El reconocido cirujano y ex ministro José Felix Patiño escribió recientemente un artículo sobre las fallas y las consecuencias dañinas del sistema de salud colombiano. El artículo combina o revuelve indistintamente opiniones y hechos. No voy a referirme a las primeras. Cada quien es libre de opinar lo que le plazca. Pero sí quiero examinar los segundos. Un opinador serio debe respetar los hechos. No es libre, en mi opinión, de fabricar u omitir los datos del mundo.
Desigualdades en salud
Empecemos por el comienzo, por una de las primeras aseveraciones (en principio fácticas) del Dr. Patiño: [el sistema] “ha resultado en grandes inequidades… quienes pueden pagar pólizas de medicina prepagada obtienen adecuada cobertura y buen acceso a los servicios de atención en salud. Pero para el resto de la población, abrumadoramente mayoritaria, especialmente la más vulnerable, la situación es desastrosa”.
Nada dice el ex ministro de la situación imperante hace 20 años, de las aberrantes desigualdades de entonces. Peor aún, ignora decenas de artículos que muestran, sin ambages, la reducción de las desigualdades en la utilización de servicios de salud. No quiero atiborrar a los lectores con citas y datos, pero conviene mencionar algunos pocos hechos y estudios relevantes. El Dr. Patiño, a propósito, no cita un solo artículo ni presenta un solo dato.
Ursula Gideon y Manuela Villar muestran, por ejemplo, que el movimiento hacia la cobertura universal en aseguramiento, puesto en marcha por la Ley 100 de 1993, cerró la brecha en el uso de servicios de salud entre ricos y pobres. El gráfico ilustra el punto con claridad. En 1993, la diferencia entre ricos (quintil 5) y pobres (quintil 1) en el porcentaje de mujeres con atención médica en el parto era de 60 puntos. En 2010, la brecha en cuestión se había reducido a 15 puntos.
El Dr. Patiño podría, sin necesidad de enfrentarse a las estadísticas, comprobar de primera mano la disminución de la desigualdad en el uso de servicios. Bastaría con una visita rápida a la sala de urgencias de su hospital, la Fundación Santafé de Bogotá, para apreciar la reducción de las brechas sociales. Allí encontrará personas de todos los estratos. Hace unas décadas solo acudían quienes podían pagar, unos cuantos privilegiados.
Algunas desigualdades en los resultados en salud, en la mortalidad materna por ejemplo, han persistido o apenas disminuido levemente. Muchas de ellas dependen de un conjunto amplio de determinantes sociales. Reflejan más los desequilibrios regionales que los problemas del sistema de salud. Pero señalan sin duda los desafíos más complejos, los problemas más acuciantes y duraderos.
Carnetización vs. cobertura
“La cobertura solo significa carnetización, pero no acceso”, afirma también el Dr. Patiño. Bastaría un dato para desvirtuar esta observación. En 1993, casi una tercera parte de los colombianos del primer quintil de la distribución del ingreso decía no haber recibido ningún tipo de atención en caso de enfermedad. En 2011, el mismo porcentaje había caído a 3%. Los porcentajes son tomados, para quienes gustan del rigor académico, de una comparación entre la encuesta Casem de 1993 y la Encuesta de Calidad de Vida de 2011.
Aproximadamente 25 mil pacientes renales asisten a sesiones de hemodiálisis todas las semanas a lo largo y ancho del país: 10 mil pertenecen al Régimen Subsidiado. Esta semana tuve la oportunidad de hablar con varios de ellos en un hospital de la provincia colombiana. Si la cobertura fuera simplemente carnertización, podríamos despojarlos del carnet de su EPS. En sana lógica nada tendrían que perder. Le propongo al Dr. Patiño que lo intente.
