Con el ánimo de justificar las opiniones proferidas, quisiera proponer la siguiente caricatura tomada de un artículo reciente del economista Francesco Caselli. El mundo está dividido en dos tipos de ciudadanos: los buenos y los malos. La bondad ciudadana está definida, a su vez, con base en dos atributos: la competencia y la honestidad. Los buenos ciudadanos tienden a ser más capaces y menos corruptos. Los malos lo contrario. Más allá de cualquier afán moralizante, esta definición reconoce que los políticos —como los periodistas o los ejecutivos o los académicos— pueden ser buenos o malos ciudadanos. El problema es que, en general, los buenos ciudadanos tienen menores incentivos para “meterse a la política”: sus habilidades les permiten un ingreso atractivo por fuera de las angustias electorales y sus escrúpulos les impiden cualquier forma de oportunismo o corrupción.
En términos económicos, los malos ciudadanos tienen una ventaja comparativa en el campo de la política, lo que implica un equilibrio inquietante: los malos ciudadanos se dedican a la vida pública y los buenos se mantienen por fuera. El problema con esta caricatura es que sólo considera los beneficios pecuniarios. En muchas ocasiones, los ciudadanos no ingresan a la política buscando rentas económicas, sino sicológicas. No quieren tanto llenar su bolsillo, como henchir su ego. Satisfacer su vanidad. Brillar ante las cámaras. Sentirse depositarios del bien común. Si no fuera por la vanidad personal —con frecuencia disfrazada de altruismo— la política sería un monopolio exclusivo de los oportunistas.
Pero las rentas sicológicas dependen de la reputación de los políticos. Si la gente piensa que el Congreso es un “antro que reúne todos los males”, o todos los malos, los buenos ciudadanos tenderán a quedarse por fuera: sus deseos de reconocimiento o figuración tendrán que buscar un desfogue distinto. En otras palabras, la mala reputación ahuyenta a los buenos ciudadanos, y la huida de los buenos ciudadanos confirma la mala reputación. Es un círculo vicioso inmune a cualquier tipo de remedio institucional. Una forma de selección adversa que no se arregla con pactos de transparencia o con juramentos de buena voluntad.
Lo más complicado de todo este asunto es que los medios de comunicación (y algunos editorialistas en particular) se regodean diariamente en mancillar la reputación del Congreso sin reparar en las consecuencias de sus opiniones. La indignación histérica siempre ha sido una forma sencilla de conseguir lectores. Basta con arrumar un montón de adjetivos y adoptar un tono moralizante. Pero los juicios absolutos destruyen sin construir. Benefician en el corto plazo a quienes los profieren pero perjudican en el mediano plazo a quienes los celebran. Un país indignado, habituado a los juicios desaforados, incapaz de valorar la vida pública, es un país que tiene lo que se merece: un Congreso hecho a la imagen y semejanza de las opiniones más ruidosas.
Carlos
3 marzo, 2007 at 10:41 pmBuen post. Sobre el desprestigio del congreso, pienso que se debe a que esa institución en Colombia realmente no funciona. Si se asume que somos unas republica, entonces la rama del poder mas importante debería ser el congreso, y no el presidente, que en Colombia y en muchos paises, se acerca mas a un dictador o monarca elegido, y no a un administrador del aparato estatal. Pero uno ve que la mayoría de proyectos de ley son del ejecutivo y no del congreso. En USA, el congreso, por ejemplo, es el que aprueba los nombramientos de los altos cargos del ejecutivo, incluyendo embajadores. Si uno lee los escritos de los «Padres Fundadores» claramente ve que para ellos la institución mas importante entre las 3 ramas del poder era el congreso y no la presidencia, y que se veia a esta ultima mas como un administrador.
Y si se asume que vivimos en un regimen presidencialista, el congreso debería realizar un mayor control político, pero eso es algo, que excepto algunos debates del Polo, y los que realizaba Javier Caceres en una epoca, poco se ve.
Pienso que un regimen parlamentario, dado el clientelismo existente sería nefasto. Me gustaría mas que existiera elecciones de congreso cada 2 años,como en USA para que la gente tenga oportunidad de demostrar su oposición al monarca de turno y no tener que esperar los 4 años completos.
De todas maneras, estos no resolverá el problema fundamental, el cual es, el excesivo poder del Estado Colombiano que forma natural incentiva la corrupción, el parasitismo y otros males.
Saludos,
Carlos
http://liberalcolombiano.blogspot.com
Anónimo
3 marzo, 2007 at 11:36 pmAlejandro: Si seguimos su argumento, no podemos llegar donde nos quiere dejar, es decir condenando a quienes condenamos el Congreso como institución. Si los últimos congresos son lo que son en Colombia, definitivamnente el Congreso no sirve y me refiero a todo el proceso político e institucional para llegar a él, incluida la institución.
La sociedad requiere de otra institucionalidad sobre la cual no podemos ser prescripctivos, pues solo será la que nuestra sociedad Colombiana determine. El papel de ustedes los periodistas no es defender la institución del Congreso que usted propone, sino el de mostrar alternativas de institucionalidad para lo que el país requiere.
Insistir en el Congreso como institución nos seguirá dejando en un «low profile equilibium» con un Congreso que ya tenemos y que siemre será el mismo, sino cambia como institución (no como organización).
Uribe prefirió ser un buen Presidente, en lugar de ser un buen estadista. El es el principal responsable por proponer el nuevo estado. Por que no lo hace?
Jaime Ruiz
3 marzo, 2007 at 11:45 pmLo malo de considerar la categoría de los políticos es que aparte de lamentar lo que hay no se puede hacer nada. ¿Qué pasaría si hubiera un Congreso elegido por distritos, un congresista por cada uno, si quieren con segunda vuelta en caso de que no haya mayoría absoluta? Yo creo que se generaría una mayor responsabilidad del congresista ante los votantes. Eso tendría que complementarse con una votación por circunscripción nacional, pues podría ocurrir como una vez en el Reino Unido, donde los ecologistas obtuvieron el 15 % de los votos y ningún parlamentario.
Lo que me parece que ha quedado demostrado es que en términos generales la gestión en los gobiernos locales ha mejorado desde que hay elección directa de los alcaldes y concejales. Puede que los congresistas también mejoraran con ese planteamiento.
Pero al final creo que en todas las columnas se tiende a obviar que hay un sector que no juega a la democracia sino a la implantación de un régimen como el cubano. Si hubiera un consenso entre los votantes alrededor del sistema democrático, tampoco habría parapolítica.
Juan Francisco
3 marzo, 2007 at 11:47 pmMuy buen post.
El artículo deja claros algunos aspectos importantes para el desarrollo de una cultura política sana, que creo han sido retomados y aplicados por Antanas, quien tanto en lo personal, como en lo profesional, representa un Ego bien orientado y bienpensante. Creo que Antanas sintetiza la cualidades de buen ciudadano que Alejandro cita. Pero además, creo que su pensamiento ha partido de estas reflexiones desde hace muchos años. El énfasis que Antanas hace en la educación y en su ampliación a todos los contextos públicos a través de la cultura ciudadana es una forma de buscar ese reconocimiento social al buen ciudadano, es una forma de buscar reorientar los valores que generan admiración hacia la legalidad, siendo este uno de los mecanismos psicosociales que Antanas considera como más importantes para generar presiones sociales efectivas. Si logramos que la sociedad colombina aprenda a distinguir a los «Egos» bienpensantes de los malpensantes, a los buenos ciudadanos, de los malos, y que a su vez admire a los primeros y los premie como nuestros gobernantes y legisladores, entonces tendremos un futuro promisorio, creo yo. Se que estoy muy entusiasta, pero es que me anima mucho que Alejandro toque esta temática. En lo personal, yo sueño con un país gobernado y legislado por personas como Alejandro, Antanas, Pedro Medellín, Salomón Kalmanovitz, Hernando Gómez Buendía, Enrique Peñalosa, Sergio Fajardo, Floro Tunubalá…y espero hayan muchísimos más buenos ciudadanos lo suficientemente competentes para semejante reto.
Además, sobre la situación de imágen del congreso, creo que, a pesar del ruido que hace Uribe y sus ministros y congresistas de bolsillo, creo que los congresistas del Polo y algunos congresistas Liberales como Sanchez, están generando cierta luz en medio de tanta oscuridad.
Juan Francisco
3 marzo, 2007 at 11:58 pmLeyendo al anánimo anterior y a jaime Ruiz, me acuerdo de conversaciones con algunos amigos míos que también creen que Uribe es un buen presidente. Algo que recuerdo comparten todos ellos en sus apreciasiones es la creencia en la imposibilidad de cambio de las instituciones y del clientelismo, de la política en general, pero además, una simpatía personal hacia la revancha y hacia la actitudes autoritarias, que creen ellos, son una forma válida de responder ante sus propias frustraciones. Pero argumentos reales, cero. Creo que para apoyar a Uribe, si no se es ingenuo, hay que ser un tanto conformista, o en el peor de los casos, cínico.
charlie
3 marzo, 2007 at 11:58 pmEl Congreso no es ni malo ni bueno. Es inútil, y no porque lo pueda reemplazar un poder ejecutivo.
Se justificaba cuando los ciudadanos no podían votar sus leyes directamente, por distancia o por espacio. Así la justificación real y obscura haya sido la de mantener , entre pocos, el monopolio del poder.
De todas maneras, necesario por razón legitima o por maniobra artera, el Congreso es una institución estúpida. Veamos:
Sus miembros se eligen sin tarea definida y , obviamente, sin requerir habilidades y cualidades especificas para desempeñarla. Craso error de administración.
No existiendo un compromiso legal con sus electores, un poder notarial colectivo, por ejemplo, no están obligados a actuar en interés distinto al propio, o al del Ejecutivo, que sistemáticamente los compra. O peor, al de quienes financiaron sus campañas.
Y, lo mas absurdo. Quien, que no sea estúpido, le da inmunidad a quien va a disponer del destino de su vida y de su hacienda ?
Jaime Ruiz
4 marzo, 2007 at 12:48 amDice el anónimo de las 18:36:
El es el principal responsable por proponer el nuevo estado. Por que no lo hace?
Yo creo que Uribe consiguió mantenerse en el poder cuatro años y aun ganar la reelección porque domina el juego político, el cual se me antoja como una especie de sumo, en el que el adversario lo intenta sacar a uno del círculo en el que es «intérprete de la angustia popular».
Es decir, Uribe sabe impedir que algún rival resulte respaldado por una mayoría social, y eso tiene un precio altísimo en términos de degradación de los objetivos políticos. Pero es la sociedad la que da lugar a eso. Paradigmático al respecto es el Referendo de 2003, en el que se planteó congelar los salarios de los empleados estatales a partir de dos salarios mínimos. La fuerza de los medios y de las tramas leguleyas en el Congreso y la Corte, amén del fraude, hicieron fracasar esa reforma. Pero todo habría sido muy claro si un tercio de la gente participaba. No lo hicieron, no querían confiar en el presidente ni tomarse el trabajo de evaluar las preguntas.
Antes de las elecciones de 2006 Uribe lo que hizo fue subir los salarios de los empleados estatales. Es muy fácil condenar todo eso, es como el arte colombiano de quedar por encima moralmente sin plantearse ninguna tarea. Ser impoluto es facilísimo, en un país como Colombia serlo y al mismo tiempo gobernar es por completo inconcebible. Es fácil reprocharle a Uribe políticas asistencialistas, demagógicas, etc. Lo que pasa es que hacen falta los que propongan con convicción otras candidaturas. (Es lo que pasaba con una discusión reciente, que es fácil cosechar aplausos entre los que esperan una presidencia de Carlos Gaviria o de algún otro prócer del PDA: ellos no tienen el menor desliz asistencialista.)
Desde 2003 hay una como degradación del uribismo, pero eso ocurrió antes en la sociedad. Con una política más rigurosa tendríamos más respeto por Uribe, pero ¿quién estaría de presidente? Colombia puede degenerar tanto que cualquier día termina gobernada por un equipo formado por Pedro Medellín o Gómez Buendía.
charlie
4 marzo, 2007 at 1:08 amUn fanático, buena gente, que tiene, o al que quieren hacer creer que tiene el apoyo de varios millones de fanáticos.
Peligrosos los que están despuestos a acompañar al Jefe en cualquier aventura.
Carlos
4 marzo, 2007 at 2:03 amDice Juan Francisco:
«En lo personal, yo sueño con un país gobernado y legislado por personas como Alejandro, Antanas, Pedro Medellín, Salomón Kalmanovitz, Hernando Gómez Buendía, Enrique Peñalosa, Sergio Fajardo, Floro Tunubalá…y espero hayan muchísimos más buenos ciudadanos lo suficientemente competentes para semejante reto.»
No se que salga de esa mezcolanza de personalidades. Aunque no sería tan grave como un gobierno del Polo, ninguno de esos personajes me parece que entiende bien cuales son los verdaderos problemas de este pais y sus propuestas generalmente se enmarcan dentro de el clasico dirigismo elitista de los clerigos que saben mas que el hombre común y por lo tanto deben decidir por el.
Carlos
4 marzo, 2007 at 2:19 amCharlie, interesante tu comentario pero creo que el congreso si es util en la medida en que realiza control político del monarca de turno y al permitir mayor pluralidad y representatividad de los ciudadanos. El problema real es que la mayoría de los congresistas son políticos profesionales y estos por definición solo les interesa aumentar su poder lo cual necesariamente implica jodernos mas a los ciudadanos ya sea de forma directa o indirecta.
Asi me tilden de simplista , el congreso no es tan diferente en esencia, del consejo directivo de un edificio donde a unos cuantos de se les da podar para representar a los residentes o una junta directiva de una empresa grande, elegida por los accionistas, que quieren controlar al administrador de turno y evitar la concentración de poder en un solo hombre.
El senado en Roma fue una reacción anti-monarquica luego de que los patricios tuvieron las malas experiecias de los reyes etruscos.
Algo parecido ocurrió en Inglaterra y en USA.
El problema es que estos elegidos empiezan a velar por sus propios intereses.
Scared Crow
4 marzo, 2007 at 3:45 amLa cosa es que yo no entiendo aún que es eso de uribismo; es como lo del pastranismo, samperismo, gavirismo, y ahí de pa’tras dele; en esos «ismos», como en el «serpismo» de la campaña del 2002, a la que adhirieron los liberales que luego salieron en bandada hacia el naciente uribismo, todas las alianzas, tanto electoreras como de gobierno, están trazadas por las jugadas clientelistas.
Y voy a lo que dice Carlos en el primer comentario: somos un país presidencialista, (y eso hasta para el heterodoxo hagiógrafo uribista Jaime Ruiz)
La vida política de Colombia gira en torno a lo que dice, vocifera, bosteza o musita el presidente; la imagen del gobierno recae sobre él, congreso, ministros y demás ejecutores y legisladores son a lo sumo y para la gran mayoría, meros espectadores cuando no obstáculos para la obra gobiernista que, en palabras de Jaime, se ha concentrado en que «Uribe sabe impedir que algún rival resulte respaldado por una mayoría social», bonita forma de hacer política!
Es al contrario de lo que decía Carlos hace poco, claro que los políticos son necesarios, y coincido con Jaime en que las elecciones de alcaldes ayudaron mucho a limpiar la política regional; mejor dicho coincido con el primer comentario de Jaime Ruiz, en la necesidad de fomentar aún más la democracia, y eso limpiando desde dentro los organismos «democráticos».
Y entramos a la columna de Alejandro, ¿cómo limpiar sin entrar en esos juegos de sensacionalismos que pretenden que todo el congreso está podrido?, muy difícil, sobre todo cuando por el más mínimo escandalo hay diez o más micrófonos que amplían la noticia sin contextualizar la información; vuelvo a algo que dije antes, lo de la cultura política, y en gran parte esta carencia del grueso de la sociedad viene de las prácticas excluyentes y denigrantes de los gobiernos de turno: el que más escándalos ha armado para ocultar los propios ha sido el mismo gobierno o sus aliados (recuerdo: todos liberales conversos o conservadores traidores; ahora dizque uribistas) asi sale Guerra de la Espriella a denunciar pendejadas de Félix de Bedout para defenderse de las acusaciones quecontra él cursan en la Corte. Asi también sale Uribe diciendo sin prueba alguna (y siendo él presidente y no un ex-guerrillero) que Petro, Gaviria (Carlos y Cesar) son tal y cual, que armen debate que él va, y luego vuelve a salir diciendo que mejor no, que ya no, y ahí queda el asunto, y volvemos entonces a la frase célebre que se repite blog tras blog hasta la náusea: «miente que de la mentira….»;
Un gobierno serio no está para defenderse atacando, así como no puede salir a hablar de guerrilla cada vez que se hable de parapolítica, y de esa mescolanza de opiniones, de ataques y de malabares es de donde sale la percepción de que nada sirve para nada, solo un presidente que trabaja, trabaja y trabaja, como si estuviera en un viaje de sacol: sin mirar pa’lante, en trance, levitando.
zangano
4 marzo, 2007 at 11:14 amaccountability; una palabra intraducible al castellano,este concepto y valor civicopolitico, es lo que se desconoce en la clase politica colombiana,sus apoyos mediaticos y los comentaristas y apologistas
de costumbre. si existiera esta calidad civicapolitica y se hiciera respetar, tendriamos una clase politica respetuosa de los valores eticos y de la voluntad popular.
mientras no haya, y disculpen el uso de este vocablo, accountability, seguiremos en las mismas con las corruptelas que tanto dano hacen.
no es que haya ignorancia en colombia al respecto,las profesiones y carreras tecnicas la ensenan y la practican ,pero no la politica,ya es hora de que esta ultima,se ponga al nivel de lo que se hace en las profesiones y tecnologias colombianas.
Anónimo
4 marzo, 2007 at 2:20 pmSegún los comentarios, parecería que el Legislativo es una especie de cuerpo glorioso que existe por encima de lo que representa. Y nos olvidamos que lo que representa el Congreso es precisamente a este país, tal cual, con su mítico 35% de paramilitarismo. Personalmente creo que la «mentalidad paramilitar» en Colombia abarca a un porcentaje mucho mayor de la población, lo cual explica la alta popularidad del presidente Uribe, quien seguramente nunca ha sido paramilitar ni ha contratado sicarios (como él mismo lo dice), pero cuyas posiciones despiertan una enorme simpatía entre esos grupos y quienes piensan como ellos. Grupos que se alzaron en armas pero no para refudar la patria, como dice el documento de Ralito, sino para «recuperarla» de esas otras fuerzas premodernas salidas de las selvas del sur del país que se la están disputando, dizque para favorecer al pueblo oprimido. Esa patria construida tan laboriosamente por los señores feudales de la costa atlántica y áreas circunvecinas a punta de clientelismo, corrupción y despojo; ese statu quo del que venían disfrutando desde que «el pollo» López los premió con un departamento… No es sino leer la fantástica historia del secuestro del señor Elías Ochoa (MRL? El Pollo sigue siendo el rey…) de manos de la gente de Jorge 40 para hacer cumplir un pacto político con el clan Araújo. Pero si fue un secuestro entre amigos!!! Por eso el denunciante casi se retracta de sus acusaciones (con lo cual habría hecho quedar a Pacho Santos peor de lo que está…) y nunca dejó de referirse a Araújo Castro como «Alvarito» durante la discusión del incidente en la W ya hace un par de semanas(¿se acuerdan de esa idea de Valledupar como «la cuadra» donde todos somos amigos»?). Eso es lo que representa el Congreso. Y si queremos que el Congreso cambie, pues habrá que cambiar primero a este país. Quien sueña con ver en el Capitolio a un poco de intelectuales buenas personas e impolutos, pues está soñando. La tesis de Gaviria es correcta, así nos lleve a una conclusión desoladora.
Juan Francisco
4 marzo, 2007 at 2:57 pmRespuesta:
Creo que los ataques que jaime Ruiz hace a personas ilustres como Pedro Medellín y Gómez Buendía no son fruto de ningún argumento, como no lo es ningún ataque. es simplemente porque ellos desmienten por completo las absurdas tesis que Ruiz defiende, más con cinísmo y vehemencia, que con raciocinio y calma.
carlos:
Bueno, tal vez haya sido una libertad mía incluir a Alejandro en esa lista, ya veremos que dice él mismo, pero tildar a estas personas, a quienes yo sí llamaría ilustres, de elitistas es muy superficial. Creo que las cohincidencias en temas políticos, económicos y sociales entre estos bienpensantes son muchísimas más de las que usted puede encontrar entre los miembros del Uribismo o incluso del Polo. Creo que en Colombia tenemos unos valores totalmente trastocados, porque en lugar de premiar a personas como Antanas las juzgamos por hacernos pensar, exigirnos más civilidad, más rigurosidad y más humanismo.
Charlie:
Creo que usted toca un punto muy importatne. La falta de una definiciñon clara de las funciones del congreso es uno de los principales inconvenientes para que desempeñe una labor efectiva. Lo mismo va para la figura presidencial, embolatada por completo en lo símbólico y en lo especulativo. Creo que la falta de claridad en estas definiciones se debe a la falta de rigurosidad con la cual nuestros gobernantes entienden al estado social de derecho y al acuerdo que proporcionó la constitución de 1991. algo muy triste es que Uribe hace lo que se le da la gana siendo muy mediocre, y sin entender por completo la necesidad de definir claramente las funciones y objetivos de estos cargos. Creo que Uribe padece un problema muy parecido al de varios altos funcionarios de entidades oficiales. Precisamente, por estar tantos años en medio de contextos clientelistas han llegado a creer firmemente que los amiguismos son más efectivos que una buena definición de competencias en los cargos y un trabajo por procesos. Mis jefes en el SENA son igualitos.
Algo que me parece sorprendente es que quienes defienden a Uribe y su forma de hacer política ni siquiera creen firmemente en él o lo admiran como persona pensante y ejecutora. Están con él porque ha regogido de forma vehemente sus dolores, sus rabias y su necesidad de revancha. Igual podríamos decir de quienes apoyan las líneas duras del Polo.
Por favor, tratemos de dejar un poco de lado el dolor que la violencia nos ha causado, porque las causas de esta son muy complejas y no podemos simplificarlas tanto. Les recomiendo la última película de Spielberg, Munich. Explica de forma magistral este absurdo círculo vicioso de la violencia y los errores políticos que puede llegar a justificar, incluso en personas que alguna vez fueron bienpensantes.
Juan Francisco
4 marzo, 2007 at 3:06 pmotro comentario:
me parece increíble que mis otros compañeros blogeros no han tocado los principales temas que Alejandro está discutiendo en la columna. Esto nos desvía de los argumentos. Por ejemplo, el fenómeno psicológico del Ego Político y la dificultad presente para encausarlo correctamente. Y como segundo, la necesidad de devolverle al Congreso la imágen que se merece para poder contar con verdaderos ciudadanos entre sus filas. Pilas compañeros blogeros, tienen que ser más objetivos y centrarse más en las ideas que estamos tratando de discutir. Yo ya deje clara mi posición, ahora hánganlo ustedes.
Anónimo
4 marzo, 2007 at 3:09 pmAccountability: rendición de cuentas
To be accountable: responder por algo, responsabilizarse o rendir cuentas ante alguién (el electorado = constituency). El concepto existe en español, en teoría, pero muy poco o nada en la práctica.
Anónimo
4 marzo, 2007 at 3:18 pm….Para resumir voy a usar un comentario de cajón: El Congreso es el fiel reflejo del país. Si allá llegan cafres, no es por la deficiencia de nuestro sistema político sino porque esa es la naturaleza Colombiana, como lo dijo Echandía.
Esto pone el problema en otra dimensión: la naturaleza de Colombia como sociedad y las instituciones congruentes con esa sociedad. Las crisis permanentes del Congreso son el síntoma de algo más de fondo de nuestra sociedad que no se resuelve por una vía institucional, pero que nos encanta usarla como remedio.
Si la sociedad está enferma, cerremos el Congreso, parecería ser la errónea conclusión.
Culpamos al Congreso de nuestra crisis como sociedad. Culpamos en su momento a la «subversión», hasta culpamos a Pablo Escobar de nuestros males y como dice un comentarista del blog, le echamos la culpa de la inseguridad del edificio al portero.
Toca inventarse espacios de discusión como este para replantearnos nuestras instituciones, pero es en otro plano, personal, familiar, en el edificio, en el que nos toca a cada uno redefinir la sociedad que tenemos, para poder pensar despues en sus insituciones.
Carlos
4 marzo, 2007 at 4:21 pmAlgo que rechazo totalmente en muchos comentarios es el tipo de creencias de que el congreso nuestro es tan malo por ser colombiano. Me da risa. Es un tipico comportamiento de alguien que no lee mucho sobre la política de otros paises. El congreso colombiano no es diferente de los congresos de todas las democracias incluyendo las de los paises desarrollados. Hay que ver la corrupción y politiqueria que hay en el congreso de USA, Francia, los paises escandinavos, el parlamento europeo, por colocar solo algunos de los ejemplos menos malos.
Es el mismo error de la izquierda y la derecha de creer que los problemas del estado se deben a que no estan «los hombres correctos». No ven que los problemas los causa el sistema mismo y no que los colombianos seamos mas malos que el resto de la humanidad.
El gran problema de los congresos y de los cuerpos legislativos en general es que sus miembros se convirtieron en políticos profesionales que viven para y por el poder. No siempre fue así. Antes de la creciente «polítización» de las sociedades, los congresistas y los integrantes de cuerpos legislativos muchas veces eran ciudadanos normales que atendian sus asuntos particulares y veian el ejercicio de la política como algo temporal. No habia tanto interes en hacer «carrera política» y esas basuras.
Veanlo de esta forma : es como si lo integrantes del consejo directivo de un edificio o de la junta de accionistas de una empresa solo se dedicarán a eso. Con el tiempo, se volverían mas «activistas» en busca de «cambios radicales», nuevas «visiones para la sociedad», lograr la «justicia social»,etc y empezarían a comportarse como un Araujo, un Name, una Gina Parody, un Petro o un Robledo.
j.
4 marzo, 2007 at 4:57 pmYo nunca he entendido por qué los congresistas ganan tanto dinero. ¿Realmente es un trabajo tan duro?
Quizás una manera positiva de generar un cambio sería aumentar las vías de fiscalización de la gestión de sus congresistas que tiene el ciudadano común. Hace algunos años que el senado montó Senador Virtual, un sitio que pretendía servir a ese propósito, ofreciendo en linea la información sobre proyectos en discusión y votaciones de los mismos. Sin embargo, como notarán si visitan el sitio, la cosa nunca prosperó. Un elefante blanco más. A veces he pensado si sería posible construir un sitio así de manera colaborativa, estilo wikipedia, y sin depender del congreso mismo para su funcionamiento. El problema sería tener acceso a la información.
En general, la apertura de vías bidireccionales de comunicación entre los representantes y los ciudadanos representados debería propiciar un cambio, supongo. Tal vez soy muy ingenuo.
Alejandro Gaviria
4 marzo, 2007 at 5:44 pmMe he tomado el trabajo de leer cuidadosamente las opiniones y clasificarlas. La mayoría intentan responder una sola pregunta: ¿qué explica la mala calidad del Congreso Colombiano?
Carlos culpa a los políticos profesionales. Es un argumento recurrente pero extraño. La política, sugiere Carlos, sería una disciplina en la cual el profesionalismo (el conocimiento, si se quiere) sería inconveniente. Yo no creo que el problema sean los políticos profesionales. El problema son los políticos comprados: los que defienden intereses por plata no por convicción. Bien sean profesionales o aficionados.
Charlie va más allá y culpa la figura del Congreso. O la idea de la democrática representativa. No quiero incurrir de nuevo en este debate. Sólo quisiera anotar que la democracia participativa acaba de ser propuesta por Chávez como una de los pilares de su socialismo del S. XXI. Con frecuencia, la participación un disfraz democrático para tendencias autocráticas.
Un comentarista anónimo señala que el Congreso es representativo de nuestra sociedad. Sus males son síntomas de una sociedad enferma; no falencias de un problema puntual. No comparto este argumento maximalista. Creo, como lo dije en la columna, que el Congreso es una muestra sesgada de lo que somos. Y que el mismo puede mejorar si mejoran los congresistas.
Scared crow se queja del excesivo presidencialismo. Y Jaime, de las reglas electorales: del sistema proporcional usado para elegir nuestro parlamento. Ambos señalan que instituciones que promuevan una mayor competencia política serían convenientes. Jaime propone un sistema mayoritario (como el de Estados Unidos); y Scared Crow respalda (sin señalarlo directamente) un régimen parlamentario (a la usanza europea). Comparto ambas opiniones. Creo que, en general, la mezcla de regímenes presidenciales y sistemas proporcionales no ha funcionado en casi ningún país de América Latina. Pero, como lo señalé en la columna, no creo que los cambios institucionales sean panacea. Como tampoco creo que la propuesta de J. vaya resolver el problema. Existe en la Universidad de los Andes una iniciativa llamada Congreso Visible que ya hace algo muy parecido a lo propuesto por J.
Insisto, entonces, en los dos puntos de la columna (que comparto con Juan Francisco). Primero, la política puede mejorar, con las mismas instituciones, si logra atraer buenos ciudadanos (eso fue lo que pasó en Bogota y lo que está pasando en Medellín); y segundo, la reputación (la imagen) es una parte importante de la ecuación. En la política, las profecías autocumplidas son ubicuas. Si todos creemos que la política es un asunto de cafres. Pues así será.
lelo69
4 marzo, 2007 at 5:51 pmAlgunas preguntas
1) Quienes se atreven a meterse en el Senado y la Cámara de este país?
2) Quienes les financian las campañas ?
3) Como se devuelven los favores, a los mecenas ?
4) Quienes y como utilizan los recursos del estado para financiar las campñas e incluso autofinanciarce ?
En la respuesta de esta cuatro 4 simples preguntas, radica en gran parte lo que estamos debatiendo…
Carlos
4 marzo, 2007 at 6:35 pmAlejandro: un político profesional tendrá un mayor conocimiento de los problemas de los ciudadanos y por lo tanto podrá contribuir a resolverlos mejor. Bueno, yo te apuesto que Name, el Gordo García, Araujo conocen muy bien los problemas de sus regiones pero ellos lo que realmente les interesa en aumentar y/o mantener su poder. Lo cual es el principal punto de mi critica a los políticos profesionales: lo que realmente les interesa es el poder. Obtenerlo. Aumentarlo. Por eso prometen lo que sea. Por eso hacen alianzas con criminales como las AUC o las FARC. Por eso no les importa acabar con la libertad de la gente. No les importa nada como no sea el poder. Es su profesión.Y los vuelve ricos.
Hay una frase en esa película JFK de Oliver Stone cuando el coronel X habla con el fiscal Garrison: «politics is power, nothing more!» (http://imdb.com/title/tt0102138/quotes)
Harry Browne dijo una vez:
«Whenever you turn anything over to the government, it ceases to be a financial, medical, commercial, educational,
or human-rights matter, and becomes a political issue – to be decided by whoever has the most political influence.
