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La misma vaina

Enilce López, “la Gata”, nació en el municipio de Sucre, donde García Márquez vivió con sus padres durante su niñez. Varios episodios de la vida de “la Gata” pueden contarse en clave garcíamarquiana: la campesina que recorre la ribera del Magdalena vendiendo chucherías y leyendo el futuro en las manos encallecidas de sus clientes; la tía obsesiva, desalmada que va de pueblo en pueblo con su sobrina coleccionando coronas en reinados infantiles; la matrona otoñal que trata de controlar su antiguo imperio desde la cárcel apelando a unos supuestos poderes sobrenaturales.

Pero la historia de Enilce López tiene una faceta más prosaica. En los años ochenta, “la Gata” decidió invertir el capital acumulado vendiendo baratijas en el negocio del chance. Lo hizo inicialmente en Magangué y sus alrededores, no muy lejos de su lugar de nacimiento, del puerto fluvial donde alguna vez García Márquez vio pasar de largo al obispo de la zona. A finales de los años noventa “la Gata” se ganó (casi literalmente) la lotería. Con el propósito de sumar recursos para el barril sin fondo de la salud, el Estado colombiano decidió hace más de una década formalizar el chance, esto es, zonificar el país y entregarle el monopolio de cada zona al mejor postor. De la mano de Jesús María Villalobos, “el Perro”, “la Gata” monopolizó el negocio de las apuestas permanentes, primero en su zona de influencia después en buena parte de la Costa Caribe.

Poco a poco el chance fue acabando con las loterías, con un fortín histórico de los políticos tradicionales, lo que permitió, a su vez, el surgimiento de una nueva clase política. El chance, por decirlo de otra forma, refundó algunas regiones de la patria. “La Gata” primero infiltró el Estado con el fin de garantizar una concesión muy rentable y expandir su monopolio. Pero allí no paró su ambición. Con el tiempo diversificó su negocio. Eligió concejales, diputados, alcaldes y representantes. Se alió con los paramilitares. Y se convirtió, en últimas, en ama y señora del botín estatal en Bolívar, Sucre y Magdalena. En retrospectiva, la historia es de un realismo casi mágico: el Estado creó un monopolio que terminó por engullírselo. O en otras palabras, la formalización del chance tuvo un efecto inesperado: la captura estatal por parte de los empresarios formalizados.

Pero esta historia no termina todavía, tiene una faceta más inquietante, menos conocida. Según cuenta el periodista Alfredo Serrano en su último libro, el ICBF, la ONG británica Oxfam y la antigua Red de Solidaridad, unieron esfuerzos con Enilce López para ayudar a los desplazados. En su momento de auge, “la Gata” repartió mercados, organizó brigadas de salud y reconstruyó hospitales. Durante la reciente emergencia invernal, cuando las oficinas oficiales apenas despertaban, las redes al servició de “La Gata” llevaban ya un buen tiempo atendiendo a los necesitados. Todavía hoy “la Gata” controla una poderosa organización que ha reemplazado al Estado o llenado su vacío. Decir que “la Gata” capturó el Estado no es exacto. En muchas partes de Colombia “La Gata” es el Estado.

Ya García Márquez había intuido esta suerte de simbiosis. Cuando, en uno de sus cuentos, el dentista del pueblo le pregunta al alcalde a quién le pasa la cuenta, “¿a usted o al municipio?”, el alcalde responde sin mirar, “es la misma vaina”.

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  • Alejandro Gaviria
    26 junio, 2011 at 1:53 am

    El historiador Malcolm Deas decía recientemente, medio en serio, medio en broma, que "la Gata" había acabado con el mito aquel de que las mujeres son mucho menos corruptas.

  • Alejandro Gaviria
    26 junio, 2011 at 1:57 am

    Ninguno de los promotores iniciales de la descentralización se habría imaginado el titular que leí hace un tiempo en un diario costeño. Decía lacónicamente: "La Gata", "El Perro" y el turco Hilsaca.

