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Una fábula sin moraleja

Llevado por una irresistible curiosidad por las tragedias ajenas, leí esta semana la noticia sobre Juliana Sosa, la modelo colombiana capturada en compañía de un mafioso mexicano. Leí también los insultos de cientos de foristas indignados ante «una mujer sin principios», «dispuesta a venderse al mejor postor», sea el que sea. Mientras repasaba la indignación soez de los lectores, recordé una historia inquietante relatada por el filósofo francés Bernard-Henry Lévy en uno de sus últimos libros. Voy a contarla nuevamente en clave colombiana. Pero, aclaro, no se trata de una historia doméstica sino de una fábula universal, antropológica podríamos decir.

Manuel vivió los primeros años de su vida en un pueblo como tantos otros, común y corriente, venido a menos, arruinado por los giros impredecibles de la economía. Abandonó el pueblo antes de cumplir veinte años. Hizo una gran fortuna y regresó muchos años más tarde, convertido ya en un potentado. Inicialmente nadie lo reconoció. Ninguno de los habitantes del pueblo concebía, podía imaginar siquiera, que aquel joven humilde, un simple ayudante de tienda, fuera ahora el dueño de una fortuna magnífica, casi inverosímil.

Pero pasadas algunas semanas, Manuel reveló su identidad: “recuerdan un joven modesto que abandonó este pueblo hace ya muchos años, humillado, expulsado como un perro pues supuestamente le había robado unos cuantos pesos al señor Alfredo, al dueño de la tienda; pues bien, ese soy yo, Manuel”. “Este pueblo está desahuciado, no tiene futuro. Les ofrezco varios miles de millones de pesos para repartir entre todos sus habitantes. Sólo pido una cosa a cambio: la cabeza de Alfredo, el culpable de mi destierro, el causante de la más grande humillación de mi vida”.

Los habitantes del pueblo reaccionaron indignados ante la propuesta de Manuel. “Se trata de una chantaje inaceptable”, dijeron en coro. “Nosotros somos gente decente”, repitieron con firmeza. Pero, días más tarde, el pueblo comenzó a cambiar. Los muchachos estrenaron tenis nuevos, de varios pisos. Las mujeres cambiaron sus vestidos tradicionales por otros más ostentosos, de telas delgadas. El jefe de la policía, a quien Alfredo visitó alarmado ante las miradas recelosas de sus paisanos, exhibía ahora un nuevo diente de oro. El párroco pudo al fin arreglar la fachada de la sacristía. Hubo televisores y equipos de sonido para todo el mundo. En fin, el pueblo, en conjunto, entero, comenzó a venderse. Poco a poco.

“Manuel tiene razón. Alfredo se portó como un patán. Además, es un tipo egoísta, amarrete. Nadie entiende por qué no se va de una vez por todas y permite que llegue la prosperidad al pueblo que dice querer tanto”, dijo uno de los jóvenes de tenis nuevos en un arranque de sinceridad. Pocos días después, Alfredo apareció asesinado en un rincón de su tienda de abarrotes. Desde entonces el pueblo ha vuelto a ser un lugar prospero. Manuel, el artífice de los cambios, es querido y admirado al mismo tiempo, una cosa se ha vuelto indistinguible de la otra.

Volviendo al comienzo, a la realidad de este mundo, no quisiera defender a Juliana Sosa. Pero su historia me parece tan ordinaria. Representa no tanto una perversidad individual o cultural como una inclinación antropológica. La humanidad, ya lo sabemos, no es una especie moralmente muy admirable. Parece siempre dispuesta a venderse. Y a matar. Por cualquier cosa.

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  • Alejandro Gaviria
    23 enero, 2011 at 4:12 am

    La historia original se llama La visita de la vieja dama de Friedrich Durrenmatt. Cuando la leí por primera vez hace unos meses pensé que me gustaría adaptarla a Colombia con un objetivo medio perverso: mucha gente diría “hay estamos pintados” sin saber que se trataba de una vieja historia alemana.

    La noticia de la modela fue simplemente una excusa para echar el cuento. Pero el experimento, ahora que lo leo nuevamente, quedó medio raro.

  • Alejandro Gaviria
    23 enero, 2011 at 4:12 am

    No sé cómo llamar un fenómeno bastante común, extendido, en todas partes no sólo en Colombia: la tendencia interpretar ciertas características de las especie (human universals) como atributos o defectos culturales. Tal vez “manía culturalista” o “sociología del instinto” apuntan en la dirección de lo que quiero denotar. Pero, por supuesto, oigo propuestas.

  • panÓptiko
    23 enero, 2011 at 5:19 am

    Me parece que lo que describe es el punto de partida de la creencia en el progreso moral. Si esos problemas no fueran culturales entonces no podríamos cambiarlos, ergo, tendríamos que aceptar que somos una especie miserable.

    Ahora estaba leyendo un libro un poco pretencioso de un señor John Gray, quien llamaría a ese fenómeno humanismo.

    Supongo que los que estudian la moral desde la teoría de juegos tendrán hipótesis sobre los efectos de este fenómeno en la coordinación de las sociedades – disminuir el número de "free riders" – pero de eso saben más ustedes.

    Luego charlamos sobre que es lo raro de la columna.

    Saludos,

  • Anónimo
    23 enero, 2011 at 5:20 am

    Tu entrada llamada "Empirismo Vulgar" creo, es un ejemplo que contradeciría está entrada.

  • Carlos Méndez
    23 enero, 2011 at 11:35 am

    Faltó relacionar el cuento con lo de la modelo.

    Lo del tema "human universals" lo debatimos ya aquí. A finales del año antepasado, si no estoy mal. O incluso antes.

  • Alejandro Gaviria
    23 enero, 2011 at 1:27 pm

    Panoptiko y Carlos: aceptar cierta debilidad moral de la especie, no como una fatalidad sino como una inclinación presente en todas las épocas y todas las culturas, tendría un efecto positivo en mi opinión: haría que la compasión reemplazará, algunas veces al menos, a la indignación, lograría que de vez en cuando intentáramos algún tipo de empatía con quienes lucen más despreciables moralmente (Pj., Juliana Sosa).

    Hay una frase de Goethe, la cito de memoria, que resume el tipo de empatía insinuada implícitamente al final de la columna: “no hay ningún crimen que yo no pudiera haber cometido”.

    De pronto una columna de prensa no es el espacio para una reflexión de este tipo (yo deliberadamente quise dejarlo todo insinuado) pero me gustaría reiterar mi punto. Dadas nuestras inclinaciones, nuestros instintos me atrevería a decir, creo que debería existir, en alguna parte, una norma que simplemente estableciera que todo el mundo tiene derecho a cagarla.

  • Alejandro Gaviria
    23 enero, 2011 at 1:36 pm

    Javier: no veo la contradicción. Aquí planteó una hipótesis general sobe la moralidad de la especie, la ilustro con un ejemplo tomado de la literatura pero, en ningún momento, argumento que el contacto inmediato con una realidad compleja y desconocida nos permitiría entender mejor el asunto en cuestión.

    Todo lo contrario: pienso que en este caso la literatura puede sustituir la experiencia.

  • Pablo Abitbol
    23 enero, 2011 at 1:58 pm

    Sobre "la tendencia a interpretar ciertas características de la especie como atributos o defectos culturales" podría uno quizás referirse al mismo Donald Brown, autor del libro Human Universals (del cuál se extrae la recopilación que aparece al final de libro de Pinker, enlazada por alejandro en su comentario)en el capítulo que escribió para este bonito libro: ver puntos 5 y 6, pp. 170 – 171. El pié de página 14 también apunta a una respuesta sobre la pregunta de panÓptiko.

