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Desigualdad y populismo

Colombia es el nuevo Brasil, el nuevo campeón latinoamericano de la desigualdad. Las cifras del Banco Mundial, de la Cepal y de otros centros de investigación revelan una verdad incómoda: la brecha (el abismo podríamos decir) entre ricos y pobres es mayor en Colombia que en cualquier otro país de la región. Durante la última década, la desigualdad sólo aumentó en tres países latinoamericanos: Colombia, Guatemala y Honduras. En los demás disminuyó por primera vez en mucho tiempo. Colombia tiene hoy un título incomodo, preocupante, deshonroso.

La noticia no ha recibido mucha atención por parte de los medios nacionales, ocupados, como siempre, de las rencillas políticas, de la guerra fría entre Santos y Uribe y de las escaramuzas iniciales (las batallas vendrán después) entre Garzón y Vargas Lleras. Algunos analistas han mencionado el tema tangencialmente, han especulado no tanto sobre las causas de la creciente desigualdad como sobre sus posibles consecuencias políticas, sobre las implicaciones futuras de la enorme distancia entre los ricos y los pobres de este país.

La desigualdad, se dice, es un caldo de cultivo para el populismo, para gobiernos irresponsables que sacrifican la prosperidad en aras de fantasías redistributivas, que explotan el resentimiento de los excluidos con una retórica facilista y en últimas perjudicial. El resultado electoral de Perú es usualmente traído a cuento como una advertencia sobre las consecuencias políticas de un modelo excluyente. No basta con el crecimiento económico, se argumenta. Si los pobres quedan excluidos, si la prosperidad es sólo para unos cuantos, la política tarde o temprano cobrará factura de la mano de un populista, de un demagogo irresponsable. El crecimiento desigual, se advierte, es políticamente insostenible.

La conexión causal entre desigualdad y populismo es presentada como una verdad de a puño, como una forma de determinismo ominoso. Pero la evidencia muestra otra cosa: el populismo raras veces es una consecuencia inmediata de la exclusión o la desigualdad. Ollanta Humala no es el producto de un modelo excluyente, es más bien el resultado de las rencillas políticas del establecimiento peruano. En Perú, contrario a lo que se dice, la prosperidad ha sido para todos: los ingresos de los pobres crecieron tanto como los de los ricos, la pobreza disminuyó de manera significativa, incluso la desigualdad se redujo levemente. Chávez tampoco fue una creación de la injusticia social: Venezuela ha tenido, de tiempo atrás, una desigualdad moderada. Chile y Brasil han sido históricamente mucho más desiguales y no han tenido, al menos no recientemente, gobiernos populistas. Todo lo contrario.

La creciente desigualdad no implica que Colombia será, a la vuelta de algunos años, gobernada por un emulo de Chávez. La estabilidad política podrá seguir coexistiendo, como lo ha hecho por buena parte de nuestra historia reciente, con la desigualdad social. Nuestro reto es peculiar. Consiste en disminuir la desigualdad no por temor al populismo, no por un supuesto riesgo político, sino por una razón menos urgente, más elemental, porque simplemente deberíamos ser fieles a lo que dice nuestra Constitución y han prometido por décadas nuestros gobernantes.

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  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 2:09 am

    Sobre la desigualdad. Una columna vieja sobre el mismo tema.

  • Patricia
    19 junio, 2011 at 3:47 am

    Que tragedia en este país la pobreza y la desigualdad son temas de campaña electoral y sus metas quedan en el papel llamado "Plan de Desarrollo". El problema de la desigualdad y la pobreza es estudiado a fondo por la academia y cuando se muestran los resultados todo el mundo pelea porque como el país esta creciendo las cifras son falsas; a pesar de que en Colombia las regiones han presentado una convergencia con relación a ingresos las desigualdades son todavía abismales y estas se hacen evidentes en la contribución al PIB por departamentos.
    Definitivamente se requiere disminuir la desigualdad y la pobreza para romper las trampas de la pobreza, otorgar una vida digna de los menos favorecidos y aprovechar el capital humano de los mismos para el desarrollo del país.

  • JuanDavidVelez
    19 junio, 2011 at 4:02 am

    Tengo una inquietud relacionada con lo de la mano negra y los lopez, los lleras y los santos.

    ¿Que hay de cierto en esa hipótesis de Antonio Caballero que esa élite política (me refiero particularmente a esa élite política bogotana) no conoce el pais, que solamente conocen a Bogotá?

    Mi pregunta es porque en la revista kienyke (es una revista de chismes y banalidades), en esa revista Jose Gabriel dice que Julio Sanchez piensa que Felipe Lopez es el tipo más informado del pais. ¿qué tan "real" es ese pais que ellos conocen? ¿un pais se conoce mejor desde el chisme o desde los papers?

  • JuanDavidVelez
    19 junio, 2011 at 4:08 am

    La otra cosa, los santos, los lleras, y los gomez ¿conocen el pais por los papers, por chismes, por los tecnocratas? ¿como conocen ellos el pais?.

