Esta semana, en un
discurso pronunciado en la clausura del curso de altos estudios militares, el Presidente presentó la teoría oficial sobre las causas del problema paramilitar. Dijo el Presidente: “Eso había pasado en muchas zonas de Colombia, se mantenían los emblemas de la Nación, las formalidades, pero las fuerzas invasoras del terrorismo ejercían el poder real, que todos los días se escapaba más de las competencias del Estado… Muchos colombianos que lo vivieron no se extrañan de lo que hoy aparece. ¿Por qué se daba?: porque no había voluntad de derrotar al terrorismo. ¿Y por qué ahora aflora?: porque hay voluntad de derrotar al terrorismo”.
Así, la teoría oficial postula que el problema paramilitar se originó en la debilidad histórica del Estado. La teoría tiene un marcado énfasis hobbessiano: presume un leviatán dormido (o complaciente) que propició el surgimiento de bandas de criminales y de hordas de vengadores. Los culpables, dice el Presidente, fueron los medrosos, los que “prefirieron coquetear con el terrorismo”, los que confundieron la fuerza del Estado con la inercia de sus formas, los que viajaban a las regiones a tomar whisky sin percatarse de que la vida rural era solitaria, pobre, desgraciada, brutal y corta. Pero, en opinión del Presidente, el Estado ha comenzado a recuperar la fortaleza perdida —leviatán ha salido de su marasmo—, lo que ha permitido, entre otras cosas, restablecer el orden perdido y conocer la verdad escondida. “Gracias a la política de Seguridad Democrática, se están desmontando los poderes del crimen que antes no se enfrentaron en debida forma”. La teoría oficial identifica el origen histórico del problema, pero no esclarece su naturaleza actual. Si los acusados son congresistas, gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, el problema ya no es la supuesta debilidad del Estado, sino la evidente corrupción de sus agentes. O, en otras palabras, la fusión de la política y el paramilitarismo no debe concebirse como una abdicación del Estado, sino como una captura del mismo. Ya no cabe hablar de confrontación, sino de confabulación. El paramilitarismo puede haberse originado en la debilidad estatal. Pero ha derivado en un problema muy distinto: la cooptación de su fortaleza por parte de políticos inescrupulosos. Las instituciones del Estado, en este caso, no están amenazadas desde afuera, sino desde adentro. Lo que complica el diagnóstico y dificulta la solución. La captura del Estado no ha ocurrido de arriba hacia abajo, como argumentan (con maledicencia) algunos críticos del Gobierno. La captura ha ocurrido de abajo hacia arriba. Comenzó con la supresión de la democracia local y con el saqueo de los presupuestos regionales. Y continuó con la penetración de los estamentos nacionales. De manera gradual, la “parapolítica” alcanzó una dimensión tan incierta como aterradora. Si antes, como lo dijo el Presidente esta semana, el Estado se había convertido en un mero formalismo (en un leviatán dormido), ahora se ha transformado, al menos en muchas regiones el país, en una empresa criminal (en un leviatán domesticado para el servicio de unos pocos). Pero la teoría oficial confunde la captura estatal con la amenaza terrorista. Como si combatir la “parapolítica” fuese lo mismo que enfrentar la demencia de Pablo Escobar o del Mono Jojoy. O como si el problema fuese la falta de autoridad más que la ausencia de vigilancia y control. Sin buenas instituciones electorales, sin adecuados controles presupuestales, sin mecanismos para recentralizar recursos, sin jueces independientes y sin participación comunitaria, el matrimonio entre los políticos y los grupos armados seguirá vigente. En esencia, la captura estatal no se combate con soldados, sino con burócratas. Pero el Presidente olvida que la Seguridad Democrática no puede resolver todos los problemas. O, para decirlo de otro modo, que Hobbes no tiene todas las respuestas para los desafíos de la política.
Jaime Ruiz
3 diciembre, 2006 at 3:55 amUf, qué fastidio, otra vez yo incomodando el sanedrín de pensadores que discuten sobre las posibilidades del modelo sueco y el decreto que acaba con la clase política corrupta. Es que el final de este artículo no tiene pérdida:
Pero la teoría oficial confunde la captura estatal con la amenaza terrorista. Como si combatir la “parapolítica” fuese lo mismo que enfrentar la demencia de Pablo Escobar o del Mono Jojoy. O como si el problema fuese la falta de autoridad más que la ausencia de vigilancia y control.
Lo primero es lo de la demencia: cuando ya se está más allá de la moral el asesinato de cientos de policías o la castración pedagógica son errores técnicos que ocurren como resultado de un daño cognitivo o fisiológico. Demencia. ¿Cómo hay que explicar que Jojoy es en extremo sensato y sólo aplica con éxito el programa del PDA? Para pensar eso haría falta no estar más allá de la moral, pues ¿qué va a importar la verdad? Es un detalle de suma importancia: negar que el PDA y las FARC son lo mismo es de lo más práctico: menos enemigos y más certezas de coloca.
Uno se plantea la situación de los que están más allá de la moral y de la sed de justicia y lo único que se le parece es la concepción de los dioses en Grecia. ¡Qué insignificantes quedamos los demás! Lástima que por eso mismo los simples morales entendamos que el triunfo de las instituciones es el que permite aplicar las leyes contra los políticos ligados a bandas criminales, ¡precisamente porque el problema es de autoridad y no de vigilancia y control! Es decir, porque sin la hegemonía de las fuerzas estatales no habría forma de capturar ni de juzgar a nadie, no porque unos políticos corruptos sean comparables a las FARC o izquierda democrática en cuanto enemigos del Estado.
Se puede plantear el caso de una invasión extranjera, como las fuerzas de la nación invadida están concentradas en repeler al invasor, es posible que grupos de rebeldes o bandidos hagan de las suyas en algunas regiones. Si después el Estado consigue reducir a éstos se podrá proclamar que es el resultado del triunfo sobre el invasor. No es que esos compatriotas sean equivalentes a aquél.
Sin buenas instituciones electorales, sin adecuados controles presupuestales, sin mecanismos para recentralizar recursos, sin jueces independientes y sin participación comunitaria, el matrimonio entre los políticos y los grupos armados seguirá vigente.
Ahora resulta que el problema es de matrimonio entre políticos y grupos armados. Es una típica falacia de la izquierda democrática. El caso de la parapolítica en Sucre y en toda la costa, por muchos crímenes que se cometieran, es el de unos bandidos y unos corruptos. El otro grupo armado no es equivalente porque pretende, y parece que podrá, destruir el Estado. Comparar todos esos hechos y sus consecuencias con la creación de otra Cuba u otra Camboya es como comparar a Alfredo Garavito con un profesor que da clases con los zapatos sucios. Bah, son todos «actores del conflicto»: antes surgían de los líos de tierras, ahora es del narcotráfico y uno no entiende por qué una parte de esos «actores» tienen que compartir el programa de felicidad eterna que es casi unánime en las universidades. Y por qué hay sectores poderosísimos en la política y en el Estado, empezando por la misma universidad, que proclaman el deber inexorable de negociar las leyes con ellos.
Pero se puede decir que Alejandro alude a la cuestión de combatir la corrupción un poco pasando por alto el conflicto armado. Para eso tendría que haber mencionado sólo a las bandas de narcotraficantes-paramilitares ligados a esos políticos corruptos que son en cierta medida un statu quo regional tradicional y que tal vez se puedan combatir como propone. Sólo que no son la amenaza para el Estado: es otra falacia típica de la izquierda democrática, unos exigen que se premien las masacres repartiendo el poder, otros niegan que exista esa pretensión por parte de los masacradores, unos están por encima de la moral debido a que son oficiantes del avance de la Historia, los otros porque tienen un apego irresistible a las cifras y no pueden ver la relación sin contaminarse de apasionamientos.
En esencia, la captura estatal no se combate con soldados, sino con burócratas.
Siempre y cuando haya monopolio de la fuerza por parte del Estado.
Pero el Presidente olvida que la Seguridad Democrática no puede resolver todos los problemas. O, para decirlo de otro modo, que Hobbes no tiene todas las respuestas para los desafíos de la política.
No, lo que hace es defenderse del acoso originado por conductas cuestionables reivindicando sus logros: «pero a todos les gusta viajar tranquilos por la carretera, ¿no?»; «pero nadie mata a los jueces como ocurría en el Caguán, ¿eh?».
En últimas, ante una situación casi desesperada el gobierno invoca el origen del problema y sus éxitos en la restitución del derecho, llamando la atención sobre la cuestión central, que es la de la supervivencia del Estado, mientras que Alejandro considera ese problema resuelto, o «jarto», como dice, y no se explica que se pueda perder tiempo con eso cuando una buena gestión arrinconaría a los corruptos. Es lo bonito de no padecer de sed de justicia, tal vez porque bajo un gobierno perpetuo de la izquierda democrática precisamente esos temas de, bah, ¡supervivencia del Estado! no incomodarían la tranquila reflexión tecnocrática.
Alejandro Gaviria
3 diciembre, 2006 at 12:29 pmJaime:
Creo que su comentario parte de una confusión. Yo no pretendo negar los logros del Gobierno en materia de seguridad. Tampoco considero que la tarea de la restitución del derecho esté resulta. O que sea un asunto “jarto” para moralistas enceguecidos.
Simplemente escribí la columna sobre otro tema: sobre la parapolítica. Sobre el uso de medios criminales con fines delictivos por miembros de la clase política tradicional. Quizás la confusión radica en el hecho de que, en dos oportunidades, hablé de grupos armados, no de paramilitares. Lo hice porque, en Arauca, por ejemplo, se dio por mucho tiempo un problema similar al que nos ocupa pero los protagonistas no fueron paramilitares, sino guerrilleros.
Dice usted: “lo que hace [el Presidente] es defenderse del acoso originado por conductas cuestionables reivindicando sus logros”. Yo no tengo nada contra esa conducta. Ni más faltaba. El Presidente puede, en un discurso político, sacar a relucir sus logros. Pero el Problema surge cuando el mismo Presidente sugiere que el problema en cuestión (la parapolítica) se resolverá automáticamente en la medida en que el Estado siga copando los espacios antes abandonados.
También dice usted: “Pero se puede decir que Alejandro alude a la cuestión de combatir la corrupción un poco pasando por alto el conflicto armado”. Creo que esta frase resume la esencia de nuestra discrepancia. Yo en ningún momento dije que se deba pasar por alto el conflicto armado. Mi punto fue otro: que la corrupción armada no se puede combatir, al menos no exclusivamente, con los mismos medios que se usan para enfrentar a los guerrilleros. La captura del Estado no es un asunto militar: es un problema de administración pública y por ende un tema de controles y de justicia.
Claro que sin hegemonía de las fuerzas estatales no puede existir justicia, ni Gobierno, ni presupuesto, ni prensa libre, ni nada. Pero la jerarquía implícita en su argumento (primero el imperio de la ley y luego lo demás) implica que todos tengamos que cruzarnos de brazos antes del triunfo de los soldados de la patria. O que todos debamos asumir, como a veces pretende el Presidente, el papel patriótico de porristas de las fuerzas militares.
Jaime Ruiz
3 diciembre, 2006 at 6:42 pmAlejandro, dos cositas:
Pero el Problema surge cuando el mismo Presidente sugiere que el problema en cuestión (la parapolítica) se resolverá automáticamente en la medida en que el Estado siga copando los espacios antes abandonados.
El problema está en la reducción de lo político a lo técnico. Alguien podría plantear que en realidad Uribe forma parte de esa política tradicional y está hecho a todas esas mañas del Partido del Peculado. Eso «automático» que combatirá y vencerá la parapolítica no depende de la voluntad del gobierno, que puede no existir, ni del decreto catártico, sino de la determinación cívica. Sólo que para que la gente exija eficiencia y probidad a los jueces y fiscales y policías tiene que haberse superado, aunque sea en algunas regiones, la amenaza de colapso de las instituciones.
El punto en el que todo eso sí remite a la cuestión del conflicto armado está en la última frase suya:
O que todos debamos asumir, como a veces pretende el Presidente, el papel patriótico de porristas de las fuerzas militares.
Es que se puede empezar por el final: 1. ¿Qué es la parapolítica? La alianza y aun identidad de políticos regionales ligados a los partidos tradicionales con bandas de asesinos que trafican con cocaína y roban tierras y demás proezas. 2. ¿Cómo surge? De la destrucción de las instituciones por la insurgencia comunista.
Digamos que escarbando para atrás en esos departamentos siempre se encuentra la esclavitud y formas brutales de dominación por los terratenientes y por agentes estatales. Y también diversas formas de bandidismo. ¿Significó la presencia de guerrillas algún cambio a ese respecto? No, sólo apareció un nuevo opresor que empobreció aún más a todo el mundo. Las guerrillas la mayor parte de las veces no tenían que ver con los poderosos locales, aunque el caso de Ricardo Palmera es muy diciente, sino con otra facción de la sociedad, pero su presencia dificultó la expansión del derecho republicano a los niveles que se habían alcanzado en el interior y en las grandes ciudades. Lo que no se quiere entender es que las guerrillas representan otra variante, de origen urbano y cosmopolita, de la resistencia del viejo esclavismo a esa asimilación a los valores del constitucionalismo liberal.
