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Intoxicación ideológica

El escritor bogotano Mario Mendoza, de 45 años, publicó el pasado mes de abril su séptima novela, Buda Blues. “Quizás es mi novela de mayor choque, de mayor fuerza”, dijo Mendoza en una entrevista reciente. “Un desgarrador aullido contra la sociedad y la especie, contra la desigualdad y la brutalidad, contra el capitalismo y sus vergüenzas, contra el American way of life, contra las convenciones”, dice la contracarátula de la novela. Sin ambigüedades, de frente, Mendoza ha expresado su propósito de hacer crítica social, de darle a su narrativa un contenido político, de combatir, desde la escritura, “el centro, la oficialidad y el interior del establecimiento”.
Intrigado (e instigado al mismo tiempo) por las opiniones políticas de Mendoza, decidí leer la novela. Me encontré de inmediato con una total falta de ironía, de humor, de escepticismo. El autor no logra separarse, diferenciarse de las opiniones (muchas veces absurdas) de los protagonistas. Uno de ellos es un profesor de sociología que un día cualquiera recibe una notificación de Medicina Legal conminándolo a dirigirse a la morgue con el fin de reconocer el cadáver de Rafael, un tío del que nada sabía hacía ya mucho tiempo. Rafael, un erudito insatisfecho, pasó los últimos días de una vida misteriosa en un inquilinato, rodeado de miles y miles de libros en varios idiomas, anotados todos en el lenguaje original.
Rafael condensó la totalidad de su erudición, de sus miles de lecturas en muchos idiomas, en un documento de cuarenta páginas que, vaya ironía, parece una muestra típica de marxismo de bachillerato: “las telenovelas, los seriados televisivos, los noticieros de radio que siempre mienten…, el concepto de belleza anoréxico y famélico…, el consumismo aberrante, el arribismo, la xenofobia creciente…, todo está perfectamente armado para que cada uno de nosotros caiga en la trampa y empiece a comportarse como los otros, a pensar lo mismo, a sentir lo mismo, a soñar lo mismo”. El profesor de sociología, supuestamente entrenado para apreciar los matices, queda inmediatamente descrestado con la perorata de su tío. Ciego ante la ironía, no se da cuenta del absurdo, de la erudición convertida en lugar común, de la literatura transmutada en un panfleto adolescente, y termina repitiendo el mismo discurso infantil y buscando refugio en el budismo zen.
La falta de ironía aqueja al tío, al sobrino y al autor, quien nunca trata de separarse del disparate. El novelista Juan Gabriel Vásquez ya había notado la carencia de ironía en los foristas que diariamente intercambian insultos en la prensa colombiana. Pero el mismo problema aqueja a muchos de nuestros escritores e intelectuales, que parecen haber perdido el sentido del humor, la capacidad de dudar de sus propias convicciones. Resulta representativo que, en la novela de Mendoza, la literatura universal sirva no para apreciar los matices, para entender la complejidad del mundo, sino para todo lo contrario, para alimentar una ideología gastada: “todos somos piñones de una gigantesca maquinaria”.
Buda Blues contiene, creo yo, una gran lección. La falta de ironía produce mala crítica social y mala literatura. “Fundaremos una religión donde abandonaremos el yo para unirnos a los otros en un gran abrazo musical”, dice uno de los protagonistas al final de la novela. Y este desvarío se debe, supone uno, a la falta de humor y a la intoxicación ideológica.

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  • Gheysel Naranjo
    3 mayo, 2009 at 3:47 am

    ..:

    I. POR UN GOL SE GANA EL MUNDIAL…, por una nariz se gana en carrera de caballos… entonces PENSAR no es fácil, es más fácil que otros piensen donde por psicología de masas todo se contagia… y son contados quienes tienen “CAPACIDADES EVOLUTIVAS” de ser buenos escritores con sus propias cualidades, vocación, aptitudes, persistencia, aguante, sabiduría y elegancia… Si miramos escritores nuestros escasamente clasifica un Gabriel García Márquez o un Julio Cortez por sus marcadas cualidades de escribir sin intoxicación ideológica… pero igual ello sucede en todos los ámbitos por ejemplo sólo llega a destacarse un futbolista (como Beckan) de miles de futbolistas…, o una reina de belleza de las otras cuantas candidatas…, o el sol del resto de estrellas y constelaciones…, o las plantas silvestres de la rosa (catalogada la mejor planta de mayor categoría)…Tampoco todos no llegan a ser Papa en el Vaticano… En fin no tiene sentido uno compararse con nadie, pues si s compara con los máximos, uno se siente humillado…, Y si uno se compara con los de menor jerarquía, pues uno se siente el Súper-Súper, y para qué?…si todos somos variaciones diferentes!!!, una muestra de ello es que nuestro planeta tiene más de 7000 millones de habitantes y todos tienen huella dactilar diferente… Queda claro que las capacidades evolutivas dependen del Empuje, el ideal y la Biología natural del personaje.

    II. Pensar bien es como pintar cosas lindas…, propio de genios que ya nacen con estrellas… a diferencia del resto que nacen estrellados…pero quién iba a creer que Picasso pintando cosas tan horripilantes e irónicas, fuese un pintor tan famoso? O quien iba a creer que un pintor tan miserable en vida como Van Goh, que no vendió nunca un cuadro, hoy su obra fuese tan valiosa? O quién iba a creer la evolución Marco Fidel Suarez, hijo de una lavandera llegase a ser presidente?…

    Un pregunta señor columnista escritor: ¿cuántos capacitados colombianos hay para ser presidente?, y ¿quiénes de verdad tienen las expectaciones de ser presidente? Entonces por qué no llamarle a ello (respecto de la capacidad de escribir bien) LA SELECCIÓN DE ESPECIES, en vez de intoxicación ideológica?…

    Gheysel

  • Javier Moreno
    3 mayo, 2009 at 6:13 am

    No mucho más se puede esperar del autor de ese esperpento premiadísimo llamado Satanás, novela ingenua, simplista y sonsa como pocas.

    Pero bueno, Mendoza es el escritor perfecto para la izquierda en la que milita. Lo que Octavio Paz decía de la izquierda mexicana hace varias décadas aplica sin modificaciones drásticas a la línea reinante de la izquierda colombiana actual (y a la ideología que promulga el libro de Mendoza en particular): «La izquierda es la heredera natural del movimiento de 1968, pero en los últimos años no se ha dedicado a la organización democrática sino a la representación —drama y sainete de la revolución en los teatros universitarios. Pervertida por muchos años de estalinismo y, después, influida por el caudillismo castrista y el blanquismo guevarista, la izquierda mexicana no ha podido recobrar su vocación democrática original. Además, en los últimos años no se ha distinguido por su imaginación política: ¿cuál es su programa concreto y qué es lo que propone ahora, no para las calendas griegas, a los mexicanos? Incapaz de elaborar un programa de reformas viables, se debate entre el nihilismo y el milenarismo, el activismo y el utopismo. El modo espasmódico y el modo contemplativo: dos maneras de escapar de la realidad.»

  • Apelaez
    3 mayo, 2009 at 11:35 am

    El libro parece escrito para nuevos anarcos capitalinos, para los que
    «resisten».

  • Apelaez
    3 mayo, 2009 at 12:37 pm

    Desde hace rato me impresiona la valta de humor, y sobretodo, la incapacidad de auto-burla de mucho personaje nacional. Claro, no toda conferencia o simposio debe estar lleno de chascarrillos y risitas, pero de vez en cuando, mano, es bueno un chiste.

    Esto es sobre todo patente en la academia; institución que produce a diario material para levantar sonrisas. Basta leer los «journals» para encontrar temas hilarantes. Papers sobre la evolución de la sala en la colonia, las razones oscuras detras de la construcción del parque nacional o las votaciones regionales en el paraguay del siglo XIX dan para situaciones risibles, no porque no sean importantes para el estudio de la historia o porque este mal hechos, sino porque se toman demasiado en serio, porque no acepta de entrada que el tema es mas un divertimento académico que otra cosa.

    Tal vez por intentar no ser vistos por encima del hombro por sus colegas de la facultad de economía, los academicos dedicados a estudiar cosas menos prácticas intentan ponerle una solemnidad absoluta a sus trabajos. Usan lenguaje extraño y frases retorcidas para tratar de impedir que sus estudios sobre cosas que naturalmente darian risa (que desocupe diran la mayoria)se conviertan en piezas solemnes, en cosas serias.

    Paradojicamente, su intento por aparentar seriedad y solemnidad termina conviertiendose en todo lo contrario.

  • Julio Carrizosa
    3 mayo, 2009 at 1:42 pm

    Alejandro: estoy de acuerdo con su análisis pero creo que hace falta señalar que esa «intoxicación ideológica» también se encuentra en la derecha optimista y que, como lo señala Pelaez la ausencia de ironía y de humor es una tara en algunos circulos académicos. Si se analizan los discursos políticos colombianos la ausencia de un reconocimiento de la complejidad es un problema general.Me gustaría su opinión sobre la entrevista a Pearl en la cual él confiesa que no ha sido posible que sus pupilos «rápidamente empiecen a generar ingresos» y , según el título, dice que acabar la guerra tomará 15 0 20 años.¿ Se trata de un retorno oficial al pragmatismo?

  • JuanDavidVelez
    3 mayo, 2009 at 1:50 pm

    Yo me he leido dos novelas de Mario Mendoza: la de Satanas y una que creo que se llama Scorpio City. Pues la verdad a mi me gustaron, incluso pienso comprar esta nueva, porque la que escribio de la selva si me dio pereza comprarla.

    Ese señor escribe muy bien y sus libros son de los que uno se lee completos con gusto. Eso ya es mucho, he comprado varios autores nuevos nacionales y la verdad uno no es capaz ni siquiera de terminar el libro, este man (Mario Mendoza) no, este man al menos echa su carreta en una forma completa.

    Buen arte con buena sociologia. (sobretodo como se yo de sociologia y de arte).

  • Maldoror
    3 mayo, 2009 at 2:01 pm

    Apelaez:

    Basta leer los «journals» para encontrar temas hilarantes. Papers sobre la evolución de la sala en la colonia, las razones oscuras detras de la construcción del parque nacional o las votaciones regionales en el paraguay del siglo XIX dan para situaciones risibles, no porque no sean importantes para el estudio de la historia o porque este mal hechos, sino porque se toman demasiado en serio, porque no acepta de entrada que el tema es mas un divertimento académico que otra cosa.¿Exactamente que hace de un tema «un divertimento académico»? ¿Cual es la diferencia entre un tema que es un divertimento y otro que no lo es?

  • JuanDavidVelez
    3 mayo, 2009 at 2:20 pm

    Novelas colombianas de autores nuevos que son bacanas en mi opinion:

    1. Nunca en cines.
    2. Salvame Joe Louis.
    3. El cine era mejor que la vida.

    Otra cosa, acerca de lo que dijo Javier, yo se que Javier es un conocedor y es un tipo serio de esos que les gustan los libros muy malucos, pero por mas serio que sea apuesto a que se leyo completa Rosario Tijeras, y Rosario Tijeras es ingenua y medio infantil, a pesar de eso es una novela muy bacana, ¿o no?.

  • Apelaez
    3 mayo, 2009 at 2:23 pm

    Maldoror, no lo sé. Con estas cosas uno suele terminar en la discusión de si la academia debe producir sólo cosas útiles o aplicaciones prácticas. Creo, como lo ha señalado Lanark muchas veces, que la investigación teorica alejada de la práctica es indispensable para el desarrollo de la ciencia y probablemente (pero no necesariamente) para lograr mejoras en campos más terrenales.

    Ud sabrá mejor que yo, pero supongo que los historiadores se deben preguntar mucho ¿Y esta vaina para que sirve? Yo no sé para que sirva. A mi me entretienen muchos estudios historicos, me llaman la atención, como a muchos (basta mirar la popularidad de Diana Uribe). Pero para mí, la historia es un entretención, un divertimento. Cuando deja de serlo, cuando se pasan de crípticos o de ideologizados (mucho foucault y paranoia) o simplemente cuando no saben escribir, me deja de gustar.

    Supongo, para responderle, que muchas de las obras academicas son simples divertimentos para sus autores y sus pequeños circulos de discusión. (que esto sirva o no, es otra discusión)

  • Anónimo
    3 mayo, 2009 at 2:28 pm

    Qué tal Gaviria emulando a Hugo Chávez como agente vendedor de panfletos. ¡Lo que faltaba!

  • Maldoror
    3 mayo, 2009 at 2:31 pm

    Apelaez:

    Pero no me respondió a la pregunta: ¿Qué hace un tema un divertimento? O para ud todos los temas históricos SON divertimentos, que parece ser lo que deduzco de su última respuesta. Escribir sobre, que se yo, la historia de la revolución francesa o la segunda guerra mundial es tan divertimento para ud como escribir sobre, que sé yo, la historia de «las votaciones regionales en Paraguay»?

  • Apelaez
    3 mayo, 2009 at 2:33 pm

    Pues si. Divertimentos. Claro que muchos de estos divertimentos terminan por tener repercusiones en la realidad. Influyen en políticos, en las personas, cambian la realidad. Con la literatura, que también es un divertimento, pasan cosas similares.

  • Alejandro Gaviria
    3 mayo, 2009 at 2:42 pm

    Hay una comparación (algo pedante) que quisiera mencionar. La novel The White Thiger de Aravind Adiga, ganadora del Man Booker Prize en 2008, es una devastadora crítica de la exclusión y las trampas del capitalismo indio. Es narrada por un chofer que mata a su jefe y se convierte en empresario shumpeteriano en Bangalore. El protagonista cuenta la historia de su vida en una larga carta dirigida a un ministro chino. El escritor no sólo hace crítica, sino también crítica a la crítica, todo con sentido del humor y (perdónenme la palabrita) ironía.
    A diferencia de Buda Blues , The White Tiger es buena crítica social y buena literatura.

    Menciono, de paso, otro aspecto problemático de la novela. Buda Blues está narrada en forma epistolar, como un cruce de cartas entre dos amigos, Vicente (el profesor) y Sebastián (el aventurero). Al comienzo de la novela, Sebastián le comunica a Vicente sus averiguaciones sobre una supuesta conexión congolesa de Rafael, el indigente erudito y tío de Vicente. La carta termina extendiéndose insoportablemente con todo tipo de detalles sobre los años de Pablo Escobar que Vicente y Sebastián habían vivido juntos en Bogotá. Toda esta pedagogía innecesaria (para un lector colombiano) y absolutamente inverosímil casi me hace tirar la novela por la ventana.

