Sin categoría

La crisis eterna

Los historiadores del futuro, dotados de la clarividencia retrospectiva propia de su oficio, seguramente señalarán que los colombianos poseemos la costumbre extraña de considerar cada crisis, cada convulsión de la política o de la sociedad, como la peor de nuestra historia. Los extranjeros, dotados de la distancia emocional propia de su origen, advierten nuestra permanente mentalidad de crisis. Pareciera que la crisis formara parte de nuestra esencia. En Colombia, después de la tempestad nunca viene la calma. Cada convulsión es seguida por otra igual. O peor. El horror. El horror.

Como es costumbre, la crisis actual ha sido considerada la peor de nuestra historia política, de nuestra accidentada vida republicana. Nadie lo ha hecho todavía. Pero alguien debería darse a la tarea de comparar los editoriales de estos días críticos con los publicados en lo más álgido de las crisis previas. Las coincidencias sorprenderían a todo el mundo. La retórica del borde del abismo sería la misma, casi calcada de una crisis a la siguiente. Pero las coincidencias irían más allá. Incluirían, entre otras cosas, la aparente paradoja de la debacle de la política y la bonanza de la economía. La independencia del PIB a las convulsiones de la política ha sido considerada, desde siempre, como una perversidad del alma nacional, como una forma autóctona de la indiferencia.

La crisis actual es otra más de una seguidilla eterna. Algunos líderes de la política y de la opinión han propuesto medidas extraordinarias, una nueva constituyente o una reforma institucional de fondo. Pero estas propuestas carecen de sentido histórico. Si cada que ocurre una nueva crisis política intentáramos reescribir la Constitución, las instituciones se convertirían en un catálogo de las urgencias de la coyuntura. La ingeniería institucional, como sugirió Eduardo Posada Carbó esta semana, requiere reflexión y distancia. Las crisis son oportunidades. Pero no sólo para componer la situación. También, sobra decirlo, para empeorarla.

Esta crisis requiere, más que unos nuevos cimientos para una nueva patria (esa quimera), la sensatez y la responsabilidad del Gobierno, del Congreso y de la Corte. El Gobierno debe comprometerse no sólo a respetar la autonomía de la justicia, sino también a evitar las descalificaciones explícitas y las dudas públicas. El Gobierno, en últimas, debe ser respetuoso y debe aparentar serlo. El Congreso debe entender que su credibilidad depende de su capacidad de autopurgarse, de la oportunidad y la entereza de sus decisiones. Y la Corte debe saber que la objetividad es un imperativo, que los jueces imparciales, como escribió Fareed Zakarias, son la esencia de la democracia constitucional. La solución de la crisis depende no tanto de los cambios institucionales, de las grandes reformas, como de la respuesta de los delegatorios del poder y la justicia.

Constituyente, revocatoria, nuevas elecciones, “medidas extraordinarias para circunstancias extraordinarias”, todo eso suena muy bien. Responsable. Consecuente. Pero los grandes cambios, los revolcones institucionales pueden resultar contraproducentes. Pueden sumarle un nuevo elemento a las crisis recurrentes: la inestabilidad institucional. Pueden, en últimas, generar un círculo vicioso en el cual las crisis generan inestabilidad, y la instabilidad genera nuevas crisis. No sobra, entonces, insistir en la sensatez, en los peligros de pasar de la crisis eterna a la inestabilidad permanente. Y viceversa.

You Might Also Like

  • Alejandro Gaviria
    19 abril, 2008 at 1:16 pm

    Quiero compartir unas reflexiones adicionales sobre la crisis de la parapolítica. No entiendo lo que está sucediendo. Tengo muchas dudas. A veces me parece que la Corte está desbocada. La detención de Luís Fernando Velasco, por el cuento del pasaje, es una exageración. Oí que Alfonso Gómez Méndez, el abogado de Gómez Gallo, ha dicho que las pruebas en contra su cliente son penosas, casi descaradas en su precariedad. También me sorprendió que la Corte esté investigando a Yidis por unas declaraciones en las que afirmó, cándidamente, que había condicionado el voto a favor de la reelección a la aprobación de algunos proyectos en Barranca. Yo odio el clientelismo. Creo que sus efectos dañinos se han subestimado. Pero el clientelismo no es un delito. Ni aquí ni en ninguna parte.

    Pero me parece al mismo tiempo que es conveniente lo que está sucediendo, que la Corte podría desmontar de una vez por todas un pacto entre ilegalidad y política que este país padeció (e ignoró por conveniencia) por mucho tiempo. Creo que el Presidente tiene razón cuando pide objetividad. Pero creo también que no debería decirlo, que no le corresponde al Presidente, claramente una parte interesada, hacer análisis político. También pienso que esta crisis muestra que este país estaba al borde de una guerra civil en 2002. Una guerra en la cual los políticos los industriales, los ganaderos, los transportadores, etc., estaban peleando abiertamente, participando mediante alianzas con ejércitos irregulares. En fin, la parapolítica señala, creo yo, la magnitud de la guerra, del conflicto de comienzos de la década.

    Tener una columna de prensa es un privilegio. Pero acarrea un gran costo: tener que opinar antes de tiempo, cuando nuestras opiniones todavía son contradictorias. Pero sobre todo cuando uno querría simplemente quedarse callado, guardar silencio ante la crisis eterna de este país.

  • Carlos
    19 abril, 2008 at 1:50 pm

    Yo creo que las declaraciones perpetuas de crisis son muchas veces una tactica usual de los politicos cuando estan en la oposición para:

    1. Ganar atención de la prensa

    2. En algunos o la mayoría de los casos, dañar la imagen del gobierno de turno

    3. Pedir «cambios», «soluciones de fondo»,etc, que coincidencialmente les convienen a ellos. En Colombia casi siempre que se habla de crisis, se piden «gobiernos de unidad nacional», donde, oh sorpresa, se le daría protagonismo politico a la oposición que dice que hay crisis.

    En fin. Los politicos, los artistas de la manipulación a las masas, nunca dejarán de usar este tipo de tacticas. El problema es que muchos se la siguen creyendo.

    Dicho esto, es cierto que la situación actual del congreso es una crisis politica mayor a la sucedida con el ocho mil.

    Lo bueno: sin duda existe un alto grado de independencia de la rama judicial en Colombia con respecto al ejecutivo y al legislativo. Pero no estoy tan seguro que no este politizada.Por lo tanto, su independencia con respecto a poderes políticos me genera dudas.

    Saludos,
    Carlos

  • Carlos
    19 abril, 2008 at 1:57 pm

    Lo que dice Alejandro de la situación en 2002 me reafirma en mi creencia de que la «parapolitica» era inevitable. Porque si los paras dominaban varias regiones (nunca se me olvidan las palabras de Jorge 40 hace varios meses: «nosotros eramos el estado de facto en estas regiones»), los políticos de esas zonas si querian sobrevivir tenian que pactar con ellos.Creo que muchas personas sujetas a los incentivos y restricciones que tuvieron esos politicos hubieran hecho lo mismo. Lo cual no quiere decir que no sea censurable.

    Pero la sorpresa de mucho frente a esta situación de la parapolitica me sorprende.

  • lelo69
    19 abril, 2008 at 2:02 pm

    “Organicemos, organicémonos”….

    En este momento estamos cayendo en una verdadera situación de histeria colectiva y lo que podría ser una coyuntura para depurar las costumbres políticas se ha convertido en una orgía de acusaciones que arrastrara a la institucionalidad al descrédito total, lo que no solo lesionara injustamente a unos padres de la patria inocentes de participar en el fenómeno de la para política sino que generara en la ciudadanía un sentimiento de incredulidad total y este es el camino más expedito para declarar la impunidad total por que a la larga todos estaremos untados…

  • jaime ruiz
    19 abril, 2008 at 2:16 pm

    Alejandro, lo que está sucediendo tiene un nombre: Tasmania. O el magistrado Velázquez ofreció una especie de soborno a ese paramilitar para que señalara al presidente, o el gobierno conspiró con el abogado para calumniar al magistrado Velázquez. Sólo una de esas dos cosas puede ser cierta, y es comprensible que personas conocidas y con carreras muy respetables se resistan a suscribir ninguna de las dos versiones, pero eso no evita que sólo una de las dos pueda ser cierta.

    Siendo que es tan difícil saber lo que está ocurriendo, resulta para mí facilísimo saber lo que ocurrirá: en pocos meses uno o varios jefes paramilitares declarará que recibía órdenes de Uribe Vélez. Ése también es el sentido de negar la extradición de Macaco, no les importa que siga delinquiendo, casi que les conviene, un criminal expuesto a la extradición pero aún no extraditado puede ser de lo más colaborador (en rigor, colaboracionista). El caso de la presidenta del Senado ya es un poco exagerado, la inculpa una señora que está en la cárcel hace mucho tiempo, y tras recibir la visita de Piedad Córdoba, a la que la justicia no tiene nada que reprocharle por salir en una actitud de respaldo a las FARC.

    En fin: todos esos episodios arrojarían mucha luz si se examinara con atención toda la información que circula al respecto, lo mismo que la llamada de Uribe al magistrado Valencia, pero para juzgar a alguien por lo que hace es necesario saber con certeza qué hace. Más sencillo y efectivo es juzgar lo que alguien dice. Por ejemplo, esta sentencia de la CSJ, larga y complicada, es un retrato perfecto de esos caballeros, sólo que desgraciadamente fuerza al lector a aprobarlos o desaprobarlos, no hay equidistancia posible.

    Eso sí, es fácil odiar a los políticos, la probabilidad de que la noticia del procesamiento resulte suficiente para que la gente en Colombia atribuya las peores conductas e intenciones a un político es altísima. Eso enturbia más que cualquier otra cosa la comprensión de lo que está ocurriendo.

    Alejandro, perdón pero la cita de que los jueces imparciales son la esencia de la democracia y la recomendación de objetividad resultan más bien detalles desafortunados. Haría falta que algún juez dijera que no, que no es imparcial y que no está por la democracia. Si, como yo supongo, esos señores son unos prevaricadores absolutamente cínicos, siempre les quedará que están por una democracia real, inconcebible sin justicia social. De hecho, hace años leí una entrevista a Alfredo Beltrán en la que reconocía que todos sus actos como magistrado estaban guiados por su ideología comunista. Bueno, es que eso es la imparcialidad, ni el egoísmo de unos ni el de otros…

  • jaime ruiz
    19 abril, 2008 at 2:30 pm

    Ah, se me olvidaban los encarcelamientos. El hecho de que se mande a la Picota a representantes populares que no han sido condenados (podrían tener prisión domiciliaria, en el supuesto de que se temiera que escaparan) resulta halagador para la gente sufrida que se ve empujada día tras día al estrato de abajo, pero no es lo que se estila en ningún país democrático. Eso sí, tiene efecto, los colombianos están convencidos de que todos los políticos son ladrones terribles y al estar en la cárcel las resistencias a condenarlos son menores.

