El Estado paternalista tiene cada vez más promotores. Unos lo defienden en nombre de las buenas costumbres y los valores éticos; otros en nombre de la salud pública y el bienestar general. Los primeros quieren controlar las mentes de los jóvenes; los segundos aspiran a proteger sus cuerpos. Pero más allá de estas diferencias, unos y otros pretenden regular el comportamiento privado, sustituir a los padres de familia y en últimas usar el poder estatal para promover una forma de vida particular: la suya.
Como ha informado la prensa nacional, el gobernador de Antioquia Sergio Fajardo decidió hace unos días prohibir los concursos de belleza y los desfiles de moda en los colegios públicos del departamento, pues, en su opinión, “nada aportan a la formación ética… y constituyen una actividad discriminatoria, humillante y atentatoria de la dignidad femenina”. El Procurador Alejandro Ordoñez respaldó la decisión del gobernador con argumentos similares. «Me gusta la idea”, dijo. “La cultura hedonista, la vida fácil, es una de las causas del progresivo deterioro de las ideas y de los valores», enfatizó. “Ipsedixistas” llamaba el filósofo Jeremías Bentham a los reformadores sociales que pretenden convertir sus prejuicios personales en imperativos categóricos, en decretos, leyes o mandatos. La palabreja ya se olvidó (con razón). Pero el concepto es ahora más relevante que nunca.
El Estado paternalista no solo es promovido en nombre de la moral o la ética. Muchas veces se justifica con base en fines más concretos, la salud pública por ejemplo. En Nueva York se prohibió recientemente la venta de gaseosas de más de medio litro con el fin de proteger la salud de jóvenes y niños. En Francia los cigarrillos de chocolate fueron prohibidos hace unos años con el mismo objetivo. Esta semana, en un debate sobre el consumo de drogas que tuvo lugar en la Universidad de los Andes, un funcionario del gobierno colombiano mencionó una estadística, producida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual la mitad de las muertes en el mundo tienen como causa probada algún tipo de adicción. Si buena parte de la población es adicta o enferma, dirán algunos apoyados en la ciencia médica, el Estado debería, entonces, regular la dieta y las formas de vida de todo el mundo. Hacia allá vamos aparentemente.
No es fácil definir los límites del Estado paternalista. Su lógica es expansiva, un paso lleva al siguiente, al otro, al próximo, etc. “¿Será entonces que se prohibirá ahora la gimnasia con sus uniformes ceñidos al cuerpo o el uso de falditas? ¿Se prohibirán también ciertos bailes y danzas donde las niñas dejan ver sus piernas y brazos? ¿Se promoverá el vestido largo o la camiseta cuello tortuga?”, preguntaba esta semana el abogado David Suárez. Otras preguntas vienen al caso: ¿por qué no prohibir también las papas fritas? ¿O las hamburguesas? ¿O los dulces? Al fin y al cabo la obesidad es un problema creciente y muchos estudios señalan, sin dejar lugar a dudas, que los jóvenes deberían comer más frutas y verduras.
Un mundo de jóvenes bien vestidos y bien nutridos, que se dedican a cultivar las virtudes duraderas de la sabiduría y la solidaridad parece un ideal atractivo. Pero puede ser también una gran pesadilla. Sea lo que sea, no justifica la expansión del Estado paternalista y el consecuente menoscabo de las libertades individuales.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 12:32 amOtro dato interesante: en la Universidad de los Andes no está permitida la venta de Red Bull. Ayer, en un foro sobre drogas ilícitas, Ethan Nadelman pidió uno y casi no lo pueden conseguir.
En los próximos años, el Estado paternalista (y mucho de sus defensores en los ámbitos público y privado) regularán cada vez más qué podemos comer y qué no.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 12:32 amPara los interesados en el tema, recomiendo este libro. Según su autor, el economista francés reciente de Gilles Saint-Paul, el nuevo énfasis en los estudios de felicidad y la creciente importanciade la economía del comportamiento (behavioral economics) le está abriendo la puerta, aún más, al Estado paternalista.
Giohanny Olave
19 agosto, 2012 at 12:46 amAlejandro: La decisión de Fajardo es acertada; el método, torpe (la prohibición por decreto). Falta pedagogía ahí.
Pablo Kalmanovitz
19 agosto, 2012 at 1:32 amUn criterio posible para distinguir entre paternalismos justificados e injustificados es si hay de por medio una explotación de una debilidad sistemática de la voluntad. La adicción a las gaseosas con toneladas de azúcar es un buen ejemplo: el estado puede promover el bienestar (la salud) de los ciudadanos "rescatándolos" del mercado perverso gringo de jarabes de maíz. No sé lo suficiente del caso de Fajardo, pero no parece claro que haya algún tipo de debilidad de la voluntad en juego. Que el procurador apruebe puede ser señal inequívoca de que se trata de una forma crasa de moralismo.
No creo que la economía del comportamiento abra aún más la puerta al Estado paternalista. Podría más bien podría contribuir a evitar aperturas injustificadas, como la de Fajardo, vía el criterio anterior. En cualquier caso, no creo que todo paternalismo sea malo. En algunos casos—la adicción a sustancias claramente— parece posible decir que alguien no es dueño de sus acciones ni lo suficientemente consciente de su propio bienestar. ¿O hay un derecho a cultivar el propio malestar?
Aquí Sunstein y Thaler sobre paternalismo libertario:
http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=405940
Claudia
19 agosto, 2012 at 1:36 amDe acuerdo! Nada como la posibilidad de tomar decisiones cada vez más informadas!
Este paternalismo viene de derecha y de izquierda, en la lista de ejemplos incluiría la prohibición de facto de las corridas de toros en Bogotá!
Javier Moreno
19 agosto, 2012 at 1:47 amYo no creo que lo de Fajardo sea una prohibición en la norma. Claramente el impacto de su medida es más simbólico que real. En la práctica, lo único que asegura su decisión (y solo parcialmente) es que la gobernación de Antioquia no gaste plata en reinados de belleza escolares (de la misma manera que la decisión de Petro sólo impide que se gaste plata distrital en las corridas de toros). El paternalismo implica, para mí, algún tipo de prohibición activa y generalizada. El discurso de Fajardo para justificarse es ciertamente moralista, pero no me parece que su norma sea comparable a la prohibición de venta de Coca-Cola dos litros a menores en Nueva York o a los lances regulares del procurador-obispo laico. En mi escala de paternalismo rankea bajo, casi cero.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 1:53 amPablo: claro que hay un derecho a cultivar el propio malestar, simplemente porque este es subjetivo. Si una persona encuentra el maltrato placentero ¿debe el estado impedir que se maltrate?.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 2:01 amProhibir los reinados de belleza no es diferente de cualquier decisión que se tome respecto al sistema educativo público de Antioquia. Es igual de paternalista enseñar algebra o química.
Diego Cardozo Agudelo
19 agosto, 2012 at 2:17 amProfesor Alejandro espero no incomodar con mi pregunta, que no tiene que ver con su columna. Hace poco leí un artículo suyo en la Revista de Economía del Externado. Ese método "Culturomics", es una patente suya?. Que implica analizar (en números=cuantitativamente), las tendencias culturales-sociales y linguisticas, en libros y prensa?. Más allá de sus citas, existe algun texto o elaboracion a parte de la suya que es la primera, sobre el tema?.
Muchas gracias
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 3:05 amPablo: el behavioral economics enfatiza, por ejemplo, las tasas de descuento hiperbólico que implican, entre otras cosas, la incapacidad de prever las consecuencias de muchas decisiones y por lo tanto la incapacidad de ahorrar o comer bien o tomar precauciones más o menos obvias. Allí hay una justificación casi inmediata para el Estado paternalista.
Javier: yo veo los concursos de belleza y los desfiles de moda como una especie de fiesta de disfraces o de actividad cultural espontanea. ¿Cuál sería su opinión si Fajardo hubiera prohibido, con algún argumento medio arrevesado, la celebración de Halloween?
Anónimo 21:01: la decisión nada tiene que ver con el currículo. Aquí se está prohibiendo un actividad extracurricular con base en argumentos dudosos por decir lo menos. Alguien podría prohibir los partidos de fútbol y a usted le daría igual.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 3:09 amDiego: aquí está el artículo seminal de culturomics. Aquí el buscador creado por Juan Manuel Caicedo, uno de los coautores del artículo.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 3:12 amAcertada, contudente y con buen ritmo. Da lastima ver al gobernador Fajardo en ese papel, porque no conseguirá nada. La maldita mania de llegar prohibiendo. No demora en salir una, ley, decreto, o movimiento social que prohiban los casinos en Colombia por generar adicción.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 3:23 amPablo: ¿Qué opina de los casinos que menciona el anónimo 22:12? El problema es quién decide cuáles paternalismos tienen justificación y cuáles no.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 3:29 amOtro ejemplo de lo mismo.
Andres Felipe Ortiz
19 agosto, 2012 at 4:36 amFajardo es enemigo de los reinados por que el busca cambiar el paradigma de una mujer bonita o atractiva por una mujer educada. Nacen las olimpiadas del conocimiento departamentales y se crean incentivos que premian la educación sobre la belleza. No soy amigo de las prohibiciones, creo que la libertad es un valor supremo.
