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Seguridad sin defensa

¿Quién tiene razón en el debate sobre el deterioro (o la mejoría) de las condiciones de seguridad? ¿Los pesimistas o los optimistas? ¿Los voceros de la oposición uribista o los pregoneros de la versión oficial? No es fácil saberlo. El debate es complejo. Los hechos, confusos. Y las cifras, contradictorias. Sea lo que fuere, los argumentos del gobierno dejan mucho que desear. Revelan cierta hipocresía y un evidente desprecio por los hechos y las opiniones de la gente. Veamos.

Los voceros del gobierno han dicho que la percepción de inseguridad es producto de la manipulación de la opinión pública por parte de políticos oportunistas y reporteros amarillistas. En varias ocasiones, han expresado su extrañeza por la politización del debate, han lamentado la falta de unidad, de consenso ante un tema de interés nacional. Pero estos lamentos son inconsecuentes. El presidente Santos, cabe recordar, reveló de manera oportunista la muerte de “Manuel Marulanda” y sacó provecho político de la “Operación Jaque”. Durante su campaña a la presidencia, usó el miedo como arma electoral. Su victoria obedeció en un alto grado a tal estrategia. Quejarse ahora de la politización de la seguridad no tiene sentido, es casi una forma de cinismo. El gobierno está siendo víctima de su propio invento.

Con evidente optimismo, el presidente Santos ha planteado que los ataques de las Farc y la percepción de inseguridad son manifestaciones superficiales de tendencias positivas. En su opinión, las Farc atacan porque están derrotadas y las gente se siente más insegura porque los periodistas han tenido que recurrir a la reportería minuciosa de la criminalidad, a la reiteración de la crónica roja, como consecuencia de la desaparición de muchos problemas otrora acuciantes: las chuzadas, los falsos positivos, los conflictos institucionales, etc. Esto es, las cosas lucen mal porque van bien. O en otras palabras, las malas noticias son buenas noticias disfrazadas. No quisiera pecar de pesimista, pero este optimismo presidencial me parece exagerado, casi un desafío al sentido común.

Los argumentos del ministro Rivera no son mucho mejores. Esta semana el ministro trajo a cuento su teoría de las microextorsiones. La percepción de inseguridad ha aumentado, dijo, como resultado de la multiplicación de la intimidación callejera, del mendigo que amenaza para acrecentar la limosna o el holgazán que intimida para forzar una ayuda. Pero esta teoría no tiene (no puede tener) ningún sustento. Al respecto no hay datos. Probablemente el Ministro basa sus elucubraciones en unas cuantas anécdotas callejeras. El general Naranjo también ha esgrimido una teoría cuestionable. La lucha contra la criminalidad, ha dicho, se ha visto entorpecida por la ausencia de una reglamentación eficaz del acto legislativo que prohibió el consumo de drogas. Este argumento no tiene asidero. El aumento del microtráfico poco o nada tiene que ver con la despenalización del consumo. Además, la policía cuenta con suficientes herramientas legales para combatir a los dueños del negocio de la droga. Las razones del general Naranjo son más una excusa que una explicación.

En fin, los argumentos del gobierno muestran cierto afán por enterrar la cabeza en la tierra. O peor, por contemplar la realidad con los ojos engañosos de la complacencia.

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  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 1:56 am

    Miedo como arma electoral.

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 1:58 am

    Probablemente la columna es injusta. O al menos criticona. Pero creo que la crítica es necesaria y considero, en particular, que la alusión de Santos a la "mano negra" es desafortunada. No toda la crítica viene de la extrema izquierda o la extrema derecha.

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 2:00 am

    18 razones para el optimismo. Discurso del presidente Santos en la Convención Bancaria. Algo exagerado.

  • panÓptiko
    3 julio, 2011 at 3:17 am

    Alejandro, creo que se dio cuenta de que la columna le quedó coja. El problema es que abre diciendo que se va a referir a un debate sobre la seguridad, pero en todo el texto se refiere sólo a un lado de los argumentos. Hubiese sido más conveniente advertir que cuando se trata de probar que la inseguridad es pura percepción, la responsabilidad probatoria recae en la autoridad, no en los medios. De ahí que las verdades de discurso no sirvan.