Catástrofe
“Probablemente no hay en el mundo otro sistema de salud más regresivo que el de Colombia”, dice más adelante el Dr. Patiño en el mismo tono catastrofista. En los análisis comparativos de los sistemas de salud, la equidad en el financiamiento del sistema colombiano ha sido reconocida ampliamente: una persona que gana diez millones de pesos mensuales contribuye diez veces más que otra que gana un millón por el mismo paquete de beneficios, ambas contribuyen solidariamente para ayudar a financiar el Régimen Subsidiado (RS) y, además, los afiliados al RS, los más pobres, no contribuyen en absoluto. El Dr. Patiño soslaya todo lo anterior. Emite opiniones rotundas sin ningún sustento fáctico.
“En el caso de Colombia, [el sistema] ha causado la mayor crisis sanitaria que registra la historia del país”, afirma el Dr. Patiño con la misma vehemencia. Habría que señalar, no con ánimo celebratorio, pero sí mnemotécnico, que recientemente Colombia fue declarada el primer país del mundo libre de oncocercosis y el primero del continente libre de sarampión, rubeola y rubeola congénita, que nuestro Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) ha sido reconocido como una de los mejores del continente y que muchos de los indicadores de salud pública han mejorado sistemáticamente a pesar del conflicto armado.
Por supuesto los problemas de la salud pública son muchos. Pero uno esperaría al menos una enumeración de los fracasos, una lista de las innegables frustraciones. Pero no. La crítica en este caso tiene un estilo distinto, inquietante en mi opinión: la descalificación rotunda, absoluta sin sustento alguno.
Conclusión
“El poder de afrontar hechos incómodos”, así definía Christopher Hitchens el heroísmo de George Orwell. En los debates sobre nuestro sistema de salud, los hechos incómodos no son enfrentados. Más bien, son omitidos deliberadamente. Las discusiones parecen ocurrir en un vacío empírico. Los argumentos son reemplazados por estribillos gastados. Los hechos sustituidos por opiniones rotundas. El punto no es menor. Si no respetamos los hechos, va a ser muy difícil avanzar por el camino necesario del reformismo democrático.
Anónimo
17 febrero, 2014 at 5:41 pmSeñor ministro, tiene ud razon en decor que hace 20 años, se estaba peor, lo preocupante esque en el momento todavia se incurra en fallas similares. Ademas quebud insista en un sistema que desde hace tantos años lo que aporta son muerto por falta de tratamiento y peor aun que ud quiera restringir esos tratamientos con una reforma a la salud, que ya sabemos los médicos a punta de mermelada reeleccionesta ud va a pasar. Lo bueno de esto es que este país aguanta todo y ademas que no tenemos memoria.
Alejandro Gaviria
18 febrero, 2014 at 1:15 amHay problemas por supuesto. Pero no es negando los avances como vamos a resolverlos.
La reforma a la salud no niega tratamientos. Esas son mentiras construidas por los mismos que desconocen y distorsionan los hechos.
La entrada trata precisamente de hacer un poco de memoria.
Alejandro Gaviria
18 febrero, 2014 at 1:17 am“NOW, what I want is, Facts. Teach these boys and girls nothing but Facts. Facts alone are wanted in life. Plant nothing else, and root out everything else. You can only form the minds of reasoning animals upon Facts: nothing else will ever be of any service to them. This is the principle on which I bring up my own children, and this is the principle on which I bring up these children. Stick to Facts, sir!”
Charles Dickens, Hard Times.
E.COHEN
18 febrero, 2014 at 4:09 amUn hecho claro es que un porcentaje inaceptable de los dineros que deberían haberse vigilado como públicos y sagrados, fueron robados, malutilizados y eso se asoció con el maltrato al profesional (más carga asistencial y menos o peor remuneración y tipo de contratación), el cierre de instituciones prestadoras (me gustaría saber cuántos hospitales están en déficit o cercanos a quebrar)
E.COHEN
18 febrero, 2014 at 4:25 am…… Y el "negocio" de la salud donde están metidos desde expresidentes y esposas hasta congresistas, médicos y enfermeros que se lucran en lo que solo debería ser remuneración "justa"(comparen con el pago por sus servicios al Estado a un senador o congresista) mientras quienes soportan las responsabilidades civiles y hasta penales de lo que el sistema "no le cubre", "no autoriza", "no hay cama" o "emergencia funcional" suelen ser los profesionales atados de manos y pies por diferentes actores y responsabilizados absurdamente por hacer lo mejor que pueden con lo que tienen, en Urgencias, con todos los que acuden ahí porque no hay citas prontas o porque cuando tienen citas no les solucionan los problemas de salud.
