Hace 120 años, en 1887, el mundo vivía su primera bonanza cocalera. Los efectos estimulantes del alcaloide habían sido descubiertos algunos años atrás en Alemania. Sus propiedades como anestésico local igualmente eran reveladas. Y su utilización en algunas bebidas estimulantes (el Vin Marini y la Coca Cola) había popularizado su consumo: la coca ya no era solamente un producto de interés científico. La bonanza causó una pequeña conmoción entre los importadores. El historiador Paul Gootenberg cuenta que, ante la escasez del producto, los farmaceutas estadounidenses comenzaron a debatir seriamente las posibilidades de cultivarla localmente. Sobra decirlo, otra habría sido la historia de Colombia si esos planes hubiesen prosperado. Con la intención de conjurar la crisis, los farmaceutas pidieron ayuda al gobierno. El mismo Gootenberg relata que los cónsules americanos en Lima y La Paz (acompañados por la Marina de los Estados Unidos) participaron activamente en la identificación de los cultivadores de coca (no precisamente con fines de extradición). Los enviados comerciales de los Estados Unidos les enseñaron a los productores a secar y empacar las hojas. La compañía alemana Merck fue más lejos. Envió algunos agentes a Lima con el fin de adiestrar a los cultivadores peruanos en la transformación de las hojas de coca en una torta de sulfato de cocaína. Esta técnica decimonónica es, en esencia, la misma que usan hoy en día los campesinos colombianos. La química del negocio no ha cambiado en 120 años. Pero la economía se ha modificado cruentamente por cuenta de la prohibición. La producción mundial de coca alcanzó su nivel más alto en la primera década del siglo XX. El declive posterior estuvo asociado al descubrimiento de sustitutos médicos y a las restricciones a las importaciones, motivadas por las primeras medidas antinarcóticos: la coca comenzó a ser percibida no como una hierba mágica sino como un veneno adictivo. El mercado legal desapareció completamente después de la Segunda Guerra Mundial. La Organización de las Naciones Unidas, bajo la influencia de los Estados Unidos, jugó un papel fundamental en la creación de un consenso mundial en favor de la prohibición. Actualmente esta organización sigue desempeñando un papel protagónico (y no siempre productivo) en la lucha mundial contra el tráfico de drogas. El mercado de la cocaína se revitalizaría, ya de manera clandestina, durante los años setenta. La cocaína llenó el nicho de mercado creado por la heroína y otras de las drogas fuertes de los años sesenta. Si durante el siglo XIX los cantantes de ópera habían sido los consumidores más conspicuos del alcaloide, durante los años setenta fueron los cantantes de rock los que marcaron la nota. En 1971, los Rolling Stones vendieron, en escasas dos semanas, medio millón de copias de su álbum Sticky Fingers. Uno de los éxitos del álbum, la canción «Can’t You Hear Me Knocking», contiene una mención explícita (casi apologética) al consumo de cocaína (Yeah, you’ve got plastic boots, Y’all got cocaine eyes). Eran otros tiempos, por supuesto. Kate Moss ni siquiera había nacido. La exportación ilegal de cocaína fue inicialmente dominada por los traficantes chilenos, quienes no sólo tenían conexiones históricas con los cultivadores peruanos y bolivianos, sino que habían aprendido la sapiencia química de los inmigrantes alemanes. Pero la Conexión Chilena no duró mucho. Pocos meses después del golpe de estado en contra del gobierno de Salvador Allende, ocurrido en septiembre de 1973, el nuevo gobierno extraditó a varios de los cabecillas del negocio. Esta medida terminó de manera abrupta y definitiva con la efímera hegemonía chilena. Ya en 1975, la hegemonía colombiana era notoria. En abril de ese año, un oficial de la DEA le dijo a un reportero del diario The New York Times: “Colombia envía más de esa sustancia a los Estados Unidos que ningún otro país”. Lo mismo podría decirse hoy en día: 32 años después. Las causas de la hegemonía colombiana se han debatido ampliamente. Algunos estudiosos mencionan las ventajas geográficas. Otros el pasado violento del país. Otros más el supuesto desprecio por las normas y las leyes. O la misma falta de movilidad social. Pero estas especulaciones sociológicas son sólo eso: hipótesis sin confirmar. Determinismos sociológicos sin pruebas. Simples conjeturas que sobresalen más por sus insinuaciones culposas que por su sustento empírico. Las causas de la hegemonía colombiana pueden haber sido fortuitas: producto de unas circunstancias históricas irrepetibles. A mediados de los años setenta, una crisis en la industria antioqueña ocasionó el despido de miles de trabajadores, muchos de los cuales emigraron hacia los Estados Unidos: la mayoría se radicó en el sur de la Florida y en la ciudad de Nueva York. Un número significativo de los nuevos emigrantes encontró una ocupación lucrativa en la distribución de cocaína. Con su ayuda, los traficantes colombianos pudieron integrar verticalmente el negocio y adueñarse del mercado. Sin su aporte, probablemente, los cubanos residentes en la Florida o hasta los mismos argentinos se habrían quedado con el grueso del negocio. Sean cuales fueren las causas, las consecuencias de la consolidación de Colombia como el primer exportador mundial de cocaína son indiscutibles. En palabras de la historiadora Mary Roldán, el tráfico de cocaína “rompió la tradición, transformó las costumbres sociales, reestructuró la moral, el pensamiento y las expectativas”. Pero no sólo eso. También corrompió la justicia y la política. Debilitó las instituciones y disparó la violencia. Incluso permitió el desarrollo de otros negocios. La falsificación de moneda extranjera y el tráfico de armas o de personas crecieron al amparo del narcotráfico: de sus externalidades y de su capacidad transformadora. En últimas, el negocio de la cocaína creó las condiciones para su propia perpetuación. La debilidad institucional pudo haber ayudado al desarrollo inicial. Pero fue el propio negocio el que contribuyó decididamente a debilitar las instituciones. En el corto plazo, los países exportan lo que son. Pero, con el paso del tiempo, los países se convierten en lo que exportan. La cocaína, en particular, transformó radicalmente muchos aspectos de la realidad colombiana. La política se convirtió en narcopolítica, la justicia en narcojusticia, la guerrilla en narcoguerrilla y así sucesivamente. En abril de 1973, la revista Time publicó un artículo sobre la creciente popularidad de la cocaína en los Estados Unidos. Las fiestas en Manhattan comenzaban con martinis y terminaban con “a hit of coke”. Los financistas la llevaban en la billetera. Los estudios de Hollywood la incluían en sus presupuestos. “La gente no trabaja sin su despertador” decían los magnates del cine. El artículo de marras termina con la descripción de unas cucharitas para aspirar cocaína que estaban causando furor en los Estados Unidos. La más vendida tenía la forma extraña de un crucifijo. Casi 35 años más tarde, el capricho estilístico parece premonitorio. O, al menos, puede interpretarse como una alegoría involuntaria al largo, sangriento y todavía inconcluso vía crucis de Colombia como el mayor exportador mundial de cocaína.
Daniel Vaughan
17 marzo, 2007 at 11:41 pmAlejandro está muy bueno este post. ¿Usted cree que Colombia puede, unilateralmente, legalizar la droga?
Por alguna razón yo si creo que Colombia debe y puede hacerlo. Creo que el actual contexto latinoamericano e internatinal no puede ser más propicio para esto.
El país tiene dos opciones: seguir haciendo, de manera obediente, lo que el mundo desarrollado nos impone, o decir:
«Espéreme un segundo. A mi esto no me está funcionando.»
¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que EEUU y la ONU nos sancione? Que haya un embargo o un bloqueo comercial? Definitivamente eso puede pasar. Pero yo creo que si uno tiene un manejo inteligente de la diplomacia esto se puede aliviar un poco.
Hay dos caminos. Seguir como estamos, que claramente no nos sivre, o tener algo de orgullo y decir «esto no me sirve».
Saludos.
Daniel Vaughan
Daniel Vaughan
17 marzo, 2007 at 11:55 pmAlejandro,
En otro post decía que el papel de la academia y los intelectuales es fundamental en toda democracia.
Yo creo que los académicos e intelectuales deberían escribir un documento, en donde se exija poner este tema en discusión. La discusión debe ser una discusión argumentada: ¿Cuáles son todos los pros y contras?
De pronto valdría la pena intentar liderar esto, pero no con un post en un blog en el que nadie es siquiera capaz de firmar con nombre y apellido sus comentarios.
Me gustaría mucho saber qué piensa de esto.
Un cordial saludo,
Daniel Vaughan
Sergio Méndez
17 marzo, 2007 at 11:57 pmDaniel:
No sólo podemos legalizar, sino también DEBEMOS hacerlo.
Carlos
18 marzo, 2007 at 1:04 amEl punto no es tanto «legalizarla» porque en poco tiempo tendriamos mas y mas regulaciones denigrantes como las que han venido creando para el alcohol y el cigarrillo. El punto es despenalizar el cultivo de coca, y la producción, distribución y comercialización y obviamente el consumo.
Tomo unas citas de un grande que promovió hasta su muerte acabar con esta insentatez de la guerra contra las drogas:
«Most of the harm that comes from drugs is because they are illegal.»
Milton Friedman
«See, if you look at the drug war from a purely economic point of view, the role of the government is to protect the drug cartel. That’s literally true.»
Milton Friedman
«There is no logical basis for the prohibition of marijuana. $7.7 billion is a lot of money, but that is one of the lesser evils. Our failure to successfully enforce these laws is responsible for the deaths of thousands of people in Colombia. I haven’t even included the harm to young people. It’s absolutely disgraceful to think of picking up a 22-year-old for smoking pot. More disgraceful is the denial of marijuana for medical purposes.»
Milton Friedman
Saludos,
Carlos
Carlos
18 marzo, 2007 at 1:12 amDaniel: la legalización o despenalización es algo que debemos hacer pero sería políticamente muy dificil para Colombia si lo intenta ella sola. Y no lo digo solamente por los movimientos conservadores gringos sino por toda la «comunidad internacional». Pienso que tendria que hacerse con el apoyo de varios paises e instancias internacionales y tambien depende de la opinión mundial que por el momento parece estar obnubilada con toda la propaganda del paternalismo moralista estatal.
Saludos,
Carlos
Jaime Ruiz
18 marzo, 2007 at 1:23 amSergio, busque su botón. Carlos, usted también. La obra del gran Víctor.
Sergio Méndez
18 marzo, 2007 at 1:47 am¿Mi botón?
Daniel Vaughan
18 marzo, 2007 at 1:58 amCarlos,
Por supuesto que sería muy difícil para Colombia. De hecho la sóla idea de plantear este debate es absurda, porque es el debate más trillado de todos: cualquier estudiante de colegio o universidad ha tenido que enfrentarlo más de una vez en su vida.
Los problemas todos los conocemos. Yo no estoy proponiendo este debate: creo que sería atentar contra la inteligencia de todos ustedes y Alejandro Gaviria. Mejor dicho, no quiero que repitamos una vez más lo que hemos repetido innumerables veces.
Quiero que se haga algo. En algún post comenté que me gusta Correa. Una de las cosas que me gusta de Correa es que tiene carácter y dice las cosas por su nombre: por ejemplo, los honorables senadores del congreso de EEUU amenazan con no extender el ATPDEA (el tratado de preferencias arancelarias que los paises andinos tenemos por nuestro «esfuerzo» en la lucha antidrogas), Correa dice: listo, pero los recursos que Ecuador destina para eso los destinará para inversión social.
Hay que tener carácter y Colombia no lo tiene. Nos da miedo que nos quiten la visa, nos da miedo que nos quiten las «preferencias», etc.etc.etc.
Otra de las cosas que se repiten innumerables veces en este debate tan trillado es que sin lugar a dudas la raiz de todos (o de muchos, por lo menos) los problemas de Colombia es el narcotráfico. Mientras que eso no se solucione vamos a seguir como estamos e incluso peor. Así que toca buscar una solución. Y nosotros tenemos que buscarla. Los gringos no lo van a hacer. Tampoco Correa o Chávez, la ONU o la UE.
A veces es mejor decir las cosas como son y tomar decisiones. Decisiones razonadas y argumentadas por supuesto.
Pero si vamos a tener este debate una vez más, sin que nada pase, mejor sigamos hablando de malos políticos o del libertarianismo, o de congas, salsa o mujeres… cualquier otra cosa. No perdamos el tiempo con este debate.
Saludos,
DV
Juan Francisco
18 marzo, 2007 at 2:06 amme encanta la forma como está escrito este post suyo alejandro. hizo una reconstrucción histórica muy ágil, con referencias muy específicas que hacen completamente verosímil la historia, en la cual, la protagonista es la colombia cocalera. pero lo que más me impresionó, fue la hipótesis centrada en la evidencia empírica que usted nos soltó, que claramente es una propuesta novedosa a nuestras muy conocidas y preconcebidas teorías que usted llama sociológicas ( es importante no desvirtuar a esta ciencia, aunque su punto es completamente válido). Para que, hay mucho por investigar. el punto sobre qué tanto fue causa o consecuencia el debilitamiento institucional es trascendental, merece investigaciones muy detalladas, que creo pueden poner a prueba las metodologías más usadas en investigación histórica, sobre todo, por una falta absoluta de investigación científica de la historia de las instituciones.
posdata: Sticky Fingers es un gran album, es de los mejores de los Stones.
Jaime Ruiz
18 marzo, 2007 at 2:09 amSergio, es un botón y un cartel para pegar en los blogs que hay en ese blog. Para que peguen en los blogs. Para que usted diga que el que borra los blogs no es de la izquierda democrática.
Carlos
18 marzo, 2007 at 2:13 amDaniel: leyendo tus ultimos post de la columna de la semana pasada de Alejandro realizó estos comentarios:
Me parece muy bien que estes leyendo de otras disciplinas ademas de economia para evitar la «barbarie de la especialización». El odiado «ultraderechista» hayek decia que un economista que solo supiera de economia no era util. Sin embargo, si me permites sugerirte temas, yo le bajaría la importancia a las ciencias naturales y le subiría a la historia, la cual es una forma de «reutilizar» la experiencia de muchos individuos y sociedades a través del tiempo, y que me parece mas util para el conocimiento economico.
Sobre la naturaleza de la economia Hayek basó sus discursos cuando le dieron el premio nobel. Ver aquí y aquí. Te los recomiendo.
Tambien dices que los estudiantes de Universidades como los Andes, Javeriana,etc no son formados con mentalidad crítica, la cual yo tambien estoy de acuerdo en que es un valor muy importante que debería promover la «educación formal».Sin embargo, yo hice una maestria en ingenieria en Los Andes y dictó clases alla como profesor catedrático en una especialización en ingeniería, y aunque, no quiero defender a Los Andes, no estaría tan de acuerdo en tu afirmación sobre el desarrollo del pensamiento crítico.
Los Andres profesa ser una universidad con valores liberales como el pluralismo y la tolerancia.Tal vez algunos docentes no lo practiquen pero si tuve un profesor que por ejemplo nos puso a leer el libro de Stiglitz que critica la globalización( y eso que era una maestria en ingeniería!!) y en la biblioteca de los andes, ademas de leer a hayek, pude leer el libro del Robledo (el senador polofarquista) llamado «www.neoliberalismo.com» además de libros del economista Paul Krugman quien es socialdemocrata. Si esos libros estan disponibles, puede ser que los profesores los pidan para que los estudiantes los lean. Ah y Robledo es Uniandino, por si no lo sabias.
Ahora, es inevitable tal vez, que en un momento dado, ciertos paradigmas( para ti que te gusta Kuhn) o «escuelas de pensamiento» terminen convirtiendose en la «corriente principal» en una institución academica. Pero lo importante es ver si a pesar de eso, se mantiene un espiritu pluralista.
Le debemos a Hayek, Milton Friedman y otros grandes economistas el que otra vez se pusiera de moda el «libre mercado», porque resulta que hace 20,30,40 años la moda en las facultades de economia era el keynesianismo, el intervencionismo y la planificación centralizada (y por eso es que tenemos una institución como «Planeación Nacional» la antitesis del libre mercado adonde van a trabajar los «neoliberales» economistas Uniandinos! Que paradoja!).
Pero Hayek, Friedman y compañia, en su momento fueron considerados «herejes» en medio del consenso keynesianista-estatista de hace algunas decadas.
Tambien nota que por ejemplo, Sergio Mendez, estudió en los Andes y es una persona bastante crítica y con posiciones alejadas de la ideología política dominante.Afortunadamente muchas de sus posiciones a veces son libertarias, je,je.
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
18 marzo, 2007 at 2:30 amCarlos,
Cuando yo digo que no hay pensamiento crítico en las universidades colombianas definitivamente no estoy diciendo que el único que tiene pensamiento crítico es Daniel Vaughan. Creo que estamos discutiendo por discutir.
Por supuesto que hay estudiantes con pensamiento crítico. Mi experiencia como estudiante y profesor asistente en la Javeriana, Nacional y el Rosario (y ahora en NYU en EEUU) y como amigo de muchos uniandinos, es que el pensamiento crítico no se está desarrollando de manera generalizada.
Una razón de por qué puede estar sucediendo es que los mismos profesores no lo tienen, y la razón es que en Colombia cualquiera es profesor. Nadie tiene que mostrar credenciales como académico para serlo: en el mundo desarrollado usted obtiene un trabajo como académico si ha hecho algo, mejor dicho si tiene algo de investigación que mostrar. La competencia genera además pensamiento crítico (aunque por supuesto esto va en contravía con la hipótesis de los paradigmas de Kuhn). Así que esta es una hipótesis. Puedo estar equivocado, no se, y realmente no importa.
Gracias por las sugerencias de lectura. Desafortunadamente para mi, dirá usted, en este momento las ciencias naturales y las matemáticas (así como la filosofía e historia de la ciencia) están por encima, en mis preferencias personales por supuesto, que la historia. Cuando uno estudia 7 días a la semana, el poco tiempo libre que le queda lo utiliza para descansar. Se que estudiar historia puede ser «mejor», normativamente hablando, para mi, pero a mi eso no me importa. Lo que disfruto son los otros temas. Cuando me aburra saltaré a otros temas, de pronto la historia o el libertarianismo, no lo se. Pero igual gracias por la sugerencia.
Saludos.
DV
Daniel Vaughan
18 marzo, 2007 at 3:03 amCarlos,
Déjeme corregilo: no debemos a Hayek y a Friedman que «otra vez se pusiera de moda el libre mercado».
La sustitución del keynesianismo por el nuevo clacisimo (si es que eso que acabo de escribir existe) se le debe a Lucas, Sargent, Prescott y otros: los llamados nuevos clásicos. Esa sustitución se dio por dos razones: 1. El fenómeno de estanflación de los años 70s y 80s por la subida de los precios del petróleo y 2. La necesidad de «microfundamentar» los modelos macroeconómicos, es decir, de entender por qué el comportamiento de los agregados macroeconómicos es como es.
Mi visión personal, que comparten muchos otros por cierto (digo esto para que no vaya a decir que Daniel Vaughan es el único con pensamiento crítico), es que esto ha sido realmente desafortunado. Los modelos macro de hoy en día son un desastre porque utilizan lo que se denomina «agente representativo», es decir, modela una economía (que es un sistema complejo donde interactúan muchos agentes diferentes) como un individuo racional (racional en el sentido de la economía, así que realmente significa «sin limitaciones intelectuales, computacionales, etc.etc.»). Esta es la microfundamentación de la macro que le debemos a estos ilustres economistas.
A Friedman, Hayek y la escuela de Chicago probablemente les debemos la formación de estos ilustres economistas. Nada más. Y definitivamente, si lo juzgamos por los resultados, me atrevería a decir que no sólo no les debemos nada, sino que ellos nos quedaron debiendo.
Por último creo que usted no entiende por qué surge el keynesianismo. Este no surge porque no crean en los principios libertarios. Probablemente ni siquiera los conocían o los interesaban: los economistas somos pragmáticos, les dejamos esa discusión a los filósofos (por supuesto hay excepciones. Sen por ejemplo tiene aportes fundamentales en economía y filosofía. Lo mismo Harsanyi, gran defensor del utilitarianismo, y crítico acérrimo de Rawls. Y bueno Friedman y Hayek, etc.etc.etc.).
El keynesianismo surge porque entienden que el mercado no funciona como los economistas neoclásicos (Edgeworth, Marshall, Pigou, etc.) asumían: los mercados no son perfectamente competitivos, hay rigidez de precios, hay información asimétrica, etc.etc.etc.
Como los economistas somos pragmáticos, por más que nos gusten los ideales del libre mercado, entendemos que si lo que hacemos se quiere poner en práctica debemos utilizar supuestos más apropiados, o más cercanos a la realidad. Esto fue lo que Keynes y los economistas keynesianos hicieron durante muchos años. Y funcionó hasta la década de los 70 y principios de los 80. De hecho yo soy de los que todavía cree que la única macro que sirve es la macro keynesiana. La revolución nueva clásica buscó microfundamentar la macro, pero lo hizo de la manera equivocada, creo yo en mi humilde opinión (y creen muchos otros, también).
Por último, el libre mercado no se ha puesto de moda. Nosotros estamos firmando un TLC con EEUU así que nosotros lo oimos y leemos en los periódicos todos los días. Los gringos no quieren libre mercado (dicen que lo quieren, pero la realidad es distinta). Tampoco los europeos. Así que de dónde saca que el libre mercado está de moda?
Cordial saludo.
DV
Lanark
18 marzo, 2007 at 4:11 amLos gringos y los europeos claramente no quieren libre mercado; incluso el ciudadano promedio se percata de eso, de que no le conviene el libre mercado. Bueno, tal vez no pueda generalizar, pero es lo que saco en claro de los gringos y europeos con los que he hablado, que, valga la aclaración, no son economistas.
Por otro lado, es muy conveniente para los países desarrollados que en América Latina, y en general en los reservorios de mano de obra no calificada y barata, se mantenga la ficción de que el mundo se encamina hacia un mercado libre. Por eso entrenan hordas de técnicos que sólo saben aplicar un manual (lo que llaman formación no crítica) para que planeen y pongan a funcionar una economía de libre mercado en el resto del mundo (no en su territorio)
De ese modo, pueden tener parte de los beneficios de una flexibilidad ilimitada, sin los enormes riesgos que implica la gran inestabilidad financiera y social que un mercado abandonado a su dinámica interna genera.