    En cuanto a los argumentos de fondo, ¿hay links a las estadísticas contradictorias?

    En todo caso, de acuerdo con lo de la mano negra. Lástima que no lo puso textualmente en la columna.

    Saludos,

  • JuanDavidVelez
    3 julio, 2011 at 4:04 am

    Ojalá la columna fuera injusta, no lo es.

    La inseguridad está disparada, mucho.

    Muy bueno el final de la columna, en el cual el profesor Gaviria sugiere que el presidente debe dejar de hacerse el guevon rapido, ya que de lo contrario esto va a terminar peor. Yo no lo hubiera dicho mejor.

    (Y que echen rápido a ese inepto de ministro de defensa que no sirve para nada)

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 4:28 am

    Panóptiko: la intención de la columna era criticar los argumentos del gobierno, hacer crítica destructiva si se quiere. Mi intención nunca fue hacer un balance de la situación de seguridad, ni tampoco una evaluación de las políticas. Las cifras son confusas, incluso las de la Policía muestran algunos indicadores mejorando (los de homicidios) y otros empeorando (los de secuestro). Sobre la actividad guerrillera, de otro lado, no hay duda: la situación ha empeorado pero es difícil saber cuánto.

    Pero el punto de la columna es otro, a saber: independiente de las cifras, los argumentos del gobierno son malos. Más que coja, es parcial, toca deliberadamente un solo lado del debate.

  • JoseLuis
    3 julio, 2011 at 6:21 am

    Alejandro no ha pensado que tal vez al gobierno no le interesa acabar con la violencia, como dice?

    Además creo que el problema es más de fondo en cuanto a la percepción de inseguridad. Es evidente que es una índice fuertemente relacionado con la favorabilidad del gobierno; en ese sentido, es preocupante que la percepción de inseguridad, facilmente manipulada mediante distintos medios, sea la que determine la buena gestión de un gobierno ignorando problemas igual de importantes como la pobreza y la desigualdad.

    De todas maneras no deja de ser curioso que la herramienta propagandística a veces se vuelva contra los mismos del poder.

    A propósito al leer el primer parráfo de la columna me acordé de la pelicula Cortina de Humo de Robert de Niro.

  • Pascual Gaviria
    3 julio, 2011 at 9:06 am

    Algunos datos de María Teresa Ronderos sobre lo que ha empeorado.

    La inseguridad que no ve Santos

    Hasta el editorial de El tiempo de atrevió hace 8 días.

    Mas que percepción

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 1:46 pm

    "Violencia" en la prensa Colombia. La tendencia ascendiente se interrumpe en 2002. Pero el nivel se mantiene alto a pesar de la mejoría de los indicadores de homicidios, secuestros, etc. Interesante el contraste con “terrorismo”.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 1:49 pm

    1) Dias antes de la caída del Mono Jojoy, la percepción de seguridad también andaba mal. El mismo AG escribió una columna al respecto (un ejercicio factico suponiendo las reacciones si Mockus fuera el Presidente).

    Esperemos que Cano caiga pronto.

    2) Los argumentos de los (hoy) opositores, siempre se reducen a lo mismo: esta vaina sin Uribe no funciona.

    Es muy común escuchar frasesitas como: "es que Uribe madrugaba a llamar a los generales","es que la moral de la tropa está por el suelo"

    Cordial saludo

    Harold Londoño

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 1:57 pm

    Harold: creo que es necesario superar la dicotomía entre la histeria deliberada de los uribistas y la complacencia o el negacionismo mal argumentado del gobierno. Yo no quiero encasillarme en ninguna de las dos posiciones. No estamos viviendo en el caos que describen algunos uribistas, pero tampoco en el mejor de los mundos que describe el general Naranjo.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 2:03 pm

    A juzgar por las recientes arremetidas gerrilleras, el Mono Jonoy no es que les haga mucha falta como se pensaba.

    Eso sí, dar de baja los llamados peces gordos da muchos réditos mediáticos y de opinión.

    Harold Londoño

  • JuanDavidVelez
    3 julio, 2011 at 2:14 pm

    Muy bueno el punto de Harold de la importancia que tiene en "la percepcion" la captura de miembros del secretariado general.

