Cabría comenzar esta columna con una advertencia general: el origen no tiene nada que ver con la esencia de las cosas. En unos casos, los grupos paramilitares desplazaron a los políticos tradicionales y se apoderaron del poder local. En otros, los políticos tradicionales se asociaron con los grupos paramilitares y lograron conservar el poder local. Y en otros más, los grupos guerrilleros desterraron a los políticos tradicionales y se adueñaron del poder local. El origen pudo haber sido distinto, pero el resultado ha sido el mismo: la captura de lo público por medios violentos y con fines pecuniarios. Es la corrupción al servicio del conflicto. Y el conflicto al servicio de la corrupción.
En muchos lugares de Colombia, la competencia política ha sido eliminada mediante las masacres selectivas, el asesinato de los adversarios, la intimidación armada y la compra de votos. El clientelismo armado no ha desplazado al clientelismo tradicional: lo ha complementado. Y juntos han convertido la democracia local en una farsa: el proselitismo armado asegura la supremacía electoral, la cual, a su vez, asegura los recursos necesarios para el financiamiento del proselitismo armado. Aunque la democracia local no ha fracasado de manera definitiva —algunas regiones han hecho buen uso de su mayor autonomía—, la descentralización parece haber dividido al país en tres grandes bloques (la caricatura es inexacta pero no equivocada): un bloque norte de dominio paramilitar, uno sur de dominio guerrillero y otro central donde la corrupción y el conflicto todavía no han logrado aniquilar completamente la competencia política. A todas estas, la captura del poder local ha contrariado las buenas intenciones de muchos reformadores sociales. Los subsidios a la demanda, que habían sido introducidos con el fin de neutralizar el clientelismo político, terminaron siendo capturados por el clientelismo armado. En la salud, por ejemplo, se pasó de la depredación del Seguro Social al pillaje de las ARS. O del control de las nóminas al control de los contratos. Así mismo, la educación contratada, que había sido implantada como una respuesta a la inoperancia de la educación pública, fue parcialmente capturada por cooperativas de papel.
De la mediocridad de Fecode se pasó a la voracidad de los grupos armados. Así, en muchas regiones del país, la descentralización no redundó en un mejoramiento social a pesar del incremento del gasto. Incluso la descentralización, al transferir el poder político y el control presupuestal a las regiones, pudo haber contribuido al surgimiento del clientelismo armado, como lo muestran Fabio Sánchez y María del Mar Palau en una investigación reciente. Por circunstancias fortuitas, el crecimiento de los cultivos ilícitos coincidió con la profundización de la descentralización, con consecuencias tan nefastas como imprevisibles. En el norte y en el sur, las mismas organizaciones que monopolizaron las rentas del narcotráfico se adueñaron del poder local y por lo tanto de los cuantiosos presupuestos regionales. Entre otras cosas, las circunstancias descritas indican la ligereza de quienes denuncian el fenómeno paramilitar y demandan, al mismo tiempo, un aumento de las transferencias regionales. O la de quienes insisten en la disyuntiva tradicional entre gasto militar y gasto social (“con el recorte de la inversión social se financiará la guerra”, escribió Jaime Castro la semana anterior).
El asunto es más complicado. Pues el gasto social, al menos en algunos momentos y lugares, puede haber contribuido a instigar el conflicto. Como lo señaló recientemente un blogero anónimo: “La triste realidad es que el Gobierno acaba financiando la guerra por punta y punta: vía presupuesto de defensa y vía transferencias y regalías que van a parar a manos de quienes, de uno u otro modo, están socavando la gobernabilidad democrática en Colombia”.
<br>
Sergio Méndez
18 noviembre, 2006 at 5:21 pmAlejandro:
Si entiendo su argumento, la decentralizaciòn es mala porque permite el transpaso de recursos a grupos ilegales como los paramilitares ¿Pero si los paras controlan el gobierno central como parece ser màs y màs el caso, como es que el control centralizado del gasto social no va terminar en sus bolsillos? ¿Si el poder central mismo apoya a los paramilitares y les acolita todo lo que les ha acolitado, como es que se supone que a nivel regional se puede fomentar una resistencia contra los paramilitares?
