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Justicia espectáculo

De lunes a viernes, de manera ininterrumpida, las páginas de internet de los principales periódicos de Colombia transmiten alguna audiencia judicial, uno de los tantos procesos penales o disciplinarios de interés general. Los reporteros judiciales ya no deambulan de juzgado en juzgado en busca de historias de amores y de odios. Ahora disertan frente a las cámaras acerca de los procesos en curso con la misma grandilocuencia vana que hiciera famosos a varios comentaristas deportivos: especulan, hacen apuestas y entrevistan a los protagonistas del espectáculo.
Algunos abogados penalistas, Jaime Lombana, Jaime Granados y Abelardo de la Espriella, se han convertido en personajes de farándula. Son entrevistados diariamente por los medios nacionales. Pontifican por la mañana en la radio, por la tarde en los juzgados (con señal en vivo) y por la noche en los noticieros de televisión. Son protagonistas de primera plana de un reality que parece no tener fin. En un momento de entusiasmo, un reportero judicial anunció el viernes anterior “la inminente interinidad en el segundo cargo más importante del país”. Solo en un país donde la justicia se ha convertido en un espectáculo consuetudinario puede alguien pensar que un fiscal tiene semejante importancia. El reality de la justicia ha distorsionado la realidad.
Pero este reality tiene una audiencia creciente, un público cada vez más ansioso. La justicia televisada puede ser cautivante. Satisface algunos de nuestros impulsos más básicos: el placer de la revancha, la satisfacción que produce el escarnio público de aquellos que encarnan todos los males de la sociedad. Recientemente un grupo de científicos ingleses mostró, mediante una serie de experimentos con juegos de cooperación, que muchas personas experimentan placer por el simple hecho de observar que los violadores de las normas cooperativas son castigados públicamente: la contemplación del castigo activa los mismos nervios que titilan con el sexo y los estimulantes. “Los seres humanos –concluyeron– derivan satisfacción de observar que la justicia está siendo administrada, incluso si el instrumento de castigo está por fuera de su control”. En fin, la justicia es un espectáculo seductor. Su disfrute es casi instintivo.
Por lo mismo, el espectáculo puede ser peligroso. Muchos jueces intuyen o conocen los gustos de la audiencia, el deseo mayoritario por el castigo inmediato y terminan fallando para complacer a la galería. Tarde o temprano, la justicia espectáculo acaba por erosionar algo que no hace parte de nuestra naturaleza, que la humanidad tardó mucho tiempo en construir, ese gran legado de la ilustración: las libertades individuales, la presunción de inocencia, la defensa del individuo ante la coerción de las mayorías, ante nuestro deseo instintivo de castigo. En la justicia espectáculo, los derechos humanos terminan subordinados a los deseos revanchistas de la audiencia o de los mismos jueces. 
Esta semana, el exdirector del Incoder Rodolfo Campo Soto fue declarado un peligro para la sociedad y enviado a la cárcel sin haber sido vencido en juicio. El hecho fue reportado por los medios de comunicación como si fuera un partido sin importancia, de segunda categoría. En la justicia espectáculo, paradójicamente, las violaciones de los derechos humanos no son noticia.

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  • Alejandro Gaviria
    4 marzo, 2012 at 2:02 am

    Conozco a Rodolfo Campo Soto. Uno de mis hermanos estuvo casado con una de sus hijas. Lo apreció y respeto. Pero mis opiniones no vienen al caso. Solo pido que se presuma su inocencia, como se presume la inocencia de todos los ciudadanos en los países decentes.

    Un punto adicional: Campo Soto está acusado de celebración indebida de contratos por firmar un convenio con el IICA. Cuando fui funcionario esta era una práctica generalizada (el PNUD era la principal agencia intermediaria). Los abogados de las distintas oficinas públicas decían entonces que no reñía con el estatuto de contratación. Si la justicia fuera coherente, todos los ministros de los tres últimos gobiernos deberían ir a la cárcel.

  • Daniel
    4 marzo, 2012 at 2:19 am

    Una pregunta, Alejandro, ¿usted está insinuando que la medida de aseguramiento es una violación de la presunción de inocencia? Que conste que no es una pregunta de mala fe.

  • Alejandro Gaviria
    4 marzo, 2012 at 2:23 am

    Creo que el uso generalizado, arbitrario, injustificado muchas veces, de la detención preventiva (que debería ser la excepción, no la regla) viola los derechos humanos y compromete la presunción de inocencia.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 2:39 am

    Justicia de portada.

  • Juan Esteban
    4 marzo, 2012 at 2:44 am

    Alejandro .. el programa mas escuchado es "justicias W ante la corte de julito no me corte" allí se determina con el pulgar arriba.. quien vive y quien muere. Yo les repito a mis alumnos, cada vez con mas vergüenza he de reconocerlo, una máxima que me enseño Alfonso Reyes Echandia: "los jueces solo se pronuncian por medio de sus sentencias".
    pero no, ya todos quieren parecerse a Lombana, Granados y etc.
    es complicado no caer en la nostalgia pecueca…. pero a veces pienso que era mejor cuando los jueces eran respetados por sus silencios.

  • Alejandro Gaviria
    4 marzo, 2012 at 2:48 am

    Juan Esteban: En una entrevista que publicó El Espectador el año pasado, Yesid Reyes hizo una interesante observación sobre la vida pública de su padre, el presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, inmolado en la toma del Palacio de Justicia: “la exposición de mi padre a la prensa en el año 1985, cuando era el presidente de la corporación, fue mínima. No tengo idea de cuántas veces saldría en la prensa pero en todo caso no fueron más de tres o cuatro: dos de ellas antes de morir, durante la toma del Palacio”. A veces la nostalgia está justificada. Saludos.