3. ¿Cómo llega a a ser todo en esos departamentos botín de una facción de rateros contra una de gobernantes perpetuos? Por la desmoralización de la sociedad. Pero esa desmoralización es la obra de las elites culturales que pretenden congelar su jerarquía y asegurarse las rentas. Como ocurre con un muchacho que no tiene ninguna idea de su destino y es fácil presa de las adicciones funestas o de la delincuencia, la sociedad se corrompe cuando la inmensa mayoría de sus intelectuales quiere destruir el derecho y por todos los medios pretende que la gente lo menosprecie.
No, no hay que ser porristas de los militares y más bien hay que condenar todo militarismo. Pero ¿es consciente la sociedad de lo que quiere? ¿Cuántos han tomado de verdad partido entre el sistema democrático y la izquierda democrática? Si cuento a los que opinan en este blog, puedo estar seguro que la inmensa mayoría, sólo que por la segunda. Los próximos a las redes de dominadores tradicionales de las ciudades, sobre todo de la capital, no sólo anhelan la dignidad a la cubana sino que saben sacar provecho de ello, copiosamente. Los demás no saben qué quieren porque la tradición de la sociedad es la de la sumisión al clero, al que han reemplazado los maestros, literatos y periodistas.
Todo el mundo quiere enriquecerse y ganar poder. El que lo consigan unos asesinos mafiosos sólo es el resultado de la confusión moral de la mayoría, confusión inducida en realidad por la globalización y la amenaza que representa una sociedad competitiva para las clases altas, sobre todo de las ciudades.
Por eso la queja sobre la pretensión de convertir a todo el mundo en porristas de los militares me parece una forma de escurrir el bulto de nuevo respecto a la necesidad de alguna determinación fuerte de rechazo a la demagogia totalitaria, como ya he dicho varias veces en este post, absolutamente hegemónica en el mundo universitario (es decir, entre las clases altas: el Mexicano pudo tener mucha plata pero nunca fue de la clase alta).
Y Alejandro sólo expresa esa conducta generalizada: a todos les gusta el socialismo y simpatizan con la izquierda (democrática, claro) pero no comparten los métodos de las FARC. Es más, los consideran unos vulgares mafiosos y cuando la parte decisiva de la intelectualidad exige que se premie el poder obtenido por esos mafiosos entonces se habla de otra cosa, se pone uno por encima o se hace a un lado o lo juzga excesivo o comprende la necesidad de la paz.
No, no es ser porristas de las fuerzas militares sino ponerse en frente de esas pretensiones: sin eso sólo hay desbandada y desmoralización y sálvese quien pueda. Es decir, el reino de los rateros y los lambones que les colaboran. Y no se puede andar esperando que los demás por imperativos de la ciencia económica tengan proyectos justos y limpios.
Esto ya no es una cuestión técnica pero sí objetiva: sin la decisión de la gente acerca del país en que quiere vivir la seguirán despojando los políticos ladrones y sus redes clientelares (incluida la principal de todas que es la de la izquierda democrática y su sindicalismo estatal, mucho más oneroso para el contribuyente que los niños rústicos). Y ahí sí es lo mismo hacer frente a la parapolítica que a la izquierda democrática armada. Es afirmar un proyecto de país y defenderlo. Puede que con un rechazo manifiesto y rotundo de la sociedad se consiguiera debilitar mucho más a las guerrillas que con el sacrificio de cien mil héroes. Pero, uf, conseguir eso… Dios mío, siquiera conseguir que se entendiera eso.
Juan Francisco
3 diciembre, 2006 at 10:32 pmPienso que el mayor inconveniente es que Uribe sí sabe que una cosa es la lucha contra la guerrilla («el terrorismo») y otra con los paramilitares. Otra cosa es cómo interpreta esa diferencia. Pues precisamente, la falta de pies y cabeza del proceso de justicia y paz es uno de los mejores ejemplos de la hipocresía y el cinísmo que Uribe ha desarrollado, más como un producto de su propia incompetencia y orgullo que de una acción algo calculada y planeada. La verdad, es que yo no creo que Uribe, a diferencia de lo que dice en sus discursos, este muy convencido de la importancia de la democracia, de las instituciones públicas, de los controles y de la vigilancia. Precisamente por esto es que Uribe es uno ante el público (el padre recio y «correcto», que se indigna ante cualquier error o agravio, y tilda indiscriminadamente a ambos mandos de terroristas). Per oes otro a puerta cerrada, donde es el Uribe sereno, práctico, sin remordimientos, el que hace favores y convence con los mismos, y que no se indigna para nada de la improvización y falta de seriedad de sus políticas y de las gestiones que hace con sus ministros, sus asesores y sus amigos del gobierno, a quienes igual mantiene en cargos trascendentalesa cambio de su lealtad personal. Lo peor de todo, es su convencimiento de que está haciendo algo bueno. Me parece que Alejandro ha sido demasiado benevolente con Uribe en su columna. Creo que polítiqueros como uribe también son responsables de la captación del estado por el paramilitarismo.
Juan Francisco
3 diciembre, 2006 at 11:16 pmDoctor Gaviria:
este es un último comentario a la discusión de su anterior artíclo, sobre la viablidad de la pedagogía para desmantelar el clientelismo.
Considero que es posible llegar a concluir que los cambios en reglas y costumbres sociales no son suficientes para desmantelar el clientelismo a nivel nacional (en las regiones). sin embargo, me parece un tanto arbitrario terminar por hacer esta sentencia sin revizar las circunstacias implícitas. Independientemente de la posibilidad metodológica de generar estos cambios, la cultura opera para mantener el clientelismo, de la misma forma en que ha cambiado constantemente en unas y otras regiones, dependiendo de los hechos predominantes. Este hecho indiscutible ya abre una posibilidad teórica a nivel nacional de la viabilidad de las transformaciones requeridas. segundo, para generar cambios en las relgas y costumbres sociales es necesario primero hacer conciente a toda la sociedad de incongruencia de las mismas. En esta labor juegan un papel decisivo los medios de comunicación, pero también los acuerdos de los grupos de personas sobre qué es lo que quieren lograr juntas, o más concretamente, qué es lo que quieren cambiar juntas. Indudablemente, y esta seria otra premisa, llega un momento en el cual todo ser humano o grupo social muestra una inconformidad con las costumbres ilegales que mantiene. El problema es que una sociedad con los valores trastocados y enferma en su mentalidad le es muy difícil aceptar sus propias contradiciones. Pero para eso es la pedagogía. No una pedagogía de palabras raras e incomprensibles, sino una que apela a una racionalidad también emocional, y a los más importantes argumentos (por ejemplo, a la estabilidad de las familias y al bienestar de los seres queridos). Una pedagogía que logra motivar, no por promesas irrealizables o favores, sino porque logra involucrar a toda la sociedad en la planeación y en el sueño compartido de sus propias acciones. Quienes delinquen también lo hacen por ignorancia y por falta de credibilidad en las instituciones. Pero el princiapl precio que pagan, es su propia tranquilidad y su propia estima (el cinismo es una forma encubierta de fastidio de la persona consigo misma). Los nuevos aprendizajes son posibles, siemrpe y cuando tengan un soporte cultural y social, fundamentado en una nueva lectura de la historia (que deje atrás el vacío sentido patriotico y el romanticismo, que contrario a lo que se suele pensar, es más propio de personas como Uribe que de personas como Antanas).
La ingeniería cultural es posible a nivel nacional. solo miremos sociedades que han logrado fuertes consensos entre moral, leyes y cultura. Entiendo que ustedes, como economistas, traten de mantener un «sentido de la realidad» sobre las cosas. Pero , a qué nos ha llevado el supuesto sentido práctico de Uribe? A un para-estado, a una sociedad virtual. La cultura es el fundamento del mundo social. Es el contexto en el cual se justifican o no las opiniones y las actitudes de los grupos sociales. Cómo no va a ser pertinente pensar y diseñar sus propios cambios? Un ejemplo personal: La mla lectura de nuestra historia nos hizo imposible adelantarnos al culebrero de Uribe y saltarnos estos años innecesarios. estos años perdidos. Y todo, porque la sociedad creyó que el primero que destronara al oficialismo libreal seria honesto. Cosa completamente falsa. Por qué paso eso? Porque no tenemos medios culturales que evidenciaran las incongruencias de uribe, las socializaran y las hicieran públicas, demostrando que era igual de clientelista que los liberales oficialistas. pero lo más triste de todo, y lo digo porque vivo en una ciudad colonial, muchas personas todavía creen que alguien con ínfulas de superioridad social y cultural es la mejor opción. Un heredero clásico de los imaginarios coloniales, que tanto nos hacen despreciar nuestros variados colores de piel, nuestras diferentes creencias y costumbres, nuestra condición social, y nuiestra verdadera historia. Pero Uribe es de quienes creen que la verdad solo deben saberla algunos hombres potentados y gobernantes, que por su condición social saben perfectamente qué hacer. Y su estilo de gobernar, va en contra de todo lo que se sabe hoy en día sobre la forma más adecuada del funcionamiento de las organizaciones. Es como si vivieramos en un mundo previo al internet y al desarrollo de la sociedad del conocimeinto.
Sergio Méndez
4 diciembre, 2006 at 12:09 amCreo que los uribistas (no diré Uribe, porque no creo que lo haga de buena fe) se equivoca en trazar el origen del paramilitarismo. No fue la falta de estado la que lo originó, pues en el ultimas el estado mismo fue quién colaboró activamente en su creación y su sostenimiento. Que despues el monstruo se les haya salido de las manos -por la circustancia particular de la financiación a traves del narcotrafico- y que hayan tenido que ponerse a desmantelarlo porque los paras son los principales narcotraficantes y eso no le gusta a los gringos, eso otra cosa. Pero inlcuso eso también es culpa del gobierno, que con su «guerra contra las drogas» y la prohibición en general ha hecho del paramilitarismo una fuerza independiente y rentable. El problema es que va a hacer el Estado que por un lado ha favorecido y favorece a los paras como un aliado estrategico y por otro tiene que responderle a su principal socio, los Estados Unidos, con la cuestión de la guerra contra las drogas.
idrobo
4 diciembre, 2006 at 2:26 amSobre aquel cuestionamiento que hace Sergio Mendez, la revista Semana acaba de postular que el traslado de los jefes paramilitares a la carcel de maxima seguridad de Itagui es una posible estrategia de Uribe para mermar rumores en el exterior (principalmente en Estados Unidos) sobre su laxitud con los grupos de extrema derecha.
S.I.Atrabilioso
4 diciembre, 2006 at 2:21 pmVeo que Sergio parte de una premisa equivocada: niega el derecho de los ciudadanos a defenderse. Efectivamente DESPUÉS de que muchos grupos de ciudadanos (campesinos, finqueros, industriales del agro, etc.) se reunieran para DEFENDERSE del acoso guerrillero, el Estado decidió no solo legalizarlos sino apoyarlos con el suministro de armamento. Esto parece simple: si el Estado no puede garantizar la seguridad, por lo menos debe proporcionar los instrumentos para que el ciudadano mismo se defienda.
Esa premisa según la cual un CIUDADANO NO SE PUEDE DEFENDER, tratando de equiparar la fuerza de ataque, es desconocer la posibilidad constitucional y legal de la defensa propia.
Que ese principio fundamental se haya disuelto con narcotráfico, guerra sucia y ambiciones políticas no puede ocultar el origen de las Autodefensas en Colombia.
lelo69
4 diciembre, 2006 at 3:06 pm“Que fue primero el huevo o la gallina”
o que fue primero.
“ Los señores feudales y la guerrilla”
En la región de Córdoba que la conozco muy bien dado que mi madre era hija de uno de los terratenientes más grande de la región . Cuando empecé a ir a Montería a principios de los sesentas, en la zona del Sabanal donde tiene su finca hoy el presidente Uribe ( El Ubérrimo) los campesinos recibían en calidad de préstamo unas 4 hectáreas de monte que debían trabajar dejarla apta para ganadería. “La rosa” como denominan esta explotación sembraban plátanos, yuca, limones que debían repartir miti y miti con el dueño de la tierra, una vez se acababa de arrancar la ultima yuca se procedía a entregarle otras cuatro hectáreas de monte al campesino quien iniciaba otra vez ese proceso. “El blanco” como llamaban al hacendado no importaba si era más oscuro que el propio campesino, le pagaba a los jornaleros con trueque a través del comisariato que administraba “la blanca” (la esposa del señor ganadero) quien le revendía el arroz, la carne y el ron a precios de mercado negro. Estos “siervos” se rebelaron y se unieron a la guerrilla, llegaron a fusilar a más de un señor feudal en juicio sumarios, un fusilamiento en la vía Planeta Rica de un ganadero muy conocido fue comandado por un jovencito que a su vez era hijo de uno de los campesinos explotados. Ese hecho puso en pánico a muchos ganaderos que buscaron a los “Tangueros” los primeros AUC creados por los Castaños en su finca las Tangas, de ahí en adelante vinieron las masacres, secuestros y esta pesadilla sin fin..
Sergio Méndez
4 diciembre, 2006 at 3:14 pmAtrabilioso:
Por el contrario, creo firmemente en el derecho a la autodefensa. El problema es que los paramiliatares, contrario a lo que ud pretende, no surgieron en la mayoría de los casos como un autodefensa, sino como ejercitos privados al servicio de las mafias o como ejercitos privados al servicio de terratenientes (mafiosos o no) que iban mucho más alla de la autodefensa: su objetivo era o servir a los intereses criminales de sus creadores o de continuar el robo de tierras en base al cual muchos terratenientes se habían hecho de sus tierras desde hace decadas en este país.
