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El problema del empleo

El gráfico que acompaña este comentario, tomado del Regional Economic Outlook, publicado esta semana por el Fondo Monetario Internacional, muestra la evolución de la tasa de desempleo en Colombia desde una perspectiva comparada. Dos hechos son evidentes. Primero, la tasa de desempleo en Colombia es la más alta entre los países grandes de la región: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú, México y Venezuela. Y segundo, la disminución del desempleo, durante la fase de recuperación económica que comenzó en 2002, ha sido continua pero lenta en Colombia, al menos en comparación con lo ocurrido en Argentina y Venezuela.

¿Cómo explicar los dos hechos mencionados? Yo creo que la explicación tiene necesariamente que mencionar otros tres hechos, ampliamente discutidos en este espacio. A saber: (i) los impuestos y contribuciones al trabajo en Colombia (53% en total) son los más altos de América Latina, (ii) el salario mínimo como porcentaje del ingreso medio en Colombia (80%) es el segundo más alto de América Latina, y (iii) el precio relativo del trabajo con respecto al capital ha aumentado sustancialmente desde el año 2002. No existe un artículo académico que pruebe de manera contundente la relación entre lo mencionado en este párrafo y lo descrito en el anterior. Pero sí existen muchos artículos que sugieren una relación causal, que conectan causalmente los hechos mencionados.

Creo que la pobre dinámica del empleo sigue siendo el principal problema de la economía colombiana. Y creo también que este problema es causado por una combinación de malas políticas, que se remonta a la aprobación de la Ley 100 de seguridad social y que se ha profundizado durante este Gobierno. Infortunadamente, las perspectivas no son buenas. Y si nos atenemos a lo dicho por el Presidente en este fin de año, las malas políticas seguirán empeorando.

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  • Anónimo
    11 noviembre, 2007 at 12:01 am

    Alejandro, existe algun doduemnto confiable que muestre que esa disminucion del desempleo, se esta dando con empleos reales, no con subempleo…

  • Jaime Ruiz
    11 noviembre, 2007 at 4:12 pm

    Al respecto, nada de perderse al nunca bien ponderado Álvaro Montenegro.

    Curioso que se tenga en cuenta el dato de que el salario mínimo es el 80 % del ingreso medio cuando la semana pasada la idea de subirlo menos a unos sectores era cargar sobre los trabajadores el precio de la revaluación.

    La mayoría de la gente que se gana el mínimo en Colombia ganaría más si no existiera esa distorsión, y si en lugar de esperar el decreto redentor, siempre insuficiente, se pensara en trabajar mejor, sin duda incluso con esa distorsión habría mayores ingresos. Los protectores de la clase obrera emiten decretos pensando sólo en sus propios sueldos y pensiones.

  • Anónimo
    11 noviembre, 2007 at 5:03 pm

    Jaime la matematica elemental , de hecho lo es, el 6% de 400000 es menos que el 6% de 5000000…y la carne a ambos les vale los mismo cinco mil pesitos….jajaja…viva la democracia de los decreticos…

  • Alejandro Gaviria
    12 noviembre, 2007 at 2:17 am

    El gráfico mostrado es confiable, está basado en las encuestas de hogares del DANE, las cuales, a su vez, están basadas en los estándares propuestos por la OIT. El margen de maniobra del DANE es muy escaso: en julio del año anterior cambió el orden de algunas preguntas, el fraseo de otras y el tamaño de la muestra. Estos cambios le restaron comparabilidad a los datos pero en ningún momento puede afirmarse que el DANE estaba tratando de manipular las cifras.

    La serie mostrada no distingue entre empleos de buena y mala calidad: suma unos con otros. Pero los empleos de buena calidad han ganado participación en el total.

    La eliminación del salario mínimo es un imposible político. El salario mínimo tiene efectos adversos sobre el empleo. Pero también tiene efectos redistribitivos. No de arriba hacia abajo. Pero sí de arriba hacia el medio de la distribución. Cuando Luís Carlos Villegas se opone al aumento del salario mínimo, no lo está haciendo precisamente por razones altruistas, por un interés genuino en la suerte de los desempleados

  • Daniel Vaughan
    13 noviembre, 2007 at 3:17 pm

    Alejandro,

    Hay algún documento en donde hagan un análisis comparativo de las inflexibilidades en el mercado laboral? El caso mexicano me parece interesantísimo.

    DV

  • Alex
    13 noviembre, 2007 at 8:07 pm

    Alejandro,

    En la discusión sobre el aumento del salario mínimo participan el gobierno, los gremios y los sindicatos. El reparo teórico que se hace es que nadie representa los intereses de los desempleados.

    Quería preguntarle, con base en su experiencia, si es viable que entre un cuarto actor que represente a los que no tienen trabajo (algún lider de juvenil ó algo por el estilo).

  • Rafael
    13 noviembre, 2007 at 9:59 pm

    Sr. Gaviria, que tiene que decir acerca de esta columna. Y ¿porque Venezuela presenta un mejor comportamiento que Colombia en el empleo si tiene el salario mínimo más alto de Latinoamérica?

