El Gobierno dio a conocer esta semana el plan de desarrollo. En Colombia, los planes de desarrollo tienen una larga historia. El primero se lanzó en 1960, hace ya 50 años, no por exigencia constitucional (como ahora) sino por compromisos externos: era una condición del gobierno de los Estados Unidos para entregar la plata de la llamada Alianza para el Progreso. Desde entonces, casi ininterrumpidamente, los gobiernos han hecho públicos sus objetivos y programas por medio del llamado Plan Nacional de Desarrollo. Esta semana el presidente Santos aprovechó la ocasión para insistir en una imagen conocida, en una metáfora corriente: “Estamos lanzando ni más ni menos que la hoja de ruta para el Gobierno… que recoge todo lo que aspiramos a realizar en este próximo cuatrienio”.
El Plan tendrá un título llamativo, Prosperidad para todos. “¿Qué es prosperidad para todos? Es que el crecimiento económico sea equitativo y pueda llegar sobre todo a los más pobres para disminuir esa brecha que en el caso colombiano es inaceptable entre ricos y pobres, una de las brechas más grandes de todo el universo, infortunadamente”, explicó el presidente Santos el viernes en la tarde durante una rueda de prensa.
La prosperidad para todos es un objetivo loable. Pero tiene un problemita: ha sido prometida por todos los planes nacionales de desarrollo durante medio siglo. Todos, sin excepción, han hablado de cerrar la brecha, distribuir la riqueza, igualar las oportunidades, redimir a los más necesitados, etc. Yo mismo (lo confieso) escribí algo parecido en uno de los planes anteriores. La retórica de la igualdad ha sido casi tan persistente como la realidad de la desigualdad. Los problemas eternos coinciden con las promesas perpetuas. Esta coincidencia, por lo demás, es una característica conocida del subdesarrollo.
Si el Gobierno aspira a trascender la retórica devaluada de la igualdad, debería empezar por explicar de qué manera va a lidiar con el problema de la informalidad laboral. Más de la mitad de los trabajadores colombianos son informales, esto es, están excluidos del sector moderno de la economía. “Informalidad” es una palabra rebuscada para denotar un fenómeno sencillo: la exclusión económica, la imposibilidad de disfrutar los beneficios de la innovación, el cambio técnico y el aumento de la productividad. Mientras no se creen empleos formales para los trabajadores sin educación superior, mientras la única forma de inclusión siga siendo el acceso a un subsidio estatal, mientras la exclusión económica siga afectando a más de la mitad de la población económicamente activa, la prosperidad para todos no será mucho más que una frase que se saca cada cuatro años del cajón para decorar los planes de desarrollo.
Ojalá me equivoque pero la informalidad laboral podría echar al traste muchas de las metas del Gobierno. Las medidas propuestas para lidiar con el problema de marras, la Ley del Primer Empleo y la Ley de Formalización, son modestas. Casi irrelevantes. Aparentemente seguiremos en lo mismo: cobrándoles altos impuestos a quienes crean empleos formales para poder así subsidiar a quienes no los consiguen. Aun si arrancan las locomotoras, a los informales (esto es, a más de la mitad de los trabajadores colombianos) podría dejarlos el tren. Y la prosperidad, sobra decirlo, no sería entonces para todos.
Anónimo
14 noviembre, 2010 at 4:55 amAlejandro Gaviria había dicho que la ley de formalización era muy ambiciosa y ahora dice que es muy modesta.
Alejandro Gaviria
14 noviembre, 2010 at 5:14 amNunca dije que era muy ambiciosa. Siempre he dicho que es más o menos irrelevante. Aquí en el blog están registradas mis opiniones.
Alejandro Gaviria
14 noviembre, 2010 at 5:18 amMañana cuelgo mi balance de los primeros cien días de Santos. No lo han publicado todavía en el EE.
Alguien me decía esta semana que el progresismo light se Santos era insoportable. Yo no creo que sea insoportable es simplemente algo sobreactuado.
Javier Moreno
14 noviembre, 2010 at 10:39 am1. Ese "progresismo" sobreactuado de Santos es su manera de desligarse de Uribe.
2. ¿A qué sector de la economía beneficia el tal sesgo antiempleo? ¿Por qué hay tanta reticencia a salir de esos impuestos parafiscales? ¿Puro populismo asistencialista?
Carlos
14 noviembre, 2010 at 11:12 amRecuerdo que Lewis decia en su libro "el poder de la productividad" que uno de los problemas de la economia brasileña era que existian tasas altas de impuestos que solo un bajo porcentaje de empresas y personas podia pagar. El resto vivia en la informalidad.
Colombia es igual. Y la culpa, a mi modo de ver, la tiene, mas que los politicos, la tecnocracia.
La solucion obvia es bajar tasas de todos los impuestos y contribuciones (renta, IVA, retenciones, 4 por mil,etc) ampliando radicalmente la base.
Pero desde el gobierno de Cesar Gaviria (el mas parecido al actual), la tecnocracia se le ha dado, por diferentes razones (entre esas, lograr objetivos del modelo socialdemocrata que nos impone la constitucion), aumentar contribuciones a salud, pensiones,IVA, aprendices del sena, la PILA.
La tecnocracia se ha dedicado a aumentar el costo de ser formal vs ser informal. Era de esperarse el resultado.
Ellos quieren poder tributos y controles como si esta fuera una economia Europea (el valor del IVA no esta muy lejos de lo que cobran en Espana,Francia,Alemania y Reino Unido por ejemplo)
Alejandro Gaviria
14 noviembre, 2010 at 1:16 pmEnlazo el balance sobre los 100 días de Santos. Complementario a la columna.
