no asumir con plena conciencia las consecuencias del no cumplimiento de la ley, hay que acudir a los mecanismos que estan en la memoria primitiva del ser humano, y actuar en consecuencia para sobrevivir, con valores como: Si somos más tenemos respaldo, para llegar a jefe hay que dejar a los demas en el camino como sea, yo me paro en la cabeza de quien sea, etc, etc.
No se que dicen los estudios esos, pero he notado que nos da pereza cumplir la ley, y nos da rabia que eso tenga cinsecuencias tan malas.
para no salir del tema
4 abril, 2008 at 12:50 pm«Lo que quiero decir es que los mercados son mas astutos y tienen mas incentivos para lograr atajos a las regulaciones».
Yo creo que «todo el mundo» tiene incentivos para lograr atajos a las regulaciones que, como ya se dijo,son perdedera de tiempo por definición. La misma perderera de tiempo que implica ir hasta la esquina y cruzar la calle por la cebra una vez el semáforo de peatones está en verde, en vez de hacerlo desde la mitad de la calle, en diagonal, y esquivando el tráfico. La imagen anterior se ajusta muy bien a lo que hacen los mercados financieros, de modo que especuladores llegan primero, hacen la fiesta (lucrándose de préstamos malos, jugando con hedge funds, armando festivales de derivados), la vuelven orgía, la condimentan con metaanfetaminas, y después que otros paguen los platos rotos porque eso sí para que no dejan hacer orgías y meter droga. La culpa es de los otros, los reguladores, porque los «creativos» son precisamente eso: «astutos», y la astucia (llamemosla «viveza» en colombiano)es un valor emientemente positivo frente a la estupidez de los tontos que cruzan por la cebra cuando así lo indique la señal y no se les ocurre convertir el riesgo en total y absoluta irresponsabilidad.
Carlos
4 abril, 2008 at 1:09 pmJuan Mauricio: Muy interesantes sus comentarios. No sabie que la ley Sarbanes-Oxley había sido tan perjudicial.
Le recomiendo este articulo reciente del economista Alex Tabarrok sobre el tema.
Cordial saludo,
Carlos
Carlos
4 abril, 2008 at 1:11 pmEl profesor Adolfo Eslava, de Eafit, escribe sobre la cultura de ilegalidad en Colombia:
«Toda sociedad es vulnerable a la ilegalidad, sin embargo, existen fenómenos que favorecen la sumisión de la colectividad a merced de las fuerzas al margen de la ley. Por desgracia, Colombia ha sido testigo del narcotráfico como actividad económica que ha irrumpido en todas las esferas de la sociedad por medio de sus cobardes métodos para perdurar, a saber, el soborno y el homicidio. La proliferación de esta narco–estrategia ha dado lugar a dos fenómenos que erosionan las iniciativas favorables al orden institucional, los cuales debido a su complejidad y magnitud son difíciles de enfrentar, son ellos la corrupción y la violencia.»
Saludos,
Carlos
Anónimo
4 abril, 2008 at 1:29 pmPor fin !!!!, se fajó en su artículo Rudolf Hommes, hoy en el Tiempo.
Gheysel Naranjo
4 abril, 2008 at 2:46 pmsi existe algo difícil en esta vida es poner en práctica la competitividad en la educación y civilidad en la sociedad… Vale la pregunta qué es competitividad en la educacion?, en la política? ah, y cómo se muestraría competitividad en el fútbol…
La teoria son los 5 C:
1)Capacidades
2)Competencias
3)Cooperación
4) Contundencia
y 5) Chess—mmm cerrando el anillo, jejeje, no mentiras.
GN
JuanDavidVelez
4 abril, 2008 at 6:07 pmAlguien de aca con bases juridicas me puede aclarar un par de dudas?, por ejemplo, si a uno se le ocurre decir que un asesor de la presidencia es un hijueputa, lo pueden encanar a uno por eso?
Y que pasa si de pronto a alguien se le ocurre decir que Piedad Cordoba se enloquecio, sera que lo ponen a uno en vueltas?
Gracias por la atencion.
Juan Mauricio Naranjo
4 abril, 2008 at 6:30 pmCarlos: le tengo dos nuevos buenos articulos sobre la crisis y las regulaciones:
http://online.wsj.com/article/SB120718721266185319.html (questiona duramente a la FED). Finalmente un articulo que pide al congreso examinar las actuaciones de la FED de los ultimos años y pedir responsabilidades
http://falkenblog.blogspot.com/2008/03/tyler-cowen-for-regulation-details.html. Unos apartes:
«If something is too complicated for the market, it goes double for government. And as finance is really about contracts, ideas, it doesn’t have to put up with heavy handed regulation, especially when New York is not the origin of the capital (we aren’t capital suppliers). London, Hong Kong, or Tokyo would be glad to pick up the slack. As it stands now, mortgage regulation has led to loan documents where you have to ‘sign here’ about 15 times, and you still have to pay several ridiculous processing fees that look like your phone bill and add about $500 too much to these things, and in the end, no one reads all those 15 things they initial and sign (which are helpfully put in 8-point font because we at least want to save trees, and no one even pretends to read them). A couple more pages to initial and ignore, perhaps? They can’t even get rid of mandatory title insurance which is way overpriced, and other antiquated parts of the process.»
Y una ñapa: http://commonsensibly.blogspot.com/2008/03/banking-capital-requirements-vs-broker.html. Este explica que Bear Sterns estaba bajo las regulaciones de Basilea II (esto ya lo sabia) pero que no sirvió de nada.
Un abrazo,
Juan Mauricio
Andrés Felipe Succar
4 abril, 2008 at 11:12 pmjuandavidvelez:
Para la Corte Constitucional uno de los límites a la libertad de expresión, en cuanto a los calificativos que uno le otorgue a una persona pública, es que de dicho calificativo no se desprenda una situación jurídica suceptible de ser castigada, salvo, claro está, que se tengan pruebas. Es decir. yo puedo decir que el presidente o sus asesores o lo que sea, son unos hijueputas, pero no puedo decir, sin prueba alguna, que son estafadores o asesinos, etc.
la diferencia es que afirmar que nosequincito es un hp no tiene consecuencias jurídicas graves para el ofendido, decir que es un violador sí. Por eso se le exige una carga de probar lo dicho a quien afirma tal cosa.
Otro tipo de califiactivos que no sse encuentran amparados por el derecho a la libertad de expresión, son los que comprometen la conducta sexual de el ofendido, aún si existe prueba de que lo que se dice es cierto.
Yo no estoy de acuerdo con la redacción del tipo penal en el segundo caso. Pero bueno, así está y no se ha declarado inconstitucional.
Saludos
JuanDavidVelez
5 abril, 2008 at 2:26 amMuchas gracias Andres Felipe.
Anónimo
7 abril, 2008 at 4:15 pmjuan;los decanos son seres por encima de los academicos comunes, tienen el derecho de juzgar y condenar a quienes les contradigan o fastidien, a sus idolos de turno.asi que no hace falta su esforzada defensa,sobra.
ex decano.
Anónimo
12 abril, 2008 at 5:38 amSeñor Gaviria, disiento mucho de lo que plantea. Es ingenuo seguir pensando en una academia «objetiva». Sin embargo, lo más problemático de lo que escribe, es el mal momento en el que lo hace. Supongo que sabe que en la misma semana en la que escribió esto, Claudia López fue seriamente amenazada. En lo más mínimo digo que una cosa tenga que ver con la otra, ni más faltaba. Pero que inoportuno debate en este momento, por favor tenga prudencia.
S.