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Las consecuencias de la reelección

“Que el pueblo decida” fue la principal línea de defensa del Gobierno a la iniciativa nefasta de la reelección presidencial. Como si se tratase simplemente de una decisión entre más y menos democracia. Como si las otras consecuencias de la reelección pudieran descartarse de plano. Pero las consecuencias de la reelección se han hecho evidentes en estos últimos días.

Ya varios analistas han señalado que detrás de los escándalos existe una razón de fondo: la politiquería. En particular, los directores o gerentes de Finagro, del Incóder y de la Supervigilancia fueron nombrados, a pesar de las negativas tan rotundas como increíbles del Presidente, por razones políticas, seguramente con la idea de sumar apoyos para la campaña reeleccionista. La reelección puede desdibujar al estadista hasta convertirlo en un simple maximizador de votos. O componedor de alianzas. O repartidor de puestos. O despilfarrador del presupuesto. O (como en este caso) todas las anteriores.

Pero la reelección no sólo deteriora la calidad del Gobierno; también disminuye la calidad de la oposición. Un hecho evidente para cualquier persona que haya escuchado una declaración reciente de Horacio Serpa. Ya no estamos hablando simplemente del vibrato, sino de la exageración tendenciosa e irresponsable. De acusaciones que no se compadecen con los hechos.

En presencia de la reelección, la crítica a ultranza se convierte en norma general, incluso cuando las actuaciones del gobierno favorecen el interés público. Y al cambiar la oposición, cambia también el gobierno, tornándose cada vez más sensible a la crítica y más intransigente. Al respecto, cabría mencionar una curiosidad histórica. El ex presidente Jimmy Carter solía quejarse, recién concluido su gobierno, de que la oposición política impidió una solución exitosa de la crisis de los rehenes en Irán. Los asesores le había aconsejado a su rival de entonces, Ronald Reagan, que debía jugársela toda por el fracaso del gobierno en el tema en cuestión. Como sucedió eventualmente.

No sé que opinan quienes promovieron la reelección con tanto entusiasmo y tanta candidez (Que el pueblo decida). Seguramente no están arrepentidos. Pero si las cosas siguen como van, pronto lo estarán.

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  • /|-
    18 abril, 2006 at 11:43 pm

    Alejandro:
    Como opositor, debo decir que a veces me molesta pensar que su lucidez esté al servicio del uribismo. Artículos como éste me consuelan y me hacen creer que su lucidez sólo está al servicio de sí misma.

  • Gustavo
    19 abril, 2006 at 3:18 pm

    No sé que tiene de antidemocratico decirle al pueblo que decida si esta de acuerdo con la gestión realizada por el Presidente o no. Eso es una Reelección, dejar que el pueblo se exprese y decida si quiere darle continuidad a las politicas del Gobierno de turno. Eso le parece malo a Alejandro Gaviria?.

    Si se han presentado errores en la implemenmtación de la Reelección, pues hay que buscar su correción, la oposición creo las normas para no verse afectada y tiene la posibilidad de demandar un cambio en dichas normas. Pero que porque algo no funciona perfecto entonces hay que destruirlo; no creo en eso Alejandro, las cosas se maduran a partir de la corrección de los defectos, las cosas no nacen perfectas. Le recuerdo la teoría de la evolución.

    Hasta la incapacidad de la oposición se la van a cobrar a la Reelección y al presidente Alvaro Uribe. Eso ya es demasiada debilidad de argumento contra la Reelección.

    • Unknown
      5 noviembre, 2018 at 10:24 pm

      Lo que pasa es que muy seguramente el gobierno lo que hace es que en su primer mandato haga actos buenos y llamativos para el país, pero en el segundo mandato le agarro todo el daño posible robándose la plata y salir de ahí como si nada.

  • Fidel Galván K.
    19 abril, 2006 at 3:35 pm

    La reelección en sí no es mala. Podrá ser malo quien se presente a la reelección. Y podrá ser muy malo, o perverso, el procedimiento utilizado para permitir la reelección mediante cambio constitucional, como ocurrió en esta nuestra corrupta republiqueta.

    Votamos muchos por Uribe la primera vez, ilusionados. En el camino, inevitable es que comiencen a aparecer desengaños. Pero el recurso a la politiquería al que acudió Uribe para aprobar su reelección fue ya asqueante. Desde ahí algunos le retiramos la confianza.