Alejandro Gaviria
14 noviembre, 2010 at 2:01 pmJavier: me parece que Santos es bastante propenso a caer en la trampa del aplauso. Se me había olvidado este incidente que reseñé en una columna vieja. Esta semana lo oí en Medellín: habló en la ceremonia de apertura del congreso anual de la sociedad latinoamericana de economistas. El tipo está en la estratosfera. Pero este país lo terminará aterrizando tarde o temprano.
Sobre el sesgo antiempleo, hay también grupos de interés muy poderosos, los asociados a las cajas de compensación por ejemplo.
Alejandro Gaviria
14 noviembre, 2010 at 3:18 pmConfuso el artículo de Mockus sobre los cien días de Santos. Dispara para todos lados sin mucho orden.
Desde Durkheim, el concepto de cohesión social ha sido usado para referirse a la calidad e intensidad de los vínculos sociales y mercantiles entre los miembros de una sociedad y hoy en día se mide mediante encuestas de satisfacción. La cohesión social no necesariamente se consigue mediante la creación de condiciones que hagan posible mejorar de manera sostenible la vida de los ciudadanos de los barrios, zonas y regiones más pobres; dar posibilidades de trabajo e ingresos a los grupos más vulnerables; mejorar las oportunidades de los más pobres. La cohesión social tiene algo en común con el “estado de opinión”: el valor atribuido al consenso y la evaluación por encuestas.
(…)
Lamentablemente “cohesión social” no significa la necesaria lucha frontal contra las redes clientelistas que mantienen la desigualdad entre grupos necesitados y quienes reparten favores a cambio de votos. Lo deseable sería promover un “capital social positivo”, elevar la confianza y la cooperación entre los ciudadanos para mejorar la inclusión, la equidad y la participación y no sólo el crecimiento económico.
Alejandro Gaviria
14 noviembre, 2010 at 3:27 pmAyer vi la presentación del último reporte de desarrollo humano elaborado por el PNUD. La sorpresa: los grandes progresos de los países del norte de Africa. El caso de Tunez es muy interesante:
There is now substantial evidence that the health and schooling of children can be raised by empowering women, and this is precisely what Tunisia did when it raised the minimum age for marriage, revoked the colonial ban on imports of contraceptives, instituted the first family planning programme in Africa, legalized abortion, made polygamy illegal, and gave women the right to divorce as well as the right to stand and vote for election.
Anónimo
14 noviembre, 2010 at 3:29 pmSobre los primeros 100 dias de Santos… estoy de acuerdo con usted cuando dice que en los primeros 100 días de un gobierno (cualquier gobierno) es poco lo que puede decirse de éste salvo quizá una especie predicción de su énfasis.. ahora bien… de donde salió esta especie de costumbre de "evaluar" los 100 primeros días de un gobierno?
juan francisco muñoz
14 noviembre, 2010 at 4:56 pmJon Elster tiene un escrito sobre las constituciones. Si mal no recuerdo, plantea que lo que las hace efectivas no es su coherencia discursiva con la filosofía del Derecho o las eternas promesas de sociedades justas y equitativas, sino su éxito en poder retroalimentar sobre la estabilidad, la contabilidad y la credibilidad de la administración pública (y de los poderes en general, incluso privados). El compromiso de la constitución no está con la filosofía de los derechos y las oportunidades, sino con la promesa de soluciones a problemas concretos y locales, que para ser entendidos requieren ser medidos. De hecho, en su libro Justicia local, expone como la evidencia empírica sobre la distribución de oportunidades y recursos demuestra la existencia de ciertos modelos de redistribución locales que son independientes de los imperativos gubernamentales y legales decretados por el primer nivel de poder (Gobierno, cortes y congreso), y cómo no dependen solo de lo prescrito en el sector público, sino también de lo funcional para la sociedad que tiene efectos desde el sector privado.
La constitución, para Elster, y tal vez para lo más sensatos, no es un fin sino una herramienta para los fines que requieren ser medidos para poder definirse. Y esa medición involucraría a todos los poderes en todos los niveles. de hecho, el éxito del progreso estaría medido, sería posible por esa medición, desde los niveles de toma de deciciones del tercer nivel (empleadores, quienes asignan matriculas, quienes asignan tratamientos médicos, quienes asignan cupos escolares… quienes dan estos servicios), desde los niveles de toma de decisiones del segundo nivel (quienes hacen cumplir las leyes sobre los derechos o servicios, quienes definen a quienes dar los servicios y administran el dinero para tales fines), hasta los niveles de toma de decisiones del tercer nivel (quienes definen las políticas gubernamentales, decretan sentencias, legislan y escriben constituciones).
La cuestion, es que se necesita evidencia empírica para establecer las relaciones entre los e niveles de toma de decisiones, pero las limitantes institucionales en lso 3 niveles dificultan la creación de herramientas y reglamentaciones formales e informales para hacerlo.
Anónimo
14 noviembre, 2010 at 5:40 pmProfesor Gaviria, usted hace tres comentarios sobre la columna de Mauricio García Villegas.
Creo que García Villegas y los demás profesores de DeJuSticia también estarían de acuerdo con usted en esos tres puntos.
La cuestión es que la investigación empírica bien puede sobrar para saber que las tutelas sobre salud se han incrementado y que las tutelas contra sentencias crean inseguridad jurídica. Pero no sobra para saber cómo suceden o están sucediendo esas dos cosas ni, por tanto, para saber cómo solucionarlas.