  • Alejandro Gaviria
    23 enero, 2011 at 2:12 pm

    Panoptiko trae una hipótesis interesante, la hipótesis del “sanctimonious animal” de Steven Pinker: la cantaleta moralizante, el juicio moralista como una especie de instinto para facilitar la cooperación.

    Hay una especie de paradoja en todo esto: la humanidad aspira permanente a un perfeccionamiento imposible: una criatura de Hobbes que piensa como Rousseau.

  • Anónimo
    23 enero, 2011 at 2:18 pm

    Ya lo dijo la Biblia: "quien esté libre de pecado…

  • Harold H. Londoño
    23 enero, 2011 at 3:19 pm

    Derecho a cagarla o derecho a ser “racional"?

    Si bien, ciertos comportamientos se pueden universalizar, el contexto cultural propio de cada país exacerba la situación.

    Seguro que no se perdía: Sin Tetas no hay Paraiso y Rosario Tijeras.

    Dadas la escasas oportunidades de este país, y lo poco atractivo, que en términos económicos, resulta el latinoamericano promedio, actuar como lo hizo aquella joven, es a la larga inevitable. Es casi un destino premeditado.

    Supongo que mensualmente enviava remesas a su familia, que a su hermano le compró un taxi y que en diciembre traía muchos regalos a sus amigos y vecinos.

    No le pidamos tanto a nuestra gente.

    Un país que vuelve telenovela la “digna” vida de Marbell no tiene derecho a exigir tanto moralismo.

    En cuestión de ambición, ya varios tiraron la primera piedra. o si no pregúntenle a Mockus.

    Respetuoso saludo,

  • Alejandro Gaviria
    23 enero, 2011 at 3:43 pm

    Harold: el punto es difícil. Más que por la laxitud o la flexibilidad moral o no exigirle o pedirle nada a nadie, abogo por la renuncia a cierto simplismo moral. Saludos.

  • Alejandro Gaviria
    23 enero, 2011 at 3:44 pm

    Este párrafo del poeta y ensayista Joseph Brodsky (tomado de su carta abierta a Václav Havel) me parece relevante para la discusión:

    The notion that man is dangerous runs, therefore, closest to that order`s implications for human morality. Every writer is a reader, and if you scan your library`s shelves, you must realize that most of the books there are about either betrayal o murder. At any rate, it seems more prudent to built a society on the premise that man is evil than on the premise of his goodness. This way at least there is the possibility of making it safe psychologically, if not physically (but perhaps that as well) for most of its members, not to mention that surprises, that are inevitable, might be of more pleasant nature.

  • Harold H. Londoño
    23 enero, 2011 at 5:36 pm

    Excusas por cambiar de tema:

    Para los fans de Huxley; y de DiCaprio Un mundo feliz.

    Espero no se la tiren. Como hicieron con la puesta en escena de 1984.

    La magia de la literatura suele sucumbir ante la pirotecnia del Cine. Sin embargo, la experiencia muestra que, contadas excepciones (como el Perfume), estos esfuerzos suelen ser un fiasco.

  • Anónimo
    23 enero, 2011 at 5:50 pm

    Como dice un cura muy sabio, "el hombre nace malo y la sociedad lo vuelve peor".

  • Anónimo
    23 enero, 2011 at 6:12 pm

    Lo q me preocupa es q sea la maricota de caprio. Baboso.

    Pobre Huxley, se tiene q estar revolcando en su tumba.

  • los nuevos
    23 enero, 2011 at 7:56 pm

    Interesante el ejemplo literario en clave colombiana. ¿La historia esta en el libro Enemigos públicos?: el intercambio epistolar entre Levy y Houellebecq?. Lo lei y no recuerdo si de allí se toma.

    Es cierto: el realismo moral es algo que nos cuesta trabajo aceptar -y afirmar-. Hasta un "alma pedante" como Kant señalo en un arrebato de realismo que "de un material tan torcido como del que fue hecho el hombre no puede esperarse nada recto". Por el contrario nos esforzamos por aplicar todo el rigor y los estandares más elevados de perfeccionismo.
    El inmoralista de Nietzsche también llego a decir alguna vez: "En moral exigtimos a todo el mundo la teoría más rigurosa"

    Quisiera terminar aludiendo a un ensayo del crítico literario norteamericano Lionnel Trilling que trata algo que la columna trata al tomar como referente ese ejemplo entresacado de lla literatura europea: "las maneras, los hábitos y la novela".
    Su tesis nos aclara mejor que nada como la literatura ha desenmascarado todas las buenas intenciones y bienpensatismo de cierta clase esnobista.
    Termina así el ensayo de marras:

    "Algo puede haber detrás de nuestro sabio interés por la política moral. En este caso, el placer de la crueldad se halla protegido y permitido en razón de la indignación moral.
    En otros casos la indignación moral, que ha sido considerada la emoción favorita de la clase media, puede ser por si misma un placer exquisito"

    un punto más: " No tenemos libros que susciten cuestiones en nuestra mente no solo acerca de las malas condiciones sino acerca de nosotros mismos, que nos obliguen a perfeccionar nuestros motivos y a preguntarnos qué es lo que puede haber detras de nuestras buenas intenciones"

    Muy buena la columna por cierto.

    Camilo.

  • juan francisco muñoz
    23 enero, 2011 at 8:52 pm

    Supongo lo siguiente sobre el debate con respecto a lo cultural o instintivo del jucio moral:
    (Perdonen la extensión)
    – A través de los miles de años los humanos hemos aprendido a juzgar las acciones de otro humano de forma diferente a como juzgamos los objetos del mundo y otras especies.
    – Lo que consideramos justo e injusto depende de la capacidad que tenemos para simular la experiencia de otro ser humano y evaluar nuestro desempeño si pudiéramos sustituirlo.
    – Lo que hace otro ser humano es evaluado por nosotros en el contexto de las relaciones sociales (también biológicas), de las obligaciones de un miembro de una especie con otro de la misma especie. Estas obligaciones se crean conforme a las condiciones objetivas materiales de la especie y su ecosistema, pero para los humanos, están también bajo el control de expresiones y referentes verbales que median las opciones presentes en medio de los juegos del lenguaje y condiciones de múltiple elección.
    – En la moral, entonces, hay condicionamiento y emociòn (como en todas las especies), pero también hay imaginación y obediencia a criterios arbitrarios. Este encuentro entre estas dos historias de evolución podría explciar el por què, por ejemplo, la empatía no es solo altruista, sino también egoísta y caprichosa. El ser humano es capaz de amar o de matar a otro solo para entender por què o para qué existe.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 4:05 am

    Lelo69

    DIARIO EL PAIS
    LUNES 8 DE NOVIEMBRE DE 2010
    Entrevista a ANTONIO DAMASIO neurólogo portugués autoridad mundial en las neurociencias premio Príncipe de Asturias

    Moral, cerebro y cultura.

    Cree usted que podemos modular nuestra respuesta emocional, ¿cree que es un logro que nos distingue de los animales?
    Definitivamente. Hay animales muy inteligentes que no pueden modular sus emociones. La modulación de las emociones humanas es producto de la cultura. Es una consecuencia de la conciencia. Un buen ejemplo es la violencia. En la sociedad occidental, ahora somos menos violentos que hace sesenta años o que cinco siglos. El control de la violencia es el resultado de la modulación de las emociones.

    En el mundo hay decenas de conflictos armados y las noticias nos inundan con violencia… Sí. Pero no hay duda de que había más violencia en los tiempos de Enrique VIII que hoy día. Y nuestra tolerancia a la violencia va cayendo. En todos los países occidentales, la violencia doméstica se aceptaba, pero ahora no se tolera. En términos de orientación sexual o de raza, se intenta aceptar a gente diferente del resto. Es un fenómeno cultural, pero requiere de un control emocional. Lo diferente siempre crea agresión, pero puedes controlarla.

