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Parálisis

Esta semana, los medios de comunicación informaron sobre varios nuevos escándalos de corrupción, revelaron nuevas listas de políticos bajo sospecha, de posibles defraudadores del Estado. La Fiscalía llamó a interrogatorio a 17 concejales bogotanos con el fin de investigar su supuesta participación en el llamado carrusel de la contratación. Al mismo tiempo la Procuraduría y la misma Fiscalía abrieron indagación preliminar en contra de 267 gobernadores, alcaldes y funcionarios de provincia por un supuesto mal manejo de los recursos destinados a la reparación de los daños y la indemnización de las víctimas del invierno. En Colombia, la celebración indebida de contratos ya no parece la excepción, sino la regla. Un contrato libre de sospecha es casi un milagro.

Los directores de los organismos de control han convertido la lucha anticorrupción en una cruzada. El Procurador investiga a los políticos que hacen política (las leyes se lo permiten). La Contralora prohibió las vigencias futuras, un recurso presupuestal indispensable para la ejecución de obras que tardan más de un año. La Fiscal parece más preocupada por los titulares que por la justicia. Incluso el mismo gobierno ha convertido las denuncias en un espectáculo. Muchos ministros no hacen, denuncian. Parecen interventores, no ejecutivos. El mundo al revés.

Las consecuencias han sido infortunadas. El Estado colombiano se ha tornado más ineficiente. La ejecución está rezagada, paralizada en algunos casos. En el sector agropecuario, por ejemplo, está 30 puntos por debajo de los máximos históricos (un desastre); en el Ministerio del Interior, el porcentaje es parecido. El llamado Fondo de Adaptación no ha ejecutado un solo peso. El invierno arrecia nuevamente y las obras brillan por su ausencia: hay denuncias, investigaciones, escándalos y poco más. El mismo gobierno que no ha sido capaz de contratar algunas obras menores, pretende, durante los próximos años, crear la institucionalidad necesaria para restituir millones de hectáreas y reconstruir medio país. El divorcio entre las ambiciones y los resultados es evidente. En general, cada vez pedimos más Estado y cada vez confiamos menos en sus representantes.

En medio de este panorama, el tratamiento oportunista de la corrupción es preocupante. Los medios de comunicación deberían hacerle un seguimiento detallado a algunos de los escándalos previos: a veces conviene actualizar la indignación. Por ejemplo, el escándalo de los recobros al sistema de salud resultó siendo un falso positivo. Aparentemente una exfuncionaria del Ministerio de la Protección Social recibió 300 millones de pesos de manera ilegal. Probablemente algunos recobros se pagaron sin cumplir con todos los requisitos legales. Pero, al fin de cuentas, los hallazgos probados no superan los cinco mil millones de pesos. El Presidente había advertido sobre un posible desfalco de varios billones de pesos. El amarillismo presidencial, ya lo dijimos, puede tener consecuencias infortunadas.

El principal problema del Estado colombiano no es la corrupción, es la ineficacia, la incapacidad de ejecución. El problema no es nuevo, pero parece haberse agravado durante el gobierno actual. Paradójicamente el santismo terminó convertido en una versión oportunista del mockusianismo: los recursos públicos son tan sagrados que simplemente no se gastan.

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  • Alejandro Gaviria
    23 octubre, 2011 at 1:20 am

    Editorial de EE sobre el mismo tema:

    La verdad es que la velocidad del gasto de este gobierno ha sido, en general, poca. Los porcentajes de ejecución de los presupuestos de funcionamiento e inversión de las entidades públicas en lo que va del año fiscal son menores si se comparan con cuatrienios anteriores…Es urgente que el país se pregunte qué está pasando, no vaya y nos pase que por el afán anticorrupción estemos bloqueando las contrataciones, la cuales deben ser transparentes, sí, pero no imposibles. De lo contrario, el efecto es inverso: sólo quien esté buscando jugosos dividendos está dispuesto a aguantarse el proceso. Y en el entretanto, no sólo sigue la malversación de los recursos públicos, sino, peor, se paraliza el Estado cuando más se está necesitando de su acción.

    Opinión de Carlos Caballero:

    Los desastres causados por la temporada invernal son una tragedia anunciada. El presidente Santos comentó hace varios meses que el invierno de finales de este año sería más fuerte que el del pasado. Y, la verdad, no se hizo absolutamente nada para mitigar sus efectos. A pesar de los mayores impuestos y de las millonarias donaciones a Colombia Humanitaria, estamos en situación similar a la de hace un año. Mientras tanto, en el Banco de la República reposan billones de pesos del Gobierno y se aprueba para el 2012 un presupuesto multibillonario, que muy seguramente tampoco será ejecutado. Y, lo peor, se discute la imbécil idea de convocar una asamblea constituyente para reformar la justicia.

  • Alejandro Gaviria
    23 octubre, 2011 at 1:20 am

    Para quienes no lo han visto. “Corrupción” en los archivos de prensa: la tendencia es más o menos horizontal.

    Una visión más distinta: Pesimista, digamos. O mejor, impresionista.

  • Alejandro Gaviria
    23 octubre, 2011 at 1:20 am

    En estos asuntos, sobra decirlo, yo soy un turbayista empedernido.

  • poposito
    23 octubre, 2011 at 1:38 am

    ¿"imbécil idea de convocar una asamblea constituyente para reformar la justicia"? No entiendo por qué es tan imbécil, si el gobierno no la hizo ¿Que mas se puede hacer? Es de hecho una reforma supremamente importante para el futuro del país.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 1:39 am

    Se me viene a la mente la imagen del presidente hablando de nexos de las Farc con Gadafi mientras estos mismos matan soldados en Arauca y en Nariño. Valiente gracia.

  • poposito
    23 octubre, 2011 at 1:40 am

    Disculpen el haberme salido del tema.

  • JuanDavidVelez
    23 octubre, 2011 at 1:43 am

    Alejandro, yo leí en el tuiter de @animesa que el problema del agua en Manizales (están sin agua todos) fue por algo así: estaba la plata, estaba diagnosticado el problema. Pero que los dirigentes no se atrevieron a solucionar el problema porque arreglarlo de una y rápido se podría ver como una contratación a dedo.

    Yo no soy turbayista, yo soy fajardista moderado.

  • JuanDavidVelez
    23 octubre, 2011 at 1:51 am

    Reconozcamos que es muy humano concentrarse en detectar casos de corrupción en administraciones anteriores, es una de las pulsiones humanas, lo dice Jung.

  • JuanDavidVelez
    23 octubre, 2011 at 1:53 am

    Predicción y diagnostico del problema seis meses antes de ocurrir (via @animesa)

    Y que llegó la plata para arreglarlo, pero que les dio susto por poder caer en un problema de corrupción.

  • Pablo
    23 octubre, 2011 at 4:29 am

    Poco a poco, hemos vuelto al control fiscal previo y la coadministración de los entes de control, hecho que la constitución del 91 quiso erradicar. El miedo es hoy el patrón que domina no solo el actuar de los funcionarios públicos sino de los contratistas. Los riesgos por tomar una decisión en el sector público son muy altos. Ser un directivo innovador puede traer grandes costos. Un error puede ser fatal, no puede conducir solamente a perder su empleo, puede implicar perder el patrimonio construido durante toda una vida. Considero que una de las grandes reformas del estado consistiría en disminuir y limitar expresamente el poder de las contralorías y las procuradurías. Quien se atrevería a hacer la propuesta? Nadie se atreve a detener las lógicas perversas de los entes de control.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 10:52 am

    Si se ejecutan obras, malo por que hay corrupción.
    Si se persigue la corrupción, malo porque no se ejecutan obras.
    En esta administración ha empeorado la ejecución, pero en la anterior se perseguía menos la corrupción. Creo que Alejandro también dedicó una columna a criticar la corrupción en el gobierno de Uribe.
    Entonces qué? Hay que cortar el ciclo vicioso por algún lado…

  • Carlos Méndez
    23 octubre, 2011 at 12:00 pm

    El Estado siempre será o tenderá a ser una burocracia y así se comportan las burocracias: muchas reglas, controles, predomina el miedo mas que la acción.