    Una pregunta: ¿alguien leyó alguna vez una buena columna de Mario Mendoza?

  • JuanDavidVelez
    3 mayo, 2009 at 3:01 pm

    Una cosa que me produce curiosidad es que hay gente que definitivamente es muy brillante y muy culta y sufre tambien de esa «intoxicacion» ideologica, por ejemplo Alberto Aguirre o ese señor Chomsky.
    Porque Alejandro Gaviria les puede decir cualquier cosa a ese par, pero no les puede decir brutos o incultos.

    Tal vez la unica verdad no sea la de los economistas exitosos de 40 años (que piensan muy parecido, como si se hubieran intoxicado con otro plato).

  • juan naranjo
    3 mayo, 2009 at 3:09 pm

    no pretendo defender a Mendoza (no he leído ninguna de sus novelas), pero no entiendo por qué sea indispensable acudir al humor y a la ironía para hacer buena crítica social y buena literatura. Me parece, simplemente, que se trata de buenas alternativas.

    Es más, creo que ese imperativo que usted define en su columna lo aleja de esa «capacidad de dudar de sus propias convicciones». Tal vez, sufre usted de una intoxicación dogmática (y lo peor, es que el dogma en cuestión parece haber sido creado por usted mismo).

    No me parece válido juzgar una novela crítica dependiendo de si ésta acude o no al humor y a la ironía.

  • Alejandro Gaviria
    3 mayo, 2009 at 3:12 pm

    Apelaez: la semana pasada enlacé un artículo sobre los doctorados gringos que, entre otras cosas, señala los absurdos de la sobre especialización. Hay una característica de la academia que me parece aterradora: ni siquiera nos leemos entre nosotros. Nadie lee porque todo el mundo está muy ocupado escribiendo cosas que nadie lee.

    Julio: leí entrevista con Frank Pearl. La reincorporación de los ex combatientes al mercado laboral o alguna forma estable de generación de ingresos es dificilísima. Hoy en día, en Colombia, un empleo formal para un bachiller cualquiera es casi un milagro y para un ex guerrillero o ex para (por razones obvia) lo es mucho más. El problema es que un empleo formal (que estructura la vida y brinda estabilidad) es en últimas la verdadera reinserción. De las empresas colombianas, sólo Éxito está comprometida a fondo con el tema.

    Juan David: Alberto Aguirre es un buen ejemplo de intoxicación. El hombre se ha leído todos los libros pero lleva ya varias décadas en una especie de retiro espiritual comunista, de amargura autoimpuesta, casi cómica por su falta de comicidad.

  • El Redactor
    3 mayo, 2009 at 3:14 pm

    Alejandro muy buena columna. En mi opinión, existe buena y mala literatura, el contenido crítico es un anexo a la buena obra de arte. Esa es la diferencia entre Dickens, Twain, Swift y muchos otros etcéteras, y esos lugares comunes que son herencia de una verdadera falta de conocimiento. Me gustó el concepto de «marxismo de bachillerato», ese no solo lo tiene izquierda sino la derecha.

    En segundo lugar, creo que la obra de arte, como toda realización humana, busca expandir al máximo una comprensión del mundo, las cuáles se encuentran atrapadas en las fuertes dicotomías de la humanidad: racional/irracional, consciente/inconsciente, seriedad/ironía, entre muchas otras. Una buena obra de arte, se mueve y entreteje entre todas ellas.

    Tercero, esta generación de escritores colombianos tiene mucho que aprender del pasado. Tal vez la mejor crítica social en una obra colombiana se encuentre en las obras del fallecido Germán Espinosa. Obras como «Los cortejos del diablo», «Los ojos del del basilisco» o «La tejedora de coronas», dan en el clavo de una crítica más fina y mordaz. De esta generación – la de los «rosario tijeras», «el síndrome de ulises» -, lo único rescatable es la trilogía de William Ospina, por su carácter histórico.

    Finalmente, entre el divertimento y lo serio, pienso que el truco radica en un balance entre las dos. Parte del problema académico rádica en su falta de controversia e ironía- la cuál falta no solo en la literatura sino en la investigación. A los «marxistas» se les olvidan obras como «La Sagrada Familia» o «La Miseria de la Filosofía», donde controvirtiendo sarcasticamente se presenta una argumentación crítica. Por su parte otros «intoxicados ideológicos», creen que es un asunto retórico – los visos «piedracielistas» de joseobdulistas o plinioapuleyistas.

  • Julio Carrizosa
    3 mayo, 2009 at 3:15 pm

    Alejandro: en los diccionarios ironía se relaciona con Socrates, con Novalis, Schlegel y, recientemente, con Rorty.¿Cual es su linea?

  • Anónimo
    3 mayo, 2009 at 3:22 pm

    Pearl es hoy la persona más informada sobre la insurrección y sobre la realidad del desempleo.Si es verdad que dijo que la guerra duraría 20 años eso debería suscitar una buena discusión en las universidades.

  • Julio Carrizosa
    3 mayo, 2009 at 3:29 pm

    Juan David, ¿ ha leido a Rorty? El da una buena explicación, liberal e irónica, sobre la verdad en todos los Gaviria.

  • Mauricio López
    3 mayo, 2009 at 3:30 pm

    Gaviria parece sufrir de una intoxicación más fuerte que la de Mendoza. Vaya ironía.

  • JuanDavidVelez
    3 mayo, 2009 at 3:36 pm

    Julio, no se quien es Rorty, decime como se llama para no ir a encontrar el Rorty que no es, es que Julio, lo que yo leo principalmente son las aventuras de Andrea en Soho, que es a la vez buena sociologia, buena literatura y buena pornografia. El que pida mas que le piquen caña.

  • JuanDavidVelez
    3 mayo, 2009 at 3:43 pm

    Victor Gaviria es un putas, el dice algo asi como esto (cito de memoria) «es verdad que no podemos cambiar la vida, porque ella cambia como le da la gana, pero si podemos cambiar la forma de mirarla».

    Aunque en realidad si podemos cambiar la vida, una buena campaña para prevenir el embarazo adolescente la cambia, pero igual, que viva Victor Gaviria.

    (que vivan tambien los profesores de bachillerato y el marxismo de bachillerato, abajo el marxismo de universidad).

  • Carlos
    3 mayo, 2009 at 3:44 pm

    Apelaez: discrepo de su opinión sobre la historia.

    Yo diría que es la mas importante de las ciencias sociales porque examina lo que sucedió no modelos hipoteticos como los que establecen en economía,sociología,etc.

    Si uno no entiende la historia no puede realmente entender el presente.

    Y muchas situaciones o fenomenos del pasado, aparentemente triviales o superficiales, luego de un análisis se encuentra que son causa de fenomenos o situaciones del presente considerados importantes o prioritarios.

    Otra razón, que por lo menos en mi caso ha sido muy valida, es que la historia nos vuelve mas humildes, al conocer que muchas ideas o propuestas que creemos novedosas o progresistas en realidad son «el mismo vino en diferente vasija». Como decia el historiador Paul Johnson:

    «The study of history is a powerful antidote to contemporary arrogance. It is humbling to discover how many of our glib assumptions, which seem to us novel and plausible, have been tested before, not once but many times and in innumerable guises; and discovered to be, at great human cost, wholly false.»

    Ahora, es cierto (y yo mismo lo he criticado aqui varias veces) que la academia muchas veces sufre de un exceso de abstracción sobre la realidad, que se convierte en aislamiento e irrelevancia. Es cierto, que el uso excesivo de las matemáticas o de otro dialecto (de cualquier profesión o ciencia) es mas una cuestión de status o de autismo que por razones de resultados.

    Pero precisamente la historia, creo, puede ayudar a entender la problematica de la academia (el origen de las universidades en Occidente dentro de la epoca medieval y su relación con la iglesia catolica y protestante lo que generó una cultura «academica» mas propicia para lo contemplativo,lo especulativo,etc; El ideal «platonico» de la academia (incluso la palabra viene del nombre que le daba platón a su centro de reunión))

  • El Redactor
    3 mayo, 2009 at 3:48 pm

    Juan David

    Richard Rorty (1979) Philosophy and the Mirror of Nature. Princeton University Press

    Richard Rorty (1991). Objectivity, Relativism and Truth. Cambridge University Press

    Buen tema para el debate…

  • Apelaez
    3 mayo, 2009 at 4:04 pm

    Carlos: Yo también creo que la historia es relevante e interesante. Sobre su idea de que es buena «porque examina lo que sucedió no modelos hipoteticos como los que establecen en economía,sociología«, simplemente no lo creo. Si se pone a leer historia verá que la mayoria de los «papers» buscan explicar el pasado, no solo narrarlo escuetamente. Los historiadores tambien aplican modelos y teorias para intentar darle coherencia al pasado (algunos lo intentan con herramientas derivadas del marxismo, otros con analisis económicos y otros con retazos de varias cosas, eso le podrá explicar mejor Maldoror).

    Lo que yo no sé es como determinar cuando un paper de historia deja de ser un divertimento para pasar a ser otra cosa.

  • Lanark
    3 mayo, 2009 at 4:11 pm

    Yo sólo me leí «Satanás» y esa fue razón suficiente para no volver a leer a Mario Mendoza. Y fue exactamente el tomarse demasiado en serio lo que me molestó, y en particular, un cierto tonito moralista que permea lo que escribe y le impone un montón de vueltas innecesarias a la historia.

    Sin embargo, no estoy de acuerdo con Alejandro en que este sea un caso de intoxicación ideológica. Se puede ser igual de petardo defendiendo cualquier tipo de posición, sea ideológica, estética, académica, futbolística, o lo que sea. La trampa está en olvidarse de las sabias enseñanzas del Señor Plátano: «no importa, y si importa, tampoco importa».

    El asunto central aquí, me parece, es por qué se ha vuelto important montar la farsa de la autoimportancia y la pose.

    Es una verdadera lástima que a los historiadores, sociólogos, etc. les toque hacer pose de solemnidad para poder discutir lo que estudian. La pregunta es, si fueran tan honestos como por ejemplo Paul Dirac* sobre el hecho de que lo que hacen es en escencia un juego, ¿alguien financiaría su trabajo?

    Algo bastante evidente acerca del rumbo que está tomando la percepción de la opinión pública sobre el conocimiento, es su superficialidad. Cada vez se exige más teatralidad barata para convencerse de algo: un buen día van a terminar asignando presupuesto a los investigadores en reality shows, como esa payasada británica de Dragon’s Den (un programa interesante, pero payasada al fin).

    *Paul Dirac solía decir que lo realmente importante en una teoría física es que fuera matemáticamente bella. Esa es una actitud difícil de defender incluso en la física. Si Dirac no hubiera hecho aportes enormes a la teoría cuántica (uno de ellos, la ecuación de Dirac, fue el primer puente sólido entre la teoría cuántica y la teoría de la relatividad), nadie lo hubiera tomado en serio, y hubiera tenido serios problemas para financiar ese pasatiempo estético que era para él la física.

  • Alejandro Gaviria
    3 mayo, 2009 at 4:22 pm

    Julio: digamos que me gusta la ironía de Rorty. Los otros no los he leído. Encontré recientemente una buena defensa de la ironía liberal (que empieza desconfiar de los ideologías y no tomarse muy en serio) en The Future of Liberalism de Alan Wolfe.

  • Tarantini
    3 mayo, 2009 at 5:02 pm

    Alejandro,

    Una pregunta curiosa: ¿qué importancia tenía decir la edad de Mario Mendoza (45) en este artículo?

    Las columnas de Mendoza, respondiendo su pregunta, casi nunca las puedo terminar.

    Además, hace rato que no leo buenos libros de escritores colombianos. La falta humor y de originalidad, y los lugares comunes parecen ser el pan de cada día de muchos de ellos.

    Tanto libro sobre secuestros, rescates y vida en la selva es simplemente aterrador, aunque sea una realidad. Nunca soy capaz de leer ese tipo de libros, ni siquiera «noticia de un secuestro» de García Marquez.

  • Alejandro Gaviria
    3 mayo, 2009 at 5:08 pm

    Tarantini: insinuar que Buda Blues no es el fruto de un escritor inmaduro, que la mezcla de anarquismo y Paulo Coelho no es un capricho juvenil.

  • Carlos
    3 mayo, 2009 at 5:39 pm

    Alejandro: si, es cierto. Se requiere usar una teoría o paradigma (para no usar la palabra «ideología» que aquí es políticamente incorrecta) para poder interpretar los datos escuetos.

    A lo que me refiero es lo siguiente:

    1. Teorizar implica construir un modelo o esquema

    2. Construir un modelo necesariamente implica omitir detalles de la realidad modelada (si no fuera así se replicará la realidad misma lo que sería infinitamente costoso o imposible).

    3. Siempre que modelamos, por nuestras limitaciones cognitivas humanas (entre las cuales estan nuestro sesgos ideológicos)entonces omitimos detalles que creemos no son importantes y dejamos otros que si creemos que lo son. Es decir, esa limitaciones o sesgos congnitivos determinan que detalles omitimos inconscientemente y cuales no.

    4. La historia al mostrar lo que efectivamente sucedió (vs el que «lo que podría suceder» de la teoría) permite validar los modelos o incluso identificar «experimentos naturales» . Permite identificar que ciertos detalles omitidos en los modelos si eran importantes.

    Otro punto es que la historia permite aprender de la experiencia de otros y evitar errores que otros ya sufrieron (recordar el clásico «aquellos que no conocen la historia estan condenados a repetirlos». Yo por ejemplo siempre he encontrado muy util leer biografías.

    Y el punto, que es el de la cita de Johnson, es que muchas ideas o propuestas aparentemente «novedosas» ya fueron probadas en otras epocas. Y por ese desden por la historia muchos no se toman el esfuerzo de averiguar si su gran nueva idea ya fue probada , que problemas tuvo, por qué no funcionó ( o por que si lo hizo). Es algo parecido a la reflexión de Keynes que usualmente seguidos ideas de economistas ya muertos pensando que somos originales y novedosos.

    Saludos,
    Carlos

  • Daniel Vaughan
    3 mayo, 2009 at 5:54 pm

    Carlos,

    1. Su lectura de la historia me acordó de este libro.

    2. Eso de que la «historia es lo que efectivamente sucedió» es medio carreta. Y lo de que la historia es una «ciencia social» también es bastante discutible.

    Por último, con todo respeto, creo que es bastante irónico que cite lo de cómo la lectura de la historia lo vuelve humilde. De pronto a Johnson lo volvió más humilde, pero, nuevamente con todo respeto, dudo seriamente que a usted lo haya vuelto más humilde. De hecho puede haber generado exactamente lo opuesto.