  • Juan Esteban
    4 marzo, 2012 at 2:50 am

    aaahhh, otra cosa. Esa justicia circense casi siempre esta llena de nulidades procesales producto de la violación al debido proceso. Por eso hoy se condena con bombos y platillos .. y en tres años la corte tumba la sentencia debido a sus tremendos vicios. Yo a veces, en mi paranoia, creo que lo hacen adrede.
    Felicitaciones Alejo, Buena Columna.

  • Juan Esteban
    4 marzo, 2012 at 2:56 am

    Buen dato Alejandro. A quienes fuimos sus alumnos nos marco mucho esa actitud de respeto profundo hacia el proceso que tenia el maestro Alfonso Reyes. De esa época herede una tara, y es que me da vergüenza ajena escuchar a los abogados insultándose en los micrófonos de las emisoras…en fin..!! para rematar con un latinajo … que no se note que fuimos abogados… "o Tempora o mores…!!"

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 3:17 am

    Mi experiencia con los jueces, de muchos años, es que no son tanto perversos como brutos. Su conocimiento da grima y su capacidad cognitiva de tristeza.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 3:37 am

    Excelente columna. Tiene toda la razón. Y ay del que se atreva a ponerse de parte del que ha sido condenado en la corte de la opinión pública. Mire no más lo que le pasó a su admirado William Ospina por traar de defender a Luis Carlos Restrepo cuando sus copartidarios en la izquierda piden su cabeza.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 4:11 am

    Espectaculo el proceso contra plazas. Ahora sus defensores pusieron un testigo a última hora. Es que las fuerzas oscuras demenciales que defienden al excoronel(los sicarios morales) quieren defender lo indefendible.

  • Jeanratiste
    4 marzo, 2012 at 4:33 am

    Esta forma de hacer justicia encuentra terreno fértil en sociedades en las que sus miembros no reconocen nociones claves como el “debido proceso” o la “presunción de inocencia”. Ante el desconocimiento de estas garantías mínimas, los criterios para la resolución de los conflictos se basan en la simpatía que despiertan los implicados en un pleito; he ahí la explicación del porqué los abogados faranduleros buscan siempre despertar la faceta más emocional de la tribuna; los periodistas que son sus medios de difusión discursiva, también ganan, invirtiendo muy poco en investigación consiguen con su cubrimiento superficial y sensacionalista la fidelidad de una audiencia acrítica.

    El caso Colmenares nos ofrece una imagen bien representativa de este mal.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 5:09 am

    Un ejemplo de justicia-espectáculo http://www.lasillavacia.com/elblogueo/ccortes/31073/hablemos-de-los-hechos-maestro

  • jaime ruiz
    4 marzo, 2012 at 10:44 am

    Claro que encarcelar a Campo Soto, con quien Alejandro tiene que quedar bien, puede ser imprescindible para poder condenar a Arias, objetivo que Alejandro comparte, sin necesidad de hacer ostentación, no faltaría más.

    Me recuerda a un personaje de Los demonios que empieza a ver la deriva criminal del combo y se lamenta: "No era lo que queríamos". Lástima.

    ¡Ya me metí en la mente ajena a atribuir intenciones y mala fe! La mala fe es mía, tan desvergonzada que me imagino que la Fiscalía está en manos del samperismo, con montones de funcionarios nombrados en tiempos de Gómez Méndez, y que la persecución contra el AIS tiene el objetivo de criminalizar a toda costa al anterior gobierno para poder reinventar al país en una negociación como la que terminó en 1991, que fue sólo el primer plazo.

    Dejándose tentar por la mala fe, resulta hasta fácil decir que la consideración del prevaricato descarado como espectáculo es parte de la legitimación de ese crimen: la labor del clérigo que culpa de los autos de fe al público, que tiene que aplaudir para no resultar sospechoso.

  • Alejandro Gaviria
    4 marzo, 2012 at 12:05 pm

    Jaime: su lector de mentes sigue fallando. Arias tampoco debería estar en la cárcel. No conozco en detalle los delitos que se le imputan. Pero no ha sido vencido en juicio. Incluso si es inocente, no creo que ningún juez tenga el valor de absolverlo.

    Usted, de otro lado, se queja de lo mismo que practica. Acusa y condena a diestra y siniestra sin pruebas, basado en los mismos sesgos (pero de signo contrario) que denuncia con tanta vehemencia.

  • Kenny Sanguino
    4 marzo, 2012 at 12:08 pm

    Alejandro, ahora mismo estoy escribiendo algo personal que roza el tema de la 'farandulería justiciera' de los medios. Me gustaría tener acceso a la investigación que Ud. menciona en este artículo. Saludos de un antiguo lector que ha vuelto.

  • Alejandro Gaviria
    4 marzo, 2012 at 12:13 pm

    Kenny: copio por aquí también este enlace. Saludos.

  • Carlos Méndez
    4 marzo, 2012 at 12:13 pm

    Vivimos en el siglo de los jueces.

    La justicia espectáculo no solamente satisface el morbo de las masas, sino que es un trampolín político para muchos fiscales y jueces

  • Lanark
    4 marzo, 2012 at 12:25 pm

    ¿Y la diáspora uribista a Panamá y otras provincias de "la clandestinidad" no ayuda a explicar en parte la facilidad con que se están dictando medidas de aseguramiento? Digo yo, ¿no?

    Aclaro que también me parece dañina y obscena la justicia espectáculo, y me parece que se nutre de la misma mentalidad que lleva a la gente a creer que los problemas de Colombia se pueden solucionar sacando del juego a cierta clase de gente (con cárcel, bombardeos, motosierra, desplazamiento, o simplemente reduciendo a la miseria).

    Personalmente creo que para la corrupción y demás problemas de ese estilo, hay que buscar soluciones que no contengan nombres propios. Pienso, por ejemplo, más en el fuero militar que en Plazas Vega, aunque entiendo que los precedentes son importantes en casi cualquier sistema jurídico.

  • Alejandro Gaviria
    4 marzo, 2012 at 12:35 pm

    Lanark: la moda de las detenciones preventivas comenzó antes de la fuga de María del Pilar Hurtado. A muchos congresistas los apresaron (preventivamente) a la hora de los noticieros.

