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Reformitis

Hace ya algunas semanas, en una de sus primeras entrevistas, el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, declaró cándidamente que «en la práctica, un gobierno tiene tres tiros. Una administración puede pasar tres grandes reformas al inicio de su periodo, no muchas más». No tiene sentido disparar para todos los lados, sugirió. En su opinión, los reformistas son francotiradores que cuidan su munición, que escogen bien sus blancos y apuntan con esmero. La metáfora tiene sentido. Pero infortunadamente el gobierno del presidente Santos no parece guiado por sus imperativos. Todo lo contrario. Está disparando para todos los lados. Con escopeta de regadera. Parece no tanto un cerebral francotirador como un soldado descarriado que dispara frenéticamente.

El nuevo gobierno pretende cambiar radicalmente la política, la justicia, el ordenamiento territorial, la salud, la descentralización, los ministerios, las normas anticorrupción y muchas cosas más. Parece empeñado en refundar la patria. En el último mes más de doscientos proyectos de ley se han radicado en el Congreso. A este paso, las instituciones colombianas van a terminar como las calles de Bogotá: con muchos frentes de obra, con cientos de proyectos y proyecticos que carecen de cualquier racionalidad. En suma, pasamos de los tres tiros a la balacera, de la cautela a la exuberancia reformista.

Vale la pena distinguir entre el reformismo y la reformitis. En el primero la velocidad no es importante pues la dirección está claramente definida. Los reformistas avanzan a paso lento pero seguro. En la segunda la velocidad sustituye la falta de dirección. Los gobiernos enfermos de reformitis aceleran pues no saben para dónde van. El estatuto anticorrupción, radicado esta semana, es sintomático. Revela los problemas de la estrategia legislativa del Gobierno. El proyecto dispara para todos los lados. Abarca mucho pero terminará apretando muy poco.

El estatuto aumenta las penas para los corruptos y las inhabilidades para los ex funcionarios públicos (a quienes condena al desempleo o, peor, a la docencia). Incrementa las obligaciones de las empresas vigiladas por la Superintendencia de Salud. Crea un fondo (un cajoncito más de los muchos que ya existen en el Estado) para la lucha contra la corrupción en el sector de la salud. Obliga a todas las entidades estatales a elaborar un plan anticorrupción y un mapa de riesgos (más papeleo). Y crea la Comisión Nacional para la Moralización y la Misión Nacional Ciudadana (más burocracia). El proyecto no tiene una dirección clara. Contempla más penas, más inhabilidades, más burocracia, más papeleo pero carece de un hilo conductor. Es una colección de articulitos. Pura reformitis.

Esta semana, en la asamblea anual de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), una ex funcionaria del gobierno chileno, la ex subsecretaria de hacienda María Olivia Recart, explicó en detalle las reformas que le han permitido a su país reducir la pobreza, la desigualdad y la corrupción. Cuando quiso, al final de su intervención, resumir la clave del éxito chileno, dijo escuetamente “nos hemos concentrado en hacer unos pocas cosas pero en hacerlas bien”. Para entonces ya se habían retirado todos los funcionarios del gobierno Santos. Lástima.

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  • Alejandro Gaviria
    12 septiembre, 2010 at 4:17 am

    Preocupa que, en medio de tantas reformas, lo propuesto en el tema del empleo sea tan tímido. El dato de julio fue preocupante: el mayor crecimiento del primer semestre del año no se tradujo en una caída del desempleo. Como vamos, vamos mal.

  • Andrés Felipe
    12 septiembre, 2010 at 5:26 am

    De acuerdo. Si la cantidad de empleo que esperar generar va a depender de unas locomotoras, que asu vez solo arrancaría si funcionan las "miles" de reformas que estan proponiendo la veo negra.

    Mientras tanto, (aunque no tiene nada que ver con la columna) estamos retrocediendo a la vez en seguridad. No tanto porque la cantidad de ataques haya aumentado comparativamente (cosa que todavía es prematuro afirmar), si no que se esta creando cierto temor de nuevo de que la guerrilla se levante de la "tumba" donde ya todos la veiamos muerta. En ultimas esa es la estrategia de la guerrila, confundir, para que el gobierno pierda gobernabilidad.

    Saludos.

  • Francotirador
    12 septiembre, 2010 at 12:08 pm

    Ahora es que empieza a hacer falta Alvaro Uribe. Al hombre en su epoca lo criticaban por obsesionarse con ganar la guerra y destruir a las farc. A eso se dedicó y lo hizo bien.