    Usted ha comentado que esa autorregulación de la sociedad imita el trabajo que hace el cerebro para conservarnos vivos. Lo llama homeostasis cultural. Hay dos niveles. Uno regula los latidos del corazón, la circulación de la sangre, la presión sanguínea, las defensas, la digestión, el sistema hormonal… y no podemos interferir. La homeostasis nos aleja de estar muy calientes o muy fríos. Nos proporciona la sensación de hambre, por lo que dentro de poco tendremos ganas de almorzar en vez de charlar, o sed. Está dada por los genes. Nuestra conciencia no tiene nada que ver. La otra homeostasis es social, nos permite tener justicia, prosperidad, economía, partidos políticos, medicina y tecnología. Sin conciencia, nunca podríamos haber creado la homeostasis social. No tendríamos cultura. Para ello necesitas saber. Y ser consciente. La conciencia nos permite saber, y en su mayor extremo nos da la cultura, que nos mejora como seres humanos. Y todo depende de ciertas partes del cerebro trabajando en conjunto. Algunas están en la corteza cerebral, otras se encuentran debajo de ella.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 4:14 am

    Alejandro alborotó a los fecodistas que comentan en El Espectador. Lean este comentario, fecodismo puro, empezando por la ortografía:

    "Si tiene moraleja tu fabula y es una contramoraleja quizas: La gente tiene una inlcinacion intima a la corrupcion" No sera mas bien qeu LADRON JUZGA POR SU CONDICION. Uno lee tus columnas y siempre, por buena redaccion o impecable articulacion que tenga, tienen una sombr moral: lamboneria, descalificacion de los colegas, arrogancia intelectual. Hoy para posar de lo que no soz, decis que para q señalar corruptos si todos lo somos. No señor, por mas que no lo aceptes, no todos han abicado como voz, ni todos tienen ese relativismo moral tan venenenoso. Este Alejandro Gaviria como Decano Universitario es un autentico peligro moral. Con razon los ANDES va como va y el pais en general es decadente. Algunos se refrescaran en sus delitos con la exculpacion que hace este Sr, la gente de bien no".

  • Alejandro Gaviria
    24 enero, 2011 at 4:22 am

    Camilo: sí, la historia la cuenta Lévy en Enemigos públicos. Casualmente el NYT reseñó el libro la semana pasada.

  • juan francisco muñoz
    24 enero, 2011 at 4:32 am

    Lelo:

    Las nuevas posturas en psicología plantean que las emociones no pueden controlarse, y que el intento por controlarlas solo las hace más intesas. Con respecto a la violencia, esto me parece particularmente cierto. Los animales son agresivos, en tanto sus emociones responden a demandas biológicas. Pero los humanos somos violentos sin necesidad de sentir un impulso emocional en particular. De hecho, la violencia humana ha tendido a justificarse más en supuestos verbales y en conflictos creados que en demandas biológicas o legítimas naturalmente. Por eso creo que el análisis de Damasio es equivocado. Su analogía con la homeóstasis es desacertada, creo yo, porque la violencia humana no se da en función de un equilibrio psíquico o emocional, sino simplemetne por seguir instrucciones o creerse historias sobre lo injusto del proceder de otros. La idea de Damasio sigue siendo profudnamente psicoanalítica, parte del error de Freud, perdonable para Freud por la falta de neurociencias y estudios evolutivos en su época, error en suponer que el comportamiento humano y social está motivado por una búsqueda de equilibrio organísmico.
    Si la violencia ha disminuido considerablemente, es porque las acciones violentas netamente instrumentales de antes han sido censuradas y reemplazadas por otro tipo de acciones, creo yo, como las legales, por ejemplo.
    La violencia humana está íntimamente ligada con la imaginación y la censura social desde los tiempos de lso primeros homo sapiens, creo yo. Es interesante ver que los mecanismos de inhibición cerebral originados por la corteza frontal ceden ante el licor, o incluso, dejan de funcionar igual en los sueños. De hecho, la violencia humana, arbitraria y social, es capaz de hacer que alguien con un alto funcionamiento de su corteza inhibitoria sobre la amígdala sea capaz de cometer los peores hechos. Porque el miedo humano más profundo es el del rechazo y la humillación social. Algo interesante, es que quienes, pro razones biológicas, temen más a esto en la ansiedad social, son quienes aparentemente tienen más activados los sistemas de inhibición conductual originados en el cortex frontal.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 12:51 pm

    Ponerse en el pellejo del otro es el fundamento de la moral.
    LA teoría de la mente. lelo 69
    1.
    Identifican circuitos cerebro
    La Nacion Bs Aires Miércoles 25 de agosto de 2010

    Usted está parado en un puente sobre las vías de un tren. Allí, a sus espaldas, trabajan cinco personas. El tren se acerca. Al lado suyo hay un hombre corpulento. Si lo empuja, el tren lo aplastará, pero se salvarán cinco vidas. ¿Lo empujaría?
    En general, la respuesta a este dilema en poblaciones de distintas culturas suele ser "no". Pero hay una excepción: entre las personas con demencia frontotemporal (DFT), trastorno neurodegenerativo cuya principal manifestación son las alteraciones de la conducta, suele registrarse un alto número de respuestas afirmativas.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 12:52 pm

    Ahora, un trabajo de investigadores argentinos que acaba de publicarse en Social Neuroscience logra explicar por qué en este grupo unos empujarían a aquel hombre y otros no, pero además alumbra algunos de los circuitos cerebrales que inciden en el juicio moral en personas sanas.
    "Lo primero que hay que aclarar es que no hay respuestas correctas o incorrectas, porque la moral es una construcción cultural -explica Ezequiel Gleichgerrcht, jovencísimo investigador de Ineco [24 años] y autor principal del estudio, que también firman Teresa Torralva, María Roca, Mariángeles Pose y Facundo Manes, de Ineco y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro-. Pero en trabajos previos ya se había observado un patrón similar. Por ejemplo, en otra investigación de Ineco sobre 1300 personas, vimos que sólo 200 optaban por empujar, y esto mismo se encontró en poblaciones americanas, japonesas… Pero hasta ahora nadie había investigado por qué hay pacientes con DFT que contestan afirmativamente y otros, negativamente."
    Para averiguarlo, los científicos les administraron este test a 22 personas con DFT precoz y evidencias de atrofia frontal, y las sometieron a una batería de tests neuropsicológicos que detectan problemas de empatía, toma de decisiones y juicio moral. Los resultados sólo mostraron diferencias significativas en una de las variables examinadas: los sujetos tenían puntajes muy bajos en las pruebas sobre capacidad de inferir los sentimientos del otro, algo que los neurocientíficos denominan "teoría de la mente".
    "[Los que sí empujaban] tuvieron puntajes menores respecto de los que no lo hacían en un test en el que tenían que elegir entre cuatro opciones la que mejor representaba la expresión de una mirada (foto de abajo). Lo interesante es que en imágenes de resonancia funcional se ha visto que esta prueba activa la misma zona del cerebro que se deteriora muy tempranamente en estos pacientes. Es un circuito alterado", explica Gleichgerrcht.
    Para los especialistas existen dilemas morales personales e impersonales, según el tipo de daño que se decida infligir a otro.
    El que nos pone en la situación de empujar a un hombre a las vías es personal, explica Gleichgerrcht. La contrapartida es otro en el que un tren se acerca a una bifurcación. En un ramal hay cinco hombres; en el otro, uno solo. El sujeto puede activar una palanca para que el tren tome uno u otro ramal. "En este caso, la mayoría contesta que movería la palanca -cuenta el investigador-. Es una decisión impersonal, porque no se inflige daño en forma directa. Los estudios de neuroimágenes muestran que, en este caso, el procesamiento tiene que ver más con la corteza cerebral dorsolateral, es una decisión racional. En cambio, cuando se hace daño personalmente, hay una activación ventromedial, el área que muy tempranamente se deteriora en los pacientes que estudiamos."
    Según explica Pose, la demencia frontotemporal es un cuadro que afecta a una población de 60 años, en promedio, que generalmente está en la etapa productiva de la vida.
    "Son personas que tienen déficits cognitivos que se vinculan con la corteza orbitofrontal [el área que está por encima de los ojos], y tienen que ver con la cognición social: la que nos permite hacer varias cosas a la vez, decidir qué es más importante, ponernos en el lugar del otro -subraya Torralva-. Esta era una zona misteriosa, no se sabía muy bien cuáles eran las funciones que cumplía."
    lelo69
    2.
    Para Manes, aunque algunos procesos cognitivos son conscientes y deliberados, otros son automáticos. "Por ejemplo, ciertas decisiones morales están más relacionadas con la emoción que con el razonamiento explícito. Luego de actuar, uno analiza y explica racionalmente la decisión moral que ha tomado, influido en realidad por la emoción."

