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El Renault de Pablo

En junio de 1971, hace ya casi cuarenta años, el presidente de los Estados Unidos Richard M. Nixon declaró la “guerra contra las drogas”. Los embates iniciales de esta guerra imposible estuvieron dirigidos contra el consumo y el comercio de marihuana, LSD y heroína. La cocaína era considerada entonces una droga inofensiva, un pasatiempo para empresarios y artistas exitosos, para lo que hoy llamaríamos (cabe el anacronismo) la clase creativa. Con la guerra contra las drogas, el consumo de cocaína creció aceleradamente y la exportación del alcaloide se convirtió, en Colombia especialmente, en un negocio lucrativo, con utilidades insospechadas, exorbitantes.

Los orígenes de la exportación de cocaína a gran escala, de una actividad empresarial que conquistó rápidamente los mercados internacionales, son todavía misteriosos.
Los historiadores no han sido capaces de desentrañar las claves del éxito de los primeros grandes traficantes colombianos. El tráfico de cocaína surgió en los años setenta en medio de una economía cerrada. Aislada del mundo. “Colombia es el Tíbet suramericano”, decía entonces Alfonso López Michelsen. Los empresarios locales no pensaban en exportar. Les era más fácil explotar las rentas propias de un mercado sobreprotegido. No tenían necesidad de innovar. Todo se vendía fácilmente. Había que esperar varios meses para comprar un Renault 4. Los traficantes de cocaína rompieron con esa tradición. Se adelantaron 20 años a la Apertura Económica.

Escudriñando los archivos electrónicos de la prensa colombiana, indagando sobre los orígenes del tráfico de cocaína, me topé con un hecho curioso, casi irónico, una nota de pie de página de nuestra historia reciente que, en mi opinión, bien merece una columna. La primera alusión a Pablo Escobar en la prensa colombiana, en el diario El Tiempo en particular, no tiene nada que ver con el narcotráfico. Ni con las actividades políticas del más célebre de nuestros mafiosos. Ni tampoco con su altruismo ostentoso, perturbador. Las primeras noticias sobre Pablo Escobar, publicadas todas en 1979, dan cuenta de sus logros como piloto novato de la copa Renault 4: un espectáculo que resumía el espíritu de los tiempos, las costumbres parroquiales de un país enclaustrado.

“Entre los novatos se destacan Lucio Bernal, de Bogotá; Pablo Escobar, Gustavo Gaviria y Juan Yepes, todos de la capital antioqueña”, reportó El Tiempo a mediados de 1979. “Volantes como Pablo Escobar están en plena alza…Escobar marcha segundo en la general a 13 puntos del puntero”, informó el mismo diario semanas más tarde. Uno de los carros de carreras de Escobar, un Renault 4 de color blanco, está exhibido actualmente en la Hacienda Nápoles. Constituye un símbolo involuntario del país cerrado, aislado donde nació y creció el tráfico de cocaína.

El economista venezolano Ricardo Hausmann dijo alguna vez que, después del café, Colombia no ha tenido ninguna buena idea. Pero Hausmann no tiene razón. Después del café, tuvimos unos empresarios exitosos, visionarios, que rompieron con muchas décadas de enclaustramiento: los exportadores de cocaína. Han pasado muchos años desde entonces. El Renault 4 es ya una pieza de museo. Pero el espíritu de los pioneros se mantiene presente. Esta semana, tristemente, el gobierno de los Estados Unidos anunció que Colombia sigue siendo el principal exportador de cocaína del mundo.

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  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 4:51 am

    Para los interesados, copio algunos de los recortes de prensa.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 4:54 am

    Me encontré con este hecho curioso mientras buscaba información para escribir la introducción de este libro que publicaremos el mes entrante.

  • Luis Felipe Jaramillo
    6 marzo, 2011 at 4:54 am

    Muy buena la columna. Y bueno, no deja de ser curioso el cuento de la Copa Renault 4. De verdad que el país estaba enclaustrado.

  • luis.brand
    6 marzo, 2011 at 6:24 am

    me gustaría mas información sobre la apertura económica propagada por el narcotrafico

  • JuanDavidVelez
    6 marzo, 2011 at 6:45 am

    Que pena yo tan lambon como siempre, pero creo que la columna es rebrillante.

    (el hijo de Pablo, estudiaba en mi colegio, en 1985 llegaba una caravana de renaults por el muchacho al colegio a la hora de salida, eso para mi amerita un comentario. Pero ya no recuerdo el modelo, no me acuerdo si eran renault 9 o 18 o 21, eran de uno de esos tres tres modelos, toda la caravana del mismo modelo y color. Así como no me acuerdo del modelo tampoco me acuerdo el número de carros que componían la caravana).

  • Andrés Barreneche García
    6 marzo, 2011 at 10:20 am

    Y sí que han innovado estos empresarios.

  • Javier Moreno
    6 marzo, 2011 at 11:54 am

    ¿En qué sentido la copa Renault 4 "resumía el espíritu de los tiempos"?

  • panÓptiko
    6 marzo, 2011 at 12:20 pm

    Alejandro,

    No me puedo imaginar la emoción de una carrera de Renault 4s. ¿Sabe de alguna buena fuente para hacerse una idea de lo cerrada que era la sociedad de esos días? No es que me las quiera dar de joven, pero pues mi vida con conciencia política empezó en las postrimerías de Barco, el asesinato de Galán y la apertura. No puedo imaginar como era ese país enclaustrado que describe.