Ud toca otro punto que es clave: el crecimiento de cultivos ílícitos y por ende el crecimiento de los grupos armados que se sostienen de estos. Pero si en primera instancia el gobierno cnetral no hubiera decidido defender a capa y espada no sòlo la criminalizaciòn de la producciòn y el consumo de drogas, sino la persecuciòn por medios masivo de quienes lo cultivan ¿habrían esos cultivos ilicitos sido un alimento tan eficaz para el crecimiento de la guerrilla y los paras?
zangano
19 noviembre, 2006 at 10:22 amel problema que no discute es el sistema presidencial con casi omnipodo poder, que le permite a uno de los politicos regionales corrompidos, organizar su reeleccion con metodos fraudulentos y con la anuencia y el apoyo del poder establecido y de la mayoria de los que le sirven.
sobra decir, que la ascencion al poder presidencial del politco regional corrompido con mas sangre sobre su conciencia,fue apoyado y bienvenido por la elite economica social del pais,en otras palabras por la oligarquia,la misma que un escritor paisa llama :la clase bellaca.
Alejandro Gaviria
19 noviembre, 2006 at 11:54 amZangano:
Si todo fuera tan fácil. Una clase bellaca y punto. A veces vale la pena pegarse una pasadita por Colombia. O al menos contagiarse del espíritu de Edimburgo. Del agnosticismo intelectual. Pero lo suyo es otra cosa: una locura apostólica. Una aceptación religiosa de la doctrina mamerta.
lelo69
19 noviembre, 2006 at 1:32 pmEl Botín
Lo peor que le puede pasar a un municipio en Colombia es que de sus entrañas salga petróleo o se instale una fábrica generadora de trabajo y por lo tanto de dinero. En menos de 24 horas llegara una caravana de prostitutas, mesas de billar, paracos, guerrilleros y lo peor de todos políticos que pocos días se apoderaran de los sueldos, de la nomina oficial, de los impuestos y de la vida de las gentes de ese afortunado pueblo que se puede llamar la Jagua de Ibérico, Soledad o Valledupar..
Sergio Méndez
19 noviembre, 2006 at 2:03 pmAlejandro:
Ya que acusa a Zangano de mamerto ¿No era una posiciòn tipicamente comunista y mamerta propugnar por con un control fuertemente centralizado de la economìa y la política?
j.
19 noviembre, 2006 at 5:01 pmYo no creo, Méndez, que Gaviria esté defendiendo con esta nota un retorno a un modelo centralizado a nivel político o económico. Simplemente evidencia la manera como el manejo descuidado del proceso de descentralización ha terminado sirviendo como (otro) canal de financiación de los grupos armados. No me parece para nada mamerto abogar por un manejo controlado y responsable de la inversión social y la distribución de fondos regionales.
Sergio Méndez
19 noviembre, 2006 at 6:22 pmJ:
Estoy seguro que Gaviria piensa exactamente que un modelo menos descentralizado serìa màs eficiente. Pero no creo que alguièn que proponga un modelo descentralizado o que critique el control centralizado de los recursos se le pueda acusar de mamerto, cuando en efecto deberìa ser todo lo contrario.
Por otro lado tengo entendido que hay varios proyectos en el congreso sobre una ley de transferencias, con diversos grados de control central de los recursos. Me pregunto cual es el que apoyarà Alejandro Gaviria.
Anónimo
19 noviembre, 2006 at 6:31 pmAhora entiendo porque JR II y su sequito se burlan de la comprension de lectura de Sergio Mendez.
lelo69
19 noviembre, 2006 at 6:34 pmEn casi todos los minicipios del Atlántico,Bolivar y Cordoba y en todos los de Sucre, Magdalena, Guajira los presupuestos estan en manos del maridaje paracopolitico que se ha instalado desde que la descentralización se instauro en los municipios. Antes los politicos se peliaban las cuotas burucraticas y los pocos contratos, ahora la burocracia continua siendo codiciada, pero lo más importantes son los recursos de la salud.Antes era una guerra sucia entre ellos sin muertos, hoy la cosa es diferente es un comportamiento mafioso donde el que no cumple o delata es hombre muerto. Esa dinamica es igual con la guerrilla en el sur del país, pero entre guerrilleros y politicos. Yo si estoy convencido que la descentralización ha hecho más daño que bien y creo que desafortunadamente tocara cerrar la llave de los recursos mientras de adecenta el lugar…
zangano
19 noviembre, 2006 at 6:42 pmnunca he sido comunista en mi vida ,ni he tenido nigun nexo con los llamados mamertos,considero si que son tan colombianos como cualquiera otro,me sorprende que su percepcion de mi posicion sea la que ud describe,triste para los colombianos si la condena inquisitiva de j.r. este tan extendida,talvez el blogger que los equiparo,no estaba tan despistado,como se dice en ingles en relacion a jr y ud:»I stand corrected.»