  • Natalia
    19 junio, 2011 at 4:29 am

    Se puede pensar en la desigualdad como un antecedente a una falla de mercado? Si el 10% de la población con mayores ingresos genera el 45% de los ingresos de los hogares colombianos (CIA Factbook 2008), tiene poder de mercado como para afectar el mercado de capitales. Un ejemplo es el fondo de George Soros, que hizo caer la Libra en 1992. El fondo tenía 10bn de libras y esperaba apalancarse por 5bn más para apostar en contra de la Libra. Mientras tanto, el banco central inglés tenía 15bn para defenderla. ¿Porqué un solo fondo puede tener la misma cantidad de recursos (aunque esté apalancado) que el banco central? ¿Porqué un ente privado puede generar una corrida sobre la moneda? Porque no es un price-taker, tiene poder de mercado, a partir de la acumulación privada de recursos, que claramente no ha sido en igualdad de condiciones para todos los miembros de la economía. Mi pregunta entonces es: ¿Porqué la desigualdad no se analiza como una falla d emercado, que puede generar posiciones monopolísticas, y por lo tanto se debe regular?

  • Catalombia
    19 junio, 2011 at 10:27 am

    Me sorprende, para mal, la columna de Alejandro Gaviria, quien ya habla más como un renovado leguleyo 'santanderista' que como economista.

    Me sorprende que no relacione la desigualdad en el ingreso con el bienestar de la sociedad, tal y como lo exponen Wilkinson y Pickett en The Spirit Level.

    No es porque lo diga la constitución, es algo mucho más pragmático,medible y real.

  • panÓptiko
    19 junio, 2011 at 12:24 pm

    Chévere el ejercicio contra-intuitivo. Aunque me quedo con la duda si el ejemplo peruano sigue apoyando el argumento si consideramos los efectos de desigualdad percibida…

    En todo caso, mejor el remate. La desigualdad debería la razón de ser del sistema, sin importar las consecuencias políticas que tenga. Me supongo que esta es una prioridad debida a la contingencia — pues me parece recordar que alguna vez en una discusión teórica se puso del lado del crecimiento sobre la redistribución, ¿o no? — pero en últimas, que haya (re)acción es lo que importa.

    Una racha de columnas muy buenas, Alejandro. Gracias por mantener el nivel.

    Saludos,

  • panÓptiko
    19 junio, 2011 at 12:27 pm

    ¡Ja! Toca también practicar el español.

    Y las gracias son por mantener este espacio en general. Un gusto semanal.

  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 1:11 pm

    Catalombia: no exageremos. Todavía no me convertido al santanderismo económico. Ya habrá tiempo para eso. Simplemente quise darle a esta columna alguna continuidad con la de la semana pasada. Me leí The Spirit Level el año pasado. Interesante el argumento (la desigualdad nos enferma, nos entristece y nos hace más violentos) pero hay un trecho largo entre las correlaciones que muestran y las causalidades que suponen.

  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 1:20 pm

    Juandavi: dicen las malas lenguas que todo lo que sabe la élite bogotana lo aprendió en los cocteles. Caballero subestima la eficacia pedagógica de los cocteles. En todo caso, no se nos puede olvidar, Caballero trabaja para López: algo tiene que saber el segundo que no sabe el primero.

  • Carlos Méndez
    19 junio, 2011 at 1:21 pm

    Faltó mencionar las causas.

    Tengo la intuición que los problemas desempleo(factor trabajo mas costoso que el capital), desplazamiento, y la centralización económica (Bogota, Medellin, Cali, vs resto del pais) son los principales.

    Las diferencias de ingreso per capita entre regiones (especialmente entre Bogota y el resto) son vergonzosas y obviamente la prensa bogotana rara vez habla de eso.

  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 1:59 pm

    Carlos: la principal causa es, como usted bien señala, la informalidad laboral. En general, los colombianos con educación universitaria trabajan en los sectores modernos de la economía, donde hay cambio técnico, capacitación y aumento de los salarios reales. El resto trabaja en sectores informales, muy poco productivos. En fin, el principal problema está en el mercado laboral.

  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 2:02 pm

    panÓptiko: enlazo una justificación o evidencia en favor del revisionismo: el crecimiento peruano sí benefició a los más pobres.

  • charlie
    19 junio, 2011 at 3:57 pm

    El problema social nunca ha sido entre los ricos que siempre han sido ricos y los pobres que siempre han sido pobres.
    El problema se presenta cuando la clase media se divide y una parte se enriquece y se va a más mientras otra, la mayoría, se queda rezagada.
    La clase media en ascenso es emprendedora y por eso se enriquece, pero es arrogante y gastadora, y hace subir los precios, empezando por los de la tierra. Y eso empobrece aun más, y resiente, a los rezagados.
    Eso sucedió en Francia a finales del siglo XVIII. Y también sucedió en Venezuela a principios de los años noventa cuando se estrenaron las políticas neoliberales
    Y ha sucedido en Méjico y en Centroamérica y en Perú cuando algunos se enriquecieron y otros muchos, los agricultores, por ejemplo, se empobrecieron con los TLCs.

  • Anónimo
    19 junio, 2011 at 4:03 pm

    Agro Ingreso Seguro tiene que ver con "desigualdad" ?

    Caminar por la séptima es sinónimo de populismo?

    Esa pugna entre vicepresidente y min. del interior no será por las próximas elecciones presidenciales? ya estarán estructurando plataformas para sus lanzamientos?