    Los narcos fueron y son sin duda emprendedores. Si tan sólo se pudiera usar ese poder para hacer algo constructivo. Es como los piratas somalíes: ni las armadas de todo el mundo pueden con ellos. Increíble que esa habilidad no sirva para organizar un país.

    Por otro lado, ¿hay alguna forma de conseguir el libro este mes? Estoy muy interesado, y tal vez haya quien me lo traiga.

    Saludos,

  • [email protected]
    6 marzo, 2011 at 12:57 pm

    Extraño que si tanto la drogadicción como el alcoholismo hayan sido declarados como enfermedades por la OMS, esté el ex presidente Gaviria pidiendo esto en su cruzada por legalizar las drogas.

    Extraña también que Gaviria esté en esta lucha cuando en su gobierno no se vislumbró esa solución; de hecho, en ese gobierno recrudeció la lucha frontal contra el narcotráfico con acciones prohibitorias y sancionatorias.

    Duele saber que los dos grandes aportes colombianos a la economía mundial hayan sido el cafe y el narcotráfico. Es una lástima que presidentes que fueron elegidos con gran caudal popular hayan desperdiciado sus oportunidades de buenos cambios estructurales, como le pasó a Gaviria y Uribe. Esperemos que Santos no ingrese en esa lista.

  • Apelaez
    6 marzo, 2011 at 2:25 pm

    A manera de queja: Hace más de un año fui al "lanzamiento" del libro y resultó que no era un lanzamiento sino un foro sobre algunos de los capítulos. En dicho foro dijeron que el libro lo publicarían pronto. Y pronto fue como año y medio después.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 2:36 pm

    Javier y Panóptiko: es una exageración de el espíritu de los tiempos. Pero cada vez que recuerdo los años setenta, mi infancia y preadolescencia en Medellín en particular, me llama la atención el aislamiento. No nos dábamos cuenta entonces pero era una cosa pasmosa. En Medellín, no estoy mamandogallo, veíamos a alguien hablando inglés y nos daba risa. En mi colegio, el único estudiante de origen distinto (geográfico, quiero decir) era un pelao que había nacido en Bogotá y que habían llevado a las pocas horas de nacido a la “capital antioqueña”. Le decíamos “el bogo” por supuesto.

    Creo que el proteccionismo empresarial, entonces concentrado en Medellín, tuvo algo que ve con esto. Estuve, con Pascual, que era mi socio en este tipo de aventuras, en la Central de Abastos de Medellín viendo una de las válidas de la Copa Renault 4. No recuerdo el año. De pronto fue en 1979. Y de pronto aplaudimos las hazañas de Pablo. Nadie podría imaginarse lo que vendría después. Yo conocía los pilotos de memoria. Sabía sus nombres y su biografía. Puede, repito, ser una exageración. Pero un país donde los héroes de pre adolescentes medio desubicados eran conductores de Renault 4 me parece un país enclaustrado.

    Paradójicamente de allí, de semejante aislamiento, surgieron unos tipos que, en cuestión de años, desplazaron a los chilenos, a los cubanoamericanos, a los argentinos, a los italianos y a los muchos otros que le apuntaron al negocio. Y ahí vamos.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 2:39 pm

    Apelaez: tiene razón. Pero son 15 capítulos y más de 20 autores. Casi no lo acabamos. Pero ya está listo.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 2:44 pm

    Camisas Roland: publicidad de la época, representativa, creo yo, de la industria protegida de los años setenta.

  • Javier Moreno
    6 marzo, 2011 at 3:15 pm

    Alejandro: Le preguntaba porque tengo entendido que, no solo en Colombia, el Renault 4 se utilizó como carro de competición durante esos años. En Colombia ganó más fuerza, tal vez, porque lo ensamblaba Sofasa en Envigado.

    ¿Cuál es la mejor biografía de Escobar disponible? ¿Hay alguna digna?

  • Anónimo
    6 marzo, 2011 at 3:28 pm

    Tan buenas esas camisas Roland ¿ donde puedo conseguirlas específicamente?

    Respecto a la columna: Todo narcocriminal tiene en un rinconcito su sentido humano.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 3:42 pm

    Esto escribió Fabio Castillo sobre el tema en Los Jinetes de la cocaína:

    >La vinculación de los profesionales de este deporte no se circunscribió, como en los otros, a ser simples lavadores de dólares, sino que de manera abierta se dedicaron al tráfico de cocaína.

    Tal es el caso que se conoció durante la llamada "guerra de Pacho Trimmiño". Los corredores transportaban la cocaína en el interior de sus vehículos, cuando iban a competir a Miami, En una de esas ocasiones las autoridades norteamericanas se enteraron de la jugada de los automovilistas colombianos, pero no los lograron detener.

    A su regreso a Colombia se montó un operativo de seguimiento contra Francisco Trimmiño, de quien se aseguraba dirigía la organización. Fue capturado cuando sacaba de la residencia de otra reina de la coca, Marión Orjuela, dos cajas en cuyo interior iban 30 kilos de cocaína.

    Trimmiño fue detenido y empezaron a ser amenazados sus compañeros de equipo, a quienes presumía autores de la delación,

    Fue herida Pilar Mejía y asesinados otros pilotos menores.