And that will never be you or I.»
Sobre los políticos comprados: Ya he escrito bastantes comentario en este blog sobre los grupos de interes. En este punto te doy mas o menos la razón.
Sobre que la política ha mejorado en Bogota y Medellín….como dicen los gringos: «don’t get me started».
La «nueva política» en Bogota ha producido:
-El fiasco de transmilenio que cada vez es mas caro, con peor servicio, y naturalmente la gente lo quiere usar menos. Y ni hablemos de las losas
-El estado de las calles en Bogota. Un desastre. Porque? La plata de los impuestos de rodamiento y sobretasa se ha ido al fiasco de transmilenio
-El aumento de la extorsión estatal(Ver: http://liberalcolombiano.blogspot.com/2007/03/bogota-sin-indiferenciay-pereira-sin.html y http://liberalcolombiano.blogspot.com/2007/03/el-fiscalismo-de-el-tiempo.html) para programas asistencialistas como «Bogota sin hambre» y los conciertos con motivos políticos a cargo de los marranos que vivimos (o sufrimos)en Bogota. Detras del asistencialismo garzoniano esta la creación de una clientela política para el partido de los apologistas de la guerrilla.
-El regalo de miles de millones de pesos de los bogotanos a los transportadores que dizque para chatarrizar.
Sobre Fajardo en Medellín no tengo mucho que decir, pero es curioso que en las encuestas esta punteando Luis Perez, el anterior alcalde politiquero.
La verdaderas soluciones salen de los ciudadanos, de las comunidades, de asociaciones voluntarias y no de la coerión estatal y los principes modernos.
Necesitamos mas sociedad y menos estado y políticos
charlie
4 marzo, 2007 at 7:17 pmEn Estados Unidos el Congreso le ordena al Presidente.
En Colombia el Presidente le ordena al Congreso, y si es necesario, lo compra.
Jaime Ruiz
4 marzo, 2007 at 7:28 pmCuando se habla de los políticos colombianos y la dificultad de asimilar la cultura democrática siempre se obvia la cuestión que a mí me parece clave, que es la matriz cultural. No se puede comparar a un político colombiano con uno estadounidense o británico, ni siquiera con uno escandinavo, porque la sociedad tiende a su molde originario: Roma. Por eso es casi inconcebible un poder económico ajeno al Estado y por eso algo como la propiedad de la tierra genera tantas resistencias; también por eso la gente se resigna a que los políticos se pongan el sueldo y éste sea el de varias decenas de ciudadanos. Realmente una visión basada en la autonomía ciudadana en Colombia suena a puro marciano: la forma corriente de figurarse la prosperidad es sobre todo la política, cuando las instituciones formales ya tienen clanes que las explotan, surgen los sindicatos, guerrillas y ONG, dedicadas a la misma función, pues el trabajo es algo que se deja al que no tiene otro remedio.
De modo que el anhelo de políticos buenos me parece más una amenaza que una esperanza. Ojalá hubiera una corriente que planteara seriamente hacer frente a los problemas por fuera del Estado, por fuera de la política, a partir del trabajo de la gente, y eso contagiara a las mayorías que vieran por sistema a los políticos y gobernantes como lo que son: ante todo operarios de una potente máquina de exacción. Entonces sí se podría pensar en un Estado limitado a sus funciones y cuyos funcionarios no fueran una casta superior respecto a la demás gente.
Pero lo mismo, es como esperar que los negros o indios sean iguales que los blancos: no se verá el primero que no proclame que desea tal cosa, pero casualmente todos los doctores (y los que pueden) buscan parejas blancas, casualmente todas las muchachas valoran más al pretendiente rubio, casualmente ganan más las prostitutas blancas, casualmente en la televisión sólo salen actrices y personajes blancos… Es exactamente el mismo caso, la matriz cultural lleva en sí el dominio de los criollos y sus descendientes, y éstos a su vez tienen vocación de enseñar la moral, el evangelio, la doctrina bolivariana (o trotskista, o chomskiana, o el pensamiento Gonzalo), así como de dirigir el Estado.
De manera que no me parece que se trate tanto de la reforma que provea un Congreso que cambie el país, sino de cambiar el país para que el Estado entre en la modernidad. Y es muy difícil, porque eso sólo puede provenir de la gente que está por fuera de esa matriz y de esa herencia. Y a lo mejor tarda unos cuantos siglos: ¡con decir que todavía hay quien cree que las guerrillas salen de las selvas del sur! No: salen de esa casta, que tiene su gigantesco Caguán en una zona céntrica de Bogotá y su gigantesca renta asegurada para adoctrinar a la tropa. A esas selvas llega eso premoderno como el peor azote que lleva el hombre blanco, y es porque eso residual del pasado, eso fósil y premoderno, infecta más que todas las enfermedades que acabaron con los indios.
(Juan Francisco, perdone, yo escribí esos comentarios sobre Gómez Buendía y Pedro Medellín ingenuamente, ahí, poniendo lo que se me ocurría, no me esperaba quedar en ridículo con una refutación tan brillante y rigurosa como la suya. Bueno, al menos queda la enseñanza.)
zangano
4 marzo, 2007 at 9:19 pmtengo que insistir en lo que nadie, aparte de carlos menciona,el sistema, uds ,ilustrados blogers, sabran de la teoria general de los sistemas, desarrollada por un austraiaco von bertalanfy, sin entrar en las teorias,se deberia considerar,que una sociedad crea sistemas de acuerdo a su nivel de desarrollo, su educacion y su voluntad politica,los colombianos somos ,en general, desconocedores de la historia politica nacional,pasamos, los afortunados,por la ensenanza basica,la media ,la superior, en materia politica, casi como la inmaculada concepcion, no somos buenos a establecer relaciones causales con ,lo que nos acontece,seguimos las percepciones de las clases privilegiadas y las adoctrinadas ,de lo que esta errado en nuestras vidas,si elegimos los politicos,siguiendo sistemas electoreros,que favorecen ,la compra de votos,la intimidacion, el trafico de influencias ,conseguiremos un resultado similar al metodo y sistema en practica.
de acuerdo con que la corrupcion existe en todas partes,es la respuesta a esta situacion lo que nos diferencia .
cierto el sistema presidencial colombiano ,burda copia del de usa,no sirve, al costo de un desangre increible para imponerlo y mantenerlo. debemos con los pies sobre la tierra entender que no somos un imperio ,ni una gran potencia,somos un pais mediano en tamano y poblacion ,porque no aprender de paises similares que siguiendo un ideario democratico, han sabido salir de situaciones tan malas o peores que las nuestras,si como el anonimo de las 10.09, que traduce el concepto de acccountability,acotando que no se practica en nuestro medio politico,aunque si en otros, si comenzamos, por exigir lo que no se practica,incluyendolo en el «sistema», tendriamos resultados diferentes.
seriamos capaces de superar la barbarie politica en que nos despedazamos, si usamos un sistema como el escandinavo,por ejemplo,con el rigor de las » rendiciones de cuentas», de que habla el anonimo mencionado,cambiariamos la realidad .
no seria esto un cambio deseable?
Carlos
5 marzo, 2007 at 12:26 amPor tener relación con el tema voy a citar a Montaner(uno de los «mounstros» para la izquierda latinoamericana) en un articulo sobre el neofacismo en america latina.
Dice Montaner:
«En realidad, no es nada infrecuente que las sociedades desprecien a los miembros que eligen al parlamento. El parlamentario es la quintaesencia del político y no hay una profesión con peor reputación sobre la tierra. Perón decía, y con razón, que ´´cuando uno entra en política, lo que hace es lanzarles su honor a los perros´´. Es verdad. En Inglaterra, que inventó el parlamentarismo moderno, puso límites a la autoridad irrestricta del monarca y propició la revolución de la libertad, sólo el 25% de la población posee una buena opinión de sus legisladores. Esa percepción negativa la resume mejor que cualquier encuesta una frase muy popular entre los británicos: «a los legisladores y a los pañales de los niños hay que cambiarlos con frecuencia por las mismas razones´´.»
El articulo lo encuentran aquí: http://el-federalista.blogspot.com/2007/02/amrica-latina-o-la-hora-del-neofascismo.html
Saludos,
Carlos
Carlos
5 marzo, 2007 at 12:31 amZangano, yo estuve a punto de hablar sobre ese tema, pero me abstuve para no «intelectualizar» demasiado la discusión.
Si. Los problemas son sistemicos. Tenemos un sistema que concentra el poder en unas instituciones en Bogota y a su vez en una persona («El Presidente»). El sistema debería distribuir el poder del centro (el estado colombiano) hacia las regiones, pero sobre todo hacia las comunidades e individuos. Con un sistema mucho mas distribuido, el order empezará a emerger en vez de recurrir a la super desprestigiada planificación centralizada al estilo «gosplan» sovietico
Saludos,
Carlos
Ana María Prieto
5 marzo, 2007 at 4:43 amPara los serios e inteligentes, quienes opinan con el cerebro y no con el recto, aquí va este análisis:
COLOMBIA Y LA POLÍTICA DE LOS PARAS
Por Álvaro Vargas Llosa
Especial para el Sentinel
3 de marzo de 2007
Washington, DC · Cinco años después de que el presidente Álvaro Uribe se declarase en guerra contra ellas, las narcoguerrillas colombianas se han apuntado una victoria contra la democracia.
Se ha revelado que una significativa porción del ‘establishment’ político tenía lazos turbios con el grupo paramilitar de derechas conocido como las «Autodefensas Unidas de Colombia» (AUC). La canciller María Consuelo Araújo dimitió la semana pasada, después de que su hermano, un prominente congresista, fue arrestado por su supuesta conexión con el escándalo.
¿Por qué todo esto constituye una victoria para el narcoterrorismo marxista? Las revelaciones afianzan en el imaginario de muchos la visión maniquea, según la cual el conflicto de ese país opone a dos males equivalentes: una fuerza guerrillera mal encaminada por un puñado de líderes corruptos que comercializan drogas y un Estado fascista orgánicamente ligado al narcotráfico.
Aun cuando las recientes revelaciones confirman que muchas figuras públicas actuaban en connivencia con las AUC, se omite un aspecto esencial: casi todas esas revelaciones fueron desencadenadas por el propio gobierno de Uribe, que presionó con éxito a las AUC para desmovilizarse y las condujo a que confesaran sus crímenes y corrieran el velo que ocultó durante años sus lazos con el ‘establishment’.
La verdad de esta saga es que durante décadas el Estado fue incapaz de proporcionar seguridad al pueblo colombiano ante la ofensiva de dos organizaciones marxistas que asesinaron, mutilaron y secuestraron a incontables ciudadanos. Uno de estos grupos, el de las FARC, se convirtió en un imperio económico gracias al narcotráfico. En los años 90, las AUC empezaron a actuar como coordinadoras de los esfuerzos más bien modestos realizados hasta entonces por ganaderos desesperados por protegerse contra las exacciones de los marxistas.
Como suele ocurrir cuando el colapso del orden público reduce a chiste la pretensión del Estado de constituir el monopolio de la fuerza, el grupo paramilitar decidió obtener financiamiento a través de las drogas y la extorsión. Así, las FARC, desde su bastión en el sur, y las AUC, basadas mayormente en la costa caribe, pasaron a ser los enemigos de la sociedad civil colombiana.
Desde 2002, el liderazgo de Uribe movilizó a la sociedad civil en contra de esos dos enemigos. En el caso de las FARC, las narcoguerrillas se vieron forzadas a retroceder a sus zonas del interior. En el de las AUC, el grupo se desmovilizó a cambio de condenas reducidas y condicionadas a que lo confesara todo: el tipo de proceso éticamente controversial pero acaso inevitable por el que otras sociedades, desde Sudáfrica hasta El Salvador, han atravesado en nombre de la reconciliación.
Desafortunadamente, las equivocaciones de Uribe, especialmente su tendencia a rodearse de algunos personajes cercanos a las AUC y su impaciencia frente a ciertos grupos de derechos humanos de izquierdas, hacen ahora difícil rescatar una verdad esencial en medio del escándalo conocido en Colombia como la «para-política»: que fue el éxito del presidente Uribe a la hora de hacer retroceder a las FARC y desmovilizar a las AUC lo que posibilitó que saliera a flote la verdad acerca de los vínculos de estas últimas con prominentes políticos.
Como alguien que ha sostenido a menudo que los grupos marxistas totalitarios de América Latina no justifican las dictaduras militares ni las democracias autoritarias, soy consciente de las implicancias de la «para-política».
Pero seamos justos con las instituciones civiles de Colombia. El proceso de catarsis que hoy vive ese país nunca hubiese sido posible bajo el general Videla (Argentina), el general Pinochet (Chile), o Alberto Fujimori (Perú), para mencionar a tres autócratas que utilizaron al terrorismo marxista como excusa para mantenerse en el poder.
No sabemos aún si el ‘establishment’ de Colombia aprenderá la lección. Pero hasta ahora el sistema judicial ha dado pasos audaces sin interferencia política. Esa es una buena noticia.
Alvaro Vargas Llosa es director del Centro Para la Prosperidad Global en el Independent Institute y su columna se distribuye por The Washington Post Writers Group.
zangano
5 marzo, 2007 at 9:54 amcarlos: de acuerdo,toda organizacion sean corporaciones, institutos de diferentes disciplinas o quehaceres, burocracias del tipo que sea,si se organizan centralmente, en forma de cascada ,tarde o temprano, llegan a situaciones de estancamiento,por lo menos, sino de fracaso y caos, como lo vemos en nuestro pais y otros.
la organizacion , lo digo por experiencia propia,ya que fui parte de una de ellas,que se construye y se maneja de la periferia al centro, es la que mas habilidad tiene para resolver los problemas que encuentre,lo que en ingles se describe como bottom top management,este, uno de los resultados de aplicar la teorias sistemicas desarrolladas por ludwig von bertalanfy, por alla por la decada del cincuenta y sesenta.
Anónimo
5 marzo, 2007 at 11:59 amEntonces, doctor Gaviria, la conclusión no es que el Congreso sea un reflejo del país (¿Por qué sesgado? Como órgano representativo, representa, y valga la redundancia) ni que haya más incentivos para las malas personas que para las buenas personas, sino que si los medios dejan de rasgarse las vestiduras frente a la podredumbre y a la mediocridad de nuestro Congreso, quizás éste mejore?
Juan Francisco
5 marzo, 2007 at 3:21 pmjAIME:
Usted es toda una incógnita. No creo que yo haya alcanzado a ser brillante y riguroso. Por lo general, cuando releo lo que escribo en el blog no me siento completamente satisfecho. Pero le agradezco mucho su interés por ampliar la comunicación conmigo, aunque a veces no comprendo sus posiciones.
Alfonso De Brigard-Pombo
5 marzo, 2007 at 3:28 pmAla, pues ese análisis economicista que tanto aprecia el chinazo Alejandro como que en el caso de Colombia no se aplica. Creo que no hay en el mundo un Congreso que se parezca más a su pueblo que el colombiano. En EE UU llegan unos formidables patricios multimillonarios que luego de una provechosa vida de empresarios, se dedican ya al final a la política. Aquí en Colombia, un parlamentario es el retrato exacto de lo que somos como pueblo. ¿O es que acaso van a decirme que el honorable senador Gil, ese que anda con maletas repletas de billetes, no se le parece al mecánico que le arregla su carro y le cobra el triple por repuestos viejos? ¿O que el honorable senador Gabriel Zapata Correa no se le parece al busetero que lo arroja a usted en plena mitad de la calle?
Ala, es que el parlamentario que le toca el rabo a la secretaria y acosa sexualmente al joven vendedor de chicles de la esquina es igualito al portero de su edificio. Y el otro senador de más allá es el clon del agente inmobiliario que lo tumba a usted cuando va a alquilar casa. Y el otro representante a la Cámara es quizás el mismo que lo estafó a usted vendiéndole un computador chimbo.
No me vengan a decir, ala, que los senadores son peores que los demás: ¡¡¡son de los mismos, son nuestro pueblo, carachas!!!
Es como en el caso de los soldados que se raponiaron la guaca de las Farc. Ellos no robaron por ser soldados, no. ¡¡¡Robaron porque son colombianos, y así es nuestro pueblo, carambas!!! Esa guaca se la habrían robado igual desde el senador de la república, el magistrado de la Corte, el alcalde municipal, el personero distrital, el diputado departamental, el concejal de pueblo, el profesor universitario, el empresario engominado con corbata Hermés, el piloto comercial, el marino mercante, el escritor existencialista, el poeta resentido, el comunista homicida, el derechista matón.
Así que los malos no es que escojan el servicio público o el Congreso y los buenos el sector privado. En el sector privado hay ratas, lagartos (no José Gabriel, no te ofensadas, chino, me refiero a Jean Claude), gallinazos, caimanes de muela filuda, tiburones implacables. Vayan a ver una empresa privada a ver cómo es que ascienden ciertas damas. O quiénes llegan a Vicepresidente lambiendo y echando cepillo sin medida.
El colombiano común es bastante mezquino, lleva muchas veces un estafador abordo de su alma, babea por el dinero, el poder y la fuerza, y en eso, la verdad sea dicha, se parece a todo el pueblo latinoamericano.
El pedigrí mafioso de cadena de oro, reloj dorado aparatoso y chica siliconada con pinta vulgar es seguido con entusiasmo por los parlamentarios, por los comerciantes, por los funcionarios públicos, en fin.
Así que no es que el Congreso sea más malo. El Congreso es lo que es porque Colombia es así, ala.
Juan Francisco
5 marzo, 2007 at 3:48 pmPensando en la importancia en la ecuación de la imágen del congreso, creo que, retomando el escrito de Vargas Llosa citado por Ana María Prieto, es importante reconocer los progresos que tanto la fiscalía,como el gobierno y el congreso han logrado en las primeras fases de un largo proceso de desmovilización. creo que hay que reconocerle al gobierno su labor operativa. Sin embargo, creo que el paso de esta fase inicial a un logro verdadero de justicia y de garantías para la no repetición de estos hechos está muy lejos mientras en el estado no se den los cambios estructutales requeridos en su organización y funcionamiento, que han fortalecido las estructuras mafiosas del «Establishment». creo que el clientelismo y lapolitiquería son las principles causas de la proliferación de mafiosos en la política, y de la incapacidad que generaran en el poder ejecutivo y legislativo porque crean una cadena de sistema de favores sin la cual el poder de los gobernantes y legisladores de turno es espurio. Entre estos factores, siguen siendo críticas las formas como se incentiva al electorado, como se pagan favores políticos, como se manejan las transferencias, como se hacen promesas de campaña tanto a los pobres como a los empresarios y cómo se polariza a la opinión pública. es por estas razones ue este gobierno está lejos de proporcionar un verdadero cambio, porque si mal no recuerdo, las elecciones de los congreesistas capturados se hicieron con las banderas de este fenómeno llamado Uribista, que trasciende a Alvaro Uribe como persona e incluso como presidente, porque demuestra lo débil que realmente es su influencia y su criterio.
Sebastian
5 marzo, 2007 at 4:21 pmCreo que siempre los politicos son la viva expresión de la sociedad que los alberga. Casos como el de Mockus, Peñalosa, Fajardo y otros, son también la expresión de un grupo social que apenas comienza a establecerse.
También pienso que apedreamos a la prostituta y no nos fijamos en quién le paga. Podemos cambiar las leyes de congreso, pero ¿Cambiarán los lobistas de los gremios o las grandes empresas? ¿Cambiará un gobierno sobornador?
Luis Ernesto
5 marzo, 2007 at 4:29 pmUnas cosas.
Por un lado, uno no debe simplemente creer que el Congreso es terrible. Eso es lo que muestran en los medios. Pero como dicen los periodistas, la noticia es que un hombre muerda a un perro y no lo contrario.
Si el Congreso funciona bien, a los medios poco les importa. El escándalo, el circo, eso es lo que vende. Eso es lo que sale en los medios y es los que los ciudadanos comunes y corrientes leen. En últimas eso es lo que explica que Carlos crea que lo mejor es cerrar el Congreso y dejar a la gente solucionar por si sola su problema de accion colectiva.
Para Carlos, Condorcet. Por ahí se empieza.
Y se puede extender lo que dice Alejandro sobre la politica: «La política, sugiere Carlos, sería una disciplina en la cual el profesionalismo (el conocimiento, si se quiere) sería inconveniente».
Sobre eso escribía hace un tiempo, un muy querido profesor mío, cuya batalla perdida más precida era combatir los lugares comunes: «El concepto del antipolítico no pasa de ser una gran payasada. Lo peor es que es efectivo. La política es la única actividad en que la forma más fácil de ascender es negarse. Es como si en una empresa los resultados estuvieran lejos de ser los adecuados y alguien que tuviera la intención de reemplazar al gerente llega con el Cuento Chino de que él es el “antiempresario”. La lógica es clara, si un empresario llevó a la empresa a la difícil situación en la que se encuentra, entonces lo que se requiere es un antiempresario. ¿Que demonios quiere decir un antiempresario? Debe ser alguien que jamás ha visto una empresa, que no distingue un pasivo de un activo y que EBITDA le suena a marca de camisas, algo así como Rathzel o Pat Primo».
luis
5 marzo, 2007 at 4:39 pmCreo que en la columna hay una seria contradicción (contradicción en la que, me parece, el columnista ha caído en otras discusiones relacionadas con instituciones y cambio institucional): primero se afirma que «más que mejores instituciones, este país necesita mejores políticos», pero luego se asegura que no contamos con mejores políticos porque «los buenos ciudadanos tienen menores incentivos para meterse a la política».
Me parece a mí que, si el problema es de incentivos, entonces también es de instituciones (esto, claro si es que se entiende por «instituciones» el conjunto de reglas formales e informales que determinan el comportamiento individual en sociedad). Para cambiar motivaciones individuales es necesario, según mi opinión, revisar las instituciones existentes. Otro asunto es la conveniencia o relevancia del cambio institucional propuesto por el gobierno.
zangano
5 marzo, 2007 at 4:50 pma proposito: el independent institute es uno de los think tanks, mas ultraderechista de usa, situado en california.
si les gusta la ultraderecha ese es el sitio para informarse.
Luis Ernesto
5 marzo, 2007 at 4:59 pmSi hablamos de reglas de juego, con toda seguridad Alejandro habla de reglas informales.
De lo que la gente piensa sobre el Congreso: «si usted es congresista debe ser una persona deshonesta y oportunista».
Cambiar esa forma de pensar esta en manos de los medios más que en una ley.
Daniel Vaughan
5 marzo, 2007 at 6:24 pmVeo que se a discutido mucho sobre la «oferta» de políticos buenos y malos, y las instituciones, formales e informales, que generan los incentivos para que haya más políticos malos que buenos, utilizando el lenguaje de Alejandro (o del autor del paper que Alejandro sintetiza en su columna de esta semana). Pero también veo que no se ha discutido nada sobre la «demanda» de malos políticos, y creo que esto le ha faltado no sólo a este debate sino a la discusión académica al respecto.
Para mi las preguntas interesantes son las siguientes:
¿Por qué políticos buenos, como Mockus por ejemplo, fracasan? ¿Por qué políticos malos, como los muchos congresistas que llevan muchísimos años ahí, se mantienen? ¿Cuál es el rol de las instituciones en mantener este status quo (malos vs buenos)? ¿Se pueden mejorar estas instituciones para mejorar la proporción de buenos/malos?
Por supuesto, lo primero es empezar por definir qué es bueno y malo en una democracia. Si uno juzga, por «preferencia revelada»- usando un término que aunque hace parte de la jerga técnica de los economistas es totalmente intuitivo- el «pueblo» que elige (sean quiénes sean) no opina lo mismo que el decano de los Andes, con Ph.D. en economía, sobre lo que es bueno como político. Si no, no saldrían elegidos. A eso me refiero con preferencia revelada: algo está sucediendo, pero los electores siguen votando por los mismos. Y no es un problema de que la oferta de «buenos» sea más baja que la de «malos»: esto es verdad, pero la causalidad es inversa (se de muchos «buenos» que se aburren inmediatamente porque el proceso político es sucio y difícil).
¿Será un problema de educación? ¿De control político, institucional y mediático? ¿Será que aumenta y mejora el acceso a educación, los electores dejan de ser víctimas de los artilugios utilizados por los políticos?
Todas estas preguntas apuntan hacia un análisis de la demanda de políticos buenos y malos, es decir, desde el punto de vista de los electores y no de los políticos. Mi respuesta rápida a todas las preguntas anteriores es afirmativa. Pero también es fundamental mejorar las instituciones, y el caso de Bogotá es bien interesante, en donde el electorado ha mostrado recientemente un nivel de madurez sorprendente, SIN haber experimentado cambios significativos en la calidad y cantidad en la oferta de servicios de educación.
Mis comentarios, más que respuestas sugiere preguntas que me parecen tan importantes como las que han venido discutiendo hasta el momento.
Un cordial saludo.
DV
charlie
5 marzo, 2007 at 6:29 pmEl Consejo de Ministros, ( elegidos por voto popular, cada uno con oficio definido y con currículum apropiado ) por medio de su Agente Electoral, propone a los ciudadanos las leyes que requiere, las promueve y las discute en foros y por los medios de comunicación.
O los mismos ciudadanos las proponen a través de su Procurado Electoral. ( elegido también por voto popular )
Y, después de la suficiente ilustración, como se usaba en el difunto Congreso, se procede a votar.
Ese día los cajeros automáticos va a estar en red con la Registraduría. ( el Registrador elegido también por el pueblo )
Y la banda magnética en una tarjeta hará real el poder del ciudadano.
O la otra alternativa: cerrar un dia la séptima entre la 26 y la Plaza de Bolívar y escoger al azar los 200 y pico de ciudadanos para llenar las dos Cámaras.
La ley de probabilidades dice que serán tan buenos o tan malos y tan ignorantes o tan ilustrados como los que hay, pero absolutamente representativos del pueblo colombiano. Con una ventaja: No entran comprados , y si se renuevan cada 6 meses tampoco tienen tiempo de feriarse.
Alejandro Gaviria
5 marzo, 2007 at 6:40 pmVarios puntos:
Sobre la contradicción, es claro, en el contexto de la columna, que la disyuntiva planteaba es entre cambios en la reglas electorales o en las normas políticas y cambios en las personas. Uno podría decir que la reputación del Congreso y las percepciones políticas son una institución informal pero la confusión semántica sería enorme. En suma, como bien lo explica Luis Ernesto, la contradicción no existe (siempre y ciando se lea con cuidado).
Muchos comentarios insisten en la misma idea: el Congreso es un reflejo de lo que somos. Quizás así lo sea desde un punto de vista general: allí están nuestras angustias, nuestras perversiones, nuestros sueños, nuestra historia, etc. Pero este hecho no obvia la preocupación de la columna: ¿Cómo hacer que llegue mejor gente al Congreso? Y ¿cómo evitar que los juicios desproporcionados de nuestros comunicadores empeoren la situación? Yo veo un hecho paradójico en muchos de los comentarios. La mayoría parecen resignados: de qué nos quejamos, sugieren, si los congresistas son lo que somos. Pero muchos, al mismo tiempo, se quejan, reniegan de la política, quieren un cambio, aspiran a algo mejor que no pase por el objetivo maximalista de cambiar la sociedad.
La columna enfatiza un solo aspecto: en lugar de proponer nuevas reformas políticas, ¿por qué no pensamos en atraer mejor gente. Y para tal propósito, ¿por qué no moderamos nuestros juicios? Pero aquí Felipe Zuleta insulta y todos aplauden. Deberíamos, al menos, ser más exigentes con los opinadores. De pronto así hasta mejora la vaina.
Jaime Ruiz
5 marzo, 2007 at 6:47 pmUn antipolítico ciertamente es un disparate, pero el razonamiento del profesor de Luis Ernesto sólo es el comienzo. El antiempresario no dirige ninguna empresa, pero el antipolítico sí se hace con el poder. Señalar que es un absurdo algo que está en la realidad parece la falta de oficio de un eléata tropical. Siguiendo con los eléatas, lo que interesa es lo que significa el antipolítico en cuanto triunfa, del mismo modo que en un juego de esos Borges propone que uno presenta un examen de adivinación que es sólo una pregunta: «¿Pasará este examen?». Sólo tiene gracia cuando uno contesta NO.
La antipolítica es como la antipropaganda «No compre en Almacenes Pablito, todo parece muy bueno pero es de pésima calidad». Es decir, es otra forma de política, es decir, otra mentira. Ortega dice que la mentira es la esencia de la política porque en ésta se busca una verdad útil, y buscar una verdad útil es empezar a mentir. A deformar la verdad.
De modo que la antipolítica es otra estafa de otros políticos menos confiables que los que desprestigiaron la política con sus mentiras. Yo hace años pensaba eso que dice Alejandro (si no lo entiendo mal), de que la mala percepción del político espanta a los ciudadanos rectos, pero cuanto más leo periódicos y textos de políticos más me doy cuenta de que (y no sólo en Colombia) se trata de una sarta de mentiras cuyo fondo es el despojo y la dominación. El «nosotros» implícito en ideas como «patria», «Colombia», «nación», etc. es una carga para el pobre y para el trabajador, pero para el político es la fuente de sus rentas increíbles y de su poder. Es como si el dueño de un burdel hubiera conseguido fanatizar a sus empleadas en torno a algún mito y ellas se sintieran parte de esa comunidad solidaria y hermanada (de hecho, muchas sectas operan así; de hecho, todo el colectivismo es como una gran secta a escala ampliada).
Ya sé que me extiendo, pero la lista de mentiras de los políticos, obviamente cuanto más colectivistas más atroces, es impresionante. Es verdad que se puede pensar en una mayor eficacia de la administración y una reducción del robo y demás, pero eso sólo servirá para prepararle el botín al Castro que asomará en cuanto ese botín sea bien grande y la sociedad se descuide. En Latinoamérica hay varios cientos de millones de Catros latentes.
Y así, política «buena» sólo puede ser combate incesante contra el colectivismo, contra el culto y el poder del Estado, contra el poder de los políticos. Pero para eso hay muy poca gente en Colombia, no sólo por lo que ya explicaba antes, de que la matriz cultural arrastra a redistribuir la riqueza (es decir, a robar, pues en las tres palabritas ya va anulado el derecho de propiedad) y a buscar cargos públicos, sino porque la libertad es una intemperie contra la que previenen 500 años de catolicismo, de aislamiento, de desarraigo y un estado general de primitivismo que poco permite esperar que surja gente dispuesta a elegir esa intemperie. El anhelo de buenos políticos me recuerda mucho ese mito de los rusos que siempre esperaban al zar bueno, hasta que tuvieron al padrecito de Acero.
