En 1962, hace ya 50 años, la firma encuestadora Gallup le hizo la siguiente pregunta a una muestra de mujeres estadounidenses: ¿en general, quién cree usted que es más feliz, una mujer casada encargada de su familia o una mujer soltera que trabaja? El comentarista conservador Charles Murray llamó la atención recientemente sobre la uniformidad de las respuestas, más de 90% de las entrevistadas respondieron que las mujeres casadas eran más felices. La pregunta era casi una provocación, sugiere Murray. El matrimonio era considerado entonces un destino ineluctable. La gente nacía, se casaba, se reproducía y moría. Eso era todo. Medio siglo después, las cosas han cambiado de manera radical. La gente pospone cada vez más el matrimonio. O nunca se casa. O si lo hace, se separa después de unos cuantos años. El entorno familiar se ha transformado consecuentemente. En Estados Unidos, por ejemplo, el porcentaje de niños nacidos por fuera del matrimonio pasó de 3% en 1960 a más de 30% en 2010. El porcentaje de niños criados por un solo padre ha seguido una trayectoria similar. Además, las parejas casadas son menos felices. En 1962, 63% de las mujeres decía sentirse muy feliz en el matrimonio; en 2010, este porcentaje ya era inferior a 40%. El matrimonio no atrae, ni amarra, ni entretiene. No sólo en Estados Unidos. En Colombia, el divorcio es cada vez más común y la unión libre se ha generalizado, sobre todo en las familias de menor nivel socioeconómico. Estas tendencias tienen efectos probados sobre la socialización de las generaciones futuras. En promedio, los hijos de padres casados muestran mejores resultados escolares, menores problemas psicosociales y una mejor salud, tanto física como emocional. La evidencia al respecto es inmensa. Apabullante, podría decirse. Para el caso de Colombia, por ejemplo, los investigadores Diego Amador y Raquel Bernal mostraron recientemente que, todo lo demás constante, los hijos de padres casados tienen un mejor desempeño escolar que los hijos de padres en unión libre. El matrimonio, sugieren los autores, acrecienta la responsabilidad y el compromiso de los padres. ¿Puede hacerse algo al respecto? No mucho. El retorno a un supuesto pasado idílico que proponen Murray y otros comentaristas conservadores es imposible. La estatización casi completa del cuidado infantil que proponen algunos liberales es también utópica, sobrestima las capacidades estatales y subestima las restricciones financieras. El Estado no puede sustituir a la familia. No completamente al menos. El novelista Michel Houellebecq plantea el problema con precisión: “es deplorable que la unidad familiar esté desapareciendo. Uno puede argumentar que aumenta el dolor humano. Pero deplorable o no, no hay mucho que podamos hacer. Esa es la diferencia entre mi visión y la de un reaccionario: yo no tengo interés en devolver el tiempo. No creo que pueda hacerse”. Más allá de las políticas públicas, de la reingeniería de valores que propone la derecha o la ingeniería social que promueve la izquierda, el declive del matrimonio y por ende de la familia es un fenómeno trascendental, con consecuencias inquietantes en el mejor de los casos. “Por esta y otras razones, la sociedad ha venido perdiendo la capacidad de producir adultos equilibrados, razonables”, me dijo un colega hace unos meses. Razón no le falta.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 2:03 amEnlazo el artículo de Diego amador y Raquel Bernal sobre matrimonio y unión libre en Colombia. La evidencia es clara, sus implicaciones siguen siendo, para mí, confusas.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 2:04 amEl colega mencionado al final de la columna es Francisco Thoumi, un economista con quien he tenido algunos desacuerdos pero que admiro y aprecio.
Finalmente la columna deja entrever uno de los principios del partido nihilista que (algún día) promoveremos con Juan David Velez y otros: “el mundo puede ser una mierda, pero muchas veces hay poco que hacer al respecto.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 2:22 amEl fracaso del matrimonio está correlacionado con la "diferencia de velocidades" en las transformaciones sociales a nivel de genero; esto es, que las mujeres y sus roles están cambiando rapidamente, en mayor proporción que los de sus pares masculinos -estos ultimos incluso parecieran estancados, al menos eso diría un sector ultra feminista-
A proposito del tema, The economist publicó lo mismo, pero para Asia (pioneros en tecnología y disfunciones sociales, esto ultimo dicho sin el animo de sonar conservador)
http://www.economist.com/node/21526350
@carlosnihl
Javier Moreno
26 febrero, 2012 at 2:56 amConjeturo que la diferencia que muestra el estudio de Amador y Bernal entre familias conformadas por parejas casadas y familias conformadas por parejas sin casar en cuando a "efectividad de crianza" desaparecerá en los próximos diez o quince años si no es que ya se está difuminando.
La presión social hacia el matrimonio sigue siendo alta. Casarse es todavía considerado una señal de clase. La "unión libre" todavía se interpreta como "falta de compromiso". La estructura educativa todavía asume por principio que los niños cuentan con dos papás y que los papás de hecho están casados. En el pueblo donde yo crecí era así y aunque no me afectó particularmente sí recuerdo la presión (en el colegio y en la comunidad en general) asociada a mi condición de hijo de mamá sola. Es bastante probable que las diferencias de desempeño estén relacionadas con este requisito social implícito.
Lo que ciertamente hace una diferencia es la crianza entre dos o la crianza entre uno, por pura cuestión de plata y tiempo para los hijos, pero yo no me preocuparía tanto porque se estén casando menos y conviviendo libremente más. Dudo que a largo plazo ese sea un factor que dificulte "la producción de adultos equilibrados".
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 3:09 amEstoy de acuerdo con Javier: la unión libre no es especialmente preocupante desde una perspectiva de mediano plazo. Pero sí puede ser un síntoma más del problema tratado en la columna. Si uno anticipa que el divorcio o la separación son bastantes probables, la unión libre cobra mucho más sentido. Pero allí está el problema: la anticipación puede disminuir, como lo sugieren Amador y Bernal, las inversiones en los hijos y el empeño en la crianza.
Recuerdo un chiste viejo: antes, después de un tiempo de estar saliendo con un señor, las mujeres se preguntaban: ¿es este el tipo con el que quiero pasar el resto de mi vida? Hoy se preguntan: ¿es este el tipo con el que quiero que mis hijos pasen los fines de semana?
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 3:13 amCopio por aquí una buena entrevista con Michel Houellebecq: The Art of Fiction No. 206.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 3:21 amLa única razón válida para casarse formalmente (ante la ley civil, por lo menos)es que esa pareja (independientemente del sexo) quiera verdaderamente tener hijos y ocuparse de ellos. Si no, que reine el individualismo y sanseacabó. Dejaremos de preocuparnos de montones de cosas.
Tatiana Luján
26 febrero, 2012 at 3:25 amSi las diferencias entre los beneficios que trae casarse frente a vivir en unión libre disminuyen, pa qué se va a casar la gente.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 3:31 amLas diferencias, como dice Gaviria, tienen que ver con las expectativas y las actitudes de las parejas. En promedio, las parejas que se casan esperan durar más y por lo tanto afrontar la crianza conjuntamente.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 3:35 amUna relación será exitosa si utiliza bien el tiempo y el dinero para la producción de bienes privados (compras para ella, él, los hijos) y públicos (gastos de casa), en la utilización eficaz de sus virtudes y en especial el amor. El matrimonio es mejor que la perversión de la unión libre.
saludos.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 3:36 ampero el libro de Murray es sobre IQ, "cognitive elite" y demas no? seria interesante ver a Alejandro enredarse con esos temas tan politicamente incorrectos. por ejemplo, Murray es de los que sostiene que demasiada gente, y no muy poca, esta invirtiendo su tiempo en educacion superior (por eso de que el IQ no les da para mas). no he escuchado a nadie siquiera mentar una posicion semejante por aca. teniendo en cuenta que el ICFES es tan buen predictor del rendimiento academico como lo es el SAT en EE:UU, las conclusiones de Murray se pueden extrapolar con facilidad para el caso colombiano. entre ellas esta la contraintuitiva tesis de que lo que esta causando la profundizacion de la desigualdad tanto en EE:UU como en colombia es precisamente la mayor cobertura educativa que premia meritocraticamente aquellos con mejor IQ, ya que, como Murray señala (fundamentado en una muy bien establecida informacion estadistica) el IQ es geneticamente hereditario. en fin, ahi tiro el anzuelo a ver si muerden…
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 3:47 amEl analfabetismo estadístico es un problema serio. La gente interpreta los promedios poblacionales individualmente. Ya muchos están diciendo: “yo soy hijo de padres separados y no tengo problemas psicológicos o de salud”. Probablemente. Pero de estadística, sin duda, sabe poco.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 3:56 amAnónimo 22:36: el libro anterior de Murray, The Bell Curve, es sobre inteligencia, el nuevo, Coming Apart, trata esencialmente sobre las tendencias divergentes en los indicadores sociales entre ricos y pobres en los EE.UU. Ambos libros son reminiscentes de una novela que ya nadie lee pero que vale la pena mencionar:The Rise of the Meritocracy, 1870–2033 de Michael Young. En la novela una elite cognitiva, una especie de casta de inteligentes, se separa del resto de la población. Murray sugiere que algo similar está ocurriendo en los EE.UU.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 4:04 amgracias por el Link
Harold H. Londoño
26 febrero, 2012 at 4:12 amVoy con casos tipo HBR.
(Por seguridad se han cambiado los nombres).
Caso 1. El señor K se casa con una señora que tiene una hija de 5 años. Este señor la cría y se encariña de la niña. El papá original, el biológico, se la lleva una vez al mes un fin de semana.
Hasta allí todo "relativamente" normal.
La señora a los 8 años de haberse casado con el señor K se aburre de él, se separan, y vuelve y se casa con un nuevo hombre, el señor X.
La niña cumple quince años en dos semanas y lo único que quiere es que en la fiesta esté el señor K.
Parece que el señor X está como bravo (es muy celoso), así como el papá biológico.
La mamá no sabe qué hacer.