    El abogado de Trimmiño, José Sánchez Rozo, fue acribillado en su residencia, porque se había comprometido con el narcotraficante a que nada trascendería a la prensa, y que el caso judicial sería resuelto prontamente a su favor, nada de lo cual logro,

    Las características violentas de esta guerra han inducido a los investigadores a pensar que tras Trimmiño se encontraba ya la organización de Pablo Escobar Gaviria, quien para entonces corría en el autódromo de Bogotá, con su primo Gustavo de Jesús Gaviria Rivero y Pelusa Ocampo.

    Los narcotraficantes corrían en Bogotá, en carros Renault 4 envenenados o "pichicateados ", lo que les hizo a una fama de ases del volante.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 3:48 pm

    Javier: me leí la que escribió Alonso Salazar hace un tiempo. Interesante pero nada del otro mundo.

    Este documental, que he visto por pedazos, tiene algunas imágenes impresionantes.

  • Anónimo
    6 marzo, 2011 at 4:27 pm

    Recomiendo dos libros:

    Killing Pablo, de Mark Bowden, muy bien escrito, muy bien documentado

    La parábola de Pablo, de Alonso Salazar, desde un punto de vista más local

    Y un documental:

    Los dos Escobar, una historia paralela de Pablo, el narco, y Andrés, el caballero del fútbol, de la serie de ESPN 3030, realizado por los hermanos hermanos Jeff y Michael Zimabalist. Aquí se ve claramente cómo la "apertura" de que habla A. Gaviria nos llevó a las alturas, por lo menos en lo relativo al fútbol, para después precipitarnos en caída libre hasta estrellarnos estrepitosamente contra nuestra dura y triste realidad local.

  • juan francisco muñoz
    6 marzo, 2011 at 6:28 pm

    Esta anécdota me hizo pensar en dos conceptos planteados por Dan Gilbert en su libro "Tropezando con la felicidad" (lo pude comprar hace poco en Medellín, que nunca me lo trajeron a Popayán).
    La restricción de la experiencia, como aquella condición en la cual hay menos condiciones objetivas de elección. Y la ampliación de la experiencia, la tendencia, desde el lenguaje y la imaginación, a revaluar la satisfacción con lo que se tiene al conocer otras posibilidades y estimar hacerlas propias. Pues bien. Quién sabe si Pablo Escoibar no sería "más feliz" en sus tiemos de corredor de Renault 4 que en sus tiempos de mafioso.

  • Anónimo
    6 marzo, 2011 at 6:57 pm

    Creo que tengo problemas de comprension de lectura, pero no entendi esta columna, aun me pregunto: de que se trata.

  • Anónimo
    6 marzo, 2011 at 7:00 pm

    Porque de la bartola de Hector Abad, nada que decir. Parece que fumo Santa Marta Golden agarraposte.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 7:28 pm

    Hace poco leí una frase interesante de Milan Kundera. Decía el novelista, palabras más, palabras menos, que la gente no quiere leer historias, sólo fábulas.

    En el EE, algunos comentaristas ya se inventaron su propia fábula: la perversión moral de un columnista que admira las habilidades empresariales de Pablo Escobar.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 7:29 pm

    Anónimo 13:57: la columna no tiene tema. Menos moraleja. Es una simple anécdota que, tal vez, diga algo sobre los orígenes del narcotráfico.

    Pero puede leerse de varias maneras. Por ejemplo, como una crítica a los empresarios de los años sesenta y setenta, los que multiplicaban sus utilidades por cuenta del Incomex, los mismos que son ahora condecorados por su servicio a la patria.

  • Javier Moreno
    6 marzo, 2011 at 7:30 pm

    Alejandro: ¿Usted cree que la pasividad de los empresarios ses(t)enteros dependientes del Incomex fue un factor que contribuyó al surgimiento de tipos como Escobar?

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 7:45 pm

    Javier: De pronto no. Sería muy difícil probarlo en todo caso. Pero hay dos posibles canales: proteccionismo -> contrabando -> narcotráfico y economía cerrada -> escasez de oportunidades legales de ascenso social -> narcotráfico.

    Probablemente el proteccionismo nos hizo más susceptibles al virus del narcotráficos. Y algunas contingencias históricas, el azar en últimas, hicieron el resto.

  • Daniel Pacheco
    6 marzo, 2011 at 8:57 pm

    Alejandro, me sorprende que no haya causado más revuelo el aire sutilmente apologético que tiene la columna. Apologético en el buen sentido, si entiendo bien. Lo digo por su intento de recordar a los narcotraficantes como empresarios visionarios de su momento. Creo que no hemos entendido completamente qué fue lo que sucedió en las últimas décadas para que se formara el imaginario del narco que exite hoy. De hecho, nos inventamos una palabra y todo para referirnos a una actividad que bien podría entendérse como contrabando. A los tipos que meten tabacos cubanos a Miami no les dicen narcos, pero en principio es muy parecido el precesos ilíicto.

    Pero la creación del "narco" le agregó todo un contenido moral peyorativo a al tema de las drogas y ha sido justificación de muchas de las políticas. Evidentemtne los narcos mismos se ayudaron en este proceso, volviéndose despidadaods asesinos que destinaban sus recursos para atacar al estado (¿o que se defendía de los ataque ordenados desde el USA contra ellos? arguentan otros). Sin embargo, creo que es válida la pregunta acerca de cuánto contibuye la figura moral que tenemos hoy del "narco" a la inercia de las políticas prohicionistas actuales.

