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La clase C

Mucho antes de que nuestros políticos encasillaran a las viviendas en estratos y a las personas en grupos del Sisben, los expertos en mercadeo habían clasificado a la población en seis clases sociales, denotadas, casi solapadamente, con letras mayúsculas: A, B, C (1 y 2), D y E. Las clases en cuestión, creadas originalmente por una compañía editorial inglesa, tenían un significado preciso, aséptico en apariencia: la clase A incluía a los ejecutivos, empresarios y profesionales de primer nivel, la B, a los administradores y empleados de niveles intermedios, las D y E, a quienes apenas podían satisfacer sus necesidades básicas o no ponían hacerlo en absoluto, y la C, la clase intermedia, al resto de la población: microempresarios, oficinistas, técnicos y tecnólogos, etc.
Por mucho tiempo, el capitalismo de esta parte del mundo se ocupó preferentemente de los gustos y caprichos de las clases A y B. Con frecuencia alguien hacía notar la preeminencia demográfica de las clases D y E o el potencial invisible de la misteriosa clase C, pero el poder de compra seguía estando concentrado en la parte de arriba, en las exclusivas clases A y B. En América Latina, los mercados se ocupaban más de los gustos de los de arriba que de las necesidades de los de abajo. “Los ricos tienen mercados, los pobres, burócratas”, dijo alguna vez un economista gringo con intención sarcástica. Razón no le faltaba. Pero las cosas están cambiando rápidamente. En Brasil, en Colombia y en buena parte de América Latina, el crecimiento de la otrora desdeñada clase C está transformando el capitalismo. O democratizándolo al menos. En Colombia, más de cinco millones de personas se sumaron en la última década a la clase media, conformada por hogares con ingresos mensuales entre dos y ocho millones de pesos. En Brasil, 30 millones de consumidores han pasado de las clases D y E a la clase C: “la pirámide cambió de forma y se convirtió en un rombo”, dicen los publicistas moviendo las manos. Los nuevos consumidores están viajando en avión por primera vez, comprando vehículos nunca soñados, pensando en enviar sus hijos a la universidad, en fin, contemplando una vida distinta, más allá de la satisfacción imperiosa de las necesidades básicas. Los datos hablan por si solos. En Colombia, el año pasado se vendieron más vehículos Chevrolet que vehículos Renault 4 en dos décadas. No todo el mundo está contento, sin embargo. Algunas minorías ilustradas critican la proliferación de consumidores sin alma, la congestión permanente de calles y centros comerciales y la medianía inevitable del capitalismo masivo. Otros llaman la atención sobre el endeudamiento de los hogares y la precariedad de las bonanzas latinoamericanas (una región maniaco-depresiva, en su opinión). Otros más señalan la pasividad de las nuevas clases medias, su indiferencia ideológica, su complacencia en medio de la corrupción y el desgobierno. Paradójicamente el progresismo latinoamericano mira con malos ojos la democratización del consumo. Contradicciones del sistema tal vez. Gústenos o no, la clase C llegó para quedarse. En el futuro tendremos vías más congestionadas, aeropuertos más llenos, universidades más asediadas e insuficientes y políticos más pragmáticos, más pendientes (o dependientes) de los vaivenes de la economía, del bolsillo de la ahora arrolladora clase C.

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  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 1:28 am

    Junto con Roberto Angulo (y otros colegas), estamos escribiendo un artículo sobre clases medias en Colombia (aspiramos a tener una versión completa pronto). Por ahora pego una nueva actualización sobre el crecimiento de la clase media en Colombia.

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 1:30 am

    Ahora que hablamos cifras y conteos, este manifiesto escéptico de Javier Moreno viene al caso. Existe un elusivo punto medio entre el nihilismo estadístico (siempre habrá algún literato dispuesto a despachar toda la estadística con la famosa cita de Mark Twain) y la ingenuidad cuantitativa. Yo probablemente estoy más cerca de la segunda que del primero, en parte porque he conocido mucho más farsantes entre los letrados que entre los estadísticos.

  • Constantino
    12 febrero, 2012 at 2:22 am

    "En parte porque he conocido muchos más farsantes entre los letrados que entre los estadísticos": ahí tiene, el sesgo estadístico lo lleva al sesgo estadístico.

  • Carlos Méndez
    12 febrero, 2012 at 2:29 am

    Que implicaciones políticas podría tener este cambio económico y demográfico?

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 2:39 am

    Constantino: ciertamente. Digamos que es un círculo vicioso. O virtuoso. Vaya uno a saber.

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 2:45 am

    Carlos: Michael Reid, el editor para América Latina de The Economist, lo dijo de manera clara hace uno tiempo: “La gran pregunta política en América Latina es si las clases medias en expansión se convertirán en una fuerza favorable a los mejores gobiernos, el fortalecimiento de la democracia y el imperio de la ley”.

    Uno podría pensar que las consecuencias son positivas: hasta hace poco tiempo las clases medias eran consideradas casi un sinónimo de estabilidad. Pero, en muchos países –Chile puede ser un ejemplo reciente–, las clases medias parecen pedirle al Estado mucho más de lo que este puede razonablemente cumplir.

  • Javier Moreno
    12 febrero, 2012 at 2:51 am

    Mi incomodidad no es con los conteos en sí sino con las máquinas automáticas de decidir basadas en los mismos.

    En el fondo lo que me jode es la frecuente confusión (muchas veces intencional) entre la capacidad de describir y la capacidad de predecir.

    Está buena la observación de Constantinos.

  • Jesús M.
    12 febrero, 2012 at 3:21 am

    Es tendencia mundial. Seguro alguna vez leyó esto (http://www.brookings.edu/~/media/Files/rc/papers/2010/03_china_middle_class_kharas/03_china_middle_class_kharas.pdf). Serán más los clase media en 2022 que los pobres (según ese escenario). Eso puede ser bueno, sí, en términos de bienestar medido por consumo. Pero las demandas sociales (y ambientales) de un mundo clase media serán muy grandes.

  • charlie
    12 febrero, 2012 at 5:09 am

    Que pena, Alejandro. La clase C llego, pero no para quedarse. Desaparece con las burbujas. Mire como desapareció en España. En Irlanda fue flor de un día. Y en Estados Unidos se ha ido desvaneciendo, sostenida a penas por los restos del crédito.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 5:23 am

    Javier, qué son las máquinas automáticas de decidir?

  • // An
    12 febrero, 2012 at 5:29 am

    De acuerdo con Charlie, ademas, estos fenomenos tan acuciosamente observados (y cuya observación trae un surplus de optimismo que vende bien) ocurren en unos momentos historicos irreales de aparente abundancia de energia barata (o de manipulación financiera y política para facilitar tal extracción), la cual por mil razones no puede durar mucho. Una perspectiva de largo plazo:
    https://www.npr.org/blogs/13.7/2011/05/06/136023218/peak-oil-in-perspective?ft=1&f=114424647

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 2:12 pm

    Jesús M.:En América Latina ya parece haber llegado ese momento (significativo o no) en el cual la clase media supera a la pobreza. Esta gráfica, tomada de un estudio reciente del Banco Mundial, muestra claramente el punto.