Alejandro Gaviria
5 marzo, 2007 at 6:53 pmEl punto de Daniel es muy bueno: la columna es completamente ofertitsa. No tengo una respuesta precisa a su cuestionamiento. Sólo podría decir, tal vez influenciado por mis lecturas recientes de Tocqueville, que la demanda no siempre logra distinguir la gradación de la oferta. Tocqueville habla de la pasividad de los ciudadanos. De su presteza a dejarse echar le cuento. A lo que habría que sumar la distorsión causada por el clientelismo y la compra de votos. En política, en algunos casos, al menos, la buena oferta crea su propia demanda.
Carmen Gloria de Ibars
5 marzo, 2007 at 6:55 pmInteresantes comentarios. Me referiré sólo a la última intervención de Alejandro, en el sentido de que debemos ser más exigentes con los opinadores.
Completamente de acuerdo.
De vez en cuando visito el blog de Felipe Zuleta, y es lamentable. Lamentable porque el señor no sabe escribir (¡de su abuelo Lleras Camargo no heredó nada!), y horroroso por los que allí intervienen. Bazofia sucia.
Y también es interesante analizar cómo escogen los medios a sus comentaristas. Rosca pura: miren el poder inmenso que tienen en los medios personajes como Jaime Castro o Alfonso Gómez Méndez. A Castro nos lo metían en RCN por boca y nariz (y oídos, claro) ya que don Juan Gossaín tiembla de admiración ante él. Y a Gómez Méndez los medios se lo pelean para tenerlo de comentarista (radio, prensa y TV).
Y el centralismo: sólo se mencionan entre ellos los periodistas bogotanos (me refiero no a los nacidos en Bogotá, si no a los allí establecidos y que son bogoteños). Oigan si no Hora 20 de Caracol, un formato interesante pero siempre los de la misma rosca.
Así que completamente de acuerdo: exijamos columnistas más inteligentes, que por lo menos sepan escribir. Hay gente nueva y buena, pero en general son casi siempre los mismos. Y también en los perioódicos de provincia se encuentran buenos aportes, a pesar de que muchas veces predomina el parroquialismo y el rumor de pueblo.
Anónimo
5 marzo, 2007 at 7:01 pmSería bueno saber a «ciencia cierta» (datos)que el cambio de patrones de elección de políticos en Bogotá se produjo verdaderamente SIN una mejora de los niveles de educación. Tengo intereses creados en esta respuesta de Daniel, pues yo sí sostengo que el Congreso refleja lo que hay, y para que cambie tiene que cambiar eso que refleja (y no solamente las leyes que crean o eliminan incentivos para moldear la configuración y comportamiento del Legislativo).
También sería bueno mirar el caso de Cali, una ciudad a la que visité por solo un par de días a principios de los años 80 y me dejó en el más absoluto descreste ver sus calles limpias y arborizadas, y a la gente haciendo fila en los paraderos de buses y busetas: una ciudad donde profesionales y empresarios crearon la FES, ejemplo mundial sobre cómo hacer filantropía y ahora desaparecida, una ciudad donde se originó la fundación Carvajal, etc. Hoy en día es una ciudad en caos, violenta, sepultada en basuras, donde alguna gente se aterra de ese » adónde fuimos a parar». Y yo creo que eso refleja lo que hay ahora en Cali: incompetencia, corrupción, degradación social, todo ello inducido por el narcotráfico. Y a lo mejor han caído los indicadores de educación, comparados con los de hace 20/25 años…
luis
5 marzo, 2007 at 8:13 pmLa contradicción no existe siempre y cuando se escriba con cuidado (desde cuándo la precisión en el uso del lenguaje genera enormes confusiones semánticas? Una salida, si no se quiere entrar en este tipo de discusiones, es evitar el uso de la palabra “instituciones”). Y no sólo se podría pensar en cambios en reglas informales. Qué tal, por ejemplo, un cambio en las reglas que determinan la escala salarial de los funcionarios públicos (el incentivo económico es importante, como bien se resalta en la columna).
Luis Ernesto
5 marzo, 2007 at 8:58 pmNo se si ustedes se acuerdan cuando el Gobierno decretó la prima técnica para los altos funcionarios. Yo sí y me acuerdo la carnicería moralista que armaron en los medios.
La pregunta para mi tocayo sería: ¿cómo hace uno para subir los sueldos de la dirigencia pública, igualarlos a los del sector privado y no salir investigado por la Contraloría, la Procuraduría y la Fiscalía al tiempo que evita las ráfagas viperinas de los medios de comunicación?.
Juan Francisco
5 marzo, 2007 at 9:06 pma MI ME PREOCUPA LA DEMANDA ELECTORAL QUE SE ESTA PRESENTANDO EN BOGOTA EN MOMENTOS RECIENTES, SIENDO QUE, POR EJEMPLO, UN POLÍTICO LAMENTABLE COMO VARGAS LLERAS OBTUBO LA VOTACIÓN MAS ALTA AL CONGRESO, Y NI QUE DECIR DEL ALTO INDICE DE QUIENES VOTARON POR URIBE.
Anónimo
5 marzo, 2007 at 9:13 pmMe pregunto qué es un «poltico profesional». ¿Acaso los hay? Se entrena uno para SER politico? (como para ser odontólogo, economista, ingeniero industrial, sociólogo…). Quienes estudian «ciencia política», digamos, no es porque quieran prepararse para ser políticos, sino para entender la política, para analizarla, para enseñar. Uno pensaría que, como en casi todo, se necesita una especie de vocación/interées, que posteriormente se perfecciona en la academia y luego en el ejercicio profesional. Pero pareciera que la política marcha al compás de su propio tambor.
Daniel Vaughan
5 marzo, 2007 at 9:14 pmAnónimo de las 14:01:
Su pregunta es bien interesante: ¿Qué explica que haya sido elegido Mockus en el 94? La respuesta definitivamente no es cambios en educación, y la razón es sencilla porque los cambios en educación se dan de manera lenta y continua: en un período de 4 años es muy difícil que haya cambios significativos, ya sea en escolaridad o calidad. Estadísticas las puede encontrar, por ciudades, en los datos del DANE de la encuesta de hogares, o en la página del DNP en las estadísticas históricas. Además en el DNP puede encontrar estudios sobre esto.
Lo que sí es interesante es por qué quedó Mockus en el 94. La respuesta no la tengo pero ahí van algunos datos que son importantes:
1. Mockus le ganó (492.389) a Peñalosa (229.835), seguido por votos nulos y en blanco (24.589, 20.616) y Moreno de Caro (20.445). Estos son datos de la registraduría.
2. Los alcaldes, elegidos popularmente, que precedieron a Mockus fueron
1992: Jaime Castro
1990: Juan M Caicedo Ferrer
1988: Andrés Pastrana
En la revista Semana hay un anális de la época (www.semana.com- el título del artículo es El DUO DINAMICO. Para encontrarlo simplemente escriba el título en el espacio de BUSCAR. Es un artículo de 1994).
Bueno, como le digo, en este momento no tengo ni la respuesta, ni el tiempo para meterme de lleno a responderla. Pero la pregunta es bien interesante. Lo que sucede después de Mockus también es interesante, pero toca ponerlo en el contexto de haber estado Mockus de alcalde. Lo realmente interesante es entender cómo sale elegido un tipo como Mockus en el 94, sobre todo después de los otros alcaldes. El análisis de los otros candidatos dice algunas cosas, pero no es claro por qué no sale elegido Peñalosa y si Mockus. También sería interesante ver las encuestas de esa época.
Un cordial saludo.
DV
Anónimo
5 marzo, 2007 at 9:54 pmGracias, Daniel. Miraré si Mockus capitalizó cambios en la educación de, digamos, la década previa (aunque evidentemente esa no es la única variable). En caso de que sí, eso demostraría un cierto grado de sostenibilidad en el progreso alcanzado, teniendo en cuenta que a Mockus lo sucede Peñalosa y a Peñalosa nuevamente Mockus. Lucho, anunque con un énfasis más marcado en lo social (aunque también se la jugó con lo del predial), puede ser parte de la misma tendencia. Sería lo que llaman los economistas, creo, una especie de círculo virtuoso. Será interesante ver lo que sucede en Medellín (Fajardo creo que es matemático también, con vocación de servidor público). La lógica diría que Alonso Salazar debería capitalizar lo logrado por Fajardo, pero hasta ahora las encuestas muestran otra cosa.
Carlos
5 marzo, 2007 at 11:09 pmLuis Ernest: Nunca dije que «lo mejor es cerrar el Congreso». Mi posición (liberal/libertaria), es mas bien quitarle atribuciones/funciones/responsabilidades a todos las instituciones Nacionales y devolver el poder a las regiones, municipios, comunidades y sobre todo a los individuos.
El «Congreso de la Republica» puede quedarse con unas funciones mínimas,entre las cuales, las que mas me interesan son el control político al monarca de turno.
Y sobre el sensacionalismo de los medios, creeme que hace rato me di cuenta de eso. Y si quieres hablamos sobre el ultimo show mediatico a nivel mundial sobre el calentamiento global. Ese si es para morirse de la risa.
El problema con los politicos profesionales, y lo repito nuevamente porque parece que no me leyeran bien, es que su función se convierte en obtener y mantenerse en el poder lo cual lleva al populismo y a muchisimos otros males. ENTIENDALO BIEN: A LA MAYORIA DE LOS POLITICOS, AL FINAL DEL DIA, SU PRINCIPAL MOTIVACION SON LOS VOTOS. HACERSE ELEGIR O HACERSE REELEGIR.
Probablemente los políticos nuevos, que no todavía no han hecho de la política una profesión si quieran cambiar las cosas. Pero luego de varios años, cuando se convierte en su profesión, se vuelven «prágmaticos», y solo les queda importando los votos y mantenerse.
«Politics is the business of getting power and privilege without possessing merit»
—P J O’Rourke
mayúsculas
5 marzo, 2007 at 11:19 pmCarlos: Le recomiendo que no levante la voz. Gracias.
Alejandro Gaviria
5 marzo, 2007 at 11:41 pmLa teoría de Jaime y las prédicas de Carlos me recuerdan la frase de Reagan para justificar los recortes de impuestos. Se trata, decía el actor, de matar de hambre a la bestia. Los libertarios suponen, sin reconocerlo plenamente, que la calidad del gobierno es constante (constantemente mala). Por tal razón, desconfían de las propuestas encaminadas a mejorar la práctica pública o la misma política. Pero la premisa libertaria no es respaldada por los hechos: es simplemente un prejuicio.
Me perdonarán la cantaleta pero yo sigo insistiendo en la misma pregunta, a saber: ¿cómo atraer más Fajardos y menos Ardilas a la política?
Carlos
5 marzo, 2007 at 11:49 pmZangano: El Independent Institute es tan ultraderechista que se opone a:
A la guerra contra las drogas: http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=332
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1889
Al militarismo, el imperialismo y el aumento de gastos de defensa de USA:
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1906
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1702
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1508
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1486
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1440
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1418
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1253
A George Bush y la Guerra:
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1884
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1879
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1794
Al apoyo del gobierno de USA a dictadores:
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1671
A la violación a las libertades civiles:http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1570
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1549
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1475
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1472
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1446
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1334
http://www.independent.org/newsroom/article.asp?id=1837
A las restricciones a la inmigración: http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1641
Y por otro lado, es tan godo que favorece la libertad matrimonial:
http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1657
Que ultraderechismo tan extraño no le parece?
De verdad pense que sabia mas de ideologías políticas para distinguir entre la derecha y los liberales/libertarios.
Seguramente leyo eso que dijo sobre el Independent Institute en algun sitio de Izquierda que cree que todo lo que medio favorece la libertad economica es «la ultraderecha».
Para mejorar su conocimiento le recomiendo este sitio:
http://www.theadvocates.org/quiz.html
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
5 marzo, 2007 at 11:53 pmAlejandro, no le respondo su pregunta. Pero le hago las siguientes contrapreguntas, para ver si nos vamos aproximando a la respuesta:
¿Qué tienen Fajardo o Mockus, que no tienen los políticos «malos»? ¿Qué los diferencia? ¿Cuál es su motivación, y cuál es su concepción de política?
DV
Alejandro Gaviria
6 marzo, 2007 at 12:02 amDaniel: Creo que la diferencia crucial está en las dos dimensiones señaladas en la columna: mayor rectitud y mayor competencia. Las diferencias ideológicas son, en mi opinión, menos importantes que la pulcritud y la coherencia en el manejo de lo público.
Una pregunta técnica para Jaime o para Sergio: ¿cómo incluir vínculos en los comentarios? Yo no sé como hacerlo y veo que Carlos tampoco.
Carlos
6 marzo, 2007 at 12:18 amAlejandro: No se trata de que la calidad del gobierno sea buena o mala. Se trata de la Libertad.
Y un gobierno fuerte, grande, intervencionista como te gusta a ti, es una amenaza contra la libertad. Podria remontarme a mas de 4000 años de historia que lo prueban.
Y estas ideas subversivas,raras,hasta estupidas de que la libertad es importante no son mias. Son de muchisimos pensadores como:
F. A. Hayek
David Hume
John Locke
Ludwig von Mises
Robert Nozick
Karl Popper
Ayn Rand
Jean-François Revel
Murray Rothbard
Adam Smith
Lysander Spooner
Alexis de Tocqueville
Milton Friedman
Y muchisimos mas que puedes encontrar aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Contributions_to_liberal_theory
Si, en la lista esta Tocqueville, el mismo que andas leyendo estos dias. Y que curioso. Voy a Wikipedia, al articulo sobre Tocqueville y encuentro:
«Tocqueville thought that association, the coming together of people for common purpose, would bind Americans to an idea of nation larger than selfish desires, thus making a civil society which wasn’t exclusively dependent on the state.»
Ver en: http://en.wikipedia.org/wiki/De_Tocqueville#Democracy_in_America
Exactamente el tipo de ideas que he escrito como comentarios. Ver mi quinto post donde dije que «Necesitamos mas sociedad y menos estado y políticos»
Y Oh sorpresa!! Me encuentro con esta cita de Tocqueville:
«La mayor preocupación de un gobierno debería ser acostumbrar poco a poco a los pueblos a prescindir de él».
Alexis de Tocqueville
Ver en: http://www.aipenet.com/CitasFavoritas.htm
Curioso que leas a Tocqueville y no veas su liberalismo sino otras cosas.
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
6 marzo, 2007 at 12:26 amCarlos, yo soy liberal, pero en el último año me he dado cuenta que la libertad total no sólo es un ideal inalcanzable, sino que no es deseable y además no es consistente desde un punto de vista evolutivo.
Le voy a dar un ejemplo de algo sobre lo que pretendo escribir en los próximos meses y se conoce como «la paradoja del plancton», que descubrió un zoólogo llamado GE Hutchinson (publicado en el American Naturalist, Vol XCV, No. 882 de 1961).
El cuento es sencillo y divertido: en unas condiciones desfavorables para la supervivencia, y por lo tanto donde prevalece el principio de la «exclusión competitiva» (estoy traduciendo del inglés), uno debe encontrar una úncia especie que domina a las demás, representando así un equilibrio (le suena parecido a algo que tenga que ver con la distribución del ingreso?). El problema que Hutchinson encontró es cómo pueden coexistir simuláneamente, sin posiciones de dominancia entre especias, varias especies en un medio. La respuesta es bien divertida: cambios frecuentes y drásticos en el sistema (el medio donde viven) imposibilita que el medio alcance el equilibrio. Los cambios en el ambiente, para el caso particular del pláncton, están dados por cambios en la marea o en las corrientes oceánicas (no me acuerdo exactamente de esto en este momento).
¿A dónde va todo esto? Haga ahora el siguiente experimento: coja una de esas bolas de plástico que tienen una ciudad por dentro, y punticos blancos que uno mueve con fuerza para tratar de simular una nevada (o una granizada, si quiere, en el contexto de Bogotá). El equilibrio se alcanza rápidamente y está motivado por las leyes de la física: al principio hay caos, pero el equilibrio se alcanza rápidamente.
Ahora adapte este ejemplo para el caso donde los punticos blancos son personas que desean ante todo mantener un mínimo de libertades individuales. ¿Es este un posible equilibrio? La respuesta natural es que no. Digo natural por varias razones: 1. Evolutivamente hablando, los animales y criaturas vivientes (incluidos los seres humanos, por supuesto), hemos desarrollado un sistema de cooperación para aumentar la probabilidad de supervivencia de la especie. ¿Dudas sobre esto? Haga un recorrido por la historia. 2. La libertad total es caótica, siempre surge la necesidad de acordar un «contrato social» por llamarlo de alguna manera, que puede ser formal (e.j. una constitución) o informal (e.j. un sistema moral).
Por supuesto 1 y 2 están relacionados. A mí la paradoja del pláncton me parece divertidísima y está relacionada con el velo de la ignorancia de Rawls, porque un contrato social a la Rawls, se puede fácilmente interpretar con condiciones como la del plancton. Si me dicen: «pilas Daniel, mañana va a haber un terremoto, y usted que ha sido afortunado ahorita, puede terminar en la base de la piramide social», yo seguro planteo un sistema de justicia a la Rawls.
Pero bueno, me desvié un poco, lo siento. El cuento es que ese ideal libertario es absurdo, por las razones que le di arriba. Incluso, en momentos como el nuestro, un dictador podría llegar a ser la única forma de implementar cambios drásticos que se necesitan: el mecanismo democrático es imperfecto en ese sentido, y sólo tiende a la perfección si hay igualdad en la distribución de capacidades (es decir, educación, que es el cuento al que yo siempre vuelvo). Esto última, por supuesto, es una conjetura mía.
Se ha preguntado alguna vez por qué si su ideal libertario es óptimo, se siguen creando (y así ha sucedido a lo largo de la historia) mecanismos de cooperación entre grupos, llámelos países si quiere, que por definición limitan las libertades individuales?
Le dejo la inquietud, pero sobre todo, espero sus comentarios.
Un saludo.
DV
Anónimo
6 marzo, 2007 at 12:36 amY la libertad, ¿es un valor absoluto o relativo?
Alejandro Gaviria
6 marzo, 2007 at 12:38 amCarlos:
Yo jamás he dicho que me gusta un Estado grande e intervencionista (puedes revisar casi 100 posts y muchos comentarios y no encontrarás nada por el estilo). Y me gusta Tocqueville por su liberalismo. En ningún caso lo he usado para defender la intervención estatal. Si revisas las citas, éstas hablan de otra cosa: de los peligros de la democracia. O de la pasividad de los electores.
Creo, sin embargo, que el liberalismo a ultranza no funciona. Sobre todo cuando estamos tan lejos de la igualdad de oportunidades. O de lo que el mismo Tocqueville llamaba el principio de igualdad.
Daniel Vaughan
6 marzo, 2007 at 12:42 amAlejandro,
Yo discrepo de usted. Pregúntele a Fajardo por qué se metió en política. Me atrevo a decir que su interés no es el poder. Hay una preocupación por algo que está funcionando mal, y una creencia personal que se puede aportar en algo para cambiarlo.
Ahora, pregúntele lo mismo a los políticos de oficio: su interés es el interés individual y el control del poder en las regiones. El período se acaba y Fajardo no tendría ningún problema en volver a su labor de académico.
Si lo anterior es cierto, es decir, que hay una diferencia clara en la concepción de política y estado entre políticos buenos y malos, ahora hay que mirar qué están haciendo los segundos para perpetuarse en el poder.
Los factores de demanda son claves, y creo que eso explica el reciente éxito en Bogotá. Por eso digo que la historia toca partirla en «antes de Mockus» y «después de Mockus». Ojalá lo mismo suceda con Medellín y Fajardo.
Fíjese que una experiencia exitosa de políticos buenos puede cambiar la institucionalidad total del voto. No es casualidad que hayamos tenido «Mockus-Peñalosa-Mockus» seguidos. Y tampoco es extraño que después de Lucho (quién me parece que lo ha hecho muy bien, por cierto, y que era absolutamente necesario) vuelva Mockus o Peñalosa. Las buenas instituciones se desarrollan con el tiempo, y se refuerzan si son buenas.
Las malas instituciones deberían desaparecer ¿Por qué no sucede esto con los malos políticos? En parte porque en estas regiones no ha habido experiencias buenas de política. El status-quo es «votemos por ellos, porque igual nadie va a hacer nada, y éstos nos están ofreciendo una platica adicional». El status-quo es dificilísimo de cambiar, y nosotros en Bogotá lo logramos… vamos a ver si es sostenible en el tiempo.
Ahora bien, muchos economistas que usted y yo conocemos (más usted que yo) han intentado hacer política. Hacer política es difícil: es un medio sucio y complicado. Toca tener una convicción envidiable. Toca saber que uno se va a caer de la bicicleta pero que vale la pena seguir intentando: eso sólo lo hacen unos pocos, empezando porque es costoso en términos económicos y sociales (amenazas a la familia, etc.etc.etc.).
¿Por qúe sucede esto? Porque todavía la gran mayoría de políticos son del otro tipo. Son «la especie dominante», por llamarlo de alguna manera, para que empate con el cuento del plancton. La solución fácil es decir: «yo mejor me quedo como académico, como intelectual, y ayudo desde acá, mi puesto seguro en una universidad». También oye uno cosas como «si ese es el país que quieren, allá ellos… yo traté de ayudarles pero no quisieron». La segunda es una posición de prepotencia total, y la primera es una posición conformista, pero que igual es nececesaria en toda sociedad (este papel de control de los académicos e intelectuales es clave).
En fin, un comentario interminable.
DV
charlie
6 marzo, 2007 at 12:59 amMe tiene apabullado la solemnidad de los que escriben en este blog. Parecen ex-ministros.
Sergio Méndez
6 marzo, 2007 at 2:13 amAlejandro:
El tag para los vinculos en los comentarios es exactamente el mismo que se usa cuando uno escribe un post:
Vinculo
Y de paso, creo que el problema no es como ud dice, de atraer a las buenas personas a la política. Ese discurso, me excusará, suena a ese cliche de «la gente de bien» en Colombia. El problema es que por razones estructurales, Colombia no es un país de «gente de bien» (y mucha de la que se autodenomina de esa manera muy seguramente no lo sea). Es un país de gente real con necesidades atrapadas en un complejo sistema de clientelismo y corrupción, que usualmente es la única manera de obtener lo que se quiere. Sólo cuando entendamos eso, vamos a poder a imaginarnos como construir una sociedad distinta de ciudadanos.
Por otro lado sobre lo que ud discute con Carlos, no estoy de acuerdo con él -y buena parte de los libertarios- en pensar que el gobierno, o el estado, sean incapaces de llevar a cabo constructutivo y positivo. Obviamente el libertarianismo no ve los matices, y no ve dos hechos que son ciertos: que hay estados más funcionales que otros y que el estado puede hacer cosas muy buenas si está bien manejado.
El problema es, en todo caso, que el argumento principal no es de corte utilitario sino moral. El Estado se basa en un principio de agresión: el monopolio «legitimo» de la fuerza y el cobro de impuestos. A eso se le podría añadir un argumento histórico: el Estado ha sido y es un instrumento de ciertas clases y grupos privilegiados para enriquecerse y aumentar su poder a costa del trabajo y dinero de otros.
En el caso colombiano, donde no existe una sociedad civil fuerte y virtuosa (ya que hablamos de Toqueville) la dependencia constante de un estado burocrático, corrupto y que favorece la impunidad, no hace sino acentuar los defectos de la misma sociedad. Los casos estilo Fajardo son la excepción y no la regla: de hecho, están condenados a ser la excepción.
Anónimo
6 marzo, 2007 at 2:36 amComo queriéndole dar la razón a Alejandro esto escribió Saúl Hernández en El Tiempo (edición del martes 6 de marzo): “A los políticos no les interesa servir sino servirse a costa de nosotros, y para ello nada mejor que agruparse en clanes para apropiarse de todo: yo nombro a tu mujer y tú a la mía, tú a mis hijos y yo a los tuyos… No son más que zánganos y viles ladrones”. Lean los aplausos de los foristas de El Tiempo y se darán cuenta de la pertinencia de la columna de Alejandro. La verdad esque algunos columnistas sólo buscan el aplauso fácil: son payasos de pueblo. Como don Saúl.
panOptiko
6 marzo, 2007 at 7:06 amEsta muy buena la charla, y habría mucho que decir, pero me limito a unos puntos adicionales:
Por un momento Zangano y Carlos dieron pistas para estructurar el problema de una forma mas digerible, pero fueron “sistematicamente” ignoradas. Se habla indistintamente de los grupos de interes, y las respuestas generalizadas se salen de contexto. La columna no es que ayude mucho, porque desde el comienzo esta severamente reducida: solo hay malos y buenos, por un lado, y todo el ejercicio politico consiste en cierto grado de competencia y honestidad. Se esperarian, pues, solo juicios categoricos-morales y soluciones miopes, si nos basaramos unicamente en estos postulados. Pero la economia tiene sus limitantes, es entendible (de hecho todos lo entienden, porque los comentarios le devuelven la profundidad a la simpleza del argumento que, no se desconoce para nada, es bastante pedagogico)
Mi propuesta para el actor mediatico, en el que se incluye esta columna, se reduce a dos puntos: desmembrar las instituciones cuando se critique – pasar de decir que el congreso es un nido de ratas a que tal congresista lo es; e incluir un tercer valor a su escala logica: que existan politicos buenos, malos y absurdos. Esto necesita un cuidado, un apoyo, pero sacude el sistema y da la oportunidad a que los actores se reacomoden. Yo se que Alejandro le molesta cada vez que se proponen cosas alrededor del lenguaje – me tildara de postmoderno tropical – pero, primero, que son los medios sino lenguaje, y, segundo, tengo mis sospechas en la relacion que se teje entre la experiencia bogotana sin ningun cambio previo: revisen la popularizacion del rock, las letras de las canciones de los grupos, y los jovenes que de alli salieron.
Para los que siguen analizando a Mockus, no escatimen el efecto mediatico de la bajada de pantalones como una de las principales razones de su triunfo.
Se me quedan cosas en el tintero, pero se acabo el tiempo.
(perdonen, pero hoy se murio el corrector de ortografia)
(me acabo de dar cuenta que el encabezado del blog dice que son temas economicos y sociales, menos mal no se habla de politica (o es que la economia no es social? O politica y sociedad son lo mismo? Bueno, yo no se))
Jaime Ruiz
6 marzo, 2007 at 1:45 pmCreo que Alejandro no pone enlaces escribiendo el código sino seleccionando enlace con el ratón en el cuadro de composición del post, por eso no puede hacerlo en las respuestas (OJO, esto también para Carlos y todos los demás).
Voy a enlazar El Tiempo, cuya dirección es http://eltiempo.com. Sólo hay que copiar lo que escribo en el párrafo siguiente, pero cambiando los signos de Abrir paréntesis ( por Menor que < y de Cerrar paréntesis por Mayor que > [de otro modo el sistema entendería código y no se vería cómo es].
(a href=»http://eltiempo.com»)(i)El Tiempo(/i)(/a)
Siendo a el comando para abrir enlace y /a el comando para cerrarlo. El comando i dentro de esos signos es para abrir cursiva e /i para cerrarla. Si lo que se quiere es negrita, sólo hay que escribir b y /b en lugar de i e /i.
En el párrafo siguiente escribiré lo mismo que puse arriba pero con los signos < y > en lugar de los paréntesis, así saldrá…
El Tiempo
Anónimo
6 marzo, 2007 at 2:22 pmHola, yo creería, que la revista cambio, en el articulo de opinion de Mauricio Vargas. Seria una propuesta buena.
En donde una de las tesis es el ejemplo que hemos recibido de administraciones anteriores.
Exitos!
Anónimo
6 marzo, 2007 at 2:25 pmQuiero aclarar, que la colmuna a la que me refiero fue la publicada el 23/02/07 y es titulada «Los niños bien».
Exitos
Juan Francisco
6 marzo, 2007 at 4:46 pmperdón por mi ortografía, a veces cuando estoy muy emocionado escribindo se me olvida por completo.
bebeprobeta
6 marzo, 2007 at 5:04 pmLa senadora DILIA es completamente Ofertista. Que pasaria si hubiera una DILIA en cada Jardin Infantil ?.
Alejandro Gaviria
6 marzo, 2007 at 5:10 pmJaime y Sergio: Gracias por la información. Muy util para ilustrar los comentarios.
syllogismes_mao
6 marzo, 2007 at 5:21 pmPANoPTIKO :
PostMODERNISTA Tropical es el Sancho Panza que le salio a Uribe.
Me imagino que ese desliz asistencialista fue largamente aplaudido en el llamado Congreso Colombiano. ( asamblea postmoderna ? Incluyendo los secres y lsa relacionistas publicas ? )
Su Merced . Un cordial saludo.
Jaime Ruiz
6 marzo, 2007 at 5:23 pmComo coincidiendo con este tema hay en El Tiempo una excelente columna de Saúl Hernández Bolívar, un tipo valioso (a mi juicio), sobre los Araújo.