    Lo que si está claro es que capturar o matar mandos medios rinde menos frutos que capturar o matar guerrilleros rasos, capturan a otro jefe de finanzas y uno piensa que no están haciendo nada, en cambio la captura de guerrilleros de a pie si tranquiliza. Eso es otra muestra de lo subestimada que está la clase media. Eso es porque todos sabemos que los jefes de finanzas no son importantes y se reemplazan facilmente, los colombianos lo hemos vivido en nuestros lugares de trabajo. (que se pronuncia la sociedad colombiana de jefes de finanzas, que reivindiquen la importancia de su trabajo, tanto a nivel guerrilla como en el sector productivo).

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 2:43 pm

    Alejandro: comparto plenamente su posición respecto a no caer en la dicotomía entre histeria y complacencia.

    Sin embargo, creo que puede resultar inevitable, pues a la larga, son dos estilos de liderazgo los que están en discusión: el delegatario de Santos versus el de microgerencia de Uribe.

    Como van las cosas, todo indica que el segundo es más eficaz en cuestión de seguridad.

    Con todo, creo que es bueno revisar la estrategia militar que está siguiendo el actual Gobierno: enfocar los esfuerzos a ir casi que exclusivamente por Cano,a ir por el show. (Todas las semanas dan de baja a alguién cercano a él: al jefe de seguridad, al cocinero, al mejor amigo, al amante).
    Y mientras tanto la percepción de inseguridad disparada.

    Es oportuno darle una mirada a la estrategia subversiva que parece quedar inmune frente a la caída de varios de sus líderes (jojoy, Reyes, Marulanda). Algo relativamente parecido a lo que ocurre con el Narcotráfico.(Socios al fin y al cabo).

    Harold Londoño

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 4:15 pm

    Harold: soy suplente de la junta de Isagen y suelo ir a las reuniones mensuales. Isagen está construyendo una central hidroeléctrica (Amoya) en el Páramo de las Hermosas, muy cerca del santuario de “Cano”. Las condiciones de seguridad de la obra siempre han sido complejas. Pero hace unos meses empeoraron de manera sustancial. Las Farc pusieron una bomba en la oficina de los contratistas en Chaparral, y lograron, mediante hostigamientos permanentes, paralizar la obra. Publicamente el gobierno ha dicho que los ataques de las Frac son señal de su debilidad y de la presión militar.
    Yo sinceramente lo dudo. Todo el esfuerzo por coger a “Cano” parece hasta ahora infructuoso.

    De otro lado, recuerde los cientos o miles millones de pesos que invirtió el Ministerio de Defensa para dar de baja al “Mono Jojoy” antes del retiro de Santos.

    En fin, vuelvo al mismo punto: me parece algo cínico que Santos denigre de la manipulación mediática de sus opositores.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 4:20 pm

    Editorial del diario La Patria de Manizales http://www.pensamientocolombia.org/DebateNacional/?p=34687 Al parecer parece que fue escrita por simpatizantes de Uribe. Nostalgicos de la llamada "(In)Seguridad Democratica"

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 4:22 pm

    Editorial de La Patria mencionado por el anónimo 11:20.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 4:33 pm

    ¿Sera que existe entre los colombianos dos percepciones sobre la seguridad? Por un lado existen comentarios catastroficos de que la seguridad esta fatal y que es necesario volver a lo de antes, o sea, que lo hecho por Uribe en suguridad fue "bueno" y que es mejor "malo conocido que bueno por conocer". Por otro la percepción de empresarios y del Gobierno actual en donde la seguridad ha mejorado http://www.elespectador.com.co/economia/articulo-281226-empresarios-no-muestran-preocupacion-inseguridad-colombia

    ¿Entonces a quien creer?.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 4:44 pm

    Los empresarios dicen una cosa en público y otra en privado. El Consejo Gremial respaldo publicamente al ejército pero los reportes internos de la Andi, por ejemplo, hablan de un deterioro preocupante de la seguridad.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 5:40 pm

    Con respecto al comentario anterior
    Anónimo 11:44:

    A pesar del "optimismo" de la ANDI su comentario sobre la seguridad deja cierto tono a preocupación:

