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“El narcotráfico se acaba este año”

En el mes de enero del año 2003, el diario El Tiempo publicó una entrevista con el abogado Fernando Londoño, por entonces ministro del Interior, sobre la situación política y de orden público del momento. El narcotráfico se acaba este año”, predijo el ex ministro sin el menor atisbo de ironía. “Vaya usted a Putumayo –afirmó desafiante– y búsqueme un arbusto de coca. Lo podemos negociar. No hay uno”. Algunos meses después, en una conferencia internacional celebrada en la ciudad de Miami, el Presidente Uribe sugirió que el fin del narcotráfico estaba cerca: “la culebra está debilitada… la lucha hay que continuarla hasta que no haya una sola mata de coca en Colombia”.

Esta semana, el diario El Tiempo publicó una columna de opinión escrita por el mismo ex ministro Londoño, quien, en un tono quejoso, exasperado, anunciaba el comienzo de una nueva guerra en contra de los cultivos de coca: “estamos en el fin del fin de nuestra muy antigua guerra y en el comienzo de otra nueva”. La culebra, sobra decirlo, sigue viva y coleando. La guerra que iba a terminar hace cinco años, comienza ahora nuevamente. Con el paso del tiempo, el optimismo del ministro se convirtió en la frustración del columnista.

La Oficina contra el Delito y la Droga de la Naciones Unidas reveló hace unos días un aumento en la extensión de los cultivos de coca. El área sembrada pasó de 80 mil hectáreas en el año 2006 a 100 mil en el año 2007. En la región Pacífica, el área cultivada creció 38%. En el Putumayo, 30%. El número de hogares involucrados en el cultivo de la coca pasó de 67 mil a 80 mil. “No hay ninguna disculpa valedera para semejante fracaso”, escribió Fernando Londoño en la columna citada. Pero las disculpas abundan. Lo que no hay ahora (y no había hace cinco años) es ninguna justificación valedera o racional para las opiniones postreras del ex ministro. Los arbustos de coca, invisibles hace un tiempo, no han desaparecido. Por el contrario, se han multiplicado. En diciembre de 2007 había 20 mil hectáreas de coca en el Putumayo, la mayor extensión observada desde que existen cifras comparables.

El área cultivada creció a pesar de los miles de erradicadores y de los millones del Plan Colombia. En 2007, el número de hectáreas fumigadas o erradicadas llegó a 220 mil, la cifra más alta de la historia. En la guerra contra la droga –un mundo bastante lento– hace falta correr todo el tiempo para permanecer en el mismo sitio. Los erradicadores, los soldados de a pie de esta guerra sin futuro, trabajan sin descanso. “Entre minas antipersonal –dice la página de internet de la Presidencia–, amenazas de la guerrilla, el rechazo de los campesinos cocaleros, la trocha, el barro y el riesgo de enfermedades transcurre el día a día de estos héroes anónimos”. Pero el heroísmo de los erradicadores no sólo es anónimo, sino también inútil, trágico en su misma irrelevancia.

En la entrevista citada, Fernando Londoño aduce que es necesario acabar con la coca para acabar con las Farc: “la causa de la existencia de estos grupos es el narcotráfico,… los sistemas de financiación a través de la coca y la heroína”. Esta opinión, considerada por mucho tiempo casi un axioma, hoy es simplemente una hipótesis errada, falseada por los hechos. Probablemente las Farc se acabarán pronto (o se convertirán en otra cosa), pero el fin de los cultivos parece todavía lejano, imposible. En el negocio de la droga, los protagonistas cambian, pero la producción permanece. Este es el verdadero axioma.

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  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2008 at 3:41 am

    La columna no dice nada sobre las causas del aumento en la extensión de los cultivos de coca. En parte por falta de espacio. Y en parte porque las causas son desconocidas. El Gobierno ha propuesto una explicación que pone el énfasis en la medición, que argumenta que el problema está en el termómetro. “No hay incremento de área sembrada de coca, hay incremento de área detectada”, dijo el general Naranjo. Mientras no se demuestre lo contrario (la carga de la prueba está en quien quiere cambiar la metodología, el Gobierno en este caso), hay que creerle al informe del Simci. El coordinador técnico del Simci, Rodolfo Llinás, le dijo a El Espectador que la metodología utilizada fue “la misma de años anteriores, cuya calidad ha sido reconocida por los gobiernos de Colombia y los Estados Unidos”. En los años precedentes, cuando el área cultivada estaba disminuyendo, el Gobierno de Colombia nunca cuestionó la metodología.

    Quiero plantear una hipótesis no probada, no muy seria pero suficiente, creo yo, para comenzar la discusión. La hipótesis (que usa un argumento cercano a la corriente de pensamiento conocida como supply-side economics) es la siguiente: el debilitamiento de las Farc ha probablemente ocasionado una reducción del impuesto al gramaje, lo que, a su vez, puede haber propiciado un aumento en el área sembrada con coca. En otras palabras, liberados del yugo fiscal de las Farc (impuestos y control de precios), los campesinos del sur del país pueden haber tenido mayores incentivos económicos para sembrar coca.

    Esta hipótesis es compatible con dos hechos señalados en el informe del Simci. Primero, el aumento se ha dado mayoritariamente en parcelas pequeñas, cultivadas presumiblemente por los mismos campesinos que pagan (o pagaban) impuestos a las Farc. Y segundo, el aumento se ha dado mayoritariamente en las regiones de influencia histórica de las Farc. El mapa que acompaña este post muestra que las “zonas de nuevos cultivos” están localizadas mayoritariamente en el sur de Colombia, en mucho de los territorios donde las Farc ejercían un dominio absoluto sobre la población. En el sur de Bolívar y en la región de Tibú, donde las Farc han coexistido con los paramilitares, los cultivos nuevos son menos y los abandonados más. En suma, el debilitamiento de las Farc puede haber sido benéfico para la economía cocalera, al menos en ciertas áreas de la geografía colombiana.

  • Carlos
    22 junio, 2008 at 4:14 am

    No se que tiene que suceder para parar esta insensatez llamada «guerra contra la drogas».

    Obama por sus anuncios no parece dispuesto a cambiar nada.

  • jaime ruiz
    22 junio, 2008 at 5:51 am

    De la guerra contra las drogas se puede decir lo que decía Mark Twain del mal tiempo: todo el mundo se queja pero nadie hace nada. Bueno, algunos sí hacen algo, que es proveer bienestar personal, una montura sobre la cual cabalgar haciendo muecas y mohínes de desprecio por la insensatez ajena. Lo que no entiendo todavía es por qué no han descubierto ese negocio en África. Algún día lo harán y se acabará la pendejada.

    En cambio, para el lío de la revaluación y su impacto sobre las exportaciones sí hay solución; sí, señores, ¡una tasa de cambio dual!. El exportador lleva sus dólares a la correspondiente oficina estatal y se los pagan a un precio pactado. Ya había oído yo que no hay mal que dure cien años.

  • Carlos
    22 junio, 2008 at 6:03 am

    Y el diferencial de la tasa de cambio que lo paguen los contribuyentes. Que genio es este Eduardo Sarmiento

  • Pascual Gaviria
    22 junio, 2008 at 7:26 am

    El primer comentario debió ser la columna.

  • Javier Moreno
    22 junio, 2008 at 8:33 am

    De acuerdo con Pascual: Debería convertir esa opinión en una columna secuela de esta.

  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2008 at 12:32 pm

    Pascual y Javier: tal vez por un exceso de escrúpulos o por temor a escribir una columna con un argumento 100% especulativo, decidí reiterar la obvio (esta guerra no va para ningún lado) mediante la historia del entusiasmo de Londoño.

    Carlos y Jaime: las tasas de cambio duales tienen una larga historia, en el mundo y en Colombia. Hoy existen en Venezuela. Nunca han funcionado. Se prestan para todo tipo de corruptelas. Cabe anotar, sin embargo, que, en esencia, los subsidios a los exportadores (floricultores, bananeros, confeccionistas, etc.) son una tasa de cambio dual mantenida no con emisión monetario sino con recursos del fisco.

  • Carlos
    22 junio, 2008 at 1:11 pm

    Alejandro: que otras hipotesis alternativas podrian explicar el aumento del area sembrada?

  • Apelaez
    22 junio, 2008 at 1:22 pm

    Interesante la hipotesis del debilitamiento de las Farc y el aumento de los cultivos ilícitos. No sobra decir que sin las farc jodiendo se reducen también los costos de negociar la compra de la coca (las farc imponían no solo el impuesto de gramaje, sino también determinaban el precio, pagaban con «bonos» de papel y seleccionaban los compradores)

    Lo que si aumenta para los empresarios de la coca es el costo de la seguridad y, sobre todo, el costo de hacer cumplir los contratos. Veremos más «machos», más «rastrojos» imponiendo la ley y cobrando cuentas, en últimas, más sangre. Y lo de siempre: el efecto «balón», los campesinos moviendo los cultivos y los empresarios detras.

  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2008 at 1:29 pm

    Carlos: no tengo hipótesis alternativas. La evidencia demuestra una capacidad de resiembra impresionante. Un colega de la Facultad de Economía estuvo en Tumaco la semana pasada y me dice que le dijeron que hay coca por todos lados. Ya nadie habla de las Familias Guardabosques que hace cinco años, cuando yo estaba en el Gobierno, eran el tema obligado en las conferencias con donantes y expertos. Aun si el área no hubiese aumentado, el fracaso es evidente. Pero, de nuevo, poco sabemos, desde Bogotá, sobre la evolución de la economía cocalera.

  • Apelaez
    22 junio, 2008 at 1:34 pm

    Interesante lo que pasó en Norte de Santander:

    Recent UN reports had hailed Norte de Santander as a model of eradicating coca through a combination of fumigation and relatively generous alternative development programs. However, coca cultivation quadrupled in 2007 in Norte de Santander, the biggest increase that the UN registered in any department of Colombia. Nearly all of this increase occurred in the violent Catatumbo region, which passed from guerrilla to paramilitary control in 1999-2000, and now appears to be reverting back to guerrilla control. Para los interesados, ir acá.

  • Carlos
    22 junio, 2008 at 1:36 pm

    Rudolf Hommes reseña (favorablemente) el ultimo libro de Alejandro.

    Una pregunta para Alejandro: el libro es solo una recopilación de sus mejores columnas o incluye contenido adicional, no publicado?

  • jaime ruiz
    22 junio, 2008 at 1:56 pm

    Con perdón, los subsidios a exportadores serán todo lo condenables que se quiera, pero no se parecen a la tasa de cambio dual porque refuerzan sectores cuya producción efectiva se puede comprobar. Con la tasa de cambio dual todo se puede exportar a un precio superior y el verdadero negocio pasa a ser el cambio de divisas. Los chatarreros pueden exportar el cobre como escultura y aun otros comprarán ropa china y le pondrán un adorno para venderla como producto de prestigio. Eso sí, los malditos lavaderos de dólares se acabarían y el comercio formal resultaría compensado de la reducción del consumo, no todo tendría que ser tan malo.

    Perdón de nuevo por cambiar el tema. Al final de la otra discusión dejó Daniel un comentario en el que descalifica la idea de que una buena educación primaria sea decisiva para que haya desarrollo y crecimiento económico, lo cual es lo menos inquietante. Lo grave es que afirma que ese desarrollo (o crecimiento a partir del aumento de productividad general) sólo puede venir de inversiones públicas en investigación y desarrollo. (Bueno, es mi resumen, a lo mejor interpreto algo mal.)

    Creo que no se debería pasar por alto una discusión como ésa. Yo seré ignorante y estaré chiflado, pero la verdad es que al lado de un disparate como ése la tasa de cambio dual del demiurgo amigo de Santodomingo resulta razonable. (Bueno, sólo es una megacorruptela que él propone sabiendo que no se llegará a aplicar, salvo que gobiernen sus amigos.) Pero me temo que la idea de Daniel la comparten muchos economistas y expertos y técnicos y tecnócratas y hasta políticos. Ahí sí, como dicen, ¡Dios nos coja confesados!

  • Anónimo
    22 junio, 2008 at 2:43 pm

    Alejandro, el problema con la hipótesis es que implicaría un aumento en la productividad por hectárea. Un monton de campesinos incentivados con pequeños cultivos deberían ser bastante productivos. Por el contrario, lo que se ve es una caída en la productividad. Lo curioso es que la extensión y la productividad se han movido siempre en sentidos opuestos arrojando como resultado las mismas 600 toneladas de siempre, lo cual, desde mi punto de vista refleja un equilibrio estratégico entre los actores productores y erradicadores. Saludos!

  • Daniel Vaughan
    22 junio, 2008 at 2:43 pm

    Jaime,

    Entre Carlos y sus extras noticiosos y sus resúmenes sesgados y sin análisis ni contraargumentos este blog va para arriba.

    1. La inversión investigación en I+D puede tener el orígen que usted quiera: privado o público. En el comentario sólo menciono que en el mundo desarrollado una buena parte de la inversión en investigación básica tiene origen público. No sólo eso, históricamente sus orígenes fueron esencialmente públicos y eso no es sorprendente si se pregunta cuáles son los incentivos para hacer inversión en investigación básica(pero esto se discutió hace muchos meses acá y no pretendo repitir lo de siempre… eso se lo dejo a usted).

    2. Yo no «descalifico la idea de que una buena educación primaria sea decisiva para que haya desarrollo y crecimiento económico», sencillamente no la encuentro razonable o intuitiva. En su larguísimo y ladrilludo (como usted mismo escribe) pensamiento sobre la educación usted esboza el siguiente argumento: enséñeles a leer y podrán aprender por si mismos con manuales. (Nota aparte: el verbo «esbozar» es tremendamente generoso: sus propuestas no tienen un sólo argumento de por qué pueden funcionar. Tal vez JR es como esas grandes mentes que mueren sin dejar argumentos por ser triviales: se me vienen a la cabeza Riemann y Fermat… no mentiras, no lo creo)

    La triste realidad, compañero Ruiz, es que no es necesario enseñarles a leer. Coja la revolución industrial, o la revolución digital: usted sólo tiene que aprender «en la práctica» lo que algunos llaman «learning-by-doing», que por supuesto no necesita de aprender a leer.

    Y no sólo eso, la triste realidad es que ya no estamos en la Edad Media. Tal vez en esa época su original propuesta habría tenido efectos sobre la productividad (de hecho hay una hipótesis interesante que sugiere que su original propuesta es la causante de la ventaja relativa que todavía tienen los judíos en EEUU: tal parece que en el siglo 2 D.C. los recién nombrados jerarcas de esa religión impulsaron una reforma de prácticas religiosas que impulsaron la alfabetización de la comunidad judía. Esa alfabetización les dio una ventaja relativa en el momento en que se dio un proceso de urbanización, y la resultante mayor demanda de trabajo «calificado» que se dio entre los siglos 4-12 D.C.)

    En fin, el resumen es sesgado, y el análisis inexistente.

    Feliz domingo.

    DV

  • Anónimo
    22 junio, 2008 at 2:55 pm

    Alejandro, entiendo lo de sus escrúpulos para no publicar su primer comentario. Aunque pienso que esta vez les podría dar un descanso. Todo en aras de abrir un debate sobre las causas del aumento del área cultivada.
    EUREKA

  • Anónimo
    22 junio, 2008 at 3:05 pm

    Anónimo 9:23:
    Creo que la productividad por hectárea, en el caso que usted plantea de muchos campesinos sembrando pequeñas áreas, caería. Iniciativas de gran escala aumentan la productividad

  • Anónimo
    22 junio, 2008 at 3:09 pm

    En una línea similar a la de Alejandro, un menor número total de grupos productores por el debilitamiento de la guerrilla en ciertas zonas también implicaría resultados similares. Por una parte cada grupo tiene más tierra potencial a su disposición y por otra parte tiene menos rivales que enfrentar. Ésto hace que cada grupo termine controlando más tierra. Pero no todo acaba ahi, cada grupo es menos productivo (más tierra y no suficiente inversión en factores complementarios) y se podría predecir que los precios internos de la coca deben haber bajado un poco por el aumento de la oferta.

  • Anónimo
    22 junio, 2008 at 3:20 pm

    Anónimo 10:09.

    Es probable. Pero como dije, tradicionalmente la extensión y la productvidad en el mercado de la coca se mueven en sentidos opuestos. Además las pequeñas extensiones tienen ventajas estratégicas que las pueden hacer más productivas: son más dificiles de identificar para erradicar. En suma, no veo tan inmediato que aqui las cosas funcionen exactamente como economías de escala…

  • jaime ruiz
    22 junio, 2008 at 5:23 pm

    Sobre el tema del post anterior: Moisés Naím.

  • Carlos
    22 junio, 2008 at 5:58 pm

    Jaime: muy bueno ese articulo de Naim. Que lastima que no hubieramos podido discutirlo en el post anterior.

    Lo curioso es que confirma y contradice mucho de lo dicho aquí en el blog.

    Resulta que el mayor propietario de canales de televisión en el mundo no son de «los ricos» sino los Estados: «Este fue el paradójico hallazgo del investigador Simeon Djankow y sus colegas quienes examinaron en 97 países quienes eran los dueños de los cinco periódicos más leídos, de los cinco canales de televisión más vistos y de las estaciones de radio más oídas. Encontraron que, como promedio, el Estado es dueño del 30% de los principales periódicos, del 60% de los mayores canales de televisión y del 72% de las principales estaciones de radio. El resto es predominantemente propiedad de familias, que controlan el 54% de los grandes periódicos del mundo y 34% de las mayores estaciones de televisión.»

    Notese que el estudio sobre los medios mas leidos, los canales mas vistos, las estaciones de radio mas escuchadas.

    Confirma que los Estados parecen menos interesados en la prensa escrita que en la televisión. Por lo que ya se habló aquí. Las masas prefieren ver televisión, no leer.

    Tanto hablar aqui de que «los ricos» controlan la televisión en el mundo, y resulta que son los estados. Vea pues….

  • Javier Moreno
    22 junio, 2008 at 6:08 pm

    «Tanto hablar aqui de que «los ricos» controlan la televisión en el mundo, y resulta que son los estados. Vea pues….»

    ¿Y a los estados no los controlan «los ricos»?

  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2008 at 6:38 pm

    Creo que la única forma de entender claramente lo que está ocurriendo es mediante trabajo de campo, mediante visitas a los municipios productores. El Espectador va a enviar algunos reporteros a perseguir la noticia.

    Jaime: la tasa de cambio dual no es idéntica a los subsidios. Pero es similar. Los subsidios se calculan con base en una tasa de referencia, y las empresas beneficiadas también tienen incentivos para inflar la producción, práctica que no siempre es fácil de comprobar. En mi opinión, el gobierno debería publicar una lista que muestre cuánto ha recibido cada quién.

  • Carlos
    22 junio, 2008 at 6:51 pm

    Alejandro: estaba pensando lo mismo. Toca preguntarle a los campesinos cocaleros, a guerrilleros y paras recien capturados o que recientemente se hayan reinsertado.