    En cuanto a la oposición en Colombia, qué mala es. Que los opositores sean fascistoides como Ramiro Bejarano, chismositos de costurero como Felipe Zuleta, políticos inescrupulosos con rabo de paja como el prehistórico Serpa, marrulleros negociantes como César Gaviria, pues hacen que el Gobierno siga orondo con sus corruptelas y componendas.

    Lo del DAS habría sido escándalo gigante en cualquier país serio y hubiese derribado a cualquier Gobierno: asesinatos a opositores, protección a las mafias, cogobierno con el narcotráfico, compadrazgo con paramilitares masacradores. Pero aquí no pasó nada, y no pasará nada.

    El segundo gobierno de Uribe será una gritería espantosa y una sucesión de escándalos inaguantable. Y la soberbia del dios-presidente será como para irse a otra parte.

  • Anónimo
    19 abril, 2006 at 6:09 pm

    «Aun el gobernante eminente no logra sus propósitos sino gracias a la vulgaridad que mezcle a sus cualidades».

    N.G.D.

  • Hoppy Nador
    19 abril, 2006 at 8:42 pm

    En el fondo creo que aquello de que «el pueblo decida» es correcto.

    Si la mayoría quiere que el gobierno siga, ¿por qué no seguirlo? Se habla mucho de la famosa figura de «no cambiar las reglas durante el juego». Puro preciosismo jurídico, tan caro y guardado celosamente por los juristas inmovilistas, pegados a sus códigos para que nada cambie.

    Si alguein, por ejemplo, firma un contrato de arrendamiento a término fijo, y se amaña en esa casa, y el dueño del inmueble está contento con el inquilino porque es buena paga y no daña la casa, ¿tienen que terminar indefectiblemente el contrato, porque así lo dice un documento? ¿Será que no pueden acordar entre los dos renovar el convenio y seguir tan contentos?

    Ya sé que el ejemplo no es aplicable automáticamente a un proceso político, donde la modificación de las normas las hace un cuerpo colegiado como el Congreso, tan proclive al soborno y al arreglo remunerado. Pero si la gente vota mayoritariamente la reelección, no debe haber artículo constitucional que lo impida, digo yo…

    Ahora bien, dicen que es que no es una mayoría nacional la que quiere la reelección, si no apenas una minoría que vota más. Pues sí, si los demás no votan, no pueden exigir. El que vota elige. El que se queda en la casa, no.

  • Jaime Ruiz
    19 abril, 2006 at 10:19 pm

    Bueno, si la reelección es tan mala, ¿por qué es normal en todas las democracias desarrolladas? ¿Quiere Alejandro Gaviria explicarnos que la reelección es mala en Colombia, o que es mala la reelección de Uribe?

    Yo creo que en Colombia todo es particularmente difícil por el primitivismo de la sociedad. Es un verdadero escándalo que el gobernante que convocó un referendo para congelar los salarios altos de los empleados estatales después sea el que más los sube. Claro, para buscar la reelección, sólo que las alternativas a la reelección de Uribe son espeluznantes.

    Lo que pasa es que las cuentas del patrón de este blog son cuentas de economista que «cuenta» con comportamientos racionales de la gente. ¡Una vez llegó a escribir que como la mayoría de la gente apoyaba una política de seguridad cualquier gobierno que llegara la aplicaría! Sólo hay que pensar en lo que pasaría por ejemplo con la guerrilla si la gente le hiciera caso a Carlos Gaviria y creyera en la tutela universal que los pensionara con el sueldo de sesenta que trabajan, pues sin igualdad económica no hay democracia, según (ay, mi tierra), ¡un constitucionalista! que cuenta con una pensión semejante, un pionero del paraíso justo. (Decir que es un muladar es un eufemismo.)

    Entonces, en las cuentas de AG, si no hubiera reelección habría un gobernante mejor que Uribe que en materia de seguridad continuaría las políticas de Uribe. Pero todo eso no ocurre, ni ocurrirá. Si no sube Uribe sube Serpa, o aquel que pueda convocar a las maquinarias. Lo más probable es que fuera el que contara con el apoyo de Chávez.

    Yo creo que todas las catástrofes ocurren por la imprevisión de la gente. Cuando las cosas van bien uno se acostumbra a que eso es lo «natural». Parece que las desgracias les ocurren a otros, por idiotas, claro, como los que se iban a la guerra de los treinta años. «Mamá, el rey me mandó a la guerra de los treinta años.»

