Andrés Alvarez, profesor de la facultad de economía de la Universidad de los Andes, encontró un interesante documento, un artículo del código penal de 1897, redactado en plena hegemonía conservadora, que legalizaba el aborto para dos casos específicos.
El código tiene por supuesto el estilo y el tono de la época. El artículo 642 prescribía los siguientes atenuantes: “Pero si fuere mujer honorada y de buena fama anterior y resultare, a juicio de los jueces, que el único móvil de la acción fue el de encubrir su fragilidad, se le impondrá solamente una pena de tres á seis meses de prisión si el aborto no se verifica; y de cinco á diez meses, si se verifica”.
Más de un siglo después, no hemos avanzado mucho en el debate. Inquieta saber, en todo caso, que el Procurador Ordoñez no quiere devolvernos al siglo XIX sino mucho, mucho más atrás.
Ruiz_senior
18 agosto, 2012 at 11:52 amAlejandro, qué montón de falacias. Si el godo procurador quiere ir más atrás, también se podría decir que los defensores de la libertad de abortar quieren ir mucho más atrás, a la época en que en Grecia dejaban morir a las niñas.
El debate moderno sobre el aborto forma parte de otro contexto y no cabe en la clase de inquietudes de la aisladísima Colombia de 1897.
La explicación más precisa del problema que he encontrado es de Julián Marías, de quien cito un par de párrafos:
El núcleo de la cuestión es la negación del carácter personal del hombre. Por eso se olvida la paternidad y se reduce la maternidad a soportar un crecimiento intruso, que se puede eliminar. Se descarta todo uso del «quién», de los pronombres tú y yo. Tan pronto como aparecen, toda la construcción elevada para justificar el aborto se desploma como una monstruosidad.
¿No se tratará de esto precisamente? ¿No estará en curso un proceso de «despersonalización», es decir, de «deshominización» del hombre y de la mujer, las dos formas irreductibles, mutuamente necesarias, en que se realiza la vida humana? Si las relaciones de maternidad y paternidad quedan abolidas, si la relación entre los padres queda reducida a una mera función biológica sin perduración más allá del acto de generación, sin ninguna significación personal entre las tres personas implicadas, ¿qué queda de humano en todo ello? Y si esto se impone y generaliza, si a finales del siglo XX la Humanidad vive de acuerdo con esos principios, ¿no habrá comprometido, quién sabe hasta cuándo, esa misma condición humana? Por esto me parece que la aceptación social del aborto es, sin excepción, lo más grave que ha acontecido en este siglo que se va acercando a su final.
No es la burda cuestión penal por la que se enfrentan el procurador y los progresistas tipo Carlos Gaviria, Héctor Abad, Baltasar Garzón y mucho me temo que usted, sino el hecho de que el aborto pasa a ser algo aceptado y normal, con todas las implicaciones que eso trae.
(Qué raro, ya se hizo demasiado largo.)
Ruiz_senior
18 agosto, 2012 at 11:54 am(Continuación)
El progresismo ideológico con todo ese rechazo al retroceso a la antigüedad (que encubre la superstición del progreso automático, como si los alejandrinos del año 600 miraran con condescendencia a los del año 200) se materializa en las acciones de Rafael Correa o Sigifredo López (me enorgullezco de ser el único que se da cuenta de que no hay un cotejo profesional de la voz del tipo con la del video sino mentiras para hacer creer que el FBI dictaminó que no era él). Forma parte de ese mismo movimiento, los progresistas o verdes o polistas o marchistas o pidolapalabristas (son exactamente idénticos, sólo miran a ver qué caudillo, Gustavo Petro, Luis Eduardo Garzón, Clara López, Piedad Córdoba o Sergio Fajardo se lleva el gato al agua) viven indignados porque se pretenda controlar el microtráfico de marihuana PERO NUNCA NINGUNO, empezando por usted, que es como un satélite que orbita alrededor de esa comunidad multiformato, se interesan por los cubanos que pagan largos años de prisión por fumar marihuana.
