- En Colombia ya existen varios sistemas
sin EPS, basados en pagadores únicos estatales, en el Magisterio, las Fuerzas
Armadas y el Inpec. Todos funcionan peor (tienen más quejas por afiliado) que
el sistema general - De manera callada, imperceptible, el
sistema general ha venido consolidando sus modelos preventivos y de gestión de
riesgo (ver aquí). Eliminar las EPS echaría al traste unas capacidades
acumuladas durante años. Al menos debería pensarse (imaginarse siquiera) como
se van a recuperar el conocimiento práctico y las capacidades que ya existen. - Cualquier propuesta de eliminación de
las EPS, tiene que responder una pregunta: ¿y las deudas? Si la liquidación de varias EPS (Caprecom, Saludcoop,
Solsalud, etc.), ha sido traumática, una liquidación total sería catastrófica. Acabaría
con los hospitales y generaría un caos inmanejable. - El sistema de salud no consiste solamente en
hacer pagos y auditar cuentas, alguien tiene que coordinar la red, manejar la
referencia y contrarreferencia, hacer la representación del usuario, gestionar
el riesgo, etc. En este momento no existe una entidad estatal capaz de asumir
estas tareas. Montarla tomaría cinco o más años. - Muchas veces, en los análisis más
superficiales sobre el sistema de salud, se confunden las causas con las consecuenciasde de los problemas. Por ejemplo, se suele decir que los problemas financieros del
sistema de salud en Antioquia son consecuencia de los problemas de Savia Salud,
una EPS mixta en la cual el municipio de Medellín y el departamento de Antioquia
son socios mayoritarios. Liquidar esta EPS y entregarles la tarea a las autoridades
locales, no resuelve nada. A lo sumo le cambia de nombre al problema. - Los problemas financieros del sistema de salud
van más allá de las EPS. La presión tecnológica y demográfica son las causas
preponderantes de estos problemas en Colombia y en el mundo. - Las EPS públicas han sido, en 25 años de
historia del sistema, las peores. No solo el Seguro Social, ejemplos abundan: Caprecom,
Capresoca, Calisalud, las EPS transitorias de los años noventa, etc. - Cuando las secretarias de salud han fungido de
EPS su labor ha sido desastrosa: un informa reciente de la Contraloría muestra
que la UPC implícita es tres veces mayor a la del sistema general. - Los problemas son innegables. Las reformas son
necesarias sin duda. Pero deben preservar los logros recientes. Colombia, para empezar,
ha avanzado más en la protección financiera de sus ciudadanos que cualquier otro país
de la región. - Más de 70% de los colombianos está contento con su EPS.
mayo 2018
salvedades que quieran hacer (incompleto, insuficiente, parcial, etc.), digan todo lo que quieran
decir, pero el progreso reciente de nuestro país es innegable. Toca acelerarlo,
consolidarlo, expandirlo, pero también protegerlo.
Los siguientes cinco gráficos (no son exhaustivos, son solo una muestra) sugieren
una transformación social real. Importante. Contradictoria con el pesimismo oportunista e impostado.
decir) de asistir al congreso anual de Fecolsog (la Federación Colombiana de
Obstetricia y Ginecología). La Federación estaba cumpliendo 50 años y creí
conveniente hacer una comparación sencilla, casi trivial entre dos años separados por medio siglo, 1967 y 2017. La comparación permite, en mi opinión, apreciar
el cambio social de largo plazo, entender la dimensión de las transformaciones sociales.
- Las
mujeres vivían en promedio hasta los 60 años (Carmen Elisa Flórez, “Las
transformaciones sociodemográficas en Colombia durante el siglo XX»). - En un país
de 20 millones de habitantes morían 1.600 mujeres por causas asociadas con el
embarazo (Diego Rosselli, Nick Tarazona, Alberto Aroca. “La salud en Colombia
1953-2013: un análisis de estadísticas vitales”). - Las
mujeres tenían siete hijos en promedio (Censo 1964) aunque deseaban tener la mitad
(primera encuesta del Centro Latinoamericano de Demografía, Celade, 1964). - 40% de las
mujeres había usado métodos anticonceptivos, pero de poca eficacia. En su
orden, ritmo, coito interrumpido, lavados vaginales, condón, jaleas, píldora y
diafragma (primera Encuesta de Fecundidad, Centro Latinoamericano de Demografía,
Celade, 1964). - Cada año
había 75 nuevos casos de cáncer de cuello uterino por cada 100.000 habitantes
(Registro de Cáncer de Cali). - No
conocíamos la asociación entre el VPH y el cáncer de cuello uterino.