  • Anónimo
    26 junio, 2011 at 3:07 am

    Excelente columna.

  • Anónimo
    26 junio, 2011 at 11:40 am

    Así empezó el rumor sobre la muerte de Chávez.

  • Anónimo
    26 junio, 2011 at 12:28 pm

    Hommes escribe sobre la desigualdad. Sinceramente no propuso mucho.

  • Agente P
    26 junio, 2011 at 2:27 pm

    No pude dejar de recordar la famosa frase de Luis XIV "El Estado soy yo".

    Mientras, todavía nos quedaron debiendo la parte de la Ilustración (y probablemente una revolución al estilo francés).

  • Alejandro Gaviria
    26 junio, 2011 at 2:50 pm

    Agente P: casualmente estuve a punto de usar la misma frase ("L'estate c'est moi") pero me pareció algo desmesurada la comparación. Sea lo que sea, Magangué ha sido descrito incontables veces como el reino de "la Gata".

  • Alejandro Gaviria
    26 junio, 2011 at 4:21 pm

    Más historias:

    "el sacerdote insigne del municipio, confesor de cabecera de Enilce López, anda con una moderna pistola en su mochila, un regalo del hijo de 'la Gata'".

    Yahir Acuña Cabrales (el mismo de la Comisión de Acusaciones) logró 45 mil votos de las negritudes. María Isabel Urrutia a duras penas había sacado 8 mil. El ex concejal de Sincelejo llegó al congreso con los votos de 'la Gata'.

    El hijo de 'la Gata' llegó al Congreso por un grupo llamado (sin ironía) 'Apertura Liberal'. De él, Carlos Holguín había dicho "a nadie se le puede negar la inscripción así sea hijo de Al Capone'. Después de muchas presiones se la negaron.

  • Anónimo
    26 junio, 2011 at 7:11 pm

    Muy buena columna Alejandro. Yo conozco el ambiente que se respira en los territorios de la Gata. En Sincelejo los taxistas hablan de ella en voz baja, igual que cuando hablan del Gordo García (cuentan con orgullo que El Gordo es el Chef de la cárcel donde está) o Cadenita (empezó como carnicero y terminó como carnicero, dicen que murió en su ley). Me llama la atención que los taxistas hablan de ellos con algo de orgullo regionalista y frenan frente a sus mansiones abandonadas cuando pasan al lado para que uno las vea (se ve uno que otro escolta desocupado buscando sombra en aguna palma). Si no estoy mal, La Gata compró el Club Campestre para recuperar cartera, la clase alta de Sincelejo estaba empeñada hacía varios años…y vaya que sí la recuperó…ahora en ese lote funciona El Éxito. La mafia está en el tuétano de la descentralización y sí reemplazó la noción de lo público, recuerdo que una vez iba con mi papá en el carro por la única avenida de dos carriles que había o hay en Sincelejo. Un tipo vestido de civil, parecía un escolta, estaba abriendo el separador con un taladro de concreto. Le preguntamos qué carajos hacía: alzó la cara empapada en sudor con un cigarrillo en la boca: rompiendo la calle, pa que el patrón pueda salir directo sin tener que irse hasta arriba a dar la U. No hacía falta preguntar nada más.

  • Anónimo
    26 junio, 2011 at 7:12 pm

    ….
    R.A

  • Anónimo
    26 junio, 2011 at 8:27 pm

    Compare magangué la de hoy, con la de hace 8 años.

    La misma vaina !

    Esa "bruja" es muy peligrosa.

  • Alberto
    27 junio, 2011 at 1:39 am

    Alejandro;

    Tal vez sea posible que la tantas veces señalada incapacidad del Estado sea simplemente una posición deliberadamente cómoda para el Estado mismo. Es decir, históricamente el Estado colombiano ha delegado -en frentes guerrilleros, en manzanillos, en paramilitares, en organizaciones no gubernamentales, en la Gata (que viene siendo un poco de las todas las cosas citadas)- territorios y funciones.

