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Supersticiosos

La mayoria de los comentaristas colombianos parece convencida de que la tragedia del invierno es hechura nuestra, un resultado de nuestros pecados, de nuestra caótica ocupación del territorio, de nuestra falta de planeación. En opinión de muchos (1, 2 y 3), la sociedad colombiana no es víctima de una naturaleza inclemente o despiadada; todo lo contrario, la naturaleza ha sido victimizada, casi arrasada, por una sociedad depredadora, irresponsable. Esta tragedia, se dice con frecuencia, nos pinta de pies a cabeza, nos refleja fielmente en el espejo incómodo de nuestras propias faltas.

En medio del desconcierto, agobiados por la magnitud del desastre, confundidos por una realidad que, literalmente, nos ha desbordado, hemos revivido, entre otros, el mito del indígena ecologista: si tan solo siguiéramos el ejemplo de nuestros hermanos mayores. Previsiblemente hemos caído también en otro mito recurrente, el de Frankenstein: tarde o temprano la naturaleza cobra venganza de quienes irrespetan sus mecanismos misteriosos. Algunos columnistas se asemejan a los curas de los tiempos de la colonia que, ante un terremoto o una epidemia, proclamaban, convencidos, que el advenimiento de la tragedia sólo tenía una explicación posible: los extravíos pecaminosos de la sociedad. La religión era otra. Pero el sermón sigue siendo el mismo.

En general hemos caído en una especie de compulsión moralizante. El desastre invernal, decimos, no es una tragedia: es un castigo merecido. En nuestras interpretaciones más recurrentes, no hay causas externas: sólo hay culpables, muchos villanos y unos cuantos héroes incomprendidos que predican en vano en medio del diluvio. Así las cosas, el debate necesario sobre las políticas ambientales se plantea, de entrada, en términos de virtudes y pecados, como si se tratara de un asunto religioso. Nadie habla de costos y beneficios, del complejo balance entre desarrollo y medio ambiente. Nos hemos quedado en los sermones, en los golpes de pecho.

Llevamos, por supuesto, muchas décadas, desde los tiempos del cólera o más atrás, deforestando la cuenca del río Magdalena. Nuestras autoridades ambientales son un ejemplo de venalidad y corrupción. Con frecuencia la planeación urbana obedece más a los intereses de los dueños de la tierra que a los de la comunidad. Pero la superchería que asocia, de inmediato, las faltas de la sociedad con las tragedias humanas no tiene sentido. Hemos sufrido los peores aguaceros de los últimos cuarenta años. Vivimos en un país con una geografía difícil, casi imposible. Los asentamientos en las laderas de las montañas y las riberas de los ríos no son nuevos. Ni van a desaparecer. Son parte de este país. Además, ya somos casi cincuenta millones de personas, una realidad que han omitidos casi todos los análisis de los últimos días.

“Nosotros… buscamos cambiar el sistema como única forma de superar la crisis climática y seguir viviendo bajo el cobijo de nuestra Pacha Mama durante las próximas generaciones”, escribió un columnista de este diario esta semana, citando una proclama indígena o algo parecido. Con las tragedias, con los desastres naturales, aumenta la superstición. Si tan sólo dejáramos el pecado o cambiáramos el sistema, podríamos vivir felices y tranquilos en nuestra Pacha Mama, la nueva tierra prometida.

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  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 3:29 am

    Columna de William Ospina. Ni que nos hubiéramos puesto de acuerdo para contradecirnos.

    Ella a veces se acuerda y vuelve a ocupar sus antiguos espacios, pero somos nosotros los que tenemos que comprender las leyes del mundo: porque llegamos más tarde y porque lo invadimos todo con una arrogancia que se parece demasiado a la ignorancia…

    Hubo pueblos más sabios. Los zenúes, de la región de La Mojana, donde se unen las aguas grandes de Colombia, las aguas del Cauca y del Magdalena, ya hace mil años sabían controlar el régimen de las inundaciones y aprovecharlo para convertir las tierras inundables en zonas de cultivo…

    Temo que mi amigo Alejandro Gaviria, quien hace tiempo ya no me refuta, acaso saldrá a decir que la cultura que sabe conservar el mundo es la nuestra, y que los indígenas se dedicaban a depredar y a destruir el entorno. Pero la verdad es que después de veinte mil años de estar estas tierras habitadas por incontables pueblos indígenas, la exuberancia del mundo americano a la llegada de los europeos era asombrosa.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 3:29 am

    Estos debates con William Ospina ya están un poco caducos y repetidos. Pero, para los interesados, enlazo tres rounds anteriores: 1, 2 y 3.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 3:31 am

    Steven Pinker, quien ha llamado la atención sobre la psicología moralizante de la especie, elaboró una interesante lista de temas en los cuales el moralismo ha desplazado completamente otros enfoques. Ante los siguientes temas, dice Pinker, sólo parece haber una postura posible, la de la indignación moral:

    La publicidad dirigida a los niños, las barbies, la ropa fabricada en países del Tercer Mundo, la investigación financiada por el sector defensa, los pañales desechables, las bolsa plásticas, los chistes raciales, los salarios de los altos ejecutivos, la comida rápida, los abrigos de piel, las pruebas de inteligencia, la minería, la extracción de petróleo, las galpones de pollos, el castigo físico a los niños, las exenciones tributarias, la violencia en televisión y la delgadez de las modelos.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 3:32 am

    La figura que acompaña la entrada muestra una colección de titulares de El Tiempo de los años sesenta y setenta.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 4:21 am

    Alejandro

    Leo su columna y los enlaces que añadió.

    Mas que contradicciones son complementos, me parece a mi.

    Sin duda es cansón darse golpes de pecho después de la tragedia debemos asumir que hemos ocupado territorios, los hemos modificado y eso, tarde o temprano, nos termina afectando. Así como la gente se asienta – y se asentará – en riveras o laderas debemos reconocer que hace falta planeación a largo plazo y eso lo pagamos propios y ajenos.

    Estoy muy de acuerdo con usted que no se ha hablado mas allá de los sermones; es importante ver números, inversiones una infraestructura sostenible, proyectos en los que se pueda vivir y en los que "la naturaleza no reclame lo suyo".

  • Dreamer PhD
    19 diciembre, 2010 at 6:16 am

    Esta semana, mientras buscaban los cuerpos que faltaban en La Gabriela, unos niños buscaban un pulpo y un oso de plástico en el fondo de la piscina, en la que me encontraba broncéando y tomándo champagne con mi novia. En esos momentos, pensé (igual que todos los colombianos) apodícticamente que todo lo que ocurría era causado por la pobreza. Los asentamientos, las ciénagas, la cuenca del río Magdalena y demás, simplemente constituyen los desprotegidos por el gobierno. Tan axiomática fue mi apreciación que se organizó una teletón nacional para recaudar dinero para los damnificados, y no una Ch'alla dirigida por el profesor Yarumo o el profesor Moncayo. Luego mi hija me preguntó – Papi: ¿Por qué en Colombia no cae nieve? Y de una manera coherente le respondí – Hijita, nosotros no tenemos tanto dinero.

  • D. Cardo
    19 diciembre, 2010 at 8:08 am

    Me parece que la superstición existe, pero no por las razones que la columna argumenta.

    Al contrario de lo que sugiere la columna creo que el lenguaje que se usa en Colombia para referirse a los episodios trágicos del invierno ("el invierno destruye", "el alud mata") oscurecen la responsabilidad del ser humano en su ocurrencia, a saber (por decir lo menos) la infraestructura mediocre y planeación-prevención inexistentes.

    Ese lenguaje le atribuye en cambio toda la responsabilidad a los elementos naturales, los aludes y las lluvias, como si estos estuvieran determinados a destruir y matar, asignándoles una agencia cuasi-humana de una forma -esa sí- supersticiosa y no dejando campo más que para una muy católica resignación.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 12:36 pm

    D. Cardo: la mayoría de los comentarios (y muchos editoriales) dicen lo contrario. “Esta no es una tragedia natural” he oído decir innumerables veces.

    Sobre los titulares, sinceramente creo que los deslizamientos, los huracanas y los terremotos sí matan. Pero como dice Milan Kundera, “han sido desterrados del campo de la tragedia y entregados a la autoridad de jueces ávidos de castigo”. Ya el Procurador, por ejemplo, dijo que iba a investigador los gobernadores.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 12:44 pm

    No Metan a San Pedro de María Jimena Duzán.

    La realidad es que ni siquiera Dios puede arreglar lo que por tantos años dañaron y acabaron las élites políticas.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 1:15 pm

    Leyendo los comentarios en el EE, me doy cuenta de que algunos lectores se tomaron literalmente la última frase. La ironía a veces se pierde en el vacío.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 1:34 pm

    Dios tarda pero nunca olvida….

    Hace un tiempo iba en un taxi por las calles de Barranquilla mientras se desgajaba un tremendo aguacero y los arroyos subían peligrosamente, arrastrando alguno que otro carro entonces el conductor autoproclamado cristiano me comenta sin preguntarle que esas lluvias torrenciales eran castigo divino por nuestros desvaríos, a lo que yo respondí torpemente no será maestro que Dios está mandando estas lluvias a destiempo respondiendo al clamor de los campesinos que han rezado durante el duro verano y al pobre Dios se le habían acumulado tantos pedidos que solo hasta ahora esta los está despachando, recuerde hermano que Dios tarda pero nunca olvida…el hombre me miro con cara de pocos amigos, le subió el volumen a la radio y la voz del pastor se impuso sobre el ruido de la lluvia contra las latas por lo que se podía oír claramente una de las terribles sentencias bíblicas contra uno de los pecados de la carne de los que fui asiduo practicante en mis años de dorada y atormentada adolescencia: el vicio solitario, el onanismo, la masturbación, la propia paja…La voz tronaba. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehena, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehena. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehena, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga.> entonces entre en pánico porque sentí que en cualquier momento seria arrasado dentro del pequeño taxi al rio Magdalena donde moriría ahogado y descendería inexorablemente al infierno mojado pero entero, porque en el taxi no tenia como cortarte la mano derecha, sacarme los ojos, cortarme los pies aunque hasta donde recuerde con las patas no he cometido pecado alguno, quizás haberla metido con estos comentarios…
    Lelo69

