El esfuerzo nunca se hizo. O nunca fructificó. La mafia se quedó con muchos equipos. En la segunda mitad de los años ochenta, el campeonato profesional se convirtió en una competencia entre mafiosos. “¿Vos de qué mafioso sos hincha?”, me preguntó entonces un empresario antioqueño con una sinceridad casi brutal. “No vuelvo a fútbol”, anunció Francisco Santos Calderón en 1988 en una columna de prensa que denunciaba la captura del fútbol profesional. “La verdad —señaló entonces— es que se pueden contar con los dedos de una mano, y sobran varios dedos, los conjuntos profesionales que no están financiados directa o indirectamente por la mafia”.
Como en la política, los mafiosos mataron o intimidaron a quienes se interponían a sus designios. Los partidos comenzaron a decidirse por fuera de la cancha. El fútbol se convirtió en una farsa macabra. A finales de los años ochenta, el presidente de Millonarios, Guillermo Gómez, dijo, como si nada, que los dueños del América no se podían quejar pues ellos también habían acomodado partidos. Gabriel Ochoa Uribe, ex técnico del América (y uno de los principales protagonista de los años más negros de nuestro fútbol), fue aún más lejos. “El América, en vez de contratar jugadores para ganar partidos, debía contratar pistoleros”, dijo con la desfachatez propia de los tiempos. En 1989, los pistoleros asesinaron al árbitro Álvaro Ortega y la Dimayor tuvo que cancelar el campeonato local.
En los años noventa los mafiosos refinaron sus estrategias. Cambiaron su campo de acción. Infiltraron la Dimayor. Pusieron sus fichas bien puestas. Trataron incluso de influir sobre la selección nacional. En 1994, en una entrevista concedida a la revista mexicana Progreso, Francisco Maturana reconoció sus contactos con las jefes de la mafia: “en el 89 me llamó Pablo Escobar para hablar de fútbol… El año pasado me llamaron los del cartel de Cali, los Rodríguez Orejuela, y hablé con ellos”. Probablemente le recomendaron algunos jugadores de su propiedad o preferencia. Los mafiosos eran entonces seleccionadores en la sombra. En la última década, la influencia del narcotráfico ha sido menos visible, más discreta. Pero innegable. Los mafiosos han utilizado algunos equipos para lavar dinero. Han actuado más como empresarios que como políticos. El fútbol ya no es un fin: es un medio para ganar más plata.
En suma, el fútbol colombiano lleva treinta años de connivencia con el narcotráfico. Primero los mafiosos se tomaron los equipos; luego infiltraron los estamentos nacionales; en los últimos años han usado algunos clubes como lavanderías. “No permito que se diga que el fútbol está actualmente minado por el narcotráfico”, dijo hace dos años Ramón Jesurún, el presidente de la Dimayor. El narcotráfico, cabría recordarle, no se acaba: se transforma.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 3:44 amLeyendo el archivo de El Tiempo para escribir la columna, me topé con esta columna de D'artagnan. Impresionante.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 4:53 amPodés ilustrar la siguiente afirmación referente al papel de Gabriel Ochoa Uribe en el fútbol colombiano?
"Gabriel Ochoa Uribe, ex técnico del América (y uno de los principales protagonista de los años más negros de nuestro fútbol)…"
Vos estás hablando de un man que tiene en su haber 16 títulos nacionales desde los años sesenta.
Carlos
17 octubre, 2010 at 10:47 amTambién me pareció exagerada la afirmación contra Gabriel Ochoa.
Carlos
17 octubre, 2010 at 10:53 amAlejandro: una pregunta, que estudios buenos existen sobre el impacto del narcotráfico en la economía colombiana?
Ejemplo, en el mercado inmobiliario tanto urbano como rural, en el mercado de pases de jugadores (por el narcotráfico no teníamos casi emigración de jugadores colombianos. Aquí les pagaban muy bien),etc
Carlos
17 octubre, 2010 at 10:57 amAlejandro:Que la pareció impresionante de la columna de D'artagnan?
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 1:37 pmAnónimo: pues Gabriel Ochoa consiguió todos los títulos con el América (incluidos los varios subtítulos de la Copa Libertadores) cuando el equipo era dominado por el cartel de Cali. Fue protagonista en ese sentido. Si la década de los ochenta fue una competencia entre mafiosos (cosa difícil de negar) Ochoa Uribe representó los intereses de algunos de ellos. Así de simple.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 1:37 pmCarlos: me impresionaron dos cosas. Primero, la manera cómo le pide a Lara Bonilla que muestre la evidencia de infiltración de la mafia en el fútbol. Cosa que todo el mundo sospechaba. Y segundo, la queja en el sentido de que el decomiso de bienes de los narcotraficantes le puede costar mucha plata al Estado. D’artagnan estaba dando una pelea política. O politiquera. No se dio cuenta de que la pelea era otra.