Mientras en el primer mundo se destinan grandes esfuerzos para estudiar la inestabilidad económica y los mecanismos que permitan controlarla desde el Estado, en el tercer mundo usualmente se asume que las fórmulas conocidas funcionan, y sólo se enfocan en cómo aplicarlas.
OFF-TOPIC: ¿es usual que gente como Jaime Ruiz intervenga en discusiones serias como ésta con cotilleos de comadre? ¿no sabe usar las cajas de mensajes?
panOptiko
18 marzo, 2007 at 4:13 amGracias, Alejandro, por la concisa historia de la cocaína. Leo los dos artículos como uno solo y comento acá (supongo que esa era la intención). Me pregunto si hay uno sólo de los lectores de este blog, y obviamente los comentaristas, que no este a favor de alguna manera de legalización (o despenalización) de la droga. De ser así, podríamos ir haciendo un perfil psicológico de los aquí reunidos y ver, a la vuelta de unos años, a donde vamos a dar.
Coincido con Carlos en que una golondrina no hace verano, y que si sólo Colombia se mete en el baile nos puede ir más mal que bien. Me gustaría conocer las condiciones favorables a las que aduce Daniel para ver si cambio de opinión. La que si fue a todas luces una oportunidad maravillosa fue la negativa del gobierno de Afganistán de permitir fumigaciones sobre su territorio, pero de esto nada se ha escuchado.
Me voy a permitir presentar aquí una idea que me lleva rondando la cabeza algún tiempo, para que la desbaraten, para que la acaben con confianza. Hace unos meses hubo un tiroteo en Tokyo, una de esas cosas que poco se oyen. De inmediato se supo que se trataba de una pelea entre distintas facciones de la Yakuza (que, por alguna razón que aún no conozco, les dicen sindicatos del crimen organizados). Como era de esperarse poco después salieron algunos datos de los grupos en cuestión y en general de estos grupos. Curioso saber que tienen más o menos el dato de cuanta gente esta involucrada, donde está ubicada, y hasta en que trabaja en sus negocios legales. A los pocos días, apareció el jefe de una de las facciones en cuestión ahorcado en su apartamento. Se suicidó en responsabilidad del desorden provocado.
La mafia existe y es aceptada en Japón como un mal necesario. Son completamente concientes de que el corazón humano tiene un lado oscuro que debe ser saciado. También saben que hay sujetos que, sin importar las oportunidades que se le brinden, van a incorporarse en la sociedad legal. Le pregunte un amigo sobre el asunto, y me dijo que un tipo peligroso en Japón es el desadaptado que no pertenece a estas organizaciones – es decir, antes de que lo vinculen, o lo maten. Porque la Yakuza se encarga de mantener en orden, lo que dentro de un marco legal sería sencillamente molesto, chinchoso para lograr acuerdos, harto de charlar (hasta donde se, en Japón no existe legalmente la prostitución, a pesar de que un buen porcentaje de las mujeres la ha ejercido en alguna forma (alguien me dijo que rondaba el 50%, pero yo creo que es chachara, aunque si se nota en la calle)). Y bajo esta aceptación social, ellos se hacen responsables de que la ciudadanía no se de cuenta de ese mundo oculto, asumiendo la responsabilidad cuando se les sale algo de las manos, como en el caso del jefe que comenté.
Esto para decir que nuestros narcotraficantes no tendrían porque ser malos ciudadanos. En espíritu son iguales a los pioneros comerciantes de los que tanto se vanagloria de vez en cuando el país. Algún tipo de arreglo con ellos sería el comienzo de un camino a cambiar la lógica de lo que nos desangra.
Primero, la biología es incontenible. El primer sin sentido es el prohibir a una planta crecer en un país. Es como prohibir la gripa. Sólo con esto cambiamos el campo de batalla de la lucha contra la droga y devolvemos nuestras junglas a su estado natural de (des) protección legal (con el peligro de devolverlas a la miseria, pero este ya es otro problema).
El punto luego es restablecer el valor de la vida dentro de la sociedad. Yo lo pienso como si fuera la velocidad de la luz. Que cualquier atentado contra la vida de una persona fuera totalmente impensable, implacablemente castigado. Ciertamente dentro de los sindicatos existen códigos de muerte bien distintos, pero los que entran a hacer parte de ellos son concientes de eso desde el comienzo.
No sería necesario quitar las prevenciones al lavado de activos (a propósito, ¿hasta hace poco no era en Suiza donde se lavaba un poco de ellos?). Tal vez menos operativos dentro de las ciudades, para no trasladar el conflicto a ese campo. Se podría dejar la lucha a los aires y los mares, donde los del negocio no ponen en riesgo a los demás.
Obviamente, una condición importante sería desvinculación total de la guerrilla. Muchas otras las implicaciones, pero me detengo acá. Se que el perfil psicológico del país no nos ayuda, pero… en fin, me gustaría escucharlos.
Pido excusas por tomarme el espacio, pero concordó con el tema y, ya que los comentaristas están tan entusiasmados, pues se contagia.
A Daniel, primero gracias por sus comentarios tan ilustrativos pero, sobre todo, gracias por sacar lo mejor de JR. Su último comentario en el anterior post es de lo mejor que se le ha leído, y suyo es el mérito. Esto porque sus comentarios y los de Carlos pecan las más de las veces por su desarraigo: parece que no supieran de que país están hablando, se podrían ubicar cualquier lugar y funcionarían igual. Pero lo del comentario de JR es diferente: es poner en contexto la educación. (Edificante la ironía de la vida: los profesores de colegio que se están jubilando se hicieron su buena plata, pero ahora la sociedad piensa que ser profesor de colegio es de tercera categoría)
Otra cosa, ¿puede explicar la razón de su desprecio hacia los pseudónimos y los comentaristas con los que comparte? ¿O es una redacción desafortunada? Ah, y le iba a recomendar la topología, a mí la introducción a ella me impresionó muchísimo. Creo que compartimos intereses, ahora mismo escribo un trabajo sobre filosofía de la ciencia… bueno, luego hablamos.
Carlos
18 marzo, 2007 at 12:30 pmDaniel: ay Dios, aqui vamos de nuevo. A mi da la impresión que sabes bastante de economía pero tiene un terrible sesgo anti-liberal, tal vez por la formación de los jesuitas en la javeriana, que lleva muchas veces a negar realidades.
Empezemos:
«La sustitución del keynesianismo por el nuevo clacisimo (si es que eso que acabo de escribir existe) se le debe a Lucas, Sargent, Prescott y otros: los llamados nuevos clásicos. Esa sustitución se dio por dos razones: 1. El fenómeno de estanflación de los años 70s y 80s por la subida de los precios del petróleo y 2. La necesidad de «microfundamentar» los modelos macroeconómicos, es decir, de entender por qué el comportamiento de los agregados macroeconómicos es como es.»
No voy a discutir en este momento si la influencia de Hayek y Friedman han sido buenas, simplemente voy tratar de demostrarte su enorme influencia.La discusión sobre si ha sido positiva o negativa la dejamos para otro dia.
Dado que dices que eres «pragmatico» (y cada vez lo dudo mas) te voy citar algunos hechos y opiniones de los medios y figuras reconocidas sobre Hayek y Friedman:
1. Sobre el odiado Friedman wikipedia menciona:
In his 1962 book Capitalism and Freedom, Friedman advocated minimizing the role of government in a free market as a means of creating political and social freedom. In his 1980 television series Free to Choose, which aired on PBS, Friedman explained how the free market works, emphasizing that its principles have shown to solve social and political problems that other systems have failed to address adequately. Free to Choose was later released as a book, co-authored with his wife, Rose Friedman. The book was widely read, as were his columns for Newsweek magazine. His writings were circulated underground behind the Iron Curtain before it fell in 1989.
«In 1962, in his first major salvo as a public intellectual, Friedman published Capitalism and Freedom, a major defense of capitalism and critique of the New Deal and the emerging welfare state. The book would eventually sell half a million copies«
«Free to Choose, was the bestselling nonfiction book of 1980 and has since been translated into 14 foreign languages.»
«According to The Economist, Friedman «was the most influential economist of the second half of the 20th century…possibly of all of it.» In the PBS biography, The Power of Choice, Alan Greenspan stated «There are very few people over the generations who have ideas that are sufficiently original to materially alter the direction of civilization. Milton is one of those very few people.»
«A striking conclusion of their research was one regarding the role of money supply fluctuations as contributing to economic fluctuations. Or, as a Federal Reserve official (Ben Bernanke) joked on the occasion of Friedman’s 90th birthday in 2002: «Regarding the Great Depression. You’re right, we did it. We’re very sorry.»
«He lived to see his laissez-faire ideas embraced by the mainstream, especially during the 1980s, a watershed decade for the acceptance of Friedman’s ideas. His views of monetary policy, taxation, privatization and deregulation informed the policy of governments around the globe, especially the administrations of Ronald Reagan in the United States and Margaret Thatcher in the United Kingdom. His ideas were studied throughout the world, and played a major role in the transformation of China’s economy.
«29 January 2007 has been declared Milton Friedman Day by Arnold Schwarzenegger, Governor of California, to honor his life, works, and achievements, as well as his influence on modern economic and governmental policy.»
En este articulo del Dallas News mencionan:
«One of the most influential economists of the 20th century, Mr. Friedman championed individual choice on topics ranging from Social Security to the military draft. He revived conservative economic theory after the big-government era of the 1940s, 1950s and 1960s, leading the movement that says government’s proper role in the market is to stabilize the growth of the money supply – and stay out of the way.
Milton Friedman His views gained traction in the 1970s when a combination of high unemployment and inflation, known as «stagflation,» sharply ended the long post-World War II boom.
«Inflation is always and everywhere a monetary phenomenon,» he often said.
«Friedman’s monetary framework has been so influential that, in its broad outlines at least, it has nearly become identical with modern monetary theory,» Ben Bernanke, now chairman of the Federal Reserve, said in a 2003 speech at the Federal Reserve Bank of Dallas.
«Mr. Friedman, an economic adviser to presidents Richard Nixon and Ronald Reagan»
«Mr. Friedman’s ideas were not initially hailed, and they remain controversial, especially among those who believe government should be a more active player in the economy.
But the core of Mr. Friedman’s work – that controlling the money supply is a major key to economic health – was embraced widely across the political spectrum.»
«Milton Friedman is regarded as one of the 20th century’s leading economic scholars»
continuo con Hayek en el siguiente post….
Carlos
18 marzo, 2007 at 12:50 pmSobre el «insignificante» Hayek wikipedia menciona:
«He is considered to be one of the most important economists and political philosophers of the twentieth century.»
«He also received the U.S. Presidential Medal of Freedom in 1991»
«In the 1930s, Hayek enjoyed a considerable reputation as a leading economic theorist, but his models were not received well by the followers of John Maynard Keynes. Debate between the two schools of thought continues to this day. Hayek’s positions have gained in currency in the US and UK since the late 1970s«
«In 1974, he shared the Nobel Memorial Prize in Economics, causing a revival of interest in the Austrian school of economics.«
«Margaret Thatcher, the Conservative British prime minister from 1979 to 1990, was an outspoken devotée of Hayek’s writings. Shortly after Thatcher became Leader of the party, she “reached into her briefcase and took out a book. It was Friedrich von Hayek’s The Constitution of Liberty. Interrupting [the speaker], she held the book up for all of us to see. ‘This’, she said sternly, ‘is what we believe’, and banged Hayek down on the table.”[5] After winning the 1979 election, Thatcher appointed Keith Joseph, the director of the Hayekian Centre for Policy Studies, as her secretary of state for industry in an effort to redirect parliament’s economic strategies. Likewise, some of Ronald Reagan’s economic advisors were friends of Hayek»
«Having heavily influenced Margaret Thatcher’s economic approach, and some of Ronald Reagan’s economic advisors, in the 1990’s Hayek became one of the most-respected economists in Eastern Europe. There is a general consensus that his analyses of socialist as well as non-socialist societies were proven prescient by the breakup of communist Eastern Europe.»
Repito, estos dos posts NO son para iniciar una discusión que tan buenas han sido las ideas de Friedman y Hayek, solo para intentar demostrar su influencia, bien sea positiva(para mi) o negativa (para ti).
Es probable que su influencia no se note en los articulos,libros que tu lees. Es incluso probable que no lo sea entre los «economistas de profesión». Pero entre el publico en general y entre los políticos, la influencia de Hayek y Friedman es superior a muchisimos de los economistas que tu conoces.Te puedo apostar lo que quieras que si hacemos una encuesta entre personas con cierta formación intelectual, la probabilidad de que conozcan a Hayek y Friedman, con buenas o con malas opiniones, es muy superior a los demas economistas que mencionas.
Si ya se que para ti el publico y «las masas» no tienen porque saber de economia, que es un tema que solamente lo pueden manejar los «iniciados» filosofos reyes de la economia. Pero, parafraseando una frase famosa, la economia es muy importante para dejarla en manos solamente de los economistas.
Me parece que sabes mucho de economia pero querer negar la influencia de Hayek y Friedman (buena o mala, eso lo juzgaremos en su momento)me parece increible viniendo de ti que te precias de no ser dogmatico.
Saludos,
Carlos
Carlos
18 marzo, 2007 at 1:52 pmDaniel: sobre que el «libre mercado» no esta de moda cito el articulo de wikipedia sobre «free trade»:
«Though it creates winners and losers, the broad consensus among members of the economics profession in the U.S. is that free trade is a large and unambiguous net gain for society.[3] [4] In a 2006 survey of economists, «87.5% agree that the U.S. should eliminate remaining tariffs and other barriers to trade» and «90.1% disagree with the suggestion that the U.S. should restrict employers from outsourcing work to foreign countries.»[5] Quoting Harvard economics professor Gregory Mankiw, «Few propositions command as much consensus among professional economists as that open world trade increases economic growth and raises living standards.»[6] «
Ahora te hago una pregunta: Si el libre mercado no esta de moda CON RESPECTO a hace algunas decadas entonces entonces:
-Porque Bush Padre y Clinton apoyaron el NAFTA y el fallido ALCA?
-Porque el congreso de Estados Unidos le dio la autoridad al ejecutivo para firmar acuerdos comerciales (el famoso «Fast Track» que vence ahorita)
-Porque USA ha firmado acuerdos comerciales con varios paises en los ultimos años (australia, singapur, chile, centroamerica,etc)
-Porque ingreso China a la OMC?
-Porque se creo la OMC?
-Porque se creo y consolido la Union Europea que tuvo ´motivaciones políticas pero tambien muy comerciales
-Porque se habla y promueve la Globalización en estos dias, para bien o para mal?
– Porque yo leo sobre Iniciativas de tratados comerciales, baja de aranceles, liberalización de sectores, etc en America Latina y muchos paises del tercer y del primer mundo?
-Porque, a pesar de las dificultades, USA, la Union Europea mantienen vivas las negociaciones de la ronda de Doha y no las han cancelado definitivamente?
-Porque china acaba de reconocer la propiedad privada?
-Porque la china y la india han creado leyes para favorecer la inversión extranjera dirigida a la exportación?
-Porque a la Union Europea vienen ingresando paises del este de europa dispuestos a ceder parte de su soberania a cambio de poder ingresar a ese mercado (bastante libre internamente)?
-Porque chile busco un acuerdo con china y ahorita lo esta haciendo peru?
-Porque chile decidió ingresar a la CAN?
-Porque hasta el socialista chavez promueve el Alba, y decide ingresar al mercosur?
Puede que a ti no te guste el libre mercado pero decir que no esta RELATIVAMENTE mucho mas de moda a como lo estaba hace 30,40 años en «tu dorada epoca keynesiana», me parece otra increible negación de la realidad.
Ahora, me parece que tiendes a generalizar o particularizar dependiendo de si te conviene.
Siempre han existido enemigos del libre mercado, en especial muchos ricos y grupos de interes que les conviene el proteccionismo, la intervencion estatal y en general el corporativismo y el mercantilismo. Pero generalizar diciendo que en el mundo desarrollado se oponen al libre comercio es temerario. Hace unas semanas lei que una asociación de agricultores le pidio al congreso aprobar los TLC de Colombia y Peru. Y tambien lei que lo hacia una asociación de empresarios. Tu parece que solo lees lo que dicen los democratas y los sindicatos que los apoyan.
Mito: todo el mundo se opone al libre comercio
Realidad: algunos se oponen, otros lo favorecen segun su ideas o el analisis costo/beneficio que realizen.
Te cito la ultima edición de la revista Dinero (ver dinero.com). Los «anti-libre mercado» en el primer mundo siguen buscando mas libre mercado:
«Aeronáuticas. Acuerdo de cielos abiertos en problemas.
El 2 de marzo, Estados Unidos y la Unión Europea dejaron listo el borrador de un acuerdo para liberalizar el mercado de pasajeros entre estas dos regiones y que ofrece derechos a los inversionistas europeos al acceder a las aerolíneas estadounidenses. El acuerdo les permitirá a las líneas aéreas europeas volar desde cualquier ciudad de Estados Unidos a otra de la Unión Europea. Michele Cercone, portavoz de transportes de la Unión Europea, aseguró que entre los beneficios del acuerdo están la reducción del precio de los tiquetes, la generación de 80.000 nuevos empleos y el aumento en un 50% del tráfico de pasajeros sobre el Atlántico que hoy es de 50 millones de personas anuales.»
Por supuesto. Siempre estan los privilegiados de siempre, que tienden a ya ser ricos, oponiendose al libre mercado:
«Sin embargo, algunas aerolíneas europeas no están de acuerdo. British Airways y Virgin Atlantic aseguraron que el pacto solo favorecerá a las empresas estadounidenses pues según lo negociado, tendrían que desprenderse de algunos de sus derechos de aterrizaje en el aeropuerto londinense de Heathrow. No se descarta que las estadounidenses United Airlines y American Airlines se sumen a las críticas, pues también perderían la exclusividad de los vuelos a Estados Unidos.»
Daniel, las ideas y politicas de libre mercado estan mas de moda EN COMPARACION con las decadas pasadas. No tanto como yo quisiera pero mucho mejor que en los años 60 y 70.
Te sugiero dejar de ver tanto programa de Lou Dobbs y leer otras fuentes como Dinero.com, The Economist,The Wall Street Journal,etc. Te aseguro que veras un mundo mas cercano al libre mercado del que insistes en negar.
Saludos,
Carlos
charlie
18 marzo, 2007 at 3:09 pmLegalizar la droga ?
Qué pena, pero no se va a poder.
Porque, mientras los adictos se hacían adictos, la Economía se hacia adicta al dinero de la droga.
Juan Francisco
18 marzo, 2007 at 3:22 pmotro ejemplo de cuando la evidencias empíricas contradicen las intuiciones o supuestos sociales:
recuerdo una investigación de los andes que llegaba a la conclusión que las principales zonas expulsoras de personas que ahora se encuentran en desplazamiento no eran necesariamente las más pobres, sino que habían sufrido cambios más o menos recientes en su economía, teniendo incluso un crecimiento considerable. el problema del desplazamiento, entonces, se presentaba porque los agentes armados practicamente llegaban a apropiarse y a lucrarse de esos negocios en crecimiento, lo cual, sumado a una falta de justicia estatal, terminaba por auyentar a todos los habitantes. sin embargo, el Chocó era una escepción a esta regla que se encontró.
Juan Francisco
18 marzo, 2007 at 3:26 pmCharlie:
en lo personal, me preocupa el consumo de droga. varios de mis amigos lo hacen, y me apena porque, desde mi opinión, creo que limita seriamente el carácter y termina por cambiar un poco la personalidad de la gente después de años de consumo. Pero en las sociedades siempre ha habido adicciones, siempre han surgido nuevas formas de consumo, nuevas sustancias, pero la prohibicion es algo casi que nuevo, en comparación de todos los siglos en los cuales el ser humano se ha relacionado con las sustancias psicotrópicas. Por esto no creo que se vaya a generar un caos si se despenaliza y se legaliza.
lelo69
18 marzo, 2007 at 4:39 pmLo unico cierto con la despenalizaciòn de la venta y del consumo, en los pocos sitios que se ha hecho en pequeña escala, es la disminuciòn de la criminalidad,pero al parecer se ha presentado incremento en el consumo.
Las muertes alrededor de las drogas de abuso estan directamente relacionadas con las mafias que controlan y fomentan el negocio y en menor proporciòn por los «accidentes» generados por el consumo (sobredosis,intoxicaciones,infecciones etc) que tiene que ver principalmente por la falta de control sanitario, dado que los fabricantes y distribudores no guardan ningunas normas èticas ni tecnicas. Se cree que si se legalizaran tambièn disminuirian las muertes por «accidentes» ya mencionados.
Sergio Méndez
18 marzo, 2007 at 4:59 pmLelo:
No es cierto que el consumo se ha incrementado con despenalización. Precisamente hace poco una alumna, ya graduada de economía de los Andes, me pasó su tesis sobre el tema, y tenía un capitulo con datos sobre como se ha manejado la cuestión en Holanda, que tiene niveles de consumo mucho menores que la mayoría de países donde está prohibido.
Anónimo
18 marzo, 2007 at 5:00 pmLos economistas solo saben hacer autopsias de los hechos económicos. Casi siempre equivocadas.
lelo69
18 marzo, 2007 at 5:15 pmSergio: «al parecer se incrementa el consumo» la referencia que tengo es una investigaciòn en un pueblito alemàn donde se permite la venta y consumo en una àrea deprimida donde tradionalmente existen «ollas» de consumo y alta criminalidad. Desde que se permitio la venta y consumo de las drogas de abuso, las cuales se entregaban gratuitamente y habian sido revisadas tecnicamente para evitar contaminaciones y sobredosis, el resultado fuè disminuciòn marcadisima de los pequeños robos y atracos, menor numero de incidentes (peleas,riñas y amenazas) menos eventos seundarios (sobredosis)pero con respecto al consumo y numero de usuarios se incremento, probablemente usuarios de zonas vecinas ante la calidad y el costo de las drogas. Si hubo o no clientes nuevos? esa respuesta no la conozco. Pero bueno el debate esta abierto y vale la discusiòn de este tema vital y complejo para Colombia.
lelo69
18 marzo, 2007 at 5:23 pmLEGALIZAR O NO, ESA ES LA CUESTION…
Pero Grainne Kenny, presidente de la organización Europa Contra las Drogas (EURAD), no está de acuerdo. Advierte que la propuest de Kuslick equivale a declarar una guerra química contra los jóvenes.