    Hablando menos en serio ¿No será la Gata una aprendiz aventajada de la Escuela de Chicago?

  • Anónimo
    27 junio, 2011 at 7:13 am

    Hay cierto tono de sorna en la columna contra la costa. Entre lineas se cuela cierta burla, un anticosteñismo que casi no se oculta. Alejando, olvido algo importante y es de donde le llego parte de la fortuna a la Gata, de el Mexicano. Tambien en otras partes tambien hay Tomates, Quicas, Aretes y otras especies.

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2011 at 12:20 pm

    Alberto: es difícil saber si el Estado delega sus responsabilidades por incapacidad o comodidad. Generalmente hay de todo un poco. El problema surge cuando el Estado quiere, después de un largo tiempo de ausencia, hacerse presente. Ahora con la crisis invernal, las falencias del Estado han salido a flote. Y lo peor: el Estado ha creído que puede llegarle a la gente sin los políticos regionales, que puede, desde Bogotá, operar a control remoto, que puede prescindir de las redes políticas o comunitarias o clientelistas (son la misma cosa) de las regiones. Los resultados han sido por supuesto decepcionantes.

    Anónimo: el fenómeno de ‘la Gata’ es semejante al de Pablo Escobar. Yo soy el primero en reconocerlo. El regionalismo, sinceramente, está en su comentario, en cierto exceso de suspicacia, no en mi columna.

  • Anónimo
    27 junio, 2011 at 12:27 pm

    "Ahora con la crisis invernal, las falencias del Estado han salido a flote".

    Será lo único …

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2011 at 12:59 pm

    Hace años sí escribí un artículo sobre el estereotipo costeño: aquí está.

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2011 at 1:09 pm

    Capacidad estatal y desarrollo. Interesante.

  • Anónimo
    27 junio, 2011 at 2:54 pm

    Yo en cambio doy fe que así es la costa.
    RA

  • Anónimo
    27 junio, 2011 at 6:50 pm

    Y qué tiene que ver el supuesto ¨recato¨ de las costeñas con el tema de la columna?

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2011 at 7:26 pm

    Nada.

  • Pablo
    28 junio, 2011 at 1:45 am

    Alejandro, el estado no llega. Pero siempre me he preguntado si hay evidencia empírica de si se necesita mayor carga tributaria para atender toda la geografía del país y llenar el vacio estatal en muchas regiones o si es un problema netamente de ineficiencia del estado. Hay evidencia?

  • Anónimo
    28 junio, 2011 at 1:53 am

    "Doña" enilce, como la llamaban ( o llaman ) algunos políticos de la región que iban a consultar con ella la lectura del tabaco y otras sinuosas formas de adivinación, no es más que otra pobre damnificada del olvido estatal.

    Al mostrarla "rcn" como víctima del satanizado "acoso judicial", los colombianos nos preguntamos si tanta disimulada belleza de interés por los problemas de otros, no es más que la mecanizada forma de ULTRADERECHA que narra LV en semana.

    Es que la gata es el "FMI" en la región costeña; el enano se les agrandó, o mejor dicho, pastrana y uribe se hicieron los de las orejas sordas, y la política pútrida del departamento de Bolivar crece de manera acelerada.

    La Gata es a Bolivar, como Berna es a Medellin, o Jojoy a la Macarena; lo bueno es que ya dos de ellos les han echado el guante.

  • Alejandro Gaviria
    28 junio, 2011 at 2:32 pm

    La imposibilidad de cobrar impuestos en algunas regiones (el caso del predial rural es sintomático) es causa y consecuencia de los problemas mencionados. Consecuencia porque los dueños de la propiedad dominan completamente los concejos y se oponen férreamente a los impuestos (la captura del Estado es evidente en este respecto). Causa porque el menor recaudo le resta capacidad al Estado y hace a la gente más dependiente del clientelismo interesado y demás.