    El ambiente está tan enrarecido que cuando un analiza el tema de manear general, estudiando, por ejemplo, los incentivos, salen inmediatamente los cruzados a decir que este tipo de análisis justifica a los corruptos. La cosa es cortando cabezas.

  • Alejandro Gaviria
    4 marzo, 2012 at 12:36 pm

    A mí en todo caso las cruzadas morales de Viviane Morales me parecen sospechosas por decir lo menos.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 2:28 pm

    Segunda vez que estamos de acuerdo Sr. Alejandro Gaviria. Veo cada vez con más tristeza que se juzga conforme a la opinión pública, y de alguna forma ésto termina parcializando la decisión del juez. El problema, pienso yo, radica cuando hay una mala práctica y desconocimiento de las leyes, y lo que más importa en últimas es meter a alguien tras las rejas a pagar un delito independiente de si tenga o no culpabilidad. La fiscalía se politizó, y la vida cotidiana se convirtió en una cacería de brujas, pero de alguna forma ésto fue producto de hechos que –según los ojos del observador– se pueden considerar corruptos. A veces aunque el derecho tiene sus métodos procesales que en principio deberían ser imparciales y objetivos, siempre dejan un espacio para la subjetividad y la interpretación, y eso sumado a la preparación de nuestros abogados de muchas universidades de garaje, y a la política, las desiciones terminan siendo las más subjetivas.
    Alejandro D.L.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 2:55 pm

    Doble moral: los mismos que criticaban a ex funcionarios de Uribe por cuenta de sus parientes dicen ahora que la relación de Viviane Morales y Lucio es irrelevante.

    Doble moral: los mismos que acusaban a Uribe de intimidar a periodistas por criticarlos aplaudieron con fruición cuando la señora Morales hizo lo mismo.

    Doble moral: los mismos que critican al Procurador por sus devaneos bíblicos, aplaudieron el misticismo del discurso de Morales.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 4:12 pm

    Cualquier observador imparcial se dará cuenta que los medios de comunicación, en ocasiones, realizan una excelente labor para llamar la atención de las malas acciones de los criminales (de los civiles, más no militares o policiales).

    Lo inadecuado es que los medios hayan convertido la cena de millones de colombianos en palomitas de maiz y cerveza para observar el color vivo del activismo judicial.

    Creo que hay que dejar abierta la posibilidad de hacer público esos protagonismos, y tener la dieta en fibra y lúpulo de arroz, porque una democracia requiere que una ciudadanía esté lo mas informada posible.

    Cuando las injusticias son ignoradas, pasan esas cosas ¿ no lo creen ?
    Por otra parte, se sabe que los jueces son respetuosos a las leyes y a los procedimientos y quedó muy claro con la fiscal Viviane, quien sin tapujos puso el dedo en la llaga a cuanto malandro intocable hay en el país.

    Hay quienes condenan al sistema judicial como estas perlas encontradas.(para darles un poco de publicidad)

    saludos.

  • Anónimo
    4 marzo, 2012 at 5:28 pm

    Malleus Maleficarum, «martillo de brujas», descrito con razón como uno de los documentos más aterradores de la historia humana. Thomas Ady, en Una vela en la oscuridad, lo calificó de «doctrinas e invenciones infames», «horribles mentiras e imposibilidades» que servían para ocultar «su crueldad sin parangón a los oídos del mundo». Lo que el Malleus venía a decir, prácticamente, era que, si a una mujer la acusan de brujería, es que es bruja. La tortura es un medio infalible para demostrar la validez de la acusación. El acusado no tiene derechos. No tiene oportunidad de enfrentarse a los acusadores. Se presta poca atención a la posibilidad de que las acusaciones puedan hacerse con propósitos impíos: celos, por ejemplo, o venganza, o la avaricia de los inquisidores que rutinariamente confiscaban las propiedades de los acusados para su propio uso y disfrute. Su manual técnico para torturadores también incluye métodos de castigo diseñados para liberar los demonios del cuerpo de la víctima antes de que el proceso la mate. Con el Malleus en mano, con la garantía del aliento del papa, empezaron a surgir inquisidores por toda Europa.
    Rápidamente se convirtió en un provechoso fraude. Todos los costes de la investigación, juicio y ejecución recaían sobre los acusados o sus familias; hasta las dietas de los detectives privados contratados para espiar a la bruja potencial, el vino para los centinelas, los banquetes para los jueces, los gastos de viaje de un mensajero enviado a buscar a un torturador más experimentado a otra ciudad, y los haces de leña, el alquitrán y la cuerda del verdugo. Además, cada miembro del tribunal tenía una gratificación por bruja quemada. El resto de las propiedades de la bruja condenada, si las había, se dividían entre la Iglesia y el Estado. A medida que se institucionalizaban estos asesinatos y robos masivos y se sancionaban legal y moralmente, iba surgiendo una inmensa burocracia para servirla y la atención se fue ampliando desde las brujas y viejas pobres hasta la clase media y acaudalada de ambos sexos.
    Cuantas más confesiones de brujería se conseguían bajo tortura, más difícil era sostener que todo el asunto era pura fantasía. Como a cada «bruja» se la obligaba a implicar a algunas más, los números crecían exponencialmente. Constituían «pruebas temibles de que el diablo sigue vivo», como se dijo más tarde en América en los juicios de brujas de Salem. En una era de credulidad, se aceptaba tranquilamente el testimonio más fantástico: que decenas de miles de brujas se habían reunido para celebrar un aquelarre en las plazas públicas de Francia, y que el cielo se había oscurecido cuando doce mil de ellas se echaron a volar hacia Terranova. En la Biblia se aconsejaba: «No dejarás que viva una bruja.» Se quemaron legiones de mujeres en la hoguera. Y se aplicaban las torturas más horrendas a toda acusada, joven o vieja, una vez los curas habían bendecido los instrumentos de tortura. Inocencio murió en 1492, tras varios intentos fallidos de mantenerlo con vida mediante transfusiones (que provocaron la muerte de tres jóvenes) y amamantándose del pecho de una madre lactante. Le lloraron sus amantes y sus hijos.

