pasó hace ya muchos años
[hoy estamos protestando y celebrando el paso de los años]
cuarto de bachillerato
un compañero había sido expulsado por nada, por un capricho
en protesta
otra compañera, Margarita, piernona, recuerdo bien, destrozó un ventanal con una tapa de pupitre
un estruendo de consecuencias
un escándalo mayor
la amenaza de una expulsión masiva
«todas las manzanas se pudrieron», dijo un profesor
[pobre güevón]
escribí una versión del suceso
la leí en frente de la clase en taller literario
terminaba con un homenaje al compañero expulsado
una víctima del poder caprichoso
justificaba a Margarita
todos aplaudieron con rabia
una forma de protesta
la investigación siguió su curso ominoso
citaron a los padres al colegio
llegaron cumplidos
Ocuparon una mesa en un salón contiguo a la rectoría con sus gabinetes de vidrio y ceniceros de plástico
la estética de otros tiempos
los estudiantes
[nosotros]
parados, formábamos un cuadrilátero alrededor de la mesa
El rector hizo un recuento de lo ocurrido
el ventanal destrozado
la insolencia compartida
el desprecio por la autoridad
las risas desafiantes
la altanería adolescente
[Margarita, la piernona, era una líder natural]
hablaron después algunos padres
pidieron perdón
lamentaron la pérdida de valores de la juventud
el papá de Mauricio, el compañero expulsado
[baterista, catador de hongos de boñiga, una estrella plateada en su oreja izquierda]
pidió la palabra
leyó mi relato de la protesta
el homenaje a su hijo
[a quien se lo había regalado días antes]
tenía una voz de locutor
hacia unas pausas enfáticas
terminó la lectura con un gesto de alivio
jah
nadie dijo nada más
salimos
creí que me iban a matar
“eso fue Margarita”, iba a decir
“¿quién escribió la historia?”, me preguntó
“yo”, respondí resignado
“excelente”, me dijo mi papá con una risa cómplice
así lo tengo en la memoria
así lo he recordado por años
se trata, digamos, de una herencia familiar
la intolerancia ante la injusticia
la protesta ante el poder caprichoso
la manía de burlarse de jefes y directivos
la idea simple pero definitoria de que hay algunas cosas que no podemos aceptar
esa idea que hoy, más que nunca, quiero entre lágrimas recordar
hace un mes acusaron a un profesor de tomás de acoso sexual
había sentado inocentemente a una niña en sus piernas
iba a ser expulsado
“no hizo nada, es muy buena persona, que injusticia, cómo hacen eso, además es gay”
dijo tommy con los ojos aguados
oyéndolo pensé inmediatamente, la herencia está a salvo
el nieto tampoco sabe tolerar la injusticia
gracias papi
seguiremos rebelándonos un poco en contra de lo que no está bien en este hijueputa mundo
te queremos mucho
mucho