Caso 2. Hace 10 años trabajé en una empresa panificadora y me acuerdo que uno de los requisitos para ser conductor, era el de estar debidamente casado.
En esa empresa decían que las personas casadas eran más responsables y menos propensas a robarse la plata.
A un amigo, que estaba en pruebas, en la visita domiciliaria le dijeron "¿y por qué no vemos fotos de su matrimonio por ninguna parte?
A mi amigo le tocó traer el album y todo.
En esa empresa ser conductor generaba muy buenos ingresos. A mi me dieron muchas ganas de casarme en esos días, pero no, no se pudo. Ahora soy economista.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 4:26 amEl analfabetismo estadístico es un problema inevitable. por definicion, incierto. por ejemplo, habria que señalar contra la interpretacion que hace Alejandro, el viejo lema "correlacion no es causalidad". el que exista una asociacion entre el matrimonio y el rendimiento academico de los hijos puede explicarse por una tercera variante oculta. eso parece demostrar Brian Caplan para quien lo que hacen los padres durante la infancia de sus hijos carece de importancia a largo plazo…
Anónimo
26 febrero, 2012 at 5:14 amHasta para solicitar un crédito al sector financiero es relevante decir que se es casado;
Anónimo
26 febrero, 2012 at 5:29 amAlejandro, es muy cierto lo que menciona. En promedio los niños que viven con la ausencia de un padre desarrollan varios problemas durante su vida juvenil, por ejemplo. Eso está mas que demostrado. por otra parte, hay un libro interesante de un estratega de campañas políticas que se llama Mark Penn, el libro se titula "microtrends" allí menciona la creciente tendencia de la separación y solteria. También toca una tendencia que mencionaron algunos de los comentaristas, y es la separación de las elites. En EEUU menciona el libro de Penn, las elites cada vez se separan más de la sociedad, poco les interesa el curso de los grandes acontecimientos. Menciona el libro que se hizo una encuesta a varias personas que poseen phd, se les preguntaba cuales eran las principales caracteristicas por las cuales votarian en un candidato. Entre ellas el buen manejo de los asuntos exteriores o su experticia en el manejo de la economía. Curiosamente la mayoria respondió que votarian no por estas caracteristicas, sino por los rasgos de la personalidad del candidato (amabilidad, simpatia, apariencia física).
Aquí les dejo el link del libro, tiene alguna vista previa.
http://www.amazon.com/Microtrends-Forces-Behind-Tomorrows-Changes/dp/B003UYV1S8/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1330233982&sr=8-1
Simón Patiño Montoya
Constantino
26 febrero, 2012 at 7:01 amWe're a generation of men raised by women. I'm wondering if another woman is really the answer we need.
Tyler Durden, Fight Club, 1999.
Pascual Gaviria
26 febrero, 2012 at 7:45 amNo sé si sea porque vivo en unión libre y son las 2:40 A.M. Pero la columna tiene un dejo de sermón. Sin importar que venda desesperanza sin muchas posibilidades de redención.
jaime ruiz
26 febrero, 2012 at 8:25 amEl analfabetismo estadístico es un problema ínfimo comparado con la arrogancia estadística: el que se aprende cuatro formulitas se cree en capacidad de responder por todo, y deja pasar lo esencial. Y al pensar en ese problema descubro la causa del bajo nivel que atribuyen algunos a las universidades colombianas, que no es otra cosa que la puta autoevaluación. El profesor examina al alumno: "Usted cuánto sabe de esta materia". "Bueno, yo diría que prácticamente todo". "Excelente, tiene la puntuación máxima, el siguiente". Pues, a ver, ¿qué criterio va a ser que alguien diga que no tiene problemas psicológicos? "Yo soy hijo de padres separados, y aquí me tiene, sin problemas psicológicos". Da miedo. No, da más envidia. Uno se busca un trabajo de psicólogo en un país así. La vida se vuelve fácil, basta con interrogar a los pacientes. ¿Está usted equilibrado psíquicamente? ¡Claro, el psicólogo que se ha graduado así diagnostica así! Genial.
Curioso que el artículo ni mencione el caso de los niños que no saben quién es su padre y nunca han recibido ningún aporte económico de él. También en las familias separadas puede haber una diferencia notable, por causas culturales, entre Estados Unidos y Colombia, entre la conducta de los padres estadounidenses y los colombianos.
Cierta forma de ver eso conduce a confundir la causa con la consecuencia: los hijos bien criados no surgen del matrimonio sino que éste surge de la determinación de criarlos, de la respuesta de quien se plantea que a toda costa los va a criar. Y tampoco es que las clases sociales más altas se casen, sino que en el plazo de varias generaciones el matrimonio genera estabilidad y por ende ascenso social.
En alguna parte Nietzsche habla de eso y lo atribuye a la ilusión del matrimonio por amor. Para una adolescente de un barrio pobre el despertar de su sexualidad puede ir acompañado del cortejo del primero que pasó por ahí ("amor"). Sólo un nombre de la trampa de la pobreza. Aunque también hay que verle el lado bueno, porque de todos modos la academia necesita a quién redimir, antes con las armas y con María Eugenia, ahora con la estadística.
Los indios se gastan fortunas que no tienen en la boda. Es una forma menos estúpida de lo que se cree de asegurar la estabilidad familiar: no darán muchas ganas de volverlo a hacer.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 8:35 am"Es bastante probable que las diferencias de desempeño estén relacionadas con este requisito social implícito".
Por otro lado, hijos de parejas de homosexuales no parecen tener peor rendimiento académico (entre otras cosas) con respecto a sus pares. En este caso, la presión social parece ser irrelevante, e incluso siendo mayor que en el caso de hijos de parejas no casadas. Curiosamente, en el caso de parejas lesbianas parece haber beneficios potenciales. Luego, parece que es mas decisiva la crianza.
http://www.jstor.org/pss/2657413
Daniel Vaughan
26 febrero, 2012 at 8:51 amMarriage: Past, Present, Future?
Daniel Vaughan
26 febrero, 2012 at 8:53 am"If they existed, markets for sex and markets for children would share
a common feature: women sell and men demand. No society allows the
trade in children, instead we have marriage."
DV
Carlos Méndez
26 febrero, 2012 at 11:19 amAlejandro: hay razones económicas y culturales para el declive del matrimonio.
El mundo se ha urbanizado. Dejando un lado las motivaciones intrínsecas:
En el campo tener un hijo era una inversión. Ayudaba en la finquita.
En la ciudad tener un hijo solo implica gastos (y crecientes).
Además antes el matrimonio como institución tenía el significado romántico que tiene ahora. Tenía un función mas política (unir tribus, naciones) o económicas.
Era perfectamente válido, al menos para los hombres, tener esposa, y tener amantes, favoritas,etc.
Igualmente las mujeres ahora prefieren estudiar y ascender profesionalmente antes de pensar en tener hijos. Cuando esto sucede ya tienen mas de 30, por lo menos.
Y como mencionan en otro comentario, hoy en día casarse y no tener hijos como que no tiene mucho sentido.
Por otro lado, vivir en unión libre en Colombia por 2 años equivale para efectos legales a estar casado. Es la misma vaina. Después de 2 años.
Carlos Méndez
26 febrero, 2012 at 11:23 amCan Marriage Survive?
Anónimo
26 febrero, 2012 at 11:58 amY ahora quien podrá ayudarnos?: http://www.semana.com/vida-moderna/partir-cobijas/172783-3.aspx
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 12:22 pmAnónimo 23:26: por supuesto correlación no implica causalidad. Todos los artículos serios en esta literatura mencionan el problema y lidian con él de una forma u otra. El de Amador y Bernal, por ejemplo, usa variables instrumentales. Uno puede creerle o no a un artículo en particular. Pero, en mi opinión, la literatura en su conjunto sugiere la existencia de una relación causal.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 12:28 pmAnónimo 23:26: por supuesto correlación no implica causalidad. Todos los artículos serios en esta literatura mencionan el problema y lidian con él de una forma u otra. El de Amador y Bernal, por ejemplo, usa variables instrumentales. Uno puede creerle o no a un artículo en particular. Pero, en mi opinión, la literatura en su conjunto sugiere la existencia de una relación causal.
Maldoror
26 febrero, 2012 at 12:50 pmConcuerdo con el comentario de Javier. Además, si no estoy mal y al menos para el caso gringo, ser soltero implica pagar más impuestos que ser casado (contrario al mito del "marriage penality").
Sospecho además que estamos en un período de transición: las estructuras familiares se están reacomodando. Apenas van, que, 40 años de liberazación sexual y de revolución femenina. Era obvio, inevitable y deseable que el sistema de familia tradicional se derrumbara. Pero la familia se reacomodará y el nuevo sistema tendrá chances de funcionar mejor en tanto empiece a ser aceptado socialmente.
Por otra parte…¿desde cuando hay estadísticas sobre matrimonio, separaciones y uniones libres en Colombia? Lo digo porque aunque creo que socialmente existe la expectativa de que casarse es la norma, al menos acá, lo que uno lee de la colonia es que la gente no se casaba, que la cohabitación sin matrimonio era extremadamente común, de la misma forma que los hijos "ilegítimos".
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 12:54 pmPascual: imposible escribir sobre el tema sin sonar sermoneador. Ayer, creo, el Papa habló sobre el asunto. No me gustan los sermones. Ni darlos, ni recibirlos. Cuando leí el artículo de Amador y Bernal, mi primera reacción fue “esta econometría parece hecha por Ordoñez”. Pero creo que vale la pena mencionar el tema (las tendencias y sus posibles consecuencias), así las credenciales progresistas se devalúen un poco.
Jaime: usted tiene razón. Lo importante no es el matrimonio en sí mismo, sino la intensión de criar los hijos conjuntamente y las expectativas de hombres y mujeres cuando empiezan una relación. El énfasis de la columna no es en los aspectos formales del matrimonio: el énfasis es en la institución informal, no en la formal. Esto tampoco se compone con curas o notarios.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 12:58 pmMaldoror: hay buenas estadísticas desde los años setenta. Si uno quiere ir más atrás, algo puede encontrarse en los censos. Sobre la Colonia y este tema, le recomiendo las obras de mi colega Hermes Tovar.