    Charlie: los vaivenes de la economía son inevitables. Pero ¿por qué pensar que la masificación del consumo es un asunto exclusivo de unos cuantos países occidentales y tres o cuatro tigres asiáticos? La convergencia económica podría ser la historia del s. XXI. Hasta ha sido así.

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 2:16 pm

    Las preocupaciones ambientales son ciertas. Pero hay algo o mucho de hipocresía en la crítica de las clases Ay B al crecimiento del consumo de las clases medias. Por supuesto, muchos profesores universitarios, ya en trance de jubilación, añoran el mundo aquel donde la posesión de un Renault traía cierto respeto y distinción. Los tiempos han cambiado.

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 2:29 pm

    Estadística inventada: 9 de cada 10 personas que mencionan el coeficiente Gini no saben que significa. No lo entienden. No entienden, por ejemplo, que el crecimiento de la clase media o de sus ingresos es compatible con un Gini como el colombiano.

  • Carlos Méndez
    12 febrero, 2012 at 2:46 pm

    En donde parece estar disminuyendo la clase media es en Europa.

    El milagro laboral alemán(6% de desempleo) tiene menos que ver con investigación, educación,etc, y mas con las reformas laborales de Schroeder que abarataron y flexibilizaron la contratación.

    Hay gente ganando 1 euro la hora en Alemania.

    La desigualdad, obviamente va en aumento.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 2:51 pm

    Esto dice Bourdieu sobre el mercado de la vivienda y la infeliz clase media, que colabora activamente en su propia desdicha dejándose manipular por el crédito:

    Los fundamentos de la miseria pequeñoburguesa
    “Lo que se abocó a lo largo de todo este trabajo es uno de los grandes fundamentos de la miseria pequeñoburguesa; o, más exactamente, de todas las pequeñas miserias, todos los atentados a la libertad, a las esperanzas, a los deseos, que colman la existencia de preocupaciones, decepciones, restricciones, fracasos y también, casi inevitablemente, de melancolía y resentimiento. Esa miseria no inspira espontáneamente la simpatía, la compasión o la indignación que suscitan los grandes rigores de la condición proletaria o subproletaria. Sin duda porque las aspiraciones que están en el origen de las insatisfacciones, desilusiones y sufrimientos del pequeño burgués, víctima por excelencia de la violencia simbólica, siempre parecen deber algo a la complicidad de quien los padece y a los deseos mistificadores, arrebatados y alienados mediante los cuales él, encarnación moderna del Héautontimoroumenos, conspira por su propia desdicha. Al comprometerse en proyectos a menudo demasiado grandes para él, porque se mide el por sus pretensiones más que por sus posibilidades, se encierra a sí mismo en coacciones o restricciones imposibles, sin otro recurso que hacer frente, al precio de una tensión extraordinaria, a las consecuencias de sus decisiones, al mismo tiempo que debe luchar por conformarse, como suele decirse, con lo que las sanciones de lo real otorgaron a sus expectativas: así, podrá pasar toda una vida empeñado en justificar, ante sí mismo y ante sus íntimos, las compras fallidas, los trámites desafortunados, los contratos leoninos o, en otro terreno privilegiado de sus inversiones, el de la educación, los fracasos y los logros a medias o, peor, los éxitos engañosos conducentes a enormes impases, las que la escuela reserva con frecuencia a sus elegidos y la más notable de las cuales es, sin duda, la misma carrera profesoral, condenada a la decadencia estructural. Ese “pueblo” a la vez mezquina y triunfante no tiene nada que halague la ilusión populista y, demasiado próximo y demasiado lejano, atrae los sarcasmos y la reprobación de los ensayistas que le reprochan simultáneamente su “aburguesamiento” y el fracaso de sus esfuerzos por alcanzar las “libertades” burguesas, condenando de manera indisociable sus aspiraciones mistificadas y su incapacidad para aportarles otra cosa que satisfacciones tan engañosas como irrisorias, en suma, todo lo que condena la denuncia del “mito del chalet” o el discurso condescendiente sobre la “ sociedad de consumo” del que en algunos “filósofos” o “sociólogos” mal socio-analizados hicieron una especialidad.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 2:52 pm

    CONTINÚA
    Y sin embargo, por verse arrastrado a vivir por encima de sus medios, a crédito, descubre, casi tan dolorosamente como los trabajadores de la industria en otros tiempos, los rigores de la necesidad económica, en especial los impuestos por las sanciones de los bancos, de los que había esperado milagros. Eso es sin duda lo que explica que, aunque sea por un lado el producto de un liberalismo orientado asociarlo al orden establecido mediante los lazos de la propiedad, siga dando crédito, en sus votos, a los partidos que reivindican el socialismo. Gran beneficiario aparente del proceso general de “aburguesamiento”, está encadenada por el crédito en a una casa que a menudo se torna invendible, cuando no es incapaz de asumir las cargas y los compromisos, especialmente en materia de estilo de vida, que estaban tácitamente inscritos en una decisión inicial con frecuencia oscura para sí mismo. “No todo es contractual en el contrato”, decía Durkheim. La fórmula nunca es tan pertinente como cuando se aplica a la compra de una casa, en la que a menudo que ha comprometido, de manera implícita, todo el plan de una vida y de un estilo de vida. Si el acto de la firma es tan angustiante, es porque siempre tiene algo de fatal: en firme el contrato se asigna un destino en gran parte desconocido y, como Edipo, desencadena un universo de consecuencias ocultas (en especial por la acción del vendedor), las que están inscritas en la red de reglas jurídicas a las que el contrato hace referencia y de las que es signatario no tiene conciencia, y también todas aquellas que se niega a ver, con la complicidad del vendedor: contrariamente a sus temores, estas últimas se sitúan menos del lado de los “vicios ocultos” del producto que en los compromisos implícitos que él ha suscrito y que tendrá que saldar hasta el final, es decir, mucho más allá del último vencimiento de la última cuota.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 3:01 pm

    Bourdieu era un simple sociólogo que le tenía envidia a la economía. QEPD.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 3:31 pm

    La gloriosa clase media que enaltece el columnista es la misma infeliz clase media, admiradora fanática del estilo de vida de la clase alta, que colabora activamente en su propia desdicha dejándose manipular por toda clase de ofertas de crédito. En la sociedad de la tarjeta de crédito, “disfruta” una “prosperidad a debe” llena de decepción y resentimiento. Reventada por las cuotas de un apartamento y poco más que un Renault4, por el colegio bilingüe caro y por la matrícula impagable en la Universidad de los Andes, pero que pagará sin saber como, vive por encima de sus posibilidades y pudo viajar en avión, de nuevo a crédito porque nunca puede pagar de contado, cuando los pasajes de Avianca empezaron a competir con los de Expreso Bolivariano. Esa clase debe aprender a mirar de frente la realidad.

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 3:37 pm

    Alguna vez se quejaba Carlos Gaviria de la “arribista clase media colombiana”. Faltaría aclarar que sin arribismo no hay clase media: los deseos de ascenso social son consubstanciales a la clase media. Aquí y en todas partes.

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 3:38 pm

    Telenovelas y movilidad social.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 3:41 pm

    Bourdieu controvierte magistralmente a Gary Becker, presentando una teoría de los capitales (cultural, social, económico, simbólico)que va más allá de la simple idea de capital humano. Para no hablar de las falencias que devela en "De gustibus no est disputandum"

  • Gheysel Naranjo
    12 febrero, 2012 at 3:51 pm

    Afortunadamente las sociedades siempre evolucionan, aunque el ritmo con que evolucionan las masas de la clase C, parece no ser el mismo con que evolucionan las individuales o de mayor elite que tienen más habilidades de producir riqueza.