    Y la ingeniería institucional sí que resulta algo fascinante: ¿por qué tanto Carlos Gaviria como en inefable editorialista de El Espectador claman por una Constituyente? Teniendo el gobierno tanto respaldo popular, debería aceptarla, redactar una Constitución menos chavista, librar a sus partidos amigos de los políticos que han tenido que ver con paramilitares y hasta renovar la cúpula judicial (pues en una elección de delegados saldrían mayorías uribistas). Sin duda habrá motivos, pero yo no los puedo entender.

  • zarathushtra
    19 abril, 2008 at 2:36 pm

    Alejandro, ese costo de tener una columna no hay q pagarlo, puede hacer como Coronel, q ignora los temas q no le convienen como si sus lectores fueran idiotas (ejm. Emanuel)

  • Anónimo
    19 abril, 2008 at 2:40 pm

    Lelo 69

    Testigos a la carta

    «El andamiaje jurídico que soporta la «parapolitica» podría enirse al piso si sigue haciendo carrera la modalidad de presentar testigos dispuestos a decir lo que los investigadores quieren escuchar»
    Por Óscar Montes en el Heraldo de Barranquilla, hoy 19 de Abri 2008

    óscar Montes no es un Uribista ni mucho menos es un peiodista serio y con posiciones muy importantes y acertadas cna el gobierno y la clase politica de la costa particularmente, pero el señor como algunos menos imporantes y ánonimos ciudadanos sentimos que esta se esta puteando….

  • Anónimo
    19 abril, 2008 at 3:46 pm

    «La mala hora».

  • Lanark
    19 abril, 2008 at 6:49 pm

    Zara: De su comentario se desprende que sus lectores (de Coronel) no son idiotas. Lo felicito por no atribuir las diferencias ideológicas a diferencias en la capacidad mental.

  • camilo ernesto
    19 abril, 2008 at 7:13 pm

    Profesor Gaviria

    escribia hace algun tiempo ud en una de sus columans algo que me impacto mucho sobre lo que sucedia con esta crisis y la judicialización de la política: palabras más, palabras menos era algo como que » en este país los jueces quieren ser políticos y los políticos jueces», no entiendo el cambio de actitud de esta ultima confesión, no de la columna la crisis eterna sino el comentario en el foro.

    la justicia se volvio arma política, colombia estaba al borde de una guerra civil, -tal como ud afirma- y ahora parace ser que la justicia es la continuación de la guerra por otros medios para- parodiar a Clausewitz.

    No estoy de acuerdo con su comentario. El clientelismo no ha sido tan dañino, yo no lo odiaria tanto. el clientelismo armado tal vez si pero el clientelismo no . Y esta bien lo que ud dice no es ilegal, aqui ni en ninguna parte, ahora creo que los problemas de colombia son inmanejables y hace tiempo como ha dicho Gutierrez sanin que la política no cabe plenamente dentro de la legalidad.

    Pero eso nos debe llevar a redimensionar nuestra crisis. No se se si ha leido la compilación de trabajos de adam przeworski y jose maria maravall «democracy and rule of law», creo que alli hay muchas pistas para entender lo que pasa en Colombia.

    Finalmente quiero citar dos frases de esas contundentes una de Malcolm deas y otra de Alexis Tocqueville. Deas dijo alguna vez que en «Colombia existe una larga tradición jurídica pero lo que no existe es justicia». Y tocqueville sentencio magistralmente y se aplica a su columna de la crisis eterna lo siguiente:

    «En las epocas de crisis los actores políticos o bien se elean por encima de lo normal o caen por debajo de ese nivel»

    Hace tiempo vamos en picada. Y los jueces le recuerdo no son imparciales, objetivos ni neutrales, tal vez su despotismo sea peor de todo lo que vivimos ahora.

  • Julio Carrizosa
    20 abril, 2008 at 12:13 am

    Creo que usted tiene razón en cuanto en Colombia se sobreutiliza el concepto de crisis, pero también me parece demasiado optimista pensar que el Congreso, el Gobierno y la Justicia, tal como están, pueden llegar a una solución. Pienso que todos los actores principales actuales tienen demasiada carga negativa pasada y que solo un cambio generacional podría alterar las tendencias. ¿ Ha pensado usted en esa posibilidad? ¿ Como podrían ascender a los poderes unas personas menos corruptas? ¿ Como, en ese caso, podría evitarse la influencia del narcotráfico?

  • charlie
    20 abril, 2008 at 1:22 am

    A Álvaro Uribe le perdonarían la parapolítica si no hubiera gobernado para los empresarios. Algo imposible.

  • Alejandro Gaviria
    20 abril, 2008 at 3:20 am

    Jaime: de acuerdo: reclamar objetividad cuando los jueces pueden autoproclamarse objetivos puede ser desafortunado o insulso. Pero quisiera insistir en un punto: los jueces imparciales –la orgía de acusaciones como dice Lelo– pueden ser nefatos para la democracia. Para Zakarias, no es tanto el plebiscito de masas como el juez imparcial lo que define la democracia. Y esta definición resalta, en mi opinión, t lo que esta en juego en el proceso de la parapolítica.

    Camilo Ernesto: estoy de acuerdo con su comentario. Tal vez lo que no entiendo muy bien es su desacuerdo con mi comentario. Yo concuerdo con la jerarquía que usted propone: el despotismo judicial es mucho peor que el clientelismo. En algunas columnas anteriores, yo había señalado la ubicuidad de los jueces políticos. Pero una cosa es un juez haciendo política sobre la reforma laboral o sobre las pensiones, y otra mucho más grave es un juez decidiendo sobre la libertad de los Congresistas. Pero, de nuevo, concuerdo con su sentido de alarma.

    Julio: es optimista pensar que el Congreso va a hacer lo que toca pero es más optimistas suponer que una asamblea constituyente, conformado por políticos al fin y al cabo, va a ser capaz de inventarse un remedio constitucional. Yo coincido con Jaime en que la constituyente es una propuesta oportunista, una forma de sacarle provecho a la crisis.

  • Julio Carrizosa
    20 abril, 2008 at 2:24 pm

    Alejandro yo tampoco creo que una Constituyente sería la solución, lo que estaba sugiriendo era a más largo plazo. Primero: una fuerza política joven que se caracterizara por estar aislada de los antecedentes, los intereses y las ideologías que dominan en el Congreso,en los actuales partidos, en la Justicia, en el Gobierno, en los paras y en la guerrilla. Segundo: un esfuerzo conjunto para que el nuevo presidente de los Estados Unidos adopte una política contra el narcotráfico que haga descender las ganancias y debilite más permanentemente a paras y guerrillas. Espero que esta utopía no sea calificada como»criminal» por alguien del blog.

  • Alejandro Gaviria
    20 abril, 2008 at 3:08 pm

    Daniel Coronell describe en su columna de esta semana la compra-venta del voto de Yidis Medina. Tres puestos, la promesa vaga de un consulado y (según otras versiones) algunas obras públicas bastaron para cambiar la decisión de la ex representante. En la política, como en la cocina, decía Carlos Lleras, los detalles pueden causar arcadas. Pero los detalles no deben nublar la realidad. Coronell describe un hecho corriente del tejemaneje político. La mayoría de los Congresos son “transacionales”. Colombia, según varios estudiosos de la materia, ha sido un país tradicionalmente clientelista. Incluso el clientelismo ha tenido entre nosotros grandes defensores intelectuales: los macroeconomistas, por ejemplo, quienes siempre lo han consideradoun mal menor, un antídoto contra el populismo.

    Yo creo que el clientelismo ha sido (por lo menos en un análisis de equilibrio parcial) dañino. Pero poner el grito en el cielo por un acto específico de politiquería barata no sólo es exagerado: tiene, además, un componente ridículo. Uno puede, por supuesto, decir que este gobierno prometió acabar con la corrupción y la politiquería. Pero Coronell no está interesado en los argumentos generales, en la insoportable levedad de la política. Su interés es aislar un incidente específico para hacerlo así parecer mucho más grave de lo que es.

  • Alejandro Gaviria
    20 abril, 2008 at 3:10 pm

    Julio: yo he sostenido una utopía similar. He argumentado que el Gobierno de Colombia debería convertirse en el promotor de una solución distinta al problema de las drogas (ver aquí). Mientras tanto toca, creo yo, tratar de sobrevivir pues no creo que logremos prevalecer.

  • Lelo69
    20 abril, 2008 at 3:42 pm

    La canción de moda

    Burundanga

    Roció le dio a Velasco
    Velasco le dio a Juan José
    Juan José le pegó al señor Anaya le echó a burundanga
    les hinchan los pies
    Monina

    Mancuso le dio a López
    López le dio a De la Espriella
    De la Espriella le pego a Eleonora le echó a burundanga
    les hinchan los pies
    Monina Retechera
    Castaño practica el amor
    defiende a tus hermanos
    por que entre hermanos se vive mejor
    Castaño practica el amor
    defiende a tus hermanos
    por que entre hermanos se vive mejor

    Que lío, Burundanga…..Canta la negra Piedad…

    Lelo69

  • Anónimo
    20 abril, 2008 at 4:48 pm

    Alejandro es bueno ver lo siguiente:
    http://link.brightcove.com/services/player/bcpid1511792626?bctid=1511764456

  • Alejandro Gaviria
    20 abril, 2008 at 5:17 pm

    Anónimo 11:48:

    No puder ver el video.

  • Anónimo
    20 abril, 2008 at 5:56 pm

    el video

  • Anónimo
    20 abril, 2008 at 6:01 pm

    Escandalizarse porque un congresista pide puestos es casi igual a escandalizarse porque un noticiero pide pauta. No hay que pararle bolas a Coronell.

  • jaime ruiz
    20 abril, 2008 at 7:07 pm

    Julio, la idea de que el gobierno le pide al presidente de EE UU que legalice el comercio de drogas no es criminal sino cómicamente ingenua, y en últimas frívola, que es como cuando uno se entera de que alguien tiene el sida y le dice que en la clínica de los ricos seguro se lo curan. «Criminal» es un epíteto que se aplica con acierto a los publicistas que alientan los asesinatos y secuestros y la actividad de las bandas que los cometen, así como sus fines.

