Personal Reflexiones

Una historia de locura

Esta mañana, en la librería San Librario, me topé por coincidencia (para eso vamos a las librerías de viejo) con un libro publicado en los años setenta en Estados Unidos, McCarthy y el McCarthismo: el odio que transformó a Norteamérica de Roberta Strauss Feuerlicht. El libro relata de qué manera la locura y el fanatismo anticomunista se apoderaron de la política estadounidense en la primera mitad de los años cincuenta del siglo anterior.

Empecé a ojearlo de manera casi indiferente. Después de unos minutos, noté que contenía una advertencia necesaria; describía una aberración de la política más o menos general, ubicua si se quiere. Decidí resumirlo de manera telegráfica en diez puntos. Estos son:

  1. La eficacia política de la búsqueda de un enemigo, de un grupo maldito en el cual puedan descargarse todos los males y amenazas de la sociedad.
  2. La transformación del lenguaje político en invectivas altisonantes, casi religiosas (“nos hallamos comprometidos en una batalla final y decisiva entre el ateísmo comunista y el cristianismo”, decía McCarthy).
  3. La facilidad con la cual mucha gente termina creyendo las mentiras más delirantes sobre la infiltración del enemigo al Estado y la sociedad (“¿cómo podemos explicar nuestra situación presente a no ser que creamos que hombres importantes de este gobierno se han puesto de acuerdo para entregarnos el desastre?”, acusaba McCarthy).
  4. La amplificación de las mentiras por parte de unos medios de comunicación necesitados de escándalos (“los periodistas, que con frecuencia sabían que McCarthy estaba mintiendo, escribían lo que él decía y dejaban que el lector, que no tenía ningún medio de averiguarlo, intentase deducir la verdad”, escribió Strauss Feuerlicht).
  5. El oportunismo que lleva a muchos políticos moderados a ponerse del lado de los radicales (“nada da mejor resultado en política que un insulto a la inteligencia de la gente”, escribió la autora).
  6. El miedo que comienza a apoderarse de casi todo el mundo en medio del delirio acusatorio (“El caso es que el senado tiene miedo de Joseph McCarthy…Todo él que se ha enredado con él termina lamentándose”, decían sus contradictores).
  7. La degradación gradual, pero ineluctable del debate político, de la deliberación democrática (“yo no contesto acusaciones…las hago”, decía McCarthy).
  8. La disminución de la confianza en las instituciones por cuenta de las mentiras repetidas a diario (“el McCartismo minó la Constitución, las Leyes, la Presidencia, el Congreso, el Departamento de Estado, el ejército y todo cuanto desafió”)
  9. El menoscabo de las libertades individuales como consecuencia de la paranoia (“más de ocho leyes fueron aprobadas que restringían la libertad de palabra y de asociación”).
  10. La inevitable caída de McCarthy una vez la sociedad cayó en cuenta de que había traspasado los limites de la decencia y la cordura (“un escritor derechista llevó la historia de la paranoia norteamericana a su culminación cuando escribió, años después de la caída, que McCarthy no había fallecido de muerte natural, sino que lo habían asesinado los iIuminados”).

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  • Jairo Morales
    23 diciembre, 2019 at 7:05 am

    Infortunadamente esa doctrina fue usada en la formación de mucha gente con poder político y militar y entonces América fue devastada violentamente por la desinteligencia que siempre favoreció los intereses de las élites ineptas para el bien común y corruptas en su voraz apropiación de lo público. Las nuevas herramientas de la información y la comunicación levantan la voz de los oprimidos y se derrumban muros como el de Berlín, y ya no son tan efectivas las manipulaciones porque se devela la verdad más fácil a través de millones de actores, ya no espectadores, con sus videos de teléfono celular. Así caerán pronto los muros que separan abismalmente nuestras sociedades, como el de la desigualdad y la concentración de la riqueza y del ingreso. El paro nacional en varios de nuestros países reclama apenas la oportunidad de vida digna.

    • Juan Oviedo
      22 enero, 2020 at 8:00 am

      Lo infortunado es que esta sucediendo en presente. La estrategia, que se sigue utilizando de manera sistemática, trata de garantizar el estatus quo y se respalda en la «razón de estado» para que la desigualdad continúe. En todo caso es bueno mantener su optimismo y compartir esa aptitud.

