El presidente Gustavo Petro ha planteado una hipótesis interesante sobre el mercado global de cocaína y las implicaciones para Colombia y Sudamérica.
La hipótesis puede resumirse en los siguientes cinco puntos:
- La demanda por cocaína en los Estados Unidos se desplomó como consecuencia en buena medida del surgimiento del fentanilo (la droga de la crisis climática y la guerra la llama el presidente Petro).
- La caída en la demanda ha llevado a una crisis de la economía cocalera y a una nueva redistribución de la producción de cocaína, alejada ahora de las costas y adentrándose en la selva con el fin de abastecer más fácilmente los mercados más dinámicos de Brasil, Europa y Australia.
- Colombia podría perder protagonismo en el narcotráfico, pues las redes de narcotraficantes se trasladarían más al sur en Sudamérica y hacia Africa y Europa.
- Esta tendencia tendría consecuencias favorables para Colombia, podría reducir el narcotráfico y aclimatar la paz.
- El énfasis de la política antidroga debería ponerse, entonces, en el consumo interno; en particular, en evitar un aumento en el consumo de fentanilo.
Esta hipótesis, repito, es interesante, pero no tiene mucho sustento empírico y por lo tanto las implicaciones de política pública pueden ser equivocadas. Específicamente, no parece probable que el problema del tráfico de cocaína vaya a migrar o desaparecer rápidamente y que las organizaciones armadas vayan a perder poder.
Veamos la evidencia.
Primero, ¿qué está ocurriendo con la demanda de cocaína a nivel global?
La demanda por cocaína no se ha desplomado en Estados Unidos. Ha crecido rápidamente en otros mercados en Europa y Oceanía, pero no ha caído en Estados Unidos. De acuerdo con el Cocaine Report 2023, 30% de los usuarios globales de cocaína residen en Norteamérica. Según el reporte, el consumo de cocaína es complementario con el de marihuana, sustituto con el de metanfetaminas y no guarda ninguna correlación con el de opiáceos (Pj., fentanilo). En síntesis, la demanda por cocaína sigue alta en Estados Unidos y no hay evidencia clara de sustitución de cocaína por fentanilo.
La primera gráfica resume los cambios en la demanda global por cocaína: estabilidad de la demanda en Estados Unidos, aumento en Brasil y Europa y aumento sustancial en Australia. La segunda gráfica hace zoom en el caso de Estados Unidos. Muestra un leve aumento en los consumidores (con referencia a los del año anterior). La crisis en la economía cocalera, en contravía a lo afirmado por el presidente Petro, tiene origen no en una caída en la demanda global, sino en un aumento sustancial en la oferta local, como consecuencia, a su vez, del aumento de las áreas sembradas y el aumento de la productividad.
Segundo, ¿qué está ocurriendo con la geografía de los cultivos de coca?
El último reporte de Naciones Unidas muestra que los enclaves tradicionales de los cultivos de coca, en el Pacífico, el bajo Cauca y el Catatumbo, no han perdido importancia. El reporte, publicado en octubre de 2022, tiene un rezago (los últimos datos no se conocen todavía), pero no sugiere de ninguna manera un cambio sustancial en la geografía de los cultivos. Todo lo contrario. Sugiere que el aumento de la oferta ocurrió en los enclaves tradicionales: “Una panorámica territorial indica que para el 2021 86,5 % de la coca está en zonas afectadas por más de 10 años (las áreas en rojo), lo que corrobora la permanencia de condiciones de vulnerabilidad en los territorios […] y fomenta el incremento de actividades ilegales en los territorios”.
En fin, la última evidencia disponible, todavía no actualizada, revela una estabilidad en la geografía de los cultivos de coca. Probablemente la crisis de sobreproducción llevará a algunos cambios, pero las tendencias históricas sugieren que la preminencia de algunos enclaves tradicionales no desaparecerá. Las cifras mencionadas por el presidente Petro parecen, entonces, más especulativas que reales, una especie de extrapolación todavía sin sustento fáctico.
¿Se irá el narcotráfico de Colombia?
El aumento de la demanda en Europa, Brasil y Oceanía llevará seguramente a la consolidación de otras rutas de narcotráfico más al sur. Ecuador, Paraguay Brasil adquirirán un mayor protagonismo. Pero esta tendencia no implica que Colombia dejará de tenerlo. Probablemente (como ya está ocurriendo) habrá una expansión geográfica del problema, no una relocalización definitiva por fuera de Colombia. La demanda de Norteamérica todavía está allí.