Ese progresismo que hoy persigue al procurador (y de paso al fiscal de Cali que creyó que se podría obrar según la ley y los principios de justicia) sólo busca votos y apoyo entre la gente a la que envilecen con la suposición de que abortar es como defecar. Las implicaciones de todo esto están en el texto de Marías: si el feto no puede hablar ni defenderse, ¿por qué va a ser delito matar al niño de seis meses de nacido? Y a todos los discapacitados, como de hecho intentaban las teorías eugenésicas que precedieron al nazismo (caben entre sus causas y no entre sus consecuencias) y al comunismo soviético, a un nivel mucho mayor que al nazismo pero que la colombianidad, esa especie de resortes de la criatura subhumana que le dicta respuestas automáticas según un programa, impide evaluar.
Ustedes quieren defender el derecho al recreo para expandir una dominación que presentan como libertad. El consumidor de marihuana o la tonta emproblemada son buenos activistas y votantes para, desde el poder, subir los impuestos (¿o no exactamente lo que propone Kalmanovitz?) y expandir así la educación (de enemigos de la Iglesia y el capitalismo, que es lo que "forman" las universidades colombianas).
En definitiva, es una cuestión global y no los apaños que podrían implantar los bárbaros legisladores de 1897, por ejemplo para proteger a sus hijas, o a las hijas de la gente prestante (la alusión a la rectitud de las damas lo demuestra) en caso de verse descubiertas en una práctica acaso frecuente (si algún recuerdo tengo yo de Colombia es la imagen de la muchacha desclasada y perseguida por un embarazo no deseado): los ricos se las sabrían arreglar, el que peca y reza empata y el verdadero problema era la deshonra, por eso no se obstinarían en castigar esa práctica.
Anónimo
18 agosto, 2012 at 12:33 pm"El núcleo de la cuestión es la negación del carácter personal del hombre. Por eso se olvida la paternidad y se reduce la maternidad a soportar un crecimiento intruso, que se puede eliminar. Se descarta todo uso del «quién», de los pronombres tú y yo. Tan pronto como aparecen, toda la construcción elevada para justificar el aborto se desploma como una monstruosidad."
Julián Marías debía estar pensando exclusivamente en él cuando escribió el párrafo citado, porque la realidad de los hechos es que también hay una figura jurídica qus se llama "paternidad responsable", la cual surge precisamente porque ni siquiera dentro de las "castas educadas" hay muchos Jualianes Marías que se asuman como "procreadores" y carguen con las consecuencias. Si se descarta el uso del "quién" es porque esos "quiénes" históricamente han "terminado en el acto" sus labores y se desentienden del "intruso". Esa es la verdadera monstruosidad.
Maldoror
18 agosto, 2012 at 1:18 pmJaime:
El argumento de Marías tiene varios problemas:
1. Reduce arbitrariamente el acto sexual a un mero acto de procreación.
2. Relacionado con lo anterior, asume que sólo si hay procreación el acto sexual puede tener algún sentido para los participantes en el mismo.
3. Asume acríticamente las categorías de paternidad y maternidad y, más importante aún, naturaliza esos roles.
4. Ignora en efecto el derecho fundamental que una mujer tiene del uso de su propio cuerpo. No es nisiquiera necesario deshumanizar al feto (aunque su caracter de persona al menos en las primeras etapas del embarazo es bastante discutible) para alegar que la mujer tiene derecho a no tener a otro ser humano viviendo de y/o dentro de su cuerpo, como bien lo prueba el famoso experimento mental sobre el violinista de la filósofa Judith Jarvis.
Ya sus otros argumentos son risibles como siempre. Ud simplemente se limita a especular con las motivaciones de quienes defendemos el aborto. Que tanto no pudieremos hacer con las suyas, o las del procurador (y sus motivaciones religiosas y su afán de mantener a las mujeres en "su sitio", dominadas y sometidas al estado patriarcal).