    Javier: pongo «los ricos» como los magnates capitalistas dueños de empresas tipo Ardila Lulle o Santo Domingo. El Estado es controlado por diferentes coaliciones de grupos de intereses que incluye los burocratas que hacen parte de el, los politicos, y diferentes grupos de la sociedad. Con el tiempo se van diferenciando ciertas coaliciones unas de otras y se agrupan en partidos y movimientos politicos, aunque algunos de los grupos se mueven o cambian facilmente de partido o movimiento.

    Algunos de esos grupos de intereses son de ricos que quieren mantener sus riquezas o aumentarlas. Otros grupos de intereses todavia no son ricos pero aspiran a serlo usando al Estado.

    Otros tienen intereses de imponer su visión de como debe ser la sociedad o su ideología. El materialismo y el afan de lucro no siempre explica la conducta humana.

    Cordial saludo,
    Carlos

  • jaime ruiz
    22 junio, 2008 at 7:07 pm

    Se dice que la chica puede salir del barrio pero el barrio nunca sale de la chica, es lo que pasa con la ideología colombiana, que su cadaverina ñángara se le queda prendada eternamente. No, al Estado no lo controlan los ricos. Al estado USA no lo controla Gates ni los de Google ni Buffet ni Dell ni Rockefeller ni todos ellos juntos, sino la clase burocrática. Los ricos son como mucha gente y por lo general tienen en los políticos enemigos porque siempre quieren cobrarles impuestos para obtener votos.

    En las sociedades latinoamericanas hay una clara relación entre ciertos ricos y el Estado, pero eso es por una parte atávico (no se trata de que los genios de las finanzas controlen el Estado sino que éste es patrimonio de ciertos clanes que llegan a amasar grandes fortunas a la sombra del poder) y en parte inseguro (como pasa con Santodomingo o con Polanco, esos ricos terminan encabezando y controlando una bandería).

    Yo pensaba que ya teníamos bastante con el compañero Daniel.

  • Anónimo
    22 junio, 2008 at 7:11 pm

    Con el sólo hecho de nombrar a fernando londoño en su columna, me da mucha repugnancia.

  • Javier Moreno
    22 junio, 2008 at 7:18 pm

    Gracias por la explicación, Carlos.

  • Alejandro Gaviria
    22 junio, 2008 at 7:30 pm

    Carlos: se me olvidaba. El libro tiene unos pocos textos inéditos, más una introducción y una bibliografía comentada en cada capítulo. De resto, es simplemente este blog empastado.

  • jaime ruiz
    22 junio, 2008 at 10:23 pm

    Entérense de que los guerrilleros no son tan malos como los paramilitares, de que no matan arbitrariamente a los militantes ni cometen actos de crueldad gratuita sino que enseñan la justicia social y por eso deben ser tratados como rebeldes políticos… Al menos un tercio de las columnas de El Espectador son propaganda, legitimación y aliento de los terroristas, pero eso se considera un aspecto chévere de la diversidad de opiniones y así los colombianos, tan abiertos y razonables, pueden dedicarse a cavilar sobre la mejor forma de orientar a esos despistados estadounidenses. (Ver María Emma Wills.)

  • Apelaez
    22 junio, 2008 at 10:58 pm

    Alejandro: La UNODC hace trabajo de campo. Las imágenes de satélite son cotejadas con visitas aleatorias para comprobar si, en efecto, lo detectado por el satélite son cultivos ilícitos. De igual manera, andan recogiendo información en campo sobre los precios de la base y además ayudan en la medición directa de las hectáreas erradicadas manualmente.

    Dudo mucho que los reporteros del Espectador puedan hacer gran cosa. Tal vez salgan con lo de siempre: que los campesinos rocían las matas con melaza o que la cortan justo despues de fumigada para aprovechar los quimicos. Quizas hagan un perfil lloroso de los heroes que erradican o un paralelo entre un erradicador y un cocalero.

    Mas bacano ponerse a estudiar su tesis contra los datos existentes.

  • Maldoror
    22 junio, 2008 at 11:10 pm

    Apelaez:

    Pero los reporteros de campo si nos pueden dar una idea de como ven los campesinos la salida de las FARC. La hipotésis de Alejandro es interesante, pero apriori yo le apostaría a lo que él mismo dijo antes: que probablemente la producción siga igual, y que probablemente los cocaleros ni resentian ni le saquen mayor partido al derrummbe del poder de las FARC ¿Igual, como con solo los datos existentes , sin saber que y como se producen, se puede estudiar la tesis?

  • Apelaez
    22 junio, 2008 at 11:11 pm

    Jaime, tiene razón, una grosería el artículo de la señora Wills. Decian que Pablo Escobar y el Mexicano trataban muy bien a sus empleados, a lo mejor era que tenian ideales políticos…

  • Apelaez
    22 junio, 2008 at 11:12 pm

    Maldoror, que quiere decir con «saber como producen»?

  • Alejandro Gaviria
    23 junio, 2008 at 12:54 am

    Apelaez: el riesgo de un perfil lloroso o de una etnografía amañada que refleje más la ideología de los reporteros que la realidad de la situación es real. Mire no más la supuesta investigación que cita María Emma Wills. Pero, a pesar del riesgo, creo que vale la pena preguntarle a los raspachines y a los campesinos sobre el negocio de la coca y el papel de las Farc.

    Sobre la columna de María Emma Wills, quisiera decir dos cosas. La primera, ya anotada por apelaez, es que la conclusión es ridícula. Como discutimos en este blog hace unos meses, a raíz de la obra de Hannah Arendt y su idea de la banalidad del mal, los carceleros nazis eran unos tipos agradables. Nada en su vida cotidiana sugería la crueldad de su trabajo. Segundo, la investigación citada también es ridícula. La idea de que las Farc operan de acuerdo con ideal comunitario, mientras los paras lo hacen según la lógica de mercado es completamente artificial, casi un paradigma de la charlatanería. La doble ridiculez denota, sin duda, un afán por presentar a las Farc como una organización respetable.

  • CarlosH
    23 junio, 2008 at 2:27 am

    Perdón por cambiar de tema, pero algo que escribió Jaime me quedó sonando:

    Como es que poner un impuesto a la tierra hace que aumente la productividad?

  • Anónimo
    23 junio, 2008 at 2:42 am

    Existe alguna diferencia, en lo fundamental entre un paramilitar y un guerrillero?….no la encuentro, si la hay , por favor expliquenmela, no estoy mamando gallo, es en serio, me parecen , en esencia, iguales.

  • Carlos
    23 junio, 2008 at 3:07 am

    Carlosh: en teoría, los impuesto sobre las tierras rurales disminuyen el incentivo para tener la tierra solamente para lo que llaman especular (esperar que aumente de precio debido a factores externos). Esto haría que la tierra o la pongan a producir (como minimo para pagar los impuestos) o se vende a quien si la quiera producir.

    En nuestro pais diversos analistas dicen que los terratenientes(donde por cierto hay mucho narco) no pagan impuestos o pagan muy poco. No se que tan cierto sea eso.

    Y si se tiene en cuenta todas las extorsiones de guerrillas y paras, estos terratenientes les ha tocado meterse la mano al bolsillo no pocas veces.

  • Anónimo
    23 junio, 2008 at 3:28 am

    «El narcotrafico se acaba este año»

    Tan contradictorio como las declaraciones de Tasmania.

  • CarlosH
    23 junio, 2008 at 4:09 am

    Carlos, con respecto al argumento que menciona, uno diría lo siguiente (que ya lo escribió Jaime, pero no me acuerdo donde):

    Hay dos opciones:

    1) Poner la tierra a producir es más rentable que no ponerla a producir. Si esto es así, ¿porque no ponerla a producir, sin necesidad de que pongan el impuesto?

    2) Poner la tierra a producir es menos rentable que no ponerla a producir. Será que un impuesto aumenta la productividad de la tierra? xq?.

    A mi entender, un impuesto no cambia los incentivos si lo único que interesa es producir plata.

    Tal vez sea necesario introducirle una utilidad adicional a la tierra. Algo como poder o prestigio. La idea sería la siguiente:

    1) La tierra da poder y prestigio. 2) Para mí no es rentable producir, pero hay ciertas personas para las que sí es rentable (digamos que tienen acceso a mejores tecnologías)
    3) Si solo me interesara la plata, lo mejor sería venderle la tierra a las otras personas
    4) Pero como la tierra da poder, yo prefiero perder esa plata con tal de tener poder. En otras palabras, compro poder y prestigio con la plata que estoy perdiendo al no vender la tierra.
    5) Si ponen un impuesto a la tierra, el precio del prestigio y el poder (la plata que pierdo) aumenta.
    6) Por lo tanto, tengo mayores incentivos a venderle la tierra a las personas que la utilizan más productivamente.

  • Maldoror
    23 junio, 2008 at 7:09 am

    Apelaez:

    Me expresé mal. Quería decir, que habría que mirar como afecta la perdida de poder de las FARC las motivaciones y el calculo economico de los cultivadores de coca.

    Por lo del artículo de Maria Emma Wills, creo que el punto no es que las FARC tengan ideales políticos porque «traten bien» a sus guerrilleros, sino que a diferencia de los paras, si tenían cursos de adoctrinamiento y normativas que reflejarían una ideología politica ausente en los paras. Esa idea no es tan tenaz, una vez que uno hace el ejercicio de sacar de la cabeza el pensamiento de que: tener ideologia lo hace a uno bueno o mejor que quienes no la tienen y segundo, que tener ideologia política es incompatible con otras racionalidades en la práctica (en este caso, la racionalidad economica del negocio de la coca)

    Carlos:

    A mi la teoría de grabar la tierra para hacerla productiva se me hace un pañito de agua tibia ¿Que tal más bien DEVOLVER la tierra y pagar indeminizaciones donde se deba a sus legitimos dueños? Pero más diciente aún es lo absolutamente cínico y reacio que ha sido este gobierno y la clase terrateniente que se niega con descaro a cualquier consesión con respecto a su latifundio

  • Javier Moreno
    23 junio, 2008 at 9:07 am

    «si tenían cursos de adoctrinamiento y normativas que reflejarían una ideología politica ausente en los paras. «

    Los paramilitares seguro que también hacían adoctrinamiento ideológico entre las tropas. Un adoctrinamiento ideológico similar al que los soldados colombianos reciben durante sus meses de entrenamiento.

    Adoctrinar es parte del entrenamiento militar estandar. La ideología subyacente cambiará, supongo, de organización a organización, pero el propósito del adoctrinamiento en último caso es el mismo: Formar tropa obediente y despojada de individualidades, uniforme. Una ideología bien implantada con axioma cero «Somos los buenos» siempre ayuda.

  • jaime ruiz
    23 junio, 2008 at 9:37 am

    Carlosh: no recuerdo haber escrito nada defendiendo la conveniencia de poner impuestos a la tierra para hacerla más productiva, sino más bien lo contrario (en la discusión anterior). En todo caso el tema es interesante. Alguna vez leí en un artículo de Hommes que la tierra en Colombia era cara por las inversiones especulativas y de lavado de activos de los traficantes de droga. Eso es posible, y es deseable que el gobierno incentive la producción agrícola, por muchos motivos.

    La idea del impuesto a las tierras improductivas es tentadora para la persona que no tiene relación con el campo, como explicaba Lafaurie criticando al vicepresidente. En la realidad, pongamos que usted tiene diez hectáreas entre Chía y Zipaquirá y anda todo el día cabildeando para conseguir que le pongan una carretera cerca o le autoricen construcciones para venderlas más caras y ni siquiera se le ocurre poner vacas ahí no vaya a ser que los posibles compradores se sientan en el campo: ¿quién evalúa si su situación de improductividad es la misma de alguien que tiene diez hectáreas de pedregal en La Guajira? En la práctica la aplicación del impuesto daría para problemas mayores que los que intenta resolver.

    Leyendo lo que escribió el ministro Arias criticando a Alejandro me quedo con la idea de que en el gobierno predomina una idea de dirigismo respecto a la actividad agrícola. Unos técnicos consideran que conviene sembrar nogales y pagan cierta cantidad de subsidio por cada hectárea que se siembre de esos árboles. Como ocurre en casi todos los ámbitos, el problema en Colombia no es que en el gobierno predominen las prácticas «neoliberales», sino precisamente que no predominan.

    Leyendo sobre ese tema me he enterado de que hay un plan del gobierno para comprar las tierras que estén registradas en el catastro por debajo de su precio de mercado. El impuesto a la tierra se podría aplicar haciendo realmente eso, poniendo en la práctica esa medida en gran escala, el valor catastral se actualizaría y por ahí los ingresos del Estado y por ahí resultaría más ventajoso poner a producir la tierra. Pero al igual que con los exportadores se podría apoyar a los pobladores rurales con un salario mínimo rebajado para el empleador y completado por el Estado, al igual que los gastos parafiscales, o con una exención porcentual por cada puesto de trabajo estable que se genere.

    Lo de la reforma agraria es más curioso: el próximo presidente debería prometer efectivamente la devolución de sus tierras a todos los que hayan sido despojados de ellas, el problema es si previamente había títulos de propiedad. Pero si no los había tampoco los pueden exhibir los despojadores, con lo que unos cuantos testimonios de arraigo y un poco de sentido común permitirían restituir efectivamente a los despojados, al menos en las regiones en que se supone que el Estado ha pasado a controlar el territorio. Lo que pasa es que al respecto creo que hay más mito que realidad, puede que la mayoría de los desplazados hayan salido de tierras que sí tenían propietarios legítimos, y más aún puede que la situación de peón de último rango en Bogotá sea más placentera y rentable que la de colono-propietario en el Vaupés. En Colombia no hay ningún pudor para hacer frente con los castristas en defensa de la Constitución, ni para aplaudir a los colectivistas en defensa de la propiedad (no, no es sólo una distracción de Sergio, es el ADN de Colombia, en la misma Constitución reza que la propiedad es una función).

  • Anónimo
    23 junio, 2008 at 9:39 am

    Guerra y coca en el depto de Nariño .

  • jaime ruiz
    23 junio, 2008 at 10:13 am

    Anónimo 21.42: yo le explico, tranquilo. No hay diferencia entre un paramilitar y un guerrillero, y con frecuencia los peones pasan de un lado a otro. Lo que pasa es que la guerrilla y sus émulos de mercado no consisten en la suma de sus peones sino en un proyecto de vida, y entonces es como decir si hay alguna diferencia entre el obrero que participa en la construcción de un edificio y el que participa en un derribo. Ceausescu destruyó Bucarest, una ciudad que se consideraba la París del Este, porque pensaba construir ahí su ciudad soñada de utopista imbuido de la justicia social (que me perdone Ceausescu por ponerlo de ejemplo de la izquierda democrática colombiana), pero la gente que destruyó la ciudad era la misma que la había construido. No había diferencia. Bueno, sí la había, la situación de los destructores era mejor porque el progreso del mundo había permitido una esperanza de vida mayor y una alfabetización más generalizada.

    Entre la guerrilla y el paramilitarismo sí hay diferencias, y son sumamente importantes, porque efectivamente no es lo mismo matar para enriquecerse que matar para que la gente viva mejor. Lo cual ya es conceder mucho porque ¿qué es el paramilitarismo? En rigor lingüístico puede tratarse de grupos de personas que colaboran con los militares en la aplicación de las leyes y no han cometido con eso ningún delito. También puede tratarse de grupos de protección a personas amenazadas de secuestro y sometidas a extorsión por los guerrilleros: tal vez cometieran delitos, pero su razón de ser no era la misma que la de los guerrilleros. No es lo mismo secuestrar gente que impedir que se secuestre gente. Pero también se llama «paramilitarismo» a las organizaciones de traficantes de cocaína, con mucha frecuencia relacionadas con los anteriores grupos o solapándolos, que competían con la guerrilla por la coca y que cometieron toda clase de atrocidades. En la propaganda comunista todos son lo mismo porque se quiere dar por sobreentendido que el ejército sólo existe como amenaza para la población y que todo intento de resistir al secuestro es un delito más grave que el mismo secuestro. (Esto último lo dice casi con esas palabras la Corte Suprema de Justicia.)

    De modo que hay una noción ideal de paramilitarismo y de guerrilla, lo que pasa es que al aludir a eso ya se mete uno en camisa de once varas, en el terreno de lo no comunicable: ¿cómo explicar que lo único importante son las palabras y las nociones ideales? Siempre parecerá que uno está loco por creer algo así.

    La guerrilla se levanta en armas contra la democracia aparente en que la gente elige a sus opresores cada cuatro años y el paramilitarismo resiste a ese levantamiento. En la realidad eso es todo, pero ya le decía que siempre se está ante el problema de comunicar cosas muy difíciles. No existe nada fuera de la mente, si usted evalúa sus propias creencias verá que no puede poner en la misma balanza a alguien como Camilo Torres y a don Berna. Son dos representantes de la guerrilla y del paramilitarismo. Camilo Torres no era un mafioso ni nada parecido sino un visionario que pretendía una sociedad mejor. ¿Cómo puede uno explicarle a un colombiano que el crimen de Camilo es mucho mayor que el de don Berna y que si bien probablemente no mató a nadie su ejemplo produjo infinidad de atrocidades, incluida la misma carrera de don Berna? Eso está fuera de la mente de un colombiano corriente, es inadmisible.

    Pongamos un delincuente típico como Pablo Escobar: pagaba por policía asesinado para aterrorizar a la sociedad e impedir que lo extraditaran. Pero sin esa amenaza lo que le interesaba era ser riquísimo y disponer de todo gracias a su dinero.

    Esa intermediación del dinero ya refleja un pudor y una cautela y un respeto de los demás que no hay en el idealista que mata para que la gente viva mejor. Su despojo ya ha llegado a tal punto que les prohíbe a los demás decidir cómo vivir mejor. La clase de soberbia que brilla en su mente es la de la criatura corrompida por la esclavitud, por el hábito de cabalgar gente y dominarla hasta en sus aspectos más íntimos con la mezcla de terror y recitación de un dogma: la marca de ADN de la sociedad colombiana. Camilo Torres no era un rebelde que soñara con un mundo mejor sino un producto arquetípico de las clases altas colombianas, como todos sus amigos de la facultad de Sociología de la Nacional.

    Pablo Escobar y don Berna son criminales cuya estrella brilló por mucho tiempo. Si se compararan sus crímenes con los que habrían cometido los camilistas en caso de triunfar, por ejemplo con el régimen camboyano o con el ruso, las personas asesinadas oscilarían entre los cinco y los quince millones. Pero es muy raro que un colombiano pueda aceptar eso: en el fondo todo el mundo quiere pertenecer al estrato supremo y tener prestigio intelectual y disponer de la vida de los demás desde un cargo estatal, los criminales totalitarios son el fruto de esa herencia mientras que los criminales privados lo son sólo del primitivismo y del mal ejemplo. En un país en el que se despreciara a Camilo Torres, tanto Pablo Escobar como Castaño habrían sido comerciantes de éxito relativo.