    Aunque no me queda claro cómo puede crecer el consumismo en esta clase C, y qué puede comprar en Colombia, si ha crecido el desempleo, y los empleos son mal pagos para ellos. Además estas clases C antes de comprar el carro creería que comprarían una casa, y eso, porque creo que el sueldo solo les alcanza para pagar el arriendo y fuera de eso siempre están debiendo.

    Gheysel

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 4:03 pm

    La clase media "dinamiza el consumo", hace las delicias de los banqueros, de los emisores de tarjetas de crédito, de los grandes constructores de vivienda, de los concesionarios, de los que ofrecen planes vacacionales al Rodadero cuando ya no está allá Julito ni la gente IN porque la temporada vacacional ha pasado. En algún momento la burbuja se revienta y pasa como en España, Grecia o Irlanda. El arribismo de la clase media es la burla de los que si tienen, d elos que han triunfado o de los que siempre tuvieron dinero. En ese estilo de vida solo tienen éxito los narcos, aunque bordeando la prisión o la extradición. Como dice el tango: Los pobres diablos mordían el rigor.

  • Jesús M.
    12 febrero, 2012 at 4:11 pm

    "…los deseos de ascenso social son consubstanciales a la clase media", es una idea weberiana que no me gusta mucho. La clase es tan diversa que hay de todo dentro de ella. Pero bueno, digamos que existen "los valores" de la clase media. Alejandro tiene razón, una parte de la "nueva" clase media es vulnerable a choques económicos (y otros), pero hay que mirarlo más como tendencia de largo plazo, y ahí si han llegado para quedarse. Con respecto a la crítica ambiental, que hay algo de hipocresía, sí, pero no deja de ser cierta. Gracias por la info para AL, no la conocía.

  • Jesús M.
    12 febrero, 2012 at 4:21 pm

    Ah por cierto, mezclando el tema ambiental con los "valores de la clase media", algunos dicen que la demanda por mejores condiciones ambientales es propia de la clase media. Problema solucionado.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 4:28 pm

    Anonimo; 10:31 la clase alta siempre viaja gratis con las millas que se ganan que me imagino se la dan por el consumo alo que usted llama "prosperidad a debe"

  • Maldoror
    12 febrero, 2012 at 4:31 pm

    Una pregunta….¿No son dos cosas distintas el deseo por ascender socialmente a el deseo a ostentar (muchas veces lo que realmente no se tiene) como símbolo de ese asenso o de ascender socialmente utilizando cualquier medio (sin escrúpulos)? Creo que Alejandro está confundiendo ambos ("deseo de asenso social" y "arribismo").

    Por otra parte, claro entre letrados hay muchos farsantes. Lo que pasa es que son más fáciles de detectar que los "farsantes cuantitativos". Su engaño se esconde detrás de modelos y gráficas…

  • CosasdeK
    12 febrero, 2012 at 4:47 pm

    Anónimo 9: 51 : Puff qué pereza la gente que sigue citando a Bourdieu et al hasta el infinito y más. Este man si sabe : "Those terribly clever French intellectuals"

    http://www.economist.com/blogs/schumpeter/2011/05/frances_intelligentsia_and_imf_chiefs_arrest

  • Javier Moreno
    12 febrero, 2012 at 4:48 pm

    En Colombia, la fracción educada de la clase B se ha otorgado a sí misma el título de media para desde ahí juzgar estética-moralmente al resto (tanto los muy ricos como los pobres son ignorantes, no son de fiar y tienen mal gusto). A esos debe incomodarles muchísimo que una clase media popular genuina surja.

    El arribismo para mí es el desprecio activo de los de abajo. En eso se diferencia un poco del deseo de ascenso. Lo que describe Sergio como arribismo ("la ostentación sin escrúpulos") es el típico juicio estético-moral de la clase B del que hablo arriba.

  • Maldoror
    12 febrero, 2012 at 4:54 pm

    Javier:

    No, es la definición de la RAE.Por lo demás no veo que puede tener que ver con lo "estético" mi comentario.

  • Adriana
    12 febrero, 2012 at 5:23 pm

    Profesor Gaviria, me permito recordarle lo que dice una de sus poetas preferidas sobre esa clase c: "La mayoría de los habitantes de esta tierra trabaja para ganarse la vida, trabaja porque tiene que trabajar. No son ellos mismos quienes con pasión eligen su trabajo, son las circunstancias de la vida las que eligen por ellos. El trabajo que no gusta, el que aburre, valorado sólo porque, incluso siendo desagradable y aburrido, no es accesible para todos, es uno de los peores infortunios humanos. Y no parece que los siglos que vienen vayan a traer algún cambio feliz".

  • Harold H. Londoño
    12 febrero, 2012 at 5:40 pm

    1)Creo que el hecho de que Colombia, al igual que Latinoamérica experimente o esté muy cerca del "bono demográfico" explica en buena parte dicho ascenso. Decisiones como no tener más de dos hijos, sin duda han contribuido a este "progreso". Sin embargo, la alta tasa de desempleo juvenil y la informalidad deja ver que hay un gran potencial que se desperdicia. A futuro esto podría poner en riesgo la frase "la clase C llegó para quedarse". Ojo que, por ejemplo, la dependencia senil está aumentando al igual que los egresos que genera.

    2) pregunta tipo Angelino: ¿no es como muy amplio el margen $2millones a $8 millones? podría decirnos los valores de las otras clases por favor y sus criterios. Gracias.

    3) Con todo, pareciera que la columna privilegia un progreso material vía ingresos más que por reducción de precios. Me explico: en el caso de los aeropuertos congestionados creo que se explica más por la reducción en el precio de los tiquetes que por un enriquecimiento de una parte de nuestra sociedad. Muchas personas clase D que antes viajaban en Bolivariano ahora montan en Aires pese a no experimentar una sustancial mejoría económica.

    Lo mismo ocurre con muchos otros bienes. (el celular, las motos, por ejemplo)

    Es decir, si hay reducción de precios el ingreso real aumenta, pero me parece importante advertir el canal por el que ocurre.

    Cordial saludo.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 5:48 pm

    Otra cosita: tengo una amiga clase C que tenía a los dos hijos en un colegio privado pagándoles pensión de $600.000 a cada uno. Este año ella decidió pasarlos a un colegio oficial cerca al barrio. No paga matrícula ni transporte. Ella dice que con esa plata los va a llevar a Orlando a conocer a Tribilín.

    Harold Londoño.

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 6:35 pm

    Maldoror: el deseo de ascenso social y el arribismo no son idénticos. Pero tienen mucho en común. El “arribismo” podría definirse como el deseo explícito de ser o parecerse a los de arriba. Toca reconocer, creo, que las críticas al arribismo se hacen muchas veces desde el clasismo.

  • Alejandro Gaviria
    12 febrero, 2012 at 6:35 pm

    “Much of what is today called "social criticism" consists of members of the upper classes denouncing the tastes of the lower classes (bawdy entertainment, fast food, plentiful consumer goods) while considering themselves egalitarians.”