    ¿Cree usted por ejemplo que esto es criminal?:

    lo que el sur de Bolívar requiere para que haya paz es parar la brutal impunidad económica con que actúan los grandes empresarios del petróleo, el oro y la palma, impunidad hermana de la otra impunidad: la que deja que las Águilas Negras o verdes o rojas alcen el vuelo y claven sus garras y picos en la gente que trabaja o en aquella que la defiende.

    Claro que ahí va que el que explota minas de oro o cría ganado o cultiva palma no trabaja, a diferencia del que cultiva coca, y de que el gobierno da órdenes a las tales Águilas Negras. Bueno, eso es del prócer Alfredo Molano. No es la primera vez que las bandas terroristas aparecen presentadas en los escritos de ese líder de la universidad colombiana como defensoras de los trabajadores, en las décadas pasadas el hombre podría acumular cientos de llamadas entusiastas a matar gente.

    De modo que lo de «criminal» es lo mismo: cómica ingenuidad que deja ver un trasfondo frívolo, el que comparten las clases acomodadas en las ciudades, que creen que las guerrillas son un problema de otro país que está lejísimos y no tiene relación con ese tierno mundo de artistas y pensadores sensibles que oyen a Serrat y se ilustran con películas de Michael Moore.

  • Gheysel Naranjo
    20 abril, 2008 at 8:58 pm

    Doctor Alejandro: Cuáles son las variables con que se define “Sensatez en la Política” y sensato para quién, para el país? Y ¿cómo curar la epilepsia o convulsiones? — Es muy triste el Epiléptico y sus esfuerzos en el aire, pues cada vez que colapsa una promesa, el país pierde la credibilidad — En fin, la racionalidad en la política puede ser lo que venza los obstáculos de la realidad económica y lo que permita luchar por el romanticismo social…

    Uno pensaría que la sensatez en la política es sinónimo de capacidad de mejorar la calidad de vida, de ser prudente, honesto, auténtico, y con inteligencia y carácter, pero carácter no de tener mal genio ni de ser temerario sino en ser verás de prometer una lógica política conforme a la realidad y en determinar los dictámenes con conocimiento de los regímenes anteriores. Es muy difícil activar sinergias entre los “sueños” de los políticos y las “realidades” de la economía, sin tener claridad sobre las proyecciones a inmediato, mediano y largo plazo, y en cuánto se pueden estimar los beneficios para el país y cuánto se debe invertir. No se vale la buena voluntad de prometer un “país paraíso” y de complacer simultáneamente a 40 millones de personas en proyectos que no son posibles de desarrollar. Lo que se vale son las cosas básicas y esenciales para el mercado más grande del mundo que es lo social, y de estar seguros de que en 4 años de un gobierno se va a lograr y van a funcionar siquiera 3 propuestas pequeñas pero con el previo cálculo de las estrategias posibles y bien calculables y predecibles. Es muy necesario madurar las propuestas políticas antes de comprometer la imagen y antes de caer en la epilepsia o convulsión política. Por ejemplo que la gente se alimente bien para pensar bien. No es lo mismo un desayuno de aguapanela con pan, a un yogurt con cereales y queso de cabra… no es lo mismo un almuerzo de sopa de pasta a una sopa de langosta, y es que los DESAYUNOS NUTRITIVOS SON CLAVE HASTA PARA LOS JUGADORES DE FÚTBOL, o sino miren a los europeos que tienen UN RITMO DE JUEGO INTERESANTE Y UNA CAPACIDAD DE CORRER Y RESISTENCIA ENORME porque es normal para ellos comer bien (en especial en el Mediterráneo, en España, en Grecia, Italia y Francia). En cambio a los latinos en nada más media hora de juego ya están mamados, y al final los golean porque se quedan sin alientos (Bueno a excepción de los Brasileros, Uruguayos, Paraguayos y Argentinos)… Adicionalmente lo otro esencial es invertir en la aptitud de la gente, en concientizarlos en la sensibilidad y en la concientización electoral. La gente sensible valora, y genera la confianza necesaria para, en palabras del doctor Hernando de Soto, hacer transferencias sobre realidades y derechos de propiedad, y el asunto de conectividad. – Muy válida la pregunta para el señor De Soto: Cómo definir correctamente la propiedad polifacética y cómo evitar la mala definición de la propiedad en las organizaciones deportivas?
    Ah, ejemplos de insensatez en la vida hay muchos. Es claro por ejemplo que no es sensato ir a la bolsa en este momento y arriesgarse a que el dólar va a estar mas costoso que el euro…, o no es para nada sensato insultar en una estación de policía a un jefe de policía…, o lanzarse por un parapente sin experimentar un ensayo…, o tampoco es sensato comer aceitunas con cuchillo…, o salir sin frenos, o ir de Bogotá a Girardot a 100 km por hora (por la cantidad de curvas en la carretera), o tampoco es sensato ponerse a hacer piruetas en los últimos 3 servicios en un Game que define un set y que define el ganar un partido de tenis, o salir sin papeles a la calle y quedar como un NN en caso de algún accidente, etc, etc, pero: ¿QUÉ NO ES SER SENSATO EN LA POLÍTICA? En la realidad no está claro…
    Gheysel Naranjo

  • Anónimo
    20 abril, 2008 at 10:15 pm

    Los motivos de Coronel no importan, él hace su trabajo gustenos o no el man y si tiene o no broncas con Uribe. Ademas esta no era una «transacción» comn sino un cambio de la constitución con nombre propio, para plantificarse cuatro años más en el poder.Eso se llama cambiar las reglas del juego en la mitad del partido y va en contra de todo lo que se la pasa diciendo el columinta sobre lo importantes que son las instituciones y las leyes como para estarlas cambiando a cada ratico y al son que toque el que esta en el curibito

  • Anónimo
    20 abril, 2008 at 10:24 pm

    ¿ Cuantas otras conciencias ha comprado el gobierno nacional ?

  • Alejandro Gaviria
    20 abril, 2008 at 11:05 pm

    Anónimo 17:15: yo he criticado la reelección: la primera y la segunda . Públicamente he denunciado las intenciones clientelistas del Plan 2500. O más recientemente, las populistas de Familias en acción. Pero las denuncias de Coronell me parecen desenfocadas. Incluso dañinas. Confunden la responsabilidad política con la penal y por lo tanto refuerzan el despotismo judicial que mencionó Camilo Ernesto en un comentario anterior. Además, la historia de Yidis era conocida. Y los antecedentes clientelistas de la política colombiana son casi un lugar común.

    En lugar de hablar de un supuesto delito, cabe, creo yo, mencionar la incoherencia en los argumentos de Uribe y del Gobierno. Las declaraciones de Sabas Pretelt, difundidas por los medios en el día de hoy, son un insulto a la razón, una forma burda de decir sí pero no. También vale la pena recordar la retórica de Uribe con respecto a los auxilios parlamentarios y a las “transacciones legislativas”. Encontré, entre mis notas, las siguientes declaraciones de Uribe a la revista Cambio en el año 2002, en las cuales criticaba a Juan Manuel Santos (entonces Ministro de Hacienda) por repartir auxilios parlamentarios para aprobar la reforma constitucional del momento. Como cambia la vida.

    Como Gobernador de Antioquia acudí a la cofinanciación nacional de cupos escolares, vías e infraestructura, no a los auxilios parlamentarios para pagar votos de congresistas. No compré votos de diputados con auxilios. El año anterior su aprobación tuvo relación con apoyos de congresistas a proyectos oficiales…eso afecta la credibilidad popular en la democracia. Por lo menos el Ministro Santos planteó claramente el tema. Discrepo pero no descalifico su actitud. Me parece más grave que el Gobierno haya repartido utilidades de instituciones oficiales a través de partidas- auxilios- entregadas por gestión de congresistas amigos de la Administración.

    En fin, creo que a la indignación fácil de Coronell le hace falta contexto y realismo. Ese es mi punto.

  • JuanDavidVelez
    20 abril, 2008 at 11:06 pm

    Yidis confio en Uribe y en Coronel. Excelente. Esta mujer si que sabe en quien confiar.

  • Anónimo
    21 abril, 2008 at 12:49 am

    El Tiempo también pide sensatez:

    La encrucijada es mayúscula. Lo que menos conviene para salir de ella es un ‘choque de popularidades’ entre la Corte y el Presidente, o buscar motivaciones políticas en lo que deben ser procesos judiciales. Más allá de exageraciones y emotividades, de personalismos o revanchismos entre uno u otro de los poderes, solo hay que reclamar honestidad, responsabilidad y seriedad de quienes representan el soporte y la credibilidad de una democracia. Porque enfrentamos una seria encrucijada, que no necesariamente una hecatombe, que ofrece también preciosas oportunidades, como la de introducir profundas reformas a esa coladera en que se ha convertido nuestro sistema electoral. Difícil negar que el momento está, además, atravesado por la discusión de la reelección, que repercutirá en los debates en el Congreso de la reforma política.

  • Anónimo
    21 abril, 2008 at 2:17 am

    Lo de Yidis demuestra y pone en alerta a los amigos de Uribe.
    Esto lo aprovechará media cúpula paramilitar(la de itaguí), para poner a prueba las decisiones del presidente Uribe.
    Más tarde vamos a escuchar por parte de la oposición, por parte del narcoparamilitarismo, que Uribe no cumple !!!!..

  • jorge
    21 abril, 2008 at 2:18 am

    Yo digo que…. si así es con Yidis, como será en los consejos comunales.

  • jaime ruiz
    21 abril, 2008 at 3:54 am

    No es concebible nadie que no pida calma y sensatez, «honestidad, responsabilidad y seriedad», etc. Eso recuerda unas calcomanías que había en un tiempo en los taxis: «En caso de violación, relájese y goce».

    Lo que pasa es que, por ejemplo, el editorial de El Tiempo miente en el párrafo citado: Difícil negar que el momento está, además, atravesado por la discusión de la reelección. ¿Dónde se está discutiendo la reelección?

    No es posible plantear nada serio sin hacer frente a la mala fe de la oposición: si doña Yidis hubiera votado en contra de la posibilidad de que el presidente se presentara para un segundo mandato, como ocurre en la mayor parte de las repúblicas presidencialistas, resultaría de lo más loable. Ya el típico ciudadano receloso ha admitido que esa posibilidad fuera un crimen, ahora el problema es lo que se pagó por permitir ese crimen. Para mí el escándalo es que votaran en contra o que pidieran favores para votar a favor. A quien no le guste la reelección, que vote por otro candidato. ¿O es que la voluntad popular no debería importar?