    DV

  • JuanDavidVelez
    3 mayo, 2009 at 5:56 pm

    Hey Tarantini, noticia de un secuestro es un libro muy bueno, seguro que vale la pena hacerle el esfuerzo para seguir leyendolo.

    Si buscas humor y un autor «nuevo» colombiano Tarantini, entonces el libro es Nunca en cines. Es una elegia, a pesar de eso esta lleno de humor e ironia. Salvame Joe Louis tambien tiene humor. Hasta sin remedio de Antonio Caballero tiene humor (sin remedio termina en que el protagonista se come a la muchacha).

    ¿En donde escribe Mario Mendoza sus columnas?

  • Tarantini
    3 mayo, 2009 at 6:14 pm

    Gracias por tus recomendaciones JuanDavidVelez, voy a leerlas. Te confieso que terminé «noticias de un secuestro» pero con esfuerzo.

    Mario Mendoza escribe sus columnas en El Tiempo, no recuerdo que día de la semana.

  • Anónimo
    3 mayo, 2009 at 6:26 pm

    La verdadera ironía es escribir en este foro: SOY EL NÚMERO 36 EN LA LISTA DE INTERLOCUTORES DEL MAESTRO GAVIRIA. COMO DICE JUANES

    QUE CHIMBA H.P.!!!!

  • Daniel Vaughan
    3 mayo, 2009 at 6:28 pm

    Apelaez,

    1. Yo no se si este paper que usted menciona en su último post sea, o no, un ejemplo de «hiperespecialización». No lo he leido, y no sólo eso, no estoy calificado para juzgarlo. Pero creo que si hace una lectura de la investigación en historia, este tipo de estudios en donde se hace un análisis de un hecho histórico particular han sido valiosos. En historia un hecho particular puede ayudar para falsificar una creencia generalizada, algo que sucede con mucha frecuencia en esta área de estudio.

    Es decir, creo que su juicio de lo que es o no «hiperespecialización excesiva» es tremendamente ligero.

    2. Vengo siguiendo, desde hace rato en su blog, su crítica a la falta de «de humor, y (…) la incapacidad de auto-burla (…) patente en la academia».

    Probablemente usted tenga esta posición desde hace rato, pero creo que la hizo pública con su incidente con el tipo que criticó en su blog (no me acuerdo, importan, los detalles ahora, pero usted se acordará bien). En ese momento y ahora, estoy en desacuerdo por varias razones:

    1. En ese incidente particular, lo que para usted es falta de humor y auto-crítica, o «tomarse muy en serio», puede ser, para otros, grosería. Con todo respeto, sus comentarios en este incidente me parecieron groseros. No lo quise decir en ese momento, en su blog, porque tengo claro que lo que es «chistoso» o «grosero» para mi, puede no serlo para otros. Hay algo bastante subjetivo en esto, y no tenía yo por qué decirle a usted lo que es o no grosero o chistoso. Mi punto va a la subjetividad de lo que es «buen humor», o peor aún, de lo que hace que algo sea siquiera «chistoso».

    2. Pero voy ahora a su crítica de la falta de «humor» de la academia, tesis que usted también mantiene desde esa época en su blog. Se toman los académicos muy en serio? Puede que si, puede que no (si uno pudiera hacer un análisis estadístico medianamente creible yo creería que no, pero esta conjetura no es más que eso, una conjetura). Pero esta pregunta me parece un poco irrelevante ahora. Lo que creo que es importante es la forma cómo usted concluye que lo son: utiliza por ejemplo, la forma cómo escriben sus papers (o la respuesta que hace un «académico» en su blog), o peor aún— como en el caso del primer punto de mi extensa respuesta— por su título?

    Creo que sobra decir que la conclusión a la que llega parece estar viciada por el método que utiliza, y no creo que toque profundizar mucho sobre esto.

    DV

  • panÓptiko
    3 mayo, 2009 at 6:35 pm

    En teoría, uno no debería meterse con el autor cuando critica una obra, porque se pone personal la cosa, y de eso no se trata. Pero hay un detalle de Mendoza que vale la pena resaltar:

    Si no recuerdo mal, alguna vez lo escuché en la BLAA, y el hombre contó que se volvió escritor después de que viajó a Israel, por alguna razón lo cogió la mossad, se dio por muerto, pero lo soltaron en un desierto y, ya, tuvo su epifanía de hacerse escritor.

    Yo no le conocía tendencia política, así que después de la columna pensé que tal vez era otro arrebato de verdad revelada, más moral que otra cosa – cada quien que se haga su idea.

    Por lo pronto, leí Scorpio city y me gustó luego Satanás que ya no me gustó, y no tengo ningún plan de leerlo de nuevo, por ahora. A mi me gusta Ricardo Silva Romero, es gracioso, ameno, y no se preocupa por ser un «escritor latinoamericano».

  • Anónimo
    3 mayo, 2009 at 6:47 pm

    Sobre la discusión del señor Vaughan y Apelaez, les recomiendo ver o recordar la película Las Invasiones Bárbaras, segunda parte de otra mejor, pero dificil de conseguir: La caída del Imperio Americano. Creo que ni la Academia, ni la Literatura, ni cualquier otra disciplina, tiene que ser chistoso, (concepto vulgar), y ni siquiera irónico. La opinión de Gaviria es una manifestación de la acedia, una actitud un poco nihilista que tiene buenos y malos intérpretes.

  • Daniel Vaughan
    3 mayo, 2009 at 6:57 pm

    Anónimo 13:47,

    Estoy totalmente de acuerdo con usted. No he querido hacer una crítica a la columna, porque sería, eso sí, una ironía y una gran contradicción: hacer una crítica del crítico. Pero debo declarar mi inconformismo. Ahora resulta que: «La falta de ironía produce mala crítica social y mala literatura.»

    Buscaré la película que recomienda, porque sólo hasta hace poco pude ver «Las Invasiones Bárbaras» y me gustó bastante.

  • Maldoror
    3 mayo, 2009 at 6:59 pm

    Apelaez:

    Retomando el ejemplo que puso, existe en historiografía una corriente que se llama «microhistoria», y es básicamente eso: retomar un ejemplo muy local, muy particular y preciso, y con base a un análisis exahaustivo del mismo reconstruir aspectos generales de un periodo o momento histórico. No es una «hiperespecialización» como ud lo pone (ningún historiador se especializa en un evento particular) sino, más bien, en una metodología particular de trabajo.

  • Apelaez
    3 mayo, 2009 at 7:00 pm

    Daniel, los limites entre la injuria y el chiste (o la «crítica») son borrosos. Borges decia que la sátira era el arte de injuriar.

    Como estoy lejos de ser borges, en muchas ocasiones he injuriado intentando hacer una sátira. Y tal vez eso ocurrió en el caso que usted señala. Es probable que en estos momentos Mendoza este «sentidísimo» por la columna de Alejandro y lo tenga anotando entre sus enemigos por un tiempo, a él, muy seguramente, le parecera una groseria o una afrenta lo dicho en la columna.

    Sobre lo de la hiperespecialización, tien razón, tal vez eso no sea un buen ejemplo. Y sí, muchas obras historicas reconocidas parten de pequeños acontecimientos. A mi, por ejemplo, me gustó mucho Il formaggio e i vermi. Il cosmo di un mugnaio del ‘500, claro que lo lei en español, porque no domino el italiano.

    Entonces llegamos a que no hay hiperespecialización, eso, como la groseria, tambien es un asunto subjetivo.

    Pasando a lo del humor en la academia debo decir que el anónimo tiene razón: ni la academia ni los academicos tienen que ser chistosos, ni siquiera tienen que evitar la solemnidad en sus maneras. Otros podemos dedicarnos a que el conocimiento sea también, una forma de entretención, o como dice Lanark, un juego.

  • Javier Moreno
    3 mayo, 2009 at 8:29 pm

    No quiero entrar en el debate de si a la academia le hace falta sentido del humor o no entre otras porque en matemáticas -la única rama de la academia que medio conozco- lo que sobra es sentido del humor. Lo que sí es cierto es que la sobreespecialización cunde, y es cada vez, por la naturaleza acumulativa de las disciplinas, más difícil de evitar. Eso, en particular, hace que los títulos de los artículos sean cada vez más largos.

    Pero con respecto a la literatura, que es el tema de la columna finalmente, me parece que la crítica de Alejandro da en el clavo: Así a Daniel no le guste, es cierto que la falta de «ironía» es mala consejera a la hora de escribir y peor todavía es la solemnidad manida del escritor de pasquín ideológico camuflado como narrativa. La «ironía» (que es diferente, diría yo, de que el libro sea chistoso) provee al escritor con la distancia autocrítica que necesita para escapar de su ego. Sin ella, sus personajes no pueden ser más que trasuntos torpes de sí mismo.

  • hugo
    3 mayo, 2009 at 9:52 pm

    Creo que el problema de fondo que plantea la columna es la relación que la literatura establece con la realidad. Mendoza, como muchos escritores colombianos, ha caido en la trampa de creerse sociólogo, de la misma manera que muchos escritores, en Francia, por ejemplo, no hace mucho se creían psicólogos. Muchos escritores se creen con el deber de mostrar «la realidad», eso no es lo malo, lo malo es que creen que «la realidad» es la tonteria que sale en la prensa amarilla o en el panfleto político. Las obras de Mendoza obedecen a esa lógica. La literatura no es sociología, tampoco es psicologia, es una actividad artística y como tal está llamada a ir más allá de lo que dirían otros tipos de discurso, el periodístico o el político, por ejemplo. Si en literatura se hace una «aproximación» a la realidad, ésta debe estar construida en función de la lógica del arte y es allí en donde entran temas como el humor o la ironía de los cuales habla Gaviria. El problema de Mendoza y de por ejemplo los escritores colombianos dedicados a las novelas de sicarios, es que escriben peor que los malos escritores realistas del siglo 19 o que esos escritores revolucionarios del siglo 20. Puede sonar un poco soso, pero un escritor «poetiza» la realidad no la presenta chata como lo haría un diario. Por otra parte, debemos tener en cuenta que la literatura colombiana contemporánea tiene en Mendoza uno de esos signos de minoría de edad que nos muestran lo lejos que estamos de que el arte nos ayude a entender nuestro contexto social o el contexto de las ideologías que nos rodean… La literatura evoluciona, la imagen que ella ayuda a contruir dle mundo y sus ideologías también evoluciona: doy un ejemplo que siempre uso en clase: la revolución mexicana conocio primero autores que mostraban la realidad «los de abajo» son el ejemplo paradigmático… pero luego vino «al filo del agua» que hizó lírico el instante mismo en que se inició la guerra en méxico. Después vino «pedro paramo» que se ocupó específicamente de la figura dle gamonal y a través de ella construyó una de la más importantes novelas del siglo 20, y luego alguien escribió «los relámpagos de agosto» en donde por medio del humor y la risa se muestra lo ridículo de la guerra. La risa, la ironía son como el último escalón de la buena literatura… mendoza está en el primero, aun nos faltan muchos…

  • Anónimo
    3 mayo, 2009 at 10:02 pm

    SI QUIERE SARCASMO DEL FINO COMPRESE UN LIBRO DE FERNANDO VALLEJO, CREO QUE ESE SEÑOR ES EL REY DEL SARCASMO ADEMAS QUE NO PRESENTA «INTOXICACION» IDEOLOGICA. ENTRE OTRAS COSAS LAS DISCUCIONES EN LOS FOROS SE DIVIDEN EN DOS: LOS C M NEO COMUNISTAS Y NOSOTROS LOS QUE QUEREMOS QUE ESTE PAIS DE LLENE PROGRESO. BUSCARLE OTRA REPUESTA A LA COSA ES PURA VOTADERA DE CORRIENTE.

    ¡TE ESCRIBO DESDE PALMIRA!

  • Lanark
    3 mayo, 2009 at 10:04 pm

    Un contraejemplo a Hugo.

    Las novelas de Michel Houellebecq (al menos, las primeras tres, que son lo que he leído) puede considerarse panfleto sociológico, en cierto modo, pero me parece muy buena literatura. Incluso tienen ciertos aspectos vagamente moralizantes, aunque siempre desde una actitud un poco irónica y distanciada, que puede parecer incluso cínica. Alguien por ahí me decía que es un hijo de puta, pero que escribe bien y más o menos convence.

    Claro que tiene a su favor que la imagen de la sociedad que tiene no es trivial como la de los panfletos políticos o los tabloides de una orientación política u otra. Me parece incluso que incluye conocimientos de las ciencias naturales en esa imagen mejor incluso que la mayoría de esos intelectuales posmodernos charlatanes que se dedican a estudiar eso.

  • El Redactor
    4 mayo, 2009 at 12:19 am

    Varios comentarios a como va el debate:

    1. El concepto de «ideología», en su acepción más simple, refiere a un conjunto de ideas estructuradas. El ejercicio de tildar a unos y otros de «ideologizados» no pasa de ser un ejercicio clasificatorio.

    2. El problema de la
    «ironia» neoliberal de Rorty, es que termina haciendo una historia de la filosofía en los peores términos hegelianos – el de la Ciencia de la Lógica – sin pies ni cabeza, cayendo facilmente en un relativismo posmoderno muy típico de los anglosajones. Para corregir eso, es interesante revisar a Bhaskar y su retorno al «realismo».

    3. Efectivamente la Historia utiliza modelos, los cuáles dependen de una estructura «ideológica». En ese sentido, es un intento de explicación de la «realidad» acontecida en distintas miradas. Creo que existe historia «hiperespecializada» no en virtud de lo que estudia sino de la manera en que lo estudia. Una cosa muy importante: el buen historiador es buen escritor, de ahí su acercamiento a la obra de arte.

    4. ¿Es la Historia una Ciencia? Indudablemente. El problema es que como todas las Ciencias Sociales y Humanas, estas quedaron subsumidas a partir de la epistemología kantiana, quien consideraba que este tipo de ciencias se ocupaban de juicios sintéticos a priori: la sociedad, la cultura, el pasado, etc. Creo que a la luz de la filosofía de los últimos ciento cincuenta años eso quedo ya rebatido.Cosa curiosa: la Economía intento salir de ese meollo con la revolución matemática de finales del siglo XIX, desprendiéndose de la Economía Política, pero con el lastre de cargar una mirada de la sociedad humana propia de ese siglo, y por mucho llegando al estructural-funcionalismo parsoniano. Ni matemáticos ni científicos sociales.