Anónimo
18 agosto, 2012 at 1:44 pmCaso similar ocurre con la legislación sobre delitos informaticos.
El único aborto aquí son aquellos que recortaron sus leyes.
Sebastián
18 agosto, 2012 at 3:43 pmJaime no facilita la conversación sobre el tema. Quizá sea ese su objetivo, lograr entorpecer el diálogo. Cuando leo sus comentarios recuerdo la sugerencia de Hernán Toro al comienzo de su artículo publicado alguna vez en El Tiempo.
El debate sobre el aborto es difícil por su carga emotiva. Quienes se oponen llaman homicidas a quienes lo practican. Por el contrario, quienes lo defienden postulan que el embrión no es una persona. Por eso, antes de decidir la naturaleza del embrión, hay que saber la realidad biológica sobre la reproducción. Sólo al comprenderla a fondo, se puede concluir sobre los argumentos propuestos.
Seguro Jaime no tiene tiempo para la biología y menos para conversar sobre sus avances. Incendiar blogs debe consumir mucho tiempo.
Ruiz_senior
18 agosto, 2012 at 4:24 pmAnónimo, eso de la "paternidad responsable" es un endemismo colombiano sobre el que Julián Marías no tendría ni idea. La teoría que discute se basa en la suposición de que la mujer es dueña de su cuerpo y puede expulsar el bollo perfumado que le crece en el vientre sin tener en cuenta al progenitor. Si éste no está porque es un canalla que ni a su prole respeta, es decir, porque es un colombiano (NUNCA he oído algo así de ningún europeo), el problema no existe.
Ruiz_senior
18 agosto, 2012 at 4:35 pmSergio, no encontré en el escrito de Marías ninguna alusión a las relaciones sexuales ni a su sentido y función. Habla de la persona engendrada. No dice, "aquellos que tienen relaciones sexuales contra natura desperdician la semilla" ni nada que pudiera entenderse como tal. Habla de la persona engendrada. Parece casi un chiste que usted mencione eso.
La paternidad y la maternidad son funciones naturales, claro está. No son una elección como la de los que se sienten niña. Las relaciones sexuales clásicas pueden conducir al embarazo, todos lo saben, y ahí hay paternidad y maternidad.
La "persona" del feto es siempre discutible, pero también la de muchos nacidos. Podríamos discutir la persona de alguien para matarlo, como de hecho hacen ustedes todos los canallas fascistas (ahí tienen a Vladdo hablando de "uribichos"). Y en efecto, niega el "derecho fundamental" etc., porque es lo que pretende, negar esa retórica. ¡Cómo se atreve!
Ah, y el procurador sí quiere defender un orden patriarcal, ¿he defendido sus pretensiones penalizadoras? Sólo he citado a Julián Marías y tratado de explicar el post.
Ruiz_senior
18 agosto, 2012 at 4:44 pmSebastián, ustedes son prodigiosos. ¿De dónde saca que yo no conozco la realidad biológica sobre la reproducción? Es usted el que no la conoce, por eso no dice nada sobre ella sino que cita a uno que dice que hay que conocerla.
El problema es de nuevo el que dice Marías: la deshominización, que es lo que hay detrás del nazismo (en el terreno ideológico), como una consecuencia funesta de la ilustración y de la muerte de Dios. Cuando decimos que un feto no es una persona pero no contestamos si un recién nacido es una persona, sencillamente estamos rehuyendo la cuestión. El efecto de ese proceso por el que al final del siglo XIX se popularizó la eugenesia, también próxima a la eutanasia, por lo demás, y que terminó en la "normalidad" de sentarse en un sofá tapizado con piel humana (los horrores bolcheviques no fueron menos atroces).
Maldoror
18 agosto, 2012 at 5:14 pmJaime:
Creo que cuando Marías reduce el acto sexual a un mero acto de procreación es una lectura entre lineas, pero una lectora que hay que hacer. Y está intímamente ligado a los roles del hombre y la mujer. Un ejemplo de eso es cuando hace la siguiente pregunta
¿No estará en curso un proceso de «despersonalización», es decir, de «deshominización» del hombre y de la mujer, las dos formas irreductibles, mutuamente necesarias, en que se realiza la vida humana?
