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Un Estado asediado

En uno de sus primeros pronunciamientos públicos, Fernando Carrillo, el nuevo director de la Agencia Jurídica de la Nación, señaló la dimensión (casi inconmensurable) de su tarea. “Las demandas contra el Estado –dijo– ascienden a 1.200 billones de pesos…25 millones por cada colombiano, un monto preocupante”. Carrillo puso de presente la incapacidad del Estado colombiano para defenderse de un enemigo mejor apertrechado, de un verdadero ejército de litigantes. Con el optimismo de los recién llegados, prometió una revolución, un cambio radical en la defensa jurídica del Estado: “estamos en la idea de traer las mejores experiencias, como las que ofrece España que tiene unas tasas de éxito procesal impresionantes”.
Carrillo pretende convertirse en una especie de superhéroe de historieta, en el jefe de un pequeño escuadrón de funcionarios decididos a enfrentar y vencer un enemigo formidable. Ojalá tenga suerte. Otros han intentado sin éxito hazañas similares. Pero sus proezas seguramente serán insuficientes. Mientras tanto debería usar su poder simbólico (quizás el único que tiene) para hacer un poco de pedagogía, para señalar algunas de las causas estructurales del exceso de demandas en contra del Estado colombiano. Una de estas causas tiene que ver, en mi opinión, con una idea generalizada, con la concepción errónea del Estado como una especie de señor todopoderoso, con capacidades y recursos ilimitados y por lo tanto con la obligación de responder por todos sus errores y omisiones con dinero contante y sonante. El Estado, cabe advertir, no es un señor indiferente sentado en una pila de monedas de oro: es a duras penas un proveedor de servicios financiados mayoritariamente con nuestros impuestos. En últimas, buena parte de los 1.200 billones de pesos constituye un intento de despojo de unos pocos al resto de la sociedad.
Carrillo podría también llamar la atención sobre un problema más álgido, a saber: en Colombia las actividades y ocupaciones más rentables están asociadas con la captura de rentas, con la redistribución de la riqueza, no con su creación. Un ingeniero o científico creativo gana menos que un abogado avezado. Muchas demandas en contra del Estado son simples experimentos redistributivos dirigidos por abogados que conocen los vericuetos legales y cobran millonadas por sus servicios. ¿No debería alguien proponer un tope a los honorarios legales, a las millonadas que se pagan por demandar al Estado? ¿No son estos pagos tan irritantes como los bonos pagados a los banqueros que tanta indignación han causado en el mundo desarrollado? ¿No valdría la pena llamar la atención sobre la extrañeza (por decir lo menos) de honorarios de miles de millones de pesos por actividades que no generan un ápice de riqueza, que poco o nada le aportan a la sociedad?
Mientras sigamos concibiendo al Estado como el administrador desalmado de una riqueza ajena (no de nuestros impuestos), mientras la cacería de rentas y la redistribución oportunista continúen siendo actividades provechosas y respetadas y mientras los demandantes sigan ganando honorarios magníficos, de muchos ceros, la defensa jurídica de la Nación será poco menos que imposible y el ejército de tinterillos seguirá haciendo de las suyas a pesar de las buenas intenciones de Fernando Carrillo o de quien sea.

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  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 1:59 am

    Sobre otro tema: resultados de la prueba Saber Pro por disciplina. Educadores y abogados tienen los peores resultados.

  • Juan Esteban
    25 marzo, 2012 at 2:35 am

    Alejandro, no en mi calidad de profesor de facultad de derecho, sino por los 20 años de trabajo en el sector público, le puedo decir que los abogados en muchos casos somos simplemente el vehículo idóneo para la expoliación del estado. La captura de los reguladores se da por parte de constructores, contratistas de múltiples profesiones…. Si se quiere, nosotros somos como los proxenetas, facilitamos las cosas, pero no somos la razón suficiente o eficiente para que las cosas ocurran.
    Como en todo, es un problema de incentivos. Quien descubre la forma de capturar una renta lo primero que consigue es un abogado para cubrirse la espalda y desaparecer el rastro… mire no mas lo que está sucediendo con los carruseles de contratación, salud, etc…. Los abogados defensores son los mismos en todos los pleitos…
    Ojo, no estoy defendiendo a los abogados, trato simplemente de mirar su papel con algo de objetividad…. Claro que es una utopía.

  • Anónimo
    25 marzo, 2012 at 2:36 am

    El estado no seria bombardeado de multiples demandas si no incumpliera sus deberes con los ciudadanos y
    diera mas mecanismos de participacion
    eficaces

  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 2:53 am

    Juan Esteban: completamente de acuerdo. Mencioné los abogados por joder un poco. Pero los incentivos (tanto en un sentido preciso, microeconómico, como en otros más general, derivado de una concepción errónea del Estado) son la clave. De allí la dificultad de la labor de Carrillo. Recuerde que en el año 2002, ya hace diez años, Santiago Montenegro también creó con bombos y platillo una oficina de defensa jurídica del Estado. Saludos.

  • VB
    25 marzo, 2012 at 3:41 am

    Debería investigarse el incremento patrimonial de aquellos funcionarios de entes oficiales que han sido administradores del erario público; existen grandes beneficios e intereses especiales entre los demandantes y demandados.

    La TORPEZA voluntaria e involuntaria de los funcionarios estatales deben castigarse con severidad y no gozar de inmunidad; las demandas sumadas a la corrupción hace que el Estado Colombiano se encuentre con problemas ortopedicos….el día de mañana ni caminará…

  • Andrés Felipe Succar
    25 marzo, 2012 at 4:45 am

    no creo que el problema sea una concepción del Estado como administrador todo poderoso. El problema es que el Estado no funciona. Viola las garantías mínimas ciudadanas. Y no hablo de derechos de segunda generación como la salud etc. sino de derechos de primera generación como el debido proceso, el principio de legalidad, etc.

    Por ejemplo, la DIAN es una de las entidades más demandadas, y conocida en los círculos jurídicos como una de las entidades estatales más arbitrarias y con funcionarios poco respetuosos de los derechos ciudadanos. Decomisan maquinarias, mercancías, etc. sin cumplir con los requisitos legales, y causan daños inmensos a los empresarios quienes luego buscan, naturalmente, las reparaciones directas o los restablecimientos del derecho en los tribunales.

    Así como la DIAN actúan muchas otras entidades: Ejército, Mindefensa, Superintendencias, Policía, INPEC!!! etc, etc, etc.

    Es decir, tenemos un Estado torpe. Que constantemente viola le ley. ¿no se estará confundiendo el síntoma (las demandas) con el problema (las constantes violaciones a los derechos ciudadanos)?

    también vale la pena agregar que las acciones contra el Estado como la nulidad y restablecimiento del derecho o las reparaciones directas no son instrumentos de redistribución de la riqueza, sino herramientas de COMPENSACIÓN por los daños ciertos que ha causado el Estado con su actuar. La distinción es bien importante, e implica que, para que haya una condena al Estado, se debe probar que éste fue quien primero causó la distorsión en la asignación de recursos al actuar por fuera de la ley.

    Finalmente tiro este dato: los jueces de lo contencioso administrativos son los menos garantistas con el ciudadano, y son numerosas las sentencias, especialmente del Consejo de Estado, que niegan demandas ciudadanas con argumentos retorcidos e inadmisibles en cualquier democracia liberal. Lo que dicen algunos amigos funcionarios de la rama que trabajan en esa área es que adoptan una posición pro Estado para evitar excesivos detrimentos patrimoniales, pero aún así, el Estado sigue embarrándola una y otra vez. ¿qué tal donde nunca se condenara al Estado? ¿Qué incentivos tendría para hacer las cosas bien?