Harold H. Londoño
26 febrero, 2012 at 1:49 pm¿esto no se compone?
¿y qué es lo que hay que componer?. no entiendo.
Pareciera que esos mismos que sucumben ante la innovación y cambian de celular cada seis meses y de carro cada año, ahora andan de un preocupado porque las mujeres quieren cambiar de marido cada semestre.
Las empresas cada día contratan más personal temporal y las personas ya no entran a una empresa soñando con jubilarse. Ya nadie quiere compromisos de largo plazo. Nadie.
El amor, es sólo una faceta más de una sociedad líquida en la que lo efímero es la regla y lo duradero es la excepción.
Yo no creo que tengamos que andar componiendo nada, más bien, deberíamos empezar por decirles a nuestros niños que se vayan acostumbrando a querer a tres papás y a estar preparados cuando rápidamente sus novi@s los dejen de querer.
Es más, esos cuenticos como Blanca Nieves y la Cenicienta deberían ajustarles el final y poner algo como "y vivieron felices … por algunos meses".
Así no creamos expectativas y andamos quejandonos esperando que esto se componga.
Respetuoso saludo.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 1:54 pmMás allá de la discusión sobre las consecuencias, este gráfico me parece interesante.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 2:04 pmHarold: "la ampliación del campo de batalla", dice Houellebecq. Hoy el amor, dicen muchos, es simplemente otro gran mercado. Saludos.
Pascual Gaviria
26 febrero, 2012 at 2:50 pmClaro que vale la pena mencionar el tema. Pero en contra de las estadísticas uno podría decir que algo positivo debe tener la devaluación del matrimonio: las feministas dirán que se rompió un yugo que antes era cadena perpetua y hoy tiene penas reducidas.
Pero no es solo cuestión de género. Para todos se acabó la tiranía social que convertía el divorcio en pecado y la infelicidad conyugal en obligación. Mejor dicho: se ganó en autonomía personal, en derecho al egoísmo; sin importar que los niños hagan menos tareas y tengan más lombrices.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 2:57 pm¿Y qué venden en el mercado del amor? Pregunto nomás, pues no creo que se pueda acabar de un plumazo con verdades conocidas y sabiamente plasmadas sin estadísticas de ninguna especie en melodías históricas como "Ni se compra ni se vende".
No, de veras, ¿qué se vende en el mercado del amor? ¿sexo? Porque entonces ese sería el mercado del sexo, que es distinto.¿O no?
Interesante sería, en unos cinco años, tal vez menos, hacer un estudio comparativo sobre la durabilidad de relaciones matrimoniales establecidas vía método tradicional (encuentro fortuito), por selección vía servicio electrónico de búsqueda de pareja con estudios de antecedentes, hojas de vida, gustos y demás, y los matrimonios arreglados que priman en las sociedades más tradicionales como India.
Gheysel Naranjo
26 febrero, 2012 at 3:12 pmEl concepto de libertad, Independencia y capacidad pensante y económica individual, le ha hecho mucho daño al mundo, propiciando el orgullo a no mantenerse esclavo de nadie y que instituciones personalizadas sean las que generen afecto y al apoyo emocional para con sus miembros, en especial para los hijos… Y entonces para qué matrimonio? –dirá la sociedad moderna-… Además hará más daño social y psicológico divorciarse, que no casarse: http://www.prolifeworldcongress.org/index.php?option=com_content&task=view&id=34&Itemid=1
Por su puesto es un hecho que el matrimonio es un tema de status, herencias y un concepto de familia. Todos estos han cambiado con el tiempo y son muy marcados en las clases sociales. Un ejemplo claro es que los muy ricos, se casan por el tema de la ley de la herencia para garantizar que sean sus hijos reconocidos y por matrimonio(sangre de su sangre)los que se lleven la herencia; los pobres, cuál herencia? Las deudas? Y entonces los pobres se casan menos. Por otro lado por ejemplo la tendencia en Europa es que las mujeres tienen pánico el tener hijos y mucho menos compromisos que le afecten su libertad.
Por su puesto los bien pensantes y actuantes hacia la vida conviene el matrimonio, como célula económica y organizada para la prosperidad, tener y garantizar una versión mejorada de la especie (los hijos) que brinden ternura y motivación para mayor riqueza, status y perfección.
Además, como dicen por ahí, quien no se haya casado antes de los treinta y pico de años se lo llevó el tren…
Visto desde la economia seria, siempre se prefiere tener empleados ya casados, como una muestra de madures y organizacion que a los no casados. Visto desde un regimen como el deHollywood y de economia del arte y del espectáculo, quien se haya casado más de 5 veces o sea un raro especimen artista solteron son evidencias de que serán personajes ráfagos en la producción explotando el rating del cine y la television y sus famas de solteros mas cotizados (para el caso de los solteros), y (para el caso de los mas divorciados y los mas casados) sus famas de los más cotizados "Don Juan" o las más cotizadas Divas.
Gheysel
Anónimo
26 febrero, 2012 at 3:28 pmAlejandroo, le comparto algunas observaciones que he venido haciendo desde hace años en mi trabajo ( docente de secundaria en insitucion oficial):
1. Son cada vez mas los estudiantes hijos de "abuelos", que los de parejas de padre-madre(en matrimono o en union libre). La acudiente es la abuela, los papas nunca aparecen.
2. Los estudiante con mejor rendimiento academico y menos dificultades comportamentales viene de familias donde existen padre y madre (en matrimonio o en union libre)y las normas basicas de conviencia en sus casas son claras y evidentes
3. Existen estudiantes que viviendo solo con su madre o su abuela o ambas (sin figura paterna presente de modo permanente)son buenos estudiantes en lo academico y tiene pocos o ningun problema en lo comportamental. Este grupo tiene una caracteristica especial, son estudiantes que trabajan (ayudantes en panaderias, tiendas, vendedores de algo) o colaboran con la mama o la abuela en su trabajo (tiendas, microempresas, etc) y ademas tiene normas claras en sus casas.
A mi modo de ver y a aprtir del ejerciico de observacion.
1. Para los niños y adolescentes es mejor tener la presencia de ambos padres, siempre y cuando estos tengan el deseo de criar a sus hijos y ayudarles a cosntruir un proyecto de vida propio, educandoos en la repsonsbilidad y el respeto (normas basicas de convivencia familiar)
2. Los niños y adolescentes que no conviven con ambos padres, pero que son educados por el padre presente o el adulto a cargo (abuela)en ambientes de respeto y responsabilidad, no parcen mostrar gran diferencia con aquellos que fueron criados por ambos padres.
3. Respeto, responsbilidad y proyecto de vida trabajados desde la casa a edades tempranas ( dos años), ayudan a estructurar personas sanas en lo personal y en lo social,
4. El sistema educativo actual, promotor del menor esfuerzo y de la comodidad sin trabajo, no ayuda en nada a la formacion de los niños y adolescentes
5. Los niños y adolescentes con adultos presentes (padres y maestros) y dispuestos a establecer normas, tienen mejores expectativas en lo academico y en lo social.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 4:21 pmAlejandro, aunque usted menciona el uso de variables instrumentales en el estudio de Amador y Bernal, no creo que el mismo haya controlado por IQ o "capacidad cognitiva" (que en colombia podria medirse a traves del puntaje icfes, al igual que en EE:UU se hace a traves del SAT o del GRE). lo digo por que muchos estudios han demostrado que son las parejas mas educadas, y mas inteligente, las que menos probabilidad de divorcio tiene. asi que el buen rendimiento de los hijos de matrimonios se debe no tanto al hecho de crecer dentro de un "hogar estructurado" como al hecho de ser hijos de padres inteligentes (ya que, como dije antes, es un hecho aceptado por el grueso de la psicologia que la inteligencia es por lo menos en un 50 % geneticamente hereditaria).
es una lastima que en colombia este tipo de investigaciones sobre "capacidad cognitiva" brille por su ausencia. la unica en mi conocimiento es la adelantada por uniandes, el estudio longitudinal, que ya esta examinando a los niños con el test Peabody. ojala sigan por ahi…
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 5:30 pmPascual: La cosa es más complicada. Hay menos violencia doméstica contra las mujeres, pero, al mismo tiempo, más suicidios de jóvenes. Todo está obsesión con la primacía de los niños puede entenderse, en últimas, como una norma social para contrarrestar la erosión de la familia.
Anónimo 10:28: mil gracias por las observaciones. Pertinentes y claras. Saludos
diego mora
26 febrero, 2012 at 5:31 pmcómo les va en el colegio a los hijos de parejas que se separan en el transcurso de sus estudios? Cambian de un anho a otro?
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 5:35 pmJames Heckman, premio nobel de economía, escribió recientemente sobre las opciones de política pública dado el contexto descrito en la columna: The American Family in Black and
White: A Post-Racial Strategy for
Improving Skills to Promote Equality.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 6:09 pmLo mejor del declive del matrimonio es que se quedaron sin carreta las feministas…
charlie
26 febrero, 2012 at 7:28 pmLa Segunda Guerra mundial no destruyo el tejido social de Europa por la fortaleza de la institución de la familia. Hoy otra seria la historia.
Sin matrimonio la familia, como unidad, desaparece, y sin la familia, desaparece también la civilización.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 8:21 pmUna pregunta para Roberto Angulo y otros: ¿es compatible el paternalismo estatista de la red de Juntos o Unidos (el Estado interviene en las decisiones económicas, de salud, educación, etc.) con el liberalismo desentendido en lo que concierne a las decisiones familiares? ¿Liberalismo ajustado a los prejuicios?
Anónimo
26 febrero, 2012 at 8:43 pmSi es cierto los que aducen el columnista y varios de los comentaristas, ¿qué explica entonces de la PRINCIPAL reivindicación de las parejas homosexuales en países como Estados Unidos sea precisamente el matrimonio?