    ― Steven Pinker, The Blank Slate: The Modern Denial of Human Nature

  • Alberto
    12 febrero, 2012 at 6:45 pm

    "Por literatura entiendo, te darás cuenta, todo lo hablable y lo pensable"

    Rayuela, Capítulo 99.

  • Maldoror
    12 febrero, 2012 at 7:13 pm

    Alejandro:

    Pero yo si creo que ud está confundiendo los términos. Yo creo que una mejor refutación de la afirmación de Carlos Gaviria sería decir que la mayor parte de la clase media busca el asenso social pero no a cualquier precio.

    Por otra parte, he estado pensando en lo siguiente: los que como ud, Javier o Pinker desechan cualquier crítica de los gustos o tendencias populares como un esnobismo y clasismo disfrazados de "crítica social", son muy parecido a esos antropólogos que desechan toda crítica a las sociedades no occidentales como una imposición etnocentrista, imperialista o colonialista.

  • Carlos Méndez
    12 febrero, 2012 at 7:26 pm

    Alejandro: parte del movimiento anti-carro en Bogota siempre me ha parecido que tiene que ver con "anti-arribismo"

    He escuchado a mas de un bogotano acomodado quejandose "que a toda esta indiada se le dió a ahora por comprar carro y por eso hay tanto trancón"

    Muchos de los grandes críticos del uso del carro y abanderados del pico y placa son ricachones que ni siquiera manejan sus carros directamente.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 8:08 pm

    Me parece mas entretenida la condescendencia solapada de Javier y Alejandro, que el esnobismo de la clase B.

  • Andres Avila
    12 febrero, 2012 at 8:08 pm

    Tengo una pregunta sr. Gaviria, usted enuncia seis clases según el mercadeo: "… con letras mayusculas:A, B, C, D Y E"

    ¿Se le olvido la F? ¿O es papaya para darle por excluyente?

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 8:17 pm

    También me parece entretenida esta obsesión con los motivos de los otros al respaldar o rechazar medidas públicas, cuando el debate deberían ser las medidas mismas. El fastidio de la clase alta por el incremento en el consumismo de la clase media es irrelevante cuando este genera problemas reales. Bah.

  • charlie
    12 febrero, 2012 at 8:23 pm

    Si el asenso social fuera por cualidades y méritos, buenísimo.
    Pero si es por capacidad de gasto y ostentación es fatal para la sociedad y para su economía.
    La puja acelerada en el gasto ( y es el caso de la clase C ) sube los precios en tal forma que deja a la mayoría de la población con su capacidad de compra reducida. Y esa es una de las causas de la Crisis.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 9:48 pm

    Los ricos no pueden pressuumir de igualitaristas. Se pregunta el filósofo G. A. Cohen: ¿Si eres igualitarista como es que eres tan rico?. No se trata simplemente de denuncias de las clases altas sobre las populares, aunque, en efecto, el analisis es de clase. Las dos clases realmente auténticas son la clase popular que no disimula sus gustos (comida abundante y grasosa, música de carrilera, guasca y vallenato, ropa muy colorida, hablar fuerte y pocos complejos). En suma una clase que se muestra tal cual es. Igual la clase alta (gustos refinados, mejor champán que whisky y mucho más que vino, música clásica, ropas had hoc, etc. Claro que como decían en el siglo XIX en Bogotá, también hay "gente bien de tierra caliente"). La clase media carece de autenticidad porque cree que su identidad es la de la clase alta. La clase media de profesionales conforma un nuevo proletariado que trabaja manipulando símbolos, General Intellect, que diría Marx, mejor paga pero cubierta de heridas morales fruto del sufrimiento de toda clase de pequeñas y grandes humillaciones.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 9:59 pm

    La clase media tiene una fe fetichizada en la educación. Cuando cree que ha tocado el cielo con las manos al obtener un doctorado en Los Andes, llega un tipo de Yale con PhD y le quita el puesto. La gente debe desprenderse de la falsa ilusión de que la educación disminuye la desigualdad social porque la educación actual reproduce esa desigualdad.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 10:12 pm

    Aunque William Faulkner decía que: "Hay gente que vende su alma por un automóvil", el movimiento anticarro en Bogotá tambien se nutre de un sector de clase media muy resentido, que al no poder acceder a un vehículo, convierte su carencia en causa justa. Es eso que llaman hacer de la necesidad virtud.

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 10:44 pm

    Hace falta explorar la dimensión social del arribismo. Es muy fácil llamar irresponsables a los que compran carro al debe, casa al debe cuando a uno nunca le ha faltado ni el carro ni la casa. ¿Cómo puede uno criticarle a alguien endeudarse, si el éxito y la felicidad en la vida de ellos es tener algo (carro, casa y educación para los niños) que yo siempre he tenido?

    Teoría de juegos: Si todos viven al debe y las consencuencias son globales ¿Qúe debo hacer?

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 10:52 pm

    Yo se que me salgo del tema pero me gustaría saber que piensan acerca de esto

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 10:52 pm

    Yo se que me salgo del tema pero me gustaría saber que piensan acerca de esto
    http://www.elmundo.com/portal/noticias/antioquia/disturbios_en_la_universidad_de_antioquia.php

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 10:53 pm

    Yo se que me salgo del tema pero me gustaría saber que piensan acerca de esto

    http://ww.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20120210/pags/20120210120832.html

  • Anónimo
    12 febrero, 2012 at 11:20 pm

    Otra vez, qué pena: no hay cama pa tanta gente en esta Tierrita que tenemos. No es envidia, ni caridá, ni ganitas que me dan; el potencial consumista chino asusta, para no mencionar el indio, el brasileño y otros candidatos a fortalecer las huestes de la clase C del profe Gaviria. El patrón lo fijaron los gringos ya hace tiempo, y los pobrecitos se gastaron y se comieron todo. Ahora están pagando. El sueño americano no alcanzó ni pa los americanos. ¡A la conquista planetaria!

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 12:18 am

    Por fin….nos damos cuenta de la creciente clase media. El ejemplo más patético de esto es que mientras la gente sueña con comprar su carro…los politicos quieren desestimular el uso de vehiculo particular… todo para no hacer vias !!!

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 12:23 am

    Pagando los gringos?
    Allá el desempleo no sube al 9% y es la peor crisis económica desde los 30. Aquí bajo del 10% y sale el gobierno a celebrar.
    Esa es la crisis de capitalismo.

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 12:25 am

    Además, según leo en las noticias el desempleo gringo ya está bajando.

  • Alejandro Gaviria
    13 febrero, 2012 at 12:57 am

    Muy buenos cometarios.

    Harold: el rango es grande sin duda. Usamos una definición del Banco Mundial, pero los resultados serán similares si se usan definiciones alternativas, de 2m a 5m o de 4m a 8m, por ejemplo.

    Maldoror: muy bueno el punto de los antropólogos. Usted tiene razón. Parcialmente al menos. Confieso un sesgo (economicista, digamos): no me gusta la crítica social que sugiere, en últimas, que el mundo sería una maravilla si todos adoptáramos los valores y costumbres de los profesores de sociología.

    Andrés Avila: la clase C es usualmente dividida en dos categorías C1 y C2. Ver aquí. Puede haber explicado en la columna. Se me pasó sinceramente.