Todos teníamos el Walkman puesto y no quisimos oír el estruendo de la llegada de la mafia al fútbol y la política. Pero en la columna quien tiene el Walkman puesto es Lara Bonilla.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 1:47 pmBuena columna. Una observación: corregir "connivencia" en el último párrafo.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 2:25 pmAnónimo 8:47. Gracias. No me gusta mucha la palabrita "connivencia" pero creo que aguanta. Esto dice el diccionario de la RAE:
connivencia.
(Del lat. conniventĭa).
1. f. Disimulo o tolerancia en el superior acerca de las transgresiones que cometen sus subordinados contra las reglas o las leyes bajo las cuales viven.
2. f. confabulación.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 2:40 pmSerá que los demás socios (además de los socios narcotraficantes)dueños de equipos de futbol, no daban cuenta que tenían entre sus asociados a mafiosos criminales ?
Es como el cuento de las chuzadas, ¿será que el hampón "mayorcito" no se daba cuenta que sus peones, imbéciles útiles, mandaban sufragios y amenazas en contra de magistrados, sindicales, etc ?
Anónimo
17 octubre, 2010 at 2:43 pm¿Y vos no? Vos y tu familia no convivieron y tuvieron "connivencia" con las mafias en la los años negros de la historia más reciente del país?¿Se exiliaron? Nadie duda de que los mafiosos estaban financiando y lavando billete a través de los clubes de fútbol (y de muchísimas otras actividades legítimas; mirá que no hayan hecho por ahí una donación bien jugosa a la Universidad de los Andes …) y que el América vivió sus mejores años precisamente en esa época, como el Nacional y Pacho Maturana lo hicieron durante el dominio de Pablo Escobar. ¿No se benefició de lo mismo la gloriosa selección de fútbol que goleó 5-0 a Argentina (imagino que vos te negaste a ver ese partido porque todos esos jugadores venían de equipos patrocinados por la mafia) antes de envenenarse con su propia medicina durante el Mudial de USA, cuando jugadores y cuerpo técnico comenzaron a recibir amenazas de sus propios "patrocinadores" (quienes habían apostado multimillonarias sumas en ese campeonato)después de caer antes USA? Pagamos todos por omisión y "connivencia" con la vida de Andrés Escobar.
Colombia lleva 30 años de connivencia con la mafia y el fútbol colombiano es sólo un reflejo de ello.
Yonomellamojavier
17 octubre, 2010 at 2:50 pmSe imaginan Italia, España, Francia y Brasil. La cantidad de mafia oculta en sus clubes.
El futbol es el juego de dados del narcotráfico.
Si existiera en Colombia un Ministerio del Deporte, estaría en manos jose obdulio gaviria o cualquier otro criminal disimulado.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 2:51 pmBah !… no me gusta el futbol!!!!.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 2:53 pmAnónimo 9:43: lo que usted dice en la última línea de su comentario es lo mismo que yo digo en la columna. Pero cabría una aclaración en todo caso: no todos somos culpables. O no todos de la misma manera. Yo distinguiría al menos entre quienes recibieron plata directamente de la mafia y quienes no.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 2:56 pmCarlos: aquí hay un intento reciente de cuantificación de la importancia económica de la producción y tráfico de cocaína.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 3:01 pmEl fútbol es como shakira: puuuuro entretenimiento, falso negocio social, y puro cuento.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 3:10 pmSobre el tema de la semana pasada: La izquierda y Vargas Llosa.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 3:12 pmProfesor Gaviria: ¿Qué cree usted que quiso decir Ochoa Uribe con lo de “El América, en vez de contratar jugadores para ganar partidos, debía contratar pistoleros”? Cuando usted usa el término "desfachatez" sugiere que el técnico está haciendo apología del delito o desvelando la situación del momento. Gracias
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 3:20 pmEn el mejor de los casos me pareció un chiste de mal gusto. Yo no hablaría de apología al delito. Pero sí de una resignación extraña (o de cierto acomodo) ante la delincuencia.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 3:26 pmProfesor Gaviria: Gracias por su respuesta. Me gustaría conocer la fuente de la cita de Ochoa por curiosidad.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 3:28 pmLa saqué del archivo de noticias de El Tiempo. En un rato la busco y la enlazo por acá.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 3:45 pmSera por eso que hoy los arbitros tinen jodido al Junior, que en todos los partidos le expulsan jugadores y al tecnico Umaña lo persiguen.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 6:25 pmEnlazo un artículo publicado en El Tiempo sobre el agradecimiento de Antony De Avila a los Rodríguez Orejuela después de haber anotado el gol que selló la clasificación al mundial de Francia 98 (después no hemos vuelto: ¿la maldición del Pipa De Avila?).