  • Rosario
    23 diciembre, 2019 at 7:11 am

    Una radiografía de lo que viene sucediendo en nuestro país

    • Ausiliatrice
      15 enero, 2020 at 10:09 am

      Si, tal cual, falta que el punto #10 se dé (sin el asesinato, pues no queremos más de ellos)

  • JUAN CARLOS PARRA SANABRIA
    23 diciembre, 2019 at 9:22 am

    Hay mucho en común en los gobiernos de las últimas décadas, las cuales obedecen a las mismas orientaciones ideológicas y al tronco político de una derecha sin ética, sin vergüenza y que ha impuesto el todo vale como forma de llegar a sus objetivos.
    A las comunidades les han construido enemigos y monstruos peligrosos y descomunales,por ejemplo la guerrilla, mientras todo el país funcionaba, en los medios de comunicación teníamos siempre el discurso de que no podíamos ir a la finca porque nos secuestraban y nosotros sin finca.

    (Sigo atento a un proyecto de seguridad vial en la universidad)

  • Leonardo Rios
    23 diciembre, 2019 at 6:12 pm

    Entre las afirmaciones más delirantes que he escuchado de gente que antes consideraba seria e inteligente: 1. Que Juan Manuel Santos había sido un tal alias Santiago en la guerrilla de las FARC. 2. Que las FARC estaban infiltradas en cuanto sindicato y protesta que hubiera. Cañaron con eso hasta que las FARC sacó apenas 50.000 votos al congreso.

  • Nestor
    24 diciembre, 2019 at 7:42 am

    Más que oportuno a nuestra realidades. Sin embargo, parece que las causas y orígenes se identifican, pero, ¿Cómo desde las masas crear, tener esas reflexiones/inteligencias colectivas que permitan ver más allá de lo que se quiere mostrar?

  • Luis Giraldo
    24 diciembre, 2019 at 10:08 am

    Excelente artículo, muy clara síntesis de nuestro problema actual. Usted es un hombre admirable.

  • Andrés Salcedo
    2 enero, 2020 at 8:49 am

    Cómo es de importante un periodismo que sea hecho por periodistas. Menos comunicación social y entretenimiento, más periodismo. Capusotto, el humorista argentino, solía tirar secuencias de alguna cosa como entretenimiento y, pueril como es, sólía siempre dar en el clavo mostrando que ahora TODO (hasta el debate político) es entretenimiento sin reflexión. Así vamos.

    • Julio César Carrión
      15 enero, 2020 at 11:18 am

      McCarthy no fue derrotado. Eso es una falacia. Una estrategia: hacer creer que hoy existe una especie de «decencia» política norteamericana, que se superó esa enfermiza persecución a las ideas socialistas, o siquiera reformistas. ¡No! El macartismo es consustancial a la existencia del imperialismo norteamericano, a la visión demo-fascista que continúa propalando

  • Patrucia
    15 enero, 2020 at 8:57 am

    Buen retrato de lo que pasa ahora en Colombia y en el mundo. La pregunta es cómo cambiar todo ese entorno y empezar a ser ciudadanos bien informados, exigentes con los medios y los políticos, votantes con criterio…

  • Antonio
    15 enero, 2020 at 10:06 am

    En la derecha y en la izquierda, por eso para el dialogo polarizado de Colombia, hoy los enemigos de unos y otros son Uribe y Petro… Nadie se fija que el enemigo real es la corrupción que nos empaña todas las acciones desde la fundación de la república… todo nacido de la misma propaganda Nazi de la «WWII» para unir al «pueblo» en una sola voz… o dos voces en Colombia…

  • D
    17 enero, 2020 at 7:38 pm

    Buenas noches Alejandro, seguro usted no me conoce, pero en dos ocasiones me ha recomendado libros por este medio tras previas peticiones que yo le hacía en busca de un libro para regalar, o que me ofreciera las respuestas que tanto necesito en mi vida, lamento incomodarlo cada vez que las necesito, pero sus sugerencias de lectura son mi mejor psicólogo. Últimamente lucho contra un fuerte sentimiento de insatisfacción con mi vida que no cura ni con la consecución de objetivos que antes me parecían imposibles y que en algún momento de mi vida desee, por ello le pido el favor, en la medida de sus posibilidades, recomendarme algún texto que usted considere pueda ayudarme en esta situación.
    De antemano muchas gracias por su atención
    Descanse.

  • Juan Oviedo
    22 enero, 2020 at 8:00 am

    Lo infortunado es que esta sucediendo en presente. La estrategia, que se sigue utilizando de manera sistemática, trata de garantizar el estatus quo y se respalda en la «razón de estado» para que la desigualdad continúe. En todo caso es bueno mantener su optimismo y compartir esa aptitud.

  • nike sneakers
    12 agosto, 2020 at 7:46 am

    I wish to voice my love for your generosity supporting women who really want assistance with the content. Your special commitment to passing the message around had been unbelievably effective and have in most cases enabled employees like me to reach their dreams. Your new invaluable report means much to me and somewhat more to my peers. Thanks a ton; from everyone of us.