  • jaime ruiz
    23 junio, 2008 at 12:27 pm

    Muy interesante sobre la historia económica de España. Sobre el impuesto a la tierra escribe Kalmanovitz. Aunque el tema del campo lo explica de forma más complaciente con los buenos sentimientos de los pensadores ¡Christian Valencia!, una especie de Lautréamont del periodismo colombiano.

  • jose
    23 junio, 2008 at 12:48 pm

    Para el Anónimo 21:42

    La diferencia entre guerrilla y paramilitarismo es utópica.

    A un grupo le resulta más fácil matar desde el propio estado y cubrir sus crímenes en complicidad con los estamentos oficiales.

    Al otro grupo no le importa matar a fin de justificar masacres con mentiras e ideologías perversas propias de un anarquismo que sólo sirve para engañar.

    cortito y entendible. ¿ no ?

  • jaime ruiz
    23 junio, 2008 at 1:56 pm

    Me ha fascinado ese adjetivo: «entendible». «Que le puede ahorrar el pensamiento». No importa, Camilo Torres no es que fuera un totalitario: era sólo un ratero mentiroso, y ¿a quién se le va a ocurrir que las guerrillas tengan que ver con el movimiento estudiantil de medio siglo? Stop. Stop. Nos estamos saliendo de lo entendible.

  • Daniel Vaughan
    23 junio, 2008 at 1:59 pm

    Jaime,

    Hace rato tengo en la cabeza una pregunta que sólo hasta hoy me acuerdo de escribir:

    ¿En qué país vive usted? Por supuesto, la respuesta realmente no me interesa (me da lo mismo si es una persona de extracción humilde, sin educación, pero probablemente con éxito en los negocios, o si es un tipo adinerado que vive en EEUU o España).

    Lo que me parece curioso es que usted parece ser una persona que ha leído bastante. Pero su descripción de la «colombianidad» es tan absurda que muestra un desconocimiento total de lo que pasa en el mundo.

    Por ejemplo, parecería que usted cree que tener ideas de izquierda es una característica de la «colombianidad». (Nuevamente estoy siendo generoso con usted porque su discurso es mucho más incendiario por supuesto.) Lo otro que es curioso es que según usted esa caraterística se transmite por medio de las universidades, siendo otra característica de nuestra «colombianidad» de la que es difícil escapar.

    Pero ni lo uno ni lo otro tiene sentido. Los países europeos, todos casi sin excepción, tienen dentro de sus tradiciones socialmente aceptadas las ideas de izquierda. Tienen partidos socialistas (o social demócratas, o como quiera que se hayan llamado después del comunismo y del facismo) bien establecidos con representación parlamentaria significativa. El caso gringo es particular y puede serlo por al menos dos o tres razones: (1) El exterminio total del socialismo — hasta el más leve y superficial— gracias al McCarthyismo, en una cruzada similar a la que usted y sus secuaces están realizando. (2) La Guerra Fría en donde el «enemigo» de esa «Gran Nación» era el comunismo (y estoy apelando al discurso tradicional de los mandatarios gringos que genera la satanización del enemigo, llámese comunista, árabe o musulmán) . (3) La distancia geográfica aisló— económicamente y políticamente— a EEUU de los fenómenos que generaron apoyo de las ideas socialistas a principios del siglo XX en Europa.

    Y bueno, cuando sólo el 20-25% de la población accede a la universidad, sugerir que el problema ha sido esta institución muestra un desconocimiento total de la situación local.

    Así que yo me pregunto si nuestro pensador realmente sabe algo del país que pretende cambiar, o del mundo con el que lo contrasta. Cuando yo era chiquito mi papá me dijo alguna vez que si no sabía de lo que estaba hablando era mejor que esperara y me quedara calladito.

    Intuyo que a JR le faltó ese sabio consejo paterno.

    DV

  • Anónimo
    23 junio, 2008 at 2:19 pm

    Encontré la siguiente entrada en Wikipedia sobre Jaime Ruiz.

    «Alias Jaime Ruiz es un ciudadano colombiano que vive exiliado en Barcelona, aunque se desconocen los motivos (es posible que su padre haya sido asesinado por alguna fuerza guerrillera circa 1960). Autodidacta de formación, se ha especializado en retórica y cultura general. Fue campeón nacional de mecanografía en al año 1964, después de su paso exitoso por la academia de las Señoritas Martínez (o González o Reyes). Deriva sus ingresos de la corrección de textos y es el comentarista más prolífico de la blogosfera colombiana¨[Esta entrada requiere verificación].

  • Carlos
    23 junio, 2008 at 2:41 pm

    Sergio: totalmente de acuerdo. Hay devolver todas las tierras robadas ojala desde hace muchas decadas, aunque obviamente eso tendría todas las complicacions y dificultades del mundo poder probar quienes era los propietarios reales, cuando hubo realmente coerción (tambien mucho avivato que vendió voluntariamente despues puede salir a decir que lo forzarón), la delimitación de los linderos,etc.

    Todo ese tema de la economia rural tiene sus expertos. Y sobre la productividad mejor que hablen los agronomos y los agricultores con experiencia.

    Y sobre el tema de los impuestos, que hablen los economistas expertos en finazas publicas e impuestos.

    Todos esos temas son tremendamente complejos.

    Sin embargo, me parece por la información historia y actual que tengo, que el problema radicaría en que gran parte de los ricos que tienen tierra rural nunca han contribuido al fisco proporcionalmente a su riqueza.

    Me explico: durante gran parte de su historia la gran fuente de ingresos del Estado colombiano fueron los aranceles. De unas decadas para aca pasarón a ser el impuesto de renta y mas recientemente el IVA. Solo desde la descentralización que comenzó en los 80 parece que aumentó los ingresos a los municipios por concepto de predial.

    Pero en municipios pequeños o incluso medianos pareceria que no tienen la capacidad técnica ni la volunta politica para recaudar prediales de tierras rurales. Es la conocida «pereza tributaria». Prefieren vivir de las trasnferencias de Bogota o de ls gobernaciones.

    Cordial saludo,
    Carlos

  • Daniel Vaughan
    23 junio, 2008 at 2:57 pm

    Carlos,

    Está curioso su post. Lo primero es que no es cierto «que gran parte de los ricos que tienen tierra rural nunca han contribuido al fisco proporcionalmente a su riqueza».

    Estrictamente hablando los impuestos son proporcionales a su riqueza. Pero bueno, esta es una sutileza del lenguaje, dirá usted. Y tiene razón: intuyo que lo que quiere decir es que podrían haber pagado más. Deberían haber pagado «lo justo», que para usted parece significar una proporción mayor de su riqueza.

    Y bueno, de ese comentario quedan dos dudas:

    1. ¿Quién decide qué es lo justo? ¿Será uno de esos temas complejos que es mejor dejar a los expertos— como menciona en la primera parte del post— o tal vez a la banca multilateral? ¿O más bien se lo dejamos al juego de la democracia? Como usted es un demócrata (fácil de influenciar por los expertos) intuyo que la respuesta será una combinación de las dos: que los expertos opinen, pero que después «el pueblo» lo haga.

    La triste realidad es que gracias a esa democracia es que «los ricos»— y no sólo los que tienen tierras sino los que están acá en las ciudades, pagan menos de lo que usted parece creer que es «lo justo».

    ¿Tal vez lo justo es lo que los ricos quieran, no? Después de todo, ese es el juego de la democracia.

    DV

    pd. Aunque se que ahora dedica buena parte de su tiempo libre y no libre a leer sobre economía creo que no ha entendido, o a veces se le olvida, su bastión fundamental: los incentivos. Dejando de lado el desconocimiento de las finanzas públicas municipales, usted denomina «pereza tributaria» la dependencia de los municipios de los impuestos de la Nación. Y bueno, la conotación semántica del término «pereza» sugiere que se le olvida el poder de los incentivos. Suena al gringo que dice que Méjico es pobre porque los mejicanos se la pasan tomando tequila y echando siesta.

    DV

  • Anónimo
    23 junio, 2008 at 3:02 pm

    Gracias Jaime por su explicacion, me surge otra inquietud, me disulpa usted. Jaime, entonces el actuar del paramilitarismo es eticamente correcto?.

  • los nuevos
    23 junio, 2008 at 3:33 pm

    Muy buena columna, es un tema recurrente -valido por lo demás aunque irrelevante, cualquier propuesta de politica-; parece una fijación del columnista. Bueno si es asi es mejor estar reconcentrado en algo que parece ser un punto nodal de la tragedia y el conflicto colombiano.

    Bueno quisiera hacer unas precisiones:

    1) He visto el portal de drogas y democracia, el proyecto de los ex- presidentes de Colombia, Brasil y Mexico, hay documentación valiosa, investigaciones serias y todo un tanque de pensamiento. En Septiembre la reunión será en Colombia, ¿ Profesor Gaviria, que ha pensado que se puede discutir y poner en la agenda de esta reunión, además de lo ya citado?.

    2) Las explicaciones al aumento de las areas sembradas, sería buena verlas desde la explicación causal, más que funcional o intencional. Se necesita estudio de campo, de verdad, el periodismo si creo que puede ayudar y sobre todo las historias que narren los pobladores y colonos.

    3) Bueno finalmente creo que hay que elevar un juicio serio a las declaraciones de nuestros políticos y funcionarios ministeriales. Son de una irresponsabilidad, triunfalismo e insensatez sin «atisbos de ironía» como dice el autor, pero también sin sanción política y social. Londoño Hoyos, epitome del asunto, pero caben muchos, Pardo Rueda cuando en los 90 anuncia guerra integral y el fin de las FARC, Gaviria también, Belisario y su paz cuatrienal, bueno tal vez no tiene sentido lo que digo, pero las opiniones que se vueleven políticas y decisiones públicas en Colombia no parecen aparejar responsabilidades y costos de decisión.

    Camilo Ernesto.

  • Gheysel Naranjo
    23 junio, 2008 at 6:09 pm

    SOÑAR NO CUESTA NADA!!…y es que es difícil erradicar la droga cuando hay tanta plata de por medio, pues el factor humano siempre resalta, salen una cantidad de intereses de los involucrados: Tanta plata por acá, Y yo?, y yo?, y yo?,… cuya inercia no la detiene política antidroga alguna . Pensaría que en vez de destinar salarios mínimo para arrancar estas hierbas ilícitas, por qué no se hacen fármacos? O se fabrican cosas útiles?, y es que por ejemplo si prohibiesen el alcohol, a nadie se le ocurriría erradicar las uvas y la cebada. Lo otro es que climatológicamente nuestro trópico está para que sin necesidad de sembrar droga, nazca sola. En Estados Unidos estas “maticas” no creo que resistan o aguanten el invierno…

    Con respecto a la CADENA DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE LA TELEVISIÓN, donde todo entra por los ojos, pues si uno de gobierno da la autorización a un privado de la señal tv, lo último que esperaría es que el uso de esa señal atente contra el mismo gobierno que se la otorgó , y fue lo que literalmente hizo Chávez, que me imagino se habría hecho la pregunta: ¿Darle autorización a estos señores de la señal de TV para que me jodan?…noooo!!!. Bueno en general la televisión es un invento maravilloso: LLEGA DIRECTO!! en televisores que tienen todo el mundo y hasta en celulares, y no tiene costo de conexión como si lo tiene el internet. Además de la magnifica órbita geoestacionaria que tenemos por ser trópico y centro del planeta… los mismos norteamericanos vienen a cada rato a abrir satélites que sólo pueden girar a la misma velocidad de la tierra y tener la electro magnesia -que sólo puede ser de este trópico…- instalando los satélites desde acá

    Con respecto a la radio, cabe notar que en la vida real la radio es la más popular – cualquiera tiene radio transistor y lo escucha, hasta los campesinos sembrando coca… y es difícil controlar las señales, pues hay una gran cantidad de emisoras clandestinas- las voces del secuestro, o caso Radio Rebelde de Cuba. Además la radio se puede escuchar mientras uno hace otras cosas, lo que no sucede con la televisión que capta toda la concentración… viendo un partido de futbol difícilmente se puede atender el desarrollo de un modelo matemático…

    Con respecto a la discusión de la gramática colombiana, pues GARCÍA MÁRQUEZ SE GASTÓ 50 AÑOS PARA APRENDER A ESCRIBIR…., y es que definitivamente la Educación comienza en casa. Si un niño ve a su padre jugar el fútbol continuamente, con seguridad jugará futbol…o se vuelve músico si lo ve practicando piano… entonces cuando la institución familiar goza de buena salud, la enseñanza y la sociedad funciona — cabe notar que la familia es una inversión y no se BUSCA MÁS RETRIBUCIÓN QUE EL CARIñO- y cada uno de los integrantes está en deuda permanente con todos los demás quienes enseñan lo que es la confianza, la lealtad, el compromiso, la cooperación y la solidaridad — – “Esa conciencia y no simplemente el intercambio te obligará a responder ahí esta la clave de la solidaridad, autonomía y libertad…” también creo que el punto es EL RIGOR DE UN PROFESOR CON BUENOS AMBIENTES – Esto es la capacidad de los profesores de enseñar bien y la Belleza de aprender en aulas inteligentes o lugares donde haya mucha comunicación y experimentacion–, muy interesante la alegría de los niños cuando una maestra les enseña bien…También el lugar es importante- Válido el ejercicio de Platón cuando salía con sus discípulos caminando o las instrucciones de los indígenas por ejemplo los koguis — En particular creo que para los niños la naturaleza es la mejor aula, a esa edad donde toda la energía es la comunicación y el juego, y no quedarse 7 horas sentados sin experimentar … Y ahí va una crítica a los jardines infantiles: dónde están los jardines?, el campo, los animalitos?… En fín, estoy segura que LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXII ES EXPERIMENTAR DONDE NO HAYA LIMITES, con espacios didácticos, pedagógicos y talleres de estímulo a los deportes. Lo otro de impacto es la tecnología de la información. Internet cambia la vida a muchos, porque abre sin límites todos los espacios del conocimiento, y permite eficiencias altísimas en el intercambio de la información. El quid está en ser más creativo en la búsqueda de oportunidades, esa suerte de mejor vida se requiere de suficiente preparación—-no es más que el encuentro entre preparación y oportunidad, y muchas de las oportunidades están en Internet… Gheysel.blogspot.com

  • jaime ruiz
    23 junio, 2008 at 7:10 pm

    Daniel, he conocido a personas de muchas decenas de países y en ninguno podría ocurrir que los periodistas y profesores universitarios fueran a estar de parte de los secuestradores y no de los secuestrados en el supuesto imposible de que se montara algo como una industria del secuestro (es lo que estábamos discutiendo en este foro, ¿recuerda?, el artículo de María Emma Wills). ¿Qué es eso para usted? ¡Ser de izquierda! Yo nunca había encontrado un ejemplo tan patético del cretinismo moral, el nombre «izquierda» se vuelve la forma de tapar esa actitud de complicidad con el crimen. Pero ¿cuándo he hablado yo siquiera de «colombianidad» relacionándolo con las ideologías totalitarias? Tendría que estar de verdad loco para no saber que hay comunistas en todos los países decadentes y bárbaros. Colombianidad es ese nivel de la discusión en que uno dice que los guerrilleros son lo mismo que los paramilitares y le explico que el sentido de su acción es diferente, y me sale un anónimo preguntándome si por tanto el accionar de los paramilitares es éticamente correcto, aparte de otro biógrafo (ya no bastan las biografías de Javier). Eso es colombianidad, que no se discutan nunca ideas sino sobre las personas (sobre las horas en que escriben o la profesión que tienen o los motivos que las mueven o la extensión de los textos o sobre si se trata de amistad con los paramilitares)… Colombianidad es que usted convierta los argumentos ajenos en lo que los convierte: lo hacen todos los colombianos típicos, los que creen que EE UU es un país desarrollado porque el Estado invirtió en investigación básica y que no hay comunistas porque los persiguieron. Ese nivel de ignorancia en un país civilizado impediría el acceso a la universidad.

    Oiga, qué jartera discutir con usted y con sus émulos anónimos. Siempre van a salir todas las respuestas imaginables menos aquellas que permitirían suponer que han leído lo que se les ha dicho. Eso es lo que llamo colombianidad, esa mezcla de cretinismo moral e indigencia intelectual.

  • Maldoror
    23 junio, 2008 at 7:15 pm

    Carlos:

    Desde un punto de vista libertario…¿no sería mas provechoso que el dinero que se pagaría en impuestos por tierras improductivas fuera directamente a los afectados en forma de indemnizaciones, en ves de poner a nuestro gobierno a «redistribuirlo», con lo eficaz y justo que es en dicho proposito?

  • Daniel Vaughan
    23 junio, 2008 at 9:45 pm

    Jaime,

    Esa violencia al responder sí es un rasgo de nuestra colombianidad— como diría un no tan ilustre pensador de la blogósfera colombiana.

    Este juego con usted es divertido. Usted escribe unas cosas, y después dice que nunca las ha dicho. Eso no es divertido, por supuesto: lo divertido es que ahí están.

    Podría citarlo textualmente para que se de cuenta que cuando usted habla de la «colombianidad» está haciendo referencia a:

    (1) La izquierda
    (2) Esos valores que se transmiten en la universidad colombiana.

    Sobre los secuestros, claro que ahí están incluidos, pero esa es una manifestación de nuestra colombianidad y no la definición de la misma. Es uno de esos fenómenos que la izquierda apoya, y que uno aprende en la universidad (me imagino que la diferencia es la siguiente, pero por favor corríjame si me equivoco: si usted estudia en la Nacional aprende a secuestrar, pero si estudia en cualquier otra universidad colombiana sencillamente internaliza la aceptación social del secuestro).

    Pero bueno, al final del post, cuando me imagino que la rabia y la indignación habían bajado un poco, dice algo que no es un rasgo típico de nuestra colombianidad, sino uno de los rasgos típicos de «discusión» y «argumentación» del compañero JR:

    En lugar de decir por qué lo que yo dije estaba equivocado (es decir, en lugar de contraargumentar) sencillamente le pone una etiqueta en tono irónico.

    Jaime, intuyo que usted se aburre discutiendo conmigo y mis «émulos anónimos», pero también con todos los demás acá, porque ninguno de nosotros puede escapar a nuestra colombianidad. Y esto me lleva a pensar que una definición precisa de «colombianidad»— a la Jaime Ruiz— es todo aquello con lo que no está de acuerdo JR. Si JR piensa que basta que los trabajadores colombianos sean capaces de leer un manual para dar el tan anhelado salto al primer mundo, toda propuesta diferente de la del compañero Ruiz es característica de nuestra «colombianidad».

    DV

    pd. No deja de ser paradójico que alguien que manifiesta abiertamente ser un defensor del lenguaje (de esa lengua española de Nietzsche y otros pensadores importantes) sea totalmente incapaz de definir un concepto de manera correcta.

  • Carlos
    23 junio, 2008 at 10:28 pm

    Sergio: en realidad al explicar lo de los impuestos no estaba tomando partido.