    "Los éxitos en la disminución de los cultivos ilícitos, la lucha contra la minería ilegal y la permanente presión de las autoridades sobre los diferentes grupos armados al margen de la ley, hacen que en general, los indicadores sobre la seguridad en Colombia sigan mostrando mejoría. A pesar de que las más recientes cifras de disminución del delito no han sido de la magnitud mostrada en años anteriores, en muchos casos es clara la tendencia a la baja o al mantenimiento de bajos niveles. El Consejo Gremial Nacional hizo un llamado a las autoridades, para mantener una mejoría permanente en estos indicadores"

    http://www.andi.com.co/pages/noticias/noticia_detalle.aspx?IdNews=168

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 6:34 pm

    Harold: parece que dieron de baja a "Cano". La última vez que escribí en tono critico sobre seguridad dieron de baja a "Jojoy" a los dos días. Ahora parece que pasó lo mismo con "Cano". Va a tocar seguir escribiendo sobre el tema.

  • Daniel Payares Montoya
    3 julio, 2011 at 8:28 pm

    Con la muerte de Cano seguro se apaciguarán por un tiempo las críticas.

    Alejandro va a tener que escribir más seguido sobre seguridad para ver si se dan golpes contundentes contra los ilegales.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 8:42 pm

    Bueno,

    escribió sobre la gata .. y ?

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 8:58 pm

    Con la muerte de ese terrorista no creo que se acaben las farc !.

    Semejante a lo que sucede con la cúpula terrorista paramilitar aislada en los EU, quedarán células criminales guerrilleras que continuarán con cuadrillas extorsionistas, secuestrando, y traficando drogas etc.

    El ejemplo que vive Córdoba, (más de 200 muertes en lo corrido del año) lo tendrá Caquetá, o el Meta.

    La seguridad asentada por el expresidente Uribe se medía por muertos, la de Santos aún es un enigma.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 9:00 pm

    Solo la gente que simpatza con el crimen y el delito puede seguir pidiendo el resgreso de uribe. Suma del desfalco gobierno uribe (2002-2010)——-> ais: 3 billlones de pesos. min transporte: 1.7 billones perdidos que debieron invertirse en infraestructura. min proteccion social escandalo eps: 4.5 billones de pesos. estupefacientes (dinero del estado y bienes de narcos repartidos en el partido conservador y entre simpatizantes de la segunda reeleccion): 2,2 billones de pesos. dinero del estado invertido en las falsas desmovilizaciones (reclutar indigentes, disfrazarlos de desmovilizados) 500mil millones de pesos. gran total aproximado: 11,9 billones de pesos saqueados en los 8 años del gobierno uribe…

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 9:15 pm

    Bueno…no cayó Cano. Me perdonarán pero lo de hoy fue más que todo una ofensiva publicitaria.

  • Daniel Payares Montoya
    3 julio, 2011 at 9:34 pm

    Al menos fueron 3 horas de felicidad…

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 9:35 pm

    Ja ja este Alejandro si es la tapa… parafraseándolo "la ultima vez que escribí sobre algo estaba equivocado, va a tocar seguir equivocándose más…" bueno, pues si, toca seguir equivocándose ¿de que mas podrían vivir los economistas?

  • Alejandro Gaviria
    3 julio, 2011 at 10:07 pm

    Anónimo: un poquito de autoironía es buena para todos. Economistas, policias, abogados,…

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 10:09 pm

    la columna no es equivocada. El show de Cano la valorizó.

  • Anónimo
    3 julio, 2011 at 10:24 pm

    del anónimo 16:35
    Jaja, eso es verdad Alejandro, solo quería joderlo un rato. además ¿no fue Popper el que dijo que la ciencia solo avanza gracias a los errores?

  • Anónimo
    4 julio, 2011 at 12:06 am

    Parece que pegó en el palo, otra vez. Todo indica que la estrategia del gobierno consiste en entregarle la pelota a las Farc, dejarlos que jueguen, que se muestren, que hagan una que otra escaramusa. Para así sacarlos de su cancha y aprovechar propinando sendos contragolpes que permita bajarse a los peces gordos.
    Tocará aguantar llenarse de paciencia y chuparse esa mandarina? Habrá que ver.

    De momento, todo indica, que otra vez pegó en el palo.