Anónimo
26 febrero, 2012 at 9:11 pmEncontré una referencia que nos puede ser útil para entender que es lo que realmente pasa: http://pss.sagepub.com/content/22/5/627
Anónimo
26 febrero, 2012 at 9:21 pmGaviria dijo: "El de Amador y Bernal, por ejemplo, usa variables instrumentales"
El uso de variable instrumentales en el articulo es para corregir endogeneidad. No tiene nada que ver con el "problema" causalidad-correlación. Me sorprende que los autores digan casi textualmente que es así. Eso si es analfabetismo estadístico. La causalidad en estos estudios es siempre un acto de fe, y no hay nada de malo en ello. /Facepalm
Miguel Angel
26 febrero, 2012 at 10:12 pmConsideremos con total irresponsabilidad de método los modelos actuales para la gente más joven, hoy en día hay que ser phd primero que nada, socialmente no se puede subir a la cúspide social sin tener los títulos que lo permitan, en eso a una persona le dan los 30 y tantos.
Teniendo en cuenta este escenario, como bien la publicidad lo ha enseñado en los últimos 10 años, los 40 son los nuevos 20 y los 50 son el principio de la vida (vejez de consumidores); para todos, el consumo ha sido más importante que el compromiso con responsabilidades como la paternidad; hay que viajar, bailar, comprar; para mal o para bien este modelo ha calado en el comportamiento de las personas que están entre los 30 y los 50.
En las relaciones, el amor ya no es un compromiso, es una moneda de cambio que va y viene, Woody Allen lo ha retratado ya perfectamente; las alternativas sexuales hoy en día hacen que uno pueda ver a jóvenes de veintitantos siendo hoy homosexuales y mañana heterosexuales al vaivén de las costumbres temporales en su entorno; no más hay que ver "Glee" o "Skins" para entenderlo un poco más.
La familia ya no tiene modelo alguno basado en el modelo de "padres e hijos" tal como lo mostró el enlatado de tv, por eso, las tribus se volvieron tan populares y se convirtieron en la base del comportamiento de los más jóvenes; y finalmente, para algunos las creciente expectativa de vida, hace que ya no haya tanto afán, al final, al parecer sentimos que habrá tiempo para todo; sin contar que ya fenómenos como la decreciente expectativa frente a la economía hace que todos nosotros pongamos en un segundo plano la idea de tener hijos.
Anónimo
26 febrero, 2012 at 10:53 pmMiguel Angel, por si acaso, eres asistente de investigación en los andes o algo por el estilo? Es que mundo vives para decir que un PHD es ahora un imperativo social? Difícilmente para mucha gente en colombia.
Alejandro Gaviria
26 febrero, 2012 at 11:21 pmAnónimo 16:21: las variables instrumentales sí se usan, en términos generales, para determinar la existencia de relaciones causales cuando existen problemas de endogenidad. Aquí hay una buena explicación.
Alejandro Gaviria
27 febrero, 2012 at 12:01 amDe Francisco Thoumi:
Además, es importante poner en discusión el tema de la producción de adultos. Como debería ser la función de producción para eso? El contraste entre las soluciones de fortalecimiento de valores (derecha) y reingeniería social (izquierda) que haces es importante, pero quisiera sugerirte explorar formas de evolución institucional. Por ejemplo, el horario escolar en os Estados Unidos se elaboro con base en dos supuestos hoy totalmente obsoletos: 1. La madre esta en la casa a las 3 PM esperando a los hijos. 2. Los niños se necesitan en la granja familiar para ayudar con las cosechas durante el verano. Es fascinante ver como es imposible extender el horario y el calendario escolar en respuesta a los cambios en la estructura familiar y en la urbanización. Cuando las normas surgen siempre son funcionales, pero cambios tecnológicos y sociales hacen que algunas se vuelvan obsoletas. Sin embargo, cada norma genera intereses que se oponen a su cambio. Finalmente, cuando los costos de las normas obsoletas son demasiado altos, las reformas son posibles. Es claro que hasta ahora los cambios en las relaciones de pareja no parece que hayan generado costos que se perciban como suficientemente altos para que haya respuestas sociales. Hasta ahora la respuesta es individual e ineficiente como lo muestra la manera en que en Bogotá se educa a los chicos sujetándolos a largos viajes en bus y a un horario infame.
Alberto
27 febrero, 2012 at 1:01 amAlejandro;
El proyecto político del Ingsoc y el Estado Fordiano contemplan como una condición indispensable y fundamental el desmantelamiento de la institución familia;
“Hemos cortado los vínculos que unían al hijo con el padre, un hombre con otro y al hombre con la mujer. Nadie se fía ya de su esposa, de su hijo ni de un amigo. Pero en el futuro no habrá ya esposas ni amigos. Los niños se les quitarán a las madres al nacer, como se les quitan los huevos a la gallina cuando los pone. El instinto sexual será arrancado donde persista. La procreación consistirá en una formalidad anual como la renovación de la cartilla de racionamiento. Suprimiremos el orgasmo. Nuestros neurólogos trabajan en ello. No habrá lealtad; no existirá más fidelidad que la que se debe al Partido, ni más amor que el amor al Gran Hermano” (1.984)
"Madre, monogamia, romanticismo (…) La necesidad tiene una sola salida. Amor mío, hijo mío. No es extraño que aquellos pobres premodernos estuviesen locos y fuesen desdichados y miserables. Su mundo no les permitía tomar las cosas con calma, no les permitía ser juiciosos, virtuosos, felices. Con madres y amantes, con prohibiciones para cuya obediencia no habían sido condicionados, con las tentaciones y los remordimientos solitarios, con todas las enfermedades y el dolor eternamente aislante, no es de extrañar que sintieran intensamente las cosas y sintiéndolas así (y, peor aún, en soledad, en un aislamiento individual sin esperanzas), ¿cómo podían ser estables?" (Brave new world)
Anónimo
27 febrero, 2012 at 1:06 amEs cierto lo que dice Thoumi. Mis hijos salen para el colegio (en la Calera) a las 5:30 am y regresan a la casa a las 5:30 pm a hacer tareas, además de sus prácticas deportivas. Yo, que soy mamá más o menos de tiempo completo, quiero que lleguen a la casa temprano, mientras que la mayoría de mis pares hacen campaña para que lleguen más tarde porque ellas no llegan a sus casas del trabajo antes de las 7:00 pm. El debate es muy pertinente sobre el cambio de roles y sus consecuencias.
Anónimo
27 febrero, 2012 at 2:05 amHablando en plata blanca: las instituciones educativas ( privadas y oficiales) han venido siendo asumidos como "parqueaderos" por los padres de familia. La diferencia esta en los "extras" que ofrecen:
– mayor o menor tiempo de "parqueo". Los padres quieren que cada vez sea mas, como lo comentaba una entrada anterior.
– las actividades "extracurriculares" sin sentido y orientacion, cuyo unico proposito es justificar el tiempo de mas y por supuesto el costo extra.
Hasta donde puede uno pensar que lo que los padres quieren es liberarse de la responsabilidad de "educar" (lease criar) a sus hijos y entregarle esa responsabilidad a la institucion educativa. Hay quienes siguen pensando que la escuela es el "segundo" hogar, esto pudo ser ser valido en la epoca en que existia un "priemr" hogar, en este momento ese primer hogar no existe.
La crianza es en principio, una responsabilidad familiar no delegable.
Si los padres no se hacen responsables de sus hijos, si no los educan en la responsabilidad, si el sistema no promueve la responsabilidad, apague y vamonos. No quedara ni espacio a la queja por la queja.
Alejandro Gaviria
27 febrero, 2012 at 2:36 amAlberto: muy buenas citas. Mil gracias.
Alejandro Gaviria
27 febrero, 2012 at 3:07 am"Family matters, American families are in trouble, and families are the main drivers of the success of children in schools", James Heckman, Premio Nobel de economía.
Alejandro Gaviria
27 febrero, 2012 at 3:08 amMás Heckman:
"At the present time, our social policy for fostering the skills of children largely focuses on
improving schools. This strategy is politically palatable because it avoids the charge of “blaming
the victim” and avoids any hint of intrusion into the sanctity of the family—a deeply held
American value. At the same time, a strictly school-based policy ignores the evidence about the
inequality present when children enter school.52 School-based policy does not attack skill gaps
at their source—the lack of family resources for effective early childhood development".
Diego Amador
27 febrero, 2012 at 3:19 amLa causalidad, en el caso del artículo citado, se refiere exclusivamente a causalidad en el sentido estadístico. Eso no quiere decir que la bendición del cura, la firma del notario, ni nada similar genere una mejora en la educación de los hijos, por ejemplo. Quiere decir que hay algo en lo que se conoce como matrimonio (y no necesariamente católico) que parece generar este tipo de efectos. Las dimensiones en las que existen diferencias (porque hay muchas en las que las diferencias parecen estar explicadas por otras características socio-demográficas) están relacionadas principalmente con inversiones a largo plazo.
Mi hipótesis, sin ningún tipo de evidencia contundetne para sustentarla y, por lo tanto, simplemente para sumar ideas en el debate, es que ese efecto proviene de la percepción de la unión libre como una relación menos estable y de "segunda categoría". Esta percepción difrerencial incluye tanto a las parejas mismas como a terceros (los parientes, el Estado y hasta el banco). En ese sentido, concuerdo con la conjetura de Javier Moreno: es muy probable que en unos años, cuando (ojalá) la unión libre sea tratada de una forma similar al matrimonio, desparezcan las diferencias que hoy existen entre estos dos tipos de familias.
Jeanratiste
27 febrero, 2012 at 7:16 amAferrarse a la tradición es la forma más burda de afrontar el cambio. La independencia económica de la mujer y la modernización le han propinado severos golpes al matrimonio; que en el futuro no se dejen engañar los nostálgicos de esta institución en pleno declive por nuestros congresistas, muy amigos de crear todo tipo leyes para disimular su vergonzosa incompetencia. Si los males de los mocosos que denuncia el profe en la columna no han sido suficientes para frenar el aumento del índice de divorcios, mucho menos lo serán las normas represivas.
