Si hubiera que señalar en una sola frase aquello en lo que todos estamos de acuerdo, los entendidos y los profanos, los optimistas y los pesimistas, las izquierdas y las derechas; si hubiera que proponer un lema que aunase los estamentos más dispares y las ideologías más divergentes, bastaría con decir: vivimos en plena crisis.
La crisis comenzó insinuándose con sutileza, prudentemente, con remilgos de exquisitez, pero ahora, afortunadamente, todo está ya en crisis… Se hable de lo que se hable, es prudente y de buen tono comenzar la exposición refiriéndose a la crisis que afecta el sector en cuestión, en el convencimiento de que al menos esa parte del discurso no será rebatida por nadie.
La verdad es que si nos quitan la crisis ya no sabríamos a dónde agarrarnos.
Alejandro Gaviria
8 octubre, 2014 at 4:21 pm"Crisis salud" en búsquedas de Google.
Luís A. Daza C.
13 octubre, 2014 at 2:17 amEstimado Ministro, soy seguidor de su blog así como de su cuenta en Twitter, recientemente me he titulado como Magíster en Política Social de la Pontificia Universidad Javeriana, quisiera hacer carrera en el MinSalud pero no sé como aplicar a sus convocatorias, ¿Me podrías por favor asesorar? [email protected]
Un muy especial saludo.
Anónimo
29 octubre, 2014 at 11:02 pmCrisis en Salud búsquedas en Google V2
Anónimo
29 octubre, 2014 at 11:03 pmPrimero fue Gaviria que la crisis. Primero fue el huevo que la gallina.
Adalberto Fernandez
8 diciembre, 2014 at 11:02 pmBuenas tardes, respetado Ministro Gaviria.
Soy venezolano y le escribo porque por razones de la situación política de mi país, decidí emigrar a Colombia con mi familia, donde ya una hija había nacido. Así pues, profundos nexos profesionales, religiosos, culturales y emocionales me ligan a esta bendecida tierra.
Soy Médico Cardiólogo, graduado en Venezuela en el año 1990 y desde entonces he ejercido mi profesión, y a mi cargo registré unos 3.500 pacientes a los que brindé mi mejor esfuerzo para darles salud y bienestar y de quienes recibí las mejores muestras de gratitud y aprecio, que para mi es el mejor pago que pudieron darme.
Mi formación como especialista no tuvo carácter universitario, pero fue validada por el colegio de médicos del distrito capital, tal y como legalmente aplica en mi país y por ello, al intentar convalidar mi título en el Min Educación, se me sugirió acudir a la ventanilla única del ministerio que usted regenta para solicitar información sobre el qué podría hacerse en relación a mi caso y poder ejercer mi profesión de cardiólogo en Colombia.
Lejos de encontrar soluciones, encontré un señor de edad entre 45 a 55 años grosero e irrespetuoso, quien me dijo: "usted habrá estudiado cardiología para tener algún conocimiento adicional en su vida, pero para ejercer en Colombia no le sirve para nada".
Muy lejos está el funcionario nombrado de conocerme, personal y/o profesionalmente, más lejos todavía de tener una aproximación de la calidad de mi labor, así como tampoco de los principios de respeto, equidad y trato no discriminatorio que profesa la "carta al usuario" de su ministerio.
Al contarle esto no solicito de usted trato preferencial alguno. Ya me encargaré yo de agotar las posibilidades que existan para llevar mi labor a los pacientes colombianos y darle a mi familia un poco de paz y bienestar.
Lo que solicito de usted es una llamada de atención, para quien utiliza su posición de poder para agredir a quienes pretendemos compartir con ustedes esta bella tierra, si Dios nos lo permite.
Espero que esta comunicación le llegue y le deseo lo mejor a usted y su familia.
Cordial Saludo,
Adalberto Fernández.
[email protected]
Anónimo
8 diciembre, 2014 at 11:03 pmBuenas tardes, respetado Ministro Gaviria.
