Las terapias ABA (Applied Behavioral Analysis) son una intervención conductal para niños con trastornos en el espectro autista. La intervención comprende terapias físicas, psicológicas y de lenguaje, así como componentes educativos y pedagógicos. Algunas veces las intervenciones se apoyan en el uso psicoterapéutico de animales (equinoterapia, delfinoterapia, etc.) o de la música y el arte.
La evidencia sobre la efectividad y eficacia de las terapias ABA es escasa y preliminar. Poco o nada se sabe acerca de sus efectos permanentes sobre la capacidad cognitiva o la calidad de vida de los niños. En particular, el uso terapéutico de animales no cuenta con ningún sustento científico (Rev. Neurol. 2006, 43(7): 425-438). En Colombia, además, la gran mayoría de las instituciones prestadoras no cuenta con un proceso de habilitación formal.
Desde hace cinco años, el número de tutelas que ordenan la prestación de terapias ABA ha crecido de manera exponencial. Las terapias son pagadas por las EPS y recobradas posteriormente al Fosyga. El gráfico muestra el crecimiento de los valores recobrados por terapias ABA en la base de datos del Fosyga. Los recobros pasaron de 200 millones en 2006 a 35 mil millones en 2012: 40% está concentrado en el departamento del Atlántico y 80% en la Costa Caribe. En 2013, según las proyecciones actuales, los recobros superarían los 50 mil millones.
Casi 25% de las tutelas son direccionadas de manera explícita a una institución prestadora específica. En Valledupar, 8 de los 11 fallos proferidos por el juzgado cuarto fueron direccionados al Centro de Rehabilitación Integral Renacer I.P.S. En Barranquilla, el juzgado trece civil del circuito ha direccionado varias tutelas al Centro Nacional de Equinotertapia, AERCA. En Cartagena, el juzgado cuarto civil municipal ha hecho lo propio con el Encuentro para Soluciones de Comportamiento, ESCO.
Las cifras mostradas (así como las numerosas anécdotas existentes) sugieren que muchas terapias ABA constituyen un abuso creciente en el mejor de los casos y un fraude generalizado en el peor. La indefinición del núcleo del derecho fundamental a la salud, aunada al comportamiento cuestionable de algunos jueces y al oportunismo de varios prestadores de servicios, sigue siendo una causa preocupante de corrupción y abusos a nuestro sistema de salud.