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Movilidad social, circa 1920

En los años veinte del siglo anterior, Eduardo Santos, tío abuelo del actual presidente, en un polémica con el intelectual venezolano Laureano Vallenilla Lanz, hizo una vehemente defensa de la movilidad social en Colombia:


En todos los campos se hallarán hombres que han triunfado por su solo esfuerzo, por sus méritos propios, que no son ‘señoritos de buenas familias’, sino hijos de sus obras y sus merecimientos. No sería delicado citar nombres, que acuden a los labios de todos, pero el hecho evidente es que si existe algún país donde estén todos los caminos abiertos al mérito y a la capacidad, es Colombia. Los pomposos nombres de viejos linajes suelen ir cayendo en el olvido, y vemos subir a las alturas, a todas las alturas, en la política, en el gobierno, en la sociedad, en las letras y las artes, en las finanzas y en la milicia, a hombres que son primeros de su dinastía, y que casi siempre son los últimos, porque desgraciadamente no son hereditarios ni el talento ni la virtud.

Nadie puede ser acusado de falta de clarividencia. Pero la historia de su familia, la preeminencia duradera de la dinastía Santos, contradice casi trágicamente el optimismo de Eduardo Santos sobre la movilidad social en Colombia.



Fuente: Santos, E. (1920). “Sobre las teorías del señor Vallenilla Lanz”. El Tiempo. Bogotá, 28 de diciembre.

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  • Anónimo
    2 marzo, 2012 at 5:48 pm

    Y pensar que la familia de Laureano Vellenilla Lanz, socialmente, involucionó en Venezuela.

  • Javier Moreno
    2 marzo, 2012 at 6:26 pm

    Seguro que el tipo se consideraba por fuera de los "pomposos linajes" y si le pedían que se clasificara, decía que era de "clase media". Es lo típico.

  • Anónimo
    2 marzo, 2012 at 7:46 pm

    Ya lo decía William Ospina: "este gobierno representa un esfuerzo de restauración de la vieja aristocracia y de su manera de gobernar".

  • Anónimo
    2 marzo, 2012 at 8:43 pm

    No quiso decir nombres … porque no había.

    Pero sí sería necesario determinar los efectos directos e indirectos del narcotráfico en la movilidad social a partir de la década de los años ochenta.

  • Alejandro Gaviria
    2 marzo, 2012 at 9:02 pm

    Confieso: me gustó la ya famosa columna de William Ospina.

  • Anónimo
    3 marzo, 2012 at 1:01 am

    “y que casi siempre son los últimos, porque desgraciadamente no son hereditarios ni el talento ni la virtud”
    La historia de Colombia y la historia de su familia, dr Santos.
    Usted fue el ultimo aristocrata

  • Maldoror
    3 marzo, 2012 at 2:13 am

    Hablando de los Santos, me parece muy adecuada la descripción que hace Álvaro Salom Becerra en su libro "Al Pueblo nunca le toca":

    Las cosas se parecen a su dueño. Y El Tiempo ha sido, es y será idéntico al doctor Santos. El respeto al statu quo, el culto a los valores consagrados, el servicio a dos amos, las velas simultáneamente prendidas a Dios y al diablo, el oportunismo elevado a categoría de necesidad patriótica, la cobardía disfrazada de prudencia, el miedo a la verdad, la mentira ataviada con los ropajes de la discresión, las fórmulas eclécticas, las soluciones salomónicas, los tonos grises, las medias palabras, los eufemismos, las ambiguedades, fueron siempre las normas de conducta y, aplicándolas sistemáticamente, llegó a convertirse en una de las empresas más prósperas del país.Pero Santos, además, le infundió su personalidad a millones de sus compatriotas. Porque el santismo es un estado de alma colectivo. La gente sigue la línea de la menor resistencia. No habla porque es imprudente, no escribe porque es peligroso, no exige porque es inoportuno, no protesta porque es subversivo, no actúa porque es contraproducente. Y si se atreve a hablar, escribir o actuar, lo hace con reticencias y ambages que diluyen la idea y desvirtúan la intensión.

  • Alejandro Gaviria
    3 marzo, 2012 at 2:39 am

    Maldoror: excelente. Gracias.

  • Tigre con Alma de Oso
    3 marzo, 2012 at 3:05 am

    Sorprendente.

  • Anónimo
    3 marzo, 2012 at 2:50 pm

    La contribución de este Santos a la movilidad social es Angelino y lleva ratos tratándose de deshacer de él, con el aplauso y elclasismo inveterado de Danielito Samper Opina.

  • Anónimo
    3 marzo, 2012 at 5:49 pm

    Alejandro, mi hermana dice que el gabinete actual es igual a las listas de "lonches" bogotanos de hace
    setenta años.

  • Anónimo
    3 marzo, 2012 at 5:50 pm

    Nota para jóvenes: un "lonche" era una fiesta infantil, bogotanización de "lunch"

  • Anónimo
    3 marzo, 2012 at 8:27 pm

    Maldoror infinitas gtracias

  • Anónimo
    3 marzo, 2012 at 11:19 pm

    Presición histórica: Hace 70 años no había "lonches". Esos se inventaron para los hijitos de los que llaman baby boomers del norte de Bogotá, que son los que están en el gabinete de Santos.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 1:27 am

    Fuera del contexto.

    Quisiera saber quienes son los asesores de Juan Manuel?

    ¿no habrá un primo de un criminal narcoterrorista?

  • jaime ruiz
    4 marzo, 2012 at 1:39 am

    El nombre del estado de una comunidad en la que el hijo del físico o el poeta tiene las mismas posibilidades de destacar en la física o la poesía que el hijo del mendigo es BARBARIE: no hay mucho que alcanzar en esos ámbitos. La miseria y el atraso de Colombia se explican con esa idea de Eduardo Santos, que podrá expresar cualquier demagogo en cualquier parte, pero que comparten TODOS los comentaristas. Bah, "comparten" es una forma de aludir a sus mentecitas brutales, porque a la hora de la verdad son los primeros en intentar que sus hijos vayan a esos colegios colombianos donde no se les da una educación privilegiada en ningún sentido (eso se desprecia), sino en los que se van a relacionar con los de más arriba.

    Considerar a un patán del nivel del gago fatídico un "aristócrata" es más o menos como considerar a William Ospina un poeta: da lo mismo el linaje real, todos son de un nivel que los muestra como los primeros.

  • jaime ruiz
    4 marzo, 2012 at 1:42 am

    Es muy interesante, prueba de la educación selecta de los que van a la Universidad de Los Andes, la alusión al hecho de que José Obdulio Gaviria fuera primo de Escobar: los que ponían carros bomba para él a fin de imponer la nueva Constitución, tal vez la principal causa de la escabechina que siguió (bastaría con imaginarse a Carlos Gaviria declarando inconstitucional el Caguán), tienen ese elegante argumento tecnocrático y meritocrático para perseguir a un tipo que los incomoda.

    Ésa es la clase de gente que "educan" con esa burda demagogia. OJO, la típica de la universidad de los más ricos.

  • jaime ruiz
    4 marzo, 2012 at 1:52 am

    Los pensadores de la Universidad de Los Andes y los demás grandes centros del saber están haciendo su gran fiesta en Twitter porque Uribe escribió Benezuela. Yo no veo el problema, ¿no será una forma de exclusión de los desposeídos andar exigiendo buena ortografía?

    Dios mío, ¡qué gentuza!

  • Nayid Mercado
    13 abril, 2012 at 12:24 am

    Me encantarìa conocer esta hermosa ciudad.