    Es lo mismo que ocurre con la parapolítica: un malhechor encarcelado declara para complacer a los jueces y obtener trato de favor que oyó un rumor según el cual algún político que buscó aval en un partido de oportunistas que se sumaron al bando del presidente gracias a la popularidad de éste, y esa noticia se convierte en la propaganda en la elección pistola en mano del presidente.

    ¿Tienen todas las intrigas de Coronell y de la CSJ alguna relación con el «conflicto»? En otras palabras, ¿qué es lo que no les gusta de Uribe? Decir que se trata de la dictadura de los jueces es incurrir en una verdad a medias, se trata de la dictadura de los jueces afines a Asonal-Judicial aliados con todo el trust Münzenberg. ¿O qué opinión da Coronell sobre Piedad Córdoba y sus gestiones liberadoras?

    Sin ir más lejos, la corte, en la sentencia de la CSJ que enlacé arriba declara oronda:

    Una sociedad excluyente con graves deficits en el funcionamiento de la democracia, en la que no se respeta la dignidad humana ni los derechos fundamentales, frecuentemente cuenta con la presencia de graves conflictos, que en algunos casos llegan hasta niveles de confrontación violenta.

    Pero siempre parece haber más «honestidad, responsabilidad y seriedad» en el elegante gesto de hundir la cabeza en la arena.

  • Anónimo
    21 abril, 2008 at 5:58 am

    ¿No hay delito de cohecho? solo ¿simple clientelismo? !hipócritas!

  • Anónimo
    21 abril, 2008 at 12:35 pm

    Lelo 69

    Las novias de Barranca….

    Yidis no es precisamente un ejemplo de inteligencia, honestidad y coherencia y esto lo mostró en los preámbulos de su decisión que favoreció la reelección de Uribe cuando utilizo argumentos pobrísimos para justificar su cambio de opinión. Yidis continúa hoy dando muestras de su cortedad intelectual y moral cuando la vemos actuando como novia mancillada y plantada cuando ella realmente se vendió conciente y descaradamente.

  • Anónimo
    21 abril, 2008 at 12:37 pm

    Si pedir puestos fuera un delito, habría que meter a todo el Concejo de Bogotá a la cárcel. Y a al 80% del Congreso. No sólo a los uribistas. Jaime Dussán ha hecho su carrera política traficando puestos. Creo que la hipocresía viene d otro lado.

  • Julio Carrizosa
    21 abril, 2008 at 3:16 pm

    Alejandro y Jaime: si no disminuyen las ganancias del narcotráfico será muy dificil que desaparezcan las bandas armadas. Pueden parecer ingenuos o cómicos los llamados a que Estados Unidos modifique sus políticas pero creo que es responsabilidad de todo el que considere públicamente el problema hacer ver el fracaso de la política actual. Jaime: no creo que sea el gobierno colombiano el llamado plantear eso al gobierno de Estados Unidos, tal vez lo mejor sería una acción colectiva y masiva de gentes sin responsabilidad política. En los EEUU hay conciencia de ese fracaso pero no saben detalladamente cuantos males ha desatado en Colombia.Si el precio de la coca no disminuye, ¿ Como cree usted que desaparecerán las Aguilas Negras y demás insurrectos?

  • jaime ruiz
    21 abril, 2008 at 4:47 pm

    Julio, ya se ha discutido aquí mucho sobre las posibilidades de legalización del comercio de drogas, el problema es que siempre se pasa por alto que la gente no quiere que sean legales. La propuesta conllevaría la necesidad de una dictadura en EE UU. En tales casos, con la modestia aprendida en un país que no puede remediar sus problemas, se suele recomendar que se eduque a los ciudadanos para que no sean prohibicionistas, para que empiecen a razonar como colombianos.

    Podría dividirse a los legalizadores colombianos según la edad. Entre los que yo conozco, los que pasan de los 40 y tienen hijos adolescentes saben que mienten, que serían los primeros en pedir la prohibición si hubiera un expendio en su barrio, pero el pretexto para desentenderse de todo y encima quedar provistos de superioridad moral es perfecto. Bueno, a mí me inquietan, pero yo soy atípico, ser legalizador es una forma de mostrar que se es al menos de estrato 5, así los otros legalizadores lo ven a uno como una persona culta y sensible.

    Entonces, respecto a toda la delincuencia queda sólo la opción obvia de aplicar las leyes. Y bueno, las bandas emergentes y demás grupos de sicarios tienen muchos contextos y no son un problema del tamaño de la guerrilla, pero a ésta al menos habría que pedirle que se desmovilice, o que pedir a quienes no le piden que se desmovilice que le pidan que se desmovilice. Todo eso es más complicado, las soluciones imposibles tienen más éxito, no implican echarse enemigos ni tener que hacer nada.

  • Julio Carrizosa
    21 abril, 2008 at 5:59 pm

    Jaime: se que esto se ha discutido mucho, usted dice que la gente no quiere la legalización e insinúa que es por miedo a lo que le pasaría a sus hijos. Sin embargo eso ya esta les está pasando. Pienso que el posible ascenso a la presidencia de un militar pragmático, capaz de enfrentarse a los grupos mas derechistas del partído republicano, sabedor por experiencia propia de que hay guerras que no se pueden ganar, podría ser aprovechado para para que algunos colombianos plantearan nuevamente el problema en los Estados Unidos. No creo que nadie podríahoy convencer a las Aguilas Negras de que se legalicen pero si se bajan sus ingresos ya no les interesaría seguir afrontando riesgos.

  • jaime ruiz
    21 abril, 2008 at 7:19 pm

    Julio: cualquier reforma legal la suscriben el Congreso y el Senado y hasta ahora no he oído hablar de ningún representante partidario de la legalización: entre la existencia de digamos una treintena y la aprobación de un cambio tan profundo en esas leyes hay siglos de distancia. Ya es inimaginable que acepten en el corto plazo la dosis personal, como se aplica en la mayor parte de Europa, no faltaría más sino la legalización plena del tráfico.

    Tremendo Montaner.

  • Anónimo
    21 abril, 2008 at 8:49 pm

    «Sin duda habrá motivos, pero yo no los puedo entender.». Jaime posibles motivos:
    – El apoyo real no es igual al mediatico y eso lo saben el presidente y sus asesores
    – Es mejor mantener la «democracia» en estado de «enfermedad terminal», para jusitifcar el mesianismo salvador
    – La mentes brillantes de la izquierda no sabrian que hacer con el gobierno en las manos, pasarian de «perseguidos» a perseguidores, lo primeroe mas comodo, lo han hecho toda la vida y lo segundo le sale bien a nuestro presidente: el niño llora y la ma le pega….felicidad completa.
    – Este paises un muladar (le robo por un momneto su frase, me disculpa) y como tal se «reconstruye» en su porqueria. Y los «destructores» y reconstructores» son los mismos.

  • Anónimo
    21 abril, 2008 at 8:51 pm

    El clientelismo es la cuota inicial necesaria del cohecho.

  • Maldoror
    21 abril, 2008 at 9:07 pm

    Si pedir puestos fuera un delito, habría que meter a todo el Concejo de Bogotá a la cárcel. Y a al 80% del Congreso. No sólo a los uribistas. Jaime Dussán ha hecho su carrera política traficando puestos. Creo que la hipocresía viene d otro lado.

    Pues yo no me quejaría. Pero ahora que lo menciona, recodaré esta columna para la próxima vez que Alejandro Gaviria salga a quejarse de Dussán y/o el Polo por motivo de las acciones de este…

  • Alejandro Gaviria
    21 abril, 2008 at 9:19 pm

    Sergio:

    Yo no estoy defendiendo el tráfico de puestos. A mí no me gusta el clientelismo. Simplemente he dicho que ha sido una práctica extendida y conocida, por no decir aceptada. Por lo tanto, me parece algo cómica la indignación con el video de Coronell. En últimas, la hipocresía de la oposición refuerza la del Gobierno. Y viceversa.

  • Anónimo
    21 abril, 2008 at 10:43 pm

    Juega el CLIENTELISMO EN EL TLC ?

    A mi no me importa si o no, pero el mandatario colombiano luce una pinta de hipocrecía cuando se pone hablar de clientelismo y meritocracia.

  • Carlos
    22 abril, 2008 at 1:42 am

    El ejemplo mas reciente del clientelismo del Polo es lo que ha hecho Samuel Moreno en la alcaldía. En un concejo dominado por los «narcoparacos» partidos uribistas le ha tocado «negociar, negociar, negociar». Y la prensa capitalina callada,callada y callada.

    Ah, es que Samuel Moreno estudió en colegio caro de Bogota. De esos donde estudian los Pastrana, los Samper y cia. «Gente de bien» como uno. No finqueros de provincia como «alvaraco».

  • Carlos
    22 abril, 2008 at 1:45 am

    Alejandro: aqui hay un excelente articulo sobre los efectos (negativos según el autor) de la expansión del programa de familias en acción.

  • Alejandro Gaviria
    22 abril, 2008 at 2:46 am

    Carlos: Hugo López, el autor del artículo enlazado, fue el director de la Misión de Pobreza, y es probablemente el economista laboral más reconocido del país. Su opinión no pasará desapercibida.

  • Anónimo
    22 abril, 2008 at 6:19 pm

    «Se esta cayendo la estanteria»
    Lelo69

  • Anónimo
    22 abril, 2008 at 6:29 pm

    Que pensaran los Uribistas, con el asilo de Mario Uribe……..que impunidad

  • charlie
    22 abril, 2008 at 10:30 pm

    Tan caído, moralmente, como Samper, en su momento.
    Tan atornillado como Samper mientras , también, siga siendo útil al Establecimiento.

  • Anónimo
    22 abril, 2008 at 11:53 pm

    El Gobierno de Costa Rica consideró “improcedente” la solicitud de asilo político presentada por el ex senador colombiano, Mario Uribe Escobar, primo del presidente Álvaro Uribe, en su embajada en Bogotá, informó la Cancillería.

  • Alejandro Gaviria
    23 abril, 2008 at 1:23 am

    El Presidente no ha sido suficientemente enfático en su rechazo a la segunda reelección. El Gobierno pide estabilidad institucional y propone instituciones ad hoc para juzgar a los congresistas. José Obdulio trató, hace dos semanas en Hora 20, de acorralar el Fiscal cuando dijo que la absolución de Mario Uribe era un hecho. El mismo Mario Uribe trató de evadir la justicia con una solicitud de asilo imposible. En fin, el Gobierno y sus allegados pueden tener razón en algunos de sus reclamos a la Corte. Pero sus actos (los mencionados y muchos otros) les restan peso a sus argumentos. El Gobierno subestimó el costo de sus desafueros y ahora puede estar pagando las consecuencias.

