Los debates sobre nuestro sistema de salud adolecen de parroquialismo. Ignoran las comparaciones internacionales. Se quedan en la caricatura local. En diferente grado, con distinta intensidad, los sistemas de salud tienen problemas similares, de oportunidad en la atención, de acceso desigual, de sostenibilidad financiera, etc.
El gráfico anterior es ilustrativo. En el primer panel, tres pacientes ingleses conversan en un cementerio. “Buenas noticias. Acaba de abrirse una cama”, dice uno de ellos ante una tumba recién ocupada. En el siguiente panel, un paciente español, maltrecho y desesperado, tiene 1.080.301 compatriotas por delante en la fila del hospital. En el último panel, dos veteranos de guerra estadounidenses esperan eternamente en la antesala de un consultorio. En las caricaturas, todos los problemas, excepcionales o no, se presentan como representativos.
El nuevo gráfico vuelve sobre lo mismo. Los pacientes españoles son convertidos en clientes; los asegurados, en España, van al hospital, los no asegurados, al cementerio; los pacientes, en Estados Unidos, deben recurrir a la justicia con el fin de conseguir algo más que una aspirina; etc. Todo luce familiar para el lector colombiano, acostumbrado a las caricaturas diarias.
El último gráfico es también ilustrativo. Los problemas de sostenibilidad son presentados, en el caso de España, como un asunto de vida o muerte. No hay salida. No hay forma de conciliar la sostenibilidad con la atención digna. Todo es dramatismo.
Antes de que caricaturicen mi argumento, quisiera dejarlo en claro. El debate sobre la reforma a la salud debe trascender las caricaturas. Tenemos que ser capaces de distinguir los matices, conocer los detalles y discernir las diferencias de nuestro sistema con otros sistemas de salud. Las caricaturas confunden mucho más de lo que aclaran, borran las diferencias, simplifican excesivamente, sirven para ilustrar consignas, no para presentar argumentos. Y mucho menos para hacer o promover reformas.
Alejandro Gaviria
6 mayo, 2014 at 12:14 pmUn buen análisis comparado de nuestro de sistema de salud que va más allá de la caricatura.
Alejandro Gaviria
6 mayo, 2014 at 12:19 pmLas caricaturas llaman la atención sobre ciertos problemas, pero no pueden sustituir el análisis. Muchas veces confunden: en lugar de enfatizar lo esencial, convierten lo excepcional en paradigmático.
Por supuesto, los ideólogos exaltados adoran las caricaturas. Lamentablemente estos últimos han dominado el debate colombianos sobre los sistemas de salud.
Diego
6 mayo, 2014 at 2:20 pm¿Cúal es el grado de sensibilidad apropiado de los dirigentes a la crítica expresada en caricaturas?
Anónimo
6 mayo, 2014 at 4:01 pmAlejandro: No es fácil el trabajo que ud ha realizado. Creo que sus condiciones laborales decayeron (sus posiciones anteriores eran mucho más cómodas y le permitían expresarse como le da la gana, pero bueno… "nada humano me es ajeno". Creo que esa es la razón por la que es Ministro).
Respecto al tema de la salud, inicialmente ud tenía ambiciones más amplias que se toparon con miles de palos en la rueda a la hora de realizarlas. Sin embargo, hago un elogio a sus logros y a su labor pedagógica para dar a entender las complejidades que enfrenta. Quizás no llego a donde quería, pero sí preparo el camino y sembró la semilla del cambio. Puede que no le sea reconcido abiertamente, puede que el siguiente en su silla logre lo que ud pretendía, pero ahí está la clave: ese también será su logro.
No queda mucho tiempo (yo también he tachado días en mis trabajos), pero piense que la gente que tanto lo estigmatiza, que se engrandece al tratar de reducirlo, es la que más lo necesita. Siga demostrando su grandeza. No baje la guardia, le prometo un aplauso cuando se retire.
Conocí este blog un par de meses antes de que se dedicara a la salud; una lástima no haber podido participar de sus debates. Sin embargo, he aprendido bastante con algunos de sus posts y sus discusiones. (Jaime Ruiz tampoco lo olvida, hace poco vi que lo nombró un par de veces en su blog. Nada grave).
Gracias por servir al país, por tratar de encausar un debate serio, por seguir enseñando después de salir de la academia (incluso a aquellos que no asistimos a ella).
Nicolás.
Alejandro Gaviria
6 mayo, 2014 at 6:50 pmGracias Nicolás. Muy alentadoras sus palabras.
Alejandro Gaviria
7 mayo, 2014 at 1:51 pmLos mexicanos están en lo mismo.
LHJ
7 mayo, 2014 at 3:05 pmNo hay modelo perfecto de salud. Los sistemas Beveridge de salud estatizada tienen tiempos de espera infinitos por citas medicas, y no cubren todos los servicios disponibles (basta recordar el NICE britanico). Ya quisiera yo ver a los que piden un sistema asi para Colombia cuando el NICE colombiano diga que no cubre cierto procedimiento por no ser costo-eficiente, o cuando tengan que ir a Emergencias porque la cita con el dermatologo se demora 1 anho.