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 1:18 pm

    Profesor Alejandro: desde hace tiempo usted se viene quejando de lo estresante y complicado que es tener que escribir una columna cada semana. Pues déjeme decirle que la de esta semana refleja no solo dicho estrés y dicha dificultad sino también el hecho ineludible de que ya usted no tiene a que echarle mano. ¿Por qué no cede el espacio y la da chance a otro que si tenga algo que escribir?

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 1:45 pm

    ¡País asqueroso; connacionales cretinos, colombianos pestilentes! Ahora Juliana Sosa es inmoral!. Que Gonorreas, incluyéndolo a usted señor Gaviria! En Colombia son por millares, aún más hermosas y prestigiosas que Juliana, las que andan con verdaderos cerdos antidiluvianos y nadie dice nada. Sigo este blog hace tiempo y jamás he leido que usted haya escrito Uribe, Pretel inmoral, Londoño inmoral inmoral, etc. !Que vivan los chivos expiatorios¡

  • Niko
    24 enero, 2011 at 1:49 pm

    Jorge 40 mándo a escribir sobre acrílico y pone ante sí éste letreo cada que tiene audiencia: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra".

  • Alejandro Gaviria
    24 enero, 2011 at 3:04 pm

    Esta columna ha suscitado los comentarios más diversos y entretenidos: algunos la celebran, otros piden (indignados o decepcionados) mi retiro, otros más lamentan mi inmoralidad, algunos critican mi moralismo, otros incluso dicen que estoy justificando a Jorge 40, a los mafiosos o a los paramilitares. En fin la lista es larga.

    En algún momento me arrepentí de escribirla. Pero en retrospectiva veo que valió la pena. A veces es conveniente auscultar la confusión.

    Por ahora seguiré un año más en El Espectador (ya firmé el contrato), echando mano de lo primero que se me ocurra. Así es este negocio.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 3:06 pm

    No se si este chistecito sirva para el debate, pero ahí va.

    EL PELUQUERO

    Un día, un florista fue al peluquero a cortarse el pelo. Luego del corte pidió la cuenta y el peluquero le contestó: – No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario. El florista quedó agradecido y dejó el negocio. Cuando el peluquero fue a abrir el negocio, a la mañana siguiente, había una nota de agradecimiento y una docena de rosas en la puerta.

    Luego entró un panadero para cortarse el pelo, y cuando fue a pagar, el peluquero respondió: – No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario. El panadero se puso contento y se fue. A la mañana siguiente cuando el peluquero volvió, había una nota de agradecimiento y una docena de donas esperándolo en la puerta.

    Más tarde, un profesor fue a cortarse el pelo y en el momento de pagar, el hombre otra vez respondió: – No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario. El profesor con mucha alegría se fue. A la mañana siguiente, cuando el peluquero abrió, había una nota de agradecimiento y una docena de diferentes libros, tales como ' Cómo mejorar sus negocios' y 'Cómo volverse exitoso'.
    Entonces un diputado fue acortarse el pelo y cuando fue a pagar y el peluquero nuevamente dijo: – No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario. El diputado contento se alejó. Al día siguiente cuando el peluquero fue a abrir el local, había una docena de diputados haciendo cola para cortarse el pelo gratis.

    Esto, querido amigo, muestra la diferencia fundamental que existe actualmente entre los ciudadanos comunes y los miembros del Honorable Congreso de la Nación.
    Por favor, en las próximas elecciones , vota con cuidado…

    Atentamente,
    EL PELUQUERO

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 3:14 pm

    A mí me gusta mucho la columna. Y sí, es un bueno scanner de mamertos y agelastas.

  • Maldoror
    24 enero, 2011 at 3:36 pm

    La columna me parece es, en parte una obviedad, y en parteel tipo de justificaciones del mal que dicen "Ah, pero es que todos somos capaces de ello…". Así que, respecto al tema, me quedo con Hannah Harendt y sus reflexiones…

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 4:27 pm

    Bueno!, aludiendo a lo que dice un forista, al menos el jíbaro mexicano de Julianita Sosa no era tan esperpéntico como los marranos enrazados con hipopotamo que se levantan otras modelos colombianas. Aunque de verdad da lástima esa pobre ricurita pudriéndose en una carcel manita.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 4:29 pm

    A mì me gusta mucho el chiste.

  • juan francisco muñoz
    24 enero, 2011 at 5:13 pm

    Solo quiero compartir una idea trillada, pero tal vez necesaria para los que afirman que el relativismo moral es malo:

    Kolberg, el conocido psicólogo, estudioso del juicio mora, planteó que el logro de un estadio de juicio moral avanzado, que se guía por los imperativos morales universales, requiere que previavemente la persona sea capaz de reconocer otras formas de moral como posibles y válidas.
    No es que el relativismo moral sea defendido por quienes se cuestionan la naturaleza de la maldad y el delito. Sino que haer esto es un paso previo necesario para comprender los imperativos morales kantianos de una forma voluntaria y deliberada, y no por criterios contextuales o arbitrarios.
    Pero, también creo que, bajo ciertas condiciones, todos somos capaces de hacer las mismas atrocidades.

  • Alejandro Gaviria
    24 enero, 2011 at 5:14 pm

    Carta de Brodsky a Havel: vale la pena leerla (entera):

    Maybe the real civility, Mr. President, is not to create illusions. “New understanding,” “global responsibilities,” “pluralistic metaculture” are not much better at the core than the retrospective utopias of the latter-day nationalists or the entrepreneurial fantasies of the nouveaux riches. This sort of stuff is still predicated on the promise, however qualified, of man’s goodness, of his notion of himself as either a fallen or a possible angel. This sort of diction befits, perhaps, the innocents, or demagogues, running the affairs of industrial democracies, but not you, who ought to know the truth about the condition of the human heart.

    And you are, one would imagine, in a good position not only to convey your knowledge to people, but also to cure that heart condition somewhat: to help them to become like yourself. Since what made you the way you are was not your penal experience but the books you’ve read, I’d suggest, for starters, serialization of some of those books in the country’s major dailies.

  • Alejandro Gaviria
    24 enero, 2011 at 5:22 pm

    Bueno el punto de Juan Francisco: la sofisticación moral no es axiomática. Tiene que estar basada en una conversación, en un reconocimiento de los argumentos del otro.

    Ayer, leyendo los comentaristas de los foristas de EE, me llamó la atención la epidemia de fiebre moralista: muchos sólo querían proclamar o probar su superioridad, descartaban de plano cualquier duda.