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 1:03 am

    Me da susto mirar: qué tal que yo sea de la C perrata….

  • Alejandro Gaviria
    13 febrero, 2012 at 1:03 am

    Anónimo 17:53: aquí hay una explicación que leí alguna vez. No hay que tomársela muy en serio: Why Liberals Are More Intelligent Than Conservatives.

  • Alejandro Gaviria
    13 febrero, 2012 at 1:49 am

    Ventas de carros en Colombia.

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 2:40 am

    Alfred Marshall decía: «Si yo tuviera que vivir mi vida nuevamente, la dedicaría a la psicología. La economía tiene demasiado poco que ver con los ideales. Si hablé mucho acerca de éstos no debieran leerme los hombres de negocios». No recuerdo si Pigou recomendaba a los economistas apoyarse en la sicología.

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 4:56 am

    Yo creo que hubo un incremento de parasitos del estado, que están reservados en el estrato 6, y se enumeran los siguientes:
    -sindicalistas pensionados de ecopetrol .
    -profesores de universidades públicas.
    -militares en retiro.
    -hijos de militares en curso de sillón.
    -los cafres y delfines políticos.
    -aquellos criminales que viven en casas carceles.

    Con esa eforma tributaria (con nombre de mujer), servirá para llenarle la barriga a los anteriores esperpentos. je!

  • Lanark
    13 febrero, 2012 at 11:36 am

    No conozco muy bien cómo se definen esas clases, pero sospecho que no coincide completamente con mi idea de lo que son las clases sociales (una idea que no viene de leer teóricos sino de charlar mucho con gente que sí los lee). En twitter expliqué esa idea en tres trinos, junto con el asunto del conflicto social:

    1) Una clase está encima de otra cuando la actividad económica de la gente en la 1a depende de decidir qué hacen los que están en la 2a.

    2) Conflicto horizontal: dentro de la misma clase (ejemplo: barras bravas, racismo, homofobia) Conflicto vertical: entre clases (protesta, arribismo)

    3) Para la izquierda, los conflictos verticales son naturales, inherentes al capitalismo mintras que los conflictos horizontales son artificiales, creados a propósito para mantener las cosas funcionando. Para la derecha es al revés: los conflictos verticales son artificiales, creados por revoltosos irresponsables, mintras que los conflictos horizontales son naturales, derivados de la condición humana.

    Un crecimiento de la clase C debería significar que hay mucha gente que comenzó a ser más autónoma, que tiene menos gente arriba decidiendo qué opciones les van a dar. Es una cuestión de percepción si alguien que se las ve negras cada mes para sostener un nivel de vida presuntuoso tiene mucha autonomía o libertad para actuar. Es claro, por otro lado, que todo esto dispara a los financistas hacia arriba en la escala social, porque ellos terminan decidiendo quién puede hacer qué (via manejo del crédito)

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 3:14 pm

    Profesor Gaviria, más sobre el tema del anónimo 17:53:

    «Liberals and Atheists Smarter?»
    http://www.sciencedaily.com/releases/2010/02/100224132655.htm

    Kanazawa, Satoshi. 2010. “Why Liberals and Atheists Are More Intelligent.” Social Psychology Quarterly. 73:33-57.

    http://personal.lse.ac.uk/Kanazawa/pdfs/SPQ2010.pdf
    http://personal.lse.ac.uk/Kanazawa/

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 3:27 pm

    Question: Are liberals more intelligent than conservatives?

    Satoshi Kanazawa: That is the conclusion of my latest study because being liberal is evolutionarily novel. In a sense, humans are designed to be conservative and it’s unnatural for humans to be liberal, being concerned about the welfare of millions of genetically unrelated other people. So more intelligent people are more likely to acquire unnatural preferences and values and being a liberal is one of them and as a result more intelligent people tend to be more liberal than less intelligent people.

    http://bigthink.com/ideas/19483

  • Alejandro Gaviria
    13 febrero, 2012 at 4:22 pm

    Anónimo 10:14: gracias, pero algunos enlaces no funcionan.

  • Miguel Angel
    13 febrero, 2012 at 4:41 pm

    Cuando los mercados desarrollados se saturan y la producción de bienes por cuenta de la tecnología se abarata, los diferenciales entre productos y clases vienen asociados ya no a un objeto que representa un nivel socioeconómico sino a una idea de estatus que está asociada directamente con los valores de los individuos.

    Tomemos como ejemplo el cine, en los 50's las películas de Hollywood se esforzaban por mostrar la vida de los ricos, grandes casas, tierras, autos, aviones, caballos, muebles, etc, etc.., la clase social se asociaba al dinero y el nivel de consumo de bienes que marcaba el nivel de las personas.

    Si uno ve una película hoy en día, verá como las marcas han ingresado dentro de los estilos de vida de los consumidores, el foco no es el consumo por estrato social, el punto es el consumo por estilo de vida; no hay más que mirar la presencia de marcas de lujo en las películas para ver como lo que interesa es que las personas adopten las marcas a su estilo de vida, y así, sin importar o no si tienen el dinero suficiente según su nivel económico, puedan consumir los productos de la marca.

    Se ha democratizado el consumo, así es, y es bueno en la medida en que las personas pueden consumir productos a unos precios más accesibles (en algunos casos) y las marcas no se asocian ahora a un estrato socioeconómico sino a un estilo de vida. Para los más conservadores esto estará mal debido a que pretenden continuar con el modelo de diferenciación basado en el acceso y consumo de bienes.

    Finalmente las preguntas van en la línea de salir de un modelo de consumo colectivo con estructuras piramidales para diferenciar a la personas y entrar un capitalismo mucho más individual en que importa menos encajar en la pirámide y más satisfacer necesidades individuales.

    Más que el capitalismo de las clases medias es la llegada del capitalismo individual en donde todo es consumo, gústenos o no, si no lo cree no más cuente cuántos de sus amigos quieren o tienen un iphone.

  • Diego M
    13 febrero, 2012 at 4:45 pm

    Muy buena columna. La clase media tiende a ser el motor de casi cualquier economía si se tiene en cuenta su tamaño, y el poder de compra que tiene. Y no es de extrañarse que se haya pasado a una sociedad de consumo con los grandes avances de la globalización, que han ocurrido a la par de grandes influencias ocasionadas por la publicidad.
    Bueno, la clase media es en su conjunto, una gran consumidora; quizás hasta el punto de tener bienes que antes solamente, tenían las personas más pudientes, lo cual explica que la definición de pobreza depende del contexto geográfico e histórico en que se mire. Aunque la clase media, sea una gran consumidora, y los pobres tengan más bienes que en el pasado, aún hay un gran de desigualdad en la renta, y más en Colombia ya que somos el tercer país más desigual del mundo.
    Un gran problema de la economía mundial, es la mala distribución en la renta, o mejor dicho, la inercia de tal distribución , y pienso los gobiernos, o más específicamente, los macroeconomistas sociales, deben en trabajar en cambiar eso. No pienso en una sociedad socialista (sería horrible para el progreso), solamente me gustaría que el mínimo vital fuera una realidad, y no una promesa; no se trata de quitarles a los ricos, en fin, significa buscar algo de equidad.
    Alejandro, me salí algo del tema para pasar a algo totalmente visible, y más, en la sociedad colombiana. Yo fui a quien usted quedó de prestarle un libro; doy gracias por todo, a la vez que pido perdón si me he mostrado intenso, y en últimas, usted decide esto, por lo cual, le pido que se tome su tiempo.