    Sin entrar en antagonismos; ¿ es posible cuantificar el daño realizado por el terrorismo de la narcoguerrilla y relacionarlo con la corrupción imperada desde hoy a veinte años atrás ?

    Que relación existe entre "mano negra" y excesos cínicos de poder de militares y policías?

    gracias

    FL.

  • Anónimo
    19 junio, 2011 at 6:01 pm

    Por ahí he visto que ha venido ganando fuerza algo que llaman "desigualdad de oportunidades".

    Desafortunadamente no tengo mayor conocimiento de los resultados, pero el nombre de por si ya me parece sugerente.

    No evaluar los resultados en materia de ingresos sino de oportunidades, supongo, demanda una mirada diferente del tema.

    Sabe algo Alejandro de este indicador? nos va igual de mal que en el tradicional gini?

    Gracias

    Harold Londoño

  • JCS
    19 junio, 2011 at 9:31 pm

    A mi en realidad no me importa la desigualdad sino la movilidad. Creo que está bien que el esfuerzo y el capital humano se premie con altas tasas de retorno, pero quisiera que hubieran las posibilidades para acceder buena educación fueran las mismas. Entiendo que la desigualdad en sì misma tiene consecuencias perversas (en crecimiento, salud, participaciòn polìtica, etc.), pero sus costos pueden ser menores a los beneficios de tener una sociedad que premie el esfuerzo.

    En ese sentido, me pregunto si Colombia es campeón latinoamericano en baja movilidad. Ese sí sería un problema.

    Sobre el tema de informalidad creo que no hay que satanizarlo– en últimas es una respuesta óptima de la econ. ante las regulaciones excesivas del mcdo. laboral (v.g. salario mínimo –no tanto los parafiscales)

    En EE.UU. hay académicos que dicen que parte de la desigualdad se explica porque a la econ. le ha ido bien: las unidades familiares son más pequeñas porque la gente puede vivir sola, lo cual estadísticamente afecta las mediciones de desigualdad agregado por "familias". Me pregunto què parte de eso explica la desig. en Col.

  • Anónimo
    19 junio, 2011 at 9:58 pm

    Indirecta de Claudia López via twitter:

    "Los q se ufanan d nuestra estabilidad política, sin populismo, a pesar d campear en desigualdad, se olvidan d mano d hierro q la sustenta"

    Comentarios después, atribuye la desconfiguración de su cuenta de twitter a una chuzada. Esta vieja vive entre la paranoia y el egocentrismo.

  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 10:18 pm

    No hay que satanizar la informalidad. Pero sí hay que preocuparse por un mercado laboral segmentado que le niega a mucha gente, a la gran mayoría de los trabajadores jóvenes sin educación universitaria, el acceso a los sectores modernos de la economía. Por ello, en particular, porque es el síntoma de un problema estructural bastante serio, me preocupa la desigualdad (el aumento de la desigualdad, en particular).

    Sobre la desigualdad de oportunidades y las perspectivas de movilidad social, primero cabe señalar la medición es mucho más difícil. Escribí hace unos años un artículo que calculaba un indicador imperfecto de movilidad con base en la correlación en los años de educación entre padres e hijos: a mayor correlación, menor movilidad. A Colombia no le iba muy bien. El artículo fue ampliado recientemente. Aquí están los resultados. A Colombia le va un poco mejor en el ámbito regional pero, en general, la movilidad es muy baja en el ámbito mundial.

  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 10:20 pm

    La indirecta de Claudia Lopez es extraña. Yo no me estoy ufanando nada, estoy simplemente presentando los hechos. Cada quien lee como quiere.

  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 10:25 pm

    Informalidad y desigualdad: 1 y 2.

  • Alejandro Gaviria
    19 junio, 2011 at 10:47 pm

    Krugman sobre David Hume:

    Your second book is An Enquiry Concerning Human Understanding by the 18th-century British philosopher David Hume. You read this in college and it really changed your life.

    Yes. I was at that stage, a college sophomore or thereabouts, when you’re searching around, looking for belief systems. I think it’s actually a point when you’re quite vulnerable, because you are looking for someone who is going to offer you all the answers. Some people turn to religious orthodoxy, other people turn to Ayn Rand. One of my favourite lines – and I haven’t been able to find out who came up with it – is that “There’s an age when boys read one of two books. Either they read Ayn Rand or they read Tolkien’s Lord of the Rings. One of these books leaves you with no grasp on reality and a deeply warped sense of fantasy in place of real life. The other one is about hobbits and orcs.”

    Then I read Hume’s Enquiry, this wonderful, humane book saying that nobody has all the answers. What we know is what we have evidence for. We do the best we can, but anybody who claims to be able to deduce or have revelation about The Truth – with both Ts capitalised – is wrong. It doesn’t work that way. The only reasonable way to approach life is with an attitude of humane scepticism. I felt that a great weight had been lifted from my shoulders when I read that book.

    Because before that you felt the pressure to adopt a particular belief system?

    I felt the pull of them. You look at people who are very certain, and have these beliefs of one form or another and you think, “Maybe they really know something!” And what Hume says is, “Actually, no. They don’t.”

