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Chávez, circa 1904

Esta década se cumplieron cien años de la publicación de la gran novela política de Joseph Conrad, Nostromo. Situada en la república imaginaria de Costaguana, un país suramericano con mares, llanos y montañas, Nostromo ofrece una descripción de los conflictos políticos latinoamericanos que es sorprendente en su precisión y brutal en su clarividencia. No sólo las revoluciones sino también algunos de sus protagonistas son recreados con una fidelidad que crece con el paso del tiempo. En particular, la descripción del general Montero, un militar sublevado, constituye un gran anacronismo al revés: un personaje de la realidad de estos tiempos inmerso en una obra de ficción escrita hace un siglo.

El general Montero había nacido en la provincia llanera de Entre-Montes. Su origen humilde y su apariencia de “vaquero siniestro” contrastaba con su vanidad algo solemne: Montero solía atiborrarse de colgandejos dorados en las ceremonias oficiales. Su presencia tenía algo de “ominoso e increíble; la exageración de una cruel caricatura”. Sus maneras burdas le conferían una ventaja innegable sobre “los refinados aristócratas”. Aunque sus hazañas en el campo de batalla le habían asegurado la preeminencia militar, no lograron mitigar su odio por el orden social prevaleciente. Ni impidieron sus embates revolucionarios contra el gobierno.

La revolución monterista se hizo en nombre del honor nacional. El general logró reclutar rápidamente un ejército de malcontentos, alimentados “con mentiras patrióticas” y “promesas de pillaje”. La prensa monterista, siempre activa, repetía diariamente diatribas contra “los Blancos, los remanentes góticos, las momias siniestras, los paralíticos impotentes, quienes se han aliado con los extranjeros para hurtar las tierras y esclavizar el pueblo”. La precariedad ideológica de los discursos monteristas contrastaba con su eficacia para articular las frustraciones del pueblo. Las frases vacías eran también eslóganes eficaces. Y terminaron, con el paso del tiempo, prevaleciendo sobre cualquier intento de ponderación. “La noble causa de la libertad no debe ser manchada por los excesos del egoísmo oligarca”, proclamaba orgulloso un comunicado monterista.

El monterismo arrinconó rápidamente las fuerzas políticas moderadas. Después de la sublevación, los moderados acogieron los principios de Montero y sus secuaces, y se sumaron a la revuelta. A todas estas, los capitalistas apenas se atrevieron a pronunciar su discurso de siempre: “la búsqueda de utilidades tiene justificación aquí entre el desorden y la anarquía;… porque la seguridad que ella exige terminará siendo compartida por los oprimidos. Y la justicia vendrá por añadidura”. Pues, más allá de la bondad de estos argumentos, el desarrollo fundado en los intereses materiales no tenía cabida en una sociedad impacientada por décadas de exclusión. Los pronunciamientos monteristas al menos ofrecían un consuelo retórico, mientras la perorata desarrollista sólo prometía beneficios lejanos y ganancias indirectas. En Costaguana, como en otras partes, el pueblo había aprendido a desconfiar de quienes predican que su bienestar dependía del enriquecimiento de los poderosos.

Al final sólo el cinismo de Martin Decoud (director de El Porvenir, un periódico conservador) puede describir la tragedia de Costaguana. “Después de un Montero vendrá otro, el barbarismo, la irremediable tiranía”. Y con ellos una sucesión de conflictos cuya “extravagancia es casi tan difícil de soportar como su perversidad”.

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  • Alejandro Gaviria
    30 julio, 2009 at 7:25 pm

    Ya que se agotó la discución sobre las regalías y Chávez vuelve a ser noticia, aprovechó la ocasión para reciclar una columna, un raro paralelo histórico o de ficción, que escribí hace unos años sobre el coronel venezolano.

  • james costaguana
    30 julio, 2009 at 9:01 pm

    el tal Conrad es un individuo sospechoso; no hizo una denuncia lo suficientemente profundo del chavismo y del PDA en su panfleto, por lo cual yo estoy seguro de que se trata solo de otro chavista como todos los asquerosos que comentan en este blog. ufff es Obvio que no me he tomado las pastillas hoy.

  • David Jimenez
    30 julio, 2009 at 9:04 pm

    Hola Prof. Alejandro G.