Mil cosas se pasan por la faja la ley en salud. Pero ay! de aquel prestador que cometa un error como humano, reconocido como esclavo se juzgará como Dios manda. Y la platica de la salud 10 años después (dada la perspicacia avezada de la SuperSalud) aún no aparece, no se paga, no se recupera y vamos a tener que volver a depositarla entre todos los que confiamos que el "sistema" es subsidiario y subsidiado contributivo. Como si todos aportaran lo que dice la ley que tienen que aportar y ese dinero fuera a parar o a beneficio del paciente (usuario, cliente) o del prestador (ja!) . Sistema?
Leejos. Robo sistemático, será. Hechos? Estan en el periódico. Y en las quejas de los profesionales que no están en las estadísticas
E.COHEN
18 febrero, 2014 at 4:29 amEl cubrimiento va mejor, por supuesto. La calidad dista mucho de ser la ideal en la base graaande del cubrimiento. Pero mucho de lo que hay que hacer para reformar esto incluye cortar por la raiz mucha mala práctica de políticas financieras públicas haciendo de la SuperSalud algo asi como una DIAN que lo que recupere sea efectivamente para quien se lo merece: pacientes y prestadores. Administradores y aseguradores sin enriquecerse. Digo: opinión.
Javier Canal Quijano
19 febrero, 2014 at 12:18 amEstamos en el país de las críticas amañadas, descontextualizadas y sin respaldo. Se niegan vehementemente los avances y solo se observan las discontinuidades, muchas veces producto de la ignorancia de quienes informan y peor aún de quienes por encima de la ley fallan no en derecho si no por descarte.
Miren un ejemplo, ya desactualizado, pero igualmente notorio y diciente: En el país de las paradojas – http://j.mp/XrQ4f5
Alejandro Gaviria
19 febrero, 2014 at 1:13 amEst es el enlace compartido por Javier: En el país de las paradojas… más salud o menos salud?
DIEGO ORBEGOZO
19 febrero, 2014 at 11:18 amHechos. Exactamente. De eso se trata.
Pero como esta usted midiendo los hechos.
Utilizar las estadisticas amanadas (selecccionadas) que usted quiere presentar para decir que todo esta bien es una gravisimo error.
En Colombia no sabemos en realidad que pasa porque no medimos de una medida adecuada nuestra realidad.
Claro eso es bueno para seguir en el mismo hueco y nunca cambiar.
Asi cada uno utiliza las estadisticas amanadas que le convienen.
Claro que las cosas han cambiado, pero no fueron medidas de la misma manera. Que error tan grande. Y seguramente no han cambiado por lo que se ha hecho por los gobiernos, seguramente han cambiado por que existe un cambio lento y gradual de todo, porque la gente que ahora tiene mas informacion no se aguantaria condiciones mas inhumanas de las que ya existen en nuestro sistema.
Vaya a un servicio de urgencias en un CAMI de Bogota y trabaje 10 dias y haga una estadistica de cuantas veces los servicios son negados, no existentes, las posibilidades amputadas para los pacientes de los estratos bajos. Vaya otra semana a la clinica Shaio y compare lo mismo y luego compare si eso depende de si tiene o no afiliacion al sistema y se llevara una rgan revelacion a su limitada apreciacion del problema.
Por que nosotros hemos vivido eso en los ultimos anos de nuestra vida podemos decir que las cosas no estan bien.
Hay que apegarse a los hechos, claro. Pero si quiere medirlos tiene que bien medirlos. O si no vamos a seguir enganando a la gente. es eso lo que queremos????
Anónimo
19 febrero, 2014 at 11:26 amDiego: los suyo es ignorancia pura y dura. Incurable.