    Wouldn’t some people accuse you of having an extremely strong belief system? Isn’t there a sense among liberals that, “We’re in the right so we don’t have to pay too much attention to conservative or Republican arguments”?

    In my experience with these things – which I find both within economics and more broadly – is that if you ask a liberal or a saltwater economist, “What would somebody on the other side of this divide say here? What would their version of it be?” A liberal can do that. A liberal can talk coherently about what the conservative view is because people like me actually do listen. We don’t think it’s right, but we pay enough attention to see what the other person is trying to get at.

  • panÓptiko
    19 junio, 2011 at 10:47 pm

    Alejandro, gracias por la gráfica. No dudo la verdad de la redistribución en Perú, los datos son claros. Mi pregunta es más sobre la percepción del electorado sobre la verdad de este cambio — o, si se quiere, el 'path dependence' de sociedades desiguales. Tengo la impresión que, por lo menos en Colombia, incluso la gente que está bien arriba del promedio nacional se siente oprimida, y estaría dispuesta a apoyar gobiernos populistas. ¿Tiene esto algo de cierto? ¿Influye en las elecciones esta desigualdad percibida? ¿Se aplica a la situación peruana?

    Saludos,

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 12:03 am

    El twiter me aburre !

  • Alejandro Gaviria
    20 junio, 2011 at 12:27 am

    PanÓptiko: de acuerdo. Las desigualdades percibidas no necesariamente coinciden con las reales. Y las desigualdades reales siguen siendo muy altas en todo caso. En el caso peruano, además, las desigualdades geográficas son enormes, más grandes que en Colombia que es mucho decir. Además, las diferencias étnicas son enormes: una década de crecimiento no puede aliviar fracturas sociales que tienen siglos. Saludos.

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 12:29 am

    Parece que Ollanta va a nombrar a Alvaro Vargas Llosa, el del idiota latinoamericano, de canciller.

  • Alberto
    20 junio, 2011 at 1:52 am

    Alejandro;

    Suscribo el último párrafo de tu columna. Me ha sorprendido el tono
    ¿Es una manera de equilibrar la columna del sábado anterior o fue un momento de debilidad por el día del Padre y esas vainas?

    Nota: Yo creo que la nota de humor en la respuesta a Catacolombia tiene un trasfondo real. Al cumplir sesenta años, por ejemplo, si uno sigue presentandose como tecnócrata corre el riesgo de ser tratado como un viejo ga-ga.

    Saludos.

  • Patricia
    20 junio, 2011 at 2:57 am

    Alejandro, usted habla que en general, los colombianos con educación universitaria trabajan en los sectores modernos de la economía, sin embargo se le olvida mencionar que también existen profesionales en el sector informal y en el subempleo; de hecho muchas empresas con el fin de aminorar costos sustituyen profesionales por técnicos, reduciendo las oportunidades laborales de los primeros.

  • Gheysel Naranjo
    20 junio, 2011 at 2:58 am

    Bueno creo que una sociedad Perfecta, sin desigualdad y sin populismo, no serà "La Repùblica" de Platòn, ni "La Ciudad de Dios" de San Agustìn; ni el sueño de los utopistas, Moro,Saint Simòn,Fourier,precursores de Marx…
    La equidad comienza cuando todo el mundo trabaje, como trabajan todas las abejas para producir la miel. El zangano y la Reina tienen su trabajo; perpetùan la especie. El zàngano engendra y la Reina Pare. Las abejas dan al zangano y a la reina: techo,lecho y sustento, dan a cada uno "segùn su necesidad" y el zàngano y la Reina "segùn su Capacidad".
    Entonces, como se ve entre las abejas impera el Gran pricipio sociològico de: Cada uno segùn su capacidad y a cada uno segùn su necesidad.

    Y una pequeña referencia sobre la equidad, un poco paradòjica:

    “SER DE IZQUIERDA O DE DERECHA:

    Una universitaria cursaba el último año de sus estudios de filosofía y ciencias de la educación en la Facultad.

    Como suele ser frecuente en el medio universitario, la chica pensaba que era de izquierda y, como tal, estaba a favor de la distribución de la riqueza.
    Tenía vergüenza de su padre. Él era de derecha y estaba en contra de los programas socialistas.

    La mayoría de sus profesores le habían asegurado que la de su papá como tal era una filosofía equivocada.
    Por lo anterior, un día ella decidió enfrentar a su padre.
    Le habló del materialismo histórico y la dialéctica de Marx tratando de hacerle ver cuán equivocado estaba al defender un sistema tan injusto.

    En eso, como queriendo hablar de otra cosa, su padre le preguntó:

    -¿Cómo van tus estudios universitarios?

    -Van bien -respondió la hija, muy orgullosa y contenta-.
    Tengo promedio 4.5, hasta ahora. Me cuesta bastante trabajo, no voy a los bolos, no salgo, no tengo novio y duermo cinco horas al día, pero, por eso ando bastante bien, y voy a recibirme en término establecido.

    Entonces el padre le pregunta: -Y…… a tu amiga Soledad , ¿cómo le va?

    La hija respondió muy segura: -Bastante mal, Sole no aprueba porque no alcanza el 3,(tiene 2 de promedio), pero ella se va a bailar, pasea, fiesta que hay está presente, estudia lo mínimo, y falta bastante… no creo que se reciba, por lo menos este año.