    En fin, me gusta que juegue alrededor de estas areas grises, que a propósito de los cuarta años de guerra contra las drogas, sería chévere que se escudriñaran más. Es que nadie se ha puesto seriamente a reponder a la pregunta que usted deja planteada: ¿En qué le ha aportado positivamente el narcotráfico a Colombia? Y no creo que "nada" sea una respuesta honesta.

    A propósito de esa y de la crítica de Hausmann idea este link

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2011 at 9:19 pm

    Daniel: gracias por el comentario. Ya hay algunos comentaristas en EE bastante indignados. Alguno propuso otro título para la columna: “Admirando a Pablo Escobar”. Ya vendrán otros seguramente. El tono levemente apologético, o al menos alejado del moralismo excesivo, típico, fue involuntario. Ahora me doy cuenta que vino del intento de juzgar o percibir el narcotráfico no desde el punto de vista actual, no desde el presente, sino desde una perspectiva distinta, desde mediados de los años setenta cuando estaba apenas surgiendo este fenómeno. Estoy de acuerdo en que vale la pena seguir explorando el tema.

    Se me olvidaba: no quedó el link en su comentario pero quedé con la curiosidad.

  • Anónimo
    6 marzo, 2011 at 11:29 pm

    muy buena esa doctor gaviria. buena nota. Legalizacion Ahora

  • Anónimo
    6 marzo, 2011 at 11:30 pm

    hola

  • Anónimo
    7 marzo, 2011 at 1:20 am

    La diferencia entre el narcotráfico y el contrabando es que en el primer caso toda la cadena de producción, el producto mismo y su distribución son ilegales, mientras que en el contrabando de bienes como textiles o incluso cigarrillos o alcohol(que también presentan un problema de salud pública)no. Eso quiere decir que para que el negocio funcione en el primer caso hay que introducirle fuertes dosis de violencia, además de corrupción, mientras que en el segundo caso con la corrupción basta. De ahí el "imaginario". En ese sentido es arriesgado proponer siquiera la idea de mirar el "modelo de negocios" del narcotráfico y ver si "no hay mal que por (aunque sea un) bien no venga". Pero la pregunta no es nueva. ¿Por que resultamos tan buenos para la ilegalidad y no podemos transferir ciertas virtudes características de esas actividades (como la capacidad de asumir riesgos elevadísimos) para hacer negocios formales cuyos contratos no se tengan que hacer cumplir por medio de la violencia?

  • Anónimo
    7 marzo, 2011 at 2:02 am

    En esos escenarios de acción de carros, nacía el mismisimo jefe narcotraficante (señalado de "para", por el gobierno de Uribe), quien es dueño de más del 70% del servicio público en medellín.

    ¿Qué tanto es el miedo que expresa el "chengo" ?

  • charlie
    7 marzo, 2011 at 2:23 am

    En cierta parte de Colombia el que no hace plata es considerado un pendejo. No perderse el mejor negocio del mundo era una obligación.
    Que pena, pero asi fue.

  • hermano sol
    7 marzo, 2011 at 3:16 am

    Alejandro:

    Recuerdo de mis clases de introducción a la ciencia económica, cómo su titular sostenía que el fundamento económico de la guerra contra el narcotráfico, no obstante ser un bien de demanda inelástica, consistía en elevar tanto el precio final hasta el punto de poder enervar la rigidez de la demanda.

    Desconozco si esta medida tuvo en cuenta el tipo de necesidades que satisface y la existencia de bienes sustitutos (aclaro, no me refiero solo a la satisfacción de necesidades o posibilidad adecuada de sustitución de los "junkies")

    Lo evidente -en modo alguno nuevo http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/salomon-kalmanovitz/columna-medicion-del-narcotrafico – es que las cifras no parecen ser muy alentadoras si se tiene en cuenta que, o no evidencian una variación significante en el precio final de venta al consumidor o peor aún, se ha visto inclusive, reducido (http://www.unodc.org/colombia/es/reportedrogas.html).

    Entiendo que los datos pueden ser presentados de varias formas, y que la reducción pueda exhibirse como una clara estrategia de estos "ingeniosos empresarios" (más ingeniosos que lo segundo), de principios básicos de mercadeo para ganar terreno en su mercado relevante; o hacer parecer que se reparten como puedan los restos de un mini-mercado en decadencia; o, también, de pronto más improbable, que una reducción en el precio final pueda deberse a una ineficacia de las medidas empleadas en la lucha contra el mal.

    Como lo señaló Kalmanovitz en la columna en cita, cierto vaho de intereses en conflicto, me hacen dudar de las cifras que se presentan sobre el particular, o a lo sumo, de su interpretación.

    Nota: Sobre la existencia de bienes sustitutos, vale también el cuestionamiento puesto que, i) o no se tuvo en cuenta la inexistencia de bienes que suplieran tales necesidades, o ii) y que es aún más preocupante, si se tuvo en cuenta, y se previó el desplazamiento a fuentes de estimulación tanto más asequibles para productores y consumidores como aquellas a base de anfetaminas.