Aun si Colombia pierde algo de protagonismo, este hecho no implicará el fin de las organizaciones armadas, ni una paz providencial como resultado de la exportación de nuestros problemas. Las organizaciones armadas derivan su poder del control territorial, el narcotráfico las fortalece por supuesto, pero no desaparecerán endógenamente si Colombia pierde algo de participación en el mercado global de cocaína.
El presidente Petro tiene razón en señalar la futilidad de la guerra contra las drogas y en pedir una política preventiva para el consumo de sustancias en general y el del fentanilo en particular. Pero comete un error si cree que la paz total vendrá por cuenta de los cambios en la demanda global de cocaína. Esto no ocurrirá.
La demanda de cocaína no ha cambiado en Estados Unidos (el fentanilo no ha sustituido la cocaína). Los enclaves tradicionales siguen siendo fuertes en Colombia. La oferta, no la demanda, ha sido la causa de las disrupciones locales. Y el control territorial por parte del Estado seguirá siendo uno de nuestros grandes desafíos.
Oscar Alberto Montoya Jaramillo
13 agosto, 2023 at 6:58 amMuy buen análisis, dateado.
La cosa es sencilla:
El mercado en USA se sostiene, pese a las incautaciones. ¿Cuál es a razón para ello? Mientras incautan un cargamento, los carteles «coronan» dos. Y para lograrlo tiene que haber mayor oferta. No es un secreto que el rendimiento / hectárea se ha incrementado sustancialmente desde que los carteles mexicanos tomaron control territorial y del negocio en Colombia.
Diego Zapata Córdoba
13 agosto, 2023 at 9:54 amHola Alejandro,
Gracias por tu buen análisis. Me surge una inquietud con respecto al ciclo de vida de los cultivos – 7 años – y si esto ha sido determinante en el crecimiento de la oferta. ¿Cuentas con información al respecto?
Un saludo.
Crhistyam Muñoz
13 agosto, 2023 at 5:10 pmOlvida la dinámica de la mezcla mortal del Fentanillo con la cocaina que es lo que verdaderamente está generando un a crisis sin precedentes de salud pública en EEUU. Hoy el consumo bajó por miedo… el fentanillo genera tres veces mayor adicción. Venga a los territorios, Nariño está encocado*, como dicen vulgarmente. Bodegas llenas de pasta básica de coca, en el pacifico nariñense y en centro América.
Plinio Pérez
13 agosto, 2023 at 10:49 amEn los territorios de cultivo de coca, también se escucha la tesis de que los compradores de pasta y base de coca se fueron, porque el presidente Petro cambió totalmente y salieron cientos de comandantes de diferentes grados de las cúpulas de las fuerzas armadas y de inteligencia y eso generó un sisma en las rutas de narcotráfico. ¿Qué opinión tiene ud sobre esta tesis?
Jhon Montoya
13 agosto, 2023 at 12:05 pmPor favor coloque leyenda al mapa.
Alec
13 agosto, 2023 at 12:08 pm¿Sembrar coca dejara de ser rentable para los campesinos cocaleros?.
Malu
13 agosto, 2023 at 3:54 pmMe parece una discusión interesante, solo sugeriría al menos mencionar la cantidad de incautaciones de coca que a diario Min Defensa y armada nacional reportan en Colombia. Eso es verdaderamente lo que está desplazado a los coqueros, hacia otros países del sur.
[email protected]
13 agosto, 2023 at 5:11 pmEn el analisis no se considera el precio de la hoja de coca de lo cual habla el presidmete y de algo que es un secreto a gritos y es que, el recambio de los mandos medios de policía ejército y demás, ha generado romper con las cadenas de comercialización q estaban establecidas.