    El padre, mirándola a los ojos, le respondió: -Entonces hablá con tus profesores y pedile que le transfieran 1,25 de los 4.5 puntos tuyos a ella. Esta sería una buena y equitativa distribución de notas porque así las dos tendrían 3,25 y aprobarían las materias.
    Indignada, ella le respondió: -¡Estás en loco? ¡Me rompo el lomo para obtener 9 de promedio! ¡Te parece justo que todo mi esfuerzo le pasen a una chancha, vaga, que no se preocupa por su carrera!? Aunque sea mi mejor amiga la persona con quien tengo que compartir mi sacrificio… ¡¡No pienso regalarle mi trabajo!!
    Su padre la abrazó cariñosamente y le dijo:
    -¡Bienvenida a la derecha!

    Moraleja: Todos somos rápidos para repartir lo que es ajeno.

    Gheysel

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 3:25 am

    Gheysel, parece que es muy difícil para usted entender la problemática social del país aquí no se trata de repartir por igual a todos, es claro que cada uno se gana las cosas por su esfuerzo; aquí se trata de darles oportunidades de ascender socialmente (movilidad social)a quienes nunca las han tenido.

  • Sandra
    20 junio, 2011 at 3:39 am

    Gheysel, gracias por la ilustración acerca de como trabajan las abejas, pero resulta que el mercado laboral no es simétrico y las desigualdades educativas y de producción no permiten que todo el mundo trabaje.

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 4:38 am

    Y cuales son las favelas en Colombia?

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 5:16 am

    Insisto, Gheysel se la esta fumando verde.

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 11:00 am

    Alejandro qué opina de las columnas de Carrasquilla y Kalmanovitz en El Espectador de hoy sobre las consecuencias económicas y sociales de la Constitución del 91, incluyendo aspectos como la informalidad?

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 12:18 pm

    Qué refrescante es leer una columna cuyos argumentos son sustentados mediante investigaciones o papers, y no mediante anécdotas del tipo "Un profesor de (ponga país acá), me contaba que bla bla bla"

    http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-278301-constitucion-de-hecho

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 12:51 pm

    La favelas en Colombia son lugares donde viven los parceiros.

  • Anónimo
    20 junio, 2011 at 3:50 pm

    Jajajaja

  • Marchese del Grillo
    20 junio, 2011 at 4:41 pm

    Interesante el análisis de la columna, pero encuentro en ella algo de ingenuidad. En mi opinión, en Colombia hay que atacar la desigualdad no sólo porque la constitución lo mande, sino porque la desigualdad es factor determinante de las múltiples formas de violencia que tienen estancado al país desde hace décadas. La violencia, a su vez, propicia y determina forma de desigualdad. Histórica y sistemáticamente, desigualdad y violencia van de la mano en el caso de Colombia. ¿Puede obviarse esto al comparar la desigualdad del país con la de otros países? Me parece que no. Otro comentario: los fenómenos ligados a la desigualdad y a la violencia parecen ser más medibles que "populismo". "Populismo" no es un concepto útil para analizar las dinámicas sociales, porque generalmente no pasa de ser un instrumento de descalificación. Es un rótulo que, dentro de cierto rango, puede aplicarse acá y allá, dependiendo de lo que uno quiera entender por él. Saludos

  • Alejandro Gaviria
    20 junio, 2011 at 10:32 pm

    Patricia: sí hablo en general. Pero la evidencia muestra claramente que el empleo formal está cada vez más concentrado en los trabajadores con educación superior. El número absoluto de asalariados sin educación superior es hoy inferior al que existía 15 años atrás.

    Alberto: a mí también me sorprendió el tono del último párrafo. Pero creo, a pesar de todo, en la importancia de reducir la desigualdad y de cerrar la brecha entre la pomposidad de nuestros propósitos y la inercia de los resultados sociales.

    M. del G.: muchos estudios han probado una conexión causal entre desigualdad y violencia. Pero ésta no es tan fuerte como se cree. Nuestras elevadas tasas de homicidios tienen otras causas más directas: narcotráfico, impunidad, etc.

  • Alejandro Gaviria
    21 junio, 2011 at 1:22 am

    Me gustaron las columnas de Carrasquilla y Kalmanovitz. Dos comentarios rápidos:

    Carrasquilla dice que más de 40% de los subsidios estatales se quedan en el 20% más rico de la población. Este resultado (conocido desde hace años) es explicado esencialmente por la concentración de las pensiones públicas y privadas en unos cuantos privilegiados. La concentración de las pensiones no es una consecuencia de la Constitución de 1991. Obedece a decisiones previas, a promesas irresponsables ratificadas, en su mayoría, por la Ley 100 de 1993.

    Kalmanovitz tiene razón en su ironía. La sentencia de la Corte sobre el Upac mantuvo deprimido por más de diez años el mercado de crédito hipotecario y por lo tanto los precios de la vivienda. Pero la ironía es algo perversa. Ni siquiera a Carrasquilla se le ocurriría decir que lo mejor de la Constitución de 1991 es una sentencia medio populista que casi acaba para siempre con el crédito hipotecario.

