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Advertencias

Alan Jacobs (un profesor de inglés de un college norteamericano) hizo esta semana un despiadado ataque a los blogs. Transcribo uno de los párrafos más representativos de su furioso ensayo:

No hay privacidad: todas las conversaciones son completamente públicas. El arrogante, el ignorante, el terco como una mula amenazan constantemente con ahogar al profeta, o para esa gracia al que apenas si algo sabe, o como mínimo tratan de abrumarlo con su masiva presencia. No se trata aquí de insultar a la muy amada –aunque reciente– institución de la blogosfera cuando se dice que los blogs no pueden hacerlo todo bien. En este momento, y hasta donde se puede prever, la blogosfera es la amiga de la información pero la enemiga del pensamiento.

Para responder a Jacobs. O mejor, para evitar que los blogs se conviertan en los enemigos del pensamiento (en una forma de desinteligencia colectiva en la cual la suma de las parte supera el caótico todo de nuestras discusiones), cabe recurrir a otro profesor de inglés, Robert J. Gulpa, quien publicó, hace ya varios años, un breve ensayo titulado “Nonsense: a handbook of logical fallacies”. Digo que cabe recurrir a Gulpa porque la particular arquitectura de los blogs los hace especialmente vulnerables a los atajos retóricos, a la simple enunciación de prejuicios, a los diálogos de unos sordos peculiares (pues unen al mal evidente de la sordera, la virtud peligrosa de la elocuencia). En fin, creo que no está demás reparar en algunos de las deformaciones enunciadas por Gulpa, que traduzco libremente como una advertencia (para el suscrito y sus corresponsales):
1. Creemos en lo que queremos creer.
2. Generalizamos a partir de casos específicos.
3. Confundimos (muchas veces a propósito) lo irrelevante con lo relevante.
4. Sobresimplificamos la discusión.
5. Nos vamos por las ramas hasta perdernos definitivamente.
6. No examinamos la evidencia antes de concluir. Al revés: concluimos y después buscamos la evidencia.
7. Somos selectivos de manera perversa: acogemos lo que nos sirve y descartamos lo que nos estorba.
8. Gastamos más tiempo buscando justificaciones que aprendiendo de nuestros yerros o que subsanando nuestras ignorancias.
9. Replicamos tan rápida como implacablemente. La inercia de nuestras emociones es mucho más poderosa que la de nuestras razones.
10. A veces ni siquiera escribimos lo que pensamos. Insistimos por pugnacidad y por amor propio.
En suma, no son los blogs los enemigos del pensamiento; somos nosotros mismos. No estoy libre de pecado pero me atrevo a lanzar algunas piedras.

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  • Anónimo
    29 junio, 2006 at 6:21 pm

    “No hay privacidad: todas las conversaciones son completamente públicas. El arrogante, el ignorante, el terco como una mula amenazan constantemente con ahogar al profeta, o para esa gracia al que apenas si algo sabe, o como mínimo tratan de abrumarlo con su masiva presencia. No se trata aquí de insultar a la muy amada –aunque reciente– institución de la blogosfera cuando se dice que los blogs no pueden hacerlo todo bien. En este momento, y hasta donde se puede prever, la blogosfera es la amiga de la información pero la enemiga del pensamiento.”

  • Alejandro Gaviria
    29 junio, 2006 at 8:03 pm

    Muchas gracias anónimo 1:21

  • /|-
    29 junio, 2006 at 10:16 pm

    Satanizar a las herramientas siempre ha sido el primer síntoma de la vejez intelectual, hace unos meses publicaron en el Espectador (no puedo encontrar el artículo), a Umberto Eco deleitándonos con los argumentos con los que los intelectuales se oponían a la utilización masiva de la imprenta. En fin, qué bueno que haya buenas defensas.

    (Supongo que en el punto 1, iría «creemos» en lugar del primer «queremos».)

  • zangano
    30 junio, 2006 at 2:56 pm

    un profe de college en eeuu y en el reino unido,es maestro en establecimientos preuniversitarios,talvez,y lo digo con algun conocimiento de causa,las discusiones en la mayoria de los blogs que el lee,representan el promedio educativo de eeuu,que no es sobresaliente,si acaso, los graduados universitarios alcanzarian un nivel mejor.claro no hablo de los colleges de universidades como oxford y cambridge
    de acuerdo con el bloger, de signo cabalistico?,en su juicio acerca de que abierta es la mente humana a los cambios,tuve que esperar hasta retirarme,para atreverme a comprar y usar computadora!

  • Anónimo
    30 junio, 2006 at 11:53 pm

    yo creo que el rollo no es que sea enemiga o amiga del pensamiento, pues este es un ejercicio individual que se nutre del diálogo, no suceden al tiempo, no es un ejercicio de pensamiento el hablar con otro. Como si el recordar. El pensamiento tiene que decantarse y eso solo ocurre por intermedio de la soledad. El diálogo es un referente que queda en la memoria, una fuente inagotable de preguntas. Ya delinearla y tratar de responderla es otra cosa.