  • Carlos Méndez
    4 marzo, 2012 at 7:47 pm

    Las razones de la espectacularidad de la fiscal son apenas obvias.

    Ya el partido liberal quiere re-lanzar a Viviane Morales a la política:

    "El exfiscal Alfonso Gómez Méndez, también amigo suyo, expresó que "la doctora Viviane tiene un peso propio en la política colombiana" y que "no hay razones para pensar que no pueda continuar en la vida pública".
    Para el senador Luis Fernando Velasco, es una "digna candidata para aspirar a una alcaldía, encabezar una lista para el Senado del Partido Liberal, e incluso para integrar una fórmula para una campaña nacional"."

    Alejandro no ahonda en las motivaciones de los fiscales y jueces para realizar justicia-espectáculo.

    Es que en Colombia la justicia se ha vuelto la continuación de la política por otros medios.

  • Anónimo
    5 marzo, 2012 at 12:27 am

    Carlos Méndez

    Alejandro Gaviria no debe ahondar en las motivaciones de los jueces y/o fislcaes.

    Creo que hay un error al afirmar que la justicia busca espectáculo con finalidades políticas ¿que genera la justicia-espectáculo? La raíz del problema se encuentra en el interés buscado por los "medios masivos de comunicación", éstos son los que buscan el espectáculo de la justicia y es probable que los jueces y fiscales lo aprovechen.

    Sin la atención que recibe el sistema judicial de los medios, la cosa sería distinta, pues el ojo público (inquisidor)no estaría sobre ellos, y ningún juez se arriesgaría a contradecir la "voz de dios", solo el escéptico… quien será marginado.

  • Andrés Felipe Succar
    5 marzo, 2012 at 1:22 am

    Los medios no son los únicos que han propiciado el espectáculo de la justicia. La estrategia de muchos abogados litigantes como De la Espriella, o el señor Pava Lugo, abogado penalista de Bancolombia, no se limita a los estrados judiciales, sino que también pagan publireportajes en El Espectador, o pautan en RCN y Caracol para que estos publiquen la versión de los hechos de la parte interesada.

    El abogado Pava Lugo de Bancolombia es experto en esto. A la audiencia de imputación llegó con sendas cámaras de RCN que ni siquiera tuvieron la delicadeza y el profesionalismo de preguntarme por la versión de los hechos de la defensa.

    Quizás Alejandro podría contribuir a la solución de lo que en esta columna denuncia, sugiriéndole a Bancolombia que cese estas prácticas que nada tienen de jurídicas, y que son tan nocivas como el mismo Alejandro argumenta.

  • Alejandro Gaviria
    5 marzo, 2012 at 1:52 am

    Andrés Felipe: gracias por el dato. Por supuesto voy a llevar la inquietud, como dicen. Saludos.

  • Daniel Vaughan
    5 marzo, 2012 at 4:38 am

    Por lo menos nuestres jueces mantienen su show en la informalidad.

    Los jueces en la TV gringa.

  • Alberto
    5 marzo, 2012 at 5:29 am

    Alejandro;

    Completamente de acuerdo con la columna. La libertad (que se supone el bien superior de cualquier hombre… se supone) pasó en este país a ser un bien, en el ámbito de esta justicia, de segunda categoría.

    (Una aclaración, los Senadores son investigados y juzgados por la Corte Suprema de Justicia, y en esos procesos -si estoy equivocado solicito corrección- la medida de aseguramiento no es una opción, es un hecho; es decir, la Corte no puede no dictar medida de aseguramiento, así de extraña es la legislación colombiana).

  • Anónimo
    5 marzo, 2012 at 1:26 pm

    siendo verdad lo que plantea en su columna,pienso que usted no tiene ninguna autoridad moral para escribir esta columna, pues todo lo que critica, fue exactamente lo que hizo en el caso del Profesor Miguel Angel Beltrán (cuya inocencia hoy se ha comprobado), usted en un escrito le negó su presunción inocencia y ni siquiera tuvo el decoro de hacer una rectificación pública, la seguimos esperando…..

  • Anónimo
    5 marzo, 2012 at 1:27 pm

    siendo verdad lo que plantea en su columna,pienso que usted no tiene ninguna autoridad moral para escribir esta columna, pues todo lo que critica, fue exactamente lo que hizo en el caso del Profesor Miguel Angel Beltrán (cuya inocencia hoy se ha comprobado), usted en un escrito le negó su presunción inocencia y ni siquiera tuvo el decoro de hacer una rectificación pública, la seguimos esperando…..

  • jaime ruiz
    5 marzo, 2012 at 2:11 pm

    ¿Hay realmente alguna diferencia en términos morales entre secuestrar gente y proclamar que la inocencia de Miguel Ángel Beltrán "se ha comprobado"?

    De verdad que es algo incomunicable. Para una persona decente, lo que determinan los jueces colombianos es la prueba de lo contrario.

    Pero esos jueces reflejan al país. Dentro de poco, según previsión del mismo Alejandro, Arias estará condenado y Beltrán con inocencia probada. Pero ¿y qué? Prácticamente todos los lectores de este blog comparten ambas medidas.

  • Luis Ernesto Taborda
    5 marzo, 2012 at 3:01 pm

    Les dejo una columna que escribí con Arregocés sobre el tema hace casi un año y que sigue siendo válida.

