En la conferencia Mundial sobre las Drogas, que se viene realizando en Viena, Austria, ocurrió un rifirrafe interesante que no ha sido reportado por la prensa colombiana. Los delegados de casi 200 países no pudieron llegar a un acuerdo sobre la introducción de una referencia a la “reducción del daño” en los lineamientos de las Naciones Unidas que supuestamente guiarán las políticas antidroga durante los próximos diez años. Una vez terminado el debate, Alemania promovió una especie de iniciativa paralela y consiguió el respaldo de 25 países que, en un documento conjunto, señalaron que interpretarían la mención a los “servicios de ayuda a los drogadictos” como un espaldarazo a la política de “reducción del daño”. Seguidamente siete países respondieron a este documento y acusaron a Alemania (y a los demás firmantes) de romper el consenso logrado en la reunión plenaria. Los siete países fueron: Estados Unidos, Rusia, Japón, Cuba, Colombia, Sri Lanka y Azerbaiyán. Una mezcla extraña sin duda.
Sorprende la posición de los Estados Unidos. Aparentemente no mucho va a cambiar con Obama. La posición de Colombia es bien conocida. La de Cuba también. “La ironía de todo esto”, dijo Allan Clear, Director Ejecutivo de la Coalición pro Reducción del Daño, “es que nunca hubo consenso. Si lo hubiera habido, 26 países no habrían firmado el documento que rechaza las conclusiones”.
Tocará esperar otra década. Y otros presidentes.