  • vulturno
    19 diciembre, 2010 at 1:42 pm

    Seguramente fue antes, pero la cartilla decía que lo de Armero dio origen en Colombia a las políticas de prevención y planeación y el discurso según el cual los desastres no son naturales y hay que aprender a convivir con el riesgo como lo hacen los japoneses. Al parecer sí ha habido avances en materia de disminuir las pérdidas de vidas salvo cuando se trata de barrios de ladera que no deberían estar donde están.
    Teóricamente con las series de tiempo se deben tener calculados los peores casos por esporádicos que sean: los vientos más rápidos esperados, los picos de lluvias, la posible mayor altura del lahar del Nevado del Tolima (que tapará cualquier edificación de Ibagué) y eso debe entrar en los diseños.
    Mi siguiente tarea autoimpuesta será entender para qué sirve Urrá en el sistema interconectado nacional. Su oferta era control de caudal y algo de generación para la isla de la costa norte, pero al parecer resulta irrelevante para ambos propósitos (en la cartilla de la regulación energética se supone que cuando llueve mucho la generación de las hidráulicas debe ser plena y el rebosamiento debe costar despidos).
    En el ámbito de esos vocablos que los antropólogos no perdonan que los legos atropellemos, sería interesante mirar qué hace que la gente vuelva a vivir al lado del río que cada veinte años causa tragedias, ya que no solo la actividad económica de la que dependen explica el apego.
    En un año pasamos del pánico por un posible racionamiento por fenómeno del Niño, atajado por una intervención estatal del negocio del gas, en el marco de proyecciones ambiciosas de venta de energía eléctrica a Centroamérica y más lejos; a una megacrisis por desbordamientos (y el reporte de nuestra vertiginosa caída en la lista de países con más recursos hidráulicos). Nada más eso merece un replanteamiento estratégico.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 1:53 pm

    Vulturno: entiendo que Urrá funcionó más o menos bien en los años pasados. Pero no sé (habría que averiguarlo) si las lluvias de este año superaron los parámetros de diseño y el vertimiento fue inevitable. No creo, en todo caso, que la tragedia de este año obligue a un replanteamiento del sistema interconectado.

    En marzo, el gas se estaba acabando por la sequia. Ahora las termoeléctricas duermen el sueño de los justos. Pero así son estas cosas.

  • vulturno
    19 diciembre, 2010 at 2:19 pm

    Es cierto, la planeación del sector energético seguirá por donde iba. Los generadores próximos a veces cumplen funciones relacionadas con la estabilidad y el control del factor de potencia (incluso oxigenar el agua como en Mesitas del Colegio). Es la clase de razón por la cual las térmicas de la Costa son necesarias a pesar de que la energía de Antioquia es más barata (Otro ejemplo de la utilidad de la interconexión es Paraguay, autosuficiente en generación pero conectado a Brasil por razones de estabilidad). Posiblemente lo de Urrá era inevitable (hace pocos años lluvias excepcionales generaron escándalos en Honduras, donde el sistema sigue siendo monopolio estatal, precisamente por vertimientos e inundaciones) y frente a emergencias como la del 88 ya es ganancia que haya unos operadores que avisen que van a verter, pero no deja de ser pertinente evaluar qué se debe hacer con ese nodo.
    Hay algo que es cierto en la escala de una ciudad pero no extrapolable al país. La manía de las obras civiles disminuye el coeficiente de retención por el suelo y desplaza más agua a otro punto. Es la clase de razón por la cual mucho geólogos fustigan la canalización del Tunjuelo (cuya tendencia natural es a explayarse y termina por abrirse camino llevándose unos gaviones que de paso le dan de comer a una gente que vive de poner más gaviones).
    Frente a la disponibilidad de los recursos hidráulicos se supone (al menos hay fe en ello) que hay acciones positivas que se pueden hacer en términos de conservación de cuencas y otras por fuera del alcance de nuestra economía (como hacer una Brasilia en el Magdalena Medio que desconcentre población en un sitio como Bogotá).

  • D. Cardo
    19 diciembre, 2010 at 2:38 pm

    Supongo que quería apuntar que no toda búsqueda de responsabilidad del ser humano en el desastre es producto de una visión supersticiosa de la naturaleza -aunque entiendo por la columna que algunos comentaristas se concentran en explotar este ángulo creo que en los medios sigue primando una visión "resignada" en la que domina el tono "el invierno mata".

    Diría que nuestra proverbial incompetencia para lidiar año tras año con las consecuencias de los inviernos es un llamado a más (y no menos) reflexión sobre nuestra responsabilidad en la planeación y mantenimiento de infraestructuras regionales y urbanas más resistentes a los elementos (sin necesidad de meter a Pacha Mama, o de mitos del buen salvaje). Saludos.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 2:50 pm

    Unos comentarios:

    Los terremotos, las erupciones volcánicas, los huracanes, los maremotos no son desastres naturales en sí mismos: son fenómenos geológicos, climáticos, etc. Los "desastres", es decir, las consecuencias de que sucedan surgen de la interacción entre esos fenómenos (unos más naturales que otros, como se sabe ahora con lo del cambio climático) y lo que se encuentran por el camino. Y lo que se encuentran por el camino lo hemos hecho nosotros, bien o mal, así que la magnitud del desastre dependerá de qué tan bien o mal hayamos hecho las cosas.

    Lo verdaderamente importante de la reflexión del columnista es el punto que no desarrolla, probablemente por problemas de espacio, y es lo del "análisis costo-beneficio" del quéhacer humano, que es lo que define la magnitud de las catástrofes. Esto pondría los términos del debate más en su terreno y es un ejercicio urgente que puede comenzar precisamente por las facultades de economía. ¿Cómo valorar (avaluar) el capital natural? ¿Cómo se deprecia? ¿Cuales son los costos y beneficios de cualquier actividad en términos del entorno natural, ya que nada se produce en el vacío?

    Esa sería una contribución enorme no solo al debate sino a las acciones necesarias para evitar que los costos de nuestras actividades terminen superando ampliamente sus beneficios, que es lo que en últimas define el futuro del planeta. Salvo por los fundamentalistas promotores del regreso a los orígenes y a la contemplación de la Pacha Mama, muy pocos creemos que la humanidad tenga que dejar de hacer cosas para evitar el "castigo" por nuestras acciones. Hay que seguir produciendo alimentos, y vivienda y tecnología, en fin. Pero hay que ver cómo se hace de manera que las consecuencias no sean irreversibles y a costa de un conjunto de bienes naturales que nada más por el hecho de estar "ahí" producen una cantidad de bienes y servicios (piénsese en humedales, manglares, bosques, cobertura vegetal del suelo …)que también debe entrar en la contabilidad de pérdidas y ganancias. En suma, la viabilidad de esta empresa en que estamos metidos como especie pobladora de la Tierra –como en todas las empresas– exige en primer lugar que no acabemos con el capital.

  • charlieventura
    19 diciembre, 2010 at 3:41 pm

    Alejandro:
    No es indignación moral, es la arrogancia del Hombre que se cree dueño de su destino.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 3:50 pm

    ¡Tanto luchar por tumbar el sistema y este se cae solito!

  • Lanark
    19 diciembre, 2010 at 4:38 pm

    Emergencias aparte, ¿no es hasta cierto punto necesario que haya una cantidad de gente arrinconada contra los límites de la tierra habitable? Que los haya implica que hay mano de obra barata por ahí, y mejor aún, que hay demanda por "vivienda social". Al fin y al cabo la construcción masiva es un maquillaje temporal excelente para una economía que no se sostiene.

    El caso es que la economía tiene que crecer, es gravísimo que no crezca. Y es difícil que eso pase sin que crezca la población. Y si no hay para dónde, pues habrá gente empujada hacia los bordes. Los sitios habitables son una frontera también, como la "frontera agraria". Sobra añadir, claro, que estas situaciones se vuelven mucho más difíciles a medida que se amplía la "frontera agraria", eso ya no hay biblia que nos lo haga olvidar con mandatos de "creced y reproducíos y acabad con todo".

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 5:21 pm

    D. Cardo y anónimo 9:50: la columna al final es confusa. Mi intención era simplemente introducir un poco de realismo en la discusión. No creo, como afirma, María Jimena Duzán, que todo sea producto de una clase política rapaz. Tampoco creo, como argumenta Mauricio García, que todo obedezca a nuestra cultura depredadora, irrespetuosa del medio ambiente.

    García, por ejemplo, alude a la colonización antioqueña, cita incluso el himno de Antioquia. Pero omite un aspecto crucial: la zona cafetera es un buen ejemplo de sostenibilidad ambiental. Los estudios de Cenicafé muestran, entre otras cosas, que la recuperación ambiental ha sido notable en los últimos años.
    La planeación es necesaria. Pero no podemos subestimarla. Muchos de los fenómenos sociales y económicos desbordan cualquier intento de planeación. En Medellín critican la construcción en las laderas. En Bogotá el poblamiento de los humedales. Pero yo no veo muchas alternativas. La mejor de todas, la renovación urbana, no ha podido coger fuerza por problemas legales.

    Por último, la tragedia invernal, al menos en número de vidas humanas, es insignificante comparada con las consecuencias posibles de un gran terremoto en una de las grandes ciudades de este país. Si ello ocurre, me perdonarán la superstición, ojalá nos cojan confesados.
    Saludos.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 5:23 pm

    Charlie: lo mejor y lo peor del hombre viene de su arrogancia. Fuimos bendecidos y atribulados con la conciencia.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 5:25 pm

    Lanark: ¿qué hacemos con el señor que se cansó de montar en bus y decidió comprar un carrito? ¿Le decimos que ya no, que llegó tarde, que la economía no puede crecer más?

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 5:37 pm

    Las razones de Alejandro diferentes a los moralistas y superticiosos que "explican" el fenomeno, y que no son brujeria, son segun la columna estas: costo-beneficio, complejo balance entre desarrollo y medio ambiente, deforestacion de la cuenca del rio magdalena, venalidad y corrupcion, planeacion urbana guiada por interes, geografia colombiana dificil y superpoblacion en colombia 50 millones de habitantes. Persignense ante los nuevos dogmas de la razon.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 5:57 pm

    Anónimo: se le olvidó lo más importante:

    Algunos de los indicadores océano-atmosféricos del fenómeno actual, en comparación con “Niñas” pasadas de diferente intensidad muestran que el fenómeno de “La Niña” es de categoría fuerte.