    El tema de gravar tierra improductivas tiene todas las complicaciones del mundo al llegar a los detalles:

    1. Que es «improductivo»? Que pasa si para mi el uso que le doy a mi tierra si es productivo desde mi punto de vista?. Ej: la quiero conservar porque me parece bonita asi y no la quiero arar. Como todo, productivo implicará cierto juicio de valor. Y quien decidirá esto? Algún funcionario….Y fijese que en esto el mismo estado colombiano se contradice. Cada vez declaran mas tierras como parques o reservas naturales, quitandole funciones productivas ( o en realidad asignadole otra función productiva mas alla de producir alimentos)

    2.Habría que tener la tierra siempre «productiva»? Que pasa si estoy esperando reunir un capital o preparandome y me toma mas tiempo del que pensé? Que pasa si no he logrado preparar bien mi proyecto productivo(tuve una pelea con mis socios y no logró encontrar otros) y me tomo cierto tiempo que puede ser mas de un año?
    Cuanto tiempo habría que pasar para declararla «improductiva»?

    En cuanto a las indemnizaciones lo mejor siempre será que el Estado o la institución protectora busque el victimario reparé directamente a la victima. Así como se manejan en los juicios civiles me parece la forma correcta (y asi lo propone Rothbard en sus obras cuando habla de restitución a victimas)

    Usar impuestos generales de los ciudadanos para reparar me parece que invita a la busqueda de rentas y es injusto, porque, se le esta quitando dinero a otros que no hicieron ninguna daño a la victima en cuestión.

    Sobre el impuesto a la tierra:Me parece que dentro de un marco de estado mínimo (protección de las tríada de derechos: vida, libertad y propiedad), un impuesto proporcional al tamaño de la propiedad podría ser justo puesto que requiere mas esfuerzo, ceteris paribus, proteger una propiedad entre mas grande es. En realidad sería como un seguro que se le paga a la institución protectora que tiene el monopolio sobre un territorio dado.

    Y además en el tema de la propiedad sobre la tierra, como sabes, no existe consenso entre los libertarios. Dado que la tierra «esta ahí», que alguien simplemente llegue y diga que es suya, no es tan sencillo de justificar moralmente. Cosa diferente sucede con los resultados mas directos del trabajo.

    Así que un impuesto sobre la tierra como retribución al resto de la comunidad por apropiarse de una tierra no parece tan injusto a primera vista. El problema es establecer cual es la comunidad relevante, es decir, exactamente a quien se le debe retribuir. Cuando el hombre se movia y se asentaba en tribus, era relativamente sencillo resolver ese problema. Hoy en día no sería factible.

    En fin…

    Dificultades de las teorías políticas.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    24 junio, 2008 at 12:11 am

    ¿nadie habla de concentracion de tierras ?

  • jaime ruiz
    24 junio, 2008 at 12:04 pm

    Colombia es un paraíso cuyos pensadores están preparados para orientar a EE UU (y compadecen a los estadounidenses porque debido al exterminio del socialismo no han podido llegar a ser como colombianos), pero la verdad es que asombrosamente no ha llegado todavía a una situación como la de Zimbabue, a la que probablemente llegará antes Venezuela. Para presentir ese destino basta leer la prensa (en especial El Espectador; lo que no se puede es convencer al que no quiere entender. ¿Cuántos habrían creído hace cien años que las proclamas antisemitas llegarían a hacerse realidad? Sólo eran palabras en papeles y obsesiones de borrachos.

  • Anónimo
    24 junio, 2008 at 1:29 pm

    En RCN la «sangre» y «la defensa de masacradores» son los principales bienes propagandisticos sobre los cuales se levanta sus decisiones publicitarias para poseer poder en el entorno de los medios.(algo similar a una doctrina facista).

    Son capaces de hacer creer a los colombianos que los más criminales son los más inocentes.

    Sino miren los noticieros y escuchen la radio.

  • jaime ruiz
    24 junio, 2008 at 2:08 pm

    Cada día que pasa se perfilan en el mundo dos grandes bloques: de un lado los académicos, del otro la DEA y la Interpol (y como no podía ser menos, el PDA afirma que los computadores de Reyes no existen: siempre un paso más allá de las FARC).

  • Anónimo
    24 junio, 2008 at 2:16 pm

    Jaime, me imagino que por la referencia que hace de mi pregunta sobre la etica de los paramilitares, la respuesta suya es NO, las acciones paramilitares no son eticamente correctas. Que diferencia queda entonces entre guerrilleros y paramilitares si ambos ejecutan acciones eticamante incorrectas?., el fin que las promueve?, ahi esta la diferencia?, una es noble , la otra es criminal?. si es asi, no encuentro diferencia alguna entre los profesores universitarios que promueven las masacres y usted. Disculpe usted la perdida de timepo tratando de explicar algo que para usted es obvio pero que a mi no me cabe en la cabeza, que haya muertos buenos y muertos malos. La guerrilla y los paramilitares son igual de criminales.

  • jaime ruiz
    24 junio, 2008 at 3:21 pm

    Anónimo: la forma en que usted presenta eso es completamente tendenciosa: no hay un problema «ético» sino un problema político, si para usted el hecho de que alguien aconseje la lucha armada para construir una sociedad justa es equivalente al hecho de que una persona que ya ha perdido tres hijos le pague la vacuna a una banda criminal para impedir que le secuestren al cuarto, pues en ambos casos hay algo «éticamente» incorrecto, yo diría que su capacidad de hacer frente a una realidad como ésa es nula.

    Sencillamente unas personas proponen el trabajo y otras la violencia por los cargos públicos. Los que proponen la violencia por los cargos públicos generan la resistencia y la respuesta. Cuando no hay leyes que se cumplan ni esperanza de que llegue la ayuda, sólo les queda a las víctimas la supervivencia en los términos que les propone el agresor o el sometimiento. La proliferación de bandas criminales hostiles a la guerrilla también es resultado de la universidad.

    Pero en la ideología colombiana eso es una fatalidad: los que miran desde la ventana ven un atraco y lo lamentan (y culpan a este sistema que nos convierte a todos en codiciosos), pero si la víctima se resiste la ocasión es mejor: resultan superiores moralmente porque no participan de la violencia. En Colombia sólo ha ocurrido eso, tolerancia con la promoción abierta del terrorismo (como el hecho de que no se puedan borrar las efigies de Camilo y el Che en la Nacional) y disposición a concebir la guerrilla como injerencia selenita. Cuando la gente ve a los estudiantes lanzándoles papas bomba a los policías suspira: ¡qué lástima no poder ir a la universidad! Pero ¿es éticamente correcto meterse de policía y cumplir con un escudo y un palo el programa represivo del narcoparaestado sometido al programa neoliberal del FMI y el imperialismo? Usted es mejor que esos indios, hombre, ¿para qué perder tiempo alejándonos de la ética?

  • Daniel Vaughan
    24 junio, 2008 at 4:09 pm

    Jaime,

    Estuve leyendo su post de las 5:13, que el último anónimo discute, y me quedan varias dudas:

    Empiezo por la primera frase de su segundo párrafo (el primero es uno de esos que no dice absolutamente nada):

    Entre la guerrilla y el paramilitarismo sí hay diferencias, y son sumamente importantes, porque efectivamente no es lo mismo matar para enriquecerse que matar para que la gente viva mejor.

    Y bueno, no es claro si quiere decir que la guerrilla mata para enriquece y los paras para que la gente viva mejor, o al revés. Por lo que sigue, parece que es la primera alternativa. Pero parece haber una arbitrariedad: usted está tomando la «visión ideal» de los paras, y no de la guerrilla: dice que los primeros son buenos (o colaboran con el ejécito, o son grupos de «autodefensa»— más adelante comentaré sobre esto), pero los segundos no, y esto sólo puede ser (parcialmente) cierto, si asume que la guerrilla perdió sus ideales. Pero como estamos tomando una visión ideal para ambos bandos, esto no puede ser cierto.

    Usted está usando una concepción ética fundamentada en los fines: «los paras son buenos por sus fines (colaborar con la guerrilla y parar el secuestro)», y la «guerrilla mala por sus fines (enriquecerse)», así que matar en el primer caso es bueno, y en el segundo malo. Pero si toma la visión ideal de la guerrilla la cosa se complica, no? ¿Por qué mata la guerrilla, en esa visión ideal? Intuyo que la respuesta sería algo como «para que el pueblo, la masa proletaria como diría un marxista, se tomen el poder». Y bueno, si usted es un utilitarista (en donde una acción es moral si maximiza la felicidad total de un grupo de personas), y los pobres son mayoría en un país (como en el caso colombiano) el fin ideal de la guerrilla sería más noble que el de los paras (en el primero se maximiza la felicidad de un mayor número de personas— «el pueblo», y en el segundo los de unos pocos «los ricos», podría decir uno).

    La conclusión es que si toma una visión ideal de los dos grupos (y debería hacerlo si está tomando la de los paras), en el mejor de los casos los asesinatos de los paras son tan buenos (o malos) como los de la guerrilla, por lo menos con una concepción ética utilitarista.

    Pero quiero comentar lo que sigue de ese segundo párrafo:
    En rigor lingüístico (el paramilitarismo) puede tratarse de grupos de personas que colaboran con los militares en la aplicación de las leyes y no han cometido con eso ningún delito. También puede tratarse de grupos de protección a personas amenazadas de secuestro y sometidas a extorsión por los guerrilleros: tal vez cometieran delitos, pero su razón de ser no era la misma que la de los guerrilleros.

    Su rigor lingüístico carece de rigor legal. Los paras eran paras precisamente porque la ley prohibía determinadas acciones por parte del Ejército. Dicho de otra forma, mientras que la guerrilla violaba el DIH, la Fuerza Pública tenía que respetarlo, lo que inclinaba la balanza hacia el lado de la guerrilla, sin lugar a dudas (por ejemplo, apareciendo como civiles). Pero es claro que los paras violaban la ley y por eso fueron usados por la Fuerza Pública.

    Y bueno, la ligereza de su segundo caso también es preocupante: usted dice que los grupos de autodefensa son legítimos. Y bueno, depende de lo que usted quiera decir: los PEPES eran grupos de autodefensa pero no por eso eran legítimos. Yo puedo estar de acuerdo con usted en una cosa: si el Estado no me protege (cuando debería hacerlo) yo tengo el derecho a hacerlo. El problema de esto es que se da para arbitrariedades: ¿Cómo demuestro que maté en legítima defensa? Por ejemplo, muchas masacres se podrían intentar legitimizar así: «esos campesinos eran realmente guerrilleros vestido de civil, o en el mejor de los casos eran colaboradores de la guerrilla, así que la masacre fue en legítima defensa». La cosa se complica cuando el poder económico afecta las decisiones judiciales.

    La conclusión de esto parece ser que aunque el derecho a defenderse es un inamovible, un Estado en donde todo el mundo toma las armas por sus manos es inestable. El Estado debe tener el monopolio de las armas y del poder judicial.

    Pero bueno, usted más adelante dice algo interesante: Camilo Torres es peor que don Berna, porque aunque el primero pudo no haber matado, es la causa de muchas muertes, y no sólo eso, que don Berna es una consecuencia de Camilo Torres. Y bueno, estoy parcialmente de acuerdo con usted, nuevamente en términos ideales. Y digo parcialmente de acuerdo porque no es claro que los paramilitares sean consecuencia de la guerrilla. Históricamente parece que los paras fueron una consecuencia más de la guerra entre las mafias (el vínculo de los jefes paras con el Cartel de Medellín es conocido y aceptado por muchos de ellos), así que esa legitimización es en el mejor de los casos parcialmente correcta.

    Pero lo otro que quiero decir sobre esto es que incluso si es cierto que don Berna nunca habría existido si Camilo Torres (o Guevara y Castro) nunca hubiera existido, uno podría preguntarse cuál fue la causa histórica de la existencia de Camilo Torres. ¿Fue un desafortunado accidente histórico? Por supuesto que no, sencillamente hay una concepción de justicia diferente. En el mundo que recibieron los marxistas, había unos ganadores y unos perdedores: los ganadores eran los ricos, duenos del capital— una minoría— y unos perdedores— el resto. ¿Pero por qué era ese un Estado social justo? No es claro, y esto da para una discusión larguísima, en la que no me pienso meter ahora. Sólo quiero decir que utilizar ese argumento causal (Camilo Torres es causa de don Berna) de manera incompleta es arbitrario: el mismo argumento se podría utilizar para encontrar, con nombre propio también, la causa de la existencia de Camilo Torres, así que el argumento se vuelve circular: la derecha causa la izquierda que causa la derecha que…

    DV

  • JRB
    24 junio, 2008 at 4:38 pm

    La diferencia entre paramilitares y guerrilleros es que los primeros matan para poder vivir mejor ellos mismos y quienes pagan por sus servicios de autodefensa (es decir, los mueve el interés privado, personal, defienden sus pertenencias/propiedades y las de quienes los contratan a sueldo, y en el proceso terminan arrasando y apropiándose de todo lo que les pertenece a sus víctimas, incluyendo sus vidas). Las guerrillas matan con el argumento de que van a ayudar a «otros» a vivir mejor (cuya vocería se han tomado sin consultar, arrogándose el derecho de pensar y actuar por los demás sin que nadie se los haya cedido) y en el proceso despojan a los «propietarios» de su vida y bienes con la tesis de que el fin justifica los medios. ¿Qué puede ser éticamente superior? Votemos.

  • jaime ruiz
    24 junio, 2008 at 4:57 pm

    JRB: lo molesto es eso «éticamente», pero ya lo he explicado muchas veces y ustedes siempre volverán a sus argumentos circulares: hay personas que viven de matar a otras, son asesinos a sueldo. Esos asesinos a sueldo no son comparables a los intelectuales de familias presidenciales, sino que forman parte de la barbarie, del primitivismo de la vida rural mísera y aislada. Esas personas no tendrían trabajo de no ser porque las personas que aspiraban a ser ministros y embajadores vitalicios (en estos días se murió Umaña Luna, uno de los típicos patricios que lanzaron eso), las personas que podrían terminar y terminaron como asesinos a sueldo habrían tenido una carrera criminal mucho menos importante.

    Usted plantea una confrontación entre guerrilleros y paramilitares, pero sólo la hay entre comunistas y el resto de los ciudadanos. El gobierno negoció la rendición de los paramilitares porque no podía siquiera combatir a la guerrilla sin multiplicar el gasto, menos a otro frente tan poderoso como la guerrilla. Las personas que promovían el premio copioso de los crímenes guerrilleros, prácticamente todos los columnistas de los grandes medios y gente así, pretendían que el gobierno lanzara al ejército a matarse con los paramilitares para que así fuera posible llenar de bombas las ciudades. En todo caso, el gobierno sí combatió a los paramilitares y extraditó finalmente a sus jefes.

    De modo que sólo hay una apuesta: ¿usted quiere que deje de haber organizaciones criminales armadas amenazando a las personas pacíficas o no? Eso se llama: uribismo versus oposición. Por eso los «liberales» no expulsan a Piedad Córdoba y hacen toda clase de presiones para que el gobierno despeje Pradera y Florida (Pardo, los dos Gavirias, Pastrana, Samper y todo el PDA). Ahora sale Petro con que quiere que sólo se negocie con las FARC su desmovilización, pero ese sólo es una forma de presentarse como candidato de centro: su partido niega que existan los computadores de Reyes.

    Esas vueltas retóricas en las que oponerse al terrorismo es ser amigo de los paramilitares y por tanto equivalente éticamente al profesorado universitario son lo que se dice una falta de ética muy grave.

  • jaime ruiz
    24 junio, 2008 at 4:57 pm

    Daniel, no digo que la guerrilla mata para enriquecerse sino para crear un mundo perfecto en el que el crecimiento económico se sacrifica por la educación y Carlos Gaviria es gobernante vitalicio.

    Acerca de las causas de que exista Camilo Torres y compañía, lo explico exhaustivamente en ese comentario, y en cientos de comentarios: son un remanente de la esclavitud, pretenden dirigir una vasta misión de redención de su grey por un camino al del capitalismo predador. El apoyo que han encontrado en las clases altas tradicionales de todo el continente es típico.

    Todo lo que usted dice en su comentario es una muestra increíble de mala comprensión de lectura. Claro que hay bandas de sicarios del tráfico de drogas que no tenían nada que ver con protección hasta que encontraron la situación que parecía permitirles legitimarse. El problema es si es lo mismo alentar a secuestrar gente que pagar protección para no dejarse secuestrar.

  • Carlos
    24 junio, 2008 at 5:07 pm

    JRB: todo depende del tipo de ética utilizada.

    En una ética deontológica, no importan los supuestos fines que tenga cada grupo, o mejor,los integrantes individuales de cada grupo.

    En una ético consecuencialista tocaría evaluar cual es el fin «mas bueno» entre los que supuestos fines que tiene cada grupo,o mejor,los integrantes individuales de cada grupo.

  • JRB
    24 junio, 2008 at 5:48 pm

    Pero sr Ruiz, no fui yo quien planteó el conflicto desde un punto de vista ético sino usted, en el último renglón de su entrada de las diez y veintiuno. Yo la verdad estaba tratando de ironizar, pues el conflicto es político y no ético. Por eso concuerdo con Gaviria cuando dice que la columna de Wills es una ridiculez. Yo simplemente me permití de tratar de explicar por qué. La nuez del asunto está en las reglas del juego. Se respetan o no se respetan. El Estado socavó sus propios cimientos institucionales cuando decidió apoyar a los paramilitares para hacer tareas que son de dominio exclusivo del Estado (si hay algo que no se puede tercerizar es el uso exclusivo de la fuerza). Las guerrillas de las FARC y el ELN decidieron desconocer las reglas del juego democrático aduciendo que solo las armas permiten cambiar el estatus quo, cuando evidentemente sus ex colegas de otras fuerzas guerrilleras les han demostrado una y otra vez que sí es posible, así el presidente Uribe se haya dedicado sistemáticamente a socavar el argumento más serio que tiene contra sus enemigos, y es el que le dan el M-19 y los del EPL que se reinsertaron plenamente y han venido partcipando en el juego político por más de tres lustros. Entonces la discusión otra: la de las reglas de juego.

  • jaime ruiz
    24 junio, 2008 at 7:41 pm

    JRB: no, ése es un lenguaje falaz y muy dañino: ¿cuál fue el «Estado» que socavó las reglas del juego? ¿Qué es «el Estado»? Si en alguna parte hubo militares que se aliaron con bandas de asesinos, ésa es cuestión de esas personas, el Estado es algo bastante más grande y para ser sinceros el Estado lo que hace es pagar sueldos copiosos a miles de personas que se dedican a predicar que es lícito matar soldados y policías, y también el Estado les entregó 100.000 esclavos a las FARC. Es decir, la cúpula del Estado, el gobierno con el apoyo del legislativo y del poder judicial.

    Cada vez que se le cobra al «Estado» cualquier delito de cualquier policía o militar uno se queda pensando quién va a pagar ese delito, y la respuesta es sencillísima: «El Estado» es un término con el que se alude a la democracia colombiana, lo opuesto a la insurgencia que pretende destruirla. Ese ente es una entelequia, y en lo que existe es gravemente responsable de todos los crímenes de las FARC, pues toda la base social de esa banda criminal está formada por empleados estatales o por beneficiarios de rentas públicas (estudiantes).