DIEGO ORBEGOZO
20 febrero, 2014 at 1:07 pmPor que soy medico y he trabajado en diferentes hospitales (CAMIs, Clinicas, en Bogota, cerca de la selva, en otros paises, publicos, privados, etc) con diferentes posibilidades puedo dar fe que esa es la realidad. Yo he vivido eso cada dia de mi vida por muchisimos anos. creo que no es ignorancia.
SALUD DIGNA PARA TODOS LOS COLOMBIANOS
20 febrero, 2014 at 2:35 pmSeñor ministro:
Conozco médicos con sueldos congelados desde hace casi 10 años. Con el discurso de la "vocación y el servicio" han pasado de ser eminentes profesionales… a ser títeres sobre los cuales el sistema -que Usted defiende a ultranza- ha construido imperios económicos y fortunas privadas.
Está claro también que éstos médicos se han cansado de tantos atropellos. También se sabe que no hay mejor camino que la concertación y el diálogo en un marco de justicia, equidad, y sobre todo sobre la base de la salud como derecho, no como negocio.
Conductas inaceptables del sistema de salud hay miles. Veamos por ejemplo a la señora de la empresa de aseo que barre las calles en los alrededores de la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia. No le han dado sino ibuprofeno para el dolor crónico en su brazo. Así tiene que seguir laborando para mantener a sus 5 hijos. Le han demorado exámenes, procedimientos, y citas especializadas desde el año pasado. Es doloroso tener que pasar por su lado cada día y saber lo mal que está, y saber que el actual sistema sólo le prestaría la atención necesaria si fuese "estrato 6".
Si, duele saber que en éste país, la salud se convirtió en un negocio, los pacientes se convirtieron en "clientes", los médicos en los jornaleros, y la atención primaria en salud (http://salud.univalle.edu.co/pdf/plan_desarrollo/aps_documento_previo_al_foro.pdf) en un "gasto que ninguna EPS quiere cubrir".
Ah, pero claro, no todo en el sistema de salud es malo:
Conozco personas afiliadas a medicina prepagada que ingresan a una clínica, a una habitación unipersonal… por una gripa; mientras afuera esperan sentados, en un congestionado pasillo, los pacientes realmente graves, afiliados por el SISBEN.
Señor ministro: No hablemos solamente de Costo-beneficio, hablemos de un sistema más humano. Hablemos de una transición hacia un nuevo modelo en el cual las EPS no se embolsillen dinero NEGANDO servicios, sino que sean obligadas a prestarlos. Hablemos del rescate de los hospitales públicos, del pago de las deudas multimillonarias que el sistema tiene pendiente con ellos. Hablemos de reorientar los Servicios de salud para lograr un sistema que contribuya al logro de la salud, a la mejoría de la investigación y a un mucho mayor acceso a la formación de nivel universitario del personal de la salud. Hablemos de una SALUD DIGNA para todos los colombianos.
Alejandro Gaviria
21 febrero, 2014 at 5:31 pmSalud Digna: pobres argumentos: anécdotas + prejuicios. No leo mucho más.
Alejandro Gaviria
21 febrero, 2014 at 8:25 pmYo también puedo contar anécdotas: una señora, afiliada a Salud Total, estrato 2, está sentada en sala de espera de la nueva clínica los Nogales y le dice con voz casi entrecortada a su vecina de puesto, una empleada del ministerio: "jamás en mi vida pensé estar en una clínica así".
Pero los anécdotas, son eso, solo anécdotas.
Alejandro Gaviria
21 febrero, 2014 at 8:26 pm"An ounce of data is worth a thousand pounds of opinion"
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23 febrero, 2014 at 9:00 pmnice grafik
Sebastián
25 febrero, 2014 at 12:14 amajajajaj Anécdotas + Prejuicios = Argumentos del Polo Homeopático Alternativo.
correcaminos.com
25 febrero, 2014 at 5:34 am"An ounce of data is worth a thousand pounds of opinion"
Alejandro, cuando me invita un tinto y me explica como me beneficio de este sistema de salud.
Existe en mi la absoluta creencia que tantas bondades no son tan ciertas. Si la mujer estrato 2 se sorprendió de estar en esta clínica, es posible que este suscrito que carece de estrato, de trabajo y de influencias ni siquiera pueda acercarse a la puerta del mencionado centro de salud.