    Quizás lo que falta es que la agencia de defensa jurídica empiece por la prevención de demandas.

    Saludos!

  • Jeanratiste
    25 marzo, 2012 at 4:57 am

    Yo creo que el estereotipo del abogado malevo conduce invariablemente a simplificar las cosas. ¿Son nocivos los profesionales del derecho que se dedican a parasitar el estado? es un una verdad evidente, pero acaso ¿no son peores los burócratas agarrados a la teta pública, beneficiarios de onerosas pensiones y privilegios; o los contratistas privados que entablan querellas siempre que les es negado un contrato, aún sin cumplir con los requisitos para ser adjudicatarios? Sobre ellos sin embargo grabada no está la marca de bandidos

    Concuerdo con Juan Esteban, en últimas los abogados son simples intermediarios, que claro, reciben también recompensa por el saqueo de las finanzas públicas, pero su comisión raras veces supera el 30 %. Si ponemos un tope a los honorarios legales tal vez consigamos redistribuir los porcentajes de asignación del botín, pero esto ¿verdaderamente afecta positivamente la plata del estado? ¿es un desincentivo del flujo de demandas? y si lo fuera, qué garantiza que a los avezados litigantes no les pasen honorarios por debajo de la mesa? eh?

    El punto grueso está en las instituciones y mecanismos de recompensa de la sociedad, y esas son cosas que se salen de las manos del doctor Carrillo, así pues le convendría al él no levantar muchas expectativas sobre su gestión.

  • Jeanratiste
    25 marzo, 2012 at 5:01 am

    perdón por los cuatro comentarios, mi internet es muy lento, y cuando finalmente envió el comentario lo hizo 4 veces..

  • Manuel Cerón
    25 marzo, 2012 at 5:09 am

    Estoy de acuerdo con Andrés Felipe Succar en que aquí se puede estar confundiendo el síntoma con el problema.

    Otro caso de ejemplo: una persona trabaja para el estado, durante más de una década, mediante contratos de prestación de servicios a tres meses. Sin vacaciones, prestaciones, ni ningún tipo de beneficio laboral. Al enterarse de sus derechos decide demandar al estado. El funcionario de turno prefiere dilatar la demanda, dejársela al siguiente funcionario, hasta que ya no es posible y la suma se vuelve astronómica.

    ¿Son los demandantes que menciona Carrillo realmente sanguijuelas que quieren desangrar al estado? ¿Es realmente esto un "intento de despojo de unos pocos al resto de la sociedad"? ¿O se trata de una suma de personas luchando causas justas luego de ser pisoteados por funcionarios ineptos? No dudo que haya de ambos tipos. La pregunta es cuántos de unos y cuantos de otros, sería interesantísimo tener una cifra. Yo personalmente creo que una gran parte de estas demandas son causas justas y que el problema aquí más que de abogados o de sanguijuelas es de un estado torpe e inepto que ha causado esta situación. Al final termina siendo sólo otro tipo de corrupción.

  • Jeanratiste
    25 marzo, 2012 at 5:14 am

    Andrés: mi papá es abogado y tiene argumentos similares a los suyos,

    Concuerdo con usted en el sentido de que seguridad jurídica debe ser una garantía, sin embargo me parece que las compensaciones deben de ir de la mano de un control social eficaz y de organismos de fiscalización capaces de detectar a quienes bajo la bandera de las indemnizaciones no buscan otra cosa que lucrase de recursos públicos

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 6:06 am

    Ese comentario de Andrés Felipe Succar es estremecedor. Se detecta una concepción del "Estado" como un unicornio inasible que tiene enormes responsabilidades por las que debe pagar. Las maquinarias del desfalco son menos monstruosas que esa concepción.

    Se está pasando por alto que la plata que se gasta el Estado no es del Estado, que lo que hace un funcionario inepto o corrupto lo pagan las víctimas de ese funcionario. Lo que para mí es monstruoso, como una criatura que defeca por la boca, es que se conciba un partido en el que un equipo es el de los funcionarios y otro el de los litigantes que les exigen compensaciones por sus desmanes. ¿Qué interés tendrían los funcionarios en ganar ese partido?

    Esa abstracción absurda sólo es la máscara de una realidad distinta: la forma correcta de prosperar es tener relación con el Estado, en la Colonia se vendían los puestos. El Estado es en últimas la organización de los dominadores, y en esa tradición del saqueo el litigante que demanda al Estado es un compañero perpetuo del funcionario. De hecho, el funcionario que no resuelve un negociado, el abogado que demanda al Estado y el juez que decreta una indemnización multimillonaria son a menudo viejos compañeros de universidad, amigos y hasta parientes. O la misma persona en diferentes momentos de su carrera.

    Me gustaría preguntarle a Andrés Felipe qué ganarían los funcionarios siendo probos y diligentes si a fin de cuentas por ser vagos o corruptos quien va a pagar es el Estado. De hecho, ¿no es una mascarada lo del funcionario dispuesto a defender al Estado de los litigantes? Como mucho, y ya es algo, servirá para figurar y hacer carrera política, lástima que los resultados nadie los evalúe y que los medios sólo promuevan a quien conviene a sus dueños.

    Una ciudadanía que concibe así al Estado siempre tendrá esa clase de Estado. O no, podría tener uno peor: la indignación con el Estado sirve para gratas representaciones subjetivas que conducen a la necesidad de que el indignado sea el que administre. Las maquinarias del desfalco son complementarias a las cohortes de justicieros en lucha para cambiar ese Estado. Son lo mismo, ya se ha visto en tres administraciones de los comunistas en Bogotá.

  • Andrés Felipe Succar
    25 marzo, 2012 at 6:21 am

    Acá va un argumento de Diego López Medina. Trata un tema diferente al de la columna, pero que definitivamente está relacionado. Personalmente no comparto la tesis de DL, sigo convencido de que la judicatura no tiene capacidad, ni debe elaborar políticas públicas, tocará leer el libro pero, la verdad, es que la exposición que les enlazo suena llena de generalidades. Sin embargo me parece importante porque DL es uno de los teóricos del derecho que más importancia ha cobrado en los últimos 10 años.

    http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=GIFuZXxBjkA

  • Andrés Felipe Succar
    25 marzo, 2012 at 6:27 am

    Jaime, cuando una persona afecta el patrimonio de otra es civilmente responsable y debe compensar los daños. ¿por qué debería ser diferente con el Estado?

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 6:38 am

    Andrés Felipe: precisamente porque el Estado es una falacia, quien comete el desmán no es quien lo paga. El desmán y la demanda son complementarios y al imperar esa lógica terminan siendo una industria.

    La falacia obra así:

    El Estado comete un desmán (en este caso el Estado es un funcionario).

    Alguien exige compensación y algo que se concibe como supraestatal lo remedia con monstruosa generosidad (en este caso el juez que decreta el pago no es el Estado).

    La compensación la paga el Estado (en este caso el Estado es el contribuyente).

    El mismo significante va cambiando de sentido según conviene al rumbo de la canal por la que le llega la plata al justiciero que hace frente al maldito Estado.

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 6:43 am

    Andrés Felipe: ¿de qué habla el tipo del video? Le detecté al mismo tiempo amaneramientos cómicos y errores gramaticales, pero ¿está defendiendo que las cortes legislen?

    Eso es colombiano, muy colombiano. Hay un jurista medieval que dejó dicho que los jueces no están para juzgar la ley sino para aplicarla. En un muladar se les atribuye hasta el derecho de crearlas.