    Bastaría con imaginarse por ejemplo un triunfo de Serpa en 1998 para tener una guerra civil en la que los millones de refugiados estarían en Venezuela y Ecuador, y hasta en Perú, y los muertos serían muchos cientos de miles. Pastrana era respetable para los militares, desarrolló el Plan Colombia y reforzó al ejército. Serpa no habría hecho nada de eso, pero sí habría despejado el Caguán… Y la gente ante una embestida mayor de las FARC habría apoyado a Castaño, como de hecho ocurría. ¿Cuántos militares obedecerían a un gobernante así?

    En fin: la reelección de Uribe se consigue a costa de corruptelas porque de otro modo sube alguien como Serpa o Carlos Gaviria. Es que así es Colombia. Si hubiera civismo los candidatos presidenciales serían gente respetable. El segundo periodo de Uribe está expuesto a más corrupción, ciertamente. ¿Pero no es bien comedida la corrupción que ha habido estos años comparada con lo de Foncolpuertos y las hazañas de la finadita Daniels o aun con las maravillas de los amigos de Pastrana? De repente todos los mamertos que viajaron por medio mundo gracias a la generosidad de Samper con Santodomingo resultan convertidos en maestros de moral.

    Tal vez sea preferible combatir la corrupción en medio de un considerable crecimiento económico y una continua mejora en las condiciones de seguridad que abrirle las puertas al caos y a la guerra civil.

    (Nótese el problema de los anglicismos. «Eventualmente» = «A lo mejor». Si «eventualmente» quiere decir «finalmente», hay que saber inglés para entenderlo. Es lo que pasa con la «inconsistencia» y todas esas cosas, que se reproduce esa inclinación a hablar como si uno tuviera una papa caliente en la boca para exhibir la condición de javeriano o uniandino. La jerga reemplaza al conocimiento y por el atraso del país a la gente le resulta incomprensible aquello que decía Nietzsche de Voltaire, y que por lo demás Gómez Dávila también hace patente: Todas las jergas son plebeyas. ¿Nadie se ha dado cuenta de que nuestro lúcido reaccionario sólo busca en las palabras la precisión?)

  • Alejandro Gaviria
    20 abril, 2006 at 12:15 am

    Encuentro dos tipos de reacciones. Un primer tipo está a favor de la reelección como concepto. Como profundización de la democracia. Es una opinión válida. No la comparto. No me gusta la reelección. No creo que las comparaciones con el mundo desarrollado sean relevantes. Desde hace cinco décadas los politólogos vienen hablando de la necesidad de evaluar la conveniencia de los cambios institucionales en el contexto propio de cada lugar y cada época.

    La segunda reacción tiene que ver con la reelección de Uribe. Jaime hace un análisis de costo beneficio. Primero: los beneficios son innegables: Uribe o caos. Segundo, los costos no son claros: la corrupción es un tan endémica (tan propia de nuestra idiosincrasia) que poco cambiará con la reelección. No creo ni en lo primero, ni en lo segundo. Ni Gaviria, ni Serpa son opciones válidas porque la gente desconfía de su postura frente a las Farc. Si no tuviéramos reelección, probablemente tendríamos un candidato mejor que Uribe. Jaime comete un error lógico evidente: suponer que las alternativas que tenemos con reelección son las mismas de las que habríamos tenido sin reelección.

    Sobre los costos, creo que la corrupción se puede combatir efectivamente como lo hizo Mockus en su segunda alcaldía.

    (Jaime: usé el anglicismo “eventualmente” no por pedantería, como usted sugiere, sino por libertinaje. Porque me suena bien y no quiero esperar 20 años a que la inefable RAE me de permiso. Le confieso que cuando estaba escribiendo la nota pensé: ya vendrá el regaño de Jaime pero qué más da…)

  • Anónimo
    20 abril, 2006 at 12:51 pm

    Me temo que la RAE no le va a dar permiso porque estamos frente a un caso de lo que los gringos llaman «false cognate». En español, «eventualmente» se refiere a algo incierto y que si llegara a pasar sería por pura casualidad. En cambio en inglés, «eventually» quiere decir que algo va a suceder, a la fija, tarde o temprano.

  • El editor
    20 abril, 2006 at 1:07 pm

    Pienso que la reeleccion de uribe solo seria beneficiosa para el pais si él le rindiera cuentas a los colombianos sobre los casos de corrupcion que empañan su administracion y sobre todas las irregularidades que se han venido presentando.

    Una reeleccion sana deberia basarse en un acto de contriccion del actual presidente. Pero lo que vemos es lo contrario: un presidente que rehuye el debate y las preguntas de los periodistas.