    En la vida, decía Brodsky, sólo se necesitan dudas y buen gusto. Los que no dudan, agregaría, casi siempre carecen de buen gusto.

  • juan francisco muñoz
    24 enero, 2011 at 5:26 pm

    Como bien plantea Desmond Morris en el Mono Desnudo, la caza de hace 30 mil años nos enseñó a matar de forma colectiva. Al hacerlo, podemos quitar una vida sin ser víctimas de un trauma o falla emocional. Esa organización social derivaría en la guerra humana, y en acciones vistas como perversas, como el canibalismo o el sacrificio humano. Lo irónico de todo esto, es que la organización social para la caza (y para la naciente violencia) sería clave en nuestra adquisición y síntesis de proteínas. Sería necesaria para el humano que se haría sedentario y tecnológico.
    El delito y la transgresión se convirtieron en posibilidades imaginadas y sofisticadas para los colectivos.
    Recuerden que la misma inteligencia que llevó a Raskolnikov a matar a la anciana es la misma inteligencia que posteriormente le permitiría amar por lástima y creer en Dios por compasión.

  • Nemesio
    24 enero, 2011 at 6:48 pm

    Ufffffff, que mano de cretinos, empezando por el dueño de casa!: Pontificando, anatematizando; citando filósofos morales; planteando debates en torno al relativismo o al universalismo moral; llenándose las jetas de todo tipo de acepciones y consideraciones en torno a la maldad y al delito… Todo por la "caida" de una pobre percantuela barata. Muchos imbéciles y no fueron capaces de decir nada, de armar polémica aunque fuera frente a los 2 mil degollados de alias cuchillo. ¡Que fastidio la "intelligenza" colombiana. Jamás volveré a entrar a este estúpido blog. ¡Que asco!

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 6:58 pm

    Estoy deacuerdo con Nemesio ¿Por qué más bien no hablan del "lechón" Julio César Turbay Quintero y los 50 mil millones que despilfarró como contralor?

  • Alejandro Gaviria
    24 enero, 2011 at 6:58 pm

    La indignación del último comentarista es representativa. Definitivamente la indignación moral es muy poderosa: al tipo se le nota la satisfacción que produce sentirse superior, elevado, mejor, diferente a tontos otros que no se dan cuenta, que no entienden. Ufff.

  • Daniel Vaughan
    24 enero, 2011 at 7:02 pm

    Aunque hay que reconocer que la "indignación de segundo orden" (indignación ante la indignación) también muestra indicios de aires de superioridad.

    DV

  • Alejandro Gaviria
    24 enero, 2011 at 7:12 pm

    De acuerdo Daniel. Pero podría decirse igualmente que es superioridad de segundo orden.

  • Constantino
    24 enero, 2011 at 7:33 pm

    La indignación es un sentimiento muy burgués. Es una pena que esta palabra se la haya apropiado esa lamentable ralea de izquierdistas radicales. Con decir que la indignación es burgués me refiero a que es mediocre. Indignarse es muy fácil. Es un sentimiento al alcance de cualquiera. Y es mucho menos interesante que el desprecio aristocrático o el enardecimiento de la plebe.

    Desde luego, la indignación no es un sentimiento moral. No hace mejor a nadie. Al contrario, fomenta el rencor. Una persona de superioridad moral genuina sentiría compasión por la modelo en cuestión. Porque su situación es desgraciada. Y su error no es fruto de una calaverada o una maldad, sino más bien de pura y solemne estupidez. O, a lo sumo, es una mezcla de ambas cosas. Pero en un mundo poblado de estúpidos y canallas, ¿qué se saca con moralizar y escandalizarse? Absolutamente nada. Bien dice Arturo Pérez Reverte que todos somos unos hijos de puta. Yo agregaría que de ahí nace la única fraternidad humana posible. Y recordarle a alguien la innoble profesión de su madre no es más que insultarse uno mismo. Dios bendiga a nuestra madre común.

    Otra cosa que habla muy mal de nuestros comentaristas indignados es su grosería. Cuesta trabajo creer que los insultadores de oficio de El Espectador, que se tratan a las patadas y se hacen amenazas de muerte, sean buenas personas, dueños irreprochables de una moral superior. Lo mismo aplica para algunos anónimos de este blog. Perdón por volver sobre lo mismo, pero es como pensar que Carolina Sanín, que se propuso vivir en indignación permanente, sea una mujer honrada y de conducta intachable, cuando ella misma nos cuenta sus lindezas sin ruborizarse.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 7:40 pm

    Yo no me indigno, símplemente me enfado y me declaro sorprendido frene a tanto desperdicio, sobre todo, en la cuartilla del Espectador. Hata el pontifical Constantino vino a terciar en el entuerto: filosóficamente indignado de la indignación peregrina. Por cierto ¿alguno sabe quien es Angye Gaona?

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 7:46 pm

    Si está enfedado por el desperdicio, ¿por qué comenta y visita este espacio? ¿Será que su enfado es simplemente una máscara para su hipocresia?

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 7:49 pm

    Tranquilo Constantino que aunque Carolina Sanín es hermosa, tú, barbiponiente y todo, tienes más cara de niña.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 7:52 pm

    "Con decir que la indignación es burgués".

    El pobre Constantino sufre de una misoginia tal que ni siquiera respeta la concordancia de gènero.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 7:55 pm

    Angye Gaona es una poetastra faruca…

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 7:57 pm

    Entre Constantino y Carolina, Constantino es menos bonita.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 8:00 pm

    Entre Juliana Sossa y Angye Gaona, me quedo con la primera.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 8:29 pm

    Lástima que mientras la primera ha salido en todas las noticias y hasta le valió todo un artículo al serio y circunspecto Alejandro, la segunda, totalmente anónima, debe estar siendo violada por los "perros" del antiterrorismo colombiano.

  • Harold H. Londoño
    24 enero, 2011 at 10:24 pm

    Por la airada reacción del público, pareciera que el país no está preparado para este tipo de dicusiones. Tocar esos temas resulta difícil, sino arriesgado.

    Y estoy de acuerdo, el país anda de un moralismo, tan fastidioso. Pobre Dangond.

    En un artículo, Luis Carlos Valenzuela se quejaba de que a los colombianos nos daba por dedicarnos a las cosas más improductivas del mundo como: odiarnos, matarnos e indignarnos.

    Ahora, todo indica que nos dió por la moralidad.

    Ahí vamos.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 10:32 pm

    A falta de justicia buena es moralina.

  • Anónimo
    24 enero, 2011 at 10:40 pm

    Juliana sossa es como la "yidis medina" que se reúne en baños y cuartos de mala muerte para hacer negocitos. Pero bah! la capacidad de sentir vergüenza es una buena brújula moral.

    Una mujer sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo.

    Mmmmm me recuerda a Camus

  • Alejandro Gaviria
    24 enero, 2011 at 11:53 pm

    Juan Francisco: gracias. Iba a borrar el comentario. Pero vale la pena la pedagogía. La indignación soez, además de todo, tiende a esconder la cara.

  • Anónimo
    25 enero, 2011 at 12:02 am

    Los mamertos indignados son los primeros en matar en nombre de la revoluciónn o la redistrubución, esto es, en nombre de privilegios para ellos y sus compinches.

  • Anónimo
    25 enero, 2011 at 12:44 am

    Alejandro, de todas formas debería borrar esos comentarios. Si los deja, así sea con motivos pedagógicos, terminará premiandolos con la atención que no se merecen

  • Alejandro Gaviria
    25 enero, 2011 at 12:52 am

    Voy a seguir su consejo y borrarlos. Creo que tiene razón.