    Ahora nuestro Kennedy está más interesado en su futura imagen en los libros de texto escolar que en lograr cosas concretas.

  • Carlos
    12 septiembre, 2010 at 12:28 pm

    Alertaba yo hace unas semanas sobre el riesgo de mucha ambición en las reformas.

    Las prioridades deben ser empleo, desplazados(restitucion de tierras) y salud(por el enredo que existe).

    Lo demas: reforma a la justifica, reforma politica, etc…deberian ponerlo en el congelador.

    Otro riesgo de la reformitis es que con tal avalancha de leyes pueden pasar unas bien malas.

    Sin embargo, en esos 200 proyectos legislativos no todos son de iniciativa del ejecutivo. Muchos, la mayoria, creeria, son de iniciativa parlamentaria.

    Asi que la culpa no es completamento del gobierno de Santos. Creo que muchos parlamentarios ven que "los aires de reforma" le dan mayor posibilidad de pasar leyes que en otro momento no tendrian chance.

    Tambien hay que tener en cuenta que estan recien elegidos y seguro quieren quedar bien con sus electores mostrando que cumplen algo de lo que prometieron.

  • Alejandro Gaviria
    12 septiembre, 2010 at 1:07 pm

    Yo sinceramente prefiero la irrelevancia el zar anticorrupción a la solemnidad (también irrelevante) de esta comisión.

    ARTÍCULO 62. CONFORMACIÓN DE LA COMISIÓN NACIONAL
    PARA LAMORALIZACIÓN. Créase la Comisión Nacional para la
    Moralización, integrada por:
    1. El Presidente de la República.
    2. El Ministro del Interior y de Justicia.
    3. El Procurador General de la Nación.
    4. El Contralor General de la República.
    5. El Presidente del Congreso de la República.
    6. El Fiscal General de la Nación.
    7. El Presidente de la Corte Suprema de Justicia.
    8. El Presidente del Consejo de Estado.
    9. El director del Programa Presidencial de Modernización, Eficiencia,
    Transparencia y Lucha contra la Corrupción.
    10.Consejero Presidencial para el Buen Gobierno y la Transparencia

    ARTÍCULO 63. PRESIDENCIA DE LA COMISIÓN. La presidencia de la
    Comisión Nacional para la Moralización corresponderá al Presidente de la
    República.

    ARTÍCULO 64. FUNCIONES. La Comisión Nacional para la Moralización
    tendrá las siguientes funciones:
    a. Velar por el cumplimiento de la aplicación de la presente ley y de la ley
    190 de 1995.
    b. Coordinar la realización de acciones conjuntas para la lucha contra la
    corrupción frente a entidades del orden nacional o territorial en las
    cuales existan indicios de este fenómeno.
    c. Coordinar el intercambio de información en materia de lucha contra la
    corrupción.
    d. Realizar propuestas para hacer efectivas las medidas contempladas en
    esta ley respecto de las personas políticamente expuestas.
    e. Darse su propio Reglamento.

  • Carlos
    12 septiembre, 2010 at 1:10 pm

    Alejandro: que opina del proyecto de ley para eliminar tres ceros de la moneda.

    Semana dice que tiene el apoyo de BanRep y de la presidencia.

    El columnista Mauricio Botero dice que tiene estas ventajas: "Aparte de simplificar toda transacción financiera, el quitarle tres ceros al peso va a permitir que los fabricantes puedan aumentar sus precios de manera gradual. Hoy, dada la escasez de monedas de baja denominación, los productos y servicios aumentan de cincuenta en cincuenta pesos. Para el consumidor va a tener la ventaja adicional de que el comerciante no se quede con los vueltos con la excusa de que no tiene cambio."

  • Alejandro Gaviria
    12 septiembre, 2010 at 1:17 pm

    Carlos: a mí me gusta. Creo que los beneficios son mayores que los costos. La transición puede ser complicada pero la gente se adapta muy rápido, como lo mostró la experiencia del Euro. Esta semana, casualmente, dos extranjeros me preguntaron sobre el tema. “Deberían quitarle los tres ceros a la moneda” me dijeron de manera independiente.

  • Alejandro Gaviria
    12 septiembre, 2010 at 1:28 pm

    Para Guillermo Perry, las leyes de formalización y primer empleo son insuficientes o inadecuadas: "Me preocupa, en cambio, que el proyecto de formalización y primer empleo, como está diseñado, resulte en una nueva frustración, como ocurrió con la reforma laboral de principios del gobierno Uribe".