    Es algo tan inverosímil, como pensar que de la prohibición del alohol y su des-prohibición se insinuó un cambio o desplazamiento en la adicción hacia otra cosa…

    Saludos

  • Daniel Pacheco
    7 marzo, 2011 at 6:48 am

    Va el link que no quedó. http://store.theonion.com/product/i-enjoy-colombias-secondfinest-export-mug,176/

    Estaba en un bus de NY a Montreal y el WiFi estaba pésimo.

    Vuelvo un poco sobre el tema del tono de la columna; y así haya sido involuntario, creo que la misma reacción de condena que sale en el fono de EE (que es como el circo romano) indica que hay una prohibición a miradas alternativas en torno a esa incomprendida profesión. Tal vez en el futuro una mirada más voluntaria suya levante más ampolla por algunos lados, pero por otros abra trochas para forms de pensar distintas.

    Oiga, y el libro qué. Se puede bajar?

  • Harold H. Londoño
    7 marzo, 2011 at 1:54 pm

    Vale decir, que la industria automotriz sigue altamente protegida: 35% de arancel.

    Sofasa, arbitrariamente ubicada en la montaña, sigue gozando de dicho privilegio.

    Hoy no es el R4, es el Twingo.

  • Anónimo
    7 marzo, 2011 at 2:33 pm

    "…indica que hay una prohibición a miradas alternativas en torno a esa incomprendida profesión…."

    Florence Thomas, verstida de camuflado

  • Juan Esteban
    7 marzo, 2011 at 5:07 pm

    Yo tengo mi propia teoría… no hay ninguna apología… hay una simple mirada hacia el pasado sin ninguna pretensión solemne…. la mitad de los que la leyeron no entendieron un carajo de la columna…. Es un problema generacional…
    Que en los setentas este país estaba más cerrado que una caja fuerte no le queda la duda a nadie .. pero no voy a hablar de los créditos con nombre propio que el banco de la republica le daba a la ineficiente aerolínea nacional, ni de las prebendas que la autoridad cambiaria de la época le daba a la aristocracia bogotana para que simulara exportaciones… hay demasiada literatura al respecto….
    Miremos de otro lado …. Aquí se corrían autos en las calles… el circuito del volador en Medellín… el de san diego en Bogotá.. Hasta que sucedió algo medio raro… las fuerzas “privadas” confluyeron: A comienzos de los setentas vinieron al país Graham Hill, Jackie Stewart, Anelore Wegner, Pescarolo, Siffert etc, a inaugurar el autódromo Ricardo Mejía en una carrera de lo que entonces se llamaba Formula 2… debo confesar que me da pena contar como hice para asistir a esa carrera… pero durante toda la década fue evidente la constante evolución de los llamados prototipos y turismos … unos carros hechizos y algunos de serie pero envenenados … el chevrolet camaro de Moises Volovitz batiéndose con el minicooper del paisa Humberto Escobar , adel Kassem, Camilo Steuer, el prototipo blanco de Ricardo Cuchilla Londoño (traqueto), un BMW alpine (cito de memoria) de Francisco Trimiño (traqueto), hasta llegar a un Ferrari dorado de Pablo Escobar (traqueto) que solo sacaban para piques en la recta de tocancipa .. (en donde queda el actual autódromo…)y los porches de Denarvaez, Pombo y cia… hasta el mazda con motor Wankel del BRT… y así un montón de carros que iban apareciendo… el siguiente más caro y rápido que el anterior.. de esa mezcla salió necesariamente la afición a las tuercas de toda una generación, que produjo muchos de los pilotos como Roberto José Guerrero y todos aquellos que ganaron en yaguarcocha y muchos autódromos extranjeros mas .. en fin … que la historia del automovilismo si fue jalonada por visionarios de la época .. no hay duda … (traquetos algunos… eso es otro lio…!!!)
    A mí me parece una imagen para reflexionar la que Alejandro dibuja en la columna … un grupo de colombianos, la mitad narcos ocultos, la mitad soñadores, corriendo carros y creando empresa en un país en donde no llegaba ni una revista deportiva extranjera … no se .. algo deja que pensar…!!!
    Temas nostálgicos pendejos … Yo todavía tengo la foto y mi viejo cronometro de cuando en vivo y en directo, un jueves a la tarde, vi a un Juan Pablo Montoya de 15 años batir el record actual de la pista de tocancipa en el Spice rojo 45 del Sesana Racing…. Yeeeahhh . ….!!!
    A veces es evidente que en este blog hay gente demasiado solemne .. que mamera…!!

  • Anónimo
    7 marzo, 2011 at 6:26 pm

    Juan Esteban, no es que en el blog haya mucha gente solemne, es que la columna arranca con una anecdota(divertida) termina con una hipotesis(seria o solemne) sobre la cultura empresarial. Se puede leer, dice Alejandro, como una critica a los empresarios que prosperaron bajo el amparo de las politicas proteccionistas ideadas desde el centro(?), y que crearon el traingulito de oro del pais y que aun hoy no salen de su ensimismamiento autista. A proposito de anectodas, pensar que para ir de Barranquilla a Rioacha en avion, uno debe que ir a Bogota o para ir de Cartagena a San Andres, debair a Bogota. El proteccionismo aun persite y los Incomex y las Oficina de Cambio cambiaron de nombre. Alejandro, una pregunta final: acaso no fueron los guajiros los que iniciaron las exportaciones de Marimba hacia el norte.? precursores?.

  • Anónimo
    7 marzo, 2011 at 6:28 pm

    Lo de precursores, se fue involuntariamente.