Juan Francisco
6 marzo, 2007 at 5:33 pmcreo que Fajardo y Antanas supieron manejar el problema de lo mediático en los medios de comunicación. El caso de Fajardo fue más sistemático. Creo que él aprendió un poco de los «errores» de Antanas. Fajardo basó su campaña más que en el uso de argumentos, en mostrar una imágen de confianza y familiaridad en el electorado. Después ya nos demostró que también tenía argumentos. Antanas es más bien particular, porque cuando se lanzó a la alcaldía hizo las mismas «payasadas» con las cuales lo calumniaron ahora en la elección presidencial. Sin embargo, creo que en Bogotá se ha elevado considerablemente el nivel de la contienda a la alcaldía, en parte creo yo por ciertas garantías democráticas que no se consiguen en otraspartes del país, por la concentración del voto de opinión y por la marcada movildiad social que hay en comparacón con el resto del país. Sin embargo, Antanas y Fajardo sólo pudieron demostrar el acierto de la sociedad una vez fueron alcaldes, una vez tuvieron «poder», yo diría mas bien posibilidades ejecutivas. Ahora, hemos visto que el clientelismo y el poder mediático de los medios de comunicación tienen un efecto mayor en el electorado que estos logros de estos ejemplares gobernantes, que lamentablemente son más «aburridos» que las bravuconadas de Uribe. Por esto, creo yo que los que son como ellos dos necesitan es una administración efectiva de los medios mediáticos; hay que preguntarse, cómo adquirirla sin ser promovido por los empresarios dueños de los mismos medios. Se que este planteamiento va en contra de lo que muchos soñamos con la política. si Antanas hubiese empezado con bravuconadas como las de uribe, pues ya no sería Antanas. pero tal vez Fajardo a mostrado un punto «medio» entre la absoluta congruencia y el pragmatismo en el manejo de la imágen política. pero además del manejo de la imágen pública, que consiste en mostrar la imágen «que la gente quiere ver», creo que para que algún día logremos superar esta lamentable manipulación de la opinión pública, aspecto con el que creo Antanas sueña, es que tenemos que construir comunidad quienes sabemos que estamos haciendo algo trascendental al buscar buenos políticos, al estimular a aquellos que son honestos, competentes y neoinstitucionalistas. y que no temen a ninguna discusión ideológica. por esto, creo que en la academia hay que promover foros que den explicaciones justas a por qué necesitamos peronas como Antanas y Fajardo y no como Uribe. A hacer evidentes los problemas del clientelismo y el patrimonialismo. A tener una acercamiento a los rostros de la guerra, a la capacidad de empatizar con el «enemigo», como dice Roger Waters en Dark Side of The Moon (que berraquera, este viernes es el concierto). Pero para acercarnos al ciudadano común tenemos que demostrarle que personas cono Antanas y Fajardo, Visionarios (perdonen la propaganda política, pero sí, soy Visionario) representan mejor sus intereses que pesonas como Uribe, que saben escuchar mejor, que saben tomar mejores decisiones, que son más perseverantes y duros a la hora de la verdad, que tienen los pantalones mejor puestos (aunque con Antanas tal vez no nos perdonen semejante ironía). Creo que hay que demostrar la debilidad que personas como Uribe generan en la democracia y en la institucionalidad. Y hay que demostrar la fortaleza que estos visionarios generan y mantienen a largo plazo. Un amigo mío se va a lanzar a la alcaldía en Popayán. Es supremamente honesto y competente, es jóven, aborrece el cleintelismo y empatiza. El me decía que en las regiones hay que evitar hablar de Uribe al hacer propuesta, porque a la opinión pública todavía le cuesta entender estos problemas. hay que tocar los temas de ciudad, cotidianos, con argumentos y mostrando una imágen que se presente como alterna y viable a los contendores, que genere más confianza (un poco de manipulación lamentablemente). Pues, es como repetir lo que logró Fajardo, porque nadie puede repetir lo que hizo Antanas, quien es a quien yo más admiro precisamente por ser el más extraterrestre de todos los visionarios.
zangano
6 marzo, 2007 at 5:44 pmes maniqueo considerar la maldad y la bondad,como determinantes de los problemas colombianos,los individuos son productos del sistema en que se desarrollan,ya lo decian los jesuitas hace tiempos dadme los ninos y los moldearemos en hombres,o palabras a tal efecto,sistemas erroneos dan resultados erroneos,uds como avezados internautas,sabran lo que es la ley «gigo»garbage in garbage out, si no entendemos que el sistema politico no solo atrae sino que estimula corrupcion ,vamos a seguir siendo victimas de los que si entienden de sistemas,los gringos a su manera tienen sistemas que nos aplican con resultados ventajosos para ellos.
si usamos la inteligencia ,tendremos resultados inteligentes.
pareciera que la teoria de los sistemas ,o no es entendida,o no es considerada por la intelligentsia
colombiana.
carlos el juicio sobre el independent institute ,no es mio,ni lo lei en webs de izquierda,me meti a los blogs y sitios de analisis en usa. alli hay opiniones como las citadas,leere los enlaces dados a ver que hay, gracias por el dato.
bebeprobeta
6 marzo, 2007 at 6:07 pmZangano :
A los BEBES nos atrae el Escombrismo. ( interprete de la angustia popular )
syllogismes_mao
6 marzo, 2007 at 6:51 pmCARLOS :
Hay POST suyos que usted comete.
DIGO que son como tener un ‘HAmster’en la boca.Tan oficiosos. ( Pero uno ve que la mayoria de sus recetas son consignas de directorio de paginas amarillas,,, )
Ateo
6 marzo, 2007 at 7:03 pmEste militante de «la libertad» (como valor supremo) ya me está desesperando tanto o más que los militantes de la «justicia social» (como valor supremo). Ay del que no concuerde con ellos: será tarado, en el primer caso,y moralmente inferior, en el segundo. No le dejan a uno opción. Yo propondría que nos abstengamos de tirar línea y tratemos de mantenernos dentro de las líneas del debate que propone el dueño del chuzo.
syllogismes_mao
6 marzo, 2007 at 7:06 pmACLARACION
En mi ‘ejecutivo’ contra el LIBERTARIO solo he pretendido recrear el minimalismo politico del Bebe Probeta.
Zangano solito zanganea.
Jaime Ruiz
6 marzo, 2007 at 7:19 pmCreo que nuestro anfitrión ha ido experimentando una metamorfosis muy interesante en los últimos meses, hay alguna diferencia entre este texto:
El politólogo Samuel P. Huntington dijo alguna vez que lo único más dañino para una sociedad que una burocracia rígida y deshonesta era una burocracia rígida y honesta.
Con el resumen que hace de su última columna:
Creo que la diferencia crucial está en las dos dimensiones señaladas en la columna: mayor rectitud y mayor competencia. Las diferencias ideológicas son, en mi opinión, menos importantes que la pulcritud y la coherencia en el manejo de lo público.
Y lo malo de esta visión tecnocrática es que se echa a perder el contenido de la política. ¿Qué camino debe tomar la sociedad y cómo debe ser? El éxito de Mockus (para ganar elecciones, me refiero) tiene que ver con su capacidad de ofrecer una respuesta a esas cuestiones. Lo que él propone es ante todo salvar la jerarquía, todos los mockusianos que conozco personalmente son personas instruidas (es decir, antiamericanas, llenas de prejuicios ridículos sobre Europa, increíblemente provincianas, persuadidas hasta el tuétano de que el haber estudiado exime de toda evaluación de productividad y da derecho a obtener rentas…). ¿Por qué ganó Mockus en 1994? Sobre todo porque no tenía ningún rival de entidad que contara con el apoyo de las maquinarias, de modo que la franja «universitaria» consiguió entusiasmar a todos los sectores sociales afines y poner a su hombre.
De un modo el mamertismo es un proyecto de preservación del orden de apartheid de siempre, rodeado de retórica mística y en realidad de terror. Todas esas pretensiones de «desprivatizar» la economía corresponden a las costumbres de esa franja social. Bueno, sin esa retórica y habiendo ya caducado la utopía bolchevique, la propuesta de Mockus es válida para esas clases, y puede llevar en cualquier momento a plantear la necesidad de disponer de los bienes privados. ¡Hasta de igualar los sueldos de los técnicos estatales con los de la empresa privada! (Es sólo otro endemismo colombiano, la idea de que un tecnócrata se gane cien millones de dólares de sueldo estatal al año, como ganan cientos de ejecutivos en EE UU, pondría en riesgo las mandíbulas de quien la propusiera.)
Mockus es más que ningún político colombiano (salvo el PDA) el paradigmático antiliberal y la buena gestión que le atribuyen sin duda estaba llena de contenido estatista, como quiere la tradición romanoide (expansión de la burocracia y de sus atribuciones). Honradez y competencia por una parte para afianzar la dominación y el orden de apartheid; por la otra, para llenar la olla de la piñata hasta que llegue la nueva rebelión de los Silas y Marios y la reviente.
La calidad de la política no es constantemente mala, pero está determinada por su contenido, y en el caso colombiano el punto nodal es la superación del fondo de rapiña y esclavismo que define a la sociedad. La probidad de un Mockus está llena de esas figuras en que la dominación y la jerarquía encuentran un pretexto en la pedagogía y en la educación. No es raro que eso guste a la misma franja social que se entusiasmó con la Revolución cubana, ojalá se les ocurriera comparar a Cuba con países del mismo tamaño como Portugal y Grecia en 1959 y en 2007, y nadie les regaló petróleo ni tuvieron gobiernos dedicados a «educar». ¿Serán por casualidad las mismas personas justicieras y rectas que menospreciaron siempre las urnas, en las que el voto de un arriero manipulable valía igual que el de un doctor imbuido de la anunciación del Hombre Nuevo, de la igualdad y del fin de la explotación del hombre por el hombre?
(Esas discusiones sobre la libertad tienen algo ocioso y fuera de lugar, el problema es cómo se alcanza la razonable proporción de burocracia de los países de régimen liberal, la efectiva aplicación de las leyes y el crecimiento del PIB. En Colombia no se puede aspirar a vivir una libertad en un sentido ideal antes de alcanzar la que se disfruta en los países civilizados, que por lo demás es inseparable de la prosperidad.)
Al que le interese el tema Mockus: post – post – post
Carlos
6 marzo, 2007 at 7:19 pmBuenas noticias (excepto para Zangano):
El exitoso «Modelo Sueco», venerado por los mamertos a nivel mundial y visitado por las FARC durante la época del Caguán, es tan exitoso que está desapareciendo.
Suecia se prepara para una ola de privatizaciones .
De todas maneras ya los cambios venían desde antes .
Viva la libertad.
Saludos,
Carlos
Jaime Ruiz
6 marzo, 2007 at 7:38 pmCarlos, la libertad está muy bien pero no se puede convertir en libertinaje (jaja), y sobre todo en mala educación. ¿Qué le cuesta intentar poner los enlaces ocultos? Es sumamente fácil y ya se explicó cómo hacerlo.
Luis Ernesto
6 marzo, 2007 at 9:41 pmAlgo de lo que mucha gente habló.
Cuando Peñalosa terminó su gestión, muchos dijeron que las monumentales obras que había realizado no habrían sido posibles sin los recursos que Mockus dejó de ejecutar en su primer mandato.
Preguntas cardinales.
¿Cómo hace uno para creer que Mockus es la encarnación del estatismo si lo único que hizo fue ahorrar recursos?
¿Cómo hace uno para pensar que el modelo de ciudad aplicado por Mockus es «el final de la privatización de la economía» si en algún momento se despellejó vivo al alcalde de turno por andar descapitalizando a CODENSA?
Y una última pregunta.
¿Cuán diferentes serían las concepciones de libertad de algunos si el azar de la vida los hubiera puesto a nacer en una familia tal que nunca hubieran tenido la oportunidad de escribir en este blog por puro deconocimiento del computador (o simple falta de educación)?
Como varias veces he escrito: la libertad primero hay que crearla para defenderla.
Y en últimas, el problema no es de políticos buenos o malos, el problema es de medios de comunicación. En la medida en que no se presenten las noticias importantes sino las explosivas, vamos a vivir showsito tras showsito. ¿Por qué fue tan poca la atención a la inclusión en el Presupuesto General de la Nación de los $2.9 billones en subsidios a la gasolina? ¿Por qué cuando la gasolina sube por efecto de la liberalización de su precio uno siempre ve a algun periodista hablando con un taxista, mostrándonos la maldad del neoliberalismo? ¿Por qué a tan pocas personas se nos ocurre exigir que los recursos que se usan en ese odioso subsidio se utilicen en cosas socialmente más productivas? ¿de cuándo a acá se nos metió en la cabeza que la gasolina es una prioridad social?
Un dato vergonzoso. El Plan de Desarrollo contempla $1 billón para acueducto y saneamiento básico. ¡$1 billón en cuatro años! y en cambio nos gastamos tres veces eso al año subisidiando a los usuarios de carro. Vaya uno a saber si la gasolina barata ayuda a los niños a no morir de disentería y aumenta la esperanza de vida.
Jaime Ruiz
6 marzo, 2007 at 10:41 pmOjalá a alguien se le ocurra crear una escuela de honradez intelectual, un curso gratuito haría bien a muchos. No se volverían honrados, pero sus falacias ganarían en refinamiento.
Pongamos el caso de los subsidios a la gasolina. Uribe no los quita porque se le rebotarían los propietarios de automóviles particulares, es decir, los que han tenido para aprender a usar el computador, es decir, los partidarios de la redistribución. ¿Ante qué estamos? Ante el arquetípico fenómeno colombiano. ¡Los ricos claman contra el gobernante que los favorece! ¡La mayoría de las personas que clama contra la desigualdad está en el primer decil de renta!
Es peor: los adversarios de Uribe claman contra Uribe porque no hace algo que lo destruiría. Claro que ningún candidato con posibilidades de ganar ha propuesto nunca algo así. Pero forma parte de la mentalidad hegemónica entre la gente rica. De hecho, es un mecanismo psicológico de ascenso social. Hay arribistas que buscan los electrodomésticos y los licores más caros, cuando les va bien y se integran en cierto nivel, es seguro que sus hijos serán caballeristas. ¿O quiénes leen Semana y Cromos?
En Colombia el conflicto social y armado seguirá durante décadas porque corresponde a la lucha de clases y la expresa. La clase beneficiaria de los subsidios a la gasolina aprende la redistribución y la justicia social y se organiza y lucha, mientras la clase excluida aprende a trabajar. Ésa es toda la popularidad de Uribe. Y es muy probable que se tienda a agudizar, que los salarios de los marxistas profesionales (y patéticamente ignorantes) de la U. N. no crezcan al mismo ritmo que el PIB y haga falta un poco de movimiento estudiantil para hacerse respetar.
Algún día toda esa cháchara se conservará en un museo y los descendientes de los colombianos esforzados, del germen de burguesía que puede surgir en estos años, se divertirán detectando lindezas de hidalgos asilvestrados en cada documento académico y en cada artículo de prensa. Tantas mentiras y aun tantos crímenes sólo serán el producto divertido de unos seres precariamente humanizados: travesuras de niños malos.
Wilfredo Moreno
6 marzo, 2007 at 10:53 pm.
Carlos
7 marzo, 2007 at 12:40 amDaniel: Buen post. Pero te equivocas si crees que el Estado es cooperación. Nada de eso. El Estado es fuerza, es violencia.
Cito a Jaime Ruiz que dijo:»Cuando se habla de guerreros hay que incluir en ese sector a los burócratas, pues el Estado es ante todo violencia condensada, para entender lo cual basta con leer por ejemplo El Estado y la revolución.»
Ver aquí
El Estado no es cooperación. Cometes el clasico error de confundir Estado y Sociedad. Yo apoyo la asociación pero voluntaria. Es muy diferente si yo me asocio contigo y de común acuerdo definimos reglas para limitarnos algunas libertades a que venga un tercero y usando la fuerza nos defina las reglas y nos quite nuestras libertades.
Te recomiendo el libro de una de las grandes figuras del liberalismoThomas Paine llamado Common Sense, que tiene un capitulo donde explica el origen del gobierno/estado y la diferencia con la sociedad. Dice Paine:
«Some writers have so confounded society with government, as to leave little or no distinction between them; whereas they are not only different, but have different origins.»
«Society is produced by our wants, and government by wickedness; the former promotes our happiness positively by uniting our affections, the latter negatively by restraining our vices. The one encourages intercourse, the other creates distinctions. The first is a patron, the last a punisher. Society in every state is a blessing, but government even in its best state is but a necessary evil.»
«In the early ages of the world, according to the scripture chronology, there were no kings; the consequence of which was there were no wars; it is the pride of kings which throw mankind into confusion. Holland without a king hath enjoyed more peace for this last century than any of the monarchical governments in Europe. Antiquity favors the same remark; for the quiet and rural lives of the first patriarchs hath a happy something in them, which vanishes away when we come to the history of Jewish royalty.»
«This is supposing the present race of kings in the world to have had an honorable origin; whereas it is more than probable, that could we take off the dark covering of antiquity, and trace them to their first rise, that we should find the first of them nothing better than the principal ruffian of some restless gang, whose savage manners or pre-eminence in subtility obtained him the title of chief among plunderers; and who by increasing in power, and extending his depredations, over-awed the quiet and defenceless to purchase their safety by frequent contributions.»
El origen del estado, en la grandisima mayoría de los casos, ha sido la violencia y la conquista, no la cooperación y los acuerdos.
Cordial Saludo,
Carlos
Carlos
7 marzo, 2007 at 1:20 amSergio: Mi posición liberal no es tanto porque «el estado funciona mal». La principal razón es de tipo moral y es la que tu mencionas:
«El Estado se basa en un principio de agresión: el monopolio «legitimo» de la fuerza y el cobro de impuestos. A eso se le podría añadir un argumento histórico: el Estado ha sido y es un instrumento de ciertas clases y grupos privilegiados para enriquecerse y aumentar su poder a costa del trabajo y dinero de otros.
Murray Rothbard lo explica así:
«THE LIBERTARIAN CREED rests upon one central axiom: that no man
or group of men may aggress against the person or property of anyone
else. This may be called the “nonaggression axiom.” “Aggression” is
defined as the initiation of the use or threat of physical violence against
the person or property of anyone else.»
Se basa en una etica deontolica, de Kant quien dijo:
«actions are morally wrong if they are inconsistent with the status of a person as a free and rational being, and that, conversely, acts that further the status of people as free and rational beings are morally right.»
Alejandro (lo dijo en una columna hace varios meses), zangano y muchos mas aplican una etica consecuencialista/utilitarista. Por eso defienden el uso de la fuerza y la violencia estatal si lo fines son buenos.
El liberalismo no hace ese tipo de distinciones y ve los actos violentos igual de reprobables ya sea que los haga el tipo de la esquina pensando en enriquecerse así los hace algun integrante de eso que llaman estado, bien sea «el rey», «el presidente», «el ministro» o el burocrata para buenos fines como «el bien común», «la patria», «la justifica social», «el crecimiento economico», etc.
Lew Rockwell lo explicó muy bien:
«By what ethical standard should we judge the state? One tradition, which we might call anti-liberal, asserts that there are special laws of morality that apply to the state alone. Another tradition, the liberal tradition, says that states must abide by the moral standards that apply to everyone in all times and all places.
The first view is the ancient one. It permitted and expected states to pillage and kill. The right and wrong of statecraft was dictated by the sword. The idea of universal moral laws and universal human rights did not find favor among the Caesars and Pharaohs, any more than this idea appealed to later dictators.
Yet the liberal tradition gradually abolished the idea of caste and special legal privilege. It asserted, more generally, that no group possesses a special license to lord it over others.
St. Augustine might have been the first to observe that the moral status of Alexander the Great’s conquests was more egregious than the pirate’s depredations. The pirate molests the sea, but the emperor molests the world.
The view that states can do wrong is the most powerful theory of politics in the history of the world. It led to the birth of the dream of universal freedom. Slavery, imperialism, colonialism, militarism, and authoritarianism all came to exist under a moral cloud.
At the same time, freedom and individualism unleashed human energies and, in the setting of free economies, created a prosperity beyond any ever known. This made possible the vast expansion of the world’s population, and human flourishing as never seen before.»
Ver aquí
Saludos,
Carlos
Nombreyapellido
7 marzo, 2007 at 1:49 amLa utopía libertaria de Carlos está motada sobre las mismas bases de perfección humana que la utopía feminista de Florence Thomas.
Daniel Vaughan
7 marzo, 2007 at 7:43 amCarlos,
Gracias por las múltiples citas y las múltiples referencias. La única crítica que le hago sobre este tipo de argumentación es que realmente no contribuye en nada (aunque sin lugar a dudas nos ayuda, por lo menos a mí, a aprender cosas que no conozco).
¿Por qué digo esto? Usted cita grandes personajes históricos: Paine, Kant y otros muchos. Yo tengo dos opciones: o creerle a usted, que muestra experticia en el tema, pero que claramente tiene un sesgo y por lo tanto su análisis no es objetivo (alguien saldrá ahora a decir que no hay tal cosa como un análisis objetivo: bueno, de acuerdo, pero entonces, si hay tal cosa como diferentes grados de subjetividad, el suyo es aún más subjetivo, porque ya está totalmente «adoctrinado» por decirlo de alguna manera, probablemente no la más correcta). O ir a la fuente. Por razones de tiempo, ir a la fuente es imposible, así que por lo menos yo, que soy crítico a morir, opto por desechar sus argumentos.
Por otro lado, no dudo que estos personajes sean figuras históricas importantes, pero lo que si dudo es que haya tal cosa como argumentos políticos independientes del contexto político en los que se dieron. Por eso no me gustan los argumento: usted me sugiere leer a Paine, y en Wikipedia encuentro que el contexto histórico es el de la revolución americana (usando una traducción molesta) y francesa. La pregunta, para un no especialista como yo es: ¿Son las ideas de esta figura histórica igualmente válidas hoy, tal como usted me está dando a entender? Dicho de otra forma: lo que Paine dijo es independiente del contexto histórico en el que lo escribió? Yo en serio lo dudo. Puedo estar equivocado- no sólo no soy un especialista sino que se muy poco del tema- pero mi instinto crítico sugiere que probablemente la respuesta es negativa.
Bueno, eso era una crítica de forma. Digámoslo, una crítica al método que usted utiliza en sus argumentos.
Ahora algo de fondo. Su argumento de fondo es un análisis histórico de la creación de los Estados, y sugiere que «en la grandisima mayoría de los casos, ha sido la violencia y la conquista, no la cooperación y los acuerdos». Supongamos que es así. Supongamos que no es una forma de cooperación. La pregunta entonces es por qué ha sido esto así? La respuesta obvia es que hay algo en el «instinto animal» del ser humano que lo lleva a esto. No es sorpendente que en biología evolutiva las teorías de cooperación sugieren que ésta (en sus diferentes formas) surge como un mecanismo «óptimo» de supervivencia de la especie (aunque el término técnico está más relacionado con supervivencia y reproducción de los genes de un individuo con ventajas evolutivas). ¿A dónde voy? Incluso si lo que usted dice es verdad, mi punto sigue intacto: el ideal libertario es eso, un ideal, fundado en la razón o el «deber ser» (dependiente del contexto histórico particular) y no en el entendimiento del «ser», además con un ser biológico, si es que tal concepto existe.
Le sugiero el siguiente experimento mental: suponga que los estados, tal como los conocemos, no surgen. ¿Qué existiría entonces? ¿Sería el ideal libertario posible? Mi respuesta es que no. La existencia de Estados (formales o informales: a usted le molesta el concepto de Estado formal por que tiene implícita una concepción de poder) se explica por ese «ser biológico» del que hablé. La cooperación y la competencia de recursos hace parte de nuestra herencia evolutiva.
Y entonces, en qué quedamos? Hay dos opciones: O alguien nos convence (usted o sus ideólogos de cabecera) que el ideal libertario es realmente óptimo, y buscamos mecanismos para tratar de acercarnos a ese óptimo, dadas unas restricciones biológicas, o desechamos el ideal porque no es óptimo, y hay algo mejor que es implementable.
Insisto en que la primera opción no es viable: el ideal libertario no sólo no es óptimo, sino que hay que leerlo críticamente por el contexto histórico en el que surgió. No es óptimo porque la razón total, y la libertad total, son caóticas (aunque suene paradójico, la razón es caótica y no sólo eso, sino que va a llevar a la especie a la extinción… esta paradoja es bien interesante: la razón da libertad, y la libertad nos lleva a la extinción… sobre esto hay mucho más que decir, pero este comentario ya está bastante extenso… lo dejo sin argumentos por ahora). Por eso surgen mecanimos de cooperación (cooperación egoísta, si usted quiere, como la biología evolutiva sugiere) que necesariamente limitan las libertades de los individuos. A usted le molesta el concepto de Estado formal, la violencia, el poder, etc.etc.etc. Pero lo mismo sucede con un estado informal, motivado por una cooperación simbiótica, por llamarlo de alguna manera. En resumen, el ideal libertario, tal como lo he podido entender por sus comentarios, no es óptimo.
Lamento la extensión de este comentario, aunque debería dejar de excusarme porque igual siempre me extiendo.
Saludos y gracias nuevamente por las citas y referencias.
DV
zangano
7 marzo, 2007 at 12:37 pmcarlos: malas noticias ,si, para los suecos que no tienen medios para adquirir las acciones de las empresas publicas, muy bien gerenciadas por cierto,por el aparato administrativo sueco.
tambien, malas noticias, para los paganos de estos servicios ya que los precios se dispararan como ha sucedido en usa,el reino unido,y cualquier otro pais que los haya adoptado.es una cuestion simple de perdida y ganancia,los ciudadanos pierden la propiedad publica ,pagan precios exagerados,asi los grandes capitales que compran las empresas .recuperan con creces el dinero invertido; ya veremos si la historia se repite en suecia ,como en el reino unido, servicios caros y deficientes.
que utopia!
zangano
7 marzo, 2007 at 12:55 pmbebe probeta:no habia oido esa variante sistemica:escombrismo,si pudieras expandir el punto se podria saber mas de la «angst»popular.
gracias por la atencion.
panOptiko
7 marzo, 2007 at 2:51 pmSaludos, syllogismes_mao. Lamento tener que decir que no siempre entiendo sus metafóricos comentarios, pero es un buen ejercicio. Gracias, de todos modos.
Pregunta
7 marzo, 2007 at 2:52 pmEn alguna parte leí que Lucho el embolador va a lanzar nuevamente su candidatura al Concejo de Bogotá (el tipo es borracho, escandaloso, abusivo, tiene problemas con la justicia que han sido ampliamente documentados, etc.) Supongamos por un momento que los visitantes de este foro lanzamos al anfitrión (estudioso, inteligente, paciente, interesado en «lo social», sin antecedentes penales conocidos) como candidato al Concejo de la capital. ¿Cuál de los dos tiene mayores posibilidades de ganar y por qué? Si la respuesta es que Lucho el embolador tiene mayores posibilidades de ganar que Gaviria el académico, ¿qué hay que hacer para que sea Gaviria el que gane, en representación de los intereses de los bogotanos?
Luis Ernesto
7 marzo, 2007 at 3:23 pmSiguiendo con los medios.
El conocidísimo periodista Pirry le ha hecho muy buena propaganda a Lucho el embolador. Así que si lo tenemos de nuevo en el Concejo, ya saben a quien agradecerle.
La carencia de ideas en las críticas al sector público y a las políticas de cualquier gobierno que hace Pirry, son precísamente a lo que me refiero cuando hablo de los opinadores vergonzosos. A uno no le puede caber la menor duda del compromiso social de Pirry, siempre hablando mal de los políticos, logra que toda la sociedad pierda respeto por las instituciones.
Desde luego un ambiente sin institucionalidad clara (ojo libertario) no es proclive al crecimiento económico de largo plazo. De hecho se vuelve volátil (acuérdense de los periodos de Samper y Pastrana), y como siempre los más afectados por la volatilidad son los pobres.
De modo que Pirry, con sus muy estudiadas críticas al establecimiento, ha logrado hacer más pobres a los pobres. ¿Cómo le cabe a uno alguna duda de su compromiso social?
Sobre Alejandro, no creo que le interese ser concejal, pero si le interesara, es posible que la exposición que ha recibido en El Espectador sea suficiente para darle un escaño en el Concejo. Aunque creería yo que le sería mucho más sencillo llegar al Congreso, las particularidades de nuestro Concejo.
Jaime Ruiz
7 marzo, 2007 at 4:07 pmEse comentario de Daniel, extenso por sus excusas, merece algún análisis, el primero es presentar el prejuicio como «sentido crítico»: ¿en qué contexto se formuló 2 + 2 = 4? Yo no lo sé, pero mi sentido crítico me dice que eso ya no vale porque esos griegos eran hasta sodomitas. Puede que ya se supiera eso, pero yo ni siquiera puedo imaginarme si eran sodomitas o no los primeros que lo dijeron. Uf, da trabajo pensar en todo eso, por tanto, presumo que 2 + 2 = 4 es una cosa rara y antigua que no tengo tiempo para detenerme a evaluar.
El Estado nace de la dominación y la esclavitud, puede que eso fuera necesario en su momento, puede que sin la fascinación por el poder, el mando, la ostentación, la ociosidad y demás rasgos de los poderosos no hubiera ni siquiera humanidad (cosa incomprensible para los filósofos que no aceptan realmente la evolución sino que tienen por allá en la bruma de donde les salen sus rabias una noción de «diseño inteligente»). El caso es que unos trabajaban y otros tenían harenes y palacios y salían con los suyos a matar gente y eso era el Estado. Con el tiempo, con el sedentarismo, la sociedad se especializó y los depositarios del saber, casi siempre descendientes de los vencedores en las guerras originarias y fundadores del Estado, conservaban el mando gracias a las liturgias y la posesión de la información y el dominio de las mentes. Los que trabajaban siempre eran otros. ¿Había cooperación ahí? Claro que la había, no hay ninguna oposición entre cooperación y dominación y las bases de la cultura se sentaron en esas sociedades. El esclavo agricultor producía más alimentos y se hacía más necesario a la sociedad gracias a los astrónomos. El terreno explotado por esclavos daría más alimento a esos mismos esclavos que una situación de caos.
Pero esas bases de la sociedad hoy en día están ya ampliamente superadas y por una parte hay una poderosa tendencia a la expansión del Estado, sea en la forma de Pol Pot y su valedor en Colombia, Jorge Enrique Robledo, sea en la del despotismo ilustrado tipo Mockus. Y también una gran resistencia a esa expansión, que significa la dominación de los funcionarios y los juristas y los policías y los planificadores, y esa resistencia se expresa con gran acierto en la frase de Reagan que Alejandro citó y que comparto plenamente. Lo que se discute respecto a la columna es la tendencia hacia la limitación y especialización del Estado o hacia su expansión incontrolada. El valor «libertad» no es la cuestión que merezca discutirse en un foro como éste, y menos con alusiones a la biología y pereza de leer autores de hace como 200 años y el sabio sentido crítico de suponer que ya no valen. Ya que no me creen a mí créanle a Pablo Neruda, que se burlaba de la pretensión de crear en cualquier ciudad sudamericana una escuela filosófica que pusiera patas arriba la tradición griega y germana.
Por cierto, pensando en Reagan, ¿cómo hace uno para explicar lo que es el provincianismo? Ese tono de burla y superioridad respecto a Reagan ya es expresión de esos sobreentendidos de despotismo ilustrado que reinan en Colombia. Puede que Alejandro domine más temas económicos, o aun todas las cuestiones intelectuales, que Reagan, pero el actor y presidente es un personaje decisivo de la historia y un líder de la nación más poderosa del planeta. ¿Cómo es que esa nación escoge a ese señor como su líder? Puras ridiculeces de imbéciles que no han aprendido a ser como nosotros los colombianos. Ese mismo desprecio de nuestra legión de pensadores hoy en día respecto a Bush ya era rutina entre los ridículos mexicanos y españoles de tiempos de Andrew Jackson. ¡Quién iba a comparar semejante patán con nuestros próceres! Yo podría hacer lo mismo, fíjense en todo lo que escribo, ¿qué tal que alguien se atreviera a compararme con Carlomagno, que no sabía ni firmar?
