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Lecturas de 2010

Mi descubrimiento del año fue la cuentista y novelista china, ahora residente en los Estados Unidos, Yiyun Li. Me leí su libro de cuentos A Thousand Years of Good Prayers y su novela The Vagrants, ya traducida al español. Los personajes son maravillosos. Además, Yiyun Li hace una descripción precisa de la vida en la China contemporánea, un lugar extraño sin duda.

Leí varios libros sobre el fracaso de la colonización escocesa del Darién a comienzos del siglo XVIII: The Price of Scotland de Douglass Watt, entre ellos. La empresa colonizadora quebró a la aristocracia de Edimburgo y dio pie a la creación del Reino Unido: acabó para siempre con la independencia de Escocia. Muchos de los colonos murieron, otros quedaron dispersos por el Caribe, otros más, los sobrevivientes del último naufragio, se refugiaron en Carolina del Sur. Uno de los sobrevivientes fue el tatarabuelo de Teodoro Roosevelt quien lideró, siglos después de la malhadada aventura del Darién, una ocupación imperialista a las tierras que mataron a sus ancestros y terminaron, por añadidura, con la nación escocesa.

Leí una larga conversación, un cruce de correos electrónicos, más bien, entre los franceses Michel Houellebecq y Bernard-Henri Lévy: Enemigos Públicos. Me agrada la cantaleta reaccionaria, pero compasiva, casi melancólica, de Houellebecq: “todo lo que se ha perdido está perdido irremediablemente y para siempre”.

Me gustó mucho la compilación, hecha por el Fondo de Cultura, de la poesía completa del venezolano Rafael Cadenas:

MatrimonioTodo habitual, sin magia, / sin los aderezos que usa la retórica, / sin esos atavíos con que se suele recargar el misterio. / Líneas puras, sin más, de cuadro clásico. / Un transcurrir lleno de antigüedad, / de médula cotidiana, de cumplimiento. / Como de gente que abre siempre a la misma hora.

El mejor libro de economía que leí este año fue Fault Lines: How Hidden Fractures Still Threaten The World Economy de Raghuram G. Rajan.

Finalmente, un poco de esnobismo. Leí La tía de Julia y el escribidor después del anuncio del Nobel a Vargas Llosa: había una Edición de Bolsillo dando vueltas por la casa desde hace varios años. Me gustó. Vargas Llosa no escribe muchas frases felices. Pero no importa. Es un contador de historias extraordinario. Las radionovelas le ensañaron mucho.

También, lo confieso, disfruté la última novelita de Fernando Vallejo, El don de la vida. Como Houellebecq, Vallejo es un misántropo compasivo. Ambos perdieron la esperanza, parecen resignados al espantoso vacío de la renuncia.

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  • Anónimo
    17 diciembre, 2010 at 8:48 pm

    Qué buenas las recomendaciones, gracias.
    A propósito, ¿alguien aquí ha leído un libro que se publicó originalmente en inglés, creo que en 2003, bajo el título "Waiting for Snow in Havana: Confessions of a Cuban Boy" del profesor universitario y escritor cubano-americano Carlos Eire? Recién lo leí y me tomo el atrevimiento de recomendarlo muy especialmente (la versión en castellano se publicó en 2007 bajo el título Nieve en La Habana: Confesiones de un cubanito). Se trata de una memoria extraordinariamente bella de la infancia del autor en La Habana en los años cincuenta, hasta el momento en que se impone la revolución y él sale, junto con casi 15.000 niños cubanos, sin sus padres, a refugiarse en los Estados Unidos.

  • Alejandro Gaviria
    17 diciembre, 2010 at 10:19 pm

    Anónimo: no lo he leído. Pero lo vi en la librería bogotana San Librario la semana pasada. Puede estar todavía por allí para los interesados.