  • Juan Carlos
    25 marzo, 2012 at 7:38 am

    Me parece que la lógica del planteamiento es equivocada. Si los abogados son los malvados piratas que asaltan al tesoro público, entonces ¿qué son los jueces que fallan las demandas y qué los funcionarios que dan lugar a que los jueces condenen al Estado? ¿Cómplices?

    Me parece que la cuestión se ha planteado sobre la base de la imagen negativa del Abogado-tinterillo. Pero el punto de fondo es la situación del Estado: ¿Indefenso o abusador?. Porque en muchos casos la condena al Estado es una victoria de la democracia y de la ciudadanía.

    Los economistas que saben de estadísticas podrían mirar un poco el monto de lo pretendido vs. lo concedido en los procesos judiciales. Es que 1200 millones es lo que piden, pero cuántos de ellos se conceden. Un (1) sólo litigio que es un despropósito con una bajísima posibilidad de fallo a favor cubre cerca de la mitad de esa cifra.

    Me parece que la litigiosidad del Estado debe buscarse en las causas endémicas de los procesos. ¿Porqué entre las entidades más demandadas están las del sector defensa y pensiones? No creo que sea por la maldad intrínseca de tinterillos jueces y tinterillos litigantes.

  • Juan Carlos
    25 marzo, 2012 at 8:00 am

    Y no creo que la mención a los abogados haya sido tampoco "por joder un poco" porque es que los litigios sólo los pueden llevar los abogados. Y esto es lo que según la columna "constituye un intento de despojo de unos pocos al resto de la sociedad".

    Puede ser que buena parte del problema (y esta es una hipótesis) sea la miopía con la que se observa el problema. Vemos las consecuencias… olvidamos las causas.

  • panÓptiko
    25 marzo, 2012 at 11:29 am

    Estoy con Alejandro. Incluso si les creemos a los que quieren distinguir entre incentivos y medios, o causas y síntomas, me parece más fácil intervenir la producción en masa de abogados que cambiar los incentivos.

    Claro que, como comenté en una columna hace dos semanas, Alejandro también es parte del problema cada vez que al encontrarse con lo que parece ser un problema social se pregunta que puede hacer el estado.

    Saludos,

  • Carlos Méndez
    25 marzo, 2012 at 11:48 am

    Alejandro: el gobierno de Santos puso en la ley de victimas un tope a los honorarios de abogados que apoyen las demandas de reparación o restitución.

    Adivine: las ONGs demandaron ese articulo en la Corte Constitucional.

    Colombia es un festin para los buscadores de rentas, ya sea corporativos/empresariales, del sector rural, o asociados a sectores "sociales".

    Saludos,
    Carlos

  • Apelaez
    25 marzo, 2012 at 11:52 am

    In its simple form, the "parasite" critique is that
    lawyers do not "make" anything; but then neither do bankers,
    insurers, accountants, diversified financial services companies,
    police, pollution inspectors, etc. The spectacle of economists,
    journalists, senators, and executives disparaging lawyers because
    they do not make anything exposes a deep vein of anxiety about the
    meaning of productivity in our information age. Beneath this
    anxiety lies a genuine question: Do "services"—particularly those
    that are concerned with the regulation and facilitation of transac-
    tions—contribute anything of value to society?


    PREDATORS AND PARASITES:
    LAWYER-BASHING AND CIVIL JUSTICE

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 1:48 pm

    Eso de Apelaez es idiosincrásico, la cultura local: se habla de los abogados en Colombia y pone una cita sobre los abogados en los países civilizados. ¿Cuál es la proporción de titulados en Derecho en Colombia y en el conjunto de las democracias capitalistas? ¿Cuál es la proporción de ingresos del gremio en comparación con el resto de la sociedad en Colombia y en las democracias capitalistas? ¿Y con los demás gremios de profesionales liberales?

    Se trata de la forma de evaluar que se aprende en las universidades colombianas. La mera mención de la historia les resulta muy sorprendente. ¿Qué va a significar que en la Colonia se compraran los puestos públicos? ¿Y que la copiosísima burocracia local sea escandalosamente ineficiente? ¿Y que nunca ningún colombiano haya desarrollado ninguna patente industrial que se use en los demás países? Nada, nada, todo es el nombre: países, universidades, profesiones. En las universidades colombianas se aprende, aparte de a vociferar y mentir (ver por ejemplo esto: ¿dice o no dice Isaza que el gasto público en universidades provee igualdad de oportunidades? ¿Ocurre eso?) a olvidar los datos elementales sobre geografía e historia.

  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 1:48 pm

    Entiendo que hay muchas demandas justas, que el Estado es arbitrario, que algunas veces, como en el caso del trabajador contratado civilmente, viola claramente la ley. Pero si el valor de las demandas excede en más de dos veces el PIB anual, tiene que haber algo más. Mi hipótesis no probada plenamente, basada en muchas anécdotas, es que las demandas son otro mecanismo para asegurar rentas estatales.

  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 1:59 pm

    PanÓptiko: recibido el regaño. Estoy en esas, pero la transformación es lenta. Cada que veo los noticiero de televisión, donde el 90% de las noticias tienen que ver con el Estado, me acuerdo de su punto.

    Apelaez: quisiera hace una distinción. Yo creo, con McCloskey, que una sociedad sofisticada necesita una fracción importante de profesionales dedicados a la retórica, a la persuasión, a participar activa y rentablemente en el mercado de las ideas. Los abogados y los economistas tenemos un papel que cumplir. Pero de allí a ganar miles de millones de pesos anuales por demandar al Estado hay mucho trecho.

    Carlos: gracias por el dato sobre la Ley de Víctimas. No lo sabía.

  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 2:06 pm

    Parece que mi pelea con los abogados no termina. Esto escribió hoy Jaime Lombana en EE.

  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 2:18 pm

    Para quienes desean saberlo: no hago asesorías y consultorías empresariales. No tengo tiempo. Entre las clases, la decanatura, dos juntas directivas, los dos o tres artículos que trato de escribir cada año, las conferencias y seminarios académicos y este blog no me queda un minuto.

  • Apelaez
    25 marzo, 2012 at 2:36 pm

    Primero rescatar lo que escribió Juan Carlos: de esos 1200 billones, más del 80% corresponde a una demanda absurda contra el INCORA que ya fue resuelta a favor del Estado en un Tribunal (está pendiente la apelación en el Consejo de Estado). Segundo, contra el Estado hay demandas de todo tipo, en número, la mayoría son de temas laborales (despidos presuntamente injustos y cosas por el estilo) y por cuantía, la mayoría son reparaciones directas por daños cometidos presuntamente por agentes estatales (como el daño contra civiles de una operación militar).

    Frente a la hipotesis de que detrás de las demandas contra el Estado lo que hay es una busqueda de rentas estatales, pues claro, la gente demanda principalmente para ganar y que le paguen.

    El desbalance está, más bien, en que las reglas y la jurisprudencia favorecen las demandas contra el estado a las demandas contra las corporaciones. Si se quiere, la pelea entre litigante y el estado es una de tigre y burro amarrado.

    Por eso a mi me gusta la idea de revisar con lupa todo el tema de la responsabilidad del estado y, por lo menos, ponerla a la par con la responsabilidad civil

  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 2:47 pm

    La demanda de Granahorrar (también pendiente de apelación) no es sólo un intento de resarcir un daño, va mucho más allá, ejemplifica un forma de voracidad que solo aparece cuando el Estado está involucrado. Cabría mencionar también otro caso paradigmático de captura de rentas: los pagos a víctimas ficticias intermediados por oficinas de abogados de derechos humanos.