Reydeley
19 noviembre, 2006 at 8:24 pmTriste observar que analistas como usted le hagan el juego a los enemigos de la democracia y la justicia social. No sé si ser neoliberal, Uribista y de hipersupraultra extrema derecha sean lo mismo, pero en usted se combinan las tres cosas. Lo digo porque los amigos del centralismo y el presidencialismo a ultranza han tomado como objetivo el ataque feroz a la descentralización con el propósito de reducirla a su mínima expresión y, por esta vía, reunir en un solo espacio institucional la corrupción y la politiquería.
Nada más falso, tendencioso y peligroso que tildar a la descentralización como responsable del clientelismo armado y de la expansión del negocio del narcotráfico: Pues con esta lógica “aberrante e invertida” no sería de extrañar que usted propusiera o acompañara un acto legislativo para revocar las corporaciones públicas y la elección popular de alcaldes y gobernadores, e igualmente suprimir las transferencias a las entidades territoriales. Y de paso, ¿por qué no plantea que todos los ingresos de los municipios y departamentos los reciba exclusivamente el gobierno nacional, para que éste sea el que se los gaste?, pues seguramente el gobierno de Uribe únicamente está conformado por angelitos que están en “lucha contra la corrupción y la politiquería”, como mentirosamente pregonó un eslogan del entonces candidato a la Presidencia de la República.
Fernando Corredor
19 noviembre, 2006 at 9:55 pmNo es doctrina mamerta, Alejandro. Lo que dicen muchos «mamertos» lo habia ya expresado el gobierno de Bush padre en un documento clasificado:
«Alvaro Uribe Velez – A Colombian politician and senator dedicated to collaboration with the Medellin cartel at high government levels. Uribe was linked to a business involved in narcotics activities in the U.S. His father was murdered in Colombia for his connection with the narcotic traffickers. Uribe has worked for the Medellin cartel and is a close personal friend of Pablo Escobar Gaviria. He has participated in Escobar’s political campaign to win the position of assistant parliamentarian to Jorge (Ortega). Uribe has been one of the politicians, from the Senate, who has attacked all forms of the extradition treaty.»
Y usted qué opina?
Anónimo
19 noviembre, 2006 at 10:25 pmYo no creo que aquí se trate de estar a favor o en contra de la descentralización en sí misma, y tampoco creo que sea difícil llegar a un consenso en torno a que la idea de la descentralización, en teoría, es perfectamente lógica en la evolución de las cosas. Lo que Gaviria trata de hacer, me parece a mí, es ver qué le pasa a esa idea buena cuando cae en ese pantano de aguas estancadas que son los poderes regionales en ciertas áreas de la Colombia real (a propósito, a mí el mapa no me parece nada caricaturesco sino bastante ajustado a la realidad). Quiere eso decir que hay que echar reversa y volver a centralizar? Para nada, aunque en algunos casos se justificaría plenamente la intervención del Estado central para poner la casa en orden (supongamos que Uribe no fuera el Presidente, en gracia de discusión…). A lo mejor Gaviria podría proporcionar algunas cifras de los aumentos de gasto social en esas regiones más infestadas de plagas, y lo que ha sucedido con los indicadores sociales en las mismas. O es que se tiene que seguir echando la plata en saco roto para defender una idea hasta las últimas consecuencias …
eureka
19 noviembre, 2006 at 11:36 pmNo entiendo el afán por etiquetar la columna de Alejandro. Que defiende el centralismo y el poder presidencial dice uno, que incita a volver a un sistema centralizado lo que sería una propuesta «mamerta». Lo que intenta hacer Alejandro, entiendo yo, es poner de presente que la realidad del país es compleja y una de sus aristas, que pasa casi desapercibida, es que la decentralización (defendida tanto por los apóstoles de las reformas de los 90) puesta en el terreno práctico ha tenido consecuencias funestas. Si se acepta este hecho, la pregunta siguiente es ¿que podemos hacer para tratar de combatir esta aberración?…es una pregunta abierta a la cuál seguramente no habrá una respuesta que nos ponga a todos de acuerdo, de hacho, dudo que se produzca una respuesta en el mediano plazo.
