El Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta (CDFLLA) cumplió ochenta años de vida institucional la semana anterior (había sido fundado en 1934 por el entonces presidente Alfonso Lopez Pumarejo). Simultáneamente fue reconocido, por parte de la Comisión Intersectorial para el Talento Humano en Salud, como hospital universitario, la primera institución pública del país en alcanzar este reconocimiento.
Hoy el CDFLLA atiende 550 pacientes diarios con un porcentaje de satisfacción de 95%. Las citas se otorgan con oportunidad, en siete días o menos. Los programas en salud pública, como lepra y leishmaniasis, son gratuitos. 84% del presupuesto proviene de la autogestión. Los excedentes generados se invierten en dotación e infraestructura. En suma, los fines sociales y de sostenibilidad fiscal son perfectamente compatibles en esta institución.
Algunos dirán que el buen desempeño se dio a pesar de los problemas del sistema de salud. Otros dirán lo contrario, que fue posible gracias al sistema. En Colombia casi nunca nos ponemos de acuerdo acerca de las razones del éxito o las causas del fracaso. Llevamos años de debates. De vueltas y revueltas. De diagnósticos enfrentados. De búsquedas de culpables y chivos expiatorios.
Pero más allá de los debates interminables. hay un hecho cierto. El sistema es el mismo, los problemas son comunes, pero los resultados suelen ser distintos: a unos hospitales públicos les va bien, a otros regular y a otros mal. Para algunas instituciones, los problemas del sistema se han convertido en una excusa conveniente, una especie de justificación empaquetada para desafueros y desvaríos.
Las comparaciones pueden ser ociosas, pero son necesarias. Un hospital público, con el mismo nombre, ubicado en una ciudad intermedia no muy lejos de Bogotá, el Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué, sufre actualmente graves problemas financieros, atraviesa por una crisis profunda que ha degradado la prestación de los servicios y afectado a sus trabajadores. ¿Qué explica la diferencia entre un caso y el otro? ¿El sistema? No creo, aunque el CDFLLA deriva buena parte de sus ingresos de la consulta particular. ¿El tipo de empresa? Tampoco. Las dos instituciones son Empresas Sociales del Estado. La explicación es simple, creo yo: la buena gestión, la honestidad, el estricto manejo de los recursos, el liderazgo, etc.
La politización de los hospitales públicos, sobre todo de los hospitales de tercer nivel, es un problema sempiterno del sistema de salud. O mejor, es un problema de la descentralización que afecta al sistema de salud. Algo similar ocurrió años atrás con las licoreras y las loterías. Afortunadamente algunas instituciones hospitalarias, el Instituto de Cancerología, el Hospital General de Medellín, el Hospital Departamental de Nariño, el Hospital San Jorge de Risaralda, entre otros, muestran que el problema puede tener solución, que lo público puede ser un paradigma de la buena administración y un factor de cambio social, que podemos, como dijo hace ya muchos años Albert O. Hirschman, seguir manteniendo un sesgo por la esperanza.
Sin duda la historia de estas dos instituciones tocayas contiene importantes enseñanzas para todos. Propios y extraños.
(Fragmento del discurso pronunciado en la celebración de los 80 años del Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta)
Alejandro Gaviria
26 agosto, 2014 at 2:52 amComo bien señaló una tuitera, la comparación es un poco de peras con manzanas. El contexto de ambos hospitales es diferente. Pero, sea lo que sea, uno es un paradigma de buena gestión, y el otro, de lo contrario.
JuanDavidVelez
26 agosto, 2014 at 5:23 amHola, la misma comparación puede encontrarse en el mismo hospital público (por lo tanto misma ciudad, y en este caso por la diferencia del tiempo a los dos les tocó el mismo sistema (años 2000 a 2010)) la diferencia en el caso que conozco era solamente el gerente. Sé por lo menos de un caso. No sé de que nivel era ese hospital. Mucha suerte Alejandro con todo y un saludo.
Unknown
26 agosto, 2014 at 10:56 amSería interesante para completar la crónica que diera un vistazo por el hospital de San Vicente Antioquia, que ha pasado de ser privado a público y luego nuevamente de lo público a lo privado. Sin importar mucho el sistema, en el primer cambió los privados lo entregaron con 2000 millones en caja, en el segundo lo devolvieron con un déficit de 1500 y nuevamente que volvió a los fundadores lo tienen con 700 nuevamente en caja. No hay que sacar muchas conclusiones, pero me gustaría que le diera un vistazo al caso que le pongo sobre la mesa. Suerte ministro, usted es de los honestos.
Anónimo
26 agosto, 2014 at 3:10 pm¿no debería cambiar de cartera ?