    En los análisis más recientes se han comparando siete eventos fuertes de “La Niña” (años: 49, 54, 64, 70, 73, 88 y 2010),…los valores actuales son los más intensos entre los 7 eventos más fuertes del Fenómeno de La Niña.

    Pero probablemente la clase política también tiene su negocio en el Pacífico Sur. Uno nunca sabe.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 6:03 pm

    ¡Que va! siempre dicen que la economía está en crisis, me parece mejor que la crisis, es la economía.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 6:17 pm

    El capitán hindsight.

  • Lanark
    19 diciembre, 2010 at 6:19 pm

    Alejandro: Ya veo, es un carro más para nuestro amigo que ya tiene con qué comprarlo. Y, claro, nuestro amigo produjo unos bienes más para poder comprar el carro. De la nada salieron un carro y unos bienes. No podemos detener esta maravillosa alquimia llamada crecimiento que saca cosas de la nada, y le va a dar un carro a nuestro amigo que no quiere tomar el bus.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 6:20 pm

    No sé si con los desastres naturales aumenta la superstición, como dice el columnista, pero lo que parece cierto es que se hace visible. Emerge, entre otras, en la creencia defendida por Gaviria de que la economía no predica, no profesa ni vaticina por tratarse de una instancia técnica y científica. Que una forma racional de abordar el problema es discutir de costos y beneficios, pero sin mencionar cuáles, para quiénes y con qué variables espaciales y temporales. El problema con la superstición de Gaviria es que cree que descalifica el discurso de los catastrofistas asociando esa proclama apocalíptica con las ideas de culpa y pecado, pero se guarda de defender la religión. Les critica que conviertan la tragedia en un acto de contrición, pero se guarda para sí el confesionario y la doctrina

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 6:24 pm

    Dr. Gaviria: Entiendo la razón de su comentario a lo que dice Lanark. Y al señor no le podemos decir que no se compre su carrito. Sin embargo le pregunto, no por curiosidad sino en aras de la discusión:¿cuántos hijos tiene usted?. Supongamos que tiene dos, máximo tres. Ahora supongamos que a usted y a su cónyuge les gustan mucho los niños y que tienen disposición y talento para criarlos y están convencidos de que sus hijos serán inteligentes y sanos y prestarán una amplia contribución a la sociedad. Aun así, solo tienen dos o tres. La pregunta sería entonces: ¿Por qué no tienen 10? Espero que me haya hecho entender.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 6:25 pm

    Lanark: no podemos detener la cosa, como diría Marío Mendoza. We´ve created a monster.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 6:29 pm

    Anónimo 13:24: entiendo la pregunta. El problema es que el crecimiento económico y demográfico no es una conspiración de unos cuantos: es el producto de millones de decisiones descentralizadas. Y por lo tanto cualquier intento directo por controlarlo es complicado y peligroso por decir lo menos.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 6:45 pm

    Yo tampoco creo que sea una conspiración para reducir el costo de la mano de obra e impulsar el crecimiento, como sugiere Lanark. Pero es un tema crítico que no se puede ignorar. Lamentablemente nunca sabremos que habría pasado si China no hubiera impuesto su estricta política demográfica.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 7:06 pm

    Alejandro, ademas la columna adolece de un tono extraño, "colombianos dejad de andar en cuentos de supercherias y acercate a la verdad, aqui esta". Espero que sea el espiritu navideño, de estas epocas.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 7:16 pm

    No creo que sea el espíritu navideño. Tal vez los afanes de diciembre.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 7:19 pm

    O afortunadamente nunca sabremos…

  • Alberto A.
    19 diciembre, 2010 at 7:42 pm

    Alejandro, por una de tus columnas en el espectador y tus comentarios al aire en Hora 20 mientras el Presidente anunciaba las "medidas concretas" para enfrentar la crisis invernal, sospecho que te gustará la siguiente imagen:

    http://palabraycordillera.files.wordpress.com/2010/12/xbatman.jpg

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 7:50 pm

    Muy buena la imagen.

  • juan francisco muñoz
    19 diciembre, 2010 at 7:57 pm

    Muy interesante la cita de Pinker, pero, auqnue yo no soy nadie para cuestionarlo, creo que cae en un error conceptual, y perdonen la arrogancia. Cuando Pinker plantea que cometemos errores en el juicio moral y los compara con las ilusiones, creo que nos desvía un poco. Primero, porque la moral no es algo que percibes, sino es algo que valoras, y valorar y percibir son procesos o atributos psicològicos distintos. Y segundo, la moral no es una elaboración individual, es comportamiento social convencional, y por eso depente tanto o más del contexto que de las conexiones cerebrales. Pero además, la moral no siempre ha sido la misma. Ciertametne, los cambios económicos e institucionales de nuestras sociedades la han hecho cambiar, han hecho valorar cosas distintas de maneras distitnas a través de los milenios y los siglos. Estoy de acuerdo con el estudio biológico de la moral, no cabe duda que también la heredamos, pero la posiciòn de Pinker me parece reduccionista, en un mal sentido, no en el bueno, y perdonen las valoraciones.
    Una hecho a favor de Pinker: Las discusiones morales no han cambiado mucho desde la antigua Grecia, de hecho, hasta parecían màs sofisticadas entonces. Sin embargo, eso fue apenas 5 mil años. Un instinto moral sin lugar a dudas tendría que existir desde hace más de 10mil años.

  • Carlos Méndez
    19 diciembre, 2010 at 8:47 pm

    Alejandro: mi mejor consejo es no desgastarse con los columnistas colombianos.

    A comienzos de este año y finales del anterior, cuando no llovía y hacía(en Bogota) un calor insoportable, dizque era culpa del cambio climático. Ahora que llueve mucho y hace un frío tenaz, también es culpa del cambio climático.

    Desde que tengo uso de memoria siempre en la epoca invernal veo lo mismo: inundaciones, derrumbes,etc.

    Solo que este año cayó mas agua que nunca. Así como el verano y la sequía fue mas fuerte que nunca a comienzos de año.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 9:41 pm

    Steven Pinker me indigna putamente. No moralmente.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 9:48 pm

    Sera indignacion moral o ganas de culpar a laguien, pero los gobernadores del atlantico, bolivar y magdalena no hicieron nada, a pesar de que el ideam lanzo 4 alertas tempranas desde junio de 2010. Claro, que desde los pisos superiores del edificio del dnp, no se alcanza a observar el canal del dique, como para que este en la agenda de esos señores.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 10:14 pm

    Será lo mismo "alud" que "bala perdida"? al final es el mismo resultado; los muertos se miden así. ¿O es que acaso Uribe y varios jefes del Ejército no medían el éxito militar "en términos de muertos"?

  • Maldoror
    19 diciembre, 2010 at 10:23 pm

    A comienzos de este año y finales del anterior, cuando no llovía y hacía(en Bogota) un calor insoportable, dizque era culpa del cambio climático. Ahora que llueve mucho y hace un frío tenaz, también es culpa del cambio climático.

    Independiente de si es cierto que el cambio climático causa veranos más calientes o inviernos más fríos (o estaciones lluviosas más lluviosas), espero que Carlos no insinúe una contradicción aquí, por que ejem, a pesar de lo que piensen ignorantes fanáticos de derecho estilo Bill O Reilly, la contradicción no existe.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 10:31 pm

    espíritu navideño ? que es esa vaína? acaso la Navidad tiene espíritu? o es un decir?

    Por otra parte, la Tierra de por sí Tiene vida !, y gime !..esto se va a acabar;

  • Gustavo
    19 diciembre, 2010 at 11:26 pm

    El indigenismo ecológico se convertió en la nueva teoría "crítica" del desarrollo. Avanzada en su mayoría por académicos de escritorio, se enseñan teorías confusas que lejos de crear espíritus críticos orientados a entender científicamente los desafíos nacionales,nos condenan al subdesarrollo. El mito del indígenismo ecológico es un obstáculo que impide tomar en serio los debates contemporáneos entre capitalismo, desarrollo y medio ambiente. En definitiva, una mutación de las teorías de la liberación, de la dependencia y el postcolonialismo que tanto daño han hecho en las mentes de los universitarios.

  • Anónimo
    19 diciembre, 2010 at 11:55 pm

    BRABONEL.

    La verdad es que si existe un cambio climático lo que no es seguro es si el hombre lo esta causando o por lo menos acelerando. En la antigüedad cuando no existía el nivel de industrialización actual hubieron eventos que demuestran que el cambio climático no es algo nuevo, mejor dicho no es la primera vez que el hombre a lidiado con semejante fenómeno, recordemos los sueños que atormentaban al faraón de el muy antiguo Egipto y que un humilde hebreo logro descifrar para poner a todo el aparato industrial de la tierra de las pirámides a trabajar trabajar y ahorrar en tiempos de abundancia por que se venia una sequía larga muy larga de mas de siete años y como se sabe el ahorro de aquella potencia fue la que salvaría a la antigua humanidad (en ese lugar del mundo) de morir a causa de hambrunas.

    Donde otros ven Apocalipsis yo veo una gran variedad de negocios que Colombia lograría gracias al cambio climático, por ejemplo produciendo electricidad barata para exportar, llenar embalses en tiempos de lluvias que además de servir para distritos de riegos en tiempos de sequía también se utilizarían para criar peces y otros usos industriales.

    Colombia no necesita de ningún judío que le diga que hacer o como sacar provecho industrial de una nueva realidad, las oportunidades están ahí gracias a su posición geográfica influenciada por dos océanos y una gigantesca cadena montañosa que retiene las nubes mucho mas tiempo de lo normal.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 12:20 am

    "crear espíritus críticos orientados a entender científicamente los desafíos nacionales" que chiste, si ni siquiera sabemos leer(pisa).

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 12:21 am

    "hubieron eventos que demuestran que el cambio climático no es algo nuevo" y tampoco escribir, por supuesto.

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 12:32 am

    Jaime Millán: "Si alguien hubiera hecho jarillones por todas partes para protegernos de un evento extremo como éste lo habrían metido a la cárcel por loco. O despilfarrador".