lelo69
20 noviembre, 2006 at 1:15 amLos ratones y el queso…
La principal industria de los municipios de la costa es la política y tradicionalmente se venían financiando con la burocracia y como mencione anteriormente con la contratación oficial. Pero desde la época de Belisario se inicia incremento en las transferencias y los ratones se tornan cada vez más voraces. .El monto de los recursos atrae a los actores armados que buscan alianzas con políticos y se apoderan de todas las fuentes, lo que se traduce en problemas de salud publica por que la inversión social es mínima, se pasa del 10% al 60 % se intimida a los organismos de control o se compran si ningún problema.
La descentralización es mala? No, pero ante los poderes locales y los actores armados las consecuencias han sido peores.
Cual es el remedio?
Ni idea.
galo
21 noviembre, 2006 at 4:50 amResulta ingenuo pensar que el fenómeno de la corrupción depende de un modelo centralista o uno más descentralizado. Estoy de acuerdo plenamente con la descentralización pero como Alejandro dice la misma no combate la corrupción. Y bueno, ya que hablamos de descentralización me gustaría preguntarle a Alejandro qué opina de cambiar las transferencias por la regionalización de una parte del impuesto de renta y si conoce casos de países donde funcione así o estudios acerca del tema.
Juan Francisco
21 noviembre, 2006 at 3:06 pmCreo que el problema del manejo de las transferencias en zonas con crecimiento productivop y el de la violencia puede estar relacionado también con el fenómeno del desplazamiento: En una investigación la Universidad de los andes evidenció que el porcetanje de municipiuos expulsores de población es notablemente mayor cuando estos están en crecimiento económico, que en aquellos que presentan las más altas tasas de pobreza (a escepción del Chocó). es decir, que la financiacion punta por punta podría también presentarse claramente como relacionada con los mayores índecies de expulsión por conflicto armado, y que estos municipios estarían en los mayores riesgos de corrupción para financiar la guerra con el gasto social. Como seguimos viendo, el problema del gobierno no es la lógica llana con la cual gestiona, sino la falta de una lógica que integre la gestión social con un análisis exaustivo de la cultura de la legalidad, de la jsuticia y del a productividad presente en los contextos. Es esta situación la que lleva a desarrollar metodologías pobres de gestión, afectadas notablemente desde los aberrantes consejos comunitarios.
sillogysmes_mao
21 noviembre, 2006 at 4:36 pmA Bolombolo la ‘confederedo’ el billete del narcotrafico.Mucho tiempo despues los tecnocratas fomentaron los cajeros automaticos y la clase bellaca.
Alejandro Gaviria
21 noviembre, 2006 at 4:43 pmMuchas gracias a lelo, a eureka y a j. por aclarar el sentido de la columna. No estoy proponiendo el desmonte la descentralización: mi intención fue senalar la diferencia entre la teoría y la práctica de las refomas sociales. Pero el realismo (el esfuerzo por juzgar las reformas por sus resultados: no por sus intenciones) tiende a confundirse con el derechismo a ultranza. Como si fuera una gran herejia senalar que las buenas intenciones muchas veces sólo consiguen favorecer a los mal intencionados.
syllogismes_mao
21 noviembre, 2006 at 4:45 pmDON JUAN FRANCISCO :
Se me ocurre preguntarle.
Que bosillo financia a los ‘ consejos comunitarios’ del uribismo en el Cauca ?