Fernando Libreros-Agudelo
13 agosto, 2023 at 7:54 pmComo consumidor por más de 30 años de los polvos cósmicos de Emeterio el Tolimense, que Sigmund Freud llamó «la cura de todos los males del Espíritu», me molesta la nesciencia de la Bourgeoisie (motor moderno del prohibicionismo) que se pone a hablar «sabiamente» sobre el «problema de la Cocaina, una sustancia que según datos incluidos en el informe provisional DEA 2017-2018 sobre has. cultivadas de Coca en Colombia (mismos que desaparecieron cuando se separó el informe en dos: 2077 y 2018) mata 2764 personas por año, dato que contrasta con las 3200 que mata el acido acetil salicílico que conocemos como ASPIRINA.. ¿CÓMO ESPERAN USTEDES SER TOMADOS EN SERIO POR LA GENTE QUE SI SABE Y POR LA HISTORIA MISMA SI NI SIQUIERA PARTEN DE LA LETALIDAD REAL DE LA DROGA? Esta guerra es tan adefésica como la que hubo contra el café, cuya prohibición bajo pena de muerte se inició en 1512 en El Cairo con el sultán Karim Bey y su sucesor la extendió por 80 años; o la que hubo al mismo tiempo en Turquía contra los bebedores de chocolate, porque según Amurates III y su sucesor, «era sustancia que inflamaba las pasiones. La historia del alcohol ya la conocen. También fue idiota. DESPIERTEN. USA ha calculado que en el 2025 estará colectando 100.000 millones de dólares por concepto de sólo marihuana, que actualmente produce 30.000 millones. Al menos dividan el problema y separen Cocaína y Marihuana
Fernando Libreros-Agudelo
13 agosto, 2023 at 8:05 pmEste compendio sobre el yagé incluye información que puede ayudar a percibir de manera más compleja el fenómeno de la droga. Ahi verán que esta palabra viene del griego «pharmakon», que tiene dos significados: «medicina» y «Veneno»; motivo por el cual los médicos medievales decían que «todo es medicina o veneno dependiendo de la cantidad que se utilice». Es un compendio, no un ensayo. No lo juzguen estilísticamente, que yo escribo de otra forma. Lo importante es la información incluida
Libreros Agudelo, Fernando – El Yagé, La Serpiente y El Chamán
Scribd
https://es.scribd.com › doc › Librer…
Alucingenos y chamanismo, Harner Michael J, Ediciones Guadarrama, Madrid, 1997 78. Ayahuasca, yag y Harmalina, en Psychedelics Encyclopedia, captulo VII, ..
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Fernando Libreros-Agudelo
13 agosto, 2023 at 8:09 pmOtra perspectiva que nos conecta con Píndaro (saludo a Rufus)
Yagé o Ayahuasca: Brevisima historia.- FRAGMENTO II – Reformateado 2016 de sección del libro inédito “El Yagé, la serpiente y el chamán”por Fernando Libreros (Buscar en la red id.scribd.com/doc/236423328/Libreros-Agudelo-Fernando) [email protected] y [email protected]
Schultes nos informa que “desde la época más antigua de penetración europea en la parte occidental de la Amazonia hasta la mitad del siglo XIX, sólo viajeros y misioneros hicieron algunas referencias ocasionales a los intoxicantes usados por los indios”. La escasez de referencias ha sido atribuida, en una tesis reciente que me fue facilitada por el antropólogo Víctor Sánchez Petrone (Investigating a century-long hole in History: the untold story of Ayahuasca from 1755-1865, Justin Williams, Colorado University, 2015) a que “el etnocentrico milieu europeo, enfocado en lo económico, impidieron que europeos de los siglos XVIII y XIX investigaran en mayor profundidad esta misteriosa infusión de plantas alucinógenas. Una multiplicidad de factores contribuyó a estos triunfantes vientos del prevaleciente pensamiento europeo- etnocentrismo, consecuente internalización, avaricia económica y dominación geopolítica europea. Además hubo otras funestas circunstancias históricas más allá de la influencia de los paradigmas europeos, que pueden haber impedido que el ayahuasca entrara por la puerta grande la historia”. Sea como sea, independientemente de que retomemos este punto más adelante (tenemos otra explicación para el olvido del yagé, que no es muy diferente al de la coca, al menos hasta su solitario defensor Sigmund Freud, planta con no menores capacidades medicinales) es claro que el origen de su uso es muy antiguo y se remonta a petroglifos. Como informa Davies, “Roca de Nyl (sagrada para macunas, barasanas, tatuyos y taiwanos) en el Pira Paraná, tiene un petroglifo que conmemora la visita del Padre Sol cuando por primera le dio yagé a los hombres” (El Rio, pag 393). Según nos informa Williams, “un novedoso artículo habla de haber usado cromatografía de gases y espectrometría de masas para analizar 32 momias bolivianas, dos de