    No se de que se sorprende Alejandro.

    No me alegre lo que esta pasando pero sirve de dosis de realismo para todos los entusiastas del estatismo y la centralización.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 12:11 pm

    Transparencia por Colombia, propone como gran novedad,que todo se contrate por licitación. No se si es ignorancia o que, pero una licitacion no toma menos de 3 meses en su version rapida y hasta 6 o mas meses para la version compleja. A esto hay que sumarle que el asunto es de un formalismo tan extremo que muchos proponentes son eliminados porque les falto un sello o por haberse registrado mal en uno de las decenas de registros que obligan las normas de contratacion, no es raro que la licitacion termine siendo declarada desierta y entonces ya paila, no se pudo ejecutar esa plata.

    El problema de la ejecucion es una mezcla de miedo a los paladines anticorrupcion y el absurdo sistema de contratacion publica, que es, a su vez, consecuencia de la paranoia estatal impulsada por los luchadores anticorrupcion.

    Y mientras tanto, vaya y mire que recomienda transparencia: cartillas, capacitaciones y el uso total de licitaciones.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 1:05 pm

    Muy mala la entrada teniendo en cuenta que no es sólo un blog, es la nota escrita para un diario de domingo de circulación nacional.

  • Alejandro Gaviria
    23 octubre, 2011 at 1:20 pm

    Carlos: yo no me sorprendo. Pero, como lo dicen Pablo y el anónimo 7:11, el sistema de contratación pública es absurdo. El adjetivo está desgastado, pero el sistema es realmente kafkiano. No es un problema nuevo. Pero algo sí ha cambiado recientemente: la histeria anticorrupción. La Procuraduría y la Fiscalía son protagonistas de las noticias todos los santos días. El Director Dian desatapa un escándalo nuevo cada semana (¿por qué mejor no resuelve el problema?). Muchos ministros están en los mismos. El presidente también hace amarillismo.

    Para acabar de ajustar, el mismo gobierno que reitera las fallas de Estado ha prometido todo tipo de proezas estatales. Me parece que vale la pena señalar esta contradicción.

  • Alejandro Gaviria
    23 octubre, 2011 at 1:20 pm

    Anónimo 5:52: lo repito. Yo en estos temas soy turbayista, hay que buscar un punto medio, “llevar la corrupción a sus justas proporciones”, acabar con la esquizofrenia (muy colombiana) de denigrar del Estado que tenemos y glorificar un Estado abstracto, ideal, inexistente.

  • Lanark
    23 octubre, 2011 at 1:28 pm

    A mi me parece que esto no tiene nada que ver con el "estatismo y la centralización" sino con la manguala del estado y los medios (privados, obviamente). Tal vez ni siquiera es manguala, sino cooptación por los mismos jefes. Pero pues cuando uno sólo tiene un martillo, todo le parecen clavos. Un fanático religioso dirá que todo esto se debe a la falta de fe en su dios.

  • Lanark
    23 octubre, 2011 at 1:43 pm

    Hipótesis: ¿Será que esta parálisis (que es bastante obvia) es una consecuencia directa de las cruzadas "morales" de Pastrana contra Samper, por un lado, y también de los concejos comunitarios del enano microgerente? Hay que ver cómo ambas cosas le dieron a nuestra gente linda la tranquilidad de que todo se estaba solucionando, les dieron "percepción de justicia".

    Si toda la clase política, toda la gente divinamente, se untó de narcotráfico, tenía bastante sentido tratar de usar la técnica del chivo expiatorio. Pero eso no funcionó, y la gran creatividad de nuestros líderes los llevó a insistir en lo mismo de manera más y más exagerada, tal y como nos ha enseñado la banca multilateral que hay que hacer.

  • Daniel Payares Montoya
    23 octubre, 2011 at 2:07 pm

    La política definitivamente es el arte de la insatisfacción. Al menos siempre da para escribir columnas.

  • Nelson
    23 octubre, 2011 at 2:39 pm

    En lugar de constituir un motor de la economía, el sector público está actuando como un freno… tiene recursos y necesidades pero no ejecuta obras.

    Iniciar proyectos de infraestructura y reparar los daños del invierno ayudaría a crecer aún más y a disminuir el desempleo y la informalidad. Una de las razones para que los proyectos no arranquen y el dinero se quede guardado es la falta de buenos gerentes en el sector público. Debemos preguntarnos el porqué el Estado no logra atrraer a los mejores talentos en gerencia y administración. Quizá son los bajos salarios oficiales para ese personal que en el sector privado gana mucho más. Y quizá también las leyes pobladas de buenas intenciones pero que finalmente llenan de terror a los honestos (no a los deshonestos). Cualquier error en contratación, por involuntario que sea, termina pagándose en cárcel, escándalos, y otros daños personales. Es fundamental detener la corrupción pero las leyes no lo logran… lo logran las personas y los buenos funcionarios y estamos alejando a los más talentosos y preparados. De esa forma le dejamos la gerencia de lo público a personas menos competentes que todavía menos logran parar la corrupción y adicionalmente no logran adelantar los proyectos.

  • jaime ruiz
    23 octubre, 2011 at 2:47 pm

    Tras la diatriba siempre aflora ese sesgo de Alejandro, parecido al de Posada Carbó, de querer ver la realidad colombiana con una "objetividad" que la hace "normal".

    Esta frase viene a ser como un autorretrato:

    Los medios de comunicación deberían hacerle un seguimiento detallado a algunos de los escándalos previos: a veces conviene actualizar la indignación.

    El sintagma "Los medios de comunicación" es una falacia. También se podría decir: "Los hombres deben educar a los niños, proveerlos de conocimientos y destrezas, orientarlos para que crezcan fuertes y felices". ¡A que es verdad! Sólo es que "los hombres" podría estar aludiendo a Alfredo Garavito, y perfectamente en Colombia podría ser un argumento del abogado defensor.

    ¿Cómo pretenden acusar que un hombre como Alfredo Garavito de violar y matar niños si un hombre está para educar a los niños (etc.).

    En la realidad de Colombia los medios de comunicación son órganos de propaganda criminal dedicados a favorecer los intereses de un combito (camarilla o "rosca") de poder ligado a una plutocracia que encarga los crímenes y los alienta. Por eso hay columnistas como Iván Cepeda, Lázaro Vivero Paniza, Sergio Otálora o Alfredo Molano. ¿Cómo esperar que los medios de comunicación vayan a hacer nada honesto sobre la corrupción si el director de la revista hegemónica es el sobrino del presidente, el del periódico hegemónico es su primo político o algo así y el grupo dueño del mayor canal de televisión y del segundo periódico está ligado a Samper, el chavismo y Piedad Córdoba, actuales socios del presidente?

    La mentira es repugnante. Ayer mismo pasaron un documental idealista sobre Carlos Pizarro. Son tan idealistas (Alejandro los justifica y valora) que un alto cargo del Grupo Santodomingo pasó a tener un cargo directivo en el grupo parlamentario del M-19. "Los medios de comunicación" requieren consejos exactamente como si un aficionado a la cirugía orientara a Garavito. Pero es más cómodo y gratificante (hay muchas clases de personas) asumir que son "medios de comunicación".

    Como todo es normal, ¿qué importa una sinécdoque generosa? ¿Eh?

    En general, cada vez pedimos más Estado y cada vez confiamos menos en sus representantes.