Aquí hay dos documentos de DeJuSticia sobre el tema:
http://dejusticia.org/interna.php?id_tipo_publicacion=5&id_publicacion=75 (2005)
http://dejusticia.org/interna.php?id_tipo_publicacion=5&id_publicacion=265 (2006)
Anónimo
14 noviembre, 2010 at 5:45 pmLo mismo que antes solo con una diferencia, este plan lo hizo alguien que no cree en plnes de desarrollo, sinembargo lo hizo, o no Alejandro.
Alejandro Gaviria
14 noviembre, 2010 at 5:53 pmAnónimo 12:40: Gracias por los enlaces a los documentos de DeJusticia. Voy a tratar de promover una investigación conjunta entre el CEDE y DeJusticia sobre el tema. Creo que vale la pena. En ningún momento quise decir que no se necesita ninguna investigación empírica. Paradójicamente es poco lo que se ha investigado sobre la tutela.
Anónimo 10:29: si mal no recuerdo (alguien podría corregirme), la tradición se inició en el primer gobierno de Franklin D. Roosevelt. En 100 días se aprobó toda la legislación del New Deal y desde entonces esta práctica se convirtió en una especie de tradición.
Alejandro Gaviria
14 noviembre, 2010 at 5:56 pmAl primer anónimo: lo que dije en su momento fue que las metas de generación de empleo formal eran muy ambiciosas: no que la la Ley de formalización lo fuera.
Daniel Payares Montoya
14 noviembre, 2010 at 10:48 pm1. Yo le encuentro tres problemas a la ley de formalización y primer empleo.
2. Alejandro, ¿qué piensa de la propuesta que hizo hace algún tiempo Carrasquilla de bajar el mínimo?
Anónimo
14 noviembre, 2010 at 11:03 pmLo increíble es que plan de desarrollo Dice que la informalidad empresarial y laboral son un gran problema para el crecimiento económico. Creo que se podrá crecer al 6 o 7% anual o hasta mas en largos periodos de tiempo como lo esta haciendo Perú pero sino se combate la informalidad creo que tasas sostenidas del 7% o mas no serán viables en las próximas décadas. El Gobierno Santos parte con el impulso de lo hecho en el Gobierno Uribe y es algo que no se puede desconocer, crecer al 8% en la década que empieza no será difícil lo difícil será construir las bases para que las siguientes décadas sean igual de prosperas.
Alejandro Gaviria
15 noviembre, 2010 at 12:42 amDaniel: bajar el salario mínimo es imposible. Esa propuesta no tiene sentido. Pero lo que sí habría que decir claramente es que aumentos del mínimo muy por encima de la inflación (Angelino Garzón está proponiendo algo por el estilo) no benefician a los pobres. Todo lo contrario. El salario mínimo en Colombia es irrisorio comparado con las aspiraciones del país o con el llamado mínimo vital pero es alto dado nuestro ingreso medio. Carrasquilla dice que el mínimo es ridículamente alto: es mejor decir que este país es todavía absurdamente pobre.
Alejandro Gaviria
15 noviembre, 2010 at 12:51 amEl ex Ministro de Hacienda chileno Andrés Velasco dio una buena charla esta semana en Medellín sobre las dificultades políticas en América Latina. Velasco hizo hincapié en el divorcio entre las aspiraciones de la gente y las posibilidades de los gobiernos. Entre otras cosas, planteó la inconveniencia de fijar metas explícitas en materia de empleo.
El presidente Santos estaba en la audiencia. Hizo después un comentario. Nada dijo sobre el tema del empleo. En ni opinión la meta de 2,5 millones de empleos formales le va a costar caro políticamente más adelante. En retrospectiva se dará cuenta de la pertinencia del comentario de Velasco.
Alejandro Gaviria
15 noviembre, 2010 at 1:05 amSe me olvida lo mejor de la charla de Andrés Velasco: “Politics is show business for ugly people” dijo en referencia a John F. Kennedy. La frase también ha sido atribuida a Jay Leno y Christopher Hitchens.
Daniel Payares Montoya
15 noviembre, 2010 at 2:41 amMe quedó sonando en la cabeza todo el día algo de la columna. Cuando usted dice "Yo mismo (lo confieso) escribí algo parecido en uno de los planes anteriores", comprendí que debe haber muchos economistas que hacen parte del gobierno que no necesariamente están de acuerdo con las medidas que se toman desde ahí, pero que no dicen nada que se salga del libreto mientras están en sus cargos.
¿Qué lo llevó a usted a plasmar en un plan de desarrollo anterior la misma carreta que hoy crítica? ¿Era un sincero convencimiento de que se podía hacer algo o escribía a pesar de saber que lo que se proponían era inalcanzable?
Alejandro Gaviria
15 noviembre, 2010 at 12:29 pmDaniel: trabajar en el gobierno (casi por definición) implica traicionarse a uno mismo. Estuve leyendo varias entrevistas con el grupo de economistas académicos que trabajaron con Obama (y que renunciaron en bloque hace unas semanas) y todos expresaron, de distintas maneras, un sentimiento parecido. No significa tanto cambiar de ideas o ideales sino deponer voluntariamente las dudas y el escepticismo. Olvidar la complejidad. Echar carreta con la idea de que el cambio social implica una ilusión colectiva, de que la carreta puede cambiar las mentes y por esa vía la realidad.