  • Luis Alcides Aguilar Pérez
    25 marzo, 2012 at 2:58 pm

    En un Estado de grandes beneficios a los poderosos y menos atención a los del común, es fácil que se entretejan males para el mismo Estado. Un ejemplo es cuando a un docente se le niega la pensión, aduciendo que no tiene derecho cuando a la vista de todo el mundo si la tiene; después para pelear sus derechos busca a un abogado que hace parte del mismo negocio de aquellas personas "agentes" del Estado, que tiene como función robarle al Estado, negando algo que es lógico, después el mismo abogado retribuye a esos agentes corruptos.

  • Luis Alcides Aguilar Pérez
    25 marzo, 2012 at 2:58 pm

    En un Estado de grandes beneficios a los poderosos y menos atención a los del común, es fácil que se entretejan males para el mismo Estado. Un ejemplo es cuando a un docente se le niega la pensión, aduciendo que no tiene derecho cuando a la vista de todo el mundo si la tiene; después para pelear sus derechos busca a un abogado que hace parte del mismo negocio de aquellas personas "agentes" del Estado, que tiene como función robarle al Estado, negando algo que es lógico, después el mismo abogado retribuye a esos agentes corruptos.

  • Juan Esteban
    25 marzo, 2012 at 3:50 pm

    Qué pena, pero no puedo dejar pasar este comentario… leer la carta del abogado Lombana me hizo recordar esos libros sobre semiótica que en sus delirios escribía Stalin y obligaba a leer a todos los estudiantes rusos…!!! Que jerigonza tan ilegible, que colección de lugares comunes tan vulgar…!!! Uno siente pena ajena, valga decir en honor a la verdad que muchos de mis estudiantes de derecho escriben de manera más elegante y coherente que este popular artesano del litigio.

  • charlie
    25 marzo, 2012 at 3:53 pm

    Muy buen articulo. Toda la vida hemos sabido que el cancer terminal de Colombia es el exceso de abogados.

  • juan francisco muñoz
    25 marzo, 2012 at 4:04 pm

    En el Cauca conozco a un grupo de abogados que se hicieron millonarios demandando al Estado por haberle quitado las tierras a las comunidades indígenas. Estas demandas y la reforma agraria en los 80´s no tuvieron ningún impacto social o económico en la región, sino por el contrario, solo ha retrasado los pocos procesos en el campo agropecuario que existían. Desde entonces, los caciques del Cauca no han sido los terratenientes, que mal o bien producían cosas, comida y negocios productivos, sino que desde entonces los caciques son los políticos, que en su mayoría por supuesto son abogados. Congresistas politiqueros como Jesús Ignacio García se han encargado de escribir las leyes desde el congreso que los benefician en esos vericuetos leguleyos con los que desafortunadamente se hacen la justicia y la ley.
    Estoy de acuerdo con Alejandro, lo más triste es que en Colombia se respeta esa idea de captar rentas a través de demandas al Estado. Se confunde el oportunismo y la lógica vulgar del derecho con la inventiva y la creatividad. Por ejemplo, aquí se le celebra a un abogado muy conocido el haber dejado atrás su formación como ingeniero electrónico para estudiar derecho y dedicarse a las demandas contra el Estado. Por supuesto, ahora tiene mucho más dinero que cualquier ingeniero electrónico que sí busca crear algo tangible y productivo.

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 4:11 pm

    Esos modales de Lombana me hacen recordar a otra eminencia jurídica, Ramiro Bejarano. Algo que como cosa rara pasa por alto la columna, que es la calidad de los funcionarios judiciales, verdaderos malhechores escudados en una ley fundamental impuesta a punta de carros bomba y aprobada por una asamblea que no eligieron ni el 20% de los ciudadanos. ¿Para qué van a hacer falta modales o siquiera conocimientos jurídicos? Basta con las buenas relaciones con los mandamases de la maquinaria tiránica.

    De hecho, ese mundo de los juzgados por dentro es la mejor prueba de que no hay una pelea de particulares contra el Estado sino organizaciones criminales que despojan a los ciudadanos a punta de sentencias.

  • Maldoror
    25 marzo, 2012 at 4:58 pm

    Alejandro:

    Sin ser muy fan de los abogados…¿por qué a ud parece preocuparle que un científico o un ingeniero ganen menos que un abogado, pero no siente la misma preocupación que otros parasítos, por ejemplo los banqueros o los especuladores de capital (que también viven de la renta pública, i.e rescates vez que se quiebran jugando con el dinero de otros) también lo hagan?

    Lo de Jaime Ruiz es bastante chistoso: para las cosas que le gustan y le convienen (seguridad, burocracia antiterrorista, restriccciones a las libertades civiles) el Estado es un ente legítimo y real. Cuando el Estado "abusa" de su poder, entonces es una ficción inexistente y sólo se puede responsabilizar individualmente a sus funcionarios. En verdad, una risa.

  • Andrés Felipe Succar
    25 marzo, 2012 at 5:44 pm

    Qué porcentaje de los famosos 1.200 billones correspondería a honorarios de abogados y qué porcentaje correspondería a condenas en sentido estricto?

  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 6:00 pm

    Andrés Felipe: el mayor porcentaje iría a pagar condenas por supuesto. Pero los honorarios no son despreciables. Todo lo contrario.

    Maldoror: tiene razón. Algunos banqueros también capturan rentas y subsidios estatales. Pero, en teoría, la intermediación financiera que conecta el ahorro privado con la inversión prodyctiva es una actividad socialmente muy provechosa.

  • Anónimo
    25 marzo, 2012 at 7:03 pm

    El fondo de Lombana es irrelevante. La forma lo es todo: la grosería, la intimidación velada, la falta de ponderación, en fin, las maneras de un delincuente.

  • Andrés Felipe Succar
    25 marzo, 2012 at 7:28 pm

    Anónimo 14:03 No sé si sean las maneras de un delincuente, pero comparto su afirmación: la forma de Lombana lo es todo.

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 7:43 pm

    En ninguna parte he dicho que el Estado sea una ficción inexistente, sino que es el nombre de otra cosa. A la hora de cometer un abuso el Estado es el nombre que se le da a un funcionario (que puede obrar así para favorecer el cobro de una indemnización); a la hora de pagar, el Estado es el intermediario de un despojo que sufren los contribuyentes.

    Y Sergio no habla de los banqueros como parásitos al obrar por fuera de la función clásica del gremio, sino de ésta. Un anticapitalismo a la vez antiliberal y antisemita, tan afín al anarquismo como a Hitler.

  • Maldoror
    25 marzo, 2012 at 8:20 pm

    "[…] a la hora de pagar, el Estado es el intermediario de un despojo que sufren los contribuyentes."

    Claro, pero no sólo de pagar indemnizaciones sino cualquier cosa, como por ejemplo las cosas que le gustan a Ud. del Estado (tales como el aparato represivo). Por lo demás, claro que eso es lo que Ud está diciendo, así no se dé cuenta. Si el Estado tiene realidad y legitimidad como un ente colectivo, entonces puede ser juzgado como tal. La obviedad de que el Estado esté compuesto por individuos (o que sus ingresos se den a través de un despojo, ej. los impuestos) no cambia en lo más mínimo el resultado, una vez se asume la premisa. Lo que pasa es que Ud., desde luego, simplemente es incoherente en eso (como en tantas otras innumerables cosas).