«Esta gente habla de suministrar veneno. La legalización significaría una falta de control en la distribución, la promoción y la exportación de substancias estupefacientes. Las familias se quedarían solas, intentando controlar a adictos cada vez más violentos y desconectados de la realidad.»
Reducción de los efectos dañinos
Para los partidarios de la legalización, los cafés de Holanda, donde se compra y se consume marihuana, y los puestos de intercambio de jeringas en Suiza son ejemplos de lo que llaman «reducción de los efectos dañinos».
Así, el consumo de cannabis ha estado bajando progresivamente en Holanda y las estadísticas indican que es más bajo per capita que en el Reino Unido, donde oficialmente la posesión de la droga sigue siendo ilegal.
Y en Suiza la propagación de virus como el VIH y la Hepatitis «C», como consecuencia de compartir jeringas, se reduce al ofrecer agujas gratis.
Ethan Nadelman del Centro de Políticas de Drogas Lindemith de Nueva York culpa al gobierno de Estados Unidos de permitir que 200.000 estadounidenses hayan sido infectados con Sida al forzarlos a esconder su adicción y a compartir sus jeringas.
«Al final, el tema de fondo no son las drogas y su abuso. El tema de fondo es la reducción de las muertes, de las enfermedades y de los delitos asociados con nuestras políticas prohibicionistas», apunta.
Experimentos
Pero Nadelman admite que todo tambien depende de la vision que se tenga de la naturaleza humana. ¿Cree usted que en una sociedad que permita el uso de drogas la gente tomará la decisión racional de oponerse a ser víctimas o se dejarían caer en la dependencia?
A corto plazo, el más probable resultado de este debate es que los países que no han comenzado a discutir seriamente la legalización, incluyendo el Reino Unido, sigan de cerca lo que ha pasado en países que han aceptado esta alternativa.
En este sentido, el experimento más reciente se lleva a cabo en algunas zonas de Alemania, donde los adictos registrados pueden recibir heroina en centros especiales, sin que tengan que comprometerse a dejar el vicio.
Si eso realmente baja el nivel de robos callejeros, disminuye la propagación de enfremedades y reduce los costos policiales, se convertirá en una medida que difícilmente otros gobiernos podrán ignorar.
lelo69
18 marzo, 2007 at 5:33 pm¿Se debería legalizar o no el consumo de drogas? Aunque no faltan
argumentos a favor o en contra de su despenalización, los expertos siguen sin
encontrar la respuesta definitiva al problema de la drogadicción.
.
DAVID CONCAR/LAURA SPINNEY
NEW SCIENTIST/EL MUNDO
HUBO un tiempo en que era posible hacer una caricatura de los que se oponían a
las leyes sobre uso de drogas: eran «colgados» de la generación que fue a
Woodstock. Pero ya no es así. En la actualidad, entre los defensores de que no
existan leyes antidroga se encuentra un amplio espectro de personas, desde los
cabezas rapadas (al menos en Europa) hasta los agentes de Policía con muchos
años en la profesión. Existe una especie de alianza no querida, que se
transformará, en el futuro, en el consenso de que debe relajarse el grado de
prohibición.
Pero entre la niebla del debate brilla un hecho indiscutible: el dinero que se
presupuesta para reforzar las leyes restrictivas no ha servido (y posiblemente
no servirá nuca) para disminuir el problema de la drogadicción.
Los políticos lo saben. Las frases anunciadoras de lucha antidroga siguen
saliendo de los despachos de los políticos, pero saben que la batalla está en
limitar los daños que se derivan de su utilización. Uno de los eslóganes
actuales resulta decididamente prosaico: «Reducción de daños mediante
tratamiento y prevención».
Esto se traduce en que, en la actualidad, las prioridades son reducir los
riesgos para la salud y, por tanto, los costes que entraña el abuso de drogas,
así como cortar el cordón umbilical que asocia consumo de drogas y crimen.
.
Eficacia económica
.
«Necesitamos hacer hincapié en que tratamiento y prevención son más importantes
que la prohibición», comenta Richard Clayton, director del Centro de
Investigación en Prevención de la Universidad de Kentucky.
En agosto llegaron alentadoras noticias procedentes de un estudio realizado en
California sobre la eficacia económica del tratamiento de adicciones. En el
artículo se estimaba que por cada dólar invertido en diferentes programas de
tratamiento se ahorraban siete, en reducción de cuenta sanitaria y tasas de
criminalidad. Pero la pregunta es: ¿se pueden multiplicar estos ahorros
despenalizando el abuso de drogas?
Los investigadores y expertos en política sanitaria se ven también entre la
espada y la pared. Los que se oponen a la despenalización creen que las
técnicas utilizadas en la actualidad para reducir los daños producidos por el
abuso de drogas tienen como fin el deseado control de la drogadicción. ¿Pero
están en lo cierto? La piedra angular que mantiene el sistema de reducción de
daños es el tratamiento con metadona.
Para los heroinómanos, chutarse tres veces al día y buscar suministros ilegales
(como método de pagarse su propio consumo) les lleva tiempo y es peligroso. En
teoría, es mucho más atractiva la opción del suministro estatal de metadona,
limpio y gratuito.
Pero, en realidad, los programas basados en la administración de metadona lo
único que hacen es rascar la superficie del problema. Por cada heroinómano
registrado oficialmente en el Reino Unido existen entre 5 y 10 que prefieren
pagar altos precios y correr los riesgos del mercado negro a los tratamientos
que les ofrece el Estado.
Los encargados de establecer políticas sanitarias aseguran encontrarse como un
conejillo de experimentación al que se le ofrecen dos opciones incompatibles.
El sueño médico es controlar la adicción a las drogas como una enfermedad
crónica, mientras que el de la ley es penalizarlo. Ambos son intentos
desesperados de alejar la «amenaza» que supone el abuso de drogas.
Los defensores de la penalización del abuso de drogas equiparan legislación con
mayor consumo, más adictos y mayores facturas sanitarias. En el Reino Unido, el
tratamiento de un adicto cuesta al año unas 200.000 pesetas. Y cuanto más fácil
y más barato sea obtener una droga, habrá más gente que la consuma ¿no es así?
En los monos y ratas de laboratorio esta sencilla ecuación se suele cumplir. El
consumo de una droga aumenta o disminuye en proporción a lo fácil o difícil que
resulte obtenerla. Pero en los humanos, las cosas resultan algo más complejas.
La legislación podría efectivamente hacer que se pudieran obtener las drogas de
forma mucho más fácil y propagar por ello su consumo. «El precio en la calle de
una droga cara es unas 35 veces superior al que paga el Sistema Nacional de
Salud», comenta Richard Stevenson, economista de la Universidad de Liverpool,
defensor a ultranza de la legislación de las drogas.
En cuanto a los costes sanitarios que implicaría la legalización de las drogas,
los expertos aseguran que es difícil de calcular. Si hacemos que una droga esté
más disponible, ésto podría influir en el consumo de otras drogas, creen los
partidarios de la legislación.
Uno de los peligros que tiene la legalización de la marihuana es el de llevar
asociado el aumento de la demanda de drogas más duras. Pero este no parece ser
el caso de Holanda, país en el que está despenalizado o se tolera el cannabis
en los cafés de Amsterdam desde 1980. Las cifras reales están aún por llegar,
pero no existen estudios que hayan revelado un aumento del consumo de
marihuana. Ni se ha producido un aumento significativo en la adicción a la
heroína.
Más aún, en Holanda, la tasa de consumidores de drogas es de un 0,14% de la
población general, cifra inferior a la del Reino Unido, Alemania o Dinamarca.
Los partidarios de la legalización de las drogas blandas dicen que su
autorización podría ayudar, incluso, a reducir el consumo de drogas duras. En
el Reino Unido, «nos encontramos, por el momento, con la peor de las
situaciones posibles. Los adolescentes que compran cannabis a personas que
además venden heroína y crack», comenta Rusell Newcombe, que estudia las
tendencias de abuso de drogas para las autoridades locales.
Pero la pregunta, a pesar de todos lo expuesto, sigue sin respuesta. ¿Debemos
pararnos en las drogas blandas? ¿Debemos legalizar la posesión, la venta o
ambas cosas? Para Stevenson sería contraproducente legalizar algunas drogas y
otras no, «pues los criminales se concentrarían en la difusión de las no
permitidas, aumentando su precio».
También está convencido de que a menos que se legalicen tanto la posesión como
el suministro de drogas, el mercado negro seguiría floreciendo.
.
Regular el consumo
.
Otros ven complicaciones en la legalización, incluso, de las drogas blandas.
¿Cómo podríamos controlar la venta de marihuana?, se pregunta Clayton. «El
Gobierno estadounidense no ha sido capaz, ni a nivel federal, estatal ni local,
de regular de forma eficaz el consumo de alcohol o de cigarrillos».
Una respuesta sería que la Policía hiciera la vista gorda a la posesión de
drogas. Pero sólo con esto podrían crearse otros problemas. Como dice William
Vodra, legislador que trabajó para la Administración estadounidense en tema de
drogas en los años 70, «aunque toleremos la hipocresía, se puede tener escrito
un libro de leyes y no mirar a las personas que no lo cumplen, pero una
política pública no puede basarse en esto».
Pero hay algo peor, la ley está mejor diseñada para castigar a los usuarios que
a los distribuidores. De los 47.616 juicios por drogas vistos en el Reino
Unido, en 1991, menos de 3.000 se debían a tráfico y más de 38.000 casos eran
por posesión de cannabis.
Al final, el debate de la legalización no se debe centrar exclusivamente en la
fría economía. Todavía está por decidir si es moralmente correcto dar unos
pasos que probablemente expongan a más personas al abuso de drogas.
El hecho de que las drogas más baratas puedan hacer que haya más adictos, puede
llevarnos a una negra conclusión: La legalización produciría una mayoría que
sufriría una menor criminalidad a costa de una minoría condenada a una adicción
miserable.
Pero, ¿qué parte de la miseria tiene su origen en que las drogas sean legales o
ilegales? El principal problema al que se enfrentan los adictos a la heroína,
que no quieren o no pueden desengancharse, es el extraordinario coste de las
drogas ilegales.
Para ellos, la legislación debería ser compasiva. Más aún, es público y notorio
que el daño producido por las drogas depende de las circunstancias sociales y
económicas del consumidor.
Las oportunidades de empleo, la formación de una familia y la educación
contribuyen a un mejor manejo de las drogas. La mejora de estos factores sea
posiblemente la mejor forma de reducir los daños que produce el estar
enganchado a las drogas.
.
Sergio Mendez
18 marzo, 2007 at 5:54 pmLelo:
Igual el debate está mal enfocado. El debate no es si el consumo se incrementa o no con la legalización, sino si el estado TIENE DERECHO a prohibirlas. Si es cierto lo que yo creo, que el estado NO tiene el derecho a prohibirlas, como no tiene derecho a prohibir la venta y consumo de alcohol y tabaco, entonces los argumentos sobre si la legalización aumenta o disminuye el consumo son debates pero de segundo plano.
Daniel Vaughan
18 marzo, 2007 at 6:31 pmCarlos,
Hay que tener mucha paciencia conmigo lo sé. Pero bueno, como usted dice, «ay dios, aquí vamos de nuevo».
1. Yo no tengo un sesgo anti-liberal. Esa es la lectura que hace una persona dogmática de usted. De hecho es el guerrillero de las farc diría lo mismo de mi, que tengo un sesgo anti-marxista/leninista, o sea lo que sea que ellos creen.
Insisto, no hay ningún sesgo. Y vamos a ver por qué:
2. Yo no niego que Hayek y Friedman fueron grandes pensadores. Negarlo sería absurdo por varias razones: (i) Los tipos tienen méritos que yo nunca tendré: los dos son Premios Nobel, por ejemplo. Este es un argumento que se puede criticar, pero como yo soy académico, y creo que uno tiene que tener algo que mostrar, lo pongo para empezar. (ii) No los he leido lo suficiente. Y yo no discuto algo de lo que no se.
Lo que no es cierto es que el capitalismo, que tanto a usted como a mi nos gusta, se lo debamos a Friedman o Hayek. No importa lo que diga Wikipedia o Arnold Schwarzenegger (yo uso mucho Wikipedia para cosas de matemáticas, pero lo sugiero que tenga cuidado con los hechos históricos. Estoy de acuerdo que esto ha democratizado el conocimiento, pero insisto hay que tener cuidado. Yo solo cito artículos publicados, y eso es tremendamente snob o elitista, si quiere (de hecho yo soy el primero en criticarlo… vea mi post en la otra discusión que estábamos teniendo). Lo acepto. Sobre citar al fisicocultirista austriaco, hay que tener mucho cuidado, por favor.)
Y bueno, todo lo que usted cita en sus posts es evidencia a favor de que Hayek y Friedman fueron grandes figuras. Yo no lo pongo en duda! Mi argumento no fue ese (eso sería una insensatez): lo que yo dije es muy claro. Ni el capitalismo, ni el libre mercado se lo debemos a estos grandes pensadores.
Sobre su apuesta la acepto: le apuesto que ni los economistas que yo menciono, ni Hayek ni Friedman, son conocidos por el público en general (en Colombia, por supuesto). Los economistas que yo menciono sólo los conocen los economistas, y fueron traidos a la discusión porque la discusión era una discusión económica, así que no espero que el público general los conozca (si acaso conocen a Stiglitz que es el economista más mediático de los últimos años). No es sorprendente que la apuesta la vaya a ganar yo: ¿por qué no es sorpendente? Por falta de educación. Pero no pienso ser (más) repetitivo con esto.
Un cordial saludo.
DV
Daniel Vaughan
18 marzo, 2007 at 6:52 pmPanoptiko:
Buenos comentarios, como siempre.
Las condiciones favorables a las que yo me refiero son las siguientes:
1. Colombia es el principal bastión de EEUU en América Latina. Nuestros vecinos nos han hecho un grandísimo favor en esto. Si Colombia Y LOS DEMÁS PRODUCTORES DE DROGA, dicen «a mi esto no me sirve. O negociamos algo que nos sirva, o aplicamos el principio libertario de Carlos y abrimos el mercado», yo ya no veo tan fácil que EEUU diga de manera tan inmediata que nos van a bloquear o sancionar. Se que va pasar, porque los dirigentes de EEUU son tan cerrados y cortoplacistas que eso va a pasar. ¿Por qué no lo veo tan fácil? EEUU no se puede dar el lujo (bueno, la verdad es que EEUU se puede dar ese y muchos otros lujos) de armar pelea con toda América Latina. Tiene peleas con todo el mundo. Colombia ha sido la excepción. Así que el contexto latinoamericano no puede ser mejor.
2. El contexto mundial. Tiene mucho que ver con lo que decía antes. El desprestigio de EEUU ante la comunidad internacional ha llegado a un punto muy alto, probablemente el más alto (hasta ahora) en la historia. Por eso decía que si se hace un manejo inteligente de la diplomacia las sanciones se pueden reducir.
En primer lugar hay que presentar la discusión con argumentos. Hay que convencer al resto del mundo que el principal problema de Colombia y los otros países productores es el narcotráfico. Yo creo que esto se puede hacer, pero toca hacerlo de manera colectiva: por eso sugerí también que esa puede ser una iniciativa que venga desde la academia.
No es lo mismo hacer la discusión como lo hacen Chavez, el presidente de Irán o de Corea del Norte. Hay que hacerlo con argumentos, de manera racional, y bueno, con un excelente manejo de la diplomacia.
Yo creo que se puede hacer. Se cuáles son los riesgos: el bloqueo y las sanciones económicas.
Pero si me pregunta a mi, yo prefiero que el futuro de mi país sea porque nosotros los colombianos lo decidimos y no porque nos lo impusieron desde afuera. En este sentido yo soy un gran admirador de Castro y el regimen castrista. No sólo no comparto sino que rechazo muchos de los principales puntos ideológicos de su regimen (esto lo digo para que no me ataquen por atacarme). Pero los admiro porque tuvieron la berraquera de decir: «lo que pase con Cuba es porque nosotros así lo decidimos. No porque nos lo imponga nadie más».
Sobre esto último hay que decir una cosa: no es que Daniel Vaughan quiera esto. Si a mi me pregunta esa es mi posición. Pero si me pregunta si Colombia debería asumirla, mi respuesta es: «pregúnteles a los colombianos. Estamos en una democracia. Si nosotros queremos seguir siendo gobernados por otros gobiernos, perfecto, esa fue nuestra elección. Pero si queremos arriesgarnos con otra opción, pues hagámoslo».
Ahora hablando de temas menos serios:
No es que haya un desarraigo por los seudónimos o comentaristas del blog. Esas son las reglas y las acepto. Yo firmo porque creo que hay que poner la cara cuando uno dice lo que dice. Además en este blog hay una asimetría que no me gusta mucho y es que Alejandro Gaviria, por ser quién es, le toca poner la cara: nombre y apellido. Todo lo que diga va a ser juzgado y de manera mucho más fuerte por ser el decano de la facultad de economía de una de las universidades más importantes del país (por no decir la más importante). Los demás tenemos el derecho a decir lo que queramos sin firmar. Entiendo que esas son las reglas y las acepto. Mi comentario a Alejandro tenía más que ver con lo que uno puede esperar de empezar esta discusión. Al nivel del blog está bien mantener el anonimato. Pero si queremos que esto sirva para algo es importante que pongamos la cara y firmemos.
Sobre su recomendación de la topología, muchas gracias. En matemáticas hay cosas que a mi me descrestan totalmente: una de ellas es la topología (de hecho el semestre pasado me atreví, sin tener el nivel ni el tiempo a meterme a la clase del doctorado de matemáticas en NYU y la disfruté un montón). La otra es la lógica.
Sobre qué está escribiendo?
Un cordial saludo y gracias por los comentarios.
DV
Carlos
18 marzo, 2007 at 8:04 pmSergio Mendez dio en el clavo. Todas esas discusiones sobre aumento o disminución de consumo me aburren. Las preguntas deberian ser:
Afecta directamente el consumo de drogas a alguien diferente del que las toma? Respuesta: NO
Dado que la respuesta es negativa la fuerza coercitiva del Estado no tiene derecho a intervenir.
Podemos y debemos los demas ayudar a los drogadictos? Respuesta: SI. Si es nuestra elección pero sin coerción.
El cuerpo de una persona es su propiedad y debe controlarlo ella sola.
Si aceptamos que el Estado tiene derecho a controlar los narcoticos, entonces tendriamos que aceptar que controlara prácticamente todas las sustancias, alimentos, bebidas que pudieran considerarse nocivas para la salud y creanme que prácticamente todos las consumimos. Seria lo mas cercano a un Estado Totalitario. y que Dios nos libre de eso. No se si saben que Hitler pretendia volvernos vegetarianos a todos, así como el.
«If we wish to preserve a free society, it is essential that we recognize that the desirability of a particular object is not sufficient justification for the use of coercion.»
Friedrich August von Hayek
Saludos,
Carlos
Carlos
18 marzo, 2007 at 8:12 pmDaniel: me gusta y comparto tu actitud sobre la soberania de las naciones. Es lo unico bueno de Castro, Chavez, Evo y Correa.
Cuando dices: «lo que pase con Cuba es porque nosotros así lo decidimos. No porque nos lo imponga nadie más»
Extiende esa actitud hacia los individuos dentro de una nación y entenderas la libertad: lo que pase conmigo es porque yo lo decidi. No porque me lo imponga nadie mas, no importa que se llame «alcaldia», «departamento», «»gobierno nacional»,etc.No importa que lo haya decidido «la mayoria» asi sea el 99%. Yo debo decidir sobre mis ingresos, yo debo decidir que comprar, que vender y a quien, que pensar, que escribir, donde vivir,etc, MIENTRAS respete el mismo derecho de los demas a elegir.
Y ese es el secreto de la paz y la armonía social:
«Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz»
Benito Juarez
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
18 marzo, 2007 at 8:39 pmCarlos,
Para terminar esta discusión entre usted y yo (por respeto con los demás participantes, y con el dueño de este blog) déjeme decir lo siguiente. Mi lectura de nuestra discusión es que los dos tenemos la misma concepción sobre la importancia de las libertades individuales. Los dos somos liberales y para los dos la libertad es el principal valor.
La única diferencia es que para mi la educación es una condición necesaria para la libertad, mientras para usted la educación es una forma de adoctrinamiento que por lo tanto limita la libertad individual. Pero yo le doy el mismo contraejemplo de siempre: usted y yo estamos teniendo esta discusión acá (yo en NY usted en Bogotá, o como Julio E Sánchez decía «desde cualquier lugar del mundo») porque estamos educados. Si usted y yo no hubiéramos sido educados como fuimos educados (o mejor, si no hubiéramos tenido el acceso a la educación que tuvimos) con toda seguridad no estaríamos teniendo esta discusión: probablemente estaríamos recogiendo hojas de coca, o combatiendo en el monte (no por elección propia!).
Me imagino que va a discutir esto, y definitivamente me interesa saber qué piensa (y estoy a la expectativa de ver a quién cita) pero le propongo que llevemos esta discusión al post anterior, para dejar que acá se discuta sobre legalización y no sobre libertad, le parece?
Saludos,
DV
Alejandro Gaviria
19 marzo, 2007 at 1:19 amQuisiera referirme primero a una sugerencia de Daniel, quien propone un manifiesto intelectual en favor de la legalización. En una columna similar que escribí hace unos meses, propuse algo semejante: “el próximo Presidente de Colombia debería convertirse en el líder de una compaña mundial en favor de la legalización de la droga. Una compaña que comience por reunir a los ya convencidos: los economistas libertarios, los progresistas arrojados, los expertos en salud pública y las muchas víctimas de una guerra imposible”. Valdría la pena también que algunos legalizadores vergonzantes salieran del closet. En fin, comparto la idea de seguir sumando voces a esta causa pérdida.