  • Carlos
    23 abril, 2008 at 1:30 am

    Ya estamos en una situación «tipo gobierno samper» con las siguientes diferencias:

    1. Uribe tiene una alta popularidad segun diversas encuestas. Pero esto puede cambiar en unos meses. La política es el reino de lo impredecible

    2. Uribe ha casado peleas con la Corte Suprema desde que apoyó a la Corte Constitucional en su pelea con la anterior. Desde entonces comenzó todo. Hay en efecto una guerra de poderes. Pero el presidente hasta el momento no ha atacado a la Corte, mas alla de declaraciones verbales y la denuncia por calumnia al expresidente de la Corte

  • Alejandro Gaviria
    23 abril, 2008 at 1:41 am

    Carlos: no creo que la popularidad de Uribe vaya a caer. Recuerdo haberle oído decir a Uribe que un Congreso no se opone a un presidente popular. Probablemente pensó lo mismo de la Corte, y se equivocó.

    La analogía con Samper no es válida. No sólo por la popularidad de Uribe. También habría que tener en cuenta la economía. Uribe sigue teniendo todo el sector privado de su lado. Y la inversión extranjera romperá un nuevo record este año. Pero hay una semejanza que quisiera señalar. Tanto entonces como ahora, los oportunistas de turno salieron a pedir una nueva Constituyente. El problema, como dije, es que el rechazo de Uribe a las aventuras constitucionales no es creíble pues no ha sido claro con respecto a la segunda reelección.

  • Carlos
    23 abril, 2008 at 2:34 am

    Alejandro: por que cree que la popularidad de Uribe no puede caer?

    Yo creo que si puede empezar a perder apoyo en las clases medias urbanas, unos de sus grandes electores. Y en general el pueblo, las masas son impredecibles casi que por naturaleza. Un dia pueden amar al tipo. En pocas semanas lo pueden detestar con toda su alma.

    Por otro lado, los uribistas tambien podrían mostrar la parapolitica como un intento de los enemigos del presidente de «joderlo» y esto podría mantenerlo en la popularidad.

    En ultimas, quien sabe? La politica y los fenomenos sociales en general son completamente impredecibles.

    Pero esta en una crisis politica sin precedentes por el momento en el poder legislativo. Se extenderá al poder ejecutivo y al judicial?

    Es la pregunta del millón.

    Saludos,
    Carlos

    P.D: Hoy en la W, en «la hora del regreso» contaron un chisme. Uribe invitó a la comisión de acusaciones de la Camara a «un desayuno». Para que? alguien se le ocurre.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 4:25 am

    El 84%, de apoyo a Uribe, es volátil como la memoria RAM. Persiste mientras le den energía.
    Del apoyo real, ya parte esta en la cárcel. Y aun falta el capitulo de los para-empresarios.

  • Germán Cuervo
    23 abril, 2008 at 5:17 am

    Alejandro: No es clientelismo lo que se juzgaría, sino cohecho.

  • Germán Cuervo
    23 abril, 2008 at 5:53 am

    «El delito se llama cohecho. Lo comete el servidor público que recibe dádivas, o la promesa de que le serán otorgadas, a cambio de ejecutar acto propio de su cargo o de incumplir un deber. También incurre en cohecho quien da o quien ofrece esos beneficios a un servidor público. La ley establece que es tan grave dar como ofrecer y que la sola aceptación de la promesa configura el ilícito». Esta es la parte del artículo que usted omite, cambiando el término por clientelismo, pretendiendo así restarle importancia a la acusación y al video. ¿Tendrá que ver en esta omisión suya el artículo de Coronell en el que pone en duda su supuesta imparcialidad?

  • jaime ruiz
    23 abril, 2008 at 7:16 am

    Es increíble la capacidad de adaptación: resulta que la persecución que ejerce la Corte se llama prevaricato, y, vuelvo a lo primero que dije: ¿qué pasó en el caso Tasmania? Suponiendo que en efecto el magistrado hizo aquello de lo que se le acusó, ¿cómo puede descansar el sistema sobre una institución semejante? Lo de los tribunales ad-hoc es una respuesta timorata, el gobierno debería efectivamente convocar una Constituyente y un tribunal que juzgara por prevaricato a la Corte (en el caso de la negativa a investigar, el prevaricato es manifiesto).

    Germán Cuervo: el cohecho es el delito que popularmente se conoce como «soborno». Si ofrecer puestos e inversiones es cohecho, todos los políticos estarían en la cárcel.

    Realmente los esfuerzos bolivarianos en versión leguleya son tan delirantes como la pretensión del finadito Devia de representar al 70 % de los colombianos. Pero se encuentran con un país cuyas clases altas están hechas a esas cosas, como a escandalizarse por leer que los editores de Alternativa siguen promoviendo su revolución, por mucho que lean las proclamas de Claudia López o el vídeo sobre el ¡magnicidio! de Umaña Mendoza. ¿Alguien recuerda algo semejante cuando se cumplieron diez años del asesinato de Álvaro Gómez? ¿Alguien ha visto esos videos?

    Mientras que Molano alienta las masacres presentando a las guerrillas como defensores de los campesinos y Cepeda II se erige en representante de las víctimas, los demás comentaristas se sonríen ante la mera idea de que los dueños de los periódicos estén dedicados a alentar a esas tropas. La abyección llega tan lejos que ni el prevaricato ni los llamados a matar gente los conmueven.

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 10:26 am

    Piedad Córdoba

  • Alejandro Gaviria
    23 abril, 2008 at 11:38 am

    Germán: el cuento del cohecho es un intento burdo por criminalizar el clientelismo. Usted puede dudar de mis razones pero yo insisto en lo mismo: escandalizarse porque un congresista pide un puesto o un proyecto a cambio de su voto es ridículo. Yo diría más, es deshonesto. Los libros de ciencia política están llenos de análisis (incluso de modelos matemáticos) sobre este tipo de transacciones. La indignación de Coronell me recuerda una frase de Martin Amis: se muestra más apasionado precisamente cuando es menos sincero.

    Jaime: Uribe debería ponerle fin, de una vez por todas, a la segunda reelección. También debería renovar el gabinete. Salir del autismo. Como dijo alguien hace un tiempo, no es que a Uribe lo hayan dejado de solo: es que él quiere estar solo. Lo de Tasmania no me parece creíble. De ser cierto, el Gobierno sería mucho más explícito. Por ahora es un simple rumor.

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 12:20 pm

    Lelo 69

    Para la inmensa mayoría de los colombianos que apoyan a Uribe lo continuaran defendiendo en el hipotético escenario que se encuentren evidencias concretas de su relación con el paramilitarismo.

    No hay nada que le guste más a la gente que el orden, no hay nada más que añore las personas que la seguridad, si hay signos de prosperidad y se mantenga a raya el terrorismo, todos lo justifican y como consecuencia iremos irremediablemente al radicalismo y a estamos aun paso de la dictadura

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 12:20 pm

    Lelo 69

    Para la inmensa mayoría de los colombianos que apoyan a Uribe lo continuaran defendiendo en el hipotético escenario que se encuentren evidencias concretas de su relación con el paramilitarismo.

    No hay nada que le guste más a la gente que el orden, no hay nada más que añore las personas que la seguridad, si hay signos de prosperidad y se mantenga a raya el terrorismo, todos lo justifican y como consecuencia iremos irremediablemente al radicalismo y a estamos aun paso de la dictadura

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 12:20 pm

    Lelo 69

    Para la inmensa mayoría de los colombianos que apoyan a Uribe lo continuaran defendiendo en el hipotético escenario que se encuentren evidencias concretas de su relación con el paramilitarismo.

    No hay nada que le guste más a la gente que el orden, no hay nada más que añore las personas que la seguridad, si hay signos de prosperidad y se mantenga a raya el terrorismo, todos lo justifican y como consecuencia iremos irremediablemente al radicalismo y a estamos aun paso de la dictadura

  • Maldoror
    23 abril, 2008 at 1:12 pm

    Alejandro:

    A mi me parece más burdo su intento de minimizar lo que pasó con Yidis. El gobierno no le dió incentivos para votar un proyecto para cambiar la bandera nacional o declarar un día feriado, le dio incentivos para pasar un proyecto de reelección presidencial.

    Por otro lado, está divertido ver como chilla Jaime Ruiz…de lujo cuando nos presente su última modificada versión de los acontecimientos, en el que el gobierno de Costa Rica se une a la «conspiración bolivariana»

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 1:57 pm

    La estrategia de asilo del terrorista Mario Uribe le salió por la culata.

  • Alejandro Gaviria
    23 abril, 2008 at 2:40 pm

    Sergio: si existe el tal cohecho político, si pedir u ofrecer puestos es un delito, lo es independientemente de los motivos o de la importancia de la norma que se está discutiendo. Así que su mismo argumento es contradictorio. Todas las reformas constitucionales, comenzando con la de 1968, en la cual Lleras Restrepo estrenó los auxilios, han sido aprobadas, al menos en parte, con el expediente odioso de las transacciones clientelistas. Algunos historiadores –creo que usted es uno de ellos—olvidan la historia de manera conveniente. Indignación sin memoria, podríamos decir.

  • Germán Cuervo
    23 abril, 2008 at 3:05 pm

    Alejandro: el delito no está en pedir u ofrecer puestos solamente, sino en su uso como artimaña para alcanzar ciertos beneficios políticos. Y el hecho de que todos los políticos no estén en la cárcel no implica que el cohecho no sea un delito, más bien es una evidencia histórica más de todo el oscuro entramado que ha movido los hilos del poder en esta parafernalia que nos han vendido siempre con el nombre de democracia. Es tiempo de sentar un precedente.

  • Maldoror
    23 abril, 2008 at 3:14 pm

    Sergio: si existe el tal cohecho político, si pedir u ofrecer puestos es un delito, lo es independientemente de los motivos o de la importancia de la norma que se está discutiendo.

    Listo, eso es todo lo que necesitaba saber. Pero el argumento que ud y Jaime Ruiz nos quieren vender es «ah, pero es que no es tan grave porque lo hacen todos o casi todos los politicos». Si yo admitiera ese argumento, y para el caso no lo admito, igual tendría que apuntar al hecho (como lo hize en efecto ) de que no todos los proyectos politicos son iguales, y que ciertamente un podría indignarse por comprar a un político para una cosa tan delicada como la reelección AUN si la cosa no diera para delito.

    En cambio ud si tiene una contradicción en las manos. Si el cohecho existe, como acaba de admitir, entonces no estamos hablando de » un supuesto delito», como ud mismo escribió en esta sección de comentarios.