  • Anónimo
    12 septiembre, 2010 at 1:51 pm

    A la luna de miel de Santos le quedan dos meses. Si acaso.

  • Alexander Tamayo
    12 septiembre, 2010 at 1:53 pm

    Otros piensan diferentes. http://www.lasillavacia.com/movida/17846

  • Anónimo
    12 septiembre, 2010 at 1:55 pm

    Rafael Pardo: "Presentar varias reformas a la vez es conveniente en un país en el cual no ha habido ninguna reforma importante desde el 2000. La estructura institucional siempre necesita dinamismo y movimiento. Y está bien que el gobierno tenga tantas iniciativas. En el Partido Liberal estamos trabajando para que todas ellas salgan adelante".

  • Alejandro Gaviria
    12 septiembre, 2010 at 2:04 pm

    Me llama la atención la afirmación de Pardo en el sentido de que no hemos tenido reformas importantes desde el año 2000. No sé que quiera decir. Tal vez está confundiendo la importancia con la conveniencia (con sus juicios sobre la conveniencia, quiero decir). En la última década, del año 2000 a 2009, tuvimos varios cambios constitucionales (empezando por la aprobación de la reelección), una reforma política muy ambiciosa (que no sirvió es un asunto distinto), tres reformas pensionales (incluido un acto legislativo), una reforma muy importante en Ecopetrol, una a la salud, otra a la descentralización, etc.

    O Pardo está enfermo de reformitis. O no pensó su respuesta.

  • Alexander Tamayo
    12 septiembre, 2010 at 3:03 pm

    Tal vez no es enfermedad, ni falta de pensar la respuesta. Me parece que esa es una forma de venganza con Uribe. Ya lo dijo el poeta y se lo leí a ud "el olvido es la única forma de venganza y de perdón"

    Estas reformas a mi modo de ver son una forma de olvido.

  • Anónimo
    12 septiembre, 2010 at 3:53 pm

    Quisiera tener mayor explicacion del aparte suyo cuando dice: "a quienes condena al desempleo o, peor, a la docencia".
    Por que dice: peor, al la docencia????

  • Anónimo
    12 septiembre, 2010 at 4:52 pm

    yo tampoco entendi la frase de ser peor docente que desempleado

  • Anónimo
    12 septiembre, 2010 at 5:12 pm

    Reformitis sí¡¡¡¡

    rcn de capa caída con la "loca" santos¡. Se nota que tuvo efecto el pago de tantas contrataciones con rcn en su administración.

  • Anónimo
    12 septiembre, 2010 at 5:13 pm

    El legado de uribe!

    La herencia del sicariato.

  • Jesús M. Villero
    12 septiembre, 2010 at 5:38 pm

    Totalmente de acuerdo. No tiene ningún sentido crear un estatuto anticorrupción lleno de burocracia, cuando es bien sabido que esta última es el medio de cultivo perfecto para generar más corrupción. Hacer cumplir las leyes y asegurarse de que los entes de control hagan su tarea bien debe ser el primer paso, antes que ponerse a crear comisiones para la 'moralización' (¿?). Aunque hay que reconocer que la corrupción no sólo tiene origenes en la burocracia, sino también en la débil capacidad jurídica de la sociedad colombiana, pero sobre todo en la débil capacidad ética de los 'ciudadanos' que ejercen el poder.

    Parece que a este Gobierno, en la búsqueda de su acuerdo nacional, le sale más barato y 'vendedor' mostrar que se está haciendo mucho. El problema, como usted menciona, es que el alcance de las reformas seguramente será poco.

    Saludos.

  • Alejandro Gaviria
    12 septiembre, 2010 at 5:50 pm

    Hace unas semanas, leí en una entrevista en algún lado, que Fabio Valencia Cossio se quería “dedicar a la cátedra”. Socialmente puede ser más conveniente tener ex funcionarios desempleados que refugiados en “la cátedra” mientras expiran las inhabilidades legales. Esa era la idea. Pero la frase en cuestión puede tener otras explicaciones. A mí se me ocurre al menos una más. Queda lo inquietud.

  • Alejandro Gaviria
    12 septiembre, 2010 at 6:36 pm

    Leí las columnas de EE. Hay dos sobre el Corán. Prefiero el romanticismo de William Ospina a la cantaleta (no me acostumbro a la falta de cultura de los habitantes de este país periférico, parece decir) de Carolina Sanín.