Sí, De Avila mostró que encarna gran parte de los vicios que tienen a este país donde está: contubernio con la mafia, inversión de valores, todo eso es muy cierto. Pero también dio a entender que sus amigos son sus amigos en las buenas y en las malas. Y eso, al menos, lo pone aunque sea un escalón por encima de muchos de los representantes de las fuerzas vivas que esconden sus culpas y no responden por sus actos cada que hablan los Medina, los Murcillo y los Pallomaris.
Alejandro Gaviria
17 octubre, 2010 at 6:26 pmMe agarraron fuera de contexto dijo De Avila.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 8:44 pmPara la muestra un botón y están todos los demás
Anónimo
17 octubre, 2010 at 8:55 pmAquí hay más: soccer a tug of war of narco traffickers.
Carlos
17 octubre, 2010 at 9:15 pmQuerer reclamar a Vargas Llosa como de izquierda es un ejercicio de malabarismo ideológico complicado.
Si bien en algún momento de la historia la izquierda valoraba la libertad individual tanto como la justicia, no es el caso actualmente.
Hoy en día la izquierda solo piensa en su idea (distorsionada) de justicia y en colectivismo. El individuo? un estorbo.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 11:21 pmThe politics of Vargas Llosa en Cato.
Anónimo
17 octubre, 2010 at 11:36 pmY aquí por k no vimos el documental de ESPN sobre los dos Escobar?O fue que yo me lo perdí?
juan francisco muñoz
17 octubre, 2010 at 11:50 pmAlejandro
Usted estuvo una vez en entrevista con Dartagnan, recuerdo haberlo visto. Tuve la impresión de que a Dartagnan le costaba entenderlo, como si el quisiera hablar de "politiquería" mientras usted hablaba de cosas tal vez más interesantes. Qué impresión tuvo usted?
Andrés
18 octubre, 2010 at 12:52 amEl documental de los 2 Escobar es muy diciente al respecto, una lástima que no lo transmitieran aquí. Personalmente no me pareció que untara a Andrés Escobar, pero de cierto modo el fue un poco condescendiente con eso, aunque no se le puede juzgar. Lo de casos como Higuita sí era físico descaro, simple y llana doble moral.
Anónimo
18 octubre, 2010 at 1:05 amHay que ver ese documental. Muy bien hecho. Retrato doloroso de una época. Debería ser obligatorio en los colegios.
Alejandro Gaviria
18 octubre, 2010 at 1:11 amJuan Francisco: estuve hace cuatro años en una entrevista con D’artagnan. Después me arrepentí. Pero iba advertido. El chisme político no es mi fuerte. Y D’artagnan vivía obsesionado con el lado frívolo de la política. Digamos que fue innovador: el 1,2,3, la Cosa Política, Alto Turmequé, los Confidenciales de Semana, etc. son muestras claras de que su legado permanece.
Alejandro Gaviria
18 octubre, 2010 at 1:12 am¿Dónde se consigue el documental completo?
Anónimo
18 octubre, 2010 at 2:07 amAquí se puede comprar
Gheysel Naranjo
18 octubre, 2010 at 6:07 amDe acuerdo, EL DINERO ES EL QUE GOBIERNA EN EL FÚTBOL porque el deporte número uno del mundo es una INDUSTRIA MUY COSTOSA, y al igual que el cine, o los reinados, o cualquier bien conspicuo LOS INTERESES SON ALTÍSIMOS. Además en Colombia de sólo partidos es difícil hacer sostenible el futbol y por lo menos pagar bien toda la nómina (incluida la banca). De dónde donde habrá salido la plata?, pues lo que importa ahora es el apoyo del gobierno en democratizar el futbol, y no solo lo investigue y repase los contratos entre directivos y jugadores, sino le imprima marca, y alta industria. Es obvio que no existe el arte por el arte, ni la ciencia por la ciencia, ni el futbol por el fútbol.
Con respecto al tema de la mafia, pues en general la mafia controla todo donde haya mucho dinero, y por lo menos la apuesta para el mejoramiento de nuestro futbol es impedir el contacto con la mafia, para que quienes vivimos con pasión el fútbol, no nos llevamos cada día más decepciones. Aunque a nivel de inversión, limpia de mafia, a veces es triste saber, por obvias razones de rentabilidad de los inversionistas, que digan: “… pues que futbol que se valla al carajo, no importa si no pasamos a octavos siquiera, el objetivo son los anuncios… o a las que sólo les importa el dinero que les puede dar un mundial, vía patrocinadores…”
En fin, felicidades por la columna que relata que ha habido mucha mafia en fútbol, pero complemento y reitero que también la ha habido en el cine y muchos clanes donde haya mucho dinero.