De hecho, esos sobreentendidos dejan ver muy claramente qué poco se entiende lo que puede ser la democracia liberal. Siempre se piensa en un gobierno de los doctos y los Antonios Caballeros y los Williams Ospinas y extrañamente eso eran Pol Pot y Enver Hoxha (este muchísimo más que ningún gobernante en comparación con la población de su país). Lástima no tener tiempo de conocer lo que escribe Robledo, seguro que me reiría un buen rato. Ser admirador de Enver Hoxha y de Pol Pot no lo hace comparable a esos héroes. Pero la democracia liberal, en cuanto reduce el poder del Estado y exalta el del individuo, permite que los pensadores estén pensando y los productores produciendo (y no luchando) y es normal que los gobernantes sean ciudadanos corrientes. Extraño, extraño, el país gobernado por ciudadanos corrientes es el que domina el mundo mientras que Albania y Camboya son miserables.
syllogismes_mao
7 marzo, 2007 at 5:17 pmUn DESILUSIONISTA se nos fue.Un nihilista elegido.Un radical sobrio… ( sin consensos )
Juan Francisco
7 marzo, 2007 at 5:29 pmjaime:
Qué significa ese término de despotismo ilustrado que usted le atribuye a Mockus? Haber, eso me parece más prejuicio suyo, y en cierta forma, una búsqueda incorrecta de congruencia en usted mismo, que un argumento. Cuando Antanas fue alcalde él no obligó a nadie a seguir los principios de tributación justa y de cultura ciudadana. Nadie obligó a ahorrar agua, ni a entregar las llaves, ni a ser más zanahorio… la tasa de homicidios en Bogotá bajó en un 60%, con cifras confiables. Se organizó el sistema tributario. Se paró a los concejales clientelistas… es absurdo usted hable de despotismo en una persona como Antanas. Y el concepto de despotismo ilustrado simplemente no existe. esa idea de que los intelectuales acabaron con este país es completamente falsa. Mire, varios antropólogos en el Cauca fueron complices hace más de 20 años de las omas que incentivó la guerrilla a las fincas de Coconuco. Mi familia perdió su patrimonio en gran parte por la labor de estos promotores de la guerrilla. Sin embargo, yo no caigo en el error de pensar que la intelectualidad o la ilustración tengan algo que ver con esto, ni siquiera creo que el Polo tenga algo que ver con esto que ya pasó hace más de 20 años. estas personas nunca fueron verdaderos intelectuales. Y es gracioso, porque las acusciones que hace de antnas son completamente contrarias a lo que piensan los izquierdistas extremos de Antanas, que lo tildan de Neoliberal. Preo creo que usted no quiere conocer a fondo a ANtnas porque teme que su ideología se venga al piso, y por eso prefiere a monigotes como Uribe, porque ellos nunca lo van a hacer pensar de más.
zangano
7 marzo, 2007 at 5:46 pmj.r. que saga historica es esa a la que te refieres?que tiempo historico? parece que describieras las cruzadas contra los musulmanes. los pueblos helenicos sufrieron tres invasiones masivas,en los tiempos prehistoricos; que sin embargo, se conocen gracias a la cultura que existia,habian, no naciones o estados, como los que describes ,sino ciudades que comandaban regiones como atenas ,tebas, lacedemonia ect.,habia una diversidad grandisima, de culturas y conocimientos,has oido hablar de frine? las mujeres tenian una posicion destacadisima en la antigua grecia hasta que adivina que paso?
no es la historia del desarrollo humano,un sancocho malcocido como el que describes,estuviste muy bien ilustrando a los bloggers,como usar los enlaces,en una de esas,hasta yo aprendo ,viejo y todo como soy,no la embarres con esas resenas historicas ,no son tu fuerte,.
Alejandro Gaviria
7 marzo, 2007 at 6:39 pmVale la pena comenzar con una pregunta retórica: ¿cuáles son las virtudes del gobernante? Debe tener, creo yo, una posición política. O ideológica. Y allí cabría la claridad moral que Jaime encomia todos los días. Pero debe también tener un conocimiento técnico. La tarea de administrar una sociedad moderna no puede reducirse a la orientación ideológica. También se requiere alguna familiaridad con los aspectos técnicos. Con las complejidades de la administración pública. Con las dificultades de la política social. Etc.
Un énfasis meramente tecnocrático es una aberración. Pero lo otro: un énfasis meramente político en el cual las decisiones se toman por prejuicios ideológicos o sondeos de opinión, es aún peor. De allí viene, entre otras cosas, el fracaso de Bush. De creer, como Jaime, que para gobernar basta con el sentido común y la claridad moral. Si Bush hubiese reparado en las advertencias de los orientalistas (si hubiese mostrado algún interés en los aspectos técnicos de su aventura), otro habría sido el resultado. A veces, sobe decirlo, es necesario que el soberano sepa firmar.
Yo no creo que la democracia liberal y la tecnocracia estén enfrentadas. Un tipo como Clinton, por ejemplo, era un buen político y un buen tecnócrata. Y también fue líder de la Nación más poderosa de la tierra. Y tuvo más éxito que Bush. En todos los aspectos. Quizás con la excepción del sexual.
No creo, en últimas, como cree Jaime, que la ignorancia de los políticos sea un signo del bienestar de la democracia. Y no estoy haciendo campaña. Además, el votico de Jaime ya se perdió. Según entiendo, prefiere al embolador.
pregunta
7 marzo, 2007 at 6:45 pmBuen tiro, doctor Gaviria! Pero discrepo de que a Clinton le fue mal en el terreno sexual: le fue muy bien, a juzgar los los datos de varios municipios. El pobre Bush, ni eso!
Si necesita jefe de campaña, no es sino que diga.
Carlos
7 marzo, 2007 at 7:43 pmAlejandro: Buen punto. En mi opinión yo preferiria ante todo una persona con principios (en mi caso obviamente liberales) y no tanto un «pragmatico buscador de compromisos». Y como los políticos tienden tanto a meterse en temas de economia, definitivamente tiene que saber de este tema.
Un presidente técnico creo que no es garantia de nada. El actual presidente de Ecuador hizó un doctorado en la misma universidad del ex-ministro Carrasquilla, y, con el perdon de Zangano, miren todas las barbaridades economicas que dice y/o amenaza con hacer. Obviamente, en esto tiene que ver que le debe gran parte de su elección a Mr. Tirano, a Chavez.
Probablemente Correa no crea en nada de lo que dice y propone pero la política es sobre el poder y el poder lo dan los votos y para ganar votos en Ecuador al parecer toca ser populista.
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
7 marzo, 2007 at 9:24 pmJaime, gracias por la crítica.
Creo que mis puntos son:
1. Utilizar figuras históricas como argumento de autoridad no es un buen método de argumentación.
2. Incluso si se usa, por qué son esas figuras históricas un argumento de autoridad? ¿Por qué las utilizamos como «verdad revelada»? Entre más estudia uno, más se da cuenta que hay que dudar de los expertos. Yo no creo que en los expertos, creo en los argumentos. Si alguien utiliza a un experto como argumento, ni siquiera se puede empezar la discusión. A mi no me importa si Neruda o Kant dijeron algo interesantísmo. Si lo que dice esta persona está bien argumentado, la discusión puede empezar. Pero el sólo hecho que Neruda, Kant, Ruiz o Gaviria, o bueno, Vaughan, digan algo, eso no dice nada interesante.
3. De acuerdo con usted: el tema de la libertad como ideal es un tema al márgen de lo que pretende discutir AGaviria en su columna. En algún momento la discusión se dio, y el hecho que a usted no le interese no significa que «no es la cuestión que merezca discutirse en un foro como éste». La discusión en un foro como éste no es rígida, y usted, como forista frecuente, debería saberlo.
4. Entiendo que las alusiones a la biología lo aburran. A muchos foristas les sucederá lo mismo. Pero vuelvo al punto, el hecho que a usted le aburran no significa que no sirvan para nada. De hecho, mis argumentos se han basado fuertemente en ese análisis evolucionario. Yo, a diferencia de usted, no creo que haya diferencias significativas entre el perro de mi casa, y yo. Los seres humanos somos prepotentes: creemos que somos lo mejor que ha dado la naturaleza. Creemos que hay una distancia inmensa entre nosotros y las especias más cercanos. La verdad, es que las diferencias no son tan grandes. Pero la única forma de que usted, Jaime Ruiz, pueda realmente hacer un análisis crítico de esto (es decir, de creerme o refutarme con arguments) es que lea un poco de eso. A usted puede aburrirle… puede no gustarle… pero si los argumentos son claros, y ayudan en la discusión, definitivamente deben tomarse en cuenta.
Cambio de tema. Va una pregunta para Alejandro, que tiene que ver con también con la respuesta de Carlos. ¿Por qué es importante que tenga un conocimiento técnico? Mockus fue un desastre como administrador en su primera alcaldía. De hecho ni Mockus, ni Fajardo, que han sido buenos políticos, son técnicos. Su formación es en matemáticas (topología) y filosofía, para el primero, e ingeniería y matemáticas (lógica y teoría de modelos) para el segundo. Ninguno es técnico, en el sentido que usted está mencionando. Peñalosa por su parte, aunque tampoco es técnico, es un excelente administrador, de formación.
Coincido con Carlos en que lo clave es que sea una persona con principios. Si fue elegido democráticamente, esos principios deberían ser compartidos, al menos parcialmente, por una mayoría de votantes (que es distinto del electorado). Los técnicos deben estar en su sitio: los ministerios, pero incluso mejor, en puestos menos políticos. Un tipo como Andrés Arias es un tipo técnico a morir. Pero le faltan principios, que es clave (si no, pregúntele a Carrasquilla), le falta carácter y le falta ser político: esto último en un sentido diferente al que hemos tratado. El político tiene que estar en capacidad de hablar con la gente. Los técnicos son casi que por definición, prepotentes. Creen que sus estudios y su hoja de vida los pone en un nivel superior. Habrá excepciones, pero usted y yo conocemos el medio de los PhD en economía, y la regla es esa. En política uno tiene que estar dispuesto a discutir con sindicalistas, si es el caso, que tengan visiones completamente diferentes a las que uno estudió en la mejor universidad del mundo. Eso le falta a muchos técnicos nuestros, y por eso han fracasado.
Es clave que haya principios. Es clave que haya un claro interés de comunicarse con la gente: la razón no es suficiente. ¿En qué sentido? Usted puede tener doctorado de donde sea, y puede tratar de deducir lógicamente lo que es mejor para el sindicalista. Pero su deducción lógica no es objetiva, y parte del principio, bastante prepotente, que usted si puede acceder a la verdad. Hay que tener un montón de humildad y eso le falta a muchos técnicos. Tienen que dejar de ser expertos… insisto, hay que dudar de los expertos. Esa es mi reacción casi inmediata cuando alguien apela a este tipo de argumentos basados en la experticia.
Por último, Carlos, a mi me fascina Correa, el presidente de Ecuador. En política, tener un doctorado le sirve para dos cosas:
1. Para no dejarse meterse los dedos en la boca de técnicos sin carácter, creyentes devotos de lo que sus ideólogos de cabecera y profesores universitarios les han enseñado. La educación, tal como está planteada en este momento, es adoctrinación. No hay análisis crítico. Y eso sucede mucho en economía. Los estudiantes creen ciegamente en lo que sus profesores dicen, y en ningún momento para a preguntarse por qué es bueno esto o no. Por ejemplo, el TLC. Pregúntele a cualquier estudiante de los Andes/Javeriana y otras universidades privadas qué piensa del libre comercio. Le sabrán recitar de memoria cosas como «el modelo neoclásico de comercio internacional», etc.etc.etc.etc. Muy bien. Pero hasta ahí llegan. Una cosa que me gusta de los estudiantes de la Nacional (en economía por supuesto) es que son mucho más críticos. No se por qué, no se qué están haciendo allá, no se si sea por sus orígenes más humildes… pero salen bastante más críticos que los de las universidades privadas.
Correa lo está haciendo bien. La embarró la semana pasada con lo del pago de la deuda, pero lo está haciendo bien. Es un tipo con principios, que pueden no ser los suyos o los míos (de hecho hay muchas cosas de Correa que sí me gustan). Es un tipo que no se deja meter los dedos en la boca, y lo hace porque lo ha estudiado, críticamente.
Ya no me excuso por la extensión de los comentarios. Espero que alguien haya pasado de mi comentario a Jaime Ruiz.
Saludos
Jaime Ruiz
7 marzo, 2007 at 9:58 pmAlejandro, no, la tecnocracia es fundamental pero como una ayuda. No es la cuestión, la gente ignorante cree que porque Bush es un tipo que camina como un cowboy todo su gobierno es de ignorantes, y ya he mencionado dos clases de ignorantes. ¿Cuáles lo serán de verdad? ¿Son fanáticos ignorantes los straussianos?
Lo de Bush en Irak también se juzga según muchos criterios, y siempre hablar con los ignorantes es seguir en las mismas. ¿Algún brillante antiamericano de los que leen este blog ha hablado alguna vez con un iraquí? ¿Y con uno que haya estado en Irak después de la invasión? Por Dios, todos son expertos pacifistas que dicen «Sí, Sadam malo, lo apoyaron los gringos» (uf, lo que he perdido el tiempo explicando eso, no hay remedio). Bueno, los comunistas iraquíes (para hablar de gente más o menos comprensible para nosotros en una región en que no hay liberales) formaban parte de la coalición de gobierno que reemplazó a Sadam y ciertamente se oponen a los terroristas. Conocí a un iraquí que contestó respecto al 11-S. «Bueno, ellos se lo buscan, está bien que les den su merecido». Una persona así, antiamericana (porque el antiamericanismo es la nueva religión universal). Lógicamente estaba entusiasmado y esperanzado cuando hubo la invasión. No hay prácticamente en Europa ningún iraquí exiliado que no apoyara la intervención. No es verdad que hayan aumentado los muertos, porque Sadam de todos modos terminaría con un baño de sangre (como ocurrirá con Chávez) y ya había matado a un millón de personas sin contar guerras (sólo en la de Irán-Irak hubo otro millón de muertos). Eso desde el punto de vista humano y universal. Desde el punto de vista del interés estadounidense, de momento cualquier veleidad saudí hacia la afinidad con Al-Qaeda tiene ahí el elemento de presión.
Es que en Latinoamérica el fracaso y la ruina de EE UU despiertan grandes pasiones y esperanzas. Lo malo es que no hay realmente nadie que disuada a la gente de tan dulce porvenir. Sería un buen tema para Alejandro Gaviria (dado que el espectro de los temas que toca es más bien amplio).
Cuando mencionaba la democracia no pretendía que se pudiera prescindir de los técnicos, sino que «democracia liberal» es una noción que comporta la reducción constante del peso del Estado en la vida de la gente. Una típica democracia liberal es Suiza, cuyos gobernantes viajan en el Metro y casi ningún extranjero se acuerda de sus nombres. Los buenos políticos han de contar con los técnicos y serlo en alguna medida (de hecho, entre los políticos colombianos Uribe es uno de los de relieve técnico más alto, ¿o no?), pero si su programa es la concentración de poder, de funciones y funcionarios estatales, de capacidad de incidir sobre los derechos de la gente (como esos atropellos infames de no dejar salir a los hombres un día, o de mandar brigadas que dejaran sin bebida al público de un acto), en tal caso, el problema de la corrupción viene a resultar casi secundario. Es decir, hay un mal político que es clientelista y ladrón, hay otro que no cuenta con los sabios y comete errores que hacen más daño que la corrupción, pero puede haber un tercero que es autoritario y perpetuador de cierto orden social. El contenido de su gobierno es grato para las clases acomodadas y les asegura de muchos modos una posición de dominio y grandes gastos en sus profesiones y proyectos, pero ¿qué era lo que había que remediar? (Es el tema que vale la pena: ¿clientelismo-corrupción-narcotráfico-indisciplina social? ¿O tradición de hidalgos-parasitismo-tradición de exclusión-rechazo del trabajo productivo? ¿Hay que quitar la parafiscalidad o que lanzar un gran programa pedagógico para que reine el respeto y la mockusidad?
No existe casi nadie que no se llame liberal, los mayores enemigos de la libertad de mercado en Colombia tienen relación con el partido liberal (Serpa, Cecilia López y Santos Molano)… Cuando se entienda que el liberalismo es el dejar hacer y que como corriente política nació como respuesta al despotismo ilustrado (del que el socialismo fue una especie de revancha), se podrán contar en Colombia poquísimos liberales. No hay una clase burguesa genuina en la que se base, de modo que las alternativas al clientelismo-corrupción son el reino de Laputa o la rebelión de los desharrapados por su Chávez de turno. Y ambos remedios son peores. Y en realidad los visionarios formaron parte de la coalición que eligió a Garzón en Bogotá y el mismo Mockus se propuso como candidato a vicepresidente de Carlos Gaviria. Su base social es la misma, su sueño de educación es el mismo, siempre terminarán encontrándose, les gusta la solvencia técnica pero también les gusta Caballero.
Luis Felipe Jaramillo
7 marzo, 2007 at 10:06 pmAlgunas veces pueden existir buenos ciudadnos/políticos que entran «sanos» al congreso y las instituciones públicas.
Sólo que generalmente al entrar en la podredumbre, también contagian por necesidad propia.
Vale la pena resaltar que ya existen nuevos buenos ciudadanos políticos como pasó en Bogotá y ahora se lleva a cabo de Medellín.
Y subrayar que en parte también se mantienen los mismos de siempre en un cargo, es porque en nuestra Colombia la política se ejerce por cacicazgos, sobre todo en las regiones rurales. Nadie puede entrar en política sin el apoyo de un zar regional.
Y cuando es aceptado no es por sus méritos, es porque si sale elegido promete puestos, contratos, etc…
Jaime Ruiz
7 marzo, 2007 at 10:08 pmDaniel, no creo que Carlos pretenda decir: Esto lo dice Hegel y ustedes se me callan, sino que encuentra mejor expresado lo que quiere decir. Y respecto a la biología, el problema es que hay montañas de libros sobre el Estado que estaría muy mal obviar para una formulación basada en los criterios de uno. Yo estoy más o menos enterado de lo que dicen los columnistas en Colombia, de modo que tengo una noción de eso, y haría muy mal elaborando una visión de la biología a partir del bando uribista y el bando mamerto. Muy mal. Los estudiantes de la Nacional son muy críticos en la medida en que los adoctrinan para el chavismo, yo conozco profesores cuya enseñanza es la teoría de algún grupo comunista. Es como cuando hay una muchacha a la que uno pretende. Si le hace caso uno se emboba, si no, es muy eficaz encontrándole defectos. Pregúnteles a esos estudiantes sobre Venezuela y el rumbo de ese país, verá el alcance de su «crítica».
Me gustan muchas cosas de su comentario, pero creo que usted cree demasiado en sus percepciones, y puede que le falten datos. Por ejemplo, eso téngalo por seguro, el crecimiento económico del Ecuador de Correa será muy inferior al del Perú de Alan García o al de Colombia, pese al petróleo. Es como si Alfredo Garavito hubiera estudiado pediatría.
Carlos
7 marzo, 2007 at 10:14 pmDaniel: lo unico bueno de Correa es la independencia que muestra ante esas nefastas instituciones del FMI y el Banco Mundial.
De resto es un anti-liberal mas. Su amenazas de no honrar la deuda y robarle (porque eso es) a los acreedores donde probablemente esten muchos fondos de pensiones de empleados y trabajadores (de los que dice defender Zangano) no me dan la impresión de que sea una persona moral. Me puedes dar todas las justificaciones economicas,políticas,»multiculturales» y biologicas que quieras, pero un robo es un robo es un robo.
Si yo te presto una plata y llegamos a un acuerdo para que tu me la devuelvas despues de cierto tiempo, y no lo haces, entonces me estan robando.
Y el acto no deja de ser inmoral solo porque lo hace «un presidente» o «el estado».Lee mi post de respuesta a Sergio.
Saludos,
Carlos
P.D: Mas tarde te respondo tu post de respuesta sobre el tema de la libertad.
Jaime Ruiz
7 marzo, 2007 at 10:29 pmJuan Francisco, arriba puse tres enlaces de textos sobre Mockus, el problema es que usted lee algo y no le gusta y lo descalifica, y debería demostrar que hay algún error o alguna mentira. Lo mismo que podría hacer con los enlaces sobre Gómez Buendía y Pedro Medellín: usted es perfectamente libre de tomar el texto y demostrar que yo calumnio a Pedro Medellín y que no es cierto que él fuerce una interpretación falsa de un texto de un director del Banco de la República. Si hace eso, obtendría mucho prestigio en los blogs.
Pero usted despacha el asunto con un adjetivo. Y eso es lo que no se puede.
Carlos
7 marzo, 2007 at 10:32 pmDaniel dice:»La educación, tal como está planteada en este momento, es adoctrinación.»
Chavez, el compadre político de Correa, si sabe bastante de esto.
Ver aquí
Saludos,
Carlos
Carlos
7 marzo, 2007 at 10:37 pmJaime: excelente post el de la 16:58. Excepto en lo de Bush y la invasión a Irak (donde estoy en desacuerdo contigo), estoy muy de acuerdo contigo, especialmente lo de Mockus, otro lobo autoritario con piel de oveja liberal.
Saludos,
Carlos
Alejandro Gaviria
7 marzo, 2007 at 11:05 pmLa posición de Jaime es clara: la disyuntiva entre buenos y malos políticos esconde un escenario aún peor: el autoritarismo ilustrado. Creo que el pesimismo de Jaime (parece sugerir que la situación actual de corrupción y clientelismo es nuestra mejor opción y que criticarla equivale a invitar lo peor) podría llevar a la complacencia. A aceptar (pragmaticamente) un situación aberrante.
Daniel: respondo la pregunta usando un argumento suyo (utilizado en su defensa de Correa). El conocimiento técnico sirve, al menos, para no dejarse meter los dedos en la boca de los técnicos. Los gobernantes tienen, por diversos motivos, que interactuar diariamente con los técnicos. Yo he sido testigo de las aberraciones que produce la inseguridad intelectual. La técnica sirve, al menos, para combatir la técnica. Y para evitar que se pase, como suele suceder, de la ignorancia al revisionismo.
Copio una noticia publicada el pasado 3 de marzo en El Mercurio de Santiago de Chile sobre el sistema educativo de Chávez.
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«La educación que estamos creando, junto al pueblo, es una educación ideologizada. Es una educación con ideas, humanista y al servicio del país», decía a fines del año pasado el Presidente venezolano Hugo Chávez. Sus palabras reflejaban la importancia que en su proyecto «bolivariano» tiene la educación, considerada como elemento clave para la «profundización del proceso revolucionario».
Dentro del proyecto de Chávez, la enseñanza es fundamental para formar lo que él llama el «ciudadano del socialismo del siglo XXI». Es el centro del «tercer motor de la revolución», llamado «Moral y Luces».
Con Adán Chávez a la cabeza, el Ministerio de Educación dedica grandes esfuerzos a reformar la ley orgánica. El proceso había comenzado antes de su llegada al cargo pero se ha acelerado. Su idea es eliminar la «educación colonial capitalista» e incluir actividades curriculares que fomenten valores «como la solidaridad, la dignidad, el trabajo, el patriotismo, la democracia real participativa y la lucha por la justicia social», según dijo el ministro, hermano del Presidente.
Aunque muchos venezolanos reconocen que se necesitan cambios, esta reforma a la educación ha chocado con las duras críticas de la oposición, la Iglesia Católica y gremios de profesores. Le reprochan al gobierno no ser claro con los contenidos de los nuevos planes educativos (el proyecto de ley ha cambiado varias veces) y, sobre todo, que busca adoctrinar más que enseñar.
Críticas de fondo
«Se le da un poder excesivo al Estado, utilizando la educación para reforzar un proyecto político partidista como el que tiene el Presidente. Aquí estamos viendo elementos militaristas y de imposición de criterios, porque se quiere obligar a los alumnos a idolatrar a un gobernante», afirma a «El Mercurio» Orlando Alzuru, presidente de la Federación Venezolana de Maestros.
Con él concuerda monseñor Ovidio Pérez Morales, presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, quien ha criticado que en el proyecto de reforma «se tiende a confundir el Estado con el gobierno, y el gobierno con un partido político determinado y con una ideología».
La oposición ha acusado que el Ejecutivo pretende prohibir las clases de religión en los colegios católicos y eliminar la educación privada, ya que el Estado se arroga la facultad de dar el visto bueno a quienes se dedican a la actividad pedagógica. Además, denuncia que con la nueva ley las familias perderán potestad para elegir la educación que quieren para sus hijos.
Muchos recuerdan la figura del ministro Adán Chávez, mano derecha del Presidente y hasta mediados del año pasado embajador en Cuba, donde forjó intensos lazos con el régimen castrista, para argumentar que la educación venezolana va camino a convertirse en un nuevo ejemplo del modelo cubano.
«Ya hay programas y materiales educativos, como libros y videos, que se están utilizando actualmente, que son cubanos», dice a «El Mercurio» Mabel Mundó, investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, la más antigua del país.
Las críticas son rechazadas por el gobierno. En una entrevista esta semana a la televisión de su país, Adán Chávez explicó que «estamos construyendo nuestro propio modelo educativo» sin copiar a nadie, y añadió que los sectores privilegiados recelan del proyecto porque ahora los niños podrán «tomar conciencia de la exclusión a la que estuvieron sometidos por décadas los sectores más pobres».
El hermano del Presidente también negó que se vaya a eliminar la educación privada y recordó que las escuelas católicas reciben un subsidio de 470.000 millones de bolívares (218 millones de dólares) al año.
Mabel Mundó reconoce que la nueva ley no quita a los colegios católicos la posibilidad de dar clases de religión, pero critica que en el nuevo esquema la educación para el socialismo sea preponderante. «Cuando el gobierno plantea el Estado docente, lo que está planteando es el Estado interventor, que puede llegar a todas las escuelas, incluidas las privadas y las católicas, y decidir lo que tienen que enseñar, la ideología que deben inculcar y el director y los profesores que tienen que tener», dice.
También hay críticas a la falta de consistencia del proyecto de ley. «El concepto de ‘educación bolivariana’ es una colcha de retazos, porque no hay una proposición sistémica, con la que se pueda hacer un trabajo de seguimiento de los objetivos. Se toma mucho de la educación cubana y se le agregan frases de Simón Bolívar y de Simón Rodríguez (su maestro) para justificar lo que intentan imponer», afirma el analista político Omar Noria.
Debate en Asamblea
Dada la polémica, el Presidente Chávez decidió no aprobar la nueva ley de educación por decreto, sino que permitir que sea analizada en la Asamblea Nacional. Pero no todos confían en las buenas intenciones del Mandatario. «Creemos que la invitación a que se debata la ley en la calle es un discurso político, no real, porque nosotros ya hicimos observaciones a la ley, pero éstas no han sido tomadas en cuenta», dice el maestro Orlando Alzuru.
La decisión de llevar la reforma a la Asamblea «es para dar la impresión de que se delibera y discute, pero es una trampa para finalmente imponer el modelo que el Presidente Chávez quiere», afirma el analista Omar Noria.
«Debemos oponernos a la intentona de crear una educación que sirva de soporte a un sistema político o partidista».
MANUEL ROSALES
Ex candidato presidencial opositor
«Formaremos el ciudadano nuevo que necesitamos para terminar definitivamente con los antivalores de la vieja política».
ADÁN CHÁVEZ
Ministro de Educación
Jaime Ruiz
7 marzo, 2007 at 11:31 pmPerdón, no, yo no digo que haya que resignarse a la corrupción y al clientelismo, digo que con Uribe son menos que con Samper y Pastrana y los problemas de otra índole que habría con los otros gobernantes posibles serían aún peores. Más, si reina el clientelismo en el Congreso fue porque la gente no eligió alternativas razonables. ¿O es culpa de Uribe que ni Peñalosa ni Kalmanovitz llegaran al Senado?
Pero sobre todo hay que matar a la bestia de hambre: menos recursos estatales = menos posibilidad de robar recursos estatales. La política es continuación de la guerra por otros medios, es decir, de la rapiña. Feroz a la manera de los paramilitares o de toda el hampa serpista, o contenida y muy señorial a la manera de la clientela de Mockus. Lo que hay que hacer es trabajar y sobre todo dejar trabajar. Por fuera del Estado.
(Es muy raro alguien en Latinoamérica que no prefiera los gobiernos buenistas en EE UU. Clinton: apuesto, simpático y abierto. Lo suficiente para permitir que pasara lo de Ruanda. Carter, más buenista todavía, lo suficiente para que el Robledo jemer floreciera, Brezhnev invadiera Afganistán y los sandinistas tomaran el poder y mamaran gallo con las elecciones.)
Anónimo
7 marzo, 2007 at 11:58 pmDice nuestro genio autodidacta: «La política es continuación de la guerra por otros medios, es decir, de la rapiña. Feroz a la manera de los paramilitares o de toda el hampa serpista, o contenida y muy señorial a la manera de la clientela de Mockus».
Explíqueme, por favor, dónde está la «rapiña» mockusiana. Y exijo datos concretos, ya que usted se la pasa retando con ese «cuándo he dicho una mentira» (Ruiz es de la escuela joseobduluiano-uribista, que postula el principio de la equivalencia a la baja para salir bien librado:los paramilitares se copiaron de las FARC y por eso SE VOLVIERON tan asquerosos, es lo que arguyen. Y a Ruiz, discípulo amado, no se le ocurre nada más ingenioso que equiparar a los paramilitares, a los serpistas y a Mockus frente al término «rapiña» (el problema es de «estilo», según él). Qué tal!
charlie
8 marzo, 2007 at 1:05 amTiene razón Jaime Ruiz cuando critica a quienes se burlan de la capacidad intelectual de los presidentes de los Estados Unidos.
No han entendido que la democracia americana, que junto con la inglesa, tiene la receta original, es el gobierno del hombre común. Funciona con cualquiera al mando. Con cualquiera que no se sienta por encima de sus conciudadanos. Y funciona.
La democracia que nosotros padecemos, en cambio, es heredera de esa imitación de mala fe de la democracia anglosajona que se inventaron los parvenues burgueses de Francia , como pretexto, para hacerse al poder de la monarquía.
Europa, con 5000 años de historia, se curó pronto. Pero nosotros, los latinoamericanos, nacimos de ahí como repúblicas contrahechas que, aun hoy, permanecen contrahechas Así:
A- las oligarquías criollas, burgueses parvenues, también, consiguieron el poder político con golpes de estado que llamaron Revoluciones de Independencia. Periódicamente los han repetido.
B- se redactaron Constituciones como manuales de instrucciones para la conducta social, sin consultar las costumbres de los pueblos. Se sigue haciendo lo mismo.
C- autodenominados notables y emisarios a su servicio se adjudicaron la representación popular y conformaron poderes legislativos de facto. Tal como se sigue haciendo.
D- se heredó la figura mas patética de todas.: el Presidente. Reemplazo temporal de un rey decapitado, en la practica Gran Mayordomo del Establecimiento de turno.
No tenemos entonces, ni políticamente ni socialmente, esperanza.
Con España, a lo mejor, nos acabamos de civilizar . Por lo menos tendríamos hoy la visa Schengen.