Es que en Colombia tenemos perlas como el movimiento Mira o el Partido Conservador, que no me parecería nada raro que tramitaran proyectos de ley para proteger el matrimonio, dizque para preservar la unidad familiar
panÓptiko
27 febrero, 2012 at 12:37 pmAlejandro,
Puntos varios:
+ Creo que la pregunta que le hace a Roberto Angulo también la debería contestar usted. Cuando pregunta retóricamente "¿Puede hacerse algo al respecto?" esta hablando en nombre del estado ¿no?
+ ¿Ha considerado que este sea un problema que pueda ser enfrentado por un actor que no sea el estado? (Me pregunto si las raíces ocultas del paternalismo están en siempre mirar hacia el estado)
+ Estimo conveniente ser menos intolerante con la ignorancia estadística. Por un lado, es un proceso natural cotejar lo que dicen los números con el entorno de uno. Como sabe, una disminución en la tasa de criminalidad no es consuelo para el que lo roban.
Y, por otro lado, la ignorancia en este tipo de fenómenos sin solución puede ser conveniente: si los que no sufren el problema no quieren ser afectados, y los que lo sufren no quieren que se les irrespete, no habrá potencial político en el asunto y la sociedad en su conjunto no se verá expuesta a las legislaciones esperpénticas que generan fenómenos como el tráfico de drogas.
Saludos,
Alejandro Gaviria
27 febrero, 2012 at 3:44 pmPanÓptiko: estaba hablando primordialmente del Estado. Digamos que es un sesgo entendible. Hoy en día cuando hablamos de empresas colectivas y problemas sociales pensamos casi automáticamente en el Estado. Murray propone una especie de cruzada moralizante por parte de las clases virtuosas. Tengo razones para sospechar de semejante empresa.
De acuerdo: debemos ser más tolerantes con quienes no toleran la estadística, pero, a veces, debo confesarlo, me resulta difícil esconder la exasperación.
Saludos.
Jeanratiste: nadie está proponiendo una marcha atrás. Yo soy un defensor casi a ultranza del liberalismo. John Stuart Mill escribió On Liberty como reacción a las normas y costumbres victorianas que impidieron que Harriet Taylor, con quien se casaría ya viejo, se divorciara de su marido. Taylor se casó con Mill después de enviudar. Sin tolerancia con respecto al divorcio, la separación, incluso la infidelidad, no hay liberalismo. Pero no está demás, de vez en cuando, traer a cuento el bienestar de los mocosos.
Alejandro Gaviria
27 febrero, 2012 at 4:16 pmDiego: gracias por el comentario. Comparto plenamente tu interpretación. Me ha sorprendido el interés por el tema y la suspicacia que genere el análisis econométrico de estos temas. Saludos.
Anónimo
27 febrero, 2012 at 4:19 pmNo sé si los conservadores estarán planeando una conspiración para obligar a la gente a casarse y reproducirse, pero dudo que puedan hacerlo así sea su intención, precisamente por todo lo que se ha dicho aquí. Así que dejémonos de güevonadas y partamos del supuesto lógico de que como ni el matrimonio ni la reproducción son ya una obligación, entonces los que se casan y se reproducen –o se juntan y se reproducen– es porque quieren y porque han pensado en lo que ello implica. Y esa es una opción tan legítima como cualquier otra. Lo demás es irresponsabilidad e ignorancia o falta de instrumentos para evitar el desastre.
¿O es que la gente hoy en día, y especialmente las mujeres, deben avergonzarse de querer ser principalmente mamás(o, en caso de que la vocación y/o las circunstancias así lo requieran, los hombres que quieren dedicarse fundamentalmente a la paternidad)? Si uno se toma la vaina en serio, ser padre de familia debería ser una profesión (aunque sin fines de lucro, por razones obvias). Y nada menos que la profesión de procrear seres humanos, para que, si nos va bien, contribuyan de diversas maneras a la sociedad de la cual van a ser parte (como se repartan las cargas los miembros de la pareja, allá ellos).
¿O es que los médicos responsabilizan a las enfermeras de la salud de sus pacientes o de las consecuencias de sus tratamientos? ¿O es que los arquitectos o los ingenieros encargan y responsabilizan a los albañiles y a los ayudantes de las fallas estructurales de sus obras? Pensar que la gente puede tener hijos para chulear una actividad más en la hoja de vida, y que estos se van a criar solos o bajo la responsabilidad exclusiva de las empleadas del servicio doméstico o de los planteles educativos, es un acto de irresponsabilidad sin límites.
Los dizque “defensores del derecho a la vida” como el Procurador y sus correligionarios, por ejemplo, no piensan por un momento en qué tipo de “vida” le espera a ese prospecto o semilla, cuya viabilidad no está medio garantizada sino hasta después de las 12 semanas de gestación, si las cosas marchan bien. No es sino mirar las tasas de abortos espontáneos que ocurren en el primer trimestre de embarazo para ser realistas y dejar de discutir el momento exacto en que comienza la vida. Las creencias religiosas no son más que eso: creencias.
Nadie que no esté dispuesto a dedicarse responsablemente a la crianza de los hijos debe tenerlos. Eso sí debería ser considerado delito: tener hijos para dejarlos por ahí. Y por eso las parejas gay que luchan porque las dejen adoptar posiblemente sean mucho mejores prospectos de padres que otros, pues lo hacen porque quieren.
Anónimo
27 febrero, 2012 at 4:29 pmEl sábado llevé a mi hijo a una clase de fútbol. Los papás debíamos recoger a nuestros hijos a las 11am. Llegué cumplida, como siempre. Decidí espera un rato pues otros papás no habían llegado y no quise dejar solos a los amiguitos de mi hijo. Algunos de los papás llegaron más de una hora después. Les importó (perdón) un culo. Ni disculpas pidieron.
Alejandro Gaviria
27 febrero, 2012 at 4:37 pmIs Making Divorce Easier Bad for Children? The Long Run Implications of Unilateral Divorce.
Constantino
27 febrero, 2012 at 4:44 pmAlejandro, me parece que aún no tenemos muy clara su postura respecto a la conveniencia del matrimonio. Usted dice, por una parte, que las parejas casadas cada vez se declaran menos felices; y, por otra, que los hijos de padres casados aventajan a los demás (v. gr. en el desempeño académico). Y sí, el buen desempeño escolar de los niños es importante, pero ¿realmente se obtiene sacrificando la felicidad y estabilidad de los padres? Si los padres se declaran infelices en el matrimonio, sería ilógico que dijeran “ya no nos gustamos, nos odiamos, pero sigamos con la farsa a fin de que al niño le vaya bien en matemáticas”; o los que viven en unión libre “querida, ¿te casarías conmigo? Quiero que nuestro hijo sea el mejor en filosofía”.
Claramente esta es una reducción al absurdo, aun cuando es válida para mostrar que la correlación entre dos fenómenos no implica que haya que alterar uno para resolver el otro. Y no es que usted sea partidario de vender la idea del matrimonio, puesto que usted mismo es un exponente de la vertiente paisa del nihilismo. Pero sí quedan dudas de su postura.
Ni el mismo Estado podría regular una cantidad de decisiones autónomas y descentralizadas, de tal manera que, aun creyendo en las ventajas del matrimonio, es evidente que no hay nada que hacer. Me parece que es más fácil –o menos utópico– promover y contribuir a la alimentación balanceada de los niños, que sin duda mejora su rendimiento en la escuela.
Para terminar, quiero saber si la ciencia económica ya tiene los instrumentos para medir el éxito en la vida, que, según tengo entendido, debería sustentarse en la felicidad. (Aunque para Kipling el triunfo y el desastre son dos impostores). El empirismo vulgar me ha enseñado que los mejores académicos no son siempre los más felices; y a veces no son los más exitosos. Esto lo dice también William Hazlitt en un ensayo muy recomendable, De la ignorancia de los doctos (On the ignorance of the learned).
Alejandro Gaviria
27 febrero, 2012 at 5:00 pmConstantino:
Dos puntos.
No tengo una postura clara. La columna no tiene moraleja, ni hace recomendaciones. Quise simplemente mostrar los hechos y sus consecuencias. Cada quien sacará sus propias conclusiones. Me pareció interesante, por ejemplo, el minimalismo de Thoumi: que al menos los colegios extiendan sus jornadas para que así las madres soleras puedan trabajar tranquilas.
Los economistas podemos medir el éxito socioeconómico. Estamos aprendiendo a medir el bienestar subjetivo. Pero falta mucho. Todavía no estamos preparados para entrar en el negocio de la autoayuda.
Saludos.
Anónimo
27 febrero, 2012 at 5:58 pmLa pobre mujer y los pobres hijos de Jaime Ruíz, deben tener paciencia de Job para soportarlo.
Sansinverguenza
27 febrero, 2012 at 6:05 pmCada cual puede hacer de su c… un candelabro (máxima de Moliere, mía y de cualquier liberal que se respete). No obstante, desde un punto de vista puramente práctico, es innegable que los valores TFP (Tradición, Familia y Propiedad) son muy exitosos. Por ejemplo, a los que viven o proyectan vivir en Unión Libre les recomiendo que consigan desde ya un abogado. Los efectos patrimoniales de la UL son, después de un corto tiempo, igual o peores que los del matrimonio, con el agravante que casi nunca están previstos y no se pueden pactar excepciones a sus consecuencias. Es como hacer un negocio a largo plazo sin contrato, estudio de costos o estudio de mercado. Por el contrario, el vilipendiado y vil matrimonio tiene, entre otras, las siguientes ventajas: (i) Permite las capitulaciones de bienes,(ii) cuando hay $$ pata que valga la pena, permite la bella tradición de los ricos de disolver la sociedad conyugal a los 30 segundos de consumado, por lo cual cualquier divorcio puede limitarse, hoy en día, al alegato de quién se queda con los CDs o saca el perro los domingos, así uno de los dos sea el mismísimo Rockefeller. (iii) Aumenta el chance de que reciban a sus hijos en el Colegio Triple A, (iv) Mejora su calificación de crédito y hasta la permite adquirir la ciudadanía del cónyugue, (vi) facilita la herencia de la pensión, (vii) evita cazar peleas con la tía goda que defiende el TFP por razone imprácticas. Utilitarismo clásico, hoy probado de manera empírica.