    5. Sobre la crítica: es necesario volver a la crítica, a la crítica de la crítica, y a la crítica de la crítica de la crítica. El problema en latitudes como las colombianos, es que nos acostumbramos a críticar sin argumentos – normalmente sin coherencia lógica y con buena parte de juicios morales -, que se acompañan de respuestas iguales, perpetuando un sistema clasificatorio que no construye. Si bien a muchos – entre ellos me incluyo – el posmodernismo posestructural nos parece retórico, un aporte central de este al debate ha sido el poder reconocer desde donde se habla. No es lo mismo criticar la literatura desde una posición académica, a la manera como criticaría un literato desempleado.

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 12:59 am

    Creo que Alejandro se pasó de ingenuo dándole una oportunidad a esa novela. La reseña de la novela ya veía venir una tragedia, y no precisamente una tragedia griega. Debo admitir que la portada, emulando la colección sesentera de Philip K Dick me pareció un anacronismo llamativo, pero con todo y eso no me arriesgué. Conozco la obra de Mendoza y no me gusta, no es verosímil, punto, cualquier escritor de cualquier género tiene la responsabilidad de ser verosímil (no se confunda esto con realismo), esto es: mantener la fe del lector, cuidarla a pesar de su indignación y de los sentimientos íntimos que quiera dejar ahí. Cuando la fe del lector se quebranta, éste nunca podrá continuar sin una mueca de tedio. El problema de Mendoza y varios escritores contemporáneos (como Abad u Ospina) es que escriben indignados y con excesivo énfasis…a los escritores y a los editores ahora les importa tan poco la buena literatura, que sin pudor la promocionan como «Un desgarrador aullido contra…» No importa contra qué sea. Pienso que eso es la literatura colombiana con contadas excepciones, un desgarrador aullido contra el lector.

    Roberto Angulo

  • Apelaez
    4 mayo, 2009 at 1:07 am

    Del redactor cabe rescatar una cosa: un buen historiador es generalmente un buen escritor. La cosa se puede ampliar tambíen a las otras ciencias sociales. Por lo menos uno debería esperar que los textos de las ciencias sociales fueran legibles y en el mejor de los casos, bonitos.

  • Alejandro Gaviria
    4 mayo, 2009 at 1:35 am

    Iba a responderle a Daniel pero Javier ya dijo lo que yo quería decir. La ironía, como yo la entiendo, implica una aceptación de la complejidad, un rechazo al reduccionismo, a las caricaturas moralmente satisfactorias pero en últimas equivocadas. Sin ironía, como dijo Javier, es difícil pensar en personajes interesantes.

    El Redactor: hace tiempo tuvimos en este especio una discusión sobre la palabra “ideología”. En el siglo XIX, efectivamente “ideología”vtenía una acepción positiva, podía entenderse como una defensa de las ideas. Pero, desde Daniel Bell, “ideología” significa otra cosa: un apego pasional a una visión del mundo que es, entre otras cosas, inmune a la evidencia.

    Apelaez: no sólo para los historiadores, lo mismo es cierto para los economistas. Adam Smith, John M. Keynes y recientemente (para dar un solo ejemplo) Robert Solow han tenido éxito no sólo por la calidad de sus ideas, sino también por la claridad (y a veces elegancia) de su prosa.

    Roberto: yo también me dejé descrestar de la portada . Pero estoy de acuerdo, la vaina se veía venir. Pero por lo menos la lectura sirvió para escribir la columna y hablar de otra cosa.

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 2:29 am

    Desde que la literatura se volvió negocio, sus productos se convirtieron en material de desecho. Antes quien escribía sabía que tenía grandes posibilidades de morirse de hambre en el empeño, así que sólo persistían los que tenían verdadera vocación. Había un mecanismo claro de autoselección. La literatura era un oficio de artesanos.
    Ahora que se volvió negocio, el propósito de escribir –que no de la literatura– es hacer plata. Entonces los improvisadores escriben libros para garantizarse unos pesitos extras y sólo se publica lo que vende. Y lo que vende es el morbo, el exhibicionismo, la chismografía. Son escritores los ex secuestrados, los sexualmente abusados, las actrices de televisión, los médicos alternativos, los ex ministros de hacienda, etc. Escribir no es un oficio de artesanos sino una especie de hobby de último momento. ¿Quién no quiere contar su historia, sin importar si vale o no la pena? ¿Quién no quiere publicar su poemas de adolescencia, por más patéticos que sean?Si hay una profesión casi más desprestigiada que la de economista es la de escritor.

  • Maro
    4 mayo, 2009 at 2:48 am

    Hablando de Houellebecq, recuerdo que le leí en una entrevista a Fernando Vallejo (quien dice no leer literatura desde hace más de 15 años) que al único novelista que leía era al francés.

    Y para completar un poco lo que dijo muy bien Lanark, es bastante coherente que se lean entre los dos: sus literaturas se parecen bastante, quizá sino en la forma sí en el fondo: una visión desencantada de la realidad.

    No se trata de una pose, o de una defensa ideológica; nada más ajeno a Houellebecq que la tentación política, sobre todo en un país como Francia en donde toda figura cultural suele tomar partido, por la derecha o por la «gauche». Michel H. vive hace mucho tiempo en el Reino Unido (creo que en Irlanda, no sé bien), y como Vallejo, se la pasa leyendo libros de biología y de divulgación científica.

    En su última novela «La posibilidad de una isla», habla de clonaciones y de seres del futuro, algo así como un post-hombre que advendría tras un cataclismo que arrasara con los humanos que conocemos hoy. Y no sé porqué, pero pensé en «La invención de Morel»; esto para decir que, por más que la obra de M.H. parezca una cruda fábula moralista sobre la deshumanización (le parezca a quienes lo detestan), su literatura se acerca más a la de Vallejo, y aún a la de Celine: viejos cascarrabias plenos de lucidez y de poesía.

    Y es que creo que el problema está en pretender adjudicarles las propias ideas a los personajes que uno crea, sin esa distancia que Javier y Alejandro llaman ironía, de ahí que todos los personajes, en ese tipo de panfletos morales, resulten idénticos los unos a los otros: muchas caras de una sola moneda multiforme.

    Es lo que le decia Anthony Burgess a Antonio Caballero en otra entrevista: una vez había conocido a un joven escritor que sabía, antes de escribir su novela, qué pasaría en cada capítulo, lo que a Burgess le pareció completamente absurdo, porque, para él, lo más importante era el libre albedrío: muchas veces los personajes se niegan en redondo a hacerle caso al escritor.

    Claro, cuando éste es bueno, y no un simple fabulista moral.
    Que ni Esopo.

  • Javier Moreno
    4 mayo, 2009 at 4:12 am

    «Desde que la literatura se volvió negocio, sus productos se convirtieron en material de desecho.»

    Seguro que esa frase debe salir tal cual en alguna parte del panfleto multilingüe del tío del sociólogo.

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 9:20 am

    Satanás.

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 11:08 am

    Búsquela a través de Google, Javier. Seguro que la encuentra. Ahora todo está escrito. En cualquier idioma.

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 12:50 pm

    El periodista Daniel Coronell denunció nuevos presuntos hechos irregulares en la decisión del gobierno de crear una Zona Franca en unos lotes donde hay intereses directos de los hijos del presidente Álvaro Uribe.

    En su columna en la revista Semana, Coronel dijo que en el proceso de la Zona Franca de Occidente hay una ilegalidad porque la resolución que la autoriza le atribuye la solicitud de aprobación a una sociedad que no existía para la fecha de esa petición y lo expresa con documentos que así lo comprobarían.

    Sostiene que en la resolución que convirtió los lotes de Mosquera (Cundinamarca) en Zona Franca, la Dian asegura que la sociedad Zona Franca de Occidente S. A. con “usuario operador NIT 900.224.887-2, mediante escrito del 7 de diciembre de 2007 en el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, solicitó a la Comisión Intersectorial de Zonas Francas el concepto sobre la viabilidad de declaración y existencia de la Zona Franca Permanente de Occidente».

    Afirma que dicha aseveración es falsa porque la sociedad sólo se constituyó seis meses después de esa solicitud, el 16 de junio de 2008, y que el NIT que cita la Dian no había sido asignado para esa fecha y sólo fue pedido el 17 de junio del mismo año.

    Agrega que el ministro de Comercio, Luis Guillermo Plata, no ha contado toda la verdad sobre el asunto. “No ha dicho, por ejemplo, que en la sesión de la Comisión Intersectorial de Zonas Francas, presidida por él, donde fue tratado por primera vez el tema, estaban presentes dos funcionarios de la Presidencia de la República: los señores Mateo Restrepo y Daniel Muñoz”, cuando incluso se cuestionó que la solicitud no fuera de una persona jurídica constituida.

    “La solicitud había sido presentada por la Zona Franca de Bogotá, por mandato del «Patrimonio autónomo FC-Lotes Mosquera», es decir, el fideicomiso de Residuos Ecoeficiencia, empresa controlada en más del 60 por ciento por Tomás y Jerónimo Uribe”, sostiene el periodista.
    Y expresa que días después de constituida la empresa, la mencionada comisión dio concepto favorable, con participación de funcionarios de la presidencia de la República.

    Coronell agrega que la firma encuestadora Datexco se autoproclamó árbitro de estos hechos para demostrar que los colombianos no le creen al periodista. La encuestadora, dice Coronell, tiene como accionistas al viceministro de Justicia Miguel Ceballos, y un antiguo socio del Presidente, José Roberto Arango, quien a la vez es socio en otra compañía con la esposa del ministro de Comercio Luis Guillermo Plata

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 1:00 pm

    Lo de Mendoza, son solo personajes que estan entre las paginas de los libros, pero en las universidades (publicas y privadas) tenemos que soportarlos predicando sus especies y autproclamandose salvadores con sus «intoxicaciones librescas» de izquierdas y derechas. Lo que no entiendo de Gaviria es que ahora exija y reclame humor e ironia, si cuando uno se «burla» de Gomez Davila se molesta y lo hecha de su blog.

  • panÓptiko
    4 mayo, 2009 at 1:30 pm

    Amigos,

    No me gustó la introducción de este artículo sobre el secuestro en Colombia del Economist. No se si les valga una queja…

    Saludos,

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 1:59 pm

    Burlarse de Gómez Dávila? claro que merece que lo «h»echen de este blog..jaja.

    Roberto A

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 5:17 pm

    Fiscalía pidió condenar al senador Álvaro Araujo Castro por caso de la ‘parapolítica’

    El organismo consideró probados los cargos de constreñimiento al elector y concierto para delinquir agravado.

    De acuerdo con la Fiscalía, Araújo tuvo nexos muy estrechos con las autodefensas del Cesar, que manejaba el desmovilizado y extraditado Rodrigo Tovar Pupo ‘Jorge 40’.

    Según la Fiscalía, en el año 2002, ningún político del departamento podía hacer política y aspirar a ocupar un escaño en el Congreso sin el aval de los hombres de ‘Jorge 40’.

    La Fiscalía señaló que Araújo asistió a la desmovilización de ’40’ y admitió haberse reunido con el jefe paramilitar para discutir sobre su propia seguridad.

    Según la acusación, el Cesar fue dividido en tres sectores por los paramilitares para concentrar sus apoyos políticos a los diferentes candidatos.

    Según el documento de la Fiscalía, en el área sur del departamento, Araújo obtuvo 19 mil votos, contra 3 mil que obtuvo Mauricio Pimiento.

    Sin embargo, la votación se invirtió en los municipios mineros del norte del departamento, donde Pimiento sacó 20 mil sufragios contra 2 mil de Araújo.

    En ese orden de ideas, la tercera votación del departamento fue la del conservador Efraín Cepeda, que obutuvo 6 mil votos.

    También salió a relucir como prueba de los nexos de las AUC con Araújo el secuestro de Víctor Ochoa Daza, caso por el cual el ex senador Araújo fue también acusado.

    La prueba es la inclusión de la candidata Juana Bausta Ramírez, pupila política de Ochoa, en la lista de Araújo a la Cámara.

    También se incluyó el testimonio de Diosilina Ramírez ex concejala de San Martín, quien estuvo presente en una reunión en la que los lugartenientes de ’40’ ‘Choriozo’ y ’39’, quienes presentaron a Araújo Castro como su candidato de las AUC y conminarona los electores a votar por él.

    Según la Fiscalía, aunque Araújo no tomó parte en acciones militares ni formó en la organización, su alianza política si favoreció su auge en la zona.

    Al término de la audiencia el ex senador Araújo expresó «soy inocente. El fiscal utilizó unas pruebas que no son pertinentes en mi proceso y eso lo que demuestra es mi inocencia.

    Ve, qué raro.¡¡¡¡¡ ¿este araújo, junto con su hermana, no eran de los muchachos predilectos del salgareño uribe vélez? los únicos a quienes se les kaga en las narices el ubérrimo e inmediatamente pierden el sentido del olfato son los pobres uribestias.

  • Javier Moreno
    4 mayo, 2009 at 7:06 pm

    Panóptico: ¿Qué fue lo que no le gustó?

  • Eduardo
    4 mayo, 2009 at 7:17 pm

    Como Mendoza, muchos bipedos olvidan .. que sin YO … no hay NOSOTROS …..

  • Anónimo
    4 mayo, 2009 at 9:26 pm

    Creo que Mario Mendoza plagió el título de su novela: buda blues.

  • Lanark
    4 mayo, 2009 at 11:38 pm

    Nah, cuál plagio; lo que pasa es que es un título bastante poco imaginativo.

    Estoy seguro, eso sí, que el del punkero finlandés es mucho, mucho mejor.

  • Zuir Emiaj
    4 mayo, 2009 at 11:58 pm

    j a i m e r u i z no se ha aparesido por aca, debe ser porque ese sicario moral esta en huelga de hambre

  • Daniel Vaughan
    5 mayo, 2009 at 12:24 am

    Alejandro,

    Puedo estar equivocado, pero una interpretación de su columna es como una crítica a la literatura como medio de afirmación ideológica: es decir, literatura que pretende pasar por eso, ficción, cuando realmente no es más que la reafirmación de la ideología del escritor (ese parece ser el papel de lo que ustedes llaman «la ironía» en la «buena literatura», que permite desvincular al autor de sus personajes).

    Independientemente de si es una crítica válida (no creo que sea difícil encontrar muchísimos ejemplos históricos en donde, no sólo el escritor, sino el artista en general, expresa mediante su obra una crítica al régimen político imperante), creo que hay algo de irónico en su columna: su columna, que posa por una crítica literaria, no es más que una crítica ideológica. El problema no es hacer «mala crítica social» o hacer «mala literatura» (signifiquen estos términos lo que signifiquen, y creo que esto vale la pena aclararlo) sino, creo yo, el problema para el columnista es el mamertismo («los lugares comunes» como los llama) camuflado de literatura. Pero aquí es donde está la contradicción: la columna no es más que el anti-mamertismo camuflado de crítica literaria.