En:
http://www.cinissimo.com/hollywood-y-la-mafia-una-oferta-imposible-de-rechazar/ o
http://www.taringa.net/posts/tv-peliculas-series/4364007/La-Mafia-del-Cine.html
el mundo del cine muestra la mafia en varias ocasiones, con bastante precisión… Tambien en
http://www.lossoprano.tv/peliculas-de-la-mafia/,
o
http://www.lossoprano.tv/cine-de-mafia/cine-de-mafia.html
Y con esta evidente simbiosis entre cine y mafia se comprueba cómo la mafia ha sido una fuente inagotable de material para el cine desde la mafia italoamericana, hasta el mundo de corrupción y crimen de los casinos de Las Vegas. Pasando del estereotipo de gánster, amoral, de mal carácter y crueldad ilimitada, al mafioso, como cabeza visible de un entramado criminal basado en la confianza y los valores familiares.
Gheysel
Anónimo
18 octubre, 2010 at 12:36 pmMás aquí y a mano derecha
Anónimo
18 octubre, 2010 at 3:43 pmAyer no mas. Santa Fe:2 Junior:0, cinco jugadores del Junior terminaron con tarjeta amarilla y uno expulsado. La mafia quiere que Santa Fe sea campeon a toda costa y compra a los arbitros:todo arreglado. Negocio, regionalismo y corrupcion.
Anónimo
18 octubre, 2010 at 4:31 pmSanta Fé: el millonarios del siglo xxi.
Anónimo
18 octubre, 2010 at 4:43 pmSanta fecito lindo, tendra que verselas con el equipo de la Fiscalia y perdera el año.
Anónimo
18 octubre, 2010 at 4:49 pmNo podemos subestimar el lobby de Yamid Amat, Pacho Santos (ya volvió al fútbol), Daniel Samper (P y O) y demás rolos: el galanismo santafereño enamorado del equipo de la mafia.
Gheysel Naranjo
18 octubre, 2010 at 5:29 pmLos 10 futbolistas que cobran más caro en el mundo!!! :
http://www.youtube.com/watch?v=xAAApun8nwM&NR=1
Un poco abosoleto el video, pero nos da una pequeña referencia de que detrás de jugadores tan costosos se dan altísimos intereses en las esferas no sólo económicas, sino hasta del modelaje… Queda la pregunta, por qué un jugador mundial termina costando tanto? Qué de especial tienen? qué los hace diferentes al resto de mortales?… Por ejemplo la medicina es también una costosa profesion, pero por qué vale menos un médico que puede salvar miles de vidas, que un jugador que sólo da espéctaculo a los aficionados? Es de verdad el talento del jugador lo que activa su alto valor en el mercado? o los multiples intereses que hay en el mercado del fichaje?
Gheysel
los nuevos
18 octubre, 2010 at 5:53 pmLeí hace unos días en la compilación de aforismos (Dinosaurio en el dedal -creo que era su título exacto), que hace Daniel Samper Pizano de tres grandes aforistas latinoamericanos Gómez Dávila, Franz Moreno, Milhör Fernandez esta anotación del brasilero que decía más o menos así:
"El fútbol es la droga del pueblo, y el narcotráfico de los medios de comunicación" Podría ir más alla.
Alejandro Gaviria
18 octubre, 2010 at 11:03 pmThe craziest soccer tattoo (vía PanÓptiko).
Anónimo
19 octubre, 2010 at 1:01 amPues vi el documental de los dos Escobares y en ningún aparte me pareció un paralelo tendencioso entre el futbolista y el narcotraficante, tampoco vi por ningún lado la intención de denigrar de Colombia o de la memoria de Andrés Escobar. No sé que tan ajustada a los hechos será esta versión de la historia, pero parece bien argumentada. He visto múltiples producciones extranjeras de tv, tanto en ficción como en prensa, con afanes claramente sensacionalistas, pero aquí no hay tal.
No entiendo la hipersensibilidad de tantos, particularmente de los familiares de Andrés Escobar, las declaraciones de su madre, por ejemplo, no parecen editadas a propósito ni fuera de contexto en el documental. Ya es perogrullada decir que los narcos eran literalmente los patrones del fútbol profesional colombiano y eso es lo que se plantea en "los dos escobares". Desde el principio dejan en claro que no hay parentesco ni cercanía entre ellos a pesar de coincidir en apellido.
Sospecho entonces que les ofende que se diga que Andrés como muchos otros conoció de cerca la influencia del narcotráfico en el fútbol y sin estar de acuerdo la toleró como un mal necesario, pues era totalmente impotente para oponerse a ella. Complaciente o no esa ha sido la actitud de muchos en este país, pero ofenderse porque eso se diga explícitamente es pura y llana hipocresía.