Jeanratiste
27 febrero, 2012 at 9:42 pmProfe yo eso no lo dudo, he visto varias columnas suyas sobre el tipo de políticos a los que me refiero.
Anónimo 11:19: en ningún momento hable de conspiraciones. Mi comentario era una advertencia a los ingenuos, para que no se dejen engolosinar por el “fetichismo normativo”. Yo no tengo la menor duda de que en el improbable escenario de que el congreso tuviera suficiente acogida alguna iniciativa violatoria de la libertad individual, no pasaría el test de constitucionalidad de la corte.
El punto es que no faltan legisladores que buscan perpetuar su curul valiéndose de las creencias reaccionarias de sus electores, poco importa que sus proyectos de ley sean meras quimeras.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 1:49 amLow IQ & Conservative Beliefs Linked to Prejudice
Stephanie Pappas, LiveScience Senior WriterDate:
26 January 2012 Time: 10:29 AM ET
There's no gentle way to put it: People who give in to racism and prejudice may simply be dumb, according to a new study that is bound to stir public controversy.
The research finds that children with low intelligence are more likely to hold prejudiced attitudes as adults. These findings point to a vicious cycle, according to lead researcher Gordon Hodson, a psychologist at Brock University in Ontario. Low-intelligence adults tend to gravitate toward socially conservative ideologies, the study found. Those ideologies, in turn, stress hierarchy and resistance to change, attitudes that can contribute to prejudice, Hodson wrote in an email to LiveScience.
"Prejudice is extremely complex and multifaceted, making it critical that any factors contributing to bias are uncovered and understood," he said.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 1:50 amThe findings combine three hot-button topics.
"They've pulled off the trifecta of controversial topics," said Brian Nosek, a social and cognitive psychologist at the University of Virginia who was not involved in the study. "When one selects intelligence, political ideology and racism and looks at any of the relationships between those three variables, it's bound to upset somebody."
Polling data and social and political science research do show that prejudice is more common in those who hold right-wing ideals that those of other political persuasions, Nosek told LiveScience. [7 Thoughts That Are Bad For You]
"The unique contribution here is trying to make some progress on the most challenging aspect of this," Nosek said, referring to the new study. "It's not that a relationship like that exists, but why it exists."
Brains and bias
Earlier studies have found links between low levels of education and higher levels of prejudice, Hodson said, so studying intelligence seemed a logical next step. The researchers turned to two studies of citizens in the United Kingdom, one that has followed babies since their births in March 1958, and another that did the same for babies born in April 1970. The children in the studies had their intelligence assessed at age 10 or 11; as adults ages 30 or 33, their levels of social conservatism and racism were measured. [Life's Extremes: Democrat vs. Republican]
In the first study, verbal and nonverbal intelligence was measured using tests that asked people to find similarities and differences between words, shapes and symbols. The second study measured cognitive abilities in four ways, including number recall, shape-drawing tasks, defining words and identifying patterns and similarities among words. Average IQ is set at 100.
Social conservatives were defined as people who agreed with a laundry list of statements such as "Family life suffers if mum is working full-time," and "Schools should teach children to obey authority." Attitudes toward other races were captured by measuring agreement with statements such as "I wouldn't mind working with people from other races." (These questions measured overt prejudiced attitudes, but most people, no matter how egalitarian, do hold unconscious racial biases; Hodson's work can't speak to this "underground" racism.)
As suspected, low intelligence in childhood corresponded with racism in adulthood. But the factor that explained the relationship between these two variables was political: When researchers included social conservatism in the analysis, those ideologies accounted for much of the link between brains and bias.
People with lower cognitive abilities also had less contact with people of other races.
"This finding is consistent with recent research demonstrating that intergroup contact is mentally challenging and cognitively draining, and consistent with findings that contact reduces prejudice," said Hodson, who along with his colleagues published these results online Jan. 5 in the journal Psychological Science.
A study of averages
Hodson was quick to note that the despite the link found between low intelligence and social conservatism, the researchers aren't implying that all liberals are brilliant and all conservatives stupid. The research is a study of averages over large groups, he said.
"There are multiple examples of very bright conservatives and not-so-bright liberals, and many examples of very principled conservatives and very intolerant liberals," Hodson said.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 11:38 amFactores familiares y rendimiento academico
Anónimo
28 febrero, 2012 at 11:45 amConficto interparental y adaptacion
Anónimo
28 febrero, 2012 at 11:50 amseparacion/divorcio y escolarizacion
Anónimo
28 febrero, 2012 at 11:56 ammejro la mamá sola que el papá solo?¡
jaime ruiz
28 febrero, 2012 at 1:49 pmEl anónimo docente de colegio público me hizo recordar los cuadros de Clemencia Lucena y la cabecita de los revolucionarios de los setenta, que por fuerza conduciría a plantearse la revolución después de ver la realidad como un cuadro de Clemencia Lucena. Hay una continuidad patente de ese espíritu en ese comentario, parece que los padres y sus vástagos fueran sacados del manual de sociología para situarlos en el contexto en el que se podrían comparar quienes viven con sus abuelos con los hijos de padres casados, etc. La idea de comparar el rendimiento a partir de datos semejantes es curiosa. Parece como si se supusiera que la memoria o la disposición a la lectura de los niños y de sus padres (por mencionar sólo dos variables entre muchas) es idéntica y sólo contara la relación matrimonial.
Conozco muchos casos de niños criados sólo por su madre y en todos los casos, sin pretender que sea una norma general, lo evidente para mí es que sus resultados escolares son inferiores de lo que habrían sido de esperar si tuvieran un padre del mismo nivel sociocultural y el mismo estilo de vida. Pero puede que si fueran al colegio de ese docente fueran una prueba de buen rendimiento.
Con esa misma mirada se habla de la Unión Libre: parece que la gente encontrara a su pareja y se planteara: "¿Nos casamos o vivimos en unión libre?". Una Unión Libre concebida así me hace pensar en esos restaurantes vegetarianos en los que todo pretende evocar a la carne. Precisamente el matrimonio con su aspecto de sacramento y la autoridad que va de los padrinos Smith and Wesson al ministro religioso y su mandante fuerza esa concepción. Es decir, la Unión Libre surge porque no se ha planteado una escogencia de pareja de esa forma, sino que el embarazo o las ventajas de la convivencia surgen como hecho más bien indeseado o como estratagema de una de las partes, y diría que con más frecuencia de la mujer. Ahí el académico colombiano se mete dentro del cuadro de Clemencia Lucena y acomoda lo que sea hasta que salga algo grato.
Es decir, la diferencia entre los resultados de los hijos de matrimonios y uniones libres no surge de la consideración social o legal que tenga la relación sino de la determinación con que surje la pareja. Una unión libre surgida de un mutuo enamoramiento y de la determinación de criar hijos juntos es más matrimonio que los demás, pero estadísticamente no será significativa.
La idea del matrimonio como cárcel para las mujeres, que según Pascual Gaviria profesan algunas feministas, es uno de esos disparates propios de académicos que ven la realidad como un cuadro de Clemencia Lucena. Pero no es raro: las feministas de la república española se oponían al sufragio femenino, porque le habría dado el triunfo a la derecha. Una de las más conspicuas, Margarita Nielken, llamaba a matar sin contemplaciones a las hembras de las señoritas. Mujeres, lo que se dice mujeres, eran las que la seguían a ella.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 3:20 pmDon Jaime, le recomiendo volver a leer lo que escribi, en ninguna parte establezco diferencia entre el matrimonio y la union libre, favoreciendo o discrimnado uno u otro.
"Los estudiante con mejor rendimiento academico y menos dificultades comportamentales viene de familias donde existen padre y madre (en matrimonio o en union libre)y las normas basicas de conviencia en sus casas son claras y evidentes"
Volvio a leer su segundo parrafo, despues de escribirlo?. Me parece encontrar en sus palabras una reafirmacion de la observacion que describi.
No pierde usted la capacidad para leer del modo que le resulta conveniente para explicar sus "teorias", asi como la tampoc la hbailidad para intentar ridiculizar toda idea que pecibacomo contraria.
No es necesario utilizar ese tono adoctrinador para hacer ver que son muchas las causas que afectan el rendimiento academico, mi proposito era establecer una relacion que no una causalidad entre la presencia o ausencia de los padres y el rendimiento de los estudiantes.
La presencia de los padres, cuando estos estan comprometidos en su relacion de pareja y en la relacion con sus hijos (hijos deseados), ofrece ademas de compañia y vinculo, seguridad afectiva (un entorno agradable para el trabajo academico) y, acompañamiento y control en la actividad academica.
Esta claro para mi tambien don Jaime, que si los padres tiene un buen nivel academico ( no necesariamente doctores),gusto por la lectura, deseo de aprender y conocer a pesar de ser adultos, interes por sus hijos y su vida futura, disposicion de tiempo y animo para compartir diferentes actividades en familia, el crecimiento y desarrolllo emocinal, afectivo y academico de esos hijos tendra un mejor pronostico.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 3:34 pmJR solo quiere hablar de los cuadros de Clemencia Lucena, independiente de si en este foro se está hablando de la calidad de las chocolatinas Jet o de la correlación entre la vida sexual de las marmotas y la polinización.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 3:57 pmAlejandro, disulpe la digresión, cual cree ustd que es la razon por la cual en Colombia se introdujeron mecanismos tecnicos en la asignacion de recursos en salud y no en educacion superior, posteriores a constitucion del 91.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 4:05 pm"la cabecita de los revolucionarios de setentas",jajajaja, podran decir muchas cosas de JR, pero de que posee un buen humor al escribir, es indiscutible.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 4:15 pmEsto dijo Paul Krugman el 24 de febrero en su blog "Al leer el libro de Murray y todos los comentarios sobre los orígenes del hundimiento moral entre los blancos de la clase obrera, no para de incordiarme una pregunta: ¿realmente está todo así de mal?