Es bastante irónico que ud me hable de la autodefensa, porque la guerrilla actual (las FARC) surgió como una autodefensa campesina contra la agresión de los terratenientes, y para el establecimiento en ese momento la autodefensa les pareció ilegitima (entre otras cosas porque el Estado no sólo no garantizaba la defensa de las tierras de esos campesinos, sino que activamente colaboraba con los agresores).
Anónimo
4 diciembre, 2006 at 5:00 pm¿Acaso se puede equiparar el derecho a la defensa propia con la actividad de crear autodefensas? Una de las tareas fundamentales e indelegables del Estado es la protección de la vida, bienes y honra de sus ciudadanos (de TODOS sus ciudadanos), para lo cual debe ejercer el uso exclusivo de la fuerza y aplicar justicia. En Colombia estas tareas exclusivas del Estado de derecho se “tercerizaron”. ¿De dónde salió la tesis de que el Estado no estaba en “capacidad” de hacer presencia en todo el territorio nacional? ¿Quién le estaba coartando es capacidad al Estado? Nadie. Es un asunto de enfoque, de visión y de percepción de Estado mismo sobre sus propias funciones y sobre cómo procede frente a la ciudadanía según esas percepciones. Si el Estado quiere la lealtad y colaboración de TODOS sus ciudadanos, lo primero que hace es crear en todo el territorio instituciones que lo representen (policía, justicia, educación, salud). Podría ser que el Estado colombiano históricamente le ha dado prioridad a otras cosas distintas a esas indelegables (como por ejemplo a cultivar y a comprar las lealtades de las elites regionales con toda clase de privilegios y prebendas por razones de supervivencia política). Hay que leer a Kalmanovitz en El Espectador del fin de semana. Ahí está el quid del asunto.
Jaime Ruiz
4 diciembre, 2006 at 5:42 pmEl ejemplo de Lelo69 puede servir como modelo de la moralina que predomina en Colombia. Se puede comparar a la guerrilla con la tropa de Hernán Cortés, y de hecho es el punto: la Conquista fue tan rentable que los descendientes de los conquistadores no han pasado a otra fase histórica, lo único que los puede disuadir es la posesión del poder por parte de la familia o la casta restringida a la que pertenezcan.
De modo que cuando llega Cortés hay muchísimos descontentos con los dominadores mexicas, que no sólo los esclavizan y despojan sino que hasta los cazan y se los comen después de sacrificarlos. Es casi seguro que habría muchas circunstancias entre los no mexicas que les permitieron aliarse con Cortés, por ejemplo la ambición de poder.
No es que la conducta de los mexicas se pueda considerar moralmente indiferente, sino que los contrahechos morales que reinan en Colombia podrían convertir la Conquista en una rebelión «justa» contra el Imperio mexica. ¿Cuántas veces hay que decirlo? La guerrilla es el producto de la universidad colombiana. El clero que forma, con muchos rasgos en común con el tradicional, desarrolla todo tipo de pretensiones colectivistas y al mismo tiempo está relacionado con las castas poderosas, de modo que siente el avance de la industrialización y la sociedad competitiva como una amenaza y la revolución comunista como su gran oportunidad.
El departamento de Córdoba no es precisamente Suiza, y lo que sería deseable, como ya expliqué en el primer comentario, sería la extensión del derecho republicano y el desarrollo de una economía más productiva. La guerrilla refuerza la iniquidad que Lelo pretende denunciar, los campesinos no son más libres después del saqueo sin fin a que sometieron a ese departamento primero los del EPL y después las FARC, por el contrario. Y TAMPOCO se puede decir que las guerrillas obtuvieran grandes apoyos, pues en tal caso ganarían las elecciones.
El punto es que ese proyecto de utopía burocrática es hoy exactamente el mismo de 1970 y exactamente igual de hegemónico en las universidades y entre las clases altas urbanas ligadas al Estado. Eso también es muy importante porque el Estado se suele presentar como un dios que debería impartir justicia y vencer a quienes pretenden destruirlo, y precisamente no puede hacerlo PORQUE ESTÁ EN SUS MANOS. ¿Es que podría alguien recordar que el presidente de la federación de empleados estatales se llamaba Wilson Borja?, ¿y que el presidente de la Corte Constitucional se llamaba Carlos Gaviria?, ¿o que el fiscal se llamaba Alfonso Gómez Méndez?
Lo intolerable es la determinación de mentir: antes de que se fundaran las FARC ya se había explicado que la guerrilla era un instrumento de dominación de la casta que en Colombia lo posee todo:
La guerrilla y su actuar terrorista no es sino la más sangrienta manifestación de un dominio de casta ejercido desde la Colonia por la élite colombiana, cuya profunda unidad abarca lo que comúnmente se cuenta como clases distintas y en mutua oposición: latifundistas, burócratas, intelectuales dizque de vanguardia. Lo que las une: un profundo desprecio hacia el pueblo colombiano, y el deseo de lucrar, social y economicamente, a través del permanente dominio sobre el pueblo. La guerrilla no obra por fuera de este dominio de casta, sino que es su brazo armado, hecha a la medida para mantener a Colombia aislada de los corrientes de libertad social y ecónomica que han logrado echar raíces en otros paises de igual retraso histórico.
Fernando Guillén Martínez, Raíz y futuro de la revolución, Bogotá, Ediciones Tercer Mundo, 1963.
Los políticos hampones habrán hecho lo que hayan hecho, la desigualdad y la crueldad de esas regiones tan próximas a la esclavitud serán las que sean, pero NADA de eso legitima el proyecto totalitario de la universidad. Por el contrario: en la medida en que las clases poderosas ven la oportunidad de refundar la esclavitud (centralizada en la burocracia y no en la propiedad rural), con mucha mayor energía habrá gente dispuesta a apoyar al Castaño o al Suharto que la salve de ese destino.
He leído un reportaje sobre Calcuta: el gobernante local pertenece a un partido llamado comunista y declara que la clave del crecimiento extraordinario de la economía en la región es no repartir la riqueza. En Colombia no se llaman comunistas sino liberales o demócratas, pero su único objetivo social y político es repartir lo ajeno. ¡Y por esas proclamas contra la desigualdad se ganan el sueldo de veinte personas o más, y todo el mundo anda escandalizado de que uno se escandalice!
Las masacres y secuestros sólo son la sombra de tanta mentira. Alguien con un olfato sensible nota ya lo mortecino en cuanto lee esa basura.
Jaime Ruiz
4 diciembre, 2006 at 5:57 pmKalmanovitz dice que en algunas regiones de las que cayeron en poder de las AUC no había guerrilla, con lo cual le parece que la ausencia del Estado no es una justificación válida. Pero ¿qué justificación válida para el crimen va a haber? Las tropas de los narcotraficantes se expandieron gracias a la ausencia del Estado, ¡no tenían una misión filantrópica! El problema es que el Estado no puede impedir que se apropien de los recursos públicos ni masacren y extorsionen a la gente porque sus fuerzas apenas resisten la creciente embestida de las tropas doctoriles.
Entonces Kalmanovitz viene a reprocharles a los asesinos de la motosierra que no fueran buenas personas y que no tienen excusa en la ausencia del Estado. En realidad ni los combatientes ni los políticos afines tienen ninguna excusa. Y la gente sometida sí la tiene, pero no porque hubiera guerrilla sino porque no había fuerzas institucionales aplicando las leyes.
El colmo del cinismo emético-leguleyo es el anónimo que cita a Kalmanovitz: el Estado tiene que proteger la honra, vida, tal y pascual… ¡Es lo que dicen siempre de los secuestrados! ¡Y lo dicen para que el gobierno los intercambie por secuestradores presos al precio de diez por uno! ¿Que este Estado no funciona para protegernos? Por eso hay que destruirlo (lo dijo exactamente así Alfredo Molano).
Yo no creo que los miembros de las bandas de asesinos sean más criminales que esta gente. En realidad la mayor parte de las veces son otras víctimas.
Rotcel
4 diciembre, 2006 at 7:12 pmLa tendencia de Jaime Ruiz a manipular y controlar las discusiones de este blog hace que estos foros de comentarios se tornen infinitamente monótonos.
Ojalá que aprendiera a resumir sus posiciones, argumentara mejor, fuera al punto, y evitara repetirse tanto: Ya todos sabemos que piensa que la universidad (ese ente abstracto) es la base de todos los males de Colombia, y la izquierda y los profesores son los verdaderos dueños del país; lo tienen secuestrado. Raro que, siendo ese el caso, los profesores de colegios púbicos tengan salarios tan bajos, la educación escolar es una profesión desprestigiada (es que nadie quiere rendirse a la seducción del poder) y la educación pública tiene un presupuesto miserable. Pero bueno, eso es lo que piensa el profesor Ruiz.
sillogysmes_mao
4 diciembre, 2006 at 7:23 pmlA ULTIMA COPLA DE LELO ES UNA MARAVILLA. ( Pero el Amable no quiere aceptar que el ‘arribismo’ politico de los berlussconn-santitos es mas demencial que la demencia de los payasos furibistas de la Seguridad Democratica.Como si el problema de la quiebra del Estado Burgues en Bolombolo fuera la castracion de las creencias pseudoliberales de los sensatos que siempre le dejaron propina a la pedagogica burocracia del Atraco mas o menos practico.)
sillogysmes_mao
4 diciembre, 2006 at 7:36 pmPermitaseme una impresion.Tengo la IMPRESION que este articulo de Gaviria es de estirpe clintoniana. ( «Claro que sin hegemonia de las fuerzas estatales no puede existir ni justicia,ni gobierno,ni presupuesto,ni prensa libre ,ni nada.» ) ( Y es que de pronto hasta el Panoptico Discipulado se nos arriega y se tira hacia Cuba a comer dulces de leche como lo hicieran las misioneras de Marlon Brando. )
Libertario
4 diciembre, 2006 at 8:43 pmMientras el consumo de drogas sea ilegal, y por ende enormemente rentable, las excesivas utilidades de este negocio ilícito estarán a disposición de sus dueños para corromper y penetrar la estructura estatal.
La Guerra contra las Drogas es un rotundo fracaso. Estas sustancias son productos con demanda inelástica, es decir, sin importar que se dismunuya su oferta (lo cual ni siquiera se ha conseguido!) y suban sus precios, los consumidores seguiran pagando para obtener el adictivo producto.
Es por esto que el narcotráfico siempre encontrará alguien dispuesto a administrar tan excelente negocio. Primero fue el crimen organizado, después se sumó la guerrilla y ahora también los paramilitares. Es una cuestión de incentivos.
Por esto, el primer paso -enfatizo que no es el único- para terminar este ciclo de corrupción es proponer la legalización de la droga. Y aunque muchos dirán que la dorga es nociva para la salud pública, hay que pensar que los males derivados de su calidad ilícita son infinitamente superiores.
Un interesante paralelo histórico fue la prohbición del alcohol en Estados Unidos a principios del siglo XX. Esta prohibición genero a través de sus rentas excesivas, la creación de inmensas mafias que corrompieron a las autoridades e instituciones de dicho país. Una vez esta prohibición terminó, el alcohol dejo de financiar organizaciones criminales, empezó a ser controlado (fijación de edad mínima de consumo) y sus impuestos empezaron a financiar campañas de prevención e información sobre el alcoholismo -entre otros.
Aunque es un tema complicado internacionalmente, por lo menos en Colombia debería haber una posición unificada del gigantesco daño que causa la ilegalidad en el tráfico de drogas. Hay que dejar la hipocresia a un lado, ser más pragmáticos y aceptar la contundente evidencia.
Anónimo
4 diciembre, 2006 at 8:51 pmAclaración: Cuando dije, refiriéndome a las funciones del Estado, «policía, justicia, educación, salud», se me olvidó agregar «Y PUNTO». No caben etcéteras ni «entre otras cosas», por que ahí comienza el lío. Las dos primeras son indelegables, mientras que las otras dos son herramientas de las que se debe valer el Estado para garantizar –de la manera más eficaz y efieciente posible– que la cancha de juego esté equilibrada.
zangano
4 diciembre, 2006 at 11:30 pmlos desmemoriados,o talvez dementes selectivos ,no mencionan el detallito, de los vasos comunicantes entre los paramilitares y la fuerza de seguridad estatal,dense una vuelta por web colombia znet,tecleen el nombre del senor general comandante en jefe y tendran pruebas de a puno de la liga entre militares y paramilitares, al mas alto nivel;no mencionan tampoco,las condenas de la justicia internacional por la negligencia de los militares en las masacres investigadas por la comision internacional de justicia,culpando la criminalidad paramilitar y el contubernio estatal.
decir que no habia presencia del estado, como causa del paramilitarismo, no rima con la verdad,
hubo y hay presencia complice de los militares,que suministran logistica e informacion.
Sergio Méndez
5 diciembre, 2006 at 12:15 amZangano:
No es necesario buscar en Znet o en paginas de derechos humanos o de izquierda. El mismo comisionado de paz de este gobierno admitiò que el Estado practicamente no hizo absolutamente nada contra los paras desde su creaciòn hasta (supuestamente) Uribe. Lo cual es una admisión gravisima del establecimiento de este país.