    Por último, no sé de donde saca que yo pretendo negar que el clientelismo es una tradición en la política colombiana (o mundial para el caso) ¿Me podría aclarar en donde he insinuado eso? Es más, no sólo no lo he dicho, lo he aceptado , incluso para la misma izquierda (con el caso de Dussan) a la que, creo que es claro, apoyo.

  • Alejandro Gaviria
    23 abril, 2008 at 4:34 pm

    Germán: la ecuación “clientelismo” = “no democracia” es falsa. O por lo menos inquietante. Equivale a decir que la democracia no existe. En lugar de la indignación, yo abogo por un entendimiento de las causas y las consecuencias del clientelismo. De allí, por ejemplo, mi énfasis en la importancia de los recursos públicos.

    Sergio: de acuerdo. Usted no ha negado el clientelismo. Pero su interpretación de lo sucedido sugiere que la confesión de Yidis fue un evento extraordinario. El clientelismo y la hipocresía siempre van juntos. Los que hay se indignan por el video de Yidis fueron los mismos que defendieron a Samuel Moreno cuando dijo, ante una pregunta de Mockus, que compraría votos.

  • Carlos
    23 abril, 2008 at 4:44 pm

    El clientelismo es parte del sistema mismo llamado democracia representativa (sobre grandes poblaciones de miles, millones de personas), es casi lo que lo hace funcionar.

    Sin clientelas, los políticos no lograrían de manera confiable llegar y mantenerse en el poder. A punta unicamente de «opinión pública» la gobernabilidad, en especial sobre grandes poblaciones es prácticamente imposible. Y para los que creen que el clientelismo es un «problema colombiano» o «tercermundista», que pena me da, pero deberian observar bien el funcionamiento real de todas las democracias, incluso las de los paises «desarrollados» o «avanzados».

    Muchos quisieran que la gente no «negociara» el apoyo electoral. Pero en el ser humano, la cooperación implica «negociación», el «toma y dame». Todos los politicos de la oposición que ahora se rasgan las vestiduras por el clientelismo del gobierno, son clientelistas hasta los tuetanos.

    No veo quien pueda condenar de forma sincera el clientelismo. Habría que meter a todos los politicos a la carcel.

    Todo esto es pura hipocresía.

    Saludos,
    Carlos

  • Carlos
    23 abril, 2008 at 4:51 pm

    Alejandro: yo creo que el clientelismo solo se puede o reducir a sus justas proporciones(con leyes muy restrictivias que limiten la discrecionalidad del ejecutivo en el manejo de recursos y empleos pero eso causaría otros problemas) o volverlo mas transparente: que el gobierno revele abiertamente a quien le da puestos y ya se acaba tanta bobada.

    En Estados Unidos algo parecido hicieron con el «lobby». En vez de prohibirlo lo reglamentarlo para que fuera transparente. La profesión incluso es reconocida. Las empresas de «lobby» estan reconocidas como tal. Todo el mundo saben quienes son y a quien representan. Eso me parece mas sano.

  • jaime ruiz
    23 abril, 2008 at 6:09 pm

    Bueno, no sé cómo podría ser más explícito el gobierno con lo de Tasmania, si el mismo presidente ha salido a decirlo. Podría dar un golpe de Estado y suspender a la Corte, por ejemplo, pero no es la clase de cosas que haría Uribe, temeroso de cualquier inestabilidad que le acarree el rechazo de los empresarios. La cuestión es que si no es creíble que el magistrado se reunió con el abogado y el paramilitar para proponerles beneficios, será creíble que el gobierno se inventó todo eso para perseguir al magistrado, lo cual parece más increíble. Lo cierto es que la reunión sin actas, la llamada olvidada durante meses por el magistrado, y sobre todo la actitud de blindaje de la Corte demuestran que tiene que ser creíble, pero a fin de cuentas es el molde de lo que ha venido ocurriendo después. Es el sentido de lo que ha hecho la Corte desde entonces, incluso están investigando a Uribe por la masacre de El Aro.

    Todo eso no tiene misterio, Claudia López pide la renuncia del presidente, Mario Uribe ya va por terrorista mientras que Cepeda II resulta el filántropo por antonomasia… ¡Bah, si la prensa ya canonizó a Umañas II y ya hay un Umañas III aspirando al trono!

    No creo que el anuncio de que no se presentará a la segunda reelección por parte de Uribe sirva para nada, los bolivarianos quieren recuperarse de los golpes del 4 de febrero y del 1º de marzo y a toda costa procurarán llevar al país a una guerra civil. La verdad es que así no se puede seguir, las elites sociales no pueden mantener la pretensión de que esos prevaricadores garantizan la ley o que la prensa informa y analiza cuando hace siete años cada editorial y casi cada artículo era presión para que se premiaran copiosamente los cilindrazos y ahora sólo intentan dorar la píldora para que pase por alto la iniquidad increíble de la mayoría de los procesamientos y el fin último de la Corte: provocar la caída del presidente.

  • Carlos
    23 abril, 2008 at 6:40 pm

    Aqui estan pasando cosas muy extrañas: Ayer o el lunes en El Tiempo y otros medios titularon que a Uribe le habian aconsejado crear un tribunal independendiente para juzgar a presidente y congreso. En la nota no decia que Uribe habia propuesto o que decie estar de acuerdo. Tampoco decia que eso era retroactivo sino a futuro (y con lo que demora una reforma constitucional, bien a futuro).

    Las cortes reaccionaron como si el presidente fuera el de la propuesta o hubiera dicho algo.Cuando claramente no fue así.

    Porque El Tiempo publica algo así por una simple recomendación entre muchas que se le hicieron al presidente el domingo?

    Incluso dijo que fue Humberto de la Calle, otros medios dijeron que fue Eduardo Montealegre. y hoy se conoció que fue otra persona distinta.

    Ahora quieren culpar a Uribe por lo que le recomiendan.

    Por otro lado, si uno lee el articulo de «Semana», llamado «Papa Caliente» donde explica los cargos contra Mario Uribe y ve las entrevista recientes a Mancuso (ayer en RCN) y a Eleonora Pineda (ayer CMI) donde explica las reuniones con Mario Uribe verá lo siguiente:

    -Mancuso se retracto de una declaración contra Mario Uribe y mantuvo otra. Ayer dijo que si se reunió para hablar de paz, pero no se acordaba la fecha. Así que no se sabe si fue antes o despues de las elecciones de 2002. Cualquier puede buscar los videos. Pero en testimonios anteriores Mancuso había dicho que había sido antes. Entonces? Primero dice una cosa y luego otra en televisión.

    -Eleonora Pineda tambien dijo que fue para hablar de paz. En ningun caso mencionan apoyos electorales. Tampoco recuerda la fecha de la reunión asi que no se sabe si fue antes de las elecciones de 2002 o despues.Cualquiera puede buscar los videos.

    Si la evidencia contra Mario Uribe son estos testimonios, se lo detiene por simplemente eso. Notese que Mancuso no reconoce que se reunión con Mario Uribe para darle votos o algo parecido.

    Me pregunto: Pastrana no se reunión con Tirofijo para hablar de paz antes de las elecciones del 98? E incluso quedo claro que hicieron pactos?

    Porque nunca nadie pidió juicios y acusó al presidente de algo? Pastrana fue autorizado por Samper para esas reuniones (no creo que lo hubiera autorizado porque obviamente Samper apoyaba a Serpa)

    -Las otras acusasiones son por compras de tierras(lo acusa Pitirri). Pero Mario Uribe parece haber demostrado que no tiene tierras en las regiones que se le acusa. Y la Procuraduria en otro expediente le quito toda credibilidad a Pitirri. Entonces?

    Aqui hay muchas preguntas que los medios no estan aclarando. La fiscalia deberia divulgar mejor la pruebas que tiene contra Mario Uribe para detenerlo.

    Ver este articulo. Y este articulo.

  • jaime ruiz
    23 abril, 2008 at 7:30 pm

    Carlos, le recomiendo leer la sentencia de la Corte que anula la ley de Justicia y Paz, así no pregunta por qué no procesaron a Pastrana… Si es por reunirse con las AUC, también Luis E. Garzón y Horacio Serpa lo hicieron antes de las elecciones de 2002.

    En la doctrina de la Corte cualquier relación con paramilitares es un delito atroz sin consideración benévola posible porque los paramilitares no pretenden destruir el orden legal vigente. No es lo que me parece a mí sino exactamente lo que ellos dicen. El problema es cuando uno puede darse cuenta de eso y se niega a evaluarlo. A partir de ahí cosas como los asesinatos de 27 candidatos opuestos al PDA en las pasadas elecciones resultan sencillamente perdonables sin juicio, pues estaban motivados por nobles fines altruistas.

    Pero ¿nadie leyó la prensa en los años del Caguán? Casi todos los editoriales y casi todos los artículos estaban dedicados a forzar la negociación de una Constituyente no elegida por la gente, tal como lo proponía Tirofijo. Los «liberales» llegaron a ofrecer a las FARC un 30 % de una Constituyente. De modo que todo el cuento de la parapolítica sólo es venganza por los golpes del 4 de febrero y del 1º de marzo, y el crimen es sencillamente incomodar a las FARC.

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 7:48 pm

    Semana.com menciona este blog.

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 7:56 pm

    Álvaro Uribe sale muy desgastado del escándalo de la ‘parapolítica’

    La Vanguardia Barcelona

    Joaquim Ibarz | México. Corresponsal | 23/04/2008 |

    Su primo Mario Uribe fue detenido tras rechazar Costa Rica su petición de asilo político
    se halla sumida en la peor crisis política y moral de los últimos años. Los nexos de decenas de senadores y diputados con paramilitares y mafias del narcotráfico salpican ya al presidente Álvaro Uribe y ponen en cuestión los métodos poco democráticos que utilizó para cambiar la Constitución con el fin de reelegirse.

    La detención de Mario Uribe, primo del presidente y su gran operador político, es el más reciente de una serie de escándalos y cuestionamientos que han puesto a prueba la integridad del Gobierno y las aspiraciones de Álvaro Uribe para una segunda reelección. El presidente ha salido muy desgastado con la petición de asilo a Costa Rica y posterior captura de su primo del alma, acusado de colaborar con los paramilitares para facilitar su permanencia en el Congreso y para apropiarse de tierras de campesinos.

    El escándalo de la parapolítica (nexos de políticos con paramilitares responsables de matanzas), por el que ya hay 32 congresistas presos y más de 50 investigados, nunca había llegado como ahora a afectar en forma directa a la familia de Uribe. El presidente ha sido acusado en reiteradas ocasiones de connivencia con estos grupos criminales de ultraderecha, vinculados al narcotráfico y a las peores violaciones de los derechos humanos, aunque siempre desmintió cualquier tipo de relación.