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 12:33 am

    Los comentarios de MJD sobre Urrá demuestran una ignorancia casi penosa.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 12:37 am

    Pues ese invierno apocalíptico no se puede saber a ciencia cierta, si son cosas de dios o de los hombres, o maldiciones indígenas , o producto de una oscura conspiración, empeñada en destruir el mundo, el caso es que pondrán a muchos a trabajar para su reconstrucción, pero eso si buscando que esta sea ¡rentable!
    . Y para limpiar las conciencias desgraciadas y tener la falsa ilusión de la solidaridad, pues ahí está teletón.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 12:48 am

    Tranquilos que el medio ambiente será el eje de la economía política del siglo XXI. A cada episodio catastrófico corresponderá un torbellino de “soluciones industriales”. Son y serán una buena oportunidad de negocios muy lucrativos que por supuesto ayudaran a la pobre economía, para que salga de su crisis. Que les den los contratos de reconstrucción de carreteras y de pueblos inundados a los nule, y entenderán lo que les digo.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 1:05 am

    No sería posible, sin la ecología, y sus discursos catastróficos la existencia actual de dos redes de alimentación, una “sana y biológica” muy costosa en su producción y que por supuesto va para los ricos y sus hijos, y otra notablemente tóxica como las grasas saturadas de McDonald’s, un peligro para la salud pública, y que por supuesto, va para la plebe y sus retoños. Afortunadamente se gana platica en el proceso.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 1:06 am

    Sobre Urrá esto es lo que dice la empresa:

    – La Central Hidroeléctrica URRA I solo tiene diez años de operación, lo que indica que su construcción es reciente, sujeta a los más altos estándares internacionales de la ingeniería para este tipo de obras. Igualmente, sus diseños y asesoría durante su construcción fueron ejecutados por las firmas de ingeniería más prestigiosas del país con la asesoría de reconocidos expertos internacionales en presas de tierras y centrales hidroeléctricas.

    – En los diez años de funcionamiento comercial de la Central, su mantenimiento ha sido ejecutado cumpliendo los planes recomendados por sus diseñadores, constructores, fabricantes e instaladores, enmarcados dentro de los protocolos internacionales.

    – La atípica ola invernal con picos de crecientes hasta de 4000 m3/s , valor del cual no se tenía registro anteriormente, viene siendo amortiguada por el embalse. Lamentablemente el volumen de estas crecientes supera la capacidad de amortiguamiento, aun con los trabajos de incremento del volumen del embalse, ejecutados por la empresa en el año 2009 el cual ha sido un soporte muy valioso en el trabajo de disminuir los efectos aguas abajo.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 1:24 am

    Un aporte al tema 1

    ANTE LOS NUEVOS CAMBIOS, NECESIDAD DE SEGUROS MASIVOS PROMOVIDOS POR ESTADOS, CONTRA INUNDACIONES, TERREMOTOS Y SIMILARES. (Del artículo de Mike Davies)
    Lelo69

    “Los ejemplos de Manila y Caracas ilustran cómo la pobreza acrecienta los peligros geológicos y climáticos. Ciudades ricas edificadas en lugares peligrosos como Los Angeles o Tokio pueden reducir el riesgo geológico o meteorológico mediante colosales obras públicas e «ingeniería avanzada»: estabilización de corrimientos de tierras mediante redes geotextiles y pernos de anclaje; construcción de terrazas y remoción de laderas húmedas; perforación de pozos de drenaje y bombeo de agua de suelos saturados; intercepción de inundaciones mediante pequeños diques y colectores; y canalización de aguas pluviales por vastos complejos de canales y alcantarillado de cemento.

    Los programas de seguros nacionales por inundación junto con los subsidios mixtos de seguro por terremoto garantizan la reparación y reconstrucción de viviendas en caso de daño masivo. En cambio, en el Tercer Mundo los suburbios que carecen de agua potable y de canalizaciones de residuos fecales tienen pocas probabilidades de que alguien acuda en su ayuda mediante la ejecución de costosas obras públicas, y menos aún de recibir la cobertura de seguros contra desastres.

    Dos reputados investigadores sostienen que la deuda externa y el consiguiente «ajuste estructural» promueven una lógica siniestra de «incremento de la productividad, la competitividad y la eficiencia a cambio de un aumento de las consecuencias ambientales adversas, que se concretan en la proliferación de asentamientos cada vez más precarios y peligrosos»”

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 1:30 am

    APORTE 2
    Lelo69
    Actualizado el 21 de febrero de 2010— Los desastres naturales se están produciendo cada vez con mayor frecuencia y ferocidad. El número de catástrofes aumentó a mucho más del doble desde el decenio de 1980-89, según indica el Centro para la Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED, por sus siglas en inglés).

    El costo económico de los desastres naturales también subió en forma vertiginosa, de acuerdo con la Cruz Roja Internacional. Se quintuplicaron las pérdidas económicas directas a causa de desastres naturales, alcanzando los $629.000 millones entre 1985 y 2005. Entre 1999 y 2008, se calcula que el costo de los daños provocados por los desastres ascendió a $108.000 millones.
    Otras estadísticas recientes:
     Durante los últimos 10 años, se registraron 3.852 desastres que cobraron la vida de más de 780.000 personas, afectaron a otras más de 2.000 millones y provocaron pérdidas económicas de al menos $960.000 millones. (Fuente: CRED)
     Nueve de los principales diez países con el mayor número de muertos por desastres naturales están en Asia.
     En la última década, los desastres con mayor cantidad de fallecidos fueron el tsunami en el Océano Índico con 226.408 muertos en 2004 y el ciclón Nargis que causó la muerte de 138.366 personas en Myanmar en 2008 (Fuente: CRED).
     Desde 1980, el Banco Mundial aprobó más de 500 operaciones vinculadas con la gestión de desastres, mientras que entre 1984 y 2009 la institución financió proyectos relacionados con catástrofes por un valor de $52.000 millones.
    La Cruz Roja advierte que es probable la frecuencia y el costo de los desastres naturales aumenten debido a las siguientes razones:

     La degradación del medio ambiente
     El cambio climático
     El crecimiento de la población, sobre todo en las ciudades
     La globalización
    Comparación de los efectos de desastres naturales
    Países industrializados Países en desarrollo
    PAISES SUB DESARROLLADOS.
    Con frecuencia, sufren pérdidas económicas más elevadas en términos monetarios Se retrasa el desarrollo económico y social
    Han instalado mecanismos para evitar la pérdida de vida humana, como sistemas de alerta rápida Faltan los recursos necesarios para instalar sistemas de alerta rápida
    Disponen de atención de emergencia y servicios médicos inmediatos Numerosísimas víctimas
    PAISES DESARROLLADO
    Cuentan con seguros contra pérdidas materiales Se desvían fondos de los programas de desarrollo para el socorro y la recuperación de emergencia
    Los desastre naturales y la pobreza
    Las pérdidas a causa de desastres
    naturales son más devastadoras para las personas con escasos recursos, sobre todo en los países en desarrollo. Los pobres suelen vivir en lugares peligrosos, como es el caso de llanuras propensas a inundaciones, márgenes de ríos, laderas escarpadas y terrenos ganados al mar.

    Los desastres están estrechamente ligados a la pobreza. En cuestión de horas, a veces minutos, pueden destruir décadas de desarrollo. Como el impacto económico de los desastres naturales afecta mucho más a los pobres, la implementación de programas de recuperación en casos de desastres puede ayudar a reducir la pobreza, según ProVention Consortium —una coalición internacional de organizaciones públicas, privadas, no gubernamentales y académicas que se dedican a mitigar el impacto de los desastres en los países en desarrollo. Otros funcionarios superiores de recuperación en casos de desastre comparten esa opinión.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 1:38 am

    Países industrializados

    Con frecuencia, sufren pérdidas económicas más elevadas en términos monetarios
    Han instalado mecanismos para evitar la pérdida de vida humana, como sistemas de alerta rápida
    Disponen de atención de emergencia y servicios médicos inmediatos
    Cuentan con seguros contra pérdidas materiales

    DIFERENCIAS ENTRE PAISES RICOS Y POBRES FRENTE LAS CATASTROFES NATURALES-CORRECCION DEL MENSAJE ANTERIOR-
    Lelo69

    Países en desarrollo
    Se retrasa el desarrollo económico y social
    Faltan los recursos necesarios para instalar sistemas de alerta rápida
    Numerosísimas víctimas
    Se desvían fondos de los programas de desarrollo para el socorro y la recuperación de emergencia

  • Carlos Méndez
    20 diciembre, 2010 at 2:03 am

    Sergio: el punto es que ahora todo los fenomenos naturales destacados nos quieren vender que son resultado del cambio climático.

    Calor, sequía, lluvia, frio. Todo es por el cambio climático.

    Hace unos años cuando lo de Katrina, vaticinaron Huracanes cada vez peores y mas frecuentes. No ha sucedido eso.

    Era pura propaganda.

    La historia muestra que siempre ha existido cambio climático.

    Tal vez en este caso existe influencia del hombre. Pero veo mucha exageración mediática y por otro lado mucha ideología (del estilo de las ideas de William Ospina, indigenismo, primitivismo,etc)

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 3:13 am

    Elijamos a un Chavez o a un castro o negro con cara de simio como el que gobierna simbague ecetera para que se acabe la economia la industria y no halla mas contaminacion y regresemos a donde todo era un paraiso como cuba donde los pederastas y demas sadicos viven de lo lindo gracias a la necesidades de esa pobre gente y Wilian Ospina y demas columnistas del espectador y semana crearan un programa de tv llamado mesa redonda donde acusaron a todo el que no apoye la revolucion a nivel internacional por que los de a dentro si no estaran en la carcel ya habran sido fusilados.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 5:09 am

    Anónimo anterior:

    Ya lo elegimos, y duró 8 años haciendo gracias y desgracias;

  • Constantino
    20 diciembre, 2010 at 5:30 am

    La última columna de Carolina Sanín es irrespetuosa y acusa su vileza. Es verdad que casi siempre escribe trivialidades con tono de indignación, ufanándose de una pretendida superioridad intelectual y moral; al mismo tiempo parece alegrarse de encontrar una sociedad atrasada de la que burlarse y escandalizarse. Sin embargo, por fin vemos que lo suyo no es torpeza sino perversión. Bien decía Séneca que nadie puede llevar una máscara por mucho tiempo.

    Pues hay que ser perverso para reclamarle a Vargas Llosa el haber dicho que a los terroristas hay que salirles al paso, enfrentarlos y derrotarlos. Es que es mejor ser tolerantes con ellos, dejarlos poner sus bombas en paz al paso que adiestran rústicos y niños para la guerra. Increíble. Y para colmo parece reprobar su “laudo de la democracia liberal” (eso, o se equivocó bruscamente en la redacción de la frase.)