  • Alberto A
    25 enero, 2011 at 3:43 am

    Alejandro,

    Aquí va una cita relevante para la discusión de un filósofo inglés:

    "Hay otro aspecto muy dañoso de la ética supersticiosa. Es el que sostiene que las personas que no hacen determinadas cosas son pecadoras y merecen padecer, No estoy sosteniendo que deben suprimirse el castigo y el derecho penal. Lo que sostengo es que el castigo, cuando está justificado, es una necesidad lamentable y no algo de lo que hay que alegrarse como de una justa retribución. Si un hombre llega a Londres apestado, él y cuantos han tenido contacto con él son sometidos al aislamiento y a una serie de incomodidades. Pero no pensamos que es un malvado y no nos alegramos de cualquier padecimiento que le tengamos que infligir. No es así como ven a los "pecadores" los moralistas convencionales. Al contrario, la creencia en el pecado sirve para justificar esas emociones de odio a las que la mayoría nos sentimos inclinados".

  • Alejandro Gaviria
    25 enero, 2011 at 4:56 pm

    Muy buena la cita copiada por Alberto A.: el odio, el desprecio por nuestros semejantes nace muchas veces de un visión ingenua, equivocada de la naturaleza humana.

  • Anónimo
    25 enero, 2011 at 5:07 pm

    El mejor comentario de toda la discusión ha sido el de Daniel Vaughn…

  • Constantino
    25 enero, 2011 at 5:48 pm

    Es muy de lamentar que este blog permita anónimos. Es como celebrar una inteligente reunión en una casa decente, pero con las puertas abiertas, de modo que chusma y servidumbre puedan ir y venir a su antojo, interrumpiendo el oficio de los señores con su rusticidad y grosería.

    ¡Es broma! Lo más triste de nuestros amigos los indignados es que ya perdieron el sentido del humor. ¿Cuántos años tiene que vivir uno para llegar a ver la vida como una gran comedia? Una comedia en donde se puede ser a un tiempo actor y espectador. Hay que hacer un buen papel y reírse con gusto, incluso de uno mismo. Da mucha pena que los anónimos iracundos no puedan ver su papel de forma objetiva, es decir, como lo que de verdad son: un hatajo de paladares delicados que se indigestan con la lectura de cualquier escrito que no caiga en lugares comunes. Si algo se escribe sin indignación, hay que reprobarlo: esa es su consigna. Pero bueno, ¿qué se le va a hacer? En todo caso, cumplen un papel importante: son el pastelazo en la cara, la zancadilla, la pirotecnia verbal. Son oportunos cuando este blog se pone muy serio. Eso sí, que no vengan sin el gorro de cascabeles. Y es que esta no es ninguna inteligente reunión, sino una conversación casual y amena.

  • Pablo Rocha F
    25 enero, 2011 at 6:01 pm

    Magistral, Constantino!!

  • Fabro
    25 enero, 2011 at 7:03 pm

    Veo que en este blog se confunde indistintamente argumentación, razonamiento y lógica. Las groserías que aparecen pueden ser mala argumetación pero no por eso son ilógicas. No comparto, por ejemplo, que insulten a Constantino; pero no por eso puedo negar que también pienso que el tipo es de los que se cree por encima del bien y del mal. En versión grosera: se cree la vaca que más caga o el chivo que más mea.

  • Anónimo
    25 enero, 2011 at 9:24 pm

    Y dale con la guachada!

  • Alejandro Gaviria
    25 enero, 2011 at 9:28 pm

    "What Moral flows from this? Probably none. Only the blood flows, drying quickly, and, as always, a few rivers, a few clouds."

    Wislawa Szymborska

  • Anónimo
    25 enero, 2011 at 10:30 pm

    "Qué moral se deriva de esto? Probablemente ninguna. Sólo la sangre fluye, secándose rápidamente, y, como siempre, algunos ríos, algunas nubes."

  • Anónimo
    25 enero, 2011 at 10:40 pm

    Fresco Profesor Alejandro, que usted es de lo mejor que tenemos; desadaptados y locos hay por montones, en este país de verdaderos rios de sangre, de tumbas sin cruces, ¿quién no está un poco loco?; y además, a veces, escucharlos es algo más que pedagógico, es mejor que insulten y no que maten. A usted se le quiere bien, se le respeta; se le sigue a ver por dónde es que hay que andar en ésta tierra de senderos oscuros y tenebrosos. Se lo digo yo, un sin nombre, un clandestino, uno más escondido en los confines de la montaña…

  • Alejandro Gaviria
    25 enero, 2011 at 10:46 pm

    Anónimo 17:30 gracias por la traducción. La cita la tomé de este artículo académico ya viejo.

  • Maldoror
    26 enero, 2011 at 2:04 am

    Aquí lo que quería poner de Hannah Arendt, sobre el tema (del Post Scriptum de su "Eichmann en Jerusalén") :

    "La justicia, que no la misericordia, es la finalidad de todo juicio, y en ningún otro punto es tan felizmente unánime la pública opinión, en cualquier lugar del mundo, como que en nadie tiene derecho a juzgar al prójimo. Lo que la opinión pública nos permite juzgar, e incluso condenar, son las tendencias generales , o los grupos de seres humanos – cuando más amplios mejor-; en resumen, nos permite juzgar algo tan general que ya no cabe efectuar distinciones ni mencionar nombres. Tal creencia suele expresarse en altaneras afirmaciones , en el sentido de que es ´superficial´ insistir en los detalles y referirse a los individuos, en tanto demuestra refinamiento hablar en términos generales, en cuya virtud todos los gatos son pardos, y todos nosotros igualmente culpables."

  • panÓptiko
    26 enero, 2011 at 11:33 am

    Sergio, chévere la cita. El post-scriptum de ese libro es muy bueno; pero la verdad no entiendo muy bien cuál es el punto.

  • panÓptiko
    26 enero, 2011 at 12:18 pm

    Algo que faltó en la discusión fue jalarle las orejas a Alejandro por asociar "cierto simplismo moral" con los mala ortografía.

    Eso de “hay estamos pintados” es gracioso, pero tiene un tufo que no va del todo con el tema de la columna.

    Saludos,

  • Anónimo
    26 enero, 2011 at 12:53 pm

    El concepto de justicia se fundamenta en la presunción de que todos somos subyacentemente iguales. Lo injusto sería todo aquello que negara tal presunción. No se puede ser justo con la injusticia de la misma manera que no se puede ser tolerante con la intolerancia.

  • Anónimo
    26 enero, 2011 at 2:25 pm

    Alejandro:

    ¿Mockus o Peñalosa?

  • Alejandro Gaviria
    26 enero, 2011 at 2:54 pm

    Peñalosa. Mockus ya está para otras cosas.

    Me parece, de otro lado, que el apoyo de Uribe debilita la aspiración de Peñalosa.

  • Alejandro Gaviria
    26 enero, 2011 at 3:19 pm

    PanÓptiko: no me referiría tanto a la mala ortografía como al calibre de los insultos. Alguien dijo incluso que mi inmoralidad le producía ganas de vomitar. Cosas así.

  • Anónimo
    26 enero, 2011 at 3:50 pm

    será que panóptiko se refiere al "hay (ahí) estamos pintados" de Alejandro?