  • Anónimo
    7 marzo, 2011 at 6:50 pm

    Es que las rutas del contrabando ya estaban largamente establecidas en la Guajira: Maicao, Codazzi … Así que lo de la marihuana estaba de "un cacho", como quien dice.
    Pero así como las geografía interna ha sido un impedimento serio para el desarrollo, nuestra posición geográfica para el comercio internacional es bastante envidiable, si la supiéramos aprovechar.

  • Anónimo
    7 marzo, 2011 at 8:25 pm

    Daniel Pacheco: La "incomprendida profesión" ¿es la de narcotraficante o la de columnista?

  • Alejandro Gaviria
    8 marzo, 2011 at 3:15 am

    Estuve conversando hoy con un grupo de empresarios peruanos. Están, la verdad sea dicha, un poco envalentonados, conscientes de su propio éxito, digamos. Me llamó la atención, volviendo al tema de la columna, que muchos dijeron estar sorprendidos por la mentalidad proteccionista de los empresarios colombianos. “En Perú hasta los tenderos están pensando en exportar”, dijo uno de ellos. Para los peruanos, por ejemplo, un TLC con China o con Corea no es una amenaza: es una necesidad. Para Colombia, es impensable La Andi está con los pelos de punta por el TLC con Corea, por ejemplo.

    Interesante el tema de los Guajiros. Fueron precursores en el negocio de la marihuana pero, por alguna razón, no estuvieron presentes en el negocio de la cocaína. ¿Por qué? Es difícil saberlo. Pero varias hipótesis han sido mencionadas de paso en la literatura. Una: las redes de emigrantes en los EEUU fueron fundamentales y en ellas predominaban los paisas (algunos de ellos trabajadores despedidos de la industria textil). Otra: los laboratorios inicialmente se instalaron en las grandes ciudades (para mimetizarse). Además, la producción de clorhidrato de cocaína no es obvia: la presencia de químicos en Medellín (la industria los había entrenado) pudo haber sido importante.

    En fin, el tema es interesante. Y no crea que sea solemne. Pero sin duda cambió la historia de Colombia.

  • Alejandro Gaviria
    8 marzo, 2011 at 3:16 am

    Noticia de hoy en la Vanguardia de México:

    Según advierte Europol, "la gran mayoría de laboratorios que producen clorhidrato de cocaína a partir de pasta de cocaína o cocaína base desmantelados en 2007 estaban ubicados en Colombia (285 laboratorios), seguida a gran distancia por Perú (16 laboratorios) y Bolivia (7 laboratorios)".

  • Alejandro Gaviria
    8 marzo, 2011 at 5:06 am

    Tinterillos en acción.

  • Anónimo
    8 marzo, 2011 at 11:44 am

    Todavía piensa que la seguridad ha mejorado con el gobierno de "Pastranita" Santos, señor Gaviria? Increible que se quiera tapar el sol con un dedo…¿Qué hace falta para que los periodistas reconozcan que la seguridad se ha deteriorado?

  • Anónimo
    8 marzo, 2011 at 12:19 pm

    Todavía existen muchos colombianos imbéciles y apatridas que desean que al país le vaya mal !!

  • Alejandro Gaviria
    9 marzo, 2011 at 2:34 am

    Sobe el tema de la semana pasada, muy interesante la reflexión de Marcela Eslava sobre la corrupción.

    A propósito, el informe de la Revista Semana sobre el tema es muy flojo. No tiene nada. Ni una reflexión sería sobre las causas del problema. Ni un intento de cuantificación. Ni un medio recuento histórico. Nada. El informe es una caricatura, como la portada de la revista.

  • Anónimo
    9 marzo, 2011 at 2:45 am

    Cocaine war.

  • Alejandro Gaviria
    9 marzo, 2011 at 4:26 pm

    Crisis en la Unidad Nacional. No me sorprende.

    No es fácil ser uribista y no uribista simultáneamente. Tampoco lo es cosechar aplausos entre los conservadores y los liberales. Toca practicar una especie de frentenacionalismo paralizante. Como en la ley de primer empleo, el éxito de la Unidad Nacional implica paradójicamente el fracaso del gobierno. O viceversa, el éxito del gobierno necesita dejar de lado una coalición imposible (su unión es todo, su intersección es nada), y plantear de una vez por todas con quién se quiere gobernar y con quién no…Gobernar con todos equivale a hablar mucho y a no decidir nada.

  • Juan Esteban
    9 marzo, 2011 at 4:33 pm

    "Lower taxes don't spur economic development as much as it is often claimed, at least not below the "fifty percent or less of gdp" range."

    Vea usted Alejandro … hay antiuribistas enemigos de la confianza inversionista en todas partes …!!! jajajajaja…!!!

    Gracias Alejandro, muy entretenidas las dos paginas … aunque necesito un economista de Izquierda para que me explique la 6, 7 y 8 ….

  • Juan Esteban
    9 marzo, 2011 at 5:06 pm

    "The role of market failure in the recent financial crisis is underestimated. It is also believed that we can somehow commit to a policy of no future bailouts. Promoting that myth will make future bailouts more likely."