  • Anónimo
    5 mayo, 2009 at 12:44 am

    Yo creo que ideología siempre hay, pero la intoxicación ideológica intoxica las formas, la sutileza. La reiteración que no da espacio para lo sugerido, esto es, para la ironía, para el humor negro, solamente para el panfleto, el anuncio, la vulgaridad. Yo creo que la critica sí es literaria, y no es necesario hablar de disfraz ni nada de eso.

    Roberto Angulo

  • Alejandro Gaviria
    5 mayo, 2009 at 12:45 am

    Daniel: la columna no es simplemente un rechazo al mamertismo. Es al mismo tiempo un rechazo a los personajes, a Vicente, Rafael y Sebastián que no son sólo mamertos, sino también inverosímiles, carentes de cualquier humanidad. Por ejemplo, la novela The White Tiger que mencioné en mi primer comentario es bastante explícita en su crítica social pero el protagonista es fascinante, un personaje real, no un profesor de sociología que termina descrestado por una especie de Unabomber colombiano que lee a Baudelaire y desentierra guacas para vivir.

  • Anónimo
    5 mayo, 2009 at 12:47 am

    Jaime Ruiz ya opino en el espectador. Bastante irónico por cierto.
    Antes se suponía que la función de las obras literarias consistía en algo más que en ilustrar las opiniones de sus autores. Por ejemplo, hubo quien dijo que los cuadros del realismo socialista serían buenos ejemplos de arte hiperrealista, y la obra de Celine se valora más allá de sus opiniones filonazis. Tal parece que es el caso de la novela de Mendoza: la realidad colombiana es así, los profesores de sociología casi siempre son reclutadores de las FARC y creen a pies juntillas lo que dicen los que tienen libros en varios idiomas porque casi nadie sabe leer en varios idiomas: cualquiera que sabe leer en inglés se cree un semidiós. Tal vez el error de Mendoza sea mostrar una realidad ingrata.

  • karlmarx
    5 mayo, 2009 at 12:57 am

    Conoce Ud. Sr. articulista la novela colombiana de los últimos tiempos que reuna todo lo descrito por ud. y de la que tanto adolecen no solo los escritores , también los periodistas , poetas y ensayistas de este país. Rescataría a Gomez Jattin , a Jaime Jaramillo Escobar y a un ya lejano y ausente Andrés Caicedo , pero imaginese ud. » que viva la música» se escribió hace mas de 25 años, lo cual habla de un vacio generacional insalvable , después de eso estámos en un desierto de creatividad demasiado prolongado.

  • Apelaez
    5 mayo, 2009 at 1:11 am

    Daniel, seria bacano que intentara leer el libro de mendoza. El de buda blues o cualquiera. A lo mejor podriamo tener algo que no sea una meta-discusion

  • Lanark
    5 mayo, 2009 at 1:19 am

    KarlMarx: Me imagino que lo que quiere preguntar es «¿conoce una novela colombiana que nos hayan restregado los medios en la cara…?»

    ¿cuántos de las decenas de novelas de «jóvenes escritores colombianos» de la generación de Antonio Ungar, Juan Gabriel Vásquez y demás, ha leído, para decir que todas son malas?

    De los poetas y ensayistas ni qué decir, hay demasiados por ahí para decir que uno jamás va a llegar a saber de todos.

  • Anónimo
    5 mayo, 2009 at 1:25 am

    Bueno, ya que estamos hablando de literatura, así sea de no muy buena literatura, me tomo el abuso de ser participativo, reiterativo. La literatura colombiana está pasando por un mal rato a mi juicio, los malos son jovenes prolíficos y los buenos se mueren (RH, Espinosa), esto puede ser una generalización, pero bueno, una participación en un blog debe ser breve y la generalización me ayuda. Hay una excepción, Fernando Vallejo, lo único digno de resaltar de lo que he leído, pienso que es uno de los mejores escritores en español de esta época. Esta frase, que me gusta mucho, creo que sirve caprichosamente como justificación a mi afirmación:

    «El río del tiempo no desemboca en el mar de Manrique. Desemboca en el efímero presente, en el aquí y ahora de esta línea que está corriendo, que usted está leyendo conmigo hacia la nada. Pedro en su casa, Dios en su Iglesia, y aquí su servidor que hoy le ha dado por negar la muerte y refutar el tiempo». Los días azules.

    Pero hay una novela que siempre me ha gustado y que recomiendo por su sutileza, se llama «Un beso de Dick» de Fernando Molano (1992), que para rematar el panorama, ya está muerto.

    Aquí pueden leer una reseña:

    http://elojoenlapaja.blogspot.com/2009/03/un-beso-de-dick-de-fernando-molano.html

    Roberto A

  • JuanDavidVelez
    5 mayo, 2009 at 1:57 am

    No es nacionalismo, por lo menos creo que no lo es. Pero en mi opinion Angosta es una buena novela, la noche de su desvelo tambien lo es (para no repetir las que puse ayer). Esa señora Bonnet hace buena poesia, existen buenos actores, buenos directores de cine.

    Tambien hay muchas cosas malas, como en todo, como en todos los paises (todos los paises menos en camboya de finales de los setenta segun vi ayer en Pirri, alla si no habia ni buenos ni malos escritores).

  • panÓptiko
    5 mayo, 2009 at 1:58 am

    Javier: No me gustó el gastado lugar común de «the kidnap capital of the world», ni la pregunta retórica «is kidnapping as prevalent as many Colombians fear?» La verdad creo que sería más acertado decir que el miedo al que se refiere el columnista, es el propio.

    Por otro lado,

    Supongo que ya alguien comentó que Chris Blattman anda por Colombia. Me dio curiosidad la conclusión de se post sobre Bogotá:

    «I’m sorry, Monrovia, but today I began having adulterous thoughts. I never knew I could do confict research in such a place. The plotting begins…»

    ¿No será esta una raíz inocente del trajinado fenómeno del «cobra-masacres»?

  • JuanDavidVelez
    5 mayo, 2009 at 2:07 am

    Que pena conmigo que soy un troll, por favor saltense este comentario, menos Daniel, pero es con lo que dijo Pelaez de la metadiscusion de Daniel, a mi tambien me parecio que a Daniel no le falto sino decir:

    Sea x una critica tal que x pertenece al conjunto de …

    Acerca de eso hay un pintor muy bueno de Medellin que se llama Fredy Serna, el vive en una comuna de Medellin que tiene fama de complicada. Este pintor tiene la siguiente teoria: «Usted no puede conocer mi barrio sin ir». Eso fue conversando por television con Sergio Fajardo, que es mas formalista que Daniel, cuando el le dijo eso Fajardo lo miraba como diciendo «vean pues a este guevon, no sabe que esta hablando con un cientifico, yo puedo conocer todo con un libro». Yo se que esa discusion es un lugar comun, lo curioso es que el pintor no se pone a hablar mierda del asunto, el pintor simplemento dijo «no, no puede conocer mi barrio sin ir alla punto».

  • JuanDavidVelez
    5 mayo, 2009 at 2:18 am

    Pero lo mas teso de la conversacion del pintor es que el tiene razon, yo que soy un gran lector de la sicaresca antioqueña me sorprendi mucho cuando fui a ese barrio (que es un barrio normal, no es pues un barrio de invasion), pero la sicaresca con todo y lo prolifica que es no logra retratarlo por completo. Por eso es que me llama la atencion.

    (yo se que este no es el tema y que esa es una conversacion llena de lugares comunes, mi idea era simplemente contar la anecdota del pintor y Fajardo conversando)

  • Daniel Vaughan
    5 mayo, 2009 at 4:02 am

    Eso de los «lugares comunes» se está volviendo un lugar común en este blog, no?

  • JuanDavidVelez
    5 mayo, 2009 at 4:12 am

    Tenes razon. Yo ya vivo diciendo asi a toda hora, que gueva.

  • Daniel Vaughan
    5 mayo, 2009 at 4:15 am

    Apelaez y JuanDavid,

    Una infinita vergüenza, me invade, letra a letra, al confesar públicamente mi ignorancia en temas de ficción… si tuviera el tiempo probablemente no leería a Mendoza, y leer la columna, creo, o intuyo como habría dicho en distinta ocasión, me daría la razón.

    DV

    pd. Espero que el tono sea un poco más apropiado. Que se vengan las críticas, o las meta-críticas si esta es su predilección, ante tan mala poesía y muestra de mal humor, que, como en el caso de Apelaez, podrás ser tomado como una grosería.

  • Julio Carrizosa
    5 mayo, 2009 at 1:33 pm

    Para Alejandro y El Redactor: pienso que Rorty proporciona ideas que ayudan a comprender y a actuar en el caso colombiano, como la necesidad, o la opción, de enfrentarse, colectivamente, persuasivamente y sin ironía a la «crueldad». Pienso que ese es un mejor objetivo que el «terrorismo», mas amplio y más profundo. ¿ que opinan?

  • El Redactor
    5 mayo, 2009 at 2:04 pm

    Julio

    Creo que efectivamente Rorty aporta a la reflexión sobre la «crueldad», pero no a la «crueldad» experienciada por los individuos sino a la «idea de crueldad», cayendo en la argumentación muy anglocéntrica de una interpretación de la «idea de crueldad» muy liberal para mi gusto.

    Creo yo que ese es el problema del «pragmatismo» de Rorty: al plantear la crueldad en la experiencia histórica euro-anglocéntrica – herencia de Hegel y Heidegger -, desconoce que la experiencia de «crueldad» que genera la «idea» es distinta en otras latitudes.

    Frente a eso, me acorde de un texto de Cristina Rojas «Civilización y Violencia» donde presenta una propuesta para interpretar la «idea de violencia» entretejida en la experiencia colombiana. Creo que por ahí hay un camino por transitar.

  • galactus
    5 mayo, 2009 at 5:20 pm

    offtopic. Bonito esto:

    http://wradio.com.co/llevar.aspx?id=806399

    Pero eso no es tema de preocupacion, lo que le preocupa a la gente son las maquinaciones diabolicas de Piedad Cordoba y los colombianos por la paz…

  • Anónimo
    6 mayo, 2009 at 12:31 am

    EL VIRREY URIBE

    Aurelio Suárez Montoya, Bogotá 5 de mayo de 2009.

    El último virrey del Nuevo Reino de Granada fue Juan Sámano. Aunque desde 1816 fue nombrado gobernador militar por Morillo, apenas tomó posesión del virreinato en 1818, sucediendo a Francisco Montalvo. Sámano se distinguió por su crueldad, en particular, porque no le tembló la mano para hacer ejecutar a La Pola, Policarpa Salavarrieta. Cuando supo de la victoria del ejército patriota en el Puente de Boyacá, huyó hasta Panamá. “En dos días puse mis pies en Honda”, escribió en un relato. Se afirma que huyó con dos equinos cargados de oro y dice la leyenda que uno de ellos se le devolvió hasta la pesebrera de su casa ubicada en la dirección que hoy corresponde a la carrera cuarta con calle décima.

    No imaginó Sámano que casi dos siglos después iría a tener un sucesor. En este caso no nombrado como él por Fernando VII, llamado “El deseado”, ni por el Rey Juan Carlos de Borbón, aunque es de inferir que cuenta con su beneplácito. No, las instituciones que ungieron al nuevo virrey, que gobernará al Nuevo Reino de Colombia, fueron las Cámaras de Comercio de España y sus más connotados miembros, a través de su vocero el señor Javier Gómez Navarro.

    No les faltó razón en la escogencia. Uno de esos miembros, Endesa, ha hecho y deshecho con su presencia en este virreinato, desde descapitalizar a la empresa de Energía de Bogotá y recuperar su inversión en menos de diez años, hasta convertirse en el primer generador de energía eléctrica que se consolidará con la construcción de la represa del Quimbo (Huila) inundando cinco mil hectáreas de feraces tierras. No sobra agregar que hasta hace pocos meses la voz cantante en Endesa era el grupo Acciona, de propiedad de la familia Entrecanales, la que hace más de quince años se alzó con “el santo y la limosna” en la construcción de la represa de El Guavio. También firmaron el edicto los grupos financieros, BBVA y Santander, que arribaron hace una década a estas tierras con el anuncio de disminuir el margen de intermediación de las operaciones bancarias y, al final, concretaron un oligopolio bancario que pasa a sus anchas en el mercado de dinero.

    Negocios y más negocios es la tarea del nuevo virrey. Los grupos empresariales de comunicaciones le han encargado el tercer canal de televisión y uno cuarto si es necesario. Unión Fenosa, otro consorcio de energía también pedirá lo suyo y Telefónica, que ya ganó la piñata de Telecom y que ha contado con la modificación de la legislación a su favor, irá por más. Así mismo, Aena, que opera los aeropuertos de Cartagena, Barranquilla y Cali, beneficiada en este último caso con el perdón oficial ante el incumplimiento del respectivo contrato. Todas, absolutamente todas, serán grandes beneficiarias del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea.

    La diferencia entre Estados Unidos y la Unión Europea se desvanece cuando se trata de la búsqueda del máximo beneficio, el ánimo de lucro disipa cualquier duda que pueda existir sobre la sujeción de los gobernantes a las normas democráticas. Siempre ha sido así cuando se trata de oro o de diamantes, ¿No eran franceses los socios de Bokassa el sanguinario “emperador” de República Centroaficana traficante de gemas? ¿No apoyó Bélgica la cleptocracia anticomunista de Mobutu en Zaire? ¿No fue Rawlings en Ghana “el alumno predilecto del FMI”? Gómez Navarro dijo sin ambigüedades, «Para las empresas españolas la posible reelección de Uribe es una buena noticia”, es decir, no estamos ante el rey “deseado” de la historia de marras sino ante el virrey “deseable”, y ¡olé!

  • Anónimo
    6 mayo, 2009 at 1:53 pm

    Profesor Alejandro,
    Como se llama el libro en el que participo la Universidad de los Andes, sobre metodología e investigación de la ciencia. Creo que se publico recientemente. Ya lo venden en la biblioteca?.

    Mil gracias.

  • Anónimo
    6 mayo, 2009 at 11:55 pm

    Hablando del Sr. Pearl, siempre me ha sorprendido que los MBAs salten tan facilmente del sector privado al publico, mientras que es raro lo contrario. Me parece un irrespeto contra los que llevan años estudiando y trabajando en conflicto. Cuando se ve un funcionario publico saltar asi de facil a gerente de marca de cualquier empresa??