    En cuanto a los banqueros, no recuerdo haber hablado de "banqueros judíos", sino de banqueros en general. Lo que no tenía ni idea es lo antiliberal que es pretender que esos parásitos no cubran las pérdidas de sus negocios con el dinero de los contribuyentes, como la han hecho tantas veces en la historia (de la cual la última crisis mundial es bastante diciente). Llamar antiliberal la idea es otra de fantasía oximorónica de su mente enferma (como hablar "el anarquista Hitler"). Ni mencionemos sus delirantes intentos de asociarme con el antisemtismo, simplemente porque hablé mal de los banqueros.

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 9:45 pm

    Qué fastidio estas mentes bruscas del trópico: el Estado podría entenderse como los maestros o policías que cumplen funciones legítimas que todo el mundo aprueba, o como los funcionarios que cometen actos merecedores de indemnización para que otros funcionarios las decreten en favor de particulares. De hecho es lo que ocurre. La labor de esas organizaciones delictivas se basa en la ficción de que el acto que legitima la demanda lo comete "el Estado" y la indemnización la paga "el Estado", cada vez cambiando el sentido.

    Realmente hay un grado de la actividad mental que sólo puedo asociar con la Universidad de Los Andes. ¿Dónde he escrito que Hitler fuera anarquista? En la base social del nazismo había un odio a los banqueros idéntico al de los anarquistas clásicos, que también eran antisemitas. Eso no quiere decir que tuviera nada más en común con los anarquistas.

    El antisemitismo obra así: las cuestiones de la religión judía como diversa de la cristiana corresponden al reino de la teología, y el odio racial requeriría unas convicciones que serían sumamente extrañas en la gente ordinaria. El antisemitismo es odio a los banqueros y empresarios (sólo el 0,5% de la población alemana de los años treinta era judía); a un tiempo odio de clase, multiplicado por la sospecha de que podrían haber traicionado al imperio en la guerra y haberse enriquecido con la especulación de la República de Weimar, y azuzado por la posibilidad de acceder al botín (exactamente como Castro era muy nacionalista para robarse inversiones estadounidenses como el malecón y el puerto de La Habana). El antisemitismo lo promovían los curas en la Edad Media en busca de la hegemonía religiosa, pero en tiempos de Hitler era puro odio de clase.

    El cuento de que los banqueros esperan que los demás les paguen sus pérdidas lleva en sí la suposición de que no debería haber operadores de crédito ajenos a algún nivel colectivo, lo cual es típica ideología antiliberal. A cualquier gobierno le habría resultado más rentable dejar quebrar a los banqueros y ganarse la simpatía de las víctimas, habrá que ver si era la mejor solución para la economía, y si no hay responsabilidad de los políticos en tal proceso.

  • Anónimo
    25 marzo, 2012 at 10:16 pm

    Pero entonces no hay ninguna responsabilidad en los banqueros?
    Y que tiene que ver el cuestionamiento a los banqueros con ser antisemita?

  • Anónimo
    25 marzo, 2012 at 10:19 pm

    Que rareza;
    el estado protesta en CARACAS por el homenaje que le hacen al monogote de Tirofijo, pero calla disimuladamente en PUERTO BOYACA.

    Al final son lo mismo!.

  • Anónimo
    25 marzo, 2012 at 11:07 pm

    Un ejemplo: comparen el manejo administrativo del Banco de la República con el del Consejo de la Judicatura. No sé si los abogados son incapeces o deshonestos, pero, sea lo que sea, como administradores públicos son terribles.

  • Alejandro Gaviria
    25 marzo, 2012 at 11:14 pm

    The Allocation of Talent: Implications for Growth.

    A country's most talented people typically organize production by others, so they can spread their ability advantage over a larger scale. When the start firms, they innovate and foster growth, but when they become rent seekers, they only redistribute wealth and reduce growth. Occupational choice depends on returns to ability and to scale in each sector, on market size, and on compensation contracts. In most countries, rent seeking rewards talent more than entrepreneurship does, leading to stagnation. Our evidence shows that countries with a higher proportion of engineering college majors grows faster; whereas countries with a higher proportion of law concentrators grows more slowly.

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 11:31 pm

    Anónimo 17.16:

    La responsabilidad de los banqueros por lo que hagan figura en el Código Penal correspondiente al país. La experiencia reciente muestra que el exceso de optimismo crediticio no viene de las actuaciones de los banqueros, que sí han experimentado pérdidas muchísimas veces, sino de políticas estatales.

    En el caso de la Alemania de los años treinta se explotó el viejo odio antisemita, que no movía a tanta gente como se cree, con base en que la gente odiaba a los banqueros. Los judíos, el 0,5% de la población, constituían en buena medida las clases acomodadas de las ciudades (banqueros e industriales) y el odio contra estos gremios, asociado a la mayor facilidad de asociación de los judíos y al drama de al especulación en los años veinte se disfrazó de odio racial con fundamento religioso, pues por una parte así se cooptaban resentidos que de otro modo habrían engrosado las filas comunistas y por el otro se integraban diversos sectores sociales (no sólo obreros explotados como en el marxismo).

    Por si no lo sabe, desde la Edad Media en toda Europa el crédito ha sido una actividad habitual de los judíos.

  • jaime ruiz
    25 marzo, 2012 at 11:35 pm

    Esa cita sobre la influencia de los abogados en el crecimiento de los países parece poner el origen del mundo en la universidad. Se podría llamar la teoría de la biouniversidad.

    Es al revés, allí donde hay una cultura del parasitismo y la tiranía los beneficiarios tradicionales de esta situación (por provenir de situaciones de esclavitud o Apartheid, como es el caso en casi toda Hispanoamérica) se escudan en manierismos retóricos con los que se disfraza la arbitrariedad. Insisto: el estilo de Lombana corresponde a ese orden, para ser matón no hace falta saber mucho de leyes.

  • Anónimo
    26 marzo, 2012 at 12:40 am

    Qué tan raro: estudiantes de ciencias sociales de una universidad pública haciendo bombas.

  • Jeanratiste
    26 marzo, 2012 at 3:24 am

    muy feo eso, también los hechos en la UPTC la semana pasada, terrible.

  • Anónimo
    26 marzo, 2012 at 3:32 am

    Lo peor es la manera en que se nos volvió algo normal convivir con estos vándalos a los estudiantes de las universidades publicas.

  • Anónimo
    26 marzo, 2012 at 3:33 am

    Y siempre habrán nuevos incautos a los cuales lavarles el cerebro!

  • Maldoror
    26 marzo, 2012 at 3:45 am

    Jaime:

    En lo único que tiene razón es que yo leí mal su comentario sobre Hitler y el anarquismo. Pero de resto,todo lo que escribe es un mal chiste. Ahora resulta que el antisemitismo no es más que el odio de clase disfrazado, porque bueno, que importa que tenga o no que ver con los judíos, lo importante es la definición que ud le da según sus acomodos.

    Por lo demás, su pretención que estoy en contra de la actividad que ejercen los banqueros o que desapruebo la idea a prestar dinero con intereses es ridicula. Como siempre, evita discutir el punto de fondo, sobre como los banqueros y miembros de entidades financieras han recibido dinero del contribuyente cuando se quiebran o aprovechando circunstancias de crisis económica (que ellos han ayudado a crear), tal cual como el más vulgar de los rentistas que ud dice denunciar. Ejemplos hay varios: La última crisis económica mundial (solo en el rescate de los bancos el gobierno gringo ha metido más un billón de dolares, eso sin saber las cifras en Europa), la creación del impuesto a las transacciones en los bancos para resctarlos a fines de los noventa acá en Colombia, lo que pasó en Argentina (donde miles de ahorradores se les impidió sacar SU dinero de los bancos privados, dinero que perdieron en su mayor parte) y lo que pasó con la crisis mexicana en el 94. Si los banqueros quieren tomar los riesgos de prestar a crédito, me parece muy bien que lo hagan, pero no a través de la forma parásitaria en la que ellos ganan con cara y tambipen con sello, gracias al dinero de todo el resto de la gente.