    ¿Quiénes "pedimos"? ¿Yo he pedido más Estado? Ahora mismo no recuerdo, pero ya saben que con la edad empiezan las asechanzas de ese doctor… ¿alemán? Pero ¿todos los que no son yo piden más Estado? Aquí la falacia es múltiple. ¿Qué es Estado? Para no aburrir al lector resumo: el pronombre tácito corresponde al "Estado", los contertulios de Salomón Kalmanóvitz. El complemento directo "Estado" quiere decir "gasto público": dinero que los que piden más Estado disfrutan en cuotas comedidas que no despiertan tanta envidia como las de los corruptos (alguien que considera corrupción la comisión que cobra algún administrador del gasto público pero no el que se le pague un sueldazo a Gutiérrez Sanín, o sea, a Miguel Ángel Beltrán, no puede hablar de corrupción, no es lo mismo robar para enriquecerse que robar para mandar matar a los que pagan). La oración "pedimos más Estado" significa "Los del Estado les quitamos más a ustedes". Y los representantes del Estado podrían ser ladrones, pero no "nos" lo parecerían si fueran socios de El Cebollero y promovieran campañas políticas acompañados de Luis Eladio Pérez y Londoño Paredes.

    SIGUE…

  • jaime ruiz
    23 octubre, 2011 at 2:48 pm

    CONTINUACIÓN

    Sería muy largo explicar que la Universidad de Los Andes es parte del Estado. Eso se debe a la Constitución del M-19 y Pablo Escobar, que prohibió el negocio de la educación. ¿A quién se le va a ocurrir que falta una Constituyente para cambiar ese orden y prohibir el asesinato con fines políticos, la función legislativa de las cortes (por ejemplo, determinando el gasto) o las puertas giratorias de los organismos de control a los judiciales, a la política y al periodismo que terminan sólo en eso, en "más Estado"? Ésa es una "imbécil idea" (habrá que suponer que Alejandro comparte la opinión de Caballero Argáez).

    ¿A quién le va a importar que un administrador honesto se resista a gastar porque podría terminar preso y vilipendiado como el ex ministro Arias si las lealtades con el presidente (que también alentó persecuciones contra un atrevido Arango Bacci que le hizo ojitos a la tartamuda consorte)? Eso ya se olvidó, si ese señor está preso, de malas. Pero a Alejandro que lo esculquen, por allá en algún comentario del blog hay una vaga desaprobación de la prisión preventiva, negando al mismo tiempo el prevaricato (como si Garavito hubiera errado una labor de cirugía espontánea y hubiera afectado la aorta, sin que hubiera porque ver dolo).

    La justicia en manos de unos criminales es tal vez el hecho que más caracteriza a Colombia, y el que hace que la ejecución de las tareas del Estado se detenga. La idea de superar esa situación y encarcelar a los malhechores que encarcelan inocentes escandaliza a Caballero Argáez y a Alejandro.

    Porque son personajes normales de esa realidad monstruosa, como cualquier familia alemana del tiempo de la Shoa. Por eso se oculta la causa de la no ejecución del gasto (el miedo a la arbitrariedad judicial, incentivada por los protectores remotos de Alejandro, como César Gaviria) y se descalifica lo único que podría sacar del lodo al país: una Constituyente que aprobara una norma afín a las de los países plenamente humanizados que permitiera la competencia en la educación, castigara con la mayor severidad los crímenes cometidos para destruir el régimen de libertades (porque en la Colombia de esa constitución que gusta a Alejandro y a todos los "normales" los que están ligados a la universidad tienen libertad para matar, como Gutiérrez Sanín o Miguel Ángel Beltrán), que forzara el procesamiento de quienes han hecho montajes judiciales como el de Plazas Vega, etc.

    Los del Polo Democrático decían que ellos eran el partido de la Constitución del 91. No son los únicos, USTEDES (los que escriben "pedimos más Estado") también lo son. Como el partido interno y el partido externo de 1984, hay un clero enguantado que deja a los de zapatos baratos la búsqueda de la solución política negociada del conflicto social y armado. Pero forman parte de la misma normalidad.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 3:04 pm

    que cantidad de sandeces las que escupe el subnormal que firma 'jaime ruiz'

  • jaime ruiz
    23 octubre, 2011 at 3:09 pm

    Perdón, iba a escribir que dentro de esa "normalidad" cabe perfectamente la disposición a respetar a un escritor como Abad Faciolince:

    Un hotel de lujo en un parque nacional. Un sex shop en un confesionario. Un tiro en el adagio de un concierto.

    Pero me quedé pensando que entre el silencio y una puñalada en el cuello siempre es preferible el silencio. ¿O no suscribe Alejandro esa forma de argumentar del ínclito mártir heredero aplicada a Uribe?

    Bah, bah, lo que uno NUNCA llega a explicarle a los universitarios es que en otros países todo eso parecería conducta de criminales. Que ellos mismos están mucho más cerca del crimen que si no fueran a salir doctores. Que sus profesores son determinadores de asesinatos o, cuando se lo pueden permitir por la provisión de recursos de sus familias, proveedores de falacias con las que se defiende un statu quo que se adorna con retóricas.

    Eso es pura demencia senil del narcoparauribismo. Lo fascinante es que se pretenda discutir un problema como la corrupción con gente así. Más o menos como discutir de oncología o teología con Garavito.

  • jaime ruiz
    23 octubre, 2011 at 3:13 pm

    ¿Qué dice Alejandro, qué nivel de estudios universitarios colombianos ostenta el pensador que escribe: "que cantidad de sandeces las que escupe el subnormal que firma 'jaime ruiz'"?

    No puede haber más precisión: la subnormalidad es el producto de la ausencia de instrucción. Tras los correspondientes estudios se vuelve uno "normal" y hasta se molesta si alguien dice algo de que el asesinato de un montón de militares ayer casi no salga en la prensa.

  • Alejandro Gaviria
    23 octubre, 2011 at 3:15 pm

    Jaime: “pedimos más Estado” es una forma simplificada de decir “la mayoría está de acuerdo con una expansión del Estado, con un incremento del gasto público, con una mayor injerencia en el manejo de la economía y con la participación directa en algunas industrias y sectores productivos”. No lo digo. Lo dicen todas las encuestas.

    Por alguna razón todas las constituciones de medio mundo prometen lo incumplible, por alguna razón los presidentes terminan (el origen político o social es casi irrelevante) prometiendo lo mismo, por alguna razón varios países europeos están el borde de la quiebra: la gente quiere más Estado. Leviatán es mirado no con temor reverencial, sino como un tío rico que puede, con plata, cómo más, resolver las angustias públicas y privadas.

  • Alejandro Gaviria
    23 octubre, 2011 at 3:25 pm

    Jaime: ¿al fin qué? ¿Son los dueños de los medios y las elites colombianas irreducibles? ¿No le parece que, dado su alegato, toda la trinca descrita, también se tomarán la tal constituyente? ¿No volverán los mismos con las mismas a pedir más Estado?

  • jaime ruiz
    23 octubre, 2011 at 3:33 pm

    Si la gente pide más Estado es porque el Estado se dedica a convencerla de eso. Más o menos es la historia de las religiones, sobre todo de las religiones de Estado. Si la gente entendiera que se trata de recursos que se le quitan para enriquecer a grupos de privilegiados, no querría más Estado.

    De modo que resignarse a esa realidad es compartir los fines del Estado. Eso llega a tal punto que El País tituló a varias columnas "Sol ilumina el mundo": los que se enriquecen fabulosamenta gracias a que les pagan la propaganda gubernamental alientan la rebelión de aquellos a quienes han convencido de que sólo hay que "exigir" derechos que la Providencia los traerá.

    El fatalismo lleva una nueva falacia: parece que Corea del Sur estuviera en las mismas de Grecia.

  • jaime ruiz
    23 octubre, 2011 at 3:45 pm

    Eso dicen siempre, que la oligarquía o el establecimiento se tomarían la Constituyente. No tiene sentido: el engendro de Pablo fue el efecto del acuerdo de César Gaviria con Pablo Escobar y sus socios del M-19, aliados con el Grupo Santodomingo. Se impuso el espíritu del comandante Papito, ensalzado ayer por Caracol. Una nueva Constituyente estaría regida por el espíritu de la primera década del siglo, del primer gobierno de Uribe.