    El caso extremo de alianza entre paramilitares y «El Estado» significaría un compromiso del Ejecutivo, por lo menos. ¿Tiene alguna prueba de algo así? La conducta de las altas cortes desde la época de la Constitución de 1991, en cambio, sí evidencia una clara complicidad con la insurgencia comunista. Es «El Estado», ¿o es que esos magistrados no son parte del «Estado»?

    Si hubiera una sola prueba de que el ejecutivo, algún ejecutivo, se alió con «paramilitares», hace tiempo que la Corte habría forzado un proceso que conduciría a la renuncia forzosa del presidente. Por el contrario, sí se conoce que un candidato presidencial se alió con las FARC y que aun se enviaba a los militares a ayudar a presentar a los secuestrados ante los medios.

  • Daniel Vaughan
    24 junio, 2008 at 9:56 pm

    Jaime,

    Me gusta mucho esa caricaturezca imagen de los objetivos de la guerrilla:
    (C)rear un mundo perfecto en el que el crecimiento económico se sacrifica por la educación y Carlos Gaviria es gobernante vitalicio.

    Por ahí dicen que para que haya una negociación (o incluso, si usted no cree que toque negociar nada, una ofensiva para acabarlos) uno tiene que entender los objetivos de la contraparte.

    Yo no soy simpatizante de la guerrilla, e incluso soy de los que cree que no toca negociar nada con un grupo minoritario como lo son las FARC. Todo se arregla en las urnas. Así que por eso no pretendo discutir su percepción de los objetivos de la guerrilla.

    Me parece importante hacer énfasis en dos cosas:

    1. El crecimiento económico per sé no es deseable. El crecimiento económico es deseable sólo si sirve para mejorar la calidad de vida de la población. Si usted cree en un sistema democrático, y quiere ser consistente, la cobertura de la mayor calidad de vida debería ser para la mayor cantidad de gente, y no sólo para unos pocos.

    2. Sobre su segundo párrafo, volvemos a un post mío anterior: parecería que este rasgo socialista es característico de nuestra colombianidad, y no sólo eso sino de la clase alta colombiana y del continente. Pero vuelve a desconocer la experiencia histórica de Europa. Las ideas de izquierda, esa abstracción de «justicia social», tienen unos cimientos muy fuertes en Europa. Se preguntará usted por qué nunca degeneraron en lucha armada, como si lo hizo en América Latina. Y la respuesta por supuesto no es «nuestra colombianidad». Se le olvida que los primeros socialistas fueron los fascistas europeos, y el fascismo fracasó y generó un efecto tan devastador que puede explicar en parte por qué allá no hubo la degeneración de un conflicto social como el nuestro y otros países en América Latina. Pero esta por supuesto no es la única explicación, ni pretende serlo. El éxito de la Revolución Cubana, y la existencia de dictaduras de derecha en la región fueron importantes, y la cercanía geográfica a EEUU es importante también.

    3. Sobre «el problema» que usted propone, la respuesta obvia a su pregunta simplista es tan inmediata que ni siquiera vale la pena discutirla: por supuesto que no es lo mismo secuestrar que no dejarse secuestrar. Pero esa pregunta está casi tan alejada de la realidad actual colombiana que es tan casi irrelevante como «¿Por qué el cielo es azul?». Dicho de otra forma, mi respuesta sería «por supuesto que no son lo mismo, pero no estamos hablando de esto».

    DV

  • JRB
    24 junio, 2008 at 10:04 pm

    Sr Ruiz: Lo falaz y lo dañino no es el lenguaje sino lo que sucedió. Yo plantee un tesis bastante sencilla, pero usted no la quiere aceptar porque lo obligaría a admitir que el Estado violó sus propias reglas cuando decidió que era más fácil tercerizar sus responsabilidades que asumirlas y combatir a la subversión por la vías legales. Yo en ningún momento he cuestionando el legítimo derecho que tiene el Estado de combatir con la fuerza de las armas a la subversión, especialmente teniendo en cuenta que los motivos de esta última son espurios. Eso, repito, lo ha demostrado ampliamente la reinserción de las otras fuerzas guerrilleras que sí decidieron aceptar las reglas del juego y han avanzado decididamente en la conquista de posiciones de poder, desde donde pueden promover su agenda política.

  • Alejandro Gaviria
    24 junio, 2008 at 10:14 pm

    Cuatro comentarios sobre los varios temas de debate.

    1. Sobre los impuestos a la tierra, creo que, como en el caso de la reforma agraria y la tierra arrebatada a los desplazados, deberíamos comenzar por el comienzo. Y el comienzo en este caso es obvio: cobrar el impuesto predial. Ayer me encontré con el director del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), quien me dijo desprevenidamente que muchas tierras ganaderas con valores comerciales de 10 millones por hectárea tienen valores catastrales de 15 mil pesos. El IGAC está liderando un proceso de actualización con el objetivo de que los valores catastrales sean al menos 30 o 40% de los comerciales pero, según el mismo director, las presiones son inmensas.

    2. Sobre la diferencia entre guerrilleros y paramilitares, mi opinión es que los argumentos filosóficos de Carlos Gaviria o la sociología barata de María Emma Wills o los intentos por “endogenizar” los paramilitares son todos equivocados. La condena al asesinato y al secuestro debe ser unánime y sin atenuantes.

    3. Sobre la droga, copio un enlace a la página oficial del día mundial de la lucha contra el tráfico ilícito de drogas. Valdría la pena difundirla como uno de los tantos despropósitos de la ONU.

    4. El crecimiento económico no es un fin en sí mismo. Eso en teoría. En la práctica, sin embargo, la elasticidad de los ingresos de los pobres al crecimiento económico (o al ingreso promedio, que es lo mismo) es cercana a uno.

  • Daniel Vaughan
    25 junio, 2008 at 12:18 am

    Alejandro,

    Una discusión que usted y yo solemos tener tiene que ver con su segundo punto, y me parece preocupante viniendo de un académico.

    La posición parece ser la siguiente: investigar y discutir las causas de la violencia en Colombia es peligroso porque puede legitimizar la violencia. La conclusión es o:

    1. El tema es vetado: lo importante es, como los cavernícolas, condenar toda manifestación de violencia.

    2. El tema no es vetado, pero todos los argumentos que «ustedes» dan «son equivocados». La explicación es una (que parece ser la suya): las FARC es una forma de llamar a un grupo de bandas independientes que sólo quieren enriquecerse con el negocio de las drogas.

    Me parece preocupante porque atenta contra tres, creo yo indiscutibles, valores de la academia: la discusión (y entender que la verdad generalmente no la tiene uno sino que se va descubriendo debatiendo), el interés por entender un fenómeno («endogenizar» como usted menciona), y la independencia (condicionar el estudio de un fenómeno por sus consecuencias es atentar contra la independencia y objetividad del académico: me recuerda un poco a la Inquisición).

    DV

    pd. Sobre crecimiento y pobreza, intuyo que tiene en mente un estudio sobre esto, e intuyo que es el que nos ha mostrado varias veces que dice que en la recuperación económica los pobres se han beneficiado más.

    Si quiere tener una discusión sobre el paper y sus resultados, la podemos tener.

    Pero independientemente de la discusión, vuelvo con la preocupación de la verdad revelada por un paper econométrico.

  • Daniel Vaughan
    25 junio, 2008 at 12:31 am

    Sobre crecimiento y pobreza/calidad de vida, creo que todo se resume en lo siguiente:

    El crecimiento económico es una condición necesaria y no suficiente para mejorar la calidad de vida.

  • Alejandro Gaviria
    25 junio, 2008 at 12:38 am

    Daniel:

    Yo no estoy imponiendo vetos. Simplemente estoy dando mi opinión, que en este caso, es una opinión normativa (ideológica, si quiere llamarla así) que aboga por la condena sin distinciones a los asesinatos y al secuestro.

    Como pregunta académica, la supuesta diferencia entre paramilitares y guerrilleros me parece poco interesante. En muchos caos, además, ambas organizaciones están convergiendo.

  • CarlosH
    25 junio, 2008 at 12:45 am

    Alejandro, entonces usted piensa que debería cobrarse el predial porque es la forma más eficiente de conseguir recursos adicionales. Al parecer, también piensa que es más justo.

    Pero… existe algún argumento formal para sustentar que ayudaría a mejorar la productividad del campo? o esa tesis es solo una forma de suavizar la idea de que uno estaría redistribuyendo recursos del campo a las ciudades?

  • jaime ruiz
    25 junio, 2008 at 12:46 am

    JRB: el problema es que ese agente que usted dibuja es una falacia:

    «…el Estado violó sus propias reglas cuando decidió que era más fácil tercerizar sus responsabilidades que asumirlas y combatir a la subversión por la vías legales».

    Vuelvo a preguntarle, ¿qué es el Estado? ¿Cómo puede operar ese agente a la hora de tomar decisiones. Toda la maquinaria del terrorismo se basa en mentiras como ésa. Lo que han hecho los gobiernos, y en ocasiones apoyados por todo el Congreso y todo el poder judicial, es premiar los crímenes guerrilleros, y de paso proveer rentas a miles de personas dedicadas a preparar militantes de la guerrilla. Lo de «tercerizar» es grotesco: hace veinte años o diez años era casi imposible encontrar a alguien que no estuviera seguro de que no se combatía a la guerrilla porque se robaban el presupuesto o porque mientras hubiera guerrilla los militares podrían robar, etc., todo lo que la izquierda democrática difundía en forma de rumores. A la gente nunca le ha importado que maten campesinos y soldados, los que pertenecían a las clases estatales-universitarias más bien tenían esperanzas puestas en el triunfo guerrillero (que no les costaba nada), y los demás eran por completo indiferentes. Cualquier política de aumento del gasto militar, del pie de fuerza o de la colaboración con EE UU era rechazada por la mayoría. De modo que «tercerizar» es por parte de los gobernantes no hacer nada porque hacer algo iría contra la mayoría de fuerzas actuantes en política, y ese gobernante fracasaría enseguida. Y por parte de las víctimas la tercerización en muchos casos pasaba por convertirse de vacunado en vacunador y de candidato al secuestro en secuestrador.

    Ese agente, «el Estado», es una mentira de la propaganda terrorista. El Estado no toma decisiones como tal, las toman los poderes concretos, y salvo el judicial los otros cambian cada cuatro años, y NUNCA han tomado la decisión de combatir a las guerrillas con bandas de asesinos. Eso es grotesco, calumnioso y delirante. Ningún gobierno tendría nada que perder por el ascenso guerrillero, y en todo caso siempre tendría mucho más que perder por aliarse con criminales.

  • jaime ruiz
    25 junio, 2008 at 12:48 am

    Carlosh: ¿no cobran el predial los municipios?

  • Carlos
    25 junio, 2008 at 1:51 am

    Carlosh: pero hay que tener en cuenta que hoy en dia las habitantes de las ciudades subsidian al campo. Nada mas mire toda la plata que se paga en subsidios, mas la plata en infraestructura rural, mas la plata que se va para la seguridad del campo. Aun que en este ultimo punto ellos mismos entre la extorsión de la guerrilla y la extorsión o pago voluntario a paras, pagan triple impuesto, en algunos casos.

    Si los terratenientes estan pagando tan poco impuesto predial, efectivamente ya existe una redistribución de riqueza desde la ciudad hacia el campo.

    Saludos,
    Carlos

  • JRB
    25 junio, 2008 at 2:21 am

    Tiene razón en que hay una falacia en la palabra «decisión». Estoy casi seguro de que no hay ningún documento Conpes donde se diga que «el Estado decide tercerizar el ejercicio de la fuerza y las justicia a las AUC Inc. Procédase a la contratación del servicio». Pero hay pecados de palabra, obra y omisión, y éste en particular pertenece en lo fundamental a la tercera categoría, y en ocasiones a la segunda, como usted bien lo admite. El propio Uribe así lo reconoció cuando justificó la existencia del paramilitarismo precisamente por la ausencia del Estado en muchas regiones de Colombia.Esto no me lo inventé yo, lo dijo él claramente hace un par de años. El problema es que esa ausencia se convirtio en paulatinamente en AUCsencia, y cuando se quiso hacer algo para tratar de «institucionalizar» y de alguna manera meter en cintura a lo que para entonces se había convertido en una hidra de siete cabezas (mediante las Convivir, por ejemplo), ya era demasiado tarde.
    Pero los colombianos le seguimos dando vueltas al asunto y discutiendo si fue primero el huevo o la gallina, cuando en realidad no importa. De allí que cualquier «acuerdo sobre lo fundamental» deberá remitirse simple y llanamente a las reglas del juego. Que son las de la democracia.

  • panÓptiko
    25 junio, 2008 at 2:41 am

    Daniel, tal vez tarde, pero no me parece que deba descalificar tan tajantemente el planteamiento de Jaime sobre la educación primaria (9:43). Soy consciente y entiendo que la experiencia africana de los últimos 20 años ha mostrado que la ampliación de la educación básica si cuidado a la calidad y descuidando la formación de un élite que sea capaz de gobernar el país es un error reconocido. Pero hay en su argumento un hueco importante:

    Aunque no estamos en la edad media – y yo digo que estamos en una nueva edad media, y usted menciona inquisición en la posición de Alejandro – «learn-by-doing» no es todo lo que tenemos en esta época. También tenemos tecnología y un oportunidades competitivas de acuerdo a la información con la que contemos. Es decir, «learn-by-doing» en las condiciones del país nos trae más panaderías, más carpinterías… mercados saturados y que sin el acceso a información no necesariamente privilegiada, se quedan en los círculos de pobreza. Eso se podría conseguir con sólo aumentar los índices de lectura y el acceso a internet.

    Lo otro son los beneficios en salud pública. El milagro escondido japonés, esa forma como lograron en como 70 años voltear el perfil epidemiológico, lo que le tomó a Europa como 400, y en lo que el mundo en desarrollo sigue metido, tuvo una gran componente en que las mamás y los niños sabían leer – bueno, sabían mucho más que eso – y entonces asimilaron rápidamente el conocimiento de control de vectores, cuidados maternos, anticoncepción y ambientes saludables para enfrentar la tuberculosis – entre otros que vinieron luego. Estos siguen siendo problemas en Colombia, y aunque se que la componente de lectura puede no parecer representativa, tiene mas pros de los que usted limita.

    Y como dicen las 1280 almas «Si no sabes las letras no podrás leer/ los letreros que te ponen sobre aviso para que los golpes no te tiren al piso.»

    Este artículo no académico también me gusta y, bueno, también me se la del Tesoro del Saber, pero ustedes también.
    Saludos

  • Maldoror
    25 junio, 2008 at 8:36 am

    2. Sobre la diferencia entre guerrilleros y paramilitares, mi opinión es que los argumentos filosóficos de Carlos Gaviria o la sociología barata de María Emma Wills o los intentos por “endogenizar” los paramilitares son todos equivocados. La condena al asesinato y al secuestro debe ser unánime y sin atenuantes.

    Alejandro, sin el ánimo de ofender, pero es ciencia social barata pensar que el señalar diferencias entre los paramilitares y la guerrilla es lo mismo que tratar de exculpar los crimenes de uno respecto a los de los otros (o «no condenarlos sin atenuantes»). La categoría «narcoterroristas» está bien para los políticos, pero no para alguién que quiera explorar un poco más la realidad social de estos grupos….

  • Alejandro Gaviria
    25 junio, 2008 at 12:10 pm

    Sergio: yo no estoy hablando de narcoterroristas (no me gusta la palabrita). Ni pretendo hacer ciencia social cuando digo que debe rechazarse la violencia venga de dónde venga. El punto es más o menos obvio, similar al argüido, hace uso meses, por quienes defendimos asistir a las dos marchas. Confieso, sin embargo, que no tengo mucha paciencia con el tipo de estudios citados por la señora Wills. No me gusta la etnografía comprometida, y creo que muchos sociólogos y antropólogos se dedican precisamente a eso.

  • Daniel Vaughan
    25 junio, 2008 at 1:34 pm

    Que hubo PanÓptiko,

    Mi comentario era una exageración, pero no estoy muy seguro que el acceso a internet haya generado en el mundo desarrollado un salto significativo en la productividad. Cuando digo «significativo» realmente quiero decir un cambio que uno pueda identificar independientemente de otras fuentes de cambio en productividad.

    Internet sin lugar a dudas ha sido una revolución, pero tengo menos fe que usted en que en la práctica logre cambios en productividad significativos.

    Los cambios en productividad significativos se generan por progreso tecnológico, y ese progreso tecnológico sólo es posible si hay investigación básica. Por eso el mundo desarrollado es desarrollado, y nosotros siempre estaremos detrás, y la distancia entre pobres y ricos ampliándose.

    Es cierto que Internet ha hecho más fácil y menos costoso «copiar»: usted quiere aprender a hacer un computador, estoy absolutamente seguro que lo encuentra en internet. Leer, por supuesto, no va a ser suficiente para que usted sea capaz de entender y seguir las instrucciones: seguramente le tocará «aprender haciendo», como creo que todos los han hecho: desarmando el computador y después intentando armarlo (en una muestra de «ingeniería inversa» o «en reversa»).

    Lo de Salud Pública y la experiencias de Japón es bien interesante. Sería interesante también saber si hay evidencia de que el cambio fue causado por el aumento en la educación (y en particular por la reducción del analfabetismo) o si hubo otras causas que fueron igual o más importantes (campañas de salud pública, televisión, etc).

    DV

  • Daniel Vaughan
    25 junio, 2008 at 1:40 pm

    Alejandro,

    Investigar un fenómeno, intentar entenderlo, sus orígenes históricos y su posterior desarrollo, son cualidades positivas. La condena es normativa. La ciencia, por principio, es positiva. Lo normativo se lo dejamos a la Iglesia, los políticos, etc. Por eso digo que su posición me preocupa, en particular viniendo de usted, siendo la figura que es.

    Le cambio el contexto para que vea lo que está diciendo: «Yo soy un economista y condeno sin distinciones la inflación y el desempleo. Y por eso no la voy a estudiar.»

    DV

    pd. Creo que estaremos de acuerdo en que su juicio personal y subjetivo sobre si es un tema «interesante» de investigación es irrelevante en la discusión.

  • Alejandro Gaviria
    25 junio, 2008 at 2:12 pm

    Daniel:

    Uno como investigador puede tratar de entender las causas últimas o inmediatas de las organizaciones criminales. No tengo nada contra eso. Yo mismo he escrito artículos al respecto. Pero usted mismo estaría de acuerdo (creo yo) que la neutralidad positivista tiene límites, y la condena a la violencia, en mi opinión, es uno de esos límites. Eso es todo.

