El candidato argumentó que “tal vez por (mi) personalidad, por la vida que he tenido, no me gusta mucho la pugnacidad. He tratado de evitar los conflictos. Me gusta más juntar la gente que piensa distinto”, por lo que cree que, aún enfrentando a algunos poderes que no dejan que la sociedad colombiana avance, es necesario generar esperanza, consensos y respetarnos éticamente, porque, de lo contrario, gobernar en medio de la polarización, será imposible para quien sea que gane.
Acuerdo Centro Esperanza