Lo que quiero decir es que, sí, la tasa de matrimonios ha caído en picado y la participación en la fuerza laboral ha descendido entre los hombres en edad de trabajar (aunque no tanto como insinúa parte de la retórica), pero la consecuencia que por lo general se extrae de esto es que estas tendencias deben estar provocando males sociales enormes. ¿Lo están?".
Murray y tasa de matrimonios en Krugman y en Gaviria, coincidencias?.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 4:24 pmEl sujeto que escribe detrás del seudonimo Jruiz debe ser hijo de padres en union libre; se imaginan porque !!!!
Anónimo
28 febrero, 2012 at 4:43 pmAnonimo de las 11:29, eso le pasa por sapo.
Alejandro Gaviria
28 febrero, 2012 at 5:19 pmAnónimo 10:57: la Ley 30 nunca modificó los criterios de distribución. Los intentos posteriores, por ejemplo el de la Ley 812 de 2003, fueron tumbados por la Corte mediante el argumento, extraño en mi opinión, de que iban en contra de la autonomía universitaria. La inercia en la distribución de los recursos ha sido total. Este hecho ha favorecido a las universidades grandes, pero ha perjudicado a aquellas universidades regionales que han hechos las cosas bien.
Alejandro Gaviria
28 febrero, 2012 at 5:23 pmNo sólo Krugman ha escrito columnas Sobre el libro de Murray. Casi todos los comentaristas importantes de los EE.UU. han tenido algo que decir.
En una entrada anterior opiné sobre la columna de Krugman: muy malita. Niega, sin ningún sustento, la posibilidad de causalidad de doble vía entre las tendencias económicas y las sociales. Para Krugman, la desigualdad explica todo. Yo no lo creo así.
Navegandita
28 febrero, 2012 at 5:43 pmLo que fracasó fue el modelo judeo-cristiano-monogámico porque está basado en la mentira y es contra natura.
Ese matrimonio, cualquiera sea el contrato, lleva a la frustración. Todos terminan en uno de estos tipos http://gabinetebaobab.blogspot.com/2010/06/familias-en-desequilibrio.html.
jaime ruiz
28 febrero, 2012 at 5:50 pmAnónimo 10.28: le presento excusas, leí su comentario con demasiado sesgo y afán de crítica.
Alberto, pero ésas son representaciones literarias que no deberían tomarse por la realidad. Orwell pretendía hacer un retrato de la URSS y Huxley de EE UU. Creo que el primero acertó y el segundo no. Alguien que no sepa que el libro es una caricatura del capitalismo estadounidense no la reconocería.
jaime ruiz
28 febrero, 2012 at 5:51 pmEl modelo judeo cristiano se vuelve insoportablemente tentador en cuanto se describe como contra natura. Se le hace agua a uno la boca.
Alejandro Gaviria
28 febrero, 2012 at 8:18 pmJaime: pero es por lo menos interesante que ambos libros hayan concluido lo mismo con respecto a la familia, que ambos hayan previsto, en conjunto, su incompatibilidad con el colectivismo autoritario y el individualismo hedonista.
Anónimo
28 febrero, 2012 at 9:09 pmAlejandro, gracias por su opinión sobre la financiación de las universidades públicas.
Anónimo
29 febrero, 2012 at 2:31 amRecibidas con gusto don Jaime, grcias.
Andres Avila
29 febrero, 2012 at 2:35 amHaciendo alusion al ultimo parrafo, el declive del matrimonio simplemente indica unas posturas alternativas al mismo, pero esto no conlleva a la disolución de la familia, aunque si, tal vez a la que formo este país durante el siglo XIX y XX. Por ejemplo: la familia de cinco hijos y más con fuertes creencias religiosas. Esto trae a la discusión si una pareja homosexual puede formar individuos equilibrados como se queja el amigo de Gaviria, Yo pregunto: ¿las familias del siglo XIX y XX produjeron siempre seres equilibrados? pensar en las prácticas machistas de algunos patriarcas(putas, odio a los maricas, la mujer para oficios, represión sexual, licor)me hace pensar en que esas prácticas no son un buen termometro. ¿Entonces que formo a las personas bien educadas, sin importar el estrato? De seguro fue algo más que un matrimonio.
Maldoror
29 febrero, 2012 at 1:05 pmNo sé si ya la habían puesto, pero aquí les dejo la columna de Matt Yglesias al respecto. Me gusta la conclusión: "If men want to tempt women back into marriage, they’ll have to use more of their free time to pitch in with housework and child care, building a more egalitarian tomorrow".
Por lo demás me parece muy bueno el punto de Andrés Ávila: ¿Qué carajos quiere decir "adultos equilibrados y razonables"? Las mismas generaciones de adultos "equilibrados y razonables" que llevaron al mundo a dos guerras mundiales, que instituyeron la esclavitud y luego la segregación racial? ¿Las que crearon una sociedad en que la mujer era un ser carente de derechos?
JuanDavidVelez
29 febrero, 2012 at 1:58 pmUn apunte muy bobo mio.
Del suicidio de los dos jovenes en Medellín esta semana, a mi me la contaron haciendo enfasis en la conformación de sus familias "los dos de padres separados", diciéndome que ahí estaba la causa posiblemente.
Se tiraron de un puente y no se sabe por qué todavía
A los de RCN también les pareció importante ese dato de que los papás eran separados, en cambio a los de caracol no les pareció importante. Si yo hubiera sido el que escribe la noticia, no hubiera puesto que los papás eran separados.
A los del periódico el espacio tampoco les pareció importante decir que los papás de los dos muchachos eran separados.
Mi comentario no aporta nada importante, pero bueno, no le hace.
Alejandro Gaviria
29 febrero, 2012 at 2:14 pmLos argumentos de Matt Yglesias son interesantes. Están, creo yo, relacionados con la evidencia discutida en este artículo.
Alejandro Gaviria
29 febrero, 2012 at 2:50 pmLa última frase de la columna era algo críptica. Deliberadamente críptica, cabría aclarar. Puede entenderse como una advertencia sobre las consecuencias de la erosión de la familia, de un nuevo escenario de socialización de los niños.
Al comentario sobre las guerras mundiales de Maldoror, uno podría responder con Pinker y demás. Pero no vale la pena. La conexión causal entre los valores victorianos y bombardeo de Dresden es incierta. Por decir lo menos.
Maldoror
29 febrero, 2012 at 2:51 pmAlejandro:
Me cuesta trabajo creer que el imperialismo británico (y en general el imperialismo europeo decimónico, que es la base de la primera, y por en de la segunda guerra mundial) no está intímamente ligado a los valores de las sociedades que los promovieron. O mejor dicho, no me cuesta trabajo creerlo, estoy completamente seguro que la conexión existe. Casi que toda la historiografía de la segunda mitad del siglo XX al respecto apunta inexorablemente a su existencia.
jaime ruiz
29 febrero, 2012 at 4:22 pmLas familias de muchos hijos con fuertes creencias religiosas dejaron una sociedad en la que el creacionismo es tan obvio como pensar que en el pecho de alguien que uno ve por la calle hay un corazón. ¡Los derechos de la mujer fueron conculcados por la sociedad victoriana que condujo a la guerra imperialista!
La tosquedad de esos procesos mentales es incomunicable respecto de quien los sufre. Dios mío, en un país civilizado esos supuestos no cabrían en la cabeza de alguien que haya hecho la escuela secundaria.
jaime ruiz
29 febrero, 2012 at 4:24 pmEs sencillo encontrar la conexión entre el creacionismo más burdo y el odio a las leyes de propiedad intelectual: nunca ningún colombiano ha inventado nada que sirva a las necesidades de la humanidad, pero no hay casi ninguno que no se sienta dueño de lo que inventan los demás: ¡lo considera un producto de la naturaleza!
Anónimo
29 febrero, 2012 at 7:59 pmEl comentario de Maldoror de las 8:05 es pa risas.
"¿Qué carajos quiere decir "adultos equilibrados y razonables"? Las mismas generaciones de adultos "equilibrados y razonables" que llevaron al mundo a dos guerras mundiales, que instituyeron la esclavitud y luego la segregación racial? ¿Las que crearon una sociedad en que la mujer era un ser carente de derechos?"
Para Maldoror, el mundo ha debido ser completamente perfecto desde el Big Bang. Igualdad de género, equidad, democracia, derechos de minorías, ligas protectoras de animales, voto universal, medio ambiente prístino, eliminación de la pobreza, no discriminación racial, cero corridas de toros etc, etc, etc. Mejor dicho, un paraíso lleno de ángeles, querubines y otros espíritus puros que solo pueden ser concebidos por dechados de perfección moralmente superiores con él, que aborrece todo lo reprochable de este mundo y nos lo recuerda cada vez que puede.
Oístes, Maldoror, es el horror lo que nos hace humanos, y de pronto lo que nos impulsa a tratar de ser cada vez menos bestias.
Maldoror
29 febrero, 2012 at 8:14 pmAnónimo:
Es chistoso, lo que estaba tratando de decir es que el pasado que tanto añoran los conservadores está lejos de ser el paraiso ideal que produce "adultos equilibrados y razonables", en contraposición al supuesto caos moderno dondelos niños y las mujeres son infelices porque no viven en una familia nuclear norteamericana de los años 50 o de antes de la revolución sexual.
Ahora, no tengo ni idea de donde está sacando que estoy pretendiendo un deber del mundo. Simplemente estaba describiendo como en efecto era entre fines del siglo XIX y mediados del XX. Pero si no me cree, lea lo que dicen los historiadores el tema. Le recomiendo la obra de Hobsbawm al respecto.
Anónimo
29 febrero, 2012 at 10:49 pmbuenas tardes,
veo que no solo Alejandro el creador del artículo, sino la gran mayoria de los que en él han comentado son bastante inteligentes, posgraduados y algunos hasta son de los Andes. Yo estoy iniciando un posgrado fuera del pais y saqué 359 en el Icfes, no soy muy alta pero soy muy linda.
Me pregunto cuantos de ustedes seran guapos y solteros y si les gustaría casarse conmigo. Yo busco un amor para toda la vida.
espero sus respuestas.
