Yo…encuentro que en los cuatro municipios de Córdoba sobre los que se hizo el pacto (Montelíbano, Sahagún, Planeta Rica y Chinú), Mario Uribe había tenido poquísimos votos en 1.998 y se disparó en 2.002… Mancuso me había dicho que Miguel de la Espriella le reclamó por eso: “Miguelito se estaba enojando. Yo le dije: tranquilo que para todos hay, porque a él sólo le vamos a dar el 5 o el 10 por ciento de la votación en unos municipios”. Voy y reviso los resultados electorales de Miguel de la Espriella, que no es un secreto que era el candidato declarado de las autodefensas en Córdoba, y encuentro que en aquellos cuatro municipios, en los que Mario Uribe aumentó su votación, casi en la misma proporción, no matemática, pero similar, bajó la votación de Miguel de la Espriella.
El gráfico ilustra los argumentos del ex fiscal. El panel superior muestra los votos obtenidos por Mario Uribe tanto en los cuatro municipios en cuestión (Montelíbano, Sahagún, Planeta Rica y Chinú) como en el resto del departamento de Córdoba. El panel inferior muestra los votos de Miguel de la Espriella para la misma división geográfica: cuatro municipios y resto.
Los datos muestran, en primera instancia, que la votación de Mario Uribe se disparó en los cuatro municipios en el año 2.002 y cayó nuevamente a los niveles históricos en el año 2006. En el resto del departamento, la votación no cambió mayormente durante el período analizado. En el año 2.002, Mario Uribe obtuvo casi 7.500 votos nuevos en los cuatro municipios. Esta variación no puede ser explicada por la llamada teoría del arrastre o del contagio que supuestamente benefició a los partidarios del candidato Álvaro Uribe. Esta teoría no puede explicar, por ejemplo, por qué la votación aumentó exclusivamente en los cuatro municipios citados pero no lo hizo en el resto del departamento de Córdoba.
Los datos muestran, en segunda instancia, que la votación de Miguel de la Espriella siguió el patrón opuesto a la de Mario Uribe: aumentó en el resto del departamento y disminuyó en los cuatro municipios en discordia. Esta variación es compatible con las declaraciones de Salvatore Mancuso citadas por el ex fiscal Marin. En Montelíbano, Sahagún, Planeta Rica y Chinú, la votación de Miguel de la Espriella disminuyó en 10.000 votos y la de Mario Uribe aumentó, como ya se dijo, en 7.500 votos.
Los datos muestran, finalmente, que la votación de ambos ex senadores disminuyó en 2.006 en todo el departamento de Córdoba. Este último dato sugiere que la llamada parapolítica se redujo considerablemente en las últimas elecciones parlamentarias. En su último libro, Claudia López niega, contra todo indicio, este último punto.
En suma, los datos señalan un aumento sustancial y geográficamente concentrado de la votación de Mario Uribe en 2.002, y una disminución sistemática de la votación por ambos ex senadores en 2.006. Los datos no son definitivos (la estadística nunca lo es). Pero sugieren que los paramilitares incidieron, en favor de ambos ex senadores, sobre los resultados de la elección de 2.002. Pero que su influencia fue mucho menor (o no existió) en la elección parlamentaria del año 2.006.