  • Anónimo
    1 julio, 2006 at 1:40 pm

    Alejandro: Por qué este artículo? Qué es lo que le molesta?. Es la segunda o tercera vez que intenta declarar su desamor por la filtración de ignorantes, arrogantes, tercos, mulas etc. como usted nos califica a algunos de sus visitantes en su blog.

    Acaso en la vida no nos topamos todos los días con los mismos especímenes? que algunas veces no somos sino nosotros mismos con esos mismos caracteres? Y qué hacemos? nos encerramos, los evadimos? o los aceptamos?

    Ese es el costo de ser inteligente en público. Por favor no cierre el blog

  • Scared Crow
    1 julio, 2006 at 5:01 pm

    Eso de adjudicarle los males y vicios de los que opinan al medio que utilizan es una prolongacion del viejo recurso imperial que cortaba cabezas de mensajeros con malas noticias.
    El decalogo de Alejandro es valido, y mea culpa, yo tambien he caido en esos vicios; aunque no creo que estando frente a frente la cosa cambiara d a mucho.
    En suma, los a priori y los ad hominem son, cada vez mas, herramientas de argumentaciones superficiales.

  • Alejandro Gaviria
    1 julio, 2006 at 10:40 pm

    anónimo 8:40

    Mi intención nunca ha sido cerrar el blog. Sólo quise plantear un tema de discusión. Suscitar un poco de conciencia pre-reflexiva, como decía Sartre. Saludos.
    .

  • Anónimo
    2 julio, 2006 at 1:07 am

    Coincido con todo lo que dice Gaviria, salvo con lo de que el ensayo de marras es una crítica despidada y furiosa. Me pareció bastante aplomada y acertada, menos en lo que tiene que ver con lo de culpar al medio de las frustraciones que crea, en vez de atribuírselas directamente a quienes lo alimentamos y quienes a la vez representamos a los personajes de una sociedad deteminada, con sus idiosincracias y sus elementos universales. En fin, me parece a mí que el que más se beneficia de este ejercicio, que de una manera u otra apunta al debate, es el que pone la tienda y se expone a que se la apedreen (en el buen sentido y en el malo). Para utilizar este blog como ejemplo, imagino yo que los columnistas antes se quedaban sin saber qué pensábamos sus lectores de sus ideas, análisis o reflexiones. No había ninguna clase de retroalimentación y por lo tanto podían seguir pontificando semanalmente sin ocurrírseles siquiera que allá al otro lado hay un montón de gente que tiene opiniones muy concretas –unas mejor fundamentadas que otras– sobre las pedradas que a su vez el comentarista suelta. Pues bien, ahora ya lo sabe, a veces más de lo que quisiera y casi que instantáneamente. No sé si eso cambiará para nada su perspectiva u opiniones, pero sí creo que lo fortalece, lo ayuda de salir mejor blindado la próxima vez a la batalla periódica de confrontar sus ideas con quienes antes éramos depositarios pasivos de las mismas. Claro que a veces me pregunto si esto no puede terminar creando demasiadas prevenciones de parte de los formadores de opinión y los priva un poco de la espontaneidad y libertad de que disfrutaban antes, cuando tenían la certeza de que no tenían que rendir cuentas a sus lectores sobre sus afirmaciones casi siempre lapidarias.

  • Anónimo
    6 julio, 2006 at 12:02 am

    «Only two possible escapes can save us from the organized mayhem of our dark potentialities-the side of human nature that has given us crusades, witch hunts, enslavements, and holocausts. Moral decency provides one necessary ingredient, but not nearly enough. The second foundation must come from the rational side of our mentality. For, unless we rigorously use human reason . . . we will lose out to the frightening forces of irrationality, romanticism, uncompromising «true» belief, and the apparent resulting inevitability of mob action . . . Skepticism is the agent of reason against organized irrationalism-and is therefore one of the keys to human social and civic decency.»

    Stephen Jay Gould

  • Anónimo
    10 julio, 2006 at 4:33 pm

    Buenos dias.
    Quisiera señalar que existe un error en el apellido del señor Robert. El correcto es Gula y no Gulpa. Es una lastima que no haya en el momento una traduccion al español de este libro.
    Igualmente queria expresarle mi admiracion por sus puntos de vista, que aunque no comparto algunos de ellos, si reconozco que son productos de mentalidad transparente, sincera y sobre todo inteligente.

    HDario

    HDario

  • Anónimo
    10 agosto, 2006 at 7:37 pm

    Ser publicado en los perîodicos es un privilegio de algunos tecnocratas hijos de padres conocidos. Estos «blogs», sirven para que ustedes verifiquen que los leen. En realidad deberían servir para que la gente opinara. En su artículo se ve el afán de descrestar. Quien tradujo, lo que hizo fue darle una lección pero usted la ignoro.