Scared Crow
5 diciembre, 2006 at 1:59 amClaro atrabilioso, el hecho del ataque guerrillero sera el origen de los paramilitares y lo que ud. quiera, pero es que esa es la misma razon historica que arguyen las guerrillas para su creacion,»autodefensas campesinas» se llamaban al principio, y se defendian del acoso militar de los que venian a quitarles la tierra en medio de la «violencia». Ahora sale el señor De la Espriella a educarnos diciendo que el origen de los parmilitares de Cordoba y cia. viene directamente del MAS y del M-19, yo si recuerdo que mas pa’tras, hacia las epocas de Turbay, y antesitos ya venia operando un mano oscura que acosaba y mandaba para el exilio a cuanto critico de izquierda se atrevia a abrir la boca, por ejemplo, tan mentados en estos dias por lo del libro de Abad Faciolince, Alberto Aguirre y Carlos Gaviria. Claro, hasta al «dandy taurino» tambien le toco salir corriendo, como a Daniel Samper y a muchos otros que se atrevieron a criticar el «estatuto» del bojote de la epoca.
Esa «mano oscura» fue la que se unio poco a poco con los terratenientes ganaderos y «hombres de bien» para crear esos ejercitos privados que aun hoy se siguen tomando la justicia por su propia mano; y entonces en donde queda el cuento ese de que el estado debe tener «el monopolio de las armas»?; si el Estado fue tan magnanimo para apoyar a los ganaderos y empresarios vacunados por la guerrilla, porque entonces no le alargo tambien la mano a los campesinos que fueron desplazados de sus tierras a sangre y fuego?, a esos tambien entonces les debio dar un fusil y ayuda logistica, cooperacion del DAS y demas lujos que si gozaron nuestros «señores de la guerra».
Se ufanan Uribe y sus aulicos del proceso de paz ese que ya esta que se va para el carajo, dice Uribe con la boca llena de satisfaccion: nosotros pusimos tras las rejas a los paras, y Restrepo, el sicorrigido comisionado le hace eco: desmontamos los grupos paramilitares…., perdon?, los paramilitares, como el mismo Restrepo lo reconocio hoy, se entregaron a negociar, a ellos jamas los capturaron y aun hoy ni se les persigue cuando estan fugados (caso Castaño II); esos señores fueron a Ralito volutariamente y a sabiendas de que solamente pagarian a lo sumo 8 años de carcel; el Estado jamas ha estado en guerra contra los paramilitares, y no solo la retorica oficial lo confirma, ya los hechos de estas tres semanas han revelado demasiado.
Ahora sale el gobierno con ese retrovisor cascado a hablar del palacio, de «las razones historicas», y piensa uno, es que esos señore llegaron de la luna en 2002 directamente al poder?, no han sido esos señores que hoy se aterran y critican a los anteriores gobiernos, gobierno ellos mismos?, Uribe que se indigna con Samper, Gaviria, Pastrana, alguna vez dejo de ser su aliado politico?, esos Dela Espriella, Aranas, Araujos y Cia., son entonces recien nacidos de nuestra politica?, que verguenza de defensa la de Uribe que justifica el nombramiento de un criminal como diplomatico en Chile, con el peregrino argumento de que estaba amenazado? y entonces porque no nombra diplomaticos a Daniel Coronell (que amenazo su amigo Nader), o a miles de colombianos que si lo son?; esas dinastias politicas, nepotismo que se carcome al pais hasta los tuetanos, todo, todito patrocinado por este gobierno mentiroso; tanto que hasta desaprueba a su antiguo subdirector de planeacion tildandolo de mentiroso. El colmo.
Jaime Ruiz
5 diciembre, 2006 at 2:59 amClaro, Scared Crow, el PCC es un movimiento liberal y las FARC no tuvieron nunca relación con él: surgieron porque los perseguían. Y claro, García Márquez no era un promotor de las guerrillas del continente y Alternativa no justificaba los secuestros. La revolución era un esfuerzo contra la corrupción, el nepotismo y la falta de libertades y por eso casualmente se recibían armas y recursos cubanos y soviéticos.
Si hay políticos, militares, policías y demás funcionarios ladrones y asesinos nada les conviene más que la amenaza totalitaria que sigue siendo el sueño de los retrógrados jerarquizantes «intelectuales».
Nada más despreciable que los Garavitos protestando contra los curas tocones.
Sergio Méndez
5 diciembre, 2006 at 3:29 amJaime:
¿Quièn dijo que las FARC son un «movimiento liberal»? ¿Quién dijo que su creaciòn obedeciò a un deseo de combatir la «corrupciòn» y el «nepotismo»?
¿Por qué no toma un libro de historia y lee sobre las razones del surgimiento de las FARC? Primero que todo, eran campesinos que se organizaron para defender sus tierras en comunidades autonomas (lo que Alvaro Gomez llamo «republicas independientes»). Que tuvieran una ideologìa comunista no querìa decir que tuvieran aspiraciones de organizar una revoluciòn contra el Estado (las FARC deciden convertirse en un ejercito ofensivo casi 20 años despues de ser fundadas) y el mismo partido comunista las consideró una simple reserva y no la punta de lanza de una revolución. Asi que si quiere argumentar, hagalo, pero basado en hechos, no desde sus lugares preconcebidos de cajón.
Jaime Ruiz
5 diciembre, 2006 at 5:27 amEste Sergio es una clara demostración de la utilidad de la Universidad de Los Andes: ¡eran comunistas pero no querían destruir al Estado!
Antes de las mismas guerrillas, hubo algo que se llamó colonización armada comunista, cuya misión era sentar las bases para una insurrección parecida a la guerra popular prolongada de Mao Zedong. Para este pensador el comunismo era un hobby.
Lo raro es que hubiera un partido comunista, con lo chévere que sería proclamarse comunista sin pensar en destruir el Estado. Y claro, fue el gobierno a perseguirlos porque tenían repúblicas independientes (es decir, objetivamente, zonas donde no imperaba la ley estatal), cosa que es la forma más característica de organización social de las democracias.
Dios mío. ¿Sergio no será un bromista? ¿Todos los que se quejan del nepotismo y de la corrupción de verdad creerán que el comunismo era una reacción contra esas cosas y no su manifestación más despiadada y perversa?
Bah, comunismo. Ya no hay comunismo, declaran. Sólo que quieren que se negocien las leyes con quienes sólo quieren ventajas para ponerse a negociar mientras guerrean y guerrean, ¡pero todavía hay quien tiene valor para negar que los filántropos del Polo Poto sencillamente colaboran con esa guerra!
El Policía Bachiller
5 diciembre, 2006 at 9:01 amY vuelven las barras bravas….
Va a tocar empezar a requisar a los que entran a este estadio, Gaviria. Aquí el cuchillo parece ser la norma, y el partido siempre es Millonarios vs. Santafé así jueguen El Tuluá y El Chicó.
Deberían intercambiar correos electrónicos e insultarse en privado (o en alguno de los foros de Jaime Ruiz). Tal vez de esa manera logran llegar a un acuerdo… O al menos no molestan a todo el mundo con su alaraca sonsa.
Sergio Méndez
5 diciembre, 2006 at 11:42 amJaime:
Bueno lo que ud se le da la gana. Ignoremos los hechos (si, el PCC, de linea sovietica siguiendo el modelo maoista, claro) o el mismo hecho de que Moscù habìa limitado sus propias intenciones expansionistas y le había transmitido eso a los partidos comunistas, incluido el colombiano. Yo no sé ni porque le pongo cuidado.
zangano
5 diciembre, 2006 at 12:45 pmjr. carece de memoria historica,se la inventa para acomodar sus pontificaciones,antes de las farc,habian, ademas de las autodefensas campesinas, mal llamadas republicas independientes,la guerrilla liberal comandada por heroes populares como guadalupe salcedo,guillermo franco,cheito velazquez y otros muchos que se me escapan,obligados a tomar las armas por los congeneres ideologicos de j.r. para quienes los liberales ,los rojos,se habian terminado en colombia,tornandose comunistas; o es que no sabe de monsenor builes,del presbitero daniel jordan y de otros levitas que al tiempo que vivaban a laureano gomez,bendecian a los pajaros y los chulavitas en su cruzada asesina contra el campesinado liberal;es como ahora, con los paracos que persiguen y matan a cualquiera que posea tierra, que ellos codician,o que sean senalados como mamertos para quienes nunca hay veda en la colombia uribista de j.r.
saber historia no esta de sobra ,asi no se dejan meter la mano en la boca, por los cavernarios de ahora,de quien j.r. ideologo de los paracos, es el mayor exponente.
Sergio Méndez
5 diciembre, 2006 at 2:47 pmJaime, se me olvidaba:
Ya que citó a Guillén Martínez -sabía que esa retórica suya era una malformación de algo que me sonaba muy familiar-, ¿por qué no nos das la página y la edición (el capítulo del libro no estaría de sobra)? No sé porque esa redacción es sospechosamente suya y no de Guillén Martinez.
lelo69
5 diciembre, 2006 at 3:31 pmPara Jaime
«Si doy comida a los pobres me llaman santo. Si pregunto por qué los pobres no tiene comida, me llaman comunista».
Dom Helder Camara
j.
5 diciembre, 2006 at 3:36 pmJaime no sabe la página, Sergio. Esa cita la recibió de Respondon en una discusión en la que usted también participaba (un googleazo le hubiera dado la respuesta). Seguro que Ruiz no ha leído el libro. Puso la cita para impresionar e intentar un lamentable argumento de autoridad. La debe tener anotada en algún cuadernito.
sillogysmes_mao
5 diciembre, 2006 at 3:42 pmMISTER BACHILLER POLICIA :
Mire usted.
Me parece que usted esta equipado para llevar una vida mental prospera,no luce como un maniaco depresivo y hasta le podria ir muy bien en la vida.Luego le invito cordialmente a incendiar la delicuente constitucion politica de Bolombolo. Eso si,no deje que sus botas de vaquero se llenen de agua.
Jaime Ruiz
5 diciembre, 2006 at 3:53 pmNo sé por qué envié un comentario y sale que no lo puede publicar.
En efecto no he leído el libro. El nivel de bajeza de este J. es lo más impresionante que conozco. Si pudiera creer que yo había leído el libro diría que sólo recito algo que leí, pero como coincido asombrosamente con lo que dice Guillén Martínez (la otra cita de Respondón es más exacta todavía, y habla de los intelectuales de «izquierda» de 1960), entonces es que pongo argumentos de autoridad. Tiene que haber algo enfermo en la psique de quien claudica de forma tan penosa ante la envidia y se dedica en serio a las rencillas personales sin el menor interés por las ideas.
J. Se lo planteé a un amigo suyo: escríbase un post refutando algo que haya salido en País Bizarro, ahí sí que se hará popular. Hasta ahora usted sólo corre a denunciar trampas con las estadísticas y a lucir de delator en todas partes, hasta que lo ponen en su sitio como el editor de ñblog. O a escribir idioteces calumniosas, o a sumarse al coro de los que protestan porque no entienden.
(Es broma, busque a alguien que sea capaz de escribir un post refutando algo que se dice en País Bizarro, con tanta lambonería hasta podría reunirse con la corporación de becados y escribirlo entre todos. ¿No le da vergüenza salir sólo con insultos y amenazas?)
sillogysmes_mao
5 diciembre, 2006 at 3:53 pmAh,otra maravillosa copla de LELO.( Ahora me acuerdo de un cuento paralelo.En un campamento del Far West habia un lago donde moraban los castores.El Servicio Forestal habia colocado descripciones sobre el ciclo de vida de los castores.Las criaturas no se daban cuenta de ello y seguian royendo,haciendo diques,alimentandose y criandose. )
Sergio Méndez
5 diciembre, 2006 at 5:11 pmJ.
Gracias por el enlace. Pero resulta que Respondón (quien siempre citó a Guillén Martínez con páginas de referencia) no estaba citando a Guillén en esa cita en particular. Estaba resumiendo la posición de Jaime Ruiz ¡Ahora Jaime Ruiz viene y escribe que esa cita es de Guillén Martinez! Esta es una versión muy graciosa de plagio. Aquí la cita de Respondón copiada tal cual del blog de Jaime:
Respondón said…
Jaime: Cuénteme si estoy acertando más o menos sobre tu tesis maestra. «La guerrilla y su actuar terrorista no es sino la más sangrienta manifestación de un dominio de casta ejercida desde la Colonia por la élite colombiana, cuya profunda unidad abarca lo que comunmente se cuentan como clases distintas y en mútua oposición: latifundistas, burócratas, intelectuales dizque de vanguardia. Lo que las unen: un profundo desprecio hacia el pueblo colombiano, y el deseo de lucrar, social y economicamente, a través del permanente dominio sobre el pueblo. La guerrilla no obra por fuera de este dominio de casta, sino que es su brazo armada, hecha a la medida para mantener a Colombia aislada de los corrientes de libertad social y ecónomica que han logrado echar raices en otros paises de igual retraso histórico.» Le parece adecuada la versión? Después le mando más sobre Guillén, pues lo estoy hojeando en este momento y creo que le caería muy bien.
¿Jaime, no le de pena?
Alejandro Gaviria
5 diciembre, 2006 at 5:15 pm1. No creo que la discusión sobre la historia sea relevante. El pasado es insondable. Y el origen no tiene nada que ver con la esencia de las cosas. El punto de fondo es que los paramilitares se juntaron con los políticos (y viceversa) y ambos capturaron el Estado. Y seguramente este matrimonio seguirá por largo rato. El clientelismo armado llegó para quedarse.
2. Pero en lugar de buscar salidas al problema, de discutir soluciones, nos dedicamos a la historia. Que fue primero el huevo. O la gallina de Tiro Fijo. O la cobardía del Pollo López. O las palomitas de Belisario. O cualquier otro mito zoológico parecido.
3. Pero la historia es especulación. Hacia el futuro, el desafío es desmontar el clientelismo armado. Para, así, volver siquiera a la época de los almuerzos y las camisetas.