    Alejandro, aquí le reconozco que me estoy dando por vencido…!!! por más que le meto neuronas no termino de entender como un rescate multimillonario por cuenta de los contribuyentes es la “única” salida para quienes en forma intencional incurren en el "moral hazard"… la cagan hasta el fondo, se tiran los mercados y después se hacen los locos …!!!

    fue muy cómico, pero en la entrega de los premios Oscar, el tipo que ganó en la categoría de documental se mando una frase muy cierta… "… nadie de los que causo la última crisis inmobiliaria ha pagado ni un día, ni un centavo…!!!"

  • Maldoror
    9 marzo, 2011 at 6:13 pm

    Adhiero al comentario de Juan Esteban. Si eso es cierto entonces urge una visión bien distinta de la actual economía política, en que unos ganan con cara y hacen que todos los demás pierdan con sello.

  • Anónimo
    9 marzo, 2011 at 8:39 pm

    Anónimo 07:19 Es muy sabroso desear que al país le vaya mal, y ojalá muy mal, al fin y al cabo, millones comen mierda desde siempre, peor no les puede ir. Y las cosas no están pensadas para que les vaya bien. Así que, de pronto, quienes no han disfrutado las mieles de la desgracia, puedan en un momento dado entrar a compartir un poco de esa miserable suerte, suena algo justo, y si no, al menos muy divertido.

  • Andrés Barreneche García
    9 marzo, 2011 at 8:40 pm

    "Por qué Wall Street no está tras las rejas?" de la revista Rolling Stone.

    Hay una buena crítica al manejo estadounidense de la crisis en Freefall, de Joseph Stiglitz.

  • Alejandro Gaviria
    9 marzo, 2011 at 8:46 pm

    Santos el piadoso. Si hubiera sido Uribe, muchos estarían hablando de la inconveniencia de la ceremonia, de la necesidad de mantener, en todos los ámbitos públicos, una clara separación entre Iglesia y Estado.

  • Anónimo
    9 marzo, 2011 at 9:48 pm

    ¿Por qué no me deja poner mi enlace sobre el fin de la ortodoxia?

    http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2011/03/07/AR2011030704560.html

  • Anónimo
    10 marzo, 2011 at 3:56 am

    Anónimo 15:39 Usted vive fuera del país. Eso de llamar a los colombianos "comemierda" es una falta de respeto.
    Nosotros no comemos en su casa.

  • Anónimo
    10 marzo, 2011 at 4:16 am

    Salió del país la jefe de la Unidad Antimafia de la Fiscalía

    Será que tiene que ver con Estupefacientes?

    Porqué tanto odio hacia el Min del Interior? No quieren que se desenmascare la olla podrida en estupefacientes?

    Tiemblan los conservadores, tiembla la U…

  • Anónimo
    10 marzo, 2011 at 5:24 am

    "Bandas criminales se estarían 'tomando' bienes de los 'paras'" El tiempo de marzo 10 de 2011. La seguridad del pais se derrumba, o tal vez no.

  • Anónimo
    10 marzo, 2011 at 5:30 am

    Pero Colombia es pasion o no: "Pareja de colombianos 'coloniza' a Dubái con tamales tolimenses". Depronto terminemos exportando tamales tolimenses al resto del mundo. Exportar o morir.

  • Anónimo
    10 marzo, 2011 at 5:03 pm

    Anonimo 22:56. Quedas cordialmente invitado. La cosa esa que llaman patria te invita.

  • Anónimo
    10 marzo, 2011 at 5:57 pm

    Anónimo 12:03 quedate fuera del país; ..Mastica bien tu alimento; las naciones gallardas se alimentan con lo bueno, no con lo malo !

  • Anónimo
    10 marzo, 2011 at 6:06 pm

    Colombia si ha tenido una idea brillante despues del cafe, se trata del sumun de la innovacion del encerramiento: la Cola y Pola. Tambien la pueden exportar. Cachacadas.

  • Alejandro Gaviria
    10 marzo, 2011 at 7:05 pm

    Otro reverzaso del gobierno: se echó para atras en la reforma arancelaria.

    Copio la notica (vía PrimeraPágina):

    Un nuevo bandazo acaba de dar el Gobierno nacional: decidió echar para atrás una parte de la reforma arancelaria que había realizado en noviembre pasado y que había acabado con varios de los privilegios que había otorgado el anterior Gobierno, el de Álvaro Uribe.

    Ante las diferentes presiones que venían de todo lado, el Gobierno accedió devolver la mitad de lo reducido en los aranceles de 250 partidas, aunque bajó más el nivel de otros 258 productos, entre ellos el trigo, cuyo precio internacional se ha subido más de un 80% en el último año.

    El primer mandatario, Juan Manuel Santos, se vio obligado a atender a los empresarios en cabeza de Luis Carlos Villegas, presidente de la Andi, para escuchar los clamores de los empresarios acostumbrados a que parte de su competitividad la garantizan a punta de protección arancelaria.

    El 23 de febrero último el Gobierno expidió el decreto 492 con el que cedió en parte a las presiones. Sobre 250 partidas, se volvió a subir el arancel. Lo bueno fue que no alcanzó a llegar al mismo nivel al que estaba antes de la reforma arancelaria realizada en noviembre del año pasado.

    El 5 de noviembre de 2010, mediante los decretos 4114 y 4115, el Ejecutivo hizo una silenciosa y ambiciosa reforma arancelaria, a través de la cual se redujo el nivel arancelario de 4.026 partidas; 3.242 quedaron igual y apenas lo subió para 17 productos. La reforma eliminó de tajo las protecciones efectivas negativas resultantes de los tratados.