    Ojalá que no nos pase lo tantas veces pasa: el que no hace los goles, los ve hacer.

    Saludos, y a los colegas economistas, feliz día.

    Harold Londoño

  • Alejandro Gaviria
    4 julio, 2011 at 2:28 pm

    Dudas capitalistas. Entrevistas publicadas hoy en EE.

  • Carlos Méndez
    4 julio, 2011 at 3:00 pm

    Visualización de datos del Banco Mundial: http://www.sacmeq.org/statplanet/StatPlanet.html

    Recomendado

  • Anónimo
    4 julio, 2011 at 3:59 pm

    Me llamó la atención en las respuestas de Alejandro en EE que fue el ùnico que no se puso a nombrar autores ni a descalificar modelos.

    Percibí cierto dejo de desprecio hacia tanta pirotecnia ideológica. Hacia tanta carreta. (Que no es nuevo en él)

    De hecho, pidió algo exotico por estos días: soluciones concretas a problemas específicos.

    Paradójicamente, a Alejandro se le salió el Ingeniero, el día del economista.

    Será que nos quiere decir algo?

    Harold Londoño

  • Miguel Barrios Payares
    4 julio, 2011 at 4:23 pm

    No es que uno sea pesimista. Es que esto parece un circo.

    Excelente Columna.

  • Alejandro Gaviria
    4 julio, 2011 at 8:00 pm

    Harold: no hay ningún mensaje subliminal. Pero creo, después de todo, que mi corazón no está del todo en la economía. Al menos no me identifico con la carreta y el bienpensantismo de mis otros dos colegas. Saludos.

  • Alejandro Gaviria
    4 julio, 2011 at 8:15 pm

    Hace un tiempo William Ospina ensalzaba “el carácter pacífico y democrático del actual proceso venezolano”. Tristemente el pacifismo terminó en matazón.

  • Alejandro Gaviria
    5 julio, 2011 at 3:02 am

    Incertidumbre empresarial.

  • Anónimo
    5 julio, 2011 at 2:56 pm

    ¿En el mapa está señalada la preocupación de los empresarios por las bacrim?

    Creo que a ellos no les preocupa el incremento de la "justicia privada"(para no decir narcotrafico y crimen), porque en ocasiones son ellos quienes la promueven!.

    SSSShhhhh suena duro!

  • Alejandro Gaviria
    5 julio, 2011 at 3:21 pm

    Copio los comentarios (que comparto) de Andrés Mejia V. sobre el tema de la seguridad:

    SANTOS Y LA SEGURIDAD I: De aquel 74 por ciento de Colombianos que, según la encuesta Gallup, consideran que la seguridad va en deterioro, no creo que ninguno haya cambiado de opinión por las declaraciones que el presidente Santos ofreció el domingo sobre la suerte de Alfonso Cano. Declaraciones infortunadas, por ser evidente en ellas el propósito de reaccionar, con premura, ante la creciente sensación de que al gobierno le ha resultado difícil el manejo de la seguridad. Precisamente, esa reacción del presidente Santos no hace más que reiterar lo que hasta ahora ha sido la línea de su gobierno, la de él mismo, y sin duda la de su ministro Rodrigo Rivera: la de manejar esto como un problema de imagen. Basta recordar cómo el ministro Rivera, ante cada nueva incursión de la guerrilla, reacciona tratando de restar importancia a lo sucedido, y exagerando la reacción de las fuerzas militares. En este caso, percibe Santos que hay una preocupación creciente por la inseguridad, y hasta donde sabemos, su reacción no ha sido la de examinar de modo sereno y analítico lo que está fallando, sino correr ante las cámaras a anunciar, una vez más, que las fuerzas armadas le “respiran en la nuca” a Alfonso Cano. No pongo en duda que tal cosa esté sucediendo: pero es claro que ante el segundo aire que ha tomado la guerrilla se requiere una estrategia más clara, y sobre todo un liderazgo más fuerte de parte del presidente y del ministro.