4. Lo paradójico es que el Congreso está a punto de aprobar más recursos para el Régimen Subsidiado en salud, los cuales seguidamente terminarán en las manos (¿en las garras?) de los gatitos y los grupos emergentes de la para-política. El Gobierno está alimentando la bestia que dice combatir.
5. Comparto el punto de Scared Crow sobre Arana. La desfachatez con la que el Presidente ha eludido su responsabilidad es infame. Si estaba tan preocupado por la vida de los funcionarios, ¿por qué no le ofreció un consulado al alcalde de El Roble? Pero no. El victimario fue quien recibió la protección estatal en este caso.
6. Jaime insiste en sus tesis. La guerrilla es una confabulación de las clases altas para mantener los privilegios. El conflicto es el resultado de la ideología universitaria. Etc. Etc. Pero como alguna vez dijo Malcom Deas, los mamertos colombianos nunca fueron ideólogos de verdad. En el campo de la mamertología, siempre fuimos subdesarrollados. Nunca alcanzamos los niveles de sofisticación de Perú, por ejemplo. Lo que Jaime tendría que explicar es por qué otros países latinoamericanos, con más y mejores mamertos, nunca tuvieron una guerra como la nuestra.
Sergio Méndez
5 diciembre, 2006 at 5:18 pmAlejandro:
¿Ud en verdad cree que la génesis de los problemas no tienen nada que ver con los problemas? ¡Si el conflicto armado que tenemos hoy en Colombia se originó por un problema de la distribución de la tierra, y ese problema persiste, como demonios es que la «discusión del genesis del problema no es relevante»? ¿Si el paramilitarismo surgió en complicidad con el Estado, y hasta la fecha se mantiene asi, como es que eso no es relevante para entender que lo haya terminando coptando? Es que además, asi ud no lo crea, el problema del paralitarismo es un problema que va mucho más allá de una cuestión administrativa: es un problema de justicia y de memoria histórica. Y las estructuras sociales que alimentan el clientelismo que a ud tanto le preocupan tienen raices históricas bien hondas, que curiosamente están a su vez intimamente ligadas al conflicto que vivimos (Jaime Ruiz no está deschado en traer a colación a Guillén Martinez, a pesar de que ni lo ha leído).
sillogysmes_mao
5 diciembre, 2006 at 5:38 pmPERO LA HISTORIA ES ESPECULACION. Adorariamos conocer el rostro de la enfermera que enviara al Pinocho Chileno a su ultimo Disney. ( Deseamos que el tipo pereceria en un accidente de caza en una elegante finca de Sendero Luminoso. Los indios seguramente hubieran dejado que el cadaver se ahogara.Ah,pero la historia es tambien mezquina. )
Libertario
5 diciembre, 2006 at 5:59 pmReitero, si el tráfico de la droga sigue siendo ilegal, siempre habrá algún grupo de bandidos dispuesto a producirla. Y para conservar tan rentable negocio, sobornarán o corromperán a cualquiera que sea el gobierno de turno.
Legalizando la droga, los recursos que alimentan gran parte de la guerra y la corrupción del país se reducirían considerablemente.
sillogysmes_mao
5 diciembre, 2006 at 6:05 pmEL GOBIERNO ESTA ALIMENTANDO LA BESTIA QUE DICE COMBATIR. Y es que en el temperamento de la burguesia Bolombolo hay demasiadas sinuosidades.Como si hubieran crecido en los vestibulos de los hoteles.Como si hubieran desperdiciado el guion.Una burguesia siempre dispuesta a la exibicion y perfectamente avasallada por las ametralladoras que la desgarran.Una burguesia que al esparcir el escaso caviar siempre dejo un hedor de establo.A lo mejor,en Milan,tienen el consul que mejor las representa.Y hasta con deleite.Digamos que los Berluscon-santitos conservan la codicia de gallina en las pupilas de sus ojos.
zangano
5 diciembre, 2006 at 6:49 pmlos pueblos que ignoran su historia estan condenados a repetirla.
que es sino repeticion,el ritornello de la violencia estatal contra los trabajadores sindicados de las bananeras,la violencia estatal contra los conservadores alzados en armas en el comienzo de la decada del treinta,en que el general matamoros se gano el mote de matagodos, la violencia estatal contra el campesinado liberal en la presidencia de ospina perez y la de laureano gomez, iniciada el 9 de abril;que es sino repeticion,la guerra contra la guerrilla liberal que termino con el advenimiento de rojas pinilla,que es sino repticion el ataque contra marquetalia y riochiquito ,que no habian disparado un tiro contra la autoridad; que es,sino repeticion, el auge de los paramilitares,llamense,pajaros,chulavitas, convivir, auc;un poco mas de rigor analitico historico no vendria de sobra, si se quiere entender que males tenemos, o sera que alejandro considera,que el origen de los males no es importante,digale eso aun profesional de la salud y vera que le responden.
me hace recordar la clausula de escape que los consejeros financieros anaden al final de su propuesta de inversion,no hay garantia de que ganancias previas se repitan,buena invalidacion de la historia economica, que talvez es,el sesgo parcial de alejandro en su percepcion del valor de la historia.
para terminar si la historia no importa, porque se empenan en cambiarla los que creen ser duenos de la verdad.
Jaime Ruiz
5 diciembre, 2006 at 6:51 pmLo que Jaime tendría que explicar es por qué otros países latinoamericanos, con más y mejores mamertos, nunca tuvieron una guerra como la nuestra.
Rapidito: en la medida en que haya «mejores» mamertos, supongo que serán teóricos mamertos, la guerra no se llega a dar porque la gente se queda discutiendo y no se mata. Por el contrario, en la medida en que el primitivismo reine, las ideas no cuajan y lo que pesa es la lealtad personal y la determinación para matar gente. Lo que hace la guerra no es la eficiencia del arengador sino la disposición de los arengados.
Casi todas las personas que conozco que han pasado por una universidad pública, por no decir todas, razonan exactamente igual que el forista que firma Zángano: la misma objetividad, el mismo rigor, el mismo apego a la verdad, la misma disposición a evaluar las cosas con justicia. ¿Cómo va a haber algún teórico marxista en un medio así? (Conste que no hablo de nada personal sobre él, todos son así.)
Pero la cosa me resulta sumamente interesante: Inglaterra fue uno de los países que más pensadores marxistas de alto nivel tuvo, por eso debería haber tenido más guerras civiles por culpa de la eficiencia de esos marxistas. No puedo colombianear tanto para llegar a visiones semejantes.
La violencia colombiana me parece algo sencillísimo y su única clave es la historia: el aislamiento dejó inalterados los valores de la Conquista y el modelo de las castas poderosas de la sociedad colonial se generalizó. De ahí sale esa forma de ser característica: crueldad, indolencia, servilismo y chabacanería.
De hecho, hace años escribí un post sobre eso. Es que es tan simple que casi aburre: los abimolanos no están infectados de althuserismo ni de nada semejante, sino que son almas en pena de Álvaro de Oyón y Lope de Aguirre que encuentran en la retórica comunista un disfraz muy eficiente. Bueno, la comparación con esos personajes remotos alude sólo a la crueldad y a la ambición, el valor y la singularidad evidentemente faltan.
No hace falta ninguna sabiduría especial para matar gente o para mandarla matar, hace falta un lugar lleno de bárbaros. Lo que Alejandro podría explicarme es si cree que en algún otro país todos los que salen de la universidad son como en Colombia.
(Lo del clientelismo armado también remite al conflicto: si hay matones forzando a la gente a votar por unos o por otros y robándose los recursos, en las ciudades, la democracia no existe en esos lugares. Pero en las ciudades grandes, donde vive la mayoría de la gente, quedan bastantes opciones de votar libremente. ¿Cómo es que no hay una unidad de los votantes urbanos para salvar esos recursos de las manos de criminales cada vez más amenazantes? Sería lo más sencillo, pero es que toda la guerra contra la parapolítica de la izquierda democrática sólo es un esfuerzo para hacer fracasar al único gobierno que ha golpeado a la guerrilla: un intento de salvar la solución negociada. De otro modo se podrían proponer muchísimas medidas, aprobadas por los congresistas de origen urbano. Lo que no puede ser es que el PDA diga abiertamente que va a implantar un régimen comunista y los demás lo nieguen. Eso sí que es menos serio que hablar de historia, en el supuesto de que no fuera lo decisivo.)
SERGIO – Me parece muy mal que después de que J. le traduce lo que dice Alejandro usted lo haga quedar tan mal, o lo intente. Digamos que ese fragmento tiene una elaboración literaria que me parece más bien ajena al estilo de Respondón, pero la verdad es que los otros fragmentos copiados de Guillén Martínez son un poco distintos. Y en todo caso el contexto de ese comentario se presta a equívocos.
Si me engañé, también le ocurrió a J. Y la verdad es que releyendo sí parece lo más probable.
Alejandro Gaviria
5 diciembre, 2006 at 8:17 pmJaime:
La disposición de los arengados depende muchas veces de la eficiencia del arengador. Sin Abimael sería difícil concebir al Sendero Luminoso. Pero aquí no hemos tendido nada parecido. Los escritos de Camilo Torres, por ejemplo, son de una mediocridad casi ridícula.
El ejemplo de Inglaterra no funciona. Allá llevan diez siglos de estabilidad. Usted sabe bien que la revolución no pega en esa isla con mal clima.
No creo que Colombia sea excepcional en su aislamiento. O en su legado colonial. O en su historia post-independencia. Quizás lo único que nos diferencia, como dice Libertario, es el tema de la droga. Nuestra historia fue la misma hasta hace 30 años. Precisamente cuando nos volvimos exportadores de coca.
Sobre el universitario colombiano, yo diría que la ideología promedio (y subrayo lo de promedio) de un estudiante de la Nacional de Bogotá es idéntica a la de un estudiante de Universidad de Buenos Aires o de la Autónoma de México. La diferencia: estas últimas son cuatro veces más grandes.
Zangano:
No creo que la especulación histórica pueda sacarnos de este atolladero. La historia se sigue utilizando como justificación. Cada cual interpreta los hechos a su manera: para exagerar sus virtudes o racionalizar sus defectos.
lelo69
5 diciembre, 2006 at 8:43 pmNi los vientos son cuatro,
ni siete los colores,
y los zarzales crecen
junto con las flores
Joan Manuel Serrat
Sergio Méndez
5 diciembre, 2006 at 10:10 pmBueno, ya que Alejandro Gaviria simplemente prefiere ignorarme, quisiera comentar sólo un par de cosas que dice sobre la historia:
«La historia es insondable»
«La Historia es especulación»
«La historia se sigue utilizando como justificación. Cada cual interpreta los hechos a su manera: para exagerar sus virtudes o racionalizar sus defectos.»
Todos estas afirmaciones son bastante ingenuas. Si, la historia tiene un componente interpretativo importante. Si, la historia tiene usos políticos. Pero nada de eso implíca que la historia sea «insondable» o que sea pura «especulación» o que no pueda haber rigor en el quehacer de la historia, o que no haya modelos explicativos mejores que otros o que no haya hechos históricos que puedan ser establecidos con un margen razonable de certeza. Quizás el profesor Gaviria se sienta muy «pragmático» y muy por encima de la ideologia, que él parece creer infecta el oficio del historiador, eludiendo el componente histórico de los problemas sociales, pero ese ahistoricismo -fundado además en un subjetivismo francamente débil- es en sí mismo una predilicción ideológica, asi no se de cuenta.
zangano
5 diciembre, 2006 at 10:22 pmespeculacion es muy diferente, al analisis historico de los males sociales y politicos;se trata de esquivar la responsabilidad de la clase dirigente?
el poder demanda responsabilidad,en colombia nadie que tenga poder, parecer ser responsable de nada,los que comenzaron el bano de sangre en colombia ,no han sido llamados a juicio, nunca,los que perpetran el bano de sangre ahora,escapan responsabilidad ,a menos que la corte internacional de justicia conozca de los crimenes cometidos.
si la economia es una profesion que desdena la historia,no cabe transpolar ese desden, a la politica y la sociologia,historias erradas o insuficientes llevan a conclusiones erradas e insuficientes.
conclusiones erradas e insuficientes llevan a medidas ditto.
zangano
5 diciembre, 2006 at 10:48 pmsuerte que tenemos que el pontifice infalible j.r. sea experto en el mundo de los espiritus y los identifique tan bien,es el medium espiritista de blogeros agnosticos.
notorio, que no identifica sino espiritus hispanos,sera deformacion historico politica o simplemente ignorancia estudiada?curioso tambien que su paranoia con los universitarios colombianos no se extiende a otros universitarios sudamericanos o europeos,sin olvidar los universitarios californianos en berkeley,que fueron los pioneros en el movimiento contra la guerra en vietnam. un poquito de vision mas alla del horizonte cavernario,sumo pontifice y gran inquisidor, no le sobraria.
cierto?
o sera que tiene vocacion de exorcista, poseido por algun espiritu chocatero.
Libertario
5 diciembre, 2006 at 11:11 pmCambiando de tema, alguien escuchó la entrevista del Presidente en la W? Yo no tuve la oportunidad de escucharla pero acabo de leer el texto de la misma.
Lo que me deja verdadermente procupado y sorprendido, es que parece ser, que para este gobierno la principal función del servico diplomático es proteger a ciudadanos amenazados -caso Arana y Noguera.