  • Anónimo
    5 marzo, 2012 at 9:13 pm

    Desgraciadamente en esto tiene razón Ruíz. Las pruebas contra Beltrán eran muchas, el tipo tenía muchos nexos con la guerrilla y debería estar en la carcel. Como exestudiante de una universidad pública me averguenzo por su permanencia en la docencia. Pueden ver también la entrevista en la W donde el tipo no responde francamente a las preguntas que le hacen
    http://www.wradio.com.co/oir.aspx?id=822633

  • Alejandro Gaviria
    5 marzo, 2012 at 9:22 pm

    Anónimo 8:26: una aclaración sobre el caso de Miguel Ángel Beltrán. Jamás prejuzgué su responsabilidad penal. Dije, es cierto, que era un propagandista de las Farc pues algunos de sus artículos defienden explícitamente a este grupo armado. Aquí mismo escribí, en varias ocasiones, que si solo se le acusaba era de mantener simpatías con las Farc, debería ser liberado. No creo en el delito de opinión.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2012 at 2:14 am

    Trial by media.

  • jaime ruiz
    6 marzo, 2012 at 4:11 pm

    La idea de que ningún juez se atrevería a absolver a Arias, ¿no refuta dolorosamente lo de la "justicia espectáculo"?

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2012 at 5:54 pm

    No creo que esa idea niegue o contradiga la hipótesis de la justicia mediática. Incluso un juez imparcial, alejado de las riñas políticas, podría terminar condenando a un acusado que los medios y la opinión publicada hayan condenado previamente. La intimidación mediática sería muy difícil de evadir o inclinaría la duda a favor de la condena.

    Un juez que condene a Arias será presentado como un valiente. Otro que lo absuelva será considerado un vendido.

  • Alejandro Gaviria
    6 marzo, 2012 at 5:57 pm

    Se necesita valor, mucho valor tal vez, para no matar el elefante.

  • Anónimo
    6 marzo, 2012 at 7:54 pm

    El ambiente de linchamiento en contra de arias de los foros de el espectador es sinceramente preocupante. Todos los comentarios son de este estilo:

    "Lo que parecia un cancer a esta rata se le convirtio en gripita, pero luego le regreso el cancer revuelto con sida gonorrea, siete luchas, carranchin. Duro con esta rata. La justicia tiene que dar un ejemplo a la sociedad, absolver este hampón es un mal ejemplo para la juventud Colombiana".

  • Anónimo
    7 marzo, 2012 at 3:16 pm

    La sociedad exige que no haya preferencias en cuanto a Justicia se refiere.

    La mayoría de HAMPONES "con plata" generalmente les dan privilegios en sus condenas; así va pasar con Arias, Sabas, Moreno etc.

    No cree ud que se está haciendo apología a la corrupción – ROBE -INCREMENTE SU PATRIMONIO – y luego enfrentese a la justicia?

  • Anónimo
    7 marzo, 2012 at 3:17 pm

    El caso Colmenares es otro ejemplo de hampones (quizas criminales ) con plata.

  • Maldoror
    7 marzo, 2012 at 3:23 pm

    Que pena con todos salirme del tema, pero quisiera preguntarle a quién sepa…¿Hay algún documento que de información sobre el crecimiento de la industria de hotelería y turismo luego de 2006 (hasta la fecha)? Agradecería cualquier dato.

  • Anónimo
    7 marzo, 2012 at 6:30 pm

    Pues yo lo que veo es que la justicia colombiana solo mira para un solo lado, si el problema fuera solamente el que los jueces han sucumbido a sus afanes de popularidad, entonces Piedad Córdoba odiada por la inmensa mayoría del pueblo colombiano, estaría en la cárcel y lo mismo Iván Cepeda y Gloria Cuartas, a los que no les ha faltado méritos para estar en la prisión. El problema de la justicia en colombia es que está claramente politizada, no se por qué a Alejandro Gaviria le da tanto miedo reconocer eso en una columna.

  • Anónimo
    8 marzo, 2012 at 12:42 am

    Que la justicia esté polarizada y claramente politizada según algunos, pues será reflejo de un país polarizado ideológicamente. Para la muestra el caso Beltrán y el caso Arias, para algunos Beltrán es un demonio y Arias un ángel o lo contrario, si el caso es así, pues simplemente no hay justicia. Entonces que todos se agarren a mordiscos hasta el exterminio total. Me imagino que ese será el deseo de unos y otros. Si es así, pues simplemente tenemos un paisito muy pero muy atrasado, que nadie se queje y no se digan mas pendejadas.

  • Alejandro Gaviria
    8 marzo, 2012 at 2:15 am

    Como estará de grave la cosa en Colombia que ahora son los mismos magistados quienes se quejan de que sus derechos fundamentales están siendo irrespetados. Esto dijo Henry Villarraga, magistrado de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura: “Me cansé de aguantarle los atropellos de la señora Contralora, consid. ero que me están violando el debido proceso, que me violó el derecho a la defensa, de contradicción y el juez natural. Son derechos fundamentales”

  • jaime ruiz
    8 marzo, 2012 at 2:31 am

    Dios mío, ahora entiendo, no sé en qué momento se me ocurrió que el prevaricato de los jueces y fiscales contra Arias, Plazas, Restrepo, Noguera, etcétera, etcétera, correspondía a un interés del gobierno Santos y sus nuevos aliados de perseguir figuras que pudieran hacerle sombra y legitimar la negociación y no al afán de vender periódicos y complacer a los consumidores.

    Verdaderamente cuando uno es socio de Sergio Otálora, Antonio Morales y León Valencia (por ejemplo, en la campaña de Mockus en 2010), la desfachatez le resulta fácil. No veo en ningún prevaricador más inmoralidad.

  • Anónimo
    8 marzo, 2012 at 4:42 am

    Government, Responsibility and Happiness
    By GARY GUTTING

    At least one aspect of the libertarian vision put forth by Charles Murray in "Coming Apart" is based on a fallacy.

    «I leave it to social scientists to scrutinize Murray’s data. As a philosopher my interest is in the argument he goes on to develop for a libertarian approach to making the lower 30 percent happier. Here he goes beyond sociological data and argues from something much closer to a philosophical thesis about human nature and happiness. The thesis is that…»

    http://opinionator.blogs.nytimes.com/2012/03/07/government-responsibility-and-happiness/?ref=opinion

  • Alejandro Gaviria
    8 marzo, 2012 at 2:04 pm

    Jaime hace acusaciones temerarias (y en últimas paranoicas) con el ánimo de defender a quienes en su opinión han sido víctimas de acusaciones temerarias. Digamos que es otro pensador doble.