  • jaime ruiz
    25 junio, 2008 at 3:25 pm

    JRB: en algún texto de un clásico, creo que de Shakespeare, le dice un personaje a otro que el mundo que recibe en herencia está lleno de horrores, infamias, mezquindades, etc., y que sólo hay una persona que está a cargo de remediarlo: tú. Me ha acordado de eso leyendo su comentario sobre la conducta del Estado en las regiones: parece convencidísimo de que tiene «derecho» a vivir en un país ordenado en el que funcionan las instituciones, de modo que si el Estado es completamente inepto para aplicar las leyes usted va y pone los brazos en jarras: «A ver, ¿qué está pasando aquí?». La realidad es muy otra, «el Estado» es un funcionario que sólo está pensando en enriquecerse y en ostentar su poder y que obviamente sólo cumplirá aquello que podrá acarrearle problemas por negligencia. El militar ciertamente tiene muy pocos incentivos para arriesgar su vida o la de sus subalternos jugando en desventaja con organizaciones que a veces tienen mucho arraigo entre la población, de modo que está pendiente más bien de las muchachas de la región… Bueno, todo así. Cada vez que pensamos en un «Estado» que funciona de maravillas en provecho nuestro olvidamos que en principio es la organización de los que no trabajan para despojar a los que trabajan y que cualquier función real que cumpla depende de la presión a la que lo somete la gente. No tiene ningún misterio que en regiones remotas y poco pobladas el Estado no exista y sea reemplazado por poderes locales basados en la violencia, el problema es el origen de la guerra. La negligencia o ineptitud de unos funcionarios no compromete a toda la organización estatal en su destino (cuando esas personas ya no ostentan ningún cargo) en ningún crimen, y por lo demás las personas ligadas a esa organización estatal son mayoritariamente afines a las guerrillas, más mayoritariamente cuanto más alto sea su rango. ¿Se lamenta usted de que los primos de García Peña no se impusieran sobre una población renuente para cobrarle impuestos altísimos para librar con grandes esfuerzos, multiplicados por el deber de jugar limpio, una guerra contra las aspiraciones de la mayoría de los funcionarios estatales, respecto de la cual el resto de los ciudadanos era y aún es más bien indiferente? Muchas esperanzas pone fuera de sí mismo.

    Una frase suya coincide en gran medida con lo que dice Alejandro sobre ese asunto:

    Pero los colombianos le seguimos dando vueltas al asunto y discutiendo si fue primero el huevo o la gallina, cuando en realidad no importa.

    Bueno, cualquiera que se lea un manual de biología sabe que el huevo fue anterior a la gallina. Al respecto la cuestión es sumamente interesante (y entronca con la otra discusión, la del papel de la lectura). La existencia de «paramilitares» es un hecho vulgar, ciertamente un resultado de que haya guerrillas, y no tanto porque la gente de todos modos se defienda, sino porque al ser legítimo hacerse poderoso mediante la violencia indiscriminada pronto surgen competidores. También podría ser una rebelión del pueblo contra la oligarquía, de la gente como don Berna contra la gente como Camilo Torres (honradamente no encuentro un motivo por el que haya que estar con el pueblo contra la oligarquía).

    Lo que en cambio es interesantísimo es por qué hay guerrillas. Creo que no hay ninguna investigación sobre Colombia que resulte más interesante que ésa, pero en últimas viene a ser «etnografía comprometida». Me han hablado de una película de Sergio Cabrera en que aparecen los guerrilleros echándose bala con los soldados y mientras que éstos son una gentuza torpe y como recién bajada de los árboles, aquéllos son muchachos agradables, educados, correctos, gallardos, valerosos, dulces, sensibles ante la belleza, etc.

    Lo horrible de esa imagen es que es cierta. Si cualquier persona corriente llegara a Colombia hace 40 años y se encontrara con el joven Alfonso Cano, le resultaría el tipo de compañía y amistad recomendable, ciertamente mejor que un policía. Lo mismo se puede decir de los demás castristas de nivel social superior al de ese señor (que de todos vivía muy cerca del Chicó, el barrio de los más ricos entonces).

    Bueno, eso entronca con lo de la salud en Japón y la lectura. Las ideas de Daniel sobre las sociedades me resultan increíbles. Se figura un mundo acabado de hacer en el que llega el administrador sabiamente orientado y resuelve los problemas. Todo ese cuento de los resultados de la educación en África remiten a ese mismo mal de los economistas. ¡Hubo un acierto del tecnócrata japonés y un error del africano! Mejor, de los gobiernos que invirtieron en formar a esa elite refinada y listísima, mientras que en África les fue mal. Lo terrible es que en varios años de leer opiniones en los blogs me he dado cuenta de que en efecto hay una elite universitaria que razona así, y casi que uno siente nostalgia de la de los tiempos del movimiento estudiantil de Alfonso Cano.

    ¿Conocen a algún psicólogo? Mucha gente estudia psicología, si se escoge entre esa gente a la persona más torpe y arrogante se la verá convencida de entender el interior de todos con sus cuatro verdades de manual y de aplicar alguna doctrina que medio aprendió en su facultad. Con el interior de las sociedades pasa lo mismo, detrás del Japón están miles de años de convivencia, de asimilación y reelaboración del conocimiento producido en China, no es el acierto de un técnico. Eso es pueril.

    Pues si los economistas realmente creen que pueden prescindir de la historia espiritual de la sociedad colombiana, de los valores que realmente predominan y de la forma en que se formaron estarán como ese psicólogo novato. Entender por qué ha sido tan poderosa la tentación totalitaria para las clases altas y el papel que desempeñan en ese proceso las instituciones me parece la tarea más importante. Y puede que no esté al alcance de los economistas, pero es que (ahí también típico Daniel), en la sociedad colombiana siempre hay una confusión de los oficios: decía un clásico del derecho que «el juez no debe juzgar la ley sino según ella», en Colombia la norma es que los juristas estén buscando ir más allá, a decretar la felicidad general, y los economistas no piensan cómo lograr que haya crecimiento económico sino si éste tiene sentido. Da miedo pensar lo que pasará con los médicos, no concentrados en buscar la forma de que la gente permanezca con vida, sino en considerar si lo merece.

    (Lo del ¿por qué leer? también da para mucho, pero tengo miedo de que me regañen por la extensión.)

  • CarlosH
    25 junio, 2008 at 4:03 pm

    Jaime (19:48): Si. Pero se podría cobrar más.

  • Apelaez
    25 junio, 2008 at 4:14 pm

    Feliz cumpleaños al señor decano!!!

  • Daniel Vaughan
    25 junio, 2008 at 4:30 pm

    Alejandro,

    Por supuesto que no estoy de acuerdo con usted. Ese mismo argumento lo podría haber hecho uno con la teoría de la evolución, y las consecuencias que se puedan derivar de esta (una consecuencia inmediata es el efecto sobre las religiones, pero otras posibilidades son el mál uso de la teoría, como en el caso de los Nazis, o de la homofobía).

    Me parece que confunde dos cosas totalmente diferentes: yo condeno abiertamente la violencia, y tengo posiciones bastante más extremas que muchos que también lo hacen (por ejemplo en el caso de la negociación de secuestros y el intercambio humanitario). Pero no sólo defiendo la independencia de los académicos y el derecho a entender fenómenos independientemente de sus consecuencias, sino que creo que para formular políticas apropiadas toca entender el fenómeno.

    DV

  • Daniel Vaughan
    25 junio, 2008 at 4:40 pm

    Jaime,

    Puede que yo no haya sido lo suficientemente claro. En ningún momento digo que «los administradores llegan sabiamente orientados».

    Intuyo que usted cree esto porque «siendo de la casta de los doctores o doctorandos» tengo un «incentivo a mantener el status-quo en donde los miembros de la casta son expertos, y los demás nos tienen que creer». (la cita no es textual, por supuesto: usted habría metido «desde la esclavitud» o tal vez un «bah»).

    Déjeme hacer una claridad sobre esto: mi observación tiene que ver con políticas educativas que aumenten la productividad, y mi sugerencia es que es necesario aumentar la inversión (pública o privada, pero al principio los incentivos de los agentes privados son casi nulos) en investigación básica. Eso tiene implicaciones sólo para un segmento de la educación: la educación de doctorados. Esto no me lo estoy inventado yo, y la evidencia empírica y sustento teórico se ha discutido mucho acá.

    Ahora bien, yo no estoy diciendo que ir a la universidad aumente la productividad, como usted parece creer en el caso de su comentario. Es más yo soy bastante crítico de la educación de pregrados (acá en Colombia y en EEUU) y sobre todo de sus efectos sobre la productividad individual que se supone mide el salario de mercado que usted devenga. Pero esa es una discusión larga y diferente que podemos tener en otro momento (pero hay que estar dispuesto a discutir: usted cree que tiene la verdad revelada y no discute. Sencillamente etiqueta a la gente que discrepa con usted, y son la mayoría.)

    DV

  • jaime ruiz
    25 junio, 2008 at 5:55 pm

    Daniel: eso de la investigación básica me parece un síntoma de una forma de concebir las cosas que no puede llevar a muy buen fin. Si el planteamiento suyo es: «los países grandes y ricos invierten en desarrollos tecnológicos, su ventaja respecto a nosotros no sólo se mantiene sino que aumenta si no lo hacemos», habría que plantear la cuestión al revés: puesto que pueden invertir en esas áreas, acostumbrémonos a vivir en un mundo en el que no contamos desde el punto de vista de la ciencia ni de los avances tecnológicos. En la medida en que se avance en la integración de las economías, la transferencia de resultados de esa investigación se hará más rápida. El problema es dejar de estar en guerra y de depender de las industrias criminales, así como de alimentar el parasitismo de la clase funcionarial. Eso permitiría aumentar el PIB y también la eficacia de la gestión gubernamental (por ejemplo, en seguridad).

    Sólo hay un país hispanoamericano que se ha empeñado en hacer investigación básica y hasta en diseñar automóviles sin depender de las industrias ajenas. Es el que paga de promedio 15 dólares al mes, y en las áreas rurales más apartadas menos de cinco dólares. Otros se han empeñado en mandar a sus estudiantes más brillantes a estudiar en universidades de primer nivel, significativamente Venezuela, y sólo han conseguido exportar a los más inteligentes, al precio de dejar de invertir en infraestructuras, por ejemplo. Otro país que alcanzó proporciones altísimas de universitarios fue Uruguay, e igualmente lo que ocurrió fue que el país se despobló: se quedaron los más ineptos.

    Si mañana hay alguien capaz de efectuar desarrollos considerables en cualquier materia científica sin duda será tentado a irse a EE UU o a otros países. La inversión de ese tipo sólo serviría para que los que no alcanzan a tanto tengan su rentica, según la inveterada tradición nacional.

    La gente no necesita aquirir cultura (diccionario: «Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico») sólo para ser más rica, en realidad es al revés, pero es inconcebible un país abierto con altos índices de lectura y amplio acceso a la información en el que la renta sea notoriamente baja. En realidad es absurdo, el bienestar material es, como la predestinación de los calvinistas, sólo un aspecto de la humanización. Otra cosa es que haya estructuras sociales aferradas a un orden preburgués que intenten impedir por todos los medios esa asimilación al mundo moderno que alcanzaron en los años setenta los países del Mediterráneo europeo y en las décadas siguientes los del sudeste asiático.

    Lo jodido es que para refutar la primacía de la educación se ponen ejemplos del fracaso de la educación.

  • JRB
    25 junio, 2008 at 5:59 pm

    Sr Ruiz:
    Yo espero que el Estado de derecho se rija por el derecho. No más, pero tampoco menos.

    Usted acepta la explicación para el surgimiento de los paramilitares pero rechaza la misma posibilidad para el surgimiento de las guerrillas, y es que éstas se originaron también como grupos de autodefensas(autodefensas campesinas)para defenderse de la violencia oficial desencadenada por la guerra liberal-conservadora. Así que lo del huevo y la gallina no es tan simple como lo pintan sus manuales de biología. Lo que interesa en este punto es que precisamente ya no interesa qué fue primero, porque si no ahí nos quedamos.

    Me perdí en este punto: «¿Se lamenta usted de que los primos de García Peña no se impusieran sobre una población renuente para cobrarle impuestos altísimos para librar con grandes esfuerzos, multiplicados por el deber de jugar limpio, una guerra contra las aspiraciones de la mayoría de los funcionarios estatales, respecto de la cual el resto de los ciudadanos era y aún es más bien indiferente? «.

  • Daniel Vaughan
    25 junio, 2008 at 8:17 pm

    Jaime,

    Esa actitud sí es típica de nuestra «colombianidad»: el argumento que he oido de usted y otras personas es el siguiente. Los gringos (y el mundo en desarrollo) tiene una ventaja comparativa en ciencias, y nosotros tenemos ventaja comparativa en otras cosas (¿Cuáles? ¿Agricultura? Díficil de vender), así que aprovechemos eso y sencillamente esperemos a poder beneficiarnos de de la difusión tecnológica.

    Esa idea que la tecnología eventualmente se difunde («la tecnología y el conocimiento es un bien público, y ahora lo es más gracias a internet») es cierto en el plano teórico (plano en el que usted divaga con frecuencia). Nosotros todavía somos incapaces de producir motores de combustión interna eficientes, así que ni siquiera ha habido difusión tecnológica de la revolución industrial.

    No sólo eso, los pocos países que dieron el salto («milagroso» como lo han denominado) al desarrollo, todos entendieron que es necesario invertir en ciencia y tecnología. Los casos de los tigres asiáticos, China e India son claros, pero también la UE y esos países que estaban un poco más rezagados.

    ¿Para qué sirve hacer investigación y desarrollo? Usted dirá, «para nada»: esperemos que algún chino o indio en EEUU invente algo y nos lo vendan. Esa dependencia tecnológica y científica no sólo es costosa en términos económicos sino en términos políticos.

    Así que bueno, uno puede tener esa idea tropical que nuestra ventaja comparativa es el agro, la música y la rumba. Pero es no es estable en el mediano plazo. Si usted tiene ahorita una relativa ventaja comparativa en algo, y no hace inversión en ciencia y tecnología, los que sí hacen (China, India, y los demás por supuesto) nos desplazan del mercado.

    Para usted la solución es institucional («El problema es dejar de estar en guerra y de depender de las industrias criminales, así como de alimentar el parasitismo de la clase funcionarial.») y yo estoy parcialmente de acuerdo con usted. Pero repito lo dicho antes, esa es una condición necesaria pero no suficiente para salir del subdesarrollo: es cierto que no solucionamos el problema de instituciones («la institucionalización del crimen») no hay el menor riesgo de mejorar significativamente. Pero si no empezamos a trabajar en lo otro, y no dejamos de pensar que nosotros somos buenos pero para otras cosas, esos que tampoco parecían ser buenos se vuelven buenos y nos desplazan.

    DV

  • Alejandro Gaviria
    25 junio, 2008 at 8:27 pm

    Hay una frase de Nietzsche (también sugerida en Darwin) que es relevante para la discusión. “El origen no tiene nada que ver con la esencia de las cosas”. La guerrilla y las paramilitares pueden haber tenido orígenes distintos, como anota Jaime, pero su esencia actual es muy similar.

    Daniel: o me exprese mal o usted no ha entendió lo que dije. Jamás he dicho que uno debe abstenerse de estudiar algo por temor o desconfianza en las consecuencias religiosas, políticas o sociológicas de lo estudiado (su ejemplo de la evolución no viene al caso). Yo simplemente estoy diciendo que la discusión sobre las diferencias históricas o sociales entre los grupos armados me parece inútil, y a veces motivada por intentos de justificación de la violencia.

  • jaime ruiz
    25 junio, 2008 at 8:41 pm

    JRB: vamos a suponer que la leyenda del origen campesino de las FARC es verdad: cualquier gobierno habría pagado grandes cantidades a las FARC por desmovilizarse y se habría acabado el problema. Lo han intentado todos. El gobierno de Uribe perfectamente habría hecho a Tirofijo y compañía dueños de toda la tierra del Caguán, indemnizando a los dueños, con la condición de que se desmovilizaran, pues la guerra es mucho más costosa.

    Es otra de esas mentiras típicas de la propaganda. Las guerrillas existen y persisten porque su proyecto político cuenta con un respaldo muy notable entre las clases altas, porque a partir de las universidades coparon la función pública (de ahí la conducta de las cortes, no hay que olvidar que Carlos Gaviria era presidente de la CC) y porque con gobiernos prácticamente aliados como el de Samper realmente podían aspirar a tomarse el poder.

    El problema es que no se quiere ver las guerrillas como la aplicación del programa castrista sino como una rebelión campesina.

    Y la frase que cita tiene que ver con eso: la sociedad colombiana una vez fue esclavista y mantiene fuertes rasgos de apartheid, de predominio de los descendientes de los criollos sobre el resto de la gente. La izquierda representa la resistencia de esos grupos sociales y la aspiración de construir un país aislado en el que esa jerarquía deja de estar expuesta a la competencia (es decir, al ascenso de los que trabajan). El modelo cubano al respecto es muy diciente: nada funciona, no se prospera ni se tienen libertades, pero la white trash ha asegurado su rango y hasta en un momento prosperó gracias a los bienes de los fugitivos.

    La adhesión de los sindicatos estatales a la guerrilla es algo muy impresionante. Las personas relacionadas con la llamada «farcpolítica» son nada menos que el ex presidente de la Federación de empleados estatales y la ex presidenta del sindicato de maestros, el más grande del país. Ellos nunca han ocultado sus simpatías por las FARC.

    De modo que ese combate entre las FARC y el Estado es una mentira: es un combate entre los totalitarios y los demás ciudadanos, a los que el Estado, desde siempre dominado por las mismas personas que alientan a las guerrillas, muy difícilmente va a defender. La violencia de las guerrillas se ensaña sobre los pobladores rurales y tiene más el aspecto de una dominación que el de una rebelión.

    Defender la ley en Colombia es un problema lógico: la constitución dice que quien intenta abolir la constitución matando gente debe ser reconocido, a diferencia de quienes intentan defenderse de quienes intentan destruir la constitución, que sólo son concertados para delinquir que no tienen anhelos altruistas.

    La izquierda (el comunismo) y sus tropas sí representan rasgos profundos, atávicos de la sociedad, pero de las clases altas bogotanas, no de la pobre gente que malvive en las selvas. Más que contra un enemigo externo, la sociedad combate contra su propia alma. No es curioso que los intelectuales y artistas firmen una declaración según la cual Colombia nunca había estado tan mal. No hay que ser demasiado suspicaz para leer entre líneas un apoyo a los terroristas en esa declaración. Es tan terrible eso que la gente odia a las FARC porque cree que realmente son unos zarrapastrosos insolentes. Pero sólo son el servicio doméstico armado de ciertos círculos reaccionarios.