Javier Moreno
19 agosto, 2012 at 5:01 amAlejandro: No sé, no creo que sea comparable. Para mí lo clave es que Fajardo no está prohibiendo ninguna actividad, sólo está limitando su financiación con plata pública en ciertos colegios (los que están a su alcance directo). Llamar a eso "prohibición" me parece un abuso semántico. No le limita a absolutamente nadie la libertad de hacer lo que quiera hacer.
Uno puede discutir, si quiere, la utilidad de una norma como esa (probablemente sea mínima a la hora de reducir los problemas que pretende atacar), pero para mí el paternalismo está más en el discurso de Fajardo para justificarla que en el alcance práctico de la misma.
Personalmente estoy de acuerdo con que los colegios públicos no gasten plata en montar "reinados de belleza". En mi colegio eran una cosa racista, machista y clasista horrorosa. Los desfiles de moda, en cambio, sí me parecen más cercanos a concursos de disfraces. Creo que ahí Fajardo se descachó. Cuando son bien montados, esos concursos son una muy buena primera escuela para diseñadores precoces. Y se supone que Antioquia quiere fortalecer esa industria.
Pascual Gaviria
19 agosto, 2012 at 6:52 amJavier M., creo que ni lo de Petro con los toros ni lo de Fajardo con los reinados infantiles se limita a dejar de gastar dinero público en actividades dudosas.
Petro hizo lo posible por evitar el arriendo del único sitio público donde se podía hacer corridas en Bogotá. No es que ETB deje de patrocinar sino que arrebató, con argucias legales, la plaza de toros a los toreros y aficionados.
Y Fajardo prohíbe los concursos y desfiles en los colegios públicos. No creo que estos invirtieran más que tiempo y un coliseo escolar para su realización. No le compraban los vestidos a las niñas. Se podría decir que el tiempo de los profesores y el uso del coliseo constituyen dineros públicos, pero en ese caso el rector podría prohibir un interclases de baile y justificarse con el presupuesto.
Qué le parecería a usted, por ejemplo, prohibir los grupos de porristas. Hay quienes las ven como partícipes de una gimnasia menor. Otros como una cultura foránea que se encarga de celebrar con el cuerpo y las piruetas femeninas las hazañas de los machos.
No se puede olvidar que desde el Estado se puede prohibir de manera sutil.
Ruiz_senior
19 agosto, 2012 at 11:20 amEn todo caso la libertad individual presupone un nivel de maduración, si leemos "no puede ir solo por la calle" nos indignamos, pero si fuera una persona de dos años nos indignaríamos de que se le permitiera hacerlo. No nos gustaría que prohibieran la pornografía, pero normalmente tampoco se la dejaríamos ver a niños de doce años… Y en esos dos casos echaríamos de menos al Estado protegiendo a las personas, "paternalista" con quienes necesitan padres.
Lo de Fajardo es perfectamente defendible, incluso escandaloso que se lo critique. Pensemos en las familias católicas que no quieren que sus hijas se acostumbren a exhibirse porque consideran pecado todo eso, ¿por qué tienen que mandar a sus hijas a sitios donde se las induce a pecar? Pues por respeto a esas familias está bien que los establecimientos públicos no se dediquen a eso sino a transmitir conocimientos útiles para todos. También podría prohibir el Halloween en esos colegios porque es una costumbre foránea o asociada a supersticiones. El que quiera puede celebrarla en su casa.
Si es paternalista y problemático que busque cambiar el paradigma de la mujer atractiva por el de la mujer talentosa. Que lo haga con sus hijas, las demás no están para cumplir sus fantasías.
Queda comentar que esa clase de decisiones tienen un aspecto mediático-electoral muy llamativo, pero la política es así y a nadie se le puede reprochar. Como jugada de marketing es acertadísima.
(Pura curiosidad, ¿es corriente en Colombia hablar de "frutas y vegetales"? El arroz y las mismas frutas son vegetales. Y otra cosa, si yo fuera gobernador impondría penas severas para el vicio de escribir "el mismo", nombraría funcionarios enérgicos para aplicar las mismas hasta hacer desaparecer el mismo, por mucho que el presupuesto se me fuera en pagar a los mismos.)
Ruiz_senior
19 agosto, 2012 at 11:48 amPerdón, Alejandro, sobre el post anterior, la noción de los derechos sociales como fase superior del progreso presupone el socialismo, la expansión del Estado. Por una parte, ésta se ha mostrado ineficaz para generar riqueza, que es lo que se necesita para pagar esos bienes descritos como "derechos", los ricos no van a reclamárselos a los demás sino que los pagan. (Ver por ejemplo, Guy Sorman). Por otra parte, las maquinaciones de los grupos parasitarios para explotar esa organización en su provecho conducen siempre a algún tipo de tiranía, no es una rareza colombiana. Venezuela o Argentina darían resultados parecidos.
Los derechos sociales amenazan los derechos individuales, y la organización estatal siempre encuentra pretextos para tener en qué gastarse los recursos comunes, en hacer cumplir la historia, en el reino milenario de la raza aria, en la construcción nacional (en Cataluña es impresionante), en el progreso moral (Zapatero se gastó fortunas gigantescas en subvencionar comunidades gay de muchos países africanos)…
Los derechos sociales suenan a Estado paternalista y presuponen una expansión creciente del gasto público, que es lo que propone Salomón Kalmanovitz. No es que hayan sido falseados por los administradores colombianos (me recuerda a los trotskistas, para quienes Stalin falseó a Marx), sino que en otros países el abuso ha sido más difícil de detectar. El derecho a la vivienda se tiende a aplicar en todas partes como en Cuba o Rusia, instalando extraños en las casas familiares y proveyendo palacios a los proveedores de derechos.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 12:29 pmEn principio estoy de acuerdo con Gaviria, pero supongamos por un momento que las niñas de la facultad de economía de los Andes proponen hacer un reinado de belleza en el campus. ¿Qué haría el decano? Probablemente –especulo, claro–les diría, "váyanse con su reinado a otra parte" pues este no es el sitio apropiado para ese tipo de eventos". Eso no implica que el decano esté prohibiendo los reinados per se, sino que no acepta que la facultad de economía, diseñada para aprender economía, se use para hacer cosas probablemente inoficiosas como los reinados de belleza. Lo mismos pasa con lo de Fajardo, pero no es lo mismo que lo de Gustavo Petro y los toros, porque la plaza de toros está hecha para las corridas de toros, y al que no le gusten que no vaya a verlas.
Nelson Vanegas A
19 agosto, 2012 at 1:38 pmAlejandro,
muy de acuerdo con tu columna de hoy. Lo del gobernador de Antioquia es una alcaldada tan innecesaria y arbitraria como la decisión sobre las corridas de toros de Petro.
En lugar de convencer, esos a quienes acusas de pretender darle al Estado una orientación paternalista, imponen, prohíben. Eso va en contra de las raíces liberales de los estados. Éstos no tienen la misión de regular cada aspecto de la vida, solo de poner un tejido común de normas razonables para prosperar, imponer justicia y hacer cumplir los acuerdos sociales.
El peligro de Fajardo es que se ve a sí mismo como nuestro próximo salvador y habría que detenerlo o hacerlo al menos pensar antes de que lo empotremos como tal. Cada Presidente de Colombia se siente un mesías y cada uno nos hace un daño terrible. No los ponemos ahí para que nos salven pero ellos creen que sí.
Por otro lado, vale decir, en el caso de Fajardo, la influencia indebida y a todas luces arbitraria e ilegal de su esposa se deja sentir. La señora en Medellín tenía vallas en las vías que nadie en la Alcaldía se atrevía a tocarle pues eran para promover sus pequeños proyectos… todo con plata oficial, aunque ella no fue elegida por nadie. Lo mismo está volviendo a pasar en la Gobernación, ella manda por boca del Gobernador para imponer una voluntad bastante cuestionable y sesgada. El peor peligro, que ellos mismos no ven el sesgo.
Por último, dice el dicho que de buenas intenciones está pavimentado el infierno. Y eso es algo que habría que recordarle a Santos, Fajardo y todo el mundo en el poder. No se gobierna a punta de imponer buenas intenciones.
Un ejemplo de lo anterior son las leyes que están permitiendo empapelar a todo el imbécil que diga algo que en su estupidez pueda ser interpretado como racista. Nada más odioso que el racismo pero la vía no es meter a la cárcel a todo tonto al que se le zafa una frase que pueda tener esa connotación. La solución real al racismo es otra, no la supresión de la libertad de expresión que debería reinar suprema. Y eso incluye los reinados escolares y los desfiles y lo que sea que las estudiantes quieran hacer y que no atente contra las leyes. De lo contrario terminaremos como Putin, metiendo a la cárcel a los incómodos punkeros.
Maldoror
19 agosto, 2012 at 1:58 pmHonestamente no veo como lo de los toros sea paternalismo. El paternalismo es una forma de proteger a alguien, aun contra su voluntad. Petro no esta tratando de proteger a nadie con lo de los toros, aún si avocara por su prohibición (ahí la discusión es un tema de derechos de los animales o de las obligaciones humanas con éstos). De resto, de acuerdo con la columna.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 2:26 pmJavier: creo (fue mi impresión después de leer el decreto) que la prohibición no apunta a la financiación sino a la actividad en sí misma. Si fuera solo una decisión presupuestal, no cabría hablar de paternalismo. Pero la decisión va más allá.