  • Pascual Gaviria
    26 marzo, 2012 at 6:19 am

    Se calcula que hay 200.000 abogados en Colombia. Es la tercera carrera más estudiada en el país.

    200.000 abogados en Colombia

  • jaime ruiz
    26 marzo, 2012 at 5:29 pm

    Sergio, conforme, usted desaprueba que se rescate a los bancos en los casos que menciona, cuestión que entra ya en niveles técnicos sobre los que no discuto. Supongo que tendrán más que ver en eso los políticos, o las políticas, pero si hay un fraude de algún tipo habría que analizarlo en otro contexto.

    Tampoco es que no haya antisemitismo como cuestión religiosa o racista o cultural, pero ciertamente lo que acompañó a la persecución antisemita de Hitler fue el odio de clase, sumado a los viejos sueños imperiales, a la hambruna y a otras circunstancias relacionadas: lo que permitió aglutinar a una mayoría en torno a un proyecto manifiestamente criminal. No está de más recordar el carácter socialista del nazismo.

    Es un poco largo y complicado de explicar, pero estoy seguro de que en el origen de las clases sociales de cualquier país hay elementos étnicos. Todas las aristocracias europeas tienen sus raíces en los conquistadores germanos, y en la burguesía de muchas regiones de Alemania predominarían los judíos, sobre todo en las actividades de crédito. Los viejos imperios especializaban a las naciones que dominaban, de modo que los cosacos eran a la vez una antigua nación y un tipo de tropa. El racismo antisemita se apoyó en el rencor de la gente del campo contra la de las ciudades, de los pobres contra los ricos, aparte del aspecto étnico, religioso y cultural.

  • Anónimo
    26 marzo, 2012 at 8:04 pm

    Sin olvidar señor Ruiz, que a Hitler también lo apoyaron magnates, industriales y aristócratas en su lucha contra los judios.

  • jaime ruiz
    26 marzo, 2012 at 8:53 pm

    A Hitler lo apoyaron magnates incluso judíos, incluso británicos y estadounidenses, porque creían que les serviría para contener la expansión comunista.

  • sansinverguenza
    26 marzo, 2012 at 8:58 pm

    No hay un solo abogado uniandino en las altas cortes de hoy. Casi ninguno Javeriano, Rosarista o Bolivariano. Hay puro sabiondo del Externado, Nacional, Distrital, etc..Los uniandinos salen a las grandes firmas y empresas, con cierto asco por la complacencia militante de su propia facultad por el desorden posmoderno y bananero que nos dejó la del 91. Por otro lado vale resaltar que la mayoría de las demandas tiene como origen reivindicaciones salariales y pensionales derivadas de regímenes excepcionales de los empleados públicos. Regímenes que Uribe desmontó mediante reforma constitucional, ganándose el odio de la rama judicial, y que después esa misma rama revivíó fallando en su propio beneficio. No todos los abogados capturan rentas, muchos crean valor estructurando los proyectos y contratos, públicos y provados, que mueven el páís. Hay que ver las garroteras de los ingenieros y economistas cuando no hay un contrato claro que defina lo que pactaron. Lo que preocupa es que hoy sólo los externadistas y los de la universidad pública vayan a la rama judicial, y estén aplicando puro posmodernismo barato tipo Roxin, desconociendo las bases antiquísimas del derecho occidental como lps principios de contradicción de la prueba, la doble instancia, la independencia entre acusador y juez, el in dubio pro reo, nullum crimen sine pena, etc.. Al igual que los científicos sociales de La Nacional, los abogados de la Nacional y los del Externado administran justicia con el destornillador setentudo de la lucha de clases, aplicando el doble rasero y deslegitimando y menoscabando el sentido de la justicia. Lo más feo de todo son esas sentencias de 900 páginas para justificar, por ejemplo, el sentido altruista del asalto al Palacio de Justicia. PS Las clases más sosas, aburridas e incongruentes de los Andes eran las de Rodolfo Arango, en esa hora se duerme un mico en MDMA.

  • Anónimo
    26 marzo, 2012 at 9:10 pm

    a Hitler lo APOYARON estadounidenses?

    Que cosa absurda es esa? Sólo un desquiciado o pendenciero diría eso.

    Entonces Franco en España fue una "perita" en dulce?

    Que desgracia.

  • jaime ruiz
    26 marzo, 2012 at 9:40 pm

    Ese anónimo de las 16.10 es un fruto típico de las universidades colombianas: su ignorancia inverosímil es todo un argumento.

    Sansinvergüenza: el problema no es la doctrina sino la serie de lealtades que adquieren los "juristas". Cualquier pretexto les sirve, no para militar ni hacer de justicieros (ni menos para complacer a la galería, como obscenamente se lee por aquí) sino para corresponder a quien los nombra, que es la mafia heredera de los carros bomba de Escobar.

    En todo caso es imposible encontrar a alguien que se plantee cambiar algo del orden universitario: a todos los complace la diversidad ideológica, que permite educar a educadores por ejemplo de este prócer.

    Las bandas de asesinos son sólo la universidad, obvio que según el estrato se ponen bombas o se secuestra gente o se exhibe un perfil almohadillado para servir mejor a la causa: a la hora de la verdad siempre se termina al lado de Molano, Otálora, Vega Cantor, Arango, etc.

  • Maldoror
    26 marzo, 2012 at 9:52 pm

    Jaime:

    Ya veo, entonces cuando los banqueros se hacen del dinero del contribuyente para enriquecerse es "un problema técnico". Cuando lo hacen los abogados es un robo. Divertida su lógica.

    Sansiverguenza:

    ¿Ud está preocupado porque los abogados sean rentistas o por la universidad de su proveniencia? Por su comentario, parece lo último.

  • Juan Esteban
    26 marzo, 2012 at 10:00 pm

    Maldoror…. jejejeje.. solo puedo decir a su comentario: touche…!!! … los perros son como los abogados .. no importa si tienen pedigrí o no .. todos levantamos la pata ..!!!.. para quienes trabajamos en las facultades de derecho, esas clasificaciones, descalificaciones y separaciones solo demuestran una ignorancia supina sobre el tema.

  • coffin balance sheet
    26 marzo, 2012 at 10:48 pm

    El mucho aguardiente que consumen las abogadas de la provincia colombiana. Y que las mantiene al corriente de la farandula y las modas, de las innovaciones y las polemicas.

    Conozco una abogada de Cartagena con titulo de Uniandes que vive momentos culminantes en medio de las provocaciones,las ocurrencias y los paseos. Esa mujer parece llevar un erizo de mar bajo cada brazo.

  • Carlos Andrés Gil González
    27 marzo, 2012 at 1:15 am

    Excelente articulo, revela una realidad cruda y triste que afecta las finanzas públicas y por ende el bolsillo de todos los colombianos.

  • Anónimo
    27 marzo, 2012 at 5:22 am

    José Antonio Ocampo. ¿Qué nos puede decir sobre él, profe?