las cuales testaron positivo para B. caapi. Antes de este reporte, la evidencia del uso de ayahuasca en la antigüedad es escasa y este reporte reta a muchos académicos que han clamado que su uso era un fenómeno más reciente, con evidencia de uso que data tan atrás como 1400 antes de nuestra era. (0 Juan P. Ogalde, et al., “Uso de Plantas Psicoactivas en el Norte de Chile: Evidencia Química del Consumo de Ayahuasca Durante El Periodo Medio (500-1000 d. C.),” Latin American Antiquity 21(2010): 441-450). En este punto quisiera dejar constancia de algo curioso, quizá no claramente relacionado con el tema, pero que lo creo necesario en este preciso contexto hermenéutico. Leyendo un día una hermosa edición comentada de las Odas de Píndaro en la biblioteca Luis Ángel Arango de Leticia, Amazonas, encontré que en los márgenes de las odas había una palabra recurrente que, según el comentarista, no había claridad sobre su significado o su uso. ¿Cuál era esta palabra? ¡YAGÉ!. ¿sería posible que una de las más grandes personalidades esotéricas y literarias de todos los tiempos estuviera nombrando el yagé y que este fuera la explicación misma de la iluminación de Píndaro? Tendría uno que suponer que hubo contactos entre el mediterráneo y América desde tiempos inmemoriales y ese tema ha sido tratado ya pero sin aclaración definitiva cuando se habla del descubrimiento de nuestra tierra por otros venidos de fuera. Hay, sin embargo, hay un hecho cuya autenticidad todavía no ha sido definida, y es una roca escrita con caracteres fenicios que se encuentra en Brasil, donde se dice que quienes tales escriben (o tallan) son tripulantes de una nave fenicia que fue lanzada hacia estas costas por una tormenta y que ello sucede bajo el reino del rey Hiram III, grosso modo, en la época de Salomón (la exactitud aquí no importa). Si ello es así, si la escritura es cierta y no hay razón para mejor pensar lo contrario, es factible imaginar que el yagé llegó al mediterráneo para formar parte de la drogadicta cultura griega (Josep María Fericgla ha llamado la atención sobre el elemento representativo de la alfarería griega: los ojos midriáticos, propios del uso de sustancias, que Petronio, en el acápite 88 del Satiricón, cita como costumbre de Demócrito, Leucipo y Eudoxio) y, lo que es mejor, quizá así se podría explicar por qué el Rey Salomón es una figura tan importante dentro de los cultos yageseros como el Santo Daime. Pero no soy yo quien tiene la última palabra en este asunto. A finales del siglo XVII, un religioso jesuita, Chantre, aludió a un ‘brebaje diabólico’ hecho de Ayahuasca y elaborado por los indígenas de Mainas, en la Amazonía peruana. Williams refiere que en 1683 el jesuita Juan Lorenzo Lucero escribe al Virrey del Perú, , Melchor Navarra y Rocafull, sobre la “demoniaca” planta Ayahuasca: “ellos ponen juntas estas malignas hierbas (Datura, Banisteriopsis y otras) con guayusa y tabaco, también inventadas por el diablo, y las dejan hervir hasta que la pequeña cantidad de líquido que queda se vuelve la quintaesencia del mal y la fe de aquellos que la beben es premiada por el diablo con la maleficencia. ( Víctor Patiño, Jiménez de la Espada. 1928 Diario (Madrid, Publicación de la Real Sociedad Geografía, citado por Williams, pag 31). El también jesuita Pablo Maroni, en Noticias auténticas del famoso rio Marañon-1738, pag 173, informa que « para adivinar usan beber el zumo /…/de un bejuco que se llama vulgarmente ayahuasca » « aunque todos beben, no para todos/…/tiene la misma virtud, sino solo para tal cual de los más autorizados de profetas y adivinos ». Otro jesuita, J. Magnin, en su Breve Descripción de la Provincia de Quito (Monumenta Amazónica, 1740) señala la « ayahuessa » como una de las plantas usadas por hechiceros curanderos . Williams menciona que “ en 1760, el ayahuasca era mencionado en los trabajos publicados del jesuita Franz Xavier Veigl: “Entre las plantas que vale la pena mencionar, es necesario nombrar primero la ayahuasca, que significa cuerda amarga y es usada solo para practicas supersticiosas y brujería. Esta planta tiene la forma de una cinta, como la corteza del más alto árbol. Los indígenas, una vez que toman la cocción preparada con no sé qué ritual, caen en un prolongado estado de completa inconciencia” (cita Williams, Franz Xavier Veigl, Noticias detalladas sobre el estado de la Provincia de Maynas en América meridional hasta el año de 1768, (Iquitos, 1798, pag 29) En los escritos del Barón de Humboldt89 y, según Leimlij, también en las Notas de Viaje de