Y que sobre los ‘consejos comunitarios’ de la guerrilla en esa hermosa provincia ? /
sillogysmes_mao
21 noviembre, 2006 at 4:56 pmESA HEREJIA.La version del Op.87 de Shostakovich por el malito-intencionado Jarret. ( iba a decir jartisimo jarret pero me dio jartera ) ( o malito-intencionado por malinchista )
Scared Crow
22 noviembre, 2006 at 12:33 am«El camino al infierno esta pavimentado de buenas intenciones» dicen, erroneamente, que dijo Samuel Johnson; y claro, muy bonito hablar de como deberia ser todo, de dejar todo en simple idea y atizbo de utopia, facil echarle la culpa a los mejores postores «la clase corrupta»; la vaina es que a la realidad le valen huevo esos juicios de valor; algunos siguen abogando por la panacea mientras otros, como Gaviria, se encargan de ver las cosas de cerca, sin apasionamientos. El problema es que ese dinero que esta destinado a las regiones va a toparse de lleno con la realidad politica, ese omnipresente control de grupos ilegales, y legales, que se toman las arcas como dinero de bolsillo. No quiere decir esto que todo el pais deba ser controlado desde dentro, que no se pueda confiar en las regiones, simplemente se evidencia lo que sucintamente dice Alejandro en la columna, la transformacion de las democracias locales en farsas armadas y cada analisis y estudio conlleva a la misma conclusion. Qué carajos hacer?, yo creo que los escandalos (en realidad mas farsas) de las ultimas semanas deberian dar un buen pie de apoyo para comenzar el largo proceso de saneamiento, ya que, aun cuando el narcotrafico sea un problema externo en sus condicionamientos, y toque todos los ambitos, hay que desligar politica e ilegalidad; supongo que en territorios de influencia guerrillera el dinero tiende mas a ser pagado en vacunas, extorsiones y secuestros, mientras que en las zonas de influencia paramilitar, o de simple saqueo politico, las cosas, como lo anota Gaviria, son mas complejas y serias, el limite entre legalidad y delito no esta muy claro; ahi es que debe entrar ese malhadado proceso de «justicia y paz», comenzando por la verdad, por destapar la olla podrida, se dira que esta tambien es una posicion idealista: «como se van a acusar los unos a los otros?», pero creo que si no le damos por ahi no vamos a llegar a ningun lado. O entonces nos acabamos a plomo?
Sergio Méndez
22 noviembre, 2006 at 12:44 amSacred:
Mi punto no era un punto ideologico (creo que en la izquierda al menos, hay corrientes pro centralistas y otras descentralistas. Yo me inclino por las segundas pero ese no es el punto). Mi punto es si en verdad se puede trazar una conexiòn real entre descentralizaciòn y el crecimiento de grupos ilegales desde los años 90 o si quizas las causas son otras y ese crecimiento se hubiera dado si la descentralizaciòn hubiera sido màs moderada.
zangano
22 noviembre, 2006 at 12:03 pmhay un modo de controlar los dineros,sus usos y destinatarios.
los paises escandinavos ,tienen el sistema del ombudsman,que si en colombia se aplicara como se aplica alla,serviria para acabar con la corruptela; los ombudsman,tendrian el poder de fiscalizar ,sin trabas,de acusar ante la justicia,de ser protejidos de los corruptos criminales y ser de la oposicion para garantizar el funcionamiento del sistema.
si se quiere, se puede!
lelo69
22 noviembre, 2006 at 1:35 pmLa gestiòn publica tiene dos grades fuentes de fuga de recursos. Primero que todo la corrupciòn y segundo la improvisaciòn. La corrupciòn es parte de la intromisiòn de la politiqueria (pago de favores) con burocracia y contratos. La improvisaciòn es el resultado de la falta planeaciòn y continuidad en el sector. Cuando llegan grandes recursos estos son acaparados por estas circustancias y los buenos propositos si es que existieron son desvirtuados. La plata que da en manos de los gordos Garcìa…
zangano
22 noviembre, 2006 at 3:16 pmlelo :tenia que ser gordo !
virgilio
22 noviembre, 2006 at 4:14 pmAlgún ser «especializado» que observe los Estados Financieros de Indumil, año 2003– 2005 y que defina y examine el rubro BIENES COMERCIALIZADOS ( en el Estado de Resultados) con su posible DISMINUCIÓN ?.
saludos
sillogysmes_mao
22 noviembre, 2006 at 10:48 pmDOn JUAN FRANCISCO ;
Me dicen que los ‘consejos comunitarios’de las FARC empezaron a denunciar los conectes criminales de Uribismo desde cuando el Primer Magistrado ejercio como gobernador de Anioquia.
sillogysmes_mao
22 noviembre, 2006 at 10:54 pmA LA REALIDAD LE VALEN HUEVO ESOS JUICIOS DE VALOR.Pero el Estado como productor de ILUSIONES dispara multiples ‘realidades’ todos los dias.Ese es el paquete.