    La reeleccion sin esos ingredientes, equivaldria a premiar la corrupcion, a darle carta a las mafias para que hagan y deshagan en el proximo mandato y, lo mas grave, equivaldria a decirle a los paramilitares que el pais aprueba sus practicas y su infiltracion en las instituciones.

  • marta
    20 abril, 2006 at 3:27 pm

    me parece que en este foro algunas personas, sin ofender, están criticando a los opositores de Uribe, diciendo que tienen afinindad con los pensamientos de la Guerrilla. no podemos decir, que Uribe no tiene afinidad con la visión y Misión de los Paramilitares, si diríamos eso, sería ofensivo e irrespetuoso, porque hablan de estos dos candidatos de esta manera, y sin un conocimiento previo y sin argumentos claros y sobre todo y respetando el debido proceso con PRUEBAS CLARAS Y CONTUNDENTES Y SERIAS?.

    RESPETEMOS A LOS CANDIDATOS Y BUSQUEMOS ARGUMENTOS CLAROS PARA DECIR LO QUE NO NOS GUSTA Y LO QUE SI NOS GUSTA, pero sobre todo, lo que no nos gusta de su programa politico no de la persona, porque es a eso lo que tenemos que elegir, el progrma político que nos va a dirigir los proximos cuatro años. ANTES DE DAR UNA OPINIÓN TAN DELIBERADA. Puede que ellos no nos gusten, pero al menos dan la cara para decir lo que piensan, y nosotros nos quedamos viendolos en nuestras casas por tv, dando opiniones al azar.

    una vez escuche que el Candidato Gaviria pedía que su salario de senador fuera para una fundación, eso sí que no lo discuten ni lo dicen, verdad?

    Una Pregunta al Doctor Alejandro Gaviria. porque molestamos tanto a los candidatos, presidentes y expresidentes con el sueldo que ganan, cuando y sinceramente me parece peor la desigualdad que podemos ver en el sector privado donde podemos observar mucha gente ganando el salario minimo, mientras que los altos mandos ganan mas de veinte millones de pesos, y eso lo terminamos pagando también nosotros, no como impuestos sino en los altos precios de los productos que compramos sin decir, ni criticar nada por su valor?. y si estoy en lo correcto?.

    me parece que a veces muchos critican sin saber ni siquiera lo que están diciendo.

  • Alejandro Gaviria
    20 abril, 2006 at 4:03 pm

    Siempre he tenido una posición ambigua con respecto a los anglicismos. No tengo reatos en usar “consistente” para significar “coherente”. Quizá por mi contacto permanente con la estadística (así me gano la vida). A comienzos del siglo pasado, el estadístico británico R. A. Fisher le robó al idioma inglés una serie de vocablos. El primero es “significativo” que quiere decir “diferente estadísticamente” y el segundo es “consistente” que quiere decir “acertado asimptóticamente”. Paulatinamente estos adjetivos han ido colándose en todas las lenguas indo-europeas. Sería inútil seguir insistiendo en que “consistente” sólo sirve para denotar una propiedad de la materia.

    Sobre la acepción inglesa de “eventualmente”, me gusta ese sentido de certeza del hecho y aleatoriedad del tiempo. No creo que “finalmente” transmita el mismo sentido. Uno podría decir “tarde o temprano” pero, a pesar de las opiniones de García Marquez y Daniel Samper, entre otros, creo que los adverbios terminados en mente son necesarios (imprescindibles, a veces) para mantener el ritmo de la narración.

    Existe, por otra parte, un anglicismo que odio: “asumir” en el sentido de “suponer”. Jamás lo usaría. Pero tampoco me escandalizo si alguien decide usarlo de vez en cuando.

  • Anónimo
    20 abril, 2006 at 5:33 pm

    Este es una aparte de la carta dirigida el día de ayer por el Ministro de Protección a los sindicalistas:
    “Entiendo y respeto que ustedes tengan interés electoral , tal y como lo expresan en el último párrafo al hacer un llamado a los candidatos presidenciales antiuribistas “para reforzar el trabajo con el propósito de derrotar la reelección”. Sin embargo, creo que ese interés, que es legal, no debe confundirse con el interés en lo laboral que tiene este ministerio, motivo por el cual les hago un llamado para que no jueguen con el nombre de nuestro país ni desconozcan el enorme esfuerzo que el país entero está haciendo, al presentar afirmaciones que dejan mucho que desear como las que he mencionado en esta carta”.
    Lo que no dice el Ministro es que quien primero confundió el interés político con el interés laboral fue el mismo Gobierno al propiciar la reelección. Tras de ladrón, bufón.