Anónimo
19 octubre, 2010 at 1:13 amMuy bueno el último comentario anónimo. Lo mismo es cierto con relación a Gabriel Ochoa Uribe. Muchos se beneficiaron directamente del fútbol. Pero jamás dijeron nada. Ni han tenido que rendir cuentas. No ha habido un proceso 8000 para el fútbol colombiano. Ni una comisión de la verdad (si la hubiera habría que quitarles varias estrellas a varios equipos). El caso de Andrés Escobar es trágico pues pagó el precio más alto: su vida. Pero el también se lucró de la mafia.
Anónimo
19 octubre, 2010 at 2:43 amNo es la mamá, es la hermana María Ester. La mamá de Andrés, como queda claro en el documental, murió de cáncer a los 52 años, cuando él era casi un niño.
Organicen un cacerolazo para que muestren Los dos Escobar en Colombia. Los comentarios que hay en Amazon sobre el mismo son muy dicientes. No sorprendería que lo candidaticen para un Oscar en su categoría. Ya se ha ganado varios premios en festivales internacionales. Cuando uno lo ve, no puede dejar de pensar en él por varios días, no obstante pequeños errores de edición que se perdonan. Es inconcebible que en Colombia no vayan a tener la oportunidad de ver este doloroso capítulo de nuestra historia, relatado de una manera tan brillante y honesta. La sola musicalización da para medalla de oro.
Anónimo
19 octubre, 2010 at 3:35 amTiene razón anónimo 21:43, yo escribí el comentario de las 20:01. No sé por qué escribí la mamá, yo me dí cuenta que era la hermana. En todo caso, ni ella ni la novia aparecen editadas fuera de contexto.
El trabajo me parece bueno, no sé si para un Oscar, pero estoy de acuerdo en que no se justifica su censura en Colombia. Recuerdo que se ha dicho muchas veces que Pablo Escobar se enfurecía porque la gente no tenía reparo en aceptar su dinero a sabiendas, como salario o como coima, pero después se ofendían ante la mención de alguna conexión con el narco.
fercholondoño
19 octubre, 2010 at 3:39 am….
Que lástima !
No "chuzaron" al futbol colombiano.
Ningún narcoterrorista quería comprar información futbolistica !
Además, a Alvaraco Uribe lo tienen de los cabellos!
Harold H. Londoño
19 octubre, 2010 at 2:49 pmEl periodismo también ha puesto su granito de arena: el doctor Mao, el Gallego Blanco y Esteban Jaramillo estuvieron tras la rejas de hecho.
p/data: si Uribe es Alcalde de Bogotá, me imagino que Andrés Uriel Gallego sería el Secretario de infraestructura y/o movilidad. Pobre Bogotá.
Anónimo
19 octubre, 2010 at 2:54 pmEn Colombia lo que se dió fue toda una revolución social del narcotráfico. Revolución que afectó de una u otra forma a todos los estamentos, instituciones y castas sociales. Las pequeñas y las grandes empresas, tanto públicas como privadas; el ejercito, la policía; los estamentos jurídicos, la televisión, los periódicos, etc, etc; todos comieron y muchos aún comen del pan caliente horneado con plata de la marihuana, de la heroina o de la coca. Lo mismo ocurre con los muertos que ha dejado ésta revolución, nu hay ciudadano que no tenga como víctima a un hermano, un padre, un hijo o un familiar lejano…
Creo que en últimas y despues de esta gran revolución social, el narcotráfico se instaló en nuestros genes…
Anónimo
19 octubre, 2010 at 2:57 pm"Yo distinguiría al menos entre quienes recibieron plata directamente de la mafia y quienes no".
Según vos todos los que militaron y trabajaron en los clubes de fútbol de esa época y que recibieron billete directamente de la mafia por salarios, prestaciones, premios, bonificaciones son criminales y responsables de esos peores años. También los empleados de Drogas La Rebaja y de todas las empresas "legales" que tenían los mafiosos, pero eso es un montón de gente que no se puede echar en el mismo costal con los que recibieron plata directamente de la mafia vía CORRUPCION para que actuaran en favor de sus intereses mafiosos cambiando leyes, alterando procesos legales, manipulando. Ahí no veo que quepa gente como Ochoa, Maturana, Bolillo y todos los otros técnicos y jugadores de la época, masajistas, aguateros y otros que sabían muy bien quiénes eran sus patrones y siguieron trabajando para ellos.