  • Alejandro Gaviria
    21 junio, 2011 at 1:31 am

    Respuesta del Presidente Santos a una pregunta sobre el tema de la columna:

    Caracol: La Cepal y el Banco Mundial han dicho que Colombia ocupa uno de los deshonrosos puestos en el continente con mayor desigualdad (…) varios temas y hechos, que nos siguen colocando en el margen inferior. ¿Qué va a pasar con su gobierno acerca de este tema?

    Santos: Tiene razón al decir que es vergonzoso el lugar que ocupamos en América Latina: el país más desigual. Inclusive nos superó Brasil, que ya no es el más desigual. Por eso, en el Plan de Desarrollo tenemos un programa que hemos resumido: más empleo, más seguridad y menos pobreza. Y no sólo eso, todos los modelos económicos que están aplicando en todos los ministerios sobre sus políticas, tienen entre sus objetivos el impacto en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

    Por ejemplo, la reforma a las regalías. Si uno puede definirla en una frase, es una reforma que va a permitir a Colombia ser un país más equitativo, porque toda la reforma está destinada a darles recursos a la regiones más atrasadas y a darles recursos a las regiones que tienen mayores índices de pobreza.

    Todo el esfuerzo que estamos haciendo en la Red Unidos y en Familias en Acción tiene como objetivo sacar a 350 mil familias de la pobreza extrema. Es que tenemos una pobreza extrema del casi 16 por ciento, eso es realmente vergonzoso.

    De manera que el Plan de Desarrollo, si hay algún énfasis, y en eso quiero ser claro, si hay alguna prioridad es la lucha contra la pobreza y la desigualdad. El gobierno esta empeñado en que en estos 4 años, que al final podamos decir “fuimos exitosos en reducir el porcentaje de pobres en Colombia y sobretodo de pobres extremos”. Y repito, todas las decisiones que tomamos en el Conpes o en el Consejo de Ministros, pasan por el filtro de cuál es el impacto de esta decisión en materia de pobreza y en materia de desigualdad.

    Porque coincido con usted, en decir que esto es un lugar vergonzoso, nos debe dar vergüenza a todos los colombianos tener como indicador, que somos el país más desigual de América Latina, que de por sí es el continente más desigual con el África en el mundo, o sea que somos uno de los países más desiguales en el mundo entero. Y estoy empeñado, obsesionado, para que ese deshonroso lugar lo podamos borrar de nuestra historia.

  • Alberto
    21 junio, 2011 at 2:53 am

    Alejandro;

    Una imagen sobre el "espectáculo" de la semana anterior;

    la fallida versión libre

  • Patricia
    21 junio, 2011 at 3:18 am

    La respuesta de Santos: Aunque son necesarias, con políticas asistencialistas no se reduce la desigualdad; con relación a la Ley del primer empleo aunque sus intenciones son buenas hay que ver los resultados. En una entrevista que le realizaron a Mauricio Santamaria (MPS)dijo que lo importante no era determinar las causas del desempleo sino reducir sus altas tasas (mujeres mayores de 40, jóvenes entre otros), me parece una respuesta irresponsable viniendo de un economista, si bien es cierto que las altas cifras de desempleo son muy preocupantes es fundamental saber cuales son las principales causas para poder dar las soluciones pertinentes.

  • Anónimo
    21 junio, 2011 at 1:52 pm

    Alejandro, A mi no me gustó la forma de la columna de carrasquilla. El contenido no lo discuto, pero no se si el tono que tiene la columna "como corresponde a todo buen polemista" (como ud escribio en su columna de hernan echavarria) o si es un neoliberal exasperado. Pero da mamera leerlo y desvía la atención del contenido.

    Aunque es medio irrelevante el tema de la forma, Ud que piensa.

    Saludos

  • Alejandro Gaviria
    21 junio, 2011 at 10:57 pm

    Foro sobre la Constitución de 1991 en Uniandes: fotos y algo más.

  • Alejandro Gaviria
    21 junio, 2011 at 11:52 pm

    Anónimo: De acuerdo. El tonito es aburridor. En todo caso hay algo de histrionismo en este oficio de la columnística y por lo tanto a veces el tono es más impostado que real.

  • Andrés
    22 junio, 2011 at 12:56 am

    Me dio la impresión de que Navarro Wolff tiene esa visión del estado tipo "Tío Rico McPato" que tiene dinero y capacidad para hacer todo. Qué opina usted Alejandro?

  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2011 at 1:18 am

    Por algunos momentos, sí. Pero también me pareció que tenía un entendimiento claro de las causas de la desigualdad y me sorprendió que hablara de la necesidad de desmontar las contribuciones a la seguridad social para incentivar la formalización del empleo.

    En general me gustó el foro. Me gustó la idea, enfatizada por el ex presidente Gaviria, de que la Constitución había sido una respuesta no autoritaria a un desafío terrorista. También me gustó que De La Calle hubiera dicho claramente que la Constitución no es un libro sagrado. Algunos estudiantes de derecho tienen una especie de veneración religiosa a la Constitución que vale la pena rebatir.