  • Anónimo
    13 febrero, 2012 at 10:13 pm

    Me pregunto si sería posible para los economistas prever qué podría pasar con una aumento cada vez mayor de la clase C en el mundo, considerando tres factores: 1)sus patrones de consumo "típicos", 2) el hecho de que la base de recursos naturales es limitada y va en franco deterioro, y 3) la contribución potencial de la innovación tecnológica al alivio de la presión del consumo sobre 2).

  • ala de mosca
    14 febrero, 2012 at 4:16 am

    Profesor Gaviria : mi religion me prohibe hablar sobre la clase media. Saludos.

    ( Aqui donde yo trabajo solo hay dinero y mujeres )

  • Alejandro Gaviria
    14 febrero, 2012 at 1:24 pm

    Ala de mosca: bendito tu eres…

  • ala de mosca
    14 febrero, 2012 at 2:00 pm

    Profesor Gaviria : las mujeres llegan en lujosos autos usados y estan bien entrenadas idelogicamente.Son ambiciosas y poseen un coraje de secta. No se que opine la sagrada clase media pero en verdad en verdad os digo que hacen mas facil el viaje.

  • Anónimo
    14 febrero, 2012 at 2:31 pm

    Aunque el tema de los casinos es mucho mas entretenido (mujeres y plata), y sin salirnos necesariamente del topico de las apuestas, valdria la pena abordar el asunto planteado por el anonimo de las 17:13. Como puede uno cuestionar el derecho de los paises en desarrollo a seguir avanzando, o de las clases medias a mejorar sus condiciones materiales de vida? Inicuo! Los chinos lo pelearon durisimo en el protocolo de Kioto, ya extinto, y ganaron. No tuvieron que someterse a los limites de emisiones de carbono y otros gases porque reivindicaron su derecho al desarrollo. Y sin embargo nadie cuestiona de que esta hecho ese progreso material y lo que ello implica en el largo plazo, cuando nosotros estaremos muertos pero otros apenas comenzaran el trayecto. El dia en que todos los procesos productivos internalicen los costos ambientales de sus actividades y se los pasen a los consumidores, seguramente nos veremos obligados a cuestionar seriamente en que consiste el "progreso". O no, doctor Gaviria.
    [Disculpas por la falta de tildes y demas]

  • panÓptiko
    14 febrero, 2012 at 3:24 pm

    Entiendo y estoy de acuerdo con la columna, que trata más que nada sobre la tiranía de la clase B, como dice Javier. Es en casi todo sentido magnífico que la clase C surja y prospere. Sin embargo, me parce que valdría la pena pensar un poco más en como esta clase se expresa y pone sus condiciones.

    Dándole una oportunidad a CG, podría interpretarse su comentario como que el ideal de C es comportarse como B. Supongo que esto es algo a lo que todos consideraran negativo, porque es el problema mismo detrás de la columna.

    Pero entonces ¿qué le queda a la clase C hacer? La misma metáfora de pirámide combinada con la idea de movilidad social sugiere que ha de aspirar a ser como el de arriba ¿no? Creo que la mentalidad de país en desarrollo apunta en el mismo sentido. Tal vez la imagen del rombo (diamante) sea mejor ideal, como una distribución normal de la que las puntas son "desviaciones".

    Lo que me gustaría pensarme dos veces es eso de que las telenovelas son las que muestran los contornos de los nuevos espacios de la clase C. ¿Son ellos los sociólogos de nuestra época?

    Puede ser.

    Saludos trasnochados.

  • Anónimo
    14 febrero, 2012 at 9:21 pm

    En este enlace se puede ver una clara radiografía de las afugias de las clases, desde la C para abajo.

    http://www.semana.com/nacion/debate-sobre-desigualdad/171887-3.aspx

  • Anónimo
    14 febrero, 2012 at 10:32 pm

    Profesor Gaviria, acerca de otro tema:

    ¿Qué piensa de esta explicación de las diferencias entre economistas de izquierda (o que se inclinan a la izquierda) y de derecha (o que se inclinan a la derecha) que da cuenta de que la economía es una disciplina científica (y no una ideología)?

    http://www.knowingandmaking.com/2010/01/left-right-and-wrong-economists.html

    Y que es consistente, a mi juicio, con el hecho de que las categorías "izquierda" y "derecha" se quedan cortas para dar cuenta de la complejidad de la realidad política:

    http://www.politicalcompass.org/

    http://www.scribd.com/doc/78487052/Ken-Binmore-on-whiggery-the-left-and-the-right (especialmente pp. 12-18)

  • Anónimo
    14 febrero, 2012 at 10:58 pm

    Porqué no le ponen recompensa a la captura de Luis Carlos Restrepo?

  • Alejandro Gaviria
    15 febrero, 2012 at 2:31 am

    La idea de progreso (o la asociación entre consumo y bienestar) no es un invento. Tampoco un discurso de los economistas. Es, más bien, una observación empírica, un hecho del mundo, una especie de human universal. Yo entiendo las preocupaciones de los ambientalistas. Entiendo, por ejemplo, que la generalización de los niveles de consumo de los Estados Unidos simplemente no es compatible con la sostenibilidad ambiental del planeta. Pero el asunto es complicado. ¿Cómo vamos a decirle a quien quiere comprar un carro por primera vez que llegó tarde, que ya no se puede, que tenemos que pensar en nuestros nietos y tataranietos? Ni idea.

    Considero, de otro lado, que con el aumento del ingreso viene también la conciencia ambiental. Además, el cambio técnico ha demostrado ser más poderoso que los problemas previstos por los pesimistas de ahora y siempre. El ser humano no tiene muchos frenos, pero compensa sus desafueros con su ingenio.

  • Alejandro Gaviria
    15 febrero, 2012 at 2:35 am

    Este gráfico, que le mostré recientemente a mis estudiantes, es interesante (creo) para entender las diferencias y debates ideológicos en economía.

  • genyus
    15 febrero, 2012 at 4:38 am

    Será sensacionalismo de la prensa? Esto es el bienestar de una nación?

  • Alejandro Gaviria
    15 febrero, 2012 at 12:11 pm

    El estilo paranoide.

  • Anónimo
    15 febrero, 2012 at 12:48 pm

    Estoy plenamente de acuerdo con usted en que la asociacion entre consumo y bienestar no es un invento de los economistas. Se puede ver y comprobar.

    Estoy de acuerdo con usted en que uno no le puede decir a alguien que no se compre un carro porque llego un poco tarde a la reparticion del pastel. Es mas, tampoco creo que le pueda decir que no compre dos carros o tres o cuatro, si tiene con que o cree que tiene con que al adquirir deuda.

    Tambien dudo seriamente de la efectividad de los discursos y campanias de los ambientalistas en su infinita superioridad moral.

    Y aunque el ingenio y creatividad humanos son siempre motivo de esperanza y admiracion, la preocupacion surge cuando esa creatividad e ingenio no parecen marchar al mismo ritmo de la capacidad destructiva de esos mismos seres humanos, cuya evidencia tambien es fehaciente y no parece ser un invento de los ambientalistas. Mejor dicho, no hay que ser ambientalista para verificarla.