    SANTOS Y LA SEGURIDAD II: Ahora: encuentro también inaceptable el modo como el ministro Rivera, valiéndose de un puñado de cifras, ha querido desestimar la preocupación de un sector amplio de la población colombiana. Al usar esa expresión no deseo restar importancia a los datos empíricos. Pero esos datos deben ser objeto de una ponderación seria. Puede ser cierto que las tasas de ocurrencia de algunos delitos hayan disminuido. Pero el simple hecho de que un comando de las FARC pueda salir a una de las carreteras principales del país, asesinar a un mayor de la Policía, detener el tránsito e incendiar vehículos, como solían hacer con frecuencia antes del 2002, debería ser motivo para mostrar una preocupación, y para preguntarse si estamos experimentando un retroceso. Señalo este hecho por su reciente ocurrencia, pero no es el único. Me dice un experto que, en lo corrido del año, han muerto en acción más hombres de la fuerza pública que de la guerrilla. En el Caquetá hubo un secuestro masivo de trabajadores petroleros chinos. Allí mismo hubo feroces combates con la fuerza pública, tras los cuales algunos habitantes de la zona se quejaron del resurgimiento de estos hechos, y de la tardanza en la acción del Estado. Y ni hablar del Cauca, donde hay poblaciones que están casi bajo asedio. Ojalá el ministro Rivera entienda que estas preocupaciones, cuya pertinencia ratifico, no van a evaporarse con al presentación de ciertas cifras sobre delito común, ni con la elaboración de hipótesis descabelladas, como las que denuncia en su columna del domingo Alejandro Gaviria (El Espectador).

  • hermano sol
    5 julio, 2011 at 5:34 pm

    Aún más frustrante que lo dicho por Alejandro sería que, aún viendolo y denunciandolo (así sea sólo por este medio), nos vieramos, depronto, inmersos en la Colombia de antes de 2002.

    ¿Será que hay algúna forma de medir el impacto de estas columnas de opinión? (Y ojalá no digamos o pensemos que en las elecciones)

    En Colombia se ha vuelto una constante, que, a pesar de la exposición al público de ciertos hechos, el statu quo se mantiene.

    Es realmente poco esperanzador saber los problemas y, aún así, saber que no se van a solucionar, o, por lo menos no en el mediano ni corto plazo.

  • Anónimo
    5 julio, 2011 at 10:38 pm

    Es que la guerra es un buen negocito pa todos, y asi entre negocito y negocito, se mueve la platica.

  • Alejandro Gaviria
    6 julio, 2011 at 2:38 pm

    Los nombres de los Wayús. Inquietante nota publicada en El Tiempo.

  • Alejandro Gaviria
    6 julio, 2011 at 7:27 pm

    "El ministro de Defensa Rodrigo Rivera Salazar dijo hoy en Rionegro, Antioquia, que las Farc se encuentran en una etapa de desesperación".

    Sinceramente no le creo mucho.

  • juan francisco muñoz
    8 julio, 2011 at 1:23 am

    Alejandro, una pregunta:
    ¿Qué piensa del proyecto que cursa en el cogreso para que la víctima u otras autoridades distintas a la fiscalía acuse ante el juez al delincuente de un asalto o delito usualmetne considerado menor?

  • Anónimo
    8 julio, 2011 at 12:08 pm

    En las zonas donde más desmovilizados hay, es donde se presenta la mayoría de crímenes y tráfico de drogas.

    La farsa ley de justicia y paz, no es más que una política de fracaso del gobierno Uribe; ¿porque le cuesta aceptarlo?

  • Anónimo
    8 julio, 2011 at 2:29 pm

    Impunidad.

  • Anónimo
    8 julio, 2011 at 5:57 pm

    Documental sobre el Biblioburro, el próximo 19 de julio a las 10 PM en PBS, USA

    http://www.pbs.org/pov/biblioburro/

    Biblioburro is the story of a librarian — and a library — like no other. A decade ago, Colombian grade-school teacher Luis Soriano was inspired to spend his weekends bringing a modest collection of precious books, via two hard-working donkeys, to the children of Magdalena Province’s poor and violence-ridden interior. As Soriano braves armed bands, drug traffickers, snakes and heat, his library on hooves carries an inspirational message about education and a better future for Colombia. His simple yet extraordinary effort has attracted worldwide attention — and imitators — but his story has never been better told than in this heartwarming yet unsentimental film. A co-presentation with Latino Public Broadcasting.