    La solicitud de asilo de Mario Uribe a la embajada de Costa Rica en Bogotá dejó en posición desairada al jefe de Estado por el mal ejemplo que daba al país al intentar eludir la acción de la justicia. El gobierno de Costa Rica dijo que la petición era improcedente al considerar que Uribe no es un perseguido político sino un presunto delincuente.

    Movilizaciones ciudadanas contra el ‘asilo’
    Organizaciones sociales y familiares de víctimas se manifestaron ante la embajada de Costa Rica al conocerse que Uribe había solicitado asilo. Con pancartas y consignas pidieron que se rechazara la solicitud. También exhibieron objetos que simbolizaban las masacres perpetradas por los paramilitares, como motosierras con las que descuartizaban a sus víctimas, un ataúd y miembros de un cuerpo humano de plástico. En las rejas de un edificio aledaño colgaron decenas de fotos de asesinados.

    Analistas colombianos señalan que el escándalo de la parapolítica es peor que el provocado por el Proceso 8.000, por el que se juzgó al presidente Ernesto Samper por financiar su campaña con dinero del narcotráfico. Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), comentó que «los políticos que están presos no son simples líderes regionales, son los presidentes de los partidos oficialistas, la coalición de gobierno está en la cárcel, esta crisis es la más grave en la historia de Colombia».

    Democracia en juego por el ‘choque’ de poderes
    Los juristas consideran que la democracia está en juego con el anunciado propósito del presidente Uribe de quitar a la Corte Suprema -una de las pocas instituciones que no controla el ejecutivo- la facultad de procesar a los parlamentarios. El diario bogotano «El Tiempo» advierte en un editorial que «el país se está descuadernando». Y señala que puede entrar en una inquietante desestabilización, con graves efectos sobre la economía, la imagen internacional y la inversión extranjera, de continuar este choque entre los poderes que soportan el andamiaje democrático colombiano.

    El comentarista colombiano Fernan García de la Vega comenta a «La Vanguardia» que la creación del paramilitarismo fue resultado de la guerra sucia de la guerrilla, camuflada en muchos ámbitos de la vida nacional como producto de «llegar al poder con la combinación de todas las formas de lucha»

    «La evolución del paramilitarismo dentro del contexto del conflicto, degeneró en su financiación por el narcotráfico, tal y como hoy ocurre con la guerrilla, mas la permeabilidad de ‘paras’ y ‘narcos’ con los políticos en las regiones. Esta crisis –señala García de la Vega- nos coge en medio de los cuestionamientos al Plan Colombia y de los abiertos conflictos internacionales de Colombia con nuestros vecinos y socios comerciales Ecuador y Venezuela. Y tras el rechazo del Congreso norteamericano a aprobar el tratado de Libre Comercio con Colombia».

    El periodista colombiano Juan Restrepo, ex corresponsal de Televisión Española, declara a «La Vanguardia» desde Bogotá que es probable que la mitad de los congresistas hayan tenido connivencia con los paramilitares. «No son los únicos: hay una buena cantidad de gobernadores, de alcaldes, más de un embajador y no pocos responsables de importantes organismos del Estado que están vinculados con el paramilitarismo». Restrepo cuenta que en la noche del martes, cuando le preguntaron en televisión a Salvatore Mancuso si había infiltrado también a la fiscalía general, respondió tres veces, con firmeza y con una medio sonrisa sardónica: «A todas las instancias del Estado». Insisitió el entrevistador si a la Justicia también y Mancuso respondió de nuevo: «A todas las instancias del Estado». «¿Qué más queremos para llamar a Colombia un estado paramilitar? Se me dirá lo que he oido más de una vez: ‘Es la palabra de un delincuente, ¿cómo se le puede creer?’ Y yo pregunto, ¿y si no creemos la confesión de un delincuente a quién le vamos a creer? Elementos para pensar que dice la verdad tenemos suficientes».

    Colombia está hoy en manos de un hombre a quien la mayoría de sus paisanos ven como un ser providencial. Parecen ignorar que Uribe llegó al poder con los mismos votos que llegaron a sus escaños los parlamentarios y suplentes presos o acusados de connivencia con hombres que han asesinado a miles de personas y que han desplazado a cientos miles de conciudadanos.

    Estado, paramilitares, narcotráfico y guerrilla
    Juan Restrepo subraya que la ausencia del Estado favoreció en Colombia el nacimiento de los paramilitares y a estos, la tentación del dinero de la droga los convirtió en narcotraficantes. Y los narcotraficantes primeros se vieron favorecidos por la protección de la guerrilla a los campos de producción de coca, y la guerrilla nació por una de las patas que sostienen la silla de los congresistas como es la desigualdad.

    «No tengo duda de que la crisis institucional que hoy vive Colombia es la más grave de los últimos años, pero mucho me temo que no desembocará en la catarsis necesaria que saque al país del atolladero en el que está. Haría falta un harakiri en el legislativo a la manera que ocurrió en las Cortes franquistas a la muerte del dictador; pero eso no va ocurrir y los congresistas colombianos harán modo y maña para seguir sentados sobre la corrupción, la violencia, la desigualdad y la injusticia», comenta un desalentado Juan Restrepo

  • jaime ruiz
    23 abril, 2008 at 8:06 pm

    Fascinante en definitiva esa inclinación de la prensa colombiana a convencer a la gente de que lo que opinen unos señores que no tienen ni idea de lo que ocurre en Colombia es más preciso que lo que saben ellos. ¿Cuántas personas conoce quien lea esto que hayan sido obligadas a votar por Uribe? Dentro de poco aparecerán por montones esos forzados a votar.

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 8:14 pm

    Paisocracia o muerte venceremos….

  • Germán Cuervo
    23 abril, 2008 at 9:24 pm

    Alejandro: Reducir mi comentario a la simple ecuación “clientelismo” = “no democracia” es tanto como si yo redujera su punto de vista y el de Carlos a “clientelismo” = “democracia” (la que sería aún más inquietante en mi opinión). Y por supuesto que es falsa, por dos aspectos: primero, para poder afirmar a secas que la democracia no existe habría que sumar otros muchos factores (el cohecho no castigado es sólo una evidencia más, como dije antes); y segundo, porque la democracia sí existe, sólo que entendida con el significado que más le cabe al término república, esto producto de la demagogia con la que nuestros dirigentes y medios de comunicación, desde que somos democracia, nos venden el régimen, haciéndonos creer que este consiste en que nosotros tomamos las decisiones sobre las cosas que nos afectan o interesan cuando lo que realmente hacemos es elegir quién reemplaza a los dirigentes o legisladores descontinuados. Por supuesto, no podemos oponernos a que en los ires y venires del manejo de la lengua las palabras cambien de significado, y si por unanimidad implícita aceptamos que esto que nos envuelve es una democracia (a pesar de que en el colegio nos enseñan otra cosa, o por lo menos el significado etimológico) pues qué le vamos a hacer. La discusión estaría entonces, no en si la democracia existe o no, sino en cómo la entendemos, de cuyas conclusiones, una vez aplicadas, podrían desprenderse revolcones inesperados e indeseables sin duda para el establecimiento actual y sus defensores.

    El entendimiento de las causas y las consecuencias del clientelismo, me parece, es lo que llevó a los hacedores de las leyes a definir el cohecho como delito –artículos 404 a 407 del Código Penal–, delito que ahora usted y Carlos desvirtúan reduciéndolo a simple clientelismo para desmerecer de pena las conductas poco honrosas de los Honorables, contradiciendo lo decretado por ellos mismos. ¿No sería más lógico alentar el cumplimiento de las leyes que hacen los hacedores de leyes, así se les hayan vuelto en contra, para poder argumentar en favor de sus actuaciones?

  • Carlos
    23 abril, 2008 at 9:38 pm

    German: podria replicar aquí los textos de los articulos en mención del código penal para enteder lo que dice?

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    23 abril, 2008 at 9:40 pm

    lean esto .

  • Germán Cuervo
    23 abril, 2008 at 10:03 pm

    Con gusto, Carlos. El Código completo está aquí. Los artículos 406 y 407 son desde mi punto de vista los más acordes al caso Yidis.

  • jaime ruiz
    23 abril, 2008 at 11:43 pm

    Qué bobada lo del cohecho, resulta que los congresistas no están como servidores públicos sino como representantes de sus comunidades, para las cuales piden obras e inversiones legítimamente (lo que no es legítimo es que intenten impedir la elección del candidato que prefieren los ciudadanos porque no obran siguiendo la justicia sino viendo cómo chantajean al gobierno). Todo eso no tiene absolutamente nada que ver con el empleado que agiliza un trámite por un incentivo, o por el que hace cosas más graves.

    Lo divertido es que se admite que eso siempre se hace, ¡pero alguna vez tenemos que empezar a ponernos serios! El sentido del humor (involuntario) colombiano es lo que se dice cosa seria.

    Eso recuerda a los impuestos que no pagó Santodomingo al vender Bavaria: no existen tales impuestos, pero a alguna hora hay que crearlos. Los negocios se conciben de modo que no haya que pagar impuestos y los acuerdos de cabildeo de modo que no haya delito, pero ¡es deseable que haya impuestos y delito! Mejor dicho: ¡es justo! A fin de cuentas será la doctrina que adopte la Corte Suprema de Justicia, por eso es justo.

    Hasta en un muladar hay una sentina.

  • Alejandro Gaviria
    23 abril, 2008 at 11:56 pm

    Ahora Camilo Sánchez pide reabrir la investigación disciplinaria en el caso de Yidis. El clientelismo tradicional se mira en el espejo (y por supuesto) no se reconoce.

  • Carlos
    24 abril, 2008 at 12:26 am

    German: creo que Jaime tiene un punto. Que opina?

    Por otro lado: El presidente amenazó con renunciar si se prueba que llamó al ex-presidente de la Corte Suprema para presionar por Mario Uribe

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    24 abril, 2008 at 12:51 am

    El verdadero y más grave cohecho es el de los congresistas con los paracos, se prometieron, se ayudaron y ahora se traicionaron

  • Anónimo
    24 abril, 2008 at 3:38 am

    El presidente amenazó con disculparse si se descubría que Jorge Noguera es culpable..