Alejandro Gaviria
9 mayo, 2014 at 9:53 pmDejo dos comentarios por aquí.
Dice Mockus:
"A mí me parece que parte de la civilidad en una sociedad se manifiesta en la manera de hacer confrontación de ideas. Si la gente utiliza muchos adjetivos, ofende, ataca de manera particularmente agresiva, es porque las diferencias son tan grandes que no hay terreno común para hablar o porque no hay diferencias de fondo. Entonces, dan el espectáculo como riña de gallos".
Dice Robert Redeker:
¿Qué piensa de los indignados?
Creo que es el conformismo absoluto. La ausencia total de reflexión y pensamiento. Basta leer el libro Indignaos, de Stéphane Hessel, para darse cuenta de que todo es un vacío. Lo único que hay es una reacción contra formas de poder pero desde el vacío. No hay contenido, sino simplemente una cosa revoltosa.
Alejandro Gaviria
12 mayo, 2014 at 2:34 amLos caricaturistas mexicanos parecen más acuciosos que los nuestros.
Claudio Buitrago
26 junio, 2014 at 5:59 pmCriticar, ridiculizar y destruir es muy facil, lo realmente importante es construir, plantear el problema con seriedad y ajustado a la realidad, crear y ser exitoso en un modelo. Indudablemente siempre habran inconformes porque nunca va a ser posible complecer a todos.
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18 julio, 2014 at 10:08 amNice post,, i'm very enjoyed to visit this site 😀
Anónimo
20 julio, 2014 at 4:27 pmAlejandro, se le extraña por estos lares. Yo por mi parte estoy esperando que al terminar su periplo como Ministro de Salud, y pueda con libertad hablar de ello, nos haga su balance. Usted sabe que siempre he estado de su lado. Tarantini (posiblemente ni me recuerda en su blog, pero eso no es lo importante).
ChEstEr
15 agosto, 2014 at 5:54 amMe sorprende que lo diga un Economista, que no me parece nada adecuado que tenga cargo de ministro de salud. ojo a la conexión economía-salud.<- Parece mas un chiste de mal gusto. jajajajaj
Alejandro Gaviria
15 agosto, 2014 at 5:04 pmTarantini: que bueno saber de vos. También extraño la libertad de opinar pero bueno…
Sobre la ignorancia (o mejor la exhibición de la ignorancia) del último comentarista, prefiero no opinar.
Anónimo
9 octubre, 2014 at 8:46 pmSegún Bergson en el ensayo -La risa- “Cuantas más sean las formas y las fórmulas, otros tantos marcos tendremos ya hechos para encajar allí lo cómico”. Exigirle argumentos serios a una caricatura es estar pisando el borde de una carcajada. Sin embargo no hay nada más serio que el humor y la simplificación con las cuales trabajan las caricaturas no es más que el removedor del maquillaje utilizado con mucha frecuencia por todas las instancias de cualquier poder.
Luis.
Anónimo
18 noviembre, 2014 at 12:05 amMinistro, pienso que no es apropiado llamar "exhibición de ignorancia" al comentario de una persona que no esté a favor de sus pensamientos y descartar sus palabras solo porque no se expresó de manera correcta. Algo de verdad debe haber en las ideas de cada persona. En este caso quisiera resaltar que en realidad sí es muy importante evaluar la relación economía-salud ya que, en un tema tan delicado como lo es la reforma, tiene que existir un equilibrio entre las cifras y las vidas humanas, en las primeras son expertos los economistas y en las segundas, el personal de salud. Es impensable pretender solucionar algo si ambos no van de la mano. Por eso Ministro, espero que lea esto y piense en la gran responsabilidad que tiene en sus manos, en todas las vidas que pueden salvarse, en el bien que le puede hacer al país y piense que la amplificación de los conflictos que existen entre el gobierno (a quien representa) y el personal de salud solo retrasan los procesos necesarios para cambiar este sistema de salud que no permite a los pacientes contar con lo que requieren para su bienestar ni a los médicos ejercer la medicina. No le puedo asegurar que todo el sector salud esté de acuerdo con mis palabras, pero creo firmemente que un gesto suyo que haga entender que está dispuesto al dialogo podría cambiar muchas cosas.
Pedro Martinez
23 enero, 2016 at 12:14 pmMinistro no pésimos un sistema perfecto pero si uno que garantice una atención digna para los que mensualmente nos descuentan por nómina. Este grado de ineficiencia demuestra que el control no existe apriori sino después. Alguien muere y al publicitarlo en redes viene la reacción de uds pero y las familias de los afectados que? Otro muerto más por culpa de la ineficiencia pero en si siempre vamos a consultas y estos centros están colapsados, citas con especialistas, exámenes, tratamientos para semanas o meses después!. Pienso que sus esfuerzos han fracasado y muy poco se ha corregido, su gestión no ha sido buena. Hospitales y clínicas con personal en paros por falta de pago y sin médicos suficientes para atender urgencias. Se rajó ministro!