  • Anónimo
    8 marzo, 2012 at 5:31 pm

    Yo diría que el sujeto que escribe en la Organización JaimeRuiz es un charlatán pendenciero!.

  • Anónimo
    8 marzo, 2012 at 6:45 pm

    Los fiscales trabajan concertadamente con algunos periodistas. Les filtran los expedientes para conquistar la opinión pública e intimidar a los jueces. Lo vi muchas veces.

  • Constantino
    8 marzo, 2012 at 7:10 pm

    Interesante lo de Jaime: Alejandro es, según él, socio de la Kidnapping Corporation y demás por haber estado en la campaña de Mockus. ¿Qué decir entonces de los que estuvieron en la campaña de Santos, que según él ahora va a premiar las masacres entregándoles el país a las FARC? De acuerdo con esa lógica, los que participaron en la campaña de Santos son aliados del terrorismo. Y ya sabemos quiénes estuvieron ahí: todos los miembros de Atrabilioso, incluido Jaime. Tremenda ironía.

  • Anónimo
    8 marzo, 2012 at 9:03 pm

    Todo lo que dice Constantino se cae estrepitosamente solo viendo las promesas que hizo Santos en campaña, nadie es adivino como para saber que Santos iba a traicionar todas y cada una de sus promesas.

  • jaime ruiz
    9 marzo, 2012 at 12:39 am

    Constantino: la campaña de Mockus se basaba en la suposición de que el gobierno de Uribe se dedicaba a ordenar el asesinato de inocentes, y contaba con el apoyo de personas que resueltamente apoyan a las FARC, como Otálora y Morales. El hecho de colaborar con esa clase de gente y esa clase de argumentos no es casual, corresponde a un interés específico. Lo invito a leerse unas cuantas decenas de columnas de Alejandro en esos meses.

    La suposición de que la persecución judicial es un afán de espectacularidad forma parte de la misma complicidad: ¡de repente todo es culpa del público! Seguramente hay un montón de mentiras en lo que dice Sergio Araújo sobre el objetivo de esa persecución.

    La relación entre la campaña de Santos y su disposición actual a premiar a las FARC es una babosada que realmente me hace desistir de volver a contestarle nunca más. Sencillamente la campaña de Mockus era una respuesta de los nostálgicos del Caguán al uribismo, basada en calumnias y promovidas por personas ligadas a Carlos Gaviria, como Abad Faciolince. Participar en esas calumnias al lado de semejantes personajes dice mucho sobre la disposición de quien lo hace.

    No hice campaña por Santos, y si la hubiera hecho no tendría ninguna responsabilidad en lo que fuera a hacer Santos después. Sencillamente denuncié las mentiras y los intereses que había detrás del cantinflesco superhéroe.

    Pero insisto, cada uno tiene su tarea, la de Alejandro Gaviria es proteger el avance de las FARC con casi manifiesta complicidad gubernamental culpando a Uribe y el avance paralelo de la persecución judicial culpando al público.

  • Anónimo
    9 marzo, 2012 at 12:42 am

    Highest Court in Mississippi Upholds 9 Pardons

    Bringing a definitive close to the legal controversy that has swarmed since former Gov. Haley Barbour of Mississippi gave pardons to nearly 200 felons in his last days in office, the Mississippi Supreme Court ruled on Thursday that the judicial branch did not have the power to void those pardons.

    The court, in a 6-to-3 decision, found that pardon procedures lay outside its constitutional authority, and that to interfere even in cases where those procedures were flouted would violate separation of powers.

    While the pardons, which went overwhelmingly to people who had already finished their prison terms, were met with widespread bewilderment and even anger when they were issued in January, the governor’s motives were never legally challenged. But the state attorney general, Jim Hood, began a push to have them thrown out.

    At the heart of the debate was Section 124 of Mississippi’s Constitution, which gives pardon power exclusively to the governor, but also requires applicants to have their petitions for pardon “published for 30 days, in some newspaper in the county where the crime was committed.”

    Mr. Hood said all but 22 of those pardoned had failed to meet this requirement, rendering their pardons invalid. He challenged them in circuit court, but the State Supreme Court quickly took up the issue.

    Lawyers for nine of those pardoned — four who had been working as trusties at the Governor’s Mansion and five who are the only ones still in prison — argued that the courts did not have the authority to determine whether procedures were followed correctly. The Constitution not only gave the governor the power to pardon, they said, but also left it solely to the governor to determine whether they were issued properly.

  • Anónimo
    9 marzo, 2012 at 12:43 am

    The court’s majority agreed.

    “While this court clearly has the constitutional duty to interpret the content of laws passed by the Legislature and executive orders issued by the governor,” wrote Justice Jess H. Dickinson in his majority opinion, “we decline — as have so many other courts before us — to assume for ourselves the absolute power to police the other branches of government in fulfilling their constitutional duties to produce laws and executive orders, unless there is alleged a justifiable violation of a personal right.”

    In a dissent, Chief Justice William L. Waller Jr. argued that the State Constitution put limits on the governor’s pardon power, and that the court was obligated to make sure those limits were not crossed.

    “Certainly, no one would argue that a court could investigate and determine the wisdom or propriety of a governor’s acts, including pardons,” he wrote. “However, the constitutionality of a governor’s acts, including pardons, is a question which the court must determine.”

    Mr. Barbour expressed gratitude toward the court and defended the pardons as “decisions based on repentance, rehabilitation and redemption, leading to forgiveness and the right defined and given by the State Constitution to the governor to offer such people a second chance.”

    Mr. Hood criticized the decision, saying, “It is truly unfortunate that a majority of the court has stricken from our Constitution a right to notice of a pardon reserved by the people of Mississippi in our 1890 Constitution.” He said he would push for an amendment to Section 124 “to make it very clear that the judicial branch is responsible for enforcing the 30-day notification period.”