Dice Jaime: “Pero más tonto es discutir sobre la legalización de las drogas, que no habrá antes de 2010 y cada vez dudo más que antes de 2110”. Comparto su pesimismo sobre la legalización. Lo que no comparto es su impaciencia con las causas pérdidas cuando el mismo ha afirmado varias veces que sus peroratas son inútiles: murmullos contrarios ahogados por la gritería progresista. A veces vale la pena criticar las ideas preconcebidas. Señalar la estupidez de las normas más arraigadas. En últimas, creo que los opinadores consuetudinarios nos podemos dar ciertas licencias. Al menos tenemos como excusa la falta de tema.
Me gusta el punto de Jaime sobre el círculo vicioso entre mal gobierno y mala oposición. Creo que la calidad de la oposición ha terminado por afectar la calidad del Gobierno y viceversa. Al respecto, sólo quisiera mencionar el final de la columna de Ramiro Bejarano: “Solidaridad con el periodista y amigo Darío Arizmendi, ahora en el exilio por cuenta de la tranquilidad que nos está dejando la Seguridad Democrática. ¿Quién será el próximo?”. Esta opinión no sólo es un insulto a la inteligencia: es también de una deshonestidad descarada. Y hablando de causas pérdidas: los lectores le otorgan un cinco admirado al columnista.
Juan Francisco: Gracias por su comentario. Mi intención no era despreciar la sociología. Quise, más bien, señalar que ciertos discursos sociológicos son bastante adeptos a la demagogia culposa. Gracias por el dato de Sticky Fngers. Si no estoy mal la carátula tiene una lengua multicolor.
No creo que los argumentos sobre el aumento del consumo o sobre las consecuencias de la legalización (en general) sean irrelevantes. Los argumentos libertarios cuentan. Pero los otros también. Sobre este tema, jamás nos pondremos de acuerdo. Pero no creo que valga la pena establecer una jerarquía entre los argumentos en pro de la legalización. Además, creo que el consumo sí aumentaría con la legalización. Y que los impuestos al alcohol y al tabaco son necesarios.
Panóptico nos dice que los mafiosos no son necesariamente malos. Descubro, sin embargo, una pequeña contradicción en su post. En algún momento, habla de la importancia de la vida. Pero reconoce que las mafias asesinan a sus disidentes. De acuerdo: las mafias son inextinguibles. Necesarias, quizás. Un reflejo de esa parte oscura de nuestro corazón. Pero ello no las hace menos reprensibles moralmente.
Finalmente, comparto la insistencia de Daniel sobre la importancia del pensamiento crítico. Yo también creo que la economía se está convirtiendo en una disciplina irrelevante. Su obsesión con la formalización, su temor a cualquier cosa que suene ad hoc , la está transformando en una rama inferior de las matemáticas. Muchos departamentos de economía (en los Estados Unidos especialmente) se podrían tomar por departamentos de ajedrez: se dedican a algo intrínsicamente interesante; están llenos de gente inteligente; pero, en últimas, son sólo eso: aglomeraciones de inteligencias inútiles. Yo tenía un profesor que decía orgulloso: todo lo que yo hago es inútil.
Alejandro Gaviria
19 marzo, 2007 at 1:30 amAlgunos datos adicionales:
Hace tres décadas, las mafias colombianas estaban conformadas por 60 u 80 organizaciones, que exportaban conjuntamente 300 kilogramos mensuales de cocaína hacia los Estados Unidos. Una de estas organizaciones (controlada por los hermanos Herrera y asentada en la ciudad de Calí) inició la importación a gran escala de pasta de coca desde Perú y Bolivia. En su momento de furor, los Herrera alcanzaron a exportar hasta 40 kilos/mes de cocaína refinada a los Estados Unidos. Por la misma época, Gustavo Restrepo, un emigrante antioqueño, se había convertido en el principal distribuidor de cocaína en la ciudad de Nueva York. Teodoro Campo Gómez, entonces jefe de la unidad antinarcóticos del F-2, tuvo la clarividencia necesaria para advertir la gravedad de lo que apenas comenzaba. “Tenemos que cambiar” le dijo a the New York Times entre resignado y compungido ante la fuerza de un negocio que desbordaba sus precarios medios de contención. Casi 30 años más tarde, entronizado ya como director de la policía, el general Campo pudo darse perfecta cuenta de que nada había cambiado para bien. O mejor, de que todo se había tornado peor.
Carlos
19 marzo, 2007 at 4:44 amEsa critica de alejandro de que la economia parece estar convirtiendose en una rama menor de las matematicas me parece supremamente importante. Y no es una critica nueva. Ya lo decia Hayek en su discurso del Premio Nobel hace mas de 30 años:
«It seems to me that this failure of the economists to guide policy more successfully is closely connected with their propensity to imitate as closely as possible the procedures of the brilliantly successful physical sciences — an attempt which in our field may lead to outright error. It is an approach which has come to be described as the «scientistic» attitude — an attitude which, as I defined it some thirty years ago, «is decidedly unscientific in the true sense of the word, since it involves a mechanical and uncritical application of habits of thought to fields different from those in which they have been formed.»
«While in the physical sciences the investigator will be able to measure what, on the basis of a prima facie theory, he thinks important, in the social sciences often that is treated as important which happens to be accessible to measurement. This is sometimes carried to the point where it is demanded that our theories must be formulated in such terms that they refer only to measurable magnitudes.
There may thus well exist better «scientific» evidence for a false theory, which will be accepted because it is more «scientific», than for a valid explanation, which is rejected because there is no sufficient quantitative evidence for it.
The social sciences, like much of biology but unlike most fields of the physical sciences, have to deal with structures of essential complexity, i.e. with structures whose characteristic properties can be exhibited only by models made up of relatively large numbers of variables. Competition, for instance, is a process which will produce certain results only if it proceeds among a fairly large number of acting persons.»
Ver aquí.
Saludos,
Carlos
panOptiko
19 marzo, 2007 at 9:05 amDaniel, de acuerdo: la posición diplomática de Colombia en este momento es muy conveniente para cualquier planteamiento propio. Usted propone una iniciativa académica, y en general eso es lo que hacemos acá, pero yo no veo claro el papel que juega la academia en el país. De acuerdo a lo que entiendo, se trataría de de presentar un estudio al respecto, escribir comunicados conjuntos, o insistir hasta el cansancio. Ejemplos de ellos creo que hay varios: el malpensante publicó hace unos años un especial dedicado solo al tema, Carlos Gaviria lo defendió como magistrado en los noticieros (ojo, no es campaña, solo hechos). Pero para mi sigue siendo borroso: información para que los políticos cambien de parecer? O información para que la opinión pública acoja semejante cambio? O las dos?
Siento que a veces lo que asalta es el desespero, que no se es escuchado, que se bota el tiempo en opinadera. No creo que sea tan así – que perdamos el tiempo -, pero si se podrían hacer más cosas. Por lo menos ganarse el espacio electrónico. Recuperar la buena oposición desde acá (por ejemplo, lo que comenta Alejandro del columnista debería ser sabido por todos los lectores del Tiempo en internet, pero como sólo tenemos un diario en el país)
Yo, como usted, creo que los pasos para mejorar el rumbo del país está en trabajando para y con los colombianos, no para los políticos. Por eso me inclino más por empezar por los medios de comunicación – en eso es lo que se están convirtiendo los blogs. Y también estoy de acuerdo en que se necesita actuar en conjunto – aunque me asustó la crítica que se le hizo en un comentario pasado al colectivismo, en ello voy a pensar. Se me ocurre que se podría hacer un blog colectivo para hacer comentarios académicos cortos sobre lo que publica el tiempo (ya que los foros del mismo son un inodoro – aunque yo veo algo de positivo en ellos). Resalto lo de cortos porque se que varios acá ya hacen eso pero, como dice JR, lo que tenemos de general en el país es que no se sabe leer. Pero toca empezar por algún lado (el solo aprender del arte de la conversión argumentada es un buen ejercicio, creo yo)
Alejandro, la contradiccion que me imputa hace parte de un umbral inevitable. El que se mete de boxeador acepta que puede morir en el ring. Y si un boxeador golpea con sevicia hasta matar no lo salva su investidura. La idea seria contreñir la ilegalidad de la mafia hasta que no se le pueda hacer free riding, que la ilegalidad se reduzca a solo violar una norma, no todas. Pero aun así es ilegalidad, y eso genera que algunos individuos se sientan que están mas allá de las normas sociales existentes. Un orden lógico diferente requiere instituciones diferente para evitar esos comportamientos. Esto es muy cercano a la situación de los esmeralderos, y lo de la traquetizacion. La gente en Colombia ya esta acostumbrada a la muerte, y el trabajo de devolver el valor a la vida no es inmediato, ni fácil, y seguro requerirá de etapas que incluirán concentrar el riesgo de morir dentro de ciertas esferas sociales, antes de reducirlo a lo mínimo.
De los varios: yo uso seudónimo por varias razones, entre ellas mis intereses literarios – medio que incentiva el uso de tales – y que al principio blogger sólo permitía colgar los comentarios con el nick de la cuenta. Pero mi identidad no la escondo – de hecho, en los post que cuelgo en otros blogs en los que colaboro firmo com mi nombre. Lo que no podemos desconocer es la historia violenta del país, que a muchos ha matado por sus opiniones, y calificar a quienes no lo hacen de cobardes o encapuchados está fuera de contexto. Los recientes ataques a algunos espacios electrónicos son otra confirmación de que las condiciones parecen no estar dadas. Hace unos meses, a un blogger algo polémico pero bueno, que si escribe su nombre y está entre los más leídos del país, alguien le escribió que estaba cansado de él, que ya sabía donde vivía y que lo iba a ir a golpear. Uno no sabe hasta que punto sea cierto, pero así están las cosas. (Siendo coherente con lo escrito arriba, este sería un espacio para empezar a recuperar esa confianza, y si quieren, se empezaría dando ejemplo con las conversaciones acá sostenidas)
(Nota: Me pareció raro que nadie rescatara la columna de Holmes, donde hablo sobre las disculpas que pidieron los profesores del Perú al país después de que salieron los resultados del examen de capacidades que al fin aceptaron)
(Ah, y estoy escribiendo sobre la epistemologia según Gaston Bachelard, luego podemos hablar en otro espacio, para no molestar acá – si quiere pase por mi blog)
Anónimo
19 marzo, 2007 at 11:16 amA este blog va a tocar rebautizarlo «Casa de citas»; como dijo otro blogger, aqui se echan todos la wikipedia por la cabeza.
Daniel Vaughan
19 marzo, 2007 at 5:47 pmAlejandro,
De hecho se me acaba de ocurrir que esto puede llevarse un paso más allá. Lo bueno de la academia y los intelectuales es que no tienen límites fronterizos.
Hay estudiantes y académicos colombianos en universidades alrededor del mundo. Se me ocurre que vale la pena no quedarnos esperando a que «el próximo Presidente se convierta en el líder de una campaña mundial» sino empezar a andar esto. ¿Cómo?
Lo primero es redactar un documento bien jalado: un documento lo suficientemente claro que diga cuáles son las posiciones intelectuales a favor y en contra de la legalización de la droga. Puede ser útil hacer una revisión de la literatura, porque yo se que hay mucha gente que ha trabajado en esto (no sólo economistas y politólogos, sino también el punto de vista médico sobre los posibles efectos de la legalización en términos del aumento de la adicción).
Cuando tengamos un documento bien jalado (el «bien jalado» significa que hay un grupo de intelectuales y académicos en Colombia que cree que es lo sucientemente contundente) el siguiente paso es empezar a difundirlo entre académicos alrededor del mundo. E ir recogiendo firmas. Yo no creo que sea difícil. Bueno, puedo estar pecando por idealista (como me suele pasar).
Le dejo la inquietud. Si le parece cuente con mi colaboración desde acá.
Saludos,
DV
Daniel Vaughan
19 marzo, 2007 at 7:01 pmDe hecho déjeme sugerir algo más:
1. Hacer una revisión de la literatura sobre los efectos (pros y contras): ciencias sociales (economía, sociología, ciencia política, psicología) y ciencias básicas (medicina y neurociencia).
2. Hacer una revisión de la literatura sobre experiencias pasadas similares, que por supuesto han fracasado.
3. Con esto escribir un primer documento.
4. Montar una ONG que tenga como único propósito vender la idea. Problemas como la financiación y logística tocaría sentarse a pensarlos con detenmiento.
5. Montar una página WEB de la ONG en donde TODA la documentación esté disponible. Además empezar a recoger firmas de intelectuales, académicos y personalidades (desafortunadamente los demás que no somos importantes pesamos poco en esto).
6. Ya con algo todo esto montado, dedicarnos a recoger firmas y apoyo de personalidades, académicos e intelectuales a nivel internacional.
Insisto que no podemos esperar a que llegue un presidente que haga esto. La iniciativa tiene que ser de nosotros. El presidente de turno puede no apoyarlo. Es clave que esto sea independiente del proceso político. De esta forma la probabilidad de una sanción internacional se reduce.
Me gustaría saber qué piensan los demás blogueros, y usted Alejandro.
Saludos,
DV
Daniel Vaughan
19 marzo, 2007 at 7:04 pmSe me olvidaba:
Otra cosa clave es hacer una revisión de dos cosas:
1. Cuánto se gasta el mundo entero en lucha antidrogas, y cuáles son las proporciones por países. (esto ya debería ir incluido en el primer punto del post pasado, pero igual es super claro tenerlo porque hay que argumentar que si en vez de gastarnos billones de dólares en esta lucha y los invertimos en campañas de educación y salud pública los efectos de la legalización se reducen. Toca montar bien el argumento, pero esa es la idea).
2. ¿Cuáles paises en el mundo tienen sistemas cercanos a la legalización? ¿Cuál ha sido su experiencia?
Lo bueno es que esto que estoy diciendo no es nuevo, no me lo inventé yo. Estoy seguro que de esto se ha escrito mucho, así que lo que toca es hablar con expertos y dedicarnos a hacer una interminable revisión de literatura.
Yo estoy lleno de trabajo, pero le quito tiempo a otras cosas.
Saludos,
DV
lelo69
19 marzo, 2007 at 11:18 pmEn 1994 Gustavo de Greiff, en una conferencia sobre políticas de droga, en Baltimore, Estados Unidos, se declaró a favor de la legalización. Se convirtió en demonio. Surgieron inmediatamente acusaciones de que estaría envuelto en el tráfico. Hoy, de Greiff no puede entrar más a Estados Unidos. El gobierno le quitó la visa. La presión fue tan grande que el 18 de agosto de 1994 dejó su cargo en Colombia y se fue a México para hacerse profesor universitario. Entre otros argumentos, el ex procurador de Colombia, de 74 años, destaca que “la prohibición es un desperdicio de energía” y que está destruyendo las fuerzas de seguridad pública en el mundo entero por cuenta del increíble poder de corrupción de los narcotraficantes. En su opinión, cuanto más los estados invierten en el combate a la producción, distribución y al trasiego de drogas, más condiciones estarían creando para alimentar una fuerza paramilitar financiada por las mafias narcotraficantes. La prohibición de las drogas produce una guerra que podría evitarse completamente.
En la sociedad y también en los medios, una nueva relación con la política que debe ser adoptada en relación a las drogas también se viene debatiendo
Algunos periodistas y articulistas han escrito artículos apuntando a la legalización como una mejor posibilidad que la guerra contra las drogas. Entre ellas, destaca el texto de Hélio Schwartsman del pasado 13 de marzo, publicado en la Folha de Sao Paulo. En él destaca que la tasa de homicidios es de 2,4 por cada cien mil habitantes en Francia, contra 23,5 en Brasil. “En los Estados Unidos, la más embrutecida de las naciones industrializadas, el número es de 6,6. En Colombia, si esto sirve de consuelo, tiene una tasa bastante mayor: 60 por cada cien mil”.
Y continúa: “en términos macroeconómicos, por tanto, la receta para bajar la violencia es muy simple. Basta que evitemos el camino colombiano de la guerra civil y nos volvamos un país rico. Esa solución se vuelve menos práctica cuando se considera que Brasil no llegará, en los próximos 20 o 30 años, al nivel de desarrollo social verificado en el Primer Mundo”.
Schawartsman dice entonces que el país tiene que buscar otras respuestas para ese tema y concluye: “Puede ser que esté absolutamente engañado, pero creo en la tésis de que las drogas responden por buena parte de la violencia generada por el crimen organizado. Es evidente que, si no existiesen estupefacientes ilícitos, las bandas continuarían existiendo, sólo que dedicándose a otras actividades delictivas. Inclusive así, pienso que el narcotráfico está entre las más rentables —y menos expuestas— de las especialidades criminales […] EN los intersticios de esa amplia estructura, surge espacio para la corrupción de autoridades, contrabando de armas y de productos químicos que serían usados en el procesamiento de droga. En términos estrictamente lógicos, la salida para disminuir el problema de la violencia asociada al narcotráfico es la legalización de las drogas. Perciba el lector que no estoy hablando de descriminalizar o ser tolerante con los usuarios, sino justamente la legalización. La marihuana, la cocaína y la heroína tributarían como las bebidas alcohólicas y los cigarros, y podrían ser vendidos en puntos específicos […] El día en que las drogas estuvieran legalizadas, el poder del narcotraficante no sería mayor del que tiene el dueño de la farmacia”.
Anónimo
20 marzo, 2007 at 1:28 amestoy de acuerdo con la legalización de la droga, además porque deseo que se solucione el problema que en este momento tienen indígenas paeces con el Invima. donde se les impide, a la comunidad Páez, la venta de productos a base de coca que nada tienen que ver con el problema de narcotráfico en el que el país ha estado inmerso durante más de trienta años. mientras que los funcionarios del Invima prohiben semejante estupidez, ellos disfrutan de una deliciosa y helada COCA cola (será este el patrocinador de dicha medida?).
Anónimo
20 marzo, 2007 at 2:12 pmPor que floreció el narcotrafico en Colombia ?
Por muchas razones, una de ellas el culto al dinero de la sociedad antioqueña.
Alejandro Gaviria
20 marzo, 2007 at 3:07 pmLa hipótesis del culto al dinero de los antioqueños es un ejemplo típico de los determinismos sociológicos que se repiten sin probarse. Bastaría mencionar la movible geografía del narcotráfico para cuestionarla. Casi para negarla definitivamente. Los antioqueños se metieron en el negocio. Pero los vallunos también han estado involucrados. Y los sanandresanos (las cárceles de Atlanta están llenas de isleños). Y los costeños. O (más recientemente) los lancheros de Tumaco y los comerciantes de Buenaventura. Para no mencionar los raspachines del Putumayo. O los indígenas del Amazonas. Propongo una hipótesis alternativa: el culto al dinero de la especie humana.
Anónimo
20 marzo, 2007 at 4:30 pmUsted que es paisa, como yo, sabe muy bien lo que significa el culto del dinero en la sociedad antioqueña. No solamente con relación al narcotráfico.. PLATA ES PLATA, para bien o para mal.
A los no paisas, les recomiendo leer “El impacto del narcotráfico en Antioquia”, de Mario Arango y Jorge Child
Daniel Vaughan
20 marzo, 2007 at 4:33 pmAlejandro,
Su propuesta del «culto al dinero de la especie humana» es casi tan vacía como decir que el interés propio.
La razón no puede ser esa, porque si no el narcotráfico habría surgido igual de fuertemente en paises con condiciones naturales y geográficas similares a las de Colombia.
Yo creo que hay que hacer un análisis de las instituciones y valores propias de los colombianos, y por supuesto que este análisis se puede extender a las instituciones y valores propios de la población de determinadas regiones del país.
El problema no es el culto al dinero. El problema de una buena parte de los colombianos es el culto al dinero fácil.
Saludos,
DV
lelo69
20 marzo, 2007 at 4:38 pmHace 10 años estuve en la costa atlántica de Nicaragua en Bluefields en un proyecto del BID que tenia un componente para la prevención de la fármaco dependencia,
resulta que esta área del continente estaba surgiendo una problemática gravísima de adicción a la cocaína, los jóvenes empezaron a utilizar coca inhalada y fumada en una especie de basuco, como consecuencia además de los problemas psicológicos, surgió una situación de violencia nunca vista (homicidios, robos, secuestros etc)
Esta zona de Nicaragua recibe por capricho de las corrientes marinas paquetes de cocaína que arrojan los narcotraficantes desde las lanchas cuando son perseguidos por las autoridades americanas en alta mar..
Los pescadores de Bluefields y sus alrededores cuando encuentran esos paquetes en el mar o en las playas, a los cuales algunos los pastores religiosos incluyendo curas católicos los han denominado “el Maná que les llega del mar” y consideraban licito su comercio dado que les traía beneficios económicos a muchos sin importar las consecuencias más que evidentes en sus propias gente, por eso yo creo que ante el poder del dinero, no hay cura, general o politico que aguante un cañonazo de 50.000 dolares. Pensandolo bien quizàs yo tampoco…
Juan Francisco
20 marzo, 2007 at 4:48 pmcreo que Uribe afecta seriamente el debate público sobre la legalización. recuerdo de carlos gaviria y antanas mockus abrieron este debate cuando eran candidatos. sin embargo, de ser infundadas los temores sobre el aumento al consumo con la legalización, pues tiene un acento real el miedo a este logro. sin embargo yo pienso que el debate hay que hacerlo, porque si bien el aumento del consumo es preocupante, lo es aún más el financiamiento de las mafias y la corrupción de la política por el dinero fácil. creo que con rigor podemos enfrentar el problema del aumneto del consumo, pero los problemas que nos ha traido la prohibición se salieron de las manos a todo el mundo.
Juan Francisco
20 marzo, 2007 at 4:50 pmme equivoque, quise decir, » de tener fundamento los temore spor el aumento en el consumo con la legalización»
Daniel Vaughan
20 marzo, 2007 at 5:45 pmJuan Francisco,
Sobre su planteamiento que Uribe afecta el debate público. Tengo posiciones encontradas al respecto: por un lado, si usted va a discutir es bueno tener con quién discutir y para eso necesita una contraparte: generalmente la contraparte en estas discusiones son los grupos conservadores y la iglesia (sin mayúscula, por favor).