Pero James Buchanan tiene razón:
Economists have rarely claimed the role of kings, and, in many respects, they recognize their own limitations. Nonetheless, economists must appreciate the waste of massive intellectual energy as their best and brightest have chased intellectual puzzles that emerge from a flawed abstract understanding. It is little wonder that so much of what economists have said, and say now, is exposed as irrelevant and essentially useless.
Alejandro Gaviria
15 noviembre, 2010 at 12:32 pmMás de Buchanan:
Economists do not really understand what they are doing as they seem forced to make efforts to control aggregate variables that are not controllable in any direct sense. For example, the rate of employment (or unemployment) cannot readily be shifted by governmental mandate. At best, small and peripheral changes may be made while the emergent aggregate generated by the working of the large and complex economy remains stubbornly immune, or worse, to wrongly conceived reform efforts.
Daniel Payares Montoya
15 noviembre, 2010 at 2:00 pmEntonces, ¿qué pueden hacer los economistas más brillantes desde los cargos públicos que ocupan?
Pareciera que la economía es un monstruo indomable que ni siquiera le gente que ha dedicado su vida a estudiarlo es capaz de entender, y mucho menos modificar cuando tienen la oportunidad.
Como usted dice, pura "ilusión colectiva".
Gheysel Naranjo
15 noviembre, 2010 at 2:05 pmCreo que los planes de desarrollo no se cumplen y en especial las metas de empleo formal, porque el punto no es decir, listo, aumentemos el número de empleos y ya, sino planear el EMPLEO FORMAL DÓNDE SE VA A GENERAR? EN QUÉ SECTOR? En qué industria? O mejor, quienes están en empleos informales si tienen las capacidades para tener un empleo formal? Si tienen educación? Si tienen cultura? Si tienen algo tan básico como una vivienda digna y alimentación y un mínimo bienestar para ser productivos con capacidades de alto desempeño?…
Cuando uno viaja por el país o cuando uno ve noticias, ve cantidad de indígenas desplazados, ve las calamidades que deja el invierno a mucha gente y la vulnerabilidad de los ranchitos donde viven… etc, etc. En fin, es obvio que se es mas productivo siendo economista que filosofo, pero filosoficamente hablando los programas de prosperidad para todos son vitales, así sea más de los mismo (nada que hacer las necesidades de la humanidad nunca cambian así se dé la evolución…), y no sólo más trabajo, sino más y mejor educación, vivienda digna, cultura, y toda la economía y la ingeniería aplicada a la prosperidad en el campo, sector que genera por lo menos lo básico para la subsistencia y bienestar de la gente.
Y pues trabajar en el gobierno más allá de traicionarse a uno mismo, el punto es el stress tran tremendo que se genera por el desgaste mental y fisico de cumplir metas de país, y lograr eficiencia con tan pocos recursos.
Gheysel
Gheysel Naranjo
15 noviembre, 2010 at 2:24 pmMi teoría es que toda actividad genera desgaste, y todo desgaste genera stress. Y el desgaste tan tremendo en un gobierno es infinito.
Lo ideal por su puesto es desgastarse poco, generar economía mental, pero ser tremendamente productivo y eficiente. y para lograr alta eficiencia con los recursos de un país, se necesita conocimiento de punta, tecnología de punta que al conectarse con las necesidades de un país que generan stress, pues podría ser la fórmula para una prosperidad colectiva eficiente que solo genere felicidad en los gobernantes(cero stress)y felicidad y bienestar en la misma gente.
Gheysel
Daniel Payares Montoya
15 noviembre, 2010 at 2:24 pmGheysel, pero todo eso que decís que se deben preguntar ya lo hacen. Programas para educación, vivienda y un montón de cosas más hacen parte de las partidas presupuestales.
Sin embargo, tampoco así se logran mejorar sustancialmente las cosas. En el mejor de los casos se evita que empeoren.
Julio Carrizosa
15 noviembre, 2010 at 2:46 pmAlejandro, me parece muy interesante que esté reconociendo la complejidad de los problemas y los límites de la economía pero no estoy muy seguro que el enfoque sobre el empleo informal sea correcto. Al fin y al cabo quien esta empleado informalmente, vendedores ambulantes, mineros artesanales, rebuscadores, al menos ha encontrado un modo de obtener un ingreso, tienen algo que pudiera ser un enfoque preempresarial. Los millones de desempleados y, los millones de empleados que dependen de la decisión, de la eficiencia o del capricho de otro, pueden estar en mayores riesgos y creo que son la carne de cañón de los violentos y de los narcotraficantes. Es claro que los parafiscales impiden la creación de más empleo pero, ¿hasta que punto el ICBF y el SENA han creado empleo y han disminuido las desigualdades? ¿ Como reemplazarlos sin aumentar el déficit? Las Cajas son más difíciles de evaluar pero es probable que hayan desempeñado un papel importante en la disminución de la distancia social entre pobres, clase media baja y el resto. Esas distancias sociales tienen raíces muy hondas y junto a la complejidad geográfica constituyen los factores más importantes de la situación del país.
Alejandro Gaviria
15 noviembre, 2010 at 3:22 pmJulio: siguiendo la idea de Buchanan, no es mala idea enfocar las energías reformistas en las distorsiones más grandes y conocidas (a sabiendas de que los efectos no van a ser milagrosos). La distinción que usted hace entre informalidad y desempleo no es del todo coincidente con la evidencia: mucha gente prefiere no trabajar a refugiarse en un empleo informal de 10 mil pesos diarios.