Alejandro Gaviria
19 octubre, 2010 at 3:22 pmVale la pena distinguir entre los aguateros y demás obreros del fútbol y quienes ganaron cientos o miles de millones de pesos en salarios. De la misma manera, una cosa son los empleados de drogas La Rebaja y otra muy distinta el gerente.
Anónimo
19 octubre, 2010 at 3:51 pm¿Por qué?
Maturana, Ochoa y demás son asalariados también. Para tu información, Ochoa entró al América como DT en 1979, antes de que se hablara de carteles o de que la mafia hubiera penetrado en todos los sectores de nuestra sociedad, pero además fue su primer club como jugador en 1946cuando apenas tenía 17 años. Cuando vino a dirigir a la mechita en el 79 ya había sacado a Millonarios campeón cuatro veces y una vez a Santa Fe. Plata no necesitaba. Acordáte que es médico.
Vos sabés cuánto ganaban los jugadores de Nacional y Medellín el la época de oro de la mafia y el fútbol? O los del América? O los aguateros? A lo mejor recibieron casas y carros de los patrones.
Me resultaste populista ve. Creo que no te acordás bien de cómo era la cosa en esa época.
Anónimo
19 octubre, 2010 at 3:57 pmSi Perdro Sarmiento estuvo preso, ¿Por qué Ochoa no?
Alejandro Gaviria
19 octubre, 2010 at 3:59 pmMaturana y Ochoa fueron llamados a dar testimonio. Varios jugadores estuvieron investigados.
Gabriel Ochoa en versión libre.
Ochoa atestiguó ante la Fiscalia.
Anónimo
19 octubre, 2010 at 5:29 pmEntrevista reciente con G.O.U.
Anónimo
20 octubre, 2010 at 12:08 amItagüí: ¿cenicienta o mafia?–
Anónimo
20 octubre, 2010 at 12:20 am¡Qué opinará Jesurún?
Dueño de narcocaletas infiltró a Santa Fé.
Anónimo
20 octubre, 2010 at 12:21 amEn los 80s, Santa Fé era la sucursal del Cartel de Cali. Hoy es la principal del Cartel de Boyacá.
JuanDavidVelez
20 octubre, 2010 at 2:22 amAlejandro, que pena, ¿que opina de eso de "todos sus funcionarios llamados a indagatoria" ¿eso qué pitos toca? ¿por qué se enredaron tanto los funcionarios del señor Uribe ¿fueron los propios errores de ellos que realmente la cagaron? o hay algo de cierto en la teoria conspirativa jog-jaimeruizana-uribitesca de que es el lobby de los colombianos por la paz para el gobierno universitario.
De antemano gracias, agradezco mucho respuestas a ese interrogante.
Yo hay veces creo que hay algo de conspirativo en tanta indagatoria, pero no de ninguna organizacion en particular, sino que la vida se venga de los gobiernos que acaban con grupos guerrilleros, como si el orden universal prefiriera el status quo, aunque por ahora lo mio es solo una hipotesis sin mucho soporte empirico, reconozco esto ultimo con algo de verguenza por mi falta de seriedad al opinar.
Alejandro Gaviria
20 octubre, 2010 at 2:44 amJuan David: no creo en ninguna teoría de conspiración. Tal vez hay una secuencia natural en todo esto. Lo mismo pasó en Perú. El terrorismo crea una suerte de delirio, encuba excesos, genera uno que otro Montesinos y viene después una especie de corrección.
Mi teoría sobre lo que ocurrió en el Das es simple. Un grupito, liderado por Pedro Juan Moreno y De Narváez, montaron una oficina de inteligencia paralela. Hicieron y deshicieron. Muchas veces espiaron al mismo gobierno. Otras veces entregaron información confidencial a algunos funcionarios. El presidente Uribe no quiso (o no pudo) ponerle fin a esta situación. Varios funcionarios (incluido el hombre del computador) dejaron prosperar el asunto. Lo que ocurrió fue grave. Y merece ser castigado. Con cárcel.
Creo, eso sí, que la Corte Suprema ha cometido muchos excesos. Lo de García es representativo. Lo de Araujo puede también ser una gran injusticia. Aquí se violan las garantías de los congresistas y todos celebramos. Arrubla no es un juez: parece más un vengador.
Anónimo
20 octubre, 2010 at 2:32 pmDe esta columna y sus comentarios adicionales se concluye que es muy arriesgado pontificar sobre de un tema que no se domina a punta de "corta y pega" sacados de los archivos de El Tiempo.
Alejandro Gaviria
20 octubre, 2010 at 2:57 pmAnónimo: los archivos de El Tiempo son una forma fácil (y entretenida) de refrescar la memoria. Desde hace años he venido estudiando las consecuencias del narcotráfico. Pontificando un poco más, me gustaría traer a cuento las palabras de la historiadora Mary Roldán: "el tráfico de cocaína rompió la tradición, transformó las costumbres sociales, reestructuró la moral, el pensamiento y las expectativas”.