  • marta
    20 abril, 2006 at 6:52 pm

    En estos días, me comentaron que El Candidato Carlos Gaviria, en la radio, explico su situación laboral, no se gana 23 millones sino nueve, y leyo dicha resolución, y que cuando fue senador, pidió la suspensión de su pensión, porque el se está ganando un salario como Senador.

    porque entonces ustedes se refieren de esta manera, afectando el buen nombre de alguien diciendo que se gana veintitres millones de pesos. y sin ninguna prueba contundente que pruebe lo que ustedes dicen.

    y porque no criticamos las desigualdades que se ven en el sector público, siendo la sociedad la que termina pagando dichos salarios, ya que estos salarios están cotizados dentro del precio del producto que debemos pagar.

  • Anónimo
    20 abril, 2006 at 7:17 pm

    Evidentemente cada cual tiene sus propias intolerancias –en lo político, en los estético, en lo idiomático …–según los dictados de su cerebro, su gusto, su oído, su experiencia (Don Jaime, sin embargo, es una caso extremo: el acumulado millonario de la intolerancia, por decir algo). De todos modos hay que hacer el esfuerzo por proteger la estética, la sintaxis, la gramática y el vocabulario propios de la lengua materna, so pena de terminar haciendo demasiadas concesiones y dejando pasar horrores como «lecciones aprendidas» en vez de las muy bellas «enseñnzas», o «dándose tiros en los pies» en vez de que «se salga el tiro por la culata», por nombrar solo algunos de los esperpentos que a diario se leen.

  • Scared Crow
    20 abril, 2006 at 9:58 pm

    La cosa es que en este caso, como en la guerra gringa contra Irak, el gobierno trabaja previendo la reaccion de la oposicion, ellos la llaman ‘guerra preventiva’, de ahi que el gobierno ataque y difame a Rafael Pardo; que afrente a numerosos periodistas que solo han revelado o informado ciertos hechos; estigmatice a candidatos como Carlos Gaviria divulgando a los medios informaciones falsas sobre su pension, (bajeza inedita en la politica nacional); ese es el talante; ahora, Alejandro dice que es la oposicion la que inicia el juego de ataques argumentando la inconveniencia en la reeleccion; a mi me parece que la oposicion, actualmente se ha apoyado sobre todo en los hechos que estan siendo investigados actualmente (lo que tampoco es una proeza); ademas, es normal que en la campaña de un candidato a cualquier cargo, los temas y los progrmas se concentren en las carencias de su antecesor, con reeleccion y sin ésta.
    Lo de la reeleccion (el tema puntual), que tanto revuelo causo, no ha sido un gran sujeto de pugna entre la oposicion y el presidente candidato; al margen de las tonterias ilusorias de Leyva, el unico candidato que ha sido realmente pugnaz y virulento ha sido Serpa (que tampoco mucho), y el gobierno, inteligentemente, lo ha dejado hablar previendo lo que efectivamente ocurrio, que al decir tonterias, como que el gobierno era ilegitimo, quede en ridiculo por su pataleta tardia.
    Lo que es criticable en la reeleccion es lo que sucedio en Colombia, que sea el presidente en curso quien aproveche su posicion para cambiar la ley y poder buscar hacerse reelegir; y no es demagogico decir que esa es una actitud arrogante, abusiva e inmoral, sea el gobierno que sea; si la reeleccion fuese buena, cosa que dudo, y si el gobierno de turno pensara en el bienestar del pais, habria optado por establecerla despues del periodo subsiguiente a Uribe.
    Y cabe tambien, a la luz de los hechos y de la actualidad, analizar si realmente es el presidente quien dirige y lleva las riendas del pais ( esto sin entrar en los meandros de la conveniencia, o no, del regimen presidencialista); la evidencia, en Colombia, es que hay varias fuerzas, muchas de ellas nebulosas, que estan gobernando a traves de Uribe.
    Y esto tampoco es nuevo.

  • Fidel Galván K.
    20 abril, 2006 at 10:11 pm

    Una anotación cordial a lo que dice doña Marta, de que elegimos programas y no personas, y que no debemos criticar a las personas si no a los programas. Pues no, realmente. Elegimos personas, que con sus virtudes y sus múltiples defectos nos dañan casi siempre la vida. Los colombianos no eligieron el programa de Pastrana. Lo eligieron a él, con su frivolidad, su escasa formación intelectual, su nula disciplina académica e incluso laboral. Y eligieron antes a Samper, y no a su programa: su cinismo infinito, su mordacidad dañina, su ambición enloquecida de poder. Y ahora reelegirán a Uribe, con su ego planetario, su puritanismo iluminado, su obsesión por los detallitos, su soberbia colosal, su iracundia de capataz.