Actitud incorrecta e irresponsable. El Estado dispone de otros mecanismos para proteger la vida de los ciudadanos (i.e. esquemas de seguridad) y no debe sacrificar la importante tarea que tienen nuestras embajadas nombrando a personas no aptas para tan importante cargo -porque pareciera que su único mérito es ser blanco de la delincuencia.
Rechazo enérgicamente esta posición carente de razón.
Alejandro Gaviria
5 diciembre, 2006 at 11:45 pmSergio:
Eso de que la historia (o el pasado) es insondable no es una idea propia. Así comienza Thomas Mann su novela histórica “José y sus Hermanos”. Era un guiño literario, si se quiere. Pero creo, en todo caso, que las discusiones sobre las causas primigenias de un fenómeno reciente son usualmente inutiles. La otra frasecita (“el origen no tienen nada que ver con la esencia de las cosas”) tampoco es mía. Es una frase de Nietzsche que fue después retomada por los biólogos evolutivos. Las aletas de la ballena eran las extremidades de un hipopótamo. Pero su función actual (la esencia del ahora) nada tienen que ver con su pasado milenario. Lo mismo pasa con los paramilitares.
Anónimo
5 diciembre, 2006 at 11:50 pm«Hondo es el pozo del pasado, ¿no sería mejor decir que es insondable?»
Thomas Mann
Anónimo
5 diciembre, 2006 at 11:54 pmSi la historia es carreta, la economía vale tres tiras…
Sergio Méndez
6 diciembre, 2006 at 12:47 amAlejandro:
Ignoro el sentido de la frase Mann en la novela, asì que no lo comentaré. Lo que dice Nietzsche sobre que conocer la historia no nos hace conocer la esencia de las cosas, es algo que comparto. No se trata de que todos los problemas sociales se puedan explicar simplemente por conocer sus origenes. La historia implica obviamente cambio, y pretender entender la sociedad colombiana estudiando la historia de las tribus visgodas, porque de ahì vienen los españoles que conquistaron este continente serìa una necesedad. Pero asi como la historia tiene rupturas o discontinuidades o cambio, tambièn tiene permanencias. Y para no alargarme mas, en el caso de los paras y la guerrilla muchos de las causas de estos movimientos – el problema de la tierra, el poder social de los hacendados y terratenientes y su afàn expansiòn (y lo que eso implica a nivel de la polìtica local, si quiere hablar de clientelismo)- persisten (asi haya otros factores, narcotrafico, nuevos contextos internacionales, lo que quiera). Serìa necio ignorarlo.
Eso si ¿De quièn es la idea de que la historia es especulación?
Anónimo
6 diciembre, 2006 at 1:34 amLa discusion sigue estancada en el pasado (la historia) o en definiciones….ninguna proposicion interesante hasta el momento
Jaime Ruiz
6 diciembre, 2006 at 5:03 amEn la frase inicial del José «insondable» obra como superlativo de «hondo». Claro, siempre pasó algo antes.
Respecto a los valores de las clases acomodadas en Colombia y en el resto de Sudamérica, ¿realmente es tan grande la diferencia del ingreso en todas partes entre los empleados estatales y el resto? No lo creo. Si se tratara de una diferencia entre los egresados de universitarios y el resto en una sociedad de mercado, sería mejor noticia cuanto mayor fuera esa diferencia: buenas universidades, buenos profesionales y la demostración de que el conocimiento es el camino de la prosperidad. Pero en Colombia la universidad prepara (mediante la protesta social, la militancia y en realidad la creación de contactos en redes poderosas, como el PCC, que recomienda a muchísimos becados) para el empleo estatal y éste es por lo general parasitario. La izquierda democrática es puro clientelismo, y en realidad clientelismo armado (basta con pensar en las huelgas en Barranca, que dejaron de tener éxito cuando no había guerrilleros intimidando a los trabajadores), sólo que aparte de la virtud terrenal ofrece un sueño de futuro en el que todo eso esté seguro y no haya ninguna amenaza de competencia.
Para que la guerrilla persista cuenta el relieve endemoniado y la complicidad de buena parte de la clase política, pero sobre todo la adhesión de las clases altas urbanas. Si no sería muy fácil, el gobierno tendría la colaboración de todos los partidos y el presupuesto militar aumentaría porque la rentabilidad sería altísima. Basta con pensar en el hábito de la izquierda democrática de crear un maniqueísmo entre ellos y todos los gobiernos para entender, como bien lo dicen en los textos que enlacé al principio, que pretenden un país «desprivatizado». La guerrilla es parte de eso. Por eso se oponen a que se la combata.
El Partido Comunista del Perú del comandante Gonzalo nunca fue hegemónico en la universidad peruana. El PCC sí lo es en la universidad colombiana, sólo que opera con otras figuras (FSP, JUCO, Polo Joven, etc.) y utiliza frentes paralelos (grupos que comparten toda la ideología pero no se ven representados en la tradición). Basta con pensar en miles de profesores universitarios afiliados a Sendero Luminoso para ver la diferencia entre Perú y Colombia.
¿Y por qué las guerras en Centroamérica, con poquísimo narcotráfico, y no en México, donde hay muchísimo?
zangano
6 diciembre, 2006 at 10:22 amevolucion biologica no es historia, los rasgos violentos de la politica colombiana,entendida como la voluntad de la clase dirigente, esa que el inquisidor j.r.,con perfidia intencional, acusa de mamerta,es otra maniobra para protegerla de su responsabilidad por el bano de sangre. j.r. pregona y defiende el sofisma de que la clase dirigente es la nomina estatal.
veremos cuantos jovenes de los grupos universitarios senalados como mamertos pierden la vida a manos de los fieles seguidores del inquisidor j.r.
su alter ego paraco, carlos castano, obraba con la misma perfidia criminal.
Alejandro Gaviria
6 diciembre, 2006 at 12:54 pmÁlvaro Reyes Posada (un investigador de izquierda) escribió ayer una columna en el diario El Tiempo sobre el proceso con los paramilitares. La columna presenta una visión optimista sobre el futuro de proceso, y argumenta que la recuperación de los espacios de seguridad podría, endógenamente, solucionar el problema de la para-política.
La columna de Reyes constituye una muestra de honestidad intelectual. Y me puso a pensar sobre la validez de mis argumentos. Copio el fragmento clave:
“La negociación con los paramilitares consistió en terminar una alianza criminal de seguridad alimentada con las ganancias del narcotráfico, que había sido secretamente auspiciada por las cúpulas militares y tolerada por los cinco gobiernos anteriores al de Uribe, desde Betancur, porque parecía ser la manera de compensar la debilidad de las fuerzas del Estado para proteger a las élites regionales. Esta alianza permitió a narcotraficantes convertirse en señores de la guerra y adueñarse del destino de regiones clave del país. Al cumplir ese papel, asumieron funciones políticas que justificaron el tratamiento especial que recibieron en su proceso de sometimiento a la Justicia.
La desmovilización cambió la relación de fuerzas del conflicto armado. Ahora es solo el Estado quien enfrenta a las guerrillas, y quienes pretendan organizar nuevos ejércitos privados, los jefecillos de tercera generación, no podrán justificarse como autodefensas para amparar sus negocios de drogas y extorsión. Para el Gobierno serán bandas armadas del crimen organizado, que deberán ser reprimidas por medios militares y policiales. La población sometida al dominio paramilitar ha sido liberada del terror de las masacres y desplazamientos y comienza a realizar los procesos sociales de memoria y duelo, que se expresará finalmente en las demandas de reparación de las víctimas. Sin adversarios privados a la vista, las guerrillas deberán definir la resolución negociada del conflicto armado con el Estado”.
Anónimo
6 diciembre, 2006 at 1:04 pmPor lo menos esto es incontrovertible y una ganancia suficientemente sustanciosa del proceso:
«Ahora es sólo el Estado quien enfrenta a las guerrillas, y quienes pretendan organizar nuevos ejércitos privados, los jefecillos de tercera generación, no podrán justificarse como autodefensas para amparar sus negocios de drogas y extorsión».
Alejandro Gaviria
6 diciembre, 2006 at 2:00 pmJaime:
En Centroamérica no tenían droga pero tenían la valija del coronel Ollie North para financiar la guerra. A propósito, este año se cumplieron 20 años del escándalo Iran-Contras y nadie dijo nada. Copio un fragmento aparecido en Slate.com sobre el callado aniversario que tiene, además, un tinte de actualidad:
“The Iran-Contra saga is at odds with what we «know» about some of the characters involved, a great many of whom hold positions of power in the current Bush administration. For example, the conventional wisdom holds that Robert Gates is a white knight brought in to restore to greatness to a Pentagon. Yet Gates, who served as a high-ranking CIA official during the Reagan administration, appears to have been well aware at the time of illegal White House activities concerning the Contras and was not especially candid about this to Iran-Contra investigators”.
lelo69
6 diciembre, 2006 at 2:12 pmEl aquí y el ahora
A veces creemos que para curarnos de nuestras angustias y neuras actuales tenemos que ir hasta el origen primario y único de nuestros conflictos. Los psicoanalistas más ortodoxos valoran mas encontrar la explicación, que la curación de la enfermedad. Por otra parte las nuevas escuelas eclécticas y más científicas abogan por encontrar soluciones practicas y tempranas, se parte de lo que se denomina “el aquí y el ahora” que corresponde a realizar un diagnostico de la situación actual y buscar la terapéutica más racional, sin tanto viaje al pasado en búsqueda de Edipos mal resueltos y de fijaciones orales. El Paramilitarismo existe, es una enfermedad grave y hay que acabarla de la manera menos dolorosa y eficiente, lo mismo aplica para la guerrilla, la corrupción y otros males del alma y el cuerpo
Wilfredo Moreno
6 diciembre, 2006 at 4:09 pmLes recomiendo que lean el editorial que escribí para la página http://www.salvatoremancuso.com
Libertario
6 diciembre, 2006 at 5:20 pmSiento ser reiterativo pero me parece un punto inseparble y central.
Aunque es positva la desmoviización de los paramilitares estoy completamente seguro que debido a los incentivos que genra su extraordinaria rentabilidad, otro actor -sea la guerrilla, los mismos desmovilizados u otra organización criminal- llenará los espacios dejados en el campo del tráfico de drogas .
Así entonces, la guerra, la corrupción la violencia y la criminalidad en general, seguirán financiandose de manera extensa; lo que claramente perpetuará el conflicto y sus dañinas ramificaciones.
Mientras el nefasto coctel de alta demanda e ilegalidad persista, las esperanzas para Colombia son mínimas. Viva la legalización!
—A propósito del Coronel North, para los que no saben, les comento que actualmente se desempeña como corresponsal de la peculiar cadena «Fox News»—
Jaime Ruiz
6 diciembre, 2006 at 5:30 pmLo del escándalo Irán-Contra está muy bueno, muy bueno. Yo todos los días oigo lo mismo aplicado a Colombia, de modo que no sé si Alejandro es alguien influido por esos argumentos o si es de los que los crean.
Yo oigo todos los días que el gobierno es intransigente porque en lugar de llevar escuelas y hospitales a Curillo y La Oruga y de poner negocios en los que la gente se gane más que sembrando coca, se dedica a mandar soldados a tratar de capturar a los guerrilleros. Es un gobierno sin interés en la paz, un gobierno que busca la guerra. Exactamente se podría decir lo mismo de la intervención estadounidense en Nicaragua y El Salvador: fue el origen de la guerra, de otro modo ya esos dos países, junto con Guatemala, estaría regidos perpetuamente por virreyes de Castro.
Ahora se entiende bien esa consigna del mayo del 68: «prohibido prohibir». La prohibición del narcotráfico lo convierte en gran negocio, pero también la prohibición de gastar recursos contra las guerrillas centroamericanas permite que el narcotráfico las alimente. ¡Sin esa prohibición, con un acuerdo unánime de los congresistas y senadores…! Es verdad, tal vez una intervención masiva y contundente habría ahorrado muchas vidas. Lo cierto es que las guerrillas anteriores a Oliver North no habían surgido de la voluntad de nadie ni recibieron armas de ninguna parte, sino que las produjo la violencia estructural de las sociedades anteriores.
En todo caso es una asociación rara, me quedo pensando que también se podría decir que el narcotráfico evitó que los birmanos (¿myanmareños?), tailandeses y laosianos vivieran los alegres paraísos de sus vecinos vietnamitas y camboyanos.
O mejor, que en lugar de una guerra real viven algo peor que es la explotación perpetua. O que fue el narcotráfico el que financió a los enemigos de la justicia social (igual que en Centroamérica). Las combinaciones podrían ser infinitas. En casos más tristes, como el de Mozambique, el narcotráfico también podría ser el agente como recurso que impidió a un bando armarse con ventaja sobre los demás. Todo es posible.
Jaime Ruiz
6 diciembre, 2006 at 5:41 pmAcerca del que firma «Wilfredo Moreno». Resulta que de nuevo han copiado un artículo del blog País Bizarro en la página de Mancuso. Lo llaman «editorial», pero los editoriales anteriores los firman Alfredo Rangel, Gustavo de Roux o el editorialista de El Tiempo.
Hay algo que se debe entender: si en la página de Anncol o de farcep.org no copian los artículos de ningún blog no es por falta de afinidad ideológica de algunos, sino por falta del menor interés. Todo mamerto que sea capaz de enlazar cuatro párrafos tiene columna en la prensa.
Lo que uno siempre espera es que alguien escriba un post refutando algo que se dice en País Bizarro o demostrando que corresponde al interés de las AUC y no de la gente de a pie. Al final el recurso de la izquierda democrática es el mismo de sus tropas: sólo intimidar.