    ¿Y qué más sobre esto?

    http://www.elespectador.com/opinion/editorial/articulo-334701-paso-el-patriotismo

  • NicoELozada
    27 marzo, 2012 at 6:27 am

    Alejandro:
    El Gobierno comparte su inquietud sobre el exceso de abogados y la avidez que algunos de ellos han mostrado frente a los recursos estatales. A propósito, le comento que el Ministerio de Justicia se encuentra trabajando en un nuevo Estatuto de la Abogacia que, entre otras, aspira a:
    1) Elevar los requisitos para que un abogado pueda ejercer la profesión y defienda el Estado.
    2) Imponer sanciones mas estrictas y un proceso mas expedito para los abogados que incurran en faltas a la etica profesional.
    3)Establecer pautas para la fijacion de los honorarios de los abogados (por ejemplo relación entre tiempo y dificultad del trabajo con los honorarios cobrados)
    (Perdone la falta de tildes)

  • jaime ruiz
    27 marzo, 2012 at 11:39 am

    Sergio: si hay un fraude de los banqueros que se pueda probar, no es tema de discusión. Cuando digo que es un asunto técnico quiero decir que yo no detecto el modo en que ese fraude que usted supone ocurre ni cómo se podría evitar o remediar. Lo que se sabe de la crisis reciente en Estados Unidos tiene relación con políticas públicas demagógicas más que con estrategias de fraude.

    No he escrito nada sobre los abogados que defraudan, supongo lógico que pidan indemnizaciones. Sólo aludo a la falacia de escudarse las mafias en el enemigo "Estado" que es un funcionario (o varios) a la hora de justificar la compensación o indemnización y una masa de contribuyentes o posibles beneficiarios de la inversión pública a la hora de pagar. No hace falta ser un genio ni un monstruo para concebir un plan en el que los funcionarios se equivocaran aposta, como Querelle razona que muchos perderían aposta jugando a los dados con el negro del puerto (en la película de Fassbinder).

    El Estado, y es muy llamativo de la cultura colombiana que nadie presta la menor atención a eso, es en realidad la organización mediante la cual las personas próximas al poder se enriquecen (no necesariamente abogados) a costa de los ciudadanos, pero también es el nombre que le dan al mecanismo del despojo. "El Estado" les paga en representación de sus víctimas. El juez que decreta pensiones e indemnizaciones maravillosas es el Estado, pero por pura inocencia condena siempre al Estado, y resulta riquísimo a punta de autocondenarse.

    No, no es concebible tanta estupidez. Se trata de mala fe generalizada.

  • Anónimo
    27 marzo, 2012 at 12:19 pm

    El Estado, y es muy llamativo de la cultura colombiana que nadie presta la menor atención a eso, es en realidad la organización mediante la cual las personas próximas al poder se enriquecen (no necesariamente abogados) a costa de los ciudadanos, pero también es el nombre que le dan al mecanismo del despojo.
    Incluyendo el Combo Uribista cierto?

  • Anónimo
    27 marzo, 2012 at 1:41 pm

    Me sumo a quienes preguntan su opinión sobre el caso del ex Ministro Ocampo como candidato a la direccion del BM. Usted en su Twitter publicó un enlace con las credenciales de la Ministra de Nigeria, quien parece bastante bien cualificada. ¿Ocampo no? ¿Hay algún otro colombiano con una hoja de vida nacional e internacional tan destacada y relevante? ¿O será que la politica de la parroquia se impone?

  • Anónimo
    27 marzo, 2012 at 2:42 pm

    Ocampo es sólo un relleno.

    Obama ya postuló de manera sorpresiva, un candidato que casi se podría considerar elegido.

    Eso es todo.

  • Alejandro Gaviria
    27 marzo, 2012 at 3:19 pm

    NicoELozada: gracias. Muy interesante. No sabía que el gobierno estaba ocupado del tema.

    Anónimo 8:41: José Antonio Ocampo me parece un excelente candidato. Es un gran economista y tiene, además, una experiencia muy valiosa en las entidades multilaterales. Pero no tiene ninguna posibilidad. Los gringos van a imponer su candidato. El gobierno colombiano ha actuado con un exceso de pragmatismo, algo odioso sin duda. Pero sabe bien que el apoyo de los gringos es clave en la candidatura de Angelino.

    A propósito de Ocampo (y perdón por la publicidad) hará parte de la Escuela de verano de la Facultad de economía de los Andes.

  • ala de mosca
    27 marzo, 2012 at 4:06 pm

    Profesor Gaviria : Mi abogada es una lesbiana progresista.Es decir,una especie de romano antiguo.Me gusta.Es costosa y competente.Imperialista. Saludos.

  • Anónimo
    27 marzo, 2012 at 5:03 pm

    Súper odioso, tienen razón.

  • Alejandro Gaviria
    27 marzo, 2012 at 6:08 pm

    How to be an Academic Failure: An Introduction for Beginners

    How to be an academic failure? Let me count the ways. You can become a disgruntled graduate student. You can become a burned-out administrator, perhaps an associate dean. You can become an aging, solitary hermit, isolated in your own department, or you can become a media pundit, sought out by reporters but laughed at by your peers. You can exploit your graduate students and make them hate you; you can alienate your colleagues and have them whisper about you behind your back; you can pick fights with university officials and blow your chances at promotion. You can become an idealistic failure at age 25, a cynical failure at 45, or an eccentric failure at 65. If failure is what you’re looking for, then you can hardly do better than the academic life. The opportunities are practically limitless.

  • sansinverguenza
    27 marzo, 2012 at 6:27 pm

    Maldoror me pregunta: ¿Ud está preocupado porque los abogados sean rentistas o por la universidad de su proveniencia? Respuesta: No me preocupa que los abogados sean rentistas ni la universidad de la cual se gradúann. Me preocupa que los abogados que están administrando justicia están aplicando el doble rasero (ie. crímenes altruistas), me preocupa que estén basando sus fallos en la mala interpretación de tesis posmodernistas construidas en la posguerra, no sin cierto esfuerzo acomdaticio, para condenar nazis en un caso excepcionalísimo de la historia. Aplicar Roxin en Colombia como lo están haciendo, que es distinto de lo que el mismo Roxin propuso, es fusilar el derecho penal que los hombres, y occidente en particular, demoró milenios en construir. Y además es incumplir la ley porque Roxin (según se aplica en Colombia) no está en el código penal ni en ninguna ley emanada del Congreso. Volteando la torta le diría que, bajo la tesis de Roxin (según se aplica bananeramente en Colombia) todos los ex-militantes del M-19 deberían ser, por extensión, responsables de la masacre de Tacueyó, de miles de secuestros y del Palacio de Justicia, porque aunque no hayan participado ni conocido de dichos crímenes (como alega Petro), eran parte de la misma "empresa criminal". Roxin, para los bananeros que lo aplican acá, justifica fusilar el principio universal de la responsabilidad penal individual por una responsabilidad penal objetiva. La misma responsabilidad penal objetiva que aplicaron los nazis contra los judíos (cilpables por ser judíos), o los soviéticos contra la rusia blanca (culpables por su condición de clase). Y aunque no me procupa per se, resalto que la abrumadora mayoría de puestos altos en la administración de justicia está en manos de egresados del Externado y de las universidades públicas, y no en manos de uniandinos, javerianos, rosaristas, Bolivarianos o egersados del ICESI. Me preocupa, también, que la mayoría del valor y del volumen de las demandas contra el estado tenga como base supuestas violaciones a regímenes excepcionales de pensiones en el sector público. Regímenes que desmontó Uribe pero que los externadistas y egresados de la nacional, desde la administración de justicia, revivien todos los días fallando en su propio beneficio. Entonces me pregunto, algo preocupado, ¿Qué derecho les enseñan en el Externado y las universidades públicas?

  • Anónimo
    27 marzo, 2012 at 7:34 pm

    oH, pero según la última columna de atrabilioso, el estado (o el congreso que es un ente del estado),comete abusos en las pensiones.