  • Anónimo
    24 abril, 2008 at 3:39 am

    Los guerrilleros son unos bandidos al margen del estado y contra él. los paramilitares son hijos del poder, armados y entrenados, en la mayoría de los casos, por miembros de la fuerza pública, protegidos por los políticos que representan el estado y financiados ilegalmente por poderes económicos que fungen como legales. para sustituir la violencia y restablecer la democracia, a los guerrilleros hay que traerlos al ejercicio del poder político sin las armas. a los paramilitares hay que sacarlos del poder político que se tomaron ilegalmente con anuencia de representantes del estado y que siguen ejerciendo como si fuera legal. la diferencia es que los paramilitares sí se tomaron el poder.

  • Lanark
    24 abril, 2008 at 4:31 pm

    Anónimo 22:38: Tal vez Uribe le presente sus disculpas a Noguera por no haber interferido más eficazmente con el curso de la justicia para sacarlo libre. O al menos, por no haberle hecho las vueltas para un «asilo político», o al menos una embajada para que pueda volarse con platica.

  • Carlos
    24 abril, 2008 at 5:21 pm

    anonimo 22:38:Ya juzgaron a Noguera?

    No sabia que la fiscalia podía dictar sentencia y que una medida de aseguramiento equivalía a una condena.

    Crearon un nuevo derecho penal en Colombia?

  • Lanark
    24 abril, 2008 at 5:32 pm

    Carlos: Si ya se hubiera descubierto que Noguera fuera culpable, no tendría sentido que Uribe amenace con disculparse. Vuelva a leer lo que escribió el anónimo, y cuéntenos qué belcebúes tiene que ver con lo que usted replicó.

  • charlie
    24 abril, 2008 at 9:47 pm

    Los hombres providenciales: si se van no pasa nada, si se quedan si suceden muchas cosas. Solo son providenciales para la camarilla que los rodea.

  • Rodrigo Hurtado
    24 abril, 2008 at 9:50 pm

    Yo creo que Colombia debe asimilar este momento como de rúptura. Los llamados a la estabilidad y la objetividad me parecen más bien a que se contenga el alcance la investigación judicial y por tanto, un estímulo a la impunidad. Para mi esa es una causa de la crisis eterna. Sin duda pueden presentarse exageraciones -como la de Velasco, que más parece una celada- y que la parapolítica debe decantarse a lo largo del proceso judicial porque claramente no están todos los que son ni son todos los que están. Vamos en el capítulo de los políticos, pero hay un resto de gente que colaboró efectivamente con esas bandas criminales,se beneficíó de la violencia y oí posan de personas respetables, como le oí ayer a Uribe ante señalamientos que lo vinculan con una masacre, en la que al menos tuvo un papel destacado como lo demuestra un fallo de la corte interamericana de derechos humanos, conocido como Caso Ituango.

  • Gran Hermano
    25 abril, 2008 at 4:12 am

    Qué sentido tiene un esfuerzo por bajar el tono de alarma frente a la crisis actual, si en el país del «médico Stockman» –que bien describió alguna vez Héctor Abad- !nunca pasa nada! Nadie se escandaliza y todos son obligados a callar tarde o temprano. A final nunca es posible tomar agua pura y fresca.

    Esta crisis es importante para los académicos, porque implica un esfuerzo intelectual para su análisis. Es importante para el congreso porque los afecta. Pero, para la agente del común que a larga es la que reproduce el entorno político, no ha pasado nada. El caos no se percibe de grandes dimensiones, por ejemplo, en las regiones los grandes caciques han dejado a sus herederos. Probablemente estamos en la parte inmóvil de péndulo.

    En parte, el artículo de prensa de A. Gaviria y algunas de sus opiniones en el blog son el reconocimiento de que, en algunos casos, la cosa no da para tanto, y en general, tampoco para uno constituyente. Apreciación que es de gran sentido práctico. Pero aquí no nos interesa la practicidad. Esto no deja ver la gravedad del problema, y a veces parece sugerir que hay que bajar el tono de alarma cuándo estamos en entorno político no saludable ¿Para qué bajarle el tono a la crisis y burlarse del horror que –según A. Gaviria- percibe la población? Doctor Gaviria, aquí nada va empeorar. Es más, aquí nunca pasa nada. Mucho menos con un presidente con una popularidad tan alta y con respaldo de las más altas esferas de poder de todo tipo.

    Como mínimo, es importante un esfuerzo por saber quién es quién. Generalizar y decir que esto siempre ha existido todos lo saben. Pero, por lo menos ahora tenemos más indicios del país en el que vivimos.

  • Alejandro Gaviria
    25 abril, 2008 at 4:36 am

    Gran hermano: mi intención no es bajarle el tono a la crisis. Yo simplemente quise señalar que las crisis se suceden en este país con una frecuencia tal que la palabrita comienza a perder sentido y que, por lo tanto, debemos pensar dos veces antes de embarcarnos en una gran revolución institucional. Yo creo que las cosas sí pueden empeorar. Y creo, además, que la inestabilidad es inconveniente. Tal vez mi postura sea realista en exceso. Pero el realismo siempre me ha parecido una mejor apuesta que el voluntarismo tremendista.

    De otro lado, comparto plenamente su punto sobre la irrelevancia de la crisis para la mayoría de la gente. Incluso hace un tiempo escribí una columna sobre el tema.

  • Anónimo
    25 abril, 2008 at 2:14 pm

    no se que haria este opinador sin la palabra «irrelevante». en este pais todo es cosa de todos los dias, como las crisis, como la violencia, como el circo politico, como las «revelaciones» y como todo es tam comun entonce dejamos asi, y no solamente eso sino que el presidente dice que hay que preservar lo que ya hay para que siga siendo asi y que por eso el se va a sacrificar y se va a quedar otros cuatro anios porque que tal que la vaina cambie de manos y empeore. pues nada va a empeorar, se lo digo yo, porque aqui cada que algo empeora se vuelve «lo normal», as’i que siempre viviremos en la normalidad.

  • Gran Hermano
    25 abril, 2008 at 4:02 pm

    Me parece buena su respuesta y en parte estoy deacuerdo con el anónimo 9:14. No quisiera polemizar con respecto a la inestabilidad política y los resultados negativos que puede generar un cambio institucional (sea la constituyente o la propuesta presidencial), porque es muy probable que tenga razón. Yo soy pesimista en el corto plazo y optimista en largo plazo; creo que esta crisis se debe llevar hasta las últimas consecuencias; con el peligro de exagerar y hasta con posibilidades de equivocarse, pero, con la seguridad de que la Corte Suprema de Justicia al final no se va no se va a exceder.

    Los efectos interesantes no se verán en el corto plazo. Por eso espero con optimismo que en el largo plazo el ambiente político siga las tres trasformaciones de Nietzche: “el espíritu se convierte en camello, el camello en león y el león, finalmente, en niño”. El camello carga todo el peso de la moral con abnegación. El León la desecha con furia. El niño será todo eso que hay que construir.

    Por otra parte, me llama la atención la siguiente afirmación de usted: “La retórica del borde del abismo sería la misma, casi calcada de una crisis a la siguiente. Pero las coincidencias irían más allá. Incluirían, entre otras cosas, la aparente paradoja de la debacle de la política y la bonanza de la economía.” Pregunta: ¿En su opinión qué tanto cree que la debacle política afecte a la economía en la coyuntura actual? ¿Nada? ¿Poco? ¿De qué forma?

  • JuanDavidVelez
    25 abril, 2008 at 5:42 pm

    Y que hacer en estos momentos de «crisis»?, pues se crea la farc politica. Que viva Colombia, tierra fertil para la solucion eficaz de los problemas.

  • Alejandro Gaviria
    25 abril, 2008 at 9:08 pm

    Gran hermano: creo que en el corto plazo el impacto será mínimo. Pero, en el mediano plazo, mirando hacia el 2010, con la incertidumbre electoral y la economía desacelerándose, un agravamiento de la crisis política podría ser muy dañino. El clima de inversión en Colombia estuvo postrado por casi diez años (ver este gráfico sobre las condiciones sociopolíticas para la inversión basado en la encuesta empresarial de Fedesarrollo) y siempre existe la posibilidad de una recaída.

  • Alejandro Gaviria
    25 abril, 2008 at 9:38 pm

    Gran Hermano:

    Me encontré, por casualidad, una reflexión del economista Daron Acemoglu sobre el cambio institucional que expresa de manera bastante clara mis temores sobre el voluntarismo reformista.

    Policy reform that does not heed the political economy context might also lead to a distinctive seesaw pattern, with new policy distortions emerging to undo those that are being dealt with…The seesaw effect does not mean that policy reform is impossible or always useless. But it implies that policy reform,
    without understanding why policies were distorted in the first place and what the political economy constraints are, is likely to fail or may even create further inefficiencies. The first step in any process of policy reform must therefore be a sound understanding of what the causes of the implementation of the distortionary policies were in the first place.

  • Carlos
    25 abril, 2008 at 11:20 pm

    Este es el documento con el texto que referencia Alejandro.

    Lo escriben varias estrellas: North(premio nobel), Acemoglu, el omnipresente Dani Rodrik.

    Una joya.Se los recomiendo

  • Carlos
    26 abril, 2008 at 1:21 am

    Capturaron a Yidis Medina.Ella mismo se echó la soga al cuello.

    Que semana tan agitada

  • Anónimo
    27 abril, 2008 at 4:42 am

    Alejandro Gaviria suprime todos los comentarios que lo retratan en su liviandad jurídica y ética. Le guste o no el cohecho es un delito que DEBE investigar la Corte. Y de acuerdo con el CP mandar a los responsables a prisión, si es el caso. Era bueno para los congresistas que absolvieron a Samper, pero malo para los que permitieron el paso fraudulento del acto legislativo que permite la reelección de Uribe. APRESURESE A BORRAR ESTO.

  • Raúl
    12 mayo, 2008 at 4:05 pm

    Alejandro ha mostrado que los colombianos tenemos un gran desconocimiento de nuestra propia historia. Incluso la «reciente». Es claro cuando pone de manifiesto que revisemos editoriales de un hace un tiempo y veremos grandes coincidencias; sólo regresemos a la época del proceso 8000. Un ejemplo claro es la famosa insistencia en que el Presidente Uribe ha sido el mejor presidente que hemos tenido. Frase utilizada irresponsablemente por figuras públicas y ciudadadnos comunes que no realizan un análisis serio de la historia de nuestros presidentes. Que lo sea o no debe ser un juicio emitido como resultado de una revisión de las actuaciones de cada una de las personas que han vivido en la casa presidencial. Leer historia es fascinante. Conozcamos por lo menos la nuestra.

  • Anónimo
    8 diciembre, 2010 at 3:50 pm

    Muy buen post, estoy casi 100% de acuerdo contigo 🙂

  • Anónimo
    9 diciembre, 2010 at 7:38 pm

    Buen articulo, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)