Juan Francisco
8 marzo, 2007 at 1:08 amretomando a un blogero anterior, quisiera hablar de Arias. No creo que su problema sea la falta de principios. Creo que la vehemencia con la cual ataca todo lo que ante sus ojos es simpatía a las farc se debe precisamente al efecto drástico que tienen sus principios en su capacidad de interpretación de las situaciones políticas, que extrañamente, parecen tener más peso en su comprensión total de las circunstacias que su interpretación de lo que ustedes han llamado técnico. La posición de hombre de academia de Arias no es realmente muy clara. es evidente que para el ministro es más importante la ideología uribista que las nuevas conclusiones a las que puede llegar a través de sus propias observaciones. Arias está enceguecido por principios inflexibles que parece aprendió de muy jóven, y que obedecen más a lealtades y emociones que ha raciocinios y propios aprendizajes. La congruencia personal puede llegar a ser un problema cuando mantiene principios erróneos y cuando justifica metodologías alejadas de principios argumentados. Esto fue evidente en su necedad por mantener como presidente en la sesión de temas agrarios al político conservador seriamente cuetionado. Arias está convirtiendo su supuesta posición académica, en una posición de ejercicio del poder, del poder autoritario y no argumentado.
Pero, quisiera añadir, que para mí, los ministros no deben ser «técnicos». Deben ser científicos. hay una gran diferencia, porque el técnico no llega a ser sensible a aquello que todavía está por demostrarse o por conocerse. es conocedor de lo ya conocido, de lo ya ejecutado, pero su capacidad de prospección y análisis crítico no es garantizada por completo por el dominio de un estado del arte en el conocimiento y en las metodologías presentes. Creo que la incapacidad de Arias de entender lo negativo de las políticas reformistas centradas en justificar el clientelismo empresarial y político, y al mismo tiempo paliador de la pobreza con ejecuciones propias del ideal del estado de lbienestar, es resultado de la predominancia que en él tienen estos principios, los cuales, creo yo, lo llevan a pensar erradamente, como piensa Jaime Ruiz o incluso el presidente. todo esto me parece muy mediocre. Por esto, yo no diría que Arias se este comportando como un académico. es muy técnico, pero es un técnico que sigue ordenes.
charlie
8 marzo, 2007 at 2:06 amDe acuerdo con lo que dice Jaime Ruiz sobre Irak y USA.
Si los estados Unidos no estuvieran en Irak, la guerra que periódicamente, en dos mil años, han librado Oriente y Occidente, se estaría peleando en las calles de Europa.
charlie
8 marzo, 2007 at 2:08 amArias defiende a Uribe y a su TLC con fantismo de seminarista.
Carlos
8 marzo, 2007 at 2:09 amDaniel: A continuación te respondo tu comentario
«Gracias por las múltiples citas y las múltiples referencias. La única crítica que le hago sobre este tipo de argumentación
es que realmente no contribuye en nada (aunque sin lugar a dudas nos ayuda, por lo menos a mí, a aprender cosas que no
conozco).»
R/ Bueno a mi si me parece que contribuye porque doy a conocer las ideas y principios liberales en una sociedad educada en el
estatismo y el socialismo.
«¿Por qué digo esto? Usted cita grandes personajes históricos: Paine, Kant y otros muchos. Yo tengo dos opciones: o creerle
a usted, que muestra experticia en el tema, pero que claramente tiene un sesgo y por lo tanto su análisis no es objetivo
(alguien saldrá ahora a decir que no hay tal cosa como un análisis objetivo: bueno, de acuerdo, pero entonces, si hay tal
cosa como diferentes grados de subjetividad, el suyo es aún más subjetivo, porque ya está totalmente «adoctrinado» por
decirlo de alguna manera, probablemente no la más correcta). O ir a la fuente. Por razones de tiempo, ir a la fuente es
imposible, así que por lo menos yo, que soy crítico a morir, opto por desechar sus argumentos.»
R/ Optas por desechar mis argumentos sin estudiarlos? Sobre las fuentes: por lo menos yo las doy.
«Por otro lado, no dudo que estos personajes sean figuras históricas importantes, pero lo que si dudo es que haya tal cosa
como argumentos políticos independientes del contexto político en los que se dieron. Por eso no me gustan los argumento:
usted me sugiere leer a Paine, y en Wikipedia encuentro que el contexto histórico es el de la revolución americana
(usando una traducción molesta) y francesa. La pregunta, para un no especialista como yo es: ¿Son las ideas de esta figura
histórica igualmente válidas hoy, tal como usted me está dando a entender? Dicho de otra forma: lo que Paine dijo es
independiente del contexto histórico en el que lo escribió? Yo en serio lo dudo. Puedo estar equivocado- no sólo no soy un
especialista sino que se muy poco del tema- pero mi instinto crítico sugiere que probablemente la respuesta es negativa.»
R/ Yo si creo que los argumentos políticos pueden ser independientes del contexto político. Dime que parte de lo que menciona
Paine y Kant no es aplicable en cualquier epoca y contexto? Paine habla sobre la diferencia entre sociedad y estado, y sobre el origen de
este ultimo. Kant propone una etica diferente a la utilitarista/consecuencialista. Ambas cosas son independientes del contexto político
«Bueno, eso era una crítica de forma. Digámoslo, una crítica al método que usted utiliza en sus argumentos.
Ahora algo de fondo. Su argumento de fondo es un análisis histórico de la creación de los Estados, y sugiere que «en la
grandisima mayoría de los casos, ha sido la violencia y la conquista, no la cooperación y los acuerdos». Supongamos que es
así.»
R/ Lo siento pero no es cuestión de suponer. Los hechos son los hechos. El origen del estado, en la grandisima mayoria de los
casos, ha sido la violencia y la conquista.
«Supongamos que no es una forma de cooperación. La pregunta entonces es por qué ha sido esto así? La respuesta obvia es
que hay algo en el «instinto animal» del ser humano que lo lleva a esto. No es sorpendente que en biología evolutiva las
teorías de cooperación sugieren que ésta (en sus diferentes formas) surge como un mecanismo «óptimo» de supervivencia de la
especie (aunque el término técnico está más relacionado con supervivencia y reproducción de los genes de un individuo con
ventajas evolutivas).»
R/ Rechazo ese determinismo biologico. Creo que el ser humano es capaz de crear una realidad cultural por
encima de lo biologico. Si aceptamos el determinismo biologico entonces la moral y la etica no tienen ningun sentido porque
si somos esclavos de nuestros instintos y genes el bien y el mal dejan de existir. Ese determinismo biologico se parece
mucho al determinismo historico del marxismo que tanta sangre le costó a la humanidad el siglo pasado.
«¿A dónde voy? Incluso si lo que usted dice es verdad, mi punto sigue intacto: el ideal libertario es
eso, un ideal, fundado en la razón o el «deber ser» (dependiente del contexto histórico particular) y no en el
entendimiento del «ser», además con un ser biológico, si es que tal concepto existe.»
R/ Y quien tiene ese entendimiento del ser? La tuya es la tipica posición conservadora opuesta al cambio porque la cosas «son como son»
«Le sugiero el siguiente experimento mental: suponga que los estados, tal como los conocemos, no surgen. ¿Qué existiría
entonces? ¿Sería el ideal libertario posible? Mi respuesta es que no. La existencia de Estados (formales o informales: a
usted le molesta el concepto de Estado formal por que tiene implícita una concepción de poder) se explica por ese «ser
biológico» del que hablé. La cooperación y la competencia de recursos hace parte de nuestra herencia evolutiva.»
R/ El estado es una construcción cultural para justificar la violencia, el pillaje, la opresión y el control de los que se creen superiores. No creo que haya un gen «estatista» por
asi decirlo. Si creo que haya un «gen cooperativista» pero ya te he explicado que el estado no es cooperación.
«Y entonces, en qué quedamos? Hay dos opciones: O alguien nos convence (usted o sus ideólogos de cabecera) que el ideal
libertario es realmente óptimo, y buscamos mecanismos para tratar de acercarnos a ese óptimo, dadas unas restricciones
biológicas, o desechamos el ideal porque no es óptimo, y hay algo mejor que es implementable.»
R/ Rechazo el paradigma mecanicista que tienes y que se nota por el lenguaje («optimo», «mecanismos»,etc). Ese es el paradigma
que lleva a la ingeniería social que intento aplicar lenin, stalin, hitler, castro y recientemente lo esta haciendo Chavez.
Yo no busco una sociedad «optima» porque no la veo como una maquina, promuevo una sociedad libre porque creo que es moralmente
superior. El ideal libertario es simple: No-agresion. Ver mi post de respuesta a sergio.
«Insisto en que la primera opción no es viable: el ideal libertario no sólo no es óptimo, sino que hay que leerlo
críticamente por el contexto histórico en el que surgió. No es óptimo porque la razón total, y la libertad total, son
caóticas (aunque suene paradójico, la razón es caótica y no sólo eso, sino que va a llevar a la especie a la extinción…
esta paradoja es bien interesante: la razón da libertad, y la libertad nos lleva a la extinción… sobre esto hay mucho más
que decir, pero este comentario ya está bastante extenso… lo dejo sin argumentos por ahora).»
R/ Yo creo mas bien, viendo las carreras armamentistas de las potencias, que el estatismo nos puede llevar a la extinción.
Y quien entiendes por libertad total?
La libertad incluye hacer lo que quieras excepto agredir a los demas. Es una libertad que promueve la paz y los acuerdos
voluntarios.
«Por eso surgen mecanimos de
cooperación (cooperación egoísta, si usted quiere, como la biología evolutiva sugiere) que necesariamente limitan las
libertades de los individuos.»
R/ Si la cooperación es voluntaria no se esta restringiendo la libertad de los individuos. Creo que tenemos conceptos diferentes
de libertad.
«A usted le molesta el concepto de Estado formal, la violencia, el poder, etc.etc.etc.»
R/ Y a ti no te molesta la violencia? te pregunto:te gusta que te roben? Que te agredan fisicamente?
«Pero
lo mismo sucede con un estado informal, motivado por una cooperación simbiótica, por llamarlo de alguna manera. En resumen,
el ideal libertario, tal como lo he podido entender por sus comentarios, no es óptimo.»
R/ «Optimo». Pareces un ingeniero (yo si lo soy). Vuelves al paradigma mecanicista que ya explique arriba
Para terminar creo que no entiendes de que se trata la libertad. La libertad es:
«El estado en virtud del cual un hombre no se halla sujeto a coacción derivada de la voluntad arbitraria de otro o de otros»
La libertad NO ES ausencia de cooperación que por definición es voluntaria.
Como soy maniatico de las citas me despido con estas:
Ludwig Von Mises:
«The essential characteristic of Western civilization that distinguishes it from the arrested and petrified civilizations
of the East was and is its concern for freedom from the state. The history of the West, from the age of the Greek polis
down to the present-day resistance to socialism, is essentially the history of the fight for liberty against the
encroachments of the officeholders.»
«The goal of liberalism is the peaceful COOPERATION of all men. It aims at peace among nations too. When there is private
ownership of the means of production everywhere and when laws, the tribunals and the administration treat foreigners and
citizens on equal terms, it is of little importance where a country’s frontiers are drawn. … War no longer pays; there
is no motive for aggression. … All nations can coexist peacefully..»
Friedich Hayek:
«The argument for liberty is not an argument against organization, which is one of the most powerful tools human reason can
employ, but an argument against all exclusive, privileged, monopolistic organization, against the use of coercion to
prevent others from doing better.»
Saludos,
Carlos
Carlos
8 marzo, 2007 at 2:13 amAlejandro: Lo de Chavez no es solamente en las escuelas. Te copio este texto de Lilianas Fasciani del Blog «Pluma Liberal»:
«El Presidente Chávez ordenó el adoctrinamiento obligado. Al menos cuatro horas diarias deben los trabajadores, independientemente de su credo, ser iluminados por la nueva ecleseología. El Demiurgo no arriesga protestas. Con el tono de los dueños del poder ordena: “Si es necesario que se haga una ley para convertir a todas las empresas en escuelas de socialismo, se hará”.
Carlos
8 marzo, 2007 at 2:20 amAcabe de ver en el noticiero de Caracol que según una encuesta de Gallup a Uribe le sirvieron los escandalos de la Para-Política!!!
Datos:
Uribe mantuvo su porcentaje de imagen favorable en 65% y disminuyo su imagen desfavorable en un punto.
La aprobación de su gestión aumento dos puntos: de 70% a 72%.
En la oposición:
La imagen desfavorable de Serpa, Cesar Gaviria, Samper y Carlos Gaviria aumentaron.
En particular, la imagen desfavorable de «Papa noel» Gaviria aumento 8 puntos.
Como se puede entender esto?
Somos un pais presidencialista? derechista? aprobador del paramilitarismo?
Daniel Vaughan
8 marzo, 2007 at 2:45 amJaime, puede o no puede ser que el crecimiento de Ecuador vaya a ser menor que el de Colombia.
Hay dos cosas importantes:
1. Seguro van a ser muy parecidos. Medio punto arriba/medio punto abajo. ¿Por qué? El «alto» crecimiento económico que el gobierno Uribe pretende mostrar como resultado de una «eficiente» política económica es muy similar al de resto de Latinoamérica, que incluso, en promedio creció más que Colombia. Por diferentes razones el crecimiento de los países latinoamericanos está relacionado (o estadísticamente hablando correlacionado). Por esa razón, independiente de quién sea el presidente de turno, si la política económica está dirigida a lograr los mismos objetivos (mayor crecimiento económico) utilizando las mismas herramientas, y si a eso se le suma que factores externos que afectan a Colombia también afectan a los demás países latinoamericanos, especialmente a uno tan parecido a Colombia como Ecuador, la respuesta obvia (que además está respaldada por las estadísticas: para eso le recomiendo que vaya a la página del Banco Mundial y baje una serie de tiempo de crecimiento del PIB, o PIB per cápita, de varios países de la región, y mire que, independientemente del gobierno de turno, los crecimientos son muy parecidos) es que el efecto Uribe no influye.
2. El grandísimo problema de la gran mayoría de economistas, y problema en el que usted está cayendo (por sus comentarios me atrevo a decir que usted no es economista, pero que si lee bastante sobre el tema… desafortunadamente Jaime, déjeme decirle que está leyendo a la gente equivocada, o para decirlo de otra forma, tiene que leer a otros también), es que cree que la política económica debe ir orientada al crecimiento: mayor inversión, más ahorro, menos impuestos, etc.etc.etc.etc. (y todas las otras recetas tradicionalmente sugeridas por economistas del Consenso de Washington), que se argumentan con la típica frase de cajón (que le he oído a varios economistas en Colombia): es mejor que primero crezca el ponqué, para después repartirlo.
A qué voy: Si usted juzga a Correa (o a Lucho, si quiere) por resultados en términos de crecimiento, probablemente se raje. La gran diferencia entre Correa y otros economistas (dentro de los que me incluyo yo) es que se arriesgan a decir: «espérese un segundo. ¿Por qué es tan importante el crecimiento económico? ¿Para qué el crecimiento económico? ¿Cuál es el verdadero objetivo de la política económica?» No sólo eso, cualquier persona seria que haya estudiado juiciosamente el tema del crecimiento económico encuentra una cantidad de vacíos serios en la teoría que sustenta la metáfora del ponqué. La teoría neoclásica está repleta de problemas, que por supuesto usted y el resto de gente, que no son economistas (sigo asumiéndolo) no tienen por qué saber. Lo único que les interesa decir es: Hay economistas famosísimos (varios con Premios Nobel) que sugieren que esa es la receta, entonces, como ellos sí saben (la falacia de los expertos nuevamente), eso debe ser lo mejor.
Economistas como Correa tienen un interés distinto. Una cifra de crecimiento económico del 5% anual no sirve para nada, si el objetivo de la política económica es mejorar la calidad de vida de las personas. Si el crecimiento es redistributivo, perfecto. Pero la triste realidad es que las recetas del Fondo y el Consenso de Washington, fundamentadas en teorías llenas de huecos, no sólo no han mejorado el crecimiento, sino que nos han mantenido muy lejos de los países industrializados. Peor aún, la distribución del ingreso, y la calidad de vida, no han mejorado, y en muchos casos han empeorado.
El cuento va a que el primer paso es preguntarse ¿Para qué el crecimiento económico? Cuando responda esa pregunta, si todavía cree que el crecimiento económico es una condición necesaria para las preguntas que son realmente importantes, entonces si vale la pena preguntarse cómo crecer. Pero crecer por crecer no sirve para absolutamente nada.
Mire, como economista, yo estoy dispuesto a «darme el lapo» teniendo 10 o 20 años de crecimiento económico del 2% anual, si con eso logro hacer que el acceso a educación sea más equitativo, en términos de cantidad y de calidad. El objetivo de la política económica no es crecer por crecer. O bueno, no debería serlo.
Saludos.
Sergio Méndez
8 marzo, 2007 at 2:58 amCharlie:
Veo que este tema se ha extendido en demasia, y terminaron hablando de Saddam y Irak. Y la verdad me da pereza leer todas las tonterias que escribió JR al respecto (igual no es que no las haya leido antes), aunque mirando de reojo veo que sigue con sus arguementicos chimbos («es que no han hablado con iraquies» como si el conociera muchos, especialmente de esos que viven en Irak, o sus justificaciones patéticas a la doble moral gringa cuando apoyaron a Hussein, o sus mentiras sobre el número de muertos pre o post invasión o simple y llanamente la forma en que se tapa los ojos ante el hecho fundamental de que la guerra se inició con base a mentiras para servir los más mezquinos intereses).
Pero decir, como ud dice, que si Estados Unidos no hubiera invadido Irak, tendriamos una guerra (supuestamente peleada periódicamente cada 2000 mil años????) en «las calles de Europa», es simplemente absurdo. Asumiendo que exista tal guerra periódica, ¿Como iba a pelearla y además llevarla a «las calles de Europa» Hussein y su Irak arruinado?
Daniel Vaughan
8 marzo, 2007 at 3:18 amCarlos, esta discusión está interesante. Pero déjeme enfocarla hacia algo que pueda ser interesante, para que no iniciemos una serie de posts dedicados únicamente a contraargumentarnos.
Para entender bien de lo que estamos hablandos déjeme pedirle un favor: explíqueme, brevemente, cuál es el ideal libertario que usted y los demás buscan. Si Carlos pudiera escoger un mundo ideal, ¿Cómo sería este mundo ideal?
De pronto si tengo claro esto, la discusión se pone interesante. Por favor no apele a citas de otras cabezas importantes del liberalismo o libertarianismo (por cierto, ¿son lo mismo?). Argumentar con citas muestra que usted no tiene ninguna posición propia al respecto, o que por lo menos no tiene la claridad mental para exponerlo sin apelar a otras figuras históricas. Quiero, por favor, que me explique usted, este ideal.
Gracias y saludos.
DV
8 marzo, 2007 at 3:26 amCarlos se me olvidó otra cosa:
Si accede a responder mi pregunta, por favor responda otra: ¿Por qué estamos tan lejos de ese ideal libertario? ¿Qué ha evitado que ese ideal libertario se alcance? ¿Qué se necesita hacer para que se alcance el ideal libertario?
Saludos.
DV
Carlos
8 marzo, 2007 at 3:45 amDaniel: veo que te gusta cuestionar supuestos y ser heterodoxo. Yo voy a cuestionar los tuyos:
Porque debe haber eso que llaman «política economica»? Como se decide eso? Quien lo decide? Por que lo decide quien lo decide y no cada individuo en particular?
Debe haber un objetivo economico unico para un colectivo de millones de personas? O no será mejor que cada uno decida su objetivo economico (crecer, quedarse igual, volverse ermitaño y pobre,etc)?
Porque debe mejorar la distribución del ingreso? Quien define la distribución ideal del ingreso? Un «hombre fuerte» o «un comite planificador» se sienta y defina el tamaño del pastel que le toca a cada uno de los millones de ciudadanos? Porque? Quienes son ellos para decidir eso?
Quien define que es calidad de vida ? Un comite planificador? El «presidente»? No es la calidad un concepto subjetivo para cada persona? Y si para una persona calidad de vida es vivir al lado de la playa y para otra es vivir al lado de la montaña? Y si fulanito no quiere tener electricidad ni internet porque para el eso le desmejora su vida?
No crees que lo mejor es darle la mayor cantidad posible de libertad de elegir a cada invidivuo y que decida sobre su «calidad de vida»?
Mi opinión sobre el crecimiento economico: Debe ser una decisión individual y por esa razón el estado no debe intervenir ni para «promoverlo» ni para impedirlo. Finalmente «laissez faire».
Te recomiendo este articulo de un economista austriaco, no neoclasico: La irrelevancia del crecimiento economico
Es un articulo liberal/libertario así que te puede chocar bastante. Pero animate a leerlo.
Saludos,
Carlos
Daniel Vaughan
8 marzo, 2007 at 4:29 amJejejeje, buena respuesta Carlos. OK, ahí van mis respuestas.
1. No es que me guste cuestionar supuestos ni que me guste ser heterodoxo. Creo en la discusión argumentada, y si los argumentos están construidos sobre supuestos, quiero, primero entenderlos, y segundo, ver si tienen algún tipo de fundamento o sentido. Lo de ser heterodoxo me tiene sin cuidado. Creo en la ciencia y en la discusión argumentada: si la mayoría (la ortodoxia) tiene buenos argumentos, los comparto. De igual forma, si la minoría (la heterodoxia) tiene malos argumentos, los discuto.
2. A la pregunta de por qué debe haber política económica. Por razones que yo no entiendo, y que realmente no vienen al caso, me tocó nacer en un mundo lleno de problemas: el que a mi me molesta más es el problema de la desigualdad, que creo, por cierto, que es condición necesaria (la igualdad por supuesto) para que haya libertad. El ser humano, a diferencia de los animales, puede (de manera imperfecta, por cierto) utilizar la razón para adaptarse a cambios en el medio ambiente. Esa es la razón de ser de la política (económica): si hay algún problema (económico) claramente identificado, y es posible hacer algo, diseñamos un mecanismo, que vamos a llamar una política (económica).
2. Partiendo de la base que hay un problema, y que se puede diseñar un mecanismo para solucionarlo, ¿Quién decide una política?
La respuesta es fácil: sólo aquellas personas que han estudiado el problema, tienen argumentos suficientes para diseñarlo. Otras personas pueden participar en la discusión, por supuesto, pero sólo aquellos que conocen el problema y lo han estudiado pueden realmente contribuir significativamente en su diseño.
3. Los objetivos individuales, por definición, los pueden solucionar los individuos. En este sentido yo soy liberal: creo que los individuos deben poder decidir qué quieren hacer con sus vidas, decidir cuáles son sus objetivos y cómo lograrlos. Desafortunadamente no hay tal cosa como «independencia de objetivos individuales», mejor dicho, es díficil encontrar la frontera entre lo individual y lo colectivo.
Esto tiene dos problemas: uno es cuál es el límite entre lo individual y lo colectivo, y el segundo es si los individuos pueden realmente ser libres sin educación. Fíjese que antes sugería que «sólo aquellos que han estudiado el problema pueden hacer contribuciones significativas en el diseño de políticas». El grandísimo problema que hay es que cuando sólo unos pocos tienen acceso a educación, por construcción sólo unos pocos pueden hacer esas contribuciones. Está bien que Daniel decida no ser economista. Pero qué tal que Daniel haya decidido ser economista pero no pudo? Acá hay un problema claramente identificado. ¿Podemos solucionarlo? ¿Está en el interés de todos, o de la mayoría, solucionar ese problema? La respuesta es obvia: por supuesto que si. Así que ya hemos identificado por lo menos un problema que tenga que ver con objetivos colectivos: si queremos que todos puedan, haciendo uso de su libertad, decidir qué quieren hacer con sus vidas, tenemos que darles a todos las mismas «dotaciones» de capacidades, es decir, acceso a educación. Yo creo en la libertad únicamente cuando se ha llegado a la «mayoría de edad», como decía Kant, porque sólo en ese momento se puede hacer uso de la razón. ¿Qué quiero decir con esto? Creo que si le decimos a un niño que decida si quiere ir o no al colegio, es decir, que decida libremente sobre su destino, sin mayor información ni experiencia, y con una racionalidad no desarrollada totalmente, la respuesta obvia es que no: prefiere quedarse jugando fútbol. Acá encontramos el primer ejemplo en donde está en el interés del niño que alguien, los papás o el Estado si los papás son incapaces de hacerlo, de obligarlo a educarse. Fíjese que la libertad por la libertad (así como crecer por crecer) no tiene sentido. Tiene que haber una razón para esto. Cuando cada individuo pueda hacer uso responsable de la libertad que le da la racionalidad, ahí puede decidir por sí solo si quiere ir a la universidad, si quiere ser carpintero, economista, boxeador o ermitaño. Pero sólo en ese momento: antes realmente no está siendo libre para tomar una decisión: está coartado por lo que la sociedad-papás-amigos, etc.etc. sugieren o imponen.
4. ¿Por qué mejorar la distribución del ingreso? Realmente no tengo mucho que añadir acá, pero la respuesta tiene una contrapregunta: ¿Está en el interés de la mayoría hacerlo? Si la respuesta es positiva, vale la pena hacerlo, y por lo tanto la búsqueda de herramientas. Si la respuesta es negativa, no hay necesidad de hacerlo. Pero lo discutido antes sugiere que si: la educación es el principal elemento que explica la distribución del ingreso en una población. Por supuesto, siempre va a haber elementos diferentes, como herencias económicas o genéticas (el hijo de Bill Gates, o el hijo de Mozart, por ejemplo). La igualdad total no sólo es un ideal imposible de alcanzar, sino que es un ideal tremendamente aburrido. El mercado, si funciona bien, o por lo menos con las mismas condiciones iniciales para todos, se encarga de recompensar a quién tenga más habilidades para determinadas cosas.
5. Sobre las definiciones de calidad de vida. Con una población educada, cada uno decide lo que quiere hacer. Mientras que eso no suceda, lo primero que hay que dar es educación. ¿Así que quién decide qué es calidad de vida? Lo principal es la educación: las otras definiciones pueden ser más o menos controversiales, pero si calidad de vida significa tener libertad, con lo que coincido plenamente, la educación es condición necesaria para esto.
6 o 7, ya perdí la cuenta. Sobre el «Dejar hacer dejar pasar»: hace ya muchos años entendemos que ese es un ideal que ojalá lográramos alcanzar. Los mercados no funcionan bien, hay problemas de información, de poder y de condiciones o dotaciones iniciales. Así que es un ideal imposible de alcanzar. Pero coincido con usted: si yo pudiera elegir un mundo en el que quisiera vivir ese se acerca a mi ideal de vida. También me gustaría vivir en un mundo donde pudiera volar, o expulsar rayos láser por los ojos. Desafortunadamente para mi, me tocó nacer en este mundo que en donde hay restricciones dadas por las leyes de la física, y por las leyes de la naturaleza.
8 o 9: O bueno, para seguir su ideal de vida, voy a escoger libremente el número pi (3.1415…) que no es casualidad es un número irracional, para mostrar por qué la libertad puede generar caos. Como le digo yo soy un liberal. No se si exista la categoría del liberal pragmático. Si existe, ahí estoy yo. No soy idealista, pero si soñador y romántico, dentro de los limites de la razón y el pragmatismo. Leo mucho, y por supuesto seguiré leyendo a varios liberales. Pero no por eso dejaré de discutir lo que ahí dicen, llámense Kant, Von Mises, Stiglitz, Gaviria, o Juan Pablo II. Eso es libertad: poder discutir lo que me están diciendo. Por razones que yo entiendo, y que ya dejé de intentar entender, yo tuve la oportunidad de educarme, y soy una de esas escacísimas personas (menos de un 1% de la población) que pudo llegar al nivel de educacíon en el que estoy. Si termino de hacer lo que estoy haciendo, voy a obtener la libertad intelectual total. Pero ese soy yo: un afortunado. Como suelo decir: me gané el Baloto. ¿Qué pasa con ese otro 90-95%? Si su ideal es la libertad, empieze por identificar que da libertad, y pregúntese si en este momento usted tiene la misma libertad que los demás de elegir. Yo no creo.
Saludos y quedo pendiente de sus respuestas. Ojalá más cortas que las mías (pero usted preguntó un montón de cosas más).
Jaime Ruiz
8 marzo, 2007 at 4:55 amAnónimo 18:58:
Bueno, hay una calidad en las personas que no se puede inventar, cuando alguien empieza un argumento con descalificaciones («genio autodidacta») ya se le ve que no pretende hallar un camino en la razón sino imponer mediante ardides sus pretensiones. Es un cuchillo en el cuello del que lee. Es la universidad colombiana, nunca me cansaré de decirlo porque todo el problema colombiano es la universidad, en cuanto se sacraliza el poder de las personas que acceden a ella y con eso se perpetúa el derecho natural a la renta de los descendientes de los encomenderos. Dese cuenta de que también Sergio hace lo mismo («tonterías», etc.). Tiene su anillo de grado y su cartón y ahí está él. Lo que cuenta es cómo se sale a matar policías, como salieron hoy en Bogotá por la visita de Bush, para asegurarse las rentas. Los argumentos sobran y por eso ese estilo de discusión en que ya se empieza a hablar con amenazas y recursos penosos como esas descalificaciones ad hóminem con que usted empieza.
No, no me he ido por las ramas. La rapiña de la clientela de Mockus es ésa. Alguien va a la universidad, aprende una carrera, la ejerce en una empresa. Si trabaja bien, asciende, si no, se va a la calle. Si se inventa algo muy bueno se enriquece, si hace el esfuerzo de inventarse algo y no funciona, se arruina y busca un trabajo aplicando lo que estudió…
En el sueño de los mockusianos no hace falta nada de eso, las empresas pagan impuestos y el gobierno se pone a desarrollar programas pedagógicos (es decir, rentas seguras para los educadores) y proyectos empresariales (es decir, rentas seguras para los inventores de empresas prodigiosas, que no tienen mejor ocurrencia que gastar los recursos públicos en algo que por fuerza será un fracaso, porque si la idea es genial va y se la vende a una multinacional. ¿Quién va a evaluarlos? Los inventores y científicos son del mismo nivel de Sergio como filósofo, tienen sus proyectos pero necesitan un gobierno probo e inteligente que los promueva. Sí, renta segura para los doctores.
Oh, lo siento. Para mí es otra rapiña.
Daniel Vaughan
8 marzo, 2007 at 5:11 amJaime, debo confesar que no he leido los múltiples post-post-post que sugirió sobre Mockus. Pero déjeme, también con el ánimo de dirigir la discusión hacia el fenómeno Mockus, que me parece es el caso más reciente del antipolítico que es al mismo tiempo exitoso y un fracaso electoral, pedirle que explique, de la manera más concreta posible, cuál es su posición sobre Mockus.
Gracias y saludos.