  • Gheysel Naranjo
    12 septiembre, 2010 at 7:40 pm

    Entre “Reformitis” y “ Revolucionitis”, mejor “Constructivitis”…

    Muy de acuerdo con la columna, la cantidad de Reformas que tiene pendiente el gobierno han generado demasiadas ilusiones a la gente. Pero son más fáciles las reformas o mejoras a los sistemas existentes que emplear la revolución y empezar de nuevo absolutamente todo.

    Obviamente el cumplido de atender todos los frentes al mismo tiempo es bien complicado, y es ahí donde se pone en escena el verdadero poder organizativo del dirigente que decide por dónde empezar la operación quirúrgica del país, que ha recibido varios balazos en temas de la salud, educación, el agro, el empleo, la infraestructura, etc,etc…, Lo lógico entonces es que empiece por el corazón y/o el cerebro; esto es, dar soluciones contundentes y funcionales al empleo en primera instancia. La meta de emplear a dos millones de personas es bien complicado,pues no es claro qué hay que hacer? Dónde están los sitios para trabajar?, tienen capacidades de trabajo toda esa población desempleada? Están escalafonados? Está enfocada la educación a las necesidades productivas?
    En fin, esperemos no llegar a momentos de desorden económico, porque entonces lo único opcional sería, como las ordenes que da un capitán de barco cuando se está hundiendo: “…SÁLVESE QUIEN PUEDA…”

    Gheysel

  • Alejandro Gaviria
    12 septiembre, 2010 at 9:44 pm

    Muchos economistas (al menos implícitamente) parecen convencidos de que el reformismo implica más y más reformas. En los años noventa, en el BID, Eduardo Lora y algunos colaboradores propusieron un índice de reformas estructurales que tenía como objetivo monitorear el esfuerzo reformista de los países. El índice suponía que mientras más reformas, mayor el progreso. Roberto Steiner y Sebastián Edwards escribieron recientemente un libro sobre la administración Gaviria (período 190-94). Su dictamen: el gobierno fue muy bueno al comienzo porque hizo muchas reformas y muy malo al final porque hizo muy pocas.

    Ninguno de estos economistas se preocupó por los efectos de unas reformas sobre otras. En Colombia, por ejemplo, muchos problemas sociales surgieron de la simultaneidad de las reformas a la descentralización y al sector salud. También fue perjudicial la simultaneidad de la apertura comercial y la liberalización de la cuenta de capitales de la balanza de pagos.

    En fin, la reformitis es una enfermedad bastante común entre los economistas.

  • Alberto A
    13 septiembre, 2010 at 2:00 am

    La comisión nacional para la moralización parece ser una de esas tantas comisiones, comités o asambleas creadas por los políticos cuando no tienen una solución para los problemas. Ya decía don Nicolás Gómez Dávila que "para volver inevitable una catástrofe, nada más eficaz que convocar una asamblea que proponga reformas que la eviten"…

  • Anónimo
    13 septiembre, 2010 at 9:58 am

    «Por el que se conforma y regula la comisión multiestamentaria de alto nivel que manejará las implicaciones mediáticas y sociales del hombre más pequeño del mundo»

  • Carlos
    13 septiembre, 2010 at 3:04 pm

    Los Castro van a despedir 500.000 trabajadores estatales (20% del total)

    O la crisis en Cuba es realmente grave o los Castro van a meter el acelerador en las reformas.

    Ni el mas despiadado gobierno neoliberal se hubiera atrevido a eliminar el 20% de empleos estatales.

    En todo caso, creo que esto es una medida de enorme riesgo político para el régimen.

  • Anónimo
    13 septiembre, 2010 at 5:55 pm

    Alejandro esto no es solo un problema del gobierno. En la institucion donde trabajo lo noto con perplejidad. Todo deber ser convertido en "acto administrativo" sino no existe. Y existen especialistas en redactar los considerandos y otros en las partes resolutivas. Todo debe estar documentado porque asi lo recomienda el ISO no se que. Y existen mas de tres mil comites para todo. Burocracia, papeleo y enrredo:gestion publica colombiana.

  • Anónimo
    13 septiembre, 2010 at 6:08 pm

    La cosa funciona asi: Se crea un "acuerdo" general. Luego se reglamenta con resoluciones especificas. Posteriormente se crean unos "protocolos" que "operacionalicen" lo que se quiere. Y para que esto funcione, se crean unos comites funcionales o de hecho. A esto le llaman reformas institucionales. El problema: la mala atencion en las ventanillas, continua.