    Lo que pasa es que en medio de las críticas al gobierno se dejan pasar infinidad de maravillas. Un compañero de Alejandro en El Espectador, Julio César Londoño describía el uribismo como un gran retroceso en todos los órdenes. El trabajo de Alejandro no es exactamente decir eso, ¿para qué va el marmolista a hacer de pintor si cada cual tiene su papel en la gran catedral de la infamia que representa el Grupo?

  • poposito
    23 octubre, 2011 at 3:55 pm

    A todas estas Alejandro no respondió mi pregunta ¿Está de acuerdo con que es una "imbécil idea" la de convocar una constituyente para reformar la justicia? ¿Por qué es tan imbécil el querer reformar la justicia? El gobierno nos falló en ese aspecto ¿tenemos que hacernos los locos y hacer de cuenta que vivimos en un país "normal" donde las instituciones funcionan?

  • Maldoror
    23 octubre, 2011 at 3:57 pm

    Eso dicen siempre, que la oligarquía o el establecimiento se tomarían la Constituyente. No tiene sentido: el engendro de Pablo fue el efecto del acuerdo de César Gaviria con Pablo Escobar y sus socios del M-19, aliados con el Grupo Santodomingo. Se impuso el espíritu del comandante Papito, ensalzado ayer por Caracol. Una nueva Constituyente estaría regida por el espíritu de la primera década del siglo, del primer gobierno de Uribe.

    Claro, menos mal Uribe y sus aliados políticos nunca, jamás, han tenido nada que ver con el crecimiento desbordado del Estado, ni han chupado de su teta insaciablemente. Y una constitución que hicieran no sería, ni mucho menos, un trabajo para la #refundación de la patria", siguiendo el espíritu de sus compañeros de Ralito. Menos mal Jaimito.

  • Carlos Méndez
    23 octubre, 2011 at 4:00 pm

    No es solamente el estado(políticos y funcionarios) es el que se promueve así mismo

    Gran parte de los columnistas de los diarios bogotanos (El Tiempo, El Espectador) vivien haciendo propagando por mas y mas estado, mas programas estatales, mas entidades, mas gasto,etc.

    El problema no es unas malas personas como cree Lanark. Es "sistémico". Es el "ethos" de la constitución del 91, de la "socialdemocracia" europea y norteamericana (al borde de la quiebra por estos días)

    El Estado colombiano ha crecido en recursos desde la constitución del 91. Alejandro Gaviria ha mostrado las cifras. Y administrativamente esta abrumado. Creció en plata mas rápido que en capacidad de ejecución y administración.

    Es el problema de "decretar" el crecimiento del estado de un plumazo, de una constitución.

    Uribe, provinciano, autoritario, de estilo "carismático"(según la tipología de Weber) le hacía frente con consejos comunitarios y otras mañanas. Santos, capitalino, tecnocráta esta entrampado en la burocracia centralista.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 4:09 pm

    Algún día el pueblo terminará agarrando a sus gobernadores, a sus alcaldes, a sus concejales y los arrastrarán como hicieron con gadafi…. es que el pueblo se "mama" del robo, de la corrupción y del mal gobierno.

    comentario de un forista; Dios nos libre de eso !

  • jaime ruiz
    23 octubre, 2011 at 4:27 pm

    La templanza es cinismo cuando se toleran alegatos basados en la estatura del microgerente o que discutir las monstruosidades judiciales sea "refundar la patria" según los compañeros de Ralito. Mejor dicho, la templanza es comprensible cuando se forma parte del grupo que tiene el poder en instituciones dedicadas a formar pensadores de ese estilo.

    Anónimo 11.09: al rey de Irak y a sus hijos los mataron arrastrándolos por el suelo. La revuelta la dirigía un tal Qasem; al cabo de unos años a Qasem lo mataron arrastrándolo por el suelo. Pero es mejor: el origen remoto de las sociedades hispanoamericanas es la España árabe. Por eso siempre han ascendido hombres fuertes surgidos de rebeliones militares o así, cosa rarísima en Europa. El comentarista de El Espectador se ve ascendiendo en una rebelión justiciera que saque a los ladrones y le dé una oportunidad a él. Es como el destino.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 4:41 pm

    Alejandro
    Tan casual lo que ocurre, que el Gobierno decidió liquidar los Fondos Ganaderos(antro de codiciosos), el DAS (Degenerados morales) y otros entes de los cuales quieren desaparecer el rastro de la descomposición originada en gobiernos anteriores.
    Un ejemplo tan simple como el hedor corrupto y la perversión de los Nule, en los que no se ha visto oportunismo triunfalista por parte del gobierno nacional. A propósito ¿quien está detrás de los Nule?.
    Si Uribe Velez en medio de su carácter permisivo, logró que una banda de narcocriminales dejara de matar, porque Santos no puede tomar medidas temporales para que unos inmorales dejen de robar?
    Yo creo que toda esta difusión y divulgación sobre corrupción es un avance para edificar mas estado.

  • Lanark
    23 octubre, 2011 at 4:54 pm

    Jaime Ruiz: La altura del enano microgerente es irrelevante en mi alegato

    Domo arigato, Mr. Roboto.

  • Lanark
    23 octubre, 2011 at 4:58 pm

    Carlos Méndez: La maldad también es irrelevante en mi alegato. Yo le echo la culpa a esa especie de panóptico bamba de la sociedad espectáculo, que no es ni estatista ni antiestatista. Le ruego que trate de seguirme a ese bosque encantado donde la invocación de la Mano Poderosa y sus palabras mágicas (laissez faire abracadabra) no funcionan.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 5:03 pm

    En parte hay algo de razón.
    Aunque algunos líderes han ascendido con mentiras y no propiamente por rebeliones militares.
    Da rechazo ver lo que hicieron con gadafi. Eso demuestra que la violencia está enraizada con la conducta árabe, y no en la ley. Algo parecido en mi triste Colombia donde turbas armadas reclutan niños, matan por sospecha, secuestran o descuartizan inocentes.

    Que casualidad encontrar a hussein y gadafi escondidos en cloacas o alcantarillas. Así terminan los criminales.

    Anónimo 11:09

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 5:41 pm

    ¿Cuáles son los estados plenamente humanizados de los que habla Jaime Ruiz? ¿La Europa del estado de bienestar, donde el malvado estado toma y redistribuye mucho más que en Colombia? ¿Estados Unidos, donde los impuestos se gastan en subsidios a petroleras, sacar de la quiebra a banqueros, bajarle los impuestos a los ricos y en exportar estado al resto del mundo?

    Privatizar el estado lo único que logra es limitar el control que el pueblo ejerce sobre él. Los servicios siguen, la plata toca seguir pagandola, algún contratista se la va a seguir robando. No es rebajar el estado, es enfocarlo hacia donde se necesita.

  • charlie
    23 octubre, 2011 at 7:34 pm

    Como el Estado ( y a todos los Estados les esta pasando lo mismo ) se ha convertido en un dinosaurio que gasta todos los recursos disponibles solamente en seguir existiendo, se justifica ante los ciudadanos de dos maneras: con presentaciones mentirosas en Power Point y DESTAPANDO ESCANDALOS.

  • charlie
    23 octubre, 2011 at 8:36 pm

    Privatizar funciones del Estado solo hace mas ineficiente el monstruo resultante, pues las partes siguen siendo inter dependientes. Un ejemplo clásico es la privatización de tareas en el ejercito de Estados Unidos. No han vuelto a ganar ninguna guerra.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 9:56 pm

    Hay un momento en que todo, como por milagro, se pone en marcha: cuando se configuran los serruchos.

  • Anónimo
    23 octubre, 2011 at 10:24 pm

    las falsas dicotomias de Alejandro… Mayor ingerencia estatal, donde sea pertinente, no necesariamente riñe con eficiencia en los procesos de ejecución.