Scared Crow
6 diciembre, 2006 at 6:21 pmMuy bacano como se cura en salud el esperpento este, nadie ha abierto (aun) la boca sobre lo de Moreno en la pagina del asesino Mancuso, y viene Jaime a explicarnos que los paramilitares fundamentan su ideologia leyendo Pais Bizarro; a quien le importa?, esas cosas ya se sabian, los aportes de Ruiz a la pagina de Mancuso no son cosa nueva, y me atreveria a decir que son bien representativos del accionar militar de esos grupos, no por nada salio hoy una noticia sobre la queja de unos profesores universitarios que denuncian la salida masiva del pais de educadores amenazados. Coincidencia?
Claro, siempre habra que hablar de la «izquierda democratica» para denostarla o para argumentar lo que sea: un desafortunado concurso de culos u otro de tetas, pero el tralali de Ruiz con el PDA ya esta tomando visos obsesivos, ahora su argumento de defensa es decir que él siempre tiene la razon ya que nadie ha osado (oh valentia) venir a refutarlo en su blog; qué desafio intelectual!
Y que mamera yo, que me habia cuidado en este post de no cruzarme con este dinosaurio.
Sergio Méndez
6 diciembre, 2006 at 6:46 pmLibertario:
Si, Oliver North hace un programa que se llama «crónicas de guerra» en FOX, ese gran «heroe» que le mintió al senado de su propio pais para echarse la culpa de lo que por mérito eran los crímenes de Reagan. Y dicen que Jaime Ruiz proximamente hará «crónicas de la guerra colombiana» en el canal RCN, nuestra tele 😛
Anónimo
6 diciembre, 2006 at 6:52 pmPobre Ruiz, y pobre Uribe también: qué culpa tienen ellos de que las AUC se sientan representadas por su pensamiento y los consideren adalides de su causa! (así se equivoquen, como lo sostiene Alejandro Reyes en la columna más citada de los últimos cuatro años). Lo mismo les para a los del Polo cuando las FARC se dirigen a sus líderes como «compañeros» y les dan explicaciones sobre ciertos hechos. Estamos en Colombia, no?
Libertario
6 diciembre, 2006 at 7:01 pmSon muchas las cosas que no entiendo de Jaime Ruiz, pero la que menos, es el por qué de su distintiva foto. Gabo?
Jaime Ruiz
6 diciembre, 2006 at 10:10 pmScared Crow: sus argumentos son los típicos, las descalificaciones que preceden a las amenazas. Y Ciertamente las falsedades: demuéstreme un solo punto de afinidad de lo que escribimos en País Bizarro con las AUC. Es todo una cadena que permite que siga la industria del secuestro y las renticas remotas: calumnias, descalificaciones, insultos…
Un mamerto escribe aquí firmando como Wilfredo Moreno (un editor de País Bizarro) y jactándose de escribir para la página de Mancuso, por eso me enteré de que habían copiado el post. ¿Por qué no me dice en qué parte de ese post se justifica a las AUC?
Es el mundo universitario. Sólo me imagino a alguien que en un lugar como la Nacional dijera algo contra las FARC. Una vez estuve en un acto en el Jorge Eliécer Gaitán con miles de estudiantes y el difunto Alape leyó un cuento entusiasta sobre la guerrilla. Yo estaba a punto de decir en voz alta algo irónico, pero no lo hice y después me advirtieron que me habrían matado ahí mismo.
Por eso cualquiera que les dañe la rentica los desespera y ven cómo lo eliminan. Los cuentos del cretino que firma Zángano son complementarios de sus «argumentos».
Anónimo 13:52. La página de Mancuso, como ya he explicado arriba, cada día o así se siente representada en el pensamiento de Alfredo Rangel, Gustavo de Roux, el editorialista de El Tiempo y también muchos columnistas mamertos. La diferencia con el PDA es que nosotros nos oponemos a que haya paramilitares haciendo política mientras que el Polo Poto exige que el gobierno se siente a negociar las leyes con las FARC, las cuales ciertamente no negocian nunca nada. El Polo Poto es un frente de combate contra el sistema democrático, y lo reto a demostrarme que no es así después de leer los enlaces que puse en el primer comentario. Pero todo eso usted lo sabe, sólo es que necesita sumarse al coro intimidatorio.
«Libertario». Mi blog se llama «país bizarro» en recuerdo del «mundo bizarro» del cómic Supermán, en el que los malvados tenían la pinta de Supermán pero eran eso: puros colombianos. García Márquez es paradigmático, su lealtad a Fidel Castro sólo permite ver el patán y canalla que es a pesar de su prodigioso talento.
zangano
6 diciembre, 2006 at 11:15 pmj.r,tu vocacion para escribir mentiras,fueron aplastadas por asmodeo, una universitaria intelectual de 25 anos ,que muenda que te dio, quedaste curado de meterte con tus calumnias en el blog de la pensadora universitaria, tu perfidia y tu mentalidad criminal de senalador de jovenes se conoce mas y mas,por lo que es, calumniador, ideologo del paramilitarismo, agente al pago de washington,se necesita tener una mentalidad sociopatica extrema, para hacer el trabajo,que con tanto gusto haces.
disfrutalo, que no durara mucho,te van a botar de la nomina,por que te quemaste, tus patrones de washington a lo mejor de dan residencia en su paraiso.
los bloggers que quieran disfrutar de la leccion que le dieron al sofista busquen el blog asmodeo,en el blog capando clase senor
presidente.
Jaime Ruiz
7 diciembre, 2006 at 12:37 amZángano, ¿qué más refutación que sus acusaciones? Lo raro es que esté fuera de Colombia, por recitar toda esa salmodia patibularia tendría el sueldo de decenas de trabajadores en alguna empresa o universidad estatal. De hecho, es lo único que se aprende.
Anónimo
7 diciembre, 2006 at 1:04 amCuando Ruiz dice «dígame qué mentira he dicho» no se refiere jamás a los hechos comprobables de la realidad (conocimiento científico) sino a sus propias opiniones, incontrovertibles desde su delirante punto de vista (ideología pura). Por eso no se puede –ni vale la pena– discutir con él.
sorprendido
7 diciembre, 2006 at 2:55 amno pues, que descubrimiento, que pais bizarro es un blog de las AUC. Esa noticia es tan vieja como intrascendente.
Jaime Ruiz
7 diciembre, 2006 at 4:10 amMe tiene impresionado esta gentecita, típicos productos de la universidad colombiana. El uno con el cuento de que yo digo «¿qué mentira he dicho?» y no la hay en los hechos. Entonces es en las valoraciones: «el chunchullo es asqueroso». Claro, todo el mundo opina lo que le dé la gana y se sabe que son sus valoraciones, respecto de las cuales se puede discutir o no. El problema con los posts de País Bizarro es que hasta ahora nadie ha intentado demostrar que pretender que se negocien las leyes con las FARC, que no quieren negociar nada, forma parte de la misma estrategia de esa banda. ¿Cuál es la refutación? Los adjetivos: «delirante», etc.
Y el otro (al que confirman todos los mamertos, pues NINGUNO dice otra cosa). ¿Qué es ser un blog de las AUC? ¿Pedir que se excluya a esos asesinos de la política? ¿Pedir que se vote por la lista de Peñalosa porque no había candidatos sospechosos de nexos con esas bandas?
Claro, oponerse a que se entregue el país a la izquierda democrática gracias a sus bombas o no seguir la campaña que sigue a cada bomba acusando al gobierno no es grato para la izquierda democrática. Es normal que les parezcamos asesinos: todo ladrón juzga por su condición.
sillogysmes_mao
7 diciembre, 2006 at 3:40 pmAMIGO GRAN ZANGANO:
Seguramente usted se divertira con estas dos perlitas del visceral ideologo Stefano King aparecidas en ANGELICALES SUPERSTICIONES.
a- » Cuando era nene creia que la moscas perversas se convertian en fantasticas luciernagas «
b- » Lo de Rumsfi fue como la muerte de la bruja «
sillogysmes_mao
7 diciembre, 2006 at 3:53 pmSIN ABIMAEL SERIA IMPOSIBLE CONCIBIR A SENDERO LUMINOSO.Lo dicho.Cuando a nuestro Bob Dylan le da por la disgresion clintoniana el tipo tiene el encanto del tertuliador avispado.Es como si se ligara a una banda criminal inofensiva donde el tono controlado del «realismo-critico» se convierte en un sudoki con fiasco incluido.
Anónimo
7 diciembre, 2006 at 4:35 pmEl chunchullo es delicioso.
El chanchullo es asqueroso.
Tomado de «La ideología colombiana», de autor anónimo.
sillogysmes_mao
7 diciembre, 2006 at 4:47 pmREDACCION NACIONAL. Dijolo el asustado para-Baez.Nos hicieron chanchullo los de Chinchina.
Libertario
7 diciembre, 2006 at 4:57 pmJaime,
Gracias por su aclaración acerca de la foto de Gabo.
Del mismo modo le agradecería que me explicara algunos puntos de vista que usted defiende -y si estoy malinterpretandolo le ofrezco disculpas anticipadas.
Primero queiro aclarar que yo no soy de izquierda. Pero me preocupa que uno de sus planteamientos es proponer un sistema autoritario donde sólo la derecha pueda tener injerencia, voz y voto. Y dondo TODO lo que diga la izquieda es errado.
También queria preguntarle si su vehemente rechazo a que la mujer decida tener un hijo o no, se extiende a la eutanasia y el derecho a morir dignamente. Es usted de los que cree que algun ser superior es quien debe decidir caprichosamente cuando vamos a morir?
Gracias
zangano
7 diciembre, 2006 at 5:22 pmme rei con las perlas tuyas, syllogismus, a j.r. le pasara lo mismo que a la bruja malvada, cuando su mesias sea llevado a la justicia.
gracias amigo sylogistico,bolombolo podria ofrecerle a j.r. las llaves dela ciudad.
Jaime Ruiz
7 diciembre, 2006 at 5:51 pmLibertario, usted no ha leído mi blog o no tiene muy buena comprensión de lectura: ¿dónde rechazo que la mujer pueda abortar? ¿Dónde digo que la izquierda no pueda decir nada? ¿Qué es izquierda? En Colombia izquierda es el nombre del privilegio, la opresión, la exclusión y el parasitismo.
Pero en fin, yo digo que el Polo Poto comparte sus fines con las tropas de niños rústicos cuyos crímenes exigen que se premien. Al respecto, ¿por qué no me dice usted qué le parecen los artículos que enlacé en el primer comentario?
Libertario
7 diciembre, 2006 at 7:49 pmAunque estoy de acuerdo en que exista una democracia, con libertades y garantías para que los ciudadanos expesen sus ideas, estoy en total desacuerdo con la siguiente frase del PDA:
«la consciencia del peligro que significa EL CAPITALISMO para la humanidad»
Porque precisamente esta frase tiene una connotación cohercitiva, totalmente en contravía a los valores anteriormente mencionados, ya que insinúa que un sistema estatizado y enemigo de las libertades sería la solución a numerosos problemas.
Eso sí que sería un «peligro para la humanidad».
sillogysmes_mao
8 diciembre, 2006 at 1:21 amZANGANO :
Usted es muy amable con el Amable.Yo jamas le entregaria las llaves de Bolombolo.Que tal si entra trinfante y se convierte en un heroe canonico?.Prefiero que en Bolombolo pervivan la trascendencia y el misterio.Es mas divertido.Dejemoslo al Amable en su simple papel de eterno buen estudiante,con sus admiraciones,sus amistades y sus exentricidades de rustico anti-comunista.Le biene bien y asi aprovecha para dialogar con Gaviria.
zangano
8 diciembre, 2006 at 9:58 amsyllogismus:tenes razon, bolombolo es demasiado bueno para que j.r. torquemada, llegue con poder a quemar mamertos.
a propo, j.r. pasa de agache, como el mesias reelecto, cuando se le dice la verdad de su perfidia paranoide.
divertido como j.r.le hace propaganda a su chuzo de bufon,donde uno va, pero no vuelve.
Ciudadano respetuoso de la ley
8 diciembre, 2006 at 12:54 pmFavor atender las indicaciones del policía bachiller.
Anónimo
8 diciembre, 2006 at 3:24 pmHace mucho tiempo fui por última vez a Bolombolo. Fue en clase de geología en busca de las cicatrices del paisaje. El profesor estaba muy ocupado con los culitos de las estudiantes como para preocuparse por otras estribaciones mayores. A las 10 de la mañana dijo sin inmutarse: “nosotros no vinimos aquí a ver piedras”. Y comenzamos a beber… desde entonces no he vuelto.
A mi no me vengan con metáforas. Al diablo con don Gaspar y su corte. Pero si tienen las llaves de Bolombolo y me las prestan, encantado.
Jaime Ruiz
8 diciembre, 2006 at 6:29 pmZángano, usted tiene que ser el mismo Scared Crow, en todo caso la misma clase de valedor de Kidnapping Corporation: si uno participa es que está desviando las discusiones y erigiéndose en protagonista; si no participa, es que pasa de agache. Bueno, en la clase de juego mafioso a que ustedes juegan no entro yo. Dese cuenta (pero no, no podrá darse cuenta) de que prácticamente el único que ha expuesto ideas relacionadas con el post soy yo. Los demás sólo le jalan a la vociferación intimidatoria (i. e. universitaria) y a la maledicencia sobre personas. Es normal, el ascenso de la izquierda democrática requiere sicofantas y sicarios (que me perdonen esos niños menesterosos y resueltos por compararlos con un imbécil asqueroso como usted), no faltaría más sino perder el tiempo con las ideas.
lelo69
8 diciembre, 2006 at 6:44 pmRecreo
La verdad es que nos estamos pasando de piña, bajemosle a las agresiones, no dejemos que se nos salgan los gallos de la intolerancia..