Es decir, Marías quien denuncia irónicamente la "despersonalización" o "deshominización" del hombre, al mismo tiempo reduce esas dos categorías al mero acto de complementariedad sexual que lleva a la reproducción (y a los roles que supuestamente deben asumir hombres, pero sobre todo mujeres – al fin y al cabo son las directamente implicadas en el proceso de aborto, es su cuerpo y quienes en últimas toman la decisión, y en el mundo real son las obligadas a llevar la crianza de los hijos, así deban sacrificar sus aspiraciones personales para tal fin).
Por lo demás, como le dije, el estatus de persona del feto es un argumento irrelevante para determinar si la mujer tiene o no el derecho de abortar. Marías pretende tocar sensibilidades cuando escribe que "se reduce la maternidad a soportar un crecimiento intruso", pero no se de cuenta que ahí radica el nudeo del problema: Si la mujer está en la obligación de sostener con su cuerpo (y dentro de él) a otro ser (sea humano o no).
Por lo demás, Jaime, en serio, si tanto le preocupa la deshumanización de los ya salidos del útero, empiece mirando la viga en su ojo y no la paja en el ajeno. Su ídolo uribe no baja de terroristas o patrocinadores del terrorismo a quienes osan contradecirlo, y ud no se queda atrás, aunque añade todo un colorido vocabulario muy significativo: Aparte del consabido "terrorista, otros terminos comunes en su vocabulario son el de "sicario" y "violador" (o violador de empleadas de servicio como trató a mi una vez), etc.
Ruiz_senior
18 agosto, 2012 at 7:17 pmAhora la inquietud de Julián Marías es por mantener sometida a la mujer, cuya liberación consiste en abortar (porque se vuelve eso, que la que no aborta está dejándose dominar por los patriarcales). Ninguna debería estar obligada a tener al hijo, y ni los más fanáticos ultramontanos piensan en el embarazo obligatorio. Otra cosa es que se conciba a la persona a la que se concibió por divertirse en un fecaloma que con un esfuercito se extirpa.
Insisto, eso tiene una profunda relación con la ideología "de izquierda", no otra cosa pudo animar a Sigifredo López a cometer su hazaña (aunque al igual que otro asesino en masa, Angelino Garzón, se volvió meapilas). El contexto de todo eso lo explico en este breve texto.
La mujer es dueña de su cuerpo (en Colombia no, lo es Wilson Borja, Luis Eduardo Garzón o algún otro líder sindical) y por eso puede exirpar el fecaloma del vientre. ¿No será dueña de su vida si el fecaloma chilla como para abandonarlo? Fundaremos un movimiento contra la esclavitud filial, ya no de género sino de número (de años de edad), a ver si se crea el correspondiente departamento en la Universidad Nacional para educar a las madres liberadas.
Anónimo
18 agosto, 2012 at 8:39 pmEl aborto no debe ser visto como un método anticonceptivo (como parencen verlo las feministas irresponsables que quieren tener todos los derechos sobre su cuerpo pero ninguna responsabilidad sobre el mismo, como por ejemplo, prevenir el embarazo, lo cual es bastante simple para quienes tienen la educación y los medios) sino como una medida de última instancia para evitar traer al mundo a qienes no van a tener ni las más mínimas posibilidades de crecer y prosperar en una medioa medianamente propicio.
Maldoror
18 agosto, 2012 at 9:04 pmJaime:
Ahora la inquietud de Julián Marías es por mantener sometida a la mujer, cuya liberación consiste en abortar (porque se vuelve eso, que la que no aborta está dejándose dominar por los patriarcales).
¿Supongo que Ud. si entiende la diferencia entre tener el derecho a algo y estar obligado a hacer algo para sentirse libre? ¿O en verdad hay que explicárselo?