Mi auto diagnostico parece ser una depresión severa, causada por no querer entender una imposibilidad: Poder aportar a la sociedad y que por ello se me retribuya bien; el acceso al mercado laboral me es esquivo.
No he tenido las facilidades de acceso a trabajo "digno" y de calidad; estoy perdiendo y la sociedad también ya que tengo gran conocimiento y fácilmente puedo ser asesor en cualquier ministerio, pero como no hay relaciones, ni pertenezco a ningún partido político, entonces quedo excluido del sistema, lo cual es patológicamente frustrante… pero, bueno que es un solo personaje fuera del buen sistema de salud de este bello país? … Menos que un dato, muchísimo menos que una onza y este aporte ni una opinión es!
P.D. El tinto lo puedo preparar con algún grano molido de café recién tostado.
Anónimo
25 febrero, 2014 at 11:20 amSr Ministro: se que no esta muy acostumbrado a que lo contradigan, pero no necesariamente los cambios que ud ha realizado como ministro han sido buenos. Los medicos vivimos en la sosobra debido a la persecucion que ud nos monto, ya nuestros sueños se ven truncados por el miedo que tenemos de que nos baje el salario, que con mucho trabajo hoy nos ganamos! Espero aclare en algun momento esta preocupacion que sentimos con todo derecho. Espero su respetuosa respuesta.
Anónimo
25 febrero, 2014 at 10:02 pmCon todo el Respeto, señor ministro, mire los indices de mortalidad y encontrara que Colombia esta muy atras con respecto a los países Europeos, por tratar de ocultar la verdad, no esta haciendo meritos para lo que quiere, que es ser alcalde de Bogotá.
Anónimo
25 febrero, 2014 at 10:02 pmCon todo el Respeto, señor ministro, mire los indices de mortalidad y encontrara que Colombia esta muy atras con respecto a los países Europeos, por tratar de ocultar la verdad, no esta haciendo meritos para lo que quiere, que es ser alcalde de Bogotá.
Alejandro Gaviria
2 marzo, 2014 at 1:19 am¿Alcalde de Bogotá? Ni en mis pesadillas más extrañas he contemplado o imaginado tal posibilidad.
Anónimo
4 marzo, 2014 at 9:37 pmOTRA ANÉCDOTA:
Mi mamá, de casi 94 años, tenía medicina prepagada, pero se volvió tan costosa que no pudimos seguir pagándola y quedó solo con el POS hace tres años. Aunque no tiene ninguna enfermedad grave, debido a su edad tan avanzada tiene varios achaques que nos obligan a hacer uso de los servicios médicos con bastante frecuencia. Hasta el momento no hemos notado una diferencia sustancial entre la atención brindada por el seguro privado y la que ofrece el POS. Los cinco hermanos que la sostenemos estamos tentados a dejar la prepagada y quedarnos solo con el POS. No podría identificar los factores que hacen que nuestra experiencia haya sido tan favorable frente a la situación que describen aquí los quejosos.
Anónimo
5 marzo, 2014 at 2:02 amSr ministro nunca respondio a mi pregunta ! Porque desea bajar el salario de medicos y especialistas ? Acaso un especialista no merece un buen pago ? Y ud como ministro si ?
Alejandro Gaviria
5 marzo, 2014 at 2:21 amAnónimo 16:37: mi consejo: salvo si desean una habitación individual en caso de hospitalización o quieren un acceso expedito a un médico especialista en particular, el POS es suficiente.
Anónimo 21:02: mi único deseo, expresado de muchas maneras, es que aumente la oferta de especialistas para que los colombianos que no viven en las cuatro o cinco principales ciudades puedan tener una atención oportuna.
Oscar Cerquera
7 marzo, 2014 at 10:39 pmEste país esta lleno de escépticos e inconformes con todo lo existente, el trabajo de ellos es criticar y criticar sin argumentos, comentarios vacíos sin sustento. La formula es muy simple, evalúa el entorno luego opina, el señor aquel no sabe que existen las estadísticas y demás.