Así que en ese sentido lo de Uribe es bueno, sólo si esa posición extrema que él toma (tan extrema como la mía o la suya de legalizar), aviva un debate que debería darse seriamente.
Eso no está pasando. Probablemente lo que hizo Alejandro Gaviria podría haber servido para empezar el debate.
Lo que me preocupa de la posición de Uribe es que no se si su posición sea fundamentada, o sea una posición política: si a mi me dicen «estoy en contra de la legalización porque el riesgo de tener una juventud totalmente adicta es moralmente inaceptable» ese es un argumento interesante para debatir. Pero si la razón es política, es decir, por tener una buena relación con el país del norte, no puede haber tal discusión. O bueno, la discusión se pasa al plano político, que también es interesante, pero en esa discusión si veo muy difícil que logremos algo.
Saludos,
DV
Alejandro Gaviria
20 marzo, 2007 at 7:10 pmComo lo dice Lelo, no crean que existan vacunas sociológicas contra el dinero fácil. El narcotráfico se ha visto muchas veces como una manifestación de las falencias morales de Colombia. Como un síntoma de nuestra maldad. Yo no creo en esas interpretaciones. Creo que las causas del dominio colombiano son históricas. Una forma trágica de path dependence que habría que estudiar con cuidado. El post es apenas un abrebocas.
Sobre la propuesta de Daniel, creo que mi posición coincide con su último comentario. Los académicos podemos incidir en el debate pero nuestras estrategias de convicción son muy horizontales, dirigidas a nuestros colegas o a una elite reducida. Por tal razón, considero indispensable la participación de los políticos. De aquellos que tienen estrategias de seducción verticales, que pueden incidir verdaderamente en la opinión pública. O que harán cambiar de opinión al votante mediano, quien es, en últimas, quien tiene la palabra en este tema de la legalización. De allí mi propuesta de que sea el presidente (o una figura política encumbrada) quien lidere el debate.
Daniel Vaughan
20 marzo, 2007 at 8:52 pmAlejandro,
Totalmente de acuerdo. Los cambios no van a venir de la academia: sólo los políticos pueden hacer que realmente sea un cambio.
Pero lo otro que es realmente importante es qué motiva a un político a cambiar algo (y esto tiene que ver con la discusión sobre buenos o malos políticos): si son «buenos políticos», el sólo hecho que se genere un debate desde la academia, de un problema que vale la pena intentar arreglar, con seguridad se involucrarán. Si son «malos políticos» éstos se involucrarán sólo si eso genera popularidad o votos. Y nuevamente empezar este debate desde la academia, si se genera un verdadero movimiento de opinión, puede ayudar a motivar incluso a los malos políticos.
Ejemplos de esto último son el calentamiento global o la guerra en Irak. Los «buenos políticos» siempre tendrá una motivación para participar. Los «malos políticos» se meterán sólo si eso genera votos: y a medida en que estos debates se vuelven globales (a diferencia de un debate local, en un blog, por ejemplo), eso genera movimientos de opinión y votos. Hillary Clinton es un ejemplo: yo no he visto que ella tenga argumentos fundamentados para acabar con la guerra en Irak. Pero como el tema es un tema de opinión, ahí está metida.
Sigo pensando que la academia puede hacer mucho más que lo que usted cree que se puede hacer. De hecho esa es una de las principales funciones de los académicos y los intelectuales en una democracia.
Saludos,
DV
Daniel Vaughan
20 marzo, 2007 at 10:08 pmAlejandro,
Incluso me atrevo a decir que la participación de los políticos, «buenos» y «malos», está garantizada:
No hay nada que mueva más opinión que un movimiento con una clara intención nacionalista. Sobre todo con los actuales vecinos que todos respiran un nacionalismo fuertísimo (ver la columna de Salud Hernández por ejemplo).
Saludos,
DV
Alejandro Gaviria
20 marzo, 2007 at 10:33 pmDaniel:
Yo también creo que la academia puede hacer más. Pero su influencia en el corto plazo es limitada. Los académicos pueden incidir sobre las ideas del futuro. Los políticos sobre las decisiones del presente. Pero en todo caso, no me opongo a su idea. Creo, sin embargo, que debería incluir una nómina internacional. Qué tal un documento firmado por George Soros, Gary Becker, Joe Stiglitz, Felipe Gonzalez, Noam Chomsky, los editorialistas de The Economists, Robert Barro, Ricardo Lagos, y hasta Bono…
La cosa sería a otro precio. Saludos.
Daniel Vaughan
20 marzo, 2007 at 11:00 pmAlejandro,
Totalmente de acuerdo. Un documento firmado por Gabriel García Márquez no ayuda mucho. Por eso decía que toca aprovechar que hay una red de estudiantes y profesores en las principales universidades del mundo. Así recoger la firma de premios Nobel y grandes figuras es más fácil: toca apuntarle a Chomsky, Becker (y Levitt por supuesto), Sargent, etc.etc.etc. Pero para que ellos firmen toca tener algo bien montado.
Saludos,
DV
Sergio Méndez
20 marzo, 2007 at 11:26 pmAlejandro:
¿Ud cree que si Alvaro hubiera sido un ferreo «conservador» educando a su hijo habría evitado que su hijo se convirtiera en adicto? Porque yo conozco tantos casos de familias ultra godas, donde a la hora del té la educación no sirve para mucho en ese campo…
Carlos
21 marzo, 2007 at 3:55 amDaniel: acabe de publicar una entrada en mi blog sobre el supuesto merito del gobierno de lucho garzón en la reducción de la pobreza en Bogota. Me gustaría conocer tu opinión. Ver aquí.
lelo69
21 marzo, 2007 at 3:33 pmALGUNOS DATOS INTERESANTES ACERCA DE LAS ADICCIONES.
La idea que tenemos es que los adictos estan todos «llevados» psicoticos y delinquiendo, pero esto no es completamente cierto, acá me permito mostrar unas concluciones de una encuesta de 5.000 usuarios de drogas en Buenos Aires.
Perfil del adicto en Bs Aires..
Estudio de la secretaria de salud de Bs Aires.
Dr. Federico Muraro
En la ciudad de Buenos Aires, los adictos son:
Hombres (79%
Solteros 64 %
Viven en familia 59%
Tienen un nivel de instrucción superior a la media.
Tienen un trabajo estable 32%.
No han tenido problemas con la ley ni registran detenciones policiales 89%
ni tienen causas penales 93%.
Su edad promedio es de 29 años, aunque la franja mayoritaria se encuentra entre los 21 y 25 años.
Se inició en el consumo entre los 13 y los 18 años, y en su familia había antecedentes de consumo abusivo, en su mayoría de alcohol.
Combina dos sustancias o más 57% .
Este perfil es el resultado de un estudio realizado en la Secretaría de Salud porteña, sobre la base de 5000 casos de personas que fueron atendidas en el sistema de salud de la ciudad.
Juan Francisco
21 marzo, 2007 at 4:57 pmen psicología de la familia existen teorías sobre la relación entre las formas de manejo de la comunicación y de la autoridad de los padres hacia los hijos y el desarrollo de adicciones en estos últimos. Pues bien, esta teoría habla de tres tipos básicos de autoridad y de comunicación: LA autocrática (autoritaria, conservadora, centrada en el poder, exigente en mantener tradiciones familiares y modos de vida y de pensamiento). El modo Laissez faire, que es todo lo contrario, donde la autoridad de los padres es ambivalente, del descuido al autoritarismo, dependiendo más del estado de ánimo de los padres que de unas reglas claras. y por último, el modo intermedio, que es el democrático, en el cual los padres más que incentivar las tradiciones o reaccionar abruptamente, incentivan la autonomía del hijo, su capacidad de tomar decisiones desde niño y su capacidad de asumir una propia racionalidad, siemrpe desarrollando la capacidad de reconocer sus propias emociones, para que no empleen razones con necesidades emocionales ocultas o no satisfechas. sin lugar a dudas, la adicción a la drogas tiene mucho que ver con un escape a conflictos emocionales, precisamente porque la sustancia provee una ganacia en este sentido. para las personalidades tendientes a la extroverción, complaciendolos en la búsqueda de sensaciones, y para
las personalidades tendientes a la introversión, aliviando los altos niveles de ansiedad.
resulta que los dos exytremos de autoridad y comunicación se relacionan con el consumo
Daniel Vaughan
21 marzo, 2007 at 6:01 pmCarlos o Alejandro,
Ando tratando de encontrar el estudio que Alfredo Sarmiento hizo de Bogotá, pero no lo he podido encontrar (no lo encontré en la página de Bogotá Cómo Vamos, ni del DNP). ¿Saben dónde se puede leer? Es completamente absurdo que salga el director del DNP/PNUD haciendo alarde de unos resultados que nadie ha comentado ni visto!
Saludos,
DV
Alejandro Gaviria
21 marzo, 2007 at 6:07 pmCreo que ni siquiera hay estudio. Pero no vale la pena. Eso es pura demagogía científica. La gestión de un alcalde no se puede evaluar con base en la tasa de pobreza. Es como evaluar la gestión del gerente de la Federación de Cafeteros con base en el precio internacional.
bebeprobeta
21 marzo, 2007 at 6:40 pm» La Dosis Personal deberia ser un vacilon de apertura y cierre, como lo es la Autopsia «
Charlie Garcia.
Daniel Vaughan
21 marzo, 2007 at 7:22 pmAlejandro,
Si no hay tal estudio Sarmiento debería renunciar. Deberíamos hacer escándalo con esto. Sarmiento habla incluso de econometría que muestra la causalidad. Yo si quiero ver eso.
Saludos,
DV
Alejandro Gaviria
21 marzo, 2007 at 7:45 pmDaniel:
Creo que Sarmiento hace referencia a estudios econométricos (en general) que muestran que no existe una relación sistemática entre crecimiento económico y reducción de la pobreza.
Los argumentos (falaces) de Sarmiento pueden resumirse en el siguiente silogismo: la pobreza disminuyó en Bogotá, el crecimiento no reduce la pobreza, ergo las políticas de la administración Garzón explican disminución de la pobreza.
Daniel Vaughan
21 marzo, 2007 at 8:05 pmAlejandro,
Usted tiene acceso a los medios de comunicación con su columna. En un país donde la academia es madura, los primeros en responder deberían ser los académicos.
A mi me siguen quedando muchas dudas del papel que la academia está jugando en Colombia. Por un lado no hay avances significativos en el conocimiento del objeto de estudio (aunque esto es generalmente cierto en todos los países en desarrollo no sólo de Colombia). Pero ni siquiera están ejerciendo como mecanismo de control de calidad de lo que se hace. Yo si creo que los economistas en Colombia deberían hacer un pronunciamiento fuerte sobre este tipo de estudios. Insisto que Sarmiento debería renunciar si no tiene nada más que mostrar que dos grafiquitas (en la columna sugiere que si tiene econometría hecha).
Le dejo la inquietud. Mi impresión es que usted, por tener acceso a los medios, tiene aún más responsabilidad que los demás académicos.
Saludos,
DV
Juan Francisco
21 marzo, 2007 at 8:13 pmDaniel:
mi crítica a la posición de Uribe es precisamente porque utiliza esto con una intención política clara. aunque no niego que él mismo está convencido de lo que dice. a mí me preocupa esa búsqueda de congruencia del presidente. esa idea de pensar que si se concluye que es inmoral el consumo, entonces no se debe discutir su legalización. pero para Uribe nombrar amigos y aliados políticos en la embajadas, hacerse de la vista gorda con el apoyo paramilitar o mantener la ineficiencia de las instituciones públicas y de la política social no son cosas inmorales.
Juan Francisco
21 marzo, 2007 at 8:17 pmolvide añadir esto:
pero el argumento de Alejandro y de Daniel de involucrar a los políticos en el debate me ha puesto a pensar mucho sobre lo poco eficaz que ees mi propia posición de sólo considrear como importante lo que piensan los bienpensantes (los buenos políticos, que son mas bien poquitos). tienen razón, hay que negociar esto con los malos políticos. creo que una forma es haciendo público a la sociedad y a ellos mismos los beneficios o los incentivos que el debate sobre la legalización puede proveer. pero me pregunto, qué beneficios o incentivos pueden ser estos.
Daniel Vaughan
21 marzo, 2007 at 8:27 pmJuan Francisco,
Yo sobre moral no discuto. De hecho discutir sobre las posibles intenciones de Uribe no tiene mucho sentido (si la discusión es seria, por supuesto).
Los datos que nos dió desde la psicología son fundamentales. Gracias por eso. Queda mucho trabajo por hacer ahí. De esto se ha escrito mucho, así que es importante ver cuáles han sido los avances que se han hecho en los últimos años.
Lo de los incentivos a los malos políticos es facilísimo: no hay nada que mueva más opinión y medios que propuestas de nacionalismo. Si uno lograra impulzar una encuesta de opinión entre los colombianos sobre qué piensan de la legalización y sale (esto no es garantizado, por supuesto) que la mayoría prefiere la legalización, le aseguro que los políticos, buenos y malos, empezarán a aparecer. Son votos. Además como nuestros vecinos están de moda (Correa y Chávez sobre todo, claramente nacionalistas) estoy seguro que los políticos van a empezar a unirse. El grandísimo riesgo que esto corre es que se politice. Antes de hacer eso tocaría tener bien montado un argumento sin prejuicios políticos. Después ellos verán cómo los utilizan y los discuten.
Saludos,
DV
Jaime Ruiz
22 marzo, 2007 at 12:05 amPero si es facilísimo: cuando uno es descortés con las universidades se les sale la dignidad, pero se olvidan de que es de ahí de donde salen los Sarmientos y las Cecilias López Montaño. Bueno, no hace falta pensar en hacer ningún referéndum sobre despenalizar el narcotráfico, basta con saber que precisamente Uribe obtendría mucho apoyo popular castigando la dosis personal…
Bah, el parloteo despenalizador tiene un efecto narcótico más fuerte que el opio. Entre vahos de buena conciencia y victimización se cae en un sopor en el que realmente se toma por culebras a todas las cuerdas que haya colgando. Y el nombre de ese sopor lamentable en el buen romance que defendemos los del Santo Oficio lingüístico es conformismo.
Lo que necesita Colombia para dejar el narcotráfico es un crecimiento robusto que permita desarrollarse una clase media productiva que haga contrapeso a las mafias y sus socios los políticos. Pero eso parece que se va a quedar para la próxima generación, porque la actual sigue soñando con un dictador que legalice el narcotráfico o quién sabe qué decreto redentor que atribuya a cualquier cosa bien lejana y ajena el que predomine una cultura mafiosa. Basta con ver lo que está pasando en los blogs.
Carlos
22 marzo, 2007 at 12:16 amDaniel: ya respondi tu valioso comentario en mi blog sobre la propaganda que andan difundiendo sobre el merito de garzón en la reducción de la pobreza.
Alejandro: tambien me gustaría que lo vieras. Ver aqui
Saludos,
Carlos
Carlos
22 marzo, 2007 at 12:22 amSobre este tema de las drogas, yo creo que la clave es mas bien educar a los formadores de opinión: Ej: columnistas conocidos como Alejandro Gaviria(por ahi lo vi «mojando prensa» en la ultima revista Poder,je,je).
Y a los intelectuales y academicos con capacidad de influencia.Estos a su vez influiran en la opinión publica.
Ese fue el exito del socialismo. Le llegaron primero a los intelectuales, estos le llegaron a la opinión publica y luego siguieron los políticos, quienes en una democracia son simplemente «empresarios de los voticos» y harán lo que les traiga mas votos.
Saludos,
Carlos
Sergio Méndez
22 marzo, 2007 at 12:37 amJR:
«Un dictador que legalize el narcotrafico»…La única cosa interesante en medio se su usual mar de incoherencia y sinsentido. Sería irónico que un dictador protegiera las libertades individuales en vez de coartarlas. Pero más que irónico, bastante poco probable, excepto en la retorcida mente de JR.
Carlos
22 marzo, 2007 at 12:56 amPor favor leer esto
Muy preocupante.
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 2:45 amJaime,
El argumento de mayor crecimiento para reducir los incentivos de paso hacia el narcotráfico tiene bastante sentido económico. Su intuición es la siguiente (lo voy a traducir a un lenguaje más cercano a la economía, por favor corríjame si mi traducción es equivocada): hay dos sectores en la economía uno legal (L) y otro ilegal (I), el último que corresponde al de la producción ilegal de drogas. Su argumento es el siguiente: si los retornos en el sector L son mayores que los del sector I entonces más individuos querrán participar en el sector L, y de esta forma se acaba naturalmente (o por lo menos se reduce significativamente) el sector I.
Hasta ahí estamos de acuerdo: usted sugiere un crecimiento mucho más alto de tal manera que la remuneración en el sector L sea tan alta (incluso más alta) que la del sector I: si no es así no va a haber gente dispuesta a pasar al sector L, pues lo único que los motiva es una mayor remuneración. Ahora bien, qué pasa si la remuneración en el sector I es mucho más alta que la del sector L? Las tasas de crecimiento que usted sugiere tienen que ser muy altas: el ejemplo es claro: si un narcotraficante se gana (no se) 100 millones de pesos al año (que claramente es muy poquito), en vez de 12xSalario Mínimo aproximadamente igual a 5.8 millones de pesos al año (bruto), una cifra promedio de crecimiento necesaria sería: 1600%
¿Cuáles son los supuestos de este cálculo? 1. Un narcotraficante que trabaja en el sector L se gana el mínimo. 2. Un narcotraficante que trabaja en el sector I se gana 100 millones anuales. 3. El salario mínimo aumenta en exactamente lo mismo que el crecimiento real de la economía.
Conclusión: los retornos son tan grandes en el sector I que ningún crecimiento normal alcanza para reducirlos.
Así que toca buscar otras formas:
1. Lucha antinarcóticos: una mezcla de carcel, erradicación y fumigación y otras formas de combatir el narcotráfico. Supongamos que con todo esto se logra bajar de 100 millones el retorno esperado a 50 millones (por razones como incautaciones o sencillamente porque asumimos que la probabilidad de ser capturado 0.5): la tasa de crecimiento de la economía debe ser 760%!
Otra forma entonces es reducir el precio y las rentas asociadas al narcotráfico quitándole el monopolio a los carteles. Si esto es así, y asumiendo una cantidad de cosas que no voy ni siquiera a enumerar acá, se puede uno imaginar que en «el largo plazo» los retornos de los dos sectores se igualen. ¿Cuál es la intuición? Si se legaliza la droga, va a haber muchos más cultivos, y la remuneración de los campesinos va a ser cercana a la remuneración de los campesinos en otros cultivos. El precio baja, aumenta el número de productores y los retornos por lo tanto bajan.
Moraleja: sin ponerle mucha atención a estos números, estoy de acuerdo con usted: el problema es un problema de incentivos económicos. Pero ningún crecimiento razonable en el sector legal logra reducir las altísimas rentas que el narcotráfico, un monopolio establecido por el estado (por ser ilegal), devenga. Así que hay que buscar otras formas de reducir ese diferencial en los retornos. Una salida que tiene sentido es la legalización. ¿Se le ocurre otra?
Saludos.
DV
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 4:51 amCarlos,
Sobre sus preocupaciones mi impresión es la siguiente: uno tiene que aceptar que vive en un país donde hay una democracia. Si la mayoría de la gente llega a querer un gobierno como el de Chavez, o si una izquierda más moderada, ese es el juego de la democracia, y ni usted o yo podemos hacer nada al respecto.
Bueno, si podemos pero tocar jugar dentro de las reglas del juego: generar discusión y un debate sano. Exponer sus puntos de una manera clara y razonada. Eso es lo mejor que podemos hacer.
Sus preocupaciones no creo que sean importantes ahorita. Y en el caso que lleguen a ser importantes a mi no me sorprendería: cuando cerca del 50% es pobre yo no entiendo por qué hace rato no tuvimos un presidente de izquierda. Son de esas cosas que no alcanzo a entender del pueblo colombiano.
Saludos,
DV
Roberto Angulo
22 marzo, 2007 at 7:18 amBueno, yo la verdad soy muy escéptico con los estudios de pobreza en Colombia, lo digo porque he participado en algunos y estoy mamado de eso, pero debe ser una cuestion personal, así que esto es una mera opinión motivada por mi decepción, algo que se me ocurre ahora, lo digo para blindarme del entusiasmo floreciente de los participantes de este blog que a veces exigen en post sustentanciones de tesis doctoral y no se relajan. Me incomodan dos cosas, el abandono del sentido común por la econometría como credencial, y el uso y el ab-uso de los estudios de pobreza en este país.
El tema de la causalidad demostrada econométricamente entre crecimiento y pobreza es inocuo, es un argumento falaz, el cambio en la pobreza es una expresión de la repartición de las ganancias del crecimiento. En esencia, la pobreza es una expresión del crecimiento y la distribución que se conjugan a la luz de una norma (el mínimo o lp). Para qué hacerle examen de causalidad a dos variables que son una expresión de la misma cosa: el cambio de la curva de distribucion de la renta. El proceso de crecimiento es un desplazamiento de la media y un cambio en la distribución (simultaneos), la pobreza es un resultado de esto, evidentemente no hay una relación sistemática porque depende del efecto distributivo que acompaña al crecimiento (que a veces lo subsume a veces no).
Es decir, pareciera que amenazar con mostrar las credenciales econométricas (Columna de Sarmiento) o exigirlas (post de DV) fuera necesario y legítimo, cuando se trata de un dibujo que pareto pintaba a mano en los papers desde 1900 cuando Granger no había nacido. (Otra cosa es la relación entre crecimiento y equidad, que ya Easterly se ha cansado de decir que no es concluyente, que no es lineal…etc…otro mundo).
Lo que sí es cierto, es que todo esto que pasa con Bogotá Cómo Vamos es demagogia, pienso yo, con o sin econometría, por eso no debemos caer en la ingenuidad de pedirla. Es decir, si me muestran el modelo, igual me río.