    La historia de la civilizacion maya es ejemplarizante en dos sentidos: el primero es el cuento ese de los ambientalistas de que los indigenas viven en armonia con el medio ambiente y lo protegen. Si asi fuera, la historia de esa asombrosa civilizacion con ciudades enormes y amplisimamente pobladas no seria la que conocemos hoy: la de su desaparicion casi subita y completa, muy probablemente como producto de prolongadas sequias, hambrunas y consecuentes guerras por recursos, probablemente porque el ritmo del ingenio humano se quedo rezagado frente a la magnitud de la destruccion de los recursos de los cuales dependian.

    Por todo lo anterior es que mi propuesta es que se deje hablar a los precios (solucion de mercado, fijese usted), pero para que los precios hablen en serio la contabilidad de costos tiene que se completa. De modo que como economista, le queda un poco maluco decir que usted no tiene "ni idea" de como se puede abordar el asunto del deterioro acelerado del capital de la empresa. Me parece.

  • Anónimo
    15 febrero, 2012 at 1:03 pm

    Interesante debate. Cuando los equilibrios se rompen puede no haber tiempo ni para hacer tortilla.

  • Anónimo
    15 febrero, 2012 at 2:11 pm

    La prosperidad consiste en nuestra capacidad de ser felices como seres humanos, dentro de los límites ecológicos de un planeta finito.

  • Anónimo
    15 febrero, 2012 at 2:19 pm

    La continua búsqueda del crecimiento económico pone en peligro los ecosistemas de los que dependemos para una supervivencia a largo plazo.

  • T.S. ENGLISH
    15 febrero, 2012 at 9:39 pm

    Espero que estas palabras las lea el empleado de casino Anonimo ala de mosca :

    HAVANA MOB. " Sabe menear el culo,pero no sabe cantar una puta nota " Meyer Lansky refiriendose a Ginger Rogers,noche de estreno en la Copa-Room,La Habana,1957. ( Nocturno de la Habana : como la mafia se hizo con Cuba y la acabo perdiendo en la Revolucion )

  • T.S. ENGLISH
    15 febrero, 2012 at 9:44 pm

    Actualmente vive en New York. Acostumbra a tomar dos o tres cervezas en el Wakamba Cocktail Lounge.En la pagina 260 tiene una frase memorable : 'con el tiempo la CIA reemplazaria a la Mafia como enemigo espritual de la Revolucion.

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 12:43 am

    Mancuso confiesa que las autodefensas querían ser un 'Estado de facto'…En eso coinciden hoy día Uribe y su Goebbels José Obdulio al enviar (vía usb y no por telepatía) a Ternurita el décalogo del nuevo estado de facto , para que este lo firmara y devolviera a sus autores originales.

    http://www.eltiempo.com/justicia/mancuso-niega-relaciones-con-ario-salomon-nader_11142223-4

  • ala de mosca
    16 febrero, 2012 at 2:00 am

    Amigo T.S.English : Usted tenga en cuenta que mi informacion genetica dicta una vida intensa porque breve.Saludos.

  • genyus
    16 febrero, 2012 at 12:43 pm

    Hay naciones que aparentar vivir en diferentes clases:-A,B,C,D-

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 4:27 pm

    ¿Puede alguien creer en la clásica definición de los economistas, según la cual su disciplina es la ciencia de la distribución de los recursos escasos en esta orgía de consumo conspicuo?
    Mejor la definición del exceso: Como observa Raymond Williams, en uno de sus primeros usos, el término “consumir” significaba “destruir, gastar, dilapidar, agotar”. En ese sentido, el consumo como dilapidación, exceso y gasto representa una presencia paradójica junto al acento productivista de las sociedades capitalistas y del socialismo de estado, presencia que debe ser controlada y canalizada de alguna manera. Desde esta perspectiva, deberíamos prestar atención a la persistencia, los desplazamientos y la transformación de la noción de la cultura como ruina, dilapidación y exceso. De acuerdo con la noción de economía general de Bataille, la producción económica no debería estar vinculada con la escasez, sino con el exceso. En sustancia, la meta de la producción pasa a ser la destrucción, y el problema clave es que hacer con la part maudite, la parte maldita, el exceso de energía traducido en un exceso de productos y de bienes, un proceso de crecimiento que alcanza sus límites en la entropía y la anomia. Para controlar con eficacia el crecimiento y manejar el excedente, la única solución es destruir o dilapidar ese exceso en la forma de juegos, religión, arte, guerras, muerte. Lo cual se efectúa mediante regalos, potlacht, torneos de consumo, carnavales y consumo ostentoso. De acuerdo con Bataille, las sociedades capitalistas intentan canalizar la parte maldita hacia un crecimiento o económico pleno, la producción de crecimiento sin fin. El capitalismo también produce imágenes y lugares de consumo que respaldan los placeres del exceso.

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 6:24 pm

    Aparecieron los miserabilistas nuevamente por aqui. Ese discurso, ese relato frances esta cargado de tanta bilis, que prefiero tomarme(destruir)un trago de whisky y pensar en la entropía de una borrachera.

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 6:59 pm

    No es miserabilismo sino celebración dionisiaca de la vida. La otra parte de la ética del ahorro y la frugalidad que es la del goce. Lo que usted hace bebiendo whisky si realmente lo disfruta, porque bien puede estar "llevado" y más bien beber para resistir mejor la dura existencia. Si disfruta su whisky, chévere. A propósito ¿Qué marca?.

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 7:14 pm

    El debate sobre la lógica del capitalismo vale la pena. Veamos: En un pueblo de Estados Unidos y en otro de la costa colombiana, existen sendos bombillos que han permenecido encendidos desde hace muchos años y nunca se han apagado, es decir tienden a la perfección. Empresario que fabrique este tipo de bien quebrará indefectiblemente, luego la obsolescencia planificada no necesariamente es destrucción creadora sino mera destrucción.

  • Alejandro Gaviria
    16 febrero, 2012 at 7:42 pm

    En el capitalismo, la creación y la destrucción no son antagónicas, son parte del mismo proceso. No sólo lo dijo Schumpeter, también lo señaló Marx: “la burguesía no puede existir sin estar revolucionando constantemente los instrumentos de producción”.

    El capitalismo es un acelerador históricos y, salvo unos cuantos reaccionarios, nadie quiere volver al pasado.

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 10:43 pm

    Acelerador histórico que según dicen algunos la dinámica natural del modelo capitalista no propone ninguna vía fácil hacia un estadio estacionario y le empuja hacia la expansión o el colapso.

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 10:47 pm

    De pronto este sistema basado en el crédito y la deuda y con la obsesión de buscar el crecimiento, lo que hemos conseguido es minar el crecimiento y la sostenibilidad del sistema. El sistema es insostenible desde el punto de vista ecológico e inestable desde el financiero. Quien sabe, de pronto.

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 10:56 pm

    Para los que odian a los ecologistas. La ecología política empezó en la geografía, en la antropología y, sobre todo, en el sur del planeta. El libro que fundó la ecología política es de Blaikie y Brookfield, se llama Degradación de los suelos y plantea que cuando hay erosión se pierden los suelos, y que esto no se debe tanto a la sobrepoblación sino con mucha frecuencia a un exceso de producción para la exportación o para otros mercados. O sea que los culpables de la erosión no eran tanto campesinos pobres sino mas bien el sistema exterior de producción para exportar. [Blaikie y Brookfield] plantean que no hay presión de la población sobre los recursos sino presión de la producción sobre los recursos.