  • Andrés
    22 junio, 2011 at 2:02 am

    A mi me pareció interesante y positivo que se discutiera el hecho de que la constitución no adopta un modelo económico en específico. El cuento de la constitución neoliberal o estatista es algo a lo que suelen acudir estudiantes y personas sin mayores argumentos.

  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2011 at 2:17 pm

    Pascual Gaviria y Andrés Hoyos sobre la "mano negra": 1 y 2.

  • Anónimo
    22 junio, 2011 at 9:37 pm

    Esta buena la pelea de Uribe con Vargas Lleras. Es increible lo emocional que puede resultar Uribe ante cualquier crítica de su gobierno.

  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2011 at 9:54 pm

    Está buena la pelea. En el fondo del asunto creo que Vargas Lleras exagera. A este paso el próximo ministro de hacienda va a tener que ser un experto en zoología. Pero la sobrerreacción de Uribe es impresionante.

  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2011 at 9:56 pm

    Demandas contradictorias: la gente odia a los políticos de carrera y crítica al mismo tiempo a quienes pasan del sector privado a la política. ¿Quién podrá gobernarnos?

  • Esplandián
    22 junio, 2011 at 10:16 pm

    Extraño además el comentario de Vargas Lleras porque supone que personas de su gobierno no pasarán al sector privado.
    ¿Inocencia?

  • Anónimo
    22 junio, 2011 at 10:41 pm

    El ventilador de Vargas Llosa prendió el ventilador de Uribe prendió el ventilador de Vargas Llosa prendió el Ventilador de Uribe…

  • Maldoror
    23 junio, 2011 at 12:48 am

    Demandas contradictorias: la gente odia a los políticos de carrera y crítica al mismo tiempo a quienes pasan del sector privado a la política. ¿Quién podrá gobernarnos?

    ¿Nadie? Pero fuera de obviedades, no entiendo muy bien la segunda parte de su conjunción. Si la gente odia a los políticos, pues odia a todos los políticos independientemente de donde vengan. ¿O está sugiriendo que sólo los políticos de carrera y los [empresarios] del sector privado que saltan a la política son aptos para "gobernarnos"?

  • Alejandro Gaviria
    23 junio, 2011 at 1:28 am

    No quedan muchas opciones. Tal vez el gobierno de los profesores. La pedantocracia de la que hablaba Stuart Mill.
    De otro lado, probablemente la Corte va a tumbar las inhabilidades del estatuto anticorrupción. Además, extrañamente, el estatuto no dice nada sobre las inhabilidades a la entrada. A mí me parece peor tener una ministra de vivienda que venga de la dirección de Camacol que tener un ex director de Camacol que venga del ministerio de vivienda.

  • Anónimo
    23 junio, 2011 at 3:49 am

    Es que vivir de las rentas del gobierno y luego entrar en la puerta giratoria a una empresa privada es GOCEEEE !!!!!

  • Anónimo
    23 junio, 2011 at 2:57 pm

    Me contaron que vieron a Carolina Sanín en la feria del vino, despotricando de todo el mundo.

  • Anónimo
    23 junio, 2011 at 8:29 pm

    Lo que està bueno, pero verdaderamente bueno es las fisuras entre los furibistas recalcitrantes y Santos y sus partidarios, basta con leer la columna de Yamhure o de Jose Obdulio cada 8 días, esos 2 extremistas andan diciendo que se viene un nuevo Caguàn, jajaja.

  • Anónimo
    24 junio, 2011 at 7:33 am

    Buena cosa esa de la pedantocracia, creo que Mill no se equivoco. Que manes tan jartos.

  • ANA LUISA SERRANO SERRANO
    24 junio, 2011 at 12:23 pm

    Para mirar la desigualdad basta con mirar lo que gana un auxiliar dentro de la administración y lo que gana un jefe o uno nombrado a dedo, mirar las cifras con que se compra a un futbolista y lo que gana un obrero de la construcción. O lo que gana dentro de una misma profesión un enchufado y otro que no. Hay que educar en valores y sobre todo enseñar que es un honor servir a los demás. Hay que crear en las universidades emprendedores que generen trabajo justo y posibilidades de desarrollo.

  • Alejandro Gaviria
    24 junio, 2011 at 3:12 pm

    No me extraña lo de Carolina Sanin. Su ventaja comparativa (no la absoluta, no me malinterpreten) está en el insulto y la queja.

  • Alejandro Gaviria
    25 junio, 2011 at 1:36 pm

    Cronología completa de la "mano negra" colombiana hecha por el historiador Jorge Orlando Melo:

    1961: El 24 de febrero de 1961 ALM, de 48 años, según Alejandro Gaviria para mostrar su "rebeldía juvenil", hizo un discurso en la Convención Nacional Liberal contra la Mano Negra. Esta en Colombia Hora Cero y en la selección que publicó la Cámara. El Tiempo anunció el 25 que publicaría al día siguiente todo el discurso de López(para no ir a tergiversarlo") pero no lo encuentro.

    1962: según versión de 1996, julio 4 de D'Artagnan, Hernán Echavarría afirmó que el nombre lo inventó Julio Mario Santodomingo. Según D'Artagnan, Julio Mario amenazó con una demanda por calumnia a Echavarría, lo que obligó a Echavarría, desde Semana, a rectificar "su mendaz afirmación". Según D'Artagnan Echavarría está reviviendo la técnica de "aquella mano tenebrosa" para tumbar a Samper: otra vez los ricos tratan de tumbar a alguien al que los pobres respaldan.