Las Cajas ya no necesitan de los parafiscales. O podrían vivir perfectamente con dos de los cuatro puntos. Las grandes (y las mejores) reciben la mayoría de sus ingresos de contratos con el Estado como proveedores de servicios sociales de calidad.
Anónimo
15 noviembre, 2010 at 3:50 pmPara los que no somos economistas y seguramente tampoco muy inteligentes nos preguntamos cuál será la formula más racional que permita por un lado fomentar el empleo formal por parte de las empresas que este no se le convierta en una carga que no le permita ser competitiva y cual el salario justo con la que los colombianos puedan vivir decentemente con un mínimo de certeza que no van ser despedidos en cualquier momento.
Hoy en el sector salud han surgido las cooperativas que se comen el 35% del salario, no ofrecen continuidad, cambian a los profesionales y técnicos con una facilidad extrema lo que no solo ha generado grandes perjuicios a los trabajadores sino también un detraimiento en la calidad de la atención.
Las cooperativas desplazaron a una forma de clientelismo en la burocracia publica, antes nombraban en cargos a la gente a cambio de favores políticos, hoy son los dueños de las cooperativas donde esclavizan a la gente pagándoles salarios muy bajos.
.La verdad es que ha sido peor el remedio que la enfermedad.
Lelo69
JuanDavidVelez
15 noviembre, 2010 at 4:04 pmEsas cooperativas falsas las deberían cerrar y meter a la carcel a los dueños, por gonorreas. Digo que las falsas porque por increíble que parezca hay unas que son de verdad y que se ajustan "al espiritu" de esa ley.
A mi otra cosa que no me cabe en la cabeza es lo del pago con bonos: "si, a usted le pueden pagar sin que sea salario, siempre y cuando se beneficien el exito y carrefour". Que alguien me explique eso de los bonos, me parece una idea tan tonta, supongo que fue por posibilismo y reconozco que finalmente beneficia a los trabajadores, pero me parece tan sin sentido eso de que plata no se pueda y bonos para comprar en el exito si.
Anónimo
15 noviembre, 2010 at 6:42 pm¿De qué están hablando cuando dicen "empleo fomal"? De eso tan bueno ya no dan. Salvo por el empleo público, en un futuro muy próximo la absoluta mayoría de la gente tendrá que fabricarse su propio puesto de trabajo, es decir, vender sus destrezas para producir bienes y/o servicios al mejor postor desde su propio lugar de residencia y por medio de la tecnología disponible. Cada uno será responsable de pagar por su propia salud, financiarse el tiempo de vacaciones y ahorrar para la jubilación. Lo demás es carreta.
Andrés Barreneche García
15 noviembre, 2010 at 8:55 pmAdjunto una presentación relacionada con el segundo texto de Buchanan que copia Alejandro Gaviria.
Global Economic Development: The Product Space and the Evolution of the Wealth of Nations from the Perspective of a Complexity Scientist.
Anónimo
15 noviembre, 2010 at 10:03 pmAnónimo 13.42
Los médicos podremos hacer telemedicina y desde el consultorio atender depresiones, ansiedad, acné, etc., lo que veo difícil es el control anual de la próstata con el urólogo a la distancia. Así también muchos trabajos no podrán hacerse desde la casa por lo que insisto en la pregunta sobre materia salarial
Lelo69
Anónimo
15 noviembre, 2010 at 10:58 pmAlejandro: la encuesta de Semana proporciona algunos puntos interesantes, mas de la mitad de los encuestados piensan que la guerra puede durar más de 50 años y que se debe conversar con las FARC. La historia nos dice que solamente la guerra y la paz seguida de la reconstrucción producen la energía y el entusiasmo suficientes para generar millones de empleos siempre y cuando se obtenga un orden de magnitud de la inversión acorde con la magnitud del problema. Santos tiene hoy el respaldo suficiente para plantear una tregua de 8 o 10 años siempre y cuando las FARC entregaran los secuestrados, cesaran el fuego, colaboraran en el mantenimiento del orden e interrumpieran el negocio del narcotráfico. A cambio se les podría dar la oportunidad de convertirse en conjuntos de acción social y ambiental, financiados por el estado colombiano y por las naciones interesadas. Creo que así, en un país seguro y cohesionado, si se podrían generar millones de empleos en producción de alimentos, construcción de ciudades, restauración ecológica de los ecosistemas y turismo.
Anónimo
16 noviembre, 2010 at 2:30 amCurrie hacía una taxonomía de planes de desarrollo en "Crecimiento Acelerado", recuerdo la categoría de los planes eclécticos…en esas estamos hasta que no haya un crítica de fondo y con todo el nivel de detalle que amerita…entre la retórica de la igualdad y la retórica de los críticos, lo que hay son dos polos eclécticos que hablan de todo menos de economía y de desarrollo…
Saludos
R
Francisco
16 noviembre, 2010 at 8:04 pmFelicitaciones por el blog, saludos.
Alejandro Gaviria
16 noviembre, 2010 at 8:13 pmLa idea de los datos está revolucionando las humanidades.
Anónimo
16 noviembre, 2010 at 8:30 pm"Las medidas propuestas para lidiar con el problema de marras, la Ley del Primer Empleo y la Ley de Formalización, son modestas. Casi irrelevantes. "
Alejandro, me gustaria que explicara porqué considera que esas leyes son modestas dada la envergadura del problema que pretenden atacar. Si ya lo ha hecho (es lo más probable), le agradecería que me hiciera saber donde puedo encontrar esa explicación.