Lo del lio paracopolitico cada vez se parece más a la famosa canción «Burundanga»
Songo le dio a borondongo
Borondongo le dio a Bernabé
Bernabé le pego a muchilanga le echó a burundanga
Les hinchan los pies
Abambelé practica el amor
Defiende a tus hermanos
Por que entre hermanos se vive mejor
Conchi practica el amor
Defiende a tus hermanos
Por que entre hermanos se vive mejor
Y sigue
Rafa García le dio a Noguera
Noguera le dio a Gaviria
Gaviria le pego a Uribe le echó a burundanga
Les hinchan los pies
Monina
El gordo le dio a Petro
Petro le dio a Jorge 40
Jorge 40 le pego al comisionado le echó a burundanga
Les hinchan los pies
Por qué fue que Rafa Garcia le dio a Noguera
Por qué Noguera le dio a Gaviria
Por qué Gaviria le dio a Uribe
Por qué Uribe le pego a Mancuso
Por qué Mancuso le pego al Comisionado
Por qué le echó a burundanga
Por qué muchilangale echó a burundanga
Por qué burundanga le hinchan los pies
Eh que lío
Scared Crow
8 diciembre, 2006 at 8:33 pmPobre Gaviria, a mi si me da lastima que se le metan en el blog a ventilar rencillas personales; que si uno es el alter ego de otro (zangano en este caso); que nadie mas opina bien sino «yo el ùnico»; en fin; para desagraviarme debo decir que en este post fue Ruiz quien se metio conmigo cuando yo critique un post de atrabilioso (luego escribi un comentario obvio sobre lo del editorial de Moreno) y ahora me trae a cuento sin ton ni son, y como siempre con esos delirios de «kidnapping corp.» (Como llamar a esto, un manierismo bizarro?); la profesion de Jaime Ruiz es polemizar, traer carretilladas de prejuicios a temas que no tienen relacion alguna, sino: como es que en cada post, sobre todo en aquellos que tratan sobre temas bien distantes de la izquierda, se empecine en atacar a el PDA y a la izquierda democratica? (él dira que la ideologia de izquierda es la que tiene tan jodido al pais, que es gracias a tooodos los partidos de izquierda que han ejercido el poder en Colombia que estamos como estamos, no, Jaime?); todo con ese estilito pretencioso e hiperbolico, de falsa alarma (yo creo que las teclas mas gastadas en su teclado deben ser los signos de exclamacion), y sobre todo copiando ese dicurso unidimensional tipico del mamerto de los 70’s. Lo peor del caso es que se toma tan en serio a si mismo que hasta el humor lo tiene refundido; esos son sintomas de mamerto, Jaime; pilas, va a terminar como Plinio, pero p’al otro lado.
Jaime Ruiz
9 diciembre, 2006 at 7:25 amLelo 69: siempre llega la hora de ver que nos estamos dejando llevar a extremos cuando alguien se defiende, antes era tolerable (decir que uno es agente de la CIA y que dirige a los paramilitares y quién sabe cuántas sandeces más). Genial: podría crearse una industria del atraco, si la víctima se defiende llega un pacificador benévolo e impone el reparto igualitario.
Scared Crow: no, yo no tengo rencillas personales con nadie, me parece que son otros. Yo replico porque en algún momento se acaba la paciencia. Y lo que se dice se discute, puede que a usted le aburra la mera alusión a la posibilidad de que el problema de Colombia sea el anclaje en una mentalidad medieval-colonial de guerreros-sacerdotes cuya encarnación más perfecta hoy en día es la llamada izquierda democrática, ciertamente los que siempre han dominado el país. ¿En qué partido cree que están los descendientes de los lagartos de 1950 y de los rolos pretenciosos de 1900 y así…, de los encomenderos? ¿Por qué partido votan la inmensa mayoría de los magistrados, rectores, columnistas y demás, y sobre todo los descendientes de esos próceres?
lelo69
9 diciembre, 2006 at 2:53 pmTiro una piedra..
Jaime si te entendí bien, que parte de la mal llamada izquierda democrática hoy es la hija de los “liberales” que han navegado en la burocracia como directivos de la universidad publica, en los sindicatos y en muchas corporaciones publicas como magistrados, jueces etc que se jactan de ser demócratas y “socialistones”.
De estos muchos pertenecen o pertenecieron a los caciques tradicionales como cualquier Name o Guerra Serna a quienes protegen desde sus altas dignidades, por que son de bolsillo.
Pero hay que reconocer que muchos son otra cosa y creen en que es posible optar por una alternativa menos mezquina que la que representan los Uribes, Patranas, López, Gavirias el Banco Mundial quienes viven defendiendo a los ricos y contentando a los pobres con migajas.
Jaime Ruiz
9 diciembre, 2006 at 4:22 pmLelo 69: esa visión lleva el colectivismo como sobreentendido. También los descendientes de los godos y pronazis de hace 70 años son de «izquierda», puesto que ésta sólo representa por una parte la conservación de la jerarquía contra la competencia y por la otra las rentas estatales seguras para el clero repartidor. Lo del FMI y cualquier programa de racionalidad económica no es a favor de los ricos contra los pobres sino a favor del crecimiento económico contra el estancamiento en que sólo prosperan los parásitos.
Claro, para usted los pobres tienen de enemigos a los ricos, los cuales son cuatro empresarios (que curiosamente son los sponsors de la «izquierda»), y no tienen nada en contra de que los médicos se ganen seguro el sueldo de diez pobres porque les es indispensable para poder ejercer bien su labor.
Esos defensores de los pobres los quieren tanto que con Chávez cada día hay más pobres a pesar de los millardos de la renta petrolera. En realidad, combatir la pobreza es combatir ese sustento ideológico que sólo tiene detrás el despojo y la dominación. El problema de los colombianos de clases acomodadas es la absoluta sordera para razones de ese tipo: en el fondo es la vieja resistencia del que cabalgaba indios para desplazarse. Eso de que todos tengan que caminar le parece un atropello y un disparate. Obvio.
Sergio Méndez
9 diciembre, 2006 at 4:23 pmLelo69:
Lo gracioso es que esos «liberales» están en su mayoría hoy con Uribe despúes de abandonar el partido para migrar a Cambio Radical, el Partido de la U, toda la constelación de de partiduchos chimbos y paramilitaroides que conforman la colaición uribista. Y el primero de esos «liberales», claro está, es Uribe. Son los mismos «liberales», además, que pactaron con el partido conservador en el frente nacional para repartirse el poder por turnos, excluyendo cualquier alternativa política. Pero obviamente Jaime Ruiz siempre pasará por alto esas pequeñas consideraciones.
Jaime Ruiz
9 diciembre, 2006 at 4:45 pmSergio Méndez es la clase de hombre que va a un parque temático y su mente a partir de entonces no puede salir de ahí. Hay unas figuras de madera con el perfil de un piel roja y un hueco en el que uno mete la cara, y Sergio se toma una foto ahí y a partir de entonces cree que es un piel roja. Su visión del mundo lo es de los rótulos del mundo y por eso es difícil hablar con él: su mundo es el de los nombres y arquetipos pero de un modo anterior a Parménides y Platón, de un modo que corresponde a la infancia de la humanidad. Él cree que cuando se habla de «liberales» basta con que alguien se afilie a otro partido y ya es otra cosa, de modo que los descendientes de los políticos liberales en cuanto son antiliberales ya no pertenecen a esa clase social. ¡La derecha siempre ha estado gobernando, por eso se alzan Santos Molano y García Peña y Laura Restrepo y Daniel Samper y Antonio Caballero y Guillermo León Sanz y Alfredo Molano y Camacho Guizado y otra serie de peones y sirvientes y labradores y porteadores a exigir justicia en nombre de los que sólo han sufrido la opresión y la exclusión y no han tenido oportunidad sobre la tierra!
Dios mío, Sergio. Qué prodigio de la naturaleza es este historiador. Cuando lee que en los años cuarenta el PCC intentó emular la gesta de Mao Zedong y su gran marcha él, hombre previsor y con don profético tardío, señala que el PCC era prosoviético y no prochino. ¡Quince años antes de la ruptura ya se veía que el PCC no tendría interés en seguir la estrategia de los que habrían de llegar a ser enemigos! Pero es que la guerra popular prolongada es una estrategia militar que no tiene muchos elementos que afecten el conflicto chino-soviético.
A ver: ¿no se dijo que se trata de los nombres? Los prosoviéticos no van a usar las técnicas de Mao Zedong porque son opositores de Mao Zedong.
Como todo orden de castas, la esclavitud colombiana tiende a la esclerosis. Se produce una incesante selección negativa. De los grandes pensadores del mamertismo hace unas décadas se ha pasado a Sergio Méndez.
Sergio Méndez
9 diciembre, 2006 at 6:40 pmSergio Méndez es la clase de hombre que va a un parque temático y su mente a partir de entonces no puede salir de ahí. Hay unas figuras de madera con el perfil de un piel roja y un hueco en el que uno mete la cara, y Sergio se toma una foto ahí y a partir de entonces cree que es un piel roja. Su visión del mundo lo es de los rótulos del mundo y por eso es difícil hablar con él: su mundo es el de los nombres y arquetipos pero de un modo anterior a Parménides y Platón, de un modo que corresponde a la infancia de la humanidad.
Que buena descripción. Un autentico autorretrato suyo por lo demás, asi no se de cuenta. Y su propia entrada es la prueba de ello.
Él cree que cuando se habla de «liberales» basta con que alguien se afilie a otro partido y ya es otra cosa, de modo que los descendientes de los políticos liberales en cuanto son antiliberales ya no pertenecen a esa clase social.
Una pésima interpretación suya de lo que escribí, porque lo que pienso es exactamente lo contrario. Los políticos que pertenecían al partido liberal (y pongo «liberal» porque poco tenían de liberales) no mudaron su esencia al salirse del partido: por el contrario, manifestaron de una manera más clara y abierta que clase de gente son y cual es su status social. En su mayoría son u oportunistas políticos que están donde el mejor brille u derechistas convencidos de la más autoritaria ralea (no me parece ninguna coincidencia que lo más parecido que hayamos vivido a una dictadura en los ultimos treinta años haya sido el gobierno de Turbay Ayala).
Ud habla de que no cambian su clase social al salirse del partido. Totalmente de acuerdo: ¿la pregunta es, por qué la mayoría se van a las toldas de Uribe y no a las de su odiada «izquierda demócratica»? ¿Y más interesante aún, porque Uribe -ese supuestamente declarado enemigo de la politiqueria y de la vieja clase política- los recibe con los brazos abiertos? Si mal no recuerdo en otras discusiones ud ha tratado de justificar eso como «pragmatismo». Yo prefería, usando su propia retórica, llamarlo parasitismo, rentismo, y mantenimiento de los privilegios.
¡La derecha siempre ha estado gobernando, por eso se alzan Santos Molano y García Peña y Laura Restrepo y Daniel Samper y Antonio Caballero y Guillermo León Sanz y Alfredo Molano y Camacho Guizado y otra serie de peones y sirvientes y labradores y porteadores a exigir justicia en nombre de los que sólo han sufrido la opresión y la exclusión y no han tenido oportunidad sobre la tierra!
Es muy chistoso que diga eso, pero ¿cuantos de esos izquierdistas o simpatizantes de izquierda de clase social alta, han sido politicos o tan siquiera gobernantes? Por favor intente responder la pregunta sin hablar de Cuba, Fidel Castro, Mao Zedon o Pol Pot. Una sugerencia fuera que pusiera cada uno de esos nombres en una columna con sus respectivos cargos políticos. De paso nos puede dar una lista de los gobernantes de izquierda de este país. Estamos ansiosos por verla.
El resto de su entrada es exactamente la prueba de que ud -y nadie mejor que ud- se ajusta a la descripción que supuestamente se ajustaba a mí.
galactus
9 diciembre, 2006 at 8:42 pmJ.R., que infantilismo pedir que se refuten sus posts, que no son otra cosa que ejercicios retoricos que no contienen ninguna afirmacion que pueda ser «probada» o «refutada» estrictamente. Lo unico que usted puede pedir es lo que ya tiene: gente defendiendo sus propias opiniones de la misma manera que usted defiende las suyas.
zangano
10 diciembre, 2006 at 10:33 pmque falta de sinderesis, j.r.usando insultos como argumentos, para esquivar las verdades que otros y yo le decimos, no tiene argumentos ,solo repite letanias, aprendidas de su manejador de washington,su amoralidad e inescrupulosidad se evidencia, en lo que escribe en este y en otros blogs,esta quemado,se repite como loro barranquero,primer signo de senilidad?
le falta etica,aparte de humanidad,sigue condenando a la persecucion a los jovenes colombianos a quienes detesta. confirma la diferencia entre los que piensan con honestidad y los paracos teoretizantes, como usted.
con sergio mendez y scare crow,demuestra su alergia severa al pensamiento diferente. tan cavernario es,que no se le ocurre nada mejor que negar la existencia de la persona que lo rebate.
j.r. aqui, es el inquisidor, que dona o retira la identidad de los bloggers,sera el espiritu santo que habla por su boca?
o sera la manera de pensar paraca.