    While the decision applied only to the nine pardons, an opposite ruling would have put the vast majority of the others in jeopardy.

    The five who are still in prison are beginning the procedures for release, which should happen within the next 48 hours, said a spokeswoman for the Department of Corrections. And the men who worked at the Governor’s Mansion, including four murderers whose pardons attracted the most controversy, now have clean records.

    Tiffany Brewer, whose sister was killed by one of the men, said she had somewhat expected this decision. Though her family was still angered by the pardon, she said, “we kind of had in the back of our minds that it would end up like this.”

    She added: “It wasn’t a win or lose situation for us. We lost 18 years ago.”

  • Anónimo
    9 marzo, 2012 at 9:04 am

    Don Jaime prometía un baño de sangre si no ganaba Santos. Supongamos que eso no es hacer campaña.

  • Anónimo
    9 marzo, 2012 at 3:13 pm

    AUTORRETRATO DE ALIAS JAIME RUIZ

    "Pero insisto, cada uno tiene su tarea, la de Alejandro Gaviria es proteger el avance de las FARC con casi manifiesta complicidad gubernamental culpando a Uribe y el avance paralelo de la persecución judicial culpando al público".

    Y este señor tiene la caradura de decir que no va a contestar nunca más a las "babosadas" de Constantino …

    Lloremos, pues.

  • Pascual Gaviria
    9 marzo, 2012 at 3:43 pm

    Aquí va otra sobre Eduardo Santos y su estilo que sirve para pensar en Juan Manuel. Esta vez de cuenta de Fernando González en la Revista Antioquia:

    "I. El estilo y Eduardo Santos

    Dijimos que estilo es la manera de manifestarse. La gente no sabe que el estilo es una fatalidad, por ejemplo, la manera como se tuercen los sombreros que usamos; en ellos imprimimos nuestro sello, o sea, nuestras pasiones; hasta le damos nuestro olor; en la oscuridad sabemos cuáles son nuestros calzones y nuestro sombrero, por el olor, por la forma, etc. El mundo, a cada instante, es nuestro estado de conciencia. Por ejemplo, todo lo perteneciente a Eduardo Santos huele y tiene la forma de la hipócrita virtud; toda Colombia huele a El Tiempo. Oigan la manera como hablan los jovencitos desdentados que envían noticias desde ese periódico:

    «Ayer nombraron por unanimidad a Eduardo Santos para director del liberalismo. A la salida del Senado, sólo el luto riguroso por la muerte de doña Polita libró al doctor Santos de ser conducido en hombros».

  • jaime ruiz
    9 marzo, 2012 at 8:58 pm

    Anónimo 4.04

    Habría un baño de sangre si ganaba Mockus, tal como lo hay desde que se premió al M-19. Es lógico que cuando se apoya a los asesinos empiecen a hacer de las suyas.

    De hecho hay un baño de sangre porque Santos se dedicó a complacer a los promotores de la campaña de Mockus, que necesitan muchas más muertes y en pocos meses encargarán carros bomba en las ciudades para hacer de la negociación de paz una necesidad apremiante.

    Lo atroz, lo monstruoso es la representación de inocencia que se dan los antiuribistas: no es que le reprochen nada en particular a Uribe sino que no premiara a las FARC, de otro modo mostrarían el más leve matiz de polémica con los abiertos promotores del terrorismo.

    El que le mandó coser la boca con alambre a un campesino se excusa en sus resentimientos y sueños justicieros, y su buena conciencia es con todo menos monstruosa que la de sus cómplices tecnócratas y manicurados. Sobre todo por esa incapacidad de verse.

  • jaime ruiz
    9 marzo, 2012 at 9:04 pm

    Anónimo 10.13 Se nota que usted es una persona con mucha educación, apuesto a que mínimo es profesor de filosofía o algo así. ¿Va a hacer falta demostrar alguna inexactitud en lo que digo?

    Hay algo del sistema mental colombiano que impresiona. El argumento unánime de los sicarios que intentan linchar a Arias es que cualquier defensa es obra de los uribistas. Recuerdo un comentarista de la prensa que se burlaba del columnista "Usted debería ser guionista de Hollywood". Para ese pensador los guionistas de Hollywood son el paradigma del retraso mental. No faltará el profesor de arte que muestre a sus alumnos fotografías de las esculturas de Miguel Ángel apretándose la barriga para comunicarles que tienen que reírse…

    Las monstruosidades de los terroristas son como los diagnósticos de los niños jugando a médicos. Para una deformación moral como la que usted exhibe hace falta mucha más perversidad.

  • Anónimo
    9 marzo, 2012 at 9:19 pm

    snif !, snif !….

    me haces llorar jaimeruiz!

  • Alejandro Gaviria
    10 marzo, 2012 at 1:05 pm

    Como si no bastara con el vandalismo, los señores de la MANE decidieron ahora maltratar el lenguaje.

    PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO SOBRE LOS HECHOS OCURRIDOS EN BOGOTÁ.

  • Alejandro Gaviria
    10 marzo, 2012 at 1:14 pm

    Los líderes estudiantiles tienen razón. Pero de manera irónica. La calidad de la educación en Colombia da tristeza. Basta con leer sus comunicados. El problema no sólo es la redacción, sino también la cerrazón mental, la ignorancia como llenura.

  • Anónimo
    10 marzo, 2012 at 2:06 pm

    Podemos seguir hablando de la "mala calidad de la educación" per secula seculorum y nada se va a resolver hasta que no se empiece por el principio.¿Cómo se prepara a los maestros en Colombia?¿Qué enseñan en las facultades de educación de las universidades? ¿Cómo se prepara un maestro de ciencias? ¿De matemáticas, química y física? ¿De lectura y escritura? ¿Se imparten clases de redacción, gramática, sintaxis y ortigrafía? ¿Quién y con qué criterios se diseñan los programas de estudios de las facultades de educación? ¿Cúal es la formación de los docentes universitarios que preparan a los maestros de primaria y secundaria?