  • Alejandro Gaviria
    24 octubre, 2011 at 1:25 am

    Poposito: no estoy de acuerdo con la constituyente. Desconfío de su eficacia e incluso de las intenciones de algunos promotores.

    Charlie: muy bueno el comentario. Las dos caras del estado moderno: el Power Point y la vocería de los escándalos.

    Anónimo 17:24: no es una falsa dicotomía. Nuestro absurdo sistema de contratación pública (aunado al espectáculo de la corrupción) sí riñe con la posibilidad de que el Estado haga alguna cosa. Un ejemplo: la prohibición de las vigencias futuras por parte de la señora contralora.

  • Anónimo
    24 octubre, 2011 at 1:55 am

    Me ha sorprendido su nivel de intolerancia. Le pregunté, a través de Twitter ycreo sin insultarlo, su opinión sobre la banca colombiana y ahora si usted tenía alguna relación profesional con algún banco?

    Y con sorpresa veo que me bloquea. ¿Esa es su respuesta ante el debate? ¿Se sintió atacado? Qué pésimo precedente deja usted, aunque claro, puede que para usted yo sea otro colombiano más y no le importe lo que piense – igual hay personas que adoran sus ideas, sin criticar, pero si me bloquea por preguntas tan simples. ¿Cómo será si alguien con mucho mayor conocimiento sobre economía lo enfrentara? ¿BLoquea, desaparece? Que mal precedente de todo un Decano de los Andes.

    @luiseduardoquin

  • Alejandro Gaviria
    24 octubre, 2011 at 2:07 am

    Luis: ya lo desbloqueé. La banda del Moir lleva todo el día enviándome correos agraviantes. La tolerancia tiene sus límites.

    Le repito lo que he dicho aquí varias veces en el pasado: soy miembro independiente de la junta de Bancolombia. No tengo que rendirle cuentas a ningún accionista. Trato de representar el bienestar general. Mi participación es pública. Ha sido difundida ampliamente por los medios de comunicación.

    Robledo y sus discipulos, que fueron socios políticos de los Moreno Rojas en Bogotá, que jamás denunciaron la corrupción de sus secuaces, asocian mi participación en la junta con la corrupción. No pienso responder a esos agravios.

    Saludos.

  • LuisE
    24 octubre, 2011 at 2:18 am

    Alejandro, Gracias por su respuesta. En realidad no tengo relación con nada ni nadie de las personas que nombra. Siempre he sido respetuoso en el debate y con mis preguntas.

    Hago una pequeña investigación sobre el abuso de la Banca Colombiana frente a los ciudadanos de a pie; pero, repito, es personal. Y es posible que más adelante lo contacte para ver si me da su punto de vista. Sólo eso.

    Muchas gracias por responder.

  • Alejandro Gaviria
    24 octubre, 2011 at 2:23 am

    Luis: por favor mándeme los resultados de su investigación una vez la termine. Me gustaría conocerlos y entregárselos a los directivos del banco. Saludos nuevamente.

  • Pablo
    24 octubre, 2011 at 2:37 am

    Toda la legislación en materia de contratación administrativa esta enfocada en la selección, que no en la ejecución. El resultado, un proceso de selección tortuoso lleno de etapas y controles que paradójicamente permiten que se generen cantidad de suspicacias alrededor de un proceso de contratación. Los responsables? funcionarios que no cumplieron lo "rituado" por la ley.

    El estado pocas veces se pregunta como ser mas eficiente. Está sumamente preocupado por legitimarse en el corto plazo, con anuncios grandilocuentes y esperanzadores.

  • Harold H. Londoño
    24 octubre, 2011 at 3:56 pm

    He tenido la oportunidad de seguir de cerca varias iniciativas relacionadas con la ola invernal en el Valle del Cauca y quisiera compartir lo siguiente:

    1) De los recursos aprobados por Colombia Humanitaria, sólo se han desembolsado para efectos del fondo de calamidades el 15%

    2) desafortunadamente, por el afan y las imperiosas circunsantacias, de ese 15%, un buen porcentaje de obras quedaron mal o les quedó faltando. Mejor dicho: se perdió esa platica.

    3) a muchos dueños de tierras al ver la ineficiencia estatal hicieron vaca y entre ellos mismos han estado financiando muchas de las obras, pues ya se vino la segunda ola invernal.

    4) existe una gran diferencia (hasta de cinco veces) entre hacer las obras por parte de los privados (haciendo vaca) y las que presupuestan desde el gobierno Central y/o las CAR.

    Esto sin duda lleva a estar muy prevenido por parte de la comunidad, pues tras de que las obras son muy costosas, también son lentas y al final quedan mal hechas. Peor no puede ser el escenario.

    Díficil no volverse paranoico.

    Es más, todos, de a poco, nos estamos volviendo dizque "veedores".

    Ahora bien, existen razones técnicas para que los incios de obra sean lentos, como por ejemplo, los estudios previos que hay que realizar (topobatimetrías y vainas de esas)

    Dicen los técnicos que en las primeras obras, una buena causa para que quedarán mal fue precisamente la mala calidad de los estudios previos. Todo por el afan de ejecutar rápido, dicen.

    Esto en cuanto ola invernal, ya sigo con otro tema.

  • Harold H. Londoño
    24 octubre, 2011 at 4:15 pm

    A manera propósitiva me parece que Colombia y sus regiones carecen de entidades estrtucturadoras de proyectos que permita ganar camino a la hora de ejecutar los recursos, por lo menos, los que llaman estratégicos.

    Por ejemplo, con eso de las regalías, hay plata pero no hay proyectos estrtucturados, ni siquiera perfilados.

    En cuanto al día a día, la verdad eso de la Contraloría nos está volviendo perezosos, pues como hay que reportar y cumplir toda suerte de procedimientos, en los planes de trabajo ya es mejor no incluir tantas cosas, pues en una de esas ésto se te convierte en un "hallazgo".

    Planes de trabajo livianitos, poco comprometedores, esa es la estrategia.

    Finalmente, algo que he notado, que no es nuevo, pero si va en aumento, es que desde septiembre la mayoría de Ministerios en el afan de ejecutar los recursos terminan gastando plata en guevonadas que no aportan mucho como foros, brochures, tallercitos de sensibilisación, observatorios, ruedas de negocios, y consultorías por monton.

    Es que está en el plan de acción, dicen.

    Cordial saludo,

    p/data: Pese a todo, parece que Alejandro extraña la microgerencia.

    A lo mejor es la única manera que esto se mueva un poquito.

  • hermano sol
    24 octubre, 2011 at 5:40 pm

    Esta mañana en la alianza Caracol radio y televisión, estaban denunciando el riesgo electoral en el que se encuentran diferentes municipios de Colombia.

    Si eso es como lo dicen, no tiene ningún sentido seguir gastando si el gasto no va a ir a parar a dónde debe, y es preferible, creo, que la plata no se gaste y que esté en el Banco de la República, mientras algo se trata de hacer para recuperar la confianza al menos (es probable, que en su mayoría sea especulación, ahora, no por eso es irrelevante); se esperan decisiones judiciales o elementos de juicio más concretos.

    Así como es probable que los escándalos no sean como se han dimensionado, es probable que si, y frente a esos dos escenarios, es mejor tener asegurado el presupuesto en todo caso, creo.

    Por otra parte, que el escándalo de la salud, según Alejandro dice, no sea como lo pintaron, no significa que otros, como el de la contratación pública, tampoco lo sean. El de la contratación pública puede, incluso, ser más grande de lo que se ha dicho.

    En Montería, hay más de 2000 candidatos al Concejo Municipal, para llenar unas 23 o 25 curules. Una campaña a esta coporación está costando entre 300 y 500 millones de pesos. A un concejal en Bogotá (en montería pagan menos) le pagan un promedio de 190.000 por sesión y son máximo 190 sesiones por año (para categorías especiales, el resto son menos). Las cuentas no dan.