Gracias
Alejandro Gaviria
16 noviembre, 2010 at 9:45 pmAnónimo: mi escepticismo sobre la Ley del Primer Empleo viene, en buena medida, del fracaso de una iniciativa casi idéntica que hizo parte de la Ley 789 de 2002. Ver artículo 13: Régimen especial de aportes para la promoción del empleo.
Sobre la Ley de Formalización, no creo que muchas empresas estén dispuestas a participar. La Ley implica, para una empresa típica, un incremento de casi 40% de los costos laborales. Hay algunos beneficios pero no alcanzan a compensar un aumento tan grande de los costos.
Alejandro Gaviria
16 noviembre, 2010 at 9:56 pmLa promesa de Santos de no subir las tarifas de impuestos es engañosa. Es puro Orwell. Por ejemplo, una reforma tributaria que elimine las deducciones por educación y salud aumentaría sustancialmente los impuestos pagados por muchas personas pero dejaría las tarifas intactas.
Existen muchas formas de aumentar los impuestos. Subir las tarifas es apenas una de ellas. Pero lo que interesa, en últimas, es si los impuestos son más altos, no si el aumento se origina en mayores tarifas, menores deducciones o menos exenciones.
Anónimo
17 noviembre, 2010 at 12:51 amTan fácil que es criticar y opinar que nada le gusta. Solo una pregunta: ¿Cual es su propuesta? ¿Cómo solucionar el problema de empleo e informalidad?
Definitivamente, "Todos somos técnicos de fútbol después de que se acaba el partido"
Alejandro Gaviria
17 noviembre, 2010 at 1:08 amAquí el partido no se ha jugado todavía. Apenas estamos en las primeras de cambio como dicen nuestros locutores.
Alejandro Gaviria
17 noviembre, 2010 at 1:36 amRescate: La edad de Ati Quigua.
Maldoror
17 noviembre, 2010 at 1:45 am"Ante los excesos relativistas, sólo queda insistir en un punto conocido: la verdad (o la edad en este caso) no depende de la cultura y la defensa de la diversidad no necesita del relativismo cultural."
La edad no depende de la cultura, pero el concepto de "adultez"si. Y no, no defiendo la decisión de la corte (si la ley dice que son 18 años, pues son 18 años, sin excepciones), pero me parece que ud está malinterpretando el argumento culturalista.
Alejandro Gaviria
17 noviembre, 2010 at 2:23 amMaldoror: no vale la pena discutir si estamos de acuerdo. Pero el concepto de “adultez” es completamente subjetivo. No sólo difiere ente culturas también entre familias: unos padres les dan las llaves de la casa a sus hijos a los trece, otros a los 18. En todo caso la Constitución habla de edad, no de “adultez”.
Alejandro Gaviria
17 noviembre, 2010 at 12:50 pmResumen de las metas del Plan de Desarrollo.
Alejandro Gaviria
17 noviembre, 2010 at 3:43 pmInteresante frase de Rufino José Cuervo (se van a cumplir 100 años de su muerte): "las constituciones semejan aquellos anuncios de fiestas campestres que sólo se cumplen 'si el tiempo lo permite'".
Anónimo
17 noviembre, 2010 at 7:33 pmEl partido de los 100 dias de gobierno ya se terminó. A ese "partido" es al que me refiero. Que facil es ser tecnico o "criticar" despues de que el partido ha terminado. Le pregunto nuevamente Alejandro: Para usted cuales son las claves para evitar la informalidad y el desempleo?
Alejandro Gaviria
17 noviembre, 2010 at 8:07 pmEl partido no dura cien días: dura cuatro años.
En este blog encontrará cientos de comentarios sobre sus preguntas.
Aquí hay un diagnóstico (ya viejo pero todavía relevante sobre el tema) y algunas recomendaciones de política.
Aquí hay una descripción del sesgo contra el empleo formal: el problema más serio del mercado laboral colombiano.
Aquí una buena descripción del problema mexicano (que es casi idéntico al colombiano).
Fedesarrollo, Anif, el Cede, la Nacional, el Banco de la República, el mismo Ministro de Protección, etc. hemos dicho lo mismo por mucho tiempo. Pero el Gobierno optó (nuevamente) por la retórica de la acción, por hacer cositas para decir que está haciendo algo. Pero no más.
Anónimo
17 noviembre, 2010 at 8:53 pmLa joven Ati Quiquia se paso de polas o quizás de chicha, no importa con que se durmió la bella princesita, la comprendemos y le rogamos a su dios que la cuide porque no hay mujer más hermosa en la política colombiana.
Estamos aburridos de ver en la prensa a tantas viejas feas en las corporaciones, con la exepcion de la Benedetti, parece que para ser sendora, concejal o diputada se requiere ser fea como doña Gilma, Piedad o la Camargo. Viva Ati Quiquia…
Lorenzo Muelas
Anónimo
17 noviembre, 2010 at 10:30 pmExpertos piden que se archive proyecto de reforma a la salud.
Anónimo
17 noviembre, 2010 at 10:32 pmDe acuerdo con el anónimo de las 15:53: está bien la ley de cuotas. Pero ¿por qué diablos la tienen que llenar con viejas tan feas?
Anónimo
17 noviembre, 2010 at 10:32 pmUna pareja de esposos estaba cenando en un restaurante. Observaron que entró un amigo de ambos acompañado de una linda desconocida. La señora le comentó a su esposo:
"Ese que entró es Juan, pero esa no es su esposa…"
"No, es una amante que él tiene" -dijo el hombre calmadamente-.