Maldoror: no estoy de acuerdo con la prohibición de las corridas. Pero concuerdo con su opinión, no es paternalismo, es otra cosa y por lo tanto el debate al respecto es otro (aunque relacionado).
Jaime: ¿no se puede reprochar el marketing político? Una cosa es entender su lógica, otra muy distinta aceptarla sin chistar. Usted mismo critica (en exceso digamos) actitudes políticas que obedecen a la misma lógica.
Nelson: De acuerdo. Conceptualmente, al menos, la diferencia entre el encarcelamiento de las jóvenes rusas y de quienes gritan insultos racistas en los estadios es de grado, no de clase.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 2:26 pmHasta donde estoy informado del tema, Sergio Fajardo en ningún momento prohibió los reinados en toda Antioquia. Él lo que hizo fue decretar que no hubiesen reinados en los colegios, y eso es muy diferente por dos motivos señor Alejandro Gaviria. El primero porque la escuela no es un lugar para reinados, y si no fuese así, pues entonces mejor convertir los salones en casinos y salas de cine porque como a los estudiantes les gustan las películas y el juego de cartas, no podemos atentar contra su libertad. Si quieren hacer reinados, pues que lo hagan en otro lado, y hasta ahí no veo dónde se les esté cortando la libertad. Lo segundo es cuestión de ser coherente con lo que se dice y hace. Es como si un corrupto dictara charlas de ética. Ésto lo digo porque en muchos casos he visto como se promueven campañas pero a su vez, se promueven causas que van en contra de esas campañas. Por ejemplo empresas de licores o de cigarrillos patrocinando equipos de fútbol o promocionando el deporte. Pienso en ese sentido y respeto su opinión pero no la comparto. Muy buana columna para el debate.
Alejandro Duitama
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 2:42 pmAlejandro: en bachillerato, en los años 80s en Medellín, convertíamos la capilla en un teatro y veíamos películas de cine. Había también una especie de reinados que eran, en últimas, una forma de recoger dinero con el fin de hacer unas donaciones a los habitantes del barrio La Iguaná, cercano al colegio. Había algo de mal gusto en los reinados, pero también algo positivo. Sea lo que fuere, eran una actividad extra curricular, voluntaria, que no reñía con la educación.
En fin, no es tan fácil, en mi opinión, decidir qué pertenece al ámbito de la educación y qué no. Las prohibiciones por decreto, basadas en los sesgos personales de los gobernantes, son en el mejor de los casos arbitrarias.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 2:50 pmJaime: el camino a la servidumbre es más complejo, decir que los derechos sociales llevan al socialismo es una gran inexactitud (histórica).
Marlil
19 agosto, 2012 at 2:54 pmA propósito del tema de la obesidad, en México establecieron unos lineamientos respecto a los alimentos que pueden venderse en los colegios, donde definen desde la cantidad…hasta la exclusividad a ciertas marcas específicas… como Cocacola y jugos del Valle. La polémica sigue presente porque por una parte se educa sobre alimentación sana y por otra se definen los alimentos chatarra que pueden consumirse. http://www.insp.mx/alimentosescolares/alimentos_permitidos.php#irabajo
Javier Moreno
19 agosto, 2012 at 3:02 pmPascual: El reinado es un evento que requiere que todo el colegio le ceda tiempo. Y no son solo las dos horas de la ceremonia de cierre. Usualmente toma una semana o incluso dos de eventos relacionados en horas que supuestamente se deberían dedicar a las clases. Es una actividad extracurricular de dudoso valor que toma tiempo curricular de toda la comunidad. Esto lo pone en una categoría distinta que las prácticas de porristas o el club de fisicoculturismo.
Para mí, el tiempo de clases que el colegio cede al reinado es una especie de financiación implícita. Y a eso hay que sumar el préstamo de las instalaciones y demás.
Por otro lado, si una persona de verdad requiere participar en un reinado para desarrollar su personalidad, puede hacerlo en otro sitio que no sea el colegio.
Con respecto a Petro y los toros, siento que es como si un club social de ricos reclamara porque le quitaron las instalaciones que tradicionalmente la alcaldía les arrendaba (para colmo con subvenciones Dios sabe cómo justificadas). Si quieren club propio sin limitaciones de uso, pues gasten plata y monten uno.
Alejandro: De acuerdo: el discurso de Fajardo para justificar la norma es sin duda paternalista. Y probablemente si estuviera en sus manos prohibiría los reinados en todo el departamento. Pero en la práctica lo único que puede hacer (y hace) es cortarle el apoyo (financiero y político) que se requiere para que colegios públicos dependientes directamente de la gobernación. Llamar a eso prohibición me parece exagerado. Como le decía a Pascual, si de verdad un grupo de estudiantes quiere montar un reinado y lo necesita para su realización personal o lo que sea, seguro que hay muchísimos lugares/contextos, por fuera del colegio, donde pueden hacerlo así a Fajardo no le guste.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 3:09 pmEl godo, aunque se vista de bluyín…godo se queda.
RA
Harold Londoño
19 agosto, 2012 at 3:09 pmEsos papás que andan todos contentos con las medidas de Fajardo, suelen ser los mismos que, de regalo de 15 Años, les regalaron a sus hijas unas puchecas bien redonditas.
Javier Moreno
19 agosto, 2012 at 3:18 pm(Perdón, debería decir: "[…] se requiere para que los realicen colegios públicos dependientes directamente de la gobernación." )
Anónimo
19 agosto, 2012 at 3:25 pmPues parece una medida que reduce el incremento de embarazos en adolescentes.
Ripley.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 4:14 pmLos colombianos no son niños que necesitan papá; a menos que esos niños los viole y asesine un miembro del ejercito como lo es Muñoz Linares; entonces allí el Estado se vuelve intervencionista tratando de controlar a las mafias perversas y asesinas que protegen al desadaptado sin honor; aunque dichas mafias sean difíciles de controlar y quieran pregonar el fuero militar.
Cambiando de tema, Fajardo piensa emitir una ley antitabaco que trata de disuadir a las personas a que dejen de fumar cigarrillos.
Usted, que me está leyendo,.. fuma?
Pablo Kalmanovitz
19 agosto, 2012 at 5:52 pmAlejandro: justamente, creo que limitar el acceso a casinos puede ser una medida de paternalismo justificado, p. ej. restringirlos a ciertas áreas y grupos de edad, quizás limitar los montos apostables, no sé. Creo que la adicción al juego y el riesgo que implica para muchos está bien documentado. En casos de adicción, mal podría hablarse de la libertad de botar la plata en un casino.
¿Por qué no prohibirlos completamente? Porque también para muchos, supongo, pueden ser una "sana diversión"; porque es deseable que haya una presunción a favor de la libertad; porque puede ser difícil identificar los casos de adicción, etc.
En todo caso, estamos de acuerdo en que la pregunta clave es quién decide qué medidas serían paternalistas justificadas. El criterio de behavioral economics no es transparente. Y además, obvio, de la norma a la implementación hay mucho trecho. Pero entiendo que el argumento de su columna es de principio, no sobre los riesgos inherentes a la pretensión de extender los "tentáculos" del estado.
Ruiz_senior
19 agosto, 2012 at 7:32 pmEl embarazo no conviene a las candidatas, por lo que esa medida no reduce el incremento de embarazos en adolescentes, sino que aumenta la reducción del incremento.
Y acabo de leer una definición muy acertada de libertad: la libertad de botar la plata en un casino. Podría ejercerla hasta el dueño del casino, o sus herederos.
Miguel Angel
19 agosto, 2012 at 7:35 pmEntre tanta información que somos incapaces de manejar en una sociedad mediada por los medios, caemos rápidamente en los estereotipos, que son la manera más fácil de tratar de delimitar nuestro desconocimiento o conocimiento de un tema. Nos pasa todos los días, y ninguno está fuera de su influencia; y cuando le jugamos a los estereotipos somos paternalistas, a lo mejor y ese es el gran error de Fajardo.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 8:09 pmA yamid Amat que no lo dejen ir a los casinos.
juan francisco muñoz
19 agosto, 2012 at 11:15 pmInteresante la la gráfica de n-grammas: Muestra un descenso del uso de la palabra "reinado" en los medios de comunicación en los últimos doce años.
juan francisco muñoz
19 agosto, 2012 at 11:27 pmSobre un tema anterior:
Según Alfredo Molano, la Opic es un grupo de esquiroles y paniaguados.
La OPIC es un grupo de indígenas del Cauca que protestan, no contra el Estado y el gobierno, sino contra las directivas indígenas que manejan las transferencias especiales y la asignación de tierras.
La OPIC es liderada por Ana Silvia Secue, una mujer de 40 años que era profesora de escuela y se aburrió de ver como sus estudiantes reciben la peor educación, están desnutridos y enfermos, mientras que los dirigentes del CRIC (el consejo regional indígena del cauca) manejan de forma ineficiente e inequitativa los recursos dados por el Estado y las tierras de frontera productiva que poseen los indígenas.