    Creo que el problema es la supuesta teoria de la eficiencia del gerente del sector privado, que no se compadece para nada frente al reto de lograr hacer algo en la maraña burocratica y leguleya que hay que manejar en el estado, e incluso el riesgo legal que se asume, pues ante tanta norma se debe hasta responder con el patrimonio personal y no existe siquiera un legal insurance a futuro (seria un buen mercado para las aseguradoras).

    En fin, creo que la experiencia en el sector publico deberia reivindicarse.

  • Pascual Gaviria
    7 mayo, 2009 at 2:24 am

    Van unas palabras de Frederick Wiseman, un documentalista gringo con muchos años encima y que según muchos es la antítesis de Michael Moore, aunque algunos de sus trabajos sean thrillers de realidades norteamericanas: «Nunca he creído en la verdad. No intervengo en los sujetos de mis películas. Ni he filmado movido por una ideología preconcebida. Cualquiera que hable de la verdad es un ideólogo».
    Y termina con esto ya que se habla de sutilezas e ironía: «Nunca he hecho nada crítico a secas con el estilo de vida de mi país. La prueba de la grandeza democrática de América es que he rodado filmes que pudieron acabar conmigo en la cárcel y en cambio me han convertido en alguien que, si bien no gana demasiado dinero haciendo cine, se lo monta bien hablando de cine».

  • Alejandro Gaviria
    7 mayo, 2009 at 3:59 pm

    Anónimo 8:53: aquí está el enlace al libro sobre investigación en el cual participaron dos profesores de la Facultad de Economía. El libro se consigue en la mayoría de las librerías universitarias.

  • Alejandro Gaviria
    7 mayo, 2009 at 4:03 pm

    Ahora que Pascual mencionó a Michael Moore (o a su némesis), creo que vale la pena volver a leer el artículo de Crirstopher Hitchens sobre Moore. El artículo muestra, entre otras cosas, que la intoxicación ideológica y la deshonestidad intelectual están claramente conectadas.

  • Alejandro Gaviria
    7 mayo, 2009 at 4:05 pm

    En lazo un buen artículo sobre las dificultades financieras de las universidades gringas.

    We have in this country a highly stratified system of education in which «merit» is the ubiquitous slogan but disparity of opportunity is often the reality.

  • Maldoror
    7 mayo, 2009 at 4:44 pm

    Alejandro:

    Creo que Christopher Hitchens, y en partícular el artículo que ud cita, sean la mejor manera de conterrestar a Michael Moore. Hitchens no es precisamente un comentarista particularmente objetivo o libre de pecados ideologicos. Ese artículo, que yo ya había leido hace mucho tiempo, tiene muchas más mentiras que las que denuncia, sobre todo su presentación de la guerra de Iraq como una cruzada liberadora (que va de la mano con el fanatismo religioso de Moore, que se imagina en verdad que esto es una lucha entre el occidente secular contra el malvado ilsam oriental). Patético.

  • Galactus
    7 mayo, 2009 at 6:44 pm

    A Hitchens lo animan unas convicciones ideologicas tan fuertes como las de Moore. Por lo menos Moore tiene la decencia de no posar como representante de un mitico centrismo objetivo, racional y cientifico que no existe sino en la cabeza de los ingenuos.

  • JuanDavidVelez
    7 mayo, 2009 at 7:08 pm

    Alejandro, una pregunta, ¿Maldoror que tiene 31 años sufre de intoxicacion ideologia?. Muchas gracias por la atencion.

  • Alejandro Gaviria
    7 mayo, 2009 at 7:58 pm

    Juan David: creo que galactus está más intoxicado que Maldoror. La objetividad absoluta no existe. Yo tal vez sea un anticuado en estas materias pero un empirismo como el abogado por Alfred Koebbes (un discípulo del antropólogo Franz Boas) me parece fundamental. Y no sólo para la ciencia. Ese cuento de que todos somos ideólogos, simplemente que hay unas más honestos que otros, me parece (perdón) pura ideología.

    Principios de Alfred Kroeber(circa 1949):

    1. The method of science is to begin with questions, not with answers, least of all with value judgements.

    2. Science is dispassionate inquiry and therefore cannot take over outright any ideologies «already formulated in everyday life,» since these are themselves inevitably traditional and normally tinged with emotional prejudice.

    3. Sweeping all-or-none, black-and-white judgements are characteristic of totalitarian attitudes and have no place in science, whose very nature is inferential and judicial.

  • Anónimo
    7 mayo, 2009 at 8:49 pm

    La obra mediocre alimenta mejor la retórica dell crítico.

  • galactus
    7 mayo, 2009 at 9:42 pm

    Para mi el hecho de que todos estemos influenciados por una «ideologia» es evidente. Es virtualmente imposible analizar de manera cientifica todos los fenomenos que tenemos por delante, sobre todo los fenomenos humanos y sociales, asi que todos nos basamos en nuestra experiencia y en modelos abstractos (por definicion, inexactos) sobre como funciona la sociedad para explicarnos las cosas que pasan alrededor nuestro.

    Son esos modelos abstractos y el sistema de pensamiento alrededor de ellos lo que yo llamo ideologia.

    Otra cosa diferente es ser integrista, o dogmatico, es decir, elevar la ideologia por encima de todo sin cuestionarla nunca, llegando al punto de ignorar la realidad si esta contradice el modelo.

    Tanto Hitchen como Moore argumentan de manera relativamente racional pero estan obligados (como todo el mundo) a apoyarse en sus propias convicciones ideologicas, que podriamos calificar de «axiomas».

    De Moore mas o menos conocemos esos «axiomas»: que la sociedad gringa esta organizada de manera injusta, blah, blah, y no hace mayor esfuerzo en ocultarlo. En cambio en Hitchens yo percibo que el cree estar por encima de todo eso, que cada cosa que dice es como si la sacara de un laboratorio inmaculado, libre de toda pre-concepcion, tan cientifica como el trabajo de Richard Feynman, o algo asi.

    Y tiene exito creandose esa imagen. Creo que esto se debe simplemente a que Hitchens en general comulga con la ideologia dominante, lo que le permite simplemente no tener que mencionar sus premisas ya que estas estan grabadas en los cerebros de la mayor parte de sus lectores (premisas como que por ejemplo el mundo occidental es superior moralmente al resto del mundo, o cosas asi que hay que creer para no encontrar absurdo lo que escribe) mientras denuncia la «intoxicacion ideologica» de los que piensan distinto.

    Termino citando a Howard Zinn: «you can’t be neutral on a moving train».

  • El Redactor
    7 mayo, 2009 at 11:02 pm

    Alejandro:

    Como es de su conocimiento, Franz Boas es conocido en los medios antropológicos por ser el «padre» del relativismo cultural, el cuál con el apoyo del cognitivsmo vigotskyano y el interpretativismo de Geertz y discipulos, desemboco en lo que denominamos «posmodernidad» – el cuál curiosamente desacredito en un comentario anterior. Así que creo, que su posición es claramente ideológica – bastante liberal -, la cuál efectivamente permite encontrar llamativa una propuesta como la de Rorty – una visión epistemológica de la ética desarrollada en Nozick (Las relaciones entre posmodernidad, neoliberalismo y pensamiento económico neoclásico han sido muy bien estudiadas por Slavoj Zizek en varios artículos)

    El «empirismo desapasionado» no es nada diferente de los trabajos de Lyotard o Stuart Hall en estudios culturales: una validación de todas las «individualidades» y «particularidades» separadas de los contextos sociales en los que se anclan…¿Existe acaso una posición menos liberal que esta?

  • Lanark
    7 mayo, 2009 at 11:25 pm

    Alejandro: De acuerdo: por pura convención, digamos que ideología es «el apego pasional a una visión del mundo inmune a la evidencia». Aún partiendo de ahí, parece por lo menos torpe insinuar que la objetividad es ausencia de ideología.

    Tengo dos problemas con eso: el primero, menor, es que me parece ingenuo aspirar a una ciencia totalmente objetiva. Creo que ese lo compartirán la mayoría de los lectores, desde Carlos hasta Galactus. El segundo, mucho mayor, es qué puede significar «pasional», y cómo luciferes hace uno para utilizar un concepto así como criterio de demarcación.

    Si uno quiere abogar por una ciencia «objetiva» es por lo demás obvio partir de una como la antropología; los comienzos de esta ciencia son conmovedores e hilarantes a la vez, en su arbitrariedad y sesgo. No sorprende que para poder volverla una ciencia, o algo similar, hayan reaccionado contra esos comienzos tan etnocéntricos.

    Pero si uno quiere hacer un caso que no sea sólo para la antropología de comienzos y mediados del siglo XX, le toca pararle bolas a Kuhn, Lakatos, Popper o incluso Feyerabend, así sea para explicar por qué son unos ideólogos delirantes. Después de todos ellos, ya nadie espera que la ciencia sea objetiva; se le pide que sea intersubjetiva. No me extiendo en eso porque seguramente muchos acá sabrán argumentarlo mejor que yo.

    Lo que sí vale la pena es eso del «apego pasional». ¿Será posible que haya otra razón distinta a la pasión para partir de unos conceptos preestablecidos y no formular una hipótesis desde la nada? ¿qué tal, por ejemplo, el hecho de que hay que usar un lenguaje y unas convenciones para formular la hipótesis? ¿O para proponer las condiciones experimentales de su verificación?

    Un ejemplo divertido de todas esas referencias sobreentendidas, es algún post anterior donde don Jaime Ruiz se declaraba escandalizado por una explicación de los fenómenos emergentes en lod que se basa la termodinámica estadística: no puede haber nada colectivo que no se pueda entender mejor como muchas cosas individuales, porque de otro modo el mismísimo Stalin acecha agazapado tras las fórmulas. De modo que Boltzmann, Gibbs y demás resultan ser lacayos del trust Münzenberg que se han comprometido apasionadamente con el totalitarismo: o si no, ¿por qué habrían de considerar las cosas colectivas con ese amor obsceno?

  • Alejandro Gaviria
    7 mayo, 2009 at 11:51 pm

    El Redactor : Boas es el padre del relativismo cultural pero no sé si uno puede endilgarle tan fácilmente la paternidad del posmodernismo. Yo prefiero asociarlo a la lucha contra el racismo. Además, al menos inicialmente, defendió con ahínco la necesidad de un enfoque científico en las ciencias sociales.

    Sin cierta provisionalidad en las opiniones, sin permeabilidad a la evidencia, es muy difícil tener un dialogo productivo. No entiendo por qué el apego a los hechos implique la validación de individualidades descontextualizadas o pueda considerarse antiliberal.

    Lanark : Ayer estuve en el lanzamiento de un libro de Carl Langebaek, el decano de ciencias sociales de aquí de la Universidad de los Andes. Langebaek contó la siguiente historia del antropólogo Reichel-Dolmatoff. En los años cincuenta, éste hizo varios estudios que ponían en cuestión la sabiduría ecológica de Los Kogi, quienes aparentemente habían causado una gran erosión la Sierra Nevada. Pero, sin ninguna evidencia adicional, fue cambiando de opinión. Desarrolló un apego pasional a su objeto de estudio y terminó diciendo, como lo demandan las costumbres de la época, que los kogi era sabios ecológicas, nuestros hermanos mayores. También dijo que eran pacifistas cuando antes había contado que estuvieron a punto de matarlo. Yo no soy un exporte en epistemológica. Simplemente no me gustan los dogmatismo. Ni las ficciones convenientes o políticamente correctas.

  • Daniel Vaughan
    8 mayo, 2009 at 12:22 am

    Juan David,

    Yo también me perdí entre tantos ismos de El Redactor…

    Redactor (espero que no se ofenda por quitarle el artículo… me siento algo extraño hablándole a usted, con el «El» de por medio):

    No conocía lo de Zizek… de hecho, sigo sin conocerlo. De cuáles artículos habla usted? Una búsqueda rápida por internet no dio nada parecido a lo que menciona.

    Gracias.

    Por cierto, el tipo me pareció bastante divertido: Esta entrevista, referenciada en Wikipedia, me pareció buenísima.

  • El Redactor
    8 mayo, 2009 at 12:34 am

    Alejandro

    No digo que Boas sea el padre del posmodernismo, sino que el «relativismo cultural» es una de las tendencias teóricas que lo nutren, y curiosamente, uno puede trazar una línea entre escuelas antropológicas a partir de Boas: relativismo (Boas), cultura y personalidad (Benedict), cognitivistas (Pike), etnociencias (Frake), siendo estas últimas la que se incorporan al posmodernismo.

    La «evidencia» y el «apego a los hechos» tiene tanto de largo como de ancho. En términos epistemológicos, ese solo es uno de los problemas que dejo la filosofía kantiana, denominado «los límites de la experiencia posible», y que lo han abordado los neokantianos, los neopositivistas, el empiriocriticismo, el empirismo lógico, el análisis lógico del lenguaje, entre otros, por lo cuál no existe un «consenso».

    Tal vez por eso,sea mejor punto de partida una visión de la investigación como «praxis» – tal como quedo delimitada en el mismo Kant. Si arrancamos por esta vía, la praxis como saber-hacer ya esta nutrida de ideología, creencias y genealogías, las cuáles se nutren de los desarrollos de las Ciencias, lo que permite que uno opte por un tipo específico de saber-hacer.

    En mi modo de ver, el problema no es la «ideología» per-se, el problema es no ser consciente de ella, creer que no se tiene, creer que la fiabilidad en los «hechos» ya no tiene un sesgo ideológico, y no hacerla pública en el momento de difundir los resultados de una investigación.

    Creo que ese es el origen de los problemas, no la «ideología». Por cierto, y como dije en un comentario anterior, la «ideología» tiene un carácter clasificador. La definición de Bell no es más que una muestra de ella: pasión/razón, femenino/masculino, salvaje/civilizado, etc..¿No lo cree?

  • El Redactor
    8 mayo, 2009 at 12:52 am

    Daniel:

    En internet se consiguen

    «Multiculturalismo o la lógica cultural del capitalismo multinacional»

    o

    «Dije Economía Política, estupido»
    (Menos relacionado, pero igualmente interesante)

    Para otros textos, en Bases de datos en las revistas «Cultural Studies», «Cultural Quaterly» o «Cultural Inquiry»

  • El Redactor
    8 mayo, 2009 at 1:07 am

    Alejandro, un último comentario:

    Se me fue un «menos liberal» en lugar de un «más liberal», un acto fallido…

    Tal vez sea porque estaba pensando en que el verdadero límite de la extrema izquierda es la extrema derecha

  • panÓptiko
    8 mayo, 2009 at 1:33 am

    Fuera de tópico, hace rato quería compartirles estas dos frases de Mahatir Mohamad, primer ministro de Malasia en los 80s, que me he encontrado durante mi trabajo reciente, y que dan mucho que decir:

    «Democracy is not the easiest way to govern a country. More often than not it fails to bring about stability, much less prosperity. It is disruptive because it tends to encourage sudden changes in policies and directions with each change in government.»