    También critica a Vargas Llosa por no ser un intelectual, y lo menosprecia poniéndolo por debajo de Hemingway y García Márquez. ¡Como si estos hubieran brillado por su intelecto! A lo mejor ella no ha leído el prólogo de Vargas Llosa al libro de Isaiah Berlin El erizo y la zorra (dudo que sepa quién fue Berlin).

    Yo creo, a propósito del tema de la columna de Alejandro, que detrás de la superstición de los periodistas hay una manía de culpar y demonizar al ser humano. Principalmente al poderoso. De alguna manera buscan achacarles a los dirigentes, a los terratenientes, a los empresarios, etc., la culpa de todo lo que no anda bien (las obras en construcción, el clima, la situación económica…) Y cuando no hay nada que objetar, se inventan, como Carolina Sanín, una argumentación falaz e infantil. ¿Envidia, tal vez?

  • Lanark
    20 diciembre, 2010 at 11:46 am

    Algún comentarista de mi comentario entendió que yo "sugería una conspiración". Supongo que sea razonable asumir eso, aunque es bastante descachado.
    Tal vez la conspiranoia es la manera como hemos reencauchado la superstición. Ya la gente no cree en casas embrujadas, pero sí en sociedades secretas que controlan todo como un relojito. Yo de hecho estoy convencido de que la adicción al crecimiento no es en absoluto producto de una conspiración (aunque no lo dije acá)

    La nueva superstición hace carrera, claro, y hay quien ve por todas partes signos de conspiraciones: para la muestra, vea usted esa conspiración contra el desarrollo que se inventó el cambio climático y produjo cantidades sobrehumanas de datos empíricos que apoyan esta teoría nociva ("falsos", claman, claro, mientras gastan billones de dólares en desmentirlos sin éxito). Igual que los conservadores de antes preferían entender la irrupción de la modernidad como conspiración de masones, ahora buscan una élite tecnocrática anti-cristiana que de alguna manera se las arregla para conciliar su ateísmo materialista de corte marxista con la nueva era, el paganismo e incluso el islam.

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 12:09 pm

    Constantino: me llamó la atención que CS le endilgara a Vargas Llosa su “su irrestricto laudo de la democracia liberal”. ¿Será mejor, acaso, el irrestricto laudo a la dictadura cubana?

    Juzgar la "intelectualidad" de un escritor por un discurso es un error craso. Los ensayos literarios de Vargas Llosa son muy buenos. Por ejemplo, La Historia de un deicidio, publicada en 1971, sigue siendo uno de los mejores libros sobre la obra de García Márquez. CS es profesora de literatura. Seguramente ha leído varios de estos ensayos. Pero la antipatía ideológica que le despierta Vargas Llosa está por encima de todo.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 12:19 pm

    Carolina Sanin es la voz de los escritores frustados. Conoce perfectamente el oficio de escribir literatura deleznable. Vean esta carta de un lector de El Espectador. Pura envidia como dice Constantino.

    De nuevo Carolina Sanín emerge como la columnista más lúcida e independiente del país, con este artículo sobre lo que calló Vargas Llosa en la entrega del politizado Premio Nobel de Literatura 2010. Ya antes, hace poco, ella misma —en tanto escritora, entiendo— había sido clara y contundente con los escritores machos (o machos escritores) que coparon el evento francés de Les Belles Etrangères en medio de zancadillas y codazos para ascender en el escalafón de los narradores de ultramar, en donde “extrañamanente” figuraban también Antonio Caballero y Fernando Vallejo, poco adictos a los poderes de los Estados, los negocios y las editoriales. En eso de congraciarse con los poderes (incluido el académico) tienen un buen maestro en Mario Vargas Llosa. Este narrador subalterno no puede engañar a los lectores bien formados, así se parapete en su admiración por Victor Hugo, ese sí un paradigma de lo que es un escritor total. Dudo que el autor de Los Miserables hubiera aceptado el Premio Nobel. Gracias Carolina.

  • Maldoror
    20 diciembre, 2010 at 2:05 pm

    Alejandro:

    Yo de Vargas Llosa no he leído nada, lo admito con vergüenza. Pero recordando columnas pasadas, déjeme dudar de su compromiso con la "democracia liberal", cuando los ídolos del señor son, si mal no recuerdo, patrocinadores de dictaduras y campeones del imperialismo anglosajón como Ronald Reagan y Margaret Tatcher, o cuando recibe premios que honran la memoria del fundador del neoconservatismo. Permítame en serio dudarlo.

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 2:39 pm

    Maldoror: uno puede dudar del compromiso de MVLL con la democracia liberal. O señalar cierta hipocresia en sus discursos. Pero CS sugirió otra cosa en el comentario aludido: que todos debemos dudar, no de MVLL, sino de la democracia liberal.

    Yo creo que CS tiene ciertas simpatias por el pachamama.

  • Maldoror
    20 diciembre, 2010 at 2:47 pm

    Alejandro:

    Por eso decía "recordando ciertas columnas pasadas" (me refería a las suyas sobre Vargas Llosa, no a la de CS).

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 2:58 pm

    Algunos comentarios al paso:

    1. Observo el mapa de departamentos afectados por la tragedia invernal, y encuentro que Amazonas, Vaupés, Guainía y Vichada, terrenos de selva – en el caso de los tres primeros – y sabana – en el último – inundable, no han reportado dificultades.

    2. No creo en el "nativo ecológico" (ese es creación de los primeros etnologos) ni en la furia de la "pacha mama", pero algo hay en las estructuras de estos cuatro departamentos, acostumbrados a sortear los cambios pluviométricos – en Amazonas llueve 9 a 10 meses del año -, que podría facilitar la "planeación" en los demás departamentos".

    3. Alguna vez trabajando en una zona inundada, nos enfrentamos con el equipo de trabajo a tratar de indagar por qué razón la gente vuelve a reubicarse en estas zonas. El argumento de la mayoría tendía a las "ventajas de un subsidio".

    4. La columna de Carolina Sanín es desacertada.

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 3:40 pm

    Anónimo 9:58: de acuerdo. Interesante el argumento de los subsidios. La economía política de las ayudas y subsidios es bastante compleja. Su comentario me recuerda lo que está ocurriendo en Porce IV.

  • Julio Carrizosa
    20 diciembre, 2010 at 4:45 pm

    Anonimo 9:58 y Alejandro: no he visto las estadísticas sobre precipitación en el sur oriente pero se me ocurre que no hay noticias de "desastres" debido a la baja densidad de población. Creo que la gente vuelve siempre a vivir cerca de los ríos por muchas razones, entre ellas la fertilidad de las vegas, la posibilidad de pesca y la disponibilidad de agua gratis. La alta densidad de población en dos de las cordilleras se debe a procesos históricos en donde el clima desempeñaba un papel importante. Me parece muy importante tratar de que en los medios disminuya la retórica acerca de la "venganza de la naturaleza" y que se reemplace por campañas que induzcan a comprender mejor los procesos naturales que están sucediendo; esta comprensión podría ser más profunda si en el bachillerato se enseñara más geología, hidrología, climatología e hidraulica pero aún con una mayor comprensión de lo biofísico nos queda el problema de la estructura socioeconómica ya construida en las cordilleras y en las ciudades costeras, la cual es muy poco flexible por la gran cantidad de intereses y mitos creados y por la escasez de fondos disponibles para construir vías y ciudades que tengan en cuenta la realidad de ríos y montañas y las exigencias de la economía globalizada

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 4:49 pm

    Que Pacha Mama ni que cuernos. La tierra simplemente se acomoda y se sacude cada determinados eones. En sus 5 mil millones de años, solo vino a tener bichos pensantes en los ultimos minutos y esos bichos a si como aparecieron tambien desapareceran. Somos aleatorios, contingentes e inecesarios. Dicen que si no fuera por profamilia ahora seriamos unos 65 millones de habitantes. Ojala natura acabe por lo menos con unos 10 millones a ver se se compensan las balanzas.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 5:15 pm

    Sin mala fe, pero el discurso de Mario V, LL es flojo, muchos lugares comunes.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 5:29 pm

    Y si se mira bien, el discurso de MVLL tiene tufillos de mala fe. Asi que está empatado con CS.

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 6:43 pm

    Alejandro, no se si ya lo conocía, pero seguro el Google Ngram Viewer le gustará porque son frecuencias de palabras.

    Saludos,
    DV

    ngrams.googlelabs.com

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 6:54 pm

    Desde el ultra racista Al Gore hasta los comunistas trasnochados criollos quieren sacar provecho del cambio climático para imponer sus ideologías. Hasta ahora no existen estudios científicos que comprueben que los cambios del clima sean causados por el hombre lo que hoy son miles de teorías sin fundamentos. Un científico Colombiano que trabaja para la NASA dice que la forma como se comporta la atmósfera en todas sus secciones en tan gigantesca como complicada que no ve por donde el hombre podría afectarla. Mejor que los neocomunistas se agarren de otra cosa.

  • Escribano
    20 diciembre, 2010 at 7:00 pm

    Julio:

    De acuerdo con su comentario. Sin embargo, existen poblaciones ribereñas de dimensiones cercanas a las del sur del atlántico en esos territorios. Así de afán pienso en Mitú, Inirida y Carreño. Comparables con otros más pequeños, tambien afectados, se me ocurren Tarapaca, La Chorrera, Barrancominas y Carurú.

    Anónimo 9:58

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 7:57 pm

    Ojala que se inunde el Uberrimo y se aneguen todas las hectarias que el Salgareño le agregó durante su infausto gobierno. Ah y que se le ahoguen todas las vacas y las bestias; y que solo sobreviva la potranca que le dió una desagraviante patada a ese homúnculo de las chuzadas, los falsos positivos, la marrulla y la manguala.

    por otro lado, dicen que algunos paises o regiones se han sobrepuesto a catastrofes naturales poniéndose por encima de la situación en la que estaban antes de que sucedieran. Puede que suceda lo mismo que sucedió en Armenia (Quindio) que, en todo sentido, quedó mucho mejor de lo que era antes del terremoto.

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 9:26 pm

    DV: gracias. Ya había jugado con el buscador un rato. Lo interesante es que ya tenemos uno para Colombia: aquí está. Saludos.