    Lo que ocurre en Colombia
    La estadística sobre la cobertura de pensionados en Colombia es verdaderamente preocupante para las expectativas de la gente. Así lo demuestra el hecho de encontrarse con un dato que muestra el beneficio de pensión únicamente para un rango de población de 4 a 1, es decir, que por cada cuatro personas en edad de pensión, únicamente la obtiene una, lo cual significa que solo se pensiona el 25% de esta categoría de población, formándose así un grave problema de inequidad. Esto dice mucho respecto al manejo irregular de los gobiernos a este tema que es de prioridad social.

    La causa fundamental que incide en el precario índice de pensionados tiene que ver con el hecho de que en el sistema económico colombiano es muy alto el margen de población que tiene una actividad de trabajo pero en el campo de la informalidad, es decir, que por tal circunstancia no cotiza para pensión, pues esta estadística equivale al 80% de la gente ocupada laboralmente.

    Pero resulta que a este bajísimo porcentaje de personas que tienen acceso al derecho de recibir una pensión, se le suma algo muy traumático para las arcas del Estado, pues menos del 20% de esos pensionados van a quebrar el sistema por el otorgamiento que les han hecho de pensiones exorbitantes, concedidas por regímenes especiales de privilegios que son vergonzosos para el país. Empezando por el Congreso de la República cuyos miembros, legislando en beneficio propio, establecieron para ellos unas prerrogativas pensionales especiales, como por ejemplo, mientras un ciudadano del común se pensiona con el 66% del promedio de lo devengado en los últimos 10 años, los señores congresistas se pensionan con el 100% del último salario devengado, lo cual sobrepasa con creces la línea de los 20 millones de pesos mensuales. A este despropósito hay que agregarle un argumento que es lo más grave y que bien podría descalificar de plano el sistema por injusto y por supuesto por improcedente, y es que estas personas no aportan los recursos necesarios en cotizaciones para poder obtener esas pensiones por cuantías desproporcionadas.

    Este oprobioso sistema de inequidad pensional lo acogieron también como propio los magistrados de las altas cortes a través de sentencias proferidas por ellos mismos, es decir, actuando en causa propia. Además con el agravante de que se "auto-autorizaron" el “derecho” indigno de propagar el conocido “carrusel de pensiones”, que consiste en que ellos nombran a sus amigos como magistrados auxiliares por cortísimos periodos de 2, 3, o 4 meses con el único propósito de que se hagan acreedores a una altísima pensión como magistrados. Esto es verdaderamente indignante para la gente honesta, y en buen idioma español hay que caracterizarlo como un atraco al erario y a los colombianos decentes que sí cotizan para con esa plata pagarles a esos indignos.

    Estado, gobierno, padres de la patria. Que vaina hay algunos que son uribistas y no son doctores universitarios cof cof.

  • Harold H. Londoño
    27 marzo, 2012 at 7:57 pm

    En Colombia, el gasto social como proporción del PIB no para de cecer, no puede caer una gota de agua cuando ya estamos invocando al Gobierno y, ahora, resulta que mucha gente vive de demandar y ordeñar al Estado.

    El Estado, sin duda, es el dios contemporaneo. Alabado sea.

  • Harold H. Londoño
    27 marzo, 2012 at 8:09 pm

    Para los que quieran votar por José Antonio Ocampo

    página del Banco Mundial para votar para Presidente

  • Anónimo
    27 marzo, 2012 at 9:57 pm

    anónimo 14:57

    Es un publireportaje a un blog que NADIE lee ?

  • jaime ruiz
    27 marzo, 2012 at 10:05 pm

    La gente que lee publireportajes es la misma que va por las ciclorutas evitando las cagarutas de los peros que unos iresponsables sacan a producir su ireal porquería.

  • Anónimo
    28 marzo, 2012 at 5:56 am

    Jeffrey Sachs on Jim Kim:

    http://www.project-syndicate.org/commentary/breakthrough-leadership-for-the-world-bank

  • Leticia
    28 marzo, 2012 at 12:41 pm

    …. O porque las abogadas deben ser lindas, ir bien vestidas y hablar en lenguas. ( Quien recuerda a la virgen
    Hilaria Clinton de los 80 ? )

    …. Asi presumo que es la abogada del anonimo _ala de mosca. Que envidia.

  • Anónimo
    28 marzo, 2012 at 1:17 pm

    Ruíz como todo muladareño hace gala de su colombianidad y solo comenta lo que le CONVIENE.

    Viva España y Barcelona Joer

  • Anónimo
    28 marzo, 2012 at 1:46 pm

    Fidel recibira en la Habana a Benedicto-16 y a los otros abogados del Vaticano. Veremos desfilar a los bacalaos purpurados
    tan frivolos como los enemigos de Rrobespierre.

    No se pierdan la foto. El viejo y genial marxista mirara directamente a la camara.

  • Anónimo
    28 marzo, 2012 at 2:57 pm

    Excelente video y confesión.

    Nada raro que mañana no haya indagatoria en la Comisión de Absoluciones, muy a pesar. A lo mejor a Osorio se le va a subir o a bajar el azúcar. La tensión. O simplemente le va a dar una tos que haga que deba guardar reposo en la casa, en una clínica o incluso en Panamá.

  • Anónimo
    28 marzo, 2012 at 2:59 pm

    …..

    He AQUÍ EL VIDEO.

  • Apelaez
    29 marzo, 2012 at 11:52 am

    No entiendo muy bien porque el Estado debería regular las tarifas de los abogados, eso no debería dejarse al mercado? o pues de una vez fijemos tarifas para todas las profesiones

  • Harold H. Londoño
    29 marzo, 2012 at 1:54 pm

    Alejandro: nos podría compartir una rápida opinión del Plan de Desarrollo de Bogotá y el debate organizado en Uniandes.

    ¿mucha carreta?

    Gracias.

  • Anónimo
    29 marzo, 2012 at 5:10 pm

    Interesante respuesta de un abogado.

  • Alejandro Gaviria
    29 marzo, 2012 at 8:20 pm

    Harold: el plan de desarrollo habla del futuro de la humanidad, del cambio climático, del ingreso disponible (agregado) de los hogares, de la distribución espacial de la población en el territorio colombiano, del modelo de sustitución de importaciones, etc. Mi comentario fue uno solo: dije eufemísticamente que el plan debería concentrarse en aquellos aspectos que la administración local puede controlar mediante los instrumentos tradicionales de política pública: los impuestos locales, la regulación zonal, la infraestructura de transporte, los servicios sociales, etc.

  • LHJ
    30 marzo, 2012 at 2:00 pm

    Algo off topic: Increible que C. Sanchez siga insistiendo con esto.

  • juan francisco muñoz
    30 marzo, 2012 at 5:13 pm

    Manuel Cerón

    Creo que afirmar que el problema no está en el sistema de demandas contra el Estado, sino en el incumplimiento del Estado ante los ciudadanos, es negar el efecto de incentivo que pueden tener las leyes en la generación de la búsqueda de rentas, lo cual es el tema central.
    Afirmar que el problema no son las leyes sino el incumplimiento del Estado es seguir teniendo una idea del Estado como todopoderoso, pero sin ser plenamiente consciente de que se tiene.
    El argumento, creo yo, no está en describir a los abogados como buscadores de rentas particularmente, sino hablar del efecto incentivo que tienen las leyes inesperadamente, y de forma incontrolada. Quienes siguen creyendo que el Estado debe definirse como el responsable de los ciduadanos más allá de sus limitaciones y los efectos inesperados de las leyes, lamentablemente, siguen convencidos de esa idea todopoderosa.