La mujer comenzó a criticar la actuación de su amigo, y el esposo la paró en seco diciéndole:
"No te metas en esos asuntos, deja que los otros vivan su vida".
Los esposos siguieron cenando, cuando se acercó a ellos una chica guapísima que le dijo al marido:
"Oye, me dejaste esperando ayer…".
"Sí, se me presentó un problema. Pero yo paso por tu casa hoy".
"O.K., nos vemos" -dijo la chica-, retirándose de la mesa ante el asombro de la esposa, quien le preguntó enseguida a su marido:
"Y esa, ¿Quién es?
"Esa es mi amante" -le aclaró el hombre-.
La mujer se puso como el diablo, y comenzó a decirle improperios al marido, pidiéndole hasta el divorcio.
"No hay problema, yo te doy el divorcio. Pero recuerda que la casa, el auto y el negocio están a mi nombre. También vete olvidando de los viajes a Europa y de las tarjetas de crédito…".
La mujer se calmó, y luego de analizar la situación, le dijo cariñosamente al esposo:
"La amante de nosotros es más bonita que la de Juan…".
Anónimo
18 noviembre, 2010 at 12:59 amNo, pues, solo falta que comiencen a hablar de la boda real:¿Julito ya llamó al palacio de Buckingham?
Anónimo
18 noviembre, 2010 at 3:19 amAlejandro,
El otro dia escuche en CM& que uno de los articulitos de la reforma a la salud proponía cambiar el porcentaje de ser atendidos (si entendí bien) el 70% de las veces en cualquier hospital o entidad, y el otro 30% en los que escoja la eps, a 70% lo que la eps diga, y 30% a donde escoja el usuario.
Si esto es como lo escuche en cm& suena muy mal, y efectivamente es puro pago de favores a las curules uqe consiguen las eps en el congreso. Ud que ha escuchado al respecto? Tiene sentido para ud este artículo?
Alejandro Gaviria
18 noviembre, 2010 at 12:21 pmAnónimo: no he oído del artículo. Parece sospechoso. Hay, eso sí, una restricción vieja (viene de la 1122 si mal no recuerdo) que oliga a las eps-s (las del subsidiado) a contratar un porcentaje de los servicios con hospitales públicos.
Alejandro Gaviria
18 noviembre, 2010 at 12:24 pmIntersante herramienta para comparar la calidad de la educación entre países. Los resultados de Colombia, ya lo sabiamos, son aterradores.
Anónimo
18 noviembre, 2010 at 4:38 pmAlejandro, creo que es es precisamente esa restricción la uqe quedaría desprotegida. Sería interesante que le pregunte a Santamaría el porque de esa reforma, que tiene pinta de gato encerrado.
Por otro lado, esta muy chevere ese link del atlantic. Colombia es desastrozo cuando se compara con la mayoría de paises de la región.
Un dato curioso: al comparar Estados Unidos con Korea es soprendentemente mucho mas alto el porcentaje de Korea. No tenía ni idea la magnitud de esa diferencia. Siempre había escuchado que Korea, y los tigres asiaticos por lo general resaltan en estas pruebas. Pero no sabía que la diferencia era tan significativa. Habría que revisar el numero de estudiantes que las toman y normalizar esos datos no?
Anónimo
18 noviembre, 2010 at 9:01 pm¿Podría alguien aclararme qué es una "nómina paralela"? Veo que a cada rato hay denuncias porque en la Contraloría hay nómina paralela, en la Dian hay nómina paralela. Sin embargo, cuando se leen la notas de prensa al respecto parece que se refieren a adquisiciones de servicios específicos prestados por particulares. Yo, por ejemplo, trabajo independiente y presto dos servicios específicos a varias entidades que decidieron recortar el personal que antes se ocupaba de ellos, a costos muy superiores pues a los empleados que los desempeñaban se les pagan todas las prestaciones, etc. Por favor, doctora corazón, ¿Soy nómina paralela?
Alejandro Gaviria
18 noviembre, 2010 at 11:42 pmSigue la dictadura de los jueces: ahora resulta que la ETB no puede buscar un socio estratégico pues ello atentaría contra los derechos colectivos.
Anónimo
19 noviembre, 2010 at 3:08 pmSantos se compromete con las cámaras a revisar ley de formalización y primer empleo.
Anónimo
19 noviembre, 2010 at 6:07 pmLa ex directora del DAS.
Voló la palomita voló, pidió asilo en Panamá…
Argumenta persecución política, seguramente si dice la verdad el antiguo régimen la perseguirá.
Voló la palomita voló y el águila antioqueña descanso
Lelo69
Alejandro Gaviria
19 noviembre, 2010 at 6:16 pmEn los EE.UU. quieren sacar a Brave New World de una lista de lecturas de colegios públicos por su supuesta descripción negativa de los indígenas. La estupidez de lo políticamente correcto no tiene límites.
Alejandro Gaviria
19 noviembre, 2010 at 6:16 pmSobre los nominas paralelas, yo diría que hay de todo. Algunas son pura corrupción. Otras son la única forma de que el Estado medio funcione. Muchas nóminas paralelas son financiadas con créditos externos de modernización estatal: nada tienen de modernización por supuesto, son simplemente una forma conveniente de contratar gente mejor preparada para hacer el trabajo que los empleados de carrera no pueden o no quieren hacer.