    El Plan de Desarrollo contiene un artículo que disminuye la autonomía de los municipios para fijar el predial rural, pone un piso a la tarifa. Paradójicamente Robledo y el Moir fueron los principales detractores de esta iniciativa.

  • Alejandro Gaviria
    28 junio, 2011 at 2:53 pm

    Es extraño que Cesar Rodríguez presente las relaciones raciales y de género de los EE.UU. como un paradigma digno de imitación. No sabe uno si quiere importar el recelo, la desconfianza y la judicialización absurda de las relaciones interpersonales de ese país.

  • Anónimo
    28 junio, 2011 at 7:13 pm

    Artículo superficial, sin profundidad de los hechos o acontecimientos, señalando o desviando la mirada del lector de manera intencional hacia una sola persona, ocultando a peces gordos,, nada que no se sepa y mal contado

  • Anónimo
    28 junio, 2011 at 9:03 pm

    Me da risa la obsesión con los peces gordos. Los que hablan de los peces gordos son los mismos que quieren culpar al sistema, al imperialismo o a la oligarquia. Ignorantes en busca de teorías de conspiración. Pobrecitos.

  • juan francisco muñoz
    28 junio, 2011 at 9:29 pm

    Una pregutna fuera de lugar:
    Si ustedes tuvieran una ligera discusión con alguien afecto a las ideas de Marx , ¿ Qué rescatarían como aprotes de textos como el Capital, y que resaltarían como sus principales deficiencias?

  • Alejandro Gaviria
    28 junio, 2011 at 10:22 pm

    Dos respuestas rápidas:

    Rescato el concepto de alienación: la descripción de Marx sobre las consecuencias psicológicas y sociológicas de la división del trabajo. También la idea del capitalismo como un acelerador histórico.

    Critico el concepto de lucha de clases. Claramente las principales fracturas sociales no se dan entre los dueños de los medios de producción y el resto. Marx fue un hijo de la revolución industrial y su visión de la sociedad luce hoy completamente anticuada.

  • Anónimo
    28 junio, 2011 at 11:07 pm

    Profesor Gaviria: ¿qué piensa de la última columna de RA?

    http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-279401-economia-devora-politica

    A mí no me convenció. Al igual que muchas columnas de RA, esta es más un manifiesto político/ideológico de un militante del PDA que un análisis sociológico o politológico ponderado y argumentado. Recurre a la manera (caricaturesca) de plantear las cosas en términos de los poetas/literatos/"humanistas" buenos, de un lado, y los economistas malos, de otro. El problema no está en que los economistas o los análisis económicos sean ciegos frente a factores intangibles e inmateriales (símbolos, valores, etc.), sino en los políticos (incluidos también los del PDA).

  • Alejandro Gaviria
    28 junio, 2011 at 11:32 pm

    Estoy de acuerdo con su comentario. RA parece no reconocer que hay fallas de estado. Desconoce completamente los problemas de economía política, la falta de capacidad estatal, las dificultades de coordinación, etc. Lo reduce todo a una cuestión ideológica, a una escogencia entre los buenos y los malos, entre los que están por la justicia social y los que prefieren los privilegios, etc. Es el mismo discurso de Carlos Gaviria.

  • Esplandián
    29 junio, 2011 at 2:19 pm

    Alejandro,

    ¿Por qué tanta lora con el tema de la "mano negra"?

    http://www.eltiempo.com/justicia/procurador-pide-explicaciones-al-presidente-santos_9749524-4

    Parece ser una de esas cosas que, quien la sostiene, quiere creer que es cierta y finalmente se vuelve cierta.