Bueno…no importa, todo eso es de menor importancia, filigrana aburridora, lo grave es esto, y comparto lo que dice Gaviria «no vale la pena», hace un tiempo (2 años), saltaban de emoción los uribistas del gobierno central con las cifras de la Misión de Pobreza y los de la oposición se mordían el codo, el modelo de Uribe derrotaba el de Garzón, saltó el contralor; ahora, y con la misma metodología de la Misión de Pobreza que tanto criticaron, saltan de emoción los de Garzón … y los uribistas del gobierno central se muerden el codo, el modelo de Garzón derrota el de Uribe.
AL final para eso sirven los estudios de pobreza en Colombia, para que los políticos zurdos o derechos, los de centro o lo que sean, se tomen la foto al lado de un porcentaje de pobreza que baja frenéticamente, venga de donde venga, con la metodología que sea y con los machetes que sean y los ajustes que sean, mientras que el país también, como dice Vallejo, directico pal barranco…desportillándose de tumbo en tumbo en la repartiña…quítate de la vía perico…que ahí viene el tren. Como dicen por ahí.
panOptiko
22 marzo, 2007 at 9:08 amHay veces que no entiendo lo que se dice aca: primero que hay que dejar a los colombianos que decidan lo que quieren o no sobre las drogas, y solo unos comentarios luego buscan una carta con la firma de Bono…
En ultimas, parece, no se contempla nada distinto que imposiciones, y el papel de los academicos aca es ver como se imponen ellos.
Gracias a Juan Francisco y Lelo, que rescatan a la gente entre el marasma de inteligencia.
Alejandro Gaviria
22 marzo, 2007 at 1:17 pmRoberto: comparto todo lo expresado en tu comentario. Además celebró la forma. Y los economistas convertidos en espadachines de estas guerritas ideológicas.
Panóptico: yo no pretendo imponer nada. Y lo de Bono era un chiste. Pero es verdad: a veces es difícil seguir la discusión.
Juan Francisco
22 marzo, 2007 at 3:12 pmpanoptiko: gracias por el comentario, pero no sea tan duro con Daniel, Alejandro y Roberto, o incluso con Jaime, a quien creo ya he empezado a entender. yo no creo que esten imponiendo nada. por e lcontrario, yo estoy aprendiendo mucho de ellos.
Alejandro, Daniel, Roberto: Bueno, yo de economía poquito o mas bien nada, pero me interesa aprender. pero por favor, contestenme esta pregunta. entiendo que en esta ciencia existen posiciones epistemológicas o modelos. entiendo que la crítica que hacen a la confusión entre medidas de pobreza y crecimiento es algo de lo cual se vale la economía neoclásica (tal vez no sea así) pero explíquenme, porque me da la impresión que esta posición es defendida por el gobierno (e incluso por Jaime). Y en el «polo» opuesto (valga la ironía)la izquierda se vale de la misma lógica pero legitimándola de forma proporcionalmente contraria, afirmando que con reducción de la pobreza hay crecimiento (y valga preguntarse qué significa y cómo se mide la pobreza, como variable independiente al crecimiento). pero cuentenme, como para ahorrar tiempo, cual es el modelo que ustedes asumen o hacia el que tienden, porque apuesto a que comparten uno similar; Uno que parece hace énfasis en un crecimiento significativo, centrado en generar posibilidades de redistribución pero acordes a las exigencias micro y macroeconómicas (vivimos en un mundo condicionado, es cierto). pero para hacer esto posible, creo que hay que salirse del campo puramente económico, porque para lograr crear incentivos a esta distribución significativa y progesista son necesarias buenas instituciones públicas y buenos políticos. como quien dice, buena educación, buen periodismo, bunas universidades, buena academia, cultura ciudadana, control ciudadano…
Sergio Méndez
22 marzo, 2007 at 3:25 pmDaniel:
El problema ecónomico es más sencillo en mi opinión. Legalizada o no, con crecimiento o sin crecimiento, el cultivo, la producción y la comercialización de la droga será un negocio rentable en tanto haya demanda. La guerra contra las drogas parte del supuesto de que erradicando la oferta se acaba la demanda. Pero esta demostrado que eso no funciona. El problema es como acabar con la demanda…y no es precisamente con represión que se va a lograr.
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 4:25 pmSergio,
El ejemplo era sólo para mostrar con supuestos simples por qué el argumento de Jaime, que aunque utiliza una intuición económica a mi modo de ver correcta, es falaz.
Usted dice que «la guerra de las drogas parte del supuesto de que erradicando la oferta se acaba la demanda». Yo no se si eso es lo que dicen los gringos o Uribe, pero independentiemente de eso, el argumento es muy flojo. Me parece que el argumento que tiene más sentido es el que expuse: hay dos formas de reducir las inmensas ganancias del narcotráfico: combatiéndola y legalizándola, y es claro que las dos logran el objetivo. La pregunta es cuál lo hace con el menor costo económico y social posible. La respuesta no la sabemos: sólo sabemos que la primera no ha funcionado. De la segunda todavía no sabemos nada, sólo podemos imaginarnos qué puede pasar.
Saludos,
DV
planetaenano
22 marzo, 2007 at 4:30 pmJR :
H Simpsom sostiene que los traficantes y los colombianos deberian adoptar el regimen Taliban.Asi la produccion y el traqueteo quedaria supervisado por las Naciones Unidas.
Julie opina que Homero es un inmoral.Yo salgo a preguntarle a Leonardo BooFF.
Espereme un segundo.
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 4:36 pmRoberto,
Mi lectura de cómo debe interpretar mi enérgico rechazo a lo de Sarmiento es la siguiente: yo soy tremendamente crítico del funcionamiento de la academia en Colombia (de hecho ya escribí algo que puede encontrar en http://www.webpondo.org). Entiendo que por ser un país en desarrollo el verdadero objetivo no se lleve a cabo, es decir, la creación de nuevo conocimiento, o si prefiere, el mejoramiento del entendimiento del objeto de estudio. Lograr ese cambio es difícil e involucra transformaciones que llevan mucho tiempo, recursos y una voluntad política sin igual. Así que soy realista: no puedo esperar que la academia haga esto, por lo menos no en este momento. Lo que si puedo esperar, y además exijo, es que la academia sirva como mecanismo de control: si Daniel Vaughan sale y dice una barbaridad, argumentando que tiene un modelo teórico o 1 millón de regresiones, alguien tiene que bajarme de la nube. Independientemente de si usted cree o no en los estudios de pobreza, si Sarmiento dice que tiene algo, que lo muestre. Ahí ya podemos empezar a discutir. Usted dirá que la discusión de causalidad de crecimiento y pobreza es absurda e inocua, así que ni siquiera vale la pena «pararle bolas al estudio». Perfecto, hágalo y arguméntelo con algo más que su experiencia en anteriores estudios de pobreza (usted la tiene y no yo, así que ese es un gran valor agregado suyo que yo no puedo dar). Si yo encuentro el argumento falaz desde el punto de vista técnico, o encuentro que no pude replicar los resultados, es mi deber decirlo. Ese lo que se conoce como «peer reviewing» o con una traducción bastante floja, «contra de calidad de los pares». Lo que me parece inaceptable es que alguien salga y diga algo que puede tener un impacto político inmenso y la academia se quede callada. Si la academia ni siquiera es capaz de cumplir con esta función, cierre las universidades, o si prefiere, para no ser tan extremos, reduzca las obligaciones de los académicos y transmitir el conocimiento adquirido por fuera. Pero que no opinen y no digan nada.
Saludos,
DV
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 4:59 pmJuan Francisco,
Mi visión sobre lo que usted dice es la siguiente: los economistas creemos que hacemos ciencia, e intentamos hacerlo de la manera más objetiva posible. En ese sentido, suponga que podemos darle una receta para crecer. Lo que no podemos es darle una receta para distribuir la riqueza: esto involucra juicios de valor: por qué es más justo cortarle impuestos a estos que aumentarle a éstos. Esa discusión es una discusión política, e idealmente involucraría una especie de consenso o contrato social. Los economistas entendemos que distribuir es importante, y también entendemos que hay mejores formas de distribuir que otras. Cuando digo «mejores» es en términos de lo que en principio podemos decir objetivamente, es decir, en términos de sus efectos sobre la actividad económica (por ejemplo, hay un relativo consenso que impuestos que no afectan los precios relativos son menos deseables que impuestos que no los afectan y la intuición es sencilla: en una economía de mercado los precios contienen una cantidad de información acerca de lo que está pasando en ese mercado. Si el precio adicionalmente refleja cambios en la política de tributación, para un participante del mercado es menos fácil decir si los cambios que está viendo en los precios se deben a cambios del mercado, o cambios en la política tributaria).
Ese es el argumento original para decir que es mejor crecer primero y distribuir después. Este argumento estuvo de moda durante mucho tiempo porque estudios empíricos parecían darle la razón a esta hipótesis: la llamada hipótesis de Kúznets. Ponga una economía a crecer. En las primeras etapas de la industrialización la desigualdad aumenta. Sin embargo, por alguna razón llega un punto (presiones sociales, por ejemplo) en donde la distribución empieza a mejorar de manera natural a medida que sigue creciendo. Esto es lo que un estudiante de economía de semestres 6to o 7mo para adelante le puede decir. Sobra decir que esto no es una ley: hay muchos estudios empíricos que no han encontrado evidencia de la hipótesis de Kuznets. Acá entra en buena parte la crítica de Roberto: hay estudios que muestran de todo, así que el problema no pueden ser los estudios, sino los argumentos. ¿Cuál es la razón de esto? ¿Cómo surgen esas fuerzas en el mercado que de manera «natural» llevan la distribución del ingreso a ser más igualitaria? Esa pregunta la voy a dejar abierta por ahora.
Ahora para donde voy con todo esto: cuando el gobierno o un técnico dice algo sobre esta discusión está utilizando este argumento, que es compartido por muchos economistas en el mundo. A mi no me gusta y a Roberto y Alejandro tampoco. La razón de por qué a mi no me gusta es claramente diferente a la de Roberto, pero no se la de Alejandro.
Pero lo que no es claro es que la izquierda pueda de alguna manera razonable sugerir que la causalidad inversa se da: reducir la desigualdad genera crecimiento. Por lo menos no si se habla de manera tan general.
Uno puede argumentar por lo menos dos cosas:
1. Si usted reduce la desigualdad utilizando políticas educativas, es razonable pensar que se puede afectar el crecimiento económico. Esto no lo dicen los del polo opuesto sino cualquier economista y persona razonable. En este caso la causalidad inversa se da.
2. Si usted reduce la desigualdad con políticas como Bogotá sin Hambre, o sencillamente subsidiando a los más pobres, el argumento es mucho menos transparente (aunque uno puede intentar armar una historia para esto, pero el argumento es mucho menos transparente). Cuando Lucho o el Polo, o Lula o quién sea, sugiere esto, yo no creo que tengan en mente la causalidad inversa, y en ese sentido el argumento no es falaz. Mi lectura de este tipo de propuestas es diferente. La pregunta interesante es: ¿Crecer para qué? ¿Por qué queremos crecer a tasas del 6-10% anual, o incluso más altas? ¿Para qué nos sirve? La respuesta no es clara. Un economista probablemente mencione a Kuznets nuevamente, pero es no es claro para nada. Mi gran rítica a los economistas es que se quedan cortos en la pregunta importante. Y bueno, los resultados están a la vista y por eso la gente ya ni siquiera le para bolas a los economistas. Creo yo que es bastante merecido.
Mi lectura es esta. Espero que haya sido claro.
Saludos,
DV
Roberto Angulo
22 marzo, 2007 at 5:08 pmDaniel, mencioné mi experiencia para justificar mi desazón, mi escepticismo, no para soportar mi argumento sobre la inocuidad de la causalidad.
Carlos
22 marzo, 2007 at 5:16 pmBueno combinando dos temas: guerra contra las drogas y estadisticas les recomiendo este articulo y en especial la grafica que tiene que pareciera mostrar una relacion de causa entre prohibiciones de vicios (alcohol y droga) y el número de asesinatos. Toca hacer click en la grafica para que se pueda ver bien.
Y que comienzen las discusiones sobre causalidad….
Saludos,
Carlos
P.D: Que bueno que se hayan iniciado discusiones sobre los recientes actos propagandisticos de la «izquierda democratica» y sus aliados
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 5:28 pmRoberto, esa fue mi lectura. En ningún momento la lectura fue que lo utilizó como argumento de autoridad.
Yo creo que su experiencia si es importante, pero el argumento que se puede dar para su crítica (que comparto) puede estar más estructurado (de hecho puede estar estructurado, sobre esto digo algo más al final). Además creo que su crítica toca hacerla, y para ir un paso más, me atrevo a decir que eso es «lo responsable» de su parte.
Usted y otros participantes de esta y otras dicusiones dicen algo que me parece importante: probablemente el tono de mis posts suena a tesis doctoral y eso para muchos de ustedes puede ser absolutamente despedidor y lo entiendo. Hay formas de discutir y a unas personas les puede gustar más determinadas formas que otras. A mi me parece clave que una discusión tenga argumentos y creo que es clave porque es la única forma de entender bien qué es lo que se está tratando de decir y por qué puede estar bien o mal, o para ser menos extremo, por qué puede tener más o menos sentido. Esa es la forma como yo se discutir y la forma como me gusta discutir. Si no estamos «discutiendo» en el sentido estricto de la palabra no me importa. Si estamos «discutiendo» en el sentido estricto de la palabra me parece necesario hacerlo de esta manera.
Pero entiendo que puede ser un problema de gustos y que a muchos no solo no les guste mi forma de discutir, sino que les parezca totalmente aburridor y despedidor.
Saludos,
DV
panOptiko
22 marzo, 2007 at 5:55 pmPido disculpas si mi comentario sonó rudo. Nunca fue la intención. Sólo me encontré con esos dos comentarios y me pareció ilógico. La verdad yo disfruto enormemente leyendo estas discusiones, aprendo montones y les agradezco. Creo que acá, además, se recupera mediante el ejercicio el arte de argumentar y el del pensamiento crítico. Esto ya es bueno en si.
Me da la impresión de que el malestar está en el momento que empiezan hablar de la academia en un tono personal, en un medio que es plano a esos reconocimientos. Y que nadie diga nada me hace preguntarme si es que todos los acá presentes nos creemos miembros de la academia colombiana. Claro, muchos si lo serán, y que nos hablemos de tu a tu puede hacernos sentir en ese mismo nivel de elevación. Tal vez esa sea la razón de la proclividad a grandilocuencias, y megaplanes. Pero este no es un medio para tales vanidades. Yo veo esto más como un encuentro de ciudadanos, en su forma más básica, y como tal es que propongo empezar por ganarse este terreno, ganarse el ciberespacio colombiano, a la par que se despotrican de los inalcanzables criollos.
Digo, ¿no?
Buena noche
(sufriendo el cambio horario)
Juan Francisco
22 marzo, 2007 at 6:13 pmgracias Daniel por la respuesta tan detallada. bueno, me atrevo a hablar de estos temas, aunque no los conozco. creo que la pregunta sobre ¿por qué el gobierno no presentó una reforma tributaria estructurada? es muy pertinente para entender los argumentos encontrados entre esta relaión de mercado y tributo, de crecimiento y distriución. bueno, mi respuesta es intuitiva, les dejo a ustedes la respuesta técnica porque ustedes son los economistas, la cual me gustaría volver a escuchar, porque seguramente en alguna ocasión anterior ya la mencionaron. yo pienso que la verdadera motivación del gobierno por validar esta tesis del crecimiento primero no es realmente técnica o científica, contrario a la imágen que quieren promover. creo que hay en parte un error humano, una obsesión generalizda en el gabinete alimentada por un dogmatismo y una falta de control social a estas obsesiones, pero por otra parte, hay muchos intereses particulares que están siendo defenidos por la clase política tradicional, ahora llamada uribismo. no conozco los argumentos técnios que puedan apoyar la labor de carrasquilla, pero creo que la organización del sistema tributario tiene que ver es con la voluntad política (como afirma Daniel), y Antanas lo demostró como alcalde de Bogotá. es posible. entonces, creo que los esfuerzos humanos no han sido los suficientes y creo que la desorganización y falta de norte conceptual en la administración del sistema tributario no sólo se debe a los intereses particulares de quienes pueden defender sus derechos patrimoniales (que no son muchos) sino también al mantenimiento ciego y regresivo de ideas preconcevidas y prejuicios técnicos que no han sido revaluados, y que curiosamente lo que los hace verosímiles para quienes los consideran convenientes, no son los argumentos científicos (que son bastante difíciles de comunicar y hacer comunes), sino las obsesiones que se identifican con ideas preconcevidas sobre cómo «hay que manejar este país», las cuales nunca buscan una comprobación o rectificación, porque son precisamente producto de pensmientos dogmáticos y de emociones muy intensas. pero sería interesante escuchar razones técnicas que justifiquen esta necesidad de «crecer primero» o de aplazar la organización tributaria.
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 6:43 pmPanoptiko,
Entiendo su punto y creo que tiene razón. Mis alusiones a la academia pueden estar sonando así y definitivamente es algo que tengo que cambiar. Mis alusiones a la academia las hago no porque quiera cerrar puentes de discusión: academia por encima de los demás. De hecho es una de las cosas que no me gusta de los académicos que creen que discutir con no académicos (o expertos, mejor) habla mal de ellos. Ese claramente no es el caso de Alejandro Gaviria (aunque esta frase sobra totalmente). Las alusiones a la academia las hago porque creo que AGaviria puede hacer cosas interesantes desde donde está y creo que esas son sus responsabilidades.
Sobre lo otro, es algo que toca corregir, como muchas otras cosas que han ido saliendo en este último mes que me metí a discutir en este blog y que no había identificado.
Saludos y gracias por los comentarios.
DV
Carlos
22 marzo, 2007 at 7:33 pmDaniel: Una cosa es aceptar las reglas de la democracia y otra es resignarme a que el neofascismo latinoamericano( Y eso es lo que son Chavez, Evo y tu admirado Correa que por ahi anda comprando parlamentarios en Ecuador) acabe con la poca libertad que existe en este pais.
La democracia no es lo mismo que libertad(ver aquí). Y ya que Alejandro lo puso de moda, te recomiendo leer a Tocqueville previniendonos sobre la «tiranía de las mayorias».
Y te recuerdo que Hitler y Mussolini llegaron al poder con los votos.
Por ultimo, de verdad no entiendo tu fascinación con la izquierda.Eres una persona inteligente y con buenas intenciones, pero con una confianza que podría parecer infantil, en la izquierda y sus «hombres de estado» tal vez influida por los jesuitas de la Javeriana.
Nada de lo que esta haciendo Chavez, Correa , Morales es nuevo. Simplemente repiten lo que hicieron Peron(Argentina), Paz Stenssoro(Bolivia), Velasquez Alvarado(Peru), Torrijos(Panama),Fidel Castro y muchos mas. Con resultados pesimos. Y tampoco eso era tan nuevo si consideramos la tradicion estatista que nos viene desde la colonia.
Lo cual tampoco era nuevo. Era la tradicion.
Regulaciones? Revisa la historia de la edad media con sus gremios y señores feudales.Leyes de salarios, controles de precios, barreras de entrada para proteger sectores de la economia «Estrategicos»,proteccionismo,etc.
Estado de bienestar? En una epoca la mitad de la población de Roma recibia grano subsidiado(«Roma sin Hambre», je,je). Por supuesto, esto los llevo a la ruina.
Controles de precios y salarios minimos? Chavez es un «despiadado neoliberal» comparado con los controles de precios y salarios que impuso el emperador Diocleciano en el siglo III despues de Cristo y prácticamente dio inicio a la edad media.
Lo que es realmente nuevo en la historia del mundo es el liberalismo economico. Y gracias a eso, en los ultimos 250 años la riqueza de la humanidad ha crecido muchisimas veces mas que todos los siglos anteriores. Y ha sacado mas gente de la pobreza. Y eso a pesar del exponencial crecimiento de la población.
Volviendo al tema, yo no veo porque tenga que quedarme de brazos cruzados mientras el «democrático» Chavez obliga a su clientela política de colombianos en Venezuela ( a quienes les regalo la nacionalidad )a que voten por el «Polo Democrático». Alabas la defensa de la soberanía que hacen Chavez, Castro, Correa,etc pero resulta que si Chavez quiere intervenir en las elecciones colombianas, entonces es que «asi es la democracia» y hay que resignarse. No te parece una doble moral???
Así el Polo «democrático» llegue a ganar con el 99.99999% de los votos me seguiré oponiendo a sus ideas antiliberales y denunciando lo que crea que tengo que denunciar.
Mira lo que salió de una información de inteligencia sobre los planes de las farc: «En el terreno político, resulta curioso que las Farc plantean como prioridad establecer relaciones con sectores disidentes e inconformes de los partidos tradicionales, con miras a conformar en 2010 una amplia coalición. En sus planes, una ofensiva militar daría paso a un gobierno de transición que les daría a los miembros del Secretariado «garantías legales para el desplazamiento terrestre, aéreo y fluvial para moverse a los frentes a explicar el objetivo del cambio». Mientras eso ocurre, la orden que se mantiene para todos los hombres de las Farc es intimidar y dificultar las gestiones de los gobiernos locales y polarizar.» Ver aquí.
El porque personas como tu, con una alta formación academica y relativamente bien informados, apoyan o hacen apología del chavismo, el correismo y demas neofascismos, esta mas alla de mi comprensión. Tal vez tocará empezar a pensar, como dice, Jaime Ruiz, que apoyan el estatismo porque les conviene.
Sobre eso de que «la izquierda» no ha gobernado es una falacia. Una cosa es que los gobiernos no se hayan autodenominado «de izquierda» pero todos los gobiernos colombiano, al menos desde lopez pumarejo han implementado, con diferente intensidad, políticas socialistas( o mejor estatistas).
Debemos ver mas alla de nombres(«izquierda», «derecha»,etc) y declaraciones de intenciones, y ver las acciones y los resultados reales de los gobiernos.