Luis Felipe Jaramillo
20 noviembre, 2010 at 5:09 amAlejandro,
Una pregunta: Hay algún tipo de estudio/linea de estudio que asocie los resultados en este tipo de pruebas educativas con la capacidad de una economía de innovar?. Es que al comparar los resultados con la herramienta que colocó acá se pueden encontrar cosas interesantes: Por ejemplo, Israel tiene resultados bastante pobres en relación a los que tiene Corea del Sur, y aún así la economía de judía es la más innovadora del mundo.
Yo me resisto a creer que el "chutzpah", sólo, es el motor de la innovación en Israel.
Carlos
20 noviembre, 2010 at 1:35 pmEn el plan nacional de desarrollo ya aparece una cifra mas realista de reducción de desempleo: 9%.
Carlos
20 noviembre, 2010 at 3:48 pmKrugman hace la interesante observación que los países con un estado de bienestar mas grande tienden a tener sistemas tributarios mas regresivos.
Los cual es otra forma de decir que la carga fiscal la lleva (en terminos relativos)en su mayor parte los pobres y la clase media. O sea que no hay redistribución (o al menos no como se cree) de la riqueza. Solo transferencia las mismas clases sociales y el estado administra.
De hecho asi ha pasado en Colombia. Luego de la constitución del 91, al tiempo que ha aumentado el gasto social (el estado de bienestar) ha aumentado el IVA, no solo como tarifa, sino como porcentaje del ingreso tributario.
Y eso que ha existido, debido a conflicto con las FARC, impuesto al patrimonio, bonos de paz,etc.
Alejandro Gaviria
20 noviembre, 2010 at 4:34 pmCarlos: muy interesante la observación de Krugman. Pero en el caso colombiano fue al revés. Primero creció el gasto (regresivo, muchas veces) y sólo después aumentó la carga tributaria.
Luis Felipe: no conozco mucha evidencia al respecto. Los gringos han argumentado por mucho tiempo (como consuelo probablemente) que la mediocre calidad de la educación secundaria no afecta la creatividad y puede incluso incentivarla. Hace poco, para el caso de México, un grupo de economista de Harvard sí hizo la conexión entre baja calidad de la educación y falta de talento empresarial. Aquí está el artículo. Ver sección 2.5, p. 71.
Gheysel Naranjo
20 noviembre, 2010 at 10:59 pmLa prueba decisiva de un sistema económico más que la prosperidad y asegurar la justicia distributiva, es que la gente tenga OPORTUNIDADES, y permitir que las inclinaciones (positivas de productividad y emprendimiento) de los ciudadanos se desarrollen sin impedimentos. Para conseguir este propósito es importante no entorpecer las aficiones personales y dar las mayores salidas posibles al impulso de la innovación, imaginación, y creatividad. Mi teoría, es que hay en la mayoría del pueblo, incluso en los más atrofiados por un instinto de Aptitud para la mecánica, UN DESEO DE CONSTRUIR ALGO. Quienes más lo llevan a efecto son, por regla general, aquellos en que ese instinto es más fuerte; y quienes llegan a ser gente de ciencia, artistas, estadistas, constructores de País, gerentes de empresas, administradores de industrias, según las circunstancias de temperamento y de Oportunidades. Las profesiones más benéficas están inspiradas por éste impulso. Sin él el mundo descendería a nivel de las cavernas; subsistiría, como siempre se esta propenso a hacerlo, en solo lo estipulado por los antepasados, y cada generación se hundiría más profundamente en un tradicionalismo sin vida… Pero son únicamente los más sobresalientes (casi universal en los niños) quienes tienen el instinto de lo constructivo y la creatividad. El trabajo inspirado por este instinto satisface, aunque sea enfadoso y difícil, porque cada esfuerzo es tan natural como el esfuerzo de un gato en perseguir su ratón…
En fin, lo cruel del capitalismo Salvaje actual es el trabajo ejecutado por el salario mínimo que raras veces proporciona una salida prospera al impulso de la creatividad. Quien trabaja solamente por un salario no tiene ninguna opción en lo que debe hacer: todo el proceso creativo está concentrado en el patrón, quién ordena el trabajo a ejecutar. Los dueños de las empresas se disgustan por la formación de sindicatos y cooperativas que solicitan nuevas normas y legislaciones para la reorganización de la producción, pero no tienen ninguna razón para indignarse, puesto que no permiten a los trabajadorse a quienes emplean tener ninguna participación en los propósitos por los que se emprende el trabajo. Y así el PROCESO de producción, que debiera construir un ciclo instintivo hacia la creatividad, se convierte en propósitos separados, que no proporcionan ya ninguna satisfacción a quienes realizan el trabajo. El propósito del Empresario es asegurar el máximo de trabajo con el mínimo de salarios; y a su vez el propósito del asalariado es asegurarse el máximo de salario con el mínimo de trabajo. ! que paradoja!!! Este resultado se debe a nuestro sistema económico industrial pero que tampoco se evitaría con el socialismo de Estado. En una comunidad socialista el estado sería el patrón, y el trabajador individual tendría tan poco control sobre el trabajo como lo tiene en el presente.
Claro que hoy en día con las TICS se materializa una salida masiva a la creatividad, y en la medida que haya especializacion, se generaría un nueva economia, la economia de la tan anhelada y visionada Industria de la creatividad.
Gheysel
Anónimo
25 noviembre, 2010 at 8:27 pmHay que capturar al "salgareño" alvaro uribe velez, antes que se "vuele" para otro país a pedir asilo político.
Juan Carlos
13 diciembre, 2010 at 5:31 pmLa columna me ha resultado interesante. La crítica es acertada, es cierto. Sólo hay un "pero". Sería interesante trascender un poco más allá de la queja.