Ninguna debería estar obligada a tener al hijo, y ni los más fanáticos ultramontanos piensan en el embarazo obligatorio.
Seguro que no. Pero los mas fanáticos ultramontanos piensan que es la mujer está obligada a cargar a alguien dentro de su cuerpo hasta que nazca si ese alguien es un feto humano. ¿Qué importa que el el cuerpo de la mujer no les pertenezca a ellos, como para tomarse la atribución de decidir a quien carga la involucrada y por cuanto tiempo?
Otra cosa es que se conciba a la persona a la que se concibió por divertirse en un fecaloma que con un esfuercito se extirpa.
En una palabra: si. El problema es que ud no es capaz de lidiar con el argumento que lo permite. Sólo se esconde en retórica emocional como la de la frase citada. Pero no hay nada nuevo bajo el sol.
Eso si, chévere…"asesino en masa". Otro término más para la colección.
Anónimo
18 agosto, 2012 at 9:16 pmEste Maldoror sí es mucha lumbrera. Se vé que Florence Thomas le "invadió" el cerebro.
¿Y es que la mujer no tiene velas en ese entierro? ¿Cómo llegó el "invasor" a serlo?
Ah! Como en el caso de la Virgen María, por obra y gracias del Espíritu Santo.
No hay derecho alguno sin su correspondiente responsabilidad.
Sebastián
18 agosto, 2012 at 9:28 pmJaime:
Efectivamente me concede usted la razón. Quiere incendiar, no conversar.
Maldoror:
Muy bueno el experimento del violinista. No lo conocía. Sin embargo considero que no se debe ceder en que un cigoto no es una persona. El ejemplo de que nadie se escandaliza por el 60% de óvulos fecundados que no logran implantarse en el útero me parece genial. Deja al descubierto la doble moral de unos cuantos: Cuando el azar lo quiere ahí si no pasa nada, pero cuando lo quiere la madre el show es obligado.
Maldoror
18 agosto, 2012 at 9:41 pmSebastián:
Lo interesante del experimento de Jarvis no es tanto que sea ceder en relación a si en los meses de su formación inicial el cigoto y luego el feto son personas, sino que incluso si se hace esa concesión el derecho al aborto se sostendría.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 12:11 amLlegó un poco tarde a la discusión. Quisiera simplemente decir algo sobre el progresismo que menciona Jaime en su primer cometario. Yo estoy en esencia de acuerdo con la T.H. Marshall quien, hace ya 50 años, postuló una historia progresista de los derechos humanos, que comenzó con las libertades individuales (s. XVIII), siguió con los derechos políticos (s. XIX) y pasó luego a los derechos sociales (s. XX).
Sobre el texto Marias, los comentarios precedentes dicen todo lo que quería decir. Y más.
Ruiz_senior
19 agosto, 2012 at 1:27 amAlejandro, en Colombia los derechos sociales son un pretexto para el robo en favor de una minoría. Los derechos sociales de la retórica del 91 son los que impiden que la mayoría de la gente eleve su nivel de vida y acceda a buenos servicios de salud, a buenos empleos, etc.
El problema suyo, como con todos los mamertos, es la mala fe. ¿Cómo me explica que hacia 2000 el índice Gini era mucho peor que en 1991 y al mismo tiempo la pobreza había aumentado durante el gobierno de Samper? Sólo son los derechos sociales, la cháchara que subyace a las tutelas y al parasitismo infinito de la "educación".
Pero realmente no habrá redención para Colombia en esta generación. Ustedes festejan la libertad de Sigifredo López y pronto la paz de Santos y las FARC. Aunque la exploración y extracción de petróleo se reduzcan, sigue habiendo mucha producción y precios altos, por lo que habrá recursos para la educación y para que Vargas Lleras regale casas.