    1962, 13 de marzo, El Tiempo: Carlos Lleras dice que ALM, usando su capacidad financiera sobre cadenas de radio (es accionista de Caracol) está silenciando dos radioperiodicos liberales y dice que ALM se ha quejado de una supuesta "mano negra". (Esto lo saca Alejandro Gaviria). La organización existía, por supuesto, aunque el nombre si se lo dieron probablemente López o su familiar (primo cuarto) Julio Mario Santodomingo Pumarejo: el Centro de Estudios y Acción Social.

    1966, junio 23: El Tiempo. Eduardo Zuleta Ángel dice que no fue presidente de la mano negra (lo publica Alejandro Gaviria).

    1991/02/25: El Tiempo publica completo el discurso de López donde habla de mano negra
    1991: diciembre: En Santander la policía atribuye a una organización llamada La Mano Negra varios homicidios de víctimas del "bajo mundo", que quedan con víctimas de tortura. En 1989 había aparecido y había matado homosexuales y prostitutas o indigentes. (Suena a homicidios de limpieza, de los que tienen la simpatía o el apoyo de la policía), Semana sacó informe sobre esto en noviembre.

    1996: Junio Llano 7 Días dice que apareció organización "Mano Negra" en Ganada, Meta, y ha asesinado y amenazado de muerte.

    2001: En Palabras pendientes, con Enrique Santos Calderon, ALM dice:
    "Que era, por ejemplo, la Mano Negra, que fue inventada contra el MRL? Una asociación de burgueses ricos presididos por Hernán Echavarría, José Gómez Pinzón y Hernán Tovar, que se dedicaba a promover la resistencia contra las ideas de izquierda. Le pedían a los anunciantes la propaganda de nuestras publicaciiones y financiaban "feudos podridos" para inclinar en contra nuestra el veredicto de las urnas.

    Discute lo que el alegaba entonces: si una compañía anónima tenía derecho a escoger apoyar al candidato de su gerente, a pesar de que los accionistas estaban con todos. Y dice que la campaña a la alcaldía de Mockus la financió la Fundación Corona, que es de Hernán Echavarría Olózaga. Presentarla como una campaña de la oligarquía suena un poco absurda pues esa campaña fue interesante por la falta de recursos y probablemente María Emma tuvo más recursos.

  • Alejandro Gaviria
    25 junio, 2011 at 1:38 pm

    2001: Mano negra de encapuchados mata jóvenes en Soacha. La policía no protege. Hay mucha juventud descarriada, pero "está cayendo mucha gente inocente".

    2004: La policía captura a José Cubillos, a quien la policía acusa como "jefe de la mano negra patrocinada por las autodefensas" y a dos cómplices, "Alvaro Sierra" y José Barragan. Mataban gente ligada a tráfico y consumo de droga
    (Y hay muchos casos más, decenas, en los que la policía atribuye a "mano negra" olas de crímenes de limpieza, o la gente la atribuye a "mano negra" con apoyo o tolerancia policial.

    2007: Benjamín Ardila Duarte publica en Juridocas, México, 2007 un artículo sobre ALM. Dice que el Comité de Acción Social, fue organizado desde el Palacio de la Carrera (Lo que es un error geográfico, pues el Palacio de la Carrera era en 1961 el Ministerio de Relaciones Exteriores) y que lo organizaron el doctor José Gómez Pinzón, el ex ministro Hernán Echavarría y Genaro Payán.

    2010: Según una página de genealogías, en la Mano Negra había varios parientes políticos de Alfonso López: eran de la mano negra Alberto Samper Gómez, casado con Olga Kopp Dávila, hija de Olga Dávila, madrastra de Alfonso. Era pues cuñado "político" de ALM. El mismo Hernán Echavarría estaba casado con Dolores Obregón González, familiar remota de los López. Alberto Samper es familiar del presidente Ernesto Samper, víctima del renacimiento de la mano negra según D'Artagnan.

    Según Reyes, en la biografía de Santodomingo, la "mano negra" la formaron Alberto Samper Gómez (Bavaria), José Gómez Pinzón (Cuellar, Serrano, Gómez), Hernán Tovar (Banco de Bogotá), Hernán Echavarría Arango (Corona), Aurelio Correa Arango (Bancoquia) y Eduardo Zuleta Ángel (empresas extranjeras). Como secretario adhoc actuaba Salvador Otero Ospina. Aquí faltaría Genaro Payán (¿Castro? abogado empresarial), Luis Robledo y Manuel Franco, mencionados los dos últimos en el cable de la Embajada. Robledo puede ser el que fue vice de Santa Fe.

  • Sabino
    27 junio, 2011 at 12:34 pm

    Es increíble el simplismo del análisis. Las políticas neoliberales y neoconservadoras que los llevaron a ser el país más injusto -desigual- de América del Sur. Ahora les preocupa el "populismo" concepto que nunca terminan por definir.

    Le pregunto Dr. ¿qué entiende por populismo? ¿Uribe no fue un populista de derecha?