    Saludos

  • Apelaez
    13 noviembre, 2007 at 11:59 pm

    Rafael, màs alto medido y comparado como?

  • Rafael
    14 noviembre, 2007 at 12:47 am

    Me disculpo por adelantado de mis precarios conocimientos económicos… Creo que la afirmación que hice sobre el salario mínimo en Venezuela es «arriesgada» pues, si bien se decretó un aumento del 20% el primero de mayo de 2007 (fuente), éste quedaba como el más alto de latinoamérica pero con respecto al dolar «controlado» del gobierno venezolano y no con respecto al dolar en el mercado. Sinembargo, dado ese aumento del 20%, ¿no cabría esperar un aumento del desempleo? Lo digo por que la gráfica no muestra eso, por el contrario se ve que el desempleo tiende a disminuir (y con más rapidez que en Colombia…)

    Saludos

  • Alejandro Gaviria
    14 noviembre, 2007 at 4:30 am

    Rafael: el aumento del salario mínimo en Venezuela es (i) marginal en términos reales debido al acelerado aumento de la inflación, y (ii) menos importante debido a la mucho mayor (y creciente) participación del empleo público en el empleo total. Sobre la columna de Álvaro Montenegro, me parece que el último párrafo, en el cual Montenegro equipara una posible fallo de la Corte sobre un tema ya fallado con un cambio legislativo en el Congreso, lo dice todo: la columna es, en mi opinión, irrelevante.

    Alex: el Gobierno no participa en la Comisión de concertación: actúa simplemente como componedor. En mi experiencia, el Gobierno trataba de llevar la vocería de los desempleaos. Con poca convicción, por cierto. Los desempleados, casi por definición, no están agremiados y por lo tanto es difícil conseguir una representación creíble. Ese papel le corresponde, en mi opinión, al mismo Gobierno a pesar de las dificultades señaladas.

    Daniel: Esta es la mejor fuente que conozco sobre las inflexibilidades y los costos laborales en América Latina.

  • Luciano Gallon
    16 noviembre, 2007 at 9:41 pm

    Saludos

    Muy interesante el análisis sobre posibles causas estructurales. El tema del famoso 53% es clave, pues se dice que es ‘a cargo’ de los empleadores. Eso es simplmente falso y un ‘decir’, pues al ir a la realida son un ‘costo’ por trabajador. Es decir, para un empleador un empleado le cuesta 1.53, de los cuales entrega 0.9 al trabajador. Creo que es hora de empezar a proponer cambios pequeños pero signficativos para cambiar a la ‘opinión pública’: mi propuesta es que se dede de decir que el .53 lo ‘pagan’ los empleadores y se diga que la base salaria de un trabajador colombiano es 1.53 pero que le deducen .63 y le entregan .9. Eso sería un cambio radical y revolucionario de la relación de conomiento y acción de cada uno de los trabajadores de colombia. Se empezaría a exigir más por salud, pensiones, cesantías, ARP, SENA, Profamilia, etc. etc. ¿qué opinan?

  • Sebastian
    18 noviembre, 2007 at 7:24 pm

    Alejandro ¿hay evidencia de que a más empleo, más aumento de los salarios? Me explico, una vez escuché decir a alguien, que una buena forma para subir el salario es que todo el mundo tuviera trabajo, así fuera muy mal pagado ¿Es esto cierto?

  • Anónimo
    25 diciembre, 2007 at 1:03 am

    Los 500.000 habitantes del departamento del Chocó en Colombia se encuentran secuestrados hace más de un siglo. Secuestrados por la corrupción política, por el abandono de sus dirigentes, por la desidia de sus propios líderes. Es el departamento más pobre y más corrupto de Colombia. ¿Y que ha hecho Piedad Córdoba, su hija célebre, para evitar esta terrible situación de miseria que afecta a sus propios conciudadanos que viven hoy en palafitos de la edad de piedra, sin acceso a salud ni a educación básica?

    A la señora Córdoba le produce alergia la pobreza. Trabajar por su pueblo sería una labor casi anónima que no produciría titulares de prensa ni abrazos con presidentes. Ella es adicta al flash de las cámaras, al espectáculo, a los escenarios rutilantes. Revisen su labor pública durante más de un cuarto de siglo. ¿Qué ha hecho por los pobres de su departamento? ¿Por qué el Chocó, que siempre ha sido manejado por sus aliados y amigos políticos, es el más corrupto de Colombia?

    Esa es la dialéctica que manejan los Chavistas y el Movimiento Bolivariano del que ella es embajadora en Colombia: Horas y horas de discurso social, manipulación de los medios de comunicación, histrionismo, teorías rimbombantes de luchas de clases, que terminan convirtiéndose en más pobreza, más desigualdad, más opresión.

    ¿En eso aspira convertir la señora Córdoba a Colombia con la ayuda de los petrodólares de Chávez? ¿En un Chocó de 42 millones de muertos de hambre?