Una versión del chavismo-kirchnerismo con más asesinatos y encarcelamientos políticos e infamias judiciales, pero unánimemente respaldada por los intelectuales.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 3:20 amJaime: mi comentario hacia referencia más al concepto general que a su aplicación en Colombia, que he criticado una y otra vez. ¿Aceptaría usted que la educación básica debe ser un derecho? Creo que sí. No siempre podrá cumplirse. Muchas veces será una excusa para la demagogia y la corrupción. Pero es una aspiración razonable que no debería depender de los vaivenes de la política electoral.
Alejandro Gaviria
19 agosto, 2012 at 3:27 amBuen dato de Jorge Orlando Melo sobre el código de 1897.
Ruiz_senior
19 agosto, 2012 at 11:44 amPerdón, Alejandro, sobre el post anterior, la noción de los derechos sociales como fase superior del progreso presupone el socialismo, la expansión del Estado. Por una parte, ésta se ha mostrado ineficaz para generar riqueza, que es lo que se necesita para pagar esos bienes descritos como "derechos", los ricos no van a reclamárselos a los demás sino que los pagan. (Ver por ejemplo, Guy Sorman). Por otra parte, las maquinaciones de los grupos parasitarios para explotar esa organización en su provecho conducen siempre a algún tipo de tiranía, no es una rareza colombiana. Venezuela o Argentina darían resultados parecidos.
Los derechos sociales amenazan los derechos individuales, y la organización estatal siempre encuentra pretextos para tener en qué gastarse los recursos comunes, en hacer cumplir la historia, en el reino milenario de la raza aria, en la construcción nacional (en Cataluña es impresionante), en el progreso moral (Zapatero se gastó fortunas gigantescas en subvencionar comunidades gay de muchos países africanos)…
Los derechos sociales suenan a Estado paternalista y presuponen una expansión creciente del gasto público, que es lo que propone Salomón Kalmanovitz. No es que hayan sido falseados por los administradores colombianos (me recuerda a los trotskistas, para quienes Stalin falseó a Marx), sino que en otros países el abuso ha sido más difícil de detectar. El derecho a la vivienda se tiende a aplicar en todas partes como en Cuba o Rusia, instalando extraños en las casas familiares y proveyendo palacios a los proveedores de derechos.
Anónimo
20 agosto, 2012 at 7:05 pmYo todavía no entiendo que tiene que ver el hecho de ser uribista o no, socialista o no, con el aborto.
Uno puede estar de acuerdo con Uribe en temas de seguridad, estar en contra de la feria de casas que hace Vargas Lleras, aceptar ciertos conceptos del Procurador, disgustarle de todo como Santos lleva las riendas del país y estar de acuerdo con la legalización del aborto.
Por lo que sigo sin entender porque en un debate de un tema bien definido, si el aborto debería legalizarse o no, se metieron temas como las posiciones políticas y de qué afiliación política es cada quién.
Es cierto que el aborto es un tema transversal, pero el debate debe mantenerse siempre en torno a ese tema.
A Ruiz_senior le tengo 2 consejos:
1. El que generaliza, absuelve. Decir que los que simpatizan con ciertas posiciones de "izquierda" simpatizan con todo lo que se llame a sí mismo "de izquierda" es un gran error.
2. El que insulta es porque se quedó sin argumentos. Así que por favor reconsidera llamar "mamerto" a Alejandro Gaviria y a todos ellos a quienes te has referido con esa palabra.
PD. Para que sepas más o menos que es estar embarazada y puedas habar con un poco más de propiedad y menos sentimentalismo, pásate 9 meses vomitando y 5 meses sin tener relaciones sexuales.
importaciones
24 agosto, 2012 at 2:09 pmEste es una de las problematicas mas contradictorias; el aborto pienso yo que no debería existir asi la madre este en peligro, al tener un aborto y continue la madre con vida de igual forma en un futuro tendra complicaciones debido a esta realizacion en su cuerpo. !
casas en remate
14 septiembre, 2012 at 4:26 pmEstas leyes antiguas son injustas al igual que las actuales
http://www.casasenventacali.com/
Alejandro Gaviria
17 septiembre, 2012 at 3:42 amMentiras piadosas.