  • BAFOMETO
    20 diciembre, 2010 at 9:40 pm

    Profesor Alejandro y demás foristas,

    Les recomiendo leer, ojala lo más pronto posible para que dejen de balbucir sandeces infundadas, los siguientes libros:

    Hipótesis Gaia
    Homenaje a Gaia y
    La Venganza de la Tierra

    de James Lovelock

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 10:01 pm

    ¿El fin del libro? por Fernnado Vallejo (vía Razón Pública).

  • Julio Carrizosa
    20 diciembre, 2010 at 10:59 pm

    Alejandro: esta mañana Santos hablo de la posibilidad de que los chinos construyan una nueva ciudad en Sucre y mencionó la dificultad de lograr un diseño de esas nuevas ciudades que favorezca su economía. ¿ Que piensa usted de esas propuestas?

  • panÓptiko
    20 diciembre, 2010 at 11:09 pm

    La verdad en el par de columnas (AG y WO) hay un sinsabor que Alejandro debería haber sentido desde un comienzo: cuando uno encuentra un contradictor así de claro es porque las visiones no son tan distantes.

    Me explico: el hecho de que WO anticipe lo que Alejandro va a escribir, lo que vaticina es que le van a seguir el juego, no que AG vaya a escribir algo original. Cuendo este escribe que "Nadie habla de costos y beneficios, del complejo balance entre desarrollo y medio ambiente", se le olvida que él también perdió la oportunidad de escribir tal columna.

    Visto desde afuera, no sabe uno que otra cosa podrían decir nuestros columnistas. Lo que dice WO no es TAN disparatado, en el sentido de que hay un referente histórico y que hace falta conocer más el propio territorio para saber como modificarlo. Eso es todo lo que puede uno esperar de él. Alejandro, el ingeniero, debería haber ido un poco más allá.

    Desde un punto de vista ingenieril, estas catástrofes son una oportunidad de oro para entender en la práctica como se desenvuelven las emergencias, y diseñar en el futuro de acuerdo a los nuevos datos. Además, si estas se dieran con más frecuencia, sería mucho más difícil ocultar los defectos de obras en las que se sacrifica lo técnico en favor de lo político. Pero hasta ahora los incentivos siguen a favor de los últimos, y los primeros poca voz tienen dentro de la opinión pública.

    Saludos,

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 11:40 pm

    Julio: en general este tipo de ideas, un poco grandiosas, dichas ya no en caliente, sino en mojado, me generan escepticismo. En el DNP fui testigo de las enormes dificultades de crear un nuevo asentamiento para reemplazar la antigua Bojayá. Los desafíos más que fiscales o presupuestales, son sociales, sociológicos si se quiere. Se ha puesto de moda decir que toca reescribir el mapa de varios departamentos. Probablemente sea cierto. Pero los mapas no los escribimos en Bogotá: son escritos por la gentes con los píes.

  • Alejandro Gaviria
    20 diciembre, 2010 at 11:40 pm

    PanÓptiko: estoy de acuerdo con la primera parte de su comentario: el debate con WO ya suena a repaso. La segunda, o no la entiendo o no la comparto en absoluto. Parece inspirada en cierta ilusión ingenieril, como si pudiéramos, así no más, sentarnos a planear el país de cero, a decidir donde debería vivir la gente. En eso soy más economista que ingeniero, podemos, a lo sumo, cambiar los incentivos.

    También vale la pena señalar que la planeación energética del país ha sido en general aceptable. Hace algún tiempo Guillermo Perry escribió un buen artículo, lo tituló sugerentemente la historia de dos sectores, en el que hacía un paralelo entre el sector eléctrico (en el cual las decisiones han sido en general dominadas por criterios técnicos) y el sector transporte (en el cual han primado los criterios políticos). El sistema eléctrico colombiano es visto, incluso por los chilenos, como un modelo a seguir. De allí mi ofuscación con las pendejadas de María Jimena Duzán.

    No está demás, entonces, insistir, como en la columna, en que el catastrofismo actual es equivocado. Y puede ser contraproducente.

  • Javier Moreno
    21 diciembre, 2010 at 1:05 am

    Pues a mí sí me parece que Sanín tiene razón en sus críticas generales al discurso de Vargas Llosa. Efectivamente parece discurso de graduación del colegio La Salle redactado por El Poeta. Creo que incluso el discurso de García Márquez es más digno. Se nota que V-Ll no se esforzó. Me decepcionó mucho. Perdió una oportunidad para hablar de cosas importantes a una audiencia amplia y se puso a decir boberías adolescentiles. Ni siquiera fue un buen discurso en defensa de la democracia liberal o algo así sino una mera reiteración de lugares comunes escolares.

    Además creo que en esta ocasión Sanín controló su tonito cantaletudo que puede ser tan jarto.

  • Alejandro Gaviria
    21 diciembre, 2010 at 2:01 am

    Javier: el discurso es malo pero la conclusión de CS es por lo menos injustificada: "Una vez más, Vargas Llosa demostró que es un escribidor (o un escritor: no sé cuál es la diferencia), y también un político, pero no un intelectual notable".

    Creo que a MVLL ya se le notan los años. Tuve esa impresión leyendo su última novela.

  • Alejandro Gaviria
    21 diciembre, 2010 at 3:08 am

    Constantino: esto le puede interesar: ¿cuando perdió la tilde la preposición "a"?

  • Javier Moreno
    21 diciembre, 2010 at 3:16 am

    Alejandro: De acuerdo, la conclusión es no sólo injustificada sino injusta.

  • Constantino
    21 diciembre, 2010 at 6:15 am

    Alejandro, gracias. Es interesante ver que más o menos a partir de 1914 se truecan los usos, no solo de á por a, sino también é por e, ó por o, ú por u –así lo muestran las gráficas del Books Ngram Viewer. En la edición del DRAE de 1899 todavía aparecían esas acepciones con tilde; en la de 1914 las eliminaron.

    Conviene, creo yo, evitar todas las tildes superfluas. En el DPD se recomienda no tildar los pronombres demostrativos (este, esta, estos, etc.) ni el adverbio solo, salvo en casos de ambigüedad semántica. Pero la última edición de la Ortografía de la RAE desaconseja definitivamente el uso de esas tildes, porque a la larga el solo contexto basta para entender el mensaje de una oración. En esto la RAE tiene razón.

    Javier, a mí me parece que la crítica de CS es rabiosa y no expone un solo argumento. Ella tiene que probar primero qué hay de malo en laudar irrestrictamente la democracia liberal. También es necedad y, eso sí, síntoma de infantilismo, el comparar a Vargas Llosa con Bush: como si todo el que dijera algo nacido del sentido común (que hay que oponerse al terrorismo) fuera de alguna forma partidario de las políticas del impopular ex presidente. Porque allá va la comparación, que es puramente falaz. A eso es a lo que se acude cuando no hay algo legítimo que reprobar.

    La tontería acompaña a CS. Su retórica es apresurada, como pensada a última hora en un cerebro lento y apelmazado por la amargura. Ella dice que el premio tiene una dimensión religiosa por “el sentimiento de culpa de su fundador” (esta conexión entre los motivos personales de Nobel y la forma en que más de un siglo después la gente ve el galardón es ridícula, no existe). Y dice que puede ser también por el lugar donde se confiere, diciendo que Estocolmo es un paraíso de gente bella y uniforme, como “debe de ser el cielo” (esto sí es el colmo de la escasez de ideas para una buena analogía). De hecho, uno de los pensadores suecos más ilustres, Emanuel Swedenborg, dijo que el cielo está habitado por una diversidad de espíritus que la mente corta y plana no alcanza a imaginar. Pero eso es ya otra cosa.

    Después de ese primer párrafo que parece escrito por un estudiante de literatura incapaz, ya uno se ve tentado a dejar de leer, porque espera más analogías descabelladas e ilógicas (como que Vargas Llosa hace eco de Bush al oponerse a los terroristas). En serio, no entiendo cuáles son las críticas generales con las que usted concuerda. No es que no haya nada por criticarle a Vargas Llosa. Pero con un personaje de su talla intelectual vale la pena emplear una argumentación lógica y coherente o, al menos, un despliegue literario con buenas figuras retóricas.

  • panÓptiko
    21 diciembre, 2010 at 12:40 pm

    Perdón por no explicarme bien. Nunca dije que se empezara de ceros, sino que la emergencia es una oportunidad de aprender y de darle valor a la técnica. No se a que parte del sistema eléctrico se refiere, pero por lo menos lo que fue motivado por los apagones del Niño y la época de voladuras de torres creo que me dan la razón: cuando los políticos ven el lío es cuando le sueltan el problema a los técnicos. Contra la visión apocalíptica, la búsqueda de lecciones me parece lo más sensato.

    Saludos,

    P.D. Debatir sobre CS me parece tan apocalíptico como el tema de la columna. Cada quien elige sus contrincantes.

  • Anónimo
    21 diciembre, 2010 at 1:08 pm

    Sin ánimo de defender a CS, pero con la clara intención de no darle cuerda a la insufrible misoginia de Constantino Villegas, lo malo de laudar irrestrictamente la democracia liberal es precisamente eso: lo irrestricto. Porque lo último que nos ha dado la "democracia liberal" (¿qué puede tener de malo la democracia liberal, con semejante nombre y apellido de abolengo?), a saber, la reciente crisis financiera internacional (que no es "un reacomodamiento de la tierra vía terremoto" sino el producto de la irresponsabilidad sin cuento del sector financiero, aunado a las buenas intenciones de los populistas de siempre) y la guerra espuria contra Irak, no es como para andarse autocongratulando.
    Y sí, el discurso de Vargas Llosa es muy malo, simplón e infantil.

  • Julio Carrizosa
    21 diciembre, 2010 at 5:06 pm

    Alejandro. Yo diría que los retos son de la idea delos chinos son socioeconómicos. Si se encontrara, para construir una nueva ciudad modelo, unas mil hectáreas en Sucre que no se inundaran, que no tuvieran un gran potencial agropecuario, que tuvieran agua suficiente todo el año, que se pudieran urbanizar sin atentar contra la biodiversidad todavía quedaría el problema de quien manejaría esa nueva ciudad. ¿ Como generar nuevas élites, menos corruptas, más equitativas, más inteligentes? ¿ Como diseñar una nueva ciudad integrada socialmente? ¿Como asegurar empleo urbano para gentes que han vivido por generaciones en el campo o en pueblos pequeños? La ventaja de la idea, pienso yo, es que genera un espacio de colaboración entre ingenieros, ecólogos, administradores, politologos, arquitectos, urbanistas, economistas,antropólogos y sociólogos. Todo un reto para las nuevas generaciones de costeños

  • Anónimo
    21 diciembre, 2010 at 8:54 pm

    Julio Carrizosa: el problema es que ni el ñame es yuca, ni la burra es mujer, ni el costeño es hombre.