Soy venezolano y le escribo porque por razones de la situación política de mi país, decidí emigrar a Colombia con mi familia, donde ya una hija había nacido. Así pues, profundos nexos profesionales, religiosos, culturales y emocionales me ligan a esta bendecida tierra.
Soy Médico Cardiólogo, graduado en Venezuela en el año 1990 y desde entonces he ejercido mi profesión, y a mi cargo registré unos 3.500 pacientes a los que brindé mi mejor esfuerzo para darles salud y bienestar y de quienes recibí las mejores muestras de gratitud y aprecio, que para mi es el mejor pago que pudieron darme.
Mi formación como especialista no tuvo carácter universitario, pero fue validada por el colegio de médicos del distrito capital, tal y como legalmente aplica en mi país y por ello, al intentar convalidar mi título en el Min Educación, se me sugirió acudir a la ventanilla única del ministerio que usted regenta para solicitar información sobre el qué podría hacerse en relación a mi caso y poder ejercer mi profesión de cardiólogo en Colombia.
Lejos de encontrar soluciones, encontré un señor de edad entre 45 a 55 años grosero e irrespetuoso, quien me dijo: "usted habrá estudiado cardiología para tener algún conocimiento adicional en su vida, pero para ejercer en Colombia no le sirve para nada".
Muy lejos está el funcionario nombrado de conocerme, personal y/o profesionalmente, más lejos todavía de tener una aproximación de la calidad de mi labor, así como tampoco de los principios de respeto, equidad y trato no discriminatorio que profesa la "carta al usuario" de su ministerio.
Al contarle esto no solicito de usted trato preferencial alguno. Ya me encargaré yo de agotar las posibilidades que existan para llevar mi labor a los pacientes colombianos y darle a mi familia un poco de paz y bienestar.
Lo que solicito de usted es una llamada de atención, para quien utiliza su posición de poder para agredir a quienes pretendemos compartir con ustedes esta bella tierra, si Dios nos lo permite.
Espero que esta comunicación le llegue y le deseo lo mejor a usted y su familia.
Cordial Saludo,
Adalberto Fernández.
[email protected]
Antonio Hoyos Chaverra
24 diciembre, 2014 at 11:30 amSi bien es cierto que la palabra crisis se ha naturalizado en nuestro contexto, también lo es el hecho de que poco se ha hecho por evitarlo.
Sería interesante realizar una genealogía del uso reciente de esa palabra en nuestro país para observar fines prácticos de todo tipo. ¿A quién (es) le sirve, ha servido y servirá asegurar que existe crisis (no solo en el sector salud)?.
No hay mejor escenario para el arbitrio que la crisis, perenne o infundada.
Anónimo
29 enero, 2015 at 11:11 pmeste texto, es un intento fallido que trata de convencernos de que la crisis es solo un termino retórico al que acuden los críticos del establecimiento, sea de la vertiente ideológica que sean, para borrar los avances que supuestamente tecnócratas como alejandro gaviria han logrado en el sector de la salud.. Desde luego para los tecnócratas, las tales crisis no existen.
Recreacionistas Bogota
12 febrero, 2015 at 6:44 pmSin duda estamos atravesando una crisis en el tema de la salud, debemos buscar soluciones conjuntas y objetivas que garanticen la estabilidad en la sociedad mas vulnerable.
JOSE
23 julio, 2015 at 3:00 amGerentes hospitalarios públicos en antioquia apoyamos la gestión de @agaviriau en el sectoe de la salud. Ningún ministro de salud en años anteriores ha recorrido sus hospitales con tanto interés y diagnosticado con tanta certeza nuestro sistema.
Crisis? Desde que me conozco, (hace 25 años y 15 años en el sector de la salud) el sector, según críticos facilistas, ha estado en crisis, y vivimos de plantón en plantón como si ea fuera la solución.
Lo que se ha vivido siempre y se vive ahora con la salud a nivel nacional es un conjunto de acciones de las cuales la gran mayoría (gerentes, políticos, eps, proveedores, médicos especialistas, farmacéuticas, pacientes etc) somos responsables, pero que la ignorancia de muchas personas con el síndrome del guacamayo (que repiten lo que oyen sin análisis alguno) lo reducen solo a un mantra irreal: Crisis por eps!