  • jaime ruiz
    25 junio, 2008 at 8:51 pm

    Daniel: esa discusión sobre el desarrollo tecnológico me recuerda a la crisis española de hace unos cien años. Un filósofo, Miguel de Unamuno, se hizo famoso por una frase: «Que inventen ellos», que siempre ha sido malinterpretada como desprecio de la ciencia, cuando sólo era consideración realista de la situación de España. En plan de burla un dramaturgo, Ramón del Valle-Inclán, representó una aventura de unos borrachos que discuten sobre su país. Uno no se deja amargar la vida por el retraso evidente respecto a las grandes potencias europeas, pero se consuela enorgulleciéndose del SOL, ¡del SOL de España!, que todos esos desgraciados no tenían. Lo chistoso de verdad es que al cabo de medio siglo sería el sol lo que permitiría a España integrarse en el mundo moderno. El sarcasmo se convirtió en profecía. Lo que es este mundo.

    Bueno, le vuelvo a enlazar un texto de un economista sobre el desarrollo económico español: ni siquiera hay desarrollos tecnológicos nuevos, España ya producía automóviles mucho antes de 1959. No obstante, la multiplicación del PIB per cápita por 7 es asombrosa. Creo que un examen de esas cifras pondría en cuestión su idea de la importancia de la ciencia básica en el desarrollo de un país atrasado, pobre y pequeño en comparación con los ejemplos que pone.

  • Anónimo
    25 junio, 2008 at 9:25 pm

    Jaime: cuando usted hablaba de que el ejemplo de Camilo Torres pudo ser peor incluso que los crímenes de Don Berna, qué podría decir entonces del ejemplo de Jesus, que posiblemente generó miles y miles de muertos por parte del poder, y la Iglesia Católica que lo manejaba en muchos estados…

  • Anónimo
    25 junio, 2008 at 9:59 pm

    JRB: vamos a suponer que la leyenda del origen campesino de las FARC es verdad: cualquier gobierno habría pagado grandes cantidades a las FARC por desmovilizarse y se habría acabado el problema.

    Cualquier Estado manejado por gente sensata habría negociado una paz al principio. Pero el Estado colombiano, manejado por gentecita de la calaña de Jaime Ruiz habría hecho lo que hizo: responder a sangre y fuego.

  • Daniel Vaughan
    25 junio, 2008 at 10:17 pm

    Jaime,

    El ejemplo de España es interesante. Tengo tres comentarios sobre esto:

    1. Un profesor del departamento de Ciencia Política en NYU tiene una frase que me parece ilustrativa: «cuando uno ve un estudio de caso en un libro, inmediatamente debe desconfiar». Y la razón es sencilla: el economista, o el científico (social) busca encontrar regularidades. Las regularidades son leyes empíricas. Los estudios de caso son ejemplos particulares, cuyas causas no se conocen por completo, y que suelen ser utilizados por sus autores con motivaciones probablemente ocultas.

    El caso de España, de ser cierto (ver mis siguientes dos observaciones), es un estudio de caso. Y uno no hace política con estudios de caso: es muy costoso y riesgoso. La política económica se debe diseñar teniendo un referente que sea contrastable empíricamente. Le doy un ejemplo: hoy llovió. Usted me pregunta si mañana va a llover, y yo le doy el caso de hoy, así que le sugiero que saque paraguas. ¿Que haría una persona razonable? Mi recomendación de política es tremendamente débil y riesgosa: no depende de un patró o de una regularidad. Depende de un caso.

    ¿Cuáles son las regularidades en crecimiento económico?
    (1) Los países desarrollados son los que invierten más fuertemente en investigación y desarrollo, es decir, en ciencia y tecnología.

    (2) Los países que han dado el salto, lo han invirtiendo en ciencia y tecnología. Las nuevas «sorpresas» están todas invirtiendo en ciencia y tecnología.

    2. El caso de España no es tan fácil como lo pone el columnista en cuestión. Si usted grafica el PIB per cápita para España y Francia (en Wikipedia: «economía española» hay un link a una serie que yo pegué hace varios meses acá. Es un archivo de Excel construido por un economista llamado Maddison. Ahí lo puede ver) verá que la tasa de crecimiento (la pendiente o inclinación de esas series) es más o menos la misma desde 1959, que fue donde se hicieron los cambios importantes en España.

    Para donde voy es que este comportamiento sugiere que España se ha beneficiado de sus vecinos más avanzados. De hecho, fue significativa la entrada de España a la Comunidad Europea, que la obligaron a mantener unos estándares institucionales para ser miembro y beneficiarse de esos «spillovers». Dicho de otra forma, sugerir que lo que hizo España es suficiente para dar el salto al primer mundo es olvidarse de las diferencias geopolíticas de España y de Colombia. En términos de la primera observación: usted me está vendiendo un estudio de caso, mal estudiado, porque me está vendiendo el programa libertario que el columnista de ABC está vendiendo.

    3. La Comunidad Europea tiene un programa de inversión en investigación y desarrollo grandísimo. De hecho, una de las razones de ser de la CE, a la que pertenece España, es facilitar las economías de escala necesarias para poder hacer la inversión necesaria en ciencias básicas que le permitan competir con el monstruo que es EEUU. Sólo China e India pueden siquiera pensar en hacer esas inversiones sólos. Conclusión: la idea que España no invierte en Ciencia y Tecnología es carreta. España hace parte de la CE y se beneficia de la difusión tecnológica generada en ella.

    DV

  • panÓptiko
    25 junio, 2008 at 11:23 pm

    Bien, Daniel, espero igual por allá.

    Acepto que puedo exagerar con internet, y que mi afirmación obedece más a las posibilidades que brinda para la dispersión económica de información, lo que no necesariamente pasa ahora. Igual, empieza a hacerse indispensable ¿no?

    Tampoco insinué que ni fueran necesarios el «aprender haciendo» o la investigación básica, sólo quería señalar que para el nivel que usted insinúa la lectura es requisito sine qua non. Bueno, esto tiende a la obviedad, pero me parecía que se olvidaba.

    Sobre la evidencia… he estado pensando en cuál sería suficiente para satisfacer al público académico. Es obvio que hubo campañas y planes, como también los ha habido en todo el tercer mundo. El punto es que en Japón funcionaron. Las estadísticas epidemiológicas del país están ahí, y se podrían comparar con otro país – lo que ya se ha hecho. Teniendo en cuenta que al nivel de prevención primaria las medidas no requieren mayor inversión sino acción y disciplina, la explicación de JR es relevante en cuanto a las instituciones informales. La educación influye en

    Aprobación tácita del argumento puede encontrarse en la propuesta médica para el G8 que apareció en The Lancet el mes pasado – creo – dónde revisando el caso japonés incluyen a las madres, y comentan una estrategia que consistía en un manual de instrucciones para la maternidad responsable.

    En la literatura de género que he leído, el argumento esta casi ausente porque el modelo occidental se ha centrado en la igualdad de género, en la penetración en el ambiente laboral, y no en los pros de la diferencia. En todo caso, la base no deja de ser cualitativa (aunque vi un video de las campañas en los 50 y es evidente que quienes las hicieron posibles fueron las mujeres). Por mi trabajo en la Secretaría de Salud de Bogotá en salud pública, estuve en contacto de tales campañas y también de sus fracasos y éxitos. Pero esta evidencia poco trasciende la barrera de los «insiders», así que sigo rascándome la cabeza con lo de la evidencia.

    Saludos a todos,

  • Carlos
    25 junio, 2008 at 11:51 pm

    Alejandro: que tan lejos esta el recorte anunciado por el gobierno de 1,5 billones de pesos, de lo que propuso la comisión del gasto?

  • Anónimo
    26 junio, 2008 at 3:05 am

    Yo quisiera saber cúal es el verdadero efecto de un programa como «Familias en Acción».
    Más allá de si es populista o no; más allá de que el dinero viene de los impuestos al trabajo; más allá de que se necesite un recorte fiscal: si nos olvidamos de todo lo anterior, y entráramos a mirar el verdadero efecto sobre la pobreza de un programa así -mirando ejemplos de otros países- aplicado a tres millones de familias.

    Podría ser el de que la gente se acostumbre; o que miles y miles de niños vayan al colegio a estudiar con algo de comer; o que al acostumbrarse aumente la pobreza. Pero en realidad, quisiera saber cúal es su verdadero efecto.

  • Maldoror
    26 junio, 2008 at 9:09 am

    Parece que Victor Patiño Fomeque va a obetner solo seis añitos de cárcel, gracias a la eficaz y superior justicia norteamericana. Y Don Berna y compañia, según la noticias, hacen las mismas cuentas. Buena jugada del gobierno extraditar a los paras…les garantiza una pena facil de 6 añitos – aun mas baja que las de 8 de paz y reparación- y se quita a los testigos de la prapaolitica, que desaparecen bajo una nueva identidad en Estados Unidos. Y Jaime Ruiz…ahi baboseando…viejo infeliz

  • Carlos
    26 junio, 2008 at 12:33 pm

    Tanta inversión en educación pública no ha evitado que la juventud Europea enfrenté un desempleo creciente:

    «Hace tiempo que los dirigentes manifiestan su preocupación. No es posible, afirman, que los contribuyentes europeos inviertan fortunas en formar a las nuevas generaciones, para que estas terminen marginadas, subempleadas o víctimas de una depresión.»

    Esto podría explicar la creciente xenofobia que ha llevado a las recientes politicas inmigración.

    Ojala tambien lleve a reevaluar la infundada creencia de que invertir mas educación pública, en ausencia de mayor libertad económica e incentivos para aumentar la productividad, va a llevar a una mayor prosperidad.

  • Daniel Vaughan
    26 junio, 2008 at 12:44 pm

    PanÓptiko,

    No me acuerdo si fue en una discusión con usted antes, o si lo leí en alguna parte, pero la idea que la educación explica en buena parte el milagro japonés durante la posguerra parece que tiene una buena acogida dentro de los académicos (la comparación que oí de usted, o leí en alguna parte, es algo como que en Japón culturalmente la educación es un valor importante, así que en el momento de demandar trabajo calificado, esas reformas educativas que en otros países toman años, en Japón fueron relativamente rápidas).

    Así que su hipótesis puede ser cierta y no hay necesidad de buscar evidencia «para satisfacer a los académicos».

    Y bueno, usted tiene razón: para terminar bachillerato se necesita saber leer, y para ir a la universidad se necesita haber terminado bachillerato, así que por supuesto, para tener un doctorado se necesita saber leer.

    Mi hipótesis en su versión menos extrema es así: las reformas educativas todas tienen un potencial de aumentar la productividad. No es claro qué tan grande es el cambio por alfabetizar, aunque como usted menciona, puede tener efectos directos e indirectos como es el caso de la salud pública. Pero la educacíon que tiene la capacidad de expandir la frontera de producción, de hacer cambios drásticos y significativos en productividad, es la educación terciaria y de postgrados.

    Creo que en general estamos de acuerdo, y bueno, a veces es necesario traer ejemplos como el japonés o el español.

    DV

  • Daniel Vaughan
    26 junio, 2008 at 12:50 pm

    Carlos,

    También es cierto que tanta reforma política no ha reducido el caudal de los ríos en China.

    Uno tiene que juzgar una política en términos de sus objetivos, y usted está juzgando la política educativa en términos de otros objetivos que poco o nada tienen que ver (por eso mi ejemplo tan absurdo del primer párrafo).

    Suena paradójico, eso sí, que usted sugiera que el problema tiene que ver con ausencia de libertad económica en los países del link que pegó.

    Suena a cháchara libertaria, que hacer rato no le oíamos por lo menos en este blog.

    Saludo liberal.

    DV

  • Anónimo
    26 junio, 2008 at 2:39 pm

    «Y bueno, usted tiene razón: para terminar bachillerato se necesita saber leer,»…No Daniel, eso era antes, ahora para ser bachiller lo que se necesita es ser menos malo que el 5% de los compañeros de nivel. En los colegios oficiales, los estudiantes estan mas preocupados ahora mismo por no ser el peor del salon, si lo logra, pasa al siguiente curso, y asi hasta graduarse de bachiller. Decreto 230 de 2002, que los señores congresistas no quieren modificar para no alterar la curva de ascenso de numero de bachilleres. Somos un pais alfabetizado en la estadistica, y no, no nos da verguenza.

  • Anónimo
    26 junio, 2008 at 4:10 pm

    Daniel Vaughan: Creo que es usted el que esta equivocado con respecto al proposito de las politicas educativas de la Unión Europea.

    Solo basta revisar (http://europa.eu/pol/educ/index_en.htm)los textos de las paginas web del sitio de la Unión Europea y verá que todo el discurso justificatorio de las politicas educativas apunta a competitividad, globalización, empleo, todo lo que NO esta logrando Europa de acuerdo al articulo que enlazó el libertario:

    «Top-quality education and training are vital if Europe is to develop as a knowledge society and compete effectively in the globalising world economy. Education policy as such is decided by each EU country, but together they set common goals and share best practice. In addition, the EU funds numerous programmes which allow its citizens to make the most of their personal development and the EU’s economic potential by studying, training or doing voluntary work in other countries.» (link:http://europa.eu/pol/educ/overview_en.htm)

    «Education and training are an excellent means of social and cultural cohesion and a considerable economic asset with a view to making Europe a more competitive and dynamic society. (link:http://europa.eu/scadplus/leg/en/cha/c11049.htm)

    «On the basis of contributions from Member States’ the Council has identified a number of common
    priorities for the future and the contribution which the education and training systems must make if
    the Lisbon goal that Europe should become «the most competitive and dynamic knowledge-based
    economy in the world, capable of sustainable economic growth with more and better jobs and
    greater social cohesion» is to achieved.» (link:http://ec.europa.eu/education/policies/2010/doc/rep_fut_obj_en.pdf)

    «Modernising education and training: a vital contribution to prosperity and social cohesion in Europe» (link:http://europa.eu/scadplus/leg/en/cha/c11091.htm)

    De manera que todos estos burocratas y economistas charlatanes (como usted) prometen mas trabajos y mas prosperidad inviertiendo en educación pero al mismo tiempo crean mas regulaciones, mas gasto estatal.

    Porque en realidad lo que quieren es justificar sus trabajos, sus consultorías, sus abultados sueldos.

    Son ellos los que prometen mas prosperidas y mas trabajo para los jovenes cosas con sus inefectivas politicas de educación, sus comites, sus reportes, sus informes. Pero la realidad tozuda no les camina ni les come cuento.

    Un charlatan es lo que es usted. Deberia darle verguenza la deshonestidad con que discute aqui.

  • jaime ruiz
    26 junio, 2008 at 4:34 pm

    Cada vez que leo la expresión «exhibicionismo moral» atribuida a Oliver Stone o a Naomi Campbell, por ejemplo, me resulta algo muy desconcertante: ¿qué es lo que se puede obtener en términos de prestigio de asociarse con un tosco golpista antisemita? Pero puede que cierto público estadounidense viva ciego ante eso, como vive cierto público colombiano engañado ante los hechos de Irak, de modo que todos participan de la nostalgia de Sadam y del apoyo a la insurgencia que combate a los conquistadores de Bush.

    Pero por parte de los que mueven los hilos eso tiene otro sentido, otra utilidad:

    Seguir intentando que Venezuela, Nicaragua o Ecuador ‘compren’ el discurso del Gobierno colombiano —muy bien complementado por el discurso estadounidense después del 11 de septiembre y mayoritariamente aceptado por la opinión colombiana— de que las Farc son un grupo terrorista, no es realista. Y no lo es por razones ideológicas y por razones estratégicas. Ideológicamente, mientras Colombia se ha movido más y más hacia la derecha, una buena parte del continente ha dado un giro importante hacia la izquierda. Hacia una izquierda escéptica, por diversas razones, de los discursos antiterroristas promovidos por Washington y Bogotá al unísono.

    Sí, señores, escepticismo es lo que comparten nuestros pensadores, que no siempre son tan elegantes como el filósofo-historiador de la Universidad de los Andes, frente a la obsesión de Bush y sus lacayos por calificar a las FARC de terroristas.

    Eso sí, el problema soy yo: ¡ahora cunde la indignación porque en lugar de castigar severamente el tráfico de drogas algún juez o alguna oficina estadounidense rebaja la pena a uno de esos comerciantes estigmatizados por la intolerancia fanática, es decir, porque se hace caso a los críticos de la prohibición, es decir, porque se hace caso a quienes se van a indignar porque se les haga caso! Dios mío, y que dizque un muladar.

  • Anónimo
    26 junio, 2008 at 6:09 pm

    Ùltimamente si han causado risa los comentarios de Jaime Ruiz el sicario del blog,el verdadero cobrador de masacres de la blogosfera.

  • Anónimo
    26 junio, 2008 at 6:44 pm

    Esos comentarios de la Organización Jaime Ruiz dan puro ZZZZZZZZZZZZZZZZZZueño….

  • James Bizarre
    26 junio, 2008 at 9:04 pm

    Estoy completamente de acuerdo con el señor Ruiz: Don Berna no es un paramilitar, simplemente comerciante estigmatizados por la intolerancia fanática. El que no piense de esta manera es un asqueroso profesor universitario.

  • jaime ruiz
    26 junio, 2008 at 9:34 pm

    Daniel, una pregunta curiosa: usted es uno de los que suele utilizar el término «académico» como dato de prestigio. ¿Usted más bien cree que los autores de los últimos tres comentarios tienen que ver con la «academia» o no?

  • Daniel Vaughan
    26 junio, 2008 at 9:38 pm

    Carlos,

    Veo que no leyó los links que pegó a las 11:10: de haberlo hecho se daría cuenta exactamente por qué evaluar los efectos de los programas educativos en términos del desempleo es como evaluar la reforma política en Colombia con el caudal de los ríos en China.

    Sugiero que se calme, respire hondo, y lea lentamente (no hay afán, tranquilo) exactamente cuáles son los objetivos de la política educativa europea.

    Cordialísimo saludo amigo libertario.

    DV

    pd. Anónimo, decidí llamarlo Carlos porque suena parecidísimo a otro no tan reconocido pensador de la blogósfera que tiene ese nombre. De hecho, esa acusación de charlatanería y deshonestidad la he recibido varias veces por el ilustre personaje.

  • panÓptiko
    26 junio, 2008 at 11:22 pm

    Carlos, esa noticia está muy mediocre para que sea tan conclusivo. Sería más útil que se hiciera preguntas y charlar un rato. Es la diferencia entre la inteligencia y el dogma, y es otro síntoma de la edad media.

    Saludos medievales,

    P.D: Si, Daniel, estamos de acuerdo.

  • jaime ruiz
    26 junio, 2008 at 11:58 pm

    Pues está como difícil saber si estamos en la nueva Edad Media, lo que sí se puede asegurar es que Colombia va que se las pela camino de la nueva Edad Caguánica.

    Lo increíble es el descaro de esta gente: ahora que se complicó la solución política negociada entonces resultan ellos los valedores de las víctimas y de la gente del campo a la que mandan matar desde hace tanto tiempo.

  • jaime ruiz
    27 junio, 2008 at 12:03 am

    Ese editorial de El Espectador (del que copié un párrafo arriba) habría hecho sonrojar a los redactores de Anncol, pero en la tierra de los canallas y asesinos lo inverosímil es que alguien se escandalice.