    El texto refleja, las posibilidades de nuestras sociedades latinoamericas de ser proclives a esos lideres con tintes populistas. De esta manera, la sociedad venezolana en algún momento despertará para rechazar el iluminismo de Chavéz cuando se agote el populismo economico y se rechaze la perpetuidad del poder en todos los circulos politicos de aquella nación.

    Asi como en Colombia se da comienzo al rechazo de una segunda relección de varios sectores politicos, a Venezuela le llegará su momento.

    Finalmente, le pregunto profesor ¿ Los problemas economicos de Venezuela como la inflacíon y su dependencia alimentaria, cuantó le costaria en terminos economicos al Gobierno Chavez. ?

    Saludos, David Jiménez

  • Anónimo
    31 julio, 2009 at 3:57 pm

    Marianne Ponsford escribió sobre Alvarado Tenorio y sus diatribas.

  • jaime ruiz
    31 julio, 2009 at 5:04 pm

    Es muy interesante ver el contraste que hay entre Venezuela y Colombia. Es verdad que en la hermana república Chávez salió elegido, pero también que los intelectuales de ese país casi unánimemente lo detestan. Quienes lo apoyan son la gente miserable de los "barrios", que, según me han dicho varias personas que viven en Venezuela, son en gran medida de origen colombiano. Esa gente es muy numerosa, y muy pobre.

    Así se hace visible un contraste curioso, que dice mucho sobre las diferencias de nivel cultural. En Venezuela a los chavistas los llaman "malandros"; en Colombia, "intelectuales".

  • Maldoror
    31 julio, 2009 at 5:50 pm

    Quienes lo apoyan son la gente miserable de los "barrios", que, según me han dicho varias personas que viven en Venezuela, son en gran medida de origen colombiano.

    Una información precisa con una referencia impecable: digno comentario de este "intelectual".

  • jaime ruiz
    31 julio, 2009 at 7:05 pm

    Los chavistas, como los personajes de Conrad, representan sin saberlo una pieza tragicómica llena de las mentiras de su medio. Pero los no-chavistas (pero tampoco polarizadores), ésos no, ésos saben muy bien qué papel tienen en la historia y para qué sirven sus acciones y sus palabras. Aunque no se trata de acciones y palabras sino de la acción de la ausencia de palabras: sus silencios. Esa serena elegancia con que no se dan cuenta de que la noticia del asesinato de la señora de Samaniego (Nariño) prácticamente no apareció en la prensa, como tampoco aparecen ahora declaraciones sobre los líos de Chávez y Correa de los expertos habituales (Petro, Lozano, Cepeda II, Jorge Rojas, Carlos Gaviria, Rodrigo Pardo, Daniel García-Peña y algún otro).

    Uno razona que a esos expertos no les conviene exhibir sus ideas al respecto. Pero ¿acaso los entrevistan sólo cuando les conviene? Claro, tal como Luis Eduardo Garzón mereció en El Tiempo en 2002 unas ocho veces más atención que Álvaro Uribe, las opiniones de los expertos aparecen cuando les conviene que aparezcan. ¿A quién? Da lo mismo, a Roberto Pombo o a su ex compañero Rodrigo Pardo o a su promovido Luis E. Garzón. Son lo mismo, los asesinatos de los soldados merecen unas diez mil veces menos atención que las consuetudinarias amenazas a Collazos o que las posibles pruebas de supervivencia de uno que se salvó. Tal es la prensa colombiana.

    Yo siento mucho más respeto por los chavistas. No ver eso, creer que eso no ocurre o que alguien no se dará cuenta del gesto de indiferencia, de la mirada en lontananza (en busca de alguna revista estadounidense en que se dé palo a los neocons) y los silbidos casuales, es una forma de deshonestidad más honda y más fétida.

  • Anónimo
    31 julio, 2009 at 8:19 pm

    Entre la rubia y la morena

    La rubia que realmente es una prieta desteñida le ofrece a Uribe el TLC y otras cositas a cambio que el le de las bases para sus avioncitos.

    La morena gorilona se encabrona y le quita las pimpinas y otras cositas.