  • Anónimo
    29 junio, 2011 at 4:07 pm

    Me parece afortunada la idea de un estado cómodo o que se acomoda. Igualmente me parece muy afortunada la columna de don Alejandro. Es eterna la idea de un estado que nunca hace presencia y el olvido parece ser una forma de vida colombiana, la gente desde hace mucho tiempo se acostumbró a esta realidad, la del olvido por parte del estado. Es tan extrema esta actitud, que el país pareciera puede funcionar sin presidentes, alcaldes o gobernadores o sin muchas cosas del estado y el país seguiría su marcha mal que bien. Alguien me decía que con las cosas inverosímiles que pasan aquí, este país solo sirve para hacer películas o escribir novelas como las de García Márquez. El estado y su burocracia paquidérmica aparecen en las mentes de los colombianos simplemente como un gran aparato para incrustar allí la corrupción y otras prácticas, que solo sirven para acentuar el olvido, crear resentimientos y violencias y para que gatas y gatos de cualquier pelambre, hagan de las suyas.

  • Anónimo
    29 junio, 2011 at 7:09 pm

    En Bolivar : la gata

    Me imagino que en Vaupes, Vichada y Guainia surgirà la "lince".

  • Anónimo
    30 junio, 2011 at 12:48 pm

    RA comentarista de acá no es el mismo RA de la columna…ja

  • Alejandro Gaviria
    30 junio, 2011 at 1:17 pm

    No, uno es Rodolfo Arango. Otro Roberto Angulo.

  • Alejandro Gaviria
    30 junio, 2011 at 8:42 pm

    Interesante opinión de GGM:

    Yo creo que el sentido más profundo de “Cien Años de Soledad” no es la desconfianza en el cambio, sino el planteamiento realista de que ese cambio no será tan inmediato, ni tan fácil, ni tal lírico como lo predican sin creerlo (y a veces creyéndolo) algunos místicos de la revolución.

    Yo no saco mis libros de nada sino de la realidad de América Latina y en particular de la Región Caribe, cuya vida cotidiana nos tiene acostumbrados a toda clase de frustraciones humanas, a toda clase de burlas históricas, a toda clase de desastres telúricos, pues hasta los azares geológicos parecen propios del subdesarrollo.

    Lo único mejor que tiene Ursula Iguarán, por ser mujer y por ser más antigua, es suficiente sentido común para darse cuenta de que el mundo de su marido está mal hecho y que el destino de sus hijos está comprometido por su falta absoluta de vocación solidaria, cuyo revés es la soledad.

    Fuente: Periodismo militante, p. 15.

  • Anónimo
    30 junio, 2011 at 11:20 pm

    Alejandro, que piensas de las cifras de empleo?

  • Alejandro Gaviria
    1 julio, 2011 at 1:03 am

    Me parecieron buenas. En particular las cifras correspondientes a las 13 ciudades. Pero la ocupación sigue estando excesivamente concentrada en los trabajadores informales. El empleo está mejorando. La formalización no tanto así.

  • Anónimo
    1 julio, 2011 at 2:15 am

    Quien iba a pensarlo pero Castro va a enterrar a Chavez.

  • Alejandro Gaviria
    1 julio, 2011 at 4:59 pm

    Buena comparación de las economías emergentes. Colombia no aparece todavía en riesgo de sobrecalentamiento.

  • Alejandro Gaviria
    1 julio, 2011 at 5:20 pm

    Sobre Mockus:

    "The true believers can be more dangerous than the cynical operators. The latter might cut a deal; the former have to go to the end—and drag the world down with them”

  • juan francisco muñoz
    2 julio, 2011 at 7:16 am

    Qué piensan de estas tendencias. Parecen el re surgimiento de discursos morales que condenan a la ciencia y a la academia por la sensación de errores en el mundo por crsis económicas y problemas sociales y ambientales. Esta corriente, El Pensamiento Crítico, la están enseñando en la universidad en que trabajo, diciendo que medir no es tan importante como tener un nivel de consciencia. Esto mientras yo busco un profesor decente en análisis estadístico multivariado. Alguien que me de ánimos, por favor. Bueno, quién no ha sobrevivido a todas estas farsas intelectuales, será persistir.