  • Anónimo
    27 junio, 2008 at 4:23 am

    Hacer sonrojar, el discurso que acaba de leer el señor presidente de la republica….me sonrojo yo, que vote libremente por el hace dos y hace seis años…va a solicitarle al congreso que tramite una ley para repetir las eleciones de 2006?…con que propósito?…para demostrar qué?…o pra ocultar qué?…

  • Maldoror
    27 junio, 2008 at 10:29 am

    Que circo este país. Ahora Uribe va a usar el populismo para enfrentar su responsabilidad penal y la del gobierno en el cohecho con el que pasaron la reelección. Que absoluta farsa de gobierno el que nos gastamos

  • jcastros
    27 junio, 2008 at 11:07 am

    Malolor farsa ud. como dice Uribe, nostálgico del terrorismo; la cosa es clara, esta snra se auto incrimina de cohecho para esconder que lo que hacia eran extorsiones (que tendrían una pena mayor), ahí están los petrodolares de Chavez mas los narcodolares de la far untando a la corte hasta los juanetes.

  • Anónimo
    27 junio, 2008 at 12:02 pm

    Que cosa tan macha!!!! ahora resulta que el presidente tiene poderes supremos sobre todo el país, ya puede ordenar que se hagan las cosas como a él necesita, pasa por encima de los poderes constitucionalmente establecidos, ya está anunciando modificaciones de orden politico mediante la inclusión de «articulitos» que impulsara nuestro nuevo «ilustre» (y unicamente interesado por el bien del país) ministro de gobierno; sin duda alguna orientada a la reducción de funciones de las cortes (entre otras), se han preguntado cuanto vale esta «ingeniosa» idea? , esto ha sido un fiasco, este pueblo tiene lo que ha querido.

  • Carlos
    27 junio, 2008 at 1:07 pm

    Esta pelea entre la Corte y Uribe mirén hasta donde va a llegar.

    Aunque es evidente que el proceso de aprobación de la reforma constitucional estuvo viciado(las irregularidades con lo de Yidis y Teodolindo se sabían desde ese entonces) tambien parece cada vez mas que las actuaciones de la Corte corresponden a una especie de vendetta y a un juego politiquero, debido al apoyo que Uribe le dió a la Corte Constitucional en el enfrentamiento con la Corte Suprema. Apoyo tambien motivado, parecería, como «agradecimiento» por aprobar la reforma constitucional del articulo de la reelección.

    No recuerdo que en Colombia se presentará un choque de poderes tan grave como el que esta ocurriendo.

    Es muy bueno para la republica, que los diferentes poderes esten divididos y se intenten controlar, pero lo que me preocupa es la razones y la forma como se esta realizando esto.

    Tambien me preocupa que no existe ningun tipo de control real a la Corte. El congreso, que es quien tiene la competencia, no se va a atrever a investigar las actuaciones de la Corte por ser su juez.Así las cosas, las Cortes (la constitucional tambien) terminan siendo una rueda suelta.

    Lo que si podemos alegrarnos es que en Colombia si tenemos un poder judicial independiente. En otros paises este enfrentamiento entre Corte vs Presidencia no hubiera existido jamás.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    27 junio, 2008 at 1:50 pm

    Carlos:

    Y ud porque no denunció los vicios del proceso de aprobación de la reelección?

  • Carlos
    27 junio, 2008 at 2:03 pm

    Como asi yo no denuncié? A que se refieré?

    En esa epoca no tenia blog ni participaba en la blogosfera colombiana.

    Que pregunta esa…..

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2008 at 2:35 pm

    Carlos: enlazo un buen editorial de El Heraldo que responde su pregunta sobre si el recorte anunciado por el Gobierno recoge las recomendaciones del informe de la Comisión publicado ya hace un año.

    Sobre el nuevo episodio del reality de la política, prefiero no decir nada. El comunicado de la Corte es tan lamentable como la reacción del Presidente. Afortunadamente estas tensiones institucionales (cada vez se dice que estamos ante la peor de la historia) se volvieron irrelevantes por cuenta de su misma repetición. Cuando los escándalos son tan frecuentes, creo yo, dejan de serlo

  • Daniel Vaughan
    27 junio, 2008 at 3:13 pm

    Alejandro,

    ¿Hay estudios empíricos recientes en Colombia del efecto del gasto sobre el tipo de cambio? ¿Cuál es la «elasticidad gasto-de-gobierno del tipo de cambio»?

    En mi opinión el editorial de El Heraldo confunde peras con manzanas: la recomendación que ustedes hicieron (CIGP) se hizo con el objetivo de mejorar las finanzas públicas y hacerlas viables en el mediano plazo. Pero la interpretación que ahí sugieren («hoy no tendríamos la revaluación del dólar que tenemos si no hubieran sido tan ‘autistas'») me parece equivocado o en el mejor de los casos apresurado.

    DV

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2008 at 3:41 pm

    Daniel:

    No hay estudios para Colombia. Pero hay estudios de corte transversal que muestran que sí existe una conexión entre el mayor gasto público y la apreciación de la moneda. Pero yo estoy de acuerdo: la conexión es débil, y no muy importante para entender la actual coyuntura. Copié el editorial de El Heraldo porque me parece bueno importante señalar que el recorte de 1,5 billones se hizo (o se va a hacer) un año tarde.

  • Daniel Vaughan
    27 junio, 2008 at 4:04 pm

    Gracias Alejandro.

    Esa conexión entre el gasto público las tasas de interés y la tasa de cambio es una de esas intuiciones que tienen los economistas pero que tienen poco o ningún sustento empírico, que en EEUU ha dado para discusiones interesantísimas, pero que en el caso de Colombia creo ha sido poco explorado.

    Pero bueno, estoy de acuerdo con usted.

    Gracias otra vez.

  • Anónimo
    27 junio, 2008 at 4:28 pm

    JR en campus party

  • Carlos
    27 junio, 2008 at 4:34 pm

    Alejandro: no solo en el recorte de 1,5 billones pareceria que el gobierno le hace caso a la comisión luego de un año. Tambien anunciaron la venta de ISAGEN.

    Pero con esta nueva coyuntura politica quien sabe si realmente efectuen el recorte. Necesitaran gastar platica para asegurar el referendo

    Igual el dolar ya subió(hoy supero lo 1900 pesos) aunque quien sabe si se mantenga

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2008 at 5:22 pm

    Carlos: lo de Isagen fue incluido en el plan financiero pero todavía no hay acuerdo al interior del Gobierno. De pronto se repite la historia del año pasado. Sobre el recorte, yo también tengo mis dudas. El Presidente dijo el miércoles, en un evento en Cartagena, que no iba tocar las prioridades y habló de reducir consulados, consejerías y servicios de telefonía celular: el mismo cuento de siempre. Además, las crisis políticas, usualmente, llevan a mayor gasto.

  • jaime ruiz
    27 junio, 2008 at 5:27 pm

    Hace unos días era irrelevante el origen de la guerrilla, ahora lo es la deslegitimación del gobierno que emprende la CSJ. En todo caso creo que se pasa una barrera al declarar: «El comunicado de la Corte es tan lamentable como la reacción del Presidente». Me recuerda a esas viejas que empiezan con su alharaca y sus gritos y lloriqueos, que les retuvieron al niño, que les retuvieron al niño. Pues que hagan justicia social y a nosotros que nos dejen en paz, que nosotros estamos de rumba.

    Bueno, no hacía falta esa resolución legal para que el gobierno fuera ilegítimo para la prensa y la universidad (por ejemplo, pongamos que se hace una encuesta entre un millón de personas ligadas a la universidad, sin importar su condición o rango, sólo excluyendo a los más jóvenes cuando se haya logrado el millón: ¿cuántos justifican a la CSJ y cuántos al gobierno? No creo que haya nadie serio que dude que el reconocimiento de la legitimidad y rectitud de la corte, en la línea de nuestro patético filósofo crétino, sobrepase el 90 %. Y el editorial de El Espectador es claro: llamar terroristas a las FARC es propio de los lacayos de Bush, no se le puede pedir eso a un luchador de tan larga trayectoria como Daniel Ortega).

    Ahora adquieren sentido las palabras de Gustavo Petro: las FARC combaten el gobierno de Uribe porque no es democrático. No es decente, para el Vaughan ecuatoriano, sólo hace falta una circunstancia favorable para que sea legítimo levantarse en armas (el pueblo unido jamás será vencido) y derribarlo.

    Hay un viejo relato que recoge Borges sobre un hombre un deán, un decano, casualmente, que quería aprender magia y empieza a habitar el futuro sin darse cuenta de que es una ilusión. Me gustaría crear la ilusión de un triunfo de Obama a finales de año para ver qué dice nuestro anfitrión cuando la tarea de derribo tenga el visto bueno de ese amigo de los sindicalistas y la solidaridad de la hermana república bolivariana en la tarea liberadora sea más resuelta y activa (para eso pagan, a fin de cuentas).

    En últimas El Espectador promueve la crítica fundamentada, pero también la que no lo es, como la de otra decana de Los Andes que se luce declarando que el gobierno en su arrogancia desprecia a los congresistas demócratas (tan honrados y rigurosos ellos) y cuenta las minas entre las culpas del gobierno (bueno, ese artículo es lo que se dice una molanada, una exhibición que supera a Goebbels o Münzenberg en cinismo y bajeza, aunque ciertamente no les llega ni a los tobillos en inteligencia).

    A fin de cuentas es como un destino: en el gobierno de Pastrana cada mes era el peor en retenciones por lo que saber que había más y más retenidos pasó a ser irrelevante. Aburrido, como ponerse a considerar las ideas de las FARC sabiendo que sólo existen por culpa de la prohibición de las drogas, que condenamos con viril determinación toda vez que es como nuestra guaca: quedamos como unos héroes cívicos y nos evitamos enemistades molestas.

    Ya llegará el momento de las críticas sensatas. Ahora Santodomingo encarga otras cosas y tenemos la ocasión de ponernos por encima.

  • jaime ruiz
    27 junio, 2008 at 5:31 pm

    Se me pasó enlazar el cuento de Borges.

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2008 at 6:29 pm

    Jaime: usted cree que repetir las elecciones tiene sentido. A mí me parece un exabrupto. El Gobierno puede responder, demandar, acusar, denunciar, etc. Pero adelantar las elecciones es otro cuento; significa, en el mejor de los casos, dejar de gobernar por un año.

  • Carlos
    27 junio, 2008 at 6:42 pm

    Alejandro: Con respecto a lo de ISAGEN por ahi salió el contralor ya a criticar la venta. Esperemos que la venta de se dé. Pero que no sea a las empresas ya establecidas. Que se a otra para ver si se aumenta la competencia en la generación.

    Bueno, la pelea ya se escaló. El gobierno como que quiere denunciar a la Corte en el congreso, que es el que puede juzgar a la Corte.

    Esto no presagia nada bueno. Que saldrá de todo esto? Espero que Uribe no tenga tentaciones dictatoriales y termine cerrando la Corte y poniendo una de bolsillo.

    Los unicos contentos paracen ser la oposición y los exportadores: el dolar cerró a 1919 pesos, 91 pesos mas que ayer.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    27 junio, 2008 at 6:54 pm

    Una pregunta…¿Por qué ahora está subiendo tanto el dolar?

  • Alejandro Gaviria
    27 junio, 2008 at 7:15 pm

    El B. la R. está comprando 20 millones diarios lo que le ha dado un impulso al mercado. Además, la caída había sido exagerada y está ocurriendo una corrección natural. La gran pregunta es a qué nivel se estabilizará. Nadie sabe. Pero mi apuesta sigue siendo entre 1.800 y 1.900 pesos.

  • Maldoror
    27 junio, 2008 at 7:18 pm

    Carlos:

    ¿Por qué iría a estar contenta la oposición con la movida de Uribe? Uribe básicamente quiere usar un congreso bastante dudoso por sus nexos con el paramilitarismo y acomdado a sus intereses, para anular una decisión judicial con una medida populista. Hubiera hecho eso Chávez, no sólo se le estarían escurriendo los mocos a Jaime Ruiz (más de lo usual) de la chilladera, sino que Alejandro, ud y buena parte de los que comentan acá estarían indignados denunciando la nueva movida populista y dictatorial de Chávez (y con razón).

  • Juan Diego Iregui
    27 junio, 2008 at 7:29 pm

    Otrapataletadeuribe. Otro ataque de dignidad, o de histeria. Patria se escribe con P MAYUSCULA.
    Acaso la Corte esta cuestionando el resultado de las elecciones per se? NO. Lo que la Corte esta cuestionando es la legitimidad del ACTO LEGISLATIVO mediante en cual se aprobo la reeleccion, es decir, la manera como se logro cambiar la Constitucion para que se aprobara la reeleccion. Y eso es de competencia de la Corte. La Corte no se esta extralimitado. La Corte se esta pronunciando sobre algo que SE SABIA desde el momento mismo cuando ocurrio, es decir, que funcionarios del gobierno habian logrado que los parlamentarios Yidis Medina y Teodolindo Avendano hicieran lo que se necesitaba (ella, votar; el, desaparecerse el dia de la votacion) para CONSEGUIR LOS VOTOS REQURIDOS para pasar el acto legislativo en cuestion.Y ese pronunciamiento lo ha hecho la Corte con base en la evidencia que ha recolectado, y en los testimonios de uno de los participantes en el cohecho, quien se autoincrimino. Es evidente que en consecuencia se puede concluir que las elecciones no son legitimas, pero no porque la gente no haya votado lo que voto a conciencia, sino porque el proceso mismo de aprobacion de la reeleccion, que no existia, solo pudo ocurrir porque los votos para aprobarlo se compraron con prebendas. Por eso es que el presidentehacepataleta y no va a denunciar, ni a reclamar, ni nada de eso porque tendria que probar que sus allegados muy cercanos como Sabas Pretel, Diego Palacios,Alberto Velasquez y el viceministro de Justicia no les dieron a Yidis y Teodolindo lo que les prometieron. Y hay suficiente evidencia para demostrar que si. Sobre eso es que se esta pronunciando la Corte.

  • Anónimo
    27 junio, 2008 at 7:48 pm

    2+3

    ¿La politización de la justicia o la judicialización de la política? De ser lo mismo, percatémonos de lo lejos que está retomar un cause institucional sereno que nos lleve saque adelante.

  • jaime ruiz
    27 junio, 2008 at 7:57 pm

    Alejandro: la jugada de la Corte es evidente desde hace tiempo y si se permite a esa gente seguir con su juego cualquier día efectivamente llegan las personas apropiadas (como las que llegaron donde Yidis y aun donde los magistrados, que no juegan como cree Carlos a enojarse porque el papá fue injusto y le dio demasiado al hermanito, sino que se hacen a un patrimonio en parte con Giorgio Sale y Macaco y en parte con otras ayudas)… Bueno, llegan las personas apropiadas y fuerzan la destitución del presidente (por acto legislativo). Casi que se puede prever.

    La denuncia a la Corte es algo que el gobierno debería haber hecho hace tiempo, desde que se negaron a que se procesara al magistrado Velásquez. El caso de los computadores de Reyes es un prevaricato evidente: aconsejar que se mantenga en cautiverio a Íngrid no es un posible delito que merezca ninguna investigación hasta que no haya una segunda certificación de los computadores, mientras que cualquier cosa que diga Pitirri, con seguridad también incentivado, resulta una prueba definitiva.

    No puede haber democracia con jueces inicuos, según entendí de una cita que publicó cierto personaje colombiano. Pero menos va a haber nada sin ciudadanos con un mínimo de decencia (como los compañeros de la izquierda democrática, que ponen la mano en el fuego por la honradez de los magistrados, parecida a la de ellos, que durante tantos años han estado clamando para que no vaya ni un peso más para la guerra, por ejemplo, después de la masacre de El Nogal, y eligieron a Samuel Moreno, ese sabio antiprohibicionista que siempre votó a favor todos los «micos» que favorecían a los traficantes de droga.)

    Ojalá el gobierno tuviera el valor y la altura de miras que no ha tenido en todo este tiempo para convocar una constituyente: al menos sobre el papel Colombia debería estar descrita como un país civilizado y no uno regido por el horrible engendro que autoriza su abolición mediante el asesinato y atribuye principios altruistas a quienes lo intentan, que define la propiedad como una función y define derechos económicos sin relación con las posibilidades de gasto. Ojalá los códigos legales tuvieran que ver con los del mundo civilizado y no hubiera en el código penal una definición como la de prevaricato, que parece un delito redundante (quien lo comete ya tiene que haber cometido un delito, y ciertamente la definición no tiene nada que ver con el diccionario). Ojalá una nueva norma definiera el recurso de amparo de una forma que no fuera la carta blanca que permite la arbitrariedad absoluta a los miembros de la casta que domina el aparato judicial, siempre en favor de su propio poder y de sus clientelas.

    Denunciar a la CSJ es el primer paso. Ojalá se siga por ahí y se recupere la verdadera democracia, que es aquella en la que se puede confiar mínimamente en los jueces. (Por lo demás usted ya lo ha dicho antes, pero parece más interesado en hacer equilibrismos como los de Posada Carbó, para quien ya no hay mucho que discutir sobre el delito político ni que polemizar con los admiradores de Chávez.)

  • Carlos
    27 junio, 2008 at 8:35 pm

    Sergio: Uribe no esta actuando desconociendo la decisión judicial mas alla de sus opiniones.

    El puede hacer los referendos que quiera y eso no va a cambiar el fallo que condenó a Yidis ni impedirá que la Corte y la procuraduría reexaminen el proceso de aprobación del acto legislativo de la reelección.

    Desconocer el fallo sería mandar a la policía y al Inpec a sacar a Yidis de su casa, por ejemplo.

    El lo que desea es relegitimar la reelección del 2006 acudiendo al «constituyente primario».

    Por supuesto que es grave lo que esta haciendo, pero todo sigue estando dentro del Estado de derecho. Convocar a un referendo no violenta el Estado de derecho.

    Uribe es autoritario. Pero las Cortes en Colombian tambien lo son. La Constitucional colegisla todo el tiempo. Y ahora la Suprema quiere tumbar al presidente.

    Todo lo que esta pasando no tienen nada que ver con la justicia. Es pura politica entre las elites de los poderes del Estado.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    27 junio, 2008 at 10:13 pm

    Lo peor de todo es que Uribe está pelando el cobre.

    Ahora le pone mucha atención a las declaraciones de Mancuso.

    ¿ se arroparan con la misma sabana ?

  • Anónimo
    28 junio, 2008 at 7:16 pm

    Uribe es un buen estratega y un buen presidente. Lástima que esté rodeado de siniestros personajes.

  • Anónimo
    28 junio, 2008 at 8:12 pm

    Señor Ruiz:
    Lo felicito por su valor patriótico. Valoro sus escritos porque desenmascaran a los impostores de toda laya. Pero cuídese mucho de sus detractores, son torpes con la palabra pero hábiles con la calumnia y los insultos, y usted sabe bien cómo dirimen sus discusiones.
    Arturo Martínez

  • Anónimo
    29 junio, 2008 at 12:42 am

    Colombia necesita un presidente con paz interior.
    Uribe me recuerda un personaje al que llamaban «Sofoco»