Cordial Saludo,
Carlos
Anónimo
22 marzo, 2007 at 7:52 pmLo que no se le perdonara nunca a los ideólogos de las políticas neoliberales y a quienes se han enriquecido con ellas, no solamente es haber propiciado una desigualdad odiosa e injusta en la sociedad, sino, sobre todo, haber entregado esa misma sociedad, ellos incluidos, a una izquierda vengativa y rabiosa.
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 7:54 pmJuan Francisco,
Creo que usted está confundiendo varios temas.
1. Reforma tributaria estructural.
2. Crecimiento y desigualdad
3. Mockus y otras alternativas
Sobre el tema de una reforma tributaria estructural. Yo no soy experto en finanzas públicas (de hecho no soy experto en nada, pero dentro de las cosas que he leido y estudiado más definitivamente no se encuentran las finanzas públicas) pero esto es lo que yo entiendo. Hay que empezar por definir qué significa una reforma tributaria estructural. Yo no se eso qué signifique para usted. Lo que los técnicos del Ministerio de Hacienda suelen querer decir es algo como esto: Un sistema tributario simplificado que «maximice la tributación», «minimice la posibilidad de evasión» y sea lo más eficiente posible, donde el concepto de eficiencia tiene que ver con los efectos distorsionantes de los impuestos (como mencioné antes, si un impuesto afecta los precios «distorsiona» o cambia las señalas que puede un percibir de los precios). La parte de distorsión es un poco carreta, porque lo que quieren realmente es obtener la mayor tributación posible: por eso sugieren usar un IVA generalizado, ya que el IVA es el impuesto más fácil de cobrar (y más difícil de evadir, a menos que vaya uno a un San Andresito o a Unilago) aunque es tremendamente distorsionante. Sobre la reducción de impuestos a las firmas o a la inversión lo que se tiene es la receta tradicional de reducir los costos de las empresas para que así produzcan más (sobre esto ya se habló en un post anterior).
Yo nunca leí la reforma original que Carrasquilla presentó en el Congreso, pero lo que dijeron los economistas que saben del tema y la vieron es que esa era una reforma estructural que simplificaba enormemente el régimen actual. También se que lo que pasó en el Congreso es totalmente diferente. Pero eso no tiene nada que ver con el uribismo. Eso siempre ha pasado (Colombia es uno de los países que ha tenido que hacer más reformas tributarias precisamente porque no han sido capaces de pasar una decente en el Congreso) y tiene que ver con los intereses que se manejan en el Congreso y la relación con los lobbistas y los que se benefician de esto. Así que insisto son dos problemas distintos: un problema es qué es una reforma estructural y por qué puede ser deseable, y otro es por qué no termina pasando en el Congreso, sino que se mantienen una cantidad de privilegios.
Ahora, lo de Mockus es un cuento distinto y es interesante. Mockus decidió no ceder ante los intereses del Concejo. Pero hay que entender que es el poder legislativo el que puede finalmente decidir qué impuestos y cuánto se cobra. El Ejecutivo puede proponer proyectos de Ley o de Acuerdo. Lo otro es que hay dos (bueno tres) tipos de impuestos: nacionales, departamentales y municipales. Sin lugar a dudas los mayores intereses se dan en los nacionales (el IVA o la Renta por ejemplo), así que el problema de lobbismo, aunque también es existente en los Concejos municipales, es mucho más fuerte e importante en el Congreso.
Estoy de acuerdo con usted en una cosa: los técnicos son como maquinitas que aprenden de memoria recetas: «bajar impuesto a la inversión», «aumentar y generalizar el IVA», etc.etc.etc. La política económica no debería estar en manos de los técnicos porque con todo el respeto parecen retrasados mentales. ¿A qué me refiero? No se detienen un segundo a pensar para qué están haciendo lo que están haciendo. Alguien lo pide (el Ministro por ejemplo) así que debe estar bien. O el FMI así que debe estar bien. Ese es un problema. Pero el problema de hacer más eficiente el recaudo sin lugar a dudas es importante y creo que esa es la principal motivación detrás de una reforma estructural. Sobre cómo distribuir lo que se recauda se puede discutir, pero hay que hacer eficiente el recaudo.
Saludos,
DV
Juan Francisco
22 marzo, 2007 at 9:11 pmDaniel:
Gracias por las aclaraciones, no es fácil opinar de un tema que uno no conoce. sin embargo, creo que los tres temas que toqué sí tienen relación., y precisamente, quería citar la última reforma tributaria como un ejemplo de ello.
lo que entendí de esta reforma es que se ocupó más de las cuestiones de forma que de las de contenido para resolver problemas inmediatos en la capacidad de recaudo, pero también en la capacidad de estimular la inversión. es decir que el recaudo no se convirtiera en un problema para la inversión. aquí ya está implícito elk tema del crecimiento económico, y su considerada usualmente como contraparte, la pobreza. es decir, que la forma de orientar la estrategia de reforma tributaria tenía claras justificaciones centradas en el objetivo de aumentar el crecimiento económico, con lo que unos congresistas de oposición llamaron excenciones disfrazadas, y que creo Alejandro identificó principalmente en la reinversión de utilidades (todo esto lo digo desde lo nocional poque yo de esto no se). entonces, creo que sí hay una relación entre el objetivo del gobierno de generar crecimiento y su estrategia de reforma tributaria. Ahora, usted me aportó algo muy valioso, y es que yo no había considerado el efecto distorsionante que ha ejercido siempre el congreso. la verdad, es que yo había pensado hasta este momento que el congreso de mayoría uribista poco o nada quería cambiar la reforma presentada por el gobierno. usted tiene razón en decentrar la discu´ción sobre el uribismo, porque esta situación ha sido histórica. sin embargo, pensando en cosas escritas por pedro medellín, yo respondería a esto que precisamente el fortalecimiento del uribismo, y la irónica debilidad real del ejecutivo que resultó del mismo, se debe a la coptación de estos inetreses particulares históricos que han perfilado las políticas públicas desde su parte estratégica, obviando constantemente la discusión sobre los aspectos formales y de fondo. también quise decir que, de l oque le he entendido a ustedes que son amplios conocedores de estos temas, es que esta posición del gobierno es acorde a lo que he leído ustedes llaman postura neoclásica, y por esto les preguntó, qué postura es la que se necesita entonces. pero además, también afirme que creo que la obsesión del gobierno con esta postura se debe no sólo a intereses particulares y a posiciones teóricas y metodológicas, sino a sesgos propiamente humanos, a la necesidad de llevar a cabo ideas preconcevidas de las cuales nadie está relamente seguro.
espero no estar muy «desafinado» o haber dejado por fuera muhcos «bemoles».
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 10:45 pmJuan Francisco,
Por lo que ha escrito me parece que está bastante enterado de las cosas, mejor dicho, no está «opinando de un tema que no conoce».
Definitivamente el tema de crecimiento económico está incluido en el concepto de reforma estructural y eso es lo que estaba tratando de decir: la pregunta cuando se presenta una reforma tributaria es: ¿Cuál es la reforma tributaria óptima? En qué sentido óptima, dirá usted:
1. Tenga un alto recaudo
2. Tenga los menores efectos distorsionantes
3. Genere los menores (o incluso buenos) efectos negativos sobre el crecimiento.
Para (1) se suele utilizar impuestos indirectos como el IVA, que como su nombre lo indica, en condiciones ideales (no San Andrecitos o Unilagos) no es un impuesto que los consumidores puedan decidir pagar (por eso es indirecto) pero que terminan pagando porque ya está incluido en el precio.
Aunque (2) es deseable, está en clara oposición con (1): el IVA es por construcción el más distorsionante de los impuestos.
Y (3) se puede pensar como una segunda alternativa óptima: quiero mantener el recaudo constante (o aumentarlo con 1), utilizo (2) para esto pero quiero incentivar el crecimiento económico. Con impuestos hay dos formas de hacerlo: una reducción de impuestos tiene dos efectos (dependiendo del impuesto): aumenta su ingreso, o reduce los precios (que a su vez hace que usted sea efectivamente más rico). Si uno utiliza este tipo de política fiscal, incentiva la demanda. La otra forma es incentivar la oferta y ahí es cuando entran los impuestos como los que usted menciona, que buscan darle incentivos a las empresas para que inviertan más. Las políticas de oferta están asociadas al crecimiento de largo plazo mientras que las de demanda están asociadas al crecimiento de corto plazo y la intuición es sencilla: si me bajan impuestos yo voy a gastar más (supongamos que no ahorro el excedente generado por la reducción de impuestos, o que ahorro una fracción). Eso tiene un efecto inmediato en la demanda total de la economía y por lo tanto en el crecimiento de corto plazo (es corto plazo porque es inmediato).
La intuición con políticas de oferta es diferente: yo tengo una empresa y el gobierno me dice que me va a bajar la tasa de impuesto al patrimonio o algo parecido (claramente no se cómo se llama exactamente ese impuesto) que incentive la reinversión de utilidades. Como estoy reinviritiendo mis utilidades, en lugar de gastármelas en otras cosas, lo que en la práctica estoy haciendo es aumentar la planta de produccción de mi firma (o comprar nuevos computadores o máquinas más eficientes, o pagar salarios más altos para contratar trabajadores mejor preparados). De cualquier forma, la intuición es que incentivar a las empresas aumenta la capacidad de producción agregada de una economía, y por lo tanto, mañana y pasado mañana (y en el futuro) voy a poder producir más. La intuición es correcta pero hay problemas: qué incentiva a las empresas a producir más? Si la demanda está fija no hay ningún incentivo, pero si hay un potencial exportador grande, por ejemplo, el mercado externo es un gran incentivo: me vuelvo más competitivo y puedo competir con los venezolanos y centroamericanos, por ejemplo, en el mercado de EEUU.
Esa es la intuición. Cuáles son los efectos redistributivos de cada política? Si reducen el IVA (en los alimentos por ejemplo) los más beneficiados son los más pobres, porque el IVA es tremendamente regresivo (los pobres pagan más que los ricos, en relación a sus ingresos). Así que el efecto es mejorar la distribución del ingreso y se incentiva la demanda y digamos, el crecimiento de corto plazo. Por el lado de los incentivos de oferta, claramente se están beneficiando los dueños de las empresas que generalmente son los ricos de una economía.
Hay lo que en economía se llama un «trade-off»: mayor crecimiento de largo plazo y peor distribución del ingreso ahora vs. menor crecimiento de largo plazo vs. mejor distribución del ingreso ahora. Los economistas no somos tan insensatos o insensibles: de hecho lo primero que dijo Carrasquilla es algo así como «el problema de los impuestos se puede descomponer en dos: uno es como hacer más eficiente el recaudo, y el otro es cómo redistribuir». Es decir, ponemos IVA generalizado, que es tremendamente regresivo (y por lo tanto afecta negativamente la distribución del ingreso), pero lo redistribuimos bien y así el efecto neto no sólo no es negativo sino que puede ser positivo. ¿Por qué? Suponga que antes de la reforma recaudamos 100 pesos y suponga que esos 100 pesos se redistribuyen totalmente (salud, educación, infraestructura, y por supuesto cosas menos interesantes pero necesarias como deuda pública). Suponga que la reforma efectivamente aumenta el recaudo y pasa de 100 a 120. En ese paso suponga también que los más pobres ahora son 10% más pobres sólo por el uso de una política regresiva. Pero suponga que invertimos los 20 pesos adicionales de tal manera que los pobres no sólo sean 10% más pobres sino que de pronto sean un poco más ricos. Es un problema de jugar con los números, pero no es loca la idea que se puede hacer.
¿A dónde voy? La idea de las reformas estructurales no es descabellada. Tampoco es que los economistas sean unos desalmados que sólo se preocupan por el crecimiento, y por lo tanto por los más ricos (si uno asume que el crecimiento sólo beneficia a los más ricos). Hay muchos problemas de manera simultánea y la reforma estructural intenta atacar los problemas de la forma más eficiente. No es un problema ni de Uribe, ni de Pastrana, o el presidente que sea. Las reformas estructurales intentan generar sistemas tributarios óptimos para cualquier tipo de gobierno, sea de derecha o izquierda: un gobierno de derecha dirá algo como, el excedente lo utilizo para reducir más los impuestos a las empresas, y así vamos a crecer más (ejemplos Reagan, Bush, Bush, Bush); un gobierno de izquierda puede decir: el excedente me lo gasto en los más pobres. ¿Cómo? Si quiero atacar la desigualdad de hoy sin afectar (positivamente) el crecimiento del futuro puedo hacerlo con programas como Bogotá Sin Hambre. O me lo puedo gastar en educación y salud, y así generar un efecto positivo en la distribución y crecimientos futuros.
Insisto, mi punto es «desuribizar» el debate de los impuestos. Yo no soy uribista (voté por Mockus en las últimas elecciones), pero no me gusta el grado de polarización de la discusión económica y política en el país. Por eso siempre que hay discusiones en este blog empiezo por decir «yo no discuto si Uribe esto o eso. Vamos a hablar de problemas y como resolverlos. La discusión sobre Uribe es interesante, pero no nos va a llevar a nada productivo. Concentrémonos entonces en lo importante».
Saludos!
DV
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 11:07 pmCarlos,
Estaba esperando una contradicción pero no la voy a encontrar: la contradicción que quería que apareciera es la siguiente: «yo Carlos, soy liberal, de hecho soy un acérrimo libertario. Hay un mínimo de libertades que defiendo, y el estado debe reducir a un mínimo. Un «estado policía». Pero les voy a imponer a los demás mis creencias: si la mayoría cree que es mejor tener al neolibertador Chávez que a Mr. Danger, están equivocados. La verdad es que lo mejor es lo que yo creo y ustedes no alcanzan a entenderlo. Así que yo exijo que ustedes abandonen su libertad de elegir el país en el que viven y entiendan que yo soy dueño de la verdad revelada.»
Desafortunadamente (o afortunadamente?) usted es mucho más inteligente como para caer en semejante contradicción, pero no está tan lejos.
Mire, yo soy liberal y un demócrata. Tan demócrata que soy de los que cree que si las Farc negocian y, digamos sólo para hacer claro el ejemplo, logran llegar al poder de manera demócratica, porque «el pueblo así lo ha querido», ese es el país que los demás, la mayoría, quiere y yo tengo que aceptarlo. Yo no quiero vivir en un país socialista y probablemente en ese momento saldría del país, pero yo acepto las reglas del juego, así vayan en contra de lo que a mi me gusta, que es una economía de mercado, más igualitaria, pero de mercado en donde todas mis libertades mínimas estén garantizadas: si quiero oir a Rubén Blades lo hago, si quiero tocar las congas lo hago, si quiero jugar fútbol, o emborracharme con mis amigos mientras bailo salsa, o criticar al presidente, o revisar internet, etc.etc.etc.etc lo puedo hacer.
Pero el juego de la democracia es ese y yo lo acepto. Por eso digo que soy un liberal y un demócrata.
No soy de izquierda. Sencillamente no soy de derecha. Digamos que soy una persona razonable: hay argumentos para que determinadas cosas de izquierda y de derecha me gusten. Si no vea mi discusión sobre las reformas estructurales, que generalmente son asociadas a la derecha.
Lo que yo quiero que entienda es que mi posición es la siguiente: yo no soy dueño de la verdad revelada. Entiendo que hay posiciones diferentes a las mías y que tal vez ellos tienen igual o más razón que yo. Yo respeto las reglas del juego cuando gano y cuando pierdo. En el caso que me toque vivir cuando Raúl Reyes sea Presidente y en el caso que efectivamente se establezca el socialismo del «Siglo XXI» de manera democrática (es esta una contradicción?), probablemente yo salga del país. Pero mi responsabilidad antes de que eso suceda es discutir con argumentos, sin ser doctrinario o dogmático, por qué el país que yo quiero es mejor que el que Raúl Reyes o el Mono Jojoy quieren. Si no logro convencer a la mayoría, ese es el riesgo de jugar.
Algo parecido está pasando en Bolivia: hay estados (claramente ricos) que ya le están armando la discusión independentista a Morales. Y creo que ese es el gran riesgo en el que cae la izquierda no argumentada: en desbaratar un país.
Seguiré esperando la contradicción, aunque se que no llegará. Pero está cerquita.
Se cuida.
DV
Daniel Vaughan
22 marzo, 2007 at 11:18 pmUn post cortico:
Volviendo al tema de la legalización en mi respuesta a Jaime Ruiz sugerí (aunque no es original, sobra decirlo) que hay dos formas de reducir las enormes rentas del narcotráfico:
1. Mayor acción policiva.
2. Legalizar.
El argumento en ambos casos era (o intentaba serlo) claro: ambos métodos reducen las enormes rentas de los carteles. (2) Ataca la estructura de mercado, y (1) Ataca o intenta atacar, directamente las utilidades, sin afectar la estructura monopólica del mercado.
Pero hay una tercera: todo ese ejercicio parte de la base que el incentivo de los seres humanos es tener más ingresos, más riqueza. La pregunta es entonces, hay formas de cambiar los incentivos? Yo propongo la siguiente para que se discuta:
(3) Cambiar los valores de la población para que deje de ser más deseable ser más rico, así sea de forma ilegal, que ser menos rico de manera legal.
¿Puede esto funcionar? Esa pregunta es bien interesante: hay alguna forma para que la gente, de manera racional, decida que involucrarse en actividades ilegales es «incorrecto o malo» mientras ser un trabajador honrado, así sea ganándose un salario mínimo, sea «correcto»? ¿Cómo hacerlo? ¿Es eficiente?
Si el argumento funciona, lo que estoy diciendo es que me estoy imaginando una sociedad ideal en donde la gran mayoría decide aceptar las reglas de juego, y una de ellas es «no harás nada ilegal». Como el narcotráfico es ilegal, la gran mayoría la acepta, incluso por encima del incentivo de volverse millonario en 1 mes.
Les dejo la inquietud. Antes de responder «Daniel, deje de hacernos perder el tiempo con ese mundo ideal que usted quiere que exista», por favor piensen en lo que hizo Mockus con sus campañas pedagógicas, con cosas tan «bobas» como generar una cultura de señalar hacia abajo cuando se transgrede una norma (pasarse un semáforo en rojo, por ejemplo). Piensen también por qué un niño acata lo que dicen sus padres: indudablemente yo crecí obedeciendo la ley porque mis papás me dijeron que eso era «malo». Pero ya grande entendí que eso era cierto, es decir, fui capaz de razonar sobre qué es «bueno» y qué es «malo».
Saludos.
DV
idrobo
22 marzo, 2007 at 11:59 pmColombia es noticia en la actual edicion impresa de The Economist: http://www.economist.com/world/la/displaystory.cfm?story_id=8892695
Sergio Méndez
23 marzo, 2007 at 1:23 amCarlos:
Con todo respeto, pero decir que «todos los gobiernos que nos han gobernado desde Lopez son de izquierda» es una tonteria. Intervencionismo estatal en economía no es lo mismo que «izquierda» (bajo ese razonamiento, tendriamos que concluir que practicamente todos los gobiernos en la historia humana han sido de izquierda). Y la verdad lo veo muy obsesionado con los supuestos lazos del polo con la guerrilla, cuando en nuestras narices tenemos que el establecimiento no simplemente tiene lazos con paramilitares, sino que han sido sus creadores y patrocinadores permanentes ¿Donde está tu indignación para no reconocer a Uribe? No la veo por ningun lado.
Juan Francisco
23 marzo, 2007 at 4:56 ammuchas gracias Daniel por las explicaciones, ya le estare preguntando otras cosas
panOptiko
23 marzo, 2007 at 5:17 amDaniel, cuando la cuestión es de supervivencia no hay elección, y la supervivencia no esta solamente atada a la miseria. Tampoco es que haya cultura de ser un buen perdedor. Creo que hay veces que se le confunden moral, ética y legalidad , normas y leyes, y entonces se embolata su argumento. Además, perdóneme por insistir, como le vengo diciendo en los comentarios del otro post de esta semana, si pone por encima de la vida de los ciudadanos estas redes humanas de control, se arriesga a crear un monstruo. En Alemania se decía que una revolución era imposible si ella significaba pisar el pasto, y creo que no tengo que decirle lo que pasó.
Hace unos meses escribí un artículo sobre este tema en Japón, que estoy en deuda de traducir y dejar al alcance de todos (perdóneme todo aquel que tenga a bien leerlo mi mal inglés; y, si les interesa, sigan la interesante réplica que hizo otro estudiante)
http://mshumansecurity.blogspot.com/2006/12/japan-parade-of-laws-and-rules.html
Carlos
23 marzo, 2007 at 12:34 pmSergio: Cuando dije que todos los gobiernos colombianos, desde Lopez Pumarejo, han sido de izquierda? Me auto-cito:
«todos los gobiernos colombiano, al menos desde lopez pumarejo han implementado, con diferente intensidad, políticas socialistas( o mejor estatistas)«.
Ahora si me vas a decir que lo que usualmente se conoce como «la izquierda» no esta asociado con el socialismo estatista apague y vamonos. Tu y yo sabemos que siempre ha habido una izquierda anti-estatista, pero para la mayoría de la gente cuando se refieren a «la izquierda» la asocian con intervencionismo estatal (en teoría, para favorecer a «los mas pobres»). De hecho, el socialismo estatista es en si la forma mas grande de intervencionismo estatal porque se supone que existe una «falla de mercado» (una de las palabras preferidas de Daniel) en la distribución de la riqueza.
Wikipedia, en el articulo «Lef-winf_politics» menciona:
«Although specific means of achieving these ends are not agreed upon by different left-wing groups, almost all those on the left agree that some form of government or social intervention in economics is necessary, ranging from Keynesian economics and the welfare state through industrial democracy or the social market to nationalization of the economy and central planning.»
Tal vez, estrictamente hablando izquierda no es igual a intervencionismo estatal, pero «la izquierda» SI favorece el intervencionismo estatal.
Y ya que hablamos de lo que significa «la izquierda» vale la pena traer un poco de historia.Los terminos de «derecha» e «izquierda» se originaron en la ubicación de los diferentes representantes a la asamblea de los estados generales en 1789 que causó la revolución francesa. Resulta que los liberales eran la izquierda original!! Asi lo explica Wikipedia:
«The term originates from the French Revolution, when liberal deputies from the Third Estate generally sat to the left of the president’s chair, a habit which began in the Estates General of 1789. The nobility, members of the Second Estate, generally sat to the right.»