Pero no sólo eso. También corrompió la justicia y la política. Debilitó las instituciones y disparó la violencia. La política se convirtió en narcopolítica, la justicia en narcojusticia, la guerrilla en narcoguerrilla, el fútbol en narcofútbol y así sucesivamente.
Alejandro Gaviria
20 octubre, 2010 at 3:01 pmSobre los efectos del narcotráfico ver aquí.
Anónimo
20 octubre, 2010 at 3:52 pmLo que dice la historiadora Mary Roldan no esta en discusion. El asunto, doctor Gaviria, es que usted omitio la paradoja mas diciente de esas dos decadas de narcotodo, y es que en lo que usted define como los anios mas negros del futbol colombiano, los equipos del rentado nacional fueron practicamente los mejores del mundo. Sin exagerar. No en vano los estadios estuvieron siempre repletos y tuvimos la seleccion que tuvimos para ir al Mundial del 94: en 26 partidos de eliminatoria que jugamos(incluyendo el historico 5-0 contra Argentina)perdimos uno y nos metieron apenas dos goles (cito al profesor Leonel Alvarez, defensa extraordinario de la epoca). Sabe que paso? El Mundial del 94 en Estados Unidos nos puso en evidencia: el milagro futbolistico colombiano, que todos esperabamos "limpiara" la imagen de sangre y violencia de Colombia en el exterior, se derrumbo en nuestra narices porque estaba montado sobre cimientos podridos. Y si mal no recuerdo, de esa euforia participamos todos los colombianos, comenzando por el presidente Cesar Gaviria que se hacia presente en los partidos de la eliminatoria para animar al equipo y lograr asi su muy comprensible objetivo de limpieza de imagen.
Alejandro Gaviria
20 octubre, 2010 at 4:05 pmLa paradoja es cierta. Yo también participé de la celebración. También me hice el bobo como todo el país. Quise mencionar algo así en la columna. Pero me dio temor caer en el moralismo fácil, en las moralejas de siempre: “nos pasó lo que nos tenía que pasar”, “nos faltaba fuerza moral”, etc.
Al final decidí enfatizar otra cosa, a saber: que el narcotráfico sigue presente. Mimetizado tal vez. Pero presente en todo caso.
Saludos.
Anónimo
20 octubre, 2010 at 4:29 pmAsi fue. Y nos dejamos de hacer los bobos el dia en que mataron a Andres. Porque el unico Andres a secas que hay en Colombia es Andres Escobar. Y eso que yo no soy en que me mande hacer el tatauje con la camiseta del Nacional y ese numero 2 inolvidable.
Alexander Tamayo
20 octubre, 2010 at 6:40 pmAlejandro,
Un cambio rápido de tema y me sabrán disculpar.
Es que veo a JMS hablar sobre 130 mil familias que se beneficiarán de eso que llaman "ley de tierras". Algo así como 312 mil hectáreas para 130 mil familias. Un promedio de 2.4 hectáreas por familia.
La idea es disminuir la concentración de las tierras o qué?. 2.4 Hectáreas por familia son una grosería. En 2.4 mantienes dos vacas o un cultivo de yuca que ni pal sustento.
¿Cómo definen "los sabedores" eso del área mínima productiva?
Esa pseudo-reforma agraria no me gustó.
Alejandro Gaviria
20 octubre, 2010 at 9:13 pmAlexander: sin acceso al crédito, sin asistencia técnica y sin vías de comunicación, esa vaina no tiene sentido. Yo no sé quién va a querer regresar. Si acaso las medidas anunciadas tendrán algún efecto sobre el mercado de tierras. Pero no más.
Harold H. Londoño
20 octubre, 2010 at 10:36 pmCavalli dice sentirse algo colombiano.
Debe ser por la pinta de traqueto que se siente así.
Estos gobernantes nuestros dándole las llaves a raymundo y todo el mundo. Que pena.
Anónimo
20 octubre, 2010 at 11:15 pmSabas Pretelt hizo muchos goles!!!!.
Alejandro Gaviria
21 octubre, 2010 at 3:44 amFootball passion.
Alexander Tamayo
21 octubre, 2010 at 2:16 pmAlejandro, totalmente de acuerdo. Pero no es solo el acceso al crédito. Debe haber posibilidades serias de poder pagar (Períodos muertos y tasas preferenciales). Es que los turnos de las producciones agropecuarias algunos son largos, entonces ¿ Cómo pagar intereses y amortizaciones mientras no hay producto?