Pero para Molano, los mimbros de la OPIC son deleznables. Indígenas corrompidos por la sociedad capitalista y por la ilusión de progreso. En fin, yo vivo en Popayán, y siempre le pregunto a los taxistas qué piensan de estos temas públicos, creyendo que ellos son representativos de la opinión de la calle: Todos los que me han dado una respuesta están de acuerdo con Ana Silvia Secue y desprecian al CRIC. Muchos con anécdotas particulares. El portero de mi edificio, que es indígena, del cabildo de guambía, tiene una historia de vida más parecida a lo que cuenta la líder Secue que a lo que dirían los líderes del CRIC: Me dijo: "me vine popayán a buscar trabajo para alimentar a mis hijos, porque eso allá naide da trabajo". Tuvo la fortuna de que en nuestro edificio todavía no usamos puertas eléctricas, y sus servicios son requeridos.
En fin, la postura de Molano, parace más la de un combatiente, que la de una persona que realmente haya conocido las historias reales de quienes protagonizan esta situación.
Pero uno lee a gente joven diciendo que Molano representa la sabiduría en este país. Lo llaman investigador, hombre docto… en fin, es algo muy triste.
Anónimo
19 agosto, 2012 at 11:59 pmhttp://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juanestebanconstain/quin-podr-defendernos-juan-esteban-constan-columnista-el-tiempo_12131719-4
"…en que la corrección política se está volviendo una nueva forma del fundamentalismo (el peor de todos, pues es inapelable, lo imponen los buenos y los justos)…"
Alejandro Gaviria
20 agosto, 2012 at 12:46 amEn todo caso yo no creo en la ingeniería de valores. Y menos en el Estado como ingeniero mayor.
Alejandro Gaviria
20 agosto, 2012 at 1:00 amJuan Francisco: no hay que prestarles atención a los lunáticos que comentan en los foros de El Espectador. Lea por ejemplo la columna de Lisandro Duque, que defiende el partido comunista y denigra de Robledo. Tiene cientos de elogios. La mayoría considera a Robledo un reaccionario. Esos comentarios son poco más que un ruido de fondo.
juan francisco muñoz
20 agosto, 2012 at 1:10 amApoyé a Fajardo en su candidatura, e incluso lo conocí. Como cosa curiosa, organicé para él un conversatorio con los estudiantes de matemáticas de la universidad del Cauca.
Yo era el moderador, y tenía en la agenda la discusión de una serie de puntos sobre política, educación, entre otros temas. A pesar de que la idea era hacer del evento algo más académico, Fajardo tomó la palabra, y no paró. Solo repitió el mismo discurso que daba una y otra vez durante su campaña.
Yo no pude evitar sentirme desilusionado. Había algo en él que me parecía "terco", "obstinado". Parecía más una persona dispuesta a imponer sus propias ideas que alguien dispuesto a discutirlas.
Sin embargo, en esos momentos, apoyarlo parecía ser lo que había que hacer.
seamus
20 agosto, 2012 at 1:42 amFajardo y Mockus representan un movimiento soportada en un electorado de opinion, que se ve a sí mismo ilustrado. A pesar de su "alternatividad", en el fondo acuden a los mismos métodos totalitaristas de la derecha católica y la izquierda.
juan francisco muñoz
20 agosto, 2012 at 1:43 amMockus, tiene algo de ese paternalismo. No en su visión sobre la economía o el desarrollo, o las condiciones que obligan a cumplir leyes y a convivir, que caracterizan tal vez las mejores posturas que siemrpe ha sostenido. Pero sí su condena a la política tradicional, y su insistencia en que el clientelismo y la corrupción son simplemente estadios de involución de la política, que pueden ser superados fácilmente con posturas indignadas de una élite superior. Frases como: "La clase política es igual de desalmada, de cruel y de obstruccionista que las Farc, guerrilla que pertenece por eso mismo a la Colombia vieja", hacen pensar en cierto paternalismo mockusiano, que condena la naturaleza inevitable de los políticos, mientras se engaña a sí misma con la posibilidad de un mundo dirigido por unos pocos más virtuosos que la mayoría.
Siemrpe me pareció interesante el que políticos nuevos como Mockus y Fajardo, crearan equipos de trabajo que parecen más sectas de culto, o hasta grupos de adoración a un líder (sobre todo en el caso de Mockus), que grupos políticos.
Mockus termina afirmando que los partidos políticos son como "iglesias sin fe". Les atribuye el fracaso de no poder responder a los anhelos espirituales de lso ciudadanos. En fin, Mockus cree, ciegamente, que el clintelismo y la corrupción no pueden representar esos anhelos, sino solo una perturbación de los mismos. Irónicamente, no se da cuenta, que él se engaña a sí mismo, de la misma manera como lo hicieron los religiosos durante siglos: Cree que la mala política no está en la naturaleza humana, sino en el efecto corruptor de cierta forma como funciona la sociedad.
Tal vez la insistencia en el paternalismo, de todos los tipos, tenga como raíz esa negación de la naturaleza humana.
Alejandro Gaviria
20 agosto, 2012 at 2:05 amJuan Francisco: también apoyé a Fajardo. Le tengo aprecio personal. Estoy seguro de que esta crítica pública no le va a gustar. Los políticos tienen un sentido exaltado de la lealtad. En la academia, la cosa es distinta. Pero Fajardo ya salió hace rato de este mundillo. Saludos.
Alberto
20 agosto, 2012 at 6:53 amAlejandro;
Por medio de esta entrada decreto que;
I. En tratándose de imágenes que acompañan los artículos del blog, la de este tema me gustó en demasía.
Parágrafo 1: Sírvase informar a este despacho la fuente del cartel.
II. Considero un error sugerir que lo propio del Estado Paternalista es el ejercicio de la prohibición. Al respecto, aunque reconociendo el recelo y la distancia que sobre el discurso de Foucault han manifestado algunos comentaristas de este blog, recomendaría la lectura de la compilación de clases titulada “Seguridad, Territorio y Población”.
III. Recordé un programa de hora 20 en el que Nicolás Uribe defendía la prohibición de las drogas en contra de la postura de Alfredo Rangel, Antonio Caballero y Alejandro Gaviria. En la citada discusión, Nicolás, para evitar incurrir en una contradicción, afirmó que, en determinadas circunstancias, es deber del Estado regular el consumo de chicharrón.
Juan Vásquez
20 agosto, 2012 at 2:10 pmLos gobiernos siempre serán paternalistas y las leyes prescriptivas ¿no?
Anónimo
20 agosto, 2012 at 4:00 pmAlejandro,
El tema de los reinados me parece diferente al de las medidas encaminadas a mejorar la salud. Mientras los dineros públicos sigan financiando la salud, el Estado puede y debe regular sobre esos temas. Bloomberg no prohibió el consumo de gaseosa sino la venta de ciertos tamaños. El que quiera tomar más, pues que compre dos botellas, pero no veo por qué mis impuestos tengan que pagar por los bypass triples de los que no se cuidan.
En ese sentido hay otras medidas que me parecen mejores. Por ejemplo, también en Nueva York, los restaurantes de cadena deben poner el contenido calórico de la comida. Eso hace que la gente al menos considere opciones alternativas a la tradicional hamburguesa con queso, tocineta, y papas fritas.
Anónimo
20 agosto, 2012 at 5:09 pmAnónimo 11:00
Ese es un argumento en contra del gasto público en salud, no a favor de prohibiciones paternalistas. Todos podemos hacer cosas por ser más saludables. Siguiendo la idea el estado también debería asegurarse de que los niños lleguen a la casa a estudiar o ¿por qué mis impuestos tienen que pagar la educación de niños que se la pasan jugando?.
Retomando un tema de hace algunas semanas sobre consecuencias inesperadas: http://www.forbes.com/sites/modeledbehavior/2012/07/23/bloombergs-big-soda-ban-a-lesson-in-unintended-consequences/
Anónimo
20 agosto, 2012 at 5:15 pmEstoy de acuerdo con el último anónimo. Lo libertarios están convencidos de que las libertades priman por sobre todo siempre y cuando no se la haga daño al del al lado. El problema es cuando "el de al lado", como contribuyente, tiene que pagar por las consecuencias de los excesos de los irresponsables de turno. Y esto aplica al cigarrillo, al trago, a las drogas psicotrópicas, al chicharrón, sí señores, y a la falta de ejercicio, para mencionar solo los temas más obvios. En resumen, vuelvo y repito, no puede haber "derechos" y "libertades" sin sus correspondientes responsabilidades, con el perdón de los afectados.
Anónimo
20 agosto, 2012 at 5:16 pmMe refería al anónimos de las 11:00.
Alejandro Gaviria
20 agosto, 2012 at 6:44 pmAnónimo 11:00: no tengo nada en contra de la obligación de publicar información sobre contenido calórico y nutricional (no funciona, pero esa es otra discusión).
Sobre el tema de los impuestos y la salud, diría lo siguiente. Más que con las muertes tempranas y los by-pass, el problema fiscal está asociado con el envejecimiento no esperado. Si reducimos este asunto a una cuestión fiscal, tal vez sea óptimo incentivar el consumo de cigarrillo, licor y grasas saturadas.
La prohibición de los reinados también se ha querido llevar al terreno fiscal: "no queremos que los impuesto se gasten en actividades dudosas". Pero, en mi opinión, el debate fiscal también es secundario en este caso.