  • Anónimo
    21 diciembre, 2010 at 9:34 pm

    Después de leer LOS FILÓSOFOS Y SUS VIDAS de BEN-AMISCHARFSTEIN, libro a través del cual se construye una panorámica apsicoanalítica de lumbreras que van desde Descartes a Sartre, pasando por Kant, Hegel, Schopenhauer, Nietzsche, Santayana o Wittgenstein, uno no puede evitar pensar que si genios como ellos tenían comportamientos estúpidos y hasta mezquinos, entonces por qué se espera tanto de un simple literato como Vargas Llosa.

    Bien lo dijo Savater en su DICCIONARIO FILOSÓFICO hablando de la acepción ESTUPIDEZ: "Alguien bien puede ser un prestigioso científico y hasta un connotado premio nobel y sin embargo ser todo un cretino". Dos ejemplos: García Marquez como apologista de castro y la revolución cubana y el mismo Vargas Llosa como apologista de la democracia liberal.

  • Anónimo
    21 diciembre, 2010 at 9:43 pm

    Para esta navidad, a los que les gusta las rarezas literarias y la literatura de terror clásica, les recomiendo LA CASA EN EL CONFIN DE LA TIERRA de WILLIAM HOPE HUDGSON. Se puede bajar de internet. No los defraudará. Es tan bacano que uno se lo puede leer de dos sentadas.

  • Harold H. Londoño
    22 diciembre, 2010 at 12:27 am

    Lo mejor de diciembre son las novenas de navidad.

    Y lo mejor de las novenas, es -paradójicamente – cuando se acaban y por allá en el fondo de la casa aparece un tío (un poco borracho) que pone a todo volumen Aguardiente pal chofer

    … y a beber se dijo

    Chuzelo, chuzelo!

    Al autor de este Blog y sus innumerables seguidores, mis mejores deseos en estas fiestas de consumo desenfrenado.

    Muchas uvas y mucha prosperidad

    Afectuoso saludo

    p/data: en Cali, pese al invierno, ya huele a cagajón, Buchanans y silicona

  • Alejandro Gaviria
    22 diciembre, 2010 at 1:56 pm

    Julio: la discusión sobre las llamadas Charter Cities pueda ser interesante a la luz de los retos de reconstrucción (y construcción tal vez) de municipios.

  • Alejandro Gaviria
    22 diciembre, 2010 at 1:57 pm

    Harold: gracias por os aportes navideños. Saludos y feliz año.

  • Anónimo
    22 diciembre, 2010 at 7:26 pm

    NAVIDAD=VANIDAD

  • Anónimo
    22 diciembre, 2010 at 9:07 pm

    Coronell si tiene quien le escriba…lo insulte, lo calumnie, lo put….
    Varito

  • Anónimo
    22 diciembre, 2010 at 10:27 pm

    Se está acabando el año y quiero aprovechar para saludar al dueño del blogger y a sus frecuentadores, deseándoles alegres festejos y buenas ideas para el próximo año. Desde hace tiempo sigo lo que aquí se escribe, sin opinar; sólo leyendo y pensando. He encontrado cosas muy interesantes como por ejemplo la manera como a punta de insultos e improperios fue desterrado Jaime Ruiz, quien a mi parecer le ponía picante al blogger con sus atraviliosas opiniones. También he visto como el anonimato se puede usar para enrostrar verdades y evitar retaliaciones. Aunque me gustan más aquellos que dan la cara. Lo cierto es que los "palabreros" que aquí opinan, disienten y pontifican son muy edificantes: le enseñan a uno cómo debe ser y cómo no debe ser.

    Llegué a pensar que con lo del twiter todos se iban a trastear pero no, esta semana, por ejemplo, ya van cien comentarios y quién sabe cuántas entradas. !Que bueno¡. Pienso que Alejandro Gaviria es el sucesor y superador de Estanislao Zuleta; sucesor porque como él, aborda distintos tópicos y superador porque sus conocimientos y apreciaciones evidencian no solo buenas lecturas sino también un aprendizaje metódico y formal.

    En fin. Ojala la vida nos de vida para seguir leyendo y, porqué no, tal vez opinando, así sea anonimamente para evitar asedios como los sufridos por Garnupia, perdón, jaime Ruiz. Saludos a todos, incluyendo al atravilioso, quien, muy seguramente, siguió entrando a esta casa pero sin hacer ruido.

    Abrazo y pequen como locos y empaten como genios.

  • Anónimo
    23 diciembre, 2010 at 4:58 am

    Anonimo del las 15:54 el problema es que los cacahcos no son tan inteligentes como ellos dicen, son mas superticiosos de lo que aparentan y en ultimas son maricas.

  • Alejandro Gaviria
    23 diciembre, 2010 at 12:37 pm

    Anónimo 17:27:gracias por el comentario. La comparación con EZ la entiendo como una hipérbole navideña. Saludos. Y voy tratar de seguir su último consejo. Al menos la primera parte.

  • Julio Carrizosa
    23 diciembre, 2010 at 1:03 pm

    Alejandro: entiendo que el concepto de Charter cities implica la intervención de un segundo país. También se esta moviendo modelos parecidos a Sophia-Antípolis en Provenza en los que intervienen una universidad y un grupo industrial-financiero para quienes la nueva ciudad es también propaganda de sus marcas. En Italia en algún momento el partido comunista alardeaba de la calidad de vida de las ciudades que gobernaba y hay una región que en donde los sindicatos han tenido el poder durante varios años con buen éxito. Tal vez lo que habría que intentar en Colombia son varios sistemas; que los cacaos se encargaran de dos o tres ciudades, que Cuba se encargara de una y Costa Rica de otra, que los Andes sirviera de padrino de alguna y la Nacional de otra.Que el partido Verde se hiciera responsable de la ciudad verde y Uribe de la ciudad segurísima. No es solo chiste.

  • Anónimo
    23 diciembre, 2010 at 5:31 pm

    Alejandro, en la columna de Rudolf Hommes del 16 de diciembre, cita una presentación suya donde expone su preocupación sobre el empleo, puede colgar la presentación, suena muy interesante.

    Aprovecho para desearle una feliz navidad junto a su familia, igual para todos los blogueros y para los que de vez en cuando nos atrevemos a entrar en el debate. Excelente los vínculos y la actualidad económica, política y social que presentan en el Blogg.

    JPR

  • Anónimo
    23 diciembre, 2010 at 9:01 pm

    Alejandro, siento cambiar de tema pero tengo que hacerle una pregunta relativa a la entrada que usted tituló "El cuento del Celta".

    El editorial de la revista Dinero trata al mismo tema (¿lo escribió usted?) y al final señala:

    "Mejor, deberíamos aprender del modelo alemán: muchas empresas de tamaño mediano, muy especializadas, sin gabelas tributarias, con altas exigencias en materia regulatoria (particularmente en el tema ambiental) y con una fenomenal inversión en su capital humano. Gracias a su imparable competitividad, Alemania es la única economía europea que crece en este momento al 3,5% y tiene la tasa de desempleo más baja en 18 años.

    Irlanda, efectivamente, era un buen ejemplo para Colombia. Pero de lo que no se debía hacer."

    ¿Usted está de acuerdo en que es mejor guiarse por el modelo alemán o lo considera tan inapropiado como el irlandés?

    Aquí el editorial completo:

    http://www.dinero.com/edicion-impresa/editorial/lecciones-irlanda-para-colombia_81001.aspx

  • Anónimo
    23 diciembre, 2010 at 11:41 pm

    Alejandro Gaviria que opina del bajón que experimento el crecimiento económico ¿crecer a tasas del 7 o 8% de forma sostenidas en el tiempo son imposibles para Colombia? Perú crece como país asiático mientras nosotros siempre estamos diciendo que somos esto que somos aquello que tenemos yo no se que potencial que dentro de unos pocos años desplazaremos a Argentina del tercer lugar pero ni siquiera podemos llegar al 5%.

  • Anónimo
    23 diciembre, 2010 at 11:45 pm

    Alejandro que opinión le merece la idea de Michael E. Porter sobre Colombia, es cierta o pura diplomacia de extranjero que no se quiere meter en problemas.

  • Alejandro Gaviria
    24 diciembre, 2010 at 2:49 am

    Van unas respuestas rápidas en medio del ajetreo navideño.

    La presentación a la que hizo referencia Rudolf Hommes no tiene mucho de original. Sus mensajes principales están contenidos en los siguientes entradas: 1, 2 y 3.

    La cifra del crecimiento es preocupante. América Latina va a crecer al 6% en 2010, Colombia apenas por encima del 4%. El mayor riesgo de la economía colombiana en los próximos años no es una crisis o una debacle fiscal: es la mediocridad, volver al nadadito de perro de toda la vida. El gobierno se entusiasmó más de la cuenta con el cuento de los Civets. Creyó que la hora de Colombia había llegado y nos estamos dando cuenta de que no, de que estamos lejos todavía.

    Creo que el editorial de Dinero, muy bueno por cierto, lo escribió Álvaro Moreno. Vale la pena recordar que, hace apenas unos años, muchos analistas, incluido, por ejemplo, Thomas L, Friedaman, afirmaron tajantemente que Alemania debería seguir el camino de Irlanda sino quería convertirse en un museo. Hoy nos estamos dando cuenta de lo obvio, a saber: la solidez de la economía alemana y la precariedad de la irlandesa.

    No conozco ninguna declaración reciente de Michael Porter. No he leído mucha prensa estos días. Lo que dijo hace unos años me pareció, en esencia, propaganda.

  • Alejandro Gaviria
    24 diciembre, 2010 at 2:49 am

    Feliz navidad para todos.

  • Alexander Tamayo
    24 diciembre, 2010 at 6:24 am

    Una Feliz Navidad para todos.

  • Anónimo
    24 diciembre, 2010 at 2:31 pm

    Alejando perdone que le moleste pero quisiera saber su opinión sobre lo que dicen algunos analistas que la economía Colombia empezara a crecer por encima del 6% después del 2011.

