Las cifras de tutelas de salud son fuente permanente de debate. Para muchos el número de tutelas es una muestra (innegable) de los problemas de atención. Para otros, un síntoma de un problema aún más serio, de la incapacidad del sistema de salud para incorporar las nuevas tecnologías o para pagar por los servicios sociales complementarios, los cuidadores, los pañales, el alojamiento, el transporte, etc.
Pero más allá de estos debates, resulta importante conocer los hechos estilizados, las cifras básicas sobre las tutelas en salud. Los hechos son los hechos. Las opiniones vendrán después. En particular hay tres hechos que vale la pena resaltar.
Primero, el número de tutelas por afiliado no ha aumentado, se ha mantenido constante en 2,7 tutelas por cada mil afiliados desde el año 2012.
Segundo, la participación de tutelas de salud en el número total de tutelas ha disminuido. Las tutelas de salud pasaron de representar 41,5% del total en 2008 a 23,6% en 2014.
Y tercero, los servicios solicitados por tutela son un porcentaje pequeño, inferior a 0,06%, del total de actividades en salud. En números gruesos, anualmente hay un poco más de 100 mil tutelas y algo más de 400 millones de actividades en salud.
En fin, los hechos son claros: las tutelas en salud no han aumentado, representan una fracción decreciente del total de tutelas y son la excepción, no la regla, para acceder a servicios y tecnologías de salud.