  • Anónimo
    16 febrero, 2012 at 11:22 pm

    Alejandro:

    Porque el Gobierno insiste en pedir investigación por demoras en publicación de la Reforma Tributaria?

    Como es ese "meneo"?

  • Daniel
    17 febrero, 2012 at 12:00 am

    Alejandro, los liberales viven sacando una propaganda que dice que la ley de Primer Empleo a creado un millón de empleos, ¿es posible comprobar que efectivamente fue la ley de Primer Empleo la que creo ese millón de empleos?

    Un saludo.

  • Anónimo
    17 febrero, 2012 at 12:05 am

    De acuerdo con Alejandro, la dinámica del capitalismo es una unidad dialéctica hegeliano-marxista de destruccción creadora schumpeteriana. Por otra parte, se atribuye la fundación de la ecología a Haeckel, aunque el mismo Marx en El Capital plantea: "Por tanto, la producción capitalista sólo sabe desarrollar la técnica y la combinación del proceso social de producción socavando al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el hombre". Escrito en 1867 este debió ser el primer manifiesto ecológico.

  • Alejandro Gaviria
    17 febrero, 2012 at 4:35 am

    Anónimo 18:22: si el ministro hizo la denuncia, tendrá que llevarla hasta las últimas consecuencias. Muchos empresarios están anunciando demandas. Uno de ellos dijo ayer “que el ministro los enlodó a todos para salvar la reforma”. La cosa va para largo.

    Daniel: no, no es posible. Esa publicidad es demagogia. Yo iría incluso más lejos: es mentirosa: ni siquiera se han generado un millón de empleos formales desde la probación de la ley. Saludos.

  • Anónimo
    17 febrero, 2012 at 11:49 am

    Con ese duro llamado al orden que le hicieron al ministro Echeverry, que corrió a enmendar la plana, especialmente por el presidente de la ANDI, uno está tentado a afirmar como cierto sospechoso del siglo XIX que el Estado es la junta de administración de los negocios de la burguesía.

  • Anónimo
    17 febrero, 2012 at 3:36 pm

    Para iluminar todo este debate recomiendo el libro de Charles Mann titulado 1493 (no confündir con 1491 del mismo autor, tambien fascinate e igualmente util). Mann define el descubrimiento de America como el primer impulso masivo hacia la globalizacion via comercio, intercambio, pirateria y demas,y en estos dos libros insuperables mira al mundo como era antes y despues del descubrimiento, o lo que ahora el demomina el"Columbian exchange". La conclusion general es que muy poco se puede hacer frente a la dinamica de la actividad humana en sus dos variantes, proactiva (los que asumen riesgos y se lanzan a multiples aventuras creativas) y retractiva (los que le temen al cambio y tienden a la proteccion de lo que hay). Otra es que el gran factor determinante del desarrollo de la humanidad es la serendipia, lo fortuito.
    A proposito de los extremos climaticos que nos trasnochan actualmente, cuenta Mann que hubo un corta edad de hielo en el mundo con posterioridad al descubrimiento de America, cuya causa se atribuye a la mortandad de indigenas en las Americas como producto de las enfermedades, enfrentamientos y demas. Resulta que con la desaparicion de amplia poblaciones nativas, no habia quien manejara los bosques a punta de quemas y otros tipos de incendios controlados como lo habian venido haciendo tradicionalmente. La falta de liberacion de carbono hacia la atmosfera hizo que las temperatiras bajaran de manera drastica y se produjo esa corta edad de hielo con sus consecuencias de hambruna y miseria por toda Europa y el resto del mundo. Y bueh ….

  • Alejandro Gaviria
    17 febrero, 2012 at 3:46 pm

    Muy intersante. Leí 1491 hace unos años. No sabía de este otro. Saludos y gracias por la recomendación.

  • Harold H. Londoño
    17 febrero, 2012 at 4:19 pm

    Eso de ser pobre en Colombia, como van las cosas, no es tan mal negocio, veamos el caso de Bogotá: gratuidad en educación y alta cobertura en salud con sisben, desayunos y alimentación gratis y, ahora, el agua en un pequeño porcentaje también es gratis.

    Una persona podrá vivir en estrato 2 (clase D o E), pero con todos estos subsidios seguramente su calidad de vida es de C.

    Pregunto. Si esto no es socialismo ¿entonces qué es?

  • Maldoror
    17 febrero, 2012 at 4:32 pm

    Harold:

    Eso suena un poco como si en Colombia tuviéramos un estado de bienestar al estilo nórdico o europeo…difícil de creer cuando uno sale a la calle en las ciudades o anda por el campo.

  • Oscarc
    17 febrero, 2012 at 9:28 pm

    Daniel:
    El empleo no se crea con subsidios sino con productividad.

  • Anónimo
    17 febrero, 2012 at 11:01 pm

    I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched c-beams glitter in the dark near the Tanhauser Gate. Como la solución espacial del capitalismo se está agotando en este planeta, queda la de Blade Runner, hay colombianos comprando pasajes para viajes espaciales, pero tambien la solución temporal, colonizar el tiempo comprando o vendiendo futuros en bolsa. O la ingeniería financiera de Fischer Black, capital ficticio diría Marx, que sería el fin del modelo.Nadie sabe quien ocupara en el futuro el estuche vacío, y si al término de esta extraordinaria
    evolución surgirán profetas nuevos y se asistirá a un pujante renacimiento de antiguas ideas e
    ideales; o si, por el contrario, lo envolverá todo una ola de petrificación mecanizada y una
    convulsa lucha de todos contra todos. En todo caso, los “últimos hombres” de esta fase de la civilización podrán aplicarse esta frase: “especialistas sin espíritu, gozadores sin corazón: estas nulidades se imaginan haber ascendido a una nueva fase de la humanidad jamás alcanzada
    anteriormente. (Max Weber)

  • JuanDavidVelez
    18 febrero, 2012 at 12:55 pm

    Alejandro, ayer estuve conversando con un viejo amigo de la universidad, el man me decía que el sistema economico colombiano es el narcotraficismo, yo le dije que no, que estaba equivocado. el man me habló obviamente también de la cultura mafiosa, y que él calcula que la economía colombiana en un 70% es plata del narcotrafico.

    El man me decía "yo he visto crecer unos negocios que uno dice "no, esto tiene que ser narcotrafico"". De esa forma él también estaba justificando que sus negocios hasta ahora no han salido bien "no hay como". Yo no creo, yo he visto crecer negocios "espectacularmente" sin relación muy alta con el narcotrafico ni nada, el man me decía "sí, pero la plata en la que crecen esos negocios honestos viene de una represa de plata que es el narcotrafico".

    En fin, ni él ni yo sabemos. Seguramente el narcotraficismo es mayor a lo que yo creo y menor a lo que él cree.

    Toda esta carreta para ver Alejandro si me puede decir el nombre del libro donde hablan de eso, que entiendo es un estudio de la universidad de Los Andes.

    Yo apuesto que el narcotraficismo es mayor a lo que piensa Alejandro también, no creo que haya que ser phd para uno apostar.