Anónimo
29 febrero, 2012 at 11:03 pmLo que no dijo fue la edad. Los interesados podrían buscar cuando cambió la forma de calificar el ICFES y hacer los cálculos adecuados para la edad mínima.
Creo que me voy a pasar a los Andes, veo que es muy buen indicador en el mercado de pareja.
@muribec
Alberto
29 febrero, 2012 at 11:15 pmJaime;
Yo no estoy tan seguro de la “realidad”. Tampoco me parece tan clara la distinción tajante entre géneros o entre discursos (tal distinción tiene, a la sumo, una utilidad didáctica, pero nada más). El discurso de, por ejemplo, Poulantzas podría ser también poesía.
No creo que de cualquiera de las dos pesadillas-utopías pueda decirse que se convirtieron en realidad… el año 1.984 está todavía muy lejos y el estado actual de la técnica científica está en pañales con respecto a la decantación.
Cuando yo era un mozalbete, percibía la profecía orwelliana mucho más próxima. Con el tiempo he cambiado de opinión, considero que, guardando las proporciones, el futuro imaginado por Huxley tiene más chances de prosperar… está prosperando.
Pero, para volver al tema de la columna, lo que estos dos libros señalan es, casi, una obviedad. La familia cumplió un rol preponderante en el contexto de cierta circulación del poder y ciertos regímenes de verdad; por tal razón resulta lógico que cualesquiera transformación significativa de ese entramado social necesariamente implique una transformación de la institución familia.
Por mi parte, como soy pesimista y un tanto paranoico, considero que el poder (como el poder es ilustrado) ha previsto esta modificación paulatina de la familia (la ha previsto y la ha promovido). Supongo que la función de socialización primaria, de extensión cultural, de ámbito formativo, etcétera que era responsabilidad de la familia, será delegada (ya lo está siendo) a instituciones, o cuasi-instituciones más flexibles y menos onerosas.
Anónimo
29 febrero, 2012 at 11:17 pmEl Icfes cambió en el 2000. Más o menos 30 años. Nada mal muchachos.
Anónimo
29 febrero, 2012 at 11:23 pmDaniel
Me gusta tu franqueza tan directa. Escribeme a da456ny en hotmail.
Lo importante es llevar una vida feliz y como dijo aluien ……"casarse con la vecina".
Andrés Barreneche
29 febrero, 2012 at 11:34 pmJaime,
Aquellos que no dudan del creacionismo no son pensadores críticos ejemplares, pero estoy seguro que podría encontrar un mejor ejemplo para ilustrarlo.
La propiedad intelectual fue una solución muy creativa y apropiada en su concepción. Alguien quiere inventar algo, pero para ello requiere de cierta inversión para realizar un descubrimiento que pueda venderse en algún mercado. Dicha inversión es mucho menor comparada a aquella a la que podrían incurrir terceros para copiar el invento una vez confirmada su utilidad y demanda.
El problema es que no todos los sectores económicos son iguales. El ciclo de vida de un producto varía inmensamente dependiendo de la actividad económica. Por ejemplo en el sector de software, que no existía cuando las leyes de propiedad intelectual fueron creadas, los productos son susceptibles a mejoras mucho más inmediatas y de menor costo comparado con la industria farmacéutica. El asunto es que la ley de PI no discierne entre sector económico. Al menos no responde lo suficiente a dichas diferencias.
En general, la ley de PI no se a adaptado a estas nuevas circunstancias que ponen en duda su propósito original. Esto sí es motivo de críticas puesto que perjudica el beneficio de la ley en la sociedad, siendo que fue diseñada en su principio para aumentarlo.
Vale la pena si quiera reflexionar acerca del papel de la PI en la publicidad.
La sensación de odio hacia la PI es simplista, pero al menos hay una intuición de fondo que no existe en el caso del creacionismo.
Anónimo
1 marzo, 2012 at 2:17 amla cabecita de los revolucionarios de setentas… obviamente Jaime Ruíz esta mirando su espejo retrovisor y recordando sus épocas de estudiante y lider sindincal. Cada uno de los párrafos, cada una de las frases de Jaime Ruíz me recuerda a los panfletos maoistas que venden en las librerías viejas del centro de Bogotá, a la página de las Far o a una editorial del periódico Voz. ¿Cuantos millones de veces no se ha jactado Ruíz de su background proletario-campesino y su desprecio por los ricos y oligarcas profesores universitarios? Jaime Ruíz es el arquetipo del criptosocialista rancio.
jaime ruiz
1 marzo, 2012 at 6:28 pmEste Julián cada vez más es como un yorkshire ansioso que chilla y amenaza en aras de alguna migaja de atención. ¿Cómo se podrá permitir algo así?
jaime ruiz
1 marzo, 2012 at 6:32 pmAndrés Barreneche: por tanto, yo digo que los colombianos no inventan nada pero sí se sienten dueños de los inventos ajenos y usted me replica que la propiedad intelectual depende del sector. A ese nivel no llego, quedémonos en el menos discutible, en el farmacéutico que usted menciona. Cuando se habla de los medicamentos contra el sida, ¿cuántos colombianos están de parte de los laboratorios que los desarrollan y esperan hacerlos rentables?
En mi experiencia, prácticamente todos creen que esos fabricantes son unos criminales que les niegan la curación a los pobres. Es el destino, la superioridad moral de quienes a lo largo de la vida no han hecho más que gritar para que la gente viva mejor. Empiezan a vivir mejor ellos, eso sí.
jaime ruiz
1 marzo, 2012 at 6:47 pmAlberto, 1984 presentaba un futuro en el que hubiera triunfado el estilo de sociedad soviético. Emmanuel Goldstein es sólo una forma de decir "Trotski". La tecnología necesaria para ese control absoluto ya había sido desarrollada hacia 1984 pero el estalinismo había quebrado en los años cincuenta (1948 fue el peor año de la guerra fría, hasta en Colombia se sintió, y el estalinismo había salido victorioso tras los millones de asesinatos de la década anterior y la guerra patriótica).
La atmósfera de terror de ese relato no era muy distinta de lo que ocurría. Anna Ajmátova se encontraba en secreto con sus amigos y les recitaba sus versos, que éstos se aprendían de memoria, pues cualquier papel habría conducido a la muerte.
En cambio el libro de Huxley es una fantasía sobre las consecuencias del fordismo que en nada se parece a la sociedad estadounidense de ninguna época posterior. De hecho, es como un libro que ha envejecido mal. Huxley escribió otra distopía, Mono y esencia, que se parece un poco a la película Eraser head. Como que él mismo veía ya muy improbable el valiente mundo nuevo.
Harold H. Londoño
2 marzo, 2012 at 1:28 amSupongo que las probabilidades de separarse son mucho más altas en aquellas parejas que aun no tienen hijos.
Yo escucho a muchas personas (por lo general mujeres) que se la pasan diciendo "es que mi espos@ es un hijue…" "Es que tal cosa".
Y cuándo uno les dice "pues separate". Responden: "es que los niños".
La verdad, yo no se que es peor: la amargura crónica de estas "parejas" o unos mediocres resultados en las pruebas saber que tendrían más adelante los niños.
Andrés Barreneche
2 marzo, 2012 at 10:35 amJaime,
Yo no tengo mucha experiencia en el tema del SIDA, pero creo que el problema no es tanto de propiedad intelectual sino de las expectativas generadas por el Estado de Bienestar.
Más que esperar que los medicamentos sean gratuitos, la gente que se queja lo hace contra el Estado el cual "supuestamente debería" (bajo la definición actual / independiente de mi opinión) suministrarlos de manera gratuita.
Bajo su ejemplo, alguien también podría esperar que el pan sea gratis porque los pobres deben comer para vivir. Eso poco tiene que ver con PI.
Querer apropiarse de PI ajena, en el caso de las farmacéuticas, sería pretender tomar la fórmula y lucrarse a partir de ella.
Alejandro Gaviria
2 marzo, 2012 at 4:01 pmHoy murió James Q. Wilson, uno de los intelectuales públicos más importantes de los EE.UU. Esto dijo en una entrevista publicada en 1995:
The problems of our urban areas are rooted in the failure of parents to raise decent children. Admittedly, it is a failure partially excused by the horrifying conditions under which these children must be raised. But these horrifying conditions themselves reflect a collapse of family structure from the prior generation.
I was recently arguing about this question with someone who claimed that society had let down these teenagers. I said, "No, society hasn't let them down. Their parents have let them down." But, she rejoined, even if the parents let them down, isn't it the case that they have to grow up in such a terrible environment that it would take a truly heroic parent to do much better?
There are two answers to that. One is that their own parents are at fault because they put themselves in the situation in which they had very little competence to raise a child. Second, it is the widespread failure of other parents that is now making the environment so threatening for decent parents. It is a downward spiral that reveals how fragile civilization is and how quickly we return to savagery.
Anónimo
3 marzo, 2012 at 5:46 pmAlejandro: creo que casi todos los fundadores del partido nazi y del marxismo leninista eran hijos de familias tradicionales europeas; ellos, con los hijos de las familias inglesas, y francesas de fin de siglo produjeron´una de las catástrofes más grandes en la historia de la humanidad. Los hijos de familias posteriores, mas elásticas y abiertas han sido más hábiles y pacifistas.¿ Por que?
Maldoror
3 marzo, 2012 at 11:02 pmAnónimo:
De que diablos habla…el fundador del partido Nazi era un ex cerrajero y mecánico. La mayoría de los miembros de los cuadros importantes del partido Nazi eran de clase media o baja (Himnler era un profesor de escuela, Hitler un vagaubundo, artista fracasado y cabo del ejército). Los miembros del partido eran en general clases medias urbanas y obreros. Lenin tampoco era ningún aristócrata, ni tampoco lo eran la mayoría de los bolcheviques. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que los partidos tradicionales de derecha fueran pacifistas o medianamente decentes : El tzar y sus afectos eran una aristocracia rancia , autoritaria e implacable, y la derecha tradicional alemana, aunque despreciaba por razones de clase a los nazis, no dudó en ayudarlos a encumbrarse al poder para exterminar a la izquierda. Simplemente su afirmación es, de acuerdo a la historia, incorrecta.