    Y así.

  • Gustavo
    20 abril, 2006 at 10:14 pm

    Algunos escriben acerca de los programas de los candidatos de la oposición. Podría alguien enunciar al menos 10 propuestas claras que provengan de los programas de Carlos Gaviria Diaz o de Antanas Mockus. Los votantes que votan por candidatos como Gaviria Diaz o Mockus lo hacen conscientes de que seran una buena opción para el desarrollo de Colombia o lo hacen por compasión, por odio a Uribe o por qué? A un mes de las elecciones presidenciales los candidatos Gaviria Diaz y Mockus solo tienen como propuesta vociferar contra Uribe o tiene propuestas claras para cambiar el rumbo del país?

    Un economista como Alejandro Gaviria es consciente al decir que propuestas economicas para desarrollar un país no necesitan la estabilidad y la continuidad de Presidentes Reelectos que impidan que sus programas de desarrollo no puedan ser continuados por ellos mismos para mostrar un resultado efectivo?

  • Gustavo
    20 abril, 2006 at 10:19 pm

    Mockus cuido tanto el presupuesto de Bogotá de los corruptos que a la final impidio que se hicieran los programas de desarrollo que demandaba la ciudad.

  • Respondón
    21 abril, 2006 at 12:10 am

    Yo era partidario de la reelección desde el presidente siguiente, porque me pareció de mal gusto cabiar las reglas del juego para el presidente en ejercicio. Pero la reelección fué decidida limpiamente y según todas las disposiciones vigentes sobre cómo efectuar un cambio a la Constitución. Mi disyuntiva desde aquel momento, pues, era la siguiente: apoyar al mejor candidato para el período 2006-2010, o apoyar a otro no tan idóneo, como expresión de mi desacuerdo con la reelección con efectividad inmediata? Me inciné, claro que sí, por la primera opción, siendo la segunda una opción para vanidosos extravagantes. Debo confesar que no entiendo muy bien el sentido de la crítica del respetado profesor, pues la idea de oponerse a una cosa porque tiende a siscitar la opsición encarnizada de algunos es concederle a estos un veto sobre todo, lo cual no se lleva muy bien con mi concepto sobre qué es la democracia.

  • la colombia que no claudica
    21 abril, 2006 at 12:52 am

    Lloviendo sobre mojado, bobonovela en tres actos

    Argumento: Institución al cubo. La reelección es una institución apropiada para la hora Colombiana, es una ruptura institucional a una institución que lo requería.

    Primer acto: El Truco. El presidencialismo en Colombia después de casi dos siglos de lánguido transcurrir, terminó por convertirse en la madre de todos los trucos, los presidentes no hacían absolutaMENTE nada pero eso si, con las mejores intenciones (institución bogotanisima) y la culpa era del anterior.

    Segundo Acto: El poder. Salvo el poder de la candidez, este no llega por obra y gracia del espíritu santo. Quien no haya transado, negociado, maquinado no conoce ni conocerá el poder (El mamasanto estará leyendo corrupción, el homo político real politik, y el mamerto ausencia de paraíso) todo dentro de los limites de la ley. (de garantias)

    Tercer Acto: Levanta muertos. Institución muy conocida en muchos ámbitos de la colombianidad difusa, menos en la política.. Ya era hora.

  • marta
    21 abril, 2006 at 2:33 pm

    Don Fidel, gracias por la Anotación, pienso, sin argumentos precisos, que el problema político de este país, el problema de corrupcíon es culpa también de nosotros los ciudadanos, y en vez de hacer algo, como analizar y votar por los programas políticos seguimos votando por aquellas personas que nos parecen que tienen mucha más carisma.