  • Farc.ep
    13 septiembre, 2010 at 7:20 pm

    ¡"LOS MUERTOS QUE VOSOTROS MATAIS GOZAN DE MUY BUENA SALUD"!

  • Alejandro Gaviria
    13 septiembre, 2010 at 8:51 pm

    Anónimo 12:55: tiene toda la razón. La reformitis no es un problema del gobierno Santos. O no es sólo un problema del gobierno Santos. Es un problema de la democracia en general. Claro que diferencias de grado. Algunos gobiernos abusan más que otros de la retórica de la acción.

  • Alejandro Gaviria
    13 septiembre, 2010 at 8:55 pm

    Columna de Román Ortiz: sobre la salud de las Farc.

  • charlie
    14 septiembre, 2010 at 1:09 am

    La “reformitis” del Estado es como la “remodelitis” en la arquitectura y en el urbanismo. Es la caracteristica de Latinoamerica, que le le ha impedido civilizarse.

  • Propaganda atrabiliosa
    14 septiembre, 2010 at 1:17 am

    Lo dicho: Ya los atrabiliosos (http://atrabilioso.blogspot.com/) con Jaime Ruíz a la cabeza se estan convirtiendo en la principal oposición al gobierno de Santos y están descubriendo las típicas complicidades con los comunistas y los doctores cobramasacres.

    Pasen a leer.

  • Anónimo
    14 septiembre, 2010 at 3:03 am

    Muy buen fichaje por parte de Santos el de Arias en la embajada de Italia. Ya Arias no estará en la oposición defendiendo las burradas de Uribe.

    Debería hacer lo mismo con Serpa, una embajada en Argentina, o en cualquier otra parte (preferiblemente de habla Hispana) para que deje de engendrar tropiezos a la reforma de las regalías.

  • Alejandro Gaviria
    14 septiembre, 2010 at 3:38 pm

    Ayer dijo el presidente de la Corte Suprema que el sistema judicial necesita mucho más recursos. Hoy dijo el Ministro de Defensa que la Seguridad Democrática necesita más plata o colapsará. La semana pasada dijo el Ministro de Hacienda que la salud está casi en bancarrota. Pero paradójicamente seguimos preocupados con la administración de la bonanza futura. “Es como si una familia con serios problemas económicos decidiera gastar todas sus energías en pensar qué va a hacer dentro de algunos años cuando reciba una herencia cuantiosa que le ha sido prometida”.

  • Alejandro Gaviria
    14 septiembre, 2010 at 3:43 pm

    Creo que hace falta una buena investigación sobre la insoportable levedad (o irrelevancia) del congreso. Ayer me enteré, por casualidad, que la ley de insolvencia para personas naturales, que aprobó el congreso hace un tiempo y fue presentada como revolucionaria, ha sido un total fracaso. Sólo tres personas en todo el país se han acogido a la ley. Santanderismo inocuo, digamos. Lo mismo ocurrirá seguramente con el proyecto anticorrupción que defiende Vargas Lleras con tanta grandilocuencia.

  • Anónimo
    14 septiembre, 2010 at 4:40 pm

    grandilocuencia. (De grandilocuente). f. Elocuencia muy abundante y elevada. || 2. Estilo sublime.

    vanilocuencia. (Del lat. vaniloquentĭa). f. Verbosidad inútil e insustancial. –Este es el sustantivo adecuado para Vargas Lleras.

  • Alejandro Gaviria
    14 septiembre, 2010 at 5:18 pm

    Anónimo: gracias.

  • Alejandro Gaviria
    14 septiembre, 2010 at 5:30 pm

    Malcolm Deas sobre la reformitis. Muy pertinente.

    Como reformista, me interesa como hacer reformas. Soy hincha del viejo método victoriano inglés. La secuencia, con calendario fijo, es esta: primero, estudiar el problema formalmente: comision de investigación de expertos, políticos y civiles, que toma amplia evidencia, y formula recomendaciones; segundo, debate; tercero, legislación; cuarto, implementación, con inspección reglementada; quinto, monitoreo continuo de los resultados. Colombia ahora es un país irrevocablemente reformista, y la demanda de reformas va por arriba: después de Uribe la población, y la población de todas partes del país, ahora va a ser mas exijente con sus gobernantes. Los reformistas no deben improvisar: si no siguen esa vieja secuencia, con todas sus etapas, van a dar golpes en la oscuridad, y fracasar. Cerebros no faltan: el país ha invertido mucho en sus universidades y debe aprovecharlo. Los medios de comunicación deben abandonar su frívolo costumbre de tocar un problema una sola vez: son parte esencial del monitoreo.