  • Mía
    26 enero, 2011 at 5:05 pm

    En algùn lugar de una ciudad conocida por ser el centro de las maldades de uno de los hombres màs horribles que el mundo conociò y que aquì llamaremos PEG. En algùn lugar del tiempo en dìas donde los jovenes de la ciudad no podìan salir ni disfrutar de su juevntud porque gracias a los malos vivìan todo un "Apocalipsis Sur" muchas de las personas decentes qeu vivìan en la parte màs lujosa del lugar que podrìamos llamar BarrioAntioquiaAlto y que queda en la comuna 14 viviìan felices porque sus apartamentos y carros eran comprados por gente "decente" que usaba corbata, pagaban grandes cantidades de dinero, 300 por ciento màs del valor normal, nadie decìa nada, nadie cuestionaba nada, nadie veìa algo raro en esa actitud, todo el mundo pensaba en que son los màs avispados del mundo por hacer un buen negocio con alguien que nadie investigò porqeu como era gente decente. `

    Medellìn sigue igual, todo el mundo cree que el mejor negocio es hacerlos negocios sin etica sin moral, todo el mundo se olvida que hasta la gente más decente y trabajdora y honrada fue la que contribuyo a que la ciudad fuera violenta. Pero alguien, un columninsta nos llama corruptos y lo insultamos, cuando la verdad es qeu en esta ciudad al parecer todos de alguna u otra forma construimos este imaginario de vida mafiosa y de dinero fàcil

  • Anónimo
    26 enero, 2011 at 10:27 pm

    Que tal "moraleja sin fabula"?

  • Alejandro Gaviria
    27 enero, 2011 at 12:37 pm

    Philippe Claudel, el autor que entiende las complejidades del alma:

    El crimen está en sus obras, pero lo muestra humano, con compasión. ¿Cómo decide tomar esta posición?

    El tiempo que pasé en las prisiones me hizo conocer el dolor de las víctimas, pero también de los culpables. Me interesa mostrar que la humanidad está compuesta no tanto de monstruos, como de mujeres y hombres que se equivocan, cometen actos terribles pero tienen capacidad de arrepentimiento, reflexión y redención. Nada es simple en nuestros actos y pensamientos. Por eso es difícil, casi sobrehumano, juzgar al otro.

    Philippe Claudel es uno de los invitados al Hay Festival este año.

  • Harold H. Londoño
    27 enero, 2011 at 2:04 pm

    "La moralidad es simplemente una actitud que adoptamos hacia las personas que personalmente no nos gustan."

    Oscar Wilde

  • Anónimo
    27 enero, 2011 at 3:31 pm

    A la jugadora china Li Na, después de su partido semifinal de tenis con Caroline Woskniacki en el Abierto de Australia (que tuvo perdido en la segunda manga con match point para su contendora), le preguntaron al final que qué la había llevado a luchar y a recuperarse hasta el punto de ganar un encuentro que tenía perdido en tres sets. El entrevistador, que seguramente ya tenía planeado un discurso para resaltar los "valores" encomiables de la persistencia, el esfuerzo personal, el amor a la patria y demás por parte de la jugadora china, quedó bien aburrido y sin palabras cuando esta lo miró directo a los ojos y le dijo: "el billete del premio".

  • Mía
    27 enero, 2011 at 5:07 pm

    Lo que quise decir, es que no me vengan con cuentos de que todo fue a mis espaldas y somos inocentes y no sabemos lo que pasó en esos ddías de violencia poruqe no me lo creo, sab{iamos lo que pasaba y lo buscamos poruqe quer{iamos el verde dolar más que el verde idilico de la smontañas que cantamos en nuestro himi

  • Anónimo
    27 enero, 2011 at 9:20 pm

    Lo que dice Claudel a primera vista parece muy sabio. De su afirmación se infiere que no existe gente mala ni buena sinó que existe gente, y la gente hace cosas buenas y malas. Sin embargo a la gente se la define, se le juzga y se le condena por un "simple acto". Si así no fuera no habría nadie en la cárcel.

  • Anónimo
    27 enero, 2011 at 9:28 pm

    ¿"Por un simple acto"? Mire las tasas de reincidencia en las cárceles y verá que no es por un simple acto. Sí hay gente mala, y también hay gente moralmente superior con respecto a otra, según unas reglas definidas y según una definición de moral.

  • Anónimo
    27 enero, 2011 at 10:53 pm

    Hablando de actos humanos reprochables Voltaire decía: "Una vez, un filósofo, dos veces un degenerado".

    Pero el asunto es más complejo de lo que parece ya que hay gente que hace cosas malas sin ser malvada y hay gente malvada que no hace cosas malas… las ordena.

  • Anónimo
    28 enero, 2011 at 3:11 am

    Así como este video va ser la vida de los Nule….y del propio Uribe embaucador .

    http://blogs.elespectador.com/delmundodelosnule/2011/01/27/inaugurado-inutilizado-derrumbado/

    La vida de los nule

  • Gheysel Naranjo
    28 enero, 2011 at 4:57 am

    Indignación fue la que padeció la pobre casta militar en Estado Unidos, cuando en una discusión parlamentaria de altos oficiales y congresistas Obama afirmó que los gays podían prestar el servicio a la nación. Un país poderoso que tenga soldados maricas ????????????? Nooooooooooooo!! Y Dónde queda la dignidad? Donde queda “la clase” y castidad militar?

    En fin creo que el quid no es la indignación? ni por qué se indigna la gente? El quid es mantener por sí mismo la dignidad, la alta dignidad, la alta categoría psicológica de tener clase y mantenerla, y mantener la compostura ante las malas acciones de otros. Como dice Juanes: Soy Sangre de tu sangre, de tu raza…Y es que así como la formación es para llevarla puesta y una persona no necesite tener a la mano libros para que se le note que es educado, la dignidad también es para mostrarla, para llevarla puesta siempre… Cuestión de honorabilidad, cuestión que va más allá de cultura general, y es lograr una función universal de impedirse moral o psicológicamente, a cualquier asalto a la violencia, a lo insólito, a lo injusto o a todo lo que atente contra el propósito del ser humano o atente contra el neohumanismo o humanismo contemporáneo.

    Gheysel

    nota: bueno aunque aún falta algo que convenza más sobre la dignidad, y cómo crear la cultura de la dignidad. dignidad de ser amado…dignidad de ser campeon y ganador reglamentariamente,dignidad de la profesión, dignidad de llevar la literatura y las variables economicas en funcion de la economía, el dinero y la prosperidad para todos…

  • Anónimo
    28 enero, 2011 at 1:12 pm

    Geisel,
    Deja de escuchar Juanes por favor!. Te está haciendo daño

    Cordial saludo

  • Gheysel Naranjo
    28 enero, 2011 at 4:17 pm

    Jjejejejej, no jodás anónimo 8:12!!! por qué daño?
    Dime por favor que frase especifica de la cancion de Juanes "Ama la tierra en que naciste" es la que me hace daño. Ahí va:

    Ama la tierra en que naciste
    Amala es una y nada mas
    A la mujer que te pario
    Amala es una y nada mas
    Ama tu hermano ama tu raza
    Amala es una y nada mas
    Ama tu sangre y no la riegues por ahi
    Amala es una y nada mas
    Ay…… Amala es una y nada mas
    Ay…… Amala es una y nada mas

    Agua que vas por el rio
    Tienes mi alma en lo profundo
    Corazon que no palpita
    Ya esta fuera de este mundo
    Ay…… Ya esta fuera de este mundo
    Ay…… Ya esta fuera de este mundo

    De este mundo soñador
    Que te atrapa en un rincon
    Te castiga con pasion
    Ay que mundo soñador

    Falta, falta, falta amor
    Falta, falta corazon
    En la tierra del dolor
    Hace falta corazon

    Ama la tierra en que naciste
    Amala es una y nada mas
    A la mujer que te pario
    Amala es una y nada mas
    Ama tu hermano ama tu raza
    Amala es una y nada mas
    Ama tu sangre y no la riegues por ahi
    Amala es una y nada mas
    Ay…… Amala es una y nada mas

    Porque mi corazon
    Ya esta fuera de este mundo

    De este mundo soñador
    Que te atrapa en un rincon
    Te castiga con pasion
    Ay que mundo soñador

    Falta, falta, falta amor
    Falta, falta corazon
    En la tierra del dolor
    Hace falta corazon

    Francamente creo que la "moraleja" de esta "fábula" de canción de Juanes es llevar puestos siempre los elementos de la vida, de la raza, de la sangre… sangre de tu sangre jejejeje

  • Alejandro Gaviria
    29 enero, 2011 at 2:13 pm

    Carlos: yo me asustaría tanto con Japón. Al menos por ahora. La razón: la deuda pública es casi toda interna y el sector privado japonés no parece haber perdido la confianza en el sector público. Las tasas de interés de los bonos han subido pero siguen siendo muy bajas.