El sistema de salud colombiano es reconocido en el mundo como uno de los más equitativos del mundo. Hay problemas? claro que sí, se está trabajando en eso, se amplio e igualo el POS, hoy en el SISBEN te atienden mejor que en el régimen subsidiado, señores basta con ver los grandes avances que se ha tenido en materia de salud, pero hay q ser consientes que no todo se puede cambiar de la noche a la mañana, es un proceso que en la actual administración del Dr. Gaviria se está llevando bien.
Anónimo
29 marzo, 2014 at 3:56 amSeñor ministro sería posible que en el presupuesto adicional de la salud para Bogotá liberado de las cuentas maestras se incluya la construcción del nuevo hospital de Bosa,ya que el actual no surte la demanda y está en malas condiciones de infraestructura
Anónimo
3 abril, 2014 at 5:15 pmDr. Gaviria, realmente se haría más si se escucha los argumentos de los médicos quen nos tocaron ambos sistemas. Creo que el Dr. Patiño no solo es una autoridad en medicina sino también ha sido crítico desde el inicio de la ley 100. Hace 20 años el sistema de salud era organizado y jerarquizado. Si teníamos un paciente dificil en Apartadó, lo comentabamos directamente al HUSVP y se remitía y atendía con todo lo necesario. La cobertura puede haber mejorado pero no la calidad. Antes de salir al rural se nos capacitaba en mas de 10 programas establecidos (TBC, Malaria, HTA, Riesgo obstetrico, etc) y la atencion en las regionales era para toda la gente. Es lo que explica el Dr, de los sistemas publicos (francia, canada, UK). Nosotros los médicos especialistas soportamos el viacrucis de los pacientes para obtener una autorización, el abuso en las tarifas de nuestros procedimientos (en que otro "negocio" quien paga decide cuanto paga y cuando?). La privatización sin haber logrado una atención primaria de calidad, obviamente fué un error. Esperabamos más de usted quienes leiamos sus columnas cuando no era ministro, parecía en ese entonces que no estaba contaminado con los poderes de las EPS´s, ahora hasta la Luciérnaga es aliada de dicho establishment. Es realmente muy dificil para nosotros
Anónimo
3 abril, 2014 at 5:30 pmLo que no existía hace 30 años, era que los dineros de la salud fueran a las arcas de empresas privadas y se destinaran a otras cosas. Lo unico privado era la medicina para los sectores favorecidos que tenían como pagar y así vivían los médicos y construían clínicas, pues además trabajaban para la universidad o para el ISS, su vida era digna y dedicaban mucho a investigación y docencia. El sistema de salud se encargaba de la atención primaria y seguramente le faltaba mucho, pero ese era el camino. Recuerdan cuanto tiempo dieron atención primaria las EPS (charlas, capacitación etc), no mas de uno o 2 años, pues nadie los controlaba, quitaron los puestos. En que país del mundo han cerrado el principal Hospital Universitario y han seguido como si nada: Colombia. En que pais del mundo pueden venir a trabajar especialistas formados en otros paises sin cotejar realmente su curriculum (v.g. Cirujanos estéticos Y MD "esteticistas"con formación ridícula frente a la de los Cirujanos plásticos de las U. públicas nuestras): Colombia. Que pasó con el suero antiofídico?, que pasó con los "negocios" de los medicamentos y farmacéuticas que ocurrieron en el último gobierno; que pasó con Saludcoop, Coomeva y las demás que camuflan su integración vertical? ESTAMOS MEJOR?
Diego
3 abril, 2014 at 5:33 pmÚltima pregunta: en que país del mundo existe el fenómeno del Médico Auditor, profesional que estudió 6 años, y se dedica basicamente a negar autorizaciones de servicios o a glosarle a los médicos y clínicas los servicios ya prestados para diferir o evitar el pago? Y además hay muchas universidades que se lucran de la especialización de Auditor. NO ES ESTO DE POR SI YA UNA ABSOLUTA PERVERISION. Se justifica el esfuerzo económico de formar médicos para esto?