Monica León del Río
26 agosto, 2015 at 11:33 amDoctor Alejandro Gaviria,
Es saludable establecer que una política en salud publica "seria" debe ser aquella que acepte y acate sus propios lineamientos, es así como la política de vacunación contra el VPH fue reglada por directrices establecidas por su propio ministerio en donde se establece que los efectos adversos deben ser reportados y evidenciados en el sistema de vigilancia y estadistico, su nombre es ESAVI; es evidente que su administración ha omitido realizar los reportes que con total honestidad y evidencia clínica hemos reportados cientos de madres en Colombia no solo en el Carmen de Bolivar, sino en Bogotá, Bucaramanga, Medellin, Sincelejo, Barranquilla entre otros; los efectos reportados en el cuerpo de nuestras hijas son evidentes, así lo comprueba el pronunciamiento judicial proferido por el Consejo Superior de la judicatura el 11 de marzo de 2015 en donde le ordenó a usted en cabeza de su ministerio que constituyera un grupo interdisciplinario de cientificos para que analizaran el efecto de la vacuna contra el VPH en un grupo de 7 jovenes entre ellas mi hija y Astrid Carolina Mendez la niña que fallecio el 6 de agosto de este año. Usted y su Ministerio no han cumplido la orden judicial señor Gaviria, ESO NO ES UNA POLITICA SERIA Y JUSTA digna de una hombre que se muestra tan conciliador y atento a las necesidades ciudadanas en salud; lo cierto es que Colombia reporta un sin igual reporte de efectos adversos ¿Por que lo niega? por que no realizar la estadística de ellos e iniciar el estudio serio? sabemos cuanto costo la compra de las vacunas gardasil pero el costo no debe primar sobre la salud publica señor Alejandro no debe primar sobre la salud de cientos de niñas y mujeres colombianas que hoy sufren enfermedades graves producto de la vacuna como : encefalomielitis, desmielinizacion, neuropatias, problemas de la sangre por solo nombrarle algunos. La ficha tecnica de GARDASIL tiene esos efectos reportados como NO CONOCIDOS, reportados en los ensayos clinicos; COLOMBIA ESTA DICIENDO SI LOS CONOCEMOS ESTAN EN NUESTRAS HIJAS! escuche sin prejuicios, esto no es cosa de medios o política señor Alejandro es cosa de HUMANIDAD. Respecto a la convocada a premio nobel y a los médicos y científicos que acompañan su campaña tal como públicamente lo he advertido sin pretender que el CONFLICTO DE INTERESES sea un delito, si es reprochable que miembros del Comité consultivo de la multinacional MERCK fabricante de la vacuna como la doctora NUBIA MUÑOZ sean quienes nieguen con tanta contundencia los efectos adversos de la misma, y que la doctora LINA TRUJILLO medica ginecologa oncóloga que sale en la publicidad de la vacuna haya recibido apoyo de Merck para los estudios de neoplasias previos al diagnostico de cancer de cervix. La política publica de vacunación del VPH debe ser verdaderamente SERIA señor Gaviria y no el interes de unos pocos con animo de lucro.
Cordialmente,
Monica Leon Del Rio
Madre de una victima de la vacuna contra el VPH en Bogotá Colombia
Agente oficiosa (gratuita) de las victimas de la vacuna contra el VPH en Colombia
Anónimo
18 noviembre, 2016 at 5:15 pmNo, nos lo creemos, tuve que revisar este blog por mandato académico, pero quedé perpleja con los mecanismos que las élites económicas y los gobernantes trata de controlar e inmovilizar a la ciudadanía. La estrategia de negar la existencia de la realidad y hacerlo en abstracto, no en contexto , platónica por demás, invita a utilizar un simil para ver si el ministro entiende y se baja de la nube:coloque su cabeza en el pavimento a ver como le queda su cuerpecito al paso de una tractomula; eso es la realidad, entonces a hacer principio de humildad y de realidad