    Buena columna de David Brooks sobre el discurso de Obama.

  • Alejandro Gaviria
    29 enero, 2011 at 3:21 pm

    Paul Samuelson (posiblemente el más grande de los economistas teóricos) defendió con frecuencia el empirismo vulgar, criticó, por ejemplo, “the kind of naïveté that so often mars the works of those who analyze scars but never felt a wound. “If Casanova is not the definitive authority on sex, neither is a eunuch.”

    Aquí está la historia completa. Muy interesante

  • Anónimo
    1 febrero, 2011 at 1:42 pm

    Angye Gaona: Bucaramanga, Colombia, 21 de mayo de 1980. Poeta e investigadora surrealista. Gestora cultural, Cursa estudios de licenciatura En Español y Literatura en la Universidad Industrial de Santander e impulsa la realización de acontecimientos poéticos en Bucaramanga. Ha cultivado también la escultura y la producción radial. Integrante de Prometeo y del equipo organizador del Festival Internacional de Poesía de Medellín por cinco años. Organizo en 2001 la I Exposición Internacional de Poesía Experimental, en el marco del festival. Poemas suyos han sido incluidos en antologías y publicaciones impresas y digitales en Colombia y el exterior, recientemente en una antología de nuevas voces de la poesía colombiana publicada por la Universidad de Monterrey (México). En 2009 publica su primer libro:”Nacimiento Volátil” (ilustraciones de Natalia Rendón), Ed Rizoma, Tambien en 2009 participa en el Encuentro Internacional de Surrealismo actual "El Umbral Secreto" (Chile)

  • Anónimo
    6 febrero, 2011 at 6:08 pm

    SOLIDARIDAD CON LA POETA ANGYE GAONA

    La Red Nuestra América, de festivales de poesía envió al Presidente Santos una carta en solidaridad con Angye Gaona, la poeta encarcelada en ese país.

    Preocupación mundial por encarcelación de la

    Poeta y periodista colombiana Angye Gaona

    Santiago de Chile, 29 de enero de 2011

    Sr. Presidente Juan Manuel Santos

    República de Colombia

    Presente

    Su Excelencia:

    Respetuosamente y ajenos a la política contingente de su país, manifestamos nuestra preocupación y sorpresa por la detención de la poeta colombiana Angye Gaona. Actualmente presa en un recinto carcelario de la ciudad de Cúcuta.

    Pedimos información sobre los hechos, los procedimientos, las causas en las cuales se sustenta la acusación y a la vez pedimos un buen trato, transparencia y seguridad de un juicio justo. La presunción de inocencia debe prevalecer por sobre otras consideraciones mientras se realice la investigación.

    Sabemos de su talento como poeta y es apreciada por nosotros. Es por ello que nos interesa poner en su conocimiento nuestra aprehensión y que no se trate de un montaje y de una injusticia que -de ser así- denunciaríamos a nivel mundial.

    A nosotros los poetas no nos interesa el poder, pero tenemos el poder de la palabra. Esperamos que esa disfunción entre poder y poesía que viene desde tiempos de Marco Valerio Marcial y sus epigramas, no sea una pesadilla en el presente.

    Apreciaríamos de verdad que usted tuviera un gesto, dentro de sus múltiples quehaceres que la presidencia le impone, y nos respondiera con sinceridad al respecto, garantizando un debido proceso.

    Atentamente

    Firmantes

    Graciela Aráoz, Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires (Argentina)

    Juano Villafañe, Festival Nacional y Latinoamericano de Poesía en el Centro (Buenos-Aires, Argentina)

    Héctor Berenguer, Encuentro Semana de las Letras y la Lectura -Teatro El Círculo- (Rosario, Argentina)

    Antonio Campos, FLIPORTO, Fiesta Literaria de Porto de Galinhas (Brasil)

    Benjamín Chávez, Festival Internacional de Poesía de Bolivia

    José María Memet, Encuentro Internacional de Poetas ChilePoesía (chile)

    Fernando Rendón, Gabriel Jaime Franco, Jairo Guzmán, Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia)

    Rafael del Castillo, Festival Internacional de Poesía de Bogotá (Colombia)

    Giovanni Gómez, Festival Internacional de Poesía Luna de Locos Colombia)

    Zabier Hernánez, Festival Internacional de Poesía desde el Sur (Colombia)

    Norberto Salinas, Festival Internacional de Poesía de Costa Rica

    Guillermo Naranjo Ulate, Encuentro Internacional de Poesía Occidente (Costa Rica)

    Alex Pausides, Aitana Alberti, Festival Internacional de Poesía de La Habana (cuba)

    Alejandro Aguilar Arteaga, Festival Nacional al Sur está la Poesía (cuba)

    David Juárez Quintanilla, Encuentro Internacional de Poetas de El Salvador

    Marvin García, Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango (Guatemala)

    Rigoberto Paredes, Festival Internacional de Poesía de Honduras

    Norma Cárdenas, Encuentro Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer Cámara (México)

    Mariana Hernández, Encuentro Latinoamericano de Poesía en Veracruz (México)

    Lucy Cristina Chau, Festival Internacional de Poesía Ars Amandi (Panamá)

    Renato Sandoval, Festival Internacional de Poesía de Lima (Perú)

    Vilma Reyes, Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico

    José Mármol, Festival Internacional de Poesía de República Dominicana

    Luis Alberto Crespo, Festival Mundial de Poesía de Venezuela

    Adhely Rivero, Encuentro Internacional de Poesía de la Universidad de Carabobo (Venezuela)

    Orlando Pichardo, Festival Internacional de Poesía de Barquisimeto (Venezuela)

    Gabriel Impaglione, Festival Internacional de Poesía Palabra en el Mundo

    Floriano Martins, Projeto Editorial Banda Hispanica (Brasil)

    Laurens Vancrevel, Editorial Brumes Blondes, (Holanda)

  • haroldmoma
    8 febrero, 2011 at 3:10 pm

    Este post toca mas o menos el mismo punto que la canción de Tool "Vicarious":

    "Eye on the TV,
    cause tragedy thrills me,
    whatever flavor,
    it happens to be like:
    killed by the husband,
    drowned by the ocean,
    shot by his own son,
    he used a poison in his tea, and kiss him goodbye.

    It's that kind of story: It's no fun 'til someone dies."

  • Ernesto Yañez
    4 marzo, 2011 at 10:16 pm

    Quien fue el idiota que dijo que Angye Gaona era una pobre poeta, y el otro idiota que dijo que era una anonima?, dan lastima colombianos ver como desprecian a una poeta que es conocida internacionalmente, como es posible que la comparen con Julia Sosa, no ven mas alla de sus narices, jamas la han leido.

  • tomas contreras
    5 marzo, 2011 at 12:06 am

    Si van a hablar de Angye Gaona,cobardes de mierda no se escondan tras un comentario anonimo,
    que se puede esperar de ustedes, irracionales y rastreros, Angye no deberia haber nacido en ese asqueroso pais, no la merecia, insisto si van a hablar mal de ella, haganlo como hombres no como maricones,por eso cuando visitan otro pais los tratan como basuras,