    PACHULI

  • Sabio De Sion
    31 julio, 2009 at 11:50 pm

    Conclusiones del aporte de Jaime Ruiz:
    1- el Chavismo es algo típicamente colombiano.
    2- El Tiempo se ha caracterizado por dar más cobertura a los movimientos del Polo que a los del Uribismo (jajaja)
    3- un Chavista puede parecerse mucho a un no chavista que no polariza, por tanto el país está enfermo desde sus bases; hay que volver a la constitución de 1886 y REFUNDAR LA PATRIA
    4- no importa cuán larga sea nuestra lista de inconsistencias, cuan triste la idiotez del oxímoron que repetimos, siempre que lo hagamos una y otra vez sin descanso. "Schwarze Sonne"

  • Alejandro Gaviria
    1 agosto, 2009 at 4:39 am

    Dos notas relacionadas con la columna anterior:

    La Contraloría se pronunció sobre la corrupción en el Casanare. Más vale tarde que nunca.

    El ex ministro de hacienda Guillermo Perry propuso usar parte de las regalías para pagar por el gasto militar.

    La segunda alternativa…sería la de destinar una fracción de las regalías recibidas por la explotación de petróleo y minerales a este propósito. Esta idea, que requeriría una reforma constitucional, merece considerarse. Chile destina una parte de las regalías del cobre a este propósito y otra al desarrollo científico y tecnológico.

  • Fernando
    1 agosto, 2009 at 7:23 am

    noticolombianisimas

    lo cierto es que el establecimiento de bases norteamericanas en Colombia, viene acompañado de oficinas clandestinas de la CIA para torturar "posibles" conspiradores en suramerica;

    Y al señor chavez le queda impedido el negocito de trafico de drogas y armas a través de Colombia.

    Mister uribe con esa semi-entrega de soberanía colombiana asegura un TLC, antes de lanzar al títere que le llevara´ las riendas de su mandato.

    Cuanta tierra legalizarían los paracos a través de las notarias en Colombia ?.

    Mañana la negra apátrida piedad córdoba nublara las noticias con la politiquería de las "pruebas" de supervivencia de los secuestrados por la guerrilla terrorista.

    La punta de la pirámide de las chuzadas del DAS ( al servicio del crimen organizado), se sabrá que fue el siniestro Jose Obdulio Gaviria.

    El proceso del hermano del carepiña ministrico Valencia Cossio se dilata; y siguen matando en medellin.

    Eso pasa en Colombia

  • Sweet Neo Con
    1 agosto, 2009 at 6:09 pm

    Hace poco estaba leyendo una novela de Alfred Bester, Las estrellas mi destino. Hay un diálogo en el que una dama desea librarse de un entrometido que la está cortejando. La dama en cuestión le dice al impertinente ¨Admitiré que usted es divertido, original, gracioso, fascinante, cualquier cosa si es que con ello logro que se vaya¨. Cada uno de los comentarios de Jaime Ruíz deberiamos elogiarlos como interesantes, verídicos, fascinantes en lugar de replicar a ellos con rabia, estupidez o impaciencia.

  • Anónimo
    1 agosto, 2009 at 7:28 pm

    Señor Ruiz: Usted no está solo. Los mamertos aunque son mayoría en este blog son minoría en Colombia.

  • Anónimo
    1 agosto, 2009 at 8:46 pm

    Sweet neocon, eso es exactamnte lo que hace Alejandro Gaviria no venga a descubir el agua tibia.

  • Anónimo
    1 agosto, 2009 at 10:04 pm

    Alejandro: discuSión..

  • Alejandro Gaviria
    1 agosto, 2009 at 10:57 pm

    Anónimo: gracias. Apenas ahora me vengo a dar cuenta del gazapo.

  • Anónimo
    9 marzo, 2013 at 3:49 am

    Lo que se evidencia señores es que los desequilibrios sociales en nuestro continente son caldo de cultivo para que surjan estos pseudo-caudillos populistas. Las élites aunque mejor preparadas no han sido los suficientemente inteligentes para "repartir la torta" de forma que todos coman un poco y se pueda mantener un statu quo que las mantenga en el poder. Hoy por hoy, hay temas más importantes que se han dejado de lado, la competitividad global, la innovación, el desarrollo escalar, la distribución real del ingreso, la planificación familiar, la siembra de valores y el amor por el país. El despilfarro, la falta de planeación, el abandono continuo de las políticas de estado por el gobernante de turno, la ineficia de la justicia y la corrupción en todos las esferas del poder son los condimentos de ese caldo que lo único que nos motiva es a vivir fuera del planeta!