    ¿No le parece curioso el costo de las campañas y la asidua participación muy seguramente altruista de aspirantes?

    Finalmente, si hay incertidumbre (porque la hay) de la correcta ejecución de los recursos públicos, qué cree usted que es mas recomendable:

    1. ¿Ejecutar a ciegas, pero ejecutar?

    2. ¿Asegurar la plata?

    Y las respuestas son excluyentes pues la incertidumbre, precisamente es incertidumbre, porque hay desconfianza en el sistema, asi que no vale decir que ejecutar cuidando la plata.

    Saludos.

  • Esplandián
    24 octubre, 2011 at 5:46 pm

    Alejandro,

    La pregunta del millón parece ser, pues: ¿Cómo llevar la corrupción a sus justas proporciones?

  • Anónimo
    24 octubre, 2011 at 5:55 pm

    Esplandián, es dificil que Alejandro le responda, debido a que su sello característico es criticar criticar y criticar y muy pocas (pero muy pocas!) veces proponer. En la academia, sentado en un escritorio mirando hacia Monserrate todo es tan fácil

  • Lanark
    24 octubre, 2011 at 6:27 pm

    Anónimo 12:55 Lo que dice hace pensar que su sello característico es no leer las columnas sino sólo algunos de los comentarios.

  • Anónimo
    24 octubre, 2011 at 6:42 pm

    Lanark, tiene razón…Alejandro si tiene columnas en las que propone…Propone consumir LSD para disparar la innovación

  • Anónimo
    24 octubre, 2011 at 6:46 pm

    Lanark, Lo que dice hace pensar que su sello característico es la lambonería gratis

  • Lanark
    25 octubre, 2011 at 12:26 am

    Anónimo 13:46 Lo que dije a las 13:27, claro. (no sé si se da cuenta de que acaba de darme la razón)

  • Alejandro Gaviria
    25 octubre, 2011 at 12:39 am

    Aquí mirando a Monserrate, de espaldas al edificio de Fonade, se me ocurre que hay dos extremos viciosos: la microgerencia y el blablabla.

    Tal vez, pienso yo en medio de estas elucubraciones ociosas, que uno añora un extremo cuando está parado en el otro. Sea lo que sea, en la administración pública (lo digo con algo de experiencia), se tiende a pensar que el trabajo termina con el Conpes o la rueda de prensa o el decreto o el Power Point. Pero no, un Conpes es simplemente un catálogo de intenciones, un ejercicio contemplativo (del DNP también se divisa Monserrate).

    Termino con otra ociosidad: la microgerencia es ineficiente. Pero el blablabla es distinto, es ineficaz.

  • Alejandro Gaviria
    25 octubre, 2011 at 12:49 am

    Para quienes se muestran preocupados por las dificultades prácticas del turbayismo. No desesperen. Hay opciones, señores. Hay opciones.

  • Alejandro Gaviria
    25 octubre, 2011 at 1:10 am

    Decálogo para llevar la corrupción a sus justas proporciones:

    1. Eliminar las contralorías y personerías regionales.
    2. Acabar con el control previo (lo están reviviendo por la puerta de atrás).
    3. Acabar con las oficinas de control interno: reemplazarlas por auditorias privadas.
    4. Acabar con las sanciones disciplinarias por omisión (lo del Procurador es penoso).
    5. Cambiar el método de elección de los directores de los organismos de control: deben ser elegidos por el presidente a mitad de período.
    6. Restablecer las vigencias futuras excepcionales.
    7. Limitar las inhabilidades a un año, a la entrada y a la salida.
    8. Acabar con los monopolios de la los licores y el chance.
    9. Limitar las regalías anuales a dos veces las transferencias. El resto se centraliza.
    10. Enseñar Public Choice en las facultades de derecho.

  • jaime ruiz
    25 octubre, 2011 at 2:04 am

    Es apenas lógico que Alejandro esté en contra de una Constituyente porque puede que hubiera que soltar a Arias y a Plazas Vega y aun encarcelar a buena parte de los que acompañaron la campaña de Mockus-Fajardo en 2010.

    El orden que hay genera defensores, no faltaría más. Las protestas por temas secundarios son sólo desfachatez, como esas quejas de Iván Cepeda porque las FARC maten civiles. Se salva lo esencial clamando sobre lo accesorio.

    Santos tiene el mérito de haber agrupado alrededor suyo a todos los herederos del engendro de Escobar y Gaviria, bendecido por el Grupo propietario del periódico en que Alejandro escribe (un alto ejecutivo del Grupo dirigió después la bancada de los terroristas en el Congreso). De hecho, el engendro de Pablo es la única razón de que pervivan los grupos terroristas (se promete premiarlos en la norma fundamental de que surgen todas las demás leyes), pero ¿habrá que explicar que esos grupos son sólo el servicio doméstico armado de la universidad?

  • Alberto
    25 octubre, 2011 at 2:43 am

    Alejandro;

    "denigrar del Estado que tenemos y glorificar un Estado abstracto, ideal, inexistente".

    De alguna manera esta dualidad es constitutiva del Estado mismo o, mejor, de la posibilidad de la actualidad constante del Estado.

    En otras palabras, el discurso del Estado promueve, y necesita, la glorificación de un Estado abstracto, de un Estado futuro, de la concreción de un proyecto de Estado, siempre para mañana, siempre para después.

  • Alejandro Gaviria
    25 octubre, 2011 at 2:51 am

    Alberto: entiendo. Pero la coincidencia de esa utopía con la crítica exaltada me parece extraña. Es como amar la paternidad pero odiar a los hijos.

  • Alberto
    25 octubre, 2011 at 3:32 am

    Yo comprendo que es extraña (como, por ejemplo, la esquizofrenia) pero no es inusual.

    Esa crítica exacerbada es útil para el discurso del Estado, pues se traduce, paradójicamente, en el reconocimiento de la necesidad de “más” Estado.

    La forma del Estado actual (al igual que el Estado burgués y el Estado moderno posterior a la paz de Westfalia) es la forma de un proyecto, un proyecto que busca la concreción de un modelo ideal. Creo que en esa naturaleza siempre inacabada, siempre en crisis, del Estado radica su éxito. Toda crítica, toda evaluación, al Estado es susceptible de ser soslayada con la excusa del futuro y la promesa. ¿Qué pasaría si el discurso del Estado, por ejemplo del Estado colombiano, dijese “esto soy yo, y nada más, esta es la concreción del proyecto; dejen de solicitar un Estado ideal o un Estado mejor porque tal solicitud es imposible”?

  • Sansinverguenza
    25 octubre, 2011 at 4:40 am

    Ojo con el freno a las "locomotoras" de minas y petróleos. ¿Será que nos va mejor con las ultimas restricciones para ser operador minero o petrolero que con la libertad de los primeros años de Uribe? Dicen los "cowboys" de Calgary y Texas que los aventureros y apostadores son los que encuentran el petróleo, las empresas medianas las que lo sacan, y las Top 100 las que lo refinan y venden? Los cowboys, sean gringos, canadienses o colombianos, son la base del food chain petrolero y minero, y los que mas apuestan, artiesgan y, por ende, encuentran. Me quedo con un cluster de cowboys tipo Calgary, con su desarrollo tecnologico y wildcatters de sombrero, que con el oligopolio petrolero que depende del favor del Ministro. Ojo que, via ambiental y via requisitos nuevos, están lastrando el empuje de estas locomotoras.
    del vapor de estas locomotoras.

  • Pablo
    25 octubre, 2011 at 5:36 am

    Buen Decálogo. No entiendo la referencia a "public choice". Aclaro que soy abogado y mi profesor de economía me lo enseñó en la universidad.

  • Anónimo
    25 octubre, 2011 at 1:17 pm

    "¿Qué pasaría si el discurso del Estado, por ejemplo del Estado colombiano, dijese “esto soy yo, y nada más, esta es la concreción del proyecto; dejen de solicitar un Estado ideal o un Estado mejor porque tal solicitud es imposible”?