LHJ
26 agosto, 2014 at 5:30 pmInicialmente pense que era una historia de hospitales especializados (dermatologia en este caso, cancer en el Cancerologico) contra hospitales multi-especializados (el resto en su gran mayoria). Que tan especializados son los otros hospitales mencionados? Hay evidencia de como la cultura del hospital cambia cuando el hospital crece, o cuando hace parte de una red multi-especialista (Curoe, Kralweski, y Kaissi, 2003)
Anónimo
26 agosto, 2014 at 8:02 pmOtro ejemplo esta en el Distrito, en la Red Pública, con el Hospital Pablo VI Bosa ESE, ejemplo de buena gestión, sostenible financieramente y es una institución con acreditación en calidad. La gestión tiene mucho que ver, o si no ¿por qué los hospitales de la red pública del distrito presentan resultados tan disímiles?
Anónimo
31 agosto, 2014 at 11:49 pmUn tribunal médico de Francia reconoce los daños por la vacuna del papiloma Publicado jueves, noviembre 28, 2013
Un tribunal médico de Francia reconoce los daños por la vacuna del papiloma La prensa francesa publica estos días que la Comisión Regional de Indemnizaciones de Accidentes Médicos de Aquitania (Francia) ha reconocido la relación de causalidad de la vacuna del papiloma con daños en el sistema inmune de una chica de 15 años. Así lo hace Le Point L’Usine Nouvelle o Le Parisien. De ser así, dicha institución se convierte en la primera de Europa en hacer oficiales los daños de esta vacuna (ya conocidos, por otra parte). La citada Comisión, estaría fomentando así el derecho de la joven y su familia a percibir una indemnización por los perjuicios recibidos. También se publica que el abogado de la familia ha interpuesto una demanda por ello. Lo que en teoría reconoce la Administración pública francesa, según amplía el periódico on line en castellano La Celosía, es el nexo de causalidad entre la inyección a una joven de 15 años de la vacuna Gardasil, fabricada por la entente comercial Sanofi Pasteur Merck, Sharp and Dohme (MSD) y una reacción desinflamación aguda del sistema nervioso. Una segunda inyección (la vacuna consta de tres pinchazos) provocó el desequilibrio del sistema inmunológico. La Comisión de Indemnizaciones habría abierto el camino para que Sanofi Pasteur MSD tuviera que pagar una indemnización, aunque esto está por ver (lo mismo tras el largo proceso que espera a los agentes implicados se demuestra que no). La chica, aparte de la encefalomielitis aguda, ha atravesado fases de ceguera, parálisis facial y se encuentra desde hace meses parapléjica. Se está apuntando al aluminio, adyuvante utilizado en la vacuna para potenciar la respuesta inmunitaria como uno de los causantes de los daños que sufre la afectada. Esta primera demanda, el abogado de la chica la pone al laboratorio y la Agencia Francesa de Medicamentos. No sabemos si serán oleadas, tsunamis o simples mareas pero comenta la prensa francesa que hay unas veinte demandas más en preparación. Como explica La Celosía, en diciembre próximo el Bufete Almodóvar & Jara presentará las primeras demandas en España y con seguridad en sucesivos meses habrán más.
Diana Rey
4 septiembre, 2014 at 2:31 amBuenas noches
Soy estudiante de Comunicación social y periodismo de la Universidad de La Sabana y me encuentro realizando un reportaje acerca de la Salud mental en Colombia. Quisiera saber si puedo ponerme en contacto con usted señor Ministro Alejandro Gaviria Uribe.
Mi petición es para saber si el puede darme una entrevista, abarcando este tema y hablándome un poco de la situación actual en el país.
Muchas gracias
Espero su respuesta
Diana Rey
ALVARO SAADE URUETA @saadealvaro
4 septiembre, 2014 at 6:04 pmEn cuanto a la dirección, funcionamiento o gestión de los hospitales y de las E.S.E. en general inciden algunas fallas del "sistema", pero quizás la de mayor peso es la politiquería y la corrupción en la designación de los gerentes o directores. Por lo menos en el caso de Santa Marta y del departamento del Magdalena ello es evidente. Para una muestra lo invito, señor ministro, para que revise lo que ha venido sucediendo desde 2008 en la E.S.E. Hospital San José del municipio de Aracataca hoy llamado Luisa Santiga Márquez y lo que está sucediendo en la E.S.E. Alejandro Próspero Reverend de Santa Marta, en este último caso han nombrado a 7 gerentes en un período de 2 años. ¿Cómo se explica esta situación?
[email protected] @saadealvaro
Anónimo
9 septiembre, 2014 at 8:05 pmseñor gaviria:
Ponga atención en Carmen de Bolivar y déjese de anarquías morales. hasta que no hayan fallecidos despertará.
http://www.eluniversal.com.co/regional/bolivar/el-drama-de-las-familias-de-el-carmen-de-bolivar-170325