- La esperanza
de vida de las mujeres es de 81 años. - En un país
de 50 millones de habitantes, mueren 332 por causas asociadas al embarazo
(Sispro). - Tienen 2
hijos en promedio (ENDS). - 80% usa
métodos anticonceptivos. El retiro y el ritmo ocupan los últimos lugares de las
preferencias (ENDS). - Tienen
derechos sexuales y reproductivos, incluido el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. - Hay 20 nuevos
casos cáncer de cuello uterino por cada 100.000 (INC). - Sabemos,
en buena medida gracias a Nubia Muñoz, una mujer colombiana, que el VPH es una
causa necesaria del virus del papiloma humano. Hemos vacunado a 3,5 millones de
adolescentes.
esta semana la revista inglesa The
Lancet publicó un especial sobre el avance global en los derechos sexuales
y reproductivos. Colombia es un ejemplo para el mundo en esta dimensión, un líder
regional en varios temas, incluido, por ejemplo, el acceso a abortos seguros.
regiones de nuestro país es altísima. La tasa de reducción, eso sí, se ha
acelerado ostensiblemente durante los últimos cimco años. Son muchos los
asuntos pendientes, pero también innegables los logros.
La edad de la retentiva, de las impresiones indelebles. Eran los primeros días
del mes de diciembre, un sábado en la noche. Había ido a cine con mi hermano Pascual al
Centro Comercial Oviedo en Medellín. Fuimos caminando, uno al lado del otro, silenciosos,
inmersos en la cavilaciones tristes de los adolescentes. No recuerdo mucho más.
Ni siquiera el nombre de película.
para siempre. Al final de la proyección, en el momento de los créditos, alguien
hizo estallar una papeleta al interior de la sala. Hubo una pequeña conmoción. Algunos
gritos y risas de celebración. Muchos salieron corriendo. Nosotros no. Esperamos un rato y salimos tranquilos,
resignados. Era evidente que se trataba de una chanza de mal gusto. Las risas
venían precisamente de allí, de un grupito de aspirantes a vándalos que celebraban
ruidosamente su fechoría.
que un señor ya entrado en años, le decía, en un acento extranjero (italiano en
mi memoria, pero la memoria inventa lo que no sabe), a un niño que llevaba de su
mano: “esta sala está llena de idiotas”. Recuerdo la frase con toda su fuerza y
precisión. Implacable. Certera e inolvidable ya puedo decir.
las redes sociales, en medio del fanatismo político, del intercambio de
imprecaciones y noticias falsas, de la ferocidad verbal y la ausencia absoluta
de ironía e introspección, recordé, por
cuenta de los atajos impredecibles de la memoria, esa frase, esa protesta
precisa, necesaria y urgente, “esta sala
está llena de idiotas”.
los análisis deben tener un referente, una conexión con el mundo, la discusión debe
trascender el ámbito de las opiniones, las pasiones y la indignación…
Nusinersen (o Spinraza según su nombre comercial) es un nuevo medicamento contra la atrofia muscular espinal (AME), que ha mostrado, en algunos
casos, un efecto positivo sobre la calidad de vida de los pacientes, sobre los
niños que sufren una enfermedad terrible.
Pero Spinraza es, al mismo tiempo, el medicamento
más caro del mundo que, por razones obvias, está poniendo en jaque a todos los sistemas de salud. Antes de hacer juicios rotundos sobre nuestro sistema, incumbe conocer las dificultades bioéticas del asunto en cuestión, esto es, de los precios casi impagables de algunas innovaciones farmacéuticas. El debate es global.
En Colombia también tenemos la misma polémica. Con una salvedad, no nos damos cuenta de que se trata de un asunto global muy complejo, casi trágico.
Tendemos a pensar, por el contrario, que estamos simplemente ante una falla de nuestro
sistema.
Hago, pues, un llamado a entender el contexto de una discusión bioética que pone de presente la tensión entre lo individual y lo colectivo; tensión que caracteriza la toma de decisiones en todos los sistemas de salud.