    Y esta, sobre la libertad de expresión:
    «for a society precariously balanced on a razor’s edge, where one false, or even true word can lead to calamity, it is criminal irresponsibility to allow that one word to be uttered»

    Saludos epistemológicos. Kipirá,

  • jaime ruiz
    8 mayo, 2009 at 1:37 am

    La mayoría de artículos de Alejandro tratan de Uribe y sus yerros, y no sé hasta qué punto se da cuenta de que sobre todo encuentra el aplauso de gente que en el mejor de los casos equipara a Hitchens con Moore.

    Ah, y la ciencia es la ciencia, la política es la política, la literatura es la literatura y la religión es la religión. A lo mejor la política y la religión son literatura, pero ésta no tiene por qué seguir las normas de la ciencia. La literatura es un arte y se la puede valorar como tal, el libro de Mendoza no es basura por sus ideas sino por su pésima calidad estética, como si algunos habituales de este blog decidieran crear una orquesta y cada uno tocara como pudiera un instrumento y llegara un crítico y dijera que habían hecho una performance reprobable por su marcado antiuribismo. Una norma sin la que la novela no es la novela es la verosimilitud: un pensador angustiado que lee libros en diversos idiomas y deja comentarios en los idiomas respectivos es sólo la creación de un idiota que no lee libros en otros idiomas y no sabe lo que es reflexionar sobre las razones de un pensador.

    No hay ninguna intoxicación ideológica sino una paja mental o una traba en la que un bobo se complace en explayarse exhibiendo su lirismo pomposo y omnipotente. Algo demasiado bobo para ocuparse de ello.

    Intoxicación ideológica es la del Libro de Manuel, un panfleto que reivindica el terrorismo y el secuestro y cuya influencia tuvo que ver con las aventuras de guerrilla urbana montoneras y trotskistas, que abrieron el camino al atroz régimen militar.

    Lo que pasa es que hace falta un rigor comparable al del pensador polígloto huraño y visionario para esperar avanzar algo en un aula cuyos alumnos más conspicuos y populares menosprecian la literatura clásica y la encuentran un pretexto de la dominación de Occidente. O para sopesar los juicios que las opiniones de Hitchens tienen en gente que antes de saber quién gobernaba en Irak se querían oponerse a cualquier intervención y se sienten convencidos de que su pequeña vanidad debe contar más a la hora de decidir el futuro de Irak que los deseos de los iraquíes, y que con el mismo desparpajo amanecen convertidos en vindicadores con fundamento del nacionalismo catalán o de la cesión de Cachemira. Exactamente la clase de alumnos que en Dinamarca compran las camisetas de Fighters and Lovers.

  • Maldoror
    8 mayo, 2009 at 2:49 am

    Respecto a esta discusión sobre ideología, yo me siento en un punto medio: creo que es iluso imaginarse que uno está por encima de consderaciones ideologicas en discusiones sobre el conocimiento, sobre todo cuando la cuestión atañe al estudio del ser humano y sus actos. Creo que además toda ciencia está construida sobre el lenguaje y todo lenguaje -inevitablemente- es una construcción social. Y como tal refleja a la sociedad que lo produce. Yo no sé si Alejandro se ha leido la discusión entre Adorno y Popper al respecto, pero en ese punto Adorno le gana el punto sobrado al austriaco.

    Todo lo anterior no quiere decir que uno pueda decir lo que a uno se le da la gana sobre cualquier tema. Yo si creo firmemente que el mundo exterior existe, y existe en buena medida independiente de los seres humanos. Existe también en términos espistemológicos la necesidad de un rigor, argumentativo y apegado al menos a la experiencia (por subjetiva y limitada que nos parezca su percepción). Y ya volviendo al tema de Moore y Hitchens, al menos con lo que respecta a la guerra de Iraq, creo que la versión de Michael Moore está mucho más apegada a los hechos que la de Hitchens, y que este último tiene una visión mucho más ideologizada sobre la guerra que el primero. Punto.

  • Constantino
    8 mayo, 2009 at 3:42 am

    “El que no es comunista a los 18 no tiene corazón, pero el que a los 40 sigue siendo comunista, no tiene cerebro”… Es quizás sorprendente saber que Mendoza tiene aproximadamente 45,0 años. Yo opino que sería injusto decir que Mendoza es un descerebrado, y por eso propongo un artificio matemático: si corremos la coma una cifra a la izquierda, nos resulta un Mendoza de 4,5 años, lleno de alma y tal vez con un remanente de seso (y es que se necesita cerebro para entremezclar ideas y compilarlas en semejante libraco, y además audacia para arrojarlo a los estantes).
    Pero así como los arroja a los estantes, nosotros estamos en pleno derecho de arrojarlos por la ventana, cual si fueran los libros de Vargas Vila. Pero yo no recomiendo arrojar ni los de Vargas Vila y mucho menos los de Mendoza, puesto que algún transeúnte incauto que se topara con ellos podría resucitar el Marxismo de bachillerato, con desastrosas consecuencias. Otro motivo por el cual no recomiendo que sea arrojado por la ventana el libro de Mendoza es porque, siendo su libro de “mayor fuerza”, podría golpear contundentemente la cabeza de un desafortunado viandante, ocasionándole daño cerebral irreparable. Por fortuna para los pedestres, aunque con Vargas Vila los lectores nos sintamos estafados, al arrojar sus libros ocurre algo peculiar: regresan con la misma fuerza con que son lanzados, cual si fueran bumeranes.
    Mas no es mi intención decir aquí que no debemos comprar los libros de Mendoza, ya que el celebrado escritor necesita seguir expeliendo esos objetos propagandísticos. Hay consuelo entonces para quienes compraron su obra Buda Blues: úsese como pisapapeles, máxime si es para mantener fijos panfleticos y demás; úsese además como combustible para chimeneas (teniendo especial cuidado por la intoxicación que puede ocasionar. Recomiendo buena ventilación, pues el humo que se desprende de la quema del libraco puede ser ligeramente tóxico). Invito a los bloggers a encontrar mejores usos para la obra de Mendoza.
    Es evidente que ya hay personas contaminadas con la obra en cuestión. No esperamos una pandemia, sin embargo, Alejandro, me suscribo a usted: ¿Qué buen antídoto puede usarse contra Buda Blues?

  • AutorDeJaimeRuiz
    8 mayo, 2009 at 11:22 am

    Había una vez, un viejo personaje autodidacto que leía la enciclopedia de la A a la Z, y traducía facturas del español al inglés y viceversa para vivir. Le gustaba la gramática, y alcanzó a aprenderla bastante bien (al menos la gramática española) antes de que todo su tiempo fuera absorbido por su gran lucha retórica.

    También estudiaba alemán. Pero su verdadera pasión era la guerra de clases. Desde diversos sitios de la red denunciaba a la clase de los patricios descendientes de encomenderos, verdaderos artífices del narcotráfico, la guerrilla, la corrupción, el atraso y la mediocridad en el arte y la ciencia de su amado y odiado país.

    Pero el gran crimen de los patricios (como clase social, pero también individualmente), peor que todos los otros juntos, era no haber dejado surgir a los nuevos ricos ambiciosos como hubiera querido ser él mismo.

    Y había encontrado, oh sorpresa, que la enciclopedia y todos los libros que ésta referenciaba apoyaban su punto de vista: había ubicado algunos autores que podía leer sin prevenciones, porque estaban en su bando, y otros, en el otro bando, que podía leer como ejemplos de depravación. En algunos casos, con un pequeño esfuerzo, podía pensar que algunos autores enemigos (los mejores) en realidad estaban de su bando, pero escribían con una ironía sutilísima.

    Pero este personaje no se lo inventó Mario Mendoza. Quién sabe quién se lo inventó.

  • galactus
    8 mayo, 2009 at 11:52 am

    Lo acepto, comparar a Moore con Hitchens fue un error. El personaje que Moore encarna en sus peliculas tiene un aire de imbecilidad que unicamente puede compararse con el de Jaime Ruiz en este foro.

  • jaime ruiz
    8 mayo, 2009 at 11:53 am

    El pensador que escribe mi biografía es característico del medio que representa este blog: no se habla de ideas sino de personas, y buscando en lo posible la intimidación. Y el que calla otorga: la tácita adhesión de Alejandro a esa clase de discusión puede orientar acerca de lo que se enseña en su departamento.

  • jaime ruiz
    8 mayo, 2009 at 12:30 pm

    Nada como hablar con autoridad: el aire de imbecilidad de una persona es exactamente lo contrario del que exhibe el genio de la izquierda.

  • Zuir Emiaj
    8 mayo, 2009 at 12:48 pm

    j a i m e r u i z, ponga una foto suya, cobarde, deje de intimidar a los demas, sicario

  • NN
    8 mayo, 2009 at 12:54 pm

    Querido Alejandro: No nos conocemos pero desde ya tengo una deuda impagable contigo. Gracias a tu reseña editorial en El Espectador y en este blog, las ventas de mi libro, Buda Blues, están disparadas. Eso habla muy bien de ti, pues se nota que tienes muchísimos lectores, así tú tengas una opinión tan mala sobre mi última novela y sobre mi obra en general.
    Prefiero no meterme en la discusión de altísimo nivel que con tus brillantes intervenciones has animado aquí, pues la verdad yo ni siquiera llegué al empiriocriticismo. Como tú sabes, me quedé en el marxismo de bachillerato que, valga la pena anotar, se ha vuelto a poner de moda después del durísimo revés que tuvimos con lo del muro de Berlín.
    Pero ahora que ustedes los neoliberales se las arreglaron para resquebrajar hasta los cimientos mismos del sistema capitalista, qué te puedo decir: nos llegó nuevamente nuestro cuarto de hora, y para cuando les llegue otra vez el de ustedes, sospecho que va a ser muy tarde para ti. Gracias, hermano!

  • Maldoror
    8 mayo, 2009 at 1:05 pm

    De Jaime Ruiz no hay fotos, pero al menos tenemos este retrato hablado….

  • galactus
    8 mayo, 2009 at 1:27 pm

    Jaime Ruiz publica fotos mias y se rie solo, mientras los demas sacuden la cabeza con lastima, como cuando uno ve a un loquito por la calle haciendo espectaculos grotezcos.

  • galactus
    8 mayo, 2009 at 1:28 pm

    s

  • Alejandro Gaviria
    8 mayo, 2009 at 3:23 pm

    El Redactor: la discusión se vuelve compleja porque en esencia usted está diciendo que la peor ideología (la más problemática, al menos) es la ideología de quienes pretenden no tener ideología. A los liberales los han acusado recientemente de deshonestos, de ser ideólogos disfrazados de pragmáticos. Pero yo sigo creyendo en la posibilidad de la ironía, de una ideología que no se tome muy en serio a sí misma.

    Jaime : mi comentario ya señalaba el problema de la verosimilitud. Pero fue un poco más allá. Insinuaba también que la intoxicación ideológica tiene implicaciones estéticas y afecta, entre otras cosas, la verosimilitud de los personajes.

    Constantino: yo propuse el antídoto e la ironía. Pero resultó muy serio. Por ahora Buda blues está invernado en el cuarto útil. Tal vez sea causalidad pero duerme al lado de Los impostores de Santiago Gamboa.

    NN: me alegro por lo de las ventas. Y me doy cuenta de que, después de todo, el marxismo de bachillerato tiene éxito comercial. Siempre he creído que la izquierda es el más hábil empresaria del aplauso.

  • jaime ruiz
    8 mayo, 2009 at 3:52 pm

    Galactus tiene razón, ¡es tan indulgente consigo misma esta gentecita que nadie valora mi esfuerzo por mostrar lo contrario del aire de imbecilidad! Lo que no puede pasarse por alto es que sacudan la cabeza¡ Y el que tan enérgica actitud se lleve a cabo CON LÁSTIMA es, más que lastimoso, fascinante.

    Más o menos como el entusiasmo de Maldoror dando datos para mi retrato hablado y sin el pudor de limpiarse las babas.

    A lo mejor Mario Mendoza es sólo un buen cronista de una realidad tristemente irónica: la de una humanidad que expresa la lástima sacudiendo la cabeza. ¿Quién iba a pedirles que no tomaran en serio la obra de un pensador que tomaba notas en los libros en muchos idiomas, seguramente porque cuando tocaba Marai su cerebro se «hungarizaba» y entraba en una lógica estanca. Sólo hace falta que tuviera problemas para traducir sus comentarios. Ojo: «sólo hace falta», que los testigos sacudan la cabeza es lo menos que se puede esperar.

  • Apelaez
    8 mayo, 2009 at 3:53 pm

    Alejandro, ¿no le gusto el libro de los impostores? A mi me sacó varias risas y me entretuvo lo suficiente como para no maldecir la compra.

  • jaime ruiz
    8 mayo, 2009 at 3:55 pm

    En una palabra: grotezco.

  • Alejandro Gaviria
    8 mayo, 2009 at 4:10 pm

    Apelaez: me gustó el personaje del académico latinoamericano que pasaba semanalmente por una librería con la esperanza de que alguien hubiera comprado su libro (hiperespecializado). Pero la trama final me aburrió. Me pareció en últimas un thriller medio forzado.

  • Apelaez
    8 mayo, 2009 at 4:50 pm

    Eso de la hiperespecialización es todo un tema. Vaughn y Maldoror tienen razón en afirmar que obras que en un principio podrían ser fàciles objetos de burla, pueden terminar siendo documentos de gran importancia para la disciplina.

    Maldoror citaba la microhistoria, que estudia casos particularmente pequeños como el libro de Ginzburg «el queso y los gusanos». Tal vez en economìa haya ejemplos de modelos hiperintricados que parecieran mas un despliegue de pirotecnia matematica que otra cosa y puedan tambièn caracterizarse como «hiperespecializados».

    Cierto, tal vez muchos de estos estudios sean potencialmente grandes obras y no no deba andarse burlando del esfuerzo de estas personas en estos casos. Pero el asunto es que tambièn es muy probable que estos estudios terminen engavetados, olvidados y no tengan el mas mìnimo impacto en su disciplina y ni siquiera lleguen al nivel de divertimento. Por eso es que el humor es importante, no el chiste pendejo ni que el paper este cargado de chascarrillos, pero si que la actitud del academico sea lo suficientemente sensata como para saber que su obra no sea tan magna, tan cambiadora-del-mundo. Un juego, como dice con certeza Lanark.

