En diciembre de 2016, el INVIMA
expidió el registro sanitario del medicamento Nivolumab (Opdibo es su marca
comercial). El titular del registro sanitario
es Bristol- Myers–Squibb. El nuevo medicamento está indicado
para el tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón metastásico de células no
pequeñas, para el tratamiento de pacientes con melanoma irresecable o
metastásico luego del tratamiento con Ipilimumab y un inhibidor de braf y para el
tratamiento de pacientes con carcinoma avanzado de células renales (rcc, por
sus siglas en inglés) que han recibido terapia anti-angiogénica previa.
expidió el registro sanitario del medicamento Nivolumab (Opdibo es su marca
comercial). El titular del registro sanitario
es Bristol- Myers–Squibb. El nuevo medicamento está indicado
para el tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón metastásico de células no
pequeñas, para el tratamiento de pacientes con melanoma irresecable o
metastásico luego del tratamiento con Ipilimumab y un inhibidor de braf y para el
tratamiento de pacientes con carcinoma avanzado de células renales (rcc, por
sus siglas en inglés) que han recibido terapia anti-angiogénica previa.
Durante este año, se han recibido
166 recobros del medicamento en cuestión. Los recobros superan los 4.500
millones de pesos. El medicamento le ha sido formulado a 66 pacientes, lo que
implica un valor por persona de 67.501.278 pesos. El gráfico muestra las
frecuencias de los diagnósticos más mencionados por los prescriptores.
166 recobros del medicamento en cuestión. Los recobros superan los 4.500
millones de pesos. El medicamento le ha sido formulado a 66 pacientes, lo que
implica un valor por persona de 67.501.278 pesos. El gráfico muestra las
frecuencias de los diagnósticos más mencionados por los prescriptores.
Hay tres preocupaciones que vale
la pena señalar escuetamente en esta entrada. Primera, el precio del
medicamento es muy alto, en promedio más de seis millones de pesos por dosis de
100MG/10ML. Este es un problema global (ver aquí
y aquí).
Pero en el contexto local tiene una implicación obvia: la necesidad de un control
de precios a la entrada, que coincida con el otorgamiento del registro
sanitario tal como lo señala el artículo 72 de la Ley del Plan Nacional de
Desarrollo (que ha sido combatido por la industria). El medicamento será sometido a
control de precios en los próximos días.
la pena señalar escuetamente en esta entrada. Primera, el precio del
medicamento es muy alto, en promedio más de seis millones de pesos por dosis de
100MG/10ML. Este es un problema global (ver aquí
y aquí).
Pero en el contexto local tiene una implicación obvia: la necesidad de un control
de precios a la entrada, que coincida con el otorgamiento del registro
sanitario tal como lo señala el artículo 72 de la Ley del Plan Nacional de
Desarrollo (que ha sido combatido por la industria). El medicamento será sometido a
control de precios en los próximos días.
La segunda preocupación tiene que ver
con la dispersión en los valores recobrados. Como se muestra en el gráfico
siguiente, el medicamento se recobra en algunos casos hasta 30% por encima del
precio promedio nacional. Las diferencias por institución, que también se
muestran, son ciertamente notables y en principio injustificadas.
con la dispersión en los valores recobrados. Como se muestra en el gráfico
siguiente, el medicamento se recobra en algunos casos hasta 30% por encima del
precio promedio nacional. Las diferencias por institución, que también se
muestran, son ciertamente notables y en principio injustificadas.
La tercera preocupación es más
compleja, atañe a la
efectividad o incluso a la costo-efectividad de los nuevos tratamientos. Este
también es un debate global que involucra no solo consideraciones de tipo
financiero, sino también de tipo bioético: el derecho a la salud no implica,
no puede implicar, por mero realismo, el acceso a medicamentos a cualquier
precio (ver un artículo
conceptual al respecto publicado recientemente por la revista Lancet).
compleja, atañe a la
efectividad o incluso a la costo-efectividad de los nuevos tratamientos. Este
también es un debate global que involucra no solo consideraciones de tipo
financiero, sino también de tipo bioético: el derecho a la salud no implica,
no puede implicar, por mero realismo, el acceso a medicamentos a cualquier
precio (ver un artículo
conceptual al respecto publicado recientemente por la revista Lancet).