Jaime Ruiz
8 marzo, 2007 at 5:26 amDaniel, hay algo en sus cuentas sobre el crecimiento económico que no es en absoluto riguroso. Es verdad que a toda Latinoamérica la afectan fenómenos parecidos, pero no es lo mismo Colombia en los noventa que Perú, y eso que allá sufrían la dictadura de unos malandrines. No es lo mismo el crecimiento económico venezolano en esta década (derivado del precio del petróleo) que el salvadoreño. No es lo mismo que Argentina crezca algún año el 8 % a que lo haga Chile, porque parten de otra situación. Si eso no es mala fe, al menos es una falta de visión que debería preocupar en un economista. Comparar el crecimiento de Perú y Ecuador sin recordar las exportaciones de crudo es prácticamente mentir. Si se habla de la economía colombiana, ¿tiene algún impacto la guerrilla o no? Por ahí vamos con una falta de rigor que a los profanos nos hace valorar mucho al que predicaba no creer en los expertos.
Y la alternativa entre crecimiento económico y educación remite a un problema moral de primer orden, sobre todo cuando la plantea quien aseguraba que la educación es en la práctica adoctrinamiento. No es (como en el caso de Alejandro Gaviria) que haga falta educación para que la gente se gane bien la vida, sino que el objetivo de la economía es la educación. Claro: en las universidades de los ricos se adoctrina (para que vayan a las empresas y la embarren, son todos tontos), mientras que en la Nacional se forman «críticos» (cuyos resultados empresariales necesitan para demostrarse un gobierno que por ejemplo no atraiga inversión extranjera, que según decía el alcalde Garzón sólo sirve para que caigan los especuladores a llevarse rentas). Pero misteriosamente la educación de su fórmula no será adoctrinamiento.
Y no, la educación no es más valiosa que la libertad. Educación son muchas cosas, y en Latinoamérica tienen una vida razonable los países que se centraron en el crecimiento económico (como Chile), pero no los que hicieron tantos esfuerzos por la educación. Cuba, la Venezuela de CAP y Uruguay. De este último país se fue una proporción altísima de educados. Es lo que se hace al educarse (con algún provecho) en un país condenado a la pobreza.
Voy a decirle una cosa bien simple: para discutir hay que estar de acuerdo. Usted plantea ¿para qué el crecimiento económico? Es mejor la discusión con quien lo considera la cuestión principal. Porque entonces otro plantea ¿para qué opinar sobre economía?; otro ¿para qué leer blogs y foros?; otro ¿para qué leer o encender el computador en lugar de irse a jugar al billar?
¿Qué es un antiliberal? Alguien que cree que la educación es algo más valioso que el dinero. La educación quiere decir que la persona obrará según una norma concebida por los inteligentes y con título de economista, el dinero le permitirá emborracharse e ir a los burdeles. Y comprarse zapatillas de colorines y una cadena de oro. ¡Qué rabia, con lo bonito que sería que estuviera aprendiendo a convertirse en otro hidalgo! Alguien que crea que eso es peor que los regímenes de la educación como Corea del Norte o Cuba es todo menos un liberal. Y ciertamente donde impera la libertad la gente encuentra una educación a su medida (por ejemplo, en la religión) y surgen países como EE UU, mientras que de la educación (es decir, de la teocracia) sólo sale la gente que sueña con irse a EE UU pero no puede.
Ya lo he dicho antes, hablo en puro marxista de primer semestre: las ideas políticas encarnan intereses de clase. Esos intereses en el caso de la clase hidalga pueden arrimarse con provecho a la sueño poshumano en que reinan Gustavo Petro y Carlos Lozano, o envararse en el respeto de la ciencia, la creatividad y la pedagogía. Lo mismo, marxista de primer semestre: el problema son las rentas, un orden liberal («neoliberal») es la mayor inseguridad porque no tiene en cuenta los estudios de uno, ¡y para colmo anda centrado en el crecimiento! Para que tengan más opción de ponerse silicona y comprarse esas joyas horribles. ¡Qué espanto!
Jaime Ruiz
8 marzo, 2007 at 5:39 amPerdón, Daniel, me confundí, no debí mencionar al calumniado Carlos Lozano. Quería decir Moreno Rojas, Moreno-Rojas. Lo dicho, educación, educación, ya se ve el fruto. Y mi desgracia es que todos esos de la parapolítica y cuanto crimen se cometa por ahí son requeteeducados.
panOptiko
8 marzo, 2007 at 6:02 amCarlos, le reconozco el aporte dialéctico que le hace a los comentarios, pero no puedo dejar de compartir con Daniel que usted suena más a adoctrinado que a entendido. Supongo que con el pasar de los posts esto mejorará, y me parece positivo porque nutre la conversación.
Sin embargo, me parece que el bosquejo de plan retórico que nos propone es más bien frágil: fabrica usted un barco para un océano que no existe (Me recuerda a Garzón cuando mencionaba , ya en la alcaldía, que una cosa era lo que pensaba y otra gobernar – posición que lo distanció del polo, si no estoy mal)
Se encona su argumento en un contexto histórico, pero parece desconocer que sus ideales son imposibles sin los servicios que mantienen el sistema actualmente. Habla de gente decidiendo no tener Internet, pero descarta que haya gente que nunca llegue a saber que existe.
También quería anotar que pasa olímpicamente sobre los problemas de los comunes y los free riders en las sociedades, con una fe avasalladora en el grupo que, de cuando en vez, termina defraudado. La cooperación y la competencia son inherentes a nuestra existencia, esta última implica una jerarquía, y saberse dentro de una de ellas genera malestar; con eso tenemos que jugar.
De manera anecdótica, me gustaría saber hasta donde va la prepotencia humana que argumenta Daniel: ¿metemos a los perros en la constitución? El ambientalismo es de coger con pinzas.
Por último quiero rescatar otra cosa que leí en un comentario de Daniel hace tiempo, atípico en este espacio, y que puede que reconecte con el tema central del artículo: Carlos, ¿reconoce usted que se equivoca cuando le pasa? ¿Es práctica común de los comentaristas?
Ese sistema de dispersión, negación y encubrimiento de errores, que campea por donde sea, es otra de las prácticas que aleja a los ciudadanos menos malos de la política ( y a algunos buenos comentaristas de los blogs)
Daniel Vaughan
8 marzo, 2007 at 6:10 amJaime, su comentario da mucha tela de dónde cortar, así que déjeme empezar por el principio:
1. Déjeme pedir disculpas, porque asumo la responsabilidad de no haber expresado bien mis ideas en el comentario sobre las comparaciones entre países. La culpa no es suya, sino mía, que fui capaz de explicar bien.
Por supuesto que hay diferencias entre los países. Por supuesto que algunas economías latinoamericanas son intensivas en producción de determinados productos, mientras que otras en otros productos. Esto son hechos que se caen de su peso. Y por eso no trae el caso decirlas. Lo que no es tan evidente, y que exige un análisis de los datos (que le sugiero que lo haga, porque no sólo es interesante e ilustrativo, sino que es facilísimo de hacer), es comprobar que las economías se mueven por factores que son comunes entre ellas. Esto es verdad por muchas razones, pero la principal es la internacionalización de la política económica, o dicho de otra forma, la apertura de los mercados. Lo que pasa en China afecta directamente a Colombia, y de manera muy similar, a paises vecinos que tienen características muy parecidas. Esto, por supuesto, no es invento o descubrimiento mío: hace rato lo sabemos. Sabemos que hay efectos de encadenamiento entre países, y que el encadenamiento es proporcional a la distancia entre las economías. No pienso extenderme en esto. Si realmente le interesa le puedo sugerir dónde leer de esto, o si le parece interesante, podemos discutir más adelante sobre esto. De todas formas, para que entienda de qué estoy hablando, definitivamente le sugiero que «juegue con los datos», como decimos los economistas: que se «empape» de los datos. Así no tiene que creerle a un falso gurú, como Daniel Vaughan, sino que usted puede sacar sus propias conclusiones.
2. Sobre la falta de rigor tengo dos cosas que decir: la primera es excusarme por ser impreciso. Esa ya la dije. La discusión la podemos hacer tan rigurosa como quiera, pero podemos llegar al extremo de hacerla entendible sólo para los economistas. Si quiere intentamos hacerlo, pero estoy seguro que se va a aburrir en dos segundos. Desafortunadamente, el rigor es una de esas características que sólo se puede utilizar cuando hay un lenguaje común. Cuando yo como economista hablo con usted, que no es economista, tengo que usar un lenguaje y argumentos mucho más corrientes, y por lo tanto menos rigurosos, que los que usaría si estuviera hablando con AGaviria, por ejemplo. Lo mismo sucede si un abogado intenta explicarme a mi por qué tal ley es inconstitucional, o un filósofo explicándome por qué mi idea de libertarianismo está mal fundamentada.
2. El problema de la educación y el adoctrinamiento es diferente: no es que yo diga «toda la educación es adoctrinamiento» y que después me contradiga diciendo «toca educar, y por lo tanto, adoctrinar, a la gente». Son dos problemas completamente diferentes: el primera es una crítica al funcionamiento actual de la educación secundaria y universitaria en la mayor parte del mundo (no sólo del mundo en desarrollo), y tiene que ver con la falta de pensamiento crítico. La segunda tiene que ver con acceso a educación, a oportunidades. Como verá son dos problemas distintos, así que no hay contradicción.
3. El objetivo de la economía NO es la educación. El objetivo de la economía es el estudio de los problemas económicos y el diseño de sus soluciones. La educación no es un problema económico, pero sí afecta de manera directa muchas variables económicas. Por ejemplo, el crecimiento económico y el progreso tecnológico, dependen de manera crucial en desarrollo de capital humano (si ve por qué el lenguaje riguroso puede ser molesto?).
Si hay un problema moral en esta disyuntiva entre crecimiento hoy vs. educación hoy. Pero no es el que usted sugiere: si efectivamente hay que dejar de utilizar recursos que podrían aumentar el crecimiento económico hoy, para lograr aumentar la calidad y cantidad de educación en un país (lo que los economistas llaman un «trade-off», o un «costo de oportunidad») el problema moral es intergeneracional: yo, Daniel Vaughan, estoy implícitamente dándole más peso al futuro que al presente: le estoy apostando a que en el futuro tengamos una generación de trabajadores mejor capacitados, o por lo menos más educados, y por lo tanto más libres para elegir lo que quieren. Economistas ortodoxos sugieren que el trade-off es diferente: que como estoy dejando de invertir en acumulación de capital físico (infraestructura, máquinas, tecnología, etc.etc.etc.), estoy dándole más peso a las generaciones presentes que a las futuras. Este último punto se olvida que más educación (y más inversión en investigación y desarrollo, sobre todo) es un motor fundamental de crecimiento económico.
3. Yo no se si la educación es más valiosa que la libertad. Ese ordenamiento de preferencias es totalmente subjetivo. Es claro que es condición necesaria para la libertad. Si no está de acuerdo en esta última afirmación me gustaría oir sus argumentos.
Ahora bien, si usted me pregunta a mí, Daniel Vaughan, si creo que la educación es más valiosa que la libertad, mi respuesta es que la pregunta ni siquiera está bien formulada: educación para qué? Libertad para qué? O volviendo al tema del crecimiento, crecimiento para qué?
5. El caso Chile es bien interesante, porque es un caso excepcional. El gran problema de la ortodoxia es que analizan el caso Chile en el contexto internacional actual. Lo mismo ha sucedido en el pasado con casos atípicos como las economías de los denominados Tigres Asiáticos, y ahorita con China e India. Usted no puede comparar el contexto internacional en el que se hicieron las reformas institucionales en Chile con el contexto actual. Ese fue el gran problema del FMI con su «recetario para el desarrollo»l, que ellos mismos aceptan fue una equivocación.
Mejor dicho, decir, sin mayores argumentos como usted lo está haciendo, que Chile creció sin necesidad de educar (sino, como implícitamente está diciendo «abriendo la economía») a la población, es irresponsable, por decir lo menos, y por eso no lo pienso discutir, a menos que lo argumente claramente. Antes de que lo haga, si es que lo va a hacer, le sugiero que estudie casos que realmente son exitosos: China e India. No le estoy diciendo que vaya a Google y escriba «china India educación». Le sugiero que lea algo de los estudios que se han sobre el aumento importante de recursos en educación, pero sobre todo en inversión en investigación y desarrollo. Le sugiero también que lea sobre el exito de EEUU (en particular le sugiero la lectura de un libro muy bueno que explica el contexto internacional en el que EEUU pasa a ser líder mundial en investigación y desarrollo: la referencia, por si le interesa, aunque supongo que no, es Geiger, Roger (1993), «Research and Relevant Knowlege: American research universities since World War II».
Vale la pena que si va a discutir sobre esto, se datee primero. Es una sugerencia que aplica para todo.
6. Me perdí con el «Voy a decirle una cosa bien simple: para discutir hay que estar de acuerdo.» Por supuesto que no. Si estamos de acuerdo no hay discusión. Sencillamente un intercambio de halagos. Las siguientes preguntas ni siquiera las entendí. Si cree que son fundamentales en la discusión por favor las puede hacer más claras?
7. Usted propone una definición de Antiliberal: «Alguien que cree que la educación es algo más valioso que el dinero». No se para dónde va con esta definición, con la que por supuesto no estoy de acuerdo. Probablemente es para ponerme el título de antiliberal.
Déjeme insistir, yo no creo que haya un juicio objetivo sobre este ordenamiento entre educación y dinero. Si usted, Jaime Ruiz, cree que el dinero es más importante, está perfecto: esas son sus preferencias. Si yo, DV, discrepo, está perfecto. No podemos discutir las preferencias, pues son personales y subjetivas. Los comentarios que siguen la definición no tienen sentido discutirse.
Hay un comentario sobre EEUU que es interesante, pero que no alcancé a entender bien. Usted sugiere a EEUU como ideal de libertad? Antes de comentar sobre esto quiero estar seguro que entendí bien lo que está diciendo. Pero déjeme adelantarle mi respuesta: está totalmente equivocado. No se si usted ha vivido en EEUU (vivir es diferente a viajar a EEUU). Si lo ha hecho, creo que se puede haber dado cuenta que esto es así. EEUU es un país donde muy poca gente puede educarse, donde los inmigrantes y negros ni siquiera pueden terminar colegio. Si quiere después hablamos de esto con más profundidad.
Para terminar, déjeme volver a pedirle que exprese, de manera concreta, sus ideas sobre Mockus.
Un cordial saludo.
DV
Sergio Méndez
8 marzo, 2007 at 12:45 pm¿Qué es un antiliberal? Alguien que cree que la educación es algo más valioso que el dinero.
No jodas. Esto si es una perla histórica. Yo que pensaba que un anti liberal era alguién que despreciaba la doctrina fundamental del liberalismo, es decir, el valor sumo de la libertad humana (sea para decidir que la educación es más o menos valiosa que el dinero).
Con razón Jaime Ruiz le teme a la educación: evidentemente la que le dieron fue una bastante pobre.
Daniel:
Creo que una posición libertaria no parte de la oposición entre «intereses colectivos» e «intereses individuales». Tampoco niega que puedan haber esfuerzos colectivos para solucionar problemas sociales. Más bien, se opone a la idea de que el esfuerzo colectivo se realice a traves del Estado.
Anónimo
8 marzo, 2007 at 1:22 pmYa que estamos ofreciendo disculpas a diestra y siniestra, quiero presentárselas a Jaime Ruiz por haberlo llamado «genio autodidacta», con lo cual le puse un «cuchillo en el cuello». Ese sentido de las proporciones tan característico de un forista cuyo don más destacado es el de la ubicuidad, es lo que lo lleva a equiparar la rapiña paramilitar con la rapiña mockusiana.Y no me voy a referir a ese lógica devastadora con la que arguye que «para discutir hay que estar de acuerdo», porque entonces imagínese en lo que quedarían estos foros: sociedades de elogios mutuos donde todos llegaríamos al paroxismo echándole vivas a la libertad (el sueño de Carlos). Yo propondía ser verdaderamente originales y echarle abajos a la justicia social y vivas a la pobreza o a la esclavitud.
Daniel: No es cierto que en Estados Unidos los imigrantes y negros no «pueden» terminar el colegio. Primero que todo, en Estados Unidos asistir a la escuela es obligatorio. Si usted tiene un hijo de 6 años y no lo manda a la escuela ( a no se que usted diga que lo va a instruir en la casa, para lo cual tiene que rendir informes), un vecino puede denunciarlo ante los servicios sociales (Carlos, igual que en Cuba, que opresión!). Así que todo el mundo debe ir a la escuela. Que no la termine, y que los negros y los latinos enxhiban altísimas tasas de abandono escolar en la secundaria, ése es otro asunto.
Carlos
8 marzo, 2007 at 4:22 pmDaniel: Me voy a tomar un par de dias en responderte porque estos dos dias estoy mal de tiempo. Pero cuenta con mis respuestas.
Sin embargo, la respuesta de Sergio se acerca bastante y algo de lo que dijo Jaime.
Si me permites, para que hablemos de «la misma cosa» te recomiendo leer lo que NO es Liberalismo:
What libertarianism ain’t
De igual forma, me gustaria que me recomendaras articulos relacionados con tus ideas.
Creo que asi podemos entendernos mejor.
Saludos,
Carlos
Jaime Ruiz
8 marzo, 2007 at 7:36 pmEs que siempre hablamos sin tener claro qué entiende cada uno por un concepto. Por ejemplo educación es muchas cosas, desde ‘cortesía’ hasta ‘adiestramiento’. Yo creo que todo el mundo conoce muchas otras acepciones, pero también que podríamos llegar a un acuerdo. Propongo esta definición general:
Proceso por el cual las personas se asimilan a Sergio Méndez
No me negarán el mérito. Es exacta.
Jaime Ruiz
8 marzo, 2007 at 8:06 pmPerdón, hay más ejemplos de educación, el anónimo que preguntaba por la rapiña mockusiana es otro ejemplo. ¿Qué entenderá por ubicuidad? El don de ubicuidad es un atributo divino y tiene que ver con estar en dos sitios al mismo tiempo. Pero sobre todo, «para discutir hay que estar de acuerdo» no quiere decir que se esté absolutamente de acuerdo en todo, pues en tal caso no sería posible «discutir». Con su comprensión honesta y valerosa se embala y ya se imagina un Hosanna universal que ni Estanislao Zuleta. ¿Discute uno sobre las capitales de los países latinoamericanos, la existencia de Dios, la conveniencia de alimentarse de excremento o de niños asados? Es posible discutir porque hay desacuerdos en detalles pero un consenso en lo esencial. Yo no puedo discutir con alguien que cree que el crecimiento económico no es prioritario. No estoy obligado a discutir eso como no discuto con los predicadores rousellianos o adventistas sobre la existencia de Dios ni con los ufólogos sobre la amenaza OVNI… ¿qué pasa si aparece alguien que cree que este foro está escrito en finlandés? Puede que el equivocado sea yo, pero estoy en mi derecho. A fin de cuentas uno ya se acostumbra, la educación en colombia es eso:
¿Qué aprende el filólogo?
A recitar: «Tienen que acostumbrarsen a pensar que la lengua cambia, que lo incorretto ayer será corretto mañana.
¿Qué aprende el sacerdote?
A recitar que matar gente es lícito y legítimo y a predicarlo.
¿Qué aprende el economista?
Que el crecimiento económico no es lo importante, sino que lo es la educación.
¿Qué aprende el filósofo?
A aferrarse a cualquier suposición estúpida que se le ocurra se puede defender con amenazas, y que si alguien piensa que la prosperidad es la única posibilidad real de libertad para la gente ya es alguien que pone el dinero por encima de la libertad.
En fin, en Colombia la «educación» no es adoctrinamiento, ojalá, sino embrutecimiento, como prueba el tristemente célebre Míster Guache con Birrete 2007, el carminativo Sergio Méndez. Y también este anónimo. ¿Qué dijo de la rapiña? La ubicuidad.
¿Hay rapiña o no hay rapiña en los salarios públicos altísimos por ejercer la dominación vaselinizada como «pedagogía»? ¡Qué va a decir, hombre! Que no, que uno discute porque está en desacuerdo. Este anónimo es un profesor de la Nacional (de matemáticas, por lo menos), seguro, como un tal Carlos Castillo que le atribuye nada menos que a don Quijote esta frase:
Yo soy yo y mi circunstancia. Para buscar un poco de mínimo acceso a la información y sensatez en Colombia hay que ir a las prisiones, a los burdeles o a las selvas.
zangano
8 marzo, 2007 at 9:23 pmconocimieno es poder.sin saber leer,no se puede conocer lo que libros ,diarios,internet exponen.
aun en paises como el reino unido ,hay demasiadas personas que no saben leer y menos las cuatro operaciones basicas de la aritmetica, esta situacion de ignorancia es senalada como una remora del desarrollo economico y social del pais.
si esto sucede en un pais tan rico y desarrollado,cuanto mas en colombia.
los que niegan el valor de la educacion,niegan la posibilidad de desarrollo para todos.
es una cuestion sistemica,no es cierto?
Juan Francisco
8 marzo, 2007 at 9:55 pmSE QUE ESTE ES UN COMENTARIO FUERA DE LUGAR, PERO SÓLO QUERÍA DECIRLES QUE MAÑANA VOY A ALUNIZAR, EN EL LADO OSCURO DE LA LUNA. NO IMPORTA SI TENGO QUE VIAJAR 12 HORAS SIN DORMIR HASTA EL SIMÓN BOLIVAR. NO IMPORTA QUE ME GASTE MEDIO SUELDO EN ESTO. SE VA A HACER UN SUEÑO REALIDAD.
idrobo
8 marzo, 2007 at 11:44 pmDaniel, usted dijo:
«Sabemos que hay efectos de encadenamiento entre países, y que el encadenamiento es proporcional a la distancia entre las economías. No pienso extenderme en esto. Si realmente le interesa le puedo sugerir dónde leer de esto, o si le parece interesante, podemos discutir más adelante sobre esto.»
A mi si me gustaria saber donde puedo leer sobre esto. Gracias
Daniel Vaughan
9 marzo, 2007 at 3:32 amIdrobo,
Muy buena su pregunta. Por el tono desafiante asumo que es economista, así que voy a utilizar terminología y referencias que un economista puede fácilmente acceder y entender. Si no lo es me excuso de antemano y prometo reescribir este post con literatura menos técnica. Me excuso también con los otros bloggeros que lean este comentario.
Pero déjeme adelantarle dos posibles fuentes:
1. Si le interesa entender por qué lo que dije tiene sentido, desde un punto de vista «neoinstitucional», hay cosas relativemente nuevas escritas por Acemoglu y Robinson y por Engerman y Sokoloff. El capitulito del Handbook of Economic Growth del 2005 (que puede descargar de la página de Acemoglu en MIT) es bastante claro y fácil de leer. Sólo tiene unas pocas regresiones y muchas graficas. Para atar un poco lo que dije con esta literatura, sólo déjeme empezar por decir que la hipótesis neoinstitucionalista de AR y ES sugiere, entre otras cosas, que las diferencias de crecimiento económico entre países (especialmente entre Norte y Sur) se explican por las condiciones iniciales, en términos de las instituciones, existentes durante el período de la colonización. Si usted cree en esta hipótesis (a mi me parece que tiene mucho sentido pero le dejo que lea esto y las referencias del paper de AR para que usted saque sus propias conclusiones), es indudable que el crecimiento económico de países con características geográficas similares, pero sobre todo, con instituciones similares está relacionado. La hipótesis va mucho más allá por supuesto: sugiere que los países latinoamericanos comparten unas instituciones heredadas de los españoles (y lo mismo para las colonias anglosajones, por supuesto). La distancia geográfica entra de manera natural en el análisis.
2. La teoría neoclásica del crecimiento económico y del comercio internacional. Esta parte es mucho más ambigua: el modelo neoclásico es un modelo de un sólo país, así que el análisis teórico no dice mucho sobre esto. Le sugiero hacer una revisión de la literatura empírica: por ejemplo, estudios de regresiones en páneles y estudios de cointegración. Yo mismo hice un par de cosas en el DNP con flujos de inversión extranjera directa (IED) y sin necesidad de hacer econometría avanzada, usted encuentra que menor distancia entre países explica en buena parte el comportamiento de los flujos, no sólo de IED, sino de comercio internacional. Su pregunta ahora puede ser: ¿Cuál es la razón? La intuición es muy sencilla: es más probable que haya acuerdos comerciales y de inversión extranjera directa entre países más cercanos, léase NAFTA, CAN, MERCOSUR, UE, etc.etc.etc.etc. El típico ejemplo de modelos en donde se encuentra esta relación son los llamados «Modelos Gravitacionales», en donde, como su nombre lo indica – y siguiendo de cerca la ley de la gravitación universal de Newton, en donde la fuerza entre dos cuerpos es proporcional al producto de las masas, pero sobre todo INVERSAMENTE PROPORCIONAL A LA DISTANCIA (al cuadrado), se modelan los flujos de comercio internacional (e IED) con una variable que mide la distancia como principal variable explicativa (por supuesto están incluidas un montón de variables más, pero la variable clave, como su nombre lo indica, es la distancia). En Colombia hace un par de años se hicieron cosas en el DNP (un estudio hecho por Carlos Alberto Castro, publicado en Estudios Económicos que puede descargar de la página del DNP) y otro conocido es el de Fedesarrollo (que también puede descargar de esta página). Las referencias que aparecen ahí lo pueden guiar para leer más a nivel internacional.
Esta última parte de la literatura se puede atar con la literatura, todavía no muy conocida, de econometría espacial. En Colombia se han hecho varias cosas: yo escribí un paper con Mauricio Rubio sobre esto, a nivel municipal. No estoy muy seguro si está en la página del CEDE, o si fue publicado como documento de trabajo en la Universidad Externado. Una búsqueda en Google puede servir. Ejercicios similares hay un montón en el CEDE, porque Fabio Sánchez lo utilizó muchísimo hace unos años. Hay un paper interesante de Maria Teresa Ramirez que puede descargar de la página del Banco de la República. Mucha más literatura la puede encontrar referenciada en la página (http://www.spatial-econometrics.com/)
Déjeme decir un par de cosas más sobre por qué no va a encontrar papers teóricos al respecto (y este es el gran problema que tiene el modelo gravitacional).
En primer lugar, el modelo neoclásico de comercio internacional (Heckscher-Ohlin-Samuelson) predice que los flujos de comercio internacional son entre países con intensidades factoriales opuestas, es decir, un flujo Norte-Sur o Sur-Norte. La evidencia empírica ha mostrado que esta direccionalidad no existe. Modelos más recientes que sugieren que las economías de escala, o rendimientos crecientes, explican en buena parte los flujos de comercio internacional (ver por ejemplo Paul Krugman (1991), «Increasing Returns and Economic Geography», JPE, 99).
En fin, la literatura es inmensa. Pero le sugiero que antes de que se deje impresionar por la abundante literatura, se pregunte si esta hipótesis tiene sentido. ¿Es intuitiva? ¿Por qué?
Cuando responda esas preguntas se dará cuenta que lo que va a encontrar en la literatura es totalmente intuitivo, y no es sorprendente. La sola existencia de zonas de libre comercio, uniones aduaneras y uniones monetarias debe mostrar que hay algo en la distancia geográfica que el modelo neoclásico (tanto de crecimiento económico como de comercio internacional, que son dos modelos completamente distintos, por cierto) no está incluyendo.
Esta es la gran crítica que se le puede hacer a estos modelos: el modelo neoclásico de crecimiento económico sugiere que sólo las dotaciones iniciales de factores explica diferencias en crecimiento. La nueva economía institucional (North, Acemoglu y Robinson, ES, etc.etc.etc.etc.) sugiere que hay una cantidad de problemas no sólo con los supuestos, sino con la profundidad del análisis. Algo mismo sugieren las teorías que contradicen el modelo neoclásico de comercio internacional.
Ya para terminar, no es sorprendente que nuestros negociadores y técnicos utilicen estos modelos, que son el estándar en la literatura económica. De hecho, el Consenso de Washington y las recetas del FMI estaban fundamentadas teóricamente en este tipo de modelos. Le deja uno mucho que pensar la forma como nos estamos educando las personas que hacemos doctorados en el exterior, y sobre todo, sobre la capacidad de hacer un análisis crítico de lo que aprendemos y recitamos de memoria.
Espero haber sido claro. Si no, por favor dígame y trataré de dar referencias más concretas.
Daniel Vaughan
9 marzo, 2007 at 3:49 amIdrobo,
Lo del DNP se puede encontrar en Archivos de Economía. Todo se puede descargar de la página. Lo que yo hice de Inversión Extranjera Directa fue un Informe de Consultoría. No creo que esté en medio electrónico, pero seguro lo puede pedir como medio físico. Todo lo hecho en el DNP y BANREP es de acceso público.
Lo de Fedesarrollo lo puede descargar de la página de ellos. Las otras referencias son un poco más técnicas, pero con seguridad encontrará cientos de referencias haciendo una búsqueda en Google.
Si le interesa el tema, y no encuentra alguna referencia, avíseme y yo lo ayudo con eso. Sobre lo que yo escribí, ya sea sólo o con otras personas, debe estar disponible también. Si no avíseme y busco en mis archivo. Son cosas viejas, que hice hace un par de años cuando estaba en Colombia, así que me puede tomar algo de tiempo, pero con mucho gusto se lo paso.
Cordial saludo,
DV
Daniel Vaughan
9 marzo, 2007 at 5:11 amAlejandro, vuelvo a leer su columna y sigo quedando con el sabor amargo que me quedó el sábado pasado.
Su hipótesis central es la hipótesis del círculo vicioso:
Malos Políticos –> Prensa y Medios de Comunicación expresan su indignación por la calidad de la política –> El Incentivo de los buenos ciudadanos a participar se reduce –> Malos Políticos –>…
Ya son tantos comentarios que no se si esto ya se dijo, pero creo que hay una falla importante en su análisis. La sola conclusión sobre la responsabilidad de la prensa en esto deja un sabor amargo, pero lo más importante es la parte de los incentivos de los buenos ciudadanos. Me parece que hay problema serio en la forma como usted entiende los incentivos, y por eso déjeme volver a formularle las preguntas que le formulé en algún post anterior.
¿Cuáles son los incentivos de los buenos ciudadanos a participar en política? Mi intuición es la siguiente: Insisto en que los buenos políticos creen que hay un problema, y que pueden contribuir de alguna manera a cambiar la situación actual. Si esta hipótesis es correcta, el efecto de la mala prensa puede incluso ser el contrario al que usted sugiere, y creo que la historia ha demostrado que los «buenos líderes» siempre salen en épocas de crisis.
De hecho hay una inmensa cantidad de referencias en la literatura de la ciencia política y de la psicología en donde se muestra que este efecto «contraste» es fundamental en el análisis de DEMANDA de políticos. Esto explica por qué, por ejemplo, Uribe fue elegido en su primer período, y también por qué fue reelegido. Puede sugerir también por qué Mockus fue elegido en su primer período como alcalde.
Me parece fundamental entender la psicología del votante, que no es muy diferente a la psicología de un consumidor: el votante tiene que elegir un candidato y lo hace utilizando una referencia (recientemente escribí algo sobre esto, que aunque todavía es bastante preliminar, puede ayudar a entender por qué esta hipótesis puede ser cierta). La referencia está dada por la experiencia o por las instituciones: el votante elige, dentro de los candidatos, el que se parece más a su referencia, o ideal.
Si esta hipótesis es correcta, el círculo vicioso que usted sugiere no existe.
Saludos.
DV
Jaime Ruiz
9 marzo, 2007 at 9:35 amFavor ahorrarse este comentario extenso si no le interesa. Es extraño, a pesar de no contar con la educación de un Sergio Méndez (visible en sus «puedan haber» y otros prodigios: los recicladores o «basuriegos» dirían «pueda haber» porque no han tenido esa suerte), he podido aprender a no leer lo que no me interesa. Tonto que soy, hasta ahora caigo en que protestar es otro rasgo de educación: quejarse de los textos largos, alargando la pérdida de tiempo.
Bueno, esto se alarga porque quiero comentar la respuesta de Daniel. Mirando arriba sus comentarios anteriores me encuentro con diversas aproximaciones a la misma cuestión: Hay que redistribuir para remediar la desigualdad. A mí me produce una enorme curiosidad Alejandro, ¿a qué atribuirá que TODOS los comentaristas con título de economistas vayan a lo mismo? ¿No pertenecen más bien a la parte privilegiada de la sociedad? ¿O es que la aversión a Quilapayún se extiende a todo el marxismo de primer semestre?
Dice Daniel:
1. Déjeme pedir disculpas, porque asumo la responsabilidad de no haber expresado bien mis ideas en el comentario sobre las comparaciones entre países. La culpa no es suya, sino mía, que fui capaz de explicar bien.
¿En qué contexto podría ser mía la culpa?
Por supuesto que hay diferencias entre los países. Por supuesto que algunas economías latinoamericanas son intensivas en producción de determinados productos, mientras que otras en otros productos. Esto son hechos que se caen de su peso. Y por eso no trae el caso decirlas. Lo que no es tan evidente, y que exige un análisis de los datos (que le sugiero que lo haga, porque no sólo es interesante e ilustrativo, sino que es facilísimo de hacer), es comprobar que las economías se mueven por factores que son comunes entre ellas. Esto es verdad por muchas razones, pero la principal es la internacionalización de la política económica, o dicho de otra forma, la apertura de los mercados. Lo que pasa en China afecta directamente a Colombia, y de manera muy similar, a paises vecinos que tienen características muy parecidas.
No faltaría más, ¡pero es que Venezuela y El Salvador no las tienen!
Esto, por supuesto, no es invento o descubrimiento mío: hace rato lo sabemos. Sabemos que hay efectos de encadenamiento entre países, y que el encadenamiento es proporcional a la distancia entre las economías. No pienso extenderme en esto. Si realmente le interesa le puedo sugerir dónde leer de esto, o si le parece interesante, podemos discutir más adelante sobre esto. De todas formas, para que entienda de qué estoy hablando, definitivamente le sugiero que «juegue con los datos», como decimos los economistas: que se «empape» de los datos. Así no tiene que creerle a un falso gurú, como Daniel Vaughan, sino que usted puede sacar sus propias conclusiones.
Cosa muy importante en correspondencia con el nivel de que se esté hablando. Lo que hay en todo eso, ya intentaré mostrarlo después, es la cultura del diploma. No cabe la menor duda de que hay infinidad de cuestiones de economía que no entiendo por falta de conocimiento técnico, pero ¿qué tiene que ver eso en el nivel anterior? Daniel escribió antes:
«El «alto» crecimiento económico que el gobierno Uribe pretende mostrar como resultado de una «eficiente» política económica es muy similar al de resto de Latinoamérica, que incluso, en promedio creció más que Colombia.»
Le explico que no se puede comparar y ¿con qué me sale? «Infórmese». El crecimiento fue altísimo en Venezuela por el precio del crudo, etc. ¿Cómo se va a comparar eso con Colombia? Sí, también incide mucho la minería, pero una de dos:
A: la proporción del aumento del PIB atribuible a esas industrias es comparable entre Colombia y Venezuela.
B: Decir que el crecimiento económico colombiano tras la larguísima recesión, en medio del conflicto, etc. no es nada porque se dio lo mismo en Venezuela es una falacia.
¿Cuáles son los datos o los conocimientos que hacen falta para entender eso? Demostrar que la gestión económica no tiene ningún mérito sería muy fácil, pero al final la respuesta al cuestionamiento por esa comparación improcedente es sólo una:
¿Qué dice aquí? ¿Qué dice aquí? E-CO-NO-MIS-TA.
Sigue Daniel:
2. Sobre la falta de rigor tengo dos cosas que decir: la primera es excusarme por ser impreciso. Esa ya la dije. La discusión la podemos hacer tan rigurosa como quiera, pero podemos llegar al extremo de hacerla entendible sólo para los economistas. Si quiere intentamos hacerlo, pero estoy seguro que se va a aburrir en dos segundos. Desafortunadamente, el rigor es una de esas características que sólo se puede utilizar cuando hay un lenguaje común. Cuando yo como economista hablo con usted, que no es economista, tengo que usar un lenguaje y argumentos mucho más corrientes, y por lo tanto menos rigurosos, que los que usaría si estuviera hablando con AGaviria, por ejemplo. Lo mismo sucede si un abogado intenta explicarme a mi por qué tal ley es inconstitucional, o un filósofo explicándome por qué mi idea de libertarianismo está mal fundamentada.
Y lo extraño es que hay montones de economistas que escriben en la prensa y todo el mundo les entiende. Legué a leer a uno que decía que la economía era ante todo sentido común refinado. ¿Cuál era el punto? El crecimiento económico colombiano y el del conjunto del continente. ¿Cuál es la respuesta última? «Usted no entendería la jerga de los economistas».
Hay una serie de pensadores, curiosamente aristocratizantes, que se distinguen por la claridad de sus exposiciones: Voltaire es uno, Schopenhauer y Ortega también. (Al respecto decía mi sufrido maestro Friedrich Nietzsche: «Todas las jergas son plebeyas».) En contraste, los estudiantes de materias parecidas embolatan el tema en frases que examinadas con máximo rigor no significan nada. Conclusión:
A: la torpeza expresiva es un mérito que demuestra la profundidad de un pensamiento.
B: Voltaire y Schopenhauer eran superficiales.
RESUMEN: ¿Qué dice aquí?, etc.
2. El problema de la educación y el adoctrinamiento es diferente: no es que yo diga «toda la educación es adoctrinamiento» y que después me contradiga diciendo «toca educar, y por lo tanto, adoctrinar, a la gente». Son dos problemas completamente diferentes: el primera es una crítica al funcionamiento actual de la educación secundaria y universitaria en la mayor parte del mundo (no sólo del mundo en desarrollo), y tiene que ver con la falta de pensamiento crítico. La segunda tiene que ver con acceso a educación, a oportunidades. Como verá son dos problemas distintos, así que no hay contradicción.
Como siempre, para usted el sentido crítico es la oposición al neoliberalismo (mencionado mediante nombres técnicos) y la falta de oportunidades a pesar de la educación en Cuba es un problema inexistente. La verdad es que de sus comentarios se podrían extraer muchísimas cosas sobre la ideología universitaria-hidalga colombiana (todos, todos, todos los doctores recitan lo mismo sobre la redistribución, sólo a veces cambia la jerga, y siempre es una mentira que roza lo canallesco. Estoy perdido: si copio mi post ya se haría atrozmente largo y motivo de protestas, pero si sólo lo enlazo salen ustedes los educados a decir que lo exhibo como prueba y argumento de autoridad. Colombia es un muladar, en un país civilizado la educación sería otra cosa. Y cuando digo que la cháchara redistributiva es una metira indecente me dicen que lo demuestre… Resumen: ¿Qué dice aquí?, etc.).
3. El objetivo de la economía NO es la educación. El objetivo de la economía es el estudio de los problemas económicos y el diseño de sus soluciones. La educación no es un problema económico, pero sí afecta de manera directa muchas variables económicas. Por ejemplo, el crecimiento económico y el progreso tecnológico, dependen de manera crucial en desarrollo de capital humano (si ve por qué el lenguaje riguroso puede ser molesto?).
Daniel, aquí tenemos dos cuestiones graves que en mi profanísimo entendimiento delatan un problema de falta de educación. Primero se hablaba de la política económica y aun de la actividad económica. Ahora «economía» viene a ser la ciencia económica y todo pierde su sentido. Es decir, a la colombiana (o mejor «universitaria-hidalga colombiana): los significados se desplazan sin cesar según la conveniencia del objetivo último.
Pero ¿cuál es el problema de crecer por crecer? Para usted eso no es necesariamente deseable. Antes escribía:
Mire, como economista, yo estoy dispuesto a «darme el lapo» teniendo 10 o 20 años de crecimiento económico del 2% anual, si con eso logro hacer que el acceso a educación sea más equitativo, en términos de cantidad y de calidad. El objetivo de la política económica no es crecer por crecer. O bueno, no debería serlo.
(Lo mismo, me produce una curiosidad invencible la opinión de Alejandro sobre este fragmento.)
Pero ahora nos enteramos de que:
Por ejemplo, el crecimiento económico y el progreso tecnológico, dependen de manera crucial en desarrollo de capital humano.
¡Con lo que la jodida preposición «por» se nos va del objetivo a la causa! ¿Para qué crecer por crecer? Eso sí, para crecer hace falta formar capital humano. Pero ¿qué sentido tenía crecer? Ya sé que se puede interpretar como PIB y después como desarrollo humano, pero precisamente lo que ocurre es que el desarrollo humano necesita crecimiento económico. Y no hay ningún país democrático en el que el PIB per cápita sea alto (de más de 20.000 dólares) y haya miseria o atraso generalizados, mientras que NINGUNO en los que el PIB sea bajo deja de haberlos, por lo general en la misma proporción del PIB. Se puede decir que Chile es un país mucho más desigual que Cuba (no es verdad, es que se usa el dinero como fetiche y se aplica a una sociedad en que no todo se compra), pero los más miserables chilenos están mejor que el promedio de los cubanos.
Iba a escribir que lo que es usted en potencia es un sindicalista, que habla con una compañera razonando así: «No tenemos que estar siempre pensando que el único objetivo del sexo es la reproducción, también lo es la expresión de los sentimientos y de las pasiones. Mira, para mí el sexo es sencillamente algo sagrado, sin el sexo no existiríamos nosotros, pues no nacerían niños».
Pero leí su frase siguiente y entendí. Es que a veces hace falta la promesa matrimonial.
Si hay un problema moral en esta disyuntiva entre crecimiento hoy vs. educación hoy. Pero no es el que usted sugiere: si efectivamente hay que dejar de utilizar recursos que podrían aumentar el crecimiento económico hoy, para lograr aumentar la calidad y cantidad de educación en un país (lo que los economistas llaman un «trade-off», o un «costo de oportunidad») el problema moral es intergeneracional: yo, Daniel Vaughan, estoy implícitamente dándole más peso al futuro que al presente: le estoy apostando a que en el futuro tengamos una generación de trabajadores mejor capacitados, o por lo menos más educados, y por lo tanto más libres para elegir lo que quieren. Economistas ortodoxos sugieren que el trade-off es diferente: que como estoy dejando de invertir en acumulación de capital físico (infraestructura, máquinas, tecnología, etc.etc.etc.), estoy dándole más peso a las generaciones presentes que a las futuras. Este último punto se olvida que más educación (y más inversión en investigación y desarrollo, sobre todo) es un motor fundamental de crecimiento económico.
Sí entendí su punto, a usted lo leen aquí economistas destacados por lo que nadie va a juzgar mal que eleve la discusión, por eso hay mucha gente que no opina aquí. No tiene que excusarse por el lenguaje técnico porque en última instancia el lector lo busca (y aprende) cuando el sentido que pretende transmitir es claro (y si no hará el ridículo ante gente entendida).
De modo que la cuestión viene a ser ésta: se plantea que la inversión… no, más bonito, la reducción de impuestos a las empresas favorece un crecimiento económico inmediato (pero inequitativo e inepto para obtener un desarrollo cierto a medio plazo) mientras que el aumento de impuestos a las empresas serviría para financiar proyectos educativos, lo que permitiría esperar buenos resultados a largo plazo. Vea, yo soy una persona muy ignorante en economía, pero muchísimas veces he explicado que eso es lo que ha ocurrido en Cuba, con penosos resultados, que la Venezuela de CAP envió a estudiar a miles de jóvenes a las mejores universidades del mundo, con excelentes resultados para ellos, que se «desvenezolarizaron». Que Uruguay hizo al contrario, creó buenas universidades y en lugar de mandar a los jóvenes a estudiar los mandó a aplicar sus estudios y volverse italianos o españoles como sus antepasados. Es un tema viejo. ¿Cómo es que ningún economista, ni ninguna persona de ninguna clase, ha intentado explicarme dónde está el error de eso que digo? Es el desprecio que les inspiran los no economistas. ¿No es más sensato pensar que un crecimiento positivo inmediato genera recursos para financiar la educación? Es que en esas frases suyas hay un sobreentendido colectivista que es sencillamente totalitario. Ya explicó Carlos que las economías son muchas, se puede evaluar el crecimiento del conjunto de la economía, pero eso no hace que los beneficios del trabajo individual pertenezcan al ministro ni a los ciudadanos en general. Ese sobreentendido sólo es la tradición rentista colombiana, que yo hago remontar a Roma, y su fondo es que una casta determinada de verdaderos ciudadanos que no trabajan cuenta con la plata de todos para sus proyectos, en apariencia de la nación, de la sociedad, etc., pero en realidad de los individuos que forman parte de esa casta. Por eso casi todos los que opinan aquí y tienen título de economistas (y casi cualquier título) opinan así. De nuevo, como en cualquier formulación de doctores colombianos queda embolatado el derecho de propiedad y el fruto del trabajo ajeno. La opción por la educación es correcta: en lugar de mandar al muchacho a trabajar cuando acaba la primaria se loSENA, o el bachillerato, etc. Va a prosperar. Sólo es que ese padre hace cuentas con su dinero. Los doctores hacen cuentas con el dinero ajeno y su resultado SIEMPRE es el de Cuba y Corea del Norte, pues de lo que se trata es de parasitismo con la promesa del paraíso (el «paraisitismo» que terminarán ejerciendo los nietos de los paras). De sexo sin compromiso con una remota promesa matrimonial cuando se haya obtenido el doctorado.
3. Yo no se si la educación es más valiosa que la libertad. Ese ordenamiento de preferencias es totalmente subjetivo. Es claro que es condición necesaria para la libertad. Si no está de acuerdo en esta última afirmación me gustaría oir sus argumentos.
«Educación» son muchas cosas, y creo que sobre todo es «no tener relación con universidades colombianas», ya explicaré por qué. Pero ¿cómo que la educación es necesaria para la libertad? Ni en el Gulag pensarían algo así. ¿Qué es la libertad? Un preso lo sabe. La libertad es simplemente «no constreñimiento por otros», y ciertamente tiene muchos límites, pero es como decir que los tiene la estatura o la velocidad humanas. Éstas también se les pueden recortar a las personas, pero no se puede decir que para tenerlas haga falta nada aparte de estar vivo. Para ser más libres puede hacer falta tener más conocimientos, pero mucha más falta hace tener mucha plata.
Ahora bien, si usted me pregunta a mí, Daniel Vaughan, si creo que la educación es más valiosa que la libertad, mi respuesta es que la pregunta ni siquiera está bien formulada: educación para qué? Libertad para qué? O volviendo al tema del crecimiento, crecimiento para qué?
¿Cómo que libertad para qué? ¿Estatura para qué? Cuando la libertad responde a un «para qué» ya no es libertad precisamente porque sufre esa sujeción. Lo que hay en sus razonamientos es un redescubrimiento del fondo proto-totalitario de la mentalidad hidalta sin las rutinas ñángaras. Pero eso es como la promesa de matrimonio pero por lo civil.
5. El caso Chile es bien interesante, porque es un caso excepcional. El gran problema de la ortodoxia es que analizan el caso Chile en el contexto internacional actual. Lo mismo ha sucedido en el pasado con casos atípicos como las economías de los denominados Tigres Asiáticos, y ahorita con China e India. Usted no puede comparar el contexto internacional en el que se hicieron las reformas institucionales en Chile con el contexto actual. Ese fue el gran problema del FMI con su «recetario para el desarrollo»l, que ellos mismos aceptan fue una equivocación.
Yo extrañamente veo el mismo caso en Chile desde tiempos de Pinochet que en España desde el 59 y que en Italia y otros países europeos antes. La receta de trabajar, no despilfarrar, abrir el comercio y reducir la burocracia fue eficaz hasta en la Rusia de la NEP. La receta de la educación siempre ha llevado a la miseria. Es difícil creerlo, pero es así. Y en buena medida ocurre que la base está en esa confusión del significado. La educación que necesitan los niños es exactamente lo contrario de lo que les ofrecen en Venezuela hoy.
Mejor dicho, decir, sin mayores argumentos como usted lo está haciendo, que Chile creció sin necesidad de educar (sino, como implícitamente está diciendo «abriendo la economía») a la población, es irresponsable, por decir lo menos, y por eso no lo pienso discutir, a menos que lo argumente claramente. Antes de que lo haga, si es que lo va a hacer, le sugiero que estudie casos que realmente son exitosos: China e India. No le estoy diciendo que vaya a Google y escriba «china India educación». Le sugiero que lea algo de los estudios que se han sobre el aumento importante de recursos en educación, pero sobre todo en inversión en investigación y desarrollo. Le sugiero también que lea sobre el exito de EEUU (en particular le sugiero la lectura de un libro muy bueno que explica el contexto internacional en el que EEUU pasa a ser líder mundial en investigación y desarrollo: la referencia, por si le interesa, aunque supongo que no, es Geiger, Roger (1993), «Research and Relevant Knowlege: American research universities since World War II».
Genial: Colombia se compara con China, India y EE UU y se pone a invertir en investigación y desarrollo. Pero ¿dónde digo que no es importante invertir en educación? Por el contrario, creo que hay que alargar la primaria y dedicar algo como un año exclusivamente a la lectura, que puede ser más productivo que cualquier otra enseñanza (ya sé que ustedes los economistas colombianos no se interesan por la productividad). Y más aún, he planteado que sería muy bueno que algún político propusiera regalar a todos los niños un libro de lectura con suficiente material para que lo usen por varios años y así los niños pobres avancen en el dominio de esa compleja destreza. A NADIE LE INTERESA. En Colombia toda la cháchara sobre educación se traduce en «rentas para el gremio educativo y de doctores», los cuales practican la educación chavista con resultados que realmente hacen pensar que sin escuelas se estaría mejor.
7. Usted propone una definición de Antiliberal: «Alguien que cree que la educación es algo más valioso que el dinero». No se para dónde va con esta definición, con la que por supuesto no estoy de acuerdo. Probablemente es para ponerme el título de antiliberal.
Déjeme insistir, yo no creo que haya un juicio objetivo sobre este ordenamiento entre educación y dinero. Si usted, Jaime Ruiz, cree que el dinero es más importante, está perfecto: esas son sus preferencias. Si yo, DV, discrepo, está perfecto. No podemos discutir las preferencias, pues son personales y subjetivas. Los comentarios que siguen la definición no tienen sentido discutirse.
Siempre lo mismo: la educación significa muchas cosas, pero en este mundo hay una región que se llama Corea del Norte donde hay educación y otra que se llama Corea del Sur, donde la gente es rica. Exactamente igual que hay una isla llamada Cuba donde todo el mundo tiene salud y educación y enfrente una península mil veces más inhóspita y pantanosa en la que la gente no tiene educación pero tiene dinero. Esa oposición lleva en sí todo el problema de la libertad, pues los animales adiestrados tienen «educación» pero no pueden hacer uso del dinero. Las huestes de manifestantes que aplauden a Fidel son educadas, es decir, su comportamiento ha sido transformado mediante procesos estudiados de transmisión de actitudes, valores, normas y aun conocimientos, mientras que la gente en un lugar donde hay libertad sobre todo tiene límites a su libertad y la educación es algo que escoge y que le puede ser útil para ganar más dinero y pagarse más vicios, o para alcanzar cualquier otro objetivo personal.
Esa manía del rechazo del culto del dinero la he compartido durante toda la vida por ser colombiano y haber heredado las rutinas católicas. Extrañamente en el país más católico del mundo es donde más hay gente dispuesta a cometer asesinatos por dinero. No se da por obvio que a nadie le interesa delinquir ni vivir experiencias tan fuertes ni hacer daño así a otros. Exactamente eso mismo que denunciaba en el artículo original Alejandro con los políticos (que el desprestigio de la profesión repele a los justos y atrae a los réprobos) ocurre con la posesión de riquezas. El lugar donde más asombrosamente es recta y honrada la gente de cuantos he visto es Ginebra, la ciudad en que reinó Calvino y donde más tiene arraigo la doctrina de la predestinación (y que sería miserable en comparación con Florencia, Caquetá, si fuera por sus condiciones climáticas). Y es que al igual que con toda la Reforma lo que emergió ahí, en ese germen del capitalismo, fue la resistencia de los germanos a seguir el camino de la «educación» de la Iglesia oficial y la opción por su libertad como individuos. El que la riqueza se considerara un objetivo legítimo y aun una prueba de la aprobación divina venía de suyo en esa resistencia. Pero en Roma el clero seguía clamando por la educación. ¡La misma prosperidad se consideraba un objetivo colectivo! Y detrás de esa dulce comunión sólo estaban, claro, los beneficios y canonjías del miembro del clero y de su familia, herederos del ciudadano de la época imperial.
Hay un comentario sobre EEUU que es interesante, pero que no alcancé a entender bien. Usted sugiere a EEUU como ideal de libertad? Antes de comentar sobre esto quiero estar seguro que entendí bien lo que está diciendo. Pero déjeme adelantarle mi respuesta: está totalmente equivocado. No se si usted ha vivido en EEUU (vivir es diferente a viajar a EEUU). Si lo ha hecho, creo que se puede haber dado cuenta que esto es así. EEUU es un país donde muy poca gente puede educarse, donde los inmigrantes y negros ni siquiera pueden terminar colegio. Si quiere después hablamos de esto con más profundidad.
Vamos a admitir que eso fuera así: ¿cuál es el problema respecto de la libertad? Digamos, en gracia de discusión «En el país de la libertad no se da educación gratuita». Es correcta. Y sería correcta: «En el país de la libertad todos son analfabetos, rudos, sucios, indecentes». Sería correcta también. ¿Dónde está el problema? La libertad es eso, poder no ir a la escuela, ser sucio, etc. A usted le gustaría más un país en el que no hubiera libertad (o tanta libertad) y todos fueran cultos, refinados, sensibles, buenas personas. Si algo tiene que ser seguro es que es libre de no vivir en el país de la libertad.
Es más, la suposición de que los inmigrantes tengan «derecho» a pedir algo es repugnante (ahí tiene, Sergio). Es decir, ¿cómo es que no llegan los pobres de Ecuador a Colombia y exigen una vivienda? ¿Cómo es que los habitantes de la península cenagosa y húmeda y llena de mosquitos no se van a la isla bonita donde hay educación y salud? La respuesta es muy simple: un país es rico en la medida en que la gente no razona así, en la medida en que son LIBRES (paradigma de libertad, los locos religiosos de EE UU en el siglo XIX) y no se les ocurre pensar que en otro país, precisamente en el país enemigo, tienen que ofrecerles algo. Precisamente toda esa gente rica, la mayor aglomeración de ricos del mundo, era muchísimo más miserable que los inmigrantes de hoy en día y llegó a ser otra cosa por no razonar así, por poblar el desierto y confiar sólo en su trabajo.
El día que una persona recta descubra en su hijo algo parecido a esa protesta porque en el país enemigo no ofrecen cupos escolares a los que llegan de regiones más fértiles y más amables, y por eso considera que ese país es condenable, ese día esa persona tendrá que pensar que ha fracasado todo esfuerzo educativo. Si de por medio hay alguna destreza o algún conocimiento será como enseñar tiro a los sicarios o química a los creadores de explosivos de las FARC (para lo que ha servido la facultad correspondiente de la U. Nacional durante décadas) o a los que procesan cocaína. En su caso, visto ese ejemplo, la noción elemental de educación fracasó por completo. Pero queda la otra, la buena educación:
Para terminar, déjeme volver a pedirle que exprese, de manera concreta, sus ideas sobre Mockus.
Pero no ha leído mis posts. Claro, lo explicó hace poco Mauricio Vargas respecto a los parapolíticos. Usted es economista como es cualquier profesión, porque tal vez los médicos estarían escribiendo sobre medicina. Pero ante todo es una persona de estrato alto que no tiene tiempo de leer lo que escriban los demás. Si quieren que usted los lea, que le hagan un resumen razonable que no lo obligue a estrujarse las meninges.
Bah, es en Colombia, no hay ahí ninguna sorpresa. ¡Ni siquiera respecto a los sacralizados modales se llega a la mínima sensibilidad!
Daniel Vaughan
9 marzo, 2007 at 2:01 pmJaime, aunque tuve la energía de, por primera vez debo confesar, leer todo su post, no la tengo para responderle.
Tiene puntos interesantes y válidos. Acepto que hay imprecisiones en algunas de las cosas que escribí, pero como le digo, ya perdí la energía para corregirlas y alargar una discusión, que en serio, no va para ningún lado.
Un cordial saludo.
DV
Daniel Vaughan
9 marzo, 2007 at 2:35 pmAlejandro, dos preguntas, cambiando un poco de tema, porque este tema, por lo menos a mí, ya me tiene agotado.
1. Veo que tiene muchas ideas sobre cómo es el país que usted quiere. ¿Se ha sentado a escribir algo? Digo, por supuesto, algo más formal, diferente de una columna de opinión. O si prefiere, ¿Ha pensado en reunir lo dicho en sus columnas, o comentado a amigos suyos, en algún documento? De pronto vale la pena hacerlo. Puede generar algo de discusión interesante.
2. Usted estuvo de subdirector del
DNP. ¿Qué tan difícil es hacer cambios desde ahí, ocupando un cargo como director o subdirector? Si es difícil, por qué? ¿Cuáles son los principales obstáculos?
Saludos, DV.
Alejandro Gaviria
9 marzo, 2007 at 3:01 pmHola Daniel:
El año pasado publiqué un librito que reúne varios de mis ensayos. La idea era precisamente darle un poco de coherencia y unidad a estas opiniones. Este es el vínculo
Sobre qué tan difícil es cambiar las cosas, creo que depende de la escala de las pretensiones. Los cambios en el sistema educativo, por ejemplo, toman tiempo. Y dependen de muchas cosas, incluidas las instituciones informales de las que hablábamos al comienzo de esta ya larga conversación. Como dije en un post anterior, quizás lo mejor sea dedicarse a pensar soluciones concretas para problemas concretos.
Recuerdo que a Juan Luis Londoño le exasperaba esta forma de pesimismo. Mi respuesta era siempre la misma. Toca ser macroescéptico y microsoñador. Suena cursi. Pero, al menos, es una buena disculpa.
Daniel Vaughan
9 marzo, 2007 at 3:02 pmAlejandro,
Gracias por la respuesta y por el link, que veo domina ya perfectamente.
Saludos.
DV
Jaime Ruiz
9 marzo, 2007 at 6:27 pmYa están todos exhaustos pero supongo que Alejandro leerá esto. He vuelto a leer la columna y me parece que parte de un error: que los buenos ciudadanos no participan. Pero sí lo hacen, aunque no sean los mejores ciudadanos sí son mejores que los elegidos, sólo es que no los eligen. Las dos listas más respetables al Senado en 2006 no obtuvieron ningún senador. Los cinco partidos que más senadores obtuvieron tienen en todo caso más aspecto mafioso que las listas que fracasaron (Peñalosa y Kalmanovitz). Todos: nacionalsocialistas, iconoclastas, godos, cachiporros y protochavistas. Los otros partidos que recuerdo eran aún peores, y ya no sé si hubo otras listas que llegaron al Senado. ¿No habría que plantear la cuestión como por qué no son elegidos?
Mejor, los buenos ciudadanos no se presentan a elecciones pero sí votan, o pueden votar. ¿Por qué los clientelistas y corruptos obtienen más votos? Para mí es porque Colombia no es Noruega, porque no hay suficientes buenos ciudadanos. Pero al parecer para ver endemismos raros en Colombia hay que ser extranjero o vivir muy lejos.
syllogismes_mao
9 marzo, 2007 at 7:21 pmMemorable Gaviria.Su ultimo post destrona el clasico dirigismo elitista.Clintoniano y Troskista.(Y un post Breve como por si acaso.Le deja a uno tiempo para irse de Groucho con el gran Zangano amigo…El cine que ontologicamente es un documental.O algo asi )
bebeprobeta
9 marzo, 2007 at 8:00 pmDe acuerdo con Silogisto.El blogger tambien tiene derecho a divertirse.
zangano
10 marzo, 2007 at 12:57 pmsyllogismus amigo, algunos comentadores hacen lo opuesto de lo que recomienda el adagio :lo bueno, si breve, dos veces bueno.
idrobo
11 marzo, 2007 at 1:30 amDV: Saludos. Le queria aclarar que la pregunta no fue desafiante. Simplemente queria leer al respecto. Si estudio economia. Le cuento que estare leyendo lo que muy amablemente usted me sugirio y prontamente le comentare. Gracias.
Nixonmanía
23 marzo, 2007 at 11:42 pmAlejandro me parece importante tus comentarios con respecto al tema «Buenos y malos Politicos». Escierto mucha veces no se sabe si a uno como ciudadano del comun y corriente debe pareticipar en politica, pero cuando estamos hay – el caso personal- nos damos cuenta que paralelamente se mueven muchos intereses de todas partes; los partidos, los movimientos, los grupos minoritarios, las personas, etc. Es algo que uno no sabe que hacer si unirse a ellos o tomar partido. Al respecto debo manifestar que garcias a la formacion acacdemica en la secundaria – estudie con sacerdotes – nos dan muchisimas herramientas para saber afrontar este tipo de actuaciones no elelgantes.
Me gusto su artículo y por eso me atreví a escribir.
Soy Concejal del muncipio de Acacías, Meta, y para el caso personal ha sido dificil, pero hay estamos dandonos la pelea en defensa de los intereses de la comunidad, aunque debo ser les sinceros, me he mermado economicamente defiendo a mi comunidad. les invito a leer mi WEBLOG http://www.lanixonmania.blogspot.com
Gracias. Buen día y noche.
NIXON FREY PEREZ MONTERO
Anónimo
29 abril, 2014 at 7:57 pmMe gustaria que miren la pagina http://malospoliticos.jimdo.com esta buenisima y sacan informacion directa de los corruptos