  • Anónimo
    14 septiembre, 2010 at 5:58 pm

    Santanderismo inocuo. Buen apunte, eso es lo que se hace. Es mas hay un afan de los funcionarios publicos de diferentes profesiones, a tomar cursos de derecho publico o administrativo, todos quieren ser reformistas.

  • Anónimo
    14 septiembre, 2010 at 6:20 pm

    Carlos Gaviria defiende (sin pudor) la dictadura de los jueces: "En Colombia los jueces toman funciones que no les corresponden para llenar vacíos. El Estado Social de Derecho exige un cambio de prioridades con respecto al presupuesto y lo que hacen las sentencias es recordarle al Estado que necesita plantear políticas públicas que garanticen el bienestar de la población. Las restricciones fiscales permitirían que el Estado aplace estas decisiones".

  • Anónimo
    14 septiembre, 2010 at 6:26 pm

    En Colombia los jueces están más preocupados por la justicia social que por la justicia a secas.

  • Pedro Nariño
    14 septiembre, 2010 at 7:39 pm

    La reformitis es una enfermedad bananera. Ecuador lleva 20 constituciones desde 1920 y cada una de ellas refundó la patria. Lo mismo podemos decir de Bolivia. Ojalá los gobernantes colombianos se concentraran más en ejecutar las políticas en vez de reformar las mismas. Pero es más fácil hacer un nuevo diseño que construir la obra con el diseño que existe. Hablando de reformitis ¿Cómo vamos a pagar la ley de víctimas y la ley de tierras? ¿Si hay 3 millones de hectáreas cultivables cómo vamos a barajar 2 millones sin caer en desabastecimiento, inflación y violencia rural? Santos fue elegido para mantener el rumbo, no para reinventarse la rueda.

  • Anónimo
    14 septiembre, 2010 at 9:02 pm

    El gobierno de Santos es una colección de ambiciones. O de ambiciosos. Y eso se nota.

  • Alejandro Gaviria
    14 septiembre, 2010 at 10:09 pm

    Más leyes absurdas.

  • Bafometo
    14 septiembre, 2010 at 10:27 pm

    La democracia es la forma de gobierno que más se adapta a la condición de "ser siendo" del ser humano. Así como el ser humano que la ha engendrado como la menos mala de todas las formas de organización social, la democracia es un proyecto inacabado, una intencionalidad en búsqueda de concreción, algo que tiende a la perfectiviad. Por eso, a diferencia de otras formas de gobierno, la democracia es suceptible a constantes cambios y transformaciones. Pero estos cambios y transformaciones solo tienen sentido si son perfectibles, de lo contrario degragan el sentido intencional y posibilitado del ser que la engendra.

  • Anónimo
    15 septiembre, 2010 at 3:04 am

    Bafometo, convierta todo eso que dijo en una norma y presentelo en la comision quinta.

  • Anónimo
    15 septiembre, 2010 at 3:44 am

    ¡Qué bareto se ha fumao Bafometo!

  • panÓptiko
    15 septiembre, 2010 at 5:34 am

    Alejandro, es que el congreso le quería regalar algo a la ciudadanía en el día del amor y la amistad, y lo único que ellos pueden regalar es leyes.

    Hablando de leyes absurdas, alguna posibilidad de despenalizar la dosis personal de pólvora?

  • Anónimo
    15 septiembre, 2010 at 1:26 pm

    ¡Estoy deacuerdo con Bafometo aunque no me haya fumado ningún bareto!

  • Carlos
    15 septiembre, 2010 at 1:28 pm

    La sensatez fiscal pasa por reformar sustancialmente la constitución del 91, de corte socialdemocrata o limitar el poder de legislación de la Corte Constitucional.

    Pero ya vimos lo que pasó con los el ultimo intento de reforma a la justicia. La rama judicial es tremendamente reaccionaría y no permitirá ninguna reforma que afecte en lo mas mínimo sus privilegios o intereses.

  • Anónimo
    15 septiembre, 2010 at 1:34 pm

    ALejandro, también habría que legislar sobre la cantidad mínima de munición que pueda llevar alguien con salvoconducto para portar armas.