Aimé de Bompland, el compañero de aventuras de Humboldt, encontramos referencias al Yagé. Oficialmente, el Yagé fue descubierto para los europeos por el botánico Richard Spruce en el Vaupés en 1851, quien la identificó en Notes of a Botanist on the Amazon and Andes, como Banisteria (luego, por Morton, Banisteriopsis) caapi, de la familia de las Malpighiáceas 91. Empero, como precisa Davies, al clasificador le consta que su uso es tradicional para entonces, incluso entre los no indígenas: «Spruce había oído hablar de sus efectos por boca de comerciantes y de indios del rio Negro. « Los blancos que han tomado caapi en la forma apropiada coinciden en sus relatos sobre las sensaciones bajo su influencia. La vista se altera y ante los ojos pasan rápidamente visiones donde parecen combinarse todo lo que han visto sobre lo esplendido y lo magnifico. (El Rio, pag 125). Más tarde, en 1858, Grisebach la registra en un tratado sobre las Malpighiáceas como Banisteria caapi Spruce. Según Hernando García Barriga, “la primera publicación sobre el yagé se le debe al doctor Manuel Villavicencio, nativo de Quito, en su Geografía de la República del Ecuador, Nueva York, 1858, ocho años después de haberse encontrado con Spruce, según nos cuenta Williams (pag 12) . Villavicencio conoce el ayahuasca con los jívaros y dice que, “cuando bebí Ayahuasca mi cabeza comenzó inmediatamente a girar; entonces me pareció entrar en una jornada de vuelo en la que yo recuerdo haber visto los más placenteros paisajes, grandes ciudades, altas torres, maravillosos jardines y otras cosas hermosas” (Williams, ibíd., cit pag 40). En realidad, precisa Williams, el trabajo del jesuita Veigl fue publicado antes pero en latín y alemán, pero solo en el siglo XX fue accesible en otros idiomas; contrastantemente el trabajo de Villavicencio no ha sido traducido a otros idiomas diferentes al Español. García Barriga menciona otros que han escrito sobre el Yagé como Von Martius, Gumilla, Orton, Wehmer, Crevaux, Simson, Rocha, Karsten, Safford, White and Rusby, Zerda Bayón, Barriga-Villalba, R.E. Schultes, Ducke, Cuatrecasas, entre los principales. Sobre Von Martius, se por la lectura de Viagem pelo Brasil, que se describe dos sesiones nocturnas que son más como fiesta –al menos en un primer momento- donde se prepara y se bebe una poción que aunque no es nombrada produce los efectos que los conocedores asocian al consumo de yagé, incluida la eventual desbandada, cuando cada uno de va a experimentar su asunto en privado. El antropólogo Víctor Sánchez Petrone me ha informado que ya hay investigaciones al respecto que pronto podrán arrojar más luz sobre estas fiestas nocturnas referidas por Von Martius. Convergentemente, Jules Verne, en su escasamente conocido libro de crónicas “ Los grandes navegantes del siglo XVIII” dice, donde habla de la Condamine : « el 27 llegó a la Misión de San Joaquin de los Omaguas, nación en otro tiempo poderosa, que poblaba las orillas del río Amazonas en una longitud de 200 leguas más abajo del Napo/…/La palabra Omagua significa « cabeza aplastada » y estos pueblos tienen, en efecto, la extravagante costumbre de oprimir entre dos tablas la cabeza la cabeza de los recién nacidos con el objeto, según dicen, de darles la mayor semejanza posible con la luna llena » y « hacen uso también de dos plantas singulares, el floripondio y la curupa, que les proporciona una embriaguez de 24 horas y ensueños muy extraños. El opio y el hachich tenían pues sus similares en el Perú” (Obras Completas, Vol VII, pagina 659, editorial Albatros, México, 1959,pag 659). No creo que sea pecar de anticientífico suponer que, dado de que está hablando del Perú y de los Omaguas, que está hablando de las plantas secundarias de la poción Uniao do Vegetal, aunque se sabe que pueden ser usadas solas y se ignora por qué no nombra la planta principal
Eduardo Sáenz Rovner
23 agosto, 2023 at 4:50 pmExcelente análisis que refuta otra de las fantasías del Omnisciente. Además, los colombianos han cultivado/procesado/contrabandeado diferentes sustancias desde la década de 1930 y se adaptan a la demanda a través de la economía del crimen: marihuana, cocaína, heroína, metacualona (droga sintética en la que Pereira llegó a ser el primer productor mundial). No me sorprende que eventualmente se metan en el negocio del fentanilo. La historia no miente; ver el libro «Conexión Colombia. Una historia del narcotráfico entre los años 30 y los años 90» (CRÍTICA/Planeta, Bogotá, 2021): https://www.planetadelibros.com/libro-conexion-colombia/331013