    La devuelta arancelaria que abarca apenas el 5% de las partidas reducidas en noviembre, favorece a los de siempre, a los que tienen mayor capacidad de lobby. Entre los beneficiados con la minicontrarreforma arancelaria aparecen; Propal, Carón de Colombia, Familia, Fabricato, Coltejer, Saint Gobain, Peldar, Siemens, Tenaris, Ascensores Andino, Baterías MAC, Yazaki, Centelsa, Electroporcelanas Gamma, Distral… Por su parte, con la reducción del trigo se favorecen Harinera del Valle, que es de Carlos Arcesio Paz, y Doria y Noel, que son del Sindicato Antioqueño. Aunque hay que decir que el trigo es un insumo que juega un papel muy grande en la canasta familiar del Dane.

  • Anónimo
    10 marzo, 2011 at 9:03 pm

    Los empresarios nunca se sacrifican.

    A los que sacrifican es a los trabajadores.

  • Tarantini
    11 marzo, 2011 at 9:11 am

    PanÓptiko,

    Esperamos que esté sano y salvo en Japón. Háganos saber como va.

  • Alejandro Gaviria
    11 marzo, 2011 at 12:56 pm

    Tarantini: PanÓptiko está bien. Ya dio el parte de tranquilidad por Twitter.

  • Alejandro Gaviria
    11 marzo, 2011 at 1:14 pm

    Columna anterior sobre el mismo tema (y la misma época): 1974-1978.

  • Anónimo
    11 marzo, 2011 at 11:10 pm

    María Emma: galanista, gavirista, samperista, pastranista y santista. O mejor dicho, no ha soltado la teta pública en 20 años.

  • Anónimo
    11 marzo, 2011 at 11:24 pm

    PanÓptiko
    Un abrazo tembloso…….

  • Anónimo
    12 marzo, 2011 at 12:39 am

    el sistema de refrigeracion del reactor nuclear está latente; ojo con lo que se avecina !!

  • Alejandro Gaviria
    12 marzo, 2011 at 1:11 am

    Tenaz la cosa. Enlazo una lectura que medio leí esta semana (antes del terremoto) sobre Chernobyl.

  • Tarantini
    12 marzo, 2011 at 11:37 am

    Gracias Alejandro por la noticia de PanÓptiko.

    Sería bueno un análisis suyo sobre la posible enfermedad holandesa y su "vacuna" con las locomotoras del agro, vivienda e infraestructura. Discutido por Echeverry, Eduardo Sarmiento y Édgar Bejarano.

  • Alejandro Gaviria
    12 marzo, 2011 at 11:52 am

    Va a ser inevitable que muchos hablen de los peligros del progreso o de la arrogancia de la especie o de la sabiduría de aquellos, más sabios que nosotros, que nunca han intentado entrometerse con los designios misteriosos de la naturaleza. La superstición siempre acompaña las tragedias, y aquellos más dados a pontificar (todos los somos en mayor o menor grado, Steven Pinker nos llama "the sanctimonious specie") aprovechen la ocasión para levantar su dedo índice e improvisar un sermón.

    Yo por ahora me pienso tapar los oídos. Quiero ser optimista. La explosión de la central nuclear es preocupante pero, pensándolo bien, el rompimiento de una presa habría sido más devastador en términos de vidas humanas.

    Admiro a los japoneses. Estoy seguro de que saldrán fortalecidos. Ya han reconstruido su país varias veces. Lo harán otra vez y nos darán a todos un ejemplo.

  • Alejandro Gaviria
    12 marzo, 2011 at 1:40 pm

    PanÓptiko se reportó nuevamente vía twitter. El edificio donde vive quedó maltrecho pero suena tranquilo.

  • Maldoror
    12 marzo, 2011 at 2:10 pm

    Alejandro:

    No hay que ponerse filosóficos para darse cuenta de lo peligroso que es la energía nuclear. Puede que no pase nada, puede que las inundaciones maten más gente, pero el peligro es muy grande y eso ya está demostrado.

  • Anónimo
    12 marzo, 2011 at 3:14 pm

    El fuego es peligrosísimo y tiene una enorme capacidad destructiva, pero cuando el hombre fue capaz de producirlo por sus propios medios y controlarlo, comenzó la historia de la civilización. ¿Habría sido mejor que no?

  • Anónimo
    12 marzo, 2011 at 5:33 pm

    Ahora las grandes potencias mundiales no sólo tendrán que repartirse a Libia; incluyen en la lista a Japón.

    Esperemos que en unos meses la "lluvia negra" no llegue a latinoamerica.

  • Anónimo
    12 marzo, 2011 at 5:50 pm

    Saludos a Panoptiko y que busque tierra alta como la tanga.

  • pbwosa
    13 marzo, 2011 at 1:17 am

    Los abogados ya empezaron a preparase para demandar a Japón en caso de que la nube radiactiva que pase por Colombia.

  • Anónimo
    2 junio, 2012 at 3:05 am

    Lo he dicho siempre, la cocaina es el motor de la economia estadounidense

  • Angelica
    25 enero, 2013 at 10:05 pm

    Como estudio economía, me interesa leer diversos artículos de la materia. Disfruto de leer acerca de la situación social de diferentes ciudades y en general trato de ir al lugar para poder vivirla en persona, siempre que consiga un correcto seguro viaje