  • Carlos
    15 septiembre, 2010 at 2:10 pm

    Pasando a las buenas noticias: Estamos creciendo mas este año de lo que estaba presupuestado.

  • Anónimo
    15 septiembre, 2010 at 7:30 pm

    Sino hubiese sido por la corte constitucional, entre otros el congreso habría metido ese absurdamente burocrático acto legislativo del 2009. Solo un vividor puede pretender hacer creer que el problema son las cortes y no el henchido y putrefacto congreso, robando al alimón con el gobierno.
    Esas tibias manifestaciones de optimismo económico me recuerdan al profesor skinner cuando en un capitulo de los Simpson intentaba explicar como había gastado el dinero de la escuela en un proyecto dirigido por el "gordo tony"
    "Skinner: This is a proud day. Now when people ask if we're in compliance the Americans with Disabilities Act of 1975, I can say, we are closer than ever before!"

  • Anónimo
    15 septiembre, 2010 at 7:58 pm

    Sobre las leyes absurdas tambien se da en las mejores familias. Sino miren a Francia:
    http://www.elmundo.es/mundodinero/2010/09/12/economia/1284301577.html

  • Alejandro Gaviria
    15 septiembre, 2010 at 10:31 pm

    Un buen estudio de caso sobre una ley que en apariencia fue exitosa pero que bajo un escrutinio más cercano también resultó irrelevante: helmet law.

  • Alejandro Gaviria
    15 septiembre, 2010 at 10:32 pm

    Leyes absurdas.

  • Anónimo
    16 septiembre, 2010 at 2:07 am

    Ya, pues!

  • panÓptiko
    16 septiembre, 2010 at 11:26 am

    Alejandro,

    ¿Hasta qué punto el estado si tiene prioridades? ¿Y desde que punto las leyes ridículas son contentillos aparentemente inocuos para los que están por fuera de las prioridades?

  • Alejandro Gaviria
    16 septiembre, 2010 at 3:09 pm

    PanÓptiko: de lo inocuo a lo perjudicial hay sólo un paso. El estatuto anticorrupción, por ejemplo, no sólo es criticable por su pomposidad (la foto que acompaña esta entrada es ilustrativa) sino también porque probablemente terminará aumentando la corrupción. Muchas de estas leyes absurdas son ejemplos de bienpensantismo pernicioso.

  • Alejandro Gaviria
    16 septiembre, 2010 at 3:11 pm

    Los políticos no son los únicos protagonistas de la historia escribe Jesús Silva-Herzog Márquez.

    La política nos ha hecho miopes. Ha querido que su obsesión por el poder sea nuestra. Ha querido imponernos su mirada y, en buena medida lo ha logrado… Sólo importa lo que cabe en sus categorías y en sus pleitos. Desde luego que ésa no fue la única voz del bicentenario, pero fue la predominante: la nación como pelota en el juego de la política. La nación como fruto de un patriótico furor destructivo.

    Le prestamos demasiada atención al reality de la política. Lo confundimos incluso con la historia.

  • Alejandro Gaviria
    16 septiembre, 2010 at 5:18 pm

    El debate económico del momento: Krugman vs. Rajan. Krugman sale muy mal librado.

  • Anónimo
    16 septiembre, 2010 at 5:29 pm

    Seis años después

  • Anónimo
    16 septiembre, 2010 at 6:40 pm

    Porque sale mal librado Krugman?

  • Carlos
    16 septiembre, 2010 at 6:48 pm

    Interesante el comentario de Rajan. Faltó mencionar también que las regulaciones de Basilea II incentivaron la compra de titulos hipotecarios para "evadir" las restricciones que establece.

    Krugman actúa mas como un vocero del partido demócrata. Con los años se ha vuelto mas político y menos economista. Se ha vuelto tremendamente sectario y partidista.

  • Alejandro Gaviria
    16 septiembre, 2010 at 6:51 pm

    Después de leer los dos artículos, creo que los argumentos de Rajan son mejores. Pero no sólo eso: Krugman en algún momento no refuta los argumentos de Rajan, sino sus intenciones, un mal signo en mi opinión.

  • Harold H. Londoño
    17 septiembre, 2010 at 2:19 pm

    "Una fiesta en las ciudades colombianas la llegada del iPad". titulan varios medios impresos del país.

    "hicieron largas filas desde la media noche para conseguir uno"

    No sólo la política ha impuesto su mirada, el consumismo bladí, de tipo global impone su estupidez…

    la gente siente que está in, al trasnocharse por un aparato de esos.

