Hace dos semanas, invitado por la Cámara Colombiana de Infraestructura, estuvo en Colombia Dan Ariely, uno de los expertos mundiales en economía del comportamiento. Habló de ética y decisiones individuales. No pretendo resumir su charla. Menos su investigación. Pero transcribo, de manera telegráfica, diez de sus hallazgos. Todos relevantes para el debate actual sobre corrupción.
1. Todos somos moralmente imperfectos.
2. Resulta imposible, entonces, dividir el mundo binariamente entre buenos y malos.
3. Casi todos incurrimos en pequeñas trampas. Una minoría incurre en grandes actos de corrupción.
4. Pero todos somos vulnerables. Todos podemos rodar cuesta abajo por la pendiente resbaladiza que termina en la corrupción.
5. Todos somos astutos, expertos en racionalizar nuestras desviaciones éticas: “todo el mundo lo hace”, “no le estoy haciendo daño a nadie”, “era un asunto de justicia”, etc.
6. Los conflictos de interés nublan nuestros juicios morales. Piénsese de qué manera juzgamos al árbitro cuando juega nuestro equipo y cuando no.
7. La ética es como la dieta, una cuestión de todos los días, implica lidiar con tentaciones frecuentes.
8. La confianza pública es inestable, precaria, puede perderse en cualquier momento.
9. Recuperarla es muy difícil. Toma al menos un comienzo de cero, un acto público de contrición, etc.
10. En últimas la lucha contra la corrupción empieza con la introspección.
Anónimo
3 diciembre, 2018 at 4:04 pm"Potencialmente todos podemos…" Sobra el "potencialmente".
Alejandro Gaviria
3 diciembre, 2018 at 4:21 pmCorregido. Gracias.
Enith Castaño Bermúdez
3 diciembre, 2018 at 4:31 pmGracias por publicar esos ítems, la ética es un práctica diaria y continua. Casi una filosofía de vida.
Dreamer
3 diciembre, 2018 at 6:56 pmEste tipo de contenidos son un alivio en medio de este escenario en que está envuelto el país.
JDomínguez
4 diciembre, 2018 at 12:33 amMuy recomendado el documental de Dan Ariely: (Dís) Honesty disponible en Netflix y en youtube. La clave es crear una cultura en la que el ancho de la línea entre ser o no ser honesto sea menor. Por eso hay países en los que la gente Se comporta con más honestidad, a pesar de que todas las nacionalidades tenemos la misma tendencia a trampear.
Anónimo
4 diciembre, 2018 at 11:15 pmGracias Faryd.
(Camila)
5 diciembre, 2018 at 2:40 pmLlegué a las mismas conclusiones después de leer el juicio de Eichmann de Hannah Arendt y todo su argumento sobre la banalidad del mal. Clave este argumento en la vida de funcionarios públicos. También vale la pena mencionar a que también expone Zimbardo y el "efecto Lucifer", para referencias fílmicas "Das experiment", una muy buena película.