Anónimo
4 abril, 2014 at 12:59 pmLas críticas que leo en este blog (y en los medios) al ministro provienen primordialmente de médicos que quieren una sola cosa: PLATA. Y tienen un problema adicional y es que a la tribu de los médicos pertenece la peor ralea de los ignorantes que son aquellos que creen que no lo son. Preguntemosle a toda esta caterva de mulas: supongan que a lo médicos generales que se quejan porque les toca atender mil pacientes al día se les da el doble de tiempo para atender a cada paciente ¿de dónde saldrían el doble de médicos que se necesitarían? ¿de Cuba? Si no hay un auditor controlando las autorizaciones sin duda subirían los costos de todo el sistema ¿de dónde saldría la plata? ¿acaso creen ustedes que las ganancias de las eps dan para cubrirlas? ¿no les enseñaron a sumar y restar?
ADRIANA SEGURA VÁSQUEZ
17 abril, 2014 at 11:50 amCreo que su esfuerzo ha sido muy interesante y que es cierto, en términos de cifras, que el sistema de salud logró una evolución con el aseguramiento. El problema es que esta estructura sometió a la formación médica a unas condiciones totalmente nuevas, para las que no estábamos preparados. El resultado es un descenso progresivo en la calidad de lo que hoy somos capaces de brindarle a los pacientes. Creo que un gran golpe a la profesión médica -en cuanto a capacidad clínica y resolutiva- se deriva de esto y es evidente para nosotros, aunque siga siendo un tema tabú. Por eso me parece que el enfoque hacia la especialización que tienen desde el ministerio no va a solucionar el problema de fondo en las regiones: no tenemos la tecnificación suficiente para reemplazar al buen médico general. De hecho, dudo que sea posible reemplazarlo. ¿Cómo afrontar este asunto entonces? ¿Realmente se trata de un déficit de especialistas? Los médicos cometimos muchos errores y estamos en mora para aceptarlo, pero tenemos problemas compartidos en los que falta comunicación sincera con el ministerio y a esa brecha no le vamos a echar tierra si seguimos discutiendo. La perspectiva clínica es vital para tomar decisiones acertadas en políticas de salud y Patiño es un referente importante en ese sentido. Como sea, va un abrazo. Su trabajo respecto a los precios de los medicamentos habla de su espíritu como no lo logra este blog.
Claudio Buitrago
26 junio, 2014 at 7:46 pmPatiño añora el ejercicio de la medicina cuando era mas o menos así: El medico pregunta: ¿Que tiene? Y el paciente responde. Una Finquita. El MD ¿Pero y que siente? Pte: Que Usted se va a quedar con ella… Hace 30 años un campesino tenia que vender su finca o sus animales para poder pagarse una colecistectomia o una herniorrafia. Los partos se atendian con parteras porque pagar un hospital imposible pal campesino u menos aún una clínica. Imaginence hace 20 años un pobre ingresando a urgencias de la Fundacion Santa Fe, o la Clinica Marly o la Shaio, no pasaba de la puerta si no tenia el $ para el deposito. Aunque hoy siguen existiendo inequidades indudablemente el sistema ha cambiado en accesibilidad, en iguladad y en oportunidad. Aunque con ello se hayan perjudicado los ingresos de los eminentes especialistas, que en últimas es lo único que les duele.