    Veo que muchos incluyendo personas que se encuentran en este foro, critican solo conociendo una cara de la moneda, lo que dicen los medios de comunicación sin ningún beneficio de inventario, por ejemplo le creyeron a CMI lo de la pensión de Carlos Gaviria, lean el Colombiano de hoy viernes, la opinión de Pascual Gaviria y sabrán que tuvieron que dar una rectificación y sabrán también que esa información al parecer (yo también lo leo con beneficio de inventario) fue dada por partidiarios de la reelección.

    en estos días vísperas de elecciones, no he podido tener una discusión o dialogo con uribistas, yo no soy uribista porque no creo que el programa político de Uribe o de sus partidos sea el mejor, la seguridad democratica no me parece la mejor opción, cuando la solución para mí es inversión social. porque veo que muchos adoran a Uribe por su capacidad de trabajar y trabajar y trabajar: (donde queda la familia, el descanso, el disfrute por la vida). y por su carisma, es necesario, para un buen dialogo, que miremos o por lo menos los uribistas, lo que ha hecho y lo que hará, para saber si es posible que continue o no

  • Gustavo
    21 abril, 2006 at 6:13 pm

    Parece que el Macartismo gringo esta visitando a Colombia. Algún Uribista entrego un dato erroneo sobre la pensión de Carlos Gaviria Díaz al noticiero CM&, el cual tenía la obligación de validarlo antes de presentarlo a la opinión pública, y ya concluyeron muchos que todos los que apoyamos a Uribe estamos creando informaciones falsas para desacreditar al candidato del Polo Democrático. Generalizar es bueno pero no hasta el punto de endilgarle los errores de una persona a todos los seguidores de Uribe y mucho menos al Presidente mismo.

    Si una persona asesina a otra no meten a la cárcel a su padre ni a su madre, pero cualquier seguidor de Uribe comete un crimen y de inmediato se lo conbran a Alvaro Uribe. Eso no es justo.

  • Gustavo
    21 abril, 2006 at 6:15 pm

    Por favor que Alejandro Gaviria, o alguien, me recuerde al menos 10 propuestas concretas de Carlos Gaviria Diaz o de Antanas Mockus.

  • Jaime Ruiz
    21 abril, 2006 at 7:30 pm

    Primero quiero comentar lo que dice Alejandro Gaviria, que me parece muy dogmático en su apego a las certezas de Harvard, como suelen criticar los mamertos. Bueno: no es verdad que sin reelección habría un candidato mejor que Uribe que fuera a ganar, quien gana en Colombia no es el candidato que más guste a la gente sino el que sabe mover bien las maquinarias. El que tenga alguna duda sobre eso, sólo tendría que acordarse de Juan Lozano, protegido por el entonces prestigioso Peñalosa, arropado por el muy prestigioso Uribe Vélez, con fama de hombre honrado y riguroso. Nada sirvió, las clientelas de matones de Fecode se unieron con la vieja maquinaria liberal y con los Señores de la Guerra del Centavo y pusieron al cantinflas semi-oligarca con amplio margen.

    Más: dicen que ciertos partidos tienen afinidad con los paramilitares y el mismo presidente apoyó la expulsión de ciertos políticos de los grandes partidos que lo apoyaban. ¿Cómo es que después les pide ayuda para la reelección? Lo sensato sería insultarlos para que la gente desconfiada viera que el presidente era enemigo de esos personajes non sanctos. Tonterías, son tipos que mueven muchos votos, hay que contar con ellos. ¿Que es inmoral contar con ellos? ¿Pero no es inmoral escoger al candidato que quiere convertir las bombas de Transmilenio que pusieron las FARC para reforzar su participación en un debate televisivo en fuente de derecho? ¿O es que no quiere convertir los actos de las FARC en fuente de derecho?

    ¿Es que somos idiotas?

    Pero si es el mismo que dice que no hay democracia porque no hay igualdad, pero como magistrado apoyó por ejemplo la propuesta de San José Gregorio Hernández para anular la congelación de sueldos de Santos. El parloteo sobre la pensión despide esa halitosis sanguinaria de los más asquerosos de los seres humanos que son los mamertos colombianos. ¿Son o no son de varias decenas de salarios mínimos los sueldos de los magistrados? ¿Qué igualdad puede proponer alguien que se ha estado ganando esos sueldos y que los ha promovido? ¿Por qué no apoyaron la pregunta del referendo que limitaba la pensión máxima a 25 salarios mínimos?

    Uno se puede pasar horas y horas mostrando datos de pensiones a gente sana de 40 años, de dobles nóminas, de dobles pensiones, de un parasitismo infinito. Esos rateros no tienen el menor pudor para presentarse como los más insobornables adalides de la justicia y de la igualdad y uno se pregunta qué clase de engendros son los colombianos que pueden convivir con criaturas de ese tipo y hasta identificarse con ellos.