  • charlie
    24 diciembre, 2010 at 3:57 pm

    El problema de Irlanda es muy sencillo: no se puede convertir un pais de poetas en uno de yuppies. Por mas trucos tributarios y de “confianza inversionista”
    Ni un país de toreros en uno de empresarios.
    Dios nos tenga de su mano cuando le llegue la hora a Latinoamérica.

  • Anónimo
    24 diciembre, 2010 at 5:10 pm

    Feliz navidad para todos y aprovecho para agradecer y felicitar al dueño del chuzo por mantener abierto este espacio de debate y desahogo y pedir disculpas porque con alguna frecuencia la emoción nos lleva sobrepasarnos más de la cuenta.
    Lelo69

  • Anónimo
    24 diciembre, 2010 at 5:14 pm

    Más que un país de poetas Irlanda era un país donde el catolicismo iba de la mano con el nacionalismo más extremo en comparación con Portugal España Italia Francia y Rumania, todo por que viven rodeados de protestantes. Los Irlandeses fueron expulsados de su país por la miseria y la mayor parte que asimilo el modernismo lo hizo en los Estados Unidos. En algo tiene razón: los cambios que se hacen de la noche a la mañana siempre se cometen errores.

  • Alejandro Gaviria
    24 diciembre, 2010 at 7:10 pm

    El consenso para el crecimiento del año entrante es 4,5. El 6 es una aspiración oficial. Nada más.

    Saludos a Lelo, Charlie y a todos los contertulios.

  • Anónimo
    24 diciembre, 2010 at 8:37 pm

    Existe un cambio estadístico en lo que tiene que ver con las mediciones de construcciones, eso pudo bajar considerablemente la cifra de crecimiento. Lo que se puede ver es que a pesar de que la estructura productiva Colombiana no se esta beneficiando del auge asiático como Perú Chile o Argentina esta creciendo. Colombia también perdió el mercado Venezolano de un solo golpe. A futuro el país pinta bien, con una estructura industrial mas diversificada y un mercado mas abierto será menos venerable a la baja de las materias primas que se espera como sus pares. El auge minero tan solo es un eslabón y a medida que cree nuevos mercados para sus productos todo será ganancia.

  • Gheysel Naranjo
    25 diciembre, 2010 at 9:02 am

    Bueno unas felices pascuas para todos y que el 2011 bendiga a Colombia a desbloquear la “coyuntura invernal” y seguir con la “estructura” de la construcción del país, con la inclusión del factor tecnológico en el desarrollo vial y económico … CREO QUE EL ERROR HISTÓRICO FUE PLANEAR “ALDEAS”, Y NO PENSAR EN MEGAESTRUCTRURAS, NO PENSAR EN MEGA PROYECTOS. INGENIERÍA PENSADA PARA MUCHAS PERSONAS (con estudio de geología de suelos apropiados), y construir avenidas como las de Rio de Janeiro, Nueva York, e incluso Caracas…
    Y, con respecto a la columna anterior, pues definitivamente A HUMBOLTD LE FALTÓ “VISIÓN” y un enfoque de un manejo inteligente de la biodiversidad que visoró en su entonces. Más allá de contemplar la diversidad verde del Quindio, el quid era cuidarla, y establecer como ley cuidar los cauces de los ríos y, como ley, evitar las deforestaciones de aquellos arboles que calificaba de una hermosura sinigual… Así entonces, hoy doscientos años después, las olas invernales no fuesen riesgo de desbordamiento de ningún río que tendrían sus excelentes cauces naturales con el follaje y amortiguamiento de esos mismos lindos arboles. AUNQUE CABE RECODAR QUE LOS MEJORES DEPARTAMENTOS DOTADOS PARA LA INFRAESTRUCTURA VIAL Y ELÉCTRICA GRACIAS A LAS BONANZAS CAFETERAS, FUE INDUDABLEMENTE EL EJE CAFETERO Y QUINDIO ERA UNA REGIÓN CAFETERA.
    En fin, que carajos, si todo estuviera hecho en el pasado, no tendríamos futuro. Y, entre otras, Gonzalo Jiménez de Quesada también cometió el mismo error de Humbolt, y Caldas: No hizo nada para que la linda “sabana verde” de Bogotá se convirtiera en una “sabana de cemento”…

    Gheysel

  • Anónimo
    25 diciembre, 2010 at 3:08 pm

    Un ingeniero agrónomo que fue gerente de la Caja Agraria y de una empresa reforestad ora gran conocedor del sur del Atlántico explica que la ruptura del canal del dique en parte se debe a unas obras ilegales realizadas por terratenientes y dueños de zoo criaderos que perforan por debajo de la carretera que corre paralelamente al dique para obtener agua y regar sus terrenos esto sumado al poco o ningún mantenimiento del sistema hidráulico de regios que en los años sesenta durante el gobierno de Lleras Restrepo se construyo para controlar las inundaciones del rio Magdalena a unas lagunas existentes a donde hoy están los terrenos y pueblos anegados {
    Los huecos realizados por debajo de la carretera no resistieron a la presión de las aguas y se ampliaron reventando por partes que se fueron uniendo creando el gran boquete más ancho que el rio Cauca creando lo que se llama espejos de agua que cuando se secan dejan la tierra estéril por las sales y fosfatos que se acumulan, al parecer se requerirán más de 5 años para que crezca el pasto en miles de hectáreas sumergidas.
    Pueblos como Campo de la Cruz, Manatí seguramente tocara reubicarlos a pesar de la oposición de las comunidades porque no hay duda que las aguas del Magdalena cada vez mas reclaman los espacios que les quitamos, el Sur del Atlántico era cenagoso y muy diferente al que conocemos de cincuenta años para acá.
    Por lo que podemos atrevernos a concluir sobre el fenómeno del sur del Atlántico 1. Nos metimos a trazar un canal desde la orilla del Rio Magdalena hasta Gambote al sur de Cartagena con el fin de transportar carga del rio al mar y viceversa lo que fue una gran obra de ingeniería por allá en los años seiscientos, el canal favoreció por un tiempo largo a gentes de lado y lado norte de Bolívar, sur del Atlántico llevando la peor parte este ultimo por ser sus terrenos mucho más bajos, lo otro es la falta de mantenimiento del distrito de riego y qué decir de los aviva tos que perforan por debajo de la carretera donde metieron tubería para sus regios y criar caimanes que hoy se están dando un festín con tanta vaca, perro y cerdo que chapotean en medio de la nada del agua.
    Lelo69

  • Montag
    30 diciembre, 2010 at 7:43 am

    Gracias al señor Gaviria por poner los enlaces de las diferencias que ha sostenido con Ospina.

    Ahora, me temo que A.G. ha tomado la vía fácil para contravenir al escritor en cuestión. No solo le hace el quite a los argumentos de William (pensando, supongo, que los confronta) si no que además los desvía. Tómese por caso el escrito titulado "Entre el dentista y el chamán". En el que desvía por completo aquello que propone Ospina, lo desvía siendo consciente de ello, pues, para alguien que tiene como mínimo una lectura de Los Nuevos centros de la esfera, es a todas luces equívoco reducir de una manera tan grosera aquello a lo que el escritor del Páramo de las Letras se ha referido sobre lo cultural y la manera en que nos hace más o menos propensos a determinadas acciones.

    Un caso pragmático, de los que dice preferir el señor Gaviria y que William no ignora, es el del aprendizaje por observación. Si se está expuesto a un ambiente violento, resulta más probable que se responda a esa lógica. Claro, por algún astro que se confabule puede resultar lo contrario, pero la tendencia será hacia la primera opción. Sin embargo, si existe mediadores que permitan confrontar eso que ocurre, la noción de dicha realidad se ve alterada. Será un factor a tener en cuenta y que por ello mismo hace difícil sostener una visión unívoca del fenómeno.

    Esto, por poner un ejemplo un tanto breve y en demasía explícito, pues bastaría con hablar de una condición conflictiva en el ser humano (me refiero a la conciliación psíquica de experiencias que se contraponen, no a la guerra)y que puede desbordar en una matanza o en que dirija su actividad a un deporte, por ejemplo, a la escritura, a golpear un saco de arena, etc. De lo contrario, me temo que sería sencillamente imposible que un ser humano esté cerca de otro, que tengan un perro, un gato… siguiendo lo que propone Alejandro, no hubiéramos durado estos escasos siglos debido al poder incontenible de ese "desusado" término de instinto.

    Es más, de no aceptar lo cultural como un factor determinante, el señor Gaviria podría reconocer, así sin más, las más de 11 escalas de color blanco que los habitantes de Alaska denominan, cada una, con un nombre específico (sin ser diseñadores gráficos o algo por el estilo). A nosotros, como habitantes promedio hablantes del español, nos basta con decir blanco.

    ¿La lengua, por ejemplo, no es ya un factor cultural que afecta la visión del mundo? ¿Habrá que recordar a los samurai, a los camisas negras, a los punk, a los hippies, a los paramilitares o sencillamente a un vecino para seguir notando cómo un mismo fenómeno (la violencia) responde a distintos patrones culturales que lo desencadenan de distintas maneras o lo limitan?

  • Alejandro Gaviria
    30 diciembre, 2010 at 8:53 pm

    Montag: lo de las muchas palabras de los esquimales para nombrar la nieve no es más que un mito urbano: explicación vía wikipedia.

  • Anónimo
    1 enero, 2011 at 8:00 pm

    "Si somos culpables, entonces todo depende de nosotros; podemos salvarnos simplemente cambiando nuestro estilo de vida. Desesperada y obsesivamente reciclamos papel viejo, compramos comida orgánica, lo que sea para asegurarnos de que hacemos algo, que contribuimos. Pero igual que el universo antropomórfico, mágicamente diseñado para la comodidad del hombre, el así llamado equilibrio de la naturaleza – que la humanidad destruye brutalmente con su arrogancia-es un mito. Las catástrofes son parte de la historia natural. El hecho de que las cenizas del modesto estallido volcánico en Islandia hicieran aterrizar a la mayoría de los aviones en Europa es un muy necesitado recordatorio del grado en que nosotros, los humanos, con nuestro tremendo poder sobre la naturaleza, no somos nada más que otra de las especies vivientes sobre la Tierra, y dependemos del delicado equilibrio de sus elementos. "

    http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/medio-ambiente/Slavoj_Zizek_0_399560257.html

    zizek en pagina ñ, recomendado sobre el tema