    Todos quieren sentirse gringos, así sea en su componente estolido …

    Que ridiculez.

    Claro que yo ya le pedí uno al niño Dios!

  • Luis Felipe Jaramillo
    17 septiembre, 2010 at 3:51 pm

    ¿Ocho millones de empleos?

  • Anónimo
    17 septiembre, 2010 at 4:04 pm

    Claro, 8 millones de empleos. como la economía crece en un 6%, el empleo tiene que aumentar en un 50%. No queda claro cuándo se "perdieron" los 8 millones de empleos que se "recuperaron"; si normalmente se han contabilizado entre 3 y 4 millones de desempleados. ¿les tocarán de a dos empleos a cada uno?

  • Anónimo
    17 septiembre, 2010 at 4:18 pm

    Alberto Bernal es de un optimismo gracioso, para no decir ingenuo.Y no se sale de la cuadrícula porque se pierde.

  • Alejandro Gaviria
    17 septiembre, 2010 at 4:28 pm

    Lo de AB no es economía: es propaganda.

  • Carlos
    17 septiembre, 2010 at 4:43 pm

    La cifra de 6% si es sensata de acuerdo a los últimos datos que he leído mencionados por varios analistas.

    No se a que se refiere con 8 millones de empleos.

    Sin embargo, puede ser un error de la nota.

    Con el tiempo me he dado cuenta que las imprecisiones y errores en la prensa colombiana, son la norma, no la excepción.

    O tuvo un lapsus.

  • Alejandro Gaviria
    17 septiembre, 2010 at 5:26 pm

    Roubini sobre los impuestos a la nómina: what America needs is a a payroll tax cut.

    A much better option is for the administration to reduce the payroll tax for two years. The reduced labor costs would lead employers to hire more; for employees, the increased take-home pay would boost much-needed economic consumption and advance the still-crucial process of deleveraging households (paying down credit card debt and other legacies of the easy-credit years).

    Most policy approaches, including the Obama proposals, have tended to subsidize the demand for capital rather than the demand for labor. That has the problem backward. In the second quarter, capital spending reached an annual growth rate of 25 percent. The argument that increased demand for capital leads to greater demand for labor (i.e., if you buy more machines you need workers to run them) has not held up. Firms are investing in capital goods, equipment and offshore offices that allow them to produce the same amount of goods with less — and lower labor costs. To avoid a chronic increase in the unemployment rate, we need to subsidize the demand for labor — achieving job creation — rather than making it cheaper to buy capital, as investment and other tax credits would do.

  • Carlos
    17 septiembre, 2010 at 6:58 pm

    Lo que propone Roubini es lo mismo que estamos en mora de hacer aqui. Sin embargo, notese que en su propuesta también el empleado pagaría menos impuestos y recibiría mas plata en su "cheque mensual".

    Aquí sería equivalente a que el empleado pague menor retención en la fuente o contribución a pensión o salud.

  • Luis Felipe Jaramillo
    18 septiembre, 2010 at 7:28 pm

    Pero tremendo lapsus. La economía de Brasil va a crear 2.5 millones de empleos este año: Imaginen nosotros 8!

  • Bordes añadidos
    20 septiembre, 2010 at 3:28 pm

    "Vale la pena distinguir entre el reformismo y la reformitis. En el primero la velocidad no es importante pues la dirección está claramente definida. Los reformistas avanzan a paso lento pero seguro. En la segunda la velocidad sustituye la falta de dirección. Los gobiernos enfermos de reformitis aceleran pues no saben para dónde van".

    Esto estuvo buenísimo, ya entendí muchas cosas. Yo, que poco a poco estoy entendiendo qué carajos pasa en mi país.

    Muchas gracias Alejandro

  • Annabell Manjarrés Freyle
    20 septiembre, 2010 at 3:33 pm

    Con el ejemplo de Chile tenemos para corroborar que en Colombia hace falta voluntad política que trabaje a conciencia por el crecimiento del país. A nuestros políticos no les interesa. Quisiera saber qué bruja encantó el Palacio de Justica que cada hombre que pisa ese terreno sale cada vez más corrupto.

    Muchas gracias

  • John Patiño Montoya
    21 septiembre, 2010 at 8:59 pm

    Me recuerda perfectamente el libro La Revolución en América de Alvaro Gómez Hurtado, pura reformitis, pura "revolucionareidad".