  • Anónimo
    21 abril, 2006 at 10:57 pm

    Eeste blog tiene un tufillo de quirofano, una asepcia intelectual que finalmente no dice nada.

  • Anónimo
    22 abril, 2006 at 9:13 am

    Creo que ste blog no es un quirofano sino una sala de debate. Lo que no me cuadra para nada es el fascismo de la persona que firma como Jaime Ruiz. Cero ideas, pura rabia.

  • Anónimo
    23 abril, 2006 at 12:22 am

    Es obvio, puede funcionar como sala de debate,pero que se planteen ideas mas allá de la emocion pura, de esa pretendida idea y nunca lograda de una supuesta objetividad que no es más que ideologias ocultas y rabiosas que pretenden negar la realidad de tres millones de desplazados y un gobierno que no se da por enterado porque no le intereza, reduciendo el problema a conceptos como población vulnerable, negando derechos fundamentales, devolviendole las tierras a criminales autores de los desplazamientos en acuerdo de guerra o producto de la misma, con otros criminales que pretenden el poder por la fuerza, y un pueblo inculto y manipulable que pretende reelegir el autoritarismo eclesial y montañero del sistema religioso y educativo instalado en el pais por mas de cien años, defendiendo conceptos abstractos como patria, bandera, escudo ,himno, chorizo,carriel, navaja y otros tipismos patrioticos, que no dicen nada, cuando no se quiere solucionar con politicas de estado problemas tan graves como la violacion de los derechos humanos de los mas pobres, para que despues con orgullo se ganen el derecho ético de enarbolar banderas y mostrar por medio de simbolos el orgullo de haber nacido en un territorio que demuestra sensibilidad humana y un poco de inteligencia y no emociones vacias de un orgullo soportado en el dolor de los mas debiles, justificado en los intereses personales de un presidente que fue capaz de hacer visible el autoritarismo latente de los colombianos para recibir un apoyo ciego y comprar ladinamente la propuesta de guerra que colombianos cándidos compraron alegremente, al fin y al cabo aqui todo es fiesta hasta el crimen.si esto no es estar en un quirofano entonces nos encontramos en la caverna de Platon.

  • Anónimo
    23 abril, 2006 at 12:31 am

    errata. Dode dice comprar ladinamente. Debe decir. Vender ladinamente.

  • Anónimo
    26 abril, 2006 at 7:36 pm

    Carlos Arturo Valencia.

    La oposición esta deteriorada desde la existencia de un Presidente serio en el poder, antes no había vara con que medirlos, entonces el dicho de con quien me compares cambia mi perspectiva cae como anillo al dedo para lo que esta pasando en el País, antes Horacio Serpa lucia grande pero hoy es un triste payaso ante los ojos de los Colombianos, Carlos Gaviria no es nadie (excepto por los favores que le hace la prensa) en otros tiempos seria un gran salvador, de esa forma sucesivamente con los otros Candidatos. Para recapacitar, lo que se necesita es otra oposición Una de altura a las nuevas circunstancias del País y no caer en la brutalidad que Usted exhibe: enanar al contrincante para hacer lucir bien a sus opositores.

  • Augusto Susto
    25 junio, 2008 at 3:59 am

    Quiero hacer una pregunta: ¿si la reeleccion fue aprobada mediante prácticas ilegales, casi a ultranza, estuvo viciada en su aprobación, sería posible que existiera algún mecanismo mediante el cual el pueblo pudiera impulsar una acción popular para tumbarla? Si así lo fuera podría Alejandro liderar o guiar a la gente en la búsqueda de este objetivo. Porque una de las cosas que a mi me da miedo es que estemos ad portas de la situación que vivio República Dominicana donde Joaquin Balguer se quedó en el poder por muchos años convietiendo a su país en uno de bolsillo, o no vayamos muy lejos el caso de Zimbawe con Robert Mugabe, o las dictaduras militares que agobiaron a Latinoamerica el siglo XX, la misma Cuba con Fidel Castro, los casos serían de nunca acabar

  • Augusto Susto
    25 junio, 2008 at 4:05 am

    Quiero hacer una pregunta, si de pronto alguien tiene una respuesta por favor: ¿Si la reelección fue aprobada haciendo uso de prácticas politiquera e ilegales, habria un mecanismo popular que pudiera tumbar la reeleeción?
    Me da miedo que mi país pueda seguir el rumbo de República Dominicana con Joaquin Balaguera, Zimbawe con Robert Mugabe, Cuba con Fidel Castro o las dictadura militares que asolaron Latinoamérica durante el siglo XX