Nadim Abisambra
8 junio, 2015 at 5:08 pmEl Dr. Patiño es una autoridad mas que autorizada para generar una crítica del sistema de salud, no solo por su historial sobresaliente e ilustrado como profesional de la salud , sino, además por los méritos adquiridos como ministro de salud en el campo de la política. Sus afirmaciones deben ser respetadas y escuchadas con suma atención, entre otras cosas porque ha gozado de la oportunidad de haber vivido la experiencia como trabajador del sector público, cuando era mucho más joven y como empresario de la salud en épocas más recientes. No es cierto eso, que afirman que ahora una persona pobre del régimen subsidiado puede acceder a los servicios de la FSFB , completamente falso, la población del régimen subsidiado sigue solo teniendo acceso a los hospitales públicos en donde la atención sigue siendo deshumanizada y pobre de recursos, con un talento humano agobiado por exceso de trabajo y muy mala paga. Tampoco creo que todos los usuarios del régimen contributivo puedan hacerlo salvo algunos con condiciones especiales como planes complementarios. Los avances en cobertura se deben establecer sobre la base de la población más vulnerable, es decir, el régimen subsidiado de salud, y lo que ha ocurrido es que es posible que ahora se midan con mayor certeza porque ha sido a costa de la clase trabajadora el incremento de la cobertura, aumentando el aporte de los mismos y disminuyendo el poder adquisitivo. Costo que asumía anteriormente el gobierno y como es bien sabido todo lo que proviene del gobierno o de lo público, no solo es mal cuantificarlo y medido, sino, además lleno de corrupción galopante. Lo que si ha sucedido es que este patrimonio que anteriormente era manejado por el gobierno de forma ineficaz y poco transparente ha sido cedido a intermediarios privados que como se ha demostrado en múltiples ejemplos no lo ha hecho tampoco de la forma más responsable. Que ahora algunos pacientes tienen acceso a clínicas más modernas y cómodas, pues anteriormente cuando existían los hospitales públicos donde se formaba el personal profesional eran por lo menos cómodos y la atención oportuna. Dudo mucho de los registros y parámetros de medición de la época por muchas razones, la más importante de ellas porque pueden ser amañados e inexactos.
Nadim Abisambra
8 junio, 2015 at 5:28 pmCon plena seguridad afirmó, porque siempre he sido trabajador del sector público, la solución de los problemas del sector salud no se logra privatizando, se hace a punta de meritocracia , honradez y vigilancia, desvinculándolo del régimen político que tiene intereses en el sector privado y que por varias razones tiende a aprovecharse del mismo o a través de corrupción o queriéndose apoderarse de el privatizándolo. La mejor forma de mejorar la atención de salud es creando las condiciones apropiadas para generar competencia leal entre ambos servicios , no acabando como se ha venido haciendo con el sector público. Podría extenderme aun mas y hablar de la mala atención en el campo de la oncologia, donde mejor me desenvuelvo o alto costo que llaman ahora y donde vemos y vivimos una ausencia de políticas públicas desfavorables para estos pacientes con diagnósticos tardíos, demoras en autorización y muchas veces negación de servicios sofisticados y necesarios para prestar un servicio apropiado y oportuno.
Anónimo
3 mayo, 2016 at 1:00 amCon todo respeto, señor Ministro, las "anécdotas" que usted trivializa son la única realidad que nos ha tocado vivir a los ciudadanos de estratos 1 y 2, y para la mayoría de nosotros (hablo de la percepción obvia que conlleva el convivir a diario con las comunidades a las cuales pertenezco) el sistema de salud es una verdadera tortura. Las EPS siempre intentan esquivar el pago de servicios especializados y justifican las demoras y falencias en el servicio de cualquier manera, solo por gastar lo mínimo posible en los usuarios, sencillamente porque esto es un negocio para ellos. Debemos cotizar un porcentaje de nuestros ingresos que está bastante por encima de lo que podríamos permitirnos y no obstante: que recibimos a cambio? la promesa de una consulta general cuando mucho, en la cual se nos atiende a toda prisa (de 10 a 15 minutos es el tiempo promedio máximo, ya que las citas se programan con ese intervalo) y se trivializa cualquier dolencia, dando como resultado el diagnóstico de ENFERMEDAD GENERAL NO ESPECIFICADA, y la fórmula de un par de tabletas de acetaminofen o ibuprofeno. Ojalá usted y su familia tuvieran que acudir a semejante maravilla de servicio para que entendiera de una manera empática el viacrucis por el que tenemos que pasar cuando la enfermedad es grave: casi nunca se establece a tiempo pues no suelen autorizar exámenes especializados pues la idea es abaratar costos, y para cuando se diagnostica, muy poco queda por hacer, salvo aumentar la dosis de analgésicos. Usted dice que este es un ejemplo de buen servicio? Seriously? Con todo respeto, sumercé como ministro parece ser muy buen comediante.