2.4 Hectáreas por familia son el equivalente en el campo a una casa en barrios altos en la ciudad con el agravante de no tener fuente de ingresos. Yo me imagino a los campesinos sembrando cebolla pa´ eso del sustento en tierras tropicales húmedas.
Hay tierras en el Urabá por ejemplo en las que solo se puede sembrar yuca, me pregunto -¿hay mercado pa´esa vaina?- ¿Cuánto producir para que sea económicamente viable?
En infraestructura no es solo las vías, caminos y demás. Es que hay predios que ni acceso a electricidad tienen.
Por otro lado la desproporción en los precios de la tierra. MIentras en un municipio como Mutatá una hectárea cuesta dos millones (Y eso si es buen negociante), por el otro lado en Apartadó o Necoclí cuestan diez veces mas.
Estoy de acuerdo que hay que tecnificar pero antes se debe saber que es lo que se va a producir. Estoy asustado por ejemplo con el negocio del ganado de leche ¿Qué se viene? ¿Cómo competir?.
En fín mucha cháchara. Pero esos "expertos" de Chapinero deberían untarse un poquito mas de tierra y boñiga.
Alexander Tamayo
21 octubre, 2010 at 2:26 pmPor otro lado confieso que fuí muy feliz en la época de "oro" de Nacional. Cuando se ganaban copas, se enfrentaba al Milan, cuando era la base de la Selección Colombia, cuando Higuita hacía goles de tiro libre y salía del arco. En esos tiempo la verdad si fuí feliz. Por eso debe de ser que ahora me "aburro" tanto.
Esas vainas del narcotráfico yo no las entendía, yo lo único que sabía era que Nacional ganaba. Que podía "chicaniar".
En esa época quise ser futbolista, rezaba rosarios, entraba al campo con imágenes de los santos en cada "canillera". Dios que el palomo haga gol, que Higuita tape penalti, que lo uno, que lo otro.
Sí, el fútbol de finales de los ochenta y principios de los noventa me hizo feliz.
Anónimo
21 octubre, 2010 at 10:34 pmCon todo respeto, siento mucha cuirosidad sobre la cita de A. Gaviria "Mi teoría sobre lo que ocurrió en el Das es simple. Un grupito, liderado por Pedro Juan Moreno y De Narváez, montaron una oficina de inteligencia paralela. Hicieron y deshicieron. Muchas veces espiaron al mismo gobierno. Otras veces entregaron información confidencial a algunos funcionarios. El presidente Uribe no quiso (o no pudo) ponerle fin a esta situación."
Si, como lo manifiesta, Gaviria no tiene conocimiento exacto de lo que ocurrió cuál es su particular interés en librar de toda sospecha a Alvaro Uribe?
Lo digo porque ya he visto la misma tesis planteada en otras de sus columnas como si todo fuese un tejemaneje de sus cortesanos. En últimas lo que plantea Gaviria es que Uribe vino a ser un títere sin control sobre su propia orquesta,lo cual significa incompetencia o no?
Anónimo
22 octubre, 2010 at 12:08 amAculillado
Alejandro Gaviria
22 octubre, 2010 at 3:49 amAnónimo 17:34: claro que es incompetencia. O puede ser algo incluso peor. En la columna que usted señala, yo no dije que Uribe no lo hizo. Señalé algo más inquietante si se quiere: que no tenía que hacerlo.
Anónimo
22 octubre, 2010 at 2:37 pmEs obvio el desespero de Joseobtuso gaviria primo del narcoterrorista más criminal del mundo.
Anónimo
22 octubre, 2010 at 3:24 pm(antes Anónimo 17:34)
Lo que A. Gaviria dijo en la columna de mayo fue textualmente
"“Nadie puede decir que haya recibido una palabra o una insinuación de mi parte para violar la ley, ni lo pueden decir en el DAS” dijo esta semana el Presidente Álvaro Uribe en referencia al creciente escándalo por el espionaje ilegal a jueces, periodistas y políticos de oposición. En mi opinión, el Presidente está diciendo la verdad. Probablemente las chuzadas no son el resultado de una orden presidencial."
eso literalmente es que cree que Uribe no lo hizo.
Alejandro Gaviria
22 octubre, 2010 at 4:33 pmAhora tengo más dudas, lo confieso.
Pero el punto que quiero resaltar es que no tuvo que haberlo hecho.
Alejandro Gaviria
23 octubre, 2010 at 5:39 pmPresidente Santos anunció que la semana entrante se adoptarán medidas contra la revaluación:
“La semana entrante vamos a tomar medidas, que hemos estudiado bien, para no equivocarnos; tomar las medidas que realmente tengan un impacto dentro de una coyuntura bastante complicada”, señaló el jefe de Estado durante la jornada número 11 de los Acuerdos para la Prosperidad.
(vía Primera Página)