    A uno como ciudadano alejado de la academia, lo que le da risa es la pompa y circunstancia de mucho academico cuando presenta sus investigaciones hiperespecializadas y con un desden total por interesar a otros en el tema, incluidos, los de su misma especialidad.

  • Lanark
    8 mayo, 2009 at 5:24 pm

    Apelaáez: En alguna discusión de hace varios años con el Juglar del Zipa yo había expresado una opinión similar a la suya, sobre Santiago Gamboa.

  • Javier Moreno
    8 mayo, 2009 at 6:08 pm

    Caramba, deja uno de visitar este foro por tres días y aparece Jaime comentando mis fotos familiares de hace ocho años.

    Y luego se supone que él es el acosado.

  • jaime ruiz
    8 mayo, 2009 at 7:47 pm

    Esto se pone cada vez más divertido. ¿Qué fotos he publicado yo? ¿Qué es «publicar»? Yo sólo intento entender, y eso con la mejor intención. Estoy dispuesto a admitir que tengo aire de imbécil, por tanto la gente podrá ver qué es lo contrario de eso, cómo son quienes no tienen ese aire.

    Definitivamente no hay remedio, Mario Mendoza sólo hace la crónica de un mundo extraño. No es que sus personajes no alcancen verosimilitud, sino que la realidad de que se ocupa es estructuralmente boqueta, como una fotografía desenfocada.

  • La Moza de James Bizarre Que Trabaja En La Sergio Arboleda
    8 mayo, 2009 at 9:19 pm

    llamar a jaime ruiz gentuza o imbecil es elogiarlo

    por que su madre, si es que alguna mujer lo pario, no tuvo la decencia de abortarlo??? que la manden a la cpi por cometer el crimen de lesa humanidad de parir a un sicario cobarde

  • Gheysel Naranjo
    8 mayo, 2009 at 11:09 pm

    Creo que el buen humor se da al SER TREMENDAMENTE REALISTA CON UN TRASFONDO SOCIAL… PLASMANDO LA EXPERIENCIA CON MÁS DOSIS DE REALISMO QUE FICCIÓN… Y CON MÁS DOSIS DE REALISMO QUE ROMANTICISMO…en el cuadro mágico de su región, percepción política, y a nivel país. Ya García Márquez lo logró y fortaleció Macondo- un pueblo fantasma que nunca jamás nadie hubiese conocido…

    gheysel

  • Alejandro Gaviria
    8 mayo, 2009 at 11:13 pm

    Buena columna de David Brooks sobre educación. Toca algunos de los temas discutidos hace unos días a propósito del colegio de Shakira.


    Enlazo el artículo académico citado por Brooks en la columna.

  • El Redactor
    8 mayo, 2009 at 11:22 pm

    Alejandro:

    No creo que la peor ideología sea la de aquellos que dicen no tener «ideología». Muchas ideologías se justifican en juicios morales y éticos bastante discutibles, que considero igual de perversos.

    Una ideología que sea irónica en si misma, que no se tome tan en serio, termina convirtiendose en algo muy serio, porque ya parte en una contradicción al suponer que existen «ideologías» serias.

    Creo que el asunto se torna circular. Por eso, es mejor volver a algunos de los debates – Maldoror menciono uno muy interesante – de la filosofía contemporánea.

    Creo que hay salidas, mas allá del juego retórico de la íronia, que termina convirtiendose en algo tan serio – como ha pasado con las columnas de joseobdulio cada vez más incomprensibles y todo el mundo cree que dice algo serio.

    Interesante ahondar en el «realismo epistemológico» ya que creo puede dar una respuesta mucho mejor a la necesidad de «evidencia».Eso implicaría volver a la dialéctica…y solo mencionarlo ya le revuelve el estomago a mas de un «desapasionado»

  • Anónimo
    9 mayo, 2009 at 4:30 am

    Mario Mendoza será un mal novelista, pero en cambio la Moza de James Bizarre es todo un poeta.

  • Carlos
    9 mayo, 2009 at 12:24 pm

    Alejandro: muy interesante el articulo de Brooks y el paper.

    Pero veo dificil que en la actual administración bajo un partido democrata dominado por la burocracia de la educación y los sindicatos de maestros, potencien el movimiento de experimentación y autonomía de las escuelas (tipo «charter schools»´como la de Harlem que mencionan en el articulo)

    Las propuestas de Obama son para «federalizar» mas las escuelas, no darles mas autonomía ni permitir la experimentación como sucedió con estas escuelas de Harlem.Ni mucho menos permitir que despidan o sean tan exigentes con los maestros como hacen en las escuelas mencionadas en el articulo(Cito a Brooks: «Nearly half of the teachers did not return for the 2005-2006 school year. A third didn’t return for the 2006-2007 year.»).

    Aquí en Colombia hace unas semanas el ministerio sacó un decreto o norma diciendo que iba a dar mas autonomía a las escuelas para definir reglas de evaluación y promoción.

    En seguida FECODE alzó la bandera de la oposición diciendo que iban a «anarquizar» la educación.

    Las mejoras en cualquier sistema (sean las escuelas, un negocio,etc) son llegan cuando se permite la innovación y la experimentación. Esquemas centralizados o de estándares únicos que no tienen en cuenta la complejidad y variabilidad del mundo real solo le gustan a las burocracias que típicamente son adversar al riesgo y se oponen a todo lo que haga menos predecible los procesos.

    Las escuelas de Harlem lograron esos resultados porque les permitieron experimentar y les dieron autonomía (esa es la idea de un «charter school») mientras los liberan de varias regulaciones y procedimientos burocráticos y les exigen mas bien resultados no «ajustarse» de forma ciega a estándares «nacionales».

    Para información aquí va un resumen de lo que significa un charter school:

    «Charter schools operate on three basic principles:

    Choice: Charter schools give families an opportunity to pick the school most suitable for their child’s educational well-being. Teachers choose to create and work at schools where they directly shape the best working and learning environment for their students and themselves. Likewise, charter sponsors choose to authorize schools that are likely to best serve the needs of the students in a particular community.
    Accountability: Charter schools are judged on how well they meet the student achievement goals established by their charter contract. Charter schools must also show that they can perform according to rigorous fiscal and managerial standards. If a charter school cannot perform up to the established standards, it will be closed.
    Freedom: While charter schools must adhere to the same major laws and regulations as all other public schools, they are freed from the red tape that often diverts a school’s energy and resources away from educational excellence. Instead of constantly jumping through procedural hoops, charter school leaders can focus on setting and reaching high academic standards for their students.»

    Saludos,
    Carlos

  • Carlos
    9 mayo, 2009 at 12:25 pm

    Me falto el link a las explicaciones sobre Charter Schools

  • Maldoror
    9 mayo, 2009 at 12:29 pm

    Apelaez:

    La única cosa que no me cuadra de su comentario, es que ud cree que quién hace una obra «hiperespecializada», en verdad piensa que está haciendo una obra magna. No creo que alguién que haga una obra sobre «la revuelta del pan en Bogotá» se la pase por la cabeza una idea. Usualmente nos han vendido la idea de que las obras magnas son las que tocan teman gigantescos, en mamotretos enormes: ej. La historia del imperio romano de Gibbon, el siglo XX de Hosbawn o el Mediterraneo de Braudel (o su historia incabada del capitalismo). Y esas son las obras que usualmente venden, las que le llegan al publico.

  • Anónimo
    9 mayo, 2009 at 12:54 pm

    El comentario de Carlos es el típico ejemplo de intoxicación ideológica que describe el profesor Gaviria. Hasta el punto de que ya no se molesta en consultar su oráculo, el WSJ, antes de soltar sus estúpidas cantaletas libertarias.

    Education Push Includes Merit Pay Article
    By LAURA MECKLER
    WASHINGTON—President Barack Obama laid out a broad education vision Tuesday that includes expanded merit pay for teachers and more charter schools, ideas long troubling to teachers’ unions.

    With his congressional agenda already packed, the president is not proposing a major new piece of legislation. Instead, he spelled out the goal of a «cradle to career» education system aimed at serving Americans better at every level. He said he would use the budget to expand programs that work and encourage voluntary action by states and individuals.
    (See the full text of Obama’s prepared remarks.)

    MAS….

    Pay for Teacher Performance

    In direct opposition to the current position of the teachers unions, Obama called for measures to link teachers’ pay to student performance. Insisting that “the United States must drastically improve student achievement to regain lost international standing,” the president laid the groundwork for merit pay for teachers.

    The concept is in direct opposition to the union position and the current trend to pay teachers according to their credentials and years of experience. While those elements could still form some basis of the pay scale in the future, Obama seeks to base raises on teacher effectiveness as measured by the performance levels of that teacher’s students.

    In unveiling his push, President Obama acknowledged that he was in direct conflict with the union position. And since those unions make up a large segment of the Democratic Party, his position was also in conflict with a large segment of his own base of supporters.

    But the change is remarkably consistent with his prior day’s speech regarding science and stem cell research. Instead of basing his decision on past practice or the view points of certain supporters, the president was acknowledging that all research points to higher student achievement levels in those classrooms where teachers excelled at their craft.

  • Anónimo
    9 mayo, 2009 at 2:35 pm

    galactus, yo tambien me rei con la foto, citico ud, con esa cara pa q guebas!

  • El Redactor
    9 mayo, 2009 at 3:29 pm

    Alejandro:

    Interesante los enlaces – tanto la columna como el paper.

    Aqui en Colombia se intento una cosa parecida en el área rural durante buena parte de los ochentas y noventas que se llamaba «Escuela Nueva». Es simpático que eso ahora se torne en «novedad», cuando en su momento los distintos dirigentes «intoxicados» hicieron hasta lo imposible para llevar al fracaso este proyecto.

  • Alejandro Gaviria
    9 mayo, 2009 at 3:48 pm

    El Redactor: la historia personal de Roland Fryer, el autor de la investigación y hoy profesor de economía en Harvard, es interesante en sí misma. Yo le he seguido la pista a Fryer desde hace rato. Hace unos años escribió con Steve Levitt, el autor de Freaknomics, un artículo sobre las causas y las consecuencias de los nombres típicamente negros que después yo traté, con dos colegas, de replicar para el caso de los sin tocayos colombianos.

  • Carlos
    9 mayo, 2009 at 5:12 pm

    Anonimo 7:54: usted mismo queda en ridiculo porque ni lee bien lo que copia. Cito sus propios textos:

    «In unveiling his push, President Obama acknowledged that he was in direct conflict with the union position. And since those unions make up a large segment of the Democratic Party, his position was also in conflict with a large segment of his own base of supporters.»

    Que escribí yo:

    «veo dificil que en la actual administración bajo un partido democrata dominado por la burocracia de la educación y los sindicatos de maestros….»

    Que Obama haya hecho esa propuesta no significa que la logré implementar en un congreso dominado por Nancy Pelosi y cia. Se ve lo poco que entiende de política y menos de política gringa.

    Sobre el plan de Obama de federalizar la educación puede leer este articulo.

    Y lea directamente en el sitio web del equipo de transición Obama-Biden:

    «Obama and Biden will require all schools of education to be accredited. Obama and Biden will also create a voluntary national performance assessment so we can be sure that every new educator is trained and ready to walk into the classroom and start teaching effectively.»

    Para poder definir una acreditación se requieren unicos estándares los cuales se van a establecer a nivel federal.

    Obama además piensa incrementar los fondos y programas de educación a nivel federal. Por eso digo que en su agenda esta federalizar mas la educación por una razón muy simple: el que pone la plata, pone las reglas y tiene el control.

    El que tiene intoxicación ideológica es usted. O mejor, intoxicación de Obamanía.

    Ni siquiera se atreve a escribir con un nombre de usuario.

  • Daniel Vaughan
    9 mayo, 2009 at 5:28 pm

    La respuesta de Carlos muestra un fenómeno interesante:

    El que es acusado de defender una «ideología» sugiere que el que acusa es el que realmente ha sido adoctrinado por la «anti-ideología».

    Hay alguna forma de saber quién tiene razón?

    DV

    pd. Desafortunadamente el estado de NN de quién acusa hace difícil responder esta pregunta. A Carlos todos lo conocemos por sus comentarios, y dudo que alguien en este blog sugiera que Carlos no tiene una posición ideológica claramente identificable, y que sus comentarios distan de ser objetivos. Pero NN no sabemos quién sea: tal vez, como dice Carlos, es un asesor de la campaña de Obama.

    pd2. Antes de que Carlos diga que mi comprensión de lectura es casi tan mala como mis conocimientos de política, y en especial de política estadounidense, aclaro públicamente que lo del asesor de campaña es una exageración mía y que no creo que eso haya sido lo que Carlos quiso expresar.

  • Gheysel Naranjo
    9 mayo, 2009 at 7:26 pm

    Aquí de tanto que hablan del colegio de Shakira más de uno va a terminar colocando sus hijos en ese colegio…

    Y bueno, en general, cuando uno empieza a estudiar todo es comercial… ello explica el éxito comercial del marxismo de bachillerato… esperemos que el marxismo no invada el nivel primario ni los jardines infantes… pues entonces nunca se activarían en Colombia los «charter schools»…

  • Anónimo
    30 mayo, 2009 at 2:29 am

    Dedíquese a la economía y respete la Literatura y a los Escritores. roalcaos

  • Maria Victoria Galvez
    15 diciembre, 2014 at 5:31 am

    Señor Ministro

    De una manera simple y sin divagar en lo escrito, el mundo entro en una tendencia de crear una imagen falsa, los medios de difusión se volvieron tan asequibles que cualquier persona puede opinar sin saber nada, se cree que opinar es insultar y se cae en un estado de querer agradar a cualquier persona, se olvido la esencia propia y esa es la que vale. Para mi, no me hace falta que otro me asevere lo que yo opino ya que es mi esencia y mi forma de encarar el mundo

  • Maria Victoria Galvez
    15 diciembre, 2014 at 5:31 am

    Señor Ministro

    De una manera simple y sin divagar en lo escrito, el mundo entro en una tendencia de crear una imagen falsa, los medios de difusión se volvieron tan asequibles que cualquier persona puede opinar sin saber nada, se cree que opinar es insultar y se cae en un estado de querer agradar a cualquier persona, se olvido la esencia propia y esa es la que vale. Para mi, no me hace falta que otro me asevere lo que yo opino ya que es mi esencia y mi forma de encarar el mundo