    Sería buenísimo, porque así la gente se ocuparía en tener iniciativa y disposición para organizarse y resolver los problemas en vez de estar esperando a que alguien –que nunca se los va a resolver porque es imposible–se los resuelva.

    Dr Gaviria, está bien lo de las contralorías y las personerías, pero ¿qué pasó con las notarías? Son una fuente de corrupción casi que por definición, no solo en su calidad de botines en la repartija politiquera, sino en su calidad de peajes infernales de atracos con guante blanco. En el mundo existen muchos ejemplos de que el asunto de dar fe es mucho más sencillo y no requiere de tales esperpentos.

  • Anónimo
    25 octubre, 2011 at 1:36 pm

    Alejandro sigue creyendo que los abogados al frente de un puesto público son más ineficientes que los administradores. Qué fácil esa solución!

  • Alejandro Gaviria
    25 octubre, 2011 at 5:10 pm

    El “public choice” estudia sistemáticamente las fallas estatales, llama la atención sobre las consecuencias imprevistas de la legislación y enfatiza los intereses de políticos y funcionarios; en últimas, introduce un sano escepticismo sobre el Estado.

    Anónimo 8:17: estoy de acuerdo. Acabar o reformar las notarias es una de esas reformas importantes (pero imposibles, muy probablemente) que vale la pena traer a cuento.

  • Pablo
    25 octubre, 2011 at 5:33 pm

    Entonces yo creo que lo que hay que hacer es recordarle a los economistas sus clases de "public choice". Son ellos muchas veces, los que confian demasiado en la ley (ya lo habiamos mencionado antes) en el documento CONPES, en elevar a carácter constitucional sus supuestos teóricos…

    En las facultades de derecho se enseña poca teoría crítica, que es valiosa, pero siempre quedará la eterna y a veces fastidiosa pero importante pregunta; y bueno entonces que hacemos?

    En fin, ser escéptico es difícil, pero es la actitud propia de la ciencia que conduce a…crear dogmas (no sólo en el derecho, también en la economía)

    Ser crítico, en derecho, muchas veces puede coincidir con ser dogmático. Dice Balkin:

    History deconstructs; it shows how the conceptions of the past appear ever
    different in ever new contexts, how things we once thought naturally opposed are
    now joined together, and how things we thought were indelibly joined together
    now come apart. So it is with critical theories of law: in one era a critical
    approach lets us understand law’s threat, in another, it reveals law’s promise.

  • Alejandro Gaviria
    25 octubre, 2011 at 8:08 pm

    Pablo: de acuerdo. También a los economistas. Pero creo que nuestros constitucionalistas han sistematicamente sobrestimado las capacidades estatales. Saludos.

  • José Miguel Rey
    25 octubre, 2011 at 10:49 pm

    Tan o más triste que el blablabla, son las echadas pa'tras frecuentes y las ganas de tener contento a todo el mundo.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 12:42 am

    En el decálogo de cómo reducir la corrupción a sus justas proporciones se le olvido incluir casi lo más importante de todo: reestablecer los auxilios parlamentarios para que los representantes sepan con qué recursos cuentan para sus regiones (por algo se los eligió …), en vez de andar negociando sus votos en el Congreso para que el Ejecutivo les dé esto y lo de más allá.

  • Alejandro Gaviria
    26 octubre, 2011 at 1:19 am

    Anónimo: gracias. Tiene toda la razón. Esa propuesta la hizo hace un tiempo el actual ministro de hacienda. Ver aquí.

    Para solucionar estos problemas, se sugiere modificar el esquema actual de asignación de transferencias y rentas de destinación específica, aplicar cabalmente el principio de unidad de caja en el presupuesto, establecer reglas de ahorro contingente para algunos fondos especiales, promover una administración unificada de la tesorería del estado, revivir los denominados "auxilios parlamentarios" con el fin de hacer explícita (poner por encima de la mesa) la búsqueda de presupuesto por parte del legislativo, y alejarlo de la práctica de incluir gastos por vía de leyes, como ha sido la tradición.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 3:09 am

    A mi me gusta buscar grietas en medio de la parálisis, meter el dedo y hurgar, o meter un palo y apalancar cosas,la mayoría de las veces el palo se rompe, pero no crean, en otras se mueve…creo que pertenecer al Estado (desde que estaba en octavo semestre) me ha ayudado a tener la dosis de escepticismo para hacer ese trabajo con paciencia. En mi caso, incluso me ha reportado algunas dosis de adrenalina y vértigo. Pienso en las obras de teatro de Bob Wilson, en esas en las que los actores van en cámara lenta, el público demora mucho tiempo en acostumbrarse…un actor demora 15 minutos en tomarse un vaso de agua, 10 minutos en atravesar el zagúan…pero después, el público se acompla al tiempo y es capaz de ver acción ahí…. Lo he pensado mucho, estar lejos de esa parálisis puede ser peor para lo que uno quiere hacer…no se, mover la roca con telepatía puede ser peor, más frustrante…en mi caso es mejor estar ahí cerca…a la distancia del brazo, para meter el dedo y hurgar.

    Saludos
    Roberto Angulo

  • Carlos Méndez
    26 octubre, 2011 at 3:14 am

    Una mirada al futuro:

    http://www.eltiempo.com/justicia/ordenan-compulsar-copias-contra-falsas-victimas-en-caso-de-mapiripan_10636224-4

    Lo que nos espera con la ley de víctimas..rentismo al por mayor..

  • Lanark
    26 octubre, 2011 at 4:10 am

    Al Carlitos Méndez le preocupa cuánto le va a costar a su bolsillo de contribuyente lo de Mapiripán, las verdaderas víctimas que cortaron en pedacitos durante tres días en un matadero como que no le van ni le vienen. O de pronto no pasó nada; los cientos de paramilitares que llevó ahí el ejército tal vez sólo iban a comer lechona.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 6:51 am

    http://www.eltiempo.com/politica/proyecto-de-hotel-de-lujo-en-el-parque-tayrona-esta-muerto_10633484-4

    Una prueba más del caracter de Santos. Sin entrar a debatir el proyecto, da tristeza ver un presidente que asegura el proyecto un día y apenas alguien se queja lo retira.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 1:26 pm

    Lanark, Lo que dice hace pensar que su sello característico es el mamertismo puro

  • charlie
    26 octubre, 2011 at 3:12 pm

    Todas las instituciones de una determinada Sociedad: Estado y Ciudad, por ejemplo, se desarrollan influenciadas por unas mismas condiciones culturales, raciales, climáticas, etc.
    Si en la Ciudad el resultado ha sido el tugurio, no hay razón para que en el Estado no haya sucedido lo mismo.

  • Lanark
    26 octubre, 2011 at 5:46 pm

    Anónimo 08:26: Claro, sólo a un mamerto le parecería mal que el ejército lleve cientos de asesinos a un pueblo a descuartizar gente por unos días.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 7:22 pm

    Sobre lo de Mapiripán. Ya que a algunos no les dolió estos asesinatos en su momento y nunca les dolerá por razones ideológicas (eso de mamertos y paracos y derechas e izquierdas y pendejadas de esas) por lo menos que les duela el bolsillo, eso ya es un milagro.

  • Alejandro Gaviria
    26 octubre, 2011 at 7:22 pm

    No entiendo la disyuntiva. Uno puede indignarse por las masacres y también por el oportunismo y la corrupción del Colectivo Alvear.

  • Alejandro Gaviria
    26 octubre, 2011 at 7:25 pm

    En todo caso muchas ONGs viven de eso: de inflar los muertos y magnificar las tragedias con el fin de sensibilizar a los donantes y a quienes deciden sobre el presupuesto.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 7:49 pm

    Siempre que haya mamertos tipo Lanark y fachos como yo, existirá disyuntiva.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 7:51 pm

    En su perfil, Lanark tiene como escritores favoritos a Fernando Vallejo…Qué más se puede esperar?