  • Narcizo Rodriguez
    17 diciembre, 2010 at 11:41 pm

    Gracias por las recomendaciones. Este año me la pasé muy entretenido con los libros de kapuscinsky …tambien con El Río de Wade Davis, Microbio de Fernando Gomez …ah! y Del Romanticismo al realismo social y otros ensayos ( a mi no me bastan 140 caracteres…ahora voy a comprar el resto de la "saga" gaviria…gracias, aprende uno mucho)..Ah! son varios, que se me olvidan: que tal El tigre Blanco????uffff!

  • JuanA
    18 diciembre, 2010 at 12:33 am

    Este bloggero sí es muy serio (y desocupado); qué tal la foto!

  • Anónimo
    18 diciembre, 2010 at 2:17 am

    Que va, chicaneando por el Kindle 😉

  • Alejandro Gaviria
    18 diciembre, 2010 at 2:59 am

    Ni tanto. Se me cayó y se rajó hace unos meses. Pero, eso sí, es muy bueno el aparatico.

  • Anónimo
    18 diciembre, 2010 at 2:59 pm

    Eso jode los ojos; espere unos años y verán !

  • Javier Moreno
    18 diciembre, 2010 at 3:29 pm

    Ahí se le ve la hidden fracture al pobre Kindle.

  • Anónimo
    18 diciembre, 2010 at 10:39 pm

    Se le complica la situación a los exfuncionarios de la casa de Nari; ya están pidiendo asilo en otros países.

    El testigo clave (sapo) los delato:

    http://www.elnuevoherald.com/2010/12/18/855755/reducen-pena-a-narco-clave-en.html

  • Daniel Payares Montoya
    19 diciembre, 2010 at 1:45 am

    De los libros que leí este año mis favoritos son: Guns, germs and steel; Nueva historia económica de Colombia; Animal Spirits; Manualito de imposturología física y The passions and the interests.

    Me quiero leer el nuevo de Michel Onfray, Le crépuscule d'une idole, pero no sé francés.

    Ahh y actualmente ando leyendo, entre otros, Democracia en América. Imposible no leerlo después de todas las veces que Alejandro ha hecho referencia a él.

    Pd: Alejandro, anímese a darnos su top 5 de libros de economía de este año.

  • Alejandro Gaviria
    19 diciembre, 2010 at 2:40 am

    Va una lista de cinco libros interesantes sobre economía que leí (algunos parciamente) este año: dos de crisis (el de Rajan, ya mencionado, y el de Reinhart y Rogoff, This Time Is Different), me gustó mucho The Company of Strangers: a Natural History of Economic Life de Paul Seabright y disfruté leyendo algunos capítulos de Economía Colombiana del Siglo XIX (sobre todo los de Safford y Malcom Deas).

  • Anónimo
    20 diciembre, 2010 at 12:17 pm

    Carolina Sanin es la voz de los escritores frustados. Conoce perfectamente el oficio de escribir literatura deleznable. Vean esta carta de un lector de El Espectador. Pura envidia como dice Constantino.

    De nuevo Carolina Sanín emerge como la columnista más lúcida e independiente del país, con este artículo sobre lo que calló Vargas Llosa en la entrega del politizado Premio Nobel de Literatura 2010. Ya antes, hace poco, ella misma —en tanto escritora, entiendo— había sido clara y contundente con los escritores machos (o machos escritores) que coparon el evento francés de Les Belles Etrangères en medio de zancadillas y codazos para ascender en el escalafón de los narradores de ultramar, en donde “extrañamanente” figuraban también Antonio Caballero y Fernando Vallejo, poco adictos a los poderes de los Estados, los negocios y las editoriales. En eso de congraciarse con los poderes (incluido el académico) tienen un buen maestro en Mario Vargas Llosa. Este narrador subalterno no puede engañar a los lectores bien formados, así se parapete en su admiración por Victor Hugo, ese sí un paradigma de lo que es un escritor total. Dudo que el autor de Los Miserables hubiera aceptado el Premio Nobel. Gracias Carolina.