  • Anónimo
    10 marzo, 2012 at 2:07 pm

    Disculpas por mi "ortigrafía".

  • Anónimo
    10 marzo, 2012 at 5:27 pm

    Miren desde el minuto seis hacia adelante: este tipo es un idiota, un ignorante, un analfabeta.

  • Anónimo
    10 marzo, 2012 at 5:43 pm

    Gracias por el estudio. Muy pertinente, aunque los datos sobre salarios son del siglo pasado.
    Sin embargo, suponiendo que la situación no haya cambiado mucho frente a los dos hechos críticos que allí se muestran (primero, que muchos de quienes obtienen resultados malos en los ICFES terminan optando por la carrera del magisterio, y segundo, que los sueldos del magisterio son muy malos), la solución a la mala calidad de la educación es relativamente sencilla:

    1)Dado que el objeto específico de la carrera de educación es formar capital social, y que este último constituye el fundamento más importante de cualquier sociedad, hay que asignarle a esa carrera un valor tan elevado o más que el que se le asigna a la medicina (mentener la salud del capital social), a las finanzas, la economía y la administración de empresas (crear, adminsitrar y fortalecer el capital productivo o como se llame), a las ingenierías (diseño, creación e innovación de tecnologías). En ese sentido, las exigencias de puntajes para entrar a la carrera de educación deben estar a la altura de las otras disciplinas mencionadas.
    2)Diseñar un programa de reclutamiento activo de los mejores estudiantes hacia la carrera del magisterio, para lo cual se requiere ….
    3) Que los salarios sean compatibles con la importancia que se le asigna a la ocupación de maestro, una vez se revalore, revalorice o revalúe.
    4) Aprovechar las ventajas comparativas que ofrece la carrera docente como una segunda alternativa, especialmente para aquellas mujeres profesionales que hayan pospuesto la reproducción y quieran finalmente formar familia y dedicarse en lo fundamental a ella. Para estas mujeres muy bien preparadas, en ese momento de sus vidas la enseñanza puede resultar una ocupación muy atractiva en razón de las vacaciones de tres meses al año, que coinciden con las de sus hijos. Lo mismo con respecto a los hombres y mujeres profesionales en edad de retiro pero todavía muy jóvenes, quienes pueden ver en el magisterio una excelente opción para mantener sus ingresos, mantenerse mentalmente activos y al mismo tiempo contribuir con sus conocimientos y experiencia a formar capital social.

    Para estos dos últimos grupos se puede crear un programa corto y expedito de preparación pedagógica(de tres a seis meses máximo) para que se familiaricen con los métodos de enseñanza y puedan obtener su licencia correspondiente.

    Si a alguien se le ocurre algo más, pueden seguir agregando, pero no nos sigamos quejando de la calidad de la educación sin que nadie mueva un dedo al respecto.

  • jaime ruiz
    10 marzo, 2012 at 9:03 pm

    La educación en Colombia es un proceso de selección negativa muy interesante: la forma correcta de obtener un buen puesto es salir a quemar buses, porque para llegar a alcalde o vicepresidente hay que mandar matar a mucha gente y no todo el mundo tiene hígados para eso. Los jóvenes siguen el ejemplo de la generación anterior, aunque difícilmente llegarán al vandalismo lingüístico de un Gustavo Petro, que escribe como si su alma de asesino tuviera que lucirse a cada instante.

    Bueno, si para hacer carrera política hay que matar gente, ¿por qué no pensar en grande y afiliarse a la secta que elogiaba a Pol Pot? Yo lo encuentro muy explicable.

    Un ejemplo típico de varias décadas de educación: cuando había muchos más analfabetos incluso éstos se describirían usando esa palabra. A medida que se propaga la educación la gente feminiza esa desgracia, más cuanto más alto sea el nivel de estudios.

    Es porque las personas que estudian lenguas, filología, lingüística, etc., en Colombia aprenden EXCLUSIVAMENTE que la lengua cambia y que sólo piensan en expresarse correctamente los ancianos y anticuados que no admiran a Vladdo. Tal como las personas sin educación dirían "analfabeto", también es probable que usen el modo indicativo con el verbo creer o con ciertos casos del verbo saber. La educación consiste en aprender a decir ¿"Ustedes creen que yo sea bobo? No sé si lo sea, pero, o sea…

    Naturalmente se aburrirán y se reirán. Cuanto más estudien más toleran la ortografía del alcalde, más buses queman y más falacias idiotas encuentran para colaborar con los terroristas (como la de culpabilizar al público de la persecución que ejercen los sicarios-verdugos de Asonal-Judicial).

  • Anónimo
    11 marzo, 2012 at 12:26 am

    una verdad inconveniente (tanto para la derecha como para la izquierda)es que la sociedad capitalista es altamente meritrocatica: la receta secreta para triunfar en todos los ámbitos de poder es la inteligencia: este estudio entre muchos otros lo prueba. de lo que viene algo que ya he dicho por acá y que al parecer no muchos han pensado: meritrocacia no es igualdad (igualdad en el sentido de coeficiente ginni). a pesar de lo que digan la gente como J.Ruices et al, en Colombia la élite cognitiva se encuentra en su gran mayoría o trabajando o estudiando en las universidades (por muchos buses que quemes, si no tienes inteligencia suficiente no vas a triunfar en la academia). y entre mas inteligente eres, mas tiendes a tener ideas de izquierda… aunque puedo estar equivocado… ¿Alejandro, existe algún estudio que demuestre la correlación entre la quema de buses y el éxito académico?

  • Anónimo
    11 marzo, 2012 at 1:04 am

    Bueno, el odio a Petro es exasperante; al menos ya están identificados algunos individuos y algunas organizaciones que amenazan al mandatario.

    Sobre todo aquel que cumplió años en febrero.