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 8:22 pm

    Pues yo tampoco entiendo eso de las disyuntivas o los oportunismos, al fin y al cabo esas son efectos psicotrópicos de las ideologías. Los derechosos y los mamertos tienen derecho a trabarse como les venga en gana con sus ideologías. Pero al menos que les cueste el bolsillo y que les duela la plata, por lo menos así se tendrá la esperanza que de pronto, algún día, les duela las muertes de las personas ultimadas con disparos de fusil, degolladas, desmembradas y arrojadas al río Guaviare con la bendición del estado y sus ilustres ciudadanos que les fascina posar de buenos.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 8:36 pm

    "Los cientos de paramilitares que llevó ahí el ejército sólo iban a comer lechona."

    No, no fueron solo a comer lechona; también asesinaron a muchachos que solo recogían café

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 8:48 pm

    No se preocupe don Alejandro que los bancos también son oportunistas.

  • Lanark
    26 octubre, 2011 at 9:03 pm

    Ya el colectivo de abogados pateó la lonchera permitiendo que personas que no son víctimas busquen indemnizaciones (cosa por demás completamente previsible), pero la disminución del número de muertos de 50 a 10 parece ser obra de un testimonio, hasta donde yo se.

    Para que nos llenemos de ira santa por la plata que estas falsas víctimas nos iban a quitar, sería bueno que Carlitos nos diera algún número: cuánta plata se ha dado, cuánta se iba a dar, cuánta de ambas corresponde a la o las víctima(s) falsa(s) y cuántas a las verdaderas, cuánta se han llevado estos horribles abogados que toman vino caliente. De pronto el mismo Alejandro pueda adobar la indignación con números. Un balance detallado para poder ponernos bien, bien bravos. Tal vez eso sea lo que me ha faltado para alegrarme por la rebaja relámpago a la condena de mi general.

    No espero que se sepa cuánto del enorme presupuesto de defensa se desvió a apoyar a aquellos héroes de la patria bajo el comando de Mancuso y Carlos Castaño, porque todo el mundo parece asumir que eso fue inversión privada honesta.

  • Anónimo
    26 octubre, 2011 at 11:12 pm

    Buen resumen sobre lo de Mapiripán

  • Carlos Méndez
    27 octubre, 2011 at 2:14 am

    Alejandro: Lanark funciona con la simpleza de las mentes fanatizadas. Llenas de dicotomías simplistas:

    "si usted critica los programas sociales es porque odia a los pobres"

    "si usted critica la corrupción en pagos de victimas se debe a que odiaba a las victimas o era amigo de los victimarios"

  • Anónimo
    27 octubre, 2011 at 3:01 am

    El ministerio de defensa se declara victima en el caso de Mapiripan, al saber que no fueron cincuenta sino diez los asesinados…donde se sepa que solo fueron cinco,habra que hacerles una estatua?..pregunto yo…no demoran las far en comprarle esa logica mara villosa al señor minsitro y decir: cual es el lio, solamente matamos diez soldados, grave si hubieran sido cincuenta, solo fueron diez, no e quejen…parranda de asesinos, los unos y los otros…muladar es muladar …

  • Anónimo
    27 octubre, 2011 at 3:03 am

    Esa platica, la deberian pagar los del colectivo de abogados, claro, si tuvieran algo de verguenza.

  • Lanark
    27 octubre, 2011 at 4:08 am

    Carlos: Yo no siento que me rebaje ni nada contestándole directamente, y aún me daría vergüenza mandarle recados con Alejandro, de modo que aquí voy.

    Yo no creo que usted odie a los pobres. Y en ninguna parte he afirmado algo así. Es pura percepción extrasensorial de su parte.

    Yo no creo que usted sea amigo de los paracos; eso me sorprendería muchísimo. Muéstreme dónde he dicho algo así.

    Lo que sí creo es que usted está fanatizado. Lo digo por algo que sí se puede comprobar, y es que no recuerdo ningún comentario suyo que no sea variación del mismo tema: el estado debe reducirse a su mínima expresión. Concedo que no se ha atrevido a clamar por la desaparición del estado, de modo que no es demasiado radical, aunque eso tampoco me parecería mal. Usted es monotemático. Y sólo escucha a las personas certificadas con algún tipo de sello libertario. Ahora, no sólo no escucha sino que tampoco nos habla a los sospechosos de ser estatistas impíos.

    Si usted se fija, no todos mis comentarios tienen moraleja estatista. Aunque a veces caigo en la vulgaridad de sentir compasión por la gente, como por ejemplo esa gente que fue despedazada viva por varias horas. A veces, hago chistes. La tecnocracia me parece simpática, a veces la apruebo pero a veces no. En general no acepto las jerarquías, pero me resigno a algunas como un mal necesario. Reconozco que me parecen interesantes y deseables algunos tipos de acción colectiva. Considero que la propiedad es un robo, pero lo digo muy rara vez, porque es difícil de explicar bien. Me molesta la religión, pero a veces la tolero. No tengo una fórmula para evaluar cualquier cosa.

    Creo (aunque no puedo estar seguro) que usted sólo me considera un fanático porque le he dicho cosas feas, y le parece más cómodo tomarlo como un asunto ideológico.

  • Anónimo
    27 octubre, 2011 at 11:20 am

    Que lamentable este Lanarka

  • Anónimo
    27 octubre, 2011 at 12:16 pm

    me da tanta felicidad ver como el mismo 'jaime ruiz' demuestra su subnormalidad, aun con esa fachada pretenciosa que pretende ponerse. desde cuando la normalidad depende de la 'instruccion'? jajajajajajajaj, me da tanta risa…

  • Anónimo
    27 octubre, 2011 at 12:52 pm

    Lamentable es un elogio

  • Andrés Barreneche
    27 octubre, 2011 at 1:34 pm

    Después de oponerse al referendo en California, aparentemente ahora Santos apoya la legalización de la marihuana.

  • Anónimo
    27 octubre, 2011 at 1:40 pm

    Cuánto se demorará Santos en echar para atrás La Reforma a la Ley 30? Hagan sus apuestas…

  • Anónimo
    27 octubre, 2011 at 3:48 pm


    Están tan desesperados los corruptos en bogotá que las injurias y calumnias escritas en las pocas alcantarillas de blogs en contra de Petro continúan destilando el olor nauseabundo del odio y rencor.

  • Anónimo
    27 octubre, 2011 at 6:03 pm

    El estrato 6 como pretende ganarle a Petro con un actor retirado del cine mudo.

  • Anónimo
    28 octubre, 2011 at 3:31 am

    Carlos aprendió la palabra dicotomía. Felicidades.

  • Anónimo
    28 octubre, 2011 at 3:33 am

    Andrés, de hecho parece que Santos tiene la misma posición que tenía antes, una especie de "todos en la cama o todos en el suelo."

  • Anónimo
    1 noviembre, 2011 at 7:52 pm

    Que opinan,

    Tiene razon el presidente de Grecia en pedir un referendo para probar las medidad de austeridad??

    Mientras los analistas internacionales se encuentran sorprendidos y hasta "insultados" con esta accion, el director del Banco central del Canada dice que hay que respetar la decison…

    Que opinan nuestros economistas??

  • Anónimo
    2 noviembre, 2011 at 6:03 pm

    Hombre pues hay que analizar el dato ese hipotetico estadistico de que es mejor 1 millon de ingenieros Koreanos a 25 psiconalistas argentinos, primero porque S.korea tiene la tasa mas alta de suicidios (casi todos Ingenieros) y segundo pues una buena manera de balancear eso seria un intercambio de los 25mil psicoanlistas argentinos por un millon de ingenieros, asi pues, no solo mejor competitividad en Argentina y lo mejor es que los S.Koreanos mejorarian la autoestima, y jugarian mejor futbol