Para confundirlos mas, yo creo que los liberales somos la verdadera izquierda, si se interpreta este termino como el cambio frente a lo que ha sido la historia humana (estatismo y opresión), como el progresismo real. Siempre hemos sido los abanderados de la tolerancia, el pluralismo, los derechos humanos, las minorias (y la mas importante de las minorias es el individuo), el liberalismo economico, no para favorecer a los ricos como nos acusan los socialistas sino al contrario, para eliminar los privilegios que el estado les da a ciertos grupos y que los convierte en ricos.
Saludos,
Carlos
P.D: Daniel, al mediodia, te contesto.
Anónimo
23 marzo, 2007 at 4:49 pmAmanuenses de códigos quiméricos, tejedores de filigranas retoricas, herederos indiscutibles de Bizancio y Babilonia, intelectuales y académicos han pasado por la Historia sin preñarla.
Eso se recuerda al leer los entretenidos duelos de este blog.
Entre comillas
23 marzo, 2007 at 5:04 pmPobre Carlos, tan oprimido él. Propongo iniciar un movimiento solidario (estrictamente voluntario, por supuesto), pero para liberarlo del culto ese que le montó a «la libertad» y que lo hace escribrir «falla de mercado» entre comillas, como si la sola expresión ya fuera una herejía.
Daniel Vaughan
23 marzo, 2007 at 6:04 pmCarlos,
Le tengo el piropo que tomo del Postre de Notas de Daniel Samper en Carrusel:
«Con ese cuerpo hacés más estragos que el comunismo…»
Si quiere, para hacerlo más moderno, póngale un «del Siglo XXI» al final.
Una sugerencia si lo va a echar: abstenerse de decir algo más. No decir nada sobre Friedman, Hayek o von Mises porque se pierde el efecto del piropo (si es que lo tiene! Y si lo tiene eso dice mucho de la niña/niño a quién se le esté dando el piropo).
De vez en cuando toca mamar gallo también.
Saludos.
DV
Anónimo
23 marzo, 2007 at 8:30 pmA veces tanta wikipedia exaspera.
Carlos
23 marzo, 2007 at 9:16 pmDaniel: Yo entiendo perfectamente que la libertad no se puede imponer(sobre este tema ver aqui). Lo cual sería la mayor de las contradicciones porque Libertad =»ausencia de coerción».La realidad es que tendremos libertad cuando la gente lo quiera.
Dices:
«Mire, yo soy liberal y un demócrata. Tan demócrata que soy de los que cree que si las Farc negocian y, digamos sólo para hacer claro el ejemplo, logran llegar al poder de manera demócratica, porque «el pueblo así lo ha querido», ese es el país que los demás, la mayoría, quiere y yo tengo que aceptarlo.»
Daniel: La mayoría puede ser el peor de los tiranos. No le asignes un valor superior a las decisiones que toma la mayoría solo por una cuestión aritmética.
Imaginate que vivieras en una comunidad y una mayoría (el 80% o 90% para que hacerla mas «legitima») decidiera quitarte tus bienes asi porque si, o matarte porque les caes mal. Seria justo solo porque lo decidió la mayoría? Yo no lo creo. La democracia no es igual a la libertad.La libertad implica respetar los derechos de los individuos y no simplemente hacer lo que dice la mayoría.
Jacques Barzún, en su magnifico libro «Del Amanecer a la Decadencia: 500 años de vida cultural en occidente» nos recuerda que hemos pasado de la infalibilidad de los reyes (porque se suponia que su autoridad venia de Dios y entonces no podía fallar) a la infalibilidad de las mayorías(por aquello de que «la voz del pueblo es la voz de Dios»).
Traigo estas citas sobre el tema:
«La democracia es dos lobos y una oveja votando sobre que se va a comer.
La Libertad es la oveja, armada, impugnando el resultado.»
Benjamin Franklin
«Si vivimos en una sociedad donde la esposa de cada uno es escogida por mayoría, viviríamos en una democracia, pero no tendríamos libertad».
Ross Levatter
«Puesto que se ha desacreditado la esclavitud absoluta, la ‘democracia’ es la única excusa que queda para la coerción estatal que la mayoría de la gente aceptará.»
Joseph Sobran
«Perhaps the fact that we have seen millions voting themselves into complete dependence on a tyrant has made our generation understand that to choose one’s government is not necessarily to secure freedom.» (Nota: se refiere a Hitler)
Friedich Hayek
En nuestras democracias asumimos que las mayorías no pueden fallar y eso no es cierto. Nadie tiene la verdad revelada, como tu dices, por eso debemos descentralizar las decisiones hasta el minimo nivel (los individuos). Dado que nadie tiene la verdad revelada, no tenemos derecho a imponerle a nadie ningun modelo economico, ni ninguna moral particular(cristiana,musulman, «no fumar drogas», etc.
Demosle libertad a la gente de decidir con su vida lo que quieran mientras respeten el mismo derecho para los demas.
Lo bonito del liberalismo es que propone una sociedad libre y un gobierno protector de derechos donde cada quien podría inventar y proponer su «micro-utopía» siempre y cuando no use la fuerza para obligar a los demas. Es la propuesta de Nozick (ver aqui)
En una sociedad libre, si podrían existir comunidades socialistas, cristianas, punkettas, lo que sea, siempre y cuando sean voluntarias. Solo se impone un consenso ultramínimo de que se debe respetar los derechos de los individuos.
Uno de los grandes problemas de las ideologías antiliberales(de «derecha» y de «izquierda») es que asumen una sociedad unitaria donde una gran cantidad de decisiones deben tomarse por una «autoridad central» y no entienden el pluralismo, «la diversidad de interes de la polis», de la que habló Aristoteles hace mas de 2000 años. Asumen uniformidad, que todos tenemos que seguir sus «recetas» y por la tanto se justifica la coerción. No ven a los individuos como fines sino como medios (desatendiendo el consejo de Kant)
El verdadero liberalismo no propone el crecimiento aunque el liberalismo economico facilite ese fin. El liberalismo economico, el laissez faire en realidad es una NO-política economica. Simplemente dice: «Separemos el estado de la economia. No intervengamos. No diseñemos políticas economicas.Que las personas y las asociaciones de personas libres decidan si quieren crecer o no lo quieren hacer.Finalmente no sabemos si crecer economicamente es bueno o malo. Que cada quien tome su decisión»
Cordial saludo,
Carlos
Daniel Vaughan
24 marzo, 2007 at 1:23 amCarlos,
Andaba pensando en esto de la contradicción y ahí va otro ejemplo de los peligros del libertarianismo exagerado (o probablemente de mi mala lectura de libertarianismo exagerado… o depronto, de su lectura del libertarianismo):
Una pregunta:
¿Usted cree en la libertad de culto? ¿Puede Daniel Vaughan decidir libremente ser católico?
La respuesta que usted va a dar es un «Daniel, por supuesto que si». Y yo estoy de acuerdo: yo también creo en la libertad de culto.
Pero aparentemente hay algo contradictorio acá: en el momento en que yo decido libremente ser un católico consumado, he decidido libremente quitarme un montón de libertades (no voy a entrar a discutir qué libertades restringe la religión católica, o cualquier religión, pero es claro que es como andar como los caballos de las zorras en Bogotá, con los ojos tapados hacia los lados, mirando sólo hacia dónde el amo quiere que mire…). Lo contradictorio es que por el hecho de utilizar mi libertad me quito mi libertad.
Ahora, vámonos a la política: puede Daniel Vaughan decidir libremente decidir si quiere que alguien decida todo por él (ojo, sólo por él, no por Carlos, ni nadie más). Mi lectura del libertarianismo es que si uno es consistente, la respuesta debería ser que si.
Mi respuesta a estas dos preguntas, como liberal que soy, es SI. Yo no veo ninguna contradicción. Pero usted si la está encontrando con la segunda pregunta. El valor «la libertad» ocupa un puesto tan sagrado en la escala o jerarquía de valores, que es intocable: está por fuera del «conjunto de valores sobre los que se puede elegir».
¿Para dónde voy? Yo digo: si la gente quiere a Chávez de presidente de Colombia (por dar un ejemplo exremo) yo no puedo hacer nada más que discutir con argumentos por qué yo no lo quiero. Pero si ellos (la «mayoría» como lo dije antes y que usted ha criticado citando grandes pensadores, pero sin dar argumentos más que ese (pésimo) argumento de autoridad) lo quieren pues yo me voy: esa es mi libertad de elegir: yo puedo elegir con quién me asocio. Elegir si quiere que mantener mi libertad de elegir (para hacer este círculo vicioso más claro).
Esa es sólo una idea que se me cruzó por la cabeza ahora que estaba echando un tumbao con mis congas. Ahora me voy a tomar cervecita, pero me gustaría saber usted, Carlos (no Friedman, Franklin, Jefferson, Vaughan, Hayek o el que sea), qué piensa.
O bueno, si usted quiere andar como los caballos de las zorras también mirando sólo para dónde estos grandes pensadores (a quiénes no les quitó el mérito de ser quiénes son, sólo que no creo que por ese hecho tengan más la razón que usted o que yo) le dicen que mire, me parece perfecto. Entonces deje que ellos hablen por usted y contesten esta pregunta.
Se cuida! Así cerramos una semanita de mucha carreta y poco trabajo (por lo menos de mi parte… este blog se está volviendo adictivo…)
Carlos
24 marzo, 2007 at 2:58 amDaniel: primero una aclaración. Cuando uso citas de otras personas no estoy usando un criterio de autoridad como lo usaría un escolastico medieval, lo cual iría en contra de todo lo significa el liberalismo. Como ya te he explicado varias veces, soy un fanatico de las citas, y no solamente las liberales. Y las uso porque me parece que el personaje citado expreso muy bien lo que quiero decir. Mucha gente utiliza citas de esa forma. De las personas que cité en mi ultimo post,hay dos que no los conozco y seguramente mucha gente tampoco. Simplemente, me gustan sus citas. Es una forma de «reutilización». No lo veas como: lo dijo XXXX y ya es dogma de fe.
Voy a tus preguntas:
«¿Usted cree en la libertad de culto? ¿Puede Daniel Vaughan decidir libremente ser católico?»
R/ Si, por supuesto.
Sobre que uno puede quitarse su libertad al escoger X religión. No realmente. Porque si siempre tengo la opción de abandonar esa religión, sin que me amenazen o usen la fuerza contra mí, sigo siendo libre. La libertad no implica que no pueda escoger creer en cosas que no se pueden probar o en aceptar LIBREMENTE la autoridad de otros. Lo importante es que sea sin coerción.
«puede Daniel Vaughan decidir libremente decidir si quiere que alguien decida todo por él (ojo, sólo por él, no por Carlos, ni nadie más). Mi lectura del libertarianismo es que si uno es consistente, la respuesta debería ser que si.»
R/ Si, si es consistente. De hecho pasa todo el tiempo, como cuando le decimos a un mesero: «Que me recomienda del Menú?»
«El valor «la libertad» ocupa un puesto tan sagrado en la escala o jerarquía de valores, que es intocable: está por fuera del «conjunto de valores sobre los que se puede elegir».»
R/ La libertad puede considerarse un meta-valor porque si no tiene libertad no puedes escoger una jerarquía de valores. Sin libre albedrío, no puede haber «bien» y «mal».
Alguien ( no voy a decir nombres para que no me acuses de usar el criterio de autoridad) dijo:
«Los animales no racionales están genéticamente programados para ejercer instintivamente sus funciones y movimientos, de manera que carecen de la capacidad de ser libres, es decir de escoger opciones entre diversas posibilidades. El hombre, en cambio, único animal racional, desarrolló, como órgano superior de la materia viva, un cerebro que le fue permitiendo separarse de lo meramente instintivo, y ejercer el nuevo don: el de la libertad, que es la facultad de poder elegir dentro de un rango amplio de alternativas, de acuerdo con sus necesidades, sus deseos y responsabilidades y, también, sus sueños y hasta sus caprichos.» Ver aqui.
Otro pensador dijo: «La libertad no es un medio para conseguir un fin político mayor. Es en sí misma el fin político mayor.»
Muy buen punto:
«Yo digo: si la gente quiere a Chávez de presidente de Colombia (por dar un ejemplo exremo) yo no puedo hacer nada más que discutir con argumentos por qué yo no lo quiero. Pero si ellos (la «mayoría» como lo dije antes y que usted ha criticado citando grandes pensadores, pero sin dar argumentos más que ese (pésimo) argumento de autoridad) lo quieren pues yo me voy: esa es mi libertad de elegir: yo puedo elegir con quién me asocio. Elegir si quiere que mantener mi libertad de elegir (para hacer este círculo vicioso más claro).»
R/ Muy buen punto. Sin embargo, parte del supuesto de que mi unica opción es irme del territorio que gobierna Chavez. Porque no negarme a ser gobernado por el? Puedo rechazar su protección estatal y sus leyes e iniciar un movimiento a una «republica independiente», es decir, el derecho de sucesión, invocado por los Francisco de Miranda, Jefferson, Washington, Bolívar y todos los que lograrón la indepedencia americana, asiatica, africana.
Finalmente me queda mi propiedad privada, que Chavez debería reconocer (si ya se, asi no funcionan las cosas) a menos que asumamos que todo el territorio le pertenece a Chavez como se asumia que los reyes eran los dueños del reino. Por eso, en los tiempos de la monarqúía, se veía mucho aquello de que imponían la «exilación» como castigo.
Este punto nos lleva finalmente a la cuestión del rol del estado. En un estado con muchos roles (como el Colombiano) importa mucho quien gobierna. En un estado con un mínimo de roles, ya no importa tanto.
Para resumirte mi respuesta: si bien la opción de abandonar el territorio gobernado por el tirano, es la única opción valida? Que hay del derecho de sucesión que justificó la independecia de muchos paises desde finales del siglo 18? De la desobediencia civil? Si existe la propiedad privada y los derechos individuales hasta que punto puede ejercer el nuevo tirano su poder?
La cuestión finalmente es que si tuvieramos un estado limitado, no importaría tanto quien gobernara.
Saludos,
Carlos
P.D: Te invito a conocer la nueva campaña por la libertad de todos los secuestrados.
Jaime Ruiz
24 marzo, 2007 at 7:30 amPerdón, no he tenido tiempo de contestar a Daniel Vaughan. Tengo que explicar mi anterior comentario, malinterpretado. Creo que un crecimiento económico robusto, mayor que el actual, permitiría reducir el peso del narcotráfico en la economía y generar recursos para perseguirlo. Y que la negligencia a hacerlo es puro conformismo. No me vale lo de que la prohibición es inmoral porque la imposición de una libertad sobre la voluntad mayoritaria significaría anular la democracia. Es decir, ¿cuántos están realmente con el discurso de A. Caballero? El de Savater es simple y claro: hay prohibición porque la gente encarga al Estado de protegerla de sí misma. (Hasta ahí Savater.) Muy mala cosa, pero ¿cómo obligarla a ser diferente? Ahí se encuentra uno la falacia de la «educación»: el intelectual que quiere ahorrarse el problema de explicar ese fenómeno terrible de la sociedad cree que todo viene de que los demás no son como él. «Educar» viene a ser reproducirse en estratos más desfavorecidos.
No tiene sentido comparar los incentivos, porque en tal caso ser gerente de banco se quedaría para los débiles y lo correcto sería ser asaltante de banco. La sociedad debe vivir dentro de un marco legal y el motivo por el que se debe perseguir el narcotráfico es que es ilegal en otros países. No porque la prohibición que escogen los votantes estadounidenses (no hay políticos ansiosos de votos entre los despenalizadores) sea correcta o defendible. A diferencia de la inmensa mayoría de los colombianos instruidos, yo sí viviría bien en un lugar en el que las drogas fueran de venta libre. Ni siquiera tengo mala opinión del consumo. Lo que pasa es que se utiliza algo como la prohibición para justificar el sometimiento al poder de las mafias. No es verdad que a más persecución más incentivos para producir. Si hubiera recursos para controlar los dineros del narcotráfico el negocio se desplazaría a otros sitios o el producto subiría de precio y favorecería inventos de sucedáneos.
Ya he explicado muchas veces que es como cuando las hijas de uno le tienen la casa llena de adornos lujosos y el día del padre le regalan ropa de Armani, y uno «sufre» todo eso como un ultraje y se pregunta qué clase de canallas son capaces de corromper así a las muchachas, impulsados por una cultura machista, por la lujuria… Dios mío. Los colombianos tenemos que ser ciudadanos respetados de un país respetado. Eso implica perseguir el narcotráfico, no complacerse en causas honrosas e inútiles que ahorran dificultades y permiten exhibir modernidad y cultura.
Caso típico de obscena necedad de ese estilo: el rechazo del culto del dinero fácil (de los paisas, claro). Lo de fácil ya es ridículo. Pongamos que alguien me pagara 30 dólares por cada canción aceptable que compusiera. Pongamos que tengo aptitud para eso y me hago diez al día. Podría pensarse que me he ganado 300 dólares en un día, sentiría asco de mí mismo, debería componer sólo una canción… El afán de obtener dinero siempre quiere que sea fácil conseguirlo. Por favor.
El rechazo del culto del dinero es otro cuento: es la vieja queja de Quevedo. Y sólo expresa la resistencia del orden viejo respecto al ascenso de otras clases. En Colombia se relaciona con el narcotráfico, pero por una parte ¡esa asociación es típica de los caballeristas y por tanto no habría problema! (Bah, de hecho, perdón por la digresión, hace casi diez años salió un reportaje en Semana sobre un pensionado de Colpuertos, un tal Forbes, que se ganaba al mes 29 millones de pesos de entonces y en realidad nunca había trabajado, primero era del equipo de béisbol, después líder sindical. ¿Qué dijo nuestro admirado dandi taurino? Que así reaccionaba siempre la oligarquía cuando alguien del pueblo prosperaba. Y yo que a veces no me tomo la pastilla y digo que un país así no es el jodido paraíso.) Y por otra parte, si uno es mulato o aindiado, de provincias y rico lo van a mirar mal los intelectuales de la izquierda democrática aunque haya prosperado haciendo el bien, sin nada ilegal ni inmoral ni que engorde (para no complacer al patán de Joaquín Sabina).
El culto del dinero es universal (nadie prefiere no tenerlo), se asocia con la modernidad y la sociedad competitiva (cuando el poder y el prestigio están abiertos y no dependen de la cuna), es típico de la gente más vulgar (que no lo oculta y tampoco tiene por qué preferir la sufrida vida de Genet ni las canciones de Hugo Wolf, al que por cierto la aristocracia intelectual colombiana ni siquiera ha oído nombrar) y fomenta el esfuerzo productivo. La chusma que adora Menón en dos o tres generaciones es una clase media muy hábil para producir bienes y servicios y con suficientes pretensiones para pagarle la universidad a sus hijos. Es el rasgo típico estadounidense y lo que hizo ese país atractivo a los emigrantes europeos (lo raro es que los estadounidenses de origen escandinavo no hayan vuelto a la tierra de sus antepasados).
Lo que debería interesar es un examen de la ideología que hace de Colombia un país mafioso, y ciertamente la combinación catolicismo (no creo que haya ningún país más católico en todo el mundo) + dominio español (la misma del sur de Italia) está detrás. El rechazo del culto del dinero expresa el culto de la fuerza y el linaje, el rechazo del trabajo como valor y el apego a los valores jerárquicos tradicionales. Si el dinero es sucio, ¿no es lo normal que quien quera conseguirlo (fácilmente, obvio) se permita el crimen y la crueldad? Bah, crimen, crueldad: son los rasgos de la fuerza, lo que define al poderoso del larguísimo periodo colonial y todavía en muchísimas regiones.
Carlos
24 marzo, 2007 at 11:48 amJaime Ruiz esta escribiendo sus mejores comentarios los viernes en la noche..je,je…todo bien excepto en lo de que la prohibición de justifica porque asi lo quieren las mayorías.
Saludos,
Carlos
Anónimo
24 marzo, 2007 at 3:07 pmPreguntas para que el profesor Gaviria u otros expertos en economía respondan cuando se preste la ocasión:
¿De qué sirve el crecimiento económico si no genera empleo? (que seguramente en la manera –crear empleo– en que se puede generar riqueza de manera más equilibrada?)
¿Si el crecimiento no genera empleo, sino que se concentra aún más en las mismas pocas manos de siempre, ¿de qué sirven indicadores como el PIB per cápita para describir el estado de la salud económica de la población de un país? En otras palabras, ¿que importa que el PIB per cápita de Colombia haya subido de US$2000 a US$3000 si ese aumento ocurre por cuenta de la proporción de la población que ya tiene mayor ingreso per cápita?
Si el crecimiento sin empleo no es un fenómeno exclusivo de Colombia sino un patrón que se impone en el mundo, ¿A dónde conduce ese patrón?
Si el oficio de los médicos es restaurar la salud de los que están enfermos y no mejorar aún más la salud de los que están sanos, ¿cuál sería el oficio de los economistas siguiendo un planteamiento parecido?
¿No piensa usted que la tendencia asistencialista (estatista o socialista tipo siglo XXI) ha tendido a agudizarse en los últimos tiempos precisamente porque el «modelo» económico imperante no ha logrado hacer lo que se supone que debe hacer, es decir, propiciar el enriquecimiento de los desfavorecidos en vez de seguir impulsando el enriquecimeinto de los ricos?
planetaenano
24 marzo, 2007 at 4:13 pmJR :
» La Kriptonita tiene un perfil absolutamente novelesco «
Leonardo BOOFF
Coda; Espereme otro segundo.
Sergio Méndez
24 marzo, 2007 at 4:21 pmEse cuento de que el crecimiento ecónomico va a disuadir a la gente de ser narcotraficante o que el narcotrafico cala en Colombia porque somos un país entregado al «culto del dinero fácil» no me cuadra para nada…¿por qué el país más rico de latinoamerica, México, que creció enormemente su economía en los 90, también está entregado al narcotráfico? El crecimiento económico no va a hacer menos rentable un negocio que tiene tanta demanda, no importa cuantos pajazos mentales se hagan los Jaime Ruiz de este mundo.