Alejandro Gaviria
20 agosto, 2012 at 6:46 pmEnlace compartido por el anónimo 12:09: Bloomberg's Big Soda Ban a Lesson in Unintended Consequences
Maldoror
20 agosto, 2012 at 7:35 pmIrónicamente, no se da cuenta, que él se engaña a sí mismo, de la misma manera como lo hicieron los religiosos durante siglos: Cree que la mala política no está en la naturaleza humana, sino en el efecto corruptor de cierta forma como funciona la sociedad.
Juan Francisco, ud de casualidad conoce la teología del pecado original y la depravación total. No sé exáctamente quien es el religioso acá.
Maldoror
20 agosto, 2012 at 7:53 pmAnónimo 12:15:
Pero bueno, los libertarios también están convencidos que las personas no deberían estar forzadas a pagar por la salud de otros (y de sus excesos en ese tema), así que en ese sentido no se les puede acusar de incoherencia.
Ruiz_senior
20 agosto, 2012 at 7:58 pmHarold, no entiendo por qué van a alegrarse de que prohíban los reinados los padres que les regalan a sus hijas operaciones de tetas. Aunque me hace pensar en otra cosa, que hace más divertida la medida de Fajardo: no es que se busque un modelo de mujer estudiosa y formal, sino que los reinados ultrajan a la mayoría, tanto de niñas como de padres, ya que la mayoría no pueden competir. Claro, más gente entusiasmada. Raro que no se le haya ocurrido a alguien antes.
Anónimo
20 agosto, 2012 at 8:23 pmMaldoror:
Totalmente de acuerdo con usted en el asunto de los libertarios y los impuestos. Quiero ver entonces como es que va a defender sus veleidades izquierdistas sobre lo que el Estado debe hacer en apoyo a los menos favorecidos y la multiplicidad de "derechos adquiridos" que tienen los colombianos ¿De dónde va a salir la platica para garantizarlos si no es de los impuestos (bajo la premisa libertaria de que cuelquiera debe poder hacer lo que le venga en gana sin tener que preocuparse por asuntos de equidad ni ninguno de esos horrores que coartan la libertar individual vía impuestos y selección de gasto público)? De la imprenta del Banco de la República?
Maldoror
20 agosto, 2012 at 8:41 pmAnónimo:
¿Y quien le ha dicho ud que yo creo que yo creo que el "Estado debe dar apoyo a los menos favorecidos" o que creo en los "derechos adquiridos" (no sé exáctamente a cuales se refiere, supongo que son los del Estado social de derecho)?
Anónimo
20 agosto, 2012 at 9:01 pmEsos, los que garantiza la Constitución. No lo he visto por aquí con los uribistas proponiendo un desponte de la Constitución del 91, que es terriblemente costosa en términos de los derechos que garantiza.
Maldoror
20 agosto, 2012 at 9:09 pmAnónimo:
Quizás no me ha visto con los uribistas, porque dudo de sus motivos tanto del tipo de constitución que propondrían para reemplazar la del 91. Sospecho que su interés no es tanto desmbacar los derechos sociales de la constitución del 91, sino por un lado redefinirlos de tal forma que sean abiertamente derechos en favor de lass clases dominantes (más aún de lo que ya lo son en la práctica), y por otro lado, asegurar la futura reelección (¿indefinida?) del prócer en cuestión.
Anónimo
20 agosto, 2012 at 9:10 pmMardoror: En caso de que me haya equivocado y no sea usted el que estoy pensando, le agradecería que me expusiera su punto de vista sobre la redistribución del ingreso, en su calidad de libertario. En caso de que no comulgue con la redistribución del ingreso, debido a que es un libertario consecuente que no justifica los impuestos, cuál es su punto de vista sobre los resultados que produce una sociedad esencialmente darwinista (en el sentido de la naturaleza humana) si no hay ninguna intervención del Estado para "ajustar las cargas"? (Y todo lo que ello implica en materia de deberes y responsabilidades, que seguramente irán a coartar la libertad individual).
Anónimo
20 agosto, 2012 at 9:11 pmProponen la del 86…
Johan Felipe García Vargas
20 agosto, 2012 at 11:20 pmCreo que la medida es paternalista, pero hay un detalle que me gustaría resaltar, la medida esta dirigida principalmente a niños y el paternalismo es una actitud natural y adecuada cuando tratamos con niños.
El problema surge cuando el estado es paternalista con los adultos.
En cuanto a los toros es una decisión política, que interpreta la voluntad de la mayoría. Si mañana elegimos un alcalde al que no le guste el fútbol, este debería dejar de arrendar el campín y usar ese escenario para cosas que le gusten a la gente.
Anónimo
21 agosto, 2012 at 12:30 amQue un paternalista exmandatario no sepa las andanzas de su jefe de seguridad, está muy, muy , pero muy sospechoso.
A proposito, que relación tendrá la aceptación de culpabilidad de Santoyo con esta noticia tan espectacular.
De algún modo algo está del timbo al tambo.
Alejandro Gaviria
21 agosto, 2012 at 12:37 amAlberto: un detalle interesante (podría servir incluso para un pequeño parágrafo). Foucault usó a al Panóptico de Bentham como imagen del “Estado prohibidor”.
No conozco la fuente del afiche. Lo había visto alguna vez, guardé la imagen y olvidé el origen.
Saludos.
Alejandro Gaviria
21 agosto, 2012 at 12:44 amJohan: hay dos definiciones del Estado paternalista mezcladas en la columna: aquel que trata a los adultos como niños y aquel que pretende sustituir a los padres (Estado niñera le dicen los gringos). Tal vez debí haber sido más claro al respecto, pero la crítica apuntaba a ambos (más al segundo que al primero, pero a ambos).
jfk
21 agosto, 2012 at 3:38 amNo podemos ignorar que cuando un ESTADO PATERNALISTA quiere actuar -y le conviene-, pues no pide permiso. Si no tiene una causa que lo afecta directamente en su "propia isla", la inventa.
El problema es la justificación y el desastre consecuente.
Alberto
21 agosto, 2012 at 4:18 amAlejandro;
Es cierto, ciertísimo, que Foucault usó a al Panóptico de Bentham como imagen de un cierto tipo de circulación del poder que podría considerarse jurídico-disciplinar; pero no para subrayar la dimensión restrictiva del poder, sino como modelo de una sociedad o de un espacio en el cual los ojos del poder están en todas partes. ¿Y para qué quiere el poder, como Dios, tener los mil ojos de Argos? No precisamente para prohibir.
Foucault repite, obsesivamente, casi monótonamente, que la mirada sobre el poder (o sobre un Estado) desde el punto de vista de la prohibición es una perspectiva que induce al error y que no permite avanzar en el análisis del poder mismo.
En palabras del mismo Foucault "el poder no pesa sólo como potencia que dice no, sino que cala de hecho, produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos; hay que considerarlo como una red productiva que pasa a través de todo el cuerpo social en lugar de como una instancia negativa que tiene por función reprimir" (FOUCAULT, Michel. Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Alianza Editorial. Madrid 2004. Pág. 148)
Buena noche.
Juan Carlos
21 agosto, 2012 at 4:41 amAlejandro, hay una Sentencia de la Corte Constitucional sobre el Estado Paternalista que sustituye al papá. Con ponencia de Carlos Gaviría Díaz decidió sobre la dosis personal.
Plantea que el Estado tiene límites para decidir sobre la salud de las personas y uno de esos límites es el libre desarrollo de la personalidad como derecho fundamental y personalísimo.
Sansinverguenza
21 agosto, 2012 at 3:51 pmEl fundamentalismo de lo políticamente correcto es la decadencia de occidente. Como reistencia propongo las obras de Ayn Rand y la máxima de Moliere: "cada cual puede hacer de su cul.. un candelabro."
Anónimo
21 agosto, 2012 at 4:19 pmPablo K. si prohiben los casinos, mi abuelita, a la que nadie le manipuló su voluntad, se muere. a ella no le intereza, si existe o no un gobernador llamado Fajardo, o un Petro. Si algunos como yo, sentimos felicidad (igual a que experienta ella en el casino)de estar escribiendo en blog,no le intereza nada, ni siquiera si Santoyo es adicto al poder, no solo quiere apostar y sentir en sus manos las fichas y ganar o perder y regresar en la madrugada en un taxi gratis que el señor del Casino les contrata. No jadan la felicidad de la gente, con posturas morales fajardistas.Atentamente, nieto emputado.
Ruiz_senior
21 agosto, 2012 at 5:10 pmAlejandro, pero ¿qué pueden hacer los padres para que sus hijas no participen en los reinados si tienen que estar en el colegio que organiza eso? El Estado reemplaza a los padres porque cada padre no puede decidir libremente eso. Y de paso, precisamente en esa prohibición se juegan muchos votos, con lo que no sólo los reemplaza sino que también los interpreta.
Alejandro Gaviria
21 agosto, 2012 at 5:19 pmJuan Carlos: mil gracias por el dato. Saludos.
Anónimo
21 agosto, 2012 at 6:42 pmA mi hermano le encanta manejar borracho y lo reivindica como un derecho al libre desarrollo de su personalidad:¡Le encanta la velocidad, el riesgo y el peligro, acompañados de unas buenas tequilas. Hasta ahora no ha matado a nadie.
Alejandro Gaviria
21 agosto, 2012 at 9:48 pmEl último comentarista no conoce el concepto de externalidad. Tampoco esta famoso principio de J. S. Mill: "the only purpose for which power can be rightfully exercised over any member of a civilized community, against his will, is to prevent harm to others".
Nicanor
21 agosto, 2012 at 10:52 pmAlejandro tiene razon: el estado paternalista tiene cada vez más promotores, inclusive algunos miembros del Grupo Empresarial Antioqueño. En este artículo (muy viciado hay que decirlo) se expone de manera unilateral el problema reciente de las neveras compradas a bajo precio en el ÉXITO.
El mismo presidente de BANCOLOMBIA, donde Alejandro forma parte de la junta directiva, mandó esa carta a sus empleados. Hasta ahí todo va bien, sin embargo el problema ha avanzado hasta tal punto que se quieren violar los derechos de los compradores y se les quiere obligar (en nombre de las buenas costumbres) a pagar el excedente de la compra. Para esto, obviamente hay que revelar sus identidades y presionarlos desde el interior del banco con un despido en caso de no hacer "tan bondadosa consignación".
Si a uno le llega un correo donde dice que una nevera cuesta 400.000 pesos ¿No puede comprarla pensando que es una excelente promoción? Salir a juzgar inmediatamente que todos actuaron de mala fe, no solo es apresurado sino que es un argumento vendedor. En especial si proviene del presidente de la compañia lo cual se interpreta como el aprovechamiento (ese sí conciente) de una oportunidad para venderse como el más ético y el más bondadoso.
La columna abarca las prohibiciones en nombre de las buenas costumbres, pero se queda corta en las violaciones a los derechos en nombre de las buenas costumbres. Los derechos de los compradores se van a violar (sino lo hicieron ya) y se van a revelar los nombres de los trabajadores del BANCOLOMBIA (donde algunos ganan incluso el salario mínimo) para obligarlos a pagar el excedente. Es además claro que la posición de algunos presidentes de compañias es netamente paternalista, cito por ejemplo a José Ablerto Vélez presidente del grupo ARGOS en sus declaraciones con respecto al tema:
“En las organizaciones, en la casa, en la universidad, en el colegio, hay que replantear el modelo de viveza, que es dañino. La posición de Carlos Raúl nos invita a la reflexión y me parece muy valiente”.
Curioso que Alejandro no haya dicho nada con respecto al tema ni en el blog ni por twitter. Debe ser que está de acuerdo con que se promuevan las buenas costumbres inclusive bajo presión laboral y que dudemos siempre (como escépticos morales) de las buenas promociones.
Alejandro Gaviria
22 agosto, 2012 at 12:38 amNicanor: apenas hoy me enteré del caso. Tiene razón, este es otro ejemplo del mismo fenómeno. No estoy de acuerdo con la revelación pública de los nombres de los compradores: constituye una violación grave de sus derechos.
El tema de es en serio. Y va más allá de la demagogia política.
Nicanor
22 agosto, 2012 at 3:22 amAlejandro: ¿En que consiste la revelación pública? Es que ¿acaso hay otro tipo de revelación? Espero que no se esté refiriendo a la interna, la cual sirve para coger de chivos expiatorios a los "culpables" y despedirlos en cuanto sea posible.
Además, Carlos Raúl desconoce algo muy básico: A la gente le ha gustado y le gustarán siempre las cosas gratis. No sólo aquí como el declara en su entrevista, sino también en España y otros paises europeos donde se venden tiquetes de avión a 7 euros. Ver el Barcelona-Budapest por ejemplo.
Anónimo
22 agosto, 2012 at 2:01 pmSería bueno definir que significa "harm to others" en términos de, por ejemplo, uso de drogas ilegales. Por ejemplo, se considera "harm to others" si un padre de familia se gasta la mitad del sueldo en comprarase la marguanita para mantener sus gustos y libre desarrollo de la personalidad, cuando tiene 5 hijos varones entre 5 y 18 años de edad que toca que les saquen las muelas cariadas porque no pueden pagar por un tratamiento de conductos? Conozco el caso concreto.
Alejandro Gaviria
22 agosto, 2012 at 2:51 pmNicanor: ayer, hablando con mi hermano Pascual, concluimos, medio en broma, medio en serio, que Mockus le hizo mucho daño a este país con la idea esta de la cultura del atajo, con la caracterización del colombiano como una avivato sin remedio. La cosa se volvió un lugar común, un dianóstico repetido, ya casi insoportable.
Anónimo
22 agosto, 2012 at 2:59 pmAnónimo 09:01
Eso es negligencia y no tienen nada que ver con drogas. ¿Actuaría bien el papá si se gastara el sueldo chances?.
Lo de Fajardo me parece peligroso porque está legislando por impulsos morales. No tiene razón en suponer que la inteligencia y educación son superiores a la belleza, ninguno debería ser meritorio por si solo pues ambos dependen de factores genéticos y esfuerzo personal. La medida está a un paso de promover buenas costumbres y prohibir la minifalda. El estado no debe legislar moral porque se termina defendiendo las ideas del legislador de turno.
Defender algunos paternalismos es lo mismo que quejarse de las misas del procurador pero pensar que es excelente que se contraten chamanes para las inauguraciones.
El presidente de Bancolombia termina haciendo lo mismo que critica en la carta, suponiendo la mala fe de los otros. Si yo veo una nevera a $400 000 en el Exito supongo que es una promoción, no un error. Si de verdad le importará la ética empezaría por su empresa; hace poco llamé a cancelar mi tarjeta de crédito y me ofrecieron una reducción vitalicia del 70% en la cuota de manejo, me estaban cobrando más del triple de lo que vale el servicio, el vivo vive del bobo.
Harold Londoño
22 agosto, 2012 at 3:02 pmRuiz_Senior: la falta de pantalones de los padres de familia de hoy en día contribuye para que ese Estado Paternalista cada día se tome más y más atribuciones.
Ante tanto papá pusilanime, pareciera que no viene mal un poco de autoritarismo estatal.
Y es que Jaime, creo que en tiempos de mi abuelo nada de esto estaría sucediendo.
Anónimo
22 agosto, 2012 at 3:37 pmLo de gastarse la plata en mariguana o en chance o en trago es lo mismo. Las consecuencias de "harm to others" son las mismas. Es un daño inducido por un comportamiento irreponsable (negligente) en la medida en que tiene consecuencias adversas en los "otros", que en este caso dependen de "él".
A mí la corrección política me cae por las que sabemos, pero eso no quiere decir que me escandalice porque el alcalde Bloomberg de Nueva York le ponga zancadillas a los que se quieren tomarse la cocacola por baldados. El no está prohibiendo de ninguna manera que la gente tome cocacola, sino que está encareciendo su consumo exagerado, en la medida en que ESO tiene consecuencias sobre los contribuyentes que pagan por los gasto de salud de los que se la pasan embutiendo hamburguesas dobles con porciones dobles de papas fritas y hartandose de cocacola. El mensaje es que van a tener que pagar por incurrir es su excesos favoritos, pues tendrán que comprarse dos cocacolas de menor volumen, que salen más caras que comprarse una de 16 onzas. Eso puede inducirlos a tomar menos cocacola. Lo mismo pasa con los cigarrillos en Nueva York. En un pueblo de Pennsylvania una cajetilla de Marlboro vale $5 y en NYC vale $10 o más (debido a los impuestos que le cargan para desanimar su consumo). Los que quieran cometer excesos con "externalidades", que paguen por ellos.
La solución contra el paternalismo mamón del Estado y la corrección política es …. la responsabilidad individual. Ahora sí comencemos la discusión.
Javier G.
22 agosto, 2012 at 4:04 pmAlejandro: ¿Con qué criterio(s) se decide si una restricción estatal a la libertad individual está justificada o injustificada?
Esta pregunta es obviamente gigante. Pero como un subconjunto de las restricciones a la libertad injustificadas son las restricciones paternalistas, quizás deba uno empezar por esa pregunta gigante para tenerla en el fondo de la cabeza. Porque si uno respondiera esa pregunta gigante, también tendría una respuesta a la pregunta derivada que usted inspiró con su columna:
¿Con qué criterio(s) podemos decidir que una restricción estatal a la libertad individual es paternalista?
Sinceramente, no alcanzo a ver en su columna o en sus comentarios los rasgos principales de su respuesta a esta pregunta, sin duda clave. Está bien tener una postura clara sobre ejemplos concretos (como los reinados o las gaseosas), pero estaría aún mejor tener una postura clara sobre un criterio o método que nos permita juzgar una amplia variedad de ejemplos (pasados, actuales y futuros).
Por eso me gusta mucho el intento que hizo Pablo Kalmanovitz más arriba en ese sentido (apelando a la noción de debilidad de la voluntad). Quizás haya que explorar más en ese sentido, pero no parece suficiente. Al menos habría que conectar con el tema de cómo garantizar igualdad de libertades para todo el mundo parece implicar restringir libertades individuales.
El tema es enorme y la discusión al respecto en los textos de filosofía política de los últimos 300 años también lo es. Pero nunca he podido leer algo realmente satisfactorio, claro y concreto y convincente, que le dé a uno un buen criterio. Que permita explicar por qué prohibir manejar sin cinturón de seguridad está de este lado de la raya y por qué prohibir las faldas cortas está del otro lado (y así para muchos, muchos ejemplos).
Siento que lo de Thaler y Sunstein, ya referenciado por Pablo K. (y explorado en detalle en su controversial "Nudge"), es lo que más se acerca a mi opinión personal. Pero aún no estoy convencido. Y el tema es apasionante. Muchas gracias.
Alejandro Gaviria
22 agosto, 2012 at 4:52 pmJavier G.: la pregunta no tiene respuesta fácil. En mi opinión, la ciencia, la psicología o la economía del comportamiento poco o nada tienen que decir al respecto. La cuestión no es positiva. Es normativa. El libre albedrío puede ser una ilusión. Pero, normativamente, no veo opción distinta a suponer que somos responsables de nuestras decisiones.
Decía Kant: “Un gobierno erigido sobre el principio de la benevolencia hacia el pueblo como la de un padre hacia sus hijos, esto es, un gobierno paternal en que los súbditos se ven forzados a comportarse de modo puramente pasivo, como niños incapaces que no pueden distinguir lo que les es verdaderamente provechoso o nocivo… es el mayor despotismo pensable”. La conclusión es exagerada. Pero resalta, creo, los peligros de comenzar a suponer que la voluntad es débil y que por lo tanto las restricciones a la libertad están justificadas.
Saludos.
Maldoror
22 agosto, 2012 at 4:58 pmHablando de la prohibición a ciertos tamaños de Coca Cola en Nueva York, el otro día en una discusión vi un comentario que me pareció más sensato: En vez de prohibiciones inocuas y paternalistas, si el Estado gringo no subsidiara masivamente su argicultura, el jarabe de maiz (que es el endulzante por naturaleza de todos los dulces gringos) no sería tan barato, y por ende tampoco la Coca Cola (y no sería, por ejemplo, posible hacer "refills" de gaseosa ilimitados como los que le dan a uno en los restaurantes y cines gringos).
Anónimo
22 agosto, 2012 at 5:39 pm"Pero resalta, creo, los peligros de comenzar a suponer que la voluntad es débil y que por lo tanto las restricciones a la libertad están justificadas".
Es que la voluntad se debilita cuando los expertos en mercadeo montan todo un esquema publicitario basado en el exceso de consumo y se le presenta al público como la ganga más impresionante de sus vidas. ¿Es fácil decir que no al "All you can eat for $9.99", "Super Size", "Triple deck, double cheese ONLY for bla, bla, bla? Lo único que la gente piensa cuando acepta de buena gana la oferta es que está adquiriendo comida barata para su familia. Igual con los "todo incluido" vacacionales con sus ofertas ilimitadas de comida y trago día y noche por un precio bastante módico, comparado con el del Hotel Boutique para ricos donde solo sirven comidas tres veces al día y son macrobióticas. El trago, finísimo, se vende aparte. Ala.
Anónimo
22 agosto, 2012 at 6:10 pmOtro problema de las medidas paternalistas es que no sirve para nada. Bloomberg va a reducir marginalmente el consumo de gaseosa a un costo altísimo para la industria que produce los vasos; una línea de producción no es barata. ¿De verdad, alguien cree que la gaseosa es la causante de la obesidad?
Anónimo
22 agosto, 2012 at 6:17 pmLa comida chatarra, las porciones de comida que se sirven, las hormonas y otros aditivos que la meten a los alimentos crudos y preparados y el sedentarismo son los causantes de la obesidad.
Anónimo
22 agosto, 2012 at 6:32 pm¡Pobres fabricantes de vasos! Pues que le trasfieran el costo al consumidor y así toma aún menos Coca-cola. Bloomberg lo tenía todo fríamente calculado.
Alejandro Gaviria
22 agosto, 2012 at 6:57 pmMuy bueno el último comentario de Maldoror.
Anónimo
22 agosto, 2012 at 9:12 pmSiguiendo lo de Maldoror, si los gringos no subsidiaran tanto su agricultura los campesinos del Africa tendrían un incentivo mayor para cultivar sus tierras y no depender de la comida que la ONU y las ONG reparten a precios mínimos o regaladas condenándolos a un círculo vicioso donde se mueren de hambre porque no hay comida, y no hay comida porque cultivar no es negocio dado que regalan la comida. Y en Colombia sería mejor negocio cultivar caña, ordeñar vas, sembrar maíz…
Sansinverguenza
22 agosto, 2012 at 11:34 pmEstimados, detrás del Paternalismo que nos restringe las opciones acecha el colectivismo. Auxilio!!
Recordemos o Doña Ayn:
".. if you believe that you have no mind and no moral value, you cannot have the confidence to make choices—so the only thing for you to do is to join an unchosen group, the group into which you were born, the group to which you were predestined to belong by the sovereign, omnipotent, omniscient power of your body chemistry.
This, of course, is racism. But if your group is small enough, it will not be called “racism”: it will be called “ethnicity.”
Y otro más:
"The political philosophy of collectivism is based on a view of man as a congenital incompetent, a helpless, mindless creature who must be fooled and ruled by a special elite with some unspecified claim to superior wisdom and a lust for power."
Anónimo
23 agosto, 2012 at 12:36 am"We must believe in free will, we have no choice.”
Isaac Bashevis
Anónimo
23 agosto, 2012 at 12:39 am"..man is a congenital incompetent, a helpless, mindless creature who must be fooled and ruled by a special elite with some unspecified claim to superior wisdom and a lust for power."
That's right–Corporate Global, Inc!
Anónimo
23 agosto, 2012 at 3:15 pmEl problema con las posibles conversaciones de paz (pintan bien si solo tienen 4 puntos, uno de los cuales es el desarme), es que donde se lleguen a concretar, se le acaba la lora a Uribe y compañía. ¿De qué van a hablar entonces?
Anónimo
23 agosto, 2012 at 3:33 pm"Con las FARC solo se puede negociar las condiciones de su rendición" Alejandro Gaviria
¿Qué opina de los recientes acercamientos? Es clarísimo que no se van a negociar condiciones de rendición
Alejandro Gaviria
23 agosto, 2012 at 4:34 pmSigo pensando que los aspectos sustantivos de la política pública no deberían negociarse con las Farc. O con ningún grupo armado. No tengo idea que es lo que se está negociando. Me cuentan que van 27 reuniones. Toca estar pendiente.
Anónimo
23 agosto, 2012 at 5:03 pmLo de las conversaciones con las farc es un sofisma de distracción frente al vergonzoso y funesto caso Santoyo.
Debe irse preparando la ultraderecha(representada por bandidos encorbatados, narcos, exmilitares,politicos) en buscar cortinas de humo en estos días.
Anónimo
23 agosto, 2012 at 6:50 pmLos empresarios antioqueños si que eran paternalistas.
Alejandro Gaviria
23 agosto, 2012 at 8:34 pmAnónimo 13:50: lo siguen siendo.
Ruiz_senior
23 agosto, 2012 at 9:59 pmToca estar pendiente, pero sin apasionamientos excesivos.
Bueno de hecho, la ÚNICA causa del antiuribismo es el anhelo de esa negociación. Al lado de Alejandro estaban en la ola verde humanistas como León Valencia o Antonio Morales, el guionista de Godofredo Cínico Caspa.
El que no quiera estar sometido a las FARC debe darse prisa a emigrar, de hecho, para persuadir a la gente de la conveniencia de negociar harán prodigios, cada vez más en las ciudades. No basta con ser lambón, hay que estar muy bien relacionado por si ponen una bomba por donde pueden pasar.
La verdad es que los apasionados de la negociación, que son los mismos apasionados de la revolución, me parecen menos cínicos que los desapasionados. Bastará un año para que la tasa de homicidios supere a la de Venezuela, y quién sabe qué vendrá después.
Los colombianos se lo merecen, después del montaje tan impresionante que montaron para dejar impune a Sigifredo López (con la conveniente distracción de los desapasionados de siempre), ya los terroristas obran con mucho más desparpajo.
Ruiz_senior
23 agosto, 2012 at 10:42 pmSantos y las FARC serán parte de una misma candidatura de centro izquierda en 2014. ¿Cuánto se apuestan a que Alejandro apoya esa lista unida por la paz? Esas protestas desapasionadas son mohínes por salvar la cara, no puede ser que no oliera el tufo de Isaza y demás mockusianos.
Anónimo
24 agosto, 2012 at 12:01 amEl patán disfrazado de JRuiz quiere ver más sangre, mas masacres, más bombas detonadas por el terrorismo fariano o alguna -lapa- del DAS camuflada en un avión o sobre el coche de algun traicionado miembro de la ultraderecha del "puro cuento democratico".
Eaaa, y que venga el mesìas reinante, el fracasado pueril, el que TODO LO SABE DE ESTE GOBIERNO, pero NADA SABE DEL SUYO !!!!.
¿Pero que desgracia es esta? las farc apoyan a Chavez y banqueros profugos a Capriles !!
¿Puede haber una tapadera mejor? pss claroo, un ex-, quien confiado en su arrogancia y charlatanería lanza dardos a diestra y siniestra, fracasando en su triunfo para la alcaldìa de Bogotá.
Si en Corea del Norte en estos momentos hay canibalismo; porque en Colombia no puede haber un post-uribismo?
Anama
24 agosto, 2012 at 12:20 amEn cualquier caso no debería admitirse que ningún estado moderno a través de gobernadores o procuradores imponga a los ciudadano valores morales de ninguna naturaleza.
Muchísimo menos que, como en el caso del procurador Ordoñez, se intente imponer creencias religiosas. Es gravísimo, por ejemplo, que temas como el aborto o la eutanasia , despenalizados en casos específicos por la Corte Constitucional, el procurador insista en imponer sus valores morales para negar o hacer nugatorios tales temas
Sebastián
24 agosto, 2012 at 1:11 amNunca he entendido bien en que consiste una negociación con las FARC.
Supongamos el caso extremo: perdón y olvido de todos los crímenes, liberación de los presos e incluso sueldos para uno que otro cabecilla. Ni siquiera eso puede garantizar que se alejen de las prácticas criminales.
La inercia narcotraficante e ilegal que forma parte de la vida en algunas personas no es tan sencilla de vencer. No creo que se pueda hacer un borrón y cuenta nueva. Tal cosa es parecida a la útopia de que los gobernantes cumplan lo que prometen. El pecado es el mismo: omitir la lentitud intrínseca del cambio.
Carlos Méndez
24 agosto, 2012 at 1:23 amQue opina Alejandro del cambio de Ministro de Hacienda? Que opina del nuevo ministro?
jfk
24 agosto, 2012 at 1:34 amSuena para una cartera ministerial Serpa. Oí el run run cerca de palacio.
Anónimo
24 agosto, 2012 at 1:52 pmEcheverri, a pesar de ciertos deslices, generaba mucho más confianza que Cárdenas. ¿Dónde está el capitán?
importaciones
24 agosto, 2012 at 2:26 pmMe parece un artículo súper interesante!! un saludo
Anónimo
24 agosto, 2012 at 2:48 pmEl comentario de las 9:04 es de Pascual Gaviria o de Alejandro Gaviria? Rara la vaina …
Alejandro Gaviria
24 agosto, 2012 at 2:52 pmCárdenas siempre ha sido más prudente, un equilibrista. Echeverry es más combativo, más dispuesto y adepto al debate. Pero no espero grandes cambios.
Me llama la atención, eso sí, el pronunciamiento de Mauricio Cárdenas en el sentido de que su principal objetivo es disminuir la desigualdad. Si fuera así, si este planteamiento fuera en serio, tendría que proponer de entrada una reforma que reduzca sustancialmente los impuestos al trabajo. Pero la reforma tributaria que dejó Echeverry evade completamente el tema. Veremos a ver qué pasa.
Alejandro Gaviria
24 agosto, 2012 at 2:56 pmAnónimo: es mío. Pascual pasó unos días en Bogotá. Se metío al gmail en mi computador. Nunca se salió. Y yo inavertidamente comenté con el nombre equivocado.
Anónimo
24 agosto, 2012 at 3:06 pmEntendí. Gracias. Es que "hablan" muy distinto.
Anónimo
24 agosto, 2012 at 6:36 pm"prudente y equilibrista", es decir, un acomodado.
No era si no ver las presentaciones sesgadas y gobiernistas cuanto era director de una entidad "técnica" como Fedesarrollo. Claro, como la hermana era embajadora en Japón.
Nicanor
24 agosto, 2012 at 8:20 pmAparentemente no piensan filtrar a los medios que El ÉXITO ya fue a las oficinas de Valores Bancolombia con datáfono en mano y cobró los excedentes de las neveras. Artículos en los que ellos mismos se equivocaron con el precio. Afortunadamente no era una obligación pagar, también tenían la opción de devolverlas. El Éxito es muy recto en sus cosas.
Sin embargo muchas personas (que acturaron de buena fe) y aún si no fuera así no interesa, ya las habían regalado a sus tías, sus abuelas, sus amantes, pensando que compraban una buena promoción. En ese caso la única alternativa es pagar.
Tengo como consuelo que queda registrado, justo en los comentarios de la columna ESTADO PATERNALISTA, que Carlos Raúl Yepes es un oportunista y paternalista de mierda. Autorizar el proceder del Éxito merece una investigación penal. Por más que sea el jefe de muchos trabajadores no puede pretender darles clases de moral y mucho menos violar sus derechos como compradores. La bondad en público, siempre lo he pensado, puede ser considerada como prerrequisito indispensable para ser un hijueputa.
JuanDavidVelez
25 agosto, 2012 at 1:46 amNicanor, yo te pregunto una cosa ¿ese error en el precio ocurrió en algo como un convenio entre esas dos empresas, o todo el publico aunque no trabajara allá en esas empresas del sindicato antioqueño tuvo acceso a comprar las neveras a ese precio de error?
Es que si las neveras las estaban vendiendo en un programa que fue un convenio muy exclusivo entre esas dos empresas yo hasta le veo lejanamente alguna justificación a esa bobada de carta del presidente de bancolombia. Finalmente si uno compra en los convenios muy exclusivos que hace el papá, pues está sujeto a que el papá lo pueda chimbiar.
Pero si eso era abierto al publico normal, pues yo simplemente no puedo creer que esos manes se atrevieran a presionar a la gente así con nombre y apellido y directamente para que pague o devuelva la nevera. Pues, yo no puedo creer eso, eso hasta delito debe ser, en serio. Yo no puedo creer eso de que fueron a cobrar así "paga o devuelve la nevera".
Te agradezco mucho si me aclaras Nicanor.
Anónimo
25 agosto, 2012 at 12:10 pmEn el caso del general del Río no se puede decir que "de cara a la evidencia" se emite la condena, dado que la evidencia es precisamente la cara.
Anónimo
25 agosto, 2012 at 2:16 pmNuestras gloriosas fuerzas militares necesitan depurarse de cínicos, abusadores, matones, gatilleros, narcos que trabajan para la guerrilla y el paramilitarismo;
estos engendros usan a nombre de la institución la fuerza para matar, descuartizar, engañar y destruir a la población civil !!!!…..que recaiga todo el peso de la justicia para estos engendros del mal !!
Nicanor
25 agosto, 2012 at 3:04 pmJuan David: Tengo entendido que la oferta fue a nivel nacional y hubo compras en otras ciudades. Las alarmas se dispararon cuando vieron que aproximadamente sesenta de ellas provenían de una misma oficina: Valores Bancolombia.
Sin embargo, no hay una fuente oficial que informe cifras o tiempos de disponibilidad de la oferta en internet. Los comentarios que he leído son todos columnas de opinión del lado de las buenas costumbres. En esta, Jorge Yarce tilde de ladrones de cuello blanco a los compradores de neveras y termina por cuestionar su procedencia social y educación:
Una pregunta interesante es ¿dónde fueron educadas estas personas?, ¿qué programas de televisión o que páginas de internet consultaban?¿o que valores
les fueron enseñados o trasmitidos en su casa?
El paternalismo embestidor es evidente. Cabría responderle al señor Yarce parafraseando al mismo Alejandro Gaviria diciéndole que su indignación no es más que un reflejo de sí mismo. En este caso no retornada por políticos famosos sino por trabajadores comunes y corrientes:
En fin, los políticos reflejan nuestras falencias morales con una fidelidad inquietante, incomoda por decir lo menos. Por ello probablemente los odiamos tanto. Porque son iguales a nosotros. Porque nos recuerdan nuestros defectos más protuberantes. Porque nos representan como somos, no como queremos ser.
JuanDavidVelez
25 agosto, 2012 at 4:05 pmMuchas gracias Nicanor. que risa esos manes, el señor poniendo cara de serio y todo y dizque "se es integro o no se es" y punto seguido se pone a hacer eso que vos decis que hizo. En fin, solo quería saber eso.
Maldoror
25 agosto, 2012 at 8:03 pmMurió Neil Amstrong. Más que un héroe, un hombre ejemplar.
Anónimo
25 agosto, 2012 at 9:57 pmEn cambio Lance Amstrong optó por el camino menos duro: el de ganarse 7 Tours de Francia consecutivos "impulsado". O todos en el suelo, o todos en la cama.
¡Qué tal que alguien descubriera, por ejemplo, que los 11 Grand Slam que se ha ganado Rafael Nadal han sido con "ayudas", mientras que los 17 de Federer no? Estoy simplemente especulando, en gracia de discusión. Elegí a Nadal como el "malo" por el tamaño de sus músculos. Federer tienen unos brazos todos flacuchentos.
Nicanor
25 agosto, 2012 at 11:21 pmEl viejo Neil también habría comprado nevecón de 400.000.
jhonny
26 agosto, 2012 at 11:41 pmSeré siempre un aficionado al Laissez Faire.
Prefiero que una modelo, -y es que ellas son felices así- desfile, a que un cualquiera político o pueblo democrático decida qué es ético. Si entendemos la ética como el código de vida más favorable, sigo defendiendo que una persona quiera ser modelo. O comer hamburguesas.
Recuerdo el artículo de J.E. Constaín respecto a éste fanatismo de los buenos. El discurso de la ética es el mismo.
casas en remate
14 septiembre, 2012 at 4:50